Subido por Inés GM

EL TEATRO ESPAÑOL ANTERIOR A 1936

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EL TEATRO ESPAÑOL ANTERIOR A
1936
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Comedia burguesa
- Teatro poético
- Teatro cómico
INTRODUCCIÓN
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Los gustos del público – un público burgués que acudía al teatro en
busca de diversión exclusivamente- determinan en gran manera la
orientación del teatro anterior a 1936. Por esta razón, suele hablarse
de dos grandes tendencias:
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En la línea del teatro comercial pueden distinguirse tres corrientes:
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El teatro de éxito comercial, destinado a satisfacer las exigencias del público es,
en general, un teatro costumbrista, cómico o melodramático que rehúye los
planteamientos ideológicos y continúa con las formas dramáticas tradicionales.
Teatro renovador, a contracorriente de los gustos de la época, renovador en las
formas y en los temas, hubo de esperar muchos años para ser valorado en su justa
medida.
Comedia burguesa (destaca Jacinto Benavente)
Teatro poético.
Teatro cómico
El teatro renovador está representado especialmente, entre otros por
las figuras de Valle-Inclán y Federico García Lorca, los dos grandes
dramaturgos de este periodo.
LA COMEDIA BURGUESA DE BENAVENTE
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Jacinto Benavente, Premio Nobel de Literatura escribió y
estrenó más de doscientas obras, fue, sin duda, el autor de
mayor éxito de la época. Buen conocedor del oficio teatral,
sus obras se caracterizan por el dominio de los recursos
escénicos y la habilidad y el ingenio de los diálogos
(a él le corresponde el mérito de haber desterrado del
teatro el estilo grandilocuente y declamatorio del teatro
posromántico). La mayor parte de su producción, que tiene
como escenario los salones y ambientes de la
burguesía y la alta sociedad, plantea como tema la
crítica amable, irónica y superficial de algunos vicios y
defectos de las costumbres burguesas. Sus obras más
importantes son:
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El nido ajeno, una crítica a la situación de la mujer casada en la
sociedad opresiva y discriminatoria española de la época. Dicho
tratamiento atrevido y crítico del asunto provocó tales reacciones que
la obra hubo de ser retirada del local en el que se representaba a los
tres días. Los jóvenes del 98 aplaudieron este estreno, aunque después
le retiraron su consideración tras el giro comercial de sus obras.
La noche del sábado, crítica suave de los convencionalismos y valores
de la sociedad burguesa.
Los intereses creados, su obra más famosa, con Crispín (encarnación
del sentido utilitario e interesado de la vida) y Leandro (que representa
el idealismo) como protagonistas. Aparecen en escena personajes de la
Commedia dell´Arte como Polichinela y Arlequín.
Señora ama y La malquerida, dramas de ambiente rural.
EL TEATRO POÉTICO
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En los primeros años del siglo XX obtuvo también gran aceptación
el denominado teatro poético. Estaba escrito en verso – al estilo
modernista, sonoro y musical – y sus temas eran de carácter
histórico, es decir, exaltaciones de grandes hechos o personajes
del pasado.
Entre los autores más representativos destacan:
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Francisco Villaespesa, autor de La leona de Castilla.
Eduardo Marquina, con dramas históricos como Las hijas del Cid o En Flandes se
ha puesto el sol.
Manuel Machado, autor junto a su hermano Antonio de Juan de Mañara o La Lola
se va a los puertos.
EL TEATRO CÓMICO
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Un gran éxito de público obtuvo también por esta época el teatro cómico,
basado casi siempre en la presentación de costumbres y tipos populares. Los
autores más representativos fueron:
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Carlos Arniches, conocido especialmente por sus sainetes costumbristas ambientados en un
Madrid pintoresco y popular, con personajes que se expresan en una graciosa habla castiza.
Obras de este tipo, que tienen su antecedente en el llamado género chico de finales del XIX son
El santo de la Isidra o El puñao de rosas. Posteriormente, Arniches cultivó la llamada tragedia
grotesca, en la que se unen lo caricaturesco y lo conmovedor, con una actitud crítica ante las
injusticias. A este género pertenecen La señorita de Trevélez, Los caciques o Es mi hombre.
Los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, cuyo teatro se identifica con los temas y
ambientes de la Andalucía tópica y tradicional. Todas su obras – sainetes y comedias – no son
más que cuadros de costumbres andaluzas, con una visión invariablemente optimista y risueña
de la vida. Entre las más conocidas pueden señalarse El genio alegre o Malvaloca.
Pedro Muñoz Seca, creador de un subgénero cómico, la astracanada, que se basa en las
situaciones disparatadas y en los juegos de palabras con el único fin de provocar la risa del
espectador. Su obra más famosa es La venganza de don Mendo, parodia de los dramas
históricos neorrománticos y del teatro poético en verso de principios de siglo.
EL TEATRO RENOVADOR
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En aquel entonces fracasó en sus intentos de atraer al público, pero
a día de hoy es el más apreciado. Los dos autores que contribuyen
decisivamente a esta renovación son Valle-Inclán y Federico
García Lorca.
Otros autores fueron Jacinto Grau, que estrenó en París El señor de
Pigmalión, versión moderna del famoso mito clásico: un artista,
Pigmalión, crea unos muñecos que, al cabo del tiempo, se rebelan
contra su creador, al que acaban asesinando.
EL TEATRO RENOVADOR: Alejandro Casona
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Estrenó antes de la Guerra Civil La sirena varada y Nuestra Natacha.
Posteriormente, en el exilio, continuó su producción con títulos como
La dama del alba, La barca sin pescador y Los árboles mueren de pie.
A su regreso a España, escribió El caballero de las espuelas de oro, su
última obra, cuyo personaje principal es Quevedo.
El tratamiento poético de la acción dramática y la mezcla de realidad
y fantasía son las cualidades más importantes de sus obras.
EL TEATRO RENOVADOR: Enrique Jardiel Poncela
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Representa un tipo de teatro cómico caracterizado por las situaciones inverosímiles que
plantea y el ingenio de los diálogos. Este intento de “renovar la risa” por medio de lo
inverosímil le acerca en algunos aspectos al teatro del absurdo.
• Antes de la guerra estrenó Usted tiene ojos de mujer fatal o Cuatro corazones con freno
y marcha atrás.
• Después de la guerra, en la década de los 40, continuó escribiendo y estrenando obras
con gran éxito de público. Entre sus obras, Eloísa está debajo de un almendro, comedia
que trata de combinar cómicamente situaciones realistas con la fantasía disparatada,
Los ladrones somos gente honrada y Los habitantes de la casa deshabitada.
https://www.youtube.com/watch?v=YFZEWZ2f8q4
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