¿Cómo murieron los discípulos? Pedro: Sufrió el martirio en Roma, durante el reinado de Nerón. Por petición del mismo Pedro, fue crucificado con la cabeza para abajo. Andrés: Al llegar a Edesa (Mesopotamia) en un viaje misionero fue crucificado en la cruz, cuyos dos extremos estaban transversalmente elevados en la tierra, de aquí el origen de la expresión la cruz de Andrés. Tomás: El que sólo creyó en la resurrección de Jesús después de ver y tocar sus heridas, se transformó en uno de los más activos predicadores del este de Siria. Habría sido muerto en India por lanzas de soldados locales. Jacobo: El rey Herodes mató a Jacobo “a espada”, probable decapitándolo. Juan: El discípulo amado, huyendo de la persecución del emperador romano Domiciano, se refugió en la isla de Patmos (Grecia) puede haber sido el único discípulo directo de Jesús que tuvo muerte natural. Felipe: Fue azotado, puesto en prisión y habría sido ejecutado por un noble en Cartago (norte de África, entonces Asia Menor) que estaba furioso porque su esposa se había convertido al cristianismo a causa él. Bartolomé: Fue el primer discípulo que fue a la India. Tradujo el Evangelio al hindú propagándolo por aquel país. Habría sido desollado vivo y decapitado por orden del dirigente de Albanópolis (actual Derbent, Rusia). Tomás: Llamado también Dídimo, predico el Evangelio en Partia y también en la India, donde debido al enojo de los sacerdotes paganos fue atravesado con una lanza. Mateo: Fue atravesado con una lanza en Nadabao (Etiopia) en el año 60 D.C. el ex publicano (recaudador de impuestos) habría sido apuñalado, según la tradición. Jacobo, hijo de Alfeo: Pariente de Jesús e influyente líder del cristianismo en Jerusalén, podría haber sido apedreado en la ciudad, inmediatamente después de la muerte del gobernador romano Porcio Festo. Tadeo: Fue crucificado en Edesa Mesopotamia en el año 72 DC. Simón, el cananita: Según dicen fue muerto a machetazos por la multitud instigada por sacerdotes paganos y autoridades después de negarse a hacer sacrificio al dios sol en Persia. Judas Iscariote: Murió ahorcado en las afueras de Jerusalén en el año 33 DC. A pesar de que exista un gran interés en descubrir cómo murieron los discípulos y que esto no pueda ser comprobado (a excepción de Judas y a Jacobo), es mucho más importante saber que todos estaban dispuestos a dar sus vidas por la fe en Jesucristo, aunque fuesen forzados a negarla. Tal vez esto es solo un recordatorio, que nuestros sufrimientos aquí, son ciertamente menores en comparación con la intensa persecución y crueldad que enfrentaron los discípulos durante su tiempo, por su amor a Jesucristo. «Porque para mí el vivir es Cristo y el morir, ganancia.» Filipenses 1:21 Tomado del ministro Héctor Rene, adaptado por SIM. Estamos al servicio del movimiento misionero latino. Encuéntranos también en: Vamos, SIM