Subido por FRANCISCO LUIS CUERVO RAMÍREZ

PADRE FRANCISCO OCAMPO ARISTIZÁBAL 60-AÑOS DE VIDA SACERDOTAL marzo 2022

Anuncio
EL PRESBÍTERO FRANCISCO OCAMPO ARISTIZÁBAL, “TESORO HUMANO VIVO” DEL
ORIENTE ANTIOQUEÑO.
En el mes de diciembre del año 2021, se cumplieron sesenta (60) años de ordenación
sacerdotal del padre FRANCISCO OCAMPO ARISTIZÁBAL, ciudadano nacido en el
municipio de El Santuario (Ant.), líder del desarrollo del Oriente antioqueño a través
de su vida dedicada al beneficio de las comunidades y a la construcción de territorios
a través del trabajo, la educación y la fe católica.
El virtuoso levita, a quien el Oriente de Antioquia le debe el impulso y la consolidación
de varios procesos de transformación social, de rescate y conservación de
comunidades territoriales, como la del municipio de El Peñol, así como la creación
de obras e instituciones que contribuyen a reparar en algo la deuda social que tiene
el país con la población rural, se constituye hoy en un ejemplo de “Tesoros Humanos
Vivos”, en los términos de la 32ª Conferencia General de la Unesco, realizada en
octubre del año 2003, según la cual aquellos son “los individuos que poseen en sumo
grado los conocimientos y técnicas necesarias para interpretar o recrear
determinados elementos del patrimonio cultural inmaterial”.
Por sí misma, la declaratoria del programa de “Tesoros Humanos Vivos” no es un
instrumento de reconocimiento que se pueda aplicar en forma directa en los países
pertenecientes a la UNESCO, sino que cada Estado debe reglamentarlo con
observancia a su legislación. Colombia no ha desarrollado aún ni legislativa ni
reglamentariamente aquel programa.
Hay varios países del mundo que han adoptado el programa de “Tesoros Humanos
Vivos”, entre los que se encuentran, además del Japón y Corea del Sur, que
originaron tal declaratoria, a Camboya, Filipinas, Francia, República Checa, Tailandia,
Chile y México.
A pesar de lo explicado en el párrafo anterior, es importante destacar que el Artículo
71 de la Constitución Política de Colombia da una pauta para que se hable y
reconozca el valor de las personas que en su vida se han dedicado a la conservación
de la identidad y el reconocimiento de alguna comunidad específica y de las
manifestaciones culturales de los territorios. Reza el texto constitucional lo siguiente:
“Artículo 71. La búsqueda del conocimiento y la expresión artística son libres. Los
planes de desarrollo económico y social incluirán el fomento a las ciencias y, en
general, a la cultura. El Estado creará incentivos para personas e instituciones que
desarrollen y fomenten la ciencia y la tecnología y las demás manifestaciones
culturales y ofrecerá estímulos especiales a personas e instituciones que ejerzan
estas actividades” (subrayas fuera del texto original).
Es probable que desde la Nación y las entidades territoriales no se pueda en
Colombia hoy destacar formalmente a un “Tesoro Humano Vivo”, puesto que el
Estado y sus servidores solo pueden hacer lo que les está permitido. Pero la sociedad
civil y sus instituciones, por su parte, pueden hacer todo aquello que no está
prohibido por la Constitución y la ley. Así las cosas, la comunidad del Oriente
antioqueño bien puede, como un gesto autónomo, libre y consciente, declarar a un
personaje destacado como “Patrimonio Humano Vivo de la Región” y propiciar que
ese reconocimiento se apropie en la los habitantes como suyo y como un homenaje
especial del territorio a quien lideró la conservación, la cohesión y la permanencia,
in situ, de los habitantes de El Peñol, a pesar de la indiferencia de los gobiernos y
de las Empresas Públicas de Medellín en la época de los años sesenta y setenta del
siglo pasado.
El padre Francisco Ocampo Aristizábal es un “Tesoro Humano Vivo” que se le
reconoce en el medio regional y nacional por su entrega a la misión eclesiástica, de
su compromiso con la justicia social, con las causas de los menos favorecidos y con
la reivindicación de los derechos de las gentes cuando a estas se les ha pretendido
vulnerar aquellos por personas o entidades.
