GIOVANNI TESTORI LUIGI GIUSSANI BOL S I L L O EL SENTIDO DE NACER NTIDONACIMIENTO.Indd Libros de bolsillo 98 1 12/03/14 08:2 NTIDONACIMIENTO.Indd GIOVANNI TESTORI LUIGI GIUSSANI El sentido de nacer Introducción de Giuseppe Frangi Epílogo de Teresa Suárez del Villar Acebal 3 12/03/14 08:2 NTIDONACIMIENTO.Indd Título original Il senso della nascita © 2013 RCS Libri S.p.A., Milán © 2014 Ediciones Encuentro, S. A., Madrid Traducción de Carmen Giussani con la colaboración amistosa de José Luis Almarza Diseño de la cubierta: o3, s.l. - www.o3com.com ISBN DIGITAL 978-84-9055-259-9 Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y ss. del Código Penal). 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Giovanni Testori, en cambio, es un escritor, crítico de arte, editorialista del Corriere della Sera. Se habían conocido dos años antes, cuando un artículo de Testori sobre el asesinato del líder político italiano Aldo Moro había atraído la atención de algunos universitarios de CL, que fueron a conocerle personalmente y le llevaron después a conocer a don Giussani. Entre los dos el entendimiento fue inmediato, ya que ambos procedían de una común matriz, la del concreto catolicismo lombardo. Testori, de hecho, era un escritor que, antes que declararse católico, se describía a sí mismo como alguien que se había NTIDONACIMIENTO.Indd 5 5 12/03/14 08:2 medido siempre con el catolicismo hasta el fondo. Su recorrido personal, intensa y a veces brutalmente dramático, había dado un vuelco en 1977 a raíz de la experiencia de la muerte de su madre. En referencia a él, los periódicos hablaron de «conversión». En realidad, la de Testori había sido más sencillamente la experiencia de un encuentro: el encuentro con aquellos jóvenes de los que no sabía nada y que habían ido a llamar a su puerta. Y después, sobre todo, el encuentro con don Giussani. «Giussani ha sido una persona que no ha censurado absolutamente nada de lo que yo era, ni siquiera esas partes de mí que podían crear escándalo», contaría más tarde Testori, refiriéndose también al hecho de su propia homosexualidad. Hijo de una familia de pequeños industriales lombardos, Giovanni Testori había nacido en Novate Milanese, un pueblo a las puertas de Milán, en 1923. Licenciado en Historia del Arte en la Universidad Católica de Milán, con una tesis que fue contestada y también en parte censurada por las autoridades académicas debido a ciertas aperturas a la estética del arte contemporáneo, Testori fue «adoptado» por Roberto Longhi, el historiador de arte más importante del siglo XX en Italia, descubridor de Caravaggio. Con Longhi, Testori se afirma como uno de los principales estudiosos, en particular del arte lombardo: a él le debemos el redescubrimiento de esos extraordinarios complejos artísticos que son los Sacros Montes, construidos a partir de finales de 1400 a los pies de los Alpes. NTIDONACIMIENTO.Indd 6 6 12/03/14 08:2 Mientras tanto, se estrena también como escritor, publicando una serie de libros que cosechan un gran éxito de público y que tienen como telón de fondo la ciudad de Milán en la posguerra y el boom económico. Tres de estos títulos se publican también traducidos al español: Casas Baratas (Plaza & Janés, Barcelona, 1962), El Puente de la Ghisolfa (Plaza & Janés, Barcelona, 1963) y La Gilda del Mac Mahon (Plaza & Janés, Barcelona, 1964). Luchino Visconti se sirvió de algunos de sus relatos para su película más famosa: Rocco y sus hermanos. La parábola de Testori fue muy similar, y en muchos sentidos paralela, a la de Pier Paolo Pasolini. Misma generación, mismo apego a las ciudades de nacimiento o de adopción (Milán y Roma), misma relación libre de cualquier hipocresía con la religión y con la Iglesia. Sobre todo, Pasolini y Testori fueron considerados intelectuales «heréticos» por parte de la intelligentsia oficial italiana, tanto la de sello progresista como la conservadora. Al morir Pasolini en 1975, Testori tomó su relevo como columnista en la primera página del Corriere della Sera: al igual que Pasolini, Testori fue un observador no alineado, contracorriente, no sólo por sus tomas de postura, sino sobre todo por su opción de poner el factor humano en el centro de todas sus intervenciones. Este planteamiento anti-intelectualista desencadenó furiosas polémicas en contra de Testori, exactamente como había pasado también con Pasolini. Fue precisamente una de estas intervenciones, publicada en primera página del Corriere della Sera, lo que llamó la atención de un grupo de chavales de CL NTIDONACIMIENTO.Indd 7 7 12/03/14 08:2 que estudiaban en la Universidad Católica: a raíz de ese encuentro se originó para Testori una experiencia nueva e importante incluso desde el punto de vista creativo. En particular, el teatro fue el centro de su apasionado compromiso con los jóvenes. Junto a Emanuele Banterle, entonces alumno de la Católica, y a la Compañía del Arca, creada por unos estudiantes de Forlì, llevó a escena un texto suyo, Interrogatorio a María, que tuvo más de 500 representaciones en toda Italia y que en el verano de 1980 se representó también en Castelgandolfo ante el Papa Juan Pablo II. Sucesivamente, siempre junto a Banterle, y a uno de los más famosos actores italianos, Franco Branciaroli, fundó una compañía teatral, Gli Incamminati (Los encaminados), destinada con los años a convertirse en una entidad importante en el panorama del teatro nacional. A comienzos de 1980, Giovanni Testori le propuso a don Luigi Giussani quedar para un coloquio que daría lugar a un libro. No era una idea sencilla, ni mucho menos obvia. Testori, escritor famoso, se disponía a seguir con una actitud muy humilde a un sacerdote popular entre los jóvenes, pero siempre bajo el fuego cruzado de muchos «maîtres à penser». Por lo que respecta a don Giussani, como escribió el periodista Lucio Brunelli en su introducción a una reedición del libro, publicada como suplemento del semanario Il Sabato en 1982, «Il senso della nascita de alguna manera marca un giro en la historia de CL». ¿En qué sentido? El mismo Brunelli lo aclara: «La novedad no reside tanto en los juicios que expresa NTIDONACIMIENTO.Indd 8 8 12/03/14 08:2 Giussani. Quienes tuvimos la suerte de participar, a partir de 1976, en los encuentros de los responsables de Comunión y Liberación, ya los habíamos escuchado. La novedad consiste en el hecho de que por primera vez y sin mediaciones, esos juicios se convierten en un hecho público, rompedor con respecto a los esquemas en los que se ha pretendido amordazar la imagen de CL». En efecto, el libro «que el coraje intelectual del escritor hizo posible» fue publicado por la principal editorial italiana, la Rizzoli, y por tanto iba destinado a un público amplísimo y sin etiquetas. Este hecho «rompedor» que detalla Brunelli encuentra una correspondencia muy precisa en el mismo diálogo: Il senso della nascita, en efecto, desmonta una imagen de CL malignamente elaborada por los grandes medios de comunicación. Es decir, la imagen de un movimiento de «cruzados», de «“tropas integristas” que se mueven sólo “reaccionando” ante los ataques del enemigo laicista» (Brunelli). Se encerraba a CL en el esquema de una contraposición ideológica, como la vanguardia organizada de un catolicismo en busca de una nueva hegemonía cultural y social. Giussani en cambio aprovecha esta ocasión pública, no «interna» al movimiento, para aclarar, con palabras que todavía suscitan conmoción —tal es su precisión—, su pensamiento: «Este es el tiempo en el que es necesario rescatar la conciencia de la persona. Es como si ya no pudiéramos hacer cruzadas o campañas sociales. Cruzadas programadas, grupos organizados. Un “movimiento” nace exactamente con el despertar de la persona. Es algo impresionante» (p. 72). NTIDONACIMIENTO.Indd 9 9 12/03/14 08:2 Esta página es la que también restituye una dimensión plena al título del libro. El «nacimiento» al que se refiere es precisamente el de la persona. Dice don Giussani: «Paradójicamente, que el pequeño David de la persona se yerga libre en contra del Goliat del Estado, que es el instrumento poderoso de este engranaje destructor del hombre, es para mí el signo de los tiempos para los cristianos... Es sobre esta fragilidad, sobre esta debilidad última de la verdad donde se inserta la potencia de Dios con su promesa… y así nace el concepto de “movimiento”… el ideal de que nazca un movimiento, lo cual parece algo sin orden ni concierto y nadie sabe cómo puede acontecer. En efecto, su lugar de nacimiento es la partícula más inerme y desarmada que existe, es decir, la persona» (pp. 65, 66, 72). El mismo Testori, mediante la confrontación con Giussani, da testimonio de su propio «nacimiento» personal. En un momento dado del diálogo, de hecho, revela haber vivido el cristianismo como una mancha, no querida, «impresa en mi frente», casi una impronta que él maldecía. «Eras como un niño encerrado en un cuchitril», le explica Giussani. Es decir, con una interioridad encadenada y asustada. «Pero, en esas condiciones, nadie en la casa puede estar tranquilo, ni jamás podrá estarlo», subraya a continuación Giussani. Es como si dijera: tu condición no podía resultarnos ajena, no podía por menos que dejar nuestros corazones inquietos. En la dinámica entre esta pregunta —«¿Y esta casa es la Iglesia?»—y su respuesta revive el instante de dos años atrás, cuando Testori se sintió acogido por NTIDONACIMIENTO.Indd 10 10 12/03/14 08:2 Giussani y, como cuentan los testigos, no logró contener las lágrimas. El «sentido» de nacer no es algo que se adquiere de una vez por todas, es una pregunta siempre abierta, un confiarse en cada instante a Quien nos ha querido. Giovanni Testori murió el 16 de marzo de 1993. Durante años había seguido siempre con gran pasión y con gran libertad la vida de CL. Gracias a la relación con él, decenas de jóvenes han podido aclararse y encontrar su camino personal en la vida. Una dinámica que don Giussani recordó, con conmoción, celebrando el funeral de Testori en la parroquia de su pueblo natal, Novate Milanese. «Así te has convertido en padre de esos jóvenes, que en su extravío e indefensión (en italiano, sperdutezza, una palabra clave del libro, ndr), han hallado en ti un punto de referencia, al igual que tú has hallado un punto de referencia en ellos, un punto de esperanza en ellos. “¡Vinieron!”, decías, y sorprendías a quien te escuchaba. “¡Vinieron!”, pero, ¿quiénes? Esos atisbos, esas supervivencias de esperanza, para tus ojos y tu corazón; y te has lanzado en la relación con ellos; y has creado todo con ellos. Así los has “re-creado”. ¡Qué gracias tan profundo te dicen ahora! …». Il senso della nascita es un libro que, en el sentido real del término, dio comienzo a una vida. NTIDONACIMIENTO.Indd 11 11 12/03/14 08:2 NTIDONACIMIENTO.Indd EL SENTIDO DE NACER 13 12/03/14 08:2 TESTORI Henos aquí. Tú sabes que nuestro encuentro debería haber dado a luz un libro aislado, un libro y nada más. En cambio, adquiere el peso y tiene el gozo de abrir toda una colección. La misma decisión de juntarnos para dar vida a este libro nos ha granjeado un don que ni tú ni yo esperábamos. Pero, henos aquí para empezar, al mismo tiempo, una colección de libros que nos atañe directamente y, justamente por eso, quiere dirigirse a todos. Llevo unos días pensando que quizás convenga empezar por un aspecto particular. ¿Qué nombre darle a esta colección? Por lo que a mí respecta, pensando en un título, no consigo salir de dos posibles formulaciones: una podría ser los libros del nacimiento, o, con una expresión quizás demasiado íntima, los libros de la cuna; la otra, que me parece más justa y que no excluye la primera sino que más bien la contempla, podría ser los libros de la cruz. No consigo salirme de estos dos títulos, de estas dos realidades. Se me ha ocurrido una tercera formulación que está dentro de estas dos realidades, que se NTIDONACIMIENTO.Indd 15 15 12/03/14 08:2 superponen y se abrazan, la del nacimiento (de la cuna) y la de la cruz: los libros de la esperanza. A lo mejor, te pillo un poco desprevenido, pero queriendo empezar una colección que, firme y decididamente, aunque con todos los errores y las flaquezas posibles, quiere ser íntegramente una colección de libros católicos —o como ahora gusta decirse, una colección de corte «integrista»—, ¿qué título propondrías? Limitándote a los dos aspectos que he probado a sugerirte, ¿cuál elegirías? ¿Y por qué? DON GIUSSANI Elegiría los libros de la esperanza, porque la palabra «esperanza» remite a una espera primordial; y llama de tal manera la atención sobre ella que también abre el camino hacia una respuesta. Ahora bien, el nacimiento y la cruz forman ya parte integrante de esa respuesta. Un título que utilizara directamente la palabra que define la respuesta a la espera primordial del hombre no se entendería enseguida, precisamente porque quienes lo leyeran no sabrían relacionarlo necesariamente con ese sentimiento de esperanza mediante el cual Dios, con su acción, encarna la respuesta. Yo elegiría los libros de la esperanza. TESTORI Sobre lo que acabas de decir te pregunto: ¿por qué en mí, y creo que también en la gran mayoría de los hombres, es más fuerte la conciencia física vinculada a la palabra «nacimiento», o a la palabra «vientre NTIDONACIMIENTO.Indd 16 16 12/03/14 08:2 materno» o a la palabra «cruz»? Te pregunto: ¿por qué para mí la Navidad y la Cruz, el nacimiento y la pasión, tienen un peso, una resonancia, un carácter inevitable y diría fetal, tan fuerte, tan inextirpable, que, si fuera posible, le pondría por título desde la cuna, a través de la cruz, a la esperanza? Dado que no se puede poner un título que ya es un libro, resumiremos todo, como tú propones, en los libros de la esperanza. Pero quería pedirte que salieras en mi ayuda y me dijeras (y yo creo que esto tú lo sientes con mucha fuerza) por qué no sólo en mí sino en muchos, quizás en todos o en la gran mayoría de los jóvenes (es cierto que yo no soy joven; tú y yo tenemos la misma edad, pero soy «recién nacido» a una cierta verdad, más aún, a la Verdad), por qué estos dos momentos, que al final son «el momento», tienen un peso tan grande, por qué nos marcan a fuego para siempre. DON GIUSSANI Porque en ti la espera de encontrar una respuesta humana tiene ya una larga historia y entonces —así lo creo— tú conoces muy bien sus urgencias y sus impotencias. Por lo tanto, en ti la esperanza está totalmente abocada al primer vagido, aunque sólo sea al balbuceo de la respuesta, es decir, a lo que en el lenguaje cristiano se llama «anuncio». El anuncio de un hecho que, franqueando todas nuestras flaquezas, pequeñeces y mezquindades, se presenta como un abrazo regenerador, un abrazo que da lugar a un nuevo nacimiento, un abrazo que provoca una suerte de palingenesia NTIDONACIMIENTO.Indd 17 17 12/03/14 08:2 total. En fin, es como una carne marchita que vuelve a florecer, según el sentido de las palabras de Jesús a Nicodemo. TESTORI A propósito de la esperanza, que es el destino terrenal del hombre, su condición necesaria para caminar, y que nace, incluso físicamente, diría a nivel celular, de un estado de dolor (no sirve fingir, no serviría de nada; negarlo sería mentir) y al mismo tiempo de un estado de felicidad, porque coincide con la conciencia, con la razón de ser del hombre, pero también con el dolor, ese dolor propio del nacimiento que conlleva ya el dolor de la cruz… Pues, creo yo, cada hombre tiene su cruz, la reconozca o no; pequeña e indigna frente a la Cruz de las cruces, pero inmensa en cuanto cada hombre es una criatura de Dios; por tanto, la cruz de cada hombre es inmensa incluso con su mezquindad, con sus dudas, sus vergüenzas y traiciones. El hombre es un evento inmenso. Cada hombre, y por lo tanto todos los hombres. La historia de todos los hombres es una inmensidad multiplicada hasta el infinito. En el centro de esta inmensidad está clavada una esperanza que nace y está ligada al dolor. Este es el problema: constatar que también el gozo nos hace felices —y con ello nos devuelve la esperanza— sólo en la medida en que lo sufrimos intensamente, participamos de él, lo encarnamos, lo entendemos, lo asumimos, lo reconocemos; sólo en el instante en que, por todas estas razones, se torna un verdadero dolor por NTIDONACIMIENTO.Indd 18 18 12/03/14 08:2 desear a Dios. ¡Ay de quién teme el dolor y el dolor de nacer! Sería casi como vetar cualquier camino del hombre hacia la esperanza, frustrar cualquier avance conforme al designio de Dios y a la Sangre de Cristo para llegar a Aquel que existe verdaderamente, al tiempo que ya no es tiempo, al espacio que deja de ser espacio, y en el que, sin embargo, todo nuestro tiempo y nuestro espacio encontrarán al fin su consagración eterna y total. Por eso pienso que la realidad colosal del cristianismo es la resurrección de los muertos, cuando el cosmos será habitado, no por ideas, ni por hipótesis o memorias, sino por cuerpos resucitados, algunos participando de la Caridad, otros siendo excluidos de ella. Creo que justamente para que acontezca esta resurrección de los muertos, esta resurrección de los cuerpos, para que el cosmos sea habitado para siempre por cuerpos, es decir, por nosotros hijos de Dios y hermanos de Jesucristo, para que sea así, creo que no se puede prescindir del dolor y de la cruz. DON GIUSSANI Cuando aludía a tu largo recorrido en la esperanza pretendía exactamente señalar esta presencia del dolor en tu historia. Sin experiencia del dolor no hay experiencia de lo humano, esto es, de una urgencia existencial hostigada, objetada, derrotada. También estoy de acuerdo sobre el primer punto. Existen como dos aspectos de este dolor. El primero es el dolor carnal, el dolor por cómo el hambre acaba con la vida de miles de hombres en la India; por NTIDONACIMIENTO.Indd 19 19 12/03/14 08:2 la violencia en el Vietnam o en las bahías del Pacífico; el dolor carnal de centenares, miles de personas, millones de muertos por la guerra, en los campos de concentración, o por los miles y miles que padecen el frío en condiciones deshumanas en los gulag; al igual que ese dolor físico que se siente cuando muere un amigo o un familiar nos deja, o en ciertos casos de enfermedad, cuando preso de un humor negro a uno le embarga el terror de no salir con vida, de tener un mal incurable, de estar desahuciado; ese dolor punzante que abre paso a una tristeza lúgubre que aísla de todo el resto. Sin embargo, en la vida de muchas personas, especialmente para los que vivimos en la sociedad actual (pero creo que esta observación se puede extender también a otras épocas), existe la posibilidad de neutralizar, de compensar, no sé cómo decir, de aminorar este impacto mediante otras cosas de la vida, de tal manera que por la mañana podemos leer en el Corriere della Sera los titulares sobre los prófugos del Vietnam y luego pasar todo el día tan tranquilos; hasta tal punto que es como si al día siguiente, al volver a ver las mismas trágicas noticias, nos sorprendiéramos. Es decir, nuestro tipo de sociedad favorece una vida, diríamos, insignificante; como si cundiera un gran empeño por distraernos, por apartarnos del dolor, por hacernos olvidar esa realidad. Creo que para que el dolor llegue a ser lo que tú has dicho, un camino hacia un nuevo nacimiento, hacia una presencia esperada; para que llegue a darnos nueva vida —como acontece con el nacimiento y la cruz pascual, cruz y resurrección—, creo que es necesario el segundo aspecto del dolor: el dolor por NTIDONACIMIENTO.Indd 20 20 12/03/14 08:2 el propio mal, ese dolor que rescata cierta dignidad de nuestro mal y que, de alguna manera, devuelve cierta proporción a nuestra relación con el ideal. En fin, lo que el cristiano llama el dolor por el pecado. Creo que existe como una trágica alternativa cuando alguien es golpeado