Entorno 2.economico Durante el año 2000 la economía chilena prosiguió su trayectoria de reactivación iniciada a partir del último trimestre del año 1999. Los fundamentos económicos aumentaron su solidez, cuya evidencia es la estabilidad que exhiben los equilibrios fiscales, monetarios y cambiarios. En el curso del año, tales equilibrios definieron tendencias favorables para las principales variables macroeconómicas, con aumento del tipo de cambio real, disminución progresiva de la tasa de interés y mantención de los niveles de inflación, todo lo cual configura un escenario altamente estimulante de la actividad, con una gran proyección hacia el período 2001-2005. Por de pronto, el dinamismo de las exportaciones registrado durante el año 2000 constituyó la respuesta más significativa a dichas condiciones favorables, determinando un aumento de la producción y del gasto, que comenzó a reducir la capacidad ociosa en sectores claves de la economía. Para apoyar el proceso de reactivación, la autoridad económica aplicó estímulos y señales positivas destinadas a consolidar las expectativas de los agentes económicos y por esa vía, asegurar un mayor ritmo de crecimiento tanto de la oferta como de la demanda agregada. A fin de lograr dichos objetivos y asumida una estabilidad de precios, la evolución de la política monetaria tuvo un cambio de orientación en el segundo semestre del año. En efecto, a fines de agosto de 2000 el Banco Central aplicó un mayor impulso monetario a la economía, mediante una reducción de 50 puntos base en la tasa de interés de política monetaria (TPM), la cual cerró el año en un nivel de 5,0% real. Cabe recordar que durante el primer trimestre de 2000, la autoridad monetaria había elevado la TPM a 5,5%, con la finalidad de evitar un deterioro en las expectativas inflacionarias ante alzas específicas de precios en productos vinculados al petróleo. Banco del Estado Entorno economico La política reactivadora aplicada a partir de agosto, se adoptó en primer lugar con el propósito de incentivar la demanda interna y el empleo. Y en segundo lugar, para reducir la probabilidad de un escenario de inflación próximo a la cota inferior del rango objetivo definido entre 2% y 4% anual. Un elemento clave que permitió al Banco Central aplicar dicha política, fue el compromiso manifestado por el gobierno de ejercer un manejo equilibrado de las finanzas públicas para los próximos años. Dicho compromiso quedó fundamentado sobre una meta de crecimiento del gasto con impacto macroeconómico de 3,3% para el año 2000 y sobre un objetivo de superávit estructural de 1% hacia fines del 2001. Así, las medidas fiscales adoptadas durante el año para apoyar la reactivación económica, entre las cuales sobresalen la devolución anticipada de impuestos a la renta y la repactación de deudas tributarias, se enmarcaron dentro de tales límites. La política fiscal ayudará a crear condiciones monetarias más holgadas que contribuirán a una mayor dinámica del consumo e inversión privados. Asimismo, estas señales de disciplina financiera han ayudado a mantener los positivos índices de confianza externa en la economía nacional. En virtud de estas acciones de política, así como de las condicionantes internas y externas del proceso de recuperación económica, la actividad productiva logró importantes progresos respecto a los resultados alcanzados el año anterior. En efecto, en el sector real se verifica un crecimiento anual del PIB cercano al 5,4%. Los sectores de electricidad, gas y agua, transporte, comunicaciones y pesca lideraron el dinamismo económico, con tasas de crecimiento superiores al 10%. La demanda interna experimentó una recuperación respecto a su caída de 1999, creciendo un 7,2% anual gracias a un repunte del consumo privado. A ello se agregó el efecto reactivador del moderado incremento del gasto público, enmarcado en la disciplina fiscal señalada anteriormente. La inversión real mostró una clara recuperación a partir del tercer trimestre de 2000, alcanzando la tasa de inversión fija un 26% del PIB real. Entorno economico En el mercado laboral, la tasa de desocupación alcanzó un nivel de 10,7% en el trimestre julioseptiembre, para iniciar un descenso en los meses siguientes hasta terminar en 8,3% en el trimestre octubre-diciembre. En el sector monetario, la dinámica de los precios superó las expectativas predominantes a comienzos de año. En efecto, la tasa de inflación efectiva -medida por el IPC- llegó a 4,5%, nivel superior a la meta anual establecida por la autoridad monetaria (3,5%). Este resultado fue consecuencia del significativo aumento registrado en los precios internacionales del petróleo (cuyo precio peak superó los US$ 34 por barril), que indujo alzas en los combustibles y en servicios regulados con tarifas que se asocian a dicho insumo; adicionalmente, influyó la depreciación del peso en los precios de los bienes importados. En el sector externo, las exportaciones tuvieron una expansión de 16%, favorecidas por el dinamismo de la economía mundial, además del incentivo de mayores precios y un mayor tipo de cambio real. Las importaciones, por su parte, continuaron la trayectoria de gradual recuperación que se había iniciado el tercer trimestre del año 1999, alcanzando una expansión de 20%. El aumento en el valor de las importaciones se concentró en las compras de bienes intermedios, por el impacto de mayores precios y, en menor medida, en la de bienes de capital. Como resultado de lo anterior, la balanza comercial registró un superávit anual de US$1.430 millones, con flujos de exportaciones e importaciones totales FOB de US$18.160 millones y de US$16.730 millones respectivamente. La cuenta de capitales registró una reducción en sus flujos, debido a la persistencia de menor liquidez internacional para las economías emergentes, fenómeno acentuado por una notable absorción de recursos por parte de la economía norteamericana. Banco del Estado Entorno economico En este contexto de gradual consolidación del ritmo de actividad con menores flujos de capital, la industria bancaria chilena mostró un positivo dinamismo. En efecto, a diciembre de 2000 las colocaciones totales crecieron 4,3% en doce meses, que fue la mayor expansión del año medida para dicho período móvil. Tal expansión estuvo impulsada por las colocaciones asociadas al comercio exterior y las de vivienda, que crecieron a tasas de 8% y 5% respectivamente. Las colocaciones comerciales, que representan más del 50% de las colocaciones totales del sistema, se expandieron en algo más de un 3%.