Subido por Berenice Rodriguez

dengue 111 (2)

Anuncio
UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE SANTIAGO
(UTESA)
Ciencia de la Salud
Carrera de Medicina
Asignatura:
Medicina tropical
Tema:
Dengue
Presentado por:
Berenice Rodríguez Galván
2-17-1880
Presentado a:
Dra. Gabriela Canahuate
Santiago de los Caballeros
República Dominicana
12/03/2022
Historia de la enfermedad
El origen del término dengue viene de la frase de la lengua swahili
"Kadinga pepo", que describe esa enfermedad como provocada por un
antasma; la palabra swahili "dinga", del castellano "dengue", trata de
describir las molestias del paciente por las artralgias. El primer informe de
dengue aparece en una enciclopedia médica china de la Dinastía Jin (265420) en la que se asocia el vuelo de insectos con “agua venenosa”;
Benjamín Rush describe el dengue como "fiebre rompehuesos” en 1978.
Según una relación histórica incluida en el sitio de la Organización
Panamericana de la Salud sobre la presencia del dengue en las Américas
esta enfermedad podría haberse manifestado, por primera vez, en 1635,
en Martinica y Guadalupe; las primeras epidemias se produjeron casi
simultáneamente en Asia, África y América del Norte, en 1781. La
enfermedad fue identificada y nombrada como tal en 1779
Otra denominación de dengue, no relacionada con la Medicina y de principios de los
años 60 del siglo XX, pertenece al famoso músico y compositor cubano Dámaso Pérez
Prado, uno de los padres del mambo, que creó un ritmo que sigue esa línea, con raíces
de la guaracha-son y elementos de la música de los pueblos del Congo y Angola, al que
identificó como "dengue"; el baile lo realizaban como una tembladera. En la santería
cubana existe el vocablo dengué, bebida elaborada a base de maíz seco, azúcar y unas
gotas de miel de abejas que se ofrece a las deidades antes de dar inicio al rito; a este
brebaje se le llama también ñanguerí.
En un inicio se pensó que el origen del virus del dengue era África y que con el comercio
de esclavos se había expandido por el mundo. El Aedes aegypti, de origen africano, vivía
en un ambiente peridoméstico, en aguas estancadas en las aldeas africanas; hoy es una
especie del nuevo mundo, es el principal vector de los virus del dengue9 que se adaptó
a los humanos. La trata de esclavos que tuvo lugar durante los siglos XVII, XVIII y XIX
contribuyó a la diseminación del mosquito en todo el mundo, fundamentalmente en las
Américas, donde se adaptó al ambiente urbano; el virus del dengue, así transportado,
tanto en los esclavos como en su vector, se asentó del otro lado del Atlántico. Durante
los siglos XVIII y XIX fueron informadas pandemias de dengue en períodos de 20 a 30
años, principalmente en el Caribe y en el sur de los Estados Unidos; durante la primera
mitad del siglo XX las epidemias se produjeron en intervalos más cortos y, a partir de los
años 60, el dengue sustituyó a la fiebre amarilla como problema de salud en la región.
Ciclo de vida del patógeno
El mosquito puede completar su ciclo de vida, desde el huevo hasta el
adulto, en 7-10 días; los mosquitos adultos generalmente viven de 4 a
6 semanas. La hembra Aedes Egipto es responsable de la transmisión
de enfermedades porque necesita sangre humana para el desarrollo
de sus óvulos y para su metabolismo
El huevo: Los huevos de A. Egipto miden aproximadamente 1 mm de longitud; tienen
forma de cigarro y son tersos. Son depositados por encima del nivel del agua de las
paredes del recipiente. Al momento de la postura son blancos, pero rápidamente
cambian a negro brillante. Si el ambiente es húmedo y cálido son fecundados en 48 h,
pero puede prolongarse a cinco días si bajan las temperaturas; resisten largos períodos
de desecación, hasta por un año, o que es uno de los principales obstáculos para su
control. Algunos hacen eclosión en los primeros 15m in de contacto con el agua y otros
hasta que son mojados varias veces.
La larva: Las larvas son exclusivamente acuáticas. La fase larval es el período de
alimentación y crecimiento. Las larvas Aedes se distinguen a simple vista de las de otros
géneros: en la superficie del agua se mantienen casi verticales y nadan con un
característico movimiento serpentino. Se identifican por dos prominentes espinas
laterales del tórax y una hilera recta de siete a doce escamas del peine en el octavo
segmento abdominal. La duración del desarrollo larval depende de la temperatura, la
disponibilidad de alimento y la densidad de larvas en el recipiente. En condiciones
óptimas, el período larval desde la eclosión hasta la fase de pupa, puede ser de cinco
días, pero comúnmente es de 7 a 14 días.
