9.6. Las religiones de la América Precolombina Religión Existen numerosos textos, inscripciones mayas en tabletas, estelas, templos, esculturas pero sus escrituras están en comienzos de una interpretación ya que están dadas en jeroglíficos ideográfico y silábico fonético pero no alfabético; de igual manera las lenguas habladas en el continente se cuentan por centenas. Hasta hoy, solo se conocen los signos numéricos. Una de las fuentes escritas más representativas que ha sido interpretado es el Popol Vuh o libro sagrado de los mayas. Este libro es una recopilación de varias leyendas provenientes de los diversos grupos étnicos que habitaron la tierra Quiché, y parte de centro América; que más que un sentido histórico tiene un valor e importancia hablando de lo religioso. Es una narración que trata de explicar o contar de alguna manera su origen y los diversos fenómenos que ocurren en la naturaleza. Además relata que según el Popol Vuh, el mundo era nada hasta que los dioses, el Gran Padre (creador) y la Gran Madre (hacedora de formas) decidieron generar la vida. La intención de ambos era ser adorados por sus propias creaciones. Primero crearon la Tierra, después los animales y, finalmente, los hombres. Éstos fueron inicialmente hechos de barro, pero como el intento fracasó, el Gran Padre decidió extraerlos de la madera. No obstante, los nuevos hombres eran altivos, vanidosos y frívolos, por lo que el Gran Padre los aniquiló por medio de un diluvio. Pese a este suceso los dioses no desistieron y en una última tentativa crearon a los hombres a partir de granos de maíz molidos y de los cuerpos de aquellos a cuatro mujeres. Una vez constituidas otras tantas familias, los dioses, temerosos de que a sus criaturas pudiera tentarlas la idea de suplantarlos en sabiduría, disminuyeron la vista e inteligencia de los ocho. El Popol Vuh también relata las hazañas de dos hermanos gemelos, Hunahpú e Ixbalanqué, vencedores de las fuerzas malignas e hijos de una de aquellas mujeres que, pese a su virginidad, los concibió de manera milagrosa. Cultura, religión cualquier manifestación social o espiritual se caracterizan por los sacrificios humanos y la inmolación de niños y adultos de su propio pueblo sobre todo en los aztecas, poco en los mayas y mucho menos en la América del sur. Estas acciones son difíciles de comprender por sus sanos principios morales, el refinamiento y las leyes severísimas que castigaban los delitos y los vicios cuya finalidad era la conservación de las rectas tradiciones. En general creían depender de en absoluto de sus dioses para vencer a sus enemigos, obtener cosechas y mantener vivo unido su grupo. Personificaban sus dioses por medio de fuerzas de la naturaleza; la crueldad humana no era otra cosa que la crueldad manifiesta de la naturaleza. Su creencia en el más allá dependía del momento de la muerte, por esta razón quien moría cruelmente o en combate tenía mejores posibilidades en gozar las delicias de un después de la muerte feliz. Religión teotihacán: era de tipo politeísta y sus principales dioses fueron Tlaloc y Quetzalcoatl Quetzalcóatl era el protector de los hombres y también la esencia de lo mejor que una persona podía ansiar llegar a ser. Existen muchas leyendas de este ser, que ahora le llamamos mitológico. Una de ellas es el relato de como se robó el maíz para dárselo a los hombres. Era la deidad creadora y su nombre tiene dos acepciones: la de serpiente emplumada y la de gemelo divino haciendo referencia al astro que representa, Venus. Tlaloc era el dios de la lluvia. En algunos estudios se dice que también estaba relacionado con la tierra ya que ambos elementos tienen que ver con la agricultura. Se representaba a Tlaloc con características antropomorfas y animales, de ojos grandes y saltones, ataviado con un tocado de plumas, con la parte superior en forma de pájaro y colmillos en la boca. Los Toltecas: fueron la última cultura dominante antes de la llegada de los aztecas. De religión politeísta, su principal dios Quetzalcoatl y su antagónico Tezcatlipoca quien lo hizo pecar durante una embriaguez. Espejo negro por el humo, señor del cielo y de la tierra, fuente de vida, tutela y amparo del hombre, también simbolizaba el origen del poder y de la felicidad dueño de batallas, omnipresente, fuerte e invisible. La religión de los Chichimecas: se limitaban a adorar al sol y a la luna, cuando alguien moría se limitaban a quemar el cuerpo y sus cenizas eran guardadas. Tlaloc era considerado el dios de las tempestades, que habitaba en el sexto cielo, dios de los muertos. Se le representa hermoso, con larga cabellera y la frente adornada con plumas blancas y verdes. Su esposa es la