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INCENDIOS

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EL INCENDIO
SU
INVESTIGACIÓN ,
SÍNTOMAS
Y
CAUSAS .
ING. HOMERO FONTES CAPOTE
1
2
3
Jefa de Edición: Sara Molejón.
Coordinación: Nancy Temprano.
Edición y composición: Magda Castro Potts
Diseño de cubierta y maquetación: Juan C. Falcón Pérez
Fotografía: Ing.Homero Fontes Capote
©
Ing. Homero Fontes Capote , 2003
©
Sobre la presente edición:
Ediciones SI-MAR, 2003
ISBN: 959-264-012-2
EDITORIAL SI-MAR S.A.
Calle 47 # 1210 entre 36 y Lindero.
Telef. (537) 881-8168, (537) 881-8033
E.mail:[email protected]
Nuevo Vedado,
Ciudad de La Habana.
Cuba
4
A Magdalena, mi esposa, que
durantemásde30añoshasabidocompartirnuestras
alegríasytristezas;amishijosMizaelyRacielque
tomaronuncaminohonestoyjustoensusvidas;enparticularaMizaelquejuntoscompartimoslasexperienciasdeestaprofesióndeperito.
AtodoslosperitosdeAVEXI,queconprofesionalidad
ydedicacióntrabajaneneldesarrollodelaespecialidad.
5
6
Agradecimientos
Lograr que este, libro fuera una realidad se debió al esfuerzo de un grupo
de colegas que desinteresadamente, dieron su aporte en la conformación:
Al Ing. Rolando Fong Sánchez que con su paciencia y tesón trabajó
arduamente en las fotos seleccionadas, en los textos y en que se lograra la
publicación de esta obra.
Al Dr. Rafael Hernández de la Torre que con su minuciosidad característica realizó la revisión ortográfica, proponiendo soluciones que enriquecieron el material.
A la compañera Maylin Alvarez que logró introducir los manuscritos que
fui redactando.A José Miguel Acosta, Carlos Francés, Jesús Castellanos
y en general a todos aquellos compañeros que en mayor o menor grado
tuvieron una participación en este libro, en el cual espero se sientan representados, lográndose de esta forma el objetivo principal que perseguímos,
transmitir las experiencias adquiridas en esta difícil profesión de determinar
las causas de los incendios.
7
8
CONTENIDO
Notas del autor /15
Capítulo I: El incendio y sus principales características /17
Factores para la combustión /18
Etapas /19
Combustión de las sustancias /20
Propagación del incendio /22
Productos gaseosos de la combustión /24
Características generales de los materiales al ser atacados por el
calor /30
Capítulo II: La investigación del incendio /37
Complejidad de su investigación /37
La investigación del incendio /
I.– Metodología para la investigación de los incendios /38
A) Ambiente que antecedió al incendio /39
B) Determinación de las características técnicas de los edificios
u obra donde surgió el incendio /39
C) Determinación de la cantidad y situación de los objetos
y materiales que se encontraban en la zona del incendio /42
D) Características del proceso tecnológico /44
E) Características y particularidades de los equipos eléctricos
y sus instalaciones /45
F) Hechos y circunstancias que precedieron al incendio /45
II.– Foco del incendio /47
Tipos fundamentales de síntomas de la combustión /49
Foco del incendio /55
1– En el foco /56
2– Alrededor del foco /58
3– Sobre el foco /58
«Cono» del foco /60
Determinación del foco del incendio /62
1–Valoración de las declaraciones de los testigos oculares /62
2–Síntomas indirectos del foco del incendio /65
III.– Análisis, exclusión y valoración de las versiones acerca de la
causa del incendio /68
1–Por la ubicación del foco del incendio y las características de
su desarrollo /70
2–Por las condiciones del ambiente que antecedió al incendio /70
3–Por la supuesta fuente de calor iniciadora del incendio /71
4–Por las manifestaciones específicas de la causa /72
9
5–Por el momento de inicio /72
6–Por la actitud de los individuos /72
Capítulo III: La inspección del lugar del incendio /74
Cuestiones a resolver /74
Acciones a realizar durante el período de extinción /75
Zonas fundamentales. Etapas y métodos de la inspección del lugar
del incendio /79
Etapas de la inspección /80
Métodos de la inspección /85
Tipos fundamentales de inspección del lugar del incendio /86
Organización de la inspección del lugar del incendio /92
Medidas de seguridad /94
Ocupación de las pruebas materiales /95
Filmaciones fotográficas del lugar del incendio /97
Entrevistas a testigos /99
Experimento de instrucción /102
Capítulo IV: El peritaje técnico de incendio /104
¿El porqué del peritaje? /104
Esencia del peritaje técnico de incendio /106
Principios fundamentales de la realización del peritaje
técnico de incendio /108
Objetivos del peritaje técnico de incendio /109
Selección y competencia del perito. Derechos y deberes /110
Designación del peritaje de incendio /113
Elementos necesarios para la realización del peritaje
técnico de incendio /113
El dictamen pericial /114
Tipos de peritajes técnicos /117
Capítulo V: El incendio y algunas de sus formas de clasificación /119
Por el desarrollo del incendio /120
Por su surgimiento o causa /122
Por las particularidades del objetivo o equipo donde se producen /122
1–Incendio en cocinas (fogones) /122
2–Incendios en objetivos sociales y económicos /122
3–Incendios premeditados /122
4–Incendios por cigarrillos/122
Capítulo VI: Incendios provocados por fuentes generadoras de calor
propio /123
I.– Incandescencia /123
a)Colillas de cigarros /123
10
b)Partículas incandescentes /127
II.– Llama abierta /128
III.– Por contacto /130
IV.– Por radiación /131
a)Rayos solares /131
b)Bombillos incandescentes /132
Capítulo VII: Incendios provocados por la energía calorífica de las
reacciones químicas /135
I.– Autocombustión de las sustancias /137
Grasas y aceites /138
Sulfitos de hierro /140
Fósforo blanco /140
Carbones /140
Polvos metálicos y elementos químicos /141
Por la acción de un oxidante /142
Procesos biológicos /143
P rocesos físicos /144
II.– Por problemas químicos /145
Autoinflamación de las sustancias /146
Capítulo VIII: Incendios provocados por el calor generado de la
energía mecánica /147
Calor por fricción /147
Calor por compresión /147
Capítulo IX: Incendios provocados por la energía calorífica
generada por la electricidad /150
Tipos de calor que se originan /151
Cuestiones que deben tenerse en cuenta en los incendios
provocados por problemas eléctricos /152
Cortocircuito /153
Sobrecarga /155
Resistencias transitorias /156
Chispas y arcos eléctricos /157
Medios de protección en las instalaciones eléctricas /157
Transformadores eléctricos /158
Motores eléctricos /159
Circuitos eléctricos /160
Conductores eléctricos /160
Empalmes y terminales de los conductores /162
Noción sobre la corriente admisible en los
conductores /162
Anclaje a tierra /163
11
Electricidad estática /163
Descargas atmosféricas /163
Capítulo X: Incendios premeditados o intencionales /166
Bases para la elaboración de esta versión /166
Móviles del incendio premeditado /167
Clasificación de los incendios intencionales o premeditados /170
Del primer grupo /170
Del segundo grupo /170
Del tercer grupo /171
Del cuarto grupo /171
Del quinto grupo /172
Medios y sustancias empleados por los incendiarios /173
Capítulo XI: Incendios en vehículos automotores /174
I.– Cuando el vehículo se encuentra transitando /175
Inflamación de los vapores de gasolina por salideros /175
Por la inflamación del aislante de los conductores eléctricos /176
Por la fricción de las bandas de frenos contra la tambora /177
Por transitar con uno de los neumáticos ponchados /178
Por el roce de los neumáticos contra el piso por exceso de
carga /178
Por contacto del tubo de escape con el piso del vehículo /179
Por escapes de partículas incandescentes a través del tubo de
escape /180
Por el contacto de los bornes del acumulador con elementos
metálicos /180
Por aterramiento del cable positivo con el chasis o la pared del
acumulador /181
Por el derrame de aceite sobre el múltiple de escape /181
Sobre la cama de camión /182
II.– Cuando el vehículo está estacionado /182
Por las fuentes generadoras de calor con llama abierta o incandescencia /182
Por un líquido combustible con una fuente generadora de
calor /184
Por contacto de los bornes de la batería con elementos
metálicos /184
Por dejar abierto el chucho del encendido e inflamarse el
aceite aislante de la bobina /185
Por trabajos de soldaduras sobre el vehículo /185
Capítulo XII: Análisis de incendios en edificaciones y equipos /186
I) Incendios en el sector residencial (viviendas)/186
Por inflamaciones de fogones de kerosén /187
12
Por inflamaciones de fogones de alcohol /188
Incendios por cocinas de gas /188
Incendios por cocinas eléctricas /188
Incendio por cocinas de carbón o leña /189
Por la inflamación de las grasas que se están cociendo o elementos
colocados sobre el fogón /189
Otras causas de incendios en el sector residencial /189
II) En objetivos económicos o sociales /190
1– Incendios en cines /190
2– Incendios en teatros /191
3– Incendios en centros comerciales /192
4– Incendios en almacenes /194
Gases y líquidos combustibles e inflamables /197
Almacenamiento de gases combustibles /199
5– Incendios en carpinterías /203
6– Incendios en objetivos de producción textil /205
7– Incendios en centrales azucareros /207
8– Incendios en maquinarias agrícolas /207
9– Incendios en naves marítimas /208
10–Incendios en bosques y cañaverales /210
Capítulo XIII: Propiedades peligrosas de las sustancias /212
I.– Los polvos
Factores que influencian la explosividad de los polvos /212
Fuentes de calor de las nubes de polvos /213
Efecto de la duración del exceso de presión /213
Propiedades incendiarias de los metales /214
Metales combustibles y reactivos /214
Metales que no son comúnmente combustibles /215
Otros productos químicos sólidos /216
II.– Características de los gases /217
A)Definición /217
B)Clasificación /217
C)Estructura química y propiedades físicas /218
D)Leyes de los gases /218
E)Razón de difusión /219
F)Viscosidad /219
G)Temperatura crítica y presión /219
H)Características de la combustión /219
III.– Propiedades y características de los líquidos combustibles /220
Líquidos inflamables /220
Líquidos combustibles /220
Sólidos con temperatura de inflamación /220
Propiedades físicas de los líquidos /221
13
Características de la combustión /222
Temperatura de inflamación /222
Temperatura de autoinflamación /222
Variación de la peligrosidad por la temperatura y la presión /222
Energía requerida para la inflamación de los vapores /222
Compresión adiabática /223
Capítulo XIV: Propiedades incendiarias de los productos químicos /224
A)Productos químicos oxidantes /224
B) Productos químicos /226
C) Productos químicos inestables /227
D) Productos químicos corrosivos /230
E)Halógenos /231
Bibliografía /233
14
NOTAS DEL AUTOR
Durante muchos años nos hemos enfrentado a la difícil situación
de investigar las causas de un incendio teniendo como escenario un
lugar total o parcialmente combustionado, donde solo se aprecian ruinas y la responsabilidad que asumimos ante los órganos de justicia
de dar un veredicto sobre qué lo produjo y con ello procesar a sus
autores. En un principio permitir a los investigadores encausar su trabajo hasta dar con el que inició la combustión y en la otra vertiente
tomar las medidas preventivas que eviten el surgimiento por condiciones similares. Expresado técnicamente todo resulta fácil, pero los peritos
que han tenido durante días y algunos casos por meses, que estudiar
detenidamente cada uno de los pequeños síntomas de la combustión
presentes en el lugar, escombrar con la minuciosidad de un arqueólogo
para descubrir cómo fue que cayeron o se quemaron los objetos que
estaban en el área donde parten las vías de propagación, para con
ello ubicar el foco del incendio; y al final dar un dictamen sobre la
causa que lo produjo. La cual en muchas ocasiones es puesta en duda
por uno u otro factor y no es menos cierto que esta determinación
tiene un porcentaje alto de subjetividad y que esto se elimina por la
experiencia, dedicación y astucia del perito que realiza la investigación y cuan contentos estamos cuando se descubre el autor y confiesa
haberlo realizado de la forma en que lo planteamos en nuestro informe pericial, esto es la satisfacción mayor del esfuerzo que hicimos, a
veces, con el riesgo para la vida.
Muchos han sido mis colegas en estos 36 años que hemos enfrentado la misión de determinar técnicamente las causas de los incendios,
algunos fallecieron llevándose sus conocimientos y habilidades que
no pudieron ser útiles a otros peritos, otros disfrutan de su jubilación y un grupo de estos compañeros no pudieron comprender la
profundidad y dedicación de este trabajo y escogieron tomar otros
caminos; están aquellos con más de 20 años de experiencias, junto a
15
los jóvenes que comienzan, a quienes básicamente está dirigido este
material, así como a los que en un futuro se formarán como perito,
pues partiremos del principio que debemos dejar escrita nuestras experiencias para que puedan ser útiles a los que deban tener la
responsabilidad de dictaminar la causa de un incendio.
Otro grupo minucioso de investigadores que juntos trabajamos
y compartimos día a día, los análisis y estudio de infinidad de hechos de incendios, y en los cuales siempre ha sido y será nuestro
precepto que si no se labora en conjunto la investigación no tiene
éxito. Para ellos también están dirigidas las experiencias y conceptos expuestos.
He querido dejar para el final a un entrañable compañero que
juntos enfrentamos muchos casos y que en el día en que finalicé de
escribir este material, cumplió 14 años de su desaparición física, me refiero a Julio Lara Alonso, perito de una inteligencia
natural, iniciativa y decisión que le hizo ganarse el respeto y la
admiración de todos los que trabajamos junto a él, es por tanto
este material un recuerdo a su memoria y a los resultados obtenidos en su vida como Perito de AVEXI.
Homero Fontes Capote
18 de agosto de 2000
16
CAPÍTULO 1
EL INCENDIO Y SUS PRINCIPALES
CARACTERÍSTICAS
El incendio puede expresarse como la combustión que ocurre por
una rápida oxidación, con una emisión de luz y calor que se propaga,
principalmente, por efecto de las llamas que produce y destruye o
daña todas las materias combustibles que se encuentran a su paso.
Las reacciones oxidantes que se producen en los incendios son
exotérmicas, donde la energía de las sustancias reaccionantes ha sido
liberada en forma de calor.
Para que una reacción de oxidación tenga lugar deben estar presentes un material combustible y un agente oxidante, esto puede estar
ocurriendo continuamente, mientras que el aire como agente oxidante,
esté presente, pero a la temperatura ambiente esta reacción es usualmente tan lenta que no es perceptible por los sentidos humanos.
Figura 1: Esquema de los compuestos químicos que se producen en la llama y sus zonas de
temperatura.
A temperaturas mucho mayor, como la que puede crear localmente
la llama de un fósforo, el calor liberado es suficiente para mantener a
una alta proporción la reacción después que se ha retirado la fuente de
calor y, si las llamas aparecen, se ha originado una ignición. La combustión es la mantención continua del proceso que sigue a la ignición.
Además de la concentración del calor, otro factor que determinará
que en la reacción de oxidación surja la ignición o la combustión será la
concentración del agente oxidante.
17
La combustión de muchas sustancias, tendrá lugar realmente después que el sólido o el líquido se han vaporizado o descompuesto por el
calor para producir gas y la llama visible es el gas inflamado.
De lo anteriormente expuesto se puede llegar a la determinación
de que, para que ocurra la combustión, serán necesarios tres factores:
1–Un material combustible.
2–Un agente oxidante ( por lo general es el oxígeno del aire)
3–Una fuente de calor.
Figura 2: Triángulo del fuego con los elementos que deben estar presentes para que surja
la llama.
La unión del primero con el segundo, se conoce como ambiente
combustible, por consiguiente, la causa del surgimiento de un incendio
es el contacto del ambiente combustible más la fuente de calor.
El ambiente combustible se caracteriza por los índices cuantitativos y cualitativos siguientes:
– El estado de desagregación de las sustancias combustibles (sólido, líquido y gaseoso)
– Las propiedades físicas y químicas que determinan la peligrosidad del incendio.
18
Teoría térmica de la auto inflamación.
T
T
T
T
comb.: Temperatura de combustión.
aut.: Temperatura de auto inflamación.
ox.: Temperatura de oxidación.
i.: Temperatura inicial.
I- En este periodo tiene lugar la preparación y formación de la
mezcla combustible.
II- Comienza la reacción de oxidación con la formación de los
peróxidos Q desp. < Q emisión
III Los peróxidos orgánicos se descomponen formandolos centros
activos que excitan la reacción en cadena de la oxidación.
IV- Se caracteriza por la aparición de la llama.
Figura 3: Esquema de la teoría térmica de la inflamación de las sustancias.
El incendio puede desarrollarse en tres etapas diferentes que son:
1ra Etapa: El desarrollo inicial del incendio. Hay oxígeno en cantidad abundante y la combustión es relativamente completa. Como
resultado el incendio es muy rápido, las llamas son fuertes y las emisiones de humo y calor mínimas. La temperatura puede ser del orden
de los 37º C a 426º C.
2da Etapa: A medida que se consume el oxígeno y desciende su
suministro, el fuego entra en su segunda fase. En ella aumentan las
llamas y la generación del calor, la temperatura se incrementa de los
426º C a los 537º C. La combustión es incompleta por falta de oxígeno
y las emisiones de humo y gases aumentan.
3ra Etapa: Esta puede alcanzarse en un edificio cerrado al
reducirse, drásticamente, el contenido de oxígeno. Las llamas disminuyen y se mantienen en forma de brasas o puntos de combustión por
incandescencia al no poderse propagar por la falta de oxígeno.
19
La producción de calor es muy elevada, con temperaturas del rango
de 537º C a 1093º C. La combustión es incompleta, emite un humo
denso, que deposita su hollín en las paredes y techos. Estos gases se
calientan (monóxido de carbono) por encima de su temperatura de
inflamación, la que no se produce por falta de oxígeno. Si se deja
penetrar el aire al edificio o local con las condiciones anteriores, estos
gases se inflamarán y harán que el incendio se propague rápidamente
a toda el área.
COMBUSTIÓN DE LAS SUSTANCIAS
Las sustancias, partiendo de su estado de desagregación, no se
comportan de igual forma ante el contacto con una fuente de calor, es
por ello que analizaremos como ocurrirá.
TRANSFORMACIÓN DE LAS SUSTANCIAS
COMBUSTIBLES DURANTE EL CALENTAMIENTO
Calor de la fuente de inflamación
Figura 4: Esquema de transformación de las sustancias combustibles durante el calentamiento.
20
1– COMBUSTIÓN DE LOS SÓLIDOS
Estos generalmente se presentan en tres fases:
1ra. Fase: Destilación. Bajo el efecto de un calentamiento el combustible sólido se modifica físicamente y se transforma sucesivamente
en líquido y gaseoso, o da origen químicamente a productos de descomposición gaseosa. Tanto si se trata de un cambio de estado físico
como de una alteración química, el cuerpo combustible origina gases
inflamables que pueden estar constituidos al inicio por vapor de agua,
de la humedad que están liberando, y posteriormente por cuerpos inflamables.
2da. Fase: Inflamación. Al continuar calentando la materia combustible, los gases que se producen alcanzan una temperatura cada
vez más elevada y se mezclan con el aire en proporción adecuada.
Basta entonces una cerilla o una simple chispa para que se inicie la
combustión.
Aunque no se produjese ninguna llama o chispa en las proximidades de los gases destilados, la temperatura pronto sería bastante elevada
para producir, espontáneamente, la inflamación. La temperatura de
autoinflamación es netamente superior a la inflamación por efecto
de una llama.
3ra. Fase: Incandescencia. El cuerpo al quemarse elimina progresivamente sus componentes volátiles y da origen a una cantidad, cada vez
más débil, de gases inflamables. La combustión se hace más lenta, las
llamas disminuyen y acaban por desaparecer completamente. Ya no se
atrae más aire para reemplazar a los gases combustionados, ni se produce
el enfriamiento de la masa. El residuo alcanza temperaturas muy altas, no
siendo peligroso por las llamas, pero sí por la radiación del calor. La incandescencia, es la última fase de la combustión.
2– COMBUSTIÓN DE LOS LÍQUIDOS
Los líquidos se caracterizan por tener un movimiento libre de sus
moléculas, pero sin las características de separarse una de otras, como
sucede en los gases. Los líquidos a diferencia de los gases, son solo
ligeramente comprimibles y son incapaces de tener una expansión ilimitada. Difieren de los sólidos en la facilidad con que sus moléculas se
mueven unas por encima de las otras provocando que se adapten a la
forma de la vasija que los contiene. No hay una línea de demarcación
entre líquidos y gases. Los líquidos se vuelven gases a elevadas temperaturas o bajas presiones, y los gases se vuelven líquidos a bajas
temperaturas o altas presiones. Líquidos y «fluidos» se usan a menudo
como sinónimos pero este último tiene una significación más amplia
pues se incluyen líquidos y gases.
Conocidas las características de los líquidos, se puede definir la
combustión de estos por ser bastante parecida a la de los sólidos y
21
presupone también una fase de destilación. Según la sustancia de que
se trate, se produce un simple cambio en el estado físico del cuerpo o
bien una descomposición química.
3– COMBUSTIÓN DE LOS GASES
El gas es un fluido de materia aeriforme que carece de forma o
volumen independiente, el cual tiende a expandirse indefinidamente,
estando compuesto por partículas extremadamente diminutas en constante movimiento caótico. Mientras mayor es la temperatura más
violento será su movimiento. Desde el punto de vista del peligro de
incendio lo esencial es conocer si el gas es inflamable, si mantiene la
combustión y su comportamiento durante el incendio.
El olor, sabor, densidad, solubilidad y la facilidad o dificultad con
que se licua son importantes propiedades físicas que tienen que saberse.
Una mezcla de gas (o de vapores combustibles) y aire se enciende
al contacto de una llama o chispa. La reacción exige una mezcla en
proporciones adecuadas. La concentración mínima se llama «límite
inferior de inflamabilidad»; la máxima «límite superior de inflamabilidad»
y entre ambos valores, se sitúa la «zona de inflamabilidad».
PROPAGACIÓN DEL INCENDIO
La combustión se propaga desde el punto de origen, si existe suficiente combustible y oxígeno. La propagación se produce mediante el
mecanismo de la transmisión del calor a los materiales combustibles
del lugar, estos pueden ser por cuatro medios principales:
1– Conducción.
2– Radiación.
3– Convección.
4– Contacto directo.
CONDUCCIÓN: Es la transmisión a través de un cuerpo sólido,
líquido o gaseoso conductor del calor. La cantidad de calor transferida
por conducción depende de la conductividad térmica de los materiales
a través de los que pasa el calor y del área y grueso de la vía de
conducción.
La proporción de transferencia de calor a través de cualquier material es directamente proporcional a la diferencia de temperatura entre
los puntos de llegada y partida.
La transmisión del calor a través del aire u otros gases es también
directamente proporcional a la presión del gas. La transmisión del calor no puede ser completamente detenida por ningún aislante, lográndose
sólo que el calor pase a través de ellos lentamente.
En un incendio, el calor puede ser conducido de una habitación a otra
adyacente, a través de una tubería metálica e inflamar los materiales
22
combustibles que estaban en contacto , lo cual puede pensarse, a primera
vista, que no existe punto de unión
entre ambas.
La madera no es buena conductora del calor sin embargo, al estar
en contacto con un objeto o superficie caliente puede descomponerse,
emitiendo vapores después de un
tiempo, logrando el punto de inflamación, sin alcanzar la temperatura
adecuada para este fin.
Figura 5: La conducción del calor a través de
los elementos metálicos, propagó el incendio
hacia el local contiguo.
RADIACIÓN: El calor se traslada de un cuerpo a otro por rayos
caloríficos a través del espacio que los separa, como es el caso del
traslado de la luz. Así nos llega a nosotros el calor del sol. Estas ondas
o radiaciones se trasmiten en línea recta en todas las direcciones, se
mueven a través del aire, penetran superficies transparentes y
traslúcidas,— incluyendo el cristal y el agua— son absorbidas por cualquier sólido opaco con el que entran en contacto y prosigue a través
de este objeto por conducción. El calor irradiado pasa libremente a
través del vacío y los gases con moléculas simétricas, como el hidrógeno, el oxígeno y el nitrógeno; al ser el aire una mezcla de los anteriores
elementos, no hay absorción del calor irradiado a no ser que contenga
vapor de agua, monóxido de carbono, dióxido de carbono, dióxido de
azufre, hidrocarburos u otros contaminantes. En general, excepto en
la atmósfera de un horno, las concentraciones de estos gases absorbentes en el aire son bajas y la radiación absorbida es de menor
importancia.
Mientras más cerca se encuentre un objeto de la fuente de calor, mayor será la concentración de calor que alcanzará. Para que el calor por
radiación pueda inflamar el material combustible, tiene que existir una
trayectoria entre la fuente de radiación y el material inflamado, en
caso contrario, la ignición por radiación no puede producirse.
