B: Buenas noches con todo el público, bienvenidos al programa “Educando Mentes” el programa donde intentamos educar y concientizar al público y a la comunidad sobre distintas problemáticas que se dan en el mundo. Esta noche tenemos un tema especial enfocado en desastres naturales. ¿Quién no se ha asustado cuando ha habido un temblor, o la posible erupción de un volcán?, ¡levanten la mano! Pues, en esta ocasión vamos a abordar de manera más adecuada la problemática de los desastres naturales que en realidad no se sabe cuando llegarán pero en la medida de lo posible, tratar de afrontarlo de la mejor manera, reduciendo riesgos y daños. Antes de dar paso a las invitadas, quiero preguntar al público, ¿creen que los desastres naturales se pueden prevenir? *R: NO* B: Exactamente, los desastres naturales van a ocurrir de manera imprevista e inesperada y es algo que no se puede evitar. Entonces, estamos aquí para aprender a sobrellevar estas situaciones en el momento en el que ocurran. Entonces, le damos la bienvenida a la experta en prevención comunitaria de desastres naturales: Gabriela Valdivieso *APLAUSOS* B: Hola Gabriela, que gusto tenerte aquí, el público está muy interesado en saber cual es la manera en la que una comunidad puede prevenir o en este caso reducir los riesgos de un desastre natural. G: Hola, buenas tardes a todos, es un placer estar aquí. Y claro, me gustaría mucho explicarles el abordaje comunitario ante desastres naturales. Pero antes, quisiera preguntarles, ¿qué es prevención comunitaria para ustedes? G: Sí justamente, la prevención comunitaria llega a ser todas las formas, estrategias y acciones a realizar ante un evento o circunstancia, en este caso, los desastres naturales, así como del contexto en el que este se produce. Para ello, puede usarse un enfoque epidemiológico clásico de prevención de tipo primario, secundario y terciario. Como sabemos, los desastres naturales no pueden prevenirse, pero sí podemos realizar distintas acciones para que cuando estos sucedan, los riesgos y daños sean los mínimos. En la prevención de desastres naturales nos enfocaremos en el antes, el durante y el después del desastre. En el caso de la prevención primaria se incluyen todas aquellas medidas que se adoptan antes de que se presente el desastre y, obviamente, dependen del tipo de desastre a prevenir. Se basa en el estudio del perfil de riesgos de la zona y la elaboración del correspondiente mapa de vulnerabilidad/riesgo. Ambos deben conducir a la elaboración de un plan de emergencia mayor o desastre que incluya la adopción de medidas preventivas específicas, además de la educación de la población y su entrenamiento mediante los correspondientes simulacros. En esta fase se deben: a) analizar los riesgos de la zona y prever las situaciones que puedan llegar a presentarse; b) establecer con absoluta claridad quiénes son las personas que deben ocuparse de la coordinación y dirección del plan cuando se presente la emergencia, c) determinar el número y tipo de personal que se necesitará, así como su entrenamiento específico y, finalmente; d) prever los medios de transporte a utilizar y estimar la cantidad necesaria en relación al número de personas que pueden verse afectadas. Algo importante es la implementación de sistemas de alarma que tendrán que ser previamente probados, así como la monitorización de la situación y la movilización de los recursos previstos (Arcos, et.al, 2002). No quiero olvidar mencionar la importancia de la educación de la población acerca de lo que se debe y no se debe hacer en una emergencia como es un desastre natural. Esto ayuda a que se reduzcan los posibles daños tanto humanos como materiales. La prevención secundaria ocurre en el momento del desastre natural e incluye el uso preferente de recursos humanos y medios técnicos locales, la evaluación rápida de necesidades que permita la notificación al exterior de la ayuda específica requerida. Por otro lado, en esta fase la respuesta de emergencia tenderá a garantizar el funcionamiento de los sistemas vitales (agua potable, energía, comunicaciones, etcétera) y a coordinar la ayuda externa que deberá en todo caso estar pensada para servir de enlace con las actividades del posdesastre. Los objetivos llegan a ser : 1) prevenir y/o reducir la mortalidad; 2) atender a las víctimas y prevenir las secuelas; 3) prevenir los efectos indirectos relacionados con la salud; 4) prevenir la morbilidad a corto, medio y largo plazo, y 5) establecer unos servicios básicos de salud (Arcos, et.al, 