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BOVEDA CRANEAL

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CAPÍTULO V
BÓVEDA CRANEAL
1. Componentes
La bóveda craneal está compuesta por los siguientes huesos: dos frontales, dos
parietales, porción escamosa de hueso temporal, porción escamosa del hueso
occipital, huesos wormianos (ocasionales)1,2 (véase Figuras 5.1, 5.2 y 5.3).
A
B
Figura 5.1 Huesos, suturas y fontanela de la bóveda craneal en vista superior (A) y en vista
posterior (B).
A
B
Figura 5.2 Huesos y suturas craneales en vista lateral (A) y en vista anterior (B).
Capítulo 5. Bóveda craneal
Figura 5.3 Huesos de la bóveda craneal.
El mesénquima que da lugar a la bóveda del neurocráneo, aparece alrededor del
día 303 y está inicialmente dispuesto como una membrana capsular (meníngea
primitiva) alrededor del encéfalo en desarrollo. La membrana está compuesta por
dos capas: una interna (endomeníngea), de origen de la cresta neural, y una
externa (ectomeníngea), de origen mixto de mesodermo paraxial y de las células de
la cresta neural. La endomeníngea forma las dos leptomeninges que cubren el
encéfalo: piamadre y aracnoides. La ectomeníngea se diferencia en una capa
interna, la duramadre, que cubre el encéfalo, la cual permanece sin osificar, y una
membrana superficial externa con propiedades condrogénicas y osteogénicas
(véase Figura 5.4). La osteogénesis de la ectomeníngea ocurre a medida que la
formación ósea intramembranosa forma la bóveda craneana, mientras la
ectomeníngea que forma el piso del encéfalo se condroifica para formar el
condrocráneo que más tarde se osificará1.
Figura 5.4 Capas de origen de la bóveda craneal
Los huesos derivados mesodermalmente son el hueso frontal, parietal, esfenoides,
petroso del temporal y occipital. Los derivados del mesénquima de la cresta neural
son los huesos lagrimales, nasal, escama del temporal, cigomático, etmoides y
vómer1.
138
Fundamentación para la evaluación del crecimiento, desarrollo y función craneofacial
La osificación de los huesos intramembranosos depende de la presencia del
encéfalo; en su ausencia (anencefalia) no se forman los huesos de la bóveda. La
anencefalia resulta de una falla en el plegamiento neural al cerrar el tubo en la
parte más cefálica2. El hueso frontal forma la parte orbital y nasal, pero no la parte
frontal en casos de anencefalia.
La formación del hueso membranoso depende de la interacción entre el
mesénquima osteogénico y un epitelio, por un periodo específico, durante el
desarrollo embriológico4-7. El hueso membranoso de la bóveda craneal está
formado por un mesénquima en “emparedado” entre dos epitelios diferentes, uno
neural y otro epidermal. Experimentos de recombinación de tejidos en pollos han
mostrado que el desarrollo del hueso frontal involucra una secuencia de
interacciones entre el mesénquima y los dos epitelios con los que está en contacto.
Una vez el mesénquima se separa en las capas ectomeníngea externa y
endomeníngea interna, la capacidad osteogénica del mesénquima se establece
en la capa externa8.
La evidencia desde modelos animales sugiere que las señales inductivas para la
formación de los huesos de la bóveda originados desde la duramadre son dados
por los factores de crecimiento polipeptídico, y que si los huesos parietales fueran
removidos de animales jóvenes y la duramadre quedara intacta, sería regenerado
un nuevo hueso; si la duramadre fuera removida no habría formación ósea. La
duramadre es una fuente rica en el factor de crecimiento transformante βs (TGF- βs),
factor de crecimiento parecido a la insulina (IGF), factor de crecimiento
fibroblástico (FGF) y proteínas morfogenéticas óseas (BMP), todas potentes
moléculas de regulación de crecimiento involucradas en la proliferación y
diferenciación de células mesenquimatosas6.
Los huesos individuales de la bóveda craneal se desarrollan desde varios centros de
osificación primaria y secundaria en la capa externa de la ectomeninge para
formar huesos individuales. Comienza alrededor de la décima semana en la
prominencia frontal de los huesos frontales y en la prominencia parietal de los huesos
parietales. En el hueso frontal, un par de centros; en los huesos parietales, dos pares
por cada hueso; en la escama del occipital, un par de centros para la parte superior
de la línea nucal; y para la escama del temporal, un par de centros.
Luego de formarse los centros de osificación primaria, el hueso trabecular y la
osificación en el borde periférico, éstos se extienden hacia fuera hasta que los límites
de los huesos adyacentes se encuentran y se forman las suturas9 (véase Figuras 5.5,
5.6 y 5.7).