por el dolor carnal (tanto de uno mismo como de los demás, da igual). Por una parte, la rebeldía que reniega: «Este mundo no tiene ningún sentido»; o, dicho en otros términos: «Dios no existe porque existe este dolor». Mientras que con el dolor por el pecado esto no sucede; precisamente el golpe del dolor carnal es como si liberara la percepción de otro dolor más agudo, de distinta naturaleza; pero es ahí, en ese preciso momento, cuando empieza la admirable paradoja por la cual el mismo dolor carnal se convierte en puerta del cielo. Es como cuando el cielo se cierra, se cubre de nubarrones y de repente se rasga abriéndose un resquicio al azul, un anuncio de liberación. Cuando el golpe carnal, el dolor carnal —ahora no sé decirlo mejor— llega a ser una metáfora, una cifra, en resumen, un símbolo que remite a otro dolor, que levanta el velo que oculta otro dolor: el dolor moral, el dolor por el pecado. Ahí, en ese momento, insisto, sólo en ese momento, empieza el dolor moral; y el dolor se torna liberación. En cierto sentido, cuando el dolor carnal se convierte en un símbolo, conectando —de un modo llamativo, con la rapidez de un símbolo inconsciente— con el dolor por ser tan inadecuados ante el ideal, por no estar realmente sujetos al Misterio que hace todas las cosas, hace que esta señal, de manera repentina, no del todo consciente, obtenga NTIDONACIMIENTO.Indd 21 21 12/03/14 08:2 una liberación. El dolor moral es ya en sí mismo una liberación de la rebeldía y por lo tanto del sinsentido. Así empieza a restablecerse la verdad. Porque la verdadera cuestión no es tanto que el hombre sea impecable, sino que sea sincero; que empiece a situarse en el lugar que le corresponde, que asuma su realidad, que se disponga a la verdad. Entonces es como si el último de los días, el borde extremo de las cosas, el misterio mismo de Dios comenzara a recomponer su figura en una sonrisa que se inclina hacia él, en una actitud que le abraza y le regenera; es como si empezara a entregarle al hombre la palma de la victoria. TESTORI En mi vida, antes de una manera y ahora de otra, he recorrido, y recorro, el camino de este nacer de nuevo, al igual que lo hago recorrer a algunos de mis personajes. Por ejemplo, en el Ambleto (que es una recreación alterada del personaje de Hamlet),1 el monólogo ser o no ser se sustituye por otro larguísimo monólogo en el que Ambleto vuelve hacia atrás hasta ese momento en el que su padre y su madre se abrazaron y se amaron; hasta que retorna a ser una gota, la primera. Cuando escribí ese texto pesaba sobre mí la sombra de una maldición; pero, quizás, en esa misma sombra se ocultara ya una esperanza. ¡Y esto es extraordinario! Si tú vas hacia atrás, hasta el dolor que supone nacer, encuentras un acto de 1 Ambleto es un drama teatral de Giovanni Testori escrito en 1972. NTIDONACIMIENTO.Indd 22 22 12/03/14 08:2 amor; porque mi madre y mi padre se amaron en Dios; se amaron en Cristo. Hace falta decirlo. Creo que no hay que tener reparo en decirlo, porque son cosas que si se pronuncian en la esperanza se hacen sagradas en sí mismas. Es así: entre un hombre y una mujer que se aman hay un momento de abandono vertiginoso,2 un momento de pérdida y de liberación a la vez. ¡Quién sabe cuánto dolor y cuánta fatiga había detrás, y en ellos mismos, antes de ese momento! No sé si es justo, yo intento decirlo, luego, si es el caso, lo quitaremos y lo corregiremos. Un día de trabajo. Mi padre trabajaba, mi madre tenía ya otros hijos; y luego allá, en la cama donde nací, la misma cama donde duermo ahora, la misma cama donde murieron ellos, donde se amaron, donde unieron sus afanes y sus afectos —su amor—, y se unieron, según dicen también las Sagradas Escrituras, haciéndose un solo cuerpo, una sola alma; y, probablemente, con su amor se liberaron de sus fatigas; con su gozo, de su dolor… Porque fue gozo; se puede o se debe decir que nacemos de este momento de gozo inefable y de abandono; esto es, un gozo que va más allá de lo que se sabe, de lo que se comprende y se conoce. 2 Nota del traductor: La palabra «sperdutezza», que Testori utiliza en el texto italiano, abarca un campo semántico muy amplio, que resulta intraducible con una sola palabra en español. En el contexto de este diálogo, refiriéndose al momento preciso del encuentro conyugal, podemos aproximarnos a su significado con los siguientes términos complementarios: momento de abandono, vértigo de una entrega total; estado de indefensión al ceder confiado a otra medida; sensación de perder el control en una libre entrega amorosa. NTIDONACIMIENTO.Indd 23 23 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI La expresión «abandono vertiginoso» es justa y adecuada, porque es realmente como si se acogiera lo que trasciende ese momento… TESTORI Creo que también esto es una gracia de Dios, porque esta libre entrega sin reserva acontece en el seno del sacramento… DON GIUSSANI Es el mismísimo abismo de la fuerza que hace todas las cosas lo que vence al hombre en esos momentos; esos momentos que a menudo resultarían absolutamente ilógicos con respecto a los anteriores… TESTORI En cambio, adquieren una lógica; más aún, desprenden luz e inteligencia, porque Dios ha participado en ese momento —si así me pudiera expresar con un término que puede parecer abusivo, pero creo que es inevitable decirlo—, Dios ha tomado parte entre ellos, ha entrado y me ha hecho nacer. Cada uno de nosotros nace de un momento de entrega total, un momento de amor que ha llegado hasta el punto en que ni siquiera se puede descifrar su sentido más que con la ayuda, con la intervención y con la presencia de Dios. NTIDONACIMIENTO.Indd 24 24 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI ¡Abandono vertiginoso! Es hermosísimo, porque remite a otra fuerza que da plenitud a ese acto, que cumple ese hecho, y que es la potencia de Dios, la fuerza del misterio de Dios. TESTORI Fue de esta manera como nací, como fui hecho hijo. Entonces yo, pero no sólo yo, todos, los jóvenes que encuentro, con los que medito y meditamos sobre el dolor para que éste no nos aísle —como tú decías antes—, para que no sucumbamos a la tentación de complacernos en él y podamos vivirlo como un hecho liberador, creo y creemos haber entendido que el dolor debe conducirte —no una vez, ni de una vez por todas, sino siempre, en todos nuestros días y nuestras horas— a saberte hijo, debe llevarte a que te sientas hijo del Padre que es Dios, e hijo del padre terrenal que es el padre carnal de cada uno de nosotros. Entonces, cuando esto se da, el dolor ya no es algo que nos aísla de todo lo demás, sino que es un dolor en el que tomamos parte. Además, es precisamente en ese momento cuando advertimos el sentido real de la culpa, de la desobediencia, de la inferioridad de nuestra manera de ser hijos con respecto a la gracia de tener un Padre y una Madre celestes dentro del padre y la madre terrenales. Llegados a este punto percibimos que el dolor se torna una liberación; liberación y esperanza, porque genera en el hombre, inmediatamente, aunque no se dé cuenta, una conciencia abierta al misterio de la NTIDONACIMIENTO.Indd 25 25 12/03/14 08:2 Trinidad, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Una liberación y una esperanza que generan en el hombre la necesidad de ser, él mismo, padre; un padre pequeño, minúsculo, pero padre. Entonces, he aquí la esperanza: porque nosotros vamos hacia lo eterno de padre a hijo, de madre a hijo; este es el camino que Dios ha elegido y no hay otro. Ahora bien, yo siento que esta conciencia de ser hijo de Dios, querido por el Espíritu, redimido por Cristo, y de ser inseparablemente hijo de mi padre y de mi madre, hermano de mis hermanos —que ya tenía cuando nací y que tendría más tarde—, es el comienzo y la prueba fehaciente de todo. Porque entonces se establece un nexo propiamente familiar. Amplío la observación a los hermanos de mi padre, a las hermanas de mi madre, a mis primos y luego al mundo entero: entonces este sentido de ser hijo se despliega como un himno glorioso. Y esto redime el dolor. Llevas todo el peso sobre tus hombros porque no puedes quitarte tu dolor, el de tu padre histórico, de tu madre histórica, de tus antepasados, de tus hermanos, de quienes te rodean, de quienes vendrán después que tú; lo llevas todo, pero se hace llevadero; no porque mengüe la carga, sino porque encuentra su punto de apoyo en la paralela paternidad de Dios, en la contemporánea iluminación del Espíritu Santo y en la redención actual de Cristo. Porque llegados a este punto el dolor se convierte en conciencia clara de ser hijo y por tanto de ser el signo y el fruto del amor; el punto en el que tomas conciencia de que todo es amor; de que el motor primero de todo es el amor. Luego, este «más» de NTIDONACIMIENTO.Indd 26 26 12/03/14 08:2 amor para encarnarse necesita de un nuevo dolor; de no ser así, la conciencia del amor sería irreal, pura hipótesis. Me pasa muy a menudo —diría que siempre— de día, pero sobre todo por la noche, cuando camino por las calles, cuando paseo entre las casas, entre estos caserones enormes; o también cuando atravieso un pueblo, pero sobre todo cuando deambulo por las grandes ciudades, en cualquier caso aquí, en Milán, y veo todas estas ventanas cerradas; y pienso en todos los hombres y en todas las mujeres que duermen en ellas, infelices, felices, sanos, enfermos… entonces pienso: en este momento hay alguien en estas casas que se ama, en este momento Dios está allí para continuar su creación, el sentido verdadero de la creación. Entonces oigo este zumbido, este rumor, este grito silencioso de dolor. De repente, todo esto se me echa encima. Una vez me costaba; en cuanto lo notaba, me decía: estamos todos condenados a este lago inmenso de dolor donde tan sólo hay injusticia, sufrimiento, desigualdad y perversión. Me parecía que todo iba encauzado —diría casi a la fuerza— hacia el sinsentido y la muerte. Ahora, sin que el dolor haya remitido, sin que todo siga echándoseme encima, tengo la certeza de que todo está encaminado hacia la esperanza. Es una especie de gloria silenciosa y terrible que experimento. No sé si a ti te pasa. Oyes todos esos respiros; duermen… Por ejemplo, en verano, cuando están abiertas las ventanas. No es que yo quiera entrar, violar la intimidad de esas casas, de esas habitaciones, de esos lugares. Te estoy hablando del mismo soplo que sale de la respiración NTIDONACIMIENTO.Indd 27 27 12/03/14 08:2 de quienes duermen, a lo mejor, de quienes sufren, de quienes están enfermos; una respiración que es, que sería insostenible e innombrable si no recibiera su nombre de esa realidad que es a la vez ser hijos de Dios y de unos padres, que comporta el reconocimiento de los demás hermanos, de los demás seres, todos igualados en esta realidad de ser doblemente hijos, para ir todos hacia una esperanza que es la sola, verdadera, posible, esperanza: es decir, la conciencia de este dolor llevada hasta su fin último, hasta la ceniza y la gloria. Por volver a aquellos que más viven ese mutismo que la cultura moderna trata de imponer al dolor (no la «verdadera» cultura moderna que jamás ha enmudecido al dolor; eventualmente, ha distorsionado su voz, pero nunca la ha acallado); pues, por volver a los jóvenes, lo que me sorprende en ellos, especialmente en las últimas generaciones, lo que me sobrecoge, me humilla y me exalta, es el carácter indivisible que demuestran; hay en ellos una indivisibilidad que en nuestra generación no existía (nosotros estábamos divididos entre dolor y esperanza); me refiero a la inseparabilidad entre el dolor y la esperanza, ya vivan oprimidos por el dolor, ya vivan alentados por la esperanza. Lo que me sorprende es que en sus palabras y en sus vidas (porque son palabras que corren como la sangre y, por tanto, expresan vida; por otra parte, esta indivisibilidad existe también en sus gestos), tanto que se pierdan como que, en cambio, vivan para salvar al mundo gracias a la redención de la sangre de Cristo, el dolor y la esperanza, la esperanza y el dolor, NTIDONACIMIENTO.Indd 28 28 12/03/14 08:2 en ellos son realmente dos realidades inseparables. En efecto, también los que se pierden, se pierden por exceso de dolor, pero llevan dentro una conciencia trágica, quizás suicida, de que no se puede realizar esa separación. Claro que en ellos aparece cómo se les han negado ciertas oportunidades, quizás por culpa nuestra. Hacemos demasiado poco; rezamos demasiado poco; creemos demasiado poco; somos demasiado poco hijos; encarnamos demasiado poco este ser hijos y, por ello, hermanos. Sin embargo, por cómo he podido percibirlos y vivir con ellos, esta misma inseparabilidad también se da en ellos dada la vuelta en negativo. Giussani, tú que desde hace décadas compartes la historia de las jóvenes generaciones. Tú las has visto pasar; mejor dicho, ellas han pasado por dentro de ti; para muchos de estos jóvenes tú has sido de alguna manera un padre, un hermano… DON GIUSSANI Sí, yo creo que los jóvenes, especialmente estas últimas generaciones, se pueden definir como el nuevo lugar viviente en el que el dolor y la esperanza se solapan, vienen a coincidir. De hecho, es como si en ellos hubiese un gemido; gimen como cuando a los niños les pasa algo. Su gemir proviene de una necesidad física de tranquilidad, de una voluntad corporal de alcanzar esa serenidad que nace del equilibrio entre todas las presencias. En este sentido entiendo todo lo que decías antes; entiendo el porqué de este gemido; banalmente, se diría que gimen NTIDONACIMIENTO.Indd 29 29 12/03/14 08:2 porque les falta algo, se lamentan por una presencia que no tienen; precisamente la presencia que les ayude a nacer, a darse a luz; la presencia de eso que tú llamas el sentido del nacimiento. TESTORI Es como si todavía no hubiesen podido asumir del todo el hecho de haber nacido. Pero, yo creo que esta es la contestación más significativa que hoy los jóvenes dan a la cultura materialista. Una cultura que ha pasado de ser materialista a abstraerse totalmente de la materia; más aún, que ni siquiera considera la materia, tan sólo la usa; la manipula; abusa de ella; la utiliza; la asesina; la ahoga, la mata. DON GIUSSANI La toma tan sólo como un pretexto… TESTORI Porque, si la respetara, vería que en el fondo de la materia, está él, el nacer, el nacimiento. Pues, la respuesta más aguda en contra de esta cultura materialista, tanto el consumismo como el marxismo, es la que han dado los jóvenes en estos años: la inseparabilidad entre el dolor y la esperanza, tanto si se matan u optan por perderse, como si, en cambio, con fatiga, resurgen para amar y realizar la esperanza. La inseparabilidad entre la conciencia de ser hijo, entre el acto de nacer y la esperanza de llegar a ser padre, NTIDONACIMIENTO.Indd 30 30 12/03/14 08:2 de dar la vida. Esta es la respuesta que nadie quiere reconocer, sin embargo, la vida verdadera está allí… DON GIUSSANI Es cierto. Creo que el gemido que viene de la juventud —ese gemido que tus palabras me han permitido reconocer en todas las caras de los jóvenes de hoy— procede justamente de esta ausencia. Es como si la conciencia de haber nacido y de nacer no estuviese presente; es como si no hubieran asumido todavía esta dependencia. Es decir, que han sido queridos. Entonces se puede decir que en ellos la identidad entre el dolor y la esperanza depende de que haya emergido, aunque sea crepuscularmente, el presentimiento de su nacer, como lo llamas tú; esto es, el sentimiento de haber sido queridos. Porque el sentimiento supremo es el de ser querido. Por tanto, su manera de reaccionar depende de si este presentimiento se abre camino entre las nubes espesas o no. TESTORI Pero, en tu opinión, ¿por qué no se abre camino? ¿Por qué antaño la ambigüedad nos permitía sobrevivir, pactar, mientras que hoy no es posible? DON GIUSSANI Porque antaño no padecíamos esta ausencia. Quiero decir que este presentimiento estaba más carnalmente salvado, también en la relación paternofilial NTIDONACIMIENTO.Indd 31 31 12/03/14 08:2 en el ámbito de la familia. Ahora, el triunfo de la esperanza como voluntad energúmena, como exasperado esfuerzo humano (y en mi opinión, el 68 ha sido una clave impresionante desde este punto de vista) ha arrojado lejos este sentimiento de haber sido queridos, este sentido de nacer en el que está implicado todo. En él está implicada la posibilidad de la humildad, la posibilidad del sentido del propio límite y, al mismo tiempo, la posibilidad de tener seguridad, certeza, y el sentido del tiempo como un proceder. En fin, esa seguridad, propia del niño que está con su padre, en los brazos de su padre o de su madre, está implicada allí. Hace un tiempo no se daba esta ausencia. Ahora, brilla por su ausencia este sentimiento de nacer como hijo. TESTORI Sin embargo, por absurdo, y no por defenderlos sino por compartir hasta el fondo toda su desarmada y trágica verdad; por absurdo, decía, ese momento en el que sufres la ausencia, ¿no es acaso cuando puedes descubrir con mayor fuerza la presencia que antes te venía lenta o pasivamente sugerida, tanto que a fuerza de vivirla de un modo obvio y pasivo la hemos dejado morir? Porque me pregunto: ¿acaso no habrá muerto en ellos porque hemos dejado de apreciar, una y otra vez, lo que somos?, ¿o porque hemos percibido ese ser querido sólo como un eco? No se llega al grado cero de repente. Se llega a fuerza de renuncias, de degradaciones. El ser querido, el sentido de que «en Su voluntad está nuestra paz» NTIDONACIMIENTO.Indd 32 32 12/03/14 08:2 —como dice Dante—, que en la aceptación, en el dar gracias por ser sus hijos, se contiene por entero nuestra posibilidad de ser hijos y de ser hombres; si todo esto se va degradando poco a poco es porque hemos dejado que se alejara cada vez más de su destello original, es decir, del momento al que me refería antes, ese momento en el que uno se abandona, el momento de la entrega confiada, el momento del nacer. Entonces, en este tiempo en que los jóvenes se topan con la ausencia, que quizás no sea ausencia sin más, sino melancolía, terrible nostalgia… Un hombre no se mata por una ausencia, se mata por una nostalgia. DON GIUSSANI Nostalgia. Es perfecto. La nostalgia es exactamente el sentimiento de un bien ausente. TESTORI Que, sin embargo, presupone una tensión hacia ese bien ausente, una tensión que quizás las generaciones anteriores no tenían. Yo no quiero ponerme a toda costa de parte de los jóvenes, pero me parece que realmente es así. DON GIUSSANI La fuerza con la que pueden llegar a esperar los jóvenes de hoy no es comparable con aquella de la que disponían los jóvenes de hace treinta o cuarenta años. NTIDONACIMIENTO.Indd 33 33 12/03/14 08:2 TESTORI Incluso si les cuesta muy cara. Más aún, quizá porque pagan un precio tan alto por ello. Porque esta sociedad, que les ha inducido a extraviar una percepción positiva del ser queridos, después no les ha ofrecido más que prisiones. Lo que debía liberar a la voluntad del hombre del ser querido se ha convertido en una esclavitud total; ha acabado en el sinsentido; ha desembocado en el hombre utilizado, en el hombre reducido, cercenado, en el hombre cosa, objeto, número, en el hombre que se puede manipular, asesinar. Es de ahí, de la conciencia de esta nueva y terrible servidumbre de donde viene la rebelión. ¡Ay de nosotros si la dejáramos caer en el vacío! Estaríamos realmente ante una suerte de genocidio, aquí y en todas partes. DON GIUSSANI ¿Si dejáramos caer en el vacío el qué? TESTORI El dolor y la alegría de estos jóvenes. El dolor de quienes advierten la nostalgia de la verdad que les falta y la alegría dolorosa de quienes ya han podido retomar entre sus manos esta verdad. Son dos gestos análogos, dos gestos santos. Si quien lo puede hacer —y entre ellos nos hallamos también tú y yo— no