Subido por Dani londoño

NORMAS RECRIA 2010

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RECOMENDACIONES NUTRICIONALES PARA
RUMIANTES DE RECRÍA
NORMAS FEDNA
Elaboradas por:
A. Bach1, C. Fernández2 y M. Terre1
1
2
IRTA- Unidad de Rumiantes
Universidad Politécnica de Valencia
Colaboradores:
A. Cannas3, F. Bacha4
3
Universidad de Sassari, 4NACOOP S.A.
Patrocinadas por:
NANTA, S.A.
NUTRECO PRRC
TROUW NUTRITION
Noviembre 2010
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Edita: Fundación Española para el Desarrollo de la Nutrición Animal
Imprime: Ediciones Peninsular S.L. – c/ Tomelloso 27 – 28026 Madrid
I.S.B.N.: 978-84-614-4646-9
D.L.: M-45091-2010
4
5
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
ÍNDICE
NORMAS FEDNA: Rumiantes de recría
Páginas
VACUNO DE LECHE
PRESENTACIÓN……………………………………………………………………………
7
GENERALIDADES SOBRE LOS SISTEMAS PRODUCTIVOS .…….
9
Calostro …………………………………………………………………………………..
9
Fase de lactancia artificial ……………………………………………………..
10
Transición ……………………..………………………………………………………..
11
Crecimiento y gestación ………………………………………………………..
12
RECOMENDACIONES NUTRICIONALES PARA LA RECRÍA ……………
15
Fase de lactancia artificial ……………………………………………………
15
Ingestión de materia seca ….………………………………………………
20
Fase de transición ……………………………………………………………
21
Fase de crecimiento y gestación .……………………………………
23
OVINO Y CAPRINO DE LECHE
SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN ……………………………………………..
28
GENERALIDADES SOBRE LOS SISTEMAS PRODUCTIVOS……
30
RECOMENDACIONES NUTRICIONALES PARA LA RECRÍA ……
33
Ingestión de materia seca .….…………………………………………..
33
Recomendaciones energéticas ………………………………………….
34
Recomendaciones proteicas ………………………………………………
41
Recomendaciones de minerales y vitaminas ……………………
43
Necesidades de agua ………………………………………………………...
47
RECOMENDACIONES PARA EL RACIONAMIENTO ………………….
48
ANEXO 1.- CÁLCULO DE LAS NECESIDADES DIARIAS
PARA LA RECRÍA DEL VACUNO LECHERO………………………………
55
ANEXO 2.- CÁLCULO DE LAS NECESIDADES DIARIAS
PARA LA RECRÍA EN OVINO Y CAPRINO ……………………………….
59
REFERENCIAS .………………………………………………………………………
65
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
6
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
7
NORMAS FEDNA PARA FORMULACIÓN DE RACIONES
5.1 Recría de vacuno
PRESENTACIÓN
La recría del vacuno lechero es uno de los aspectos de la producción
de leche que, a pesar de ser uno de los capítulos que más beneficios
puede aportar a las explotaciones (sólo sus costes de alimentación
representan el 20% de los cotes de la producción de leche), recibe
menos atención por parte de los productores. La recría no sólo asegura la
continuidad de la explotación lechera en el futuro sino que también
determina, en parte, la eficiencia y nivel productivo futuro.
Las necesidades nutricionales de la recría cambian en función de la
edad del animal (nivel de madurez) y su peso vivo, pues a mayor masa
corporal mayores necesidades de mantenimiento, y a mayor madurez
menor es la proporción de proteína y mayor contenido de grasa
depositados con las ganancias de peso.
Nutricionalmente, la recría del vacuno de leche se puede desglosar
en cuatro apartados: la lactancia artificial, la transición, el crecimiento
hasta el momento de la gestación, y el crecimiento durante la gestación.
Durante las tres primeras semanas de vida, el sistema digestivo, el
sistema inmunológico, y el metabolismo de la ternera son inmaduros y
por tanto la nutrición durante este periodo es de vital importancia para
asegurar un correcto desarrollo digestivo, un adecuado sistema defensivo
frente a las agresiones microbianas, y un eficiente metabolismo. Con la
edad, el rumen se va desarrollando y la ternera pasa progresivamente de
una dieta líquida a una sólida. Esta transición se caracteriza por un
descenso marcado de la eficiencia de conversión de nutrientes, que debe
ser compensada por un aumento en el consumo de alimento. Por otro
lado, después de la lactancia artificial y el paso a una alimentación
íntegramente sólida, la ración de la ternera va aumentando
progresivamente en forraje hasta alcanzar niveles de fibra neutro
detergente (FND) por encima del 50% los últimos meses de gestación.
La estimación de las necesidades nutricionales de las terneras es
una tarea difícil, sobre todo por la poca información disponible acerca de
la composición de los tejidos de los animales con distintos ritmos de
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
8
crecimiento y distintos perfiles de alimentación. Por ejemplo, existen
datos sobre el ritmo de crecimiento y la composición corporal de las
terneras de los años setenta, pero estos animales eran alimentados con
aportes bajos de leche y con crecimientos inferiores a los 500 g/d.
Actualmente, se sabe que se pueden obtener crecimientos mucho
mayores (cercanos a 1 kg/d) con aportes de leche más generosos, y que
estos crecimientos más elevados no tienen porqué aumentar el nivel de
engrasamiento de los animales (Díaz y col., 2001). El NRC (2001)
presentó un sistema de necesidades para terneras jóvenes basado
principalmente en datos de terneras que se alimentaban íntegramente
con lactorremplazante (LR) y sólo se incluyó un estudio (Holmes y
Davey, 1976), que usaba tres terneras por tratamiento, en el que se
ofrecía LR y starter, y por tanto su aplicación en sistemas (más
prácticos) donde el animal recibe un aporte de LR y alimento sólido
puede ser poco preciso.
La determinación de las necesidades de nutrientes requiere una
estimación de las pérdidas que cada uno de ellos sufre durante todo el
proceso de aprovechamiento: digestión, metabolismo, y deposición u
oxidación. Si las eficiencias de conversión (pérdidas) en cada uno de
estos tres procesos se conocieran el usuario podría escoger el nivel de
agregación deseado (neto, metabólico, digestible, e incluso bruto) para
formular. Para valorar las necesidades energéticas de las terneras de
recría, FEDNA recomienda el uso de la energía metabolizable (EM).
Para la determinación de las necesidades proteicas, FEDNA recomienda el
uso de proteína bruta (PB) por razones prácticas, pues existe poca
información para estimar con precisión la cantidad de proteína
metabolizable que aporta cada ingrediente. En el caso de las terneras
que reciban LR, se recomienda el uso de la proteína bruta (PB) pero
teniendo en cuenta el perfil de aminoácidos y la capacidad de coagular a
pH ácido de la misma.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
9
GENERALIDADES SOBRE LOS SISTEMAS PRODUCTIVOS DE
VACUNO DE LECHE
Calostro
El calostro es la primera secreción de la glándula mamaria de una
vaca después de parir y es especialmente importante porque aporta las
defensas necesarias al ternero para protegerse del ambiente. En el
momento de nacer el sistema inmunitario, encargado de proporcionar
defensas contra infecciones, de la ternera es todavía inmaduro. Estas
defensas no pueden ser transmitidas por la madre a través de la
placenta, pues en los rumiantes, el embrión se une al útero en unos
puntos determinados llamados cotiledones que no permiten la
transferencia de inmunidad durante la gestación. Por tanto, la ternera
depende exclusivamente de la inmunidad pasiva aportada por el calostro
para obtener esta protección.
Las terneras que no alcanzan la inmunidad pasiva a través del
calostro, son más susceptibles a padecer enfermedades y presentar
mayores porcentajes de mortalidad (Roy, 1990). Es necesario, por tanto,
aportar la cantidad de inmunoglobulinas (Ig), proteínas capaces de
reconocer substancias ajenas al organismo y protegerlo contra ellas.
Entre todas las clases de Ig que se encuentran en el suero, la que más
predomina es la IgG que es la encargada de proteger los compartimentos
extravasculares del organismo de los microorganismos y toxinas. La
concentración en plasma o suero de IgG que debe tener un ternero
después de ingerir el calostro tiene que ser mayor a 10 mg/ml. Si el
plasma representa aproximadamente un 6,5% del peso vivo, para una
ternera que pese al nacer 40 kg tendría un volumen plasmático de 2,6 l.
Por tanto necesitará consumir y absorber 10 g/l x 2,6 l = 26 g IgG. Esta
cantidad de IgG dependerá de la calidad del calostro y de la capacidad de
absorción de la ternera de dichas IgG. Teniendo en cuenta que la
eficiencia de absorción de la IgG del calostro dos horas después del parto
se encuentra entre un 20% y un 48% (Besser y col., 1991), y
considerando una absorción del 25%, será necesario aportar a la ternero
26 g / 0,25 = 104 g IgG. La cantidad total de calostro a ingerir las
primeras horas dependerá de la calidad de éste. Un calostro se considera
de baja calidad cuando presenta concentraciones inferiores a 22 mg/ml,
moderada entre 22 y 50 mg/ml y alta cuando supera los 50 mg/ml.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
10
Suponiendo un calostro de alta calidad (> 50 mg/dl), la cantidad a
ofrecer a la ternera deberá ser de 104 g / 50 g/l = 2,1 l. Como la
mayoría de veces no se conoce la calidad del calostro se recomienda dar
al ternero 3 l lo antes posible después del nacimiento, para asegurar que
la ternera reciba la inmunidad necesaria.
Fase de lactancia artificial
Tras el nacimiento, la ternera debe consumir como mínimo 4-6 l de
calostro durante las primeras 12 h de vida y debería alojarse en
estabulación individual con libre acceso a agua y pienso de iniciación o
starter. Después de 2 o 3 tomas de calostro las terneras deben
alimentarse mediante leche pasteurizada de vaca o bien mediante LR. Es
recomendable ofrecer la leche o el LR mediante biberones o cubos con
tetina. La cantidad de LR (o leche) a ofrecer depende del nivel de
crecimiento esperado. Como mínimo las terneras deberían consumir 500
g de LR al día, que a una dilución del 12,5% suponen 4 l al día, que
deberían repartirse en dos tomas (de 2 l cada una). Si bien este aporte
de LR es suficiente para mantener el animal vivo y con un crecimiento
moderado, existe evidencia que aportes mayores de LR no sólo mejorar
el crecimiento de las terneras, sino que además mejoran su fortaleza
inmunitaria e incluso pueden mejorar la producción de leche futura (Bach
y Ahedo, 2008; Soberon y col., 2009) como se muestra en la Figura 1.
Figura 1. Relación entre el ganancia media diaria (GMD) durante los
primeros 65 d de edad y la producción futura de leche durante los
primeros 300 días de lactación (Adaptado de Bach y Ahedo, 2008)
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
11
Hace algún tiempo que se propusieron los sistemas de crecimiento
acelerado, que consisten en aportar grandes de cantidades de LR. Si bien
estos sistemas resultan en crecimientos dramáticos, las terneras suelen
experimentar dificultades para arrancar en el consumo de sólidos (Terré
y col., 2007). Sin embargo, estas dificultades pueden superarse
mediante escaladas o gradaciones progresivas en el aporte de leche. En
la actualidad, hay un cambio creciente hacia aportes mayores de LR e
incluso la nomenclatura de los sistemas de lactancia artificial está
cambiando de “tradicional” (500 g/d) a “restringida”, y de “acelerado” a
“normal” (>700 g/d). De hecho, un aporte razonable de LR que permita
crecimientos por encima de los 700 g/d fomentando un buen consumo de
starter se encuentra alrededor de los 600-700 g/d. Esta cantidad puede
alcanzarse a través de varias alternativas, bien mediante aportes
mayores de LR al 12,5% en 2 o 3 tomas al día –añadir una tercera tomabien manteniendo los litros y las tomas de LR pero aumentando su
concentración sólida hasta un 15,5% (mayores concentraciones pueden
ocasionar problemas de diarreas).
En cuanto a la alimentación sólida, es importante ofrecer el starter
en cubos y evitar el uso de tolvas u otros dispositivos que mermen el
paso de aire y luz al animal para acceder a la comida (Bach y col.,
2010a). En cuanto la forma física, los starters multipartícula suelen
resultar en mayores consumos, sin embargo, los mismos starters
ofrecidos en forma de pellet resultan en menores consumos pero
igualdad de crecimientos, con la consiguiente mejora en la eficiencia de
conversión (Bach y col., 2007).
Por otro lado, la recomendación más común para esta fase de
desarrollo es no ofrecer forrajes hasta después del destete (Quigley,
1996; Davis y Drackley, 1998, NRC, 2001). Sin embargo, evidencias
recientes generadas por el IRTA (Castells y col., 2010) indican que
ofrecer forrajes con un tamaño de partícula de cerca de 2 cm puede
fomentar el consumo de starter y total de materia seca sin afectar el
índice de conversión (en función del tipo de forraje ofrecido).