139
Capítulo 5. Bóveda craneal
B
A
Figura 5.5 Esquema de los estados de maduración en un hueso parietal de un feto de 14 y 16
semanas respectivamente. A) La eminencia parietal comienza con un centro de osificación
primaria con una apariencia de piedra pómez, luego un hueso trabecular radiado desde el
centro de osificación primario, después una zona translúcida y por último un cuerpo de
osificación irregular pequeño en el borde periférico; B) incremento de la osificación con
disminución de la zona translúcida.
A
B
Tomada de: Silau AM et al9.
Figura 5.6A, B La zona translúcida desaparece y se limita el borde óseo sobre la membrana
que rodea al cerebro y sobre la cual se formará la sutura interparietal.
Figura 5.7 Hueso parietal con huellas de lo que fue el patrón de osificación.
140
Fundamentación para la evaluación del crecimiento, desarrollo y función craneofacial
A
B
Figura 5.8 Escama del hueso occipital; A) cara interna; B) cara externa.
Figura 5.9 Hueso occipital, cara interna.
Figura 5.10 Hueso frontal en un feto de 21 semanas de VIU.
141
Capítulo 5. Bóveda craneal
Figura 5.11 Hueso frontal derecho e izquierdo por la cara interna y la cara externa.
Figura 5.12 Hueso temporal derecho al nacer, cara externa.
Figura 5.13 Hueso temporal derecho al nacer, cara interna.
142
Fundamentación para la evaluación del crecimiento, desarrollo y función craneofacial
2. Suturas
Los bordes externos de los huesos de la bóveda están limitados por suturas, las
cuales son los puntos hacia los cuales los centros de osificación que se expanden se
encuentran con sus vecinos. Ya que los huesos de la bóveda son una variedad
dermal, las suturas están compuestas de tejido conectivo fibroso representando los
vestigios de la membrana de la cual los huesos originalmente se osificaron11. En el
plano medio sagital, los huesos frontales quedan conectados en la sutura metópica
o la sutura interfrontal (véase Figura 5.14) y los huesos parietales en la sutura
interparietal o sagital. La sutura coronal está formada entre los huesos frontales y
parietales (véase Figura 5.2).
A
B
C
Figura 5.14A Cráneo de 18 semanas de VIU con la sutura metópica en formación; B) cráneo
de 28 semanas con sutura metópica formada y hueso frontal en crecimiento; C) cráneo de 3
años con la sutura metópica consolidada o sinostótica.
La parte inferior del hueso frontal se osifica independientemente de la prominencia
frontal, esta osificación también comienza en la décima semana y rápidamente se
une con la osificación que viene de la prominencia frontal3 (véase Figuras 5.10 y
5.11).
La conexión sutural del hueso parietal con la escama del temporal es una sutura
biselada o sutura escamosa (sutura temporoparietal). Esto se relaciona con el hecho
de que el hueso temporal permite el crecimiento de la base craneal, mientras los
huesos parietales permiten el crecimiento de la bóveda craneal. El sobrepaso de la
sutura temporoparietal hace posible la adaptación al crecimiento entre la base
craneal y la bóveda3 (véase Figura 5.17).
La escama del hueso occipital es particular y está asociada con algunas
circunstancias de crecimiento (véase Figuras 5.8 y 5.9). La parte inferior de este
hueso se forma por osificación endocondral mientras la parte superior se forma por
osificación intramembranosa. El sitio donde las dos partes se fusionan en la semana
11 a 12, es la región en la cual la tienda del cerebelo se anclará intracranealmente.
La parte de hueso preformado en cartílago cubre el cerebelo, mientras la
intramembranosa cubre los hemisferios. La osificación intramembranosa de la
escama comienza en la semana 10 en dos centros, los cuales se extienden y se
fusionan con los dos centros de la parte cartilaginosa. Se forma por tanto una sutura
occipitoparietal entre la escama del occipital y los huesos parietales, llamada
también sutura lamdoidea (véase Figuras 5.1 y 5.2). Los huesos wormianos o suturales
(Olaus W, citado por Meike MC, 2002)8 son huesos aislados de tamaño y forma
variable que ocasionalmente se encuentran en las suturas y en las fontanelas. Ellos
143
Capítulo 5. Bóveda craneal
son osificados desde centros independientes y son más frecuentes en las suturas
lamboideas. Los huesos wormianos son comunes en la displasia cleidocraneal,
osteogénesis imperfecta, hipotiroidismo y meningocele lateral12. El desarrollo de esos
osículos puede tener un componente genético, pero ya que en los cráneos
hidrocefálicos se encuentran huesos wormianos, aparece como si el estrés de la
deformación fuera un factor contribuyente2 (véase Figura 5.15).