hace de todo para que esta situación evolucione hacia la esperanza y deja que se deslice hacia la inercia, entonces llegaremos realmente a una hecatombe. NTIDONACIMIENTO.Indd 34 34 12/03/14 08:2 Recuerdo lo que la Madre Teresa decía en una entrevista que publicó Il Sabato: «Es el mismo Cristo a quien debemos llevar aquí y allá; aquí donde vivís vosotros y allá en la India; hay una misión también aquí, que es distinta y a la vez igual, que hay que cumplir».3 En nuestro caso, aquí en la sociedad occidental, dicha misión es de una terribilidad, gravedad y responsabilidad extremas. Pues, yo creo que si no entregamos la vida entera para responder a esta situación vital, que si no prodigamos toda nuestra conciencia de ser queridos para que este saberse queridos llegue a ser la alegría, la conciencia y la voluntad de todos, máxime de los jóvenes… entonces creo realmente que será una hecatombe; la masacre de las almas y de los cuerpos, que no hay que separar jamás, como no estarán separados en la paz eterna. DON GIUSSANI Será realmente una matanza de los inocentes perpetrada por el poder; un poder que va desde el de los padres al del Estado. Pero yo vuelvo a la imagen que me has suscitado tú, a la imagen de este gemido en la mayoría de los casos callado, pero que se asoma en la expresión de los rostros y que se debe a esta carencia de afectividad íntima, a esta carencia profunda de afecto. Es aquí donde normalmente se equivocan los padres de estas desdichadas generaciones 3 Il Sabato fue un semanario que se publicó en Italia en los años 1978-1993 creado por un grupo de jóvenes periodistas católicos y con una amplia colaboración externa. NTIDONACIMIENTO.Indd 35 35 12/03/14 08:2 (no sé si las nuestras eran más afortunadas, tanto es así que han generado esta infamia); está claro que los padres de estas generaciones doloridas han querido a sus hijos. No obstante… Sobre esto quería intervenir antes, porque no se puede dar a un ser humano el sentimiento de ser querido, no se puede dar a un hijo la percepción de que es querido, no se puede comunicar el sentido que tiene su haber nacido, si no se comunica la alegría de un destino. Sólo entonces el dolor cambia de aspecto, es decir, cambia de significado, cambia de signo y se convierte en una condición. Es la alegría de tener un destino bueno la que los padres no han comunicado a los hijos. TESTORI No han comunicado a sus hijos la alegría de ser ellos mismos hijos. DON GIUSSANI ¡Este es el punto al que quería llegar! Que los padres han pretendido ser ellos los padres; los padres y las madres han pretendido ser ellos padres y madres de sus hijos y han desatendido el signo más imponente: que ellos mismos eran hijos. TESTORI Han dejado de acordarse de ese momento de abandono a otra medida… NTIDONACIMIENTO.Indd 36 36 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI ¡Esto es! No se han percatado nunca de ese abandono a Otro. ¡Han dejado de escrutar el abismo que los arrastraba en el gesto que los unía! Lo que significa: han olvidado. Era como si el gesto que los unía y el fruto que engendraban fuera una cosa suya, que nacía de ellos. TESTORI Me pregunto si no han ido más adelante. Habiéndose olvidado de ser ellos mismos hijos… DON GIUSSANI Se han olvidado de ser ellos mismos hijos, es cierto. TESTORI Y así se han olvidado de haber sido queridos ellos mismos. DON GIUSSANI Lo que viene a coincidir con la ausencia de la dimensión religiosa, la ausencia del Padre. TESTORI Esto, a mi parecer, ha creado una fractura en el acto mismo de su amor; una separación entre el amor y el posible nacimiento de un hijo. Hubo un NTIDONACIMIENTO.Indd 37 37 12/03/14 08:2 instante en que algo como una espada intervino; entonces los hijos han sufrido una laceración, un corte, una separación. Incluso si luego sus gestos han sido paternos y maternos, se había roto esa unidad, ese cordón que los unía. DON GIUSSANI Se podría decir que sus hijos han nacido como si no hubieran sido queridos. TESTORI Efectivamente, han nacido «separados». Se ha abierto una brecha, un vacío; más aún, un precipicio inmenso hacia el vacío. En efecto, en el Ambleto, en un momento dado, el protagonista le dice a su madre algo así: «En ese momento, por lo menos en ese momento, ¿os amasteis?». Es una especie de orfandad no oficial, no registrada, pero aún más terrible si cabe. DON GIUSSANI Sí, sí. Esta percepción es verdaderamente profunda. TESTORI Por lo tanto los jóvenes deben asumir todas las consecuencias de esto. Les costará un esfuerzo enorme pero glorioso. Deben llenar la hendidura, el vacío, el báratro que hubo entre su padre y su madre cuando ellos nacieron. Recae todo sobre sus hombros, es un NTIDONACIMIENTO.Indd 38 38 12/03/14 08:2 deber que tienen, una fatiga que les toca a ellos, y es tremenda. Por eso les entiendo si dudan, si se echan a perder, si se destruyen. Yo quisiera, haría lo que fuere para que no se perdieran, pero les entiendo. Entiendo mucho más a un joven que se pierde que a una madre o a un padre de cuarenta o cincuenta años que siguen con su inercia. Estos jóvenes deben realmente reanudar la relación, juntar con su propia sangre, con su saliva y con su carne, colmar todo este vacío. Por tanto yo siento un gran respeto también por sus eventuales fracasos. No los quisiera. Lo repito, haría cualquier cosa para evitarlos, pero los encuentro ¡tan humildemente superiores a las certezas aparentes de esas paternidades a medias o de esas paternidades casuales! Intenta pensarlo: yo he tenido la suerte, y tú también, de tener un padre y una madre que se amaron, entre ellos no hubo más que amor y, sin embargo, aún así he tenido que remontar toda la distancia que me separaba de ellos… ¡imagínate tú a estos jóvenes! Entonces, para ellos sólo hay una salida, creo yo. Es una cuestión de sangre y es allí, en ese momento, cuando el amor se hace caridad. La carne, la saliva, la sangre para encolar estas piezas, para volver a ensamblarlas: este sentido de haber sido querido no puede recobrarse más que con sudor y sangre, con dolores de parto. Esto no puede acontecer más que a través de la carne y la sangre de Aquel que ha reparado lo que estaba roto, de Aquel que ha ensamblado todas las piezas, de Aquel que ha encendido de nuevo la esperanza en nosotros, la esperanza de volver al Padre. Es por ello por lo que quería llamarlos los libros de la Cruz, NTIDONACIMIENTO.Indd 39 39 12/03/14 08:2 porque desciende de allí esa Sangre que por una caridad incesante se mezcla con la sangre de estas generaciones; y es sólo esa sangre, la sangre de Cristo, la que puede recomponer las piezas, colmar los vacíos abiertos por aquellas espadas. DON GIUSSANI Tú has hablado de tu padre y de tu madre que se han querido durante toda la vida, que eran buenos cristianos; sin embargo, tú también has tenido que rehacer todo el proceso para volver a juntar ciertas piezas. Es un proceso que debemos rehacer todos. Es un recorrido que todos tenemos que hacer, ese fatigoso remontar —o descender— hasta el punto en que hemos sido queridos. Hasta llegar a reconocer que hemos sido hechos por Dios. La sangre de Cristo se inserta justamente dentro de este drama de la voluntad divina; se inserta como la demostración visible e inconfundible [de que somos queridos (ndt)] contra la cual no se puede oponer ninguna razón. Por este motivo Dios murió por nosotros. No se puede alcanzar la persuasión de haber sido queridos si no se llega a percibir el juego de Dios, del misterio de Dios, dentro de la voluntad carnal del hombre, del hombre y de la mujer. Sin esta dimensión, sin esta apertura última sobre el verdadero horizonte, que es el horizonte de Dios, no podemos de verdad percatarnos de haber sido queridos. Lo que dice el Evangelio desde este punto de vista, «los que ni de la voluntad de la carne, ni del querer del hombre, sino NTIDONACIMIENTO.Indd 40 40 12/03/14 08:2 de Dios han nacido»,4 en mi opinión, hace emerger el relámpago del ideal dentro del grumo de la apariencia carnal de la relación que engendra al ser humano. Es decir, el rayo por el que uno se percibe en función de un destino bueno; sólo en esto aparece con claridad la disponibilidad que un hombre y una mujer tienen ante el destino. Y es ahí donde la gratitud hacia nuestros padres puede llegar a ser no sólo pura, sino también un cimiento, signo y prenda de certeza y, por lo tanto, de esperanza real. TESTORI Pensando en este relámpago —si esto es posible, porque creo que quizás no sea lícito ir más allá—, lo más misterioso, lo más abismal, pero a la vez lo más santo es que esto no resulta separable del grumo. En mi opinión no es, como decir, un rayo de luz que entra; es una luz que ya está allí, más aún, es una luz que desde dentro lo quiere, lo origina, lo forma. DON GIUSSANI Es la toma de conciencia… TESTORI …que existe aunque no crees que exista. 4 NTIDONACIMIENTO.Indd Cf. Jn 1, 13. 41 41 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI ¡Así es! Sin embargo, en nuestra cultura de fondo —cultura en su sentido más elemental—, el que este factor vibre, esté presente y tenga un peso, aunque inconscientemente; el que sea advertido aun sin ser normalmente explicitado en cómo el hombre se mira a sí mismo y mira a las cosas; todo esto ha sido expulsado, apartado consciente y voluntariamente. Ha sido expulsado por la voluntad del superhombre y, por lo tanto, todo se ha reducido, banalizado y humillado… ¿Cómo decir? El beneplácito del Estado no sirve ciertamente para devolver, para reanimar esta prueba fehaciente del sentido del tiempo que en cambio está implicada, como decías tú, en el mismo grumo de materia donde empezamos a existir. TESTORI Por ello creo que «fingir que no exista», porque no se puede hacer otra cosa que fingir que no existe, que olvidar esta implicación originaria… DON GIUSSANI …aunque de tanto decir que no, no, no, uno puede llegar a convencerse. TESTORI …sí, pero la verdad te persigue, porque está allí, entra dentro de ti en ese momento y se queda para siempre. Entonces, determina primero una situación NTIDONACIMIENTO.Indd 42 42 12/03/14 08:2 trágica; luego, la derrota. Y, en la derrota, la contradicción por la cual el superhombre ha acabado siendo su exacto contrario; ha acabado reduciendo el hombre a un objeto; el hombre que ha intentado olvidar o que se ha convencido de haber logrado olvidar su origen, que no es sólo un impulso inicial, sino la levadura misma del grumo, la verdadera verdad de la materia. La verdad primera y última: el mismo grumo es voluntad de Dios, es el ser querido por Dios… Al haberlo olvidado, el hombre en lugar de engrandecer ese grumo de materia lo ha mermado, lo ha rebajado a materia plástica, a número vergonzosamente utilizado, cegado, maltratado, matado de hambre, asesinado. DON GIUSSANI Es lo que viene a decir el Evangelio: «Yo soy la piedra angular, quienes la aceptan construirán sobre ella, quienes la rechazan se despeñaran contra ella» y se romperán la cabeza. TESTORI Hoy hemos llegado realmente a encarcelar la cabeza y el cuerpo, a destrozarlos. En esta presunta liberación del hombre hemos llegado a las galeras, a los asesinatos, a los genocidios. DON GIUSSANI Sí, en el Este y en el Oeste de Europa. NTIDONACIMIENTO.Indd 43 43 12/03/14 08:2 TESTORI Por doquier. También aquí, en nuestro país. Antes, en un momento dado, te salió la palabra «cultura». Me parece que —dicha como la has dicho tú hace un instante— venía pronunciada en su estadio y en su significado esencial. Haría falta retomar ese sentido, su verdadero significado. En el fondo, la cultura es la toma de conciencia continua, y luego la encarnación y el desarrollo progresivo, de este ser queridos. DON GIUSSANI En efecto, porque todo el mal brota de la mentira por la cual el hombre intenta, tanto práctica como teóricamente, definirse a sí mismo olvidando, apartando o borrando de su memoria su dependencia, su propio nacimiento. TESTORI Insisto otra vez, perdona si te interrumpo, se hace como si se pudiera olvidar, como si se pudiera borrar. DON GIUSSANI ¡Se hace como si fuera posible! TESTORI Me pregunto: ¿es posible ser ateos, o es posible tan sólo creerse y decirse ateos? Creo que sólo podemos creernos NTIDONACIMIENTO.Indd 44 44 12/03/14 08:2 o decirnos ateos; porque, en verdad, al margen del Padre tampoco podríamos creer que somos algo o decirlo. Sólo se puede creer en uno mismo, decirse y hacerse, en relación al Padre. DON GIUSSANI Tan sólo es posible «decirse» ateos, como justamente acabas de observar. No se puede eliminar o cancelar ese factor original, porque es constitutivo de la razón misma, en cuanto que es un dato. Es un dato que posibilita la conciencia de uno mismo y del mundo. Para la razón es esencial esta percepción de la propia dependencia original que, traducida en el lenguaje humano, es decir, verdadero, verdaderamente humano, adquiere la expresión «ser queridos», ser hechos. Porque somos queridos, somos hechos. Y no podemos eliminar esta realidad. Podemos, como bien decías tú, hacer como si no existiera. Este «hacer como si no existiera» empieza a partir de un sentimiento artificial de sí mismo, de la imagen de sí mismo que uno se fabrica; por tanto, empieza por el sentimiento y la imagen que nos construimos nosotros de nuestra relación con los demás y con las cosas; y, a partir del propio yo, tiende a convertirse en una conciencia sistemática de la realidad, en el sentido literal de la palabra; es decir, tiende a convertirse en una cultura ajena a ese dato original. Ahora bien, esto influye en ese adhesivo, en esa cola de contacto, en esa energía de asalto que el yo utiliza consigo mismo, con los demás y con las cosas, NTIDONACIMIENTO.Indd 45 45 12/03/14 08:2 y que se llama «voluntad». Ataca y debilita la voluntad. Y, al igual que la voluntad, la «libertad». Libertad entendida como exigencia de adherirse al propio destino, como energía que nos mueve a abordar las cosas, a adherirnos al ser, por tanto como fuente ilimitada de afecto, de adhesión amorosa. La libertad acaba del todo desorientada —lo que implica que cualquier seguridad es pura apariencia, cualquier palabra resulta una simulación— porque ha dejado de corresponder a una realidad precisa y querida. TESTORI Creo que una cultura que presume de prescindir de este acto de dependencia, que en realidad es un acto de grandeza, de gloria, esto es, un acto de humildad gloriosa, porque nos inserta verdadera y conscientemente dentro de la creación… DON GIUSSANI …es un acto de humildad que me constituye, que me afirma… TESTORI …que te constituye y te afirma en el centro de la voluntad de Dios; por tanto, es un acto que te engrandece y no, como se repite insistentemente, que te humilla; es un acto que te potencia. Una cultura que prescinde de este reconocimiento de que somos queridos, es una cultura única y enteramente NTIDONACIMIENTO.Indd 46 46 12/03/14 08:2 condenada a la fatiga que supone olvidarnos de que somos amados. En efecto, las expresiones más verdaderas de la cultura moderna son las que han hecho saltar la alarma en este sentido: las que han dicho «no es posible; no es lícito; ¡ojo a dónde estamos yendo!». Las verdaderas, grandes, trágicas expresiones de nuestro tiempo que se pueden leer como documentos de la poesía o de la historia del hombre, son las que han indicado que el camino que había tomado la cultura estaba cortado y separado desde el principio, y que, por consiguiente, su meta estaría inevitablemente cortada y separada; más aún, que no tendría meta ninguna. Creo que la cultura verdadera de nuestro tiempo ha sido esta, la que ha denunciado la atrocidad, la imposibilidad y lo absurdo de esta situación. Por otra parte, intentemos pensarlo: cuando el hombre se creyó librado del reconocimiento de este ser querido, en el momento en que rechazó este acto de conciencia y de humildad y alcanzó su aclamado bienestar y su aclamada igualdad (sin quitar nada a los méritos —por así decir— intrínsecos que existen, porque en la creación el empuje es tan grande que toca a todo y a todos, incluso cuando nos negamos a reconocernos dentro [de una relación] y por lo tanto cuando negamos nuestro ser creados, nuestra filiación)…; en un momento así, cuando el hombre parecía haber alcanzado su presunta libertad, la cultura no ha hecho más que reflejar malestar, ceguera, esclavitud y muerte. Mientras el hombre procedía hacia un presunto bienestar y una pretendida igualdad, la verdadera cultura no ha hecho NTIDONACIMIENTO.Indd 47 47 12/03/14 08:2 más que acusar angustia, desigualdad e imposibilidad de existir dentro de esos términos. Ha habido una cultura —digamos así— sumisa que ha secundado este fingido desarrollo, pero la verdadera cultura lo ha criticado, lo ha asediado, no le ha dado tregua, ha testimoniado en contra, ha gritado: «¡Mirad que vamos hacia el precipicio!». La descomposición de la palabra, en fin, la pérdida del centro, la veo justamente reflejada en esta segunda cultura. Yo separaría la cultura que se ha sumado a esa imposible libertad, de la cultura que ha reclamado la libertad verdadera o, por lo menos, la falta de esa verdadera libertad, el vacío que ha dejado, la nostalgia que deja. Creo que ésta es la cultura de ayer y de hoy que nos interesa. Que nos interesa por lo menos como testimonio de un grito, de una desesperación; como testimonio de que no podemos seguir en esa dirección. Quisiera añadir una última constatación: lo que antes hemos llamado «grumo originario» en mí se ha configurado siempre físicamente. Al igual que siempre he tenido una percepción física de haber sido «grumo», del mismo modo he tenido siempre una percepción física de mi interioridad relacionada y referida, de la interioridad divina de ese grumo. En un momento dado, esa percepción que en mí era y es dolorosa, más aún —¿por qué no debería decirlo?