daniel rojas luceroENFERMEDADES - FHS-FCE-002

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ENFERMEDADES CONTEMPORANEAS
Bulimia y anorexia
EPIlogo tuvo el gusto de entrevistar a Paula Asin, quien trabaja en ALUBA (Asociación de Lucha contra la
Bulimia y la Anorexia). En un marco de cordialidad aseguró que las causas que provocan los trastornos
alimentarios son:
La sociedad por un lado, que nos muestra y nos quiere convencer del cuerpo perfecto, el cual no existe, pero
no es solo la sociedad, porque si fuese así todos padeceríamos este tipo de enfermedades; la otra causa es la
familia, en la que puede haber violencia, abusos, maltratos, etc. que hacen que un integrante padezca estos
trastornos; el otro factor es la vulnerabilidad de la persona, es decir, la predisposición que cada uno tiene por
tener una patología alimentaria.
En general los trastornos expresan una enfermedad psicológica de la familia y el integrante más sensible y
vulnerable de ella es quien se enferma.
Las chicas con anorexia son en general autoexigentes, perfeccionistas, con baja tolerancia a la frustración y
esto actúa negativamente. Si estos tres grupos confluyen de manera negativa en el individuo, hacen que esta
persona padezca una patología, una adicción que no se puede controlar. Se habla de adicción (a: no y
dicción: decir), se refiere a no transitado, no elaborado, no resuelto y de este modo el individuo no encuentra
una vía de escape al exterior. Entonces, la solución que encuentra es no comer, cuidando excesivamente su
cuerpo.
Las patologías alimentarías tienen dos extremos:
Bulimia: la persona es desordenada, impulsiva, come demasiado en poco tiempo. Luego, siente una culpa
enorme por engordar y lo remedia con conductas compensatorias como el vómito, el uso de laxantes o
diuréticos y la hiperactividad.
Anorexia: la persona es más limitada con los alimentos y llega al punto de restringir completamente la mayor
parte de las comidas. Tiene consecuencias en el organismo bastante particulares como la pérdida de cabello,
de piel y la falta de regularidad en el período menstrual.
Ambos comparten los síntomas de lo psicológico, ya que le dan demasiada importancia al cuerpo y a la
comida, y tienen un miedo INTENSO a engordar, pero éste esconde otros temores. Generalmente vienen a
preguntar las personas cercanas a los que asumen estas patologías y las chicas que consultan en nuestro
centro lo hacen cuando llegan a casos extremos.
Las chicas “flaquitas” son todas anoréxicas, según la opinión común, las más “rellenitas” comedoras
compulsivas con tendencia a la bulimia, y de esa manera se rotula a todos los adolescentes. Como todo en
este mundo, las enfermedades también se comercializan, últimamente nos vemos fastidiados por los medios y
por la difusión de estos males, que terminan poniéndolas de moda.
De moda, porque hasta los libros dan cuenta de eso (sobre todo, aquellos que rinden culto a estas
disfunciones). Algunas editoriales lanzaron autobiografías escritas por adolescentes que sufrieron de
enfermedades y padecimientos psicológicos. La poca delicadeza en la escritura y en el abordaje del tema no
deja de sorprender. Lamentablemente, son muchos los adolescentes y más las mujeres cuyos destinos
próximos están influenciados por lo que relatan estos libros.
Lo que realmente existe en la adolescencia es la vulnerabilidad, los altibajos emocionales, cuestiones por las
que todos pasaron alguna vez y sin embargo, no se refugiaron en este tipo de males. Las preguntas son
¿Cuanto hace que se impusieron los prototipos que inciden en la aprobación de lo que “está bien” ser?”. En
otros tiempos, se apostaba primero a la salud y los ideales físicos pretendían cumplir con la gimnasia y la
buena nutrición, a la reducción de masa corporal.
Los ideales físicos no deben superar al bienestar del ser pleno y la estética debería adaptarse.
"Síndrome de Fatiga Crónica"
Un médico recibe a un paciente que, en pocas palabras, relata lo siguiente: fatiga intermitente durante más de
seis meses, dolor en las articulaciones, debilidad muscular, dolor de cabeza, trastornos en el sueño, visión
borrosa, alteración en la atención y en la memoria, incapacidad de concentración, sequedad en los ojos y en
la boca y posible tristeza. Es muy probable que el paciente tenga Encefalomielitis Miálgica o “Síndrome de
fatiga crónica”, enfermedad que, nada más que en Inglaterra, afecta a más del dos por ciento de la población,
si bien las mujeres son más propensas a sufrirla (un 70%).