Figura 5.15 Huesos wormianos.
3. Fontanelas
Donde se encuentran más de dos huesos de osificación intramembranosa, la
intersección entre las suturas es ocupada por una gran membrana, las llamadas
fontanelas, que son seis, una en cada esquina de los huesos parietales; ellas dan la
flexibilidad necesaria en los huesos laminares durante el nacimiento y el periodo de
rápido crecimiento cerebral (véase Figura 5.16). Las más grandes son la fontanela
anterior en la intersección de los dos huesos frontales y los dos huesos parietales, y la
fontanela posterior en la intersección de los parietales con el hueso occipital. Las
otras son pares de fontanelas anterolaterales o esfenoidales, y fontanelas
posterolaterales o mastoideas que están situadas en las esquinas laterales e
inferiores de los huesos parietales2. Las fontanelas se reducen a dimensión de suturas
muy rápido después del nacimiento1, así: fontanela posterior a los 2 a 3 meses,
fontanela anterolateral a los 3 meses, fontanela posterolateral al final del primer año
y fontanela anterior durante el segundo año.
En el adulto la fontanela anterior corresponde al punto craneométrico Bregma, la
fontanela anterolateral al punto Pterion y la fontanela posterolateral al Asterion.
Figura 5.16 Fontanelas en el recién nacido.
144
Fundamentación para la evaluación del crecimiento, desarrollo y función craneofacial
4. Estructura y función de las suturas
Las suturas son encontradas solamente en el cráneo y tienen dos funciones
principales:
a. Como un sitio secundario de crecimiento óseo.
b. Para dar una unión firme a los huesos adyacentes mientras permite un ligero
movimiento como respuesta a la fuerza mecánica.
Las fibras y la organización celular de las suturas no es uniforme y varía dependiendo
del sitio, la edad y dentro de la misma sutura en el tiempo8, pero como una
generalización cada una está formada por una continuación de fibras y periostio
celular alrededor de los márgenes de los huesos adyacentes, unidos por una capa
intermedia de tejido fibroso y vasos sanguíneos7,8. La capa celular provee las células
necesarias para la osteogénesis en los márgenes suturales; la capa intermedia
permite el crecimiento continuo del tejido conectivo sutural y permite pequeños
ajustes en los huesos. Esto también facilita probablemente una angulación
progresiva entre los huesos a medida que estos alteran su forma durante el
crecimiento, reduciendo la necesidad de superficies extensas de remodelado.
La morfología sutural está determinada por el sitio y la fuerza mecánica a la cual las
suturas están sujetas. En el caso de la sutura coronal los huesos parietales traslapan
los huesos frontales mientras la sutura sagital es una sutura borde a borde; en
general las suturas de la línea media son borde a borde, mientras todas las demás
son de traslape. Durante el periodo de crecimiento, las suturas tienen una
configuración predominantemente lineal, pero con la edad se vuelven biseladas e
interdigitadas8 (véase Figura 5.17).
Figura 5.17A Sutura sagital interdigitada borde a borde; B) sutura coronal con traslape y
sagital borde a borde.
5. Crecimiento y remodelación
La forma y tamaño final de la bóveda craneal son dependientes primariamente de
las presiones internas ejercidas sobre la tabla interna de los huesos neurocraneales.
El encéfalo en expansión ejerce fuerzas tensionales sobre las suturas óseas, con lo
cual secundariamente se estimula el crecimiento óseo sutural de forma
compensatoria. El encéfalo actúa en este contexto como una matriz funcional
determinando la extensión y el grado de crecimiento de los huesos neurocraneales
Entonces, el crecimiento de los huesos de la bóveda será una combinación de: a)
crecimiento sutural; b) aposición y reabsorción de superficie (modelación); y c)
desplazamiento centrífugo por la expansión del encéfalo1,3,8 (véase Figura 5.18).
145
Capítulo 5. Bóveda craneal
Figura 5.18. Crecimiento por remodelación y por desplazamiento de la bóveda.
Las proporciones atribuibles a los varios tipos de mecanismos de crecimiento varían.
La acreción de los huesos de la bóveda es predominante sutural hasta cerca de los
cuatro años de vida, después la aposición superficial se vuelve un mecanismo más
importante.
Las tablas que se presentan a continuación reflejan el crecimiento craneal a través
de la distancia biparietal y la circunferencia craneal, medidas utilizadas para valorar
el desarrollo prenatal promedio (véase Tabla 5.1 y Figura 5.19).