La pupa: Las pupas también son acuáticas, no se alimentan; su función es la
metamorfosis del estadio larval al adulto. Se mantienen en la superficie del agua debido
a que tienen la propiedad de flotar, lo que facilita la emergencia del insecto adulto. El
estadio de pupa dura dos a tres días, si antes no intervienen los factores ambientales.
Adulto: Es la fase reproductora de A. aegypti. Es un mosquito oscuro con bandas blancas
en las bases de los segmentos torsal es y un característico diseño en forma de lira en el
mesonoto (sección del tórax del mosquito). Los adultos permanecen vivos en
laboratorio durante meses, pero en su ambiente natural sólo pueden vivir pocas
semanas.
Fisiopatología
Cuando el virus es introducido en la piel, la primera célula diana es la célula dendrítica
presente en la epidermis principalmente las células de Langerhans, que se activan y
presentan el virus al linfocito T. De igual manera, los virus que invadieron la sangre son
identificados por los monocitos y células endoteliales, que también cumplen la función
presentadora. Los primeros linfocitos en activarse son los CD4 y posteriormente los CD8,
con liberación de citoquinas.
La respuesta inmunológica del huésped puede ser protectora (y conducir a la curación)
o patogénica expresada por una "desregulación" que se caracteriza por una producción
excesiva de citoquinas, así como cambio de la respuesta tipo TH1 a TH2 e inversión del
índice CD4 / CD8. El derrame excesivo de citoquinas produce un aumento de la
permeabilidad vascular que se traduce en una extravasación de plasma, que es la
alteración fisiopatológica fundamental del dengue, mediante la cual se escapa agua y
proteínas hacia el espacio extravascular y se produce la hemoconcentración y a veces
choque hipovolémico.
La infección viral induce apoptosis de linfocitos T en los primeros días de la infección que
de acuerdo a su intensidad puede influir favorablemente en la desaparición del virus o
puede provocar la lisis de grandes cantidades de esas células y disminuir
transitoriamente la competencia inmunológica del paciente, así como provocar daños
en otras células y tejidos del huésped, tales como los endotelios, hepatocitos,
miocardiocitos, neuronas, células tubulares renales, y otras, lo cual podría explicar la
afectación de muchos órganos durante esta infección. La trombocitopenia se produce
por destrucción de plaquetas en sangre periférica por un mecanismo inmunomediado.
Los sangramientos durante el dengue no están en relación directa con la intensidad de
la trombocitopenia, pues se producen por un conjunto de factores. Las causas de los
sangramientos en el dengue son múltiples incluidos los vasculares y algunas alteraciones
de la coagulación por acción cruzada de algunos anticuerpos antivirales contra el
plasminógeno y otras proteínas, así como un desbalance entre los mecanismos de la
coagulación y los de la fibrinolisis.
Fases del dengue
Fase febril
La fiebre generalmente dura de 2 a 7 días y puede tener dos fases. Otros signos y
síntomas podrían incluir dolor fuerte de cabeza; dolor retroorbitario en los ojos; dolor
muscular, en las articulaciones y en los huesos; erupción macular o maculopapular; y
manifestaciones hemorrágicas menores como petequia, equimosis (hematoma),
púrpura, epistaxis, sangrado en las encías, hematuria, o un resultado positivo de la
prueba del torniquete.
Algunos pacientes tienen eritema orofaríngeo y facial enrojecido en las primeras 24 a 48
horas después del inicio de la enfermedad.
Signos de advertencia: Los signos de advertencia de la evolución hacia el dengue grave
ocurren en la última parte de la fase febril alrededor del momento de defervescencia, e
incluyen vómitos persistentes, dolor abdominal intenso, acumulación de líquido,
hemorragia mucosa, dificultad para respirar, letargo, inquietud, hipotensión postural,
agrandamiento del hígado y un aumento progresivo de hematocrito.
Fase critica
La fase crítica de dengue comienza en la defervescencia y generalmente dura de 24 a 48
horas. La mayoría de los pacientes mejora en términos médicos durante esta fase; sin
embargo, los que tienen una extravasación grave del plasma, en unas horas presentan
dengue grave como consecuencia de un aumento marcado en la permeabilidad
vascular.
Al comienzo, los mecanismos fisiológicos compensatorios mantienen una circulación
adecuada, lo que reduce la presión diferencial al mismo tiempo que aumenta la presión
arterial diastólica. Los pacientes con extravasación grave del plasma podrían tener
derrames pleurales, ascitis, hipoproteinemia, o hemoconcentración.
Los pacientes podrían parecer estar bien a pesar de los signos tempranos de shock. Sin
embargo, una vez que se presenta hipotensión, la presión arterial sistólica desciende
rápidamente, y podrían seguir el shock y la muerte a pesar de la reanimación.
