Subido por Alberto Valencia

Mantenimiento de rutina NFPA 25

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Mantenimiento de rutina
Por Matt Klaus
Una mirada a los cambios en la edición 2014 de NFPA 25, Norma para la inspección, prueba y
mantenimiento de sistemas hidráulicos de protección contra incendios
la edición 2014 de NFPA 25.
Cambios clave en
NFPA 25, Norma para la inspección, prueba y mantenimiento de sistemas hidráulicos de protección
contra incendios, se centra en cuestiones de uso y desgaste que pueden reducir la función del sistema
hidráulico de protección contra incendios y llevar a un funcionamiento ineficiente del sistema. Los
sistemas hidráulicos cuentan con un excelente registro de confiabilidad y en la mayoría de los casos
en los que estos sistemas son ineficientes o fallan al operar es por causas que pueden ser fácilmente
evitables. Según los datos de la NFPA, el 63 por ciento de los sistemas que fallan al operar es el
resultado de un corte en el suministro de agua. La falta de mantenimiento de rutina es otro factor
importante en el desempeño insatisfactorio del sistema. Un programa de inspección, prueba y
mantenimiento (IPM) como el descrito en NFPA 25 (incluida una nueva prueba del estado de la
válvula propuesta en la edición 2014) es un modo simple de mantener la confiabilidad de estos
sistemas.
Es importante mantenerse a la par de la evolución de NFPA 25, y la edición 2014 presenta una serie
de cambios importantes. Estos cambios incluyen disposiciones del IPM para inspecciones
relacionadas con la bomba; pruebas de suministro de combustible para bombas de incendio diesel;
definición de "sistema de rociadores"; inspección del interior de las tuberías de rociadores;
expansión del alcance de la norma para incluir los sistemas de neblina de agua; nuevas disposiciones
del IPM agregadas para la NFPA 13D, sistemas en ocupaciones residenciales y centros de acogida; y el
agregado de la prueba del estado de la válvula para asegurar que el agua llegue al sistema del
rociador.
Cualquiera que haya estado presente en la Reunión Técnica Anual de la NFPA en Las Vegas en el
2010 sin duda recuerda el debate sobre si debía modificarse la frecuencia de las pruebas operativas
en la bomba de incendio eléctrica de una frecuencia semanal a una mensual en la edición 2011.
Llevar a cabo este cambio, generó mucha controversia. Por un lado estaban los expertos en bombas y
los contratistas que creían que las pruebas semanales eran un factor clave para que las bombas de
incendio alcanzaran un registro de desempeño excelente en cuando a su confiabilidad. Por el otro,
estaba la gente que tenía que pagar 52 pruebas operativas al año, en lugar de 12, por un mero
aumento en la confiabilidad.
Después de la publicación de la edición 2011, la Fundación para la Investigación de Protección contra
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Incendios (FPRF) inició un proyecto para observar la recolección de datos de las bombas de incendio
que establecería el debate sobre la frecuencia adecuada de las pruebas operativas de las bombas de
incendio. El proyecto de investigación utilizó un índice de falla para las bombas de incendio eléctricas
y diesel para estimar la confiabilidad de cada tipo de bomba en base a una prueba semanal y
mensual.
Frecuencia de la prueba operativa de la bomba de incendio
El Capítulo 8, sobre las disposiciones del IPM relacionadas con las bombas de incendio en NFPA 25,
se sometió a algunos de los cambios más importantes para la edición 2014.
El debate sobre la edición anterior se sumergió en el desarrollo de la edición 2014. Después de
revisar esta información en ambas reuniones del comité, el comité técnico de la NFPA 25 hizo
algunas modificaciones en los requisitos de las pruebas operativas en la sección 8.3. Para las bombas
diesel, los requisitos de referencia no se modificaron y la prueba operativa se debe aún efectuar
semanalmente. El comité agregó una disposición que permitiera utilizar una frecuencia alternativa
para las pruebas cuando la frecuencia revisada estuviera respaldada por un análisis de riesgo.
Los requisitos para las bombas eléctricas se modificaron sustancialmente. En base a los datos
reunidos del proyecto FPRF, se determinó que no todas las bombas, y más específicamente los
edificios que las albergaban, se beneficiarían con una reducción de la cantidad de pruebas operativas
por año de 52 a 12. El comité técnico decidió que, ya sea debido a los riesgos asociados con el edificio
o el tipo de disposición de la bomba para el controlador, se debían probar ciertas disposiciones de la
bomba de incendio con mayor frecuencia. Como tal, la edición 2014 de NFPA 25 requerirá bombas
eléctricas en edificios de altura, bombas eléctricas con turbina vertical, y bombas que utilizan
controladores de servicio limitado para someterse a pruebas operativas semanales. Para todas las
demás bombas de incendio eléctricas, una prueba operativa mensual es aún apropiada. El análisis de
riesgo que puede efectuarse para las bombas diesel también aplica a las bombas eléctricas.