CONVECCIÓN: El calor se trasmite por un medio circundante,
ya sea un gas o un líquido, a los objetos por convección. El aire calentado se dilata y sube, por esta razón el calor transmitido por convección
ocurre naturalmente hacia arriba, aunque las corrientes de aire pueden llevar el calor en cualquier dirección.
23
Desde el punto de vista de un incendio, la transmisión del calor
será a través del movimiento del humo, del gas, del aire y de las partículas calientes. El humo y los gases calientes tienden a subir desde el
lugar de la combustión. El aire cercano al fuego se calienta y también
sube (al ser más ligero que las capas superiores más frías). Al ascender el aire, el humo y los gases transportan pedazos de materia sólida
incandescente, lejos del incendio.
En las paredes y techos se podrán observar las huellas de la convección
por los restos de hollín en sus partes superiores y en las bajas puede no
existir, así estos gases calientes podrán inflamar o carbonizar materiales combustibles.
En la propagación del incendio este medio es uno de los
principales y, en ocasiones, puede producir focos de combustión
aislados sin que tengan una conexión lógica con el punto de
origen.
Figura 6: Se puede observar cómo el calor
por convección afectó las partes superiores,
note la forma en que el hollín se fue depositando sobre la pared y el techo.
CONTACTO DIRECTO: Esta forma, (algunos autores la contemplan dentro de la transmisión de calor por conducción) tiene sus
características particulares, ya que se producen cuando una llama o
partícula incandescente alcanza directamente un objeto. Si este contacto se mantiene durante el suficiente tiempo, para que el material
combustible alcance su punto de inflamación, el mismo entrará en combustión. Como ejemplo se puede citar un elemento ardiendo debajo de
una cortina, que alcance a esta, se produce la propagación del incendio hacia esta última.
PRODUCTOS GASEOSOS DE LA COMBUSTIÓN
Durante la combustión de las sustancias se producen distintos productos como son: el humo, la llama, las cenizas, el calor y como
consecuencia del material que quema, existen distintos desprendimientos de olores. Estos elementos deben conocerse a fin de poder valorar
por ellos, qué tipo de sustancia era la que combustionaba, enumeraremos algunas de estas, que serán muy útiles para la investigación del
incendio.
EL HUMO Y LOS VAPORES. Las características del humo y
los vapores que emanan del incendio son indicaciones útiles para
24
determinar la naturaleza de las sustancias en combustión, incluyendo
los acelerantes usados, ya que ellos van a variar en función del tipo de
material, sólo siendo interesantes para la investigación del incendio,
los desprendidos en el momento de iniciarse el fuego, ellos pueden
darnos una indicación sobre la sustancia que hay en el foco y en particular las que pudieron iniciar el incendio. Los desprendidos
posteriormente provienen de la construcción incendiada, las sustancias almacenadas en el local e incluso de la evaporación del agua
arrojada por los bomberos.
Colores de humo y su significado
Figura 7: Diagrama de los colores que presenta el humo, ante la combustión de diferentes
materiales y sustancias.
En la siguiente lista, el color del humo se relaciona con las sustancias más comunes que pueden emitirlo:
VAPOR DE AGUA Y HUMO: La presencia de vapor de agua
indica que sustancias húmedas han entrado en contacto con sustancias combustibles calientes. El agua contenida en la sustancia húmeda
se evapora antes de que esta comience a combustionar.
HUMO BLANCO: Se emite en la combustión de fósforo, sustancia usada frecuentemente como agente incendiario. Además lo
produce el magnesio.
HUMO BLANCO O GRIS: Lo provoca la bencina.
HUMO GRIS: Se emite de ceniza en sustancias, tales como paja
y heno.
HUMO GRIS O PARDO: Se produce por la madera, papel y telas.
HUMO PARDO: Los aceites y grasas para cocinar.
HUMO VIOLETA: El yodo.
HUMO PARDO O NEGRO: La nafta.
HUMO NEGRO PARDUZCO: Los diluyentes de las lacas y
el aguarrás.
HUMO NEGRO: Se produce por la combustión incompleta de
las sustancias o por la presencia preponderante de sustancias a partir
25
de petróleo, tales como goma, carbón de piedra, trementina, petróleo,
acetona, kerosén, gasolina, aceites lubricantes, alquitrán.
HUMO AZUL CLARO: Las lanas y telas de algodón.
HUMO AMARILLENTO CLARO: El papel, nitrocelulosa, azufre.
HUMO AMARILLO VERDOSO: El cloro.
HUMO CARMELITA ROJIZO O AMARILLO: Indica la
presencia de nitratos o sustancias con celulosa como base. Así el humo
de este color puede ser emitido por la combustión del ácido nítrico,
plásticos nitrurados, películas o pólvora sin humo. Una gran cantidad
de estas sustancias son acelerantes.
EL HUMO Y EL HOLLÍN.
Estos pueden ser elementos fundamentales en algunos casos de
incendio, pudiendo presentarse en tres formas:
1– Mucho humo en poco tiempo.
2– Mucho humo en mucho tiempo.
3– Poco humo en mucho tiempo.
MUCHO HUMO EN POCO TIEMPO: Hay una combustión
de consideración, la cual es la que genera la gran cantidad de humo
por lo tanto, en la misma magnitud o proporción, está presente el tiro
convectivo de los gases calientes, formando remolinos en las áreas
superiores, dejando con ello huellas irregulares y distribución no
uniforme de las capas de hollín
en techos y paredes, esta situación hace que por las rendijas y
pequeños orificios de los planos
altos, el humo salga al exterior
del local dejando huellas a su
paso. No aparece la frontera de
nivel debido a la turbulencia y
esta última no permite la aparición de las zonas de protección
o estas son tenues.
Figura 8: Se observa la presencia de hollín sobre la parte superior de paredes y
techo, como consecuencia de mucho
humo en poco tiempo.
MUCHO HUMO EN MUCHO TIEMPO: Existe intensidad
en el ahumamiento llegando por la vertical hasta el nivel del piso, cubierto homogéneamente por una capa de hollín grueso. No aparece la
frontera de nivel, ni zonas de protección significativas. El mantenimiento de altas temperaturas en el local hace menos denso el aire y
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las partículas de hollín caen rápidamente, creando una verdadera alfombra sobre todo elemento horizontal.
Figura 9: En este incendio se originó mucho humo en largo tiempo, note el ahumamiento hasta
los planos inferiores.
POCO HUMO EN MUCHO TIEMPO: Hay una combustión
que no produce tiros convectivos fuertes y no se presenta turbulencia,
el hollín sube y se desplaza suavemente rozando paredes y techos de
forma lenta, tanto en el ascenso
como en el descenso, se adhiere
a cada uno de los salientes y entrantes de los obstáculos que
encuentra en su camino, especialmente en la caída y va formando
en las partes superiores del local un
ambiente denso, cargado de pequeñas partículas que se desplazan
lentamente, manteniéndose casi al
mismo nivel unas de otras, creando a cada momento una frontera
de nivel que ocupará todo el recinto y que se irá desplazando
verticalmente según se van saturando los planos superiores.
Figura 10: Al no existir tiros convectivos
fuertes, el hollín demuestra que existió
poco humo en mucho tiempo.
27
Las partículas más pesadas caerán casi verticalmente quedando en
los salientes de los obstáculos que encuentren a su paso y bajo los salientes se formarán las zonas de protección, con mínimas maculaciones,
ya que estarán protegidas por los salientes.
En los casos de existir orificios en los techos, rajaduras profundas
o accidentes, con cierta profundidad que permitan la entrada de las
partículas de hollín, se presentará de la siguiente forma.
En el primer caso (mucho humo en poco tiempo) encontraremos
con hollín sólo hasta cierta profundidad.
En el segundo (mucho humo en mucho tiempo) los hallaremos totalmente cubierto y en ocasiones casi no se nota su presencia.
En el tercero (poco humo en mucho tiempo) lo hallaremos completamente lleno de pequeñas partículas.
LA LLAMA Y SU COLORACIÓN
El color de la llama es indicativo de la intensidad del fuego y a
veces de la naturaleza de las sustancias combustibles presente. La
temperatura de un incendio puede ser de 500ºC a 1500º C. Variando
el color de la llama desde el rojo pasando por amarillo hasta el blanco.
Las temperaturas a que puede corresponder la intensidad de la
llama indicada por el color o brillantez son:
Colores de llama producidos por distintos materiales
Figura 11: Colores que pueden estar presentes en la llama de acuerdo con las sustancias
que combustionan.
28
Intensidad de la llama (temperatura) indicada por el color
o brillantez
Figura 12: Colores de la llama según la temperatura que alcance.
OLORES.
Este elemento es también importante, ya que las sustancias tienen sus olores característicos y con esto se puede valorar las que
estaban en combustión. Pudiéndose determinar si el olor se correspondía con las sustancias que estaban almacenadas o no.
Los combustibles líquidos, tales como la gasolina, el petróleo, el
alcohol y otros, se manifiestan por el olor particular que desprenden
durante el incendio y que persiste incluso, después del siniestro. El
cloro une a su olor característico una acción muy irritante sobre el sistema respiratorio.
Un determinado olor no constituye una prueba de la presencia de
líquidos inflamables y combustibles; no obstante resulta de ayuda en la
investigación.
Algunos de los olores específicos durante la combustión de los materiales combustibles son:
Maderas
resinoso.
Papel, heno y pajas
específico.
Lanas y telas
específico.
Productos del petróleo
óleo.
Fósforo
ajo.
Magnesio
ninguno.
Azufre
huevo podrido.
Goma
azufre.
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OTROS ELEMENTOS DE INTERÉS
Otros elementos para el análisis posterior de la investigación del
incendio:
COLOR DE LAS PARTES DE ACERO CALENTADAS
TEMPERATURAS EN QUE LOS METALES PIERDEN
SU RESISTENCIA O SE FUNDEN
– 537º C, las vigas de acero comienzan a alargarse o alabearse,
provocando un desplazamiento de las paredes o suelos que las
soportan.
– 648º C, el acero pierde el 60% de su resistencia.
– 815º C, una estructura soportada por vigas de acero es casi
seguro que colapse.
TEMPERATURA DE FUSIÓN DE ALGUNAS SUSTANCIAS
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS MATERIALES
AL SER ATACADOS POR EL CALOR
No todos los materiales presentan el mismo comportamiento ante
el calor, estan los que se inflaman, se carbonizan, se deforman, se
30
combustionan con llama o sin ella y en otros se volatilizan. Partiendo
de estas características dividen en:
a) Combustibles.
b) Poco combustibles.
c) Incombustibles.
Los combustibles, son aquellos que, se inflaman por: la acción del
fuego o por temperaturas elevadas y siguen ardiendo, aunque se les
retire la fuente de calor.
Los poco combustibles se inflaman con dificultad por la acción
del fuego, arden débilmente o se carbonizan y siguen ardiendo solamente con la presencia de la fuente de calor, que cuando esta se aleja,
la combustión cesa.
Los incombustibles no se inflaman por la acción del fuego, no
arden débilmente ni se carbonizan.
En un incendio nos encontraremos ante la presencia de diversos
tipos de materiales, que su comportamiento no será el mismo ante el
calor y que el investigador especializado o perito tendrá que darle una
explicación para poder conocer, en qué fase de la combustión se encuentra y con ello determinar el foco del incendio. Expondremos algunas
de las características que tendrán los materiales más comunes que
estarán presentes en el lugar del siniestro.
CONSTRUCCIONES DE MAMPOSTERÍA
Al surgir la combustión
el hollín que se forma se
depositará sobre la capa de
pintura que cubre la pared
o el techo, creando una película negra (1ra. Fase).
Figura 13: Diferentes fases de la
combustión sobre una pared de ladrillos. Note los cambios de matiz,
ahumamiento y caída del repello.
La combustión continúa y ese hollín, con la capa, se desprende y
nos permite observar una especie de cambio de matiz sobre el repello
de la pared (2da. Fase).
El calor que se continúa generando tiene una mayor producción de
hollín, el que tiznará ese repello sin pintura (3ra. Fase).
Ya la temperatura del incendio en este intervalo de tiempo es elevada, actuando sobre la capa de repello tiznada, la que se desprenderá
al perder su aglutinación por la liberación del agua, permitiéndonos
observar las hiladas de ladrillos (4ta. Fase).
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Al seguir actuando las llamas sobre estos ladrillos, permitirá depositar nuevamente otra capa de hollín (5ta. Fase).
La combustión ataca a la mezcla de cemento que une los ladrillos,
con temperaturas superiores a los 800º C, lo que provocará la descomposición de la caliza y por lo cual pierde su estabilidad y la pared
comienza a perder su rigidez en ese espacio, desplomándose (6ta.
Fase).
Al inspeccionar una construcción de este tipo puede el perito formarse un criterio de cuáles fueron las partes que más temperatura y
tiempo estuvieron sometidas a la combustión, lo que nos indica el sentido de la propagación del incendio.
CONSTRUCCIONES DE HORMIGÓN ARMADO
Este tipo de construcción, aunque sus elementos principales son el
hormigón, tendrá su falla por el metal que posee en su interior, que al
recibir el calor comenzará a dilatarse hasta fracturar el material y por
lo tanto se destruye la pieza.
La combustión, en primera instancia se verá cubierta por una película de hollín, la que al perderse, por los efectos continuados del calor,
provocará un cambio de matiz sobre su superficie.
La temperatura se incrementará por el desarrollo del incendio,
transmitiendo el calor por conducción, al metal que se encuentra en el
interior de la pieza, lo que origina su dilatación, repercutiendo en el hormigón con desconchamientos y
agrietamientos de su material.
Si la combustión continúa
afectando a la pieza, se producen deformaciones que hacen
perder la rigidez o los puntos de
sujeción, desplomándose o la ruptura del elemento, que será la
última fase a que se vea sometido.
Figura 14: Edificación construida de elementos de hormigón armado. Observe como
cedieron al dilatarse los materiales metálicos (cabillas) que tiene en su interior.
Un resumen de las causas principales de la destrucción en las construcciones de hormigón durante el incendio, son:
1– Durante el calentamiento, el relleno aumenta en su volumen, la
construcción se deforma y después se destruye.
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2– Durante el calentamiento tiene lugar el proceso de evaporación
del agua del cemento, que es una de las partes componentes del hormigón. A la temperatura de 100 a 150º C se evapora el agua libre y al
incrementarse hasta 350º C comienza a desprenderse el agua químicamente unida, lo que conlleva a la pérdida de la estabilidad y a la
destrucción de la construcción.
3– Teniendo una temperatura de 550º C el hidróxido de calcio sale
del agua por completo y se forma la cal viva. Después del enfriamiento
esta cal se apaga con la humedad del aire, lo que provoca el aumento
de su volumen, esto puede llevar a la destrucción de la construcción.
4– A la temperatura de 575ºC el cuarzo que está, en el compuesto
de la arena o el cascajo aumenta su volumen, disminuye su estabilidad y su densidad.
5– Durante el incendio tiene lugar gran evaporación de agua y por
eso las capas superiores tienden al desconchamiento.
Debemos referirnos al hecho de que a esta pieza de hormigón como
resultado de las labores de extinción, se le suministre agua, lo que
origina un enfriamiento rápido y por tanto una contracción del metal,
que puede provocar su desplome o agrietamiento, pero se diferenciará
por su cambio de matiz y la no presencia de partículas de hollín en el
interior de los desconchamientos o grietas.
ELEMENTOS DE PLÁSTICOS.
Estos se caracterizan por su bajo punto de fusión (comparado con los
materiales anteriores) lo que permite su licuación. Al entrar en contacto el
calor con él, hace un reblandecimiento de su superficie en primera
instancia, a la que le continúa una fusión que será paulatina, de acuerdo con el valor de la temperatura a que estará sometido, al lograr que
se licue el material se irá depositando en planos inferiores.
Este material en forma de sustancia pastosa puede entrar en combustión y será otro elemento más a valorar en sus fases del incendio.
ELEMENTOS DE MADERA
La madera es un material combustible, que arde muy bien y desprende una gran cantidad de calor (hasta 5000 Kcal/Kg). Su
temperatura de inflamación promedio es de 270º C.
La madera al ser un material que tiene en su composición resinas,
estos van a influir en la temperatura de autoinflamación, ya que, cuando
esta fue recientemente cortada se le tendrá que suministrar más calor
para que inicie la combustión. Al irse secando pierde parte de su resina
y por lo tanto baja el punto de inflamación, siendo esta una característica
a valorarse en las construcciones, elementos o equipos que estén constituidos por este material, y que determinan el tiempo que llevan de uso.
Otro elemento será el tipo de madera, así como las condiciones en las
cuales ha permanecido (con humedad, altas temperaturas, etc.).
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Se pueden citar dos ejemplos de cómo
estas circunstancias han influido en la temperatura de inflamación de la madera:
1– Las tablas que recubren una chimenea, por estar en contacto con los gases
calientes que salen al exterior, van haciendo que la madera progresivamente pierda
su resina y con el decursar del tiempo (que
puede ser años) esa temperatura, a que salen los gases, es capaz de auto–inflamar el
material. Este fenómeno se conoce como la
autocombustión térmica de la madera.
Figura 15: Se puede apreciar la autocombustión térmica
de su madera. Esta combustión se originó desde su interior.
2– Los pilotes de un antiguo muelle
marítimo, que fueron sometidos a las temperaturas del medio ambiente, la humedad del
mar y el rocío de la noche, hicieron que
sus maderas fueran entrando en un estado
de putrefacción y con la fuente de calor
que genera de un cigarro, combustionó, en
un breve tiempo.
Figura 16: Incendio que se originó en un muelle por
una fuente generadora de calor por incandescencia
(cigarro), al estar sus pilotes en estado de putrefacción.
Al perito le será de suma importancia poder interpretar cómo resultó combustionada una madera, porque con ello puede valorar en
qué parte fue mayor la temperatura y dónde estuvo más tiempo sometida, lo que indicará el sentido de la propagación del incendio. A
continuación les expondremos cómo pueden ser estas características:
La madera al entrar en combustión, comienza un proceso de agrietamiento, que es
grande en un inicio,al continuar el calor estas
se van subdividiendo en partes menores y con
ello, la profundidad se va haciendo mayor hasta llegar a convertirse en ceniza negra, que aún
tiene material combustible (carbono), y finalmente en ceniza blanca, última fase de la
combustión.
Figura 17: Se aprecian las diferentes fases de la combustión
sobre estas maderas. Note los estados de agrietamiento que
presenta.
34
ELEMENTOS METÁLICOS
En las construcciones, los principales metales que se utilizan son el
acero (laminado en caliente y estirado en frío) y las aleaciones de
aluminio. Los aceros tienen buena resistencia a la compresión y tracción, su conductividad térmica es muy buena, empleándose diferentes
perfiles (redondos, en hojas, angulares en L, doble T o U). La particularidad de su conductividad térmica hace que tengan muy bajo grado
de resistencia al fuego, posibilitando estos que sus vigas se deformen
y provoquen el desplome de la edificación.
Ejemplo de ello lo tenemos en un edificio de cuatro plantas, donde
todas sus estructuras eran metálicas y comenzó el incendio a nivel del
segundo piso, propagándose por la gran cantidad de material combustible que existía, ello posibilitó que el calor generado fuera elevado,
afectando por conducción y convección a dichas vigas, comenzando
un proceso de dilatación. Esto
trajo por consecuencia que fallaran en varios puntos y se
produjera el desplome de los pisos tres y cuatro en el lapso de
una hora.
Figura 18: Al propagarse el incendio por los
diferentes pisos, posibilita que fallen las columnas y el desplome de la construcción.
El metal, al estar, sometido al calor, comienza por presentar cambio
de matices que irán desde una coloración roja, hasta el blanco de acuerdo con la temperatura que reciban. Posteriormente las dilataciones a
que se verán sometidos se deformarán, con las características que si
se encuentran apoyados en dos puntos se pandearán hacia donde está
la fuente de emisión de calor.
Si la temperatura continúa aumentando pude llegar a la
fusión del metal.
Figura 19: En esta edificación de estructuras metálicas, al desarrollarse la combustión, sus vigas se deformaron en un
breve tiempo.
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CAPITULO 2
LA INVESTIGACIÓN DEL INCENDIO
COMPLEJIDAD EN SU INVESTIGACIÓN
Esta investigación tiene un alto grado de complejidad dado por:
– El proceso de la combustión destruye los objetos y elementos de
la edificación que estén dentro de su perímetro de acción.
– La causa del incendio no es evidente, lo que conlleva al surgimiento
y análisis de variadas hipótesis o versiones.
– No existen dos procesos de incendios que sean semejantes al
variar las condiciones específicas de su desarrollo y propagación.
– Los investigadores o peritos que acometen su investigación deben
estar capacitados para este fin, siendo capaces de interpretar los
distintos grados de carbonización, cambios de matices, deformaciones, etc., que presenten los elementos que resultaron afectados
por la combustión.
– Por lo general la combustión hace desaparecer las huellas de
los delincuentes.
– Lograr determinar durante la investigación, la causa del incendio,
dependerá de la inspección o revisión del lugar del suceso que tiene
que ser realizada por el propio perito o investigador, debiendo
ejecutarse en el menor tiempo posible después de que se detectó el
incendio, pues de lo contrario comenzarán las acciones que alterarán
el ambiente donde se desarrolló la combustión y esta sí sería una
complejidad casi insalvable para la futura determinación de su causa.
Estas complejidades pudieran pensarse que harían imposible poder
determinar las causas y condiciones del surgimiento de los incendios,
lo cual no es cierto, pues si partimos del principio que la combustión
surge y se propaga siguiendo determinadas leyes físicas y químicas (la
propagación del calor, factores y procesos para la combustión, tipos
de sustancias combustibles, emisión térmica del calor, etc.) y no de
una forma casual, podemos afirmar que el incendio independientemente de sus causas se subordina a ellas y nos permitirán determinar
el foco del incendio (lugar donde se inició la combustión) sobre la base
del análisis de los síntomas de la combustión que presentan los objetos
y materiales que estaban en el lugar y fueron afectados por el siniestro. Partiendo de este lugar y con la aplicación del estudio y análisis de
las versiones o hipótesis que se plantean como causa , se determinará
a qué se debió su origen.
En la experiencia acumulada durante nuestros 35 años de trabajo
en la investigación de hechos de incendios, en los que nos hemos en36
frentado a más de 10 000 de ellos, se ha comprobado que para una
exitosa investigación de las causas de un siniestro se tiene que aplicar
la metodología que tenemos, la cual, como se verá posteriormente, es
una concatenación lógica de análisis y situaciones que nos permiten
poder obtener tal fin. Basándose en lo anterior se define que es necesaria la valoración de tres grupos fundamentales de cuestiones, que son:
1– Aclaración del ambiente que antecedió al incendio.
2– Determinación del foco del incendio.
3– Análisis, exclusión y valoración de las versiones acerca de la
causa del incendio.
En todos los hechos de investigación de un incendio se analizarán
estas cuestiones, si no lo hacemos no podemos determinar correctamente cual fue la causa que lo provocó.
LA INVESTIGACIÓN DEL INCENDIO
El objetivo de la investigación de los incendios consiste en la determinación exacta de las causas de su surgimiento, para con ello presentar
las evidencias ante al Tribunal que juzguan a sus autores o para que se
valoren las condiciones en que surgieron y tomar las medidas preventivas que permitan la no repetición. Estas son las obligaciones principales
de los peritos. De lo anterior podemos exponer que la investigación
cualitativa y objetiva de las causas de los incendios favorecen a:
- La disminución de la cantidad de siniestros, mediante la elaboración
de las medidas correspondientes para evitarlos.
- Acciones correctas de los Tribunales para juzgar y valorar a los
posibles culpables según la ley.
- Mejorar la divulgación y propaganda entre la población.
Como se expuso anteriormente este tipo de investigación tiene un
alto grado de complejidad no obstante, a pesar de estas dificultades,
puede llevarse a cabo si se tienen en cuenta las cuestiones siguientes:
- Garantizar la preservación del lugar del suceso, de tal forma que los
elementos que resultaron combustionados, por insignificantes
que parezcan, no sean cambiados de la posición en que quedaron
después del incendio.
- El perito personalmente hará la inspección del lugar del suceso,
siguiendo las reglas tácticas que se establecen en la Criminalística
y valorará cada uno de los síntomas y huellas que la combustión
provocó.
- Analizar de forma integral el lugar del suceso y sus alrededores,
con vista a detectar los indicios que puedan contribuir al esclareci
miento del hecho.
- Conocer y observar las reglas para el descubrimiento, fijación,
extracción, ocupación y embalaje de las huellas e indicios.
-Saber recopilar, analizar y conjugar todos los datos e informaciones
37
que se nos brindan como antecedentes del caso.
-Establecer una correcta organización y coordinación entre todas
las partes que participan en la investigación.
