Ana Sánchez Parada LMCC Grupo 110 Igleentidad Los personajes de cualquier libro, serie o película tienen una personalidad. Un autoconcepto que tiene que ver con el grupo al que pertenecen, a lo que aspiran, las expectativas que tienen de sí mismos y de la sociedad; y demás detalles que pueden considerarse características concretas. En el caso de la serie Glee (que es la serie elegida) esto se ve muy claro gracias a los soliloquios que se realizan al inicio de los capítulos (en cada capítulo un personaje). De esta manera se conoce y entiende mejor la identidad de los personajes, pero… ¿qué es la identidad? Según la segunda acepción de la RAE: “Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.” Mientras que la tercera acepción dicta: “Conciencia que una persona o colectividad tiene de ser ella misma y distinta a las demás.” Cada una de ellas se centra o bien en los rasgos que caracterizan a un individuo, o bien en lo que ese individuo conoce de sus propias características. En Glee, se puede profundizar en ambas acepciones teniendo en cuenta que una se centra en el autoconcepto y la otra en los estereotipos y característica que, se supone, tienen los grupos. A lo largo del ensayo se explicará cómo los estereotipos entre los grupos de la serie coinciden con los estereotipos de cualquier serie adolescente resumida en la palabra “americanada”. Como se acaba de exponer, los estereotipos que se presentan en la serie parten de los englobados en “americanada”. Por supuesto, este concepto es un concepto utilizado por un grupo opuesto a los habitantes de Estados Unidos (en concreto los castellanoparlantes). Los estereotipos negativos que concentra se basan en la pirámide social que se da en el instituto y cómo ésta convierte la vida de los estudiantes en un sueño o una desgracia. Esta pirámide social se podría comparar con la utilizada para describir el feudalismo. En este caso, los más populares (habitualmente el quarterback o capitán de fútbol americano y la capitana de las animadoras) son los que se corresponderían con el rey; los restantes del equipo de fútbol americano y grupo de animadoras serían la nobleza… La lista continuaría hasta llegar al grupo más desventajado que es conocido como los marginados o los perdedores (en el caso de Glee serían aquellos adolescentes que asisten al coro del instituto). ¿Por qué es importante hacer estas distinciones? Bueno, cabe destacar que la base de la serie es el movimiento de esta pirámide que, en un principio, está completamente asentada. Esto hace que las expectativas de los primeros integrantes del coro (Nuevas Direcciones) tengan como meta y expectativa ganar una competición para subir en la escala social del instituto, que parece funcionar por méritos. Pretenden dejar de ser los marginados mediante una negociación de identidad en la que utilizan la autoverificación. Ana Sánchez Parada LMCC Grupo 110 Esto parece algo normal, aunque las maneras de oposición por parte del grupo oprimido son muy variadas. Sin embargo, el nudo de la serie se da cuando en la sala del coro aparecen 6 personajes nuevos, todos ellos provenientes de las partes altas de la pirámide. Los propios reyes Quinn Fabray y Finn Hudson, sin ir más lejos. Estos personajes se unen al coro con intenciones más o menos transparentes. Por ejemplo, Brittany S. Pears, Quinn Fabray y Santana Lopez , se unen para acabar con él por órdenes directas de su entrenadora Sue Sylvester, mientras que Finn Hudson se une para evitar que el profesor Will Schuester le acuse de poseer marihuana. En un principio no tendría que suponer ningún problema, pero en el momento en el que los integrantes de los estratos más altos aparecen en la sala del coro comienzan a tener problemas con sus propios grupos. Comienzan a perder los rasgos identitarios que les hace formar parte de los grupos de arriba de la pirámide (o más bien adquieren características de los grupos opuestos que generan rechazo en los grupos a los que pertenecían). Este grupo se sostiene ya que todos sus integrantes satisfacen su necesidad de autoverificación, aunque en algunos casos esto suponga bajar en la escala social e incluso recibir comportamientos abusivos (bullying). Finn Hudson, Mike Chang y Noah Puckerman llegan a dejar el equipo de fútbol americano para continuar en el coro. Una de las razones de que la autoverificación en este grupo se de es porque el grupo cumple las expectativas con y para los integrantes de este. En parte, por que es un grupo en el que se reúne gente que pertenece a otros grupos sin necesidad de ocultarlo, pues no hay rasgos que impliquen el rechazo del resto del grupo (lo único que rechazan son aquellos personajes más abusivos y violentos con ellos o grupos llegados). Un caso claro es el del anteriormente nombrado Noah Puckerman, quién disfruta del grupo social que se da en el coro por la música y porque le aceptan creyendo que no es malo a pesar de los antecedentes penales y la actitud engreída. Otro caso aún más llamativo e