Trichomonas vaginalis Phyllum: Sarcomastigophora Subphyllum: Mastigophora Clase: Zoomastigophorea Familia: Trichomonadidae Género y especie: Trichomonas vaginalis • Donné (1836) • Hoehne (1916) Descubre al protozoario mientras examinaba al microscopio secreciones vaginales de una mujer con vaginitis. Insiste en la participación de este en los cuadros clínicos de vaginitis; la sintomatología desaparecía tras tratarse con ciertos medicamentos. Se conocen aproximadamente 100 especies de Trichomonas parasitando a animales, pero solamente 3 su huésped es humano: T. tenax, T. hominis y T. vaginalis, siendo esta la única que causa enfermedad. Estas 3 se distinguen por su tamaño y morfológicos, los cuales son difíciles preparaciones frescas. algunos detalles de observar en |Morfología y Ciclo Biológico| Con forma piriforme es la más grande de las 3 especies, mide de 7 a 30µm de largo por 4 a 15µm de ancho. Ya teñido se observa: Posee un núcleo grande y ovoide recubierta por una membrana nuclear posora y con cromatina distribuida. Por arriba de este se encuentra el blefaroplasto, donde emergen 5 flagelos: 4 anteriores, 1 formando la membrana ondulante y el más corto, pues no recorre todo el cuerpo del parásito. Cerca de él se encuentra el axostilo, estructura hialina y rígida que sobresale del parásito; opuesta a él está la costa siendo ambas estructuras de sostén. En el citoplasma hay gránulos siderófilos y glucógeno, vacuolas, fagosomas y un citostoma pequeño y poco aparente. Se piensa que el rango de tamaño depende del pH y el tipo de medio de cultivo donde se desarrolle; el pH óptimo para su crecimiento es de 5.5 a 5.8, sobrevive poco tiempo en secreciones vaginales de acidez extrema. El mecanismo de infección es la transmisión directa de persona a persona por contacto sexual (por lo general. Existen casos de tricomoniosis en niños recién nacidos, preescolares o mujeres púberes hacen sospechar que la infección también se adquiere en el momento del parto, con fómites contaminados (ropa interior, traje de baño, instrumentación para exploración ginecológica). Los trofozoítos se establecen en la mucosa vaginal, uretra femenina y masculina, vesículas seminales, donde se alimentan de bacterias, leucocitos y células de descamación. Se multiplican por fisión binaria, iniciando con la división del núcleo, posteriormente del blefaroplasto y resto de organelos, obteniendo al final 2 células hijas al separar el citoplasma en 2 porciones. Algunos de ellos son arrastrados durante el acto sexual o con las secreciones. |Epidemiología| Tiene distribución cosmopolita, más frecuente en grupos de mujeres con higiene deficiente. En la mayoría de los casos, son asintomáticos o con síntomas leves que no permiten un diagnóstico certero, con consecuencias graves, como la esterilidad. La cifra promedio de frecuencia de esta parasitosis es del 25% en mujeres adultas que han sido madres. En el varón la frecuencia es mucho menos, incrementando únicamente cuando es compañero de una mujer infectada, pues la vagina funciona como reservorio, y el hombre funciona como vector. Tanto en hombre como mujeres, la frecuencia aumenta con la edad, siendo más frecuente entre los 15 y 50 años. Al presentar solo la forma de trofozoíto, no hay resistencia alta a las condiciones ambientales, muriendo a temperaturas mayores a 40° C; resiste hasta 5 días a 0°C, durante varias horas entre 17°C-30°C; 24 horas en orina. |Patogenia| La mayoría de las cepas presentan baja patogenicidad, razón por la que muchos individuos son asintomáticos; la aparición de síntomas se da cuando el parásito se asocia con bacterias y que la vagina presente condiciones favorables para su establecimiento. (acidez normal vaginal pH 4-4.5 dificulta aquello, pero una vez establecido provoca tendencia a la alcalinidad pH 5-6). La virulencia depende de ciertos factores de la cepa como: • • Citotoxicidad Fagocitosis • • Hemólisis Evasión inmunológica En el epitelio vaginal produce degeneración y destrucción de las células, seguida por una reacción inflamatoria. Los cambios en el tejido pueden ser mínimos, pero en pacientes con sintomatología se inicia con respuesta vascular, manifestándose con puntos rojos hemorrágicos y edema de la mucosa. Dicho edema, con el infiltrado de leucocitos, originan erosión y desprendimiento de las células superficiales. El parásito es causante de atipias celulares (en tejido cervical y vaginal); van desde alteraciones en la afinidad tintoreal y modificaciones ligeras en el citoplasma, hasta distorsiones marcadas en el núcleo. En el trato urinario, el parásito está expuesto a condiciones poco favorables, como pH ácido, temperatura, presencia de lactobacilos, cambios hormonales, escasos nutrientes, fluctuación en poliaminas, presencia de flujo sanguíneo menstrual, por ello el parásito presenta gran capacidad de adaptación para sobrevivir. La trichomoniosis vaginal tiene mayor incidencia en pacientes con carcinoma del cérvix pero, la progresión de éste es independiente de la presencia o ausencia del flagelado. |Cuadro Clínico| Muchas mujeres con Trichomonas en vagina son asintomáticas, y al presentar síntomas solo hay molestias y desaparecen espontáneamente. • • • Secreción clara y espumosa Incomodidad Leucorrea con prurito y dolor: da lugar a infecciones bacterianas secundarias secreción lechosa o purulenta • Insomnio • Dispareunia: coito difícil y doloroso • Anafrodisia: disminución del apetito sexual En aparato urinario se presentan síntomas como disuria y nicturia; en el hombre solo hay molestias mínimas, en otros casos se presenta uretritis, epididimitis. En un examen clínico se observan • • • escoriaciones en vulva edema y enrojecimiento de labios (afectación de glándulas de Skene y Bartolini. Paredes vaginales y del cérvix inflamados con áreas puntiformes eritematosas. |Diagnóstico| En mujeres, debe plantearse en pacientes con leucorrea, prurito en órganos genitales, hiperemia y lesiones en vagina, cuya edad y hábitos sugieran la probabilidad de Trichomonas. Tomado por la mañana y antes del aseo vaginal. En hombres, primero se debe descartar gonorrea y otras infecciones venéreas. Estudio microscópico de las secreciones para demostrar al flagelado moviéndose mediante el examen directo fresco Secreción proveniente de uretra o por masaje prostático • • Orina: Se debe centrifugar y hacer tinción del sedimento. Colposcopio: Gran utilidad para el diagnóstico, pues se observa el cérvix con las lesiones eritematosas “en fresa”. (El parásito es abundante en casos agudos y escaso en casos crónicos). |Tratamiento| Mujeres: • • • Metronizadol y nimorazol por vía oral, buenos resultados. En casos de intolerancia: yodoquinoleínas o tetraciclinas en presentaciones vaginales. Duchas vaginales con soluciones ácidas con el fin de crear un medio con pH ácido Hombres: Imidaziles a dosis bajas o trinidazol. |Prevención| • • La higiene personal y el uso de preservativos No usar fómites contaminados