METODOLOGÍA PARA LA INVESTIGACIÓN DE LOS
INCENDIOS
Al surgir el incendio, de inmediato comienzan las especulaciones
sobre cuáles fueron sus causas, pudiendo ser estas variadas, lo que
pone de manifiesto que no son evidentes o existen varias versiones,
¿Cómo entonces el perito puede resolver esta situación?, con la aplicación de la metodología que permite determinar fehacientemente cuál
fue la causa real, que se basa en tres grupos principales de cuestiones
que entraremos a analizar a continuación:
AMBIENTE QUE ANTECEDIÓ AL INCENDIO
Este concepto determinará los factores materiales y humanos
que crearon las condiciones para favorecer, directa e indirectamente, la creación de las circunstancias que condujeron al surgimiento
del incendio y que, a su vez, también influyeron en las particularidades del desarrollo posterior de la combustión. De lo anterior se deduce
que puede tener variadas formas de presentarse y por ende si no se
determina correctamente, se dificultará el descubrimiento de su causa,
ya que los elementos que obtenemos de este análisis nos permiten hacer
la valoración de los síntomas de la combustión y, con ello, el foco del
incendio y la posibilidad del análisis cualitativo sobre las versiones que
se planteen como causa del siniestro.
Dentro del ambiente se contemplan diferentes aspectos, los cuales
analizaremos detalladamente cada uno.
A) DETERMINAR LAS CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS DE
LOS EDIFICIOS U OBRAS DONDE SURGIÓ EL INCENDIO
Los estudios sobre las construcciones son de gran importancia para
el perito, por cuanto le aporta los datos necesarios para el análisis de
los fenómenos que ocurren durante el incendio en los elementos
constructivos, así como el comportamiento de los materiales en las condiciones del fuego y el intenso calor; el tiempo en que pueden
combustionarse, por qué algunas partes o elementos se destruyen y
otras no, en fin, todo un grupo de cuestiones que son de gran significación para el éxito del trabajo investigativo.
Dentro de este aspecto fundamental, analizaremos cuatro cuestiones:
1– Características arquitectónicas de la construcción.
2– Incombustibilidad de los materiales que conforman la construcción.
3– Circunstancias complementarias que influyen en la formación
de las destrucciones.
38
4– Factores que influyen en las construcciones antes del surgi miento
del incendio y durante su desarrollo.
En la primera cuestión , referida a las características arquitectónicas, se valoran los planos del edificio, haciéndose énfasis en las vías
de acceso, ventanas y comunicación entre los locales, tanto en sentido
vertical como en horizontal. Con ello podemos explicar la dirección,
rapidez y otras características de la propagación. Como podrá comprenderse desde el punto de vista del desarrollo de la combustión, será
de importancia conocer los «tiros» de aire que se pudieran crear entre
las vías de acceso y las ventanas, lo que posibilitaría el traslado o
rapidez del incendio de un local o punto hasta el otro. Se pudieran citar
muchos ejemplos donde este factor es importante en la propagación
del fuego, siendo el más común, cuando una ventana o puerta está
cerrada y bien por la propia combustión o durante la extinción se abre,
creando un tiro de aire que aviva la llama y hace que se traslade
rápidamente en el sentido en que se produjo la circulación del viento.
En la incombustibilidad de los materiales que conforman la construcción, puede entenderse que una edificación de madera no se
comportará de igual forma ante el incendio que otra de hormigón, influyendo por lo tanto el tipo de material, su estabilidad, incombustibilidad
e inflamabilidad que posean; estos elementos permiten valorar el tiempo en que se desarrolló y propagó el fuego.
Las circunstancias complementarias que influyen en la aparición
de las destrucciones parciales están las referidas, fundamentalmente,
al estado en que se hallaba el material de las construcciones (secos,
húmedos, podridos, partes sin repello, etc.); la presencia de orificios y
de partes más combustibles en una determinada área, etc.; de no tenerse en cuenta estas condiciones, pueden ser tomadas erróneamente
como un foco de incendio.
Ante el surgimiento de la combustión en cualquier edificación van
a existir factores que están influyendo sobre las construcciones, como
son: la carga propia de los materiales que la conforman; el peso de las
personas, maquinarias o equipos que están dentro de un área determinada, además de las cargas exteriores como la presión del aire, la
energía del sol y la lluvia. Esto va haciendo con el decursar del tiempo,
que sus parámetros de resistencia, estabilidad, etc. se modifiquen en
forma decreciente y por lo cual al surgir el incendio, de inmediato
ejercerá su influencia en la posible destrucción de la edificación o una
parte de ella.
Durante el incendio, aparecerán nuevos factores que en forma decisiva trabajarán en contra de la estabilidad de la construcción, como serán:
39
Figura 20: En la destrucción de esta edificación influyeron los factores enunciados.
– El calor específico del incendio.
– La temperatura del foco del incendio.
– La duración de la combustión.
– Los cambios bruscos de temperaturas.
– La tensión que se creará como resultado del brusco enfriamiento
de las construcciones, durante las labores de extinción.
– La presión de los productos de la combustión.
– Las reacciones químicas que se formarán en los materiales de la
construcción.
– Las cargas complementarias durante la extinción (volumen de agua,
escombros, etc.)
Para ilustrar la importancia que tienen, en la investigación de un
incendio las características técnicas del edificio, nos referimos a un hecho
ocurrido en una edificación de 5 plantas, donde se detectó un incendio
que rápidamente se propagó a todo el inmueble. Transcurrida una hora,
se produce el desplome de un área, en los tres pisos superiores,
incrementando violentamente la combustión y destruyendo, casi por
completo, toda la edificación.
Al comenzar el estudio de las características técnicas del edificio,
nos percatamos que la propagación fundamental entre los pisos había
sido a través de las escaleras principalmente, por dos vías, una por la
convección del calor y la otra al estar recubierta con un material de
fácil combustión. En el análisis de los elementos que conformaban las
divisiones interiores, eran combustibles y con una velocidad de propagación alta, lo que justificaba la gran área que abarcó la combustión en
poco tiempo. Otro factor fue, según los planos originales del edificio,
contemplaban un patio interior, o sea, un espacio donde no existirían
cubiertas de piso. Esta cuestión en la realidad no se cumplió, al cubrirse el área con planchas de piso que se sobrepusieron después de
40
terminada la estructura original y que estaba, diseñado para soportar
un peso mínimo. Esto se violó y, a los efectos del personal que comenzó a laborar después de concluida la obra, se utilizó como oficina o un
lugar más donde distribuir las funciones que se realizarían, recargándose
de peso. Al estar sometida esta parte a la acción del fuego, lógicamente no resistió igual que el resto de la edificación y por tanto se desplomó,
trasladando a través de este espacio el incendio a los pisos superiores.
B) DETERMINACIÓN DE LA CANTIDAD Y SITUACIÓN
DE LOS OBJETOS Y MATERIALES QUE SE ENCONTRABAN EN LA ZONA DEL INCENDIO
En la investigación de un incendio este aspecto es de vital importancia. La tarea principal es la de ubicar lo más exacto posible cada
material u objeto que estaba en el local o zona, que por los síntomas
generales de la combustión se valora y es de donde parten las vías de
propagación del incendio, no se puede definir qué área tendrá, pues en
ocasiones se limitan a unos pocos metros cuadrados y en otras es
necesario definir gran parte de la edificación dañada, partiendo del
grado de destrucción y cómo estén visibles las huellas de la combustión; de no realizarse esta acción, se puede determinar un foco de
combustión por uno de incendio, lo que nos llevaría a elementos erróneos en el momento de analizar la causa del siniestro.
Los aspectos que debemos precisar en este análisis son:
– Distribución de cada objeto, material o equipo dentro del local o
área seleccionada.
– Dimensiones de cada uno de ellos (largo, ancho y altura).
– Tipo de material que conformaba cada objeto o equipo.
En la práctica, el perito al llegar al lugar del suceso realiza una
inspección primaria, donde precisa cuáles son las zonas o locales que
tienen interés para su trabajo, se ambienta en los elementos fundamentales que aún después del incendio se le definen sus características
(un buró, una mesa, una silla, etc.) y en qué espacio se encuentra.
Una vez en posesión de estas cuestiones, en un local aparte del
área del incendio se procede a entrevistar a los testigos de referencias
que dominen el lugar y puedan ubicar la posición que tenía antes del
incendio cada uno de los objetos, debiéndose realizar esto por separado con cada una de estas personas, auxiliándonos de un croquis que se
va confeccionando con sus declaraciones, no se debe mostrar o emplear con otros testigos que se entrevisten, con vista a no influir en sus
apreciaciones. Culminada la recopilación de la información, se trasladan a las personas hacia la zona del incendio y se van situando,
objetivamente, dónde se encontraba cada uno de los objetos y materiales; esto se chequea contra los croquis que se elaboraron y finalmente
41
se confecciona un plano a escala que precise la posición de cada objeto. Posteriormente esto se comprobará durante las labores de
escombreo y podremos hacer una valoración de qué materiales se
hallaban en la zona de la combustión, cómo fueron afectados y cuáles
fueron las vías de propagación del incendio; buscando la explicación si
se debió a la combustibilidad de los materiales o al tiempo que se
mantuvo la combustión.
Figura 21: Croquis de la distribución de objetos y materiales que existían antes del incendio.
42
En este aspecto se debe tener en cuenta también si el lugar donde
se encontró el material u objeto coincide con el que tenía antes del
incendio, pues ello nos puede dar un indicio si se trasladó y por ende de
la presencia de personas, antes de que se detectara la combustión en
el lugar. En las labores de extinción puede ocurrir que estos se desplacen o sean movidos y, en estos casos, por las huellas que presente la
combustión puede definirse la situación.
C) CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO TECNOLÓGICO
Al investigar casos de incendios en objetivos económicos o de producción industrial, donde se empleen maquinarias, instalaciones
tecnológicas y materiales para la conformación de determinado producto, será necesario conocer sus particularidades y cómo estos
pudieron influir en el desarrollo de la combustión o en el origen del
siniestro.
Para cumplir estos objetivos se deberán determinar las cuestiones
siguientes:
– Conocer el esquema del proceso tecnológico.
– Las peculiaridades del diseño o modificaciones de los equipos o
apara tos tecnológicos, así como su régimen de funcionamiento
y explotación.
– Tipo de sustancias que se emplean en el proceso tecnológico y
sus propiedades peligrosas de incendios.
– Condiciones que pueden existir para la formación del ambiente
combustible en los aparatos tecnológicos y locales industriales.
– Tipos de fuentes de calor que pueden surgir durante el proceso
tecnológico o que se emplean en el mismo.
– Vías de propagación del incendio que sean posibles por las
instalaciones tecnológicas y construcciones del edificio.
– Peligros de incendio de los productos acabados.
– Presencia y seguridad en los aparatos de control y regulación.
– Estado de los medios contra incendios.
– Violaciones de las reglas de explotación técnica de los equipos
y desperfectos que pudieran tener antes del incendio.
– Violaciones que pudieran existir en los procesos tecnológicos.
Al no tenerse el estudio de las características del proceso tecnológico, a veces, resulta imposible poder determinar las condiciones que
pudieron tener relación directa con la causa del incendio y sus consecuencias.
Si el perito es solicitado para investigar la causa de un incendio en
una fábrica, tendrá, ante todo que conocer qué había en el local donde
surgió la combustión, a qué se destinaban los equipos, cuál era su
estado técnico, qué régimen de trabajo tenían, si funcionaban cuando
se inició el incendio y durante qué tiempo esto sucedía. Además se
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deben de valorar las sustancias que se emplean y cómo pueden estas
entrar en combustión. Debemos señalar que con sólo este análisis no
llegaremos a la conclusión de cuál fue la causa del incendio pero, nos
aportará la información necesaria para, en conjunto con las otras cuestiones que contempla esta metodología, lograr el objetivo.
D) CARACTERÍSTICAS Y PARTICULARIDADES DE
LOS EQUIPOS ELÉCTRICOS Y SUS INSTALACIONES
Este tópico estará presente en más de un 90% de los hechos de
incendios que se investiguen. Al estar la energía eléctrica, tanto en la
industria como en la vida doméstica, es común que se plantee y de
determinar si tiene o no relación con el surgimiento de la combustión.
En el análisis de la red eléctrica que conforma el lugar y sus equipos
se tiene que determinar las siguientes cuestiones:
– Conocer los planos de la red eléctrica, tanto de fuerza como de
iluminación.
– Tipo de instalación que posee el local (aérea, entubada, etc.,).
– Voltaje y consumidores que tiene la línea.
– Tipo y características de los equipos eléctricos y sus protecciones.
– Estado técnico de los equipos e instalaciones eléctricas.
– Cómo pudo influir el ambiente sobre los equipos e instalaciones.
– Determinar si estaba o no energizada la línea.
– Conocer si se realizaron o no trabajos de reparación, conexión,
sustitución de líneas, fusibles, etc.
– Violaciones que pudieron existir de las reglas de explotación de
los equipos.
Con estos elementos podemos hacer un análisis de la situación que
tenían los equipos e instalaciones antes del incendio, y valorar en el
transcurso de la investigación si influyeron o no en el origen del siniestro.
E) HECHOS Y CIRCUNSTANCIAS QUE PRECEDIERON
AL INCENDIO
En la investigación de los casos de incendios es muy frecuente
relacionar los hechos que ocurrieron antes del siniestro con su causa,
independientemente del momento en que se produjeron, pudiendo estas incriminaciones estar relacionadas con la culpabilidad de un individuo,
en una acción premeditada, negligente o en el uso inadecuado de los
equipos, al violarse las normas de trabajo o de encendido. Se deben
tomar estas informaciones a fin de conjugarse con el resto de los síntomas, que se analizarán en la determinación de la causa del incendio.
En este aspecto es necesario conocer qué labores se estaban realizando antes del incendio, las anomalías que se apreciaron (olor a
quemado, humo, calor, etc.) aunque a primera vista esto no parezca
tener relación con el surgimiento de la combustión todas aquellas acciones o inacciones que puedan vincularse tanto con el lugar de inicio
como su causa son importantes.
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45
Figura 22: Esquema de los aspectos principales a tener en cuenta por el especialista en la determinación del ambiente antes del incendio.
Además se deben buscar los datos relacionados con:
– Cumplimiento de las normas de prevención contra incendio.
– Análisis de los casos de incendio ocurridos con anterioridad en el
lugar.
– Estado en que se encontraba la vigilancia del lugar.
– Estado de los medios de lucha contra incendio.
El conocimiento de los cinco aspectos que componen el ambiente
del incendio, permiten al perito poder continuar el trabajo de investigación en el lugar del hecho y determinar la causa que lo provocó.
De lo expuesto anteriormente pudiera afirmarse que sería imposible determinar la causa de un incendio, en una forma correcta y
convincente, separando ese trabajo de las condiciones en que tuvo
lugar la combustión.
FOCO DEL INCENDIO.
La determinación del foco del incendio o lugar de inicio de la combustión, es una de las tres cuestiones fundamentales a resolver por la
metodología de la investigación de la causa del siniestro.
Esto es de suma importancia y a la vez difícil, pues deberá realizarse en el propio lugar del incendio y con la participación directa del
perito, observando y analizando cada uno de los síntomas que presenten los materiales combustionados a fin de ubicar el foco del incendio
correctamente, si esto no se logra, las conclusiones sobre la causa
serán erradas o inseguras y traerán por consecuencia que se siga una
pista falsa que, en el peor de los casos, se enjuicie a un inocente.
Tendremos éxito si argumentamos objetivamente y con las pruebas
suficientes para garantizar su certeza en todas las etapas subsiguientes. Debemos destacar que para lograr este fin
se exigen tiempo, constancia y en todos los casos, mucha observación y análisis, unido con un
buen caudal de conocimientos de las leyes y síntomas de la combustión además de una buena
experiencia práctica.
Figura 23: Observar detenidamente la posición y estado en que
quedaron cada uno de los elementos es una tarea impostergable del
perito.
Las causas de la formación de los síntomas característicos del foco
del incendio, estarán en función del desarrollo de la combustión sobre
los distintos materiales, construcciones, equipos u objetos que se encuentren dentro de la zona de acción a una alta temperatura, por lo
que serán afectados de diferentes formas y grado de intensidad, en
dependencia del tiempo a que estarán sometidos, lo que implicará una
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acción más prolongada de una alta temperatura y por lo tanto mayores
afectaciones. Sobre la base de lo anterior se puede argumentar que a
partir de esta zona los síntomas de la combustión disminuirán, no obstante, en ocasiones, no se cumple que donde mayores son las destrucciones
es el lugar de inicio, por la presencia de sustancias combustibles de
una mayor capacidad calorífica que en el foco del incendio.
A fin de que se comprenda lo expresado anteriormente tomemos el
siguiente ejemplo:
«Un incendio que comience en un cesto de basura en un almacén,
se va propagando hacia los materiales que le rodean, por lo que la
combustión se va haciendo más profunda e intensa sobre el referido
cesto, pero las llamas alcanzan varios bidones con líquido inflamable,
lo que hará que el incendio aumente en su volumen, temperatura e
intensidad, haciendo que en esta última zona los daños sean mayores.
A este punto le denominamos foco de combustión, pues surge como
resultado de una carga combustible grande que es alcanzada en la
propagación del incendio, no obstante, el perito puede definir cuáles
fueron los síntomas primarios y con ello ubicar el foco del incendio en
el cesto de basura»
Entre las condiciones y factores fundamentales que determinan las
consecuencias destructivas de un incendio en todo su perímetro o en
algunas zonas y que dan origen a la formación de los síntomas característicos del foco del incendio, es necesario incluir los siguientes:
a) Las particularidades de la edificación, desde el punto de vista
técnico del incendio (tipo de material con que estaba construido,
disposición de las puertas y ventanas, tiempo de fabricación, etc.)
b) El comportamiento de la combustión de los objetos y materiales.
c) La duración de la combustión o el tiempo que se mantuvieron los
materiales u objetos bajo la influencia de las llamas o de una alta
temperatura.
d) El grado de intercambio de gases (acceso del aire en la zona de
la combustión).
e) El régimen de temperatura en la zona de combustión (teniendo
en cuenta la acción de enfriamiento de los medios de extinción).
f) Las medidas tomadas para la extinción del incendio.
En un incendio ocurren distintas combinaciones de los factores y
condiciones antes mencionados ya que, la acción ininterrumpida en el
tiempo, determina tanto el carácter del desarrollo como sus resultados, incluyendo la formación y conservación de los síntomas del foco
del incendio. Es por ello muy importante tenerlo en cuenta, si queremos ubicar correctamente el lugar en que comenzó el incendio y por
ende su causa.
Estos síntomas son muy variados y van a depender de las condiciones concretas que van a ocurrir durante el incendio y dependerán del
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carácter de la supuesta fuente de calor, el tiempo de duración, la influencia que ejerza el calor, las características que posean los materiales
al ser atacados por las llamas y de la situación que ocupe uno con
respecto al otro, etc.
A pesar de esta gran variedad de síntomas (combustión, cambio de
matiz, deformación, etc.) entre ellos se encuentra algo en común, y
que está determinado porque los síntomas del foco del incendio se
hayan condicionado por los procesos térmicos, lo que permitirá
sistematizarlo.
TIPOS FUNDAMENTALES DE SÍNTOMAS
En la investigación de hechos de incendios de pequeñas destrucciones, los síntomas serán menores y por lo tanto más difícil de
determinar.
Para que se comprenda lo anterior, analicemos las siguientes situaciones:
Si el perito es llamado para investigar un incendio que destruyó un
área considerable de viviendas y logra determinar que la combustión
comenzó en la marcada con el número 2, su trabajo es bueno; ahora si
a otro especialista le solicitan para el incendio en una vivienda y puede
concluir que comenzó en el cuarto, es evidente que su determinación
es acertada. Para un nuevo perito le piden saber dónde se inició el
incendio en el interior del cuarto y puede llegar a la conclusión que fue
en el escaparate, con estos resultados su trabajo cumple los requerimientos de la investigación. Ahora si a este especialista lo llaman para
que determine el incendio en un escaparate y no puede decir en que
parte ocurrió, su trabajo no es satisfactorio, de lo anterior se deduce
que mientras menor sea la combustión, los síntomas serán más escasos o más pequeños y por lo tanto más difícil de poder descifrarlos.
Independientemente de las condiciones concretas y dimensiones
que tenga el incendio, esos síntomas según las características de su
formación y situación de la zona de la combustión, pueden ser divididos en dos grandes grupos:
Figura 24: En el escaparate se observa cómo
los síntomas de la propagación son de izquierda a derecha y enmarcados sólo en
este y no en la cama.
Figura 25: En este caso observe la
combustión en las maderas de la mesa
comparado con el resto de los objetos
que le rodean.
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1– Síntomas que siguen el sentido de la propagación de la combustión.
2– Síntomas en el foco del incendio, formado en la zona de inicio.
Entre ambos grupos se van a complementar para poder determinar
por la vía del análisis técnico de los síntomas de la combustión, el foco
del incendio.
SÍNTOMAS DE LA PROPAGACIÓN DE LA COMBUSTIÓN
Los síntomas se originan en el sentido de la propagación del incendio y por lo general mientras más cerca estemos del lugar de inicio
mayores serán. Lo expresado anteriormente se fundamenta en las
leyes de la combustión y el factor tiempo, mientras más se mantenga,
mayores serán los síntomas.
Esto último se explica por el hecho de que, la radiación y la convección
del calor actuarán a partir del foco del incendio sobre los materiales
que le rodean, no siendo de igual forma sobre los elementos que no se
encuentren en este sentido. Precisamente esto será lo que permitirá al
perito orientarse en la posible zona de inicio del incendio.
Para que pueda comprenderse lo antes explicado analizaremos el
siguiente ejemplo:
Surge un incendio en la parte inferior de un estante de mercancías,
durante los primeros minutos las llamas actuarán sobre ellas y la madera que está próxima al lugar
donde se inició, al transcurrir el
tiempo, propagará la combustión
por conducción y convección a los
elementos más cercanos, propiciando que estos se inflamen. Ya en
estos momentos donde surgió será
mayor la profundidad, es este el
principio que utilizaremos para valorar el sentido de la propagación.
Figura 26: En el estante se puede apreciar cómo la
combustión surgió en su parte inferior izquierda.
Los síntomas sobre los materiales son muy variados, así como las
condiciones en que un incendio se propaga, no obstante, a pesar de
las características y dimensiones que adquiere la combustión, si se
realiza una valoración correcta de los síntomas, nos permite determinar el sentido en que se propagó el incendio y ubicar su foco de inicio
o la zona en que comenzó.
La forma en que se encontrarán los síntomas de la propagación
puede ser diversa, por lo que con el fin de hacer una generalización de
los más frecuentes, según el carácter de las destrucciones y las características del medio en que tuvo lugar la combustión, los clasificaremos como:
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1–Síntomas de destrucción y huellas
que van aumentando.
2– Síntomas de destrucción y huellas
distribuidas arbitrariamente.
Figura 27: Los síntomas de la combustión entre el
estante y la puerta no tienen continuidad, elementos
estos que el perito debe analizar cómo se formaron.
Cada uno de estos dos grupos principales tendrá sus divisiones
internas, las que analizaremos posteriormente.
SÍNTOMAS DE DESTRUCCIÓN Y HUELLAS QUE VAN
AUMENTANDO
Al desarrollarse la combustión dentro de los límites de determinado
objeto, equipo, oficina, almacén o en una edificación en su totalidad,
las destrucciones de mayor consideración, por regla general, estarán
hacia la zona donde está el foco del incendio y en la medida que nos
separemos del lugar estas irán disminuyendo. Esta valoración será la
esencia fundamental que se aplica para el análisis de este tipo de síntoma de la combustión.
La variación del grado de destrucción estará condicionada por circunstancias tales como:
– Mayor combustibilidad de las sustancias.
– Acceso de aire.
– Medios y métodos empleados en la extinción.
– Mayor concentración de materiales combustibles o inflamables.
– Condiciones favorables para el intercambio de gases.
– Ubicación de las áreas con relación al foco de inicio y sus posi bles
vías de acceso.
Todas estas circunstancias posibilitarán, mayores destrucciones y
huellas de la combustión en lugares que no se corresponden con el
inicio del incendio, a los que se les denomina focos de combustión o
secundarios.
Examinemos varios ejemplos de cómo esto puede ocurrir en la práctica.
Un incendio en un almacén de productos varios, donde se guardan
líquidos combustibles, huatas, objetos de metal y otras sustancias, se
inicia por una fuente generadora de calor —incandescencia en la paca
de huata—. El desarrollo de la combustión sobre este tipo de material
es lento y con la producción de humo, al alcanzarse el punto de inflamación de este elemento, comienza a arder con llamas, las que se
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propagan a los objetos metálicos y de madera con las características
de ser mayores los síntomas mientras más próximo esté a la huata. Al
llegar a los líquidos combustibles, estos generan una alta temperatura
y las proporciones de las llamas son de más intensidad, lo que puede
provocar más destrucciones en el área y que los síntomas primarios
de la propagación se enmascaren con los secundarios. Siempre existirá la posibilidad de determinar cuál fue el verdadero sentido en que
resultó atacada el área en general. De lo anterior se deduce que en
este caso la parte más destruida no es el foco del incendio.