—, sangrante, ha ido a coincidir con un signo, con una verdadera equimosis; como la marca de un dedo aquí, en la frente, en el cráneo; una huella; una mancha. En algunos momentos también he maldecido esa macha, que estaba aquí, justo aquí, y que no lograba quitarme. Acabé con hacerla coincidir NTIDONACIMIENTO.Indd 48 48 12/03/14 08:2 con la unción bautismal. En cambio, ahora sé que era y es anterior. DON GIUSSANI ¿Anterior a qué? TESTORI Anterior al Bautismo. El primer bautismo es la interioridad del grumo; esa mancha, que no es una mancha, no; que es un sello, una huella —hoy logro decirlo— de amor y de libertad infinita; quizá una caricia. DON GIUSSANI Es la relación con Dios, constitutiva del ser. TESTORI Así es, para mí esta percepción es física, realmente física. Te repito que la sentía aquí; cuando hacía la vida que hacía, la sentía en la frente, debajo de la piel, impresa en el hueso de mi frente. ¿Qué es esto?, me preguntaba. Y luego, naturalmente para maldecirla, la sumaba a la unción del Bautismo, de la Confirmación; la sumaba a los sacramentos que me la habían revelado, por decirlo de algún modo. Sin embargo, en realidad, ya desde entonces creo haber sentido, más que entendido, que se trataba de un evento anterior; que se trataba de un sello indeleble, porque él mismo era la vía de escape, la salida. NTIDONACIMIENTO.Indd 49 49 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI Sólo que, entonces, esta huella en ti estaba como del todo encadenada e insegura. Atada e intimidada por una situación de la voluntad, esto es, de la energía que nos relaciona con nuestro ser y con el de los demás; que estaba del todo alterada; en fin, por lo que el cristianismo llama pecado original. Estaba como extraviada… Eras como un niño encerrado en un cuchitril. Pero, en esas condiciones, nadie en la casa puede estar tranquilo, ni jamás podrá estarlo. TESTORI ¿Y esta casa es la Iglesia? ¿Es el mundo? ¿Es la creación? DON GIUSSANI ¿Cómo? TESTORI Me refiero a esa casa que jamás podrá estar tranquila. Mira, me viene a la mente la parábola de la oveja descarriada. Quizás esa casa es la Iglesia en el mundo. Perdóname. Debo haberme ido demasiado lejos… Retomando el hilo, sin enlazar los términos forzosamente; de hecho, los términos están tan estrechamente vinculados el uno al otro… Bueno, retomando: ¿es acaso el pecado original exactamente este negarse a reconocer que somos queridos? NTIDONACIMIENTO.Indd 50 50 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI Sí. Es quererse sólo a partir de uno mismo; es el olvido. Y veo que tengo que insistir en otra palabra cristiana: memoria. Lo que dices es como la pérdida total de la memoria, por tanto, el olvido de haber sido queridos, de ser continuamente queridos; la presunción de quererse a partir de uno mismo sustituye a la memoria. Basta con que me quiera sólo desde mí mismo; lo cual, en un primer momento, hablando en abstracto, podría no ser una negación explicita del Padre, la negación de Dios. Sin embargo, es realmente la negación del Padre, no la negación de Dios como una entidad abstracta. De todas formas, práctica e inmediatamente, luego también teóricamente, la negación del Padre es la negación de Dios. Es negar que la propia consistencia radique en ser hijo, es decir, en ser querido. Es realmente el arma de la mentira de Satanás; la descripción del pecado original es el olvido; el arma de Satanás es el olvido. La cortina de humo en donde se desata la mentira es el olvido, la pérdida de la memoria. De hecho, toda la fuerza de una personalidad reside en la memoria. Esta pérdida de la memoria califica, cada vez más, nuestra cultura; esta cultura que pretende ser atea ha extraviado por completo su memoria. Solzhenitsin insiste mucho en esto. En resumen, en la situación actual, esa sustitución del Padre por el Estado hace cualquier cosa para borrar la memoria mediante sus eslóganes y toda la burocracia de su pensamiento. NTIDONACIMIENTO.Indd 51 51 12/03/14 08:2 TESTORI Volviendo al momento del pecado original, siempre me ha producido un terrible desconcierto el hecho de que la primera consecuencia de este rechazo a reconocerse hijo haya sido un delito. La primera consecuencia, el primer gesto terrible que el hombre ha realizado después de su rechazo de ser hijo del Padre, ha sido un asesinato. DON GIUSSANI Sí, el primer gesto significativo de esa historia ha sido un asesinato. TESTORI La pérdida de esta memoria, de esta conciencia de ser querido, acaba enseguida con matar al hombre. DON GIUSSANI Quererse únicamente desde sí mismo coincide con matar al otro. Pero esto es estructural: quererse desde uno mismo coincide siempre con asesinar a otro. TESTORI Que antes, o al mismo tiempo, es olvidar al otro. DON GIUSSANI Sí, la eliminación del otro empieza con el olvido del otro. En efecto, el amor del hombre a la mujer, NTIDONACIMIENTO.Indd 52 52 12/03/14 08:2 el amor a los hijos y la convivencia social hoy están todos planteados así. Haber matado al Símbolo supremo genera el olvido del otro que luego, practica y cotidianamente, se convierte en la instrumentalización del otro. TESTORI Por consiguiente, en la reducción del hombre a objeto. Quisiera volver sobre aquel primer gesto, el asesinato: un gesto de odio, más aún, el gesto mismo del odio. En mi experiencia he comprobado que el odio se dirige siempre hacia quien goza de una realidad más plena de filiación, de una conciencia más honda de ser hijo. Entonces, en el caso del primer asesinato, creo que el odio fue hacia quien gozaba de ser hijo; por ello, debía ser suprimida la presencia de aquel que había aceptado y glorificado en sí mismo el sentido de ser hijo, para que dejara de solicitar esa misma memoria en quien llevó a cabo el delito. DON GIUSSANI Esto es algo colosal… TESTORI Un círculo que se quiebra con Caín y que luego se cierra y se recompone sólo con Cristo, que allá en la cruz, como en un testamento, dice: «Madre, aquí tienes a tu hijo»; un círculo que se reanuda para siempre sólo con la muerte y la resurrección de NTIDONACIMIENTO.Indd 53 53 12/03/14 08:2 Cristo; hasta ese momento no se había reanudado. De todas formas, es cierto que el odio es siempre hacia el que testimonia, hacia el que hace memoria, hacia el que es memoria y testimonio viviente de este ser querido. El hombre tiene celos y envidia del hombre que es más rico; pero el odio lo reserva siempre y sólo hacia el inerme, hacia quien no ha querido ser un superhombre, sino que ha aceptado el estado de humildad y hasta de abajamiento que es ser y quedarse hijo. DON GIUSSANI En cualquier caso el odio es un ataque armado contra la memoria o contra quien remite a la memoria. TESTORI ¿No crees que el odio haya evolucionado en nuestros tiempos, en el sentido de que se ha degradado aún más? Ciertamente tiene un sesgo casi inevitable, automático, una abstracción sutil sin precedentes. Hoy el verdadero odio coincide con el olvido. DON GIUSSANI ¿Hablas del odio contra aquel que te hace recordar? TESTORI No. Quería decir que el verdadero odio hoy es el olvido del objeto del odio mismo y de la razón de NTIDONACIMIENTO.Indd 54 54 12/03/14 08:2 ese odio. Habiendo olvidado durante tanto tiempo, habiendo tratado de extraviar la memoria de haber sido querido, el hombre ha llegado a plasmar el odio y el olvido en indiferencia; que es la forma de odio más terrible porque ya no te responsabiliza ni siquiera del acto que cumples, por ejemplo, del acto de estrangular con tus manos, de asesinar. Te crea la ilusión de quedarte más tranquilo porque te evita la conciencia del acto que cumples, porque lo reduce a un automatismo. Este es el drama de hoy: la falta de una percepción física de la atrocidad, que te ahorra el coste [en términos de humanidad] que supone cometer una atrocidad. Alejándose del Padre, nos alejamos también de la conciencia física del mal y la sustituimos con la indiferencia; en fin, se intenta apartar cualquier contacto con el «grumo» incluso en el momento mismo de suprimirlo, de asesinarlo. Es una maldición interna al rumbo que ha tomado una determinada cultura. Matar con una espada, matar con un cuchillo… Luego, poco a poco, el arma con la que matas te aleja del hombre al que quieres golpear. Esto ya te quita responsabilidad. De esta forma ya se advierte menos lo terrible que es matar a un hijo de Dios, como somos cada uno de los hombres. Pero hoy, hemos pasado del revólver y la metralleta a la posibilidad de matar con los gases, con las bombas atómicas, con los venenos. Es realmente una muerte que te deja con las manos limpias. Esto es lo terrible y forma parte, creo yo, del proceso de esta cultura que se ha apartado de la totalidad del «grumo» inicial. ¿Estás de acuerdo? NTIDONACIMIENTO.Indd 55 55 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI Sí, sí. Tanto es así que la indiferencia, la neutralidad y el olvido están siempre a punto de estallar en odio. TESTORI Para mí, ya son odio. Son la forma más interesada de odio. Una forma de odio que ni siquiera quiere asumir el peso, el remordimiento del odio. Son una forma ulterior y, lo repito, más obscena, porque implican la pérdida de conciencia física de que uno es «grumo» de materia viva, e intenta sustituir ese grumo de carne por un pedazo de plástico. DON GIUSSANI No pueden ocultar su naturaleza de odio; no la pueden encubrir durante mucho tiempo; antes o después sale a la luz incluso clamorosamente que es odio. TESTORI Pero es un odio que trata de «salvarse», de no mancharse las manos, estas mismas manos… DON GIUSSANI NTIDONACIMIENTO.Indd Es puro fariseísmo … 56 56 12/03/14 08:2 TESTORI Algo más terrible aún. Piensa en un hombre que asesina a cien, mil, diez mil hombres con un cuchillo, con un puñal, una espada… Llega un momento en que ya no puede más; no lo aguanta… El otro día, a propósito de esta imposibilidad, en el marco de la discusión sobre la ley del aborto leía el informe de algunos médicos sumisos… DON GIUSSANI Abortistas. TESTORI Sí, abortistas. El informe dejaba claro que el hombre no puede degradarse, olvidarse o «plastificarse» del todo. En efecto, según el informe, estos médicos ya no consiguen sostener el número creciente de estos asesinatos y tanto ellos como sus auxiliares… DON GIUSSANI ¿Dónde lo has leído? TESTORI En el diario Avvenire, el día antes de que saliera el artículo sobre la Madre Teresa en el Corriere della Sera. Pues estos médicos decían que, tanto ellos como el resto del personal sanitario, tienen que someterse a una suerte de «lavado de cerebro», NTIDONACIMIENTO.Indd 57 57 12/03/14 08:2 de censura psicológica, para poder seguir haciéndolo. Esto es, tienen que librarse de lo que les impide, primero, seguir adelante, y luego aguantar el peso de estos asesinatos. En mi opinión, esto introduce otra pregunta: un médico, que ciertamente ha votado a favor del referéndum sobre el aborto, cuando luego, fiel a su decisión, pone en práctica ese voto, al cabo de un determinado número de estas «ejecuciones» no aguanta más la participación directa, física y, por tanto, concreta, en el delito. Mientras que quien no participa directamente, sino que tan sólo hace de ello una proclama ideológica, puede continuar gloriándose, impunemente, de haber propuesto, impulsado y aprobado esta ley. Llegados a este punto, se inserta otro tema que está ligado a todos los demás y que supone una ceguera de la cultura moderna, que afecta, me parece, incluso a la vida de los cristianos: la abstracción. Nosotros no calculamos cuánta destrucción, cuántas muertes, cuántos delitos, cuántos asesinatos se llevan a cabo mediante la abstracción. Pero, en el fondo, ¿qué es esta abstracción? Es el intento de reducir el grumo humano inicial, es decir, el grumo totalmente sacro y divino, el grumo que procede, que se desarrolla, crece, se hace niño, joven, adulto, obrero, estudiante, profesional, padre, madre, que tiene hijos o no, en cualquier caso que es él, ese él que Dios ha querido que fuera tan preciso, único, irrepetible grumo de alma, carne y gracia; ese grumo que se ha pretendido liberar glorificándolo y exaltándolo como un simple trozo de materia y, aunque sin lograrlo, tratando de sustraerle la presencia insoslayable de NTIDONACIMIENTO.Indd 58 58 12/03/14 08:2 Dios, de lo Eterno, del Todo. Pues bien, todo ello, ni siquiera lenta sino rapidísimamente, con un proceso cada vez más terrible, nos ha llevado al rechazo de la materia, a no respetar tampoco el grumo estrictamente material, si es posible separar una unidad tan irrevocable. Pero esta cultura, al igual que cualquier cultura similar, no lo ha logrado: el grumo sin Dios deja de ser grumo, vida, hombre. Así hemos llegado forzosamente a una cultura abstracta, una cultura que dice ocuparse del hombre porque es la única coartada que tiene, pero que en realidad avanza en contra del hombre y en contra de sí misma. Hoy estamos en esto. El desarrollo del progreso, de la ciencia y de todas las demás disciplinas, que podía ser y puede volver a ser para gloria de Dios y del hombre y, por lo tanto, encaminado hacia el destino eterno de la historia que Dios nos ha dado; ese avance, privado de su centro, de su totalidad, esto es, depauperado, partido en dos, reducido a cuatro células de las que ni siquiera se reconoce la lógica, el amor, la desesperación, la inteligencia: este avance ha llegado rápidamente a determinar la destrucción del mismo grumo. Sí, hemos llegado de verdad al punto crucial de la vida del hombre, de la posibilidad misma de que el hombre subsista y siga existiendo. Aquí, el discurso vuelve a enlazar con la rebelión de los jóvenes; los jóvenes que dicen no a esta cultura; que dicen su no incluso matándose; o que dicen su no rezando, aceptando de nuevo, volviendo a descubrir su filiación, su ser queridos. Sin embargo, el nudo gordiano es este: la cultura, o el producto de esta cultura, se ha escapado de la mano NTIDONACIMIENTO.Indd 59 59 12/03/14 08:2 de la cultura misma. Las células que hemos querido considerar como grumo en el que no estaba Dios, en el que no estaba el Padre, por lo tanto que hemos dejado de considerar como un acto de amor y, a la vez, de creación, han generado su propia maldición. Han repetido en sí mismas el gesto de Caín. Las células han huido de las células. Han creado las células cancerígenas que el hombre, si continúa en esta supuesta independencia, en su supuesta independencia del Padre, ya no está capacitado para gobernar por sí mismo. No sé si tú también ves que en nuestro mundo incluso el poder está perdiendo su rostro. Los poderosos ya no tienen caras. Mira el poder de la industria. Antes existía el tal empresario, con su cara particular: los obreros veían su cara, había una relación humana, real. Ahora en la industria casi ha desaparecido el rostro del dueño, del empresario. Lo sustituyen denominaciones enigmáticas, abstractas y terribles. No sé, ENEL, UNIDAL. ¿Quiénes son? Ya no existe el señor Motta, el señor Alemagna. Existe este poder sin fisonomía que rehúye toda localización y palpabilidad, tanto individual como colectiva. La maldición es realmente esta: que las células del hombre, tratando de apartarse de Aquel del que no podemos separarnos, se han convertido en una entidad abstracta; por consiguiente, siguen generando abstracción. Incluso en las superpotencias el poder coincide cada vez menos con el rostro de quien nominalmente lo representa: la cara de Carter, la cara de Brezniev… Ya no es como hace unos decenios. Tú todavía podías ver a Kennedy; todavía NTIDONACIMIENTO.Indd 60 60 12/03/14 08:2 podías ver a Stalin. Eran lo que eran, pero tenían todavía una cara. Hoy funcionamos con poderes que ya no tienen un rostro físico que el hombre pueda reconocer; aunque sea una cara alterada, desfigurada, distorsionada. Al haber querido sacudirse de encima la realidad de ser hijos y, por tanto, la presencia, el sigilo, la impronta del Padre, también los poderes políticos se han convertido en maquinarias, monstruosidades abstractas. En este sentido, es justo reclamar continuamente el riesgo de los armamentos, pero el verdadero riesgo es otro, está detrás, viene antes que los armamentos. La verdadera responsabilidad es haber extraviado la relación filial y la conciencia de que tenemos un alma. Entonces una cultura que, en cuanto evento histórico, como acto histórico y nada más, se dice nacida para el hombre, paso a paso se ha transformado en una cultura al margen de la historia; una cultura que, prescindiendo de la historia, subyuga al hombre, de momento; luego tratará de «producirlo». Quiero decir, intentará producir historia y hombres desde ideas abstractas de la historia y del hombre. ¿Qué podemos pensar más abstracto que esto? Luego nos indignamos si la mayor parte de los avances prácticos y económicos, que racionalmente deberían emplearse para que todos puedan vivir, alimentarse, vestirse, formar una familia, amar, saber, cultivarse, se utilizan para las armas. Como decía Leo Ferré5 en una canción suya, si se fabrican bombas, en un momento dado, tendrán 5 Léo Ferré (1916-1993) fue un compositor, intérprete, pianista y poeta francés. NTIDONACIMIENTO.Indd 61 61 12/03/14 08:2 que caer. Queramos reconocerlo o no, ese momento —el momento en que caerán y deflagrarán las bombas— está incluido en el mismo plano del mecanismo de poder abstracto que las fabrica. Todo ello ya carece de un destino; ni siquiera ciegamente histórico; ni siquiera ciegamente materialista. Es un engranaje espantoso que actúa al margen del hombre, en contra del hombre, en vista de la destrucción del hombre. DON GIUSSANI Incluso se podría dar un cataclismo universal sin que se pueda echar la culpa a la responsabilidad de nadie. TESTORI Ni teórica ni prácticamente ya no tenemos a nadie a quien decir: «Has sido tú; habéis sido vosotros». Incluso algunos compañeros de fe quieren hacernos creer que pensar y escribir estas cosas es situarse al margen de la historia. Me pregunto, con todo el respeto y el amor por estos cristianos, si saben qué es la historia. La historia es el camino lento y doloroso del hombre para volver al Padre. Pero lo que se está haciendo hoy no es un camino, un regreso a casa. Nos estamos preparando para la destrucción; y la destrucción no se prepara sin preparar también los medios para llevarla a cabo. Lo más terrible de todo es que esto se está produciendo en un plano que huye en lo abstracto. La gente morirá, NTIDONACIMIENTO.Indd 62 62 12/03/14 08:2 pero nadie tendrá las manos ensangrentadas y nadie dirá: «He sido yo; hemos sido nosotros». No. Será el efecto de un engranaje. Es inútil que nos acusen de ser apocalípticos. Nosotros, si a caso, les alertamos ante un riesgo, más aún, ante el riesgo. Pero quien lo favorece, quien sigue fomentándolo es realmente esta cultura abstracta, completamente abstraída del hombre, a la que nada le importa más que mantener su poder sin rostro, que ya no cuenta con ideologías explícitas, porque ni en Rusia, ni en China, ni en Estados Unidos existen ya ideologías definidas, pues sólo existe la maquinaria de estos poderes camuflada de ideología… Antes estaba diciendo que para mantener su poder, que habría tenido que ser un poder sobre la materia y, en cambio, se ha convertido en un poder en contra de la materia, un poder sin materia, un poder que niega a la materia cualquier valor y significado; para mantener todo esto, están obligados a vengarse de Aquello o de Aquel del que, por su naturaleza, no podemos «vengarnos» más que abrazándole, es decir, el Padre, el Hijo y el Espíritu. Estos poderes preparan la muerte sin nombrarla. Hemos llegado realmente al anti-amor, a la anticaridad, a la anti-esperanza, a la anti-materia; hemos llegado a destruir el amor, la caridad, la esperanza, la materia. Y nos negamos a escuchar el gemido de la materia misma. Pero la destrucción de todo lo que viene del Padre es la destrucción de todo lo que es hijo, de todo lo que es vida. Esta es la maldición, la verdadera maldición que sufrimos por nuestro alejamiento del Padre. Los jóvenes que mueren por NTIDONACIMIENTO.Indd 63 63 12/03/14 08:2 la droga no son una maldición. Ellos atestiguan esa maldición, o quizás sean ya sus víctimas. Pero allí, en ellos, hay dolor; por tanto, sigue habiendo conciencia y nostalgia del grumo sangrante inicial: hay nostalgia del alma. La maldición está en este automatismo, en este enredo terrible contra el cual sólo y exclusivamente se puede luchar con el amor, el amor al hombre, por tanto, al Padre, al Hijo y al Espíritu. No queda más que él, el amor. No hay más que reconocer la filiación original. Para volver a avanzar hace falta volver atrás hasta tocar ese punto vital. En esto estriba la enorme fatiga de hoy. Cuando el Papa dice: «Abrid de par en par las puertas a Cristo, no tengáis miedo»,6 dice que debemos abrir de par en par las puertas a la irrupción de Dios en cada uno de nosotros, en ese momento. Y, luego, siempre. Porque la materia no puede ser más que sagrada. Por naturaleza, es sagrada. Que nosotros resucitaremos significa que la materia volverá a ser consagrada, pero puede empezar a serlo incluso ya aquí, en el curso de la historia; aunque tenga que pasar por el quebrantamiento de los huesos, la ceniza y el polvo. Si el Papa lanza este grito es porque en él, «abrid de par en par las puertas», recupera el significado de la puerta; las puertas que existían antaño en la ciudad; las puertas de casa; y, sobre todo, la puerta primera, la del vientre materno. Su grito nos invita a rescatar la conciencia de la materia como realidad divina. Hemos llegado a esto: que los cristianos deben retomar en sus manos la materia, precisamente 6 Juan Pablo II, Homilía en el comienzo de su pontificado, Plaza de San Pedro, 22 de octubre de 1978. NTIDONACIMIENTO.Indd 64 64 12/03/14 08:2 ellos, porque con la coartada de exaltar la materia ésta ha sido humillada, manipulada, aniquilada. Los huesos humillados son los de todos los