El empresario entro al cuarto. El juez lo había mandado a llamar por su caso. Lo esperaba sentado. Con un gesto le indico que se siente. “Su caso es interesante pero difícil como usted sabe hay muchas presiones. Necesitamos conversar”. El juez mantuvo un gesto de expresión austera. “Usted dirá” le contesto el empresario con voz temblorosa. “En realidad es usted el que tiene que decir algo”, le contesto el juez. Y ahí comenzó una negociación sobre el monto. Las cifras iniciaron muy distantes entre ellas, pero poco a poco se fueron acercando en medio de argumentos sobre cuanto valía el caso, de un lado, y de lo difícil de la situación de la empresa para asumir un pago de tal magnitud, del otro lado. LOS INICIOS El el vientre de la corrupción A mi siempre me gustó el Derecho Penal aspiraba a ser un abogado que defendiera causas interesantes, justas y además rentables. Un tipo pulcro de camisa blanca y con dinero en el bolsillo. Es una criminalidad fina que se apoya en la sutileza de los tecnicismos legales. No hay cadáver (son casos de fraude, estafas y desfalcos. Abogados que sepan hablar inglés y maridar vinos caros, que conozcan de operación bursátil y diferencias horarias y de off shores. El el vientre de la corrupción Bronquita: Ser directo, reconocer que tu cliente la cagó y transar lo que equivale a limpiar el piso de las majaderías del mocoso de turno. Y así como los delincuentes empiezan siendo “pajaros fruteros” o “carteristas” en la corrupción el asunto es similar, te defines por la trascendencia de tus acciones, te haces un nombre y un hombre, no es lo mismo sacar un caso en una comisaría anónima que mediar un litigio ante la Corte Suprema. NOSOTROS NO DEFENDEMOS CULPABLES O INOCENTES, SINO CLIENTES. En el Vientre de la Corrupción El abordaje para la coima exige determinadas actitudes histriónicas. Nadie me las enseñó. Las improvisé. Incline mi cuerpo hacia donde él estaba sentado, miré a ambos lados y baje la voz. Solté entonces la propuesta: Maestro, tengo un cariñito para usted si me da la copia… “ayúdeme, pe” En el Vientre de la Corrupción Nosotros no defendemos culpables o inocentes, sino clientes. Debía enfocar mis energías en encontrar huecos ese vacío de nuestra imperfecta legislación que me permitiera sacar a mi defendido, aunque fuera por la puerta falsa. …en el Perú conviven dos sistemas legales en cuanto al ejercicio penal. El Primero es un sistema penal antiguo con bastantes espacios en blanco que permite, con gran facilidad, el ejercicio de corruptelas como las que otros y yo realizamos. El segundo es el deber ser, el ideal que todos -si, es verdad, todos- esperamos que termine de asentarse en un país poco proclive a la formalidad. En el Vientre de la Corrupción Hacer las cosas a la correcta no te asegura nada y el cliente siempre busca seguridad, si yo le decía a un cliente que no había certeza de ganar y que todo dependía del criterio de nuestros fiscales y jueces, estábamos jodidos. Si quieres presionar a alguien, basta con presentar una denuncia, por más ilógica que sea. Equivale a poner un revólver en la cabeza. la idea de la denuncia es solo joder y restar tranquilidad. Casi nunca me tope con alguien que quisiera justicia, en ese mundo me sentía como un sicario a sueldo. Entonces para prender la máquina podía recurrir a dos instancias: a la policía o directamente a la fiscalía, la segunda opción me permitía ir donde un amigo y alcanzar la denuncia para tener el control de todo. En el Vientre de la Corrupción El comisario y el jugador profesional de poker un Griego, había caído con un poco más del límite establecido por la ley, “El sembrado” -el no tenia efectivo, si se pasaba la hora, tenía que derivarlo a la fiscalía y ahí perdiamos todos. ¡no tengo nada! ¿nada? ¿de quién es la camioneta en el que te detuvieron? ¡mia! ¡no, ya no es tuya! a partir de ese momento había cambiado de propietario. Pese a todo existen ciertos códigos: arreglar el caso estaba permitido, siempre que formará parte del circuito; juez, fiscal, policía, secretario. Un amigo me dijo que debería “voltear” al abogado de la parte contraria, ami eso me parecía fuera de los límites de lo correcto, y ciertamente estaba mal visto. Una persona “M” me contacto con un preso, se encargaría de la logística y él sería el respaldo técnico. El trabajo consistía en obtener la libertad provisional, los honorarios eran absolutamente escandalosos, tiempo pasó sin mayores resultados y “M” se borró del mapa. El representado me llamó para amenazarme, le respondí, le menté la madre, “embajada a bajarle un llanta”, devolví hasta el último centavo, nos hicimos amigos. ¡No volví a inmiscuirme en este tipo de casos! La libertad es uno de los bienes más preciados de todo ser. Yo ya sabía detectar muy bien el miedo humano y eso me permitía jugar con las personas. -Lio penal -acarrea desprestigio -era difícil que alguien fuera a la cárcel. 