Transición
La transición es un momento clave en la recría. Por un lado la
ternera abandona la alimentación líquida y pasa a depender
íntegramente de la sólida y por otro es agrupada con otras compañeras.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
12
Esta etapa se caracteriza por altos rendimientos productivos y eficiencia
de conversión, pero también transcurre con una alta morbilidad de
procesos respiratorios que pueden comprometer el crecimiento del
animal e incluso su futura vida productiva. Tradicionalmente, se ha
recomendado mantener las terneras en estabulación individual durante 1
o 2 semanas después del destete pero nueva evidencia (Bach y col.,
2010b) indica que el consumo de materia seca (Figura 2) y el
crecimiento aumentan, y los procesos respiratorios disminuyen cuando
las terneras se agrupan una semana antes del destete coincidiendo con
el predestete (reducción a la mitad de la oferta de LR).
Figura 2. Consumo de materia seca de terneras agrupadas en el
predestete (49 d) o justo en el momento del destete (56 d) (Adaptado
de Bach y col., 2010b)
Crecimiento y gestación
Existen varias curvas “ideales” de crecimiento de novillas de recría.
FEDNA propone la curva en negrita de la Figura 3. Sin embargo, todas
estas recomendaciones corresponden a pesos medios y por tanto es de
esperar que existan variaciones individuales considerables. De hecho, el
momento de la primera cubrición (y por tanto la edad al primer parto) es
una decisión a nivel individual (la inseminación se practica de forma
individual), a diferencia de la ración que se ofrece a grupos de vacas.
13
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Figura 3. Curva de crecimiento para novillas propuestas por varios
autores e instituciones.
El NRC (2001) recomienda cubrir las novillas cuando alcancen el
55% de su peso vivo maduro y sugiere estimar el peso vivo maduro
basándose en la media del peso de las vacas adultas de la explotación
(tercera lactación). Sin embargo, aplicar la media de un grupo de vacas a
cada una de las novillas no parece muy preciso y además, es probable
que el peso maduro de las vacas actuales difiera del futuro peso maduro
de las novillas en desarrollo. Por tanto, la dificultad radica en predecir el
peso adulto maduro de cada novilla. Bach y col. (2008) desarrollaron una
ecuación que permite estimar el peso vivo maduro de una novilla en
función de su ritmo de crecimiento durante los primeros 250 d de vida
basándose en la curva de crecimiento de cerca de 2000 animales (Figura
4). La ecuación de predicción del peso vivo (PV) maduro debe
resolverse para cada animal usando regresión no lineal y al menos 5
pesos comprendidos entre el nacimiento y los 250 d de edad (Figura 5)
con la ecuación:
Peso vivot = 1,145 x PV Maduro x e
Donde t indica días de edad.
(-2,65 x 0,996t)
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
14
El momento óptimo para cubrir una novilla y maximizar su nivel de
producción coincide cuando ésta alcanza el 58% de su peso vivo maduro
estimado (un poco por encima del valor recomendado por el NRC, 2001).
Figura 4. Curva de crecimiento de las novillas Holstein y predicción del
peso vivo maduro futuro.
Figura 5. Predicción del peso vivo maduro vacío usando regresión no
lineal a partir de 5 pesos antes de los 250 d.
La altura es también un factor muy importante pero existen pocos
datos al respecto, en parte debido a la dificultad de obtener medidas
precisas de la altura de las novillas. Es de esperar que en el futuro
aparezcan métodos de medición de la altura más fiables y permitan
estimar el crecimiento del animal y su condición corporal. Las
recomendaciones de altura (a la grupa) actuales son de 127 cm en el
momento de la cubrición, y 137 cm en el momento del parto.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
15
RECOMENDACIONES NUTRICIONALES PARA LA RECRÍA DEL
VACUNO LECHERO
Fase de lactancia artificial
La predicción del nivel de ingestión de pienso durante esta etapa
resulta muy difícil debido a la gran variabilidad inter-animal.
Normalmente, la ingestión de LR viene definida por el manejo alimentario
que aplique el ganadero, y la ingestión de pienso depende, en gran
medida, del propio animal. Por lo tanto, el ritmo de crecimiento estará
marcado principalmente por el manejo del ganadero durante las primeras
semanas de vida de la ternera, cuando la ingestión de pienso es casi
nula. Por ejemplo, un LR spray con un 25% PB y 4,6 Mcal/kg (base
materia seca), y una ternera en buenas condiciones de salud que pesa
40 kg debería crecer alrededor de 300 g/d si consume 4 l/d de LR al
12,5% de materia seca (MS). Mejoras del ritmo de crecimiento a estas
edades tan tempranas pueden conseguirse aumentando la cantidad de
LR a través de un aumento de su concentración de sólidos (i.e., 4 l de LR
al 15,5% permitirían un crecimiento de 420 g/d). A medida que las
terneras crecen y van incrementando el consumo de pienso su ritmo de
crecimiento estará marcado por el consumo de LR, la composición del
pienso, y la ingestión del mismo. Por ejemplo, un pienso con un 18% PB
y 3,2 Mcal de EM/kg (base MS), el LR descrito anteriormente (4 l/d al
12,5%) consumidos por una ternera de 60 kg, se podría esperar un
crecimiento de 600 g/d con un consumo de pienso alrededor de los 0,6
kg/d. Puesto que la ingestión de pienso es tan variable entre animales,
es importante establecer pautas de manejo que permitan potenciar la
ingestión de pienso para evitar un pérdida de crecimiento al destete.
Las necesidades energéticas de las terneras lactantes se han
estimado a partir de la ecuación propuesta por el NRC (2001) para la
energía metabolizable:
EM, Mcal/d = 0,1 PV0,75 + (0,84 x PV0,355 x GMD1,2)
Donde GMD se refiere a la ganancia media diaria expresada en g/d,
y el PV en kg.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
16
La primera parte de la ecuación hace referencia a las necesidades
energéticas de mantenimiento y la segunda a las necesidades
energéticas de crecimiento.
Las necesidades proteicas de mantenimiento corresponden a
las pérdidas de nitrógeno a través de la orina y heces, mientras que las
de crecimiento representan el acumulo neto de aminoácidos en los
tejidos. Las necesidades proteicas de mantenimiento pueden estimarse a
partir de la ecuación de predicción del nitrógeno excretado descrita por
Zanton y Heinrichs (2008):
N excretado = 0,411 g/kg PV0,75
Donde el PV se expresa en kg.
Las necesidades proteicas para el crecimiento pueden
estimarse a partir de la cantidad de nitrógeno necesaria para cada kilo de
peso vivo ganado que asume el NRC (2001) basada en la bibliografía (30
g N/kg GMD). De modo que la estimación de las necesidades proteicas se
puede calcular de la siguiente manera:
PB, g/d = (0,411 g/kg PV0,75 + [(30 x GMD)/Ef)] x 6,25
Donde la GMD se expresa en kg/d, el PV en kg, y siendo Ef la
eficiencia de utilización de la PB.
La eficiencia de la PB es diferente para el LR y para el pienso, y por
tanto debe calcularse en función de la ingestión de pienso y de LR. El
NRC (2001) estima la eficiencia para el pienso en 0,53 y para el LR en
0,74. Por tanto, una ternera que consuma un 70% de LR y un 30% de
pienso tendría una eficiencia de utilización de la proteína estimada de
0,68.
La Tabla 1 muestra un ejemplo de cálculo de la ingestión de materia
seca de terneras de recría sobre estas bases.
17
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Tabla 1. Ingestión de materia seca total (IMS), ingestión de pienso (3,2
Mcal de EM/kg y 18% PB, base MS) para diferentes ganancias medias
diarias (GMD) en función el programa nutricional: (a) convencional
(500 g/d de LR), (b) intensivo (700 g/d de LR) usando un LR con 25%
PB y 4,6 Mcal de EM/kg (base MS).
(a)
Peso vivo,
GMD,
IMS LR,
IMS pienso,
kg
g/d
kg/d
kg/d
40
200
0,5
0
40
400
0,5
0,11
40
600
0,5
0,40
60
400
0,5
0,30
60
600
0,5
0,60
60
800
0,5
0,90
60
1000
0,5
1,20
(b)
Peso vivo,
GMD,
IMS LR,
IMS pienso,
kg
g/d
kg/d
kg/d
40
500
0,7
0
40
700
0,7
0,15
60
600
0,7
0,25
60
800
0,7
0,52
60
1000
0,7
0,80
Existe poca información sobre las necesidades de aminoácidos en
terneras y la mayoría de los estudios de necesidades de aminoácidos
procede de los años setenta y ochenta. Tzeng y Davis, (1980) estimaron
los requerimentos en terneras de lisina (Lys) entre 0,70 y 0,81 g/kg
PV0,75 y los de metionina (Met) en 0,65 g(kg PV0,75). Por otro lado,
Weerden y Huisman (1985) estimaron las necesidades de aminoácidos
para un crecimiento de 950-1000 g/d en terneras entre 55-70 kg (Tabla
2). Recientemente, Hill y col. (2008) suplementaron con distintos
porcentajes de Lys, Met y treonina a LR fabricados con suero de leche
18
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
como fuente proteica y concluyeron que para optimizar la ganancia
media diaria, terneras jóvenes con menos de 5 semanas de edad
creciendo entre 400-500 g/d necesitaban ingerir 17 g de Lys, y la
relación Met/Lys y treonina/Lys debía ser de 0,31 y menor de 0,60,
respectivamente. La Tabla 2 muestra las necesidades de crecimiento
recomendadas por Weerden y Huisman (1985) expresadas en relación a
la Lys. La comparción de estas recomendaciones con el perfil de
aminoácidos de la leche de vaca, un LR comercial 50 spray y un LR con
un 21% proteina de soja, muestra que el LR con un 21% soja tiene poca
Lys y para llegar a ingerir 17 g Lys como proponían Hill y col. (2008) una
ternera tendría que consumir alrededor de 2000 g/d de LR. En cambio, si
la ternera se alimentara con un LR spray 50 la ingestión debería ser de
850 g/d de LR.
Tabla 2. Comparación del perfil de aminoácidos esenciales (AAE)
expresados en relación al contenido de lisina (Lys) entre las
necesidades estimadas por Weerden y Huisman (1985), la leche de
vaca, un LR 50 spray, y un LR 21 soja, y el tejido muscular.
AAE,
%/Lys
Necesidades
propuestas por
Weerden y
Leche
vaca
(Schwab,
1996)
LR 50
spray
(Terré
y col., 2006)
LR soja
Tejido
(Kanjanapruthipong
muscular
y col., 1998)
(Schwab,
1996)
LR soja
(Kanjanapruthipong y col.,
1998)
Huisman (1985)
Lisina
100
100
100
(8,3%PB)
(7,7%PB)
(4,1%PB)
41
44,1
52,1
-
-
-
Met
-
34,4
40
38,6
31,3
38,6
Thr
50
55,6
55
71,6
57,3
71,6
Ile
62
71,3
60
86,3
43,6
86,3
Leu
87
121,9
125
156,8
104,3
156,8
Arg
33
45
45
167
103,1
167
Val
61
81,3
75
100
62,0
100
Trp
11
18,8
-
-
15,3
-
His
25
34,4
35
-
38,6
-
Phe+Tyr
88
118
1,09
-
-
-
-
62,5
55
102,3
54,6
102,3
Met+Cis
Phe
100
100
100
(4,1%PB)
19
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Para el resto de aminoácidos esenciales existe poca información
porque no están comercialmente disponibles. Un estudio (Terré y col.,
2006) en el que se evaluaba el perfil de aminoácidos en sangre en
relación a la concentración plasmática de urea y la ganancia media diaria
en terneros alimentados con 500 g/d o 1000 g de LR/d, sugirió que la
fenilalanina y el triptófano en terneras alimentadas convencionalmente
(500 g/d), podrían estar limitando su crecimiento, puesto que a mayor
concentración plasmática de estos dos aminoácidos mayor crecimiento, y
menor concentración plasmática de urea. En líneas generales, se
propone que al formular un LR para terneras jóvenes se mantenga una
relación Met/Lys de 0,31 (Hill y col., 2008), se asegure un mínimo de 15
g/d de Lys, y que el resto de aminoácidos mantengan la relación EAA/Lys
similar a las propuestas por Weerden y Huisman (1985), a la leche
entera de vaca o al perfil del tejido muscular (Tabla 2).
Las recomendaciones de minerales en los LR propuestas por el NRC
(2001) se acercan a las que se encuentran en la leche entera (Tabla 3)
mientras que los macrominerales se encuentran en mayor concentración
para compensar la menor digestibilidad de las fuentes inorgánicas en
comparación con la leche.
Tabla 3. Concentraciones (base MS) de macrominerales y
microminerales en leche entera de vaca y recomendadas en
lactoreemplazantes (LR) y pienso starter (NRC, 2001).