hombres, y, para responder a una necesidad tan grande, no seremos nunca suficientemente hijos. DON GIUSSANI Tratando de resumir, nuestra persona se concreta en su libertad. La urgencia suprema de este momento es realmente la de recuperar nuestra responsabilidad, es decir, nuestra respuesta al Padre, que coincide con nuestra vida personal e intransferible, con el ejercicio de nuestra libertad. Y, aunque esto, además de impopular, parece no incidir en absoluto en esa gran maquinaria de la que hablabas antes, en ese automatismo que anula todos los rostros y que podría llevarnos a la destrucción total del mundo sin que nadie se ensuciara las manos; decía que, aunque se trata de algo impopular, algo sin recompensa y, por lo tanto, gratuito, de una actitud absolutamente gratuita, sin embargo, es lo que necesitamos. Que, paradójicamente, el pequeño David de la persona se yerga libre en contra del Goliat del Estado, que es el instrumento poderoso de este engranaje destructor del hombre. Para mí este es el signo de los tiempos para los cristianos. La recuperación de la memoria que reconstruya a la persona y que, por lo tanto, dé espacio a su libertad; aunque desde el punto de vista de la previsión humana es, por una parte, un papel absolutamente impopular y, por otra parte, sin visos de victoria. NTIDONACIMIENTO.Indd 65 65 12/03/14 08:2 Es sobre esta fragilidad, sobre esta debilidad última de la verdad donde se inserta la potencia de Dios con su promesa. En este sentido, todos tenemos un ejemplo admirable en la disidencia rusa, la disidencia religiosa rusa. No es casualidad que la cultura occidental la censure totalmente, también desde el punto de vista político. TESTORI Volviendo a lo que acabas de decir, has hablado de «los instrumentos del Estado». DON GIUSSANI He dicho: es el Estado. TESTORI Ahora te pregunto: ¿no ha llegado más allá la situación? Digamos la palabra que no se debería decir, incluso según la opinión de algunos cristianos: el Anticristo, el demonio, Satanás. ¿No le hemos dejado dar otro paso más? En fin, ¿existe todavía el Estado o el engranaje ha ido más allá? Por lo que entiendo, y lo digo con miedo, ha ido ya más allá. DON GIUSSANI El Estado, entendido como un poder abstraído de la vida real, es el instrumento de este proceso. NTIDONACIMIENTO.Indd 66 66 12/03/14 08:2 TESTORI En mi opinión, el instrumento ya se ha comido al Estado. DON GIUSSANI Ya no tiene personalidad ni siquiera este tipo de Estado. TESTORI El instrumento se la ha quitado. Es una secuencia ininterrumpida de asesinatos que descienden desde el primer asesinato. DON GIUSSANI De todas formas, éste sigue siendo el engranaje mediante el cual actúa el Anticristo. TESTORI Mi percepción es que este engranaje ya se le ha ido de las manos al Estado; se ha formado un supra-Estado y el Estado ya no está en condiciones de controlarlo. Ya ha dejado de ser él el verdadero titiritero, el que realmente maneja los hilos de lo que he llamado «mecanismo de abstracción total», que coincide con la falta de alma; la falta de natalidad; la falta de materia; que es falta de amor, inteligencia, sabiduría, juicio, igualdad; y, al final, falta de sentimientos y de belleza. NTIDONACIMIENTO.Indd 67 67 12/03/14 08:2 En cuanto a la disidencia, tú aludías a la disidencia religiosa en Rusia y en los países del Este. Tengo que decirte que, desde que mi vida me ha llevado a entrar en una relación más directa, plena y responsable con los jóvenes, yo la percibo, la advierto también aquí, entre nosotros. Es decir, capto una resistencia contra este engranaje. DON GIUSSANI La rebeldía en contra de este engranaje. TESTORI Sí, fortísima. Incluso si no consigue explicitarse. Sin embargo, ya asume ciertos nombres, esos nombres que asustan a quienes son parte integrante de ese engranaje, que se los come, mientras ellos tratan de aprovecharse de él. No aludo sólo a algún partido político. Muchos, demasiados, se quedan atrapados en él, y están confundidos; y juegan en esa terrible contienda o, quizás, empiezan a sufrirla también ellos. De todas formas, vuelvo siempre al comienzo, me parece que el no de los jóvenes, en sus declinaciones brutales, es un rechazo decidido y decisivo. DON GIUSSANI Es un no en contra de la ausencia, sin haber gustado todavía la presencia. Mientras que en Rusia —porque en Rusia la disidencia empezó entre los jóvenes— la disidencia religiosa fue un no a la ausencia que les hizo redescubrir la presencia. NTIDONACIMIENTO.Indd 68 68 12/03/14 08:2 TESTORI Yo creo que en Rusia el no fue desde el principio más real que el nuestro, más físico que aquí entre nosotros. DON GIUSSANI Ya, en efecto, implicaba la cárcel. La cuna de la disidencia fue y sigue siendo la cárcel. TESTORI Mientras que aquí el no puede deslizarse sobre la pendiente lustrosa del consumo. DON GIUSSANI El no aquí utiliza, vive de los instrumentos que le proporciona el poder. TESTORI Por tanto, aquí, es más difícil. Allá es más doloroso, pero aquí es más complejo, sobre todo es más difícil asumir una conciencia activa. Decir que no aquí es más difícil porque el engranaje que te somete te suministra permanentemente nuevos mitos, continuas alucinaciones momentáneas; por lo tanto dar carne y sangre a este no, aquí es más arduo. Pero me parece muy importante que exista esta voluntad de oponerse. NTIDONACIMIENTO.Indd 69 69 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI Sí, como inclinación generalizada. Pero existe también esta limitación terrible, este étouffement, ¿como diría yo? TESTORI Esta caída continua… Además, con el riesgo de que esta resistencia sea debilitada, amansada, asimilada por el engranaje. DON GIUSSANI Por ello, decía, étouffé; realmente sofocada... TESTORI Llegados a este punto la única vía de salida para la liberación es que el no asuma el rostro de un sí, el rostro del consentimiento al hecho de que somos queridos. DON GIUSSANI Devolverle al no la memoria. Esto es lo que hay de descubrir de nuevo. TESTORI Y en este punto, creo yo, se levanta la cruz. No creo que sea posible otra solución. La cruz que, por ejemplo, en Rusia es y ha sido la cárcel, aquí tendremos que asumirla de alguna manera. NTIDONACIMIENTO.Indd 70 70 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI Este es el miedo... El miedo que avanza, porque es una previsión demasiado justa. Y como en la Biblia, cuando vivían en la abundancia, Dios envió el diluvio, así debe suceder algo. Tan es así que ni siquiera los que deberían ser las huestes —acies— de esta memoria, advierten esta llamada a la memoria. El llamamiento a la memoria produce un cierto fastidio; o se les acusa de ingenuidad, de «integrismo». Cunde la abstracción también en quienes se remiten a la memoria, en quienes quisieran recuperarla. Tanta teología actual, tanta educación católica... TESTORI Se hace a latere, se hace «al margen de» o «pasando por encima de». DON GIUSSANI Se hace al margen de la vida. Las palabras del Papa Juan Pablo II llaman la atención, pero no sacuden las conciencias. TESTORI Quizás algunos aparentan ser impactados, porque yo veo cierta simulación. Pero esto se está convirtiendo en una manera de acallar y suprimir su voz. Aunque, por mucho que se acalle y se suprima, no se puede evitar que el hombre esté hecho de alma y cuerpo. NTIDONACIMIENTO.Indd 71 71 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI Ergo, hay que devolver el nombre de «asesinato» a estas cosas. Porque esta palabra es mucho más fuerte que «indiferencia» o «marginación» o «supresión». Hay que declarar que los estímulos de esta cultura son a menudo estímulos al asesinato. Utilizar la palabra «asesinato» puede... ¿cómo diría?, sí, por contraste, puede volver a despertar el sentido de la persona. Porque este es el tiempo en el que es necesario rescatar la conciencia de la persona. Es como si ya no pudiéramos hacer cruzadas o campañas sociales... Cruzadas programadas, grupos organizados. Un «movimiento» nace exactamente con el despertar de la persona. Es algo impresionante. Antes lo comparaba a David contra Goliat. Precisamente la persona que, ante un engranaje como el que tú has descrito, es lo más insignificante que exista, lo más ridículo, lo más desproporcionado y sin viso alguno de tener éxito, precisamente la persona es el punto de rescate. Y así, en mi opinión, nace el concepto de «movimiento». Hoy, el mayor valor social para un contraataque es justamente el ideal de que nazca un «movimiento», lo cual parece algo sin orden ni concierto y nadie sabe cómo puede acontecer. En efecto, su lugar de nacimiento es la partícula más inerme y desarmada que existe, es decir, la persona. TESTORI Aquí debe aflorar, irresistible, el valor de la persona, que al mismo tiempo supone la recuperación NTIDONACIMIENTO.Indd 72 72 12/03/14 08:2 de la memoria, la recuperación del saberse querido. Indefensa, quizá ya derrotada de antemano —perdóname si lo digo así—, pero tengo la certeza de que el amor de Dios es más grande que toda esta maquinaria y todas las abstracciones... DON GIUSSANI Es que este es exactamente el modo en que Dios vence al mundo. Sólo que Dios... «…para Él mil años son como el ayer que pasó».7 Esto es, Dios vence según sus tiempos. Y esto para nosotros supone una cruz. Porque también para Cristo la cruz, a los ojos de la sociedad, fue una derrota. TESTORI Supone una cruz, pero como bien dices, también una esperanza. DON GIUSSANI El problema capital es recobrar el señorío de la persona sobre sí misma; alcanzando ese lugar recóndito donde la persona puede ser rescatada al recobrar el sentido de su nacimiento. No basta ni un discurso ni un debate. El verdadero problema es el resurgir de la persona. Y esta es una tarea de Sísifo, porque, aunque todos lo están esperando, depende una vez más de la persona. Antes que estar a merced de un mecanismo que se lo traga y lo disuelve todo 7 NTIDONACIMIENTO.Indd Cf. Sal. 90, 4. 73 73 12/03/14 08:2 porque todo lo desacraliza; antes que verse libre de este engranaje, la persona debe estar ya hecha, mejor dicho, debe haberse recobrado a sí misma. En este sentido, hay una palabra que debe correr, que debe comunicarse, que debe mantenernos en vela, que debe catalizar la esperanza. Y es una empresa cuyo punto original es capilar, en su sentido último, porque acontece en cada individuo singular. Las personas abandonadas, las personas arrancadas de su origen sagrado, de su concepción en el seno materno, quedan tocadas en su interior porque están manipuladas. ¿Cómo arrebatarlas de esa fuerza de gravedad terrible, de esa tremenda fuerza catalizadora que poseen los instrumentos de la abstracción? TESTORI Recogiendo dolorosamente al hombre en ese punto extremo en que lo hemos dejado caer: el momento de su muerte. Un suicida, que ya no quiere vivir, que desea morir, viene a verte; te lo encuentras ahí delante; se te anuncia; te lo cruzas por la calle; te lo encuentras, no importa cómo; aunque no te lo diga, se ve que tiene gana de acabar con su vida... ¿Tú qué haces? Llama a tu puerta; viene a verte porque quiere decirte algo antes de acabar con todo, antes de cumplir ese delito contra su vida, esa vida a la que le han quitado la memoria, el sentido. Y me imagino que si uno viene en esas condiciones está como abrumado por la nostalgia. Tú abres la puerta… es él. ¿Qué haces? NTIDONACIMIENTO.Indd 74 74 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI No sé qué contestar, porque en ese momento le diría lo que pudiera y como pudiera. TESTORI Si él o ella, entrando, te mira... significaría que sigue teniendo necesidad de mirarte. Bien, esta mirada... DON GIUSSANI Si vienen, es que necesitan mirar a alguien... TESTORI Esa mirada sería su último recurso. ¿Qué crees...? Quizás ya te ha pasado... DON GIUSSANI La verdad que sí... Es una minoría exigua la que se expresa de ese modo. Pero lo que le diría a esta pequeña minoría es lo mismo que puede sacudir también a la masa. TESTORI Son como la punta de lanza que expresa, aunque sea oscuramente, a todos los demás. Lo primero que les pasa es que necesitan llorar. ¿Quién o qué hoy le impide al hombre llorar? ¿Quién le arrebata NTIDONACIMIENTO.Indd 75 75 12/03/14 08:2 el derecho a llorar como una forma de liberación? Lloran para recobrar físicamente la memoria, para poder recobrar la memoria. La abstracción en la que vivimos es culpable también de esto, de no dejar llorar a la gente, de que los hombres no sepan cómo llorar, a pesar de que les hace llorar. Lo que hoy se les concede ya no es un llanto de liberación. ¿No es quizás otra terrible culpa de la abstracción la de haber privado al hombre de sus lagrimas liberadoras? ¿O de que las lágrimas no le devuelvan al hombre su significado de confianza hacia la vida e incluso hacia la muerte? DON GIUSSANI Es algo trágico, porque es solamente una presencia distinta lo que puede suspender la lógica de este engranaje. Esa gente... TESTORI Esa gente, mucha gente, toda la gente. Esa gente representa el caso extremo, el síntoma de un malestar que ha llegado ya al borde del precipicio. DON GIUSSANI Si la culpa la tiene la abstracción, entonces sólo lo concreto puede amenazar el dominio de lo abstracto. Y lo concreto es una presencia distinta. Una presencia distinta se expresa en palabras que dejan entrever una continuidad; en palabras que no cierran, NTIDONACIMIENTO.Indd 76 76 12/03/14 08:2 que no «definen»; quiero decir, que no hacen como este mundo que pretende definirlo todo y así lo encierra todo en un sepulcro, acaba con todo. Por lo tanto, deben ser palabras que expresan un contenido vivo, es decir, una presencia. Yo no logro encontrar otro motivo de esperanza que no sea el multiplicarse de estas personas que sean una presencia. El multiplicarse de estas personas y una inevitable simpatía o, estaría a punto de decir una palabra fea, una «sindicalidad» nueva entre estas personas, tal como la expresa el término que utilizamos nosotros: un reconocimiento. Al margen de esto la trayectoria es tan pobre, lo humano tan apartado, que es como si los mendigos de una ciudad tuviesen que combatir contra el poder que campa a sus anchas sin que nadie le oponga resistencia. Hay que tener el coraje de asumir la verdad de nosotros mismos. El discreto coraje de la verdad de uno mismo. Es decir, asumir que el motivo de la desesperación es un engaño, una mentira que podemos vencer en nosotros mismos, que no podemos pretender que otros venzan por nosotros —ni la sociedad, ni un ejército armado o una banda de objetores de conciencia—, sino que debe ser vencida primero en uno mismo, que puede ser derrotada en uno mismo. Y esto puede venir sólo de un nacer de nuevo. Y cuando le digo: «Mira que si te matas no resuelves nada, porque tú sigues siendo tú; no puedes evitar que exista el mañana, no puedes evitar tu destino personal; el destino te supera, tanto que no existías y has nacido, por lo tanto, estás dentro de una realidad más grande que lo que te hace daño, que lo que te persigue, que lo que te NTIDONACIMIENTO.Indd 77 77 12/03/14 08:2 oprime. Y lo que te constituye, tu destino, tiene la capacidad de resurgir en ti, con tal de que tú lo quieras, de que lo aceptes»; en este sentido, yo le digo a todo el mundo que lo primero que hay que hacer es lo que parece más lejano: pedir. Les cito siempre el Innombrable, en Los novios de Manzoni: «Dios, si existes, ¡revélate a mí!»8. Porque el punto es éste. Y esto vale para todos, no sólo para quien está desesperado. Esto les digo a todos los chicos. TESTORI ¿Se puede sugerir que un modo de decir «Si existes, ¡revélate a mí!» sea odiarse un poco menos, quiero decir, como criaturas de Dios, como hombre en relación con, como hombre querido por Otro y, por tanto, eterno? DON GIUSSANI Sin duda. TESTORI «Ámate más, porque al amarte un poco más reconocerás que eres querido por amor». Quizá sea el Amor que nos ha querido lo que nos empuja a amarnos aún estando al borde de un precipicio o asomados al cráter de un volcán. 8 Alessandro Manzoni, Los Novios, Alfaguara, 2004, cap. 21. NTIDONACIMIENTO.Indd 78 78 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI Sin duda. El problema radica exactamente en esto y en cómo llegar allí. Una vez que se llega allí, uno empieza de nuevo a comer. TESTORI «Estímate más que la nada a la que te han reducido. Eres más grande, eres más importante, eres insuprimible». DON GIUSSANI O como proclamaba un panfleto de jóvenes universitarios: «La vida es más grande». Así es. TESTORI Todo hombre participa de esta grandeza y, si la vida es más grande, es más grande el valor del hombre. No se pueden separar estas dos grandezas: la una engrandece a la otra. DON GIUSSANI Sí, pero «la vida» no existe si la vida «eres tú sólo». Para mí, la clave es recobrar la evidencia de que la vida no nace de nosotros, que nuestro destino no acaba en nosotros, sino que pertenece a algo más grande que nos constituye. NTIDONACIMIENTO.Indd 79 79 12/03/14 08:2 TESTORI Algo que no se puede separar de tu vida concreta, particular, algo que constituye las entrañas mismas de nuestra vida. DON GIUSSANI Algo más grande que nos constituye. Lo cual significa descubrir la paradoja de que yo soy Otro. No puedo decir «yo» si no digo «tú», si no digo «Tú que me haces», como digo cuando trato de explicar qué es la oración. Lo que quería aportar, como respuesta a esta última apertura de nuestro diálogo, es que es verdad que la mentira domina el mundo tal como dijo Jesús: «El mundo entero yace bajo el dominio de la mentira»9; y además, ahora, la mentira ha llegado al paroxismo porque se ha suprimido la dimensión concreta de la vida; pero la batalla contra la mentira se libra en cada persona. De hecho, uno se mata o vive como si fuera un muerto viviente cuando acepta que no hay nada que hacer; y éste, en realidad, es el verdadero suicidio. Por lo tanto, también es en la persona donde se juega el rescate, el renacer, el resurgir. Pero, ¿cómo puede darse este rescate? Este es el punto que tenemos que abordar. Exteriormente la única respuesta es que uno se encuentre con una presencia distinta, que se tope con una presencia diferente. Entonces, esta presencia 9 Cf. «Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero yace en poder del Maligno» (1Jn 5, 19). NTIDONACIMIENTO.Indd 80 80 12/03/14 08:2 puede actuar como reactivo, como catalizador de las energías que se habían perdido. TESTORI Debe volver a despertarse el sentido que tiene el haber nacido, el sentido de nacer. DON GIUSSANI Exactamente. Y esta memoria se recobra en compañía de alguien que ya la vive. No hay otra solución sino el multiplicarse de estas presencias. La Biblia dice que «cada hombre es responsable de sus hermanos»; alguien que tiene fe no puede dejar de conservar, aunque sea de manera implícita, la confianza en lo humano y por lo tanto preocuparse de los que le rodean y convertirse en una presencia para cualquiera que tenga al lado. Empezando por el marido o la mujer, los hijos, los compañeros de clase, de la universidad o del trabajo. Si esto se produce, es imposible que estas personas no se reconozcan entre ellas, no establezcan un vínculo de solidaridad, no sientan —como apuntaba antes— nacer entre ellos la necesidad de una suerte de reconocimiento «sindical». Al multiplicarse estos átomos, surge un movimiento. Entonces un movimiento se opone al engranaje del poder. De todas formas, el tipo de aridez, el nihilismo que genera la sociedad en la que hoy crece la gente, este clima nihilista dificulta un verdadero rescate de la responsabilidad de los que tienen fe, incluso de los que conservan una fe natural en el valor de la vida, y por lo tanto NTIDONACIMIENTO.Indd 81 81 12/03/14 08:2 se opone frontalmente al surgir de un movimiento. Aun así, en mi opinión, esto es lo fundamental para un contraataque en la sociedad actual: el rescate de esa verdad que tiene lugar en cada persona, en mí mismo «yo»; que cada persona tenga el coraje de recobrar su verdadero ser, tomando conciencia de sí misma. TESTORI Y que caiga en la cuenta de la necesidad de comunicar... DON GIUSSANI ...que caiga en la cuenta del poder que tiene, de la responsabilidad que asume al relacionarse con otros: la de contagiar la vida. Y, además, que esta recuperación de la conciencia personal no rechace la solidaridad con los demás que tienen la misma suerte, la misma gracia, esto es, que no rechace formar parte de ese movimiento que el Misterio divino promueve en el mundo. TESTORI Si lo rechazara, ¿significaría que ya no es solidario, que ya ha extraviado el sentido de la memoria? Porque, es justamente la memoria lo que nos impide rechazar a los que comparten esa misma conciencia del origen, del nacer. NTIDONACIMIENTO.Indd 82 82 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI Estoy de acuerdo. Tan es así que es esta precisamente la tragedia de los cristianos. Hoy son más bien como pabilos vacilantes de esa memoria. Y la confirmación de lo que digo es que son incapaces de reconocer la unidad que existe entre ellos, es decir, que la comunión es inmanente a su vida personal. TESTORI Se muestran también incapaces de reconocer las señales que la Gracia envía con extraordinaria abundancia. Volviendo a lo que decías antes, al hablar del hombre que se encuentra con alguien que ya ha recobrado en sí mismo esta memoria y establece con él una alianza, pues bien, yo creo que el hombre puede recobrar su memoria también en el contacto con la naturaleza; y con esto quiero decir que el signo de que somos criaturas se encuentra también allí, resplandece también en la naturaleza. DON GIUSSANI Hace unas semanas, quedé con un chico que me había escrito, y luego me lo comentó, que se sentía verdaderamente hombre, humano, sólo cuando andaba por el campo, en medio de la naturaleza. TESTORI Eso es, el encuentro con la naturaleza. Al ser también la naturaleza sede de la memoria, ese encuentro NTIDONACIMIENTO.Indd 83 83 12/03/14 08:2 puede darse también con ella. Una memoria que se alimenta por sí misma y que quizás nosotros no podemos percibir del todo; pero en la que el hombre puede reconocer su memoria, verla reflejada como en un espejo. No sé si has reparado alguna vez en el hecho de que en algunos momentos del día —que pueden ser por la mañana, al atardecer o por la noche— pues, en esos momentos advertimos con una agudeza aún mayor la memoria de haber sido creados; percibimos que somos creados en ese instante, hasta advertir en el presente una suerte de laceración, una herida. De hecho, dijimos, la memoria es también dolorosa. ¿Te has preguntado alguna vez por qué cuando te encuentras inmerso en un momento tan milagroso de la vida de la naturaleza, y tiemblas en ella, percibes que es como si el signo de Dios, el signo que es la creación, se dilatara hasta el extremo y te volviera a despertar, como si hubiera una voz que se superpone a la música de un órgano? ¿Por qué se da esto, si no es porque en esos momentos advertimos la memoria de una unidad total que incluye también la naturaleza? Yo también creo que este rescate de la memoria puede darse también mediante los signos de la cultura, mediante las obras que el hombre ha dejado a lo largo de su historia, quiero decir, los libros, la música, las formas del arte. También de allí puede venir una recuperación del signo de que somos hijos, de que somos queridos. Por tanto, el margen de posibilidad es infinito. Lo que pasa es que nosotros los cristianos solemos reducirlo, hasta el punto de no saber leer casi ninguna de las señales que en ese campo NTIDONACIMIENTO.Indd 84 84 12/03/14 08:2 infinito nos envía la Gracia; señales que pueden ser felices o dolorosas, que pueden ser, por ejemplo, estas luces que se están encendiendo justo ahora en el aire, ahí, más allá de la ventana, o pueden ser, quizás, una enfermedad. El problema es que ya no estamos abiertos a los signos, nos hemos encerrado, enrocado. Además, ¿qué pretendemos defender con eso? La aridez, nada más. Cuando, en cambio, el cristiano debería ofrecerse totalmente, abrirse de par en par a la abundancia de Dios. Creo que la abundancia de la Gracia es infinita, sobre todo hoy. Pero ya no sabemos leerla para nosotros mismos y así no sabemos enseñarla a los demás. Y cuando creemos haberla leído y la indicamos a otros, lo hacemos casi siempre con nombres, sentidos y significados sustitutivos, parciales, incompletos. En cambio podríamos y tendríamos que utilizar también los términos de la ciencia, la literatura, la filosofía, y recorriéndolos hacia atrás llegar al origen de estas señales, al origen de esa memoria, en fin, al nacimiento; y así aferrar su sentido y al mismo tiempo dejarnos aferrar por ella, por esa Gracia. DON GIUSSANI Comparto todo lo que dices, pero insisto en que es casi inevitable que sea un presencia humana la que haga de catalizador; de lo contrario, podría surgir un sentido de dependencia que no logra devolvernos el descubrimiento de nuestra propia figura humana. Sin que haya una presencia humana que catalice lo que está latente todo se desdibuja; como sucede NTIDONACIMIENTO.Indd 85 85 12/03/14 08:2 al individuo que se disuelve dentro de un sentido pánico —panteísta— de la realidad. En cambio, el contacto con los testimonios de la historia del hombre, el arte, la música, la literatura, constituye indudablemente una presencia. Sólo que, en cualquier caso, siempre llega el momento en que debe haber otra persona. Yo quería simplemente decir que la esperanza que vivo y que muchos viven conmigo, no es ni una simpleza ni una temeridad inconsciente del cinismo que lo invade todo. Todo lo contrario. Es el ejemplo de una vida que empieza a romper el hielo y a devolver el calor a un cuerpo, a un cuerpo congelado. Y esto debe llegar a multiplicarse mediante el reconocimiento mutuo y la compañía recíproca hasta convertirse en un fenómeno socialmente relevante. Es el mismo dinamismo que instituyó Cristo. Hubo gente que entrando en contacto con Su persona redescubrió su propio origen, su destino; así empezaron a sentirse hermanos entre ellos, compañía y regla los unos para los otros; porque el concepto de «regla», antes que en la codificación de sus artículos, tiene un significado de compañía hacia el destino. Este es el fenómeno que debe producirse sin pedir a nadie ningún carnet ni etiqueta; y debe darse en cualquier ámbito en donde uno esté. Desde este punto de vista la Iglesia es admirable porque no obstante la traición de los clérigos y el gran olvido de casi todos sus hijos, sigue siendo la verdadera presencia de personas en relación amistosa entre ellas, que forman una compañía en camino hacia el destino. La riqueza de la compañía es la memoria y la NTIDONACIMIENTO.Indd 86 86 12/03/14 08:2 compañía se hace escuela de la memoria. Y el lugar de la memoria es realmente cuando uno dice «yo». TESTORI Yo en Ti. DON GIUSSANI El lugar de la memoria es cuando uno dice «yo» descubriendo que este yo es Otro, que su yo está constituido por algo distinto, por otra realidad. San Agustín definía la oración como elevatio mentis in Deum, es la toma de conciencia de uno mismo hasta el punto originario: yo en Ti. Y en la historia se anuncia que Tú te hiciste uno de nosotros para darte a ver, para que pudiéramos sentirte... TESTORI Para permitir que yo pudiera decir: «yo». Y lo puedo hacer sólo gracias a que Tú te hiciste hombre. DON GIUSSANI «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré».10 Los cristianos deben volver a ser este lugar de la memoria. TESTORI ¿Por qué has apartado, tachándola de panteísmo, la participación en el cosmos mediante la cual, 10 NTIDONACIMIENTO.Indd Mt 11, 28-30. 87 87 12/03/14 08:2 también, recobramos nuestro ser hijos una y otra vez? ¿Puede haber una resurrección, no en sentido literario sino real, también de la naturaleza? La sangre de Cristo, que es la sangre del Hijo encarnado, oprimido, flagelado, herido, asesinado, ¿es posible que no reciba una confirmación, una iluminación, una glorificación aún más total si vemos su signo también en una planta que se eleva hacia el cielo o en un ocaso que tiñe el horizonte por encima de los tejados de la ciudad? DON GIUSSANI Yo no quería restar valor a esto, ¡imagínate! El cosmos es el primer signo de Dios. Tampoco, por otro lado, quería disminuir el testimonio trágico de los sufrimientos, las muertes, las persecuciones, las injusticias, que son todos momentos profundamente evocadores. Pero tú me habías planteado antes la pregunta: «Si viniera a verte alguien que quiere acabar con su vida, y llamara a tu puerta... ¿qué le dirías?». Yo no podría hablarle del cosmos, no podría decirle, multiplicando indefinidamente su problema, «hay millones de personas que están siendo heridos, destrozados, y tú eres un emblema de ellos». Mi punto de vista es pedagógico. Para que llegue a ser estable y clara hasta el fondo la rebeldía de lo humano ante la injusticia, hace falta un hombre que sirva de catalizador, hace falta una persona. Por lo tanto, el bien de este mundo reside en el multiplicarse de estos hombres que se reconocen en compañía NTIDONACIMIENTO.Indd 88 88 12/03/14 08:2 entre ellos. Si la compañía es rechazada significa que también languidece la emoción inicial. No recuerdo exactamente, pero me parece que en el Doctor Fausto11 de Thomas Mann, aparece el doctor Leverkün que se larga de su casa para afirmar su autonomía y que luego enloquece; y lo único que decide, en la última oportunidad de inteligencia y claridad que le queda, es volver a la casa de su madre. TESTORI Novalis escribe: «La filosofía es propiamente nostalgia: el deseo de volver a casa».12 Este es el concepto de memoria al que tú te refieres y que yo llamaría el sentido del estar naciendo. Es algo que resume un poco todo lo que estamos diciendo. DON GIUSSANI De todas formas, quería simplemente precisar una observación de método para que vuelva a difundirse esta nostalgia: el artífice de este rescate es la persona, la presencia personal; y cuando estas personas se multiplican y se reconocen en compañía, constituyen un tejido... 11 Thomas Mann, Doktor Faustus, Edhasa, 2010. En Die Grundbegriffe der Metaphysik (Los conceptos fundamentales de la metafísica), curso impartido entre 1929 y 1930, Heidegger utiliza un fragmento de Novalis para definir la nostalgia: «La filosofía es propiamente nostalgia, algo que nos impulsa a estar en todas partes como en nuestra propia casa». 12 NTIDONACIMIENTO.Indd 89 89 12/03/14 08:2 TESTORI Tejido de amor, de necesidad. DON GIUSSANI Pero hay un factor insustituible al que no hemos aludido, la Gracia. TESTORI Quizá aludimos a ella cuando hablamos de las señales incalculables que no sabemos nunca de dónde, ni cómo, ni cuándo nos llegan. Y aquí volvemos al discurso anterior. Que todo este engranaje que nos oprime, que nos aplasta, levanta unas paredes tremendas entre el hombre y la Gracia; interpone unos obstáculos terribles entre el hombre y el derramarse infinito de la Gracia. No amarse lo suficiente, no entregarse lo suficiente para que en primer lugar se reconozcan los que han recobrado el sentido y el sello del haber nacido y, amándose y amando, se multipliquen. Esta reserva, este no entregarse, colabora a erigir estas paredes, ese no. DON GIUSSANI Peor aún, porque no podemos desconocer impunemente que ese «origen», aquello de lo que estamos hechos, se ha convertido en una compañía. La primera «presencia» que dio el primer impulso en el mundo a esta compañía salvadora de la persona sigue siendo una Presencia que permanece en nuestra vida. NTIDONACIMIENTO.Indd 90 90 12/03/14 08:2 TESTORI Creo que la Encarnación ha acontecido para que todos nos reconociéramos en una familia. DON GIUSSANI Para ser compañía. TESTORI «Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo».13 DON GIUSSANI Y esa compañía se revela presente mediante la capacidad de compañía de los que la reconocen, que la aceptan. TESTORI Lo que tú llamas compañía existe, pero para que lo sea de verdad debe ser continuamente reconocida, aceptada, acogida y trabada. Y además, como suelo decir, es una familia doliente. DON GIUSSANI Sí, porque el signo de esta compañía, que es gloriosa e innumerable porque Él ha resucitado, es una presencia. Su presencia alcanza al hombre a través 13 Cf. «Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos» (Mt 28, 20). NTIDONACIMIENTO.Indd 91 91 12/03/14 08:2 de un signo físico, que es la compañía de los que le siguen: esto es lo que constituye Su cuerpo visible. Y es una compañía doliente, como dices tú, porque este signo se compone todo de pobres indigentes, de gente que cojea. Y aquí se pone de manifiesto el juicio sobre el corazón de cada hombre: porque el corazón que desea la verdad, atravesando todas las cojeras, las incoherencias y las miserias del signo, reconoce el acento que tiene la presencia de la verdad. Mientras que quien no busca de veras la verdad sino la propia satisfacción, incluso ideal, se escandaliza de las cojeras y de las miserias, se le queda cerrado el oído y no percibe el acento de la verdad. TESTORI No sabe leer en la creación, no la escucha, y al final deja de hablar, se hace ciego y mudo. DON GIUSSANI Por el contrario, Su presencia nos alcanza con un acento inconfundible, sumamente discreto pero inconfundible, que no se puede desatender sin pecar. Entonces nuestro querer el mal, la esclavitud que llevamos impresa en la carne, corre en busca de un pretexto para decir que no es verdad. En el fondo es como si dijera: «esto no me basta», «quiero verlo yo», «quiero meter la mano en Su costado». Dios alcanza al hombre a través de un acento que resuena dentro de la miseria humana, pero a menudo esto no le agrada al hombre. Entonces se toma como NTIDONACIMIENTO.Indd 92 92 12/03/14 08:2 pretexto el aspecto mezquino y la cojera de aquella compañía. TESTORI Es una falta total de caridad. DON GIUSSANI Es una falta de deseo de ser salvados, por tanto, una falta de caridad hacia uno mismo. TESTORI Mientras que en este reconocimiento, al recobrar el sentido del haber nacido, al asumirlo, al compartirlo y multiplicarlo, nada queda ajeno a la historia del hombre, todo puede servir. DON GIUSSANI La memoria está totalmente en función de la historia, porque el reconocimiento de la dependencia original, que es en el fondo la pobreza de espíritu, permite poseer el mundo, hace que uno se perciba a sí mismo como parte de una trama de significados buenos. TESTORI Mediante ese reconocimiento se activan todas las infinitas posibilidades que tiene cada persona —y que existen en virtud de su específica individualidad— NTIDONACIMIENTO.Indd 93 93 12/03/14 08:2 para crear historia. La memoria, que por voluntad de Dios se hace historia, es el único camino por el cual la historia se convierte para el hombre en un trance constructivo, aunque sin duda doloroso; en lugar de ser, como parece hoy, un paso doliente y destructivo. Al contrario de lo que se proclama, la historia es redimida, edificada y glorificada, mediante la fe. DON GIUSSANI Mediante el rescate de la memoria en cada hombre. TESTORI La razón, la inteligencia, la ciencia, la poesía, el arte, edificadas de nuevo sobre este sentido del nacer. Por tanto no es verdadera la polémica que se alimenta continuamente acerca de la supuesta coincidencia entre fe y negación de la razón. Es una polémica falsa, abusiva. Es una lectura partidaria, porque en efecto no hay nada que esté tan enclavado en la razón como tener confianza en la Razón absoluta de nuestro nacimiento. DON GIUSSANI De todo lo que hace la razón, nada es más razonable que reconocer que pertenecemos a un designio bueno. TESTORI No sólo. Nada hace más razonable a la razón que reconocerse a sí misma formando parte de un NTIDONACIMIENTO.Indd 94 94 12/03/14 08:2 designio inmenso, infinito. Diría que este designio potencia a la razón, ilumina a la razón, es el vértice de la razón, así como es el vértice de la fantasía, de la sensibilidad y del amor. Todo así cobra su verdadero alcance y tiende hacia el extremo contrario al que hemos llegado hoy, que es la inanición misma al habernos dejado someter. Todo está sometido al poder de este «engranaje». DON GIUSSANI Justamente porque el hombre sabe que todo pertenece a algo más grande que él, que lo redime todo, incluso lo que es mezquino, pequeño y doloroso. Entonces también lo que es mezquino y doloroso entra a formar parte del significado, es decir, adquiere valor y grandeza. Desde el punto de vista antropológico, el concepto más grande del cristianismo es el de ofrecimiento. Por ello, si una persona ofrece lo que hace —aunque se exprese en un gesto mínimo— colabora en el designio total, participa en la acción del Ser. Si el hombre, haga lo que haga, incluso cuando está allí enfermo en una cama, reconoce que pertenece al designio de Dios y a su voluntad, reconoce que pertenece a Cristo, se convierte en un factor insustituible de ese designio. A ese designio le faltaría algo si faltara ese instante de ofrecimiento; y ese designio, más allá de todos los condicionamientos, otorga a ese efímero instante del hombre toda la carga de su significado total, es decir, colabora en la redención que Cristo mismo obra. Ya no hay nada que sea inútil, desafortunado, desdichado o desechado, sino NTIDONACIMIENTO.Indd 95 95 12/03/14 08:2 que todo el valor del hombre, haga lo que haga, por pequeño que sea, se juega totalmente en la conciencia de su relación con la totalidad, con Dios; en la conciencia con la que acepta pertenecer al Padre en todo lo que hace. TESTORI Esta conciencia, esta voluntad de pertenecer, genera al mismo tiempo un estado de dolor y un estado de felicidad; nos da felicidad la conciencia de pertenecer, pero esta pertenencia conlleva físicamente, realmente físicamente, un dolor. Esto es, no me parece posible quitar el dolor. DON GIUSSANI Porque esta es nuestra condición existencial e histórica. El dolor es pertenecer hasta la muerte de uno mismo. Una pertenencia real debe contar también con el instante en que parece como una renuncia a sí mismo. «Quien se pierde, se encuentra; quien pretende poseerse a sí mismo, se pierde».14 TESTORI Nuestra condición dolorosa no cambia, no cede; no se puede evitar el dolor que implica esta pertenencia. No sólo. Aceptarlo es la única elección que 14 Cf. «El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna» (Jn 12,25). NTIDONACIMIENTO.Indd 96 96 12/03/14 08:2 garantiza la pertenencia misma. Es posible; yo creo que es posible continuamente; aunque el hombre, dada su miseria, no tenga la tensión necesaria para hacerlo posible continuamente; sin embargo, hay momentos en los que se hace posible; en ese caso, el colmo del dolor coincide con el colmo de la felicidad. Deberían darse ciertos momentos… mejor dicho, debería ser así la vida entera, pero somos tan míseros o, como dices tú, sufrimos tal cojera…; en la vida de cualquier hombre que dice «sí» deberían darse ciertos momentos en los que la percepción del dolor y de la impotencia, la sensación extrema de no aguantar más, la percepción aguda de la desventura y de la muerte, acaban coincidiendo con la máxima felicidad. Y aquí entiendo felicidad en el sentido exacto de conciencia. DON GIUSSANI Como un niño desvalido, que solo no puede hacer nada, pero que se relaja por completo cuando su madre lo toma en brazos. TESTORI Cuando adviertes tu nada total, radical; cuando sientes tu caída, tus huesos reducidos a ceniza, la angustia de tu mismo ataúd, en ese momento tienes la percepción del máximo grado de conciencia que se nos concede, por tanto, de la máxima felicidad, si es que, como creo, la felicidad es conciencia. NTIDONACIMIENTO.Indd 97 97 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI Hay una posibilidad de gozo. Dice san Pablo: «Desbordo de gozo en mis tribulaciones».15 Pero tú dices otra cosa. Dices que también la experiencia más trágica de mi nada, de mi mal, si la reconozco, se convierte en un grito de dolor que coincide con la certeza de una presencia. Por lo tanto, se torna esperanza. TESTORI Se torna felicidad. Felicidad en sentido pleno, total. Mientras que no creo que el estado de felicidad social lleve al conocimiento de tu límite; lo rehúye continuamente precisamente para no conocerlo y considerarlo. DON GIUSSANI Al precio del olvido. Como quiere la propaganda del poder... TESTORI ...quizá sea su seducción. DON GIUSSANI De todas maneras es el «arte» del olvido. La felicidad es humana cuando no es a costa del olvido. NTIDONACIMIENTO.Indd 15 Cf. 2Cor 7, 4. 