Los pacientes también pueden presentar manifestaciones hemorrágicas severas como
hematemesis, heces con sangre, o menorragia, especialmente si han estado en shock
prolongado. Las manifestaciones poco frecuentes incluyen hepatitis, miocarditis,
pancreatitis y encefalitis.
Fase de covalencia
Cuando la extravasación del plasma baja, el paciente entra en la fase de convalecencia
y comienza a reabsorber los líquidos intravenosos extravasados y los derrames pleurales
y abdominales.
A medida que mejora el bienestar de un paciente, se estabiliza el estado hemodinámico
(aunque podría presentar bradicardia) y ocurre la diuresis. El hematocrito del paciente
se estabiliza, o podría bajar debido al efecto de dilución del líquido reabsorbido, y el
recuento de glóbulos blancos generalmente comienza a aumentar, seguido de una
recuperación del recuento de plaquetas.
El sarpullido de la fase de convalecencia podría descamarse y ser pruritos. Los hallazgos
de laboratorio comúnmente incluyen leucopenia, trombocitopenia, hiponatremia,
aspartato-aminotransferasa y alanina aminotransferasa elevadas, y una tasa de
sedimentación eritrocítica normal.
Diagnóstico
Es probable que el médico que atiende un paciente con dengue indique un recuento
leucocitario en busca de la frecuente leucopenia, la cual puede ser intensa hasta mostrar
menos de 1.000 leucocitos x mm cúbico. La fórmula diferencial hará evidente la
neutropenia propia de la fase inicial de la enfermedad, algunas células en banda y
linfocitos atípicos. El hematocrito y el recuento plaquetario serán los exámenes de
laboratorio clínico indispensables en el paciente que se sospeche pueda evolucionar
hacia el dengue grave, con extravasación de líquidos, choque y hemorragias, aunque su
realización no es estrictamente necesaria durante el seguimiento del caso febril
sospechoso de dengue si no hay sangrados espontáneos o al menos tenga una prueba
del lazo positiva. Los enfermos que requieren hematocritos y recuentos plaquetarios,
generalmente los necesitan seriados durante varios días.
El estudio del paciente debe completarse según el cuadro clínico, las posibilidades del
lugar y el tipo de atención que esté recibiendo: ambulatoria o con hospitalización, en
este segundo caso puede incluir la realización de coagulograma completo,
eritrosedimentación, proteínas totales, ionograma, gasometría, urea, creatinina,
transaminasas u otras enzimas en sangre que expresen citólisis hepática, así como
medulograma, si fuera necesario.
El estudio radiológico de tórax (vistas anteroposterior y lateral) permite conocer la
presencia de derrame pleural, así como cardiomegalia u otra alteración torácica. En la
última década, la utilización de estudios sonográficos ha permitido la identificación
temprana de ascitis, derrame pleural y pericárdico, así como el engrosamiento de la
pared de la vesícula biliar por edema de la pared, todos los cuales son signos de
extravasación de líquidos, así como el diagnóstico de acúmulos de líquido en las áreas
perirrenales que han sido asociadas al choque por dengue y que no tienen otra
explicación que la propia fuga capilar, en esta ocasión hacia el espacio retroperitonea.
Tratamiento
Es incorrecto decir que el dengue y
dengue severo no tienen tratamiento.
La carencia de una droga antiviral u
otro medicamento específico puede
ser sustituida exitosamente por la
aplicación
de
conocimientos
un
que
conjunto
de
permite
la
clasificación de los pacientes según
sus
síntomas
enfermedad,
y
así
etapa
de
como
la
el
reconocimiento precoz de los signos
de alarma que anuncian la inminencia
del choque y permite al médico "ir por
delante" de las complicaciones y
decidir las conductas terapéuticas
más adecuadas.
Para el tratamiento se clasifica al paciente en tres grupos (A, B y C):
❖ Enviarlo a casa con orientaciones y tratamiento ambulatorio (grupo A).
❖ Hospitalización para una estrecha observación y tratamiento médico (grupo B).
❖ Tratamiento intensivo urgente (grupo C).
Grupo A: pacientes que pueden ser enviados a su hogar:
Son pacientes que pueden tolerar volúmenes adecuados de líquido por la boca,
mantienen buena diuresis, no tienen signos de alarma, particularmente durante la
defervescencia. A los pacientes ambulatorios se les debe ver todos los días en busca de
signos de alarma hasta que se encuentren fuera del período crítico (al menos dos días
después de la caída de la fiebre). Debe orientárseles guardar reposo en cama, ingerir
líquidos en abundante cantidad (más de cinco vasos de tamaño promedio para adultos
o lo correspondiente a niños) de leche, jugos de frutas. El agua sola no es suficiente para
reponer las pérdidas de electrolitos asociadas a la sudoración, vómitos u otras pérdidas.