Minerales
Ca, %
P, %
Mg, %
Na, %
K, %
Cl, %
S, %
Fe, mg/kg
Mn, mg/kg
Zn, mg/kg
Cu, mg/kg
I, mg/kg
Co, mg/kg
Se, mg/kg
LR
1,00
0,70
0,07
0,40
0,65
0,25
0,29
100
40
40
10
0,50
0,11
0,30
Starter
0,70
0,45
0,10
0,15
0,65
0,20
0,20
50
40
40
10
0,25
0,10
0,30
Leche entera
0,95
0,76
0,10
0,38
1,12
0,92
0,32
3,0
0,2-0,4
15-38
0,1-1,1
0,1-0,2
0,004-0,008
0,02-0,15
20
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Por otro lado, las recomendaciones de vitaminas propuestas por el
NRC (2001) difieren de las concentraciones de la leche entera, y están
muy por debajo de las cantidades que se encuentran en los LR
comerciales, aunque estas últimas están siempre por debajo de los
límites de toxicidad que se han descrito (Tabla 4). Estas diferencias, en
algunas ocasiones están poco justificadas, como por ejemplo en el caso
de la Vitamina A puesto que existen estudios recientes que demuestran
que no existen efectos positivos al suplementar con cantidades
adicionales de vitamina A por encima de las recomendaciones (Swanson
y col., 2000). En cambio, otros casos, como el de la Vitamina E pueden
justificarse como preventivos de la oxidación de los ácidos grasos del LR
y por su participación en el sistema inmunitario.
Tabla 4. Comparación de las concentraciones recomendadas de
vitaminas en lactorremplazantes (LR), pienso starter, leche entera, LR
comerciales y límites de toxicidad.
NRC, 2001
LR
Vitamina A, KIU/kg MS 9
Vitamina E, IU/kg MS
50
Vitamina D, IU/kg MS 600
Starter
4
Leche
entera
LR comercial
Límite de
toxicidad
11,5
8
300
25-40
65-85
4.000-10.000
66
> 2.000
1.000.000
Ingestión de Materia Seca tras el destete
Existen varios modelos para predecir la ingestión de materia seca
(IMS) de las novillas de recría una vez destetadas. El NRC (2001) basa la
predicción de la ingestión en función de la densidad energética de la
ración. Más recientemente, la Universidad de Wisconsin (Hoffman y col.,
2008) introdujo mejoras en la predicción de la ingestión considerando el
peso vivo del animal y la cantidad de fibra neutro detergente (FND) de la
ración mediante la siguiente ecuación:
IMS, kg/d = 15,79 x [1- e(−0,00210 × BW)] – 0,0820 x %FND
Donde FND se expresa en porcentaje de la MS de la ración.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
21
Fase de Transición
La transición transcurre durante el cambio de una alimentación
mixta (líquido y sólido) a una alimentación basada íntegramente en
sólidos, normalmente entre los 2 y los 4 meses de vida. Esta etapa del
desarrollo de la novilla es especialmente importante porque las terneras
presentan un alto potencial de crecimiento y una elevada eficiencia de
conversión de los nutrientes ingeridos. Durante esta fase se pueden
esperar crecimientos por encima de 1 kg/d y eficiencias de conversión de
más del 25%. La alimentación de la novilla durante estos dos meses ha
de basarse en cantidades elevadas de concentrado y una proporción
creciente, aunque moderada, de forraje.
Las
necesidades
energéticas
para
mantenimiento
y
crecimiento pueden estimarse basándose en datos de literatura que
permitieron generar la siguiente ecuación (R2=0,76):
EM, Mcal/kg de ganancia = -0,0086105 x (237-GMD-3,858 x PV)
Donde la GMD se expresa en g/d, y el PV en kg.
Las necesidades proteicas de mantenimiento pueden ser
estimadas en base al NRC (1984) asumiendo una digestibilidad del 90%
y una eficiencia de conversión de la proteína bruta a neta del 66%:
PB, kg/d = ((0,034 x IMS + 2,75 x PV0,5 + 0,2 x
PV0,6)/0,9/0,66)/1000
Donde el PV y la IMS se expresan en kg.
Por otro lado, la composición de la ganancia de peso de la ternera
se puede estimar en alrededor de 20% de proteína hasta los 180 d de
edad, y esta composición parece no alterarse entre un rango de proteína
del 17 al 20% y una relación PB:EM del 4,9 al 5,6 de las dietas (Brown y
col., 2005). Además, estos autores demostraron que se pueden
conseguir crecimientos superiores a 1 kg/d durante este periodo a través
de mayores aportes de energía y proteína sin resultar en engrasamiento
o cambio de composición corporal de la ternera.
22
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Por tanto, asumiendo que cada kilogramo de ganancia está
compuesto de 200 g de proteína, y que la eficiencia de retención de la
proteína ingerida esta edad es del 32% (Zanton y Heinrichs, 2008), se
pueden estimar las necesidades proteicas para crecimiento de las
terneras con la ecuación:
PB, kg/d = 0,20 x GMD/0,32
Donde la GMD se expresa en g/d.
Finalmente, la Tabla 5 muestra las recomendaciones de energía
metabolizable, proteína bruta, fibra y el nivel esperado de ingestión de
materia seca para distintos pesos y ritmos de crecimiento de terneras en
transición.
Tabla 5. Ingestión de materia seca y composición energética, proteica,
y fibrosa (sobre materia seca) recomendada para terneras en
transición.
Edad,
Peso vivo,
GMD,
FND,
IMS,
EM,
PB,
d
kg
g/d
%
kg/d
Mcal/kg
%
60
80
800
30
2,70
2,59
22,0
80
950
30
3,17
3,04
25,8
80
1100
30
3,63
3,49
29,6
100
800
30
2,70
2,59
18,2
100
1000
30
3,27
3,13
22,3
100
1200
30
3,84
3,68
26,4
125
800
30
2,36
2,26
15,1
125
1000
30
2,81
2,69
18,5
125
1200
30
3,26
3,13
21,9
80
100
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
23
Fases de Crecimiento y Gestación
El NRC 2001 basa las predicciones de las necesidades nutricionales
asumiendo que el peso maduro de una vaca Holstein es de 677 kg y
usando un sistema de ecuaciones y escalares para ajustar el peso del
animal en porcentaje de este peso maduro. Sin embargo, hoy en día, es
frecuente encontrar vacas adultas con pesos superiores a los 700 kg y
por tanto las estimaciones del NRC (2001) deberían ajustarse. Por otro
lado, el NRC (2001) opta por la energía neta y la proteína metabolizable
como unidades de expresión de las necesidades; sin embargo, existen
relativamente pocos datos para permitir operar con estas medidas
nutricionales con suficiente fiabilidad (de hecho el NRC (2001) basa
muchas de las predicciones sobre datos generados con terneros de cebo)
y FEDNA ha optado por usar la EM y la PB para expresar las necesidades
de crecimiento. Además de simplificar el sistema, mantiene mayor
coherencia con las unidades usadas para la expresión de las necesidades
de la fase de lactancia. Por otro lado, los datos disponibles para estimar
eficiencias de uso de la PB a proteína metabolizable son muy escasos y
puede ser preferible formular en base a PB (un valor medible y repetible)
que un valor estimado con baja fiabilidad. Los valores de EM son más
precisos pues los valores de terneros de cebo se pueden extrapolar con
mayor facilidad (pueden coincidir en el rango) que los valores de
proteína.
Las necesidades de energía metabolizable de mantenimiento
pueden calcularse mediante la siguiente ecuación basada en el NRC
(2001):
EM, Mcal/d = 0,1377602 x PV0,75 (hasta los 400 kg)
EM, Mcal/d = 0,1177602 x PV0,75 (desde los 400 hasta el parto)
Donde el PV se expresa en kg.
Por otro lado, siguiendo el modelo del NRC (2001), las necesidades
de energía metabolizable para crecimiento pueden ser descritas
mediante la siguiente ecuación:
EM, Mcal/d = (0,054229 x (0,68 x PV0,75) x (0,956 x GMD)1,097)/0,36
Donde la GMD se expresa en g/d, y el PV en kg.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
24
Las necesidades de proteína bruta para crecimiento se pueden
estimar con las siguientes adaptaciones de las ecuaciones propuestas por
el NRC (2001):
PB, g/d = (0,411 g/kg PV0,75 + [(30 x GMD)/Ef)] x 6,25
Donde la GMD se expresa en kg/d, el PV en kg, y siendo Ef la
eficiencia de utilización de la PB.
La Ef puede considerarse de 0,20 hasta los 250 kg, luego pasa a
0,16 hasta los 400 kg, luego a 0,14 hasta los 600 kg, y a 0,12 desde los
600 hasta el parto.
La Figura 6 (también basada en datos de literatura disponibles)
muestra que para conseguir crecimientos rápidos (>600 g/d) sin riesgo
de engrasamiento, la relación mínima entre PB y EM en la ración debe
ser superior a 4,4 y, por lo tanto debería evitarse, a partir de los 200 kg
de PV, aportar raciones con una relación PB:EM por debajo de este valor.
Figura 6. Relación entre la concentración proteica y el contenido
energético de la ración y la ganancia media diaria (GMD) de las
novillas.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
25
Finalmente, hay que considerar las necesidades energéticas y
proteicas para sostener la gestación (a partir de los 190 días de
gestación, antes se consideran nulas). En este sentido, FEDNA para la
estimación de las necesidades energéticas opta por la ecuación
propuesta por el NRC (2001):
EM, Mcal/d =[(0,00318D – 0,0352) x (PVN/45)]/0,14
Donde D representa los días gestación (entre 190 y 279) y PVN es el
PV de la futura ternera al nacimiento expresado en kg. El coeficiente
0,14 hace referencia a la eficiencia de utilización de la EM por parte del
útero grávido.
Por otro lado, las necesidades proteicas de gestación pueden
estimarse mediante la siguiente ecuación basada en el NRC (2001) y
asumiendo una eficiencia de conversión de la PB a metabolizable del
33%:
PB, kg/d = [((0,69 x D) – 69,2) x (PVN/45))/0,33]/1000
Donde D representa los días gestación (entre 190 y 279) y PVN es el
PV de la futura ternera al nacimiento expresado en kg.
La combinación de estas ecuaciones, junto con el nivel de ingestión,
y los aportes de EM para cada nivel de GMD deseado permite elaborar las
necesidades de crecimiento de las novillas de recría mostradas en la
Tabla 6. Los niveles de fibra son indicativos y no deben interpretarse
como mínimos, sino más bien como máximos en muchas ocasiones para
no limitar excesivamente la ingestión (especialmente para animales de
150 d de edad y para las novillas al final de la gestación)
26
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Tabla 6. Ingestión de materia seca y composición energética, proteica,
y fibrosa (sobre materia seca) recomendada para novillas de 200 a
700 d de edad.
Edad,
Peso vivo,
GMD,
FND,
IMS,
EM,
d
kg
g/d
%
kg/d
Mcal/kg
150
180
900
35
4,2
2,21
18,8
1000
35
5,0
2,31
20,7
1100
35
5,0
2,42
22,5
700
40
6,8
1,98
13,8
800
40
6,8
2,09
15,5
900
40
6,8
2,19
17,2
700
45
9,1
1,83
12,1
800
45
9,1
1,94
13,5
900
45
9,1
2,04
15,0
700
50
11,2
2,31
13,1
800
50
11,2
2,43
14,5
900
50
11,2
2,54
15,9
600
55
11,5
2,47
12,8
700
55
11,5
2,59
14,1
800
55
11,5
2,71
15,5
250
400
620
700
270
405
600
680
PB, %
Las recomendaciones nutricionales de minerales y vitaminas se
basan en una adaptación de las propuestas por el NRC (1989 y 2001)
como aparecen en la Tabla 7.
En cuanto los aportes de vitamina A, destacar que evitar
hipovitaminosis A es importante para minimizar el engrasamiento
prematuro de los animales. Existe evidencia (Gorocica-Buenfil y col.,
2007; Martí y col., 2010) que aportes insuficientes de vitamina A inducen
un aumento de la proliferación de adipocitos y un mayor engrasamiento
del animal, y por tanto es necesario evitar carencias de esta vitamina
durante el desarrollo del animal.
27
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Tabla 7. Concentraciones (base MS) de minerales y vitaminas
recomendadas para novillas (adaptado de NRC, 1989 y 2001).