98 98 12/03/14 08:2 TESTORI Volviendo al episodio de alguien que abre tu puerta y te dice que quiere matarse, si él ve en tus ojos que ya está dentro de ti y que dentro de ti, en tu mirada, ya forma parte del todo; si tú se lo haces ver, en ese momento también en él puede asomarse la percepción primera y dolorosa, totalmente dolorosa, de su ser hijo y, por tanto, de su haber nacido. Para quien llega a ese punto, al punto extremo de la desesperación y del dolor, precisamente por cómo tú le miras, por cómo tú en ese momento te encuentras ante él y dentro de él, te conviertes no en uno cualquiera, sino en el otro que él buscaba; casi te haces «con-suicida» por amor de aquel que ha llegado a ese extremo; y creo que, entonces, también él, sin decir nada, percibe el significado definitivo y liberatorio de la relación que se establece. En este intercambio cabe toda una vida. Incluso creo que en esos momentos extremos la vida llega a ser un intercambio consciente y amoroso de las partes; y de las cruces. Esto no quiere decir que se pierde la individualidad; al contrario, significa reconocerla y confiarla en manos de Aquel que es la caridad total: y, por tanto, a través de Él, al hermano. Si Dios por amor nuestro se hizo uno de nosotros, asumió nuestra miseria no por un momento sino durante treinta y tres años, y vuelve a asumirla día tras día, cada hora, cada momento, creo que el escándalo del que hablas debe ir más allá de la compañía, debe ser realmente un ofrecimiento, una entrega. La diferencia entre «sindicalidad» y comunión, entre sociedad y comunidad, radica precisamente aquí: la «sindicalidad» y NTIDONACIMIENTO.Indd 99 99 12/03/14 08:2 la sociedad ponen límites a las relaciones, las burocratizan; en cualquier caso, las establecen y descifran según derechos y deberes; mientras que el sentido cristiano de la comunión y de la comunidad no pone ningún límite y no pide nada, sino que te lleva a coincidir con el otro. Llevado al extremo, llevado al límite en que uno se abandona a otro, volvemos a lo que decíamos antes. Hay un punto en que dos seres que se aman, que se aman en Dios, dentro del designio de Dios; hay un punto en que, contemporáneamente, por un misterio que es el misterio mismo de la creación, el Espíritu, Dios, Cristo, padre y madre se convierten en un mismo acontecimiento, en una única esencia operante. Yo creo que en ese momento la plenitud del amor y de la conciencia de sí es que uno se identifica con la necesidad del otro, con el dolor de otro, con el ser del otro, sin pedir nada. En esto también nosotros, los cristianos, a menudo pecamos de abstracción. Cuando le preguntaron a la Madre Teresa qué pensaba de la política y de la sociedad, contestó: «No tengo tiempo para pensar en estas cosas»; bien, en esta respuesta queda patente que para un cristiano sólo hay tiempo para ir al encuentro del hombre, para esta identificación que ciertamente puede pasar a través de la política y de la sociedad, pero sólo pasar; no limitarse a ello; no asumir esos lugares de paso como totales y definitorios. En mi experiencia he constatado siempre que por cómo miras a un hombre —sea que vaya a buscarte o que te lo encuentres por el camino—, justo por cómo le miras, por cómo eres mientras le miras, estableces una relación o la rechazas, quiero decir, NTIDONACIMIENTO.Indd 100 100 12/03/14 08:2 una relación humana. Lo cual significa que deberíamos vivir siempre un poco más allá de la expectativa inmediata de lo que los demás esperan de nosotros. Entonces, si abre tu puerta alguien que ha decidido acabar con su vida, que ha decidido irse, y tú tienes la costumbre —bueno, si nosotros tenemos la costumbre— de reconocer a Cristo, de hacer memoria de Su presencia, y él abre la puerta (puede ser la de la casa, de la iglesia, de la calle, de un bar), y tú vas más allá de lo que él quizás no se atreve si siquiera a pensar… sin pecar de soberbia, porque en cualquier caso es Cristo que te permite ir más allá, entonces él te mira; y tú ves que con sólo mirarle le das todo el significado de su vida que es querida por Dios como la nuestra, le devuelves la conciencia de sí mismo, de su filiación, la conciencia de Dios. Ampliando, creo que esto es lo que nosotros, los cristianos, deberíamos hacer en todos los sentidos: ir siempre más allá de lo que se nos pide. Parece ya imposible responder a lo que el mundo desesperado nos pide; a lo que nos pide el mundo negado, el mundo estrangulado, disminuido, el mundo del que ha sido borrada la memoria del haber nacido. Pero yo creo que se puede y se debe ir más allá. No debemos estar dispuestos sólo a responder, debemos llevar ya en nosotros la herida de los que piden socorro, su dolor, sus razones y sus laceraciones extremas. DON GIUSSANI Tenemos que haber respondido ya antes de responder. NTIDONACIMIENTO.Indd 101 101 12/03/14 08:2 TESTORI Quizás la respuesta debe estar ya en nuestra vida cotidiana. DON GIUSSANI Tenemos que ser distintos, de manera que las palabras nos expresen. TESTORI Las palabras y los gestos, son la forma de la vida, en ellos cobra forma lo que somos y vivimos. Aquí entra el discurso acerca de la forma de la vida. Si nuestra forma de vida nace del reconocimiento de que somos hijos, de que somos redimidos por Cristo, no puede ser más que una forma que contempla y contiene todos los requerimientos, las necesidades de la angustia del hombre. La caridad, esto es, la caridad. En este sentido, me parece que el pecado mayor es el de omisión. Lo que es horrendo no es el pecado que uno comete cegado por una pasión; es el pecado de omisión, que es el pecado de quedarse en lo abstracto. Es omitir, dejar de crecer y de dar en abundancia. Podríamos decir que es un pecado de avaricia. Creo que es el peor pecado que un cristiano puede cometer: quedarse atrás ante los requerimientos. O incluso tener una actitud por la que ni siquiera percibimos lo que el mundo nos pide, los requerimientos de los que todavía no han recibido el don de reconocer esta memoria. Porque, en mi opinión, no es que la memoria haya sido eliminada. Me niego a pensar que NTIDONACIMIENTO.Indd 102 102 12/03/14 08:2 haya alguien apartado del amor, apartado de Cristo; que Jesucristo no alcance a todos. Es que nosotros no hacemos nada o hacemos demasiado poco para que todos tengan la posibilidad, la ocasión, el día, la hora, un encuentro, la luz o la oscuridad, para reconocerlo; pero Cristo está presente, vive, gime y muere en todos. Uno puede rechazarlo, pero Él no se aparta. No se aparta ni siquiera si uno se suicida. No, no creo que le abandone ni siquiera en ese momento. Quizá quien se suicida será condenado porque creyó que había apartado de sí a Cristo; pero Él, Cristo, estaba allí, con él, también en ese momento. Puede que Cristo se haya inclinado con amor infinito ante ese gesto desesperado... No se. No consigo decirlo. Él, el Cristo de la cruz, no se va; no nos abandona nunca. Entonces, lo que es necesario es este ser caridad desbordante. Pues, pienso que es el único modo (si es que es un modo) de vivir la memoria, de no ser indignos de Cristo que nos sigue, nos persigue, nos ama. La buena voluntad que cantaron los ángeles sobre la gruta de Belén ante todo es esto. Mientras que todo lo que es omisión es anticristiano; anticristiano como la abstracción y «el poder abstracto» del que hemos hablado. Piensa: un hombre tiene el único, el verdadero poder, que es el de trasmitir a Cristo; pues bien, piensa en un hombre que tiene este don y lo considera algo reservado ¡sólo para él!, un coto de caza, o de vida, ¡privado! DON GIUSSANI En este sentido el pecado es siempre un quedarse corto respecto al verdadero límite; siempre. NTIDONACIMIENTO.Indd 103 103 12/03/14 08:2 TESTORI Yo, por lo menos, siempre me quedo corto, incluso cuando pienso que estoy entregándome totalmente. Sé que habría podido hacer más, ir mucho más allá. Pero la tensión, el empuje, va en esa dirección. También porque pienso que llega a ser un hábito, en el buen sentido. Un hábito que se «inventa» siempre, por tanto un hábito que jamás es perezoso, porque tienes que ensancharlo, ampliarlo una y otra vez; y ensancharte tú y engrandecerte al ejercerlo. Este hábito es una tensión amorosa, una tensión hacia la caridad; por ello, sus puntos límites se desplazan siempre. Diría que este hábito, que luego es el mismo hábito de la oración, es algo de lo que el mundo tiene una necesidad extrema y permanente. No debe ser una tantum, que el mundo lo vea en nosotros de vez en cuando. Debe siempre poder verlo allí a su lado, viviendo, sufriendo, rezando por el mundo. Creo que sólo así no quedará nada en el mundo que no pueda convertirse en cauce de la Gracia. Sólo si vamos siempre más allá de la necesidad del mundo, si estamos dentro y más allá de ella; sólo si acogemos sus necesidades, si estamos dispuestos a cargar con ellas, podemos limitar nuestro error, no recibir jaque. Tú estás y ellos llegan. Deberían llegar y tú ya deberías estar allí. DON GIUSSANI Todo pasa de ser una confrontación a ser un encuentro. NTIDONACIMIENTO.Indd 104 104 12/03/14 08:2 TESTORI Encuentro y también donación. Creo que el hombre hoy tiene una necesidad radical, trágica pero también trepidante y temblorosa, de que alguien, no por mérito propio, sino por el designio de Dios (porque Dios ha querido que estuviera más allá de su desesperación), le entienda y le acoja antes de que diga nada, antes de que le pida nada. La desesperación hoy es enorme; el vacío es tremendo; el dolor es tremendo; la ceguera es tremenda; es extrema la necesidad de poder ver de verdad, de tener una inteligencia verdadera. Entonces tu comprensión debe ser sin límites, una especie de regazo materno, de hogar. DON GIUSSANI Que un hombre pueda sentirse acogido por otro incluso en su desesperación más negra. TESTORI Que sienta inmediatamente que hay un hermano; y que este hermano le hable antes de que él abra la boca, lo interrogue, lo llame. Creo que en este sentido la figura de María recobra un peso familiar, como el de una casa o un cobijo. Porque el «sí» que dijo ella estaba más allá de todos los sí pronunciados, antes y después, por cualquier hombre. Lo que antes decía del regazo, del abrazo, de la casa, es ella; está en ella. El hombre hoy, tan soberbio, tan aparentemente seguro, pero en realidad sumamente incierto, NTIDONACIMIENTO.Indd 105 105 12/03/14 08:2 extraviado, abatido, desventurado, necesita de ella; en ella puede encontrar una acogida materna y total. Es un signo extraordinario que los últimos dos Papas hayan insistido en la figura de la Virgen; es un signo de Dios que Juan Pablo II no pronuncie homilía ni oración sin dirigirse a ella, la Madre de Dios. DON GIUSSANI «Los desterrados hijos de Eva» tienen en ella un puerto, una casa. TESTORI La verdad es que el hombre actual no lo admite, quizás se avergüenza de decírselo a sí mismo, pero tiene una nostalgia terrible de volver a casa, a la casa del Padre. Entonces la Madre está allí, con Cristo, dando forma a la morada, a la casa, a la Iglesia. Desde allí —lo apuntaba antes— creo que el hombre puede empezar a redescubrirlo todo. Y para nosotros que somos «hijos» este volver a descubrirlo todo no puede dejar de pasar por María, por la Madre que los cristianos hemos olvidado o de la que incluso nos hemos avergonzado. Fíjate, nos hemos avergonzado de ella, nuestra Madre. Por otro lado nos hemos olvidado y avergonzado también de la Navidad. En cambio, este es precisamente el momento en que el hombre desesperado pide recuperar la Navidad, recuperar el sentido de su propio nacer, la memoria de su propio verdadero nacimiento. Y las liturgias olvidadas o abandonadas se tornan NTIDONACIMIENTO.Indd 106 106 12/03/14 08:2 culpas espantosas. Nosotros no calculamos, creo, qué es lo que la liturgia celebrada y participada determina, consciente o inconscientemente; la liturgia que vive plenamente en la comunidad. Lo digo más allá de lo que, cada vez y en conjunto, históricamente nosotros podemos ver y saber. Me estoy refiriendo a la efusión de la Gracia que se da en la liturgia de la Iglesia. Pues, yo creo que es una culpa grave haber olvidado y relegado en una esquina estos momentos efusivos de la Gracia. Volviendo a la Navidad que es un momento de la liturgia efusivo por excelencia, la celebración del nacimiento de Cristo, nuestro cobijo, la casa; pues, hoy, en lo hondo de su ser, el hombre no desea más que esto. Se va de su casa porque la casa ha dejado de ser «morada»; porque se ha desacralizado, se ha vaciado, reducido a nada. La casa tendrá unas habitaciones más decentes, pero le han arrancado la memoria de lo que es para el hombre: el lugar donde encuentra cobijo, el hogar. Y dentro de ella la vivencia de la «casa absoluta» de nuestra historia: la Iglesia. En este momento el hombre gime porque añora reapropiarse de su verdadera morada, el lugar donde recobrar su propio verdadero nacimiento: el nacimiento de Cristo. Pienso que estos momentos, justo porque son los más humildes, los que más caen en la retórica, los que corren más el peligro de desvirtuarse, son los que habría que recuperar radicalmente; recuperar y llevar dentro del gemido, del grito, de la desesperación, de la demencia del hombre moderno. ¿Cómo iluminar la demencia, cómo librarla si no le devuelves el significado de ese primer momento, de ese primer vagido y —luego, NTIDONACIMIENTO.Indd 107 107 12/03/14 08:2 ligado muy estrechamente— el sentido que encierra el primer vagido de Cristo, es decir, de Dios que para devolvernos la memoria se hizo hombre? Ni siquiera la Pasión, creo, se puede leer plenamente si no se participa hasta el fondo de la Navidad, de la realidad que es la Encarnación de Dios, su nacimiento. Desde la cruz, Él dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo»,16 es decir, restauró el círculo de la familia, de la morada, de la casa, de la Iglesia: el círculo de la Navidad. Allí está la clave de todo: la súplica de volver a casa, que es la reconquista de la memoria y también la posibilidad de alcanzar la meta. Entonces, todo el camino que tendremos que recorrer, todo el dolor que nos espera a lo largo del camino, porque a estas alturas será un camino arduo y doloroso, si tú tienes siempre presente el momento de la historia en que nació Cristo, el momento de la historia en que Dios te dio vida, el momento en que naciste, si los tienes siempre presentes, tienes en ti mismo la razón total, por tanto, la razón afectiva, el calor y la fuerza, para recorrer tu camino. No podemos hacernos ilusiones; será un camino muy fatigoso el que permitirá al hombre volver a Cristo, pero creo que el momento del origen es fundamental. Porque es el momento del origen de cada día, de cada hora, de cada instante. Es como cuando se reza una oración; si tú, cuando la pronuncias, no la repites mecánicamente, sino que retomas conscientemente su origen y la devuelves a su fuente, si rezas de verdad, todo se te vuelve nuevo, todo renace. En este sentido, el NTIDONACIMIENTO.Indd 16 Cf. Jn 19, 26-27. 108 108 12/03/14 08:2 Nacimiento, el misterio de la Encarnación, hace que cada día, cada minuto, cada palabra que dices, cada gesto que haces, el esfuerzo que realizas, el trabajo que desarrollas, los hijos que crías, los hijos que no tienes y a los que procuras dar lo que le darías a tus hijos si los tuvieras, hace que todo esto se renueve, se convierta cada vez en un nuevo nacimiento, en un anuncio, en una noticia, pero una noticia encarnada, asumida en la encarnación de Cristo, por tanto real, total. DON GIUSSANI Tienes razón, se convierte en un verdadero nacer de nuevo. TESTORI Siempre, cuando lo haces creándolo cada vez, de manera que coincida realmente con un nuevo nacimiento de ti mismo, vuelves a nacer una y otra vez; vuelves a nacer en Él, en el Padre. DON GIUSSANI Que hagas lo que hagas, sea hecho con la conciencia del significado que te hizo nacer, en la memoria de tu venir a la existencia, de tu origen permanente. TESTORI En cambio, cuando se extravía este sentido todo cae en la repetición y, por eso, en la abstracción. NTIDONACIMIENTO.Indd 109 109 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI En este caso, dejas de pertenecer a una historia. TESTORI Quizás haya que considerar también la cuestión del paso del tiempo, de su transcurrir. Porque si tú vives cada instante como la posibilidad de volver a nacer, o como un momento que te hace crecer —y en este sentido nacer—, entonces percibes que lo que se ha dado a luz estará allí para siempre; pasará, pero a la vez ha entrado en la existencia y se quedará para siempre dentro del designio total. Si no vives así, te sobreviene el cansancio; lo cual indica que no has vivido verdaderamente ese momento. Tomemos por ejemplo estas horas que hemos vivido juntos y que ya han pasado mientras charlábamos. Ya no existirán. Sin embargo, si las hemos vivido en su darse a luz, en su nacer de momento por momento, existirán para siempre. Entonces percibes ya que —modestamente, a pesar de todas nuestras flaquezas y miserias— no hemos pretendido más que fueran parte de nuestro nacer y del de todos; entonces sientes también que, aunque acabarán en cenizas, algo queda; que de alguna manera se han fijado y las volveremos a encontrar allá para siempre. Si, en cambio, las dejamos caer, sabes que acaban en la monotonía, en la costumbre, en la rutina; sabes que no han tenido nacimiento, por tanto, que no resucitarán. Serán cenizas que no se levantará jamás. En este sentido, ¿crees tú que el momento culminante, el final, la conclusión de la historia, es decir, NTIDONACIMIENTO.Indd 110 110 12/03/14 08:2 la resurrección de los cuerpos, arrastrará consigo todos estos actos y contemplará cada uno de estos momentos que «han nacido»? Yo creo que allá veremos la tensión que le costó a Miguel Ángel pintar la Capilla Sixtina, aunque entonces la Capilla Sixtina haya dejado de existir. Ya no tendrá sentido que exista. ¿Estás de acuerdo? DON GIUSSANI Sin duda. Permanecerá el valor humano de la Capilla Sixtina. TESTORI Lo que le costó hacerla a él y al mundo que le rodeaba; lo mismo pasará también contigo y conmigo... DON GIUSSANI Lo dice también el Evangelio que ni una palabra se perderá. TESTORI Allá no llegaremos simplemente con nuestras obras; llegaremos con la tensión, con el amor, con la fe, con la esperanza que plasman las obras. Las obras son momentos necesarios. Pero luego, creo que la eternidad estará hecha de la pureza y rectitud de intención, de los sentimientos originales que determinaron esas obras tanto para su éxito como para su fracaso. Creo que uno se condena por la conciencia impura NTIDONACIMIENTO.Indd 111 111 12/03/14 08:2 de esas intenciones y sentimientos; por tanto, por el remordimiento amargo de todos esos momentos en que no ha aceptado insertarse en el designio total. Habrá nostalgia eterna y definitiva por haberse apartado del designio total, por haberse quedado fuera del acontecer, al margen de nuestras horas y de nuestros años: al margen del sentido de nacer. Quizás nos hemos ido demasiado lejos... DON GIUSSANI Por su propia naturaleza, un discurso de este tipo no puede ser más que libre. TESTORI