Diámetro biparietal (externo-externo)
Centiles (mm)
Semanas de
5to
50
avo
95 avo
gestación
12
16.0
19.7
23.4
13
198.8
23.5
27.3
14
23.4
27.3
31.2
15
27.1
31.0
35.0
16
30.7
34.7
38.8
17
34.2
38.3
42.5
18
37.7
41.9
46.1
19
41.1
45.4
49.7
20
44.4
48.8
53.3
21
47.6
52.2
56.7
22
50.8
55.5
60.1
23
53.9
58.7
63.4
24
57.0
61.8
66.6
25
59.9
64.8
69.7
26
62.7
67.8
72.8
27
65.5
70.6
75.7
28
68.1
73.4
78.6
29
70.7
76.0
81.3
30
73.1
78.6
84.0
31
75.5
81.0
86.5
32
77.7
83.3
88.9
33
79.8
85.5
91.2
34
81.8
87.6
93.4
35
83.7
89.6
95.5
36
85.5
91.5
97.4
37
87.1
93.2
99.3
38
88.6
94.8
100.9
39
89.9
96.2
102.5
40
91.1
97.5
103.9
41
92.2
98.7
105.2
42
93.1
99.7
106.3
Circunferencia de la cabeza usando diámetro biparietal (externo-externo)
Centiles
Semanas de
5to
50 avo
gestación
95 avo
12
57.1
68.1
79.2
13
70.8
82.2
93.6
14
84.2
96.0
107.8
15
97.5
109.7
121.9
16
110-6
123.1
135.7
17
123.4
136.4
149.3
18
136.0
149.3
162.7
19
148.3
162.0
175.7
20
160.4
174.5
188.6
21
172.1
186.6
201.1
22
183.6
198.5
213.3
23
194.8
210.0
225.3
24
205.6
221.2
236.9
25
216.1
232.1
248.1
26
226.2
242.6
259.0
27
235.9
252.7
269.5
28
245.3
262.5
279.6
29
254.3
271.8
289.4
30
262.8
280.7
298.7
31
270.9
289.2
307.6
32
278.6
297.3
316.0
33
285.8
304.9
324.0
34
292.6
312.0
331.5
35
298.8
318.7
338.5
36
304.6
324.8
345.0
37
309.8
330.4
351.0
38
314.5
335.5
356.5
39
318.7
340.0
361.4
40
322.3
344.0
365.8
41
325.3
347.4
369.6
42
327.7
350.3
372.8
Tabla 5.1 Tablas de referencia de diámetro biparietal y circunferencia craneal
146
Fundamentación para la evaluación del crecimiento, desarrollo y función craneofacial
Figura 5.19 Cráneos de 18, 24, 27, 28, 31 semanas de VIU edad calculada por diámetro
biparietal. Se observa cambio de forma de hueso frontal.
Dado que la circunferencia de la cabeza está relacionada con el volumen
intracraneal, éste es un buen indicador de crecimiento del encéfalo. Entre el
nacimiento y el estado adulto, el tamaño del encéfalo se incrementa cerca de unas
3 y 1/2 veces, de aproximadamente 400 cc a 1300-1400 cc. La expansión rápida y
temprana del encéfalo se convierte en un problema para el inmediato
establecimiento de los vasos cerebrales: éste lo estira, debilitando sus paredes,
predisponiéndolos para la formación de aneurismas en periodos tardíos de la vida. El
desarrollo precoz del encéfalo es reflejado en el agrandamiento rápido de la
circunferencia de la cabeza, la cual dobla desde un promedio de 18 cm en el
periodo mediogestacional (4-5 meses de VIU) a un promedio de 33 cm (aprox. 13
pulgadas) al nacimiento. Este rápido incremento de la cabeza continúa durante el
primer año de vida alcanzando un promedio de 46 cm y luego disminuye; la
circunferencia de la cabeza alcanza 49 cm a los dos años y solamente 50 cm a los
tres años. El incremento entre los tres años y la edad adulta es solamente 6 cm1
(véase Tablas 5.2, 5.3, 5.4 y 5.5).
Prenatal
Volumen
Proporción
Porcentaje
de
crecimiento total
Circunferencia de la 18 cm (4 a 5
cabeza
meses de VIU)
Nacimiento
400 cc
8a1
25%
13
pulgadas
6
meses
1
año
2
años
3
años
6a1
75%
50%
46
cm
49
cm
5
años
10
años
4a1
Adulto
2–2.5 a 1
95%
50
cm
56 cm
Tabla 5.2 Crecimiento de la bóveda craneal
Al nacimiento, el neurocráneo membranoso ha logrado 25% de su crecimiento; a los
seis meses, 50%, y a los dos años, 75%8.