Verificación de la calidad del combustible diesel
Otro tema candente en el Capítulo 8 fue la prueba del suministro de combustible para las bombas de
incendio diesel. Se analizó el concepto en la primera reunión del comité y éste lo rechazó, pero
durante la reunión de informe de comentarios resurgió la idea y ahora se requiere de una prueba
anual para analizar la calidad del combustible.
El agua y otros materiales como la cera, el jabón y los aditivos pueden contribuir con la corrosión del
tanque de acero y con el desarrollo del crecimiento microbiológico en la interfaz del combustible y el
agua. El desarrollo del crecimiento microbiológico puede llevar a que se dañen componentes de los
sistemas y a la potencial falla de la bomba. El costo de efectuar la prueba de calidad del combustible
se consideró razonable, inferior a $100 para los materiales de prueba, y se justificaron los beneficios
para el sistema y para evitar posibles daños.
Definición de “sistema de rociadores”
Durante el ciclo de revisión que generó la edición 2013 de NFPA 13, Instalación de sistemas de
rociadores, el comité técnico a cargo de la definición de “sistema de rociadores” modificó dicha
definición para definir esencialmente un sistema como una red de tubería ubicada por debajo de una
válvula de control, fuente de agua, interruptor de flujo y drenaje. En el caso de los edificios de altura,
la tubería del sistema que se encuentra ubicada por debajo de un conjunto de montaje de una válvula
de control del piso (FCVA, por sus siglas en inglés) se define ahora como un “sistema de rociadores”.
Para poner este nuevo concepto en práctica, se toma como ejemplo un edificio de 50 pisos que está
totalmente provisto de rociadores. El edificio completo se consideró alguna vez protegido por un
sistema de rociadores único. Con la definición revisada, se considera ahora que el edificio cuenta con
50 sistemas de rociadores, uno en cada piso.
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Se agregó la definición de NFPA 13 para “sistema de rociadores” a la edición 2014 de NFPA 25. El
impacto de este cambio es que cuando la norma exija que se complete una acción de IPM para un
“sistema”, esto deberá hacerse en cada piso del edificio que cuenta con un FCVA, o en cada parte del
edificio que esté dividida por una válvula de control, interruptor de flujo y drenaje. El mayor impacto
para la aplicación de esta definición sería la evaluación interna requerida por las secciones 14.2.1 y
14.2.2, donde se necesitaría realizar una evaluación interna piso de por medio de un edificio de altura
cada cinco años. En ediciones anteriores de la norma, la aplicación común de esta disposición
consistía en abrir el sistema y efectuar una inspección interna en dos o tres áreas del edificio. Este
enfoque ya no es adecuado debido a la modificación de la definición, que ahora exige que se abra el
sistema en piso de por medio según se describe en la sección 14.2.2.
Los propietarios de un edificio que no desearan llevar a cabo la evaluación piso de por medio cada
cinco años necesitarían ilustrar a través de una evaluación de riesgo que un programa de evaluación
alternativa es adecuado.
Evaluaciones internas
El Capítulo 14 de NFPA 25 tuvo una modificación importante relacionada con lo que en la edición
2011 se denominó "inspección interna". El concepto de una inspección interna se denominará ahora
“evaluación interna”, que incluye mirar dentro de la tubería en busca de posible degradación del
material, obstrucciones y desarrollo de crecimiento orgánico que pueda tener un impacto negativo
sobre el desempeño de los sistemas de rociadores.
Este concepto fue eliminado de la norma durante la primera reunión del comité, pero volvió a
presentarse para su análisis más adelante en el proceso e incluyó un cambio significativo a
comparación de la edición 2011. La edición 2014 exige que se lleven a cabo estas evaluaciones cada
cinco años; la misma frecuencia que en la edición 2011; excepto que un propietario pueda modificar
esta frecuencia en base a un análisis del riesgo que considere la historia del edificio y posiblemente
su ubicación geográfica.