Pero, por volver de golpe a nuestro tema: ¿por qué tienes una esperanza tan sumamente libre en los jóvenes? DON GIUSSANI Porque me parece que ha llegado el momento en que, si el Señor quiere salvar Su obra, debe renovar a las personas; debe llamar a la existencia a aquellas personas, a aquellas compañías de las que hemos hablado, debe crear aquellos movimientos a los que aludimos antes. Ha llegado el momento. Es el signo de los tiempos. Por tanto, paradójicamente, este momento en que la crisis toca su fondo es el momento de mayor esperanza. NTIDONACIMIENTO.Indd 112 112 12/03/14 08:2 TESTORI ¿Tú crees que es legítimo poner la esperanza en los jóvenes de hoy? ¿Crees que sean un motivo legítimo de esperanza por lo menos como lo fueron los jóvenes de hace veinte años? DON GIUSSANI Creo que lo son mucho más. TESTORI Pero no sólo porque han tocado fondo, no sólo porque les hemos dejado caer hasta el fondo... DON GIUSSANI Son un motivo legítimo de esperanza porque son más verdaderos. TESTORI Porque sufren más; porque ya no pueden hacer trampas; porque se encuentran entre la espada y la pared. Para ellos es realmente una cuestión de vida o muerte. Además, tenemos algunos claros indicios. Una parte de los jóvenes, que aumenta cada vez más, ya ha pasado al contraataque; un contraataque desarmado en cuanto a maniobras políticas y a prácticas vergonzosas, pero armado en cuanto a... NTIDONACIMIENTO.Indd 113 113 12/03/14 08:2 DON GIUSSANI Fuerza de la verdad. TESTORI Fuerza de la verdad, de la memoria y de la caridad; también con las armas del abandono en Jesucristo. Creo que esta es una realidad que ya ha tomado forma, que ya tiene su figura. Porque si nosotros estamos aquí y este libro empieza una serie de libros y no se queda aislado, es porque alguien que ya no es tan joven ha visto, se ha dado cuenta, ha advertido, se ha dejado impactar, ha recibido una sacudida al descubrir en estos jóvenes la esperanza, el ímpetu, la pasión, el amor del Padre y, por tanto, el amor al hombre. Un amor integral, decidido, a pesar de su debilidad, continuamente en camino, porque «anclado» en una Presencia que te impide pararte, que te empuja a ir siempre más allá. Esta ancla es la Cruz, es Cristo. Esta colección de libros, por lo que podamos hacer, también es mérito suyo, de los jóvenes. Creo que nos toca la responsabilidad de reconocerles este mérito, de decírselo. Hay que decírselo, porque es justo, porque les pertenece. DON GIUSSANI Por la esperanza que suscitan en nosotros y entre sus compañeros. TESTORI En nosotros, en ellos y también ahí, afuera, en medio de la desesperanza del mundo. Tú deberías NTIDONACIMIENTO.Indd 114 114 12/03/14 08:2 ya saberlo, aunque quizás mientras uno está metido dentro no logra entenderlo hasta el fondo, porque de muchos de estos jóvenes tú has sido, como decía al comienzo, el hermano, el padre. DON GIUSSANI Soy una presencia... TESTORI Al decírtelo te endoso una carga, un peso más. Te digo lo que has sido para que cada vez más seas padre. Pues hay que decírtelo, tú eres, Giussani, uno de los corazones más grandes de esta pulsación nueva de esperanza. Reconocerlo públicamente —bien lo sé— significa cargarte aún más con el peso que llevas sobre tus espaldas. Y ahora paramos aquí una conversación que, quizá, será necesario retomar y continuar en otro momento, sobre otros temas, en vista de otros libros. Parémonos aquí y ayudémonos a crear juntos esta colección. Porque de aquí saldrán libros; libros que, contando con nuestros límites, busquen ir siempre «más allá», como hemos comentado; es decir, intenten desbordar lo requerido, no porque lo hayamos ya superado, sino porque lo asumimos del todo, hasta el fondo, acogiéndolo y sufriéndolo en nuestra propia carne. Ojalá lográramos adelantarnos a sus preguntas, no para apagarlas sino para formularlas, para sacarlas a la luz, para iluminarlas en toda su exigencia, que es también la nuestra. En fin, ahora nos espera otra «labor artesanal». Pero, NTIDONACIMIENTO.Indd 115 115 12/03/14 08:2 ¿acaso la encarnación no es también esto? Reconocer nuestros límites y crear, dentro de esos límites, los instrumentos para recorrer juntos el camino que nos lleva hacia el futuro, hacia el Padre, que es el único futuro posible para el hombre y su historia; ese futuro que es el sentido y el destino de nuestro haber nacido. NTIDONACIMIENTO.Indd 116 116 12/03/14 08:2 EPÍLOGO Teresa Suárez del Villar Acebal Cuando hace años me regalaron el libro Il senso della nascita, lo que allí leí se me quedó grabado en el corazón. Durante muchos años he repetido, y repito, frases de este libro aprendidas de memoria, palabras, intuiciones que provocaron en mí una emoción que todavía dura. Este libro, no sencillo de leer inmediatamente, es una caja preciosa con un tesoro enorme en su interior. En el trabajo con las familias, este libro de la esperanza ha sido una luz, una clave interpretativa de muchas de las realidades que me tropiezo cada día, «una esperanza que se presenta como un abrazo regenerador», utilizando palabras de don Giussani. Los que trabajamos en estrecha relación con las personas podemos percibir, si estamos atentos, que en su vivir cotidiano, cuando se mueven, expresan una especie de lamento, algo parecido al quejido de un niño cuando le pasa algo, un gemido, tal como lo expresa don Giussani en su conversación con Giovanni Testori1. Las personas acuden a nuestra consulta por 1 Don Giussani: «Creo que el gemido que viene de la juventud —ese gemido que tus palabras me han permitido reconocer en todas las caras de los jóvenes de hoy— procede justamente de NTIDONACIMIENTO.Indd 117 117 12/03/14 08:2 un motivo aparente, el motivo concreto que les lleva a pedir cita, pero si miramos con atención, dentro de ese motivo de consulta inicial, en la mayoría de ellas, se puede escuchar ese gemido: hace falta tiempo y silencio para oírlo. Esa especie de lamento se produce por un deseo y una carencia que tienen, que tenemos cada uno de nosotros y que este libro expresa con una belleza irresistible. Se trata del deseo de ser felices, del todo y para siempre y la necesidad de que este deseo se cumpla. Con otras palabras, este gemido silencioso expresa la necesidad de una satisfacción, de una plenitud, la urgencia de «un sentirse bien por dentro», que diríamos utilizando un lenguaje más común. Probablemente, muchas personas no sabrían expresarlo con claridad, es más, ni tan siquiera lo reconocerían si se les preguntase abiertamente. Lo que se percibe en muchas de las caras que nos encontramos, en los jóvenes y en los no tan jóvenes de hoy, es precisamente esta carencia, esta ausencia de la que habla don Giussani. Y, ¿de dónde nace esta carencia? Nace de una inseguridad, nace del no estar seguros de haber sido amados, de no ser conscientes de que en nuestro origen hay un acto de amor gratuito y eterno, siempre y para todos, sea cual sea la circunstancia en la que cada uno de nosotros hemos sido concebidos. Pero, pensemos por un instante en nosotros mismos, cuando nos levantamos cada mañana, esta ausencia. Es como si la conciencia del haber nacido y del nacer no estuviese presente; es como si no hubieran asumido todavía esta dependencia. Es decir, que han sido queridos», véase en este libro p. 31. NTIDONACIMIENTO.Indd 118 118 12/03/14 08:2 ¿tenemos la seguridad, la certeza, de que nuestra vida, la mía, la de cada uno de ustedes, es preciosa? Cuando falta esta certeza empezamos a movernos en función del prestigio, entendido como imagen o poder adquisitivo, empezamos a correr para obtener lo que ya tenemos desde siempre. Y esto condiciona esencialmente nuestro modo de actuar. En la vida o nos movemos seguros de ser queridos, o nos movemos asustados. Y no podemos dejar de preguntarnos con los autores ¿por qué este presentimiento bueno, el presentimiento de que nuestro estar vivos se debe a un acto de amor, no permanece en muchas de las personas que nos rodean? Porque hemos olvidado un dato de nuestra historia, de la historia de cada uno de nosotros: somos un milagro, nosotros no nos hemos dado la vida ni nos sostenemos en ella ni un segundo siquiera. Esto es gran parte de lo que ha olvidado nuestra sociedad. Que en nuestro origen está el acto creativo de Dios, que nos ama apasionadamente, un Dios que afirma la preciosidad de nuestra vida entregándonos la Suya y recuperándonos de nuestro error una y otra vez. Perder de vista este horizonte es una falta de realismo que condiciona de forma importante cualquier tipo de relación: esposo-esposa, padre-hijo, madre-hijo. También la relación terapéutica, médicopaciente, se ve condicionada por este dato objetivo. El chantaje afectivo que sufren los padres de hoy día —que tienen pavor a que sus hijos duden de su afecto real— tiene mucho que ver con esto. Las dificultades de relación de muchas de las parejas que acuden a nosotros, también tienen que ver con esto. NTIDONACIMIENTO.Indd 119 119 12/03/14 08:2 En lugar de partir de la realidad tal y como es, es decir, estamos vivos porque hemos sido amados —yo estoy viva porque estoy siendo amada ahora mientras escribo estas líneas y mientras usted las está leyendo—; en lugar de partir de este hecho, partimos de nuestro proyecto. Ahora parece triunfar la esperanza como voluntad energúmena2 de «hacer yo»: yo que logro ser querida, yo que me lo merezco, yo que hago ver a mis padres, amigos, marido, o esposa o hijos, que merezco ser querida, yo que estoy a la altura. Esta es la situación actual. Al olvidar que nosotros somos amados desde la eternidad, olvidamos que también son amados desde la eternidad todos y cada uno de los que nos rodean. Y, así, en lugar de admirar con sorpresa lo que se nos da, empezamos a mirar con sospecha lo que nos falta: el esposo deja de ser el compañero de la vida para convertirse en el complemento de lo que nos falta, el hijo en una compensación afectiva. De esta manera, se ejerce una violencia sobre la pareja y sobre los hijos porque parece que tienen la obligación de hacernos felices y sólo nos dan problemas. Y si esto sucede en la familia... ¡basta estar atento para ver las consecuencias que este hecho tiene para la sociedad que, entre todos, estamos construyendo! Lo que nos han propuesto como liberación se ha convertido en una esclavitud. Esta sociedad individualista, censurando el hecho de que hemos sido creados, de este depender originalmente de Quien nos da la vida gratis, ha eliminado de nuestras vidas NTIDONACIMIENTO.Indd 2 Don Giussani, p. 32. 120 120 12/03/14 08:2 el sentimiento positivo de un amor sin condiciones, eternamente fiel, y a cambio de esta mutilación sólo nos ha ofrecido prisiones. Aquello que en principio se proponía como la liberación de la voluntad del hombre, que ya no debe nada a nadie, que decide él querer y ser querido, que merece él que le quieran, aquella imaginaria liberación, se ha convertido en una falta de sentido; y esta falta de sentido nos ha llenado de tristeza y nos ha vuelto frágiles marionetas, manipulables. Como mucho, lo que nos queda es una nostalgia, el sentimiento de un bien ausente. Se mata por una nostalgia, afirma Testori3. Nos movemos todo el día de aquí para allá, acabamos cansados. Y, ¿para qué tanto afán? Si no damos la vida para que esta conciencia pacífica de ser queridos se convierta en un gozo, en un gozo que no haga necesario olvidar nuestro límite y nuestro pecado, si no lo hacemos, «si renunciamos a difundir esta conciencia del ser queridos, se producirá una hecatombe», perderemos una oportunidad única para cambiar nuestro trozo de historia, el que a cada uno nos toca cotidianamente. Esta generación expresa una carencia de afectividad íntima, una falta de afecto incondicional, nos recuerdan los autores, reflejando una foto objetiva de lo que vemos cada día. Aquí es donde se han equivocado los padres de estas generaciones llenas de dolor (los jóvenes parecen divertidos pero están llenos de dolor). Los padres de estas generaciones doloridas 3 NTIDONACIMIENTO.Indd Testori, p. 33. 121 121 12/03/14 08:2 han querido bien a sus hijos4, les han querido mucho, les han dado de todo, han hecho de todo por ellos, se han convertido en los mejores proveedores de servicios. Sin embargo, no les han transmitido la certeza de ser queridos sin condiciones. No se puede transmitir a un hijo el sentimiento de ser querido, no se le puede comunicar esto, dándole cosas, no se le puede hacer comprender esta certeza si no se le comunica el gozo de un destino, la utilidad de la vida. Sin embargo, quien ha reconocido esto y tiene esta certeza, puede transmitirla a sus hijos y entonces, empiezan a percibir que el dolor de la vida se transforma, cambia de aspecto, deja de ser una maldición para convertirse en una condición. Es el gozo del destino lo que los padres no han comunicado a sus hijos. Es el gozo de ser ellos mismos hijos lo que no han comunicado a sus propios hijos. Los padres se han olvidado de que ellos mismos son hijos, que tienen un padre que les ama gratuitamente desde la Eternidad y, por eso, no lo han sabido transmitir a sus propios hijos. Muchos de ellos, al olvidar cuál era su origen, han olvidado también cuál es el origen de sus hijos, dando por sentado que tanto el gesto de amor que les une como el fruto de ese gesto son cosa suya, nacida de ellos. Se han olvidado de que ellos mismos son hijos. Y pretenden. Todos pretendemos. Pretendemos que el marido o la esposa, cosa nuestra también, se amolde a lo que deseamos inmediatamente. Pretendemos que nuestros hijos sean —ya mismo— NTIDONACIMIENTO.Indd 4 Don Giussani, p. 36. 122 122 12/03/14 08:2 como hemos soñado que serían o como nos parece que deberían ser, pretendemos que sean guapos, simpáticos, listos, sanos, buenos, los primeros… Nuestra generación ha tenido hijos que muchas veces han nacido como si no hubiesen sido queridos por sí mismos, sino programados para llenar un vacío. No han sido esperados como un regalo deseado sino como un producto programado y logrado en su tiempo justo; algunas veces, por ejemplo, cuando la carrera profesional ya está madura, o en la primavera, para poder juntar las vacaciones de verano al descanso maternal. No transmitiendo a los niños este nexo con el origen lo que se les transmite, inevitablemente, es la necesidad de estar a la altura. Y el problema, como repite don Giussani, no es llegar a ser impecable sino ser verdadero. Para estar seguros de este amor sin condiciones es necesario estar seguros de que el Misterio de Dios ha entrado en la voluntad carnal de un hombre y de una mujer, que ha intervenido en el amor, en el abrazo de nuestros padres y ha deseado nuestra vida sin condiciones. En este sentido, la descripción que Testori hace de su origen, del encuentro y el amor de sus padres, del abandono del uno en el otro, es uno de los textos más bellos que he leído nunca5. Si están así las cosas, ¿cuál es la urgencia suprema?6 Los autores nos proponen la recuperación de la responsabilidad. Responsabilidad como respuesta, la vida como respuesta amorosa a Quien 5 6 NTIDONACIMIENTO.Indd Testori, p. 23. Cf. Don Giussani, p. 65. 123 123 12/03/14 08:2 nos ha amado primero. Que florezca de nuevo la memoria, la memoria del ser queridos7. Cuando esto sucede podemos empezar el día sabiendo que ya lo tenemos todo, ya somos amados, no nos tenemos que ganar lo que se nos ha dado gratuitamente. Y, así, podemos mirar al marido, a los hijos, a los compañeros, con la libertad de quien ya lo tiene todo. Es una tarea que empieza en un punto capilar, en una persona concreta, en el marido que se despierta y mirando a su mujer dormida reconoce de Quién es ella, Quién la ha amado antes, reconoce su origen y se conmueve por ello. Empieza en el hombre, que mirando a sus hijos desde la puerta de la habitación y pensando en el momento en el que él y su mujer se abrazaron, reconoce con honestidad —como un dato de la realidad— que no hay proporción entre ese abrazo y ese niño, entre ese abrazo y ese adolescente con el pelo teñido de verde que me está haciendo sufrir, entre ese abrazo y ese hijo que me llena de alegría. Se trata de mirar a quien tengo delante con realismo, un realismo que me dice, por experiencia, que no soy yo la respuesta a sus problemas sino un instrumento para que él encuentre la respuesta. Sólo desde esta conciencia se puede hacer un trabajo terapéutico con libertad. La propuesta que nos hacen los autores es el renacer gota a gota, de una presencia distinta. La única posibilidad de cambiar la sociedad se basa en cambiar cada uno de nosotros. Yo no logro encontrar otro motivo de esperanza que no sea el multiplicarse NTIDONACIMIENTO.Indd 7 Cf. Don Giussani, p. 51. 124 124 12/03/14 08:2 de estas personas que sean una presencia8, personas que saben de quien son, a quien pertenecen, y que por eso se sienten libres y seguras. Se nos puede manipular si no somos de nadie. Cuanto más individualistas, más manipulables, cuanto menos unida la familia, más manipulable, cuanto menos cierta la persona de que su vida es preciosa, independientemente de su coherencia en un momento determinado, más frágil la relación de pareja. ¿Cómo se hace para recomenzar hoy día? ¿Cómo hacemos para mirarnos a nosotros mismos así, para mirar al marido, a la esposa, al jefe, a los subordinados? ¿Cómo hacemos con ese adolescente que no nos habla si no es para pedir dinero? ¿Cómo hacemos con esa persona que duerme a nuestro lado, con la que —desde hace algunos años— sólo hablamos de cuestiones de gestión familiar? Los autores nos proponen una respuesta. Según ellos, la única respuesta es que nos tropecemos con una novedad, alguien que haga como de catalizador9, que nos despierte en el significado de lo que somos, de lo que son las cosas, de lo que es la realidad. Se trata de «pegarnos» a quien ha encontrado esta novedad, convirtiéndonos nosotros también en «minorías creativas», como solía decir el entonces cardenal Ratzinger. Siempre llega el momento en que debe haber otra persona. Yo quería simplemente decir que la esperanza que vivo y que muchos viven conmigo, 8 9 NTIDONACIMIENTO.Indd Don Giussani, p. 77. Cf. Don Giussani, p. 85. 125 125 12/03/14 08:2 NTIDONACIMIENTO.Indd no es ni una simpleza ni una temeridad inconsciente del cinismo que lo invade todo. Todo lo contrario. Es el ejemplo de una vida que empieza a romper el hielo y a devolver el calor a un cuerpo, a un cuerpo congelado. Y esto debe llegar a multiplicarse mediante el reconocimiento mutuo y la compañía recíproca hasta convertirse en un fenómeno socialmente relevante. Es el mismo dinamismo que instituyó Cristo. Hubo gente que entrando en contacto con Su persona redescubrió su propio origen, su destino; así empezaron a sentirse hermanos entre ellos, compañía y regla los unos para los otros10. 10 Don Giussani, pp. 85-86. 126 126 12/03/14 08:2 NTIDONACIMIENTO.Indd Fotocomposición Encuentro-Madrid Impresión y encuadernación Tecnología Gráfica-Madrid ISBN: 978-84-9055-039-7 Depósito Legal: M-7734-2014 Printed in Spain 127 12/03/14 08:2 ISBN DIGITAL 978-84-9055-259-9 9 788490 550397 Giovanni Testori (1923-1993) fue un escritor, historiador del arte y crítico literario conocido por su experimentación lingüística y por representar la religión como una trágica tensión hacia la trascendencia. Luigi Giussani (1922-2005), profesor y sacerdote, fue el fundador del movimiento eclesial Comunión y Liberación. Sus escritos han sido reconocidos mundialmente. BOL S I L L O En El sentido de nacer, un controvertido dramaturgo y el fundador de un movimiento eclesial conversan sobre el nacimiento de la persona. «Este es el tiempo en el que es necesario rescatar la conciencia personal. Es como si ya no pudiéramos hacer cruzadas o campañas sociales. Cruzadas programadas, grupos organizados. Un ‘movimiento’ nace exactamente con el despertar de la persona. Es algo impresionante». (Luigi Giussani)