Depto. de Animación Pastoral Programa de formación continua de catequistas Curso “El Credo a la luz de la Biblia” Año de la fe Expositor: GILBERTO ANTONIO ROMERO ALANÍS Fecha: 30/11/2012 TEMA: Nació, padeció, crucificado, muerto y sepultado. Aprendizaje(s) esperado(s): Reconocer a Jesús como nuestro Salvador, verdadero hombre y Dios. Objetivo(s): Conocer las citas bíblicas que sustentan dos grandes Misterios de nuestra fe, la Encarnación y la Redención. APUNTES 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. ARTÍCULO TERCERO DEL CREDO: “Fue concebido (Jesucristo) por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen”. Este es el gran Misterio de la Encarnación del Verbo de Dios. Es inexplicable, fuera de nuestra capacidad racional, ahí es donde entra la fe. Las primeras profecías de la Biblia habla sobre la enemistad entre la serpiente -el mal- y la mujer y su descendencia -el Mesías, el bien- (Gn 3, 15) (Núm 24, 17) (Dt 18, 18). Las primeras predicaciones de quienes conocieron a Jesús atestiguan su concepción como Hombre verdadero y nacido de Mujer (Lc 1, 30.35) (Mt 1, 20) (Jn 1, 14) (Gal 4, 4). ARTÍCULO CUARTO DEL CREDO: “Padeció en tiempos de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado”. Este es el gran Misterio de la Redención. Es el admirable Misterio del Amor de Dios por el hombre (Jn 3, 16). Somos la creación más importante y maravillosa de Dios (Gn 1, 26) (Sal 8, 5-7). Pero el pecado nos coloca en situación de cautiverio e, inmerecidamente, Jesucristo, con su pasión y muerte, la muestra más grande de su Amor, nos reconcilia con el Padre (Ro 5, 10). La oración de Jesús antes de su pasión es hermosa y reveladora (Jn 17, 1ss): a. “Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique. Tú le diste poder sobre todos los hombres, para que él dé la vida eterna a todos los que tú le has dado… b. Yo les he enseñado lo que aprendí de ti, y ellos lo han aceptado. Ahora saben, con absoluta certeza, que yo salí de ti y han creído que fuiste tú quien me envió… c. Padre santo, protege en tu nombre a los que me has dado para que sean uno, como tú y yo somos uno… d. Pero no te ruego solamente por ellos, sino también por todos los que creerán en mí gracias a su palabra. e. Te pido que todos sean uno lo mismo que lo somos tú y yo, Padre. Y que también ellos vivan unidos a nosotros para que el mundo crea que tú me has enviado… f. Yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a la unión perfecta, y el mundo pueda reconocer así que tú me has enviado, y que los amas a ellos como me amas a mí. g. Padre, yo deseo que todos estos que tú me has dado puedan estar conmigo donde esté yo, para que contemplen la gloria que me has dado, porque tú me amaste antes de la creación del mundo…”. Todo esto sucedió realmente, en un tiempo específico (de Poncio Pilato). Fue crucificado, castigo terrible aplicado en casos de fuertes crímenes a hombres que eran considerados como “malditos” (Dt 21, 22-23). A los griegos les parecía una locura que el Mesías hubiera muerto en forma tan terrible, en cambio, los creyentes (1Cor 1, 23-24). El cristianismo ha tenido enemigos desde el principio: a. Jesús fue perseguido por Herodes cuando sólo era un niño. b. Después fue acosado y perseguido por los fariseos, saduceos y escribas. c. Luego de crucificado, las autoridades judías dirigieron su ataque a los seguidores. d. La guerra ideológica no se ha detenido, algunos sostienen que Cristo no murió en la cruz, que fue bajado vivo, lo curaron y vivió y murió en Cachemira u otro lugar. Jesús murió en la cruz, es la verdad (Jn 19, 32-35) (2Cor 5, 15). 1