Varios de los hechos pastorales del padre Francisco que evidencian el compromiso
eclesial y social después de su ordenación sacerdotal el 8 de diciembre de 1961, de
manos de su Obispo Diocesano, Monseñor Alfredo Rubio Díaz se resumen en el
fomento de la economía solidaria, en Marinilla, Guarne, Abejorral y El Peñol, en
donde promovió la fundación de cooperativas, a fin de asociar a los pequeños
productores campesinos y a los comerciantes en procura de motivar la solidaridad
para encaminar salidas a la difícil situación económica que en los años 60 y 70 era
característica en la mayoría de las familias del Oriente.
Por la época de llegada del padre Ocampo Aristizábal al municipio de El Peñol, en
1964, Empresas Públicas de Medellín iniciaba los trabajos de construcción de la
represa del rio Nare, por lo que profesionales, trabajadores y gentes de diversa
índole venían a la región donde se realizaban los trabajos, lo que generó inquietud
en los habitantes locales, no solo por la construcción de la obra, sino porque se
2
vaticinaba un cambio de costumbres de la población en los ámbitos social, familiar
y religioso.
Pero en el caso de El Peñol la situación se planteaba compleja, pues EPM, al
momento de ocupar los terrenos que requería para el embalse y las obras de
infraestructura, no pensó en conservar la localidad y su comunidad, sino en
indemnizar a la gente y dejar que cada familia tomara su propio rumbo en
localidades diferentes a la de El Peñol.
La Iglesia, con su Obispo diocesano y los sacerdotes de la parroquia y las entidades
sociales de El Peñol tuvieron que afrontar los problemas del cambio, por lo que
debieron buscar formas jurídicas para llegar a un acuerdo entre la comunidad y EPM
para realizar un estudio sobre los efectos nocivos que estas obras traerían sobre
todos los componentes del entorno del proyecto y cuáles deberían ser las
compensaciones por aquellas. En esa época no existía, como hoy, la obligación para
las empresas constructoras de proyectos hidroeléctricos de formular y ejecutar
planes de manejo ambiental con sostenibilidad y compensación social.
La acción de la parroquia, con el padre Francisco como acompañante de la
comunidad, fue eficaz e inmediata: promueve el Sindicato de Agricultores, lo
organiza y lo pone al tanto del problema, del cual ellos son los más afectados.
Fomenta las Juntas de Acción Comunal. En las Juntas Presbiterales expone la
situación social y en una de ellas se conviene en solicitar el estudio evaluativo que,
posteriormente, le fue confiado a “Codesarrollo”- hoy Fundación Socya -, y fue la
base para el Contrato Maestro en el año 1969, y del Contrato Parroquial que, a la
postre, pese a los descontentos, fueron los instrumentos conciliadores y orientadores
de las acciones de compensación y retribución por las obras, tanto para las familias
como para las instituciones públicas y privadas, entre ellas el Municipio y la
Parroquia.
Cuando llegó la hora del traslado de la cabecera de El Peñol, el cual se realizó
anticipadamente a lo que estaba previsto, en mayo de 1978, el padre Francisco
estuvo al frente de la comunidad y de sus feligreses, acompañándolos, apoyándolos
y sirviendo de vocero en muchas circunstancias.
Es preciso resaltar que, sin la presencia de la Diócesis, con sus obispos de cada
momento como líderes, y del padre Francisco Ocampo A. como gestor y motor del
proceso social, no se hubiera conservado la comunidad de El Peñol. No hubiera
3
“pueblo”. Hoy serían los ciudadanos y las ciudadanas oriundos de El Peñol un
conglomerado en la diáspora. Salvar la dignidad de la comunidad de El Peñol,
garantizar la conservación y el arraigo en el medio ancestral de un grupo humano
en un tiempo y en un espacio determinado, por encima de los intereses de EPM, en
su momento, fue una de las grandes hazañas del padre Francisco Ocampo A., que
queda como testimonio de liderazgo y compromiso sin par para esta y las futuras
generaciones. El hito histórico de la conservación del Municipio de El Peñol, se
constituye en el mayor reto generacional en Colombia para conservar el patrimonio
inmaterial de la comunidad de El Peñol, más allá de la estructura físico espacial de
la municipalidad.
En los años ochenta, siempre prestando atención a la reivindicación de las
poblaciones de El Peñol y Guatapé con motivo de las obras de la hidroeléctrica, el
padre Francisco participa activamente en la promoción y aprobación de la Ley 56 de
1981, que estableció que los recursos de la Nación que se le entrega a la Región por
concepto de generación de energía eléctrica y manejo de este recurso no fueran
administrados por la empresa propietaria, sino por una entidad de la Región.