147
Capítulo 5. Bóveda craneal
Hombres
Mujeres
-1 DE
MEDIA
+ 1 DE
-1 DE
MEDIA
+ 1 DE
7 días
9.3
9.6
9.9
7 días
8.8
9.3
9.7
1 mes
9.6
10.1
10.5
1 mes
8.3
8.9
9.4
2 meses
9.8
10.3
10.8
2 meses
9.7
10.3
10.9
4 meses
10.5
11.0
11.3
4 meses
10.4
10.8
11.2
6
10.8
11.0
11.2
6
10.8
11.4
11.9
9
11.3
11.9
12.5
9
10.4
10.8
11.2
1 año
11.9
12.5
13.1
1 año
11.6
12.2
12.8
1.5 años
12.2
12.9
13.3
1.5 año
12.1
12.7
13.3
2
12.5
13.0
13.6
2
12.4
12.8
13.1
3
13.0
13.4
13.8
3
12.7
13.1
13.5
4
13.2
13.6
14.1
4
13.2
13.5
14.0
5
13.4
13.8
14.2
5
13.2
13.5
14.0
6
13.5
14.0
14.4
6
13.2
13.7
14.1
7
13.6
14.1
14.5
7
13.3
13.8
14.2
8
13.8
14.2
14.7
8
13.4
13.9
14.3
9
13.8
14.2
14.8
9
13.4
13.9
14.4
10
13.7
14.2
14.7
10
13.5
14.0
14.4
11
13.9
14.5
15.0
11
13.7
14.1
14.5
12
14.0
14.6
15.1
12
13.7
14.1
14.6
13
14.1
14.7
15.2
13
13.7
14.2
14.7
14
14.2
14.7
15.2
14
13.8
14.3
14.8
15
14.2
14.9
15.5
15
14.0
14.4
14.9
16
14.3
15.0
15.5
16
14.0
14.5
15.0
17
14.6
15.4
15.9
17
14.0
14.4
14.9
18
14.6
15.2
15.9
18
14.0
14.4
14.9
19
14.6
15.2
15.9
19
14.0
14.4
14.9
Tabla 5.3 Anchura de la Cabeza (Eu – Eu) (cm.)13
Hombres
Mujeres
EDAD
-1 DE
MEDIA
+1 DE
EDAD
-1 DE
MEDIA
1a5
meses
14.3
14.9
15.5
1 a 5 meses
13.9
14.2
14.5
6 a 12
15.4
15.8
16.2
1 año
15.4
16.2
17.0
2 año
16.3
16.9
17.4
3
16.7
17.4
18.0
4
17.0
17.5
18.0
5
17.4
17.9
18.4
6
17.2
17.8
18.3
7
17.4
18.1
18.7
8
17.4
18.1
18.8
9
17.4
18.1
18.8
10
17.6
18.3
18.9
11
17.7
18.3
19.0
12
17.8
18.4
19.0
13
17.8
18.4
19.0
14
17.8
18.4
19.0
15
17.9
18.5
19.1
6 a 12
14.7
15.2
15.7
1 año
16.0
16.7
17.3
2 año
15.8
17.0
18.3
3
17.1
17.7
18.4
4
17.5
18.1
18.8
5
17.4
18.1
18.7
6
17.6
18.3
19.1
7
17.6
18.4
19.2
8
18.0
18.6
19.5
9
18.0
18.6
19.1
10
18.2
18.8
19.4
11
18.0
18.7
19.5
12
18.1
18.9
19.6
13
18.1
18.8
19.6
14
18.2
18.9
19.7
15
18.7
19.4
20.1
16
17.8
18.4
19.1
16
18.8
19.3
19.9
17
17.8
18.4
19.1
17
18.6
19.4
20.3
18
17.8
18.5
19.2
18
18.6
19.3
19.9
19 a 25
18.0
18.7
19.4
19 a 25
19.1
19.7
20.4
Tabla 5.4 Longitud anteroposterior de la cabeza (Gl-Op) (cm) 13.
148
+1 DE
Fundamentación para la evaluación del crecimiento, desarrollo y función craneofacial
6. Índice cefálico
El índice cefálico es la relación existente entre la anchura de la cabeza (eu – eu) y la
longitud anteroposterior de la cabeza (gl – op) expresado como porcentaje. El valor
normal de esta relación se sitúa entre el 76% y 81% (individuos denominados
mesocéfalos). Cuando el índice cefálico es menor del 76%, el cráneo
probablemente es dolicocéfalo; si el índice cefálico es mayor de 81 %, braquicéfalo.
Para la determinación del índice cefálico puede realizarse el cálculo aritmético
simple o bien utilizar el nomograma de Lasker13 (véase Figura 5.20).
