¿Por qué los niños deben usar los dedos para dominar las Matemáticas? Liliana González García Doctora en Planeación y Liderazgo Educativo Fundadora de Wonderminds Consultora, facilitadora y asesora en áreas de Liderazgo, Gestión Empresarial y Educación 14 de mayo del 2021 Los dedos son una herramienta que los niños siempre tendrán con ellos, es muy fácil de entender porque representan con las 2 manos exactamente una decena. Esta herramienta la tendrán disponible cuando la necesiten, sin tener que cargar con ella o poder olvidarla. La evidencia de la ciencia del cerebro sugiere que, lejos de ser "infantil", la técnica es esencial para el logro matemático. Los dedos ayudan a los niños pequeños a entender las sumas y restas en Matemáticas cuando van iniciando, también son muy útiles para facilitarles el dominio de las tablas de multiplicar. Jo Boaler, quien es una autora británica sobre educación y profesora de educación Matemática en la Escuela de Postgrado de Educación de Stanford, se encontraba trabajando en su oficina cuando el silencio de la habitación fue interrumpido por una llamada telefónica. Una madre le llamó para informarle que su hija de 5 años había vuelto de la escuela llorando porque su maestra no le había permitido contar con los dedos. Este no es un evento aislado, desafortunadamente en varias escuelas de Estados Unidos y México prohíben regularmente el uso de los dedos en las aulas juzgando a los estudiantes como infantiles. Esto es a pesar de una rama de la neurociencia convincente y bastante sorprendente que muestra la importancia de un área de nuestro cerebro que "ve" los dedos, mucho más allá del tiempo y la edad en que las personas usan sus dedos para contar. En un estudio publicado en el 2015, los investigadores Ilaria Berteletti y James R. Booth analizaron una región específica de nuestro cerebro que se dedica a la percepción y representación de los dedos conocida como el área somatosensorial del dedo. Sorprendentemente, los investigadores del cerebro saben que "vemos" una representación de nuestros dedos en nuestro cerebro, incluso cuando no usamos los dedos en un cálculo. Los investigadores encontraron que cuando a los niños de 8 a 13 años se les daban problemas complejos de resta, el área del dedo somatosensorial se iluminaba, a pesar de que los estudiantes no usaban los dedos. Esta área de representación de dedos, según su estudio, también estaba involucrada en mayor medida con problemas más complejos que incluían números más altos y más manipulación. Otros investigadores han descubierto que cuanto mejor era el conocimiento de los dedos por parte de los estudiantes en el primer grado, mayor puntuación obtenían en la comparación y estimación de números en el segundo grado. Incluso la percepción de los dedos de los estudiantes universitarios predijo sus puntuaciones de cálculo. No es de extrañar que los estudiantes a menudo sientan que las Matemáticas son inaccesibles y poco interesantes cuando se ven sumergidos en un mundo de abstracción y números en las aulas. Los estudiantes están obligados a memorizar hechos matemáticos y revisar hojas de trabajo de números, con pocas representaciones visuales o creativas de las matemáticas, a menudo debido a directivas de políticas y guías de currículo defectuosas. Existe un centro de aprendizaje y desarrollo establecido en México, de nombre Wonderminds, que nació para transmitir a los niños el gusto por las Matemáticas, haciéndolas fáciles y divertidas; ahí los niños aprenden diversas estrategias para facilitar su cálculo mental usando los dedos de sus manos, como lo es las tablas del 6,7,8 y 9 que son las más difíciles para los niños entre los 7 y 9 años. Es increíble las experiencias favorables que han logrado recopilar transmitiendo el conocimiento a través del juego, despertando el interés de los pequeños con temas que son atractivos para ellos utilizando libremente sus dedos. Existe una falsa creencia de que los niños que utilizan sus dedos para contar o resolver operaciones aritméticas aprenderán menos que aquellos que son capaces de hacer las cuentas mentalmente. Simplemente están utilizando sus dedos como herramienta al igual que otros niños han aprendido a utilizar el ábaco, a diferencia de que este último, no podrán cargar con él toda su vida. Los investigadores que han analizado esta situación destacan que el uso de los dedos como elementos manipulativos, constituye el puente que permite el paso del pensamiento infantil más concreto, al pensamiento más abstracto, basado en las experiencias sensoriales motoras. Las investigaciones confirman que, al utilizar los dedos para efectuar cálculos aritméticos y la habilidad de los niños para relacionar las cantidades con sus dedos, son buenos predictores de su rendimiento posterior en Matemáticas. Conforme los niños van desarrollando sus habilidades Matemáticas, irán enriqueciendo sus conocimientos con otras estrategias mucho más útiles y sofisticadas, pero quizá nunca dejarán de utilizar los dedos, incluso en su vida profesional. Existe un vínculo mental entre las manos y los números, pero ese vínculo no proviene de que los humanos aprendan a usar sus manos como ayuda para contar. Se remonta mucho más atrás en nuestra evolución. Marcie Penner-Wilger y Michael L. Anderson proponen que la parte de nuestro cerebro que originalmente evolucionó para representar nuestros dedos ha sido reclutada para representar nuestro concepto de número, y que en estos días realiza ambas funciones. Los escáneres de resonancia magnética funcional muestran que las regiones del cerebro asociadas con el sentido de los dedos se activan cuando realizamos tareas numéricas, incluso si no usamos nuestros dedos para ayudarnos a completar esas tareas. Y los estudios muestran que los niños pequeños con buena conciencia de los dedos son mejores para realizar tareas cuantitativas que aquellos con menos sentido de los dedos. Después de realizar el análisis de diversas investigaciones se puede concluir que cuanto más conscientes sean los estudiantes de sus dedos individuales, más alta puntuación obtendrán en las pruebas de Matemáticas ya que les resultará mucho más fácil su comprensión. Referencias: Bender, A. y Beller, S. (2012). Nature and culture of finger counting: Diversity and representational effects of an embodied cognitive tool. Cognition, 124, 156-182 Boaler, J. y Chen L. (2016). Why Kids Should Use Their Fingers in Math Class. Tomado de https://www.theatlantic.com/education/archive/2016/04/why-kids-should-use-their-fingersin-math-class/478053/ Peyser, M. (2017). Kids Who Count with Their Fingers Are Smarter, Researchers Say. Tomado de https://www.thehealthy.com/family/childrens-health/counting-with-fingers/