LLEGÓ LA HORA Señor, ¡yo voy! Lléname. domingo Juan 4 NARRADOR: Jesús viajaba de Judea a Galilea y tenía que pasar a por Samaria. Estaba localizado junto a un pueblo llamado Sicar cerca del terreno que Jacob le había dado a su hijo José. Cansado del largo camino bajo el sol, Jesús se sentó junto a un pozo mientras los discípulos habían ido al pueblo a comprar comida. Una mujer samaritana llegó al pozo a sacar agua. JESUS: ¿Me darías un poco de agua? MUJER: ¿Tú eres judío y yo soy samaritana —cómo me pides a mí que te de agua para beber? NARRADOR: Los judíos por lo general ni siquiera hablaban con los samaritanos, mucho menos pedir agua del mismo vaso. JESUS: Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida. MUJER: Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo es muy hondo; ¿de dónde, pues, vas a sacar esa agua que da vida? ¿Acaso eres tú superior a nuestro padre Jacob, que nos dejó este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado? JESUS: Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna. MUJER: Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni siga viniendo aquí a sacarla. LLEGÓ LA HORA Señor, ¡yo voy! Libérame. lunes Marcos 5 NARRADOR: Jesús y sus discípulos desembarcaron a la orilla del mar de Galilea, cerca de una ciudad llamada Gadara. Cuando llegaron allí, alguien les dio una inusual bienvenida. un hombre poseído por un espíritu maligno le salió al encuentro de entre los sepulcros. Este hombre vivía en los sepulcros, y ya nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Muchas veces lo habían atado con cadenas y grilletes, pero él los destrozaba, y nadie tenía fuerza para dominarlo. Noche y día andaba por los sepulcros y por las colinas, gritando y golpeándose con piedras. ENDEMONIADO: (Entra gritando, desde la puerta principal, tratando de asustar a la gente, cadenas en sus pies, encorvado, con piedras en sus manos cortándose, sin zapatos, vestimenta corta, rota, sus ojos rojos, ojeroso, cabello alborotado). JESÚS: (Entra por la parte del frente con sus discípulos) ENDEMONIADO: Cuando ve, a Jesús de lejos, corre y se arrodilla ante él. JESÚS: «¡Sal de este hombre, espíritu maligno!» ENDEMONIADO: (clama a gran voz) —¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Te conjuro por Dios que no me atormentes! JESÚS: (PREGUNTA) Cómo te llamas? ENDEMONIADO: —Legión, me llamo, porque somos muchos, por favor Jesús no me envíes lejos de esta región. Envíame a ese hato de cerdos que están en la colina. JESÚS: (voz imperativa) Salgan espíritus malignos y vallan al hato de cerdos. ENDEMONIADO: (como está agachado se zafa las cadenas, se endereza que se le caigan las piedras de las manos y abraza a Jesús, salen juntos del escenario). LLEGÓ LA HORA Señor, ¡yo voy! Sáname. martes Marcos 1: 40 - 42 NARRADOR: Esta noche vamos a ver la historia de un hombre que tenía lepra, basada en el libro de Marcos 1:40-42 LEPROSO: (Entra al escenario con un traje corto, sin mangas, vendado los brazos, piernas y parte de su cabeza). Gritando inmundo, inmundo ¡ JESÚS: (Entra por la parte del frente con sus discípulos) LEPROSO: Cuando ve, a Jesús se arrodilla ante él. DISCIPULOS: no permiten que Jesús se acerque JESÚS: Se acerca al leproso a pesar de los discípulos LEPROSO: (pide a Jesús) — “Si quieres, puedes limpiarme”. DISCIPULOS: no dejan que Jesús lo toque JESÚS: (extiende la mano y lo toca) dice: “Quiero, sé limpio”. Le quita los vendajes. LEPROSO:( se pone en pie y comienza a saltar de alegría) Grita, estoy sano, estoy sano JESÚS: (lo abraza y besa su frente). Salen del escenario