A partir de la Ley 56/81 se inicia en el Oriente de Antioquia una campaña de líderes
de la región encaminada a procurar una propuesta de la institución encargada de
manejar los recursos por transferencias por compensación de la generación de
energía. En la página Web de Cornare (https://www.cornare.gov.co/resenahistorica/) hay un relato de ese proceso, dentro del que el padre Francisco es artífice
muy importante para lograr un consenso en los municipios de la región. Finalmente
se expidió la Ley 60 de 1.983 que creó a CORNARE para manejar a nivel
supramunicipal los recursos generados por las compensaciones económicas que EPM
debía pagar por el uso del agua, experiencia que sirvió para la creación del Ministerio
del Medio Ambiente, a través de la ley 99 de 1.993. Se considera, entonces, al padre
Francisco como uno de los precursores, promotores y fundadores de CORNARE.
La visión de pastor y amigo de los más necesitados, especialmente de las gentes del
campo, la ha desarrollado el padre Ocampo desde los años sesenta por medio de la
educación. Esta ha sido el motor a partir del cual ha gestado importantes obras que
han propendido por el “Desarrollo Humano Integral”. La propuesta educativa con
pedagogía activa, así como el fortalecimiento de las comunidades de base,
especialmente las de orden cooperativo, asociativo y de la Acción Comunal han
conformado la bandera permanente que ha enarbolado el padre Francisco a través
de su vida sacerdotal.
4
Como resultado de la motivación y del compromiso de las personas y de las
organizaciones que estaban trabajando con el “padre Pacho” en el empeño de llevar
educación a las gentes del campo en el Oriente de Antioquia, nace la
“CORPORACIÓN EDUCATIVA PARA EL DESARROLLO INTEGRAL – COREDI –” que, a
la vez, dio vida a la “FUNDACIÓN TECNOLÓGICA RURAL COREDI “, Institución de
Educación Superior con personería jurídica del Ministerio de Educación Nacional
según Resolución 1896 del 17 de abril de 2007. Al año 2021 el Teológico Coredi
tiene cinco (5) programas de Educación Superior Técnica y Tecnológica y once (11)
programas de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano.
En el año 2011 el padre Francisco Ocampo A. logró gestionar la emisora COREDI FM
90.5, cuyas frecuencias llegan a más de 35 municipios de Antioquia. Es una emisora
de interés público que complementa la labor educativa de toda la Organización
COREDI.
Paralelamente a las anteriores instituciones de educación, Coredi ha fomentado la
constitución de otras entidades de carácter solidario y asociativo como la “Mutual
Vida y Solidaridad – VIDASOL –”, “Agroindustria S.A.S.”, “Bioventas S.A.S.”,
“Publicaciones San Antonio” e “Inmobiliaria y Constructora Coredi S.A.S.” Las
entidades relacionadas constituyen una alianza estratégica que, junto con las
instituciones de educación, se ha denominado “La Organización Coredi”.
Puede decirse, sin lugar a equivocación alguna, que en el país existen muy pocas
instituciones con trayectorias educativas completas diferentes a COREDI pues, como
se anotó, esta Organización ofrece desde atención a la primera infancia, preescolar,
básica primaria, básica secundaria, media, educación para el trabajo y el desarrollo
humano, así como educación superior técnica y tecnológica, además de
alfabetización con apoyo radial. Y lo más especial es que el énfasis en su gestión
está dirigido a la población rural dispersa.
Hoy el padre se desempeña como miembro permanente de la Junta Directiva de
COREDI, en calidad de fundador. Su vida continúa como gestor del proyecto pastoral
del Santuario “El Marial”, bajo la advocación de María como la “Divina Pastora”, el
cual se está situado en la vereda “El Marial”, a doce kilómetros de la cabecera
municipal de El Peñol.
El padre Francisco Ocampo A. es un auténtico líder del bien, un motor de desarrollo
espiritual y material, porque piensa primero en el prójimo que en sí mismo y habla
5
más con el ejemplo que con la palabra; él es un pastor carismático y por su vida
austera, el padre Pacho camina por el sendero de lo que debe ser un sacerdote
santo, un “Tesoro Humano Vivo” para Colombia.
El Papa Francisco, en un gesto de reconocimiento que el padre Francisco ha realizado
en bien de la Iglesia diocesana de Sonsón – Rionegro, y de otras iglesias hermanas
de esta diócesis, le otorgó el título de “Capellán de Su Santidad”, el pasado 18 de
enero de 2022, el que será entregado en la Catedral de San Nicolás de Rionegro, en
el marco de la celebración de los 65 años de creación de la diócesis.
Marzo 17 de 2022
Francisco Luis Cuervo R.
6
Descargar