Peso vivo, kg
200 kg
300
≥450
Calcio, %
0,41
0,41
0,37
Fósforo, %
0,28
0,23
0,18
Magensio, %
0,11
0,11
0.08
Cloro, %
0,11
0,12
0.10
Potasio, %
0,47
0,48
0.46
Sodio, %
0,08
0,08
0.07
Azufre, %
0,2
0,2
0.2
0,11
0,11
0.11
10
10
9
0,27
0,30
0,30
Hierro, g/kg
43
31
13
Manganeso, g/kg
22
20
14
Selenio, g/kg
0,3
0,3
0,3
Zinc, g/kg
32
27
18
Vitamina A, UI/kg
3000
3400
3200
Vitamina D, UI/kg
1150
1250
1200
Vitamina E, UI/kg
30
35
32
Cobalto, g/kg
Cobre, g/kg
Iodo, g/kg
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
28
NORMAS FEDNA PARA FORMULACIÓN DE RACIONES
5.2 Recría de ovino y caprino
SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN PARA OVINO Y CAPRINO DE LECHE
La mayor parte de los sistemas actuales de alimentación tienen
secciones específicas para estimar la ingestión de alimento, necesidades
de nutrientes y valor nutritivo de los alimentos. Todos estos aspectos
están íntimamente interconectados, de hecho, la estimación de las
necesidades del animal debe tener en cuenta la disponibilidad de
nutrientes de los alimentos, cuya predicción vuelve a requerir un preciso
conocimiento de las necesidades del animal. Sin embargo, mientras
muchos sistemas de alimentación utilizan la misma evaluación de
alimentos para todos los rumiantes, las necesidades del animal son
específicas según la especie que consideremos. Por ejemplo, y
centrándonos en pequeños rumiantes existen diferencias entre ovinos y
caprinos en cuanto a su ritmo metabólico básico. Aguilera y col. (1990) y
Prieto y col. (1990) encontraron diferencias en la actividad metabólica un
20% superior en el ganado caprino frente al ovino. Las diferencias en
cuanto a tamaño de compartimento ruminal, cinéticas de degradación,
velocidad de tránsito y comportamiento selectivo ante el alimento se ven
minimizadas cuando el sistema de producción son explotaciones lecheras
intensivas. En este tipo de explotaciones se intenta mantener a los
animales en la zona termoneutra, se suministra una dieta homogénea,
equilibrada y variada en ingredientes, minimizándose los desplazamientos de los animales.
En la actualidad, los diferentes sistemas de valoración de alimentos
y estimación de necesidades nutritivas han hecho importantes esfuerzos
en sus nuevas ediciones para considerar específicamente al ganado ovino
de forma independiente al caprino, aunque la información existente hasta
la fecha es aún escasa y prácticamente inexistente para la recría. En
estas Normas se han revisado los diferentes sistemas con el objetivo de
adaptarlos a nuestras razas y sistemas productivos. Los diferentes
sistemas se basan en modelos matemáticos que intentan integrar el
conocimiento científico y proporcionar una simple y poderosa
herramienta para tomar decisiones y crear políticas dirigidas a mejorar la
producción animal. Los sistemas más utilizados son el Agricultural and
Food Research Council (AFRC, 1993, 1998; ARC 1980), el Institute
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
29
National de la Recherche Agronomique (INRA, 1989, 2007), el E(Kika) de
la Garza Institute for Goat Research at Langston University (IGR, 2004),
el National Research Council (NRC, 2007), Commonwealth Scientific and
Industrial Research Organisation (CSIRO, 1990, 2007) y la Estación
Experimental del Zaidin (Aguilera, 2001; EEZ). El sistema AFRC (1993)
está basado en trabajos científicos de ovino de carne y lana, y para
caprino únicamente razas lecheras. El sistema INRA (1989, 2007)
considera razas de leche y carne para ganado ovino y razas lecheras
para caprino. El sistema NRC (2007) utiliza el trabajo de Cannas y col.
(2004) para ovino y, para caprino las publicaciones del IGR (2004). Por
tanto el NRC (2007) considera ovino de carne, lana y leche y, para
caprino carne, leche y ganado autóctono. El sistema australiano CSIRO
(1990, 2007) considera ovino de carne y lana y no ganado caprino. La
EEZ (CSIC) es el único centro de investigación que considera ovino y
caprino de razas españolas, en concreto la cabra de raza Granadina y la
oveja de raza Segureña. La EEZ estudia las necesidades energéticas y
proteicas de ovino en mantenimiento y para caprino considera
mantenimiento, producción de leche y locomoción, no existe información
para ambas especies para otros estados fisiológicos como son gestación,
crecimiento y recría.
El sistema Cornell Net Carbohydrate and Protein System (CNCPS)
fue originalmente desarrollado para vacuno (CNCPS-C), y se trata de un
modelo mecanicista que predice las necesidades en nutrientes y el valor
biológico de los alimentos para vacuno. Dicho sistema (CNCPS-S) ha sido
adaptado y modificado para ovino (Cannas y col., 2004), y en la
actualidad se ha adaptado incluyendo también al ganado caprino
(Tedeschi y col., 2010) pasándose a llamar Small Ruminant Nutrition
System (SRNS).
Debemos considerar que el objetivo de estas normas es dar unas
recomendaciones para elaborar raciones de ovino y caprino de recría, y
en la actualidad hay poca información y menos aún de nuestras razas.
Por tanto seguiremos las recomendaciones de la EEZ para
mantenimiento, y para la cría-recría revisaremos los sistemas existentes
y los adaptaremos a nuestras condiciones.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
30
GENERALIDADES SOBRE LOS SISTEMAS PRODUCTIVOS DE
OVINO Y CAPRINO DE LECHE
La producción de leche de ganado ovino en España se ha
concentrado tradicionalmente en tres áreas geográficas, ligada a la
explotación de ciertas razas locales de aptitud eminentemente lechera:
Churra y Castellana en Castilla-León, Manchega en Castilla-La Mancha, y
Latxa y Carranzana en el País Vasco y Navarra. La mejora progresiva de
estas razas autóctonas y los esquemas de selección intra-raza en su
aptitud leche han incrementado notablemente sus producciones en
cantidad y calidad, y han contribuido a la obtención de animales
genéticamente superiores dentro de cada grupo racial. No obstante, para
incrementar la productividad de forma más rápida en muchos casos se
ha optado por la introducción de razas foráneas puras, principalmente
Assaf, Awassi, Lacaune y, en menor medida East Friesian, y en el cruce
de éstas con las razas locales para explotar la F1. Aunque no hay
estimaciones oficiales, los efectivos correspondientes a razas extranjeras
y sus cruces se calcula que representan más del 45% del censo de ovino
de leche en nuestro país (Ugarte y col., 2001). La superioridad
productiva de estos animales no es compatible con los sistemas
extensivos de explotación tradicionales de aprovechamiento a pastoreo
de recursos forrajeros. Por tanto, estos rebaños son mayoritariamente
explotados en régimen de estabulación permanente y con sistemas
automáticos de alimentación (carros mezcladores) y manejo (mangas).
A modo de recordatorio indicaremos que la fase de cría abarca
desde el nacimiento hasta los 3 meses, que incluye lactancia natural
generalmente (4 semanas aproximadamente con la madre) y fase
postdestete (desde el destete a los 3 meses de edad) y unas velocidades
de crecimiento medias de 215 g/d. Existen variantes durante este primer
mes de vida, y algunas explotaciones practican el sistema basado en
media leche (lactorremplazante por la mañana y leche materna por la
tarde) y en otras ocasiones únicamente lactancia artificial. La recría va
desde los 3 meses de edad hasta los 45 días antes del parto, es decir,
hasta los 10-12 meses. Esta fase debe ser un periodo de crecimiento
moderado, de entre 120-150 g/d, de modo que a los 7 meses de edad se
haya alcanzado el 60% del peso que tendrá al llegar a ser adulto (Jimeno
y col., 1997). Debido a la amplia variedad de razas y sistemas
productivos vamos a clasificarlos como hicimos en la anterior edición de
FEDNA, agrupando razas ovinas lecheras según peso corporal. Así,
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
31
tendremos un primer grupo de pequeño formato (40-50 kg de peso vivo
maduro ó adulto; en donde incluiremos razas tipo Latxa y Churra),
formato medio (55-70 kg; razas Manchega y Lacaune) y, gran formato
(75-85 kg; razas Awassi y Assaf)
La cabaña caprina en nuestro país se concentra principalmente en
el centro y sur de España, es decir, ocupa las zonas más desfavorecidas
en cuanto a climatología y disponibilidad de alimento. Se distribuye en lo
que comúnmente se llama España seca y desafortunadamente las épocas
de sequía van a ser habituales en la escena rural de nuestro país.
Encontramos principalmente cabras lecheras de raza Murciano
Granadinas en la Región de Murcia, Comunidad Valenciana y Castilla-La
Mancha, en Andalucía principalmente cabras de raza Malagueña y Florida
y en el Archipiélago Canario la Agrupación Caprina Canaria. Como sucede
con el ganado ovino, las razas caprinas españolas productoras de leche
se explotan en régimen intensivo. Muchos ganaderos optan por adquirir
parte o todo el alimento en la industria de fabricación de piensos. A
diferencia con los sistemas de producción ovinos, la razas autóctonas
tienen altos niveles productivos y están bien adaptadas a la climatología
existente en nuestro país, y en la actualidad no es práctica común
cruzarla con otras razas extranjeras (tipo Alpina o Saanen). Por tanto, en
general en España nos encontramos con un modelo productivo intensivo
para el caprino lechero, siendo el tipo de sistema que vamos a seguir el
descrito en las recomendaciones FEDNA 2009. Distinguiremos 3 grupos
de caprino lechero en función de su peso vivo adulto. Tendremos un
grupo caprino de pequeño formato (35-55 kg; razas Murciano-Granadina
y Agrupación Caprina Canaria), medio formato (45-75 kg; razas
Malagueña y Florida) y, gran formato (60-90 kg; Alpina y Saanen).
En las explotaciones intensivas de caprino lechero los cabritos se
separan rápidamente de las madres para poder empezar a ordeñar a
estas y comercializar la leche lo antes posible. Es decir, en general, en
nuestro país el cabrito es alimentado con calostro entre las 24-72 horas
tras el nacimiento y a continuación es retirado de la madre. El cabrito
pasa a un régimen de lactancia artificial y la madre se ordeña, con lo
que se maximiza la cantidad de leche comercializada por la explotación a
lo largo del año. La fase de cría abarca desde el nacimiento hasta los 3
meses de edad con velocidades de crecimiento altas que van de 160 a
195 g/d, y la fase de recría desde esta edad hasta 45 días antes del
parto, es decir, hasta los 10-12 meses (con velocidades de crecimiento
más moderadas; 115-140 g/d). A los 7 meses de edad deben alcanzar el
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
32
55% del peso que tendrá al llegar a ser adulto (Jimeno y col., 2003).
Para un mayor detalle sobre los sistemas productivos ovinos y caprinos
consultar las Normas FEDNA del 2009.
Es una práctica habitual en las explotaciones de ovino y caprino
intensivas el alimentar a la futura reposición con forrajes de buena
calidad y un suplemento nutritivo en forma de pienso. La ingestión de
dicho concentrado se va limitando a medida que avanza la edad de la
cordera o cabrita. Tristemente durante esta fase no se han encontrado
estudios donde se describa y detalle la evolución de los pesos de las
futuras hembras de reposición desde el nacimiento hasta el primer parto.
En general la bibliografía científica describe ganancias medias diarias
durante el periodo de cebo y consumos medios. No existe información
detallada de evolución temporal, sin embargo, sí se detallan la
composición corporal y la calidad del despiece (proteína, grasa, perfil
ácidos grasos en el músculo Longissimus dorsi, por ejemplo) de los
ovinos y caprinos a edades tempranas. Por tanto, es difícil poder tener
un patrón de crecimiento real y por ello hemos simulado diversas curvas
de crecimiento para los tipos de animal (pequeño, mediano y gran
formato) que hemos comentado anteriormente. En la Figura 7 se ha
representado una curva de crecimiento teórica para corderas de raza
Manchega, en donde se busca un crecimiento moderado. En el gráfico
también se representan datos individuales de peso de corderas de raza
Manchega (681 observaciones) y Guirra (1790 observaciones) obtenidos
en la granja experimental de la Universidad Politécnica de Valencia
durante la fase de cebo. Se puede observar que la información disponible
solo abarca la fase de cebo, quedando la fase de cría y recría carente de
datos reales.
Figura 7. Curva de crecimiento teórica para ovinos españoles de
formato medio y datos reales de peso durante la fase de cebo.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
33
RECOMENDACIONES NUTRICIONALES PARA LA RECRÍA EN OVINO
Y CAPRINO LECHERO
Ingestión de Materia Seca
La determinación de la capacidad de ingestión es un tema
complicado y delicado debido a la cantidad de factores que interactúan,
ya sean relacionados con el tipo de alimento, con factores
medioambientales o el estado fisiológico del animal. No hemos
encontrado ninguna ecuación de capacidad de ingestión (CI) para la
recría de nuestras razas ovinas y caprinas. Por ello hemos adaptado el
sistema propuesto por CSIRO (2007) para predecir la ingestión de
alimento. Este sistema propone que la ingestión depende de 2 factores:
uno relacionado con el animal que correspondería a su ingestión
potencial y que puede verse disminuida por enfermedad o estrés térmico
y, el otro factor es la ingestión relativa que depende del alimento, y
concretamente de la disponibilidad y valor nutritivo del pasto. Como
estas normas FEDNA consideran que los animales están en régimen
intensivo, que suele ir ligado a la estabulación y al suministro de raciones
equilibradas, solo tendremos en cuenta la ingestión potencial. Las
ecuaciones propuestas adaptadas serían:
Ovino: CI, kg MS/d = 0,04 x stdPV x P x (1,7-P)
Caprino: CI, kg MS/d = 0,05 x stdPV x P x (1,7-P)
Siendo stdPV el peso vivo adulto de referencia (Kg) y P el índice de
madurez. P es la relación entre el peso vivo (PV) actual y el estándar
(stdPV) o de madurez (PV/stdPV), kg.