LLEGÓ LA HORA Señor, ¡yo voy! Perdóname. miércoles Juan 8 NARRADOR: San Juan, capítulo 8, narra un incidente dramático que ocurrió cierto día cuando Jesús estaba enseñando en las gradas del templo de Jerusalén. Repentinamente, una mujer que había sido sorprendida en el acto mismo del adulterio fue arrojada violentamente a los pies de Jesús. DIRIGENTES RELIGIOSOS: (Entran al escenario empujando a una mujer) - Esta mujer ha sido encontrada en el acto del adulterio, así que Jesús pronuncia un juicio sobre la suerte de esta prostituta. JESÚS: (de pie los observa) MUJER: (cae a los pies de Jesús llorando). DISCIPULOS: observan asustados DIRIGENTES RELIGIOSOS: “En la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?” (con una piedra en las manos) JESÚS: (Jesús simplemente se agachó y comenzó a escribir en la arena con su dedo). DIRIGENTES RELIGIOSOS: “En la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Jesús haz algo. JESÚS: (se puso de pie) dice: “El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra contra ella” (volvió a seguir escribiendo) DIRIGENTES RELIGIOSOS: (cada uno soltó la piedra y se retiró) JESÚS: (cuando todos se fueron, se levantó). “¿Dónde están los que te acusan? ¿Ninguno te condenó?”. MUJER: (llena de vergüenza) “Ninguno, Señor”. JESÚS: (Jesús la mira) “Ni yo te condeno; vete, y no peques más” Salen del escenario LLEGÓ LA HORA Señor, ¡yo voy! Guíame. jueves Jonás 1 NARRADOR: Nínive era una ciudad en la que sus habitantes eran extremadamente crueles y violentos. Estos pecados llegaron a la presencia de Dios, por eso Dios llamó a Jonás para indicarle: JEHOVÁ: Jonás, Jonás levántate, necesito que vayas a Nínive. JONÁS: ¿Para qué quieres que vaya a Nínive, Señor? JEHOVÁ: Quiero que les digas que su maldad ha llegado delante de mí. Predícales que se arrepientan du sus maldades. NARRADOR: Pero Jonás en lugar de obedecer el mandato se subió en un barco rumbo a la ciudad de Tarsis para escapar de la presencia de Dios. Pero Dios viéndole dentro del barco sopló un viento recio sobre el mar y levantó una gran tormenta que movía el barco como si fuera un simple juguetito. CAPITÁN DEL BARCO: “¡Que me parta un rayo! No había visto una tormenta como esta en toda mi vida. Debemos aligerar la carga... ¡¡Tirad esos barriles por la borda!!! ¡¡¡Tirad la comida por la borda!!! JONÁS. ¡¡Oh, no!! ¡Esta tormenta es por mi culpa! Debería haber sabido que no se puede esconder nadie de Dios. Lanzarme a mí por la borda y la tormenta pasará. Deshaceos de mí y también lo haréis de la tormenta. NARRADOR. Pero el capitán no estaba muy convencido y exclamó: CAPITÁN: “Pero, ¡¡no podemos hacer eso!! Vamos a intentar volver a la orilla. NARRADOR. El capitán sintiéndolo mucho tuvo que pronunciar las siguientes palabras: CAPITAN: “No hay nada más que podamos hacer. Lo siento, Jonás. En realidad, no quiero hacer esto. ¡Perdóname Señor!” NARRADOR: Entonces Jonás fue lanzado por la borda e inmediatamente después el mar entró en calma. Pero Jonás no se ahogó porque Dios envió un pez grande que se tragó a Jonás enterito. Desde dentro del pez Jonás oró. JONÁS: ¡Oh! Dios mío, me salvaste de ahogarme, pero todavía me encuentro en peligro, en gran peligro. Sé que esto es lo que merezco, pero todavía te alabo porque sé que dondequiera que yo vaya tú también vas conmigo. Tú eres el Dios que salva NARRADOR. Entonces Dios habló al pez y éste escupió a Jonás de su boca y lo dejó sobre la arena de la playa. Y Dios habló a Jonás por segunda vez. VOZ DE DIOS. ¡Jonás! Quiero que vayas a predicar a la gente de Nínive. Ellos