Para aliviar los dolores del cuerpo y bajar la fiebre, puede indicarse paracetamol (nunca
más de 4 g por día para los adultos y a la dosis de 10-15 mg x Kg de peso x día en niños),
así como aplicar agua en la piel con esponjas hasta hacer descender la temperatura. No
dar aspirina ni antiinflamatorios no esteroideos. Debe educarse al paciente y a su familia
respecto a los signos de alarma que deben ser vigilados para acudir prontamente al
médico, particularmente al momento de la caída de la fiebre, tales como dolor
abdominal, vómitos frecuentes y somnolencia, así como el sangrado de mucosas,
incluido el sangramiento excesivo durante la menstruación.
Grupo B: pacientes que deben ser internados en un hospital para mejor observación y
tratamiento
Son los pacientes con cualquiera de las siguientes manifestaciones:
Signos de alarma
Condiciones médicas co-existentes, condiciones que pueden hacer más complicado el
dengue o su manejo, tales como: estado de gestación, edades extremas de la vida
(menores de un año y ancianos, obesidad, diabetes mellitus, enfermedades hemolíticas
crónicas y cualquier enfermedad crónica. o pacientes que reciben tratamiento
mantenido con anticoagulantes o corticoides, así como circunstancias sociales tales
como vivir sólo, o vivir muy distante de la unidad de salud sin medio de transportación
confiable.
Plan de acción para los pacientes sin signos de alarma
Estimularlos a ingerir abundante cantidad de líquidos por la boca, mantener reposo en
cama y vigilar la evolución de los síntomas de dengue y de los signos propios de cualquier
otra enfermedad que padezca (comorbilidad). Si no puede ingerir líquidos, iniciar
tratamiento de reposición de líquido por vía IV utilizando solución salina al 0.9%, con o
sin dextrosa, a una dosis de mantenimiento. Debe monitorearse la temperatura, el
balance de ingresos y perdidas de líquidos, la diuresis y la aparición de cualquier signo
de alarma, así como la elevación progresiva del hematocrito asociada a la disminución
progresiva del recuento plaquetario en tiempo relativamente corto.
Grupo C: Pacientes que requieren tratamiento de emergencia y cuidados intensivos
porque tienen dengue severo
El plan de acción consiste en el tratamiento del choque mediante resucitación con
aporte por vía IV de soluciones cristaloides a 10-20 ml x kg x hora en la primera hora y
reevaluar la condición del paciente (signos vitales, tiempo de llenado capilar,
hematocrito, diuresis) y decidir en dependencia de la situación reducir progresivamente
la cantidad de líquidos, si es que el paciente evidencia mejoría, o repetir un segundo
bolo de cristaloides si los signos vitales son aún inestables y si el hematocrito se ha
elevado, lo cual sugiere que el choque persiste La cantidad de solución cristaloide ahora
transfundida puede ser de 20 ml x kg x hora. Si se obtiene mejoría en el estado del
paciente, reducir la cantidad de líquidos progresivamente. De lo contrario, considerar la
posibilidad de utilizar una dosis de coloide. Si el hematocrito desciende y el paciente
mantiene el estado de choque, pensar en que se ha producido una hemorragia, casi
siempre digestiva, e indicar transfusión de glóbulos rojos. Los pacientes con choque por
dengue deben ser monitoreadas frecuentemente hasta que el periodo de peligro haya
pasado. Debe mantenerse un cuidadoso balance de todos los líquidos que recibe y
pierde. Los pacientes con dengue severo deben ser atendidos en un lugar donde reciban
cuidados intensivos.
Prevención:
Se requiere de educación sanitaria a la población y reordenamiento ambiental, con
participación comunitaria y multisectorial. Las medidas de prevención están
relacionadas con el control del vector: evitar los criaderos destruyendo los recipientes
de agua inservibles (neumáticos usados, latas, botellas), así como cubriendo y
protegiendo los recipientes de agua para el consumo (tanques y otras vasijas), modificar
el cultivo de plantas en recipientes con agua a los cuales puede echárseles arena o tierra,
y evitar aguas estancadas peridomiciliares. Pueden utilizarse larvicidas químicos o
biológicos en tanques y demás recipientes con agua. Los insecticidas contra mosquitos
adultos solamente tienen justificación durante epidemias o para interrumpir la
transmisión cuando existen altos niveles de infestación, pero siempre asociadas a las
medidas educacionales anteriormente referidas.
Bibliografía
Dengue (slideshare.net)
Microsoft Word - revisión. S.doc (medigraphic.com)
SciELO - Brasil - Dengue Dengue
Descargar