Índice cefálico =
Anchura
de
la cabeza
*100
Longitud anteroposterior de la cabeza
Figura 5.20 Cráneo braquicéfalo y dolicocéfalo.
Hombres
EDAD
0a5
meses
Mujeres
-1 DE
MEDIA
+1 DE
42.14
43.38
44.62
0a5
meses
EDAD
-1 DE
MEDIA
+1 DE
40.85
41.80
42.75
6 a 11
43.85
45.26
46.67
6 a 11
43.53
45.16
46.79
1 año
47.98
49.09
50.20
1 año
45.87
47.55
49.23
2 año
48.63
50.08
51.53
2 año
48.02
49.07
50.12
3
49.59
50.88
52.17
3
48.94
50.22
51.50
4
50.37
51.84
53.31
4
49.86
50.89
51.92
5
50.81
52.00
53.19
5
50.73
51.67
52.61
6
50.43
51.86
53.29
6
49.53
50.74
51.95
7
50.70
52.12
53.54
7
50.10
51.54
52.98
8
51.32
52.91
54.50
8
50.35
51.78
53.21
9
51.48
52.67
54.26
9
50.86
52.20
53.54
10
52.08
53.47
54.86
10
51.28
52.59
53.90
11
52.01
53.75
55.49
11
51.56
53.02
54.48
12
52.92
54.28
55.64
12
52.13
53.48
54.83
13
53.04
54.57
56.10
13
52.42
53.78
55.14
14
53.16
54.78
56.40
14
52.60
53.87
55.14
15
54.79
56.28
57.77
15
52.67
54.20
55.73
16
55.17
56.32
57.47
16
53.28
54.64
56.00
17
55.25
56.86
58.47
17
52.98
54.44
55.90
18
54.81
56.25
57.69
18
52.73
54.21
55.69
19 a 25
56.46
57.90
59.34
19 a 25
53.42
54.90
56.38
Tabla 5.5 Perímetro cefálico13.
149
Capítulo 5. Bóveda craneal
En el recién nacido los huesos de la bóveda son una lámina de trabeculado óseo.
Durante la primera década estos huesos desarrollan una cantidad variable de tejido
reticular diploe que contiene hueso medular separando las láminas del endocráneo
y el ectocráneo, las cuales están compuestas de hueso cortical; esto sirve para
disminuir el peso del cráneo sin reducir proporcionalmente la dureza1 (véase Figura
5.21).
Figura 5.21 Hueso de la bóveda craneal con disposición diploe.
El incremento del grosor de los huesos permite al diploe expandirse. Alrededor de los
cuatro años, la compactación lamelar del hueso reticular forma las tablas interna y
externa de los huesos craneales. Las tablas adquieren cada vez más la forma de
adulto. Esta estructura ósea diferencial crea una alta dureza: mientras la conducta
de la tabla interna está relacionada primariamente con el encéfalo y la presión
intracraneal, la tabla externa responde más a fuerzas extracraneales musculares y
fuerzas de sostén o de refuerzo.
El engrosamiento del hueso frontal en la línea media a la altura de la glabela resulta
de la separación de las tablas interna y externa con invasión del seno frontal entre
las dos láminas corticales. Solamente la lámina externa es remodelada, de forma
que la interna es estable a los 6-7 años de edad, reflejando el cese del crecimiento
cerebral. Entonces solamente el aspecto interno del hueso frontal puede ser usado
como punto de referencia para estudios de crecimiento desde la edad de siete
años. El crecimiento de la lámina externa durante la niñez produce los arcos
superciliares, los procesos mastoideos la protuberancia occipital externa y las líneas
o crestas nucales y temporales que están ausentes en el cráneo neonatal y que
están asociadas con la inserción de los músculos temporal y occipital15. Los huesos
de la bóveda continúan el engrosamiento lentamente aun después de que su
crecimiento general se ha completado1 (véase Figura 5.22).
150
Fundamentación para la evaluación del crecimiento, desarrollo y función craneofacial
Figura 5.22 Diferentes grosores de huesos de bóveda craneal.
Cuando la presión intracraneal se vuelve excesiva, como en la hidrocefalia, ambas
láminas de los huesos de la bóveda se adelgazan y se expanden ampliamente.
Contrariamente, la reducción en la función por ejemplo en la microcefalia resulta en
una bóveda pequeña (véase Figuras 5.23 y 5.24).
Figura 5.23 Hidrocefalia.
A
B
C
Figura 5.24 Radiografías de cráneo muisca con sospecha de hidrocefalia
La tensión de los músculos podría influenciar en algún grado el desarrollo del
proceso mastoideo, la lámina pterigoidea lateral, la línea temporal y nucal en el
cráneo, el proceso coronoides y el ángulo de la rama-cuerpo de la mandíbula.