Dada la falta de trabajos científicos, se ha representado
gráficamente la ecuación de la CI para ovino frente a datos observados
de materia seca ingerida (MSI) en ovinos de raza Manchega y Guirra
obtenidos en la Universidad Politécnica de Valencia (datos no
publicados). Dichos datos son valores medios de ingestión de materia
seca de 5 lotes de corderos/as (Figura 8). Podemos observar
nuevamente, que faltarían datos reales durante la fase de recría. Y como
sucedió para los datos observados de evolución de los pesos, no se han
encontrado suficiente información en la bibliografía científica para ganado
caprino de razas españolas.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
34
Figura 8. Evolución de la ingestión de materia seca simulada y
observada.
Recomendaciones energéticas
El sistema INRA utiliza una única unidad para todas las funciones
(mantenimiento, crecimiento), la UFC, que corresponde a 1820 Kcal de
energía neta para el crecimiento. Los sistemas AFRC y EEZ calculan las
necesidades en energía neta (EN) para cada estado fisiológico, que
posteriormente se convierten a energía metabolizable (EM) utilizando
una eficacia de conversión específica (K) según la función fisiológica en la
que se encuentre el animal. El sistema IGR basa sus estimaciones en el
cálculo de la EN, como hemos indicado anteriormente, o mediante
estimación directa de la EM obtenida por regresión (EM ingerida sobre
Energía Retenida). El NRC (2007) utiliza únicamente este último método
de regresión.
En una primera aproximación (necesidades para el mantenimiento),
las recomendaciones para la recría de pequeños rumiantes FEDNA 2010
están basadas mayoritariamente en trabajos con ovino Segureño y
cabras de raza Granadina desarrollados en la EEZ. Para el crecimiento no
existe información sobre el coste energético del crecimiento para
nuestras razas, por lo que revisaremos las recomendaciones del resto de
sistemas [AFRC (1993, 1998), INRA (1989, 2007), CSIRO (1990, 2007),
IGC (2004) y NRC (2007)] y adaptaremos nuestras normas FEDNA 2010
al sistema SRNS.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
35
Necesidades energéticas para el mantenimiento
Las necesidades energéticas de mantenimiento se van a calcular
siguiendo el concepto clásico de Kleiber (1932) en el que se indicaba que
los requerimientos energéticos de un mamífero son función de su masa
corporal elevada a la potencia de 0,75 que tradicionalmente
denominamos peso metabólico (PV0,75). Aguilera y col. (1990), y Prieto y
col. (1990) encuentran diferencias en la actividad metabólica un 20%
superior en el ganado caprino frente al ovino. Bajo estas condiciones las
mayores necesidades energéticas para el mantenimiento observadas en
el ganado caprino en relación con el ovino contribuirían a explicar una
ingestión de alimento mayor en aquella especie animal.
Las necesidades de mantenimiento propuestas para ovino
corresponden a las obtenidas por Aguilera y col. (1986) en ganado ovino
de raza Segureña. Por tanto para ovino de recría consideraremos unas
necesidades de mantenimiento de:
EMm (Mcal/d) = 0,090 Mcal/Kg PV0,75 y día
Donde PV es el peso vivo en kg. La eficacia de utilización de la EM
para el mantenimiento es de 72% (Aguilera y col., 1986).
Las necesidades de mantenimiento propuestas para caprino
corresponden a las obtenidas por Aguilera y col. (1991) en hembras de
raza Granadina en crecimiento. La eficacia de utilización de la EM para el
mantenimiento es del 76%.
EMm (Mcal/d) = 0,100 Mcal/Kg PV0,75 y día
Lo mencionado hasta ahora correspondería a las necesidades
energéticas de los animales en régimen intensivo. Pero el ganado ovino y
caprino de reposición suelen desplazarse hacia parcelas ó parques en los
cuales consumen forraje. El gasto energético correspondiente a la
locomoción es uno de los factores que más peso tienen en el gasto
energético total de un animal en pastoreo. En nuestro caso al considerar
un régimen intensivo vamos a tener en cuenta gastos por
desplazamiento muy pequeños y concretamente en un plano horizontal.
36
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
En ovino, encontramos los trabajos de Farrell y col. (1972) en el
que los gastos por desplazamiento horizontal son de 0,68 cal/Kg PV por
metro recorrido por el animal Según los estudios en caprino de raza
Granadina de Lachica y col. (1997a), el coste energético por
desplazamiento sobre un plano horizontal son de 0,80 cal/kg PV/m.
También la diferencia en la relación forraje/concentrado de las
dietas supondrán un coste energético para el animal. Este gasto
energético se atribuye al coste energético de la ingestión, que
considera también el tiempo que se emplea en esa acción, y la
naturaleza y forma física del alimento que se consume. Los únicos datos
que nos ofrece la literatura han sido obtenidos en cabras de raza
Granadina (Lachica y col., 1997b; Lachica y Aguilera, 2005) y para el
ovino nos remitimos a los trabajos de Osuji y col. (1975). La Tabla 8
muestra los datos publicados de gasto energético asociado con la
ingestión de alimento. En general, los costes de los forrajes son
significativamente superiores al de los granos y granulados; y el de
forrajes frescos superior a los del resto de alimentos (debido a su
elevado contenido en agua). El granulado reduce considerablemente el
incremento del gasto energético al igual que el troceado de los forrajes.
Tabla 8. Comparación de la velocidad y coste energético de la
ingestión en rumiantes.
Especies
Alimento y forma
física
Velocidad
ingestión
(g MS/min)
Coste energético
cal/Kg PV/
cal/Kg PV/ % EMI3
g MS
min
Ovino (PV medio: 52 Kg)1
Forraje fresco
4-7
Forraje seco largo
8-9
Forraje seco troceado
4-14
Granulados y granos
8-58
1,22
1,66
0,96
0,26
8,7
13,1
9,1
8,8
2,6
3,9
2,5
0,4
Caprino (PV medio: 35 Kg)2
Forraje fresco
7
Forraje seco largo
8
Forraje seco troceado
8-15
Granulados y granos
46-99
1,68
2,88
1,56
0,43
10,6
23,2
15,9
28,3
3,2
4,7
3,1
0,7
1
Osuji y col., 1975; 2Lachica y col., 1997b. 3EMI= energía metabolizable ingerida
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
37
En las condiciones climáticas mediterráneas (continental o
litoral), el fotoperiodo y la temperatura ambiente tienen poca influencia
(<10%) sobre la IMS de ovejas de razas lecheras (Caja y col., 2002), no
siendo necesario corregir la IMS estimada en condiciones prácticas para
Tª ambientales medias en el intervalo de termoneutralidad para ovino
(Tª entre 5 y 25ºC). En explotaciones intensivas donde las ovejas están
estabuladas, la Tª crítica inferior no suele representar un problema. Si
ocurre un descenso en la temperatura, el animal debe producir más calor
o disminuir sus pérdidas para mantener la suya corporal. Lachica y col.
(2007) han estudiado el incremento en el coste energético del caprino
debido a los cambios estacionales de la temperatura ambiental,
estimando dicho incremento en 1,98 x EMm.
Necesidades energéticas para el crecimiento
Las necesidades para el crecimiento según el sistema SRNS están
descritas en los trabajos de Cannas y col. (2004) y Tedeschi y col.
(2010). Este es el sistema que hemos elegido para determinar las
necesidades del crecimiento debido a que al introducir el concepto de
índice de madurez permite incluir tanto ovino como caprino, así como las
variaciones entre razas y sexo. Las recomendaciones del SRNS están
basadas en las necesidades propuestas por el CSIRO (1990, 2007) y
modificadas por Freer y col. (1997). El modelo SRNS está desarrollado
para predecir la ganancia media diaria (GMD) para una cierta ingestión
de EM (EMI) y un grado o índice de madurez de los animales.
Otra novedad introducida por Tedeschi y col. (2004) fue la
utilización de una ecuación mecanicista para calcular Kc (eficacia de
utilización de la EM a EN para el crecimiento), basada en la proporción de
energía retenida como proteína (ERp). Esta ecuación ha sido adaptada
para pequeños rumiantes (Tedeschi y col., 2010) asumiendo una
eficiencia de deposición media para la proteína del 27% y del 68% para
grasa, y tiene la siguiente expresión:
Kc = 18,36 / (27 + 41 x ERp)
Esta ecuación es más atractiva que las ecuaciones empíricas
adoptadas por el NRC (2001), ARC (1980) y CSIRO (1990, 2007), porque
desde un punto de vista biológico esta expresión responde a cambios en
la proporción de proteína (decrece) y grasa (aumenta) en el crecimiento
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
38
de corderas y cabritas hasta su peso maduro. El modelo de crecimiento
del SRNS adaptado para corderas y cabritas nos dará la ganancia media
diaria (GMD) a partir de las siguientes ecuaciones:
GMD = (ENc x 1000 x 0,92) / EVG
EVG = 0,239 {6,7 + 2 x (L-1) + [(20,3-2 x (L-1))/(1 + e -6 x (P-0,4))]}
ENc = EMc x Kc
ERp = ERprot / (ERprot + ERgrasa)
ERprot = 0,0057 x{212 - 8 x (L-1) - [(140-8 x (L-1))/(1 + e -6 x (P-0,4))]}
ERgrasa = 0,0094 x{43 + 56 x (L-1) + [(601-56 x (L-1))/(1 + e -6 x (P-0,4))]}
Donde GMD es la ganancia media diaria, g/d; ENc es la energía neta
para el crecimiento, Mcal/d; EVG es el contenido energético de la
ganancia de peso (Mcal/kg EBG), siendo EBG la ganancia de peso vacio.
Se asume que EBG = 0,92 PVc, siendo PVc los cambios en el peso vivo.
EMc es la energía metabolizable para el crecimiento, Mcal/d; Kc es la
eficacia de conversión de la EMc en ENc; ERp es la proporción de la
energía retenida como proteína, Mcal/Mcal; ERprot es la energía del
contenido proteico en el EBG, Mcal/kg EBG; ERgrasa es la energía del
contenido graso en el EBG, Mcal/kg EBG; L es el nivel de alimentación
respecto a EMm menos la unidad [(EMI/EMm) – 1], Mcal/Mcal; y P es el
índice de madurez que es la relación entre el peso vivo (PV) actual y el
estándar (stdPV) o de madurez (PV/stdPV), kg.
En las Figura 9 y 10 se presentan los contenidos en grasa y
proteína, y energía, respectivamente, por kilogramo de EBG en función
del índice de madurez. Los valores obtenidos se basan en las ecuaciones
de CSIRO (2007), adaptadas por el SRNS, y a su vez ajustadas a las
categorías de ovinos y caprinos (pequeño, mediano y gran formato)
descritas al comienzo de este documento.
En la Figura 11 se representa la Kc para ovino y caprino en función
del índice de madurez según el sistema SRNS. Dicha figura representa
una oveja y cabra estándar de raza española y peso maduro 60 kg y 50
kg respectivamente.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
39
Figura 9. Contenidos en grasa y proteína en las ganancias de peso vacío
(g/kg) con incrementos del tamaño relativo del animal en crecimiento.
Figura 10. Contenido energético de las ganacias de peso vacío
(Mcal/kg) al incrementar el tamaño relativo del animal en crecimiento.
Aunque lo más novedoso del modelo SRNS es que considera los
cambios relativos en el tamaño corporal de los animales (índice de
madurez) y que Kc deja de ser un valor constante, convirtiéndose en una
eficacia que cambia con el índice de madurez, este modelo no estima
directamente la EMc. Sin embargo, sí nos permite conocer la ganancia
media diaria (ADG).
Con la finalidad de disponer de unas ecuaciones que se puedan
utilizar de forma sencilla, se ha adaptado el sistema SRNS a nuestras
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
40
condiciones y se han obtenido ecuaciones para estimar las necesidades
energéticas de crecimiento (EMc). Para ello se ha procedido como se
detalla a continuación. La CI y la EMm la calculamos como hemos
indicado anteriormente. A partir de la CI podemos estimar la EMI
considerando una concentración energética de la dieta de 3,6 Mcal/kg
MS, un coeficiente de digestibilidad de la energía medio del 0,7 y una
eficacia de conversión de la energía digestible a EM de 0,86 (datos
medios obtenidos por diferentes autores: Aguilera y col., 1986; Aguilera
y col., 1990; 1991, Prieto y col., 1990; Lachica y Aguilera, 2005;
Fernández y col., 2008). De esta forma tendremos todos los parámetros
necesarios para estimar la ADG por el sistema SRNS adaptado a nuestras
razas de ovejas y cabras.
