Las agendas complementarias al TLC Juan Manuel Villasuso En los últimos días se ha hablado con insistencia de la "agenda complementaria" al TLC. Esta agenda estaría constituída por el conjunto de medidas y recursos necesarios para hacer del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos un instrumento de crecimiento y desarrollo para el país y para atenuar los efectos nocivos que tendría sobre sectores económicos y sociales nacionales. Para algunos dirigentes y partidos políticos que apoyan de manera acrítica el TLC esa agenda complementaria resolvería todos los problemas y todas las deficiencias del Tratado. Es por ello que se manifiestan a favor del Acuerdo y solo añaden una imprecisa coletilla relacionada con la aprobación una agenda paralela. Sin embargo, al escuchar a las autoridades del gobierno y a esos políticos referirse al contenido de la agenda, resulta evidente que esta solo incluyen dos tipos de cosas. Por un lado, la promulgación de leyes que fueron incluidas como obligaciones en el propio Tratado con los Estados Unidos, entre ellas, la Ley de Modernización y Fortalecimiento del ICE, la legislación para abrir el mercado de las telecomunicaciones, la normativa para eliminar el monopolio de los seguros y la ratificación del Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV). Por otra parte, la contratación de empréstitos con organismos internacionales para financiar programas de educación (Banco Mundial, 30 millones de dólares), tributación y aduanas (Banco Centroamericano de Integración, 50 millones de dólares) y rehabilitación de infraestructura vial, apoyo a la ciencia y tecnología y soporte a las micro y pequeñas empresas (Banco Interamericano de Desarrollo, 115 millones de dolares). Este segundo componente de la agenda complementaria representa un endeudamiento externo por un monto aproximado de 200 millones de dólares (95 mil millones de colones) y se considera que contribuiría a elevar la competitividad. Desde luego, la pregunta que surge es básica pero fundamental. ¿Es esta agenda complementaria suficiente para potenciar las bondades del TLC y para mitigar sus efectos negativos, especialmente en lo referente a distribución del ingreso e impacto sobre grupos vulnerables de la población? Me parece que no. En cuanto a las modificaciones legales que se plantean el TLC, estos constituyen requisitos de implementación mas que agenda complementaria, y buscan esencialmente la apertura de servicios que hasta ahora han sido provistas por entidades públicas cuyo desempeño, en general, ha sido satisfactorio (lo cual no implica que no requieran cambios para mejorar). ---------------------Todos parecen coincidir, incluidos en Presidente de la República y el Ministro de Comercio Exterior, don Manuel González, que la eventual aprobación del TLC tendrá efectos distributivos, beneficiando a unos y perjudicando a otros.