CRÓNICA DE VIAJE GRADO NOVENO – COLEGIO BENEDICTINO Docente: Pablo Andrés Sánchez Valderrama La perspectiva personal. Las crónicas de viajes son un género literario que se extendió con el colonialismo. Antes su papel era informativo; pero hoy el valor de las crónicas de viajes está en la perspectiva personal de quien escribe y viaja. Lo fundamental de la crónica de viaje es la capacidad de observación de cada cronista. El lenguaje. Al viajar en este tipo de texto hay que prestar particular atención al lenguaje: formas, tonos, expresiones, la comparación de dichos o refranes entre países. El lenguaje permite ver cosas de cada sociedad, formas distintas de encarar la cotidianidad. Un ejemplo: en Colombia a las personas que viven en la calle se les dice “los desechables”. Los detalles. Es importante no idealizar los lugares. Hay que evitar los las expresiones de tipo “¡Qué hermoso lugar!”, que sólo llevan a generalidades. Para encontrar las particularidades, hay que escribir desde los detalles que se observan. Ha sido la crónica el género que ha sabido pasar a primer término los hechos históricos de menor impacto, la intrahistoria, por llamarla de alguna manera, y convertirlos en tema y argumentos. Estructura La crónica ya no se erige como la estructura tradicional del relato de viajes, tal y como enseñó Jean Richard. Ambas comparten la construcción del discurso en primera persona. El autor y el narrador suelen coincidir y relatan la experiencia con el lugar y el habitante. Figuras retóricas La crónica narra historias a partir de la mirada profunda y detallada del periodista, quien además de realizar una amplia investigación, debe hacer uso de técnicas narrativas y figuras retóricas como: Flashback: El Flash-Back (o Analepsis) consiste en alterar la secuencia cronológica de los hechos que se están narrando, trasladándose al pasado donde suceden acontecimientos anteriores al presente de la acción. Figuras retóricas Sinestesia: La Sinestesia consiste en mezclar sensaciones de sentidos distintos (audición, visión, gusto, olfato, tacto) o mezclar dichas sensaciones con sentimientos (tristeza, alegría, etc.) Oxímoron: El Oxímoron consiste en usar dos términos yuxtapuestos que se contradicen o son incoherentes. Por ejemplo: La noche de los muertos vivientes. Epíteto: El Epíteto consiste en el uso de adjetivos innecesarios que no añaden ninguna información suplementaria. Por ejemplo: La blanca nieve → la nieve siempre es de color blanco Figuras retóricas Personificación: La personificación (o Prosopopeya) consiste en atribuir cualidades o acciones propias de seres humanos a animales, objetos o ideas abstractas. Por ejemplo: La naturaleza es sabia → la sabiduría es una cualidad humana. Hipérbole: La Hipérbole consiste en exagerar la realidad. La Hipérbole no busca ser tomada literalmente, ya que resultaría poco probable o imposible, sino que su finalidad es captar la atención, enfatizar una idea que se quiere transmitir y conseguir una mayor fuerza expresiva. Símil: El Símil (o Comparación) consiste en comparar un término real con otro imaginario que se le asemeje en alguna cualidad. Su estructura contiene los adverbios “como”, tal como, “cuales” o similares. Simbología narrativa. La crónica maneja un sin número de legisignos, que permiten darle una construcción arquetípica y una intencionalidad al cronista. Estos legisignos son los que permiten realizar un contexto histórico, dentro de tradiciones y leyendas culturales. Características mínimas - repaso. • • • • • • • • • • • • Es un género que relata, es decir, narra historias. Presta herramientas de la literatura para ser elaborada. Hace uso de figuras retóricas. Hay minuciosidad en el tratamiento de la historia. Cuenta con un eje en torno del cual gira la historia. Tiene un personaje central y puede tener personajes secundarios. Aunque puede ser anacrónica, maneja un tiempo definido. Generalmente narra periodos cortos. Tiene un comienzo impactante, siempre ligado con un final. Entre comienzo y final hay tensiones y clímax. La trama se desata de manera rápida. Se titula de manera creativa, con frases interpretativas, propias de su hermandad con la literatura. Tiene una extensión mínima de cinco páginas. PAUTAS PARA LA ESCRITURA DE UNA CRÓNICA. La crónica es un género informativo y aunque no es necesario suministrar la información a la manera esquemática de la noticia, pues a diferencia de esta última la crónica vale por su propuesta estética, sí se debe suministrar en su totalidad. Como en la noticia, en la crónica también hay un qué, un cómo, un cuándo, un dónde y un quién. El primer párrafo tiene como propósito enganchar al lector y determinar el tono y el ritmo de la historia. Así como una buena entrada es fundamental en la escritura de crónicas, un buen final también lo es. No deje cabos sueltos, el lector debe tener la sensación de que la historia ha sido cerrada de la mejor manera. Sea claro, conciso y preciso, y utilice un lenguaje sencillo. Por ser un texto narrativo, la crónica debe tener un inicio, un nudo y un desenlace, teniendo en cuenta los elementos que aparecen en cada uno de ellos. Ejemplo. Gracias.