Figura 11. Representación gráfica de Kc con el incremento relativo del
tamaño del animal en crecimiento.
A continuación esas ADG han sido validadas con velocidades de
crecimiento observadas en condiciones de campo. Dada la falta de
estudios se han empleado datos no publicados pertenecientes a la granja
experimental de la Universidad Politécnica de Valencia, consistentes en
88 corderas de raza Guirra y 36 corderas de raza Manchega. Al comparar
las velocidades de crecimiento observadas con las predichas con el
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
41
sistema SRNS adaptado a nuestras razas hemos obtenido unos errores
(RMSP) de predicción de 24,62 g/d para las corderas Guirras y de 25,29
g/d para las corderas Manchegas. Desgraciadamente estos datos solo
llegan hasta el final del cebo y no se ha encontrado información similar
para ganado caprino.
Las ecuaciones propuestas para determinar las necesidades en EMc
para el crecimiento, Mcal/d son las siguientes:
Corderas: EMc = [0,04 x stdPV x P x (1,7-P) x 2,16] – EMm
Cabritas: EMc = [0,05 x stdPV x P x (1,7-P) x 1,74] – EMm
P es el índice de madurez que es la relación entre el peso vivo (PV)
actual y el estándar (stdPV) o de madurez (PV/stdPV), kg.
Recomendaciones proteicas
Las recomendaciones están basadas mayoritariamente en las
publicaciones del AFRC (1993, 1998), IGR (2004), INRA (1989, 2007),
NRC (2007) y CSIRO (2007). También disponemos de la información
desarrollada en la EEZ con cabras de raza Granadina y ovino de raza
Segureña. Los sistemas AFRC, CSIRO e INRA expresan las necesidades
en proteína como Proteína Metabolizable (PM). Estas normas FEDNA
asumen que la Proteína Digestible en el Intestino (PDI) es equivalente a
la PM. La PM se define como la proteína del alimento o bacteriana
absorbida en el intestino delgado. La proteína del alimento digestible a
nivel intestinal y la proteína microbiana se denominan proteína digerida
verdadera por el AFRC e INRA, y proteína digerida aparente por el
CSIRO. El INRA la denomina proteína metabolizable, CSIRO la denomina
ADPLS (proteína digestible aparente que abandona el estómago) y el
AFRC la llama MP. Por otro lado, NRC expresa las necesidades en
proteína en términos de proteína bruta (PB), asumiendo que la proteína
neta (PN) es igual a 0,561xPB.
Las necesidades proteicas se calculan como suma de las necesidades
de mantenimiento y crecimiento (aproximación factorial), y se expresan
en gramos de PM (o PDI).
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
42
Las necesidades de mantenimiento para ovino propuestas por
el INRA (1989) incluyen los gastos nitrogenados mínimos (pérdidas de N
endógeno urinario y de N metabólico fecal) y la producción de lana (de
escasa importancia en razas lecheras, alrededor de 2 kg de lana/año por
peso de vellón sucio). Las ecuaciones propuestas por los sistemas
americanos (CNPCS, Cannas y col. 2004; NRC, 2007) asumen unas
pérdidas variables de N metabólico fecal en función del consumo de MS.
Por tanto, las necesidades de PDI para el mantenimiento son mayores en
animales de alta producción dado sus mayores consumos. Esta
aproximación difiere de la propuesta por el INRA (1989; 2007) y AFRC
(1995) cuyos gastos de mantenimiento solo dependen del PV y la
producción de lana. Se propone por lo tanto el siguiente valor expresado
en PDI:
PDI mantenimiento = 2,51 g/Kg PV0,75 y día
Las necesidades de mantenimiento para caprino están basados en
los trabajos de Aguilera y col. (1990) con cabras de raza Granadina en
lactación, donde se tienen en cuenta las pérdidas de N endógeno urinario
y de N metabólico fecal y han sido traducidas a PDI. El valor propuesto
expresado en PDI es:
PDI mantenimiento = 2,99 g PDI /Kg PV0,75 y día
Valor similar a los propuestos por el AFRC (1998) e INRA (2007), de
2,30 y 2,5 g PDI /Kg PV0,75 y día, respectivamente.
Para el crecimiento, hemos seguido las siguientes recomendaciones asumiendo que la PM es equivalente a PDI.
Para corderas:
PM ó PDI g/g ADG = 0,23 (NRC, 2007)
Para cabritas:
PM ó PDI g/g ADG = 0,24 (AFRC, 1998) ó 0,29 (IGR, 2004)
La eficacia de transformación de la proteína metabolizable (PDI) en
proteína neta es muy variable entre los diferentes sistemas. El INRA
(1981, 2007) da valores del 55% para ovino y 65% para caprino. El
NRC (2001) asume un valor de 67% y el NRC (2007) del 70%. El AFRC
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
43
(1998) recomienda una eficacia del 59% para todos los rumiantes. Y la
EEZ obtiene una eficacia del 51% para caprino.
Para las necesidades proteicas del crecimiento de la lana se han
seguido las recomendaciones de FEDNA (2008). Se ha estimado un peso
del vellón de 350 - 400 g a 90 días de edad para nuestras razas locales.
Se han adoptado los valores de composición de la lana propuestos por el
INRA (1981): 85% de materia seca y 12,5% de nitrógeno.
Producción lana (g/d) = 4,17 g/d
N fijado en la lana (g/d) = (4,17 x 0,85 x 0,12) x 6,25 = 0,42 g/d
Para una eficacia de retención de PDI en la lana de 0,58 (0,55 – 0,60;
INRA, 1981; NRC, 2007):
PDI crecimiento lana (g/d) = (0,42 x 6,25)/0,60 = 4,5 g PDI/d
Recomendaciones de minerales y vitaminas
Las necesidades de minerales y vitaminas se expresan sobre
materia seca de la ración y se determinan siguiendo una aproximación
factorial como suma de las necesidades netas de mantenimiento y
producción, multiplicadas por un coeficiente de absorción que es
expresado en proporción de la cantidad ingerida.
Las necesidades de minerales del ganado ovino y caprino en
situaciones fisiológicas diferentes no se conocen con exactitud (ARC,
1980; INRA, 1989, 2007, NRC, 2001, 2007), y no se conocen
recomendaciones específicas para la recría. Muchos de los trabajos para
estimar las necesidades han sido realizados con machos de razas
especializadas en producción de carne.
Los niveles recomendados para la formulación se presentan en la
Tabla 9 y tienen en cuenta el aporte de estos minerales por los
ingredientes habituales en las raciones, por lo que en la práctica incluyen
un margen relativamente amplio de variación.
44
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Tabla 9. Recomendaciones de minerales y vitaminas (Meschy, 2007;
INRA, 2007).
Calcio, %MS
Fósforo, %MS
Sodio, %MS
Cloro, %MS
Potasio, %MS
Magnesio, %MS
Azufre, %MS
Cobalto, ppm
Cobre, ppm
Yodo, ppm
Hierro, ppm
Manganeso, ppm
Selenio, ppm
Vitamina A, UI/d
Vitamina D, UI/d
Vitamina E, UI/d
Concentración
(en MS de la ración
completa)
0,60 - 0,70
0,30 -0,40
0,16-0,18
0,25
0,80 -1,0
0,18 - 0,20
0,20 - 0,26
0,10 - 0,20
7 - 11
0,50 - 0,80
30-50
40-50
0,1-0,2
6.600-7.000
1.000
40
A la dificultad de conocer las necesidades de minerales y vitaminas
por el ganado, se asocia además la importante variación que
encontramos en los alimentos. Este es el área más difícil a cubrir, porque
en la práctica la composición mineral de la mayoría de los alimentos es
variable y depende de la composición mineral del suelo, que,a su vez se
ve afectada por el tratamiento del terreno (fertilización, laboreo,
eliminación de malas hierbas, etc.). Se indican a continuación algunas
nociones de nutrición mineral y vitamínica ligada al racionamiento
práctico:
Sal.- el consumo de sal dependerá de la estación, del estado de
lactación, del contenido de sal del agua y del alimento consumido, todos
los suplementos contienen sal. El sodio también es deficiente en la mayor
parte de los granos. Se recomienda incorporar 0,5% de sal (cloruro
sódico) al cereal grano.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
45
Calcio y fósforo.- Cuando el forraje base es heno de alfalfa en
general, no es probable la deficiencia en calcio pero si en fósforo. El silo
de maíz es deficiente en calcio y fósforo, también los henos que no
proceden de leguminosas y los granos de cereal. En la España seca,
debemos prestar especial atención al calcio y al sodio. Se presentan
deficiencias en calcio cuando la dieta está formada principalmente por
cereal grano. Se recomienda añadir 1,5 Kg de carbonato cálcico por cada
100 Kg de grano. Las deficiencias en calcio retardarán el crecimiento, con
lo que principalmente habrá un desarrollo anormal del esqueleto. En las
premezclas comerciales es conveniente revisar el nivel de fósforo, debido
a que es el aporte más caro y no siempre contienen los niveles
necesarios. Los subproductos del arroz y el salvado de trigo son ricos en
fósforo, las melazas son muy variables y suelen ser bajas en fósforo pero
ricas en calcio, potasio y elementos traza (a excepción de cobalto).
Magnesio.- El magnesio abunda en la mayoría de los alimentos
corrientes, al menos en relación con las necesidades aparentes de los
animales. Aparece ampliamente distribuido entre los tejidos vegetales y
animales. Las especies de leguminosas forrajeras suelen ser
sustancialmente más ricas en magnesio que las de gramíneas, al igual
que en calcio. La deficiencia se suele presentar en animales de alta
producción alimentados exclusivamente en base a pastos, varia de año a
año y es relativamente fácil de prevenir aumentando el magnesio en las
fertilizaciones o suplementando las dietas directamente con una
premezcla vitamínico-mineral.
Azufre.- Las melazas de remolacha, harina de lino y soja son
relativamente ricas en azufre. Además el azufre ayuda a controlar el
crecimiento de listeria en los silos.
Yodo.- Generalmente no vamos a tener problema utilizando la sal
yodada. En caso contrario, podremos encontrarnos con problemas de
bocio.
Hierro.- No se suelen producir deficiencias.
Cobre.- Los niveles de cobre son muy delicados, debido a que existe
una diferencia muy pequeña entre la deficiencia y la intoxicación, con el
problema añadido de que las intoxicaciones pueden ser crónicas puesto
que la excreción es muy lenta y tiende a acumularse especialmente en el
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
46
hígado. Las materias primas especialmente ricas en cobre son el gluten
feed (35 ppm), la melaza de caña (59,6 ppm), la harina de girasol alta
en proteína (35 ppm), el suero dulce de leche (43,1 ppm), etc. Aunque
habría que tener en cuenta que estas recomendaciones proceden de
datos obtenidos en ovino, que es especialmente susceptible tanto a la
deficiencia como al exceso de cobre por la síntesis de la lana. Los datos
en caprino son muy escasos y parece ser una especie mucho más
resistente a estos cambios.
Cobalto y zinc.- No se suelen producir deficiencias pues estos
minerales aparecerán en el bloque vitamínico mineral. Deficiencias en
cobalto causan pérdida de apetito y baja fertilidad. La mayor parte de las
hojas de las plantas suelen ser buenas fuentes de cobalto.
Selenio.- Los granos contienen la mitad del selenio que los forrajes
crecidos en el mismo suelo. Su función antioxidante lo hace estar muy
relacionado con la vitamina E y pueden cubrir esta función
alternativamente. Por lo tanto, los niveles de selenio deben de ir en
relación con los de la vitamina E.
Envenenamiento por nitratos y toxicidad por la urea.- Los forrajes, y
también el maíz, pueden acumular nitratos por una sobre fertilización
acompañada por un periodo de sequía. Cuando se dan niveles altos de
ingestión pueden provocar la muerte. Con la urea no suele haber
problemas si se mezcla bien y a niveles adecuados. El problema se
presenta cuando se trata de suplementar un alimento pobre con urea y
se pretende que la urea aporte un 40-50% del equivalente en proteína.
Especialmente en la España seca debemos prestar especial atención
a las vitaminas A, D3 y E (liposolubles). La vitamina A se obtiene
principalmente del pasto verde, heno de color verde intenso y maíz
amarillo. Se pueden presentar deficiencias por escasez de pasto, como
sucede en la mayor parte de nuestro país. La vitamina D3 es
probablemente la única que la naturaleza no aporte de forma suficiente y
puede llegar a ser deficitaria en lugares con pocas horas de luz o cuando
los animales están totalmente estabulados. Las vitaminas hidrosolubles
son sintetizadas por los micoorganismos del rumen y, en condiciones
normales, ningún rumiante adulto sano tiene necesidad de aportes
extras. El único momento que es necesario un suplemento extra de
vitaminas hidrosolubles es para los cabritos en las primeras edades.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
47
Necesidades de Agua
Los requerimientos de agua van a depender de las necesidades de la
misma para mantener el balance hídrico y satisfacer los niveles de
producción. El contenido corporal de agua varía con la edad, el
porcentaje de grasa corporal y la temperatura ambiental. Se puede
considerar que excede el 60% del peso vivo y el 75% de los tejidos que
no forman parte del tejido óseo, si bien, existen razas adaptadas a
condiciones áridas que pueden almacenar hasta un 76% de su peso vivo.