Analicemos otro ejemplo. Al ocurrir un incendio en un almacén,
donde existen dos vías de acceso— desde el exterior, una al frente de
la edificación y otra en el lateral derecho. El inicio de la combustión
está a pocos metros del acceso lateral y cuando llegaron los bomberos
se había propagado en toda el área del almacén. ¿Cuál es la primera
parte que se extinguirá? Por supuesto las que están próximas a las
vías de acceso, pero la combustión continuará actuando en las zonas
más alejadas provocando destrucciones que no se corresponderán a
simple vista con el resultado de la propagación.
Pudiéramos relatar innumerables ejemplos pero consideramos que
la esencia fundamental se comprende, si analizamos cada una de las
circunstancias que se mencionaron como causa de esta variación en
las destrucciones y huellas de la combustión.
Dadas las características y situaciones en que pueden presentarse
los síntomas se dividen en dos tipos:
1- Los que se repiten periódicamente.
2- Los que aumentan de forma continua.
Figura 28: Este almacén guardaba sus materiales en estructuras metálicas con una construcción
similar; al valorar los síntomas de la combustión lo hará por sus deformaciones, permitiéndole
determinar el sentido de la propagación.
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Figura 29: Tomando en consideración que
son similares las características que tienen
los materiales almacenados al ser atacado por el fuego, se analizan ininterrumpidamente las destrucciones y huellas de la
combustión.
Los primeros se podrán valorar en elementos similares, o sea, su
comportamiento ante la combustión es el mismo, cambian de matiz, se
carbonizan, se deforman, etc.; encontramos a menudo en las partes
de la construcción, muebles, instalaciones u otros objetos similares. Si
no existen algunas de las circunstancias que alteren los síntomas de la
combustión, estos irán aumentando a medida que nos aproximemos al
foco del incendio.
Lo anterior se puede ilustrar cuando analizamos las vigas de madera que
formaban el techo de la edificación
que resultaron afectadas por el incendio, pudiéndose determinar cuáles
recibieron más calor y mayor grado
de carbonización; de este modo nos
indica el sentido de la propagación.
Figura 30: Este es un ejemplo clásico de los
síntomas que se repiten periódicamente independiente de la separación que existan entre ellos.
Debemos hacer una aclaración, al valorar este tipo de síntomas, no
importa la distancia o separación que esté uno del otro, ya que pueden
estar juntos o muy distanciados, lo que sí se debe tener en cuenta son
las características de la combustión que
presenta en específico cada uno de ellos,
comparándolos entre si, a fin de determinar el sentido de la propagación.
Figura 31: Otro ejemplo de los síntomas que se
repiten periódicamente: en este caso se debe valorar
en las columnas las diferentes fases de la combustión en que se encuentran cada una.
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El segundo tipo de estos síntomas, es el más frecuentemente a
encontrar en el lugar del incendio. Se analizan ininterrumpidamente las destrucciones y huellas de la combustión, independientemente
de las características de los materiales (madera, metal, plástico, etc.)
que estén en el lugar, sin tener en cuenta sus propiedades, valorando qué
síntomas presenta en particular uno con otro, que pudieran ser cambios
de matiz, carbonización, etc.
Al hacer este estudio se observará cuál parte es la que presenta
mayores síntomas y de esta forma determinar el sentido de la propagación, con la que podremos ubicar la zona de inicio del incendio.
SÍNTOMAS DE DESTRUCCIÓN Y HUELLAS
DISTRIBUIDAS ARBITRARIAMENTE
Estos síntomas de la propagación al igual que los analizados anteriormente son el resultado de los procesos térmicos, es por ello que el
aspecto general de cada destrucción en particular puede ser el mismo,
la diferencia entre ambos será en cómo se forman, ya sean en objetos
aislados, partes de la construcción o en sus elementos y no se repiten
en grupos de equipos o partes análogas, donde su grado de destrucción es similar, estando a una distancia aproximadamente igual cada
uno de ellos del foco del incendio o en condiciones semejantes en
cuanto a la acción térmica.
De esta forma tenemos que, si en los elementos que están aislados
o en partes, aparecen destrucciones que van disminuyendo no solo
orientan en cuanto al sentido de la propagación, sino también indican la
distancia relativa en que se hallaba ese elemento del foco del incendio.
En la práctica estos síntomas son muy importantes para determinar la ubicación que pudo tener un objeto o grupo de ellos durante el
incendio y si fueron desplazados en las labores de extinción o posteriormente, así como poder conocer su forma de caída.
En innumerables casos se
cuestiona cómo fue atacado determinado elemento, el que resultó
combustionado totalmente y por el
análisis de cómo cayeron sus distintas partes, es posible descifrar
esta incógnita.
Figura 32: Note la caída de la viga de madera y la forma en que quedaron las cajas
de cartón.
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Analicemos el siguiente ejemplo: Un incendio en una oficina que
tenía en su interior un buró con documentos y pertenencias en su tablero. Al realizar la inspección del lugar se apreció que se destruyó
completamente. Durante las labores de escombreo se encontró a nivel del piso y desplazado hacia su frente los documentos parcialmente
combustionados, encima de ellos, restos del buró y cubriendo a estos
últimos, parte del falso techo. Ello nos indica que el incendio atacó al
buró por su frente, lo que hizo caer los documentos, o sea, no surgió
del buró ni a nivel del techo sino, desde una zona del piso próxima al
referido mueble.
Figura 33: Se aprecian los restos que quedaron del
buró, así como los materiales que tenía, note los síntomas de la combustión que presenta hacia el extremo
destruido.
Con el análisis en conjunto de los síntomas que aumentan y la distribución
arbitraria, podemos ubicar la zona de
donde parten las vías de propagación
del incendio y,de esta forma, comenzar
la valoración del lugar específico en que
se inició.
Figura 34: Al realizar la reconstrucción del buró
se puede observar cómo la combustión surgió
donde se encontraba el cesto de basura.
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FOCO DEL INCENDIO
Este será el lugar donde se inició el incendio y como, aclaración
necesaria no debe confundirse con los focos de combustión, los que se
forman por las condiciones y características combustibles de los materiales u objetos que pueden estar en distintas partes del local donde
se desarrolle el incendio, expresado en otras palabras, son como resultado de la propagación de la combustión.
Como se expuso anteriormente, el análisis de los síntomas del incendio puede ser muy variado, pero teniendo en cuenta los principios
de las leyes de la combustión, la propagación y transferencia de calor es
posible su estudio y llegar a conclusiones sobre su formación y
desarrollo, de esto se deduce que,
en el lugar donde se inició, van a
existir determinadas condiciones y
circunstancias diferentes al resto de
las áreas afectadas por el siniestro.
Figura 35: Por los síntomas y huellas de la
combustión que se aprecian sobre el palets y el
resto de los materiales que le rodean se pudo
determinar el foco del incendio.
Es por ello frecuente, entre los especialistas, expresar la frase «poder leer en el carbón», refiriéndose a la habilidad que se adquiere de
interpretar cada uno de los síntomas que va dejando el incendio a su
paso y ubicar de esta forma dónde se inició.
En nuestra experiencia práctica existen innumerables ejemplos en
los cuales por el análisis de un pedazo de madera combustionada, se
pudo determinar qué lado fue más atacado por las llamas y señalar el
punto exacto del surgimiento.
Independientemente de las condiciones concretas en que se desarrolle el incendio, existirán síntomas en el lugar de inicio que permitirán
determinarlo. Estos son:
1– Síntomas de la combustión en el foco del incendio.
2– Síntomas de la combustión en los alrededores del foco del incendio.
3– Síntomas de la combustión sobre el foco del incendio.
4– «Cono» del foco del incendio.
Entraremos a explicar qué debemos valorar en cada uno de ellos.
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1– EN EL FOCO DEL INCENDIO
Como puede comprenderse es el área donde se inició el incendio y la que estuvo, por lo general, más tiempo sometida a la
combustión y a la acción de la temperatura, siendo la de mayores
destrucciones. Esta última afirmación estará en dependencia de
algunos factores que son convenientes valorar.
a) Cuando existe insuficiencia de intercambio de gases.
Este ocurre en locales pequeños y cerrados con materiales que
estén estibados en grandes cantidades (sacos, bobinas de papel, pacas
de algodón, etc.).En sus primeras etapas se provoca una combustión con
insuficiencia de intercambio de gases
que origina el calentamiento de una parte
en fase de incandescencia, esto se caracterizará por destrucciones profundas
y concentradas en determinadas zonas.
A lo anterior se une la producción de
humo con el consiguiente desprendimiento de hollín; cuando este material
logra alcanzar su temperatura de inflamación o se produce la ventilación del
local, comenzará a combustionar con llamas, pero, quedarán en su interior las
huellas anteriores, lo que nos permitirá
ubicar el foco del incendio.
Figura 36: La combustión por insuficiencia
de intercambio de gases, tiene la característica que se observa en la foto. Los materiales se
combustionan en fase de incandescencia.
En el caso del surgimiento de un incendio, a causa de una
autocombustión de origen biológica, es una característica que la combustión se concentre en el interior del material, carbonizando el mismo,
en una fase de incandescencia que puede ser de horas o días, de
acuerdo con las condiciones en que esta se desarrolle. Al surgir la
llama se propagará al resto de los objetos o equipos pero sobre estos
serán menos profunda las huellas del incendio.
b) Cuando las condiciones son favorables para que se origine
la combustión.
Este caso se valora cuando existe suficiente intercambio de gases,
los materiales son combustibles y su disposición permite el desarrollo
progresivo del incendio, lo que origina que la combustión se propague
con mayor rapidez y por lo tanto, en un lapso de tiempo, abarca una
56
zona más amplia. Estas características harán que los síntomas del
foco del incendio estén menos definidos que cuando no existía suficiente intercambio de gases.
La práctica de investigación de los incendios demuestra que al iniciarse la combustión es raro que se conjuguen todas las condiciones
favorables al mismo tiempo. Por lo regular, la combustibilidad de los
materiales y la construcción es insuficiente para que estos sean dominados inmediatamente por el fuego; pudiendo también ocurrir que la
fuente de calor no posea la capacidad calorífica, o sea, insuficiente
para que se produzca una inflamación activa.
Figura 37: Al ser favorables las condiciones para la combustión se produce la propagación
a los materiales combustibles.
El concepto de «condiciones favorables para la combustión» es
relativo. El balance de factores tanto favorables como desfavorables
en el desarrollo del foco del incendio, en la primera fase, casi siempre,
la combustión tiene lugar dentro de los límites de determinada zona, lo
que conduce a la formación de síntomas de destrucción y huellas características más o menos definida.
2– ALREDEDOR DEL FOCO DEL INCENDIO
Si partimos del punto en que se inició la combustión, podremos
apreciar como, en las zonas aledañas de los materiales y objetos, las
destrucciones y huellas del incendio van a ser menores. Esto se comprueba durante las labores de escombreo, donde se definen las
características particulares que tendrá cada uno de los elementos que
resultaron afectados, así como la forma y posición en que estos cayeron o se desplazaron al perder su sustentación, bien sea, por la
combustión de partes de su estructura o por la caída sobre ellos de
otros objetos, elementos de la construcción, etc. Con esta valoración
podemos ratificar que no se trata de un foco de combustión sino de
incendio pues las vías de propagación parten de él.
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Figura 38: Pueden apreciarse los síntomas de la combustión alrededor del «cono».
3– SOBRE EL FOCO DEL INCENDIO.
La intensa acción del calor en el foco del incendio, hace que los
productos de la combustión tiendan a ir hacia las partes superiores con
gran cantidad de energía calorífica,lo que
provoca se calienten los materiales que
se encuentran en su camino y conlleva
al recalentamiento, deformación y destrucción. Esto es como resultado de la
convección del calor. Con los síntomas
que se formarán, nos permitirán determinar por esta vía dónde se encuentra
el foco del incendio.
Figura 39: Las huellas de la combustión sobre el
foco se provocan principalmente por la convección
del calor.
Las características antes expuestas pueden ser originadas por un
foco de combustión, que al conjugarse con todos los síntomas puede
resultar que no es el lugar de inicio.
Analicemos, el caso ya investigado, de un incendio ocurrido en un
cine–teatro, donde éste se destruyó completamente (como resultado
de la combustión) incluyendo gran parte de su techo. Estas destrucciones fueron mayores hacia el área del escenario, por lo cual se
comenzó a realizar el estudio de los síntomas de la combustión y todos
indicaban la zona antes referida. La parte inferior del establo que conformaba el escenario no tenía huellas profundas, incluso, sobre él se
hallaba una porción considerable de la cortina que lo cubría. Al examinar esta tela se apreció que fue atacada por las llamas en la parte
superior que al desprenderse protegió la madera del escenario. El techo era de planchas de zinc, colocadas en forma de bóveda.Las que
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estaban hacia el lado derecho, cayeron encima de la tela con intensos
cambios de matiz y destrucciones. Con estos elementos se pudo definir que el incendio no se inició a nivel del piso ni del techo, sino de una
zona intermedia; dándonos la referencia el tubo metálico que sostenía
la cortina que se halló sobre el escenario, cogido aún del extremo
izquierdo y con una curvatura en la parte derecha, esto coincidía con
la ubicación del cartel que indicaba los baños de hombres y que estaba
en contacto con la tela. Al analizar los restos se pudo comprobar que
el bombillo que le colocaron era de 100 watt y lo máximo que se admitía eran 25, lo que dio origen al calentamiento progresivo del acrílico
en la parte superior hasta que se inflamó y propagó el incendio a la
cortina. En este caso los síntomas sobre el foco del incendio fueron
determinantes para llegar a su causa.
El ejemplo explicado era de planchas de zinc, pero si estas construcciones fueran metálicas resultarán sensiblemente afectadas por la
acción térmica del calor por convección, debido a que el comportamiento de las armazones de acero tienen un límite de resistencia al
fuego que oscila entre los 15 – 20 minutos, lo que provoca deformaciones de las partes que están sobre la zona de la combustión, así
como cambio de matiz al continuar el desarrollo del incendio —en
algunos casos se produce la caída de la referida construcción metálica.
Figura 40: La construcción metálica al estar sometida a los efectos del calor generado por
el incendio, comienza por tener síntomas de cambio de matiz, seguido por deformaciones
hasta llegar a la caída de su estructura.
Estos síntomas pueden ocurrir, por lo general, en dos circunstancias que son:
1– Cuando el techo está confeccionado con material incombustible.
2– Cuando desaparece el techo encima del foco.
En el primer caso se trata de aquellos en que tenemos techo de
hormigón u otro elemento incombustible. En tales circunstancias se
debe apreciar toda el área para definir las diferencias en su coloración,
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caídas de algunas capas de repello o huellas de la combustión sobre
instalaciones eléctricas, etc., que puedan existir. Es conveniente, en
ocasiones, inspeccionar el techo por su lado opuesto, o sea, por la
azotea para analizar si existen huellas de la combustión sobre esta
parte.
Al valorar la segunda circunstancia (cuando desaparece el techo)
puede utilizarse la forma en que cayeron los materiales a nivel del piso
durante el escombreo, así como
aquellas partes incombustibles
como revestimientos, vigas, tejas,
etc., o de existir clavos, tornillos,
etc., que al quemarse el soporte
incombustible en que estaban empotrados harán que caigan sobre
el lugar.En general debe estudiarse la forma y situación en
que estos cayeron.
Figura 41: El techo de la edificación colapsó como
resultado de la combustión. Se debe valorar cómo
fue que cayeron los materiales de la cubierta.
Figura 42: Observe la presencia de clavos o tornillos, son síntomas que nos permite definir
las vías de propagación del incendio.
4– EL «CONO» DEL FOCO DEL INCENDIO
Este es un síntoma que nos puede orientar en la ubicación del foco
del incendio. Su formación se debe al ascenso de los productos de la
combustión y posee la configuración de un «cono» truncado, el cual
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parte desde el lugar donde el incendio tuvo su inicio o se produjo un
foco de combustión, indicándonos su vértice en este lugar. Este síntoma puede aparecer más o menos definido, de acuerdo con las
condiciones locales en que se forman, y variar en su forma y propagación. Para poderlo apreciar se necesita la
presencia de elementos alrededor del lugar
donde se desarrolló la combustión como, paredes, equipos u objetos en los cuales se
refleje. Convencionalmente los especialistas
le denominan «cono» del foco del incendio,
si se analiza la forma que adquiere la llama
de un cerillo entenderemos del por qué del
nombre.
Figura 43: En este caso se observa la formación del «cono»
del foco del incendio definido sobre la pared y a una determinada altura del piso.
Figura 44: En este caso el «cono» se define a partir de la segunda estiba de las cajas que
estaban a nivel del piso.
Existen circunstancias que pueden variar la forma del «cono» como
son las corrientes o tiros de aires que se forman en el interior de los
locales, también como resultado de abrir puertas o ventanas durante la
extinción del incendio; sin embargo, en estos casos el vértice del cono
estará dirigido hacia el foco.
Cuando examinemos este síntoma, debemos evitar su determinación mecánica, haciendo una valoración de su formación, ya que tan
solo no puede originarse en el lugar en que se inició el incendio, sino
también, en aquellas zonas donde existen acumulaciones de materiales
61
combustibles, o sea, en los focos de combustión y sus características serán iguales, con la diferencia que las huellas de la propagación
del incendio, que le rodean, indicarán que se formó como resultado del
desarrollo de la combustión, además de no presentar los otros síntomas que hemos analizado que se originan en el foco del incendio.
DETERMINACIÓN DEL FOCO DEL INCENDIO
El conjunto de síntomas que hemos analizado, tanto de la propagación del incendio como en el foco, permiten desde el punto de vista
técnico, hacer la determinación fundamentada del lugar de inicio. No
obstante, una vez concluida esta etapa el especialista debe valorar los
antecedentes del hecho y las declaraciones de los testigos oculares
que observaron el surgimiento y desarrollo de la combustión, lo que
posibilitará llegar a una conclusión definitiva de la ubicación del foco del
incendio.
El que realicemos esta búsqueda de elementos con los testigos no
significa que tendremos la obligación de ajustar nuestras determinaciones técnicas, que pueden tener de cierto o no, sus afirmaciones y a
partir de ellas conjugarlas con los resultados que tenemos.
Figura 45: Los síntomas de deformación de las vigas y la combustión del buró, permitió
determinar la zona en que el incendio surgió.
Al considerar las declaraciones de los testigos oculares debemos
precisar lo siguiente:
a) Lugar en el que observaron surgir las llamas o el humo.
b) El momento de inicio del incendio.
c) Características del desarrollo del incendio en la zona que se
analiza.
d) La aparición de los síntomas directos e indirectos.
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Por la importancia que poseen estos datos examinaremos detalladamente algunas de las cuestiones planteadas.
1– VALORACIÓN DE LAS DECLARACIONES DE LOS
TESTIGOS OCULARES
La declaración de los testigos constituye una de las pruebas más
difundidas en la aplicación de las leyes. Las mismas deben ser tomadas en consideración por parte del especialista que investiga el incendio
con cierta reserva y ante todo lograr definir si lo que plantea es totalmente cierto. No olvidarse que las personas que se enfrentan a un
hecho de este tipo están sometidas a fuertes presiones emocionales,
que variarán desde el hacer creer ante los demás su participación
como un héroe o el ocultar por beneficio propio detalles que pueden
probar su responsabilidad, por ello es importante en el momento de
entrevistarlo, realizar determinadas comprobaciones que permitan valorar sus declaraciones.
Analicemos el siguiente ejemplo: un incendio de grandes proporciones en el que la Unidad de Bomberos se encontraba a pocos metros
del lugar y, el Jefe del Carro de Extinción fue una de las primeras
personas en llegar. Su misión era en primer término, hacer la exploración de las áreas que estaban en combustión para definir cómo aplicar
las técnicas, cuestión que no hizo y él sabía que había cometido un
error. Al entrevistarlo expresó que observó el incendio avanzando por
el segundo piso del edificio hacia su parte derecha, el perito, por la
investigación de los síntomas que realizó, esto no le coincidía con el
lugar del inicio, por lo que en varias oportunidades con esta persona se
repitió la toma de declaración, hasta que se demostró que no era cierto. Así reconoció su desconocimiento sobre la forma en que se propagó
el incendio y que había mentido con el fin de que no se pensara que
tuvo miedo en realizar la exploración del lugar. Si se hubiera tomado
en cuenta su información el especialista determinaría incorrectamente
el foco del incendio.
De lo anterior se deduce la importancia de definir si el testigo observó el incendio en su etapa inicial, el olor que percibió, el color de las
llamas, los sonidos que escuchó, la intranquilidad de los animales domésticos, etc.; así como el lugar, la hora y las características de estos
fenómenos.
No siempre los primeros síntomas de una combustión que comienza son interpretados como tales, relacionándolos con actividades propias
del lugar u otras cuestiones. Es por ello importante determinar el
momento en que estos fueron apreciados, así como la posición que
tenía la persona y el lapso de tiempo que transcurrió hasta que fue
descubierto el incendio.
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Una de las cuestiones fundamentales que debe tener el especialista en el momento de entrevistar a los testigos es dominar el ambiente
en que se produjo el hecho, a fin de precisar los detalles que le permitirán corroborar el foco del incendio, ya que de no ser de esta forma,
puede omitir particularidades que para él no tienen importancia, como
por ejemplo: si las luces estaban o no encendidas, si las puertas de
acceso estaban abiertas, etc. El método al entrevistarlo es similar al
que se expuso para obtener la distribución de objetos y materiales
antes del incendio, que en esencia debe realizarse por separado en
cada una de las entrevistas, confeccionarle un croquis donde explique
lo que observó y después en el propio lugar del incendio que señale lo
que planteó.
Citaremos un ejemplo de la importancia que tiene en ocasiones el
entrevistar a un testigo con todos los elementos de la inspección y la
determinación por los síntomas de un área de donde partían las vías de
propagación.
Un incendio que se desarrolló en un almacén de productos eléctricos y otros útiles propios de la industria mecánica, destruye por
completo un área de unos 8000 m2, que está dividida en tres locales.
A primera vista e independientes uno de otros, se habían construido,
según los planos, separados por paredes corta fuego, argumentándo la
presencia de tres focos de incendios. La causa no podía ser eléctrica
pues el interruptor principal se hallaba en posición de desconectado.
Con estos elementos el especialista comenzó su trabajo de investigación. Al entrevistar a un obrero que trabajaba desde que se inauguró el
centro y, a una pregunta sobre el estado de las paredes corta fuego,
planteó que en época reciente habían realizado transformaciones en la
parte superior, quitándole un área y colocando rejas metálicas para
darle ventilación a los almacenes. Al revisarlas esto se pudo comprobar, existiendo por tanto la posibilidad de propagación del incendio por
esta vía. Otro testigo afirmaba que cuando él llegó al lugar del incendio, existían luces encendidas en uno de los almacenes y que las llamas
aún no habían llegado hasta esta área, esto contradecía la posible posición del interruptor. Al revisarse minuciosamente se pudo apreciar
que la palanca en realidad se hallaba al centro de su recorrido, o sea,
ni cerrada ni abierta, cuestión que no es posible en este tipo de equipo
pues solo adopta dos posiciones y no una intermedia, se verificó que
sus contactores estaban conectados y al compararse, con otro sin afectar, se pudo determinar que estaba energizada la línea y que como
resultado del calor que recibió se dilató el muelle que sostiene la palanca, retrocediéndola hasta la forma en que se encontró. Con esto se
demostraba que el testigo decía la verdad, pero a su vez que el problema eléctrico no tenía relación con la causa.
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Al continuar la investigación se pudo definir que de esa inmensa
área destruída por el incendio, partía de una zona de unos dos metros
cuadrados, donde existía un entrepiso en el que se almacenaban
bombillos incandescentes y, en la planta baja, una paca de huata y a su
alrededor neumáticos de automóvil.
Despues de varios días de trabajo de escombreo y búsqueda de
síntomas, el especialista al reinspeccionar la nave por el exterior descubre a unos 50 metros del lugar una pequeña vivienda que la habitaba
un anciano. Al acercarse a esta persona comienza por entablar amistad y finalmente de una forma indirecta le pregunta por el incendio,
donde refiere que era en horas de la madrugada, al tener calor se
sentó en el portal de su casa, y observó poco tiempo después como
comenzó a salir un humo gris por las ventanas superiores del almacén,
sin llamas; pensó que sería el sereno quemando basura, pero el humo
se convirtió de un color negro a llamas rojas que avanzaron rápidamente seguidas por pequeñas explosiones como si fueran disparos de
armas de fuego de pequeño calibre. Estas declaraciones si las valoramos con los resultados que tenía el especialista, le dan los elementos
para ubicar el foco del incendio, al conocerse que la huata produce
humo gris, los neumáticos negro con llama roja y los bombillos incandescentes al romperse pierden su vacío y producen una pequeña
explosión. Al inspeccionarse detalladamente la zona de donde partían
las vías de propagación, se pudo comprobar que el inicio del incendio
fue en la paca de huata. Días después un obrero reconoció su responsabilidad en el hecho, al entrar al lugar y encender un cigarro que se le
cayó cuando subía al entrepiso, el que no buscó y pasadas unas 8
horas, surge el incendio. Con este ejemplo se ilustra la importancia de
las declaraciones de testigos y su verificación para poder determinar
el grado de certeza que tienen.