van por el mal camino y no puedo ignorarlo por más tiempo. JONÁS. De acuerdo, Señor, iré. Sé que tú estás conmigo y me ayudarás. Me diste una segunda oportunidad y supongo que la gente que vive en Nínive se lo merece también. ¡¡Nínive, allá voy!! NARRADOR. Entonces Jonás fue directo a Nínive. Cuando la gente escuchó su mensaje cayeron todos rendidos a los pies de Dios. Desde el rey hasta el niño más pequeño. Y Nínive se convirtió en un lugar mucho más feliz porque Dios estaba con ellos. LLEGÓ LA HORA Señor, ¡yo voy! Fortaléceme. viernes Josué 1: 9 NARRADOR: Esta noche veremos la vida de un hombre, “valeroso, resuelto y perseverante, pronto para actuar, incorruptible, despreocupado de los intereses egoístas y, sobre todo, inspirado por una fe viva en Dios. JOSUÉ: (Entra al escenario perturbado, sin saber que hacer se da las vueltas) - ¡¡Que voy a hacer solo, sin el apoyo de un gran líder como era Moisés!! DIOS: «De ahora en adelante tú estarás al frente del pueblo. Moisés, que fue mi siervo, ha muerto. Crucen ahora el Jordán, y vayan a la tierra que voy a darles a los hijos de Israel. JOSUÉ: Con esta multitud tan grande de personas, creo que cruzar el Jordán es imposible? DIOS: Como se lo prometí a Moisés, voy a darles un lugar donde pongan los pies. JOSUÉ: Mi Dios tengo mucho miedo DIOS: Mientras vivas, nadie podrá hacerte frente, porque yo estaré contigo como antes estuve con Moisés. No te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente, porque tú serás quien reparta a este pueblo, como herencia, la tierra que juré a sus padres que les daría. JOSUÉ: Pero mi Dios cómo lo haremos?? DIOS: esfuérzate y se muy valiente. Pon mucho cuidado y actúa de acuerdo con las leyes que te dio mi siervo Moisés. Nunca te apartes de ellas, ni a la derecha ni a la izquierda, y así tendrás éxito en todo lo que emprendas. JOSUÉ: (se arrodilla y se inclina) DIOS: Nunca apartes de tus labios el libro de la ley. Medita en él de día y de noche, y actúa de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien. Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas.» JOSUÉ: Así lo haré. LLEGÓ LA HORA Señor, ¡yo voy! Empodérame. sábado Hechos 1: 8 NARRADOR: tres hombres usados por el Espíritu Santo SAÚL: una persona común y corriente del pueblo. Incluso, el día de su ungimiento como rey estaba tan atemorizado que se escondió, el profeta Samuel le ungió como rey. ¿Sabe usted lo que pasó después? Notemos lo que nos dice 1 Samuel 11:6: “Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino sobre él con poder”. El rey Saúl fue lleno del poder del Espíritu Santo y pasó del miedo a la valentía. SANSÓN: el hombre más fuerte, físicamente hablando, que haya existido. ▶Despedazó un león con sus propias manos (Jueces 14:6). ▶ Enfrentó grandes ejércitos solo (Jueces 15:14). ▶ Desmontó las puertas de una ciudad y las cargó en sus hombros (Jueces 16:3). las escrituras dejan claro que el poder de Sansón residía en el Espíritu Santo. PEDRO: Pedro era un pescador. Durante tres años y medio, Pedro estuvo caminando con el Señor. Pero justo al final, cuando Jesús fue tomado y llevado a los tribunales judíos para ser sentenciado, Pedro en vez de colocarse valientemente de parte del Maestro, le negó tres veces. Pedro se arrepintió y Jesús lo perdonó y lo restauró ¡El que un día negó a Jesús por miedo ahora se levanta sin ningún tipo de temor! a la muerte, Pedro fue lleno del poder del Espíritu Santo. En el día del Pentecostés, Pedro y los demás apóstoles recibieron el Espíritu Santo y fueron empoderados para cumplir la misión (Hechos 2:4).