Para que una enfermedad sea diagnosticada como ENMI/SFC deben estar presentes varios de los siguientes
síntomas:
- Fiebre leve
- Dolor de garganta
- Inflamación de ganglios
- Dolor muscular o de las articulaciones
- Cefaleas
- Pérdida de memoria
- Trastornos cognitivos
- Dificultades de concentración
- Intolerancia visual a la luz
- Irritabilidad excesiva
- Confusión
- Dificultad para pensar
- Desórdenes de sueño
- Mareos
- Depresión
- Tristeza
- Debilidad muscular generalizada
- Náuseas
- Sequedad en la boca
- Intolerancia al alcohol
- Fatiga general prolongada tras un ejercicio normal
En la actualidad, la ENMI/SFC sigue siendo una enfermedad subdiagnosticada y mal considerada por la
comunidad médica. La mayoría de las veces se interpreta más como un desorden psicológico que como una
condición orgánica, aunque situaciones traumáticas o altamente estresantes pueden desencadenar la
aparición de esta enfermedad o empeorar los síntomas si ésta ya está presente.
De hecho, la causa de la ENMI/SFC permanece aún desconocida. Algunos médicos e investigadores creen
que está causada por un agente infeccioso, como un virus; otros dudan de la existencia del síndrome y creen
que todo está en la cabeza del paciente.
Aún no existe cura, aunque sí tratamientos para la mejoría.
OBESIDAD
La obesidad es la enfermedad en la cual las reservas naturales de energía, almacenadas en el tejido adiposo
de los humanos y otros mamíferos, se incrementa hasta un punto donde está asociado con ciertas
condiciones de salud o un incremento de la mortalidad. Está caracterizada por un índice de masa corporal o
IMC aumentado (mayor o igual a 24 kg/m2)o por perímetro abdominal aumentado en hombres mayor o igual a
102cm y en mujeres mayor o igual a 88 cm. Forma parte del síndrome metabólico. Es un factor de riesgo
conocido para enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes, hipertensión arterial, ictus y
algunas formas de cáncer. La evidencia sugiere que se trata de una enfermedad con origen multifactorial:
genético, ambiental, psicológico entre otros. Se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en el
cuerpo, hipertrofia general del tejido adiposo.
Es una enfermedad crónica originada por muchas causas y con numerosas complicaciones, la obesidad se
caracteriza por el exceso de grasa en el organismo y se presenta cuando el índice de masa corporal en el
adulto es mayor de 30 kg/m² según la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Anteriormente se consideraba a la persona con sobrepeso como una persona que gozaba de buena salud, sin
embargo ahora se sabe que la obesidad tiene múltiples consecuencias negativas en salud. Actualmente se
acepta que la obesidad es factor causal de otras enfermedades como lo son los padecimientos
cardiovasculares, dermatológicos, gastrointestinales, diabéticos, osteoarticulares, etc.
El primer paso para saber si existe obesidad o no, es conocer el índice de masa corporal (IMC), lo que se
obtiene haciendo un cálculo entre la estatura y el peso del individuo y éste elevado al cuadrado.
Aunque la obesidad es una condición clínica individual se ha convertido en un serio problema de salud pública
que va en aumento: se ha visto que el peso corporal excesivo predispone para varias enfermedades,
particularmente enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, apnea del sueño y osteoartritis.1 2
Tratamiento
Es necesario tratar adecuadamente las enfermedades subyacentes, si existen. A partir de aquí depende de
buscar el equilibrio, mediante ajustes en la dieta. La dieta debe ser adecuada a la actividad necesaria, por ello
una dieta muy intensiva en personas muy activas es contraproducente. Debe de tenderse a realizar dietas
más suaves y mantenidas. Una vez alcanzado el peso ideal, lo ideal es mantenerlo con un adecuado
programa de ejercicios y alimentación que sobre todo permitan no volver a recuperar la grasa y el peso
perdido.
El principal tratamiento para la obesidad, es reducir la grasa corporal comiendo menos calorías y
ejercitándose más. En efecto colateral beneficioso del ejercicio es que incrementa la fuerza de los músculos,
los tendones y los ligamentos, lo cual ayuda a prevenir injurias provenientes de accidentes y actividad
vigorosa. Los programas de dieta y ejercicios producen una pérdida de peso promedio de aproximadamente
8% del total de la masa corporal (excluyendo los sujetos que abandonaron el programa). No todos los que
hacen dieta están satisfechos con estos resultados, pero una pérdida de masa corporal tan pequeña como 5%
puede representar grandes beneficios en la salud.
Mucho más difícil que reducir la grasa corporal es tratar de mantenerla fuera acontecida 80 a 90% de aquellos
que tienen 10% o más que su masa corporal a través de la dieta vuelven a ganar todo el peso entre dos y
cinco años. El organismo tiene sistemas que mantienen su homeostasis a cierto nivel, incluyendo el peso
corporal. Por lo tanto, mantener el peso perdido generalmente requiere que hacer ejercicio y comer
adecuadamente sea una parte permanente del estilo de vida de las personas. Ciertos nutrientes, tales como la
fenilalanina, son supresores naturales del apetito lo cual permite resetear el nivel establecido del peso
corporal
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