inclusivo es el de Kurt Hummel. El Glee Club (Nuevas Direcciones) cumple sus expectativas doblemente: profesionalmente porque su sueño de estudiar canto está estrictamente relacionado con conseguir títulos con el coro para rellenar su currículum y personalmente porque nadie le trata mal a pesar de su sexualidad (cosa que el resto del instituto sí hace). De hecho, gracias a esa aceptación el personaje se muestra con un rol en el que la sexualidad no se esconde cosa que le llevará a ser el punto de mira de más ataques. Este individuo se une a otros tantos otros, en la serie y en la vida real, a una lucha que va más allá de las paredes del instituto conocida como la lucha LGTBIQ. A su vez, se muestra que la gente no tiene una sola identidad, sino que se activa la adecuada según el grupo y las expectativas que se tiene de este. Esto se da gracias a dos cosas: la primera es que la serie es muy larga, se ve como los personajes crecen y maduran. Se les ve en distintas relaciones sociales (familiares, distintas amistades, con superiores…) además de como avanzan en ellas a lo largo de los años. Sin ir más lejos, Kurt Hummel pasa de ser un tímido cantante a Ana Sánchez Parada LMCC Grupo 110 decirle (casi exigirle) a Carmen Tibideaux, la decana de la prestigiosa escuela NYADA (New York Academy of the Dramatic Arts), que le deje repetir su prueba para así conseguir entrar por fin en la escuela (pues es un sueño). Esto muestra que según las expectativas que Kurt tiene y las experiencias cambia su forma de actuar, además de su rol, en la relación social con Carmen. La segunda es que gracias a la edad de los personajes (adolescencia y más tarde la edad adulta, aunque siempre se mueve en el marco del instituto) y a las situaciones que viven cambian mucho de registro y de comportamiento. Las animadoras son un claro ejemplo de ello, Quinn, Santana y Brittany son echadas y readmitidas varias veces del grupo de animadoras del instituto. Según el momento en el que estén utilizan el rol que tienen con respecto a su posición con las animadoras o aquel adquirido con la pertenencia a Nuevas Direcciones. En otro aspecto en el que cambian mucho son los temas relacionados con el amor, en la serie se dan un gran número de enredos amorosos que van desde el capitán de fútbol americano con la capitana de las animadoras, a una chica asiática saliendo con un chico en silla de ruedas. Todos los personajes (o casi todos) tienen varias relaciones a lo largo de la serie y en cada una de ellas actúan de una forma u otra. Es muy curioso el caso de Finn y Rachel. Al principio ambos esconden los que consideran los peores rasgos de sus personalidades (sobre todo Finn) y según avanzan los capítulos de la serie van dejando de esconderlos. Esto se da por la búsqueda de la autoestima a través de la relación y la actitud de la pareja. Llega un punto en el que se comprometen y están a punto de casarse en el que en lugar de buscar reforzar la autoestima ambos comienzan a mostrarse más seguros. En ese momento comienzan a mostrar las partes de su persona que pueden ser más complicadas y que hasta ese momento estaban sumergidas. En este caso, es porque el mismo autoconcepto evoluciona y lo mostrado anteriormente se diluye mínima o completamente (el sesgo cognitivo y la interacción selectiva cambian). Por último, cabe destacar que este tipo de series son muy famosas entre la juventud debido a este juego social que se da en los pasillos de un instituto. A veces por la expectativa que se tiene de ese entorno (que se vive o que se va a vivir). Por supuesto, cuando se está en lo alto de la escala social, nunca cuando se está abajo. Y otras porque gracias a estos movimientos que se muestran en la ficción se crean un gran número de conflictos que acaban atrayendo a la audiencia (busca el dejar una sensación de suspense que acabe con la solución al problema social que se dé). Personalmente, también añadiría que, como dice Yuvah Noah Harari (autor del libro Sapiens), los humanos son seres con instintos sociales y una de las herramientas más importantes de este instinto social es el chismorreo. Por suerte o por desgracia, estas series son una fuente de chismorreo que permite saciar esa necesidad. Además de formar parte de una posible interacción social que favorezca la aceptación de un perceptor en un futuro (cuando se hable de esa serie con él). Ana Sánchez Parada LMCC Grupo 110 En conclusión, Glee es un claro ejemplo de cómo los individuos buscan una estabilidad social creando un autoconcepto y utilizando los distintos planos de este para conseguir relacionarse en distintos grupos sociales o con distintos individuos. Esto sería lo llamado negociación de la identidad. Por otro lado, esta serie también es una muestra de los estereotipos que se desarrollan en torno a una cultura, en este caso la cultura estadounidense que se da en muchos productos del mercado (en parte, gracias a que el epicentro cinematográfico y audiovisual del Occidente se encuentra en Hollywood).