Es imprescindible relacionar las declaraciones de los testigos oculares con los síntomas del incendio que se encontraron, el ambiente en
que se inició y las características de la propagación también considerar el tiempo en que esto pudo ocurrir, la posibilidad o no de ser apreciado
por estas personas y la capacidad de combustión de los materiales que
se encuentran en el lugar, por desprendimiento de llamas, humo u olor.
Es fundamental al testigo tomarle declaración en el más breve tiempo posible después de ocurrir el incendio, aunque en esos momentos
sólo sean las cuestiones más generales, tomándole sus datos para confirmar posteriormente las dudas que puedan surgir. En el transcurso
de la investigación, es frecuente, que al comentar con otras personas
expresen opiniones o criterios que no vieron y en ocasiones puede ser
una versión colectiva sobre el hecho, siendo difícil conocer la participación real de cada uno.
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Si la investigación lo requiere pueden utilizarse los conocimientos
médicos para determinar si el testigo pudo o no haber percibido el olor
de los materiales que estaban en combustión; escuchar u observar
determinada manifestación del incendio, ya que puede darse la situación que tengan dificultades en la recepción, olfato o visión, a pesar de
estar próximo al lugar donde se inició la combustión, o no lo detectara
por algunas de estas causas.
2– SÍNTOMAS INDIRECTOS DEL FOCO DEL INCENDIO
Estos se refieren a fenómenos aislados, acciones de las personas o
animales que pueden indicar la forma y lugar en que se desarrolló la
combustión; observados por los testigos oculares sólo durante el incendio; algunos se apreciarán en la inspección del lugar, es importante
al encontrarlos tenerlos en cuenta y valorarlos en la determinación del
foco del incendio.
Los síntomas indirectos pueden estar relacionados con la paralización de los relojes eléctricos, esta circunstancia nos indicará el momento
en que la combustión lo atacó, lo que posibilita definir, entre la hora en
que se detectó y la indicada por el reloj, el tiempo transcurrido, lo que
puede coincidir o no con la ubicación del foco del incendio.
Figuras 46: Este síntoma indirecto nos permite definir el momento en que la energía eléctrica fue
afectada por la combustión.
También se valora la no interrupción de las comunicaciones telefónicas, de las maquinarias u otros equipos que pudieran ser observadas
por los testigos aún cuando el incendio se propagaba, ello puede servir
de base a la exclusión de determinadas zonas como lugar de inicio.
La reacción de los hombres y los animales al ser sorprendido por la
combustión, pueden ser considerados como síntomas indirectos, lo que
da lugar a dos condiciones:
a) El individuo toma medidas encaminadas a extinguir el incendio.
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b) Las personas y los animales tratan de salvarse del incendio, pero
perecen.
En el primer caso, los síntomas de tales acciones están constituidos
por los medios de extinción empleados, que son abandonados en el
lugar al no poderse controlar la combustión. Durante la inspección se
han encontrado extintores, latas u otros recipientes que se trataron de
utilizar. Además, en ocasiones los bomberos logran penetrar a la zona
de combustión, cuando este no tiene mucho desarrollo, con sus mangueras u otros medios pero al no poder controlar la situación tienen
que retirarse dejándolos abandonados, lo que nos puede indicar qué
zona en un inicio no estaba combustionándose. En este caso también
se valoran los muebles, equipos u objetos que fueron sacados del incendio. El determinar su ubicación nos permite descartar el área como
posible zona de inicio. Similar situación tiene el hecho de la entrada de
personas en el lugar donde se desarrollaba la combustión, lo que posibilita no tener en cuenta estas partes como el foco del incendio.
Por lo general la muerte de personas o animales que estaban en el
local, se encuentran en los lugares más alejados del foco, dada la tendencia del individuo de huir del peligro.
En primer término, al valorarse los animales deben tenerse en
cuenta las especies de que se trata y en algunos, su tiempo de vida, así
como si estaban amarrados o sueltos. A los perros se les hallará en
zonas donde pueda respirar oxígeno y su parte trasera quedará hacia
la zona de la combustión. El gato por su agilidad intenta escapar por
las vías que se lo permitan, pero termina buscando aspirar aire puro,
Similar situación tienen los cerdos, caballos y el ganado mayor. Las
aves pequeñas, de pocos días de nacida, tienden a buscar el calor del
foco y se les encuentra carbonizada al alrededor de la zona. En general tanto las personas como los animales siempre tratan de buscar las
zonas de menor temperatura y productos de combustión. Se puede
dar el caso que los individuos estén en la forma de encorvados, protegiéndose la cara con sus manos cerradas, esta posición se conoce por
la del boxeador.
Como es natural, los síntomas indirectos, a diferencia de los directos, no indican la situación exacta del foco del incendio, por lo regular
enmarcan una zona, siendo estos tomados dentro del conjunto de indicios que posibilitan la ubicación del lugar de inicio.
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Figura 47: Esquema de los elementos a tener en cuenta en la determinación del foco del incendio.
ANÁLISIS, EXCLUSIÓN Y VALORACIÓN DE LAS
VERSIONES ACERCA DE LA CAUSA DEL INCENDIO
Cuando el especialista que está encargado de investigar un incendio liogró determinar el ambiente ante el cual se desarrolló la combustión
y su lugar de inicio, está ya en condiciones de comenzar el análisis de
las versiones planteadas como causa del incendio.
Se denomina versión o hipótesis a toda suposición fundamentada y
lógica sobre la causa del hecho, que puede ser expresada por las personas que llevan a cabo la investigación, los moradores del lugar, testigos
y en general por aquellos individuos que puedan tener relación o conocimiento del local, objetivo o equipo donde se desarrolló la combustión.
Estas versiones deben ser recepcionadas todas y no restarle importancia, por la persona que la planteó, hasta tanto se pueda demostrar
que no pudo ser la causa del hecho que se investiga. De lo anterior se
deduce que no se pueden excluir a consideración del que realiza la
investigación, sino de los resultados obtenidos en la comprobación minuciosa de todas y cada una de ellas.
En la investigación de un caso de incendio, el análisis de las versiones nos permite determinar su verdadera causa, aclarar la relación
causa–efecto entre el hecho y las acciones de los individuos, así como
determinar los culpables. Una elaboración fundamentada de las versiones ayuda a planificar y organizar mejor el trabajo en el
establecimiento de la causa del incendio.
La complejidad de la determinación de la causa de un siniestro no
depende fundamentalmente de sus dimensiones, sino de las circunstancias concretas en que surge y se desarrolla.
Es conveniente, cuando se comienza la labor de investigar un
incendio, no prestar especial atención a ninguna de las versiones
planteadas ya que puede conllevar a errores en la determinación de
la causa, al querer acomodar los síntomas y antecedentes, por muy
lógica que nos parezca en ese momento. Expresado en otras palabras «No podemos casarnos con una versión». La experiencia práctica
nos ha demuestra que las investigaciones que no fueron efectivas,
en un alto porcentaje, se debieron a este motivo. Lo correcto es
analizar cada una con las condiciones que se determinaron existían
en el lugar y no dejar pasar por alto ninguna opinión que provenga de
cualquier persona, hasta tanto no se haya comprobado, esto nos permitirá tener un mayor cúmulo de datos para explicar y rebatir las
insinuaciones contrarias a la causa que planteamos. En el transcurso
de la investigación pueden surgir nuevas hipótesis, basadas en: los resultados de la inspección del lugar del incendio, datos complementarios,
incluyendo el resultado del análisis de los indicios, las determinaciones
técnicas del incendio y otras investigaciones periciales realizadas.
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La elaboración de versiones constituye un método importante para
llegar a la obtención de la verdad, a analizarse en cada caso. Esto
depende de las condiciones y peculiaridades del hecho que se investiga.
MÉTODO DE EXCLUSIÓN EN LA INVESTIGACIÓN DE
VERSIONES ACERCA DE LA CAUSA DEL INCENDIO
Este método se basa fundamentalmente en la comprobación de las
versiones planteadas. Se debe prestar atención al conjunto de datos,
elementos y determinaciones que se hicieron en el lugar del suceso o
a nivel del Laboratorio, lo que nos permitirá ir excluyendo a aquellas
que no guarden relación con las circunstancias del caso, se analizará
la versión que no se descarta, en todos los aspectos, que se señalan.
Para esto es imprescindible tener perfecto dominio del ambiente que
antecedió al incendio y haber determinado correctamente el lugar de
inicio. De lo contrario no se dará una respuesta definitiva.
Pueden ser muchas y variadas las cuestiones a tener en cuenta
para el análisis de una versión, que dependerán del carácter y las
particularidades de las supuestas causas de incendio, de las circunstancias del caso y de las condiciones concretas en que se desarrolló.
No obstante, la práctica nos ha demostrado que pueden ser analizadas
por el siguiente grupo de cuestiones:
Figura 48: Esquema del análisis para el método de exclusión de las versiones acerca de la
causa del incendio.
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1– Por la ubicación del foco del incendio y las características de su
desarrollo.
2– Por las condiciones del ambiente que antecedió al incendio.
3– Por la supuesta fuente de calor, iniciadora del incendio.
4– Por las manifestaciones específicas de la causa.
5– Por el momento en que se inició.
6– Por la actitud de los individuos que puedan tener alguna relación
con la causa del incendio.
Después de haber enumerado cada una de las cuestiones por las
cuales se deben analizar las versiones, explicaremos qué se debe tener
en cuenta en cada una de ellas.
1– POR LA UBICACIÓN DEL FOCO DEL INCENDIO
Esta es una de las principales cuestiones que pueden confirmar o
excluir una versión. Como podrá interpretarse, el foco del incendio se
determinará en un punto, zona o área, donde existan equipos, sustancias, etc., coincidirán o no con una o varias de las hipótesis planteadas,
de no ser de este modo no será la causa del incendio.
En el siguiente ejemplo se explica esta situación. Un incendio ocurrido en una oficina administrativa que por los síntomas de la combustión
se ubicó el foco del incendio en la parte inferior del tablero del buró
que se encontraba en el lugar. Como versiones del hecho se había
planteado que un problema eléctrico originó el siniestro y la segunda
por una fuente generadora de calor con llama abierta o por incandescencia. La primera se descarta al no coincidir el lugar de inicio con la
ubicación del aire acondicionado. La segunda, pudo ser la causa del
inicio de la combustión, al determinarse el foco del incendio en el buró.
Al no quedar definido cuál de las dos fuentes de calor fue, se debe
continuar el análisis a los siguientes
aspectos que plantea este método de
exclusión.
Figura 49: La ubicación del foco del incendio en
el cesto de basura hacen que la versión del inicio
de la combustión mediante una fuente generadora de calor por llama abierta o en fase incandescente, pueden ser posibles.
2– POR LAS CONDICIONES DEL AMBIENTE QUE ANTECEDIÓ AL INCENDIO
En este aspecto se tendrán en cuenta las condiciones concretas
que existían antes del incendio y que pudieron influir en el desarrollo
de la combustión, así como aquellas situaciones que se crearon en el
momento del inicio. Como podrá apreciarse estas tienen un sentido
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amplio, pudiendo estar relacionadas con el movimiento y acciones de
las personas, las condiciones meteorológicas, la temperatura y las
posibles violaciones de las normas del lugar. Así, por ejemplo, surge la
versión de que el tubo de la chimenea de una fábrica desprendía chispas y que estas al caer sobre los materiales combustibles del lugar del
incendio, hizo que se iniciara la combustión, por lo que se debe comprobar la dirección del viento en el momento del incendio; esto puede
hacerse por las declaraciones de los testigos, el parte meteorológico,
las huellas de la combustión dejadas sobre los elementos alrededor del
objetivo y la búsqueda de partículas de los elementos quemados en
áreas próximas. Se debe verificar además si en realidad pudieron salir
chispas y si dada la distancia a que se encontraba del lugar del incendio era factible o no que provocara el siniestro. Al comprobar si una
fuente de calor por incandescencia como una colilla fuera la causa del
incendio, en primer término se debe valorar si en el lugar era frecuente que se fumara, si existía la presencia de fumadores en la zona, la
hora en que ocurre y si la capacidad calorífica de esta fuente inició o
no la combustión. Debemos dejar aclarado que este análisis puede
negar una versión pero no ratificarla, hasta tanto no se valoren con el
resto de los aspectos.
3– POR LA SUPUESTA FUENTE DE CALOR, INICIADORA DEL INCENDIO
En este aspecto es necesario tener en cuenta la capacidad calorífica
de la fuente que se plantea, si la misma en contacto con el material
combustible sobre el cual se inició la combustión, es capaz de lograr la
temperatura de inflamación y con ello provocar el incendio, tomándose en consideración el intercambio de calor, las condiciones ambientales
como los tiros de aires y el tiempo que pudo estar generando temperatura.
El ejemplo para que se comprenda este concepto es: Al situar un
cerillo sobre varios papeles, estos se incendiarán en un corto tiempo
pero si ese mismo cerillo cayera sobre la superficie de una mesa de
madera dura, no será capaz de
iniciar la combustión sobre este
material.
Figura 50: Cuando la fuente de calor es
por incandescencia la combustión se desarrolla lenta y va profundizando hasta
llegar al punto de inflamación de la sustancia en que surge la llama.
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De similar forma se valora si la fuente de calor sobre el material
específico en que se determinó el lugar de inicio provocó o no la combustión.
4– POR LAS MANIFESTACIONES ESPECÍFICAS DE LA
CAUSA
Al surgir un incendio por una causa específica este va acompañado
de síntomas que lo caracterizan, como son: desprendimiento de olores,
humo, temperaturas, etc.
Si se plantea una versión por autocombustión de materiales porosos, impregnados de grasa animal o vegetal, por lo general va precedida
de desprendimiento de calor y olor característico de la desintegración
térmica de la grasa de los productos.
Las quemaduras en el rostro, manos o brazos de las personas pueden constituir una prueba de la inflamación de líquidos inflamables.
Si se apreciara calentamiento en los conductores eléctricos, olor a
goma quemada, pestañeo de las luces, la causa sería un problema
eléctrico.
Pudieran citarse innumerables ejemplos que caracterizan el análisis
de este aspecto de las versiones sobre la causa del incendio.
5– POR EL MOMENTO EN QUE SE INICIÓ
No siempre es posible comprobar las versiones teniendo en cuenta
la hora de inicio del incendio. Existen dos conceptos que no deben ser
confundidos, que son hora de inicio y la hora en que se detectó.No
obstante, pede existir un período que va desde un segundo hasta días
entre uno y otro, ello depende del tipo de fuente de calor, el material
combustible, las condiciones ambientales y la causa que lo motivó.
Es muy importante determinar el tiempo indispensable para el
desarrollo del incendio, si se tienen en cuenta las circunstancias de
la combustión y los síntomas que se aprecian. En muchas ocasiones
es bastante difícil de precisar al faltar datos y elementos objetivos,
valorándose en estos casos por las experiencias prácticas de los investigadores y las declaraciones de los testigos. En algunos casos
influyen las horas señaladas por los relojes que, como resultado del incendio se detuvieron y además de otros síntomas indirectos que nos
pueden ayudar a resolver esta cuestión.
6– POR LA ACTITUD DE LOS INDIVIDUOS QUE PUEDAN TENER ALGUNA RELACIÓN CON LA CAUSA DEL
INCENDIO
La actitud que asumen determinadas personas por ayudar o no
colaborar con la investigación del incendio, así como estar al tanto de
los progresos de la labor que se realiza para dar con la causa del
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siniestro,serán tomadas en consideración para el análisis de una u otra
versión.
Por ejemplo, el caso de una persona, que desde los primeros momentos posteriores al incendio, se mostraba de una forma no habitual,
dando constantemente criterios u opiniones sobre la forma en que se
produjo. Al concluir el trabajo investigativo resultó ser, el principal sospechoso de haber originado la combustión . En la entrevista y exposición
de las pruebas reconoció su participación en el hecho.
Otro caso, la trabajadora que se encontraba de guardia planteó que
fue sorprendida por fuego al sonar la alarma encima de ella y que
rápidamente abandonó el lugar y no regresó más, hasta que finalizaron
las labores de extinción. Al entrevistarla se apreció como sus brazos y
manos estaban con restos de hollín, lo cual no ocurre si no ha estado
en contacto con la combustión. Al precisar los detalles se probó que
estaba realizando una tarea no prevista en sus funciones de trabajo, lo
que, originó la combustión. Al tratar de apagarlo y al no lograrlo se
marchó del lugar dejando el incendio en su pleno desarrollo.
Como podrá interpretarse esta valoración permite vincularla con
las versiones que se plantean.
Si tratamos de resumir el aspecto del análisis y exclusión de las
versiones, expresaríamos que deben valorarse por los aspectos que se
señalaron y al no coincidir, excluirla, de lo contrario continuar el análisis para determinar fehacientemente, de la causa del incendio.
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CAPÍTULO 3
LA INSPECCIÓN DEL LUGAR DEL INCENDIO
Es la parte fundamental de la investigación las causas que motivaron el incendio. Es de vital importancia para las tareas que deben
cumplirse pues, a través de ella podemos detectar y fijar los síntomas
y huellas de la combustión sobre los cuales analizaremos posteriormente los indicios que nos permitirán llegar a conclusiones sobre el
hecho, así como en esta acción extraemos, ocupamos y embalamos
los elementos que pueden tener relación con la causa del incendio y
constituir pruebas materiales. Durante la inspección se estudia el ambiente imperante, que proporcionan los datos que nos llevan a una
mejor reconstrucción y apreciar las condiciones que propiciaron el
hecho. Esto facilita la elaboración de versiones o hipótesis, así como
su comprobación. Los síntomas del foco del incendio serán unas de
las cuestiones principales que el investigador debe acometer en esta
acción, para poder aplicar la metodología de investigación y con ello
probar su causa. La inspección realizada personalmente por el investigador no debe ser compensada por la más detallada declaración de
cualquier testigo o por otros materiales del caso, de lo anterior se
deduce que la inspección del lugar del incendio, constituye una acción
de instrucción, no sólo inaplazable sino también insustituible; al tener
en cuenta las particularidades propias dado, precisamente, por la complejidad de la investigación del incendio requiere del investigador una
calificación especial, gran responsabilidad y un trabajo minucioso.
Por lo regular al realizar la inspección del lugar del incendio se
plantean resolver las siguientes cuestiones:
1– Descubrir, explicar y fijar las huellas y síntomas dejados por los
procesos de la combustión ocurridos en el lugar, así como ubicar el
lugar de inicio y determinar las posibles fuentes iniciadoras del
incendio.
2– Restablecer y estudiar el ambiente que existió antes y durante el
incendio y su extinción.
3– Ocupar y garantizar la conservación de elementos que puedan
constituir una prueba material.
4– Elaborar las versiones relativas a la causa del hecho y recoger los
elementos necesarios para su comprobación.
5– Detectar otros elementos que, aunque ajenos al proceso de la
combustión, puedan tener relación con la causa del hecho.
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Es necesario subrayar que independientemente del grado de las
destrucciones que ocaciona el incendio, en cualquier caso la inspección del lugar siempre nos dará los elementos necesarios para su
resolución.
La inspección del lugar del incendio puede comenzarse a realizar
en algunos hechos, que nos permite conocer durante las labores de
extinción, situación esta que el investigador no debe perder de vista,
ya que en estas acciones le aportará elementos en el trabajo de determinar la causa y condiciones de la combustión.
ACCIONES A REALIZAR DURANTE EL PERIODO DE EXTINCIÓN DEL INCENDIO
Como se expuso anteriormente, no siempre es posible que el investigador participe durante la extinción, pues en la mayoría de los
incendios, la llegada al lugar se produce después, por lo que es
necesario obtener los datos e informaciones a través de las entrevistas
a los bomberos o, a las personas
que ayudaron en esta labor.
Figura 51: En las labores de extinción participan múltiples técnicas de bomberos por lo que
deben valorarse las acciones que se realizan y
cómo se está desarrollando la combustión.
Figura 52: En este incendio se produjo el desplome de la construcción y como puede
apreciarse aún se mantiene en algunos lugares la combustión, este elemento debe tenerse en
cuenta para la futura investigación.
Al llegar al lugar, el investigador debe tener en cuenta las siguientes cuestiones fundamentales:
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1– Valorar los procesos y condiciones del desarrollo de la combustión. Prestar atención al comportamiento de las construcciones y
materiales durante el incendio.
2– Cómo se desarrolla la extinción del incendio, las particularidades en la utilización de la técnica y medios que se están emplean.
3– Qué zonas o áreas están en combustión y cuáles fueron extinguidas. Cómo se propaga el incendio y qué sentido tiene el aire, lo cual
puede valorarse por el humo que se observa.
4– La evacuación de personas, animales, bienes materiales y víctimas del incendio.
5– Prestar atención a la actitud sospechosa de algunas personas
en el lugar.
6– La finalidad y características del lugar donde se desarrolla el
incendio.
7– Conocer, aunque sea de forma muy natural, los hechos y circunstancias más característicos que antecedieron al incendio.
8– Filmar, fotográficamente o en vídeo el desarrollo, y extinción
del incendio, para recoger las imágenes de aquellas partes que se
desplomaron, extinguieron o no están en combustión y precisar la hora
en que estas filmaciones se realizan.
9– Confeccionar los croquis que plasmen las principales zonas
del incendio, relacionándolos con la hora en que se hizo y, a medida
que se logre la extinción en determinadas áreas o se propague la
combustión a otras, indicarlas en el croquis conjuntamente con el
tiempo en que se produjo.
10–Realizar contacto con el Jefe de los Bomberos, que dirige la
extinción, a fin de recibir las informaciones previas de cómo observaron el incendio a su llegada, qué zonas ya estaban en combustión, qué
características tenían las llamas y el humo, así como los elementos
que puedan ser valorados posteriormente sobre la causa del incendio.
11–Entrevistar operativamente a los testigos, anotando sus
generales,para precisar después de terminada la extinción los detallesde
sus informaciones.
Para el investigador pueda hacerle frente a las cuestiones antes
referida, dependerá de la organización que él establezca de su trabajo
en el lugar. No debe olvidarse que este proceso se desarrolla con gran
rapidez por que al llegar tiene que distribuir las tareas a realizar por
cada uno de los especialistas que integran su equipo de investigación,
y él acometer aquellas que tengan más relevancia o importancia.
Durante esta etapa es conveniente determinar las tres zonas del
incendio (de combustión, preparación de los procesos de combustión y
de humo), lo que en ocasiones, no es posible a simple vista, conocer
sus dimensiones pero observando además los síntomas externos respecto a determinados puntos de referencias como pudieran ser
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partes del edificio, ventanas, puertas, detalles arquitectónicos, objetos,
áreas verdes, posición de la escalera de los bomberos y otros medios
de extinción, para una mejor apreciación de estas dimensiones.
El investigador, mientras se mantengan las labores de extinción,
deberá fijar o sea son atacados por la combustión los elementos constructivos, cómo son el desprendimiento de las capas del repello, aparición
de grietas, desplomes de techos y paredes, curvaturas y desprendimiento de vigas.
Otro aspecto a considerar es la posición de las instalaciones eléctricas.
Durante la entrevista a los bomberos se deben precisar algunas
cuestiones importantes como: la hora en que se recibió la llamada en
la Unidad, qué tiempo demoraron en llegar al lugar, cuándo se comenzó a atacar el incendio y la duración total de la extinción. Estos elementos
posteriormente se verifican a través de otras informaciones que se
busquen entre los testigos presenciales, ya que una demora en estas
acciones conduce a que la combustión tenga más tiempo libre y por
tanto mayores destrucciones. Estas situaciones se deben tener presentes al efectuar el análisis del caso.
La rápida extinción del incendio, sin destruir ni trasladar las construcciones y los materiales, es la medida más radical en cuanto a la
conservación del ambiente en el lugar del incendio. Esto permite al
especialista rehacer el cuadro de su desarrollo, valiéndose de los restos combustionados pero, si estos son movidos o trasladados de la
zona del incendio, es difícil analizar posteriormente cómo fueron atacados por la combustión, y por tanto, a veces, imposible de llegar a
conclusiones categóricas en la investigación. Si partimos de la premisa que plantean los manuales de táctica de incendio, de las Unidades
de Bomberos, de desarmar, desmontar o trasladar las construcciones
y los materiales, con el fin de garantizar la total y rápida liquidación del
incendio, esto no tiende a conservar el ambiente en la zona de la combustión, ni a preservar los distintos elementos o indicios que se
encuentran en el incendio.
En ocasiones, sin que sea estrictamente necesario, destruyen y trasladan del lugar parte de las construcciones, objetos combustionados o
no, lo que elimina la posibilidad de su valoración durante la inspección.
El investigador al llegar al lugar del suceso, está obligado a tomar
las medidas necesarias para garantizar al máximo la conservación del
ambiente, tanto en la zona del incendio como en el territorio colindante; que esto se cumpla dependerá de la capacidad de dirigir y la iniciativa
de la persona que lleva a cabo las acciones de la investigación. Dentro de
las medidas que puede tomar están:
Alejar del lugar a las personas que no tengan relación con la extinción o la investigación.
Acordonar el área mediante postas que no permitan el acceso.
