“¿esa es una solución?” Esa es una pregunta que se les suele hacer a aquellas personas las cuales quieren terminar con su vida tomando la supuesta “solución” de cometer suicidio, tal vez muchos no lo sepan, pero el suicidio es la tercera causa de muerte más frecuente para los jóvenes de entre 15 a 24 años de edad, y la sexta causa de muerte para aquellos de entre 5 a 14 años. Los adolescentes pasamos por varias cosas las cuales nos sentimos fuertes o al menos eso queremos creer para poder quedarnos callados y poder seguir, pero ¿que causa esto?, esto causa que nosotros tengamos una gran presión en nuestras mentes las cuales poco a poco nosotros mismos la llenamos de pensamientos negativos. Los cuales pueden ser generados por estrés, problemas familiares, confusión, dudas de si mismos, depresión, presión para lograr el éxito, incertidumbre financiera y la más común a estas edades las rupturas de relaciones. ¿Por qué las rupturas de relaciones son las que podemos decir que son las mas comunes?, porque a esta edad los adolescentes tenemos el pensamiento y el querer tener la compañía de una persona a la cual nosotros amamos o le tenemos aprecio, nos encariñamos tanto de aquella persona que a veces no nos damos cuenta que solemos ser a cierto punto obsesivos con esa persona ya que las relaciones vienen acompañada por los celos, claro cabe a recalcar que no todas las personas tienen el sentimiento de celar, pero a veces es mucho el miedo que tenemos de perder a aquella persona, que pensamos que alguien más nos la quiera arrebatar de nosotros y alejarla. La causa del suicidio en esta ocasión es cuando al tener esa obsesión con esa persona nos causa problemas como el sobre pensar las cosas así como nosotros mismo dañarnos al crear historias que en realidad no sucedieron y esto a la otra persona suele llegarle a molestar teniendo la decisión de alejarse al tener la molestia o el dolor de que su pareja la haya dañado al no tenerle confianza, lo que a la otra persona le causa dolor al perder a una persona que en su perspectiva lo es todo para él, haciendo que el dolor de haber perdido aquella persona y la presión de sentir los días sin esa persona y sentir aquel sentimiento de vacío que cada vez se hace mas y mas tomando la decisión de cometer suicidio pensando que así podrá librarse de todo ese dolor. Para algunos adolescentes, el suicidio aparente será una solución a sus problemas y al estrés, así como las tendencias suicidas son desórdenes mentales que se pueden tratar. Hay que reconocer y detectar la presencia de esas condiciones tanto en niños como en adolescentes y se debe desarrollar un plan de tratamiento apropiado. Cuando hay duda en los padres de que el niño o el joven pueda tener un problema serio, un examen siquiátrico puede ser de gran ayuda. Los padres deben de estar conscientes de las siguientes señales que pueden indicar que el adolescente está contemplando el suicidio: cambios en los hábitos de dormir y de comer. retiro de sus amigos, de su familia o de sus actividades habituales. actuaciones violentas, comportamiento rebelde o el escaparse de la casa. uso de drogas o bebidas alcohólicas. abandono fuera de lo común en su apariencia personal. cambios pronunciados en su personalidad. aburrimiento persistente, dificultad para concentrarse, o deterioro en la calidad de su trabajo escolar. quejas frecuentes de síntomas físicos, tales como: los dolores de cabeza, de estómago y fatiga, que están por lo general asociados con el estado emocional del joven. pérdida de interés en sus pasatiempos y otras distracciones. poca tolerancia de los elogios o los premios. Un adolescente que está contemplando el suicidio también puede: quejarse de ser una persona mala o de sentirse abominable. lanzar indirectas como: no les seguiré siendo un problema, nada me importa, para qué molestarse o no te veré otra vez. poner en orden sus asuntos, por ejemplo: regalar sus posesiones favoritas, limpiar su cuarto, botar papeles o cosas importantes, etc. ponerse muy contento después de un periodo de depresión. tener síntomas de psicosis (alucinaciones o pensamientos extraños). Si el niño o adolescente dice yo me quiero matar o yo me voy a suicidar, tómelo muy en serio y llévelo de inmediato a un profesional de la salud mental capacitado. La gente a menudo se siente incómoda hablando sobre la muerte. Sin embargo, puede ser muy útil el preguntarle al joven si está deprimido o pensando en el suicidio. Esto no ha de ponerle ideas en la cabeza, por el contrario, esto le indicará que hay alguien que se preocupa por él y que le da la oportunidad de hablar acerca de sus problemas. Esto puede ser de gran ayuda ya que los jóvenes a veces no tienen la confianza de poder decirle a sus padres sus sentimientos o decirles los problemas que tienen por miedo a ser juzgados o ser regañados por tener estos pensamientos, así como unos padres se lo toman a broma diciendo que solo es una etapa o que solamente están exagerando, por eso un psicólogo o un psiquiatra es una opción muy buena ya que estos pueden hablar con ellos teniendo la confianza de que se quedara entre ellos dos. Así es como ellos pueden decir sus sentimientos y sus problemas para que se sientas mas tranquilos y así poderles ayudar y brindarles una solución. Padres hay que tener en cuenta que la vida de niños y adolescentes esta en peligro sin darnos cuenta dejándonos llevar por la respuesta mas común en ellos la cual es un “estoy bien”, “no tengo nada” o el “solo estoy cansado”. Nosotros podemos ser la clave y la ayuda para que estos actos no se sigan cometiendo prestándoles más atención a nuestros hijos y hablando con ellos para que estos tengan cada vez mas ese sentimiento de confianza para que así estos puedan contarnos como se sientes ya que muchos piensan que pueden soportarlo y estar sin decir nada cuando en realidad estos están muriendo por dentro llenando aquel agujero en sus pequeños corazones el cual cada vez se va alimentando de la tristeza y el sufrimiento de nuestros niños, estos por mas que sean adolescentes pues siguen siendo niños con el miedo de morir al no poder combatir con estos pensamientos queriendo poder alejarse de todo y de todos perdiendo el animo haciendo que ellos dejen de comer, dejen de hacer o ver las cosas que les gustan. Con la ayuda de psicólogos, psiquiatras y la nuestra podemos hacer de esta etapa una experiencia mejor para ellos dándoles un lugar seguro en el cual no tengan miedo de perder a las personas, el miedo de no poder con la presión y en especial el miedo de un día no volver a despertar, esto nos enseña a poder ser mejores para reducir la cantidad de suicidios que hay en el mundo ya que el suicidio no es un juego y esto pude llegar a puntos tan graves como lo es la muerte. El suicidio no es la solución a los problemas, es solo un pensamiento que es generado mas que nada por el miedo y el dolor de esta edad al no entender y no poder y saber como lidiar con todos los problemas que esta edad puede causar. El suicidio, ponerle fin a tu propia vida, es una reacción trágica a situaciones de vida estresantes; más trágica aún porque el suicidio puede prevenirse. Si estás pensando en suicidarte o conoces a alguien que esté teniendo sentimientos suicidas, aprende a identificar los signos de advertencia del suicidio y a comunicarte para buscar ayuda y tratamiento profesional de inmediato. Puedes salvar una vida; la tuya o la de otro. Puede parecer que tus problemas no tienen solución y que el suicidio es la única forma de poner fin al dolor. Pero hay algunas medidas que puedes tomar para mantenerte a salvo y volver a disfrutar de la vida.