LAS SETENTA SEMANAS DE DANIEL (Daniel 9:1-27) A medida que los eventos registrados en Apocalipsis 6:1 y Apocalipsis 2:21se conectan con el pasado, o la septuagésima semana de las setenta semanas de Daniel, es necesario que nos detengamos aquí y expliquemos el significado de la septuagésima semana de Daniel. El profeta Daniel había estado 68 años (606 - 538 A.C.) en Babilonia, y por un estudio de la profecía de Jeremías (Jeremías 25:11) él descubrió que los setenta años de cautiverio de su pueblo se acercaban a su fin, por lo que decidió fijar su rostro ante Dios el Señor, para buscarle en oración y ruego (Daniel 9:3) con el fin de saber la hora exacta de su final, y mientras él estaba orando, el ángel Gabriel se le apareció para darle este entendimiento (Daniel 9:20-23). Daniel estaba preocupado por el vencimiento de los "Setenta años" de la cautividad y la restauración de su pueblo en Palestina, y la reconstrucción de la Ciudad de Jerusalén y del templo. Pero el ángel vino a revelarle algo más importante que eso. Aunque, sin duda, informó a Daniel que Dios cumpliría su promesa en cuanto a los Setenta Años de cautividad, que, como sabemos, lo hizo, él también le hizo saber a Daniel que este no sería el fin de los problemas de Israel. Que si bien los judíos regresarían a Jerusalén a finales de los setenta años de cautiverio, habría un período más largo que transcurriría antes de que el Reino fuera restaurado a ellos; un período de Setenta Semanas. La visión de las setenta semanas es la más importante revelación, en muchos aspectos, hecha en las Escrituras. Aquí se nos dice que este período de Setenta Semanas fue determinado sobre el pueblo de Daniel (los judíos) y sobre la Ciudad Santa (Jerusalén). Esto es muy importante. Esto da a conocer el hecho de que las Setenta Semanas no tienen nada que ver con los gentiles, ni con la iglesia, sino sólo con los judíos y Jerusalén. También da a conocer otro hecho importante y es que las Setenta Semanas sólo cubren el período en que los judíos estén morando en su propia tierra y no cubre el período actual en su dispersión. Las 70 semanas fueron determinadas con un propósito de seis partes, para lidiar con los pecados de Israel. Las 70 semanas se dividen en 3 períodos de 7 semanas y 62 semanas y 1 semana. Ellas cubren el tiempo desde la impartición de la orden para restaurar y edificar Jerusalén, la cual fue hecha el día 14 del mes de Nisán (marzo) 445 A.C. a la segunda fase (La Revelación) de la Segunda Venida de Cristo. El primer período, 7 semanas, se refiere al tiempo necesario para reconstruir los muros de Jerusalén, que fue de 49 años, lo que nos da la clave para el significado de la palabra "semana", ya que si 7 semanas son iguales a 49 años, entonces 1 semana es igual a 7 años. Ahora se nos dice que desde la impartición de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén (445 A.C.) hasta el Mesías Príncipe, deberán ser 7 semanas, y sesenta y dos semanas, o 69 semanas o, si 1 semana es igual a 7 años, 7 x 69 o 483 años. Ahora, Jesús como el Mesías Príncipe cabalgó triunfante en Jerusalén en el domingo de Ramos, el 2 de abril del año 30 D.C. La diferencia entre 445 A.C. y 30 D.C. es de 475 años, pero, como hemos visto, 69 semanas equivalen a 483 años, con una diferencia de 8 años. ¿Cómo vamos a explicar esta diferencia? Los 475 años entre 445 A.C. y 30 D.C., son los de Julian y del Calendario Astronómico de años de 365 y días de 1/4 cada uno, pero cuando los reducimos al calendario de años de 360 días, el año usado en las Escrituras, nos encontramos con que tenemos exactamente 483 años de 360 días cada uno. Esto demuestra que no hubo ruptura entre el primer y el segundo período de las 70 semanas, y que la profecía en la que debería haber 69 semanas para la llegada del Mesías Príncipe se cumplió literalmente. Ahora bien, como 69 semanas de las setenta semanas de Daniel ya han expirado, y todo lo que fue profetizado para que ocurriera durante la setenta semana aún no se ha cumplido, es lógico pensar que las cosas que no se han cumplido son parte del futuro, y que deben cumplirse en la semana restante, y que esa semana deberá ser de siete años de duración, ya que debe ser igual a las otras semanas. Esto nos da la duración del reinado del príncipe que ha de venir (el Anticristo), del cual se nos dice (en Daniel 9:27) hará un pacto con los judíos durante una semana (7 años), la última de las 70 semanas, y que en medio de esta semana quebrara el pacto y causara que el sacrificio y la ofrenda que los judíos han restaurado, cese, y luego "con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador " la cual continuará hasta el final de la semana. Como esto es algo que ha sido profetizado ocurrirá durante el reinado del Anticristo (2 Tes. 2:3,4) vemos que el período entre Apocalipsis 6:1 y Apocalipsis 19:21, que estamos a punto de estudiar, es el tercer período de una semana de las 70 semanas de Daniel, y que tendrá una duración de 7 años. En esto podemos ver que mientras no hubo ningún tiempo ni espacio entre el primer y el segundo período de las 70 semanas, si hay un tiempo o espacio entre el segundo y el tercer período o la semana 69 y 70 de lo que ya es 1983 años (2013 D.C.), o la edad actual Iglesia.1 1 Clarence Larkin, The Book of Revelation, (Philadelphia, PA: Rev. Clarence Larkin Publishing, 1919). 48-52. (Yo computé desde la semana 69 del 2013. Sus números computan a 1919, la fecha de su libro, dándole 1.889 años.)