diosa de la lluvia. Según la leyenda en su corte había cuatro grandes cubos de agua, uno con fertilizantes, dos con perjudiciales y otro con la nieve; él creo las nubes, cuando golpeaba con su palo, tronaba y si caía al suelo un trozo de cántaro roto se producía el rayo. Los misteriosos Olmecas: algunos historiadores opinan que pueden considerarse el origen de de las grandes civilizaciones precolombinas. En sus altares megalíticos aparece una figura humana con un niño en brazos que pueden ser sacerdotes. No cabe duda que tuvieran dioses y como tales hay que considerar a los personajes que aparecen en muchos relieves que también representan altares de sacrificios y ofrendas. Sus dioses estaban relacionados con la agricultura, el sol, el agua y los volcanes. Por sus figuras el centro de su religión está relacionado con el culto al jaguar. Se cree que pudo ser una religión dinástica, sus dioses estarían relacionados directamente con los gobernantes, con los señores de los centros ceremoniales, gobernantes con poderes sobrenaturales, descendientes directos de las divinidades. Es una religión compleja, que no se ha conseguido descifrar aún. Pero se cree que pudo tener toda una doctrina aceptada por el pueblo, para justificar, explicar y legitimar a los linajes gobernantes, las desigualdades sociales, las fuerzas sobrenaturales y establecer vínculos entre éstas y los gobernantes. La religión estaría institucionalizada, con un cuerpo doctrinal y su panteón. De esta forma también los líderes gubernamentales utilizaban un símbolo de una figura de animal para identificarse. Religión de los aztecas: entre sus interpretaciones y contradiciones podemos considerar la idea monoteísta en algunas épocas. La idea de una causa primera, del Dios único razón de todo, principio por el que todo existe. Era una divinidad invisible, abstracta, casi filosófica, cuya representación en estatuas o pinturas era imposible. Se llamaba Teotl palabra que acabó identificándose con la idea de dios general en el politeísmo. Su politeísmo la repetida observación de la diferencia entre los sexos los inclino a buscar en sus dioses este complemento Ometecuhtli, representa la esencia masculina de la creación. Es esposo de Omecihuatl. Este es un dios antiguo, que no tenía templos, y era casi desconocido por el pueblo, pero muy nombrado en los poemas de las clases altas. Debido a que se le menciona de una manera que parece ignorar el resto de la cosmogonía azteca, parece que estaban en un proceso de aglutinar a los demás dioses en esta deidad. Omecihuatl (Mujer dos, Señora de la Dualidad), diosa que representa la esencia femenina de la creación en la religión mexicana. Esposa de Ometecuhtli. También se le conoce como Tonacacihuatl. Señora de nuestra carne. Los dioses mayas: Pueblo aficionado a la astronomía que dejó listas completas de eclipses y otros fenómenos astronómicos, fundamentales para organizar su vida colectiva y quizá sus migraciones, por esto es tan común su divinización a los astros. El origen de los dioses, en una etapa todavía casi prehistórica, está en el nahual o tótem; cada persona poseía un animal que lo acompañaba y protegía siguiendo los designios de una divinidad superior. Que formaba con él una dualidad inseparable. Solía ser privativo de un individuo pero a veces se extendía a toda la familia a partir de una ceremonia; luego pasó a las tribus y finalmente se generalizó existiendo una buena cantidad de divinidades zoomórficas hasta hacerse símbolos muy elevados. Luego divinizaron héroes de base existencial real histórica: Votán fue la creación de los Ztendales; Itzamaná, Kukulkán con carácter civilizador, de sabios beneficios que enseñaron la agricultura y las artes. Finalmente personifican fuerzas. El Dios supremo tuvo diferentes nombres en cada grupo étnico: Huntoh Chac, Zotziha- Chamalcán. Le siguen otros cortejos de dioses cósmicos: Hurakán (corazón del cielo) que tiene por voz el trueno, por mirada el relámpago, por armas el rayo; es temible, pero muy querido porque derrama, en forma de lluvia, grandes beneficios para la agricultura. Vacacuh- Calix y sus dos hijos rigen los terremotos y se relacionan con HunCame que disponían de legiones de diablos que originaban las enfermedades, las hambres y todos los males. En su texto sagrado el Chilam Balam se habla de los bacabes cuatro dioses que sostenían el mundo desde los cuatro puntos cardinales. Los libros en su conjunto relatan acontecimientos de relevancia histórica consignados conforme a los Katunes (períodos de 20 años) del calendario maya. Los relatos dejan constancia de las tradiciones religiosas del pueblo original, así como de su devenir histórico. Arnulfo