Fuerzas externas anormales aplicadas durante el desarrollo pueden distorsionar la
morfología craneal, mas no la capacidad craneal, como es evidente por las formas
bizarras que los cráneos adquieren cuando es aplicada una presión por artefactos
en los cráneos de niños en algunas sociedades primitivas1 (véase Figura 5.25).
151
Capítulo 5. Bóveda craneal
A
B
C
Figura 5.25 Cráneo muisca con evidencia ósea y radiográfica de deformación craneal
intencional.
7. Mecanismos de desarrollo y fusión de las suturas
Todas las suturas tienen algún grado de fusión por uniones óseas o sinostosis. La
sinostosis sutural comienza a diferentes edades en varias suturas del cráneo, se inicia
en la superficie endocraneal y termina en la ectocraneal1.
Al nacimiento los huesos frontales están separados por la sutura interfrontal o
metópica; la fusión sinostósica de esta sutura usualmente comienza alrededor del
segundo año y unifica el hueso frontal en un solo hueso alrededor de los siete años
de edad. La sutura metópica persiste en el adulto en un 10-15% de los cráneos. En
tales casos, los senos frontales están ausentes o hipoplásicos1 (véase Figura 5.14).
El cierre de las suturas en el resto de la bóveda craneal comienza entre los 25 y 30
años, aunque hay una amplia variación, el orden usual es: sagital, coronal y
lamboidea. Las suturas faciales en contraste, pueden permanecer latentes hasta
muy tarde en la vida adulta1 (véase Tabla 5.6).
Sutura craneal
Comienzo de cierre Sutura facial
(años)
2
Intermaxilar (palatina)
22
Frontomaxilar
24
Frontonasal
Comienzo de cierre
(años)
30 a 35
68 a 71
68
Interfrontal
Interparietal (sagital)
Frontoparietal
(coronal)
Occipitoparietal
26
Nasomaxilar
68
72
(lamboidea)
Frontocigomatica
Temporoparietal
35-39
Cigomaticomaxilar
70 a 72
Tabla 5.6 Época de cierre de algunas suturas craneofaciales en humanos8.
Los mecanismos moleculares involucrados en la morfogénesis y fusión de las suturas
han sido descubiertos a través de la patogénesis de la craneosinostosis. Las
preguntas son: ¿Por qué durante la osteogénesis de la bóveda la osificación cesa y
las suturas se forman cuando los huesos opuestos se encuentran? ¿Hay un mensaje
osteoinhibitorio previniendo la osificación de las suturas? La evidencia de los datos
sugiere papeles específicos para los factores de crecimiento así como para BMP y
Shh rutas de señalización en el desarrollo de las suturas craneales, pero no es claro la
cascada morfogenética. La señalización desde la duramadre parece regular el
152
Fundamentación para la evaluación del crecimiento, desarrollo y función craneofacial
mantenimiento de la sutura prenatalmente, mientras señales en los frentes de
osteogénesis parecen dominar después del nacimiento8.
El hueso escamoso del hueso temporal es independiente de la inducción del
encéfalo y está presente en anencefalia2.
El desarrollo precoz del encéfalo determina la predominancia temprana del
neurocráneo sobre la cara y el sistema masticatorio. Aunque el encéfalo y
consecuentemente la bóveda ósea neurocraneal, se desarrolla muy rápida y
tempranamente, su crecimiento cesa más rápido que los elementos faciales y
masticatorios. La predominancia del neurocráneo sobre la cara es mayor en el feto,
reduciendo a una proporción de 8 a 1 al nacimiento, 6 a 1 al segundo año, 4 a 1 a
los cinco años, y 2 a 2.5 a 1 en el adulto. Al nacimiento, el neurocráneo ha
alcanzado 25% de su total crecimiento; éste completa el 50% a los seis meses y 75%
a los dos años. A los diez años el crecimiento neurocraneal es de 95%, pero el
esqueleto facial ha alcanzado solamente un 65% de su crecimiento total. En la vida
posnatal el neurocráneo incrementa 4-5 veces su volumen, mientras la porción
facial lo incrementa de 8 a 10 veces3 (véase Figura 5.26).
Figura 5.26 Comparación de las proporciones faciales y craneales en el recién nacido y en el
adulto.