78
No permitir el desarme de los equipos, labores de escombreo u
otras acciones que puedan provocar alteraciones, si no es coordinado con la persona que dirige la investigación.
Evitar que se saquen del lugar objetos y elementos, (para sacarlo o
recuperarlo), pues en ocasiones borra indicios importantes sobre
la causa.
Figura 53: Evitar la penetración de personas no autorizadas al lugar del incendio es una
de las primeras tareas a ejecutar.
Si ilustramos de forma práctica cómo debe actuar el investigador
al llegar al lugar del incendio en momentos en que se desarrolla la
extinción, se pudiera resumir de la siguiente manera:
Comenzará por hacer un recorrido de las áreas que están en
combustión, para precisar dónde se está aplicando la extinción,
qué parte del techo o paredes se
han desplomado, dónde es más
intenso el incendio, observar la
dirección que tiene el humo y el
color de las llamas;etc.
Figura 54: Hacer una apreciación del área del
incendio, siendo conveniente, si existen las condiciones, observarlo desde alguna elevación.
Orientará las filmaciones fotográficas y de vídeo de toda el área,
tanto la que tiene combustión, como aquellas donde aún no se ha producido.
Con el personal que domine el objetivo indagará, de forma general,
la distribución de los locales y materiales que están en sus diferentes
áreas. Con ese conocimiento, intentará penetrar en aquellas zonas
donde el incendio lo permita, a fin de valorar cómo es su desarrollo.
79
Entrevistar al Jefe de los Bomberos y al personal del primer carro
que comenzó a realizar la extinción, para precisar las zonas que estaban en combustión a su llegada.
Con las observaciones que realizó del
área del incendio, las informaciones de
los bomberos y los testigos, descartará
aquellas zonas o locales que fueron afectados como resultado de la propagación
del siniestro.
Figura 55: En los lugares donde se desarrollen labores tácticas de extinción se deben filmar
fotográficamente o en vídeo.
Coordinar con las autoridades que estén en el lugar, las medidas
para la preservación de toda el área del incendio y, con los bomberos
tratar que aquellas partes de la edificación, objetos o materiales que
no interrumpan las labores de extinción, no se alteren y, en aquellas
que obren contra ellas, filmarlas fotográficamente y anotar el momento en que ocurrió.
Deberá permanecer en estas acciones hasta que finalice la extinción. A partir de ese momento deberá aumentar las medidas de
preservación, para comenzar la inspección detallada del lugar del incendio.
Se ha expuesto de forma escueta las cuestiones que deben realizarse durante el periodo de extinción. En aquellos casos que nos
personemos después de finalizada, debemos obtener los datos y elementos antes expuestos a través de las entrevistas al personal que
participó en la extinción.
ZONAS FUNDAMENTALES. ETAPAS Y MÉTODOS DE
LA INSPECCIÓN DEL LUGAR DEL INCENDIO
Al realizar la inspección del lugar del incendio deben considerarse
dos zonas fundamentales que son:
1– El territorio colindante al lugar del incendio.
2– La zona de la combustión.
La primera será el área alrededor del objetivo o vivienda donde se
desarrolló el incendio. Lo principal es hacer la inspección en esta zona
para buscar indicios o elementos que puedan contribuir al esclarecimiento de la causa del siniestro. Las personas que realicen esta
búsqueda no requieren conocimientos sobre la investigación de los
incendios, pero sí de Criminalística, que le permite poder valorar las
huellas que encuentre. Existen algunos criterios de que esta acción no
tiene sentido, pues durante las labores de extinción toda esta zona es
transitada por los Bomberos, sus técnicas, así como por la población
80
colindante, lo cual tiende a desaparecer los indicios que pudieron
existir.En parte tienen razón, pero no hacerlo es perder la posibilidad
de valorar aquellos que no fueron borrados, además, que esta inspección permite al investigador conocer los accesos que tenía el lugar, los
elementos que le rodeaban y los lugares o viviendas desde donde
pudieron apreciar la combustión, y que es conveniente obtener la información de sus moradores.
Al referirse a esta zona, no la podemos enmarcar ni definir en un
área determinada, la misma estará en dependencia del lugar donde
ocurrió el incendio.Esto se entenderá en los siguientes ejemplos:
Un incendio que ocurre en una vivienda ubicada en el campo, su
territorio colindante serán aquellas partes del terreno que le rodean; si
por el contrario, la combustión se desarrolla en una oficina del piso 17
de un edificio, la zona que le rodeará serán los accesos que tengan a
esa planta.
Analicemos el caso de un almacén de abono de una empresa
agropecuaria, que se hallaba en un área de cultivos. Al realizar
la inspección colindante se encontró a unos 20 metros de la zona de la
combustión, una senda de pasos sobre la tierra húmeda y huellas de corte
en los alambres de la cerca que delimitaba el acceso. Se decidió traer
al lugar a los perros de rastro y estos llegaron hasta una vivienda,
donde se comprobó que uno de sus moradores, poseía un calzado similar a la huella dejada en el terreno y un alicate. Ambos elementos,
fueron ocupados, al realizarse los peritajes trazológicos se determinó
que el individuo había estado en el lugar del incendio, pues además de
coincidir las características particulares de las suelas de calzado, la
tierra que estaba adherida era del área del almacén y su alicate fue el
que cortó los alambres. Al no poder aclarar lo que había hecho en este
lugar, se declaró culpable de provocar el incendio, ya que había cometido el robo de abono y posteriormente con vista a que no se descubriera
este delito originó la combustión. Estos elementos fueron demostrados
por la investigación técnica que se hizo en la zona de la combustión.
Es necesario destacar que es importante realizar sin demora la
inspección del territorio colindante y en aquellos casos donde fue realizado por la noche, con luz artificial, deberá repetirse en las primeras
horas de la mañana.
En la zona de la combustión, se hará la inspección detallada de
los síntomas del incendio, que permitirán determinar el foco de inicio
y los elementos que prueben fehacientemente su causa. El análisis
de las cuestiones que se deben valorar se estudiará con más detalle
posteriormente.
81
ETAPAS DE LA INSPECCIÓN
La inspección de la zona de la combustión se realizará en dos etapas: Estática y Dinámica; siendo fundamental que se cumplan los
requerimientos de cada uno de ellas, pues de lo contrario se pueden
perder los elementos que permitan determinar la causa del incendio.
Al realizar la inspección en la etapa estática, la zona de la combustión permanece invariable (a excepción de los casos en que sea necesario
tomar medidas que garanticen el que pueda realizarse la inspección
sin peligro de derrumbe, explosión u otro tipo de situación que pongan
en riesgo la vida de las personas que permanezcan en el lugar). En
este período no se realiza recogida ni movimiento de los materiales ni
del lugar, tampoco se hacen las labores de escombreo. Las tareas
fundamentales en esta etapa lo constituye la fijación del lugar y determinar las zonas que fueron afectadas por la combustión como resultado
de la propagación del incendio con vista a determinar cuáles son las
áreas que tienen síntomas de focos de combustión, donde puede ubicarse el lugar de inicio.
En la práctica, esta etapa se realiza recorriendo en un primer momento todo el objetivo, se valora cómo fueron afectados por el incendio
los diferentes objetos, materiales y elementos de la construcción, así
cómo están los diferentes accesos (puertas, ventanas, orificios, etc.) y
la posición que tienen los desconectivos eléctricos u otras instalaciones que estén en el lugar, debiéndose al final de esta primera incursión
dominar cómo era el ambiente del área afectada. Posteriormente se
procede a la filmación fotográfica o de vídeo de toda la zona, los síntomas fundamentales por los cuales se puede determinar que esa parte
fue atacada como resultado de la propagación del incendio, la posición
de los interruptores eléctricos y las huellas de violaciones u otros elementos que permitan determinar la posible causa del siniestro. Concluida
esta etapa si existe algún material, indicio o huella que puede ser alterada se procederá a su ocupación y embalaje para su análisis en el
laboratorio.
ETAPA DINÁMICA
Esta constituye una fuente importante de prueba. Se inspecciona
el lugar, se retiran, limpian, y trasladan los objetos y materiales que
sean necesarios, esto se hace con el fin de determinar los síntomas
que permitan identificar el foco del incendio y los indicios que existan
sobre la causa. El escombreo en los casos de incendios, es indispensable para determinar los síntomas y huellas de la combustión, de no
hacerlo se valora superficialmente la forma en que resultaron
combustionados los elementos.
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Durante la etapa estática, el investigador debe planificar mentalmente la forma, modo y lugar por donde van a comenzar las labores
de escombreo, ya que este no se puede iniciar por cualquier parte sino
por aquellas que se determinan son el resultado de la propagación, a fin
de precisar los síntomas que permitan ubicar el foco del incendio. Si
esto no se cumple no podemos apreciar cómo fueron atacados por la
combustión.
Conjuntamente con la planificación del escombreo se puntualizan
las primeras medidas de seguridad que el hecho requiere: eliminar
partes con peligros de derrumbe inmediato, apuntalamiento del área,
verificar personalmente la eliminación de la alimentación eléctrica, señalar las áreas donde existirán sustancias tóxicas o dañinas, detectar y
señalar las zonas más peligrosas, etc. Ya en estos momentos el investigador debe tener decidido el lugar
o lugares por donde comenzarán
las fuerzas y medios que se necesitan para realizar dicho
trabajo.
Figura 56: En las labores de escombreo se
debe definir por dónde se comenzarán, pudiéndose emplear medios mecanizados en
esta etapa inicial.
Comúnmente, cuando se habla de escombreo se piensa en la limpieza de un lugar, en nuestra especialidad esto tiene el sentido de buscar
entre los escombros las huellas, síntomas, restos, indicios, etc., que
nos posibilitan determinar la forma en que cayeron los objetos y materiales, cómo fueron atacados por la combustión, para con ello ubicar el
foco del incendio y su causa. Al realizar la labor
del escombreo el investigador no va a limpiar el
lugar para facilitar el trabajo, ni va a quitar estos
restos para ver si encuentra «algo», por el contrario, la persona que dirige esta acción, tiene
que conocer los elementos fundamentales que
están debajo y su misión es interpretar cómo
fueron afectados por el incendio.
Figura 57: Las labores de escombreo deben ser realizados
por el perito.
El escombreo tiene dos momentos sumamente delicados que son,
el comienzo y el final, esto lo decimos por lo siguiente:
83
Figura 58: Valore en un caso como el que se muestra
en la imagen. ¿Por dónde usted comenzaría el
escombreo?.
En no pocos casos debido a características particulares del lugar,
el escombreo se ha tenido que iniciar por determinados puntos, que
para el investigador resulta muy difícil en sus posteriores apreciaciones de los síntomas, pero con tal
de poder abrir brechas rápidas que faciliten el trabajo, ya en los primeros metros se han botado
elementos de inapreciable valor para la determinación del sentido de la propagación, un punto de enlace
de la combustión o el propio lugar de inicio.
Figura 59: Existen lugares como el observado, que antes de comenzar las labores de escombreo, se debe definir por dónde se
iniciará y cómo se realizará.
Figura 60: El final del escombreo debe hacerse con
sumo cuidado y meticulosamente. El perito tiene que
hacerlo personalmente «a punta de dedos»
El final del escombreo, en la mayoría de los casos, es la «culminación de la obra» y es el momento en que se obtienen los elementos
necesarios para demostrar los síntomas del foco del incendio, es por
ello que el investigador debe hacer personalmente esta última tarea y
no dejárselo a otra persona; lo que deberá realizar con sumo cuidado
y meticulosidad, como se dice vulgarmente «A punta de dedos» cómo
cruje el carbón, la textura de la ceniza, la aspereza del piso o paredes, el grosor del hollín, la fragilidad
del plástico, el olor que predomina,
etc., a fin de poder hacer la valoración exacta de cómo se desarrolló
el incendio en esta zona.
Figura 61: En el área del foco del incendio se
deben dejar durante el escombreo los elementos
principales en la posición en que se encontraron.
84
Figura 62: Las divisiones de madera de los locales, dejarla en su posición original permite
definir cómo el incendio se propagó
Estos elementos nos señalan que el proceso de escombreo, aunque
aparentemente es un trabajo vasto, grosero y burdo, en realidad no lo
es durante la investigación del hecho de incendio pues, de no hacerlo
con la técnica establecida, sin premura y con el estudio minucioso de
cada uno de los elementos que fueron dañados por la combustión, los
resultados serán equivocados.
Figura 64: Este es un caso contrario al anterior, la combustión es
desde arriba hacia abajo.
Figura 63: La combustión en la madera, comparada con los materiales que están encima,
indica que la propagación fue desde abajo
hacia arriba.
Dentro de las labores de escombreo, existen algunos casos de incendios, donde no es posible mantener las etapas estática y dinámica
durante la inspección, dado por la propia velocidad con que se desarrolla la extinción, como son los hechos de incendios, en almacenamientos
de bobinas de papel pacas de algodón, estibas de cajas de cartón,
papel o telas, tongas de bagazo o aserrín, estibas de maderas, traviesas de ferrocarril, sacos con arroz, granos, etc. ; en estos casos para
poder lograr la extinción es necesario retirar las mercancías, por lo
que el investigador deberá fotografiar desde diferentes ángulos para
lograr una fijación más confiable en relación síntoma – tiempo, cuando
se realice el análisis de la propagación y los focos de la combustión.
Al concluir la extinción no debe alterarse lo poco que quedó y a
partir de ese instante comenzar con la inspección detallada del lugar.
85
Figura 65: Para la total extinción de los incendios en
bobinas de papel, se requiere la retirada de estas. En
estos casos se debe ir fotografiando en las diferentes
etapas que son evacuadas las bobinas.
En un edificio administrativo de tres plantas, producto del incendio
se desplomó el tercer piso sobre el segundo, lo que formó un gran
volumen de escombro. Al llegar el investigador, presenció cómo se
producía la caída y, por las declaraciones de los testigos y varias fotos
tomadas por un aficionado, se apreciaron las llamas a nivel del segundo piso en su inicio, por lo que fue necesario en primer término, hacer
un plano a escala de cada uno de los locales y de los materiales que se
hallaban en ambas plantas para poder determinar, durante el escombreo,
cómo y en qué momento habían caído o se combustionaron; además
las estructuras de la edificación eran de vigas metálicas, lo que hizo
necesario el empleo de soldadores para su corte y de grúas para ser
retiradas del lugar, así como más de 20 hombres en las labores de
escombreo el área. En primera instancia se eliminaron todos los restos
que correspondían a la tercera planta, dejando solo los correspondientes a la inferior. En este proceso se valoró como fueron atacados por
la combustión. Al culminar esta primera etapa se realizóel análisis general de los síntomas de la propagación, ubicándo aquellas partes que
eran focos de combustión. Al comenzar el escombreo del segundo
piso, se observó cómo se combustionaron los objetos y materiales,
retirando los escombros de los pisos, paredes y techos de encima;
dejándolos como fueron encontrados. Al finalizar después de tres meses de llevar a cabo esta tarea, se determinó el foco del incendio y la
causa que lo motivó.
MÉTODOS DE LA INSPECCIÓN
La Táctica Criminalística plantea que existen tres métodos: Concéntrico, Excéntrico y Frontal.
El Excéntrico se realiza principalmente en locales cerrados que
tienen definidos sus contornos partiendo desde el punto en que se produjo el hecho, hacia los alrededores en forma de espiral (desde la
periferia hacia el centro).
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El Concéntrico se aplica cuando el hecho ocurre en lugares abiertos y sus límites son amplios, realizándose la inspección desde las zonas
más apartadas en círculo hacia el centro (desde el centro hacia la
periferia).
La Frontal es para los casos de los locales, que por sus dimensiones extensas y en forma rectangular, se practica en línea recta donde
se revisan todos los locales que fueron afectados.
En la investigación de los casos de incendios, la experiencia nos ha
indicado que no se realiza exactamente uno de estos métodos, sino la
combinación de ellos ya que cuando el especialista llega al lugar del
suceso puede aplicar tanto el excéntrico como el frontal para poder
definir las áreas que resultaron afectadas por la propagación y partir
de esta acción, que se hace en la etapa estática, definir dónde es la
zona de mayor combustión o posible lugar de inicio. Una vez concluida
esta primera etapa, se comienza entonces la ubicación definitiva de dónde
se inició la combustión y por lo general aplicar entonces el excéntrico o
frontal de acuerdo con las características del local. Es por esto que no
es solo uno el método con el cual realizaríamos la inspección.
TIPOS FUNDAMENTALES DE INSPECCIÓN DEL
LUGAR DEL INCENDIO
El principio fundamental que debe obligatoriamente cumplir el investigador encargado de determinar la causa del incendio es lograr
que la inspección del lugar tenga un orden partiendo, de lo general a
los detalles, o sea, «de lo general a lo particular», de no hacerse de
esta forma se perderán elementos que imposibilitarán llegar a conclusiones categóricas.
Antes de comenzar la inspección es conveniente ambientarse con
la situación del lugar, observar cuáles son las vías de acceso, estado
de la edificación, comprobar el estado de las medidas de preservación
del lugar y verificar personalmente la desconexión de las instalaciones
eléctricas. Como regla general la inspección del lugar del incendio se
realizar a cualquier hora del día o la noche, siempre que se garantice la
iluminación adecuada del área donde se trabajará. Si las circunstancias lo permiten es conveniente hacerla durante el día, para que las
zonas oscuras que se formen como resultado de la penumbra o sombras de la luz artificial que se utilice, no enmascaren las huellas o
síntomas de la combustión.
Al realizar la inspección de lo general a lo particular se pueden
distinguir los siguientes tipos:
1- Inspección preliminar del lugar del incendio.
2- Inspección general de zonas o partes donde se desarrolló la
combustión.
3- Inspección particular de la zona de donde parten las vías de
propagación del incendio.
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4- Inspección detallada del lugar donde se inició el incendio.
Entraremos a analizar que debemos realizar en cada uno.
INSPECCIÓN PRELIMINAR DEL LUGAR DEL
INCENDIO
Nos permite observar como fueron las destrucciones por la parte
exterior de la edificación y sus alrededores; valorar las variaciones
que presentan las huellas de la combustión en las paredes, techos,
ventanas y puertas y con ello tener una orientación en cuanto al sentido de la propagación del incendio. Si el hecho ocurre en el interior del
local sin alcanzar determinado desarrollo, la inspección exterior no
ofrecerá ningún indicio.
Figura 66: Al realizar la inspección preliminar, en este incendio, nos permite definir
que la zona de mayor combustión está por
el lateral derecho.
Figura 67: Al inspeccionar esta edificación
por su parte exterior, se aprecia que la propagación del incendio es de izquierda a
derecha.
El principio básico que tendremos en cuenta en la inspección preliminar, será observar cómo se comportó en cada una de las partes, la
salida de las llamas y los productos de la combustión a través de ellos.
Recuérdese que a mayor tiempo de incendio más destrucciones, lo
que puede coincidir con el local en que se inició el incendio. A partir de
esta inspección se puede definir el orden subsiguiente de continuar el
examen de los locales o partes dañadas.
Es importante señalar que la posición desde la cual se realiza la
inspección preliminar debe garantizar la visibilidad de toda la zona del
incendio; pudiéndose hacer a cierta distancia, desde el techo del edificio contiguo, la parte más alta del lugar que le rodea, etc.
88
Si analizamos el caso del incendio ocurrido en una escuela, donde
se destruyeron el techo y las aulas del último piso, al realizar la inspección preliminar se apreció que a través de las ventanas habían salido
las llamas y los productos de la combustión, pero en la que correspondía a un pequeño almacén de útiles escolares se observaba que estos
síntomas del incendio se le produjeron antes de caerse el techo, pues
era la única a la que se había desprendido el repello y las llamas continuaban, presentando además un «cono» de combustión, que se
diferenciaba de las otras ventanas, donde las destrucciones eran
menores.Por todo esto se planteó hacer la inspección detallada en
esta área, comprobándose que el incendio se había iniciado en este
almacén.
INSPECCIÓN GENERAL DE ZONAS O PARTES
DONDE SE DESARROLLÓ EL INCENDIO
La esencia de esta acción consiste en inspeccionar cada uno de los
locales u objetos que están dentro de la zona de la combustión, con el fin
de precisar cuáles fueron sus afectaciones, en qué sentido se produjo la
propagación del incendio, la existencia de focos de combustión, conocer
las características de los materiales que resultaron dañados y con estos
elementos comparar la apreciación que se tuvo de la inspección preliminar por la parte exterior.
En la práctica el especialista llega al lugar donde se produjo el
incendio, comienza a recorrer cada uno de los locales y fija mentalmente o a través de las filmaciones fotográficas los detalles principales
que le permiten excluir zonas, que por sus características fueron
combustionadas como resultado de la propagación. En estas determinaciones se toman en cuenta la caída de los objetos y materiales, el
grado de intensidad de las destrucciones, si el sentido en que se quemaron fue de arriba a abajo, o viceversa así como desde qué zona
indican estas huellas. En esta etapa se quedará con uno o más locales,
con los cuales tendrá que posteriormente hacer un análisis más minucioso.
El investigador no debe eliminar zonas, si no está completamente convencido
que fueron dañadas por la propagación
del incendio, es preferible ante la duda,
dejarlo para una inspección posterior.
A modo de poder ilustrar lo anterior le
referimos el siguiente caso:
Figura 68: Independientemente del área donde se desarrolló el incendio, deben ser inspeccionadas todas y realizar el escombreo en aquellas que presenten síntomas de focos de combustión.
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En un almacén de productos varios, que su construcción era de un
puntal alto, por lo que se habían hecho interiormente barbacoas (desvanes) para aprovechar el espacio, se produce un incendio que destruye
más del 80% del área de productos almacenados, lo que constituía
varios locales con sus respectivas barbacoas. Al llegar el especialista
realiza la inspección preliminar y aprecia una zona que correspondía
con el área de despacho, con huellas de caída del repello y ahumamiento
a través de sus puertas y ventanas pero, el investigador no toma en
cuenta la carga combustible que tenía esta parte, por la existencia de
los materiales que estaban en la barbacoa. Al realizar la inspección
general repite este error y valora que los síntomas de la propagación
provenían de arriba hacia abajo, lo cual implicaba la zona de inicio al
nivel de la barbacoa y esta al desplomarse afecta la inferior y daña
tanto encima como por debajo. Este especialista no tuvo en cuenta la
posición en que quedó carbonizado un perro que estaba en el exterior
del almacén, el cual precisamente se halló en las zonas próximas de la
barbacoa, o sea, encima de sus restos, lo que indicaba que el animal se
protegió en esa área y por tanto no podía ser el lugar de inicio; no
valoró además como fue la caída de los materiales al no realizar un
escombreo minucioso de toda esa área. Al hacerse una reinspección
en la zona del incendio se determinó que los elementos ubicados debajo de la barbacoa se combustionaron desde abajo hacia arriba, lo que
negaba la presencia del foco del incendio en la parte superior. Como
experiencia de este caso se obtuvo que es imprescindible realizar el
escombreo en toda el área que se enmarca como el inicio, no pasar
por alto ningún indicio, valorar adecuadamente la caída de los materiales y lo síntomas de la combustión que presente.
INSPECCIÓN PARTICULAR DE LA ZONA DE DONDE
PARTEN LAS VÍAS DE PROPAGACIÓN DEL INCENDIO
El investigador después de tener determinada la zona de donde
parten las vías de propagación —que no se debe fijar en un límite—
pues puede abarcar algunos metros o varios locales, procede a realizar un estudio de los síntomas de la combustión, para ello deberá tener
la distribución de los objetos que se encontraban en el área y organizar
las labores de escombreo desde las zonas más alejadas del supuesto
lugar de inicio. En esta tarea debe analizar cómo se combustionó cada
elemento u objeto que se encuentre dentro de los escombros tales
como huellas que presentan los tableros del falso techo, si cayeron a
nivel del piso con quemaduras y sobre qué elemento se encontró o si
estaba el piso «limpio», lo que indicará la propagación del incendio por
los planos superiores en esa área. Debe prestarse atención a las lámparas de iluminación y objetos de vidrio que nos señalen el momento
en que resultaron afectados, al presentar síntomas de ahumamientos,
90
cambios de matiz o deformaciones; es por
ello de vital importancia que el especialista
verifique personalmente qué características
tiene el objeto encontrado, la posición en que
se halló y si coincide o no con la ubicación
dada por los testigos que tenía antes del incendio.
Figura 69: Por los síntomas de la combustión que presenta la puerta, puede definirse que
se encontraba cerrada cuando el incendio la atacó.
En esta etapa debe valorarse la posición que tenían las puertas y
ventanas durante el incendio y como fueron atacadas por la combustión si estaban abiertas podrá apreciarse en su marco y vano con huellas
de quemaduras, si por el contrario se mantuvieron cerradas este síntoma se aprecia sobre su estructura
frontal. En estos materiales también
se debe analizar si fueron atacados
producto de la convección, lo que se
apreciará de modo similar en las paredes que la circundan. A esto se le
denomina en el estudio de los síntomas de la combustión como «enlace».
Figura 70: Esta puerta tenia su cerradura colgante (candado) durante el incendio.