Hay consistentes evidencias experimentales de que las cabras consumen
una menor cantidad de agua que las ovejas bajo unas condiciones
fisiológicas similares (AFRC, 1998).
No sólo el agua de bebida es el único recurso para los animales, sino
también el agua contenida en el alimento y el agua resultante de la
oxidación de los recursos energéticos (agua metabólica). Sólo hay que
tener en cuenta que la alfalfa contiene como valor medio un 23% de MS
(77% de agua), mientras que un concentrado como puede ser la cebada
presenta un 88% de MS, lo cual significa que si un animal consume 5 Kg
de alfalfa fresca está ingiriendo 1,15 Kg de MS y el resto hasta 5 Kg, de
agua (3,85 Kg). Las pérdidas de agua presentan diversas vías como son
la orina, evaporación y transpiración.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
48
RECOMENDACIONES PARA EL RACIONAMIENTO DURANTE LA
RECRÍA EN OVINO Y CAPRINO LECHERO
De una forma muy simplificada el crecimiento de los pequeños
rumiantes se traduce en la síntesis de proteína y grasa. El substrato
necesario para la síntesis y deposición de proteína son los aminoácidos, y
para la síntesis de tejido adiposo se obtendrán a partir del acetato,
butirato y ácidos grasos de cadena larga procedentes de la dieta. Para la
síntesis de grasa (triglicéridos) va a haber una demanda importante de
NADPH (que en su mayor parte procederá de la oxidación de la glucosa
en la ruta del fosfogluconato) y glicerol. Para la síntesis de ribosa (ácidos
nucleicos) habrá una pequeña demanda de glucosa. Estos nutrientes se
encuentran en la leche bajo forma de caseínas, lactosa y grasa durante
la primera etapa de desarrollo. El aparato digestivo del pequeño
rumiante se encargará de digerirlos y obtener los nutrientes necesarios.
Tras el destete, los nutrientes necesarios para el crecimiento se
obtendrán de fuentes de origen vegetal, y a lo largo del desarrollo de las
hembras de reemplazo la función del rumen irá cobrando más
importancia.
En las explotaciones intensivas de ovino y caprino lecheros los
neonatos se separan rápidamente de las madres para poder empezar a
ordeñar a éstas y comercializar la leche lo antes posible. Existen algunas
áreas geográficas donde razas de ovino se alimentan a media leche (una
parte de la producción de leche se destina a la alimentación del cordero),
y otras razas ovinas destinan el total de la leche materna a la cría de la
cordera. Por tanto, en algunos sistemas productivos, cabritos y corderos
se alimentan con lactoreemplazantes (LR) y a diferencia de los terneros
es más frecuente realizar la alimentación de la primera edad con
máquina en grupo frente a la utilización de cubos individuales.
Sanz-Sampelayo y col. (1997) han realizado trabajos con LR en
cabras Granadinas obteniendo buenos resultados en función de la calidad
del LR. Un sistema de alimentación para producción de cabritos sería el
descrito en la Tabla 10 (Sayalero y Pérez de Ayala, 1996).
49
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Tabla 10. Sistema de producción de cabritos.
Edad
1 semana
2 semana
3 y 4 sem.
Hasta
destete
Concentración
107
119
130
142
Litros/cabrito y día
0,3-0,7
0,7-1,2
1,2-2
2-2,5
Pienso
Paja
Agua
A voluntad
En cuanto a la fórmula del LR para los pequeños rumiantes hay
pocos estudios y los niveles y materias primas a utilizar son bastante
variables. Un LR comercial es una combinación de productos lácteos
(leche descremada, sueros, sueros reengrasados), grasas y productos
diversos (almidones crudos o tratados, concentrados de proteínas
vegetales, aditivos, etc.). Hay LR que incorporan leche descremada y
otros no, los primeros son más caros que los segundos y la utilización de
unos u otros será función de las demandas del mercado.
Actualmente la industria de los LR continua viéndose afectada por lo
rápidos cambios que ocurren tanto a nivel de producción de las granjas
como en la manufacturación de la industria que los procesa. Al mismo
tiempo, la leche y sus componentes encuentran nuevos segmentos en el
mercado de consumo humano a través de nuevas tecnologías y de una
creciente demanda. Debido a esto, los precios de la leche descremada en
polvo sufren una gran fluctuación, haciéndolos en determinados
momentos poco atractivos para su uso.
Un buen LR se cataloga, por su dispersión en solución (que depende
de las materias primas y del método de producción), estabilidad de la
emulsión (que es muy importante para la correcta asimilación del
alimento y que dependerá de la calidad de las grasas y proteínas
empleadas), tamaño de partícula, por su color, olor y sabor (producidos
por las materias primas que lo componen). En la fabricación de LR para
pequeños rumiantes es necesario tener un cuidado especial con el nivel
de lactosa que en general deberá ser menor que el utilizado en los
terneros. A este respecto existe muy poca información en la literatura,
aunque es muy reconocido en la práctica diaria.
Un ejemplo de niveles de incorporación de materias primas en un LR
los encontramos en la Tabla 11.
50
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Tabla 11. Niveles de incorporación de materias primas.
Con leche
descremada
Leche descremada
Suero
Grasas
Productos amiláceos
Productos soja
Concentrados patata
Suero delactosado
Aditivos
50-60
10-30
12-20
5-10
0-5
0-5
0-10
0,5-2
Sin leche
descremada
40-60
12-20
5-10
0-8
0-8
0-15
1-3
Algunos investigadores (Goetsch y col., 2001) observan una rápida
transición tras el destete cuando durante la fase predestete se limita el
consumo de leche y se ofrece un pienso de iniciación. El consumo de
alimento sólido es muy importante para la producción de ácidos grasos
volátiles, los cuales estimulan el desarrollo del epitelio ruminal. Según
Jimeno y col. (2003) sería recomendable que hacia las 12-15 semanas
de vida la cordera o cabrita fuese capaz de consumir 300-350 g de
concentrado al día. A partir de esta edad, debe buscarse un crecimiento
moderado de las futuras reproductoras aportando forrajes de alta calidad
y limitando la cantidad de concentrado.
No existen unas recomendaciones específicas de fibra para la recría
del ovino y el caprino. Lo habitual es seguir las recomendaciones de los
sistemas americanos para vacuno. El contenido en fibra (expresada como
porcentaje de fibra neutro detergente, FND) en las raciones afecta tanto
al consumo de materia seca como al desarrollo de la flora ruminal. Así
durante la cría se recomiendan niveles máximos de fibra (FND) del 14%
y durante la recría niveles mínimos del 28% y máximos del 44%.
En España, la cría-recría se realiza utilizando un LR (ver un ejemplo
en la Tabla 12), lactancia natural o sistema media leche, y esta fase se
acompaña con un pienso de primera edad (cría). No es común los
sistemas en que los animales se destetan con suficientes días como para
que sea rentable la utilización de dos tipos de pienso (cría y recría). Sin
embargo, si esto ocurriera por cuestiones de mejora en el rendimiento
económico de la explotación, o en el caso que nos ocupa para hembras
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
51
de reemplazo, los piensos podrían tener unas características similares a
los ejemplos de las tablas 13 y 14.
En el ejemplo de la Tabla 13 se incluye suero dulce como aporte de
lactosa y de proteína de origen lácteo de alta digestibilidad, sin embargo,
es posible la utilización de piensos sin la inclusión de este tipo de
materias primas. La utilización de grasas, tanto de origen animal como
de origen vegetal, mejora la digestibilidad total de las grasas. La
utilización de cereales tratados con calor (maíz en copos) mejora el
aprovechamiento del almidón en el rumen, siendo uno de los factores
para destetar a los animales con las funciones ruminales totalmente
desarrolladas.
El ejemplo de pienso de la Tabla 14 se ha formulado para
suplementar la ingestión de forraje y la cantidad dependerá, de la calidad
y cantidad del forraje. De una manera simple el suplemento se puede
definir como “algo añadido para remediar una carencia” (Doyle, 1987),
pero cuando nos referimos a sistemas de producción donde se quieren
obtener los máximos rendimientos, o en su caso rentabilizar las
explotaciones, es bastante más complejo que sólo subsanar una
deficiencia.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Tabla 12. Ejemplo de una etiqueta de un producto comercial.
Leche maternizada para cría y engorde de corderos y cabritos.
Descripción
Polvo blanco-crema suelto, con olor característico
a lácteo. En disolución, grasa bien emulsionada,
sin motas oscuras y sin poso. No flocula.
Uso
Utilización reservada exclusivamente para
alimentación animal
Composición
Sustancia seca 96,00% Lactosa
30,00%
Proteína bruta
23,00% Cenizas
6,50%
Grasa bruta
23,00% Calcio
0,90%
LDS*
50,00% Fósforo
0,90%
Celulosa bruta
0,01% NaCl
1,90%
Contenido en
Microminerales:
Vitaminas:
Vitaminas y
Fe.................. 85 ppm
A............. 90 000 UI
Microminerales
Co.................. 0,2 ppm D3............. 2 000 UI
Cu.................. 2 ppm
E................. 60 ppm
Mn................. 110 ppm K3................ 5 ppm
Zn.................. 110 ppm B1............... 15 ppm
I..................... 0,1 ppm C............... 250 ppm
Se.................. 0,25 ppm
Incorpora Zn, Mn y Fe en forma orgánica y un probiótico.
Modo de empleo
Usar la concentración de 160 g/litro. En los
machos puede aumentarse la concentración un
10% (176 g/litro). Temperatura de dilución 40ºC.
1º día. Calostro
7º día. 0,88 litros
2º día. 0,3 litros
8º día. 1 litro
3º día. 0,4 litros
2ª semana. 1,2 litros/día
4º día 0,5 litros
3ª semana. 1,3 litros/día
5º día. 0,58 litros
4ª semana. 1,5 litros/día
6º día. 0,73 litros
5ª semana. 1,8 litros/día
El destete se realiza a la 5ª o 6ª semana y puede
hacerse de manera abrupta o gradualmente. A
partir del cuarto día de vida, debe proporcionarse
pienso, agua y forraje de buena calidad.
52
53
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Tabla 13. Pienso de cría para pequeño rumiante; se recomienda
dar junto con el lactorreemplazante y durante el destete.
Ingredientes
Inclusión (%)
Maíz en copos
31,85
Cebada
25,00
Harina de soja 44
19,00
Salvado de trigo
10,00
Suero dulce
7,00
Soja integral
3,00
Carbonato cálcico
2,00
Sal
1,00
Manteca de cerdo
0,50
Premezcla vitamínico-mineral
0,40
Levaduras
0,10
DL-metionina 98
0,08
Aroma
0,08
Composición nutritiva en materia fresca (%)
Materia seca
88,46
UFC
1,039
Proteína bruta
17,26
Fibra ácido detergente
4,40
Fibra neutro detergente
13,77
Grasa Bruta
3,95
Lactosa
2,87
Almidón
38,63
Cenizas
6,45
Calcio
0,89
Fósforo total
0,42
Sodio
0,42
54
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Tabla 14. Pienso de recría para pequeños rumiantes; se recomienda
después del destete hasta la incorporación al lote de secas y vacías.
Ingredientes
Inclusión (%)
Maíz nacional
31,70
Cebada
30,00
Harina de soja 44
20,90
Salvado de trigo
10,00
Soja integral
3,00
Carbonato cálcico
1,70
Manteca de cerdo
1,10
Fosfato bicálcico
0,60
Sal
0,60
Premezcla vitamínico-mineral
0,40
Composición nutritiva en materia fresca (%)
Materia seca
88,02
UFC
1,01
Proteína bruta
16,70
Fibra ácido detergente
4,71
Fibra neutro detergente
14,91
Grasa bruta
3,95
Almidón
40,03
Cenizas
6,00
Calcio
0,90
Fósforo total
0,50
Sodio
0,25
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
55
ANEXO 1.- CÁLCULO DE LAS NECESIDADES DIARIAS
PARA LA RECRÍA DEL VACUNO LECHERO
Cálculo de la capacidad de ingestión
A partir del destete, la ingestión de materia seca de los animales
puede estimarse en función de su peso vivo y la densidad fibrosa de la
ración:
IMS, kg/d = 15,79 x [1- e(−0,00210 × BW)] – 0,0820 x %FND
Donde FND se expresa en porcentaje de la MS de la ración.
Cálculo de las necesidades de energía
Necesidades para el mantenimiento:
Para animales no destetados, las necesidades de mantenimiento
pueden estimarse:
EM, Mcal/d = 0,1 PV0,75
Donde PV se expresa kg.