Se agregó originalmente la evaluación interna como modo de identificar el crecimiento orgánico
dentro de la tubería del sistema, como los mejillones cebra y quagga que se encuentran
históricamente en la región de Great Lakes y junto al Río Mississippi. Otros sistemas de rociadores
pueden ser susceptibles al crecimiento orgánico debido a que se abastecen de fuentes de agua no
potable. Para las instalaciones que no presentan antecedentes de crecimiento orgánico, que están
ubicadas en regiones geográficas en las que los sistemas de rociadores no son susceptibles de
crecimiento orgánico, o que utilizan agua filtrada o tratada, puede ser adecuada una frecuencia de
evaluación interna revisada dependiente de un análisis adecuado. Cabe mencionar que esta
evaluación debe llevarse a cabo para cada sistema de rociadores, que sería cada piso de un edificio
con un conjunto de montaje de la válvula de control del piso.
Sistemas de neblina de agua
Históricamente, la NFPA 25 extraía los requisitos de IPM para los sistemas de neblina de agua de la
NFPA 750, Sistemas de protección contra incendios con neblina de agua. Luego de una revisión del
alcance de los comités técnicos hecha por el Consejo de Normas de la NFPA, no obstante, se
agregaron los “sistemas de neblina de agua” al alcance del Comité Técnico para la inspección, prueba
y mantenimiento de sistemas hidráulicos. Como resultado, los requisitos de IPM para los sistemas de
neblina de agua ahora se encuentran en NFPA 25.
Esta modificación es más a efectos organizativos que técnicos, pero los usuarios de los códigos deben
saber que la información se encontrará en NFPA 25 y que ya no estará en NFPA 750.
Ocupaciones residenciales para asilos y centros de acogida
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El Capítulo 1 de NFPA 25 establece claramente que los sistemas de rociadores instalados de acuerdo
con NFPA 13D, Instalación de sistemas de rociadores en viviendas uni y bifamiliares y viviendas
prefabricadas, no se encuentran dentro del alcance de la norma. Esto se debe a la simplicidad relativa
del sistema de la norma 13D y a la cantidad limitada de componentes que exigen la conducción de
actividades de inspección y mantenimiento al compararse con sistemas instalados en ambientes
comerciales más grandes y complejos. Como resultado, NFPA 25 excluyó explícitamente los sistemas
de la norma 13D de su alcance.
Con el correr de los años, no obstante, otras ocupaciones que no son viviendas unifamiliares y
bifamiliares simples, tales como las instalaciones de vivienda asistida, viviendas grupales, y
diferentes tipos de refugios residenciales a corto plazo, han comenzado a permitir la instalación de
los sistemas de NFPA 13D como un medio para proporcionar una cobertura con un sistema de
rociadores segura pero redituable. NFPA 101, Código de Seguridad Humana, permite esta disposición
para “pequeñas instalaciones residenciales de asilo y centros de acogida”. Ya que NFPA 25 no
gobierna este tipo de sistemas, NFPA 101 brinda una serie de requisitos de IPM para esta aplicación,
haciendo referencia nuevamente a NFPA 25 en relación a las tareas y frecuencias. Un capítulo nuevo
detallando los requisitos de ITM para pequeñas instalaciones residenciales de asilo y centros de
acogida se ha agregado a NFPA 25, permitiendo que los propietarios e inspectores que por lo general
recurren a la NFPA 25 en busca de las acciones de IPM también encuentren información que de otra
manera solo encontrarían en NFPA 101.
Prueba del estado de la válvula
Como se observó al comienzo, la causa más común de una falla operativa del sistema de rociadores es
una válvula cerrada que impide que el agua llegue al sistema. Para tratar este problema común, la
edición 2014 de NFPA 25 requerirá ahora una prueba del estado de la válvula que se lleve a cabo
siempre que una válvula vuelva a ponerse en servicio. Esta prueba simple permite al propietario,
inspector o gerente de las instalaciones confirmar que las válvulas no solo parecen estar abiertas,
sino que de hecho está fluyendo el agua a través de la válvula de control que se ha cerrado
recientemente.
El fin de completar una prueba del estado de la válvula es verificar que las válvulas de control
ubicadas por encima de la conexión de prueba no estén cerradas. Esto no proporciona una garantía
absoluta de un flujo de agua no obstruido o de válvulas totalmente abiertas, pero verifica de manera
razonable que no haya una válvula totalmente cerrada o compuerta de válvula caída adentro del
suministro de agua ascendente de la prueba. Esta prueba no agrega un costo significativo al
programa IPM para un edificio, ya que solo lleva unos pocos minutos. Muchas compañías de
inspección han estado efectuando pruebas del estado de la válvula durante años como un modo de
agregar otra capa al control de calidad.
Matt Klaus es ingeniero de protección contra incendios senior en la NFPA.
Source: https://www.nfpajla.org/archivos/exclusivos-online/sistemas-hidraulicos-supresionextincion/921-mantenimiento-de-rutina
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