8. Forma de la cabeza y compromisos de las suturas
Las sinostosis prematuras aisladas son raramente una anomalía familiar o
genéticamente determinada, producen distorsiones craneales características como
resultado del crecimiento continuo del cerebro y efecto en las suturas normales. La
sinostosis de la sutura sagital limita el crecimiento lateral, aumentándolo en dirección
anteroposterior, resultando en un cráneo en forma de bote, en la llamada
escalocefalia. La sinostosis bilateral de las suturas coronales limita en crecimiento
anteroposterior de la bóveda, produciendo un cráneo puntiagudo (oxicefalia y
turricefalia) y corto (braquicefalia). La sinostosis prematura de un lado de las suturas
lamdoidea y coronal causa oblicuidad del cráneo (plagiocefalia) (véase Figura 5.27
y Tabla 5.8). La trigonocefalia, describe una deformidad, donde el cráneo tiene
forma aguda en los huesos frontales y está asociado con la fusión prematura de la
sutura metópica con hipotelorismo1 (véase Figura 5.27 y Tabla 5.7).
Cuando se observa sinostosis precoz o asimétrica de suturas craneales se aplica la
ley de Wirchow: el cráneo crece en el sentido de la sutura que se cierra
precozmente13.
153
Capítulo 5. Bóveda craneal
Figura 5.27 Tipos de cráneos: A) normal; B) trigonocefalia;
C) braquicefalia; D) y E) plagiocefalia; F) dolicocefalia.
Forma de la cabeza
Sutura fusionada o ausente
Dolicocefalia (escafocefalia)
Braquicefalia
Plagiocefalia anterior
Plagiocefalia posterior
Trigonocefalia
Sagital
Coronal bilateral
Coronal unilateral
Lamboidea unilateral
Metópica
Tabla 5.7 Forma de la cabeza y compromiso de las suturas .
9. Anomalías de desarrollo
El desarrollo patológico de la bóveda craneal puede ser debido a malformaciones,
disrupciones, deformaciones y displasia.
9.1 Malformaciones
La sutura metópica no se observa en la parte inferior de la frente en la
holoprosencefalia, y está anormalmente abierta en la hidrocefalia. En condiciones
como cretinismo, progeria, trisomía 21 y disostosis cleidocraneal hay retardo en la
osificación de la sutura metópica y las suturas sagitales de la bóveda, de forma que
la fontanela anterior puede permanecer abierta1.
En el encefalocele parietal los huesos parietales se perforan por tejido cerebral
hemisférico2. El agujero caecum localizado entre la sutura frontoetmoidal puede no
hacer un cierre correcto y permitir la herniación del contenido craneal en la cara,
formando encefalocele1.
En el síndrome de Meckel Gruber se presentan defectos en la formación de huesos
osificados endocondralmente, resultando en una falla para el cierre normal en las
regiones donde se encuentran estos huesos. Las partes de formación
intramembranosa se fusionan normalmente1.
Las fontanelas y las suturas pueden presentarse excesivamente abiertas en
hidrocefalia y cerrarse prematuramente en la microcefalia.
La craneosinostosis, la prematura fusión de las suturas (1 en 2.500 nacidos vivos)8 da
como resultado la cesación del crecimiento sutural. La interrupción del crecimiento
óseo ocurre en ángulo recto a las suturas fusionadas, de manera que resulta en un
crecimiento anormal compensatorio en otras direcciones que resultan en
distorsiones de la forma de cráneo.
Hay varias craniosinostosis asociadas con sindactilia, a los cuales se les refiere
colectivamente como acrocefalosindactilias, dentro de las cuales se encuentra el
154
Fundamentación para la evaluación del crecimiento, desarrollo y función craneofacial
Síndrome de Apert12. Algunos de los muchos
craneosinostosis pueden verse en la Tabla 5.8.
síndromes
que
presentan
Síndrome de Apert
Síndrome de Crouzon
Síndrome de Pfeiffer
Síndrome de Seckel
Síndrome de Saethre-Chotzen
Síndrome de Jackson-Weiss
Síndrome de Carpenter
Tabla 5.8 Síndromes con craniosinostosis.
La bóveda craneal no se desarrolla en anencefalia y es acompañada por ojos
salientes y cuello pequeño. Como anomalías asociadas se puede encontrar:
hidronefrosis, paladar fisurado, hernia diafragmática, omfalocele, labio hendido y
otras (véase Tabla 5.9).
Anencefalia
Encefalocele
Holoprosencefalia
Otocefalia
Aplasia nasal, aplasia heminasal
con o sin proboscis.
Tabla 5.9 Síndromes con contorno craneofacial anormal .
9.2 Disrupciones
La bóveda craneal puede verse afectada por la adhesión de bandas amnióticas, y
el defecto y la localización depende del sitio de la adhesión y de la banda en si
misma2.
9.3 Deformaciones
Las deformaciones pueden ser vistas cuando se presenta oligohidramnios como en
el síndrome de Potter, donde los huesos frontales son presionados2.
155
Capítulo 5. Bóveda craneal
Referencias
1.
2.
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