Para animales en transición, las necesidades para mantenimiento y
crecimiento pueden estimarse simultáneamente con la siguiente ecuación
(R2=0,76):
EM, Mcal/kg de ganancia = -0,0086105 x (237-GMD-3,858 x PV)
Donde la GMD se expresa en g/d, y el PV en kg.
Para animales en fase de crecimiento, las necesidades de
mantenimiento de energía pueden calcularse mediante la siguiente
ecuación basada en el NRC (2001):
EM, Mcal/d = 0,1377602 x PV0,75 (hasta los 400 kg)
EM, Mcal/d = 0,1177602 x PV0,75 (desde los 400 hasta el parto)
Donde el PV se expresa en kg.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
56
Necesidades para el crecimiento:
Para animales no destetados, las necesidades de crecimiento pueden
estimarse:
EM, Mcal/d = 0,84 x PV0,355 x GMD1,2
Donde GMD se refiere a la ganancia media diaria expresada en g/d,
y el PV en kg.
Para animales en transición, las necesidades energéticas de
crecimiento se calculan junto con las de mantenimiento como se ha
descrito en el apartado anterior.
Para animales en fase de crecimiento, las necesidades de energía
metabolizable para crecimiento pueden ser estimadas mediante la
siguiente ecuación:
EM, Mcal/d = (0,054229 x (0,68 x PV0,75) x (0,956 x GMD)1,097)/0,36
Donde la GMD se expresa en g/d, y el PV en kg.
Necesidades para la gestación:
Las necesidades de gestación para novillas pueden estimarse con la
ecuación propuesta por el NRC (2001):
EM, Mcal/d =[(0,00318D – 0,0352) x (PVN/45)]/0,14
Donde D representa los días gestación (entre 190 y 279) y PVN es el
PV del futuro ternero al nacimiento expresado en kg.
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
57
Cálculo de las necesidades de proteína
Necesidades para el mantenimiento:
Para animales no destetados, las necesidades de mantenimiento
pueden calcularse mediante la siguiente ecuación:
N excretado = 0,411 g/kg PV0,75
Donde PV se expresa en kg.
Para animales en transición, las necesidades proteicas de
mantenimiento pueden ser estimadas en base al NRC (1984) asumiendo
una digestibilidad del 90% y una eficiencia de conversión de la proteína
bruta a neta del 66%:
PB, kg/d = ((0,034 x IMS + 2,75 x PV0,5 + 0,2 x
PV0,6)/0,9/0,66)/1000
Donde PV e IMS se expresan en kg.
Para novillas en fase de crecimiento, las necesidades proteicas de
mantenimiento se pueden determinar usando la ecuación propuesta por
el NRC (1984) asumiendo una digestibilidad de la proteína del 90% y una
eficiencia de uso del 60%:
PB, kg/d=[(0,034 x IMS + 2,75 x PV0,5+ 0,2 x PV0,6)/0,9/0,6]/1000
Donde PV e IMS se expresan en kg.
Necesidades para el crecimiento:
Para animales no destetados pueden estimarse:
PB, g/d = (0,411 g/kg PV0,75 + [(30 x GMD)/Ef)] x 6,25
Donde la GMD se expresa en kg/d, el PV en kg, y Ef es la eficiencia
de utilización de la PB.La eficiencia de la PB es diferente para el LR y
para el pienso, y por tanto debe calcularse en función de la ingestión de
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
58
pienso y de LR. El NRC (2001) estima la eficiencia para el pienso de 0,53
y de 0,74 para el LR. Por tanto, una ternera que consuma un 70% de LR
y un 30% de pienso tendría una eficiencia de utilización de la proteína
estimada de 0,68.
Para animales en transición, las necesidades proteicas para
crecimiento pueden estimarse asumiendo que cada kilogramo de
ganancia está compuesto de 200 g de proteína, y que la eficiencia de
retención de la proteína ingerida esta edad es del 32% (Zanton y
Heinrichs, 2008), mediante la siguiente la ecuación:
PB, kg/d = 0,20 x GMD/0,32
Donde la GMD se expresa en g/d.
Para animales en fase de crecimiento, las necesidades de proteína
bruta para crecimiento se pueden estimar con las siguientes
adaptaciones de las ecuaciones propuestas por el NRC (2001):
PB, g/d = (0,411 g/kg PV0,75 + [(30 x GMD)/Ef)] x 6,25
Donde la GMD se expresa en kg/d, el PV en kg, y Ef es la eficiencia
de utilización de la PB. La Ef puede considerarse de 0,20 hasta los 250
kg, de 0,16 hasta los 400 kg, de 0,14 hasta los 600 kg, y de 0,12 desde
los 600 kg hasta el parto.
Necesidades para la gestación:
Las necesidades de gestación para novillas pueden estimarse
mediante la siguiente ecuación basada en el NRC (2001) y asumiendo
una eficiencia de conversión de la PB de la dieta a PB metabolizable del
33%:
PB, kg/d = [((0,69 x D) – 69,2) x (PVN/45))/0,33]/1000
Donde D representa los días gestación (entre 190 y 279) y PVN es el
PV de la futura ternera al nacimiento expresado en kg.
59
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
ANEXO 2.- CÁLCULO DE LAS NECESIDADES DIARIAS
PARA LA RECRÍA EN OVINO Y CAPRINO
Cálculo de la capacidad de ingestión
Estas normas FEDNA se basan en la estabulación de los animales en
régimen intensivo y en el suministro de raciones equilibradas y, por
tanto, solo tienen en cuenta la ingestión potencial.
Ovino: CI, kg MS/d = 0,04 x stdPV x P x (1,7-P)
Caprino: CI, kg MS/d = 0,05 x stdPV x P x (1,7-P)
Siendo stdPV el peso vivo adulto de referencia (Kg) y P el índice de
madurez. P es la relación entre el peso vivo (PV) actual y el estándar
(stdPV) o de madurez (PV/stdPV), kg.
Cálculo de las necesidades de energía
Necesidades para el mantenimiento:
Las necesidades de mantenimento propuestas para ovino
corresponden a las obtenidas por Aguilera y col. (1986) en ganado ovino
de raza Segureña.
Ovino
EMm (Mcal/d) = 0,090 Mcal / Kg PV
0,75
y día
Donde PV es el peso vivo en kilogramos. La eficacia de utilización de
la EM para el mantenimiento es de 72% (Aguilera y col., 1986).
Las necesidades de mantenimento propuestas para caprino
corresponden a las obtenidas por Aguilera y col. (1991) en hembras de
raza Granadina en crecimiento. La eficacia de utilización de la EM para el
mantenimiento es del 76%.
Caprino EMm (Mcal/d) = 0,100 Mcal / Kg PV
Donde PV es el peso vivo.
0,75
y día
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
60
Necesidades para el crecimiento:
Ecuaciones propuestas para determinar las necesidades en EM para
el crecimiento (EMc):
Corderas:
EMc (Mcal/d) = [0,04 x stdPV x P x (1,7-P) x 2,16] – EMm
Cabritas:
EMc (Mcal/d) = [0,05 x stdPV x P x (1,7-P) x 1,74] – EMm
P es el índice de madurez que es la relación entre el peso vivo (PV)
actual y el estándar (stdPV) o de madurez (PV/stdPV), kg.
La Kc deja de ser un valor constante y la podemos obtener de la
siguiente figura a partir de un índice de madurez conocido. Estas curvas
se ajustan a una ecuación polinómica de segundo grado (R2 = 0,99) que
también se pueden utilizar para determinar la Kc.
Corderas:
Kc = -0,26P2 + 0,50P + 0,35
Cabritas:
Kc = -0,28P2 + 0,54P + 0,33
Representación gráfica de Kc con el incremento relativo del tamaño del
animal en crecimiento1.
1
Para una oveja y cabra estándar de peso maduro 60 y 50 kg, respectivamente.
61
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Necesidades para la actividad física:
Locomoción
En ganado ovino los trabajos de Farrell y col. (1972) valoran los
gastos por desplazamiento horizontal en 0,68 cal/Kg PV/m. Según los
estudios en caprino de raza Granadina de Lachica y col. (1997a), el
coste energético por desplazamiento sobre un plano horizontal es de
0,80 cal/Kg PV/m. Siendo m los metros recorridos por el animal.
Ingestión
La tabla siguiente muestra los datos publicados de gasto energético
asociado con la ingestión de alimento en rumiantes de interés ganadero.
Especies
Alimento y
forma física
Velocidad
ingestión
(g MS/min)
Coste energético
cal/Kg PV/
cal/Kg PV/ % EMI3
g MS
min
Ovino (PV medio: 52 Kg)1
Forraje fresco
4-7
Forraje seco largo
8-9
Forraje seco troceado
4-14
Granulados y granos
8-58
1,22
1,66
0,96
0,26
8,7
13,1
9,1
8,8
2,6
3,9
2,5
0,4
Caprino (PV medio: 35 Kg)2
Forraje fresco
7
Forraje seco largo
8
Forraje seco troceado
8-15
Granulados y granos
46-99
1,68
2,88
1,56
0,43
10,6
23,2
15,9
28,3
3,2
4,7
3,1
0,7
1
Osuji y col., 1975; 2Lachica y col., 1997b. 3EMI= energía metabolizable ingerida
62
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Necesidades totales:
EM (Mcal/d) = EM mantenimiento + EM crecimiento
CORDERAS
MANCHEGAS
PV actual, kg
Peso metabólico
PVstd, kg
CABRITAS
MURCIANO
GRANADINAS
25
17
11,2
8,4
65
45
0,38
ENm1
0,38
ENm
1,008
0,726
0,840
0,638
0,72
ENc2
0,76
ENc
1,809
0,905
1,124
0,562
0,5
EN Total
0,5
EN Total
EM Total, Mcal/d
2,817
1,631
1,964
1,200
CI, kg MS/d
1,304
Mcal/kg MS
2,160
P
EMm, Mcal/d
Km
EMc, Mcal/d
Kc (figura 2.5)
1
ENm = EMm x Km;
2
ENc = EMc x Kc
1,129
1,251
1,740
1,063
El INRA trabaja con UFC y las eficacias de utilización de la EM en EN
se calculan:
Para el mantenimiento: km = 0,287q + 0,554
Para el crecimiento: kc = 0,78 + 0,006
Siendo q la relación EM/EB
Para el conjunto del mantenimiento y la producción de carne INRA
da una expresión de eficacia conjunta:
kmc = (km x kc x 1,5) / (kc + 0,5 km)
El valor de UFC se calcula como: UFC = (EM x kmc)/1820
63
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Cálculo de las necesidades proteicas diarias
Necesidades proteicas para el mantenimiento
Se propone
mantenimiento:
el
siguiente
valor
expresado
en
PDI
para
Ovino [INRA (1989; 2007) y AFRC (1995)]:
PDI mantenimiento = 2,51 g/Kg PV0,75 y día
Caprino [Aguilera y col. (1990)] para cabras de raza Granadina:
PDI mantenimiento = 2,99 g PDI /Kg PV0,75 y día
Necesidades proteicas para el crecimiento:
Para el crecimiento (asumiendo que PM es equivalente a PDI),
hemos seguido las siguientes recomendaciones.
Para corderas:
PDI g/g ADG = 0,23 (NRC, 2007)
Para cabritas:
PDI g/g ADG = 0,24 (AFRC, 1998) ó 0,29 (IGR, 2004)
Necesidades proteicas para producción de lana
Para las necesidades proteicas del crecimiento de lana se han
seguido las recomendaciones de FEDNA (2008). Se ha estimado un peso
del vellón de 350 - 400 g a 90 días de edad para nuestras razas locales.
Se han adoptado los valores de composición de la lana propuestos por el
INRA (1981): 85% de materia seca y 12,5% de nitrógeno.
Producción lana (g/d) = 4,17 g/d
N fijado en la lana (g/d) = (4,17 x 0,85 x 0,12) x 6,25 = 0,42 g/d
Para una eficacia de retención de PDI en la lana de 0,58 (0,55 – 0,60;
INRA, 1981; NRC, 2007):
PDI crecimiento lana (g/d) = (0,42 x 6,25)/0,60 = 4,5 g PDI/d
64
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
Necesidades totales:
PDI (g/d) = PDI mantenimiento + PDI crecimiento
CORDERAS
MANCHEGAS
CABRITAS
MURCIANO
GRANADINAS
25
17
11,2
8,4
65
45
P
0,38
0,38
PDI m, g/d
28,1
25,1
ADG, g/d
200
190
PDI c, g/d
46,0
51,3
PDI Total, g/d
74,1
76,4
CI, kg MS/d
1,304
1,129
g PDI/kg MS
56,8
67,7
PV actual, kg
Peso metabólico
PVstd, kg
Para transformar la concentración de PDI a proteína bruta (PB) se
utiliza la ecuación propuesta por Sahlu y col. (2004) y adoptada por el
NRC (2007):
PB (%) = PDI (%)/((64+(0,16 x PB Indegradable (%))/100)
NORMAS FEDNA: Rumiantes Recría
65
REFERENCIAS
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