4 veces en la cárcel la solo posibilidad del descrédito social moviliza a pagar lo que sea. El caso de algunos con orden de captura, lo que tocaba era corromper al encargado de la captura para que no viera nunca, llegué a comprar el mismo oficio de la captura para que el acto no se ejecutara. Fugar por aeropuerto Jorge Chávez, Ecuador o Bolivia. En el Vientre de la Corrupción En la policía nadie nunca me dijo que no. Siempre pude quebrar a mis interlocutores. Ahí todos tenían un conocido. Yo usaba un operador, una persona que trabajaba dentro y que me ponía a todos los encargados de mis casos. Ese servidor me costaba una mensualidad por ser mis ojos y oídos ahí. En el Vientre de la Corrupción TIPOLOGÍA DE CLIENTES Los avezados Los falsarios aquellos que podían tener bastante dinero y moverse en espacios exclusivos, gustaban de cometer pequeños actos fuera de la ley. Aquellos a quienes no les importaba el cómo, sino, sencillamente que les trajera el resultado. Los correctos Esos que me la ponen difícil, aunque no puedo ser injusto con este grupo. yo invertía de mi parte si era empresa En el Vientre de la Corrupción No fuí parte de un estudio grande, me movía solo, trabaje para algunos. - el ego y reputación, la vanidad es a menudo el ingrediente esencial de un gran abogado. yo solía adelantarme. “la corrupción en el Perú” a vista y paciencia de todos. El miedo es uno de los conductores más poderoso del Perú. El agua perdida bajo el puente me permitió hacer aduana varias veces. pedían $ 2 mil y yo pedía $10 mil. Me tocó negociar con un connotado magistrado, el tipo inició exigiendo $20 mil por el archivo de una denuncia, conmigo había dinero, sin mí nada, terminó aceptando $3 mil. las negociaciones eran riesgosas “digno” o “incentivo superior” En el Vientre de la Corrupción Por lo general ellos se comportaban como personas probas y yo debía seguirles la corriente. El secreto estaba en presionar la tecla en el momento exacto para soltar el monto y no volver a mencionarlo más. Entendí que, saltando las poses e idiosincrasias particulares, la gran parte tiene su tarifario muy presente. En el Vientre de la Corrupción me divertía jugando con los elementos de la miseria humana; dinero, miedo, ambición. ¡Dios! -era desafiante y obviamente excitante. La entrega de dinero: tenía contratada una contadora, esto pasa cuando se trabaja con una empresa, la corrupción requiere de un orden ningún centavo debe desperdiciarse. La suma más grande que entregué fue de $100 mil para obtener un resultado positivo en el ámbito policial. 50% constituía un riesgo y 50% con el resultado. En el Vientre de la Corrupción Descubrí una forma de corrupción insólita, la privada, me contratan por $ 10 mil y $ 2 mil 500 tenia que bajar en “negro”, ahí estaba la mano invisible del libre mercado. Nunca deje de aprender y divertirme. El cliente minero: empezó a pedirme facturas a cada rato. Yo podía ser buena gente, pero no estúpido. fue tan insistente que enpezamos una pseudosociedad que terminó cuando el decidió parar todo. Es un misterio el porqué paró, $ 100 mil / 2. El sistema es muy popular, consultorias de empresas fachadas de servicios inexistentes. En el Vientre de la Corrupción No todo era color de rosa a veces tocaba perder, aceptarlo y pasar rápidamente a otra cosa. Se imponen estudios con mejor relación con el mandamás, no se prefería al “mejor” aunque fuera relativo. Así funciona la competencia abogadil. está repleta de cortesanos, reyes e inquinas. Mi recomendación es que, si vas a conversar con un litigante como yo, lleves un puñal tras la espalda. En el Vientre de la Corrupción La policía sostiene que el fiscal no sabe nada de investigaciones, por eso le jode que le de órdenes. Al fiscal le molesta que la policía opine, pues no sabe nada de derecho. El 99.9 de casos la fiscalía deriva automáticamente toda su carga a la policía, dos enemigos institucionales colaborando para un mismo sistema. Cuando el caso terminaba en la policía, era devuelto con el expediente a la