El especialista en esta etapa también valorará el estado en que se
encontraban las cerraduras, si presentaban indicios de la presencia de
instrumentos de fracturas u otras evidencias y si el grado de carbonización
permite hacer este análisis.
En general en este tipo de inspección, el especialista con el estudio
de los síntomas de la combustión, determinará cuál fue el sentido de la
propagación,a partir de la carbonizacion de los materiales, cambios de
matices, caída de los elementos, posición en que fueron encontrados y
su ubicación inicial, para lograr enmarcar, en un área más reducida, el
posible foco del incendio.
Analicemos lo anterior en el siguiente ejemplo: Un incendio que
ocurre en una oficina de correos, conformada por 6 locales. En la
inspección general se estableció que en los referidos a la atención al
público (3 en total) fueron afectados por la propagación, por lo que
quedan 3 como posibles lugares de inicio; al comenzarse el escombreo
en estos tres últimos locales se apreció como en el denominado como
3, las losas del falso techo se encontraron con huellas de combustión a
nivel del piso y encima le habían caído los escombros de los elementos
91
que estaban ubicados en su interior, además estos presentaban huellas
de la combustión de arriba hacia abajo. Al inspeccionar el local dos
estos síntomas se repetían pero, en las proximidades de la puerta de
acceso las huellas indicaban desde el número 1. Al realizar el escombreo
en este último se enmarcó el área donde se encontraban los bultos
postales como zona de inicio, por lo que se realizó un estudio más
minucioso de esta parte y se determinó el foco del incendio en uno de
los bultos que estaba a nivel del piso.
INSPECCIÓN DETALLADA DEL LUGAR DONDE SE
INICIÓ EL INCENDIO
Una vez determinada la zona donde se inició el incendio se realiza
un análisis minucioso de los detalles que presentan los objetos y materiales que se encuentran en la misma, estos pueden definirse por:
– Partes de los elementos de la construcción.
– Partes del mobiliario.
– Partes de las instalaciones técnicas y los equipos de producción.
– Partes de los materiales y objetos.
Figura 71: Hacer el replanteo de los materiales que se
encontraban estibados próximos a una pared, nos permite
determinar cómo fueron atacados por la combustión.
Figura 72: Por el grado de carbonización que
tienen estos materiales se puede determinar el foco
del incendio.
En estos existen síntomas que nos permitirán ubicar exactamente
el lugar en que comenzó el incendio e incluso tener elementos para su
posible causa. No debe olvidarse que el especialista tiene que ser capaz durante las labores de escombreo, de precisar cómo cada uno de
los materiales resultaron atacados por la combustión y después en
conjunto precisar desde dónde partió. Por ello es necesario analizar el
grado de carbonización, la capa de hollín, la deformación de las vigas
metálicas y la caída de cada uno de ellos. Podemos decir que se en92
tiende por examen detallado, el buscar aquellos elementos que nos prueben fehacientemente que el inicio comenzó en esa zona y nos permita
conocer la posible causa del incendio. No debemos apresurarnos en
esa determinación y analizar de forma objetiva cada síntoma.
Como resumen de lo tratado en esta parte, con respecto a los tipos
de las etapas de inspección, podemos expresar lo siguiente:
♦ Al llegar el especialista, primero debe observar toda el área dañada
por el incendio, desde su parte exterior a fin de valorar los indicios que
esto nos pueda aportar.
♦ Penetrar al área, para revisar todos los locales que fueron afectados
por la combustión, a fin de delimitar desde donde parten las vías de
propagación.
♦ Examinar el local o área desde donde se aprecian partes de las vías de
propagación, a fin de determinar cuál es el área que surgió el incendio.
♦ Hacer un examen detallado y minucioso del área donde surgió el
incendio, a fin de encontrar los indicios que prueben fehacientemente
que se trata del foco y que nos permite analizar las versiones planeadas.
ORGANIZACIÓN DE LA INSPECCIÓN DEL LUGAR
DEL INCENDIO
Lo expuesto acerca de las tareas, zonas, etapas y tipos de inspección requieren de una organización de ese trabajo. La inspección es
una de las acciones primarias de instrucción que conlleva medidas
inaplazables para el éxito de la investigación de un hecho de incendio.
Desde los primeros momentos de conocerse comienzan a producirse
alteraciones del lugar. Por lo que la salida para el lugar del suceso,
debe ser de inmediato cualesquiera que sean la hora del día, las condiciones del tiempo o la situación concreta que exista, la presencia del
especialista en el lugar es determinante a fin de tomar las medidas que
garanticen la preservación, así como si por la magnitud del incendio
requiere de varios días de inspección, deberá indicar las medidas que
conserven el ambiente. Sin dejarnos llevar en un principio en los detalles, es necesario en forma operativa obtener una orientación por medio
de un examen previo y una breve entrevista a los trabajadores, inquilinos, testigos oculares o bomberos, determinar cuándo, dónde y por
quién fue descubierto el incendio, escuchar las distintas versiones acerca del lugar de inicio y la causa del siniestro, obtener datos acerca de
su función social. Sin embargo, en ningún caso debemos apresurarnos
a hacer deducciones sobre los datos obtenidos.
Es recomendable que el especialista antes de conversar con los testigos, realice personalmente una ligera inspección en la zona de la
combustión para tener una opinión propia acerca del lugar y del posible
foco del incendio de acuerdo con los síntomas que observe. Realizar
93
posteriormente la entrevista a los testigos puede resultar de mayor
interés, con datos que aportarán más elementos sobre el caso.
En esa primera entrevista el especialista buscará fundamentalmente
aquellos datos que le permitan dominar el ambiente que existió antes
del incendio. No es aconsejable indagar en ese momento sobre el surgimiento de la combustión, con el fin de no dejarse influenciar en sus
posteriores determinaciones de las huellas de la combustión.
A partir de la inspección general se debe elaborar el plan para el
análisis del lugar; en la práctica esto se hace mentalmente, partiendo
de los medios y recursos humanos de que disponga y siempre garantizar que los indicios y huellas que puedan ser alteradas se proceda a su
fijación y extracción en los primeros momentos.
Es vital en la etapa de inspección que el especialista que dirige el
trabajo tenga el máximo de autoridad e iniciativa, para no permitir
ningún movimiento o acción si no es consultado, de ello dependerá el
éxito en su investigación.
Si el incendio es de grandes dimensiones, se hace evidente la necesidad de organizar la investigación por grupos de trabajo, dividiéndo
las tareas entre distintos especialistas, encomendándosele a uno hacer
el plano de distribución de objetos y materiales para lo cual deberá
entrevistar al personal que domine el lugar; otro realizará las filmaciones
fotográficas y de vídeo, tanto de los destrucciones como de síntomas
que pueda apreciar; a un tercero hacer el estudio del sistema eléctrico del lugar; se puede indicar a otro especialista que participe en las
entrevistas a los testigos presenciales y el que se encuentre
responsabilizado con la investigación tiene que hacer la inspección del
lugar para definir los síntomas de la propagación y por donde se comenzarán las labores de escombreo.
Una vez concluidas estas tareas en conjunto todos los especialistas
que participan intercambiarán los elementos que obtuvieron y decidirán como realizar el escombreo y en que áreas en específico.
La experiencia nos ha demostrado lo conveniente de darle participación a personas que de antemano sabemos no tienen vínculo alguno
con el caso, pero que dominan el ambiente, tienen calificación técnica
sobre las instalaciones o equipos que se encontraban en la zona, lo que
nos servirá para ir esclareciéndo las dudas sobre la ubicación de los
materiales, el funcionamiento de la instalación o particularidades sobre su explotación.
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MEDIDAS DE SEGURIDAD A TENER EN CUENTA
DURANTE LA INSPECCIÓN
Al organizar la inspección, no se deben olvidar las medidas de seguridad que garanticen la vida del personal que trabajará en el lugar.
Siempre debe tenerse presente que el incendio provoca alteraciones
en la edificación, el sistema eléctrico y otros elementos, por lo que a
pesar de tenerse experiencia práctica en este tipo de investigación, el
especialista, como responsable del trabajo, tiene que comprobar medidas y orientar al resto del personal de los peligros que se enfrentan y
cómo darle solución.
Estos son algunas de las medidas que se deberen tener en cuenta:
Comprobar que la alimentación eléctrica ha sido desconectada y no
existe otra acometida.
No tocar los elementos metálicos (cables, vigas, soporte, etc.) con
la palma de la mano o la punta de los dedos, debe hacerlo con el
reverso de la mano, procurando no tenerla húmeda, tampoco los pies,
esto se hará hasta determinar que no existe energía eléctrica
No desconectar ningún breaker ni interruptor, hasta no conocer la
distribución de las líneas eléctricas ya que puede ser alcanzado por el
alto voltaico de la desconexión, si la línea esta energizada.
Indagar a la llegada al lugar por la posible existencia de cisternas,
escaleras, huecos de entrada al sótano, fosas, etc., las que pudieran
estar cubiertas por el agua empleada en la extinción y caerse hacia su
interior, sino se conoce su ubicación.
Al apreciar elementos que se encuentran en equilibrio transitorio,
colgado o entrelazados, de inicio no debe cruzarse por debajo de ellos,
lo recomendable es filmarlo fotográficamente y después tomar las medidas que garanticen que no se desplomen o, en el caso de que no
afecten el desarrollo de la inspección, derribarlos.
Las paredes combadas, están en un estado inminente de derrumbe, por lo que se deben tomar las medidas para su apuntalamiento si es
posible, de no ser factible, permanecer fuera de su radio de alcance.
En los locales en que la combustión actuó debajo del piso y presentan peligro de desplome, por la acción de la temperatura y su posterior
enfriamiento brusco, se debe proceder a su apuntalamiento pero si se
emplea como de tránsito caminar por las orillas.
Al penetrar en lugares donde existen focos de combustión a sus
espaldas o en áreas que pueden ser encerradas por un derrumbe, debe
cerciorarse que existen otras vías de salida para abandonar el lugar.
No debe alejarse del resto de los especialistas sin que estos conozcan su destino, para en caso que sea necesario brindarle ayuda.
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Si en el lugar existen concentraciones de gases nocivos o explosivos, no se puede fumar ni utilizar el electrónico para las filmaciones
fotográficas hasta no conocer los tipos de materiales.
Al apreciar indicios de «llovizna» o vibración salir de inmediato del
área, si la salida está distante deberá colocarse debajo de un alquitrabe,
ya que esa es la señal de aviso que proporcionan las edificaciones de
mampostería momentos antes de desplomarse.
Evite macularse la piel (especialmente las manos y pies) con el
agua estancada de la extinción, hasta no conocer qué elementos nocivos pudieran contener, así como tampoco ingiera alimentos, si se
encuentra con las manos sucias producto de las labores de inspección.
Se deben tomar todas las medidas necesarias de acuerdo con las
características del material que se va a ocupar, en ello se incluye el de
no tocarlos con las manos si es un elemento nocivo.
OCUPACIÓN DE LAS PRUEBAS MATERIALES
Durante las labores de inspección el especialista encontrará diferentes indicios y pruebas que, inicialmente, no podrá valorar la su
importancia para el caso que investiga, por lo que tiene que darle a
todas un tratamiento por igual hasta tanto no demuestre su relación o
no con el hecho, siguiendo por tanto las normas de fijación y extracción establecidas, así como conservación durante todo el periodo de
investigación del caso.
El tratar de enmarcar los tipos de indicios se encontrará ante un
listado voluminoso, dado por objetos y sus restos, huellas dérmicas o
pisadas, medios para provocar el incendio, etc. , lo que ante la presencia de ellos se deben ocupar, fotográficamente en el lugar que se
encontró, de forma tal que se pueda precise dónde se halló. Al proceder al embalaje se debe rotular de tal forma que aparezca el nombre
del objeto, el lugar en que se ocupó, la fecha, el caso que se investiga
y el nombre del especialista.
Figura 73: En la imagen se observa la
diferencia de tonalidad en el piso por
la presencia de un líquido combustible
Expondremos a continuación algunas de las formas de ocupar elementos vinculados con la causa del incendio que se investiga, que no
pretendemos abarcar todas, sino las más usuales.
Los líquidos inflamables y combustibles derivados del petróleo,
disolventes, aceites vegetales y de linazas, así como otras sustancias
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similares son evidencias muy frecuentes en los casos de incendios,
estos pueden ser descubiertos en el foco del incendio, en envases que
lo contenían o en forma de manchas sobre las construcciones
combustionadas y en ocasiones, en la ropa del sospechoso. La presencia de estos líquidos en el lugar será detectada por su olor
característico, aunque debe tenerse presente que la acción de las altas
temperaturas provoca su evaporación, si además tenemos el agua que
se emplea para la extinción y el tiempo que transcurre hasta el momento de su ocupación, todo ello provoca que no se defina a simple
vista, siendo necesaria la realización de análisis químicosde laboratorio para su determinación, no obstante, existen casos que ni por estos
medios se pueden precisar, entonces, por la pericia del especialista,
valorar por las huellas de la combustión si se empleó o no.
Cómo deben ocuparse entonces estos líquidos. Analicemos situaciones concretas.
a) El líquido que se encuentra dentro de los restos del escombro, se
colocará en un nylon o frasco de cristal limpio y se tomará la
porción que se desea investigar, introduciéndola en el interior de
los elementos señalado, cerrándose herméticamente para evitar
continúe su evaporación.
b) El líquido que se encuentra sobre una superficie, se levanta mediante una gasa, tela o algodón que esté limpia y se deposita dentro
del frasco o nylon, de similar forma que el anterior.
c) Si se observa la huella del líquido sobre una pared o elemento de
madera, se procede a raspar toda el área y depositarla dentro del
nylon. En estos casos se debe tomar una muestra de referencia de
una zona próxima a donde se realizó el raspado, a fin de valorar si
los elementos que aparecen en el análisis son en realidad del líquido que se investiga.
d) El líquido que se aprecia sobre la tierra, se toma esa porción y se
procede a su embalaje según lo expresado anteriormente. En este
caso se recoge una muestra de la tierra que no está maculada
para su posterior comparación.
e) En el caso de los envases, en primer término se analiza la posibilidad de que tengan huellas dérmicas y se embala para su protección,
así como evitar que continúe la evaporación del líquido.
f) Para el embalaje de estas sustancias nunca debe emplearse papeles y mucho menos de periódico, pues la tinta de imprenta interfiere
con los resultados de los análisis químicos como no dejar la muestra ocupada en contacto con el aire pues continuará su proceso de
volatilización.
g) En el caso de aparecer huellas de líquidos en ropas o telas debe
colocarse con las partes que serán analizadas hacia adentro, se
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amarran fuertemente y se colocan o se envuelven de forma que
se evite el contacto con el medio ambiente.
h) Si la muestra a ocupar se encuentra en objetos muy grande y es
factible cortarla, esto se realizará dejando alrededor de la mancha
un espacio no menor de 5 cm y se envasará de forma similar a lo
anterior.
Los objetos, sustancias y elementos ocupados se envían para realizar sobre ellos los análisis correspondientes que determinen su tipo.
FILMACIONES FOTOGRÁFICAS DEL LUGAR DEL
INCENDIO
La fotografía es el medio de fijación de las huellas e indicios relacionados con la investigación de los casos de incendios más asequible,
flexible y efectivo, estas aseveraciones están dadas por los procesos
irreversibles que tienen lugar durante la combustión, los que se desarrollan con gran dinamismo desde el mismo momento de su surgimiento,
desarrollo, extinción y la propia inspección del lugar siniestrado, todas
conllevan destrucciones y pérdida de síntomas que pueden tener valor
de prueba, emplear otro método que no sea la fotografía para conservar esos elementos no son confiable al 100%, pues dependerá de la
persona que lo realice y sus experiencias al respecto, nos referimos a
la acción de describir el síntoma, hacer croquis e incluso de tomar
declaraciones con varios testigos; ninguno podrá reproducir rápida y
objetivamente el cuadro del incendio como la fotografía. Se puede
pensar que ocupar el elemento es la mejor forma, pero en la investigación de los incendios no siempre esto es posible, en unas por su
magnitud, otras por que en el tiempo pueden perder sus características, además que presentar al Tribunal todas las pruebas reales es
bastante engorroso; es por ello que la fotografía constituye una fuente
de prueba, que demuestre lo que el especialista argumenta en su dictamen técnico sobre el caso de incendio que se investiga.
Tomando en consideración lo anterior, es de vital importancia que
una vez en el lugar del incendio se proceda a realizar las filmaciones
fotográficas que recoja el ambiente existente, así como se continúe
esta acción ante cada evidencia que surja; al concluir el trabajo el
especialista partiendo de las conclusiones del caso puede determinar
cuáles empleará, y el resto las tendrá como constancia de su labor
durante la inspección.
En el tema de las fotografías es importante señalar, aquellas que
fueron tomadas por aficionados antes de nuestra llegada, es un material de imprescindible valor que nos muestra cómo se inició el incendio,
su proceso de extinción y otras características para el trabajo de búsqueda de indicios sobre la causa de la combustión.
Realizar filmaciones fotográficas en un incendio tiene sus peculiaridades que la diferencian de otro escenario, fundamentalmente por
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las tonalidades que toman los objetos al resultar combustionados, el
humo que está presente dificulta el empleo del electrónico, y se busca
obtener detalles, que son apreciados por el especialista desde un determinado ángulo. Al realizar la filmación en otra posición no se obtiene
el síntoma que existía.
En las filmaciones fotográficas de los incendios, se siguen los mismos tipos que se plantean por la Técnica Criminalística, ellos son:
1– ORIENTACIÓN
Nos da una idea de la situación del lugar del incendio en relación
con el medio circundante. En estas filmaciones se utilizan objetivos de
ángulo ancho o el método panorámico. Es conveniente tomar la foto
desde un lugar más elevado a fin de recoger, lo más fiel posible, el
grado general de destrucciones, sus vías de acceso, edificaciones colindantes y otros elementos que puedan ser de interés para la investigación.
2– REVISTA
En los casos en que por las condiciones en que se filman no es
posible captarla en un solo cuadro, se reproduce el lugar del incendio
por zonas. En la misma debe mostrarse la situación de unos objetos
con respecto a otros, las puertas y ventanas. En general en este tipo
se toma como fueron atacados los lugares en la propagación del incendio.
3– CENTRAL
Fija determinadas partes del incendio en un plano más amplio, muestra las destrucciones características, la situación de las pruebas materiales,
las zonas con huellas de propagación referidas al foco del incendio,
que permitan enmarcarlo.
4– DETALLADA
Toma determinado objeto o parte de él, un síntoma, la forma en que
se encontró un elemento durante el escombreo. En los incendios los
detalles pueden ser lo suficientemente grande, por ello se realiza, si
fuera necesario, con objetivos normales, debiéndose cumplir la filmación a escala que nos permita conocer sus dimensiones lineales.
5– COMPARATIVA
Estas se refieren a las filmaciones
de objetos o elementos semejantes a
los que resultaron afectados por la
combustión con el fin de poder mostrar cómo el incendio la atacó.
Figura 74: En esta filmación se observa la reconstrucción que se realizó de los elementos que existían en este lugar, una vez concluida las labores de
extinción.
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Las filmaciones fotográficas, en los casos de incendios, deben recoger la situación que tenía el lugar a nuestra llegada, la posición que
presentaban los interruptores y equipos, así como las labores de
escombreo que se realizan. Al finalizar estas se realiza la reconstrucción de los elementos que quedaron; en estos, debe tenerse cuidado
de retirar aquellos utensilios o equipos que se emplearon en el
escombreo, a fin de no dar una falsa imagen de los síntomas. Si se va
a desarmar un equipo, se deben hacer las tomas fotográficas por las
etapas que se siguió para su verificación, recuerde que después por lo
general, no se puede volver a armar.
Figura 75: Es importante dejar en cada espacio
lo que existía antes del incendio, para definir
como la combustión lo ataco, otro ejemplo de
las filmaciones fotográficas
La ocupación de las pruebas materiales debe ir precedida de la toma de fotografía, donde se pueda
apreciar el lugar y la posición en que fueron halladas. Con las fotos
obtenidas se confecciona la Fototabla que será un documento anexo
al dictamen pericial sobre la causa del incendio, este se realiza a partir
de lo general a lo particular. Cada foto lleva su correspondiente pie de
grabado, el cual se pondrá en primera instancia lo que significa el
conjunto de imagenes que se aprecian y después las cuestiones que
se interesan sean observadas.
ENTREVISTA A LOS TESTIGOS
En el proceso de investigación de la causa de un incendio, el especialista por lo general no realiza un interrogatorio sino una entrevista,
ya que el primero tiene normas y procedimientos que deben dominarse antes de su ejecución. Nuestra experiencia práctica, el perito realiza
la entrevista a los testigos oculares, de referencia y al personal que
puedan aportar algunos elementos para el hecho que se investiga.
El entrevistar a los testigos conlleva a valorar si pudo tener alguna
relación con el caso que se investiga, además como se debe suponer
por mucha experiencia que tenga el especialista que dirige el trabajo,
nunca será capaz de dominar todas las peculiaridades del proceso a
que se enfrenta, teniendo como contrapartida a un técnico o empleado
que posea un vasto conocimiento del objeto de investigación, es por
ello imprescindible que nuestro especialista no trate de ir al campo
técnico, sino de buscar, desde el punto de vista criminalístico la argumentación lógica que demuestre por qué se produjo.
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En un principio no deben formularse preguntas específicas al testigo, sino de forma general que abarquen aquellos elementos que sean
de interés en la investigación, como por ejemplo:
Si entrevistamos a uno que pudo tener relación con el incendio, se
debe formular la pregunta partiendo desde varias horas en que se
detectó la combustión, a fin de no predisponerlo en aquellas cuestiones que son en realidad de nuestro interés, dejarlo que intervenga
libremente sin interrumpirlo y anotar los elementos que pueden ser
contradictorios para las determinaciones que tenemos. Una vez finalizado se debe hacer hincapié en los elementos que hemos comprobado
ya que son falsos, a fin de provocar un desequilibrio emocional, el cual
explotaremos, pues a partir de ese momento tendremos la forma de
obtener la verdad sobre los argumentos planteados. A partir de estas
circunstancias se harán preguntas concretas que demuestren el conocimiento que poseemos sobre sus declaraciones, ello nos posibilitará
tener elementos para el caso que investigamos.
Hacer una entrevista eficaz de los testigos nos posibilita conocer
las pruebas necesarias sobre el hecho. Estas entrevistas a los testigos
deben realizarse por separado y no dejar que él domine cuáles son los
intereses que perseguimos.
Un especialista novato en estas actividades, por lo general, formula preguntas que llevan implícitas sus respuestas, lo cual debe por todos
los medios evitarse, así como no se debe mostrar ningún estado de
ánimo ante las respuestas que se den por el entrevistado, ello indica
estados emocionales negativos para la investigación.
En la entrevista pudiéramos encontrarnos con los siguientes casos:
a) A LOS SOSPECHOSOS
En estos casos se debe pasar por alto estas incriminaciones y dejar
que exponga de forma libre y espontánea sus criterios. Una vez finalizado debe hacerse énfasis en aquellas cuestiones que son opuestas a
nuestras determinaciones a fin de que pueda apreciar que está mintiendo y de esta forma poder obtener la verdad sobre las cuestiones en
que él participó, no debe dejar de tenerse en cuenta que puede ocultar
un delito muy vinculado con su actividad o que él conoce.
b) A LOS TESTIGOS DE REFERENCIA
A estas personas se le entrevista a fin de obtener informaciones
generales que no están vinculadas con el incendio y su desarrollo. En
estos casos la mantener la conversación flída, pero sí debe apelarse a
su memoria a fin de precisar el más mínimo detalle sobre los objetivos
de la investigación, los cuales pueden estar dados por la distribución de objetos y materiales en el lugar antes del incendio, las
características de las instalaciones fabriles o eléctricas. Al iniciar
la entrevista debe dársele cierto grado de confianza al entrevistado
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para que aprecie cuán importante es la misma en el proceso de investigación.
c) A LOS TESTIGOS OCULARES
Estas personas nos darán informaciones sobre la forma, lugar y
posibles causas en que surgió el incendio, por lo tanto debe seguirse el
principio de verificar cada una de sus aseveraciones, por tal razón la
experiencia práctica, nos ha demostrado la conveniencia de tomar una
declaración inicial matizada ligeramente por aquellas cuestiones que
hemos confirmado y después de tener determinado el foco del incendio por los síntomas de la combustión, así como analizada algunas
versiones volver a entrevistarlo para definir los elementos que no concuerden con las conclusiones valoradas. En esta ocasión ya tenemos
que estar convencidos si desde el lugar que él dice observó el fenómeno
o no, así como la hora y sus dimensiones. No debe perderse de vista
que el surgimiento y desarrollo del incendio, para la mayoría de las
personas, es un hecho extraordinario, que significa temor, lo cual no
desea que posteriormente se conozca, así como en algunos casos pueden estar vinculados con su inicio, por lo que trataran de desvirtuar los
hechos reales.
d) AL PERSONAL CON CALIFICACIÓN TÉCNICA
Al proceder a entrevistar a personas con cierto nivel técnico, no
debe apreciarse el desconocimiento que tenemos sobre la materia que
tratamos, pues a partir de ese momento sus informaciones pueden ser
erróneas o muy superficiales. Es por ello que, el especialista que
respete su profesión, se prepara antes de realizar la entrevista o de lo
contrario, en la conversación inicial hace preguntas generales que le
permitan adquirir un mínimo de conocimiento sobre el tema que se
trata, continuándola después por aquellas temáticas que domine, para
que el entrevistado piense está tratando con otro técnico y le entre la
duda de hasta dónde el especialista quiere conocer o si lo que está
haciendo es comprobar el nivel de veracidad de sus declaraciones.
e ) A LOS MENORES DE EDAD
Los niños por lo general no mienten, pero para realizarle una entrevista no debe emplearse un tono autoritario ni con palabras que no
conozca, por lo tanto debe seguirse el principio de hacerle pensar que
se trata de un juego más y que expresen en su forma lo que vieron o
escucharon. A veces resulta vital para los niños hasta el lugar en que
se le realice la entrevista, pues de hacerlo muy formal le entrará el
miedo de decir la verdad. En la entrevista a los niños el especialista
debe saber definir cuáles son las cuestiones reales y las que son productos de su imaginación infantil, por ello de la forma más natural, sin
dejar de prestarle interés, debe precisar las de interés.
