predicación del Padre 6A (16203)

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ORACIÓN Y EUCARISTÍA
¿Cómo oramos?
Orar y rezar es lo mismo, porque orar y rezar es comunicarse con Dios con el corazón.
LA EUCARISTÍA DEL DOMINGO
El día del domingo tengo que vivirlo con toda mi fuerza porque me voy a encontrar con papito Dios, es decir la muerte y
resurrección de Cristo que me hace a mi feliz sobre Dios. Cuando Cristo resucita me redime, me pone en el puesto que
yo debo de tener con mi Padre Dios y me pone en mi puesto, que soy corona de la creación. Mi papi Dios me cuida, me
protege, que soy su hijo, que soy heredero de su amor. Gracias a la muerte y resurrección de Cristo pasa todo esto en el
ser humano.
Entonces el domingo es el día que yo tengo que demostrar comunitariamente con todos los creyentes de mi parroquia,
que yo amo esa cruz de Cristo, que Jesús quiso vivir por mí para volverme hacer heredero de mi Padre eterno. Así yo
diga a mis padres: “no voy a misa el domingo porque yo asistí a la misa en el colegio”, no es igual, porque nada la
sustituye. En ella se actualiza el día y el momento de la salvación, de la restauración, de la glorificación de nuestro Señor.
Es el momento más importante para orarle a Dios, porque es el actualizar, el vivir el amor de la entrega del Hijo de Dios,
para hacernos hijos del eterno Padre.
Los Sacramentos actualizan la muerte y la resurrección de Cristo, desde el Bautismo hasta la Unción de los enfermos.
¿Cuáles son los sacramentos? Bautismo, Confirmación, Comunión, Confesión, Matrimonio, Orden Sacerdotal y Unción
de los enfermos; son 7 porque son el número de la perfección de Dios.
En el sacramento actúa el mismo Dios; la Eucaristía es el encuentro con Cristo que muere y resucita. Por eso en la misa
no puedo estar de cualquier manera. Además debo estar pendiente de todos los espacios, especialmente de:
1. La Palabra de Dios: que me quiere decir Dios a mí.
2. La comunión: Comulgar dignamente.
3. La oración: Oro a Dios por tenerlo dentro de mí y de rodillas clamo a Él y le expreso, bendice mi vida. Cristo está en
mi, en cuerpo, en alma, en sangre y divinidad, por esto, no puedo estar vestido de cualquier manera, sentado de
cualquier manera, estar preparado de cualquier manera; tenemos que estar bien preparados en el alma y en el
cuerpo, disponibles para orar y exponer esa oración suprema; porque no hay momento más bonito para orar que la
misa.
Dentro de la misa hay oración de alabanza, oración de petición, oración de pensamiento de orar con la palabra, hay
oración de intercesión, (por el Papa, por los difuntos, los enfermos…), es decir, todo tipo de oración se da en la
Eucaristía. No podemos acostumbrarnos a ir a misa de cualquier manera, y estar conversando con otras personas,
no se puede, porque es el encuentro máximo con Dios.
El pan consagrado ya no es un pan, es el cuerpo de Cristo, lo dice San Juan capítulo 6, versículos 53, 54, 55 y 56 “el que
come mi carne, y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él y lo resucitaré en el último día”; por eso los que no comen a
Cristo, los que no hacen la primera comunión, los que no reciben el cuerpo de Cristo, no van a heredar la vida eterna. Si
yo estoy en los caminos de Dios, leo la Biblia, pero no comulgo, no heredaré la vida eterna.
RESPUESTAS DE PREGUNTAS HECHAS POR LAS NIÑAS
CRISTIANO Y CATÓLICO:
Nosotros somos de la religión cristiana; yo soy cristiano porque creo en Jesucristo, y acepto toda su verdad, y todo lo
que Dios me manda. Soy católico, porque católico es el mandamiento que da Jesucristo en el momento que ve ascender
a los cielos: “vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio”. Ese todo en griego se dice katholikós. Yo creo en
Cristo, por eso soy cristiano y mi misión, mi hacer, mi pensar, mi obrar, es vivir católicamente, es decir, para todos con
generosidad, dando cariño, dando amor, dando las palabras de Dios, dando el evangelio. Somos manifestación de los
cristianos y obro católicamente, con un corazón universal, porque católico significa eso: universal, todo es universal, la
misión del cristiano es para todo este mundo, obrar para todos y con todos con amor. Mi pensamiento, mi compartir, mi
cariño es católico, porque yo soy universal como Cristo no hizo acepción de personas.
EL FANATISMO:
El fanatismo es querer hablar de Dios, pero en mi corazón no está; es aparentar tener a Dios pero realmente no lo vivo
con mi vida; por eso uno no puede hablar mucho, si no hacer bastante. Cuando usted comparte, cuando es generosa, no
hay mejor manera de decir que yo tengo un gran amor a Dios; porque yo amo, porque yo perdono, porque yo soy
misericordioso, porque yo ayudo, y eso se cree más. El Papa Francisco impacta mucho a la gente porque no dice mucho,
sino hace mucho. Ustedes no hablen tanto de Dios, sino amen y vivan como dice Dios.
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