fiscalía, ahí teníamos que matarlo, es decir conseguir el archivo. Queriéndolo o sin querer, la fiscalía al derivar todos sus casos a la policía le generaba “clientela”, yo mataba en la fiscalía y para eso tenía a Jaimito, todo penalista que se respeta tiene un teléfono B Tenía que averiguar a qué fiscal le era asignado, en mi experiencia era igual si fuera varón o mujer. ¿Cual era la forma de llegar a un fiscal? Encontrar sus aficiones: por las mujeres o por los hombres, por el alcohol o las drogas, podría ser a través de su “cajero” En el Vientre de la Corrupción El mundo de los contactos: Los “detallistas” pedían una para invitar a los magistrados, una deferencia, casi siempre vocales y fiscales, Los “piratas” no movían un dedo, solo esperaban como salía, conseguían la copia y cobraban como si hubieran gestionado todo. NUNCA HE SIDO EL ÚNICO Los VIEJOS ABOGADOS CONTABAN QUE ANTES DEL AUTOGOLPE también había corrupción en el sistema de justicia, pero era más elegante. Cuando yo ingrese al sistema de justicia, conocí una corrupción rapaz, directa y sin miramientos. La época del fujimorato empezó con el autogolpe del año noventa y dos, cuando al chino se le ocurrió la idea de reformar el sistema de justicia Los más escépticos tenemos claro que controlar el sistema judicial te permite, sin duda tener una ventaja estratégica para emprender reformas más profundas y de mayor envergadura. El asunto con las dictaduras es que a uno le recuerdan el valor que tiene para el hombre la vida en libertad. La corrupción y su caída Las dictaduras vienen acompañadas de corrupción. El león te permite comer la carroña siempre y cuando no choques con su presa, se reinventó la corrupción menor, la privada, lo que no interferiría con los fines del pugilato político. Después vino la caída del chino, después me puse a pensar: «que gil montesinos por grabarse, cómo pudo ponerse en bandeja de plata». Conocí a Montesinos en la Base Naval cuando estaba preso por uno de los juicios que yo patrocinaba, nuestro trato fue bastante protocolar Montesinos no era el genio del que todos hablaban Montesinos desarrollaba sus propias estrategias legales, prácticamente era su propio defensor. Montesinos poseía una inteligencia superior, pero no era el genio del que todos hablaban. Con la vuelta al sistema de la democracia, quedó atrás la corrupción típica de las dictaduras, para dar paso a una corrupción más discreta y generalizada, aquella que se volvió transversal a todos los partidos, bajo la premisa de tenemos que negociar. Finalmente La corrupción en la justicia nace más por defectos de fondo que de forma. Si hay un sistema corrupto es porque este no funciona bien, y entonces los usuarios se las tienen que ingeniar para poder cumplir sus cometidos. La corrupción es como el mercurio: apenas la divides se vuelve a formar casi de manera automática y sin acuerdo entre las partes. el descenso POSFACIO EL FIN DE LAS PESQUISAS “Como están las cosas, el ejercicio limpio es casi inviable, resulta hasta una desventaja competitiva” pienso esto mientras intento disuadir el pensamiento de Harold. Edgar trabajador de la Corte Superior de Justicia compartió una experiencia conmigo de desilusión dando conformidad al libro e indicando que quería renunciar ,e intento hacerlo cambiar de opinión pues, “creo que alguien tiene que quedarse dentro del sistema y luchar por un cambio” “La corrupción nunca suele ser el problema en sí,pues es solo la manifestación de que algo mas profundo no esta funcionando bien” “El rol que se intenta desempeñar es de ser un transmisor y despertar la voluntad de hacer algo genuino pues quizá en este momento una persona puede estar jugándose la vida en algo que no puede seguir llamándose justicia” “nuestro sistema judicial, caracterizado por la lentitud e ineficacia, inseguridad y corrupción”, problemas enraizados desde su matriz colonial, difíciles de reformar. Sin embargo la reforma es posible, mediante un sistema paralelo o varios de ellos: un cuerpo policial de elite, encofrado, integrado por elementos rigurosos, cuadros paralelos de fiscales, compuestos por especialistas que no sucumban a la tentacion de la adulacion y menos aún a la corrupción. Finalmente señalar que este libro estuvo encaminado a ser un acto de fé que demuestre que aún tenemos la oportunidad de generar un cambio. Por eso es crucial darle a esta historia, a pesar de los últimos sucesos, un final feliz. Eduardo Herrera Velarde Gracias