2002). Finalmente, la prevención terciaria se da después del desastre natural en sí. Se deberá hacer una nueva evaluación de necesidades y un análisis del grado de adecuación del programa de rehabilitación a la ocurrencia de nuevos desastres. Las actividades se harán con una priorización de las mismas que tenga en cuenta los aspectos más importantes de la rehabilitación y/o reconstrucción (Arcos, et.al, 2002). Entonces, podemos ver que hay muchas maneras de ¨prevenir¨ los desastres naturales, pero, sabemos que debido a la grandeza y a la magnitud que pueden llegar a tener estos, la prevención puede llegar a dificultar y limitarse. Esto junto a la falta de infraestructura, de recursos y de medios que tiene una comunidad u otra, hacen que esta prevención tenga algunos contratiempos. Pero, considero que el primer paso llega a ser la educación y conocimiento de la sociedad ante estos sucesos. Muchas gracias. B: Muy interesante, ¿qué dice el público?. Muchas gracias Gabriela, esto es muy importante para poder afrontar de la mejor manera los distintos posibles desastres naturales que pueden darse en nuestro país. *APLAUSOS* B: Ahora vamos a ir por un abordaje más individual. Para ello, tenemos a otra invitada, la experta Gabriela Larrea, bienvenida. G: Gracias, es importante hablar de la parte comunitaria, pero creo que también es importante cuidarnos a nosotros mismos. ¿Qué dice el público? G: Pues miren, En puerto rico por ejemplo ha habido mucha acumulación de estrés ya que en 2020 hubo una secuencia sísmica en la isla de el Caribe, con una magnitud de 6.4 en la escala de ritcher y mas replicas que siguen hasta hoy, ha dejado 1 muerto y 8 heridos y cientos de establecimientos dañados, además en 2017 la llegada del huracán maría en provocó muertes entre 4.645 y 2.975 personas, así estudios revelaron que un 79% de la población estaba expuesta a traumas, un 41% tenía diagnóstico de estrés post traumático y 72% de tipo severo (Cruylles et al., 2020). Si no se interviene sobre el estrés traumático, se producen consecuencias posteriores como la reactivación de traumas o duelos, aumento de violencia comunitaria, delincuencia, violencia doméstica y un incremento de las tasas de suicidio, así como un ascenso de los índices de pobreza, y todas las implicaciones sociales y económicas que todo lo anterior tiene en el desarrollo del país . Por ello, creemos que es importante hacer una intervención temprana en poblaciones de riesgo con el propósito de prevenir consecuencias negativas y ayudar a establecer resiliencia La literatura muestra que los modelos de actuación temprana y la identificación de las poblaciones de riesgo son necesarias para la prevención de patología psiquiátrica (Cruylles et al., 2020). Las intervenciones deben ser ajustadas culturalmente, debe ser un proceso colaborativo entre los que intervienen, las familias, organizaciones y los individuos que la reciben. Es importante la combinación de contenidos de información sobre el estrés, resiliencia y ejercicios prácticos de mindfulness, ya que estudios muestran los efectos positivos y sanadores de estas prácticas que disminuyen sintomatología (Cruylles et al., 2020). Entonces, por ejemplo las consecuencias psiquiátricas del estrés traumático son depresión, ansiedad, problemas somáticos y trastorno de estrés postraumático Explicar a la población esto, el significado de resiliencia y además prácticas de mindfulness como práctica de autocuidados, ejercicios de mindfulness, respiración consciente, movimiento consciente y descanso consciente.tiene consecuencias positivas en el cerebro y organismo del estrés postraumático (Cruylles et al., 2020). Ahora, en este programa de prevención estamos hablando de una duración de 4 días, con 5 charlas de dos horas y media sea presencial o virtual. Claro está que no todas las personas son iguales, y cada una necesita algo diferente, más en este estudio se muestra que al menos la mitad de la población puede estar satisfecha, aplicar estrategias de cuidado personal, y pensar que lo más valioso son las técnicas de relajación, ejercicios y explicación de neurociencia, la importancia de practicar lo aprendido, ejercicios de relajación, el estar consciente de lo que se hace u ocurre, que el estrés se debe a dos factores: externos y genéticos, cuánto puedo llegar a relajarme, etc. Para que esta intervención siga desarrollándose y no tenga tantas limitaciones se puede hacer un seguimiento para supervisión y posible intervención (Cruylles et al., 2020). esto debería explicarles Briggitte