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Como regla general que debe seguir el especialista al entrevistar a
cualquier persona, es el principio del respeto mutuo, no emplear palabras vulgares, mantener por encima de todo la calma, no restarle
importancia a las revelaciones que nos están haciendo, pues puede
ocurrir que esas no sean de nuestro interés pero esté guardando otras
que sí nos serán valiosas. Si fuese necesario entablar el dialogo en su
propio lenguaje—se conoce que cada profesión emplea un número de
palabras que son sinónimos con las que se utilizan normalmente. Inspirarle confianza a la persona que entrevistamos, siempre dentro de los
términos que él valore, lo obliga a responder cabalmente las preguntas que se le hacen.
EXPERIMENTO DE INSTRUCCIÓN
Es la acción que se compone de la ejecución de una serie de medidas especiales, para comprobar las evidencias recogidas, recibir nuevos
indicios, valorar y apreciar las versiones sobre su posibilidad o no de
uno u otros hechos que tienen importancia para la investigación, así
como conocer los factores que contribuyeron a su surgimiento.
Durante la investigación de los hechos vinculados con el incendio,
muchas veces surge la necesidad de realizar los experimentos de instrucción, es decir, las acciones que consisten en la reproducción de las
situaciones y circunstancias que están sujetas al análisis del hecho y
que se quieren comprobar las posibilidades objetivas que existen
de que ocurran. El esclarecimiento de estas cuestiones permite comprobar las declaraciones de los testigos o forma en que se produjo el
hecho.
Para la ejecución de estos experimentos deben se tomase en consideración determinados elementos, como son los siguientes:
a) Darle participación a testigos que puedan atestiguar los resultados
que se obtuvieron.
b) Participación del especialista, a fin de dirigir su ejecución.
c) Prohibir la realización de experimentos que por su naturaleza:
– atenten contra el honor o dignidad de las personas,
– sean peligrosos para la salud,
– existan riesgos de provocar hechos similares al investigador, con
grandes destrucciones o peligro de muerte para los participantes.
d) Se debe elaborar un plan para su realización.
e) Crear las condiciones ambientales similares a las que existían en el
momento del hecho, tener presente que la variación de un
parámetro, como la humedad por ejemplo, puede dar resultados
diferentes.
f) Redactar un acta donde se expongan las condiciones en que se
practica el experimento y los resultados que se obtuvieron.
g) Hacer planos, mediciones, fotografías, etc., que recojan las evidencias del experimento.
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Los tipos de experimentos de instrucción que se pueden realizar
según la Teoría Criminalística son:
1– Percepción de ciertos fenómenos en determinadas condiciones.
2– Comisión de hechos bajo determinadas condiciones.
3– Posibilidad de que concurran distintos elementos de los mecanismos que se investigan.
Según nuestra propia experiencia, se dividen en:
a) Audibilidad.
b) Visibilidad.
c) Posibilidad.
La planificación del experimento de instrucción se realiza bajo los
siguientes principios organizativos indispensables:
a) Determinar el objetivo que se persigue.
b) Hora, día, lugar y condiciones en que se va a realizar.
c) Contenido de los experimentos y orden de realización.
d) Participantes y función de cada uno.
e) Medios técnicos necesarios.
f) Métodos a emplear para fijar procesalmente su ejecución y resultados.
g) En casos de ser compleja su realización, se hará una especie de
guión para su ejecución.
La realización de los experimentos de instrucción, como se ha podido apreciar, tiene determinadas reglas a cumplir, la principal es,
reproducir, con la mayor exactitud posible, las condiciones y lugar en
que surgió el hecho que investigamos. No siempre se obtienen resultados positivos por existir elementos que dependen de situaciones
concretas que son difícil de repetir.
Analicemos el siguiente ejemplo:
Se quiere demostrar la posibilidad del surgimiento de un incendio
por una fuente generadora de calor por incandescencia puesta en contacto con los papeles que se hallan en el interior de un cesto de basura.
Valoremos entonces qué tipo de papel contenía el cesto, cómo estaban (rotos, arrugados o lanzados en todas sus dimensiones); si se
encontraban húmedos o no; ¿qué tiempo llevaban de confeccionados,
y si existía sólo papel u otros elementos?. Esta valoración es con
relación al material combustible. Referente a la fuente de calor, qué
marca de cigarro se lanzó, qué tamaño tenía, cayó sobre qué tipo de
papel, etc.
Como se aprecia los factores a tener en cuenta son múltiples y,
omitir uno de ellos nos conllevará a falsas conclusiones.
Por ello no deben interpretarse, con criterios absolutos, los resultados que se obtuvieron al emitir una valoración partiendo de las
informaciones técnicas y de cómo pudo surgir la combustión. La realización de los experimentos no debe limitarse a una sola ocasión, sino
tratar de repetirlo varias veces para lograr su confiabilidad.
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CAPITULO 4
EL PERITAJE TECNICO DE INCENDIO
En los capítulos anteriores se han explicado cómo se realizan la
inspección e investigación de los hechos de incendios, donde se ha
puesto de manifiesto que para llevarlo a cabo se requiere de conocimientos sobre la materia, además de dominar otras como la física, la
electricidad, etc. que permiten hacer una valoración sobre las cuestiones que pudieron provocar la combustión, elementos estos que tanto
para el Investigador como para el Fiscal o Jueces, al conocer de estos
tipos de casos le surge la duda de cuál fue la causa del siniestro. Sin un
estudio objetivo de las condiciones en que se produjo, el proceso de
obtención de las pruebas sería infinito partiendo de innumerables factores presentes en los hechos de incendio y la responsabilidad no se
podrá determinar.
Analicemos el siguiente ejemplo: En la noche de un domingo surge
un incendio en una oficina recaudadora de impuestos que se destruye
gran parte de la documentación. La primera interrogante será la de un
hecho premeditado con el objetivo de hacer desaparecer documentos
comprometedores, que pueden ser de los propios empleados de la oficina u otra persona ajena. Al solicitar el peritaje técnico lo fundamental
será precisar su causa.
Al realizar el trabajo de búsqueda de síntomas en la determinación
del lugar de inicio este se ubicó a nivel del falso techo de la edificación,
por encontrarse los materiales combustionados de arriba hacia abajo.
En esta zona existía una lámpara fluorescente de 2 tubos de 40 watt,
que estaba ubicada encima de un librero, con documentos hasta unos
30 cm del falso techo. Al inspeccionarse detalladamente la lámpara y
sus elementos del circuito eléctrico, se observó que el compound (aislante interior del transformador) se había derretido, de adentro hacia
afuera, su enrollado se apreciaba totalmente limpio y con huellas de la
sustancia sobre la superficie metálica del cuerpo de la lámpara. Una
nueva pregunta se hizo, podía este material caer sobre los documentos
e inflamarlo. El perito comenzó por valorar qué tipo de transformador
se trataba, comprobando que según sus especificaciones técnicas, su
voltaje nominal era de 110 volts, más – menos 5 volts, lo cual infería
que debía instalarse en circuitos de 105 a 115 volts y no por debajo o
encima de estos valores. Otra incógnita a despejar es qué ocurriría si
lo anterior no se cumplía. Para esto se hicieron a nivel de Laboratorio,
en el banco de pruebas eléctricas diferentes experimentos con varios
transformadores similares, suministrándoles voltajes adecuados según
sus requerimientos o fuera de parámetros. Se apreció como, en los
105
primeros, la temperatura no sobrepasaba los 60º C de trabajo; sin embargo al aplicársele voltajes fuera del rango establecido el incremento
era evidente, llegando hasta los 90º C donde el compound comenzó a
licuarse, transcurrido una hora se produjo su inflamación a una temperatura de 95º C, cayendo sobre los documentos situados a unos 40 cm
de separación, apreciándose que iniciaba la combustión.
De forma experimental se obtuvo las consecuencias que provocaron que el transformador trabajar fuera de los voltajes establecidos
por el fabricante, no obstante quedaba aún por demostrar si esto había
ocurrido en el incendio, lo cual parecía difícil por las destrucciones que
se origina. El perito suministró al Fiscal las conclusiones parciales que
tenía. El especialista hizo un levantamiento eléctrico de las viviendas y
locales aledaños al investigado, obteniendo, por informaciones y mediciones realizadas que el voltaje fluctuaba y que en horas de la noche
se mantenía sobre los 100 volts; por el día entre los 108–112 volts. Al
investigar a qué se debía esta situación, comprobando que la zona
residencial había crecido en el número de viviendas en el último año y
sin embargo el transformador de corriente se mantenía de similar potencia; esto originaba que al conectarse por los usuarios sus equipos
eléctricos e iluminación el voltaje descendiera.
Con estos elementos se completaba la determinación del origen
del incendio en la oficina de recaudación de impuestos. No obstante,
al Fiscal le surge una duda, relacionada con los manejos de fondo por
parte del Jefe de este lugar. A simple vista no existía relación entre el
incendio y la posible malversación, lo que se le comunica al perito y le
solicita determine qué tiempo podía
estar trabajando el transformador de
la lámpara en estas situaciones.
Figura 76: En esta lámpara fluorescente es
evidente que los síntomas de la combustión
son mas intensos en los transformadores.
A partir de los valores de voltaje que se tenían (100 volts) se montó
un nuevo experimento. No obstante existían dos condiciones diferentes, el comportamiento del transformador al recibir la energía eléctrica
de forma continua hasta la combustión, o, durante varias horas y después apagarlo, dejando el día sin emplear a la espera que oscureciera
y nuevamente se conectara. En el primer caso se necesitaron 35 horas de trabajo y en el segundo a los 4 días con un régimen de 15 horas
diarias (60 horas en total). Estas valoraciones se le dieron al investigador, que procedió contra el Jefe de la oficina, quien confesó
posteriormente, que él planificó el incendio, orientando al electricista
106
instalar este tipo de transformador 5
días antes y colocó debajo los documentos. Para realizar esto había
consultado con un Ingeniero Eléctrico, que le dio el modus operandi de
hacer el incendio para que a simple
vista se determinara por un problema
técnico.
Figura 77: Las huellas de combustión en
este transformador de lámpara fluorescente parte desde adentro, lo cual indica
un fallo en alguno de sus elementos.
De este ejemplo se pueden sacar dos experiencias, la primera, la
necesidad que existe por los Órganos de Justicia de solicitar el Peritaje Técnico de Incendio, manteniendo estrecha relación entre ambos y
a su vez haciéndole las preguntas adecuadas, según los elementos que
se posean en conjunto.
La segunda está relacionada con el perito este debe que ser capaz
de descifrar, determinar o analizar hasta el último ¿Porqué? de la causa del incendio que investiga y no conformarse con los resultados
parciales.
La práctica demuestra que el peritaje técnico de incendio se realiza en la inmensa mayoría de los hechos que surgen, su fin fundamental
es la determinación objetiva de los fenómenos o situaciones que se
produjeron. La Ley de Procedimiento Penal de Cuba, en su capítulo
VII «Del Dictamen Pericial» en el artículo 198 expresa:
«Podrá disponerse el dictamen pericial cuando, para conocer o apreciar algún hecho de importancia en la causa, se requieran conocimientos
científicos, artísticos, técnicos o prácticos».
El peritaje técnico de incendio puede ser designado en cualquier
etapa de la investigación, pero si se quieren obtener resultados objetivos y categóricos se debe solicitar inmediatamente después de conocerse
el hecho ya que una de las determinaciones fundamentales del peritaje
es la causa y ello conlleva a la valoración de los síntomas en el lugar
del siniestro, sin que hayan sufrido alteraciones.
ESENCIA DEL PERITAJE TECNICO DE INCENDIO
En Cuba, los peritos que se ocupan de realizar los peritajes técnicos de incendio de forma titular están agrupados en los Laboratorios
de Criminalística, en la especialidad que se denomina AVEXI (Investigación de averías, explosiones e incendios) son los encargados de
aportar las pruebas necesarias en el proceso de investigación de los
incendios. Estos especialistas antes de comenzar a desempeñarse se
forman como Ingenieros o Técnicos Medios en carreras, a fín con la
107
labor que desempeñarán, pasan un curso de un año donde se le imparten los conocimientos especializados. Al culminar esta etapa, y durante
un tiempo trabajan sin firmar sus informes periciales hasta obtener la
experiencia práctica necesaria.
El lector podrá preguntarse qué relación tiene lo anterior con la
esencia del peritaje técnico. Para poder comprenderse este constituye
un tipo especial de prueba, que el Tribunal valora, es por ello tan importante la formación que tiene el personal, en el análisis de los síntomas
de la combustión, las leyes del fuego, los
procesos tecnológicos, etc. que le permiten al investigarlo llegar a
una conclusión objetiva, sin estar prejuiciado por factores con intereses en el caso. De todo lo anterior se desprende, que el peritaje técnico,
posee los elementos de prueba judicial, diferenciándose de otros tipos
de pruebas como las declaraciones de los testigos, víctimas, sospechosos, análisis de pruebas materiales, etc., estas últimas se limitan a
las situaciones que observaron o tienen relación con el evento determinado. El peritaje es un proceso de investigación, donde el perito no
se limitará a ofrecer informaciones sobre la situación conocida, sino
que debe investigar y comprobar, desde el punto de vista técnico, cada
uno de los elementos que surjan y redactar redactar un informe que
contenga todos los resultados.
En resumen, la esencia del peritaje técnico es la siguiente «El perito domina determinados conocimientos especializados, conoce las leyes
y principios generales de la rama correspondiente de la ciencia y la
técnica, utiliza los medios, métodos y metodologías establecidos, analiza las circunstancias concretas del caso, de sus síntomas, huellas y
demás elementos que le permitan llegar a una conclusión objetiva,
para la redacción de un informe que plasme todo el trabajo realizado».
De lo anterior se deduce la diferencia esencial que existe entre el
informe del perito y las declaraciones de los testigos, aunque ambos
pueden referirse al mismo caso. El perito basará sus conocimientos a
los análisis realizados, a las pruebas materiales y en caso de ser necesario puede ser sustituido por otro perito de mayor calificación. Los
testigos sólo declaran lo que observan personalmente y ofrecen una
opinión personal acerca de los hechos que conocen y no pueden en su
valoración ser sustituidos por otras personas.
El perito no está obligado a emitir conclusiones en interés de los
requerimientos del proceso que se sigue o a dar respuestas a las preguntas del Tribunal, debe además fundamentar sus conclusiones, de
forma tal que sean interpretadas y valoradas de forma veraz.
En las conclusiones cuya fundamentación es incompleta, deficiente o no tienen valor demostrativo, los Órganos Judiciales y de Instrucción
108
pueden solicitar un peritaje reiterado que esclarezca técnicamente a
las personas encargadas de impartir justicia.
El informe del perito se basa, fundamentalmente, en las determinaciones técnicas, sin hacer alusión a aquellas que tengan relación con la
motivación del hecho, que serán presentadas por el Instructor o el
Tribunal. Como puede comprenderse, esto se debe a que el perito
participa en la investigación hasta determinar la causa técnica que lo
motivó, después continúa el proceso para conocer al responsable, el
que lo pudo hacer por un desconocimiento técnico, negligencia o premeditado, pero esto se sabrá con el estudio de las particularidades del
caso.
Expondremos el siguiente ejemplo para que se comprenda lo anterior. El perito determinó que la causa del incendio fue por una fuente
generadora de calor con llama abierta, en contacto con los materiales
combustibles que se encontraban en el foco del incendio pero, cuál
fue el motivo de ser lanzada— con intención o no— esto debe ser
determinado por los Organos de Instrucción a través de su proceso
investigativo, la caracterizan los posibles sospechosos y el móvil del
hecho.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA REALIZACIÓN
DEL PERITAJE TÉCNICO DE INCENDIO
La realización del peritaje técnico de incendio tiene sus peculiaridades en relación con los peritajes químicos, trazológicos, biológicos,
etc. Es criterio de algunos estudiosos de esta temática en el Mundo
que, el referido al incendio, no constituye un peritaje sino una investigación técnica, que aplica los principios de la Metodología Criminalística
con la utilización de las normas elaboradas por la táctica, con recursos
y medios de la Técnica Criminalística, basándo en que el perito de
incendio, desarrolla más del 90% de su trabajo en el lugar del suceso,
donde obtiene los síntomas y huellas de la combustión, elementos estos que se diferencian del resto de los tratados por la Técnica
Criminalística pues tiene sus características muy propias y a criterio
de quien las valore, no siendo así en un peritaje trazológico donde se
observan, a través del microscopio, los indicios y se comparan con
otros realizados experimentalmente, pero aunque se le dé combustión
a un elemento de madera, los resultados no podrán cotejarse fielmente
porque ello dependerá de disímiles factores.
El peritaje técnico de incendio se nutre además, de elementos como
las declaraciones de los testigos, experimentos, experiencia y formación profesional sobre el tema que se investiga.
Consideramos que podemos definir el peritaje técnico de incendio,
pues se fundamenta en valoraciones técnicas, hace uso de las Técnicas Criminalísticas para la comprobación de aquellas cuestiones que
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ofrezcan dudas, aunque coincidimos que no pertenece a la Técnica
Criminalística, sino a la Metodología y Táctica de donde se nutre la
mayor parte de sus normas, estando en desacuerdo en considerarlo una
investigación técnica, pues para su realización se necesita de una preparación profesional y seguir las normas que establecen los procesos
judiciales. Esto sin lugar a duda pudiera ser un tema a tratarse en otro
libro, nuestro el interés en citarlo esta referido a que se comprenda el
porqué se deben cumplir cabalmente los principios de su realización, ya
sea peritaje técnico o investigación.
En general consiste en lo siguiente:
1– La investigación pericial y las conclusiones del peritaje tienen que
basarse en los materiales procesados en el hecho a saber: la inspección del lugar del suceso, la entrevista a los testigos, la documentación
técnica, los experimentos, etc.
2– El informe pericial debe confeccionarse sobre la base de pruebas
primarias, que son las obtenidas de fuentes directas por ejemplo,
documentos originales, análisis de pruebas materiales y la experiencia personal del perito sobre la valoración que realizó acerca
de los síntomas de la combustión, el análisis del ambiente y las
versiones de la causa del incendio.
3– El peritaje debe hacerlo el perito personalmente, para observar,
analizar y determinar cada una de las acciones de instrucción relacionadas con la inspección del lugar del incendio, experimentos
o investigaciones necesarias, que le permitan llegar a una conclusión del caso.
4– Los documentos que se confeccionen de los resultados de la investigación pericial deben expresar, en forma clara y precisa, los
problemas planteados y todo el proceso llevado a cabo por el perito. Ello puede posibilitar la comprobación por otros especialistas
de sus acciones.
La observación de estos principios garantiza una mayor objetividad del informe pericial.
OBJETIVOS DEL PERITAJE TÉCNICO DE INCENDIO
Las cuestiones que en general debe resolver este tipo de peritaje
son amplias, en comparación con otros. Esto es comprensible por la
diversidad de hechos de incendios que pueden ocurrir, las condiciones
en que surgen y se desarrollan, el método de extinción que se aplicará
en cada uno en particular y en general que las destrucciones son impredecibles. Podemos agrupar estos objetivos de la forma siguiente:
♦ Determinar las condiciones y características de la combustión.
♦ Determinar los síntomas y las huellas que permitan ubicar el foco
del incendio.
♦ Determinar las causas, condiciones y proceso de inicio del incendio.
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♦ Valoración del tiempo libre de combustión que permita dar la hora
aproximada en que se inició.
♦ Proponer medidas profilácticas que impidan se repita el hecho por
causas o condiciones similares.
Definir adecuadamente los objetivos del peritaje técnico es sumamente importante, pues determina las cuestiones que deben ser
resueltas, establece los límites de competencia del perito y facilita su
selección correcta.
SELECCIÓN Y COMPETENCIA DEL PERITO.
DERECHOS Y DEBERES
La seleccion del perito que realizará la investigación, requiere de
una buena preparación en las cuestiones de la técnica de incendio,
conocimiento de las temáticas objeto de peritaje y fundamentalmente
su experiencia práctica en el trabajo pericial.
En los artículos del 199 al 213 del capítulo VII «Del Dictamen
Pericial» de la Ley de Procedimiento Penal se plantea entre otras
cuestiones lo siguiente:
«Adscriptos a los Tribunales existirán peritos en aquellas materias que determine el Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo
Popular...»
«Los peritos pueden ser o no titulares. Son titulares los que poseen capacitación académica reconocida oficialmente en una ciencia,
arte o profesión, cuyo ejercicio esté regulado legalmente».
«En todo caso, se hará saber a los peritos, clara y determinantemente,
el objetivo de su dictamen...»
«El dictamen pericial se rendirá por escrito...»
Como se expuso anteriormente en nuestro país los peritos encargados de realizar el peritaje técnico de incendio son titulares dirigidos
por el Laboratorio Central de Criminalística y sus dependencias provinciales, ello ha posibilitado, que en los 37 años de trabajo práctico en
estas misiones, se posea un caudal considerable de experiencia, además del nivel técnico y profesional de este personal.
En la labor de investigación de los incendios, es indudable que los
Instructores o Fiscales, que llegan a tener una buena experiencia en el
actuar de los hechos, son de gran ayuda para el perito, en primer
término por las preguntas que realizan, además de las interrogantes
que plantean sobre las determinaciones que hace al especialista fundamentar con mayor precisión y detalle sus valoraciones y por último
el apoyo que le brindan en aquellos elementos que surjan durante el
proceso de interrogatorio a los testigos o sospechosos, así como en la
investigación sobre el desarrollo de los hechos. De lo anterior se deduce que el trabajo conjunto entre los peritos, instructores y fiscales es
fundamental en el éxito para la determinación de la causa del incendio.
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Esto no obstaculiza la delimitación de las funciones y misiones de cada
uno, sino que tiende a concentrar los esfuerzos en su objetivo común,
además del intercambio de experiencia que existe entre el perito con
dominio amplio de su trabajo, y el instructor con poca participación en
estos casos o viceversa, argumentándose cuestiones complementarias que no están en el contenido del peritaje, por los trabajos realizados
anteriormente y su formación, puede darle de forma verbal esos conocimientos para su comprobación posterior.
La designación de peritos para la realización de un peritaje técnico
en ocasiones se ha decidido emplear a personas no titulares, con conocimientos especializados, como electricidad, química, física, etc., que
son buenos profesionales, pero que no tienen la formación sobre cómo
se debe hacer el estudio y análisis de estos casos, por lo que su valoración se limitará al aspecto técnico de su rama y dentro de ella tratará
de buscar la causa sin tener en cuenta los factores objetivos y subjetivos que le rodean, como tampoco los síntomas de la combustión y el
estudio de cada una de las versiones que se plantean, las conclusiones
que se emitirán, por supuesto serán erróneas y pueden conducir a una
acusación injusta ante el tribunal. Tales hechos, contradicen los requisitos del Código Penal y son intolerables.
Lo correcto a llevar a cabo para una investigación con rigor profesional es emplear a ese Ingeniero, Físico o Químico que tiene un amplio
dominio de su materia como un asesor del perito, para evacuar las
dudas que surjan sobre la versión vinculada a su perfil.
Todo lo anterior se comprenderá mejor en el siguiente caso, el que
fue trabajado inicialmente por dos Ingenieros Eléctricos. Se trataba de
un incendio en un equipo procesador de pastas alimenticias (fideos) el
que se destruyó completamente. Al iniciar la investigación el Instructor sin mucha experiencia, designa a dos Ingenieros eléctricos para
realizar el peritaje, a partir de la versión de un cortocircuito en sus
líneas. Estas personas se limitaron a buscar las huellas de este fenómeno eléctrico y encontraron dos conductores con la característica
«bolita» que se forma en estos casos, no interpretaron el porqué los
fusibles de protección no se fundieron y por ende existía parte del
conductor, que llegaba hasta el catao, aún conservaba su forro aislante. Con estos elementos lo que debía ser analizado es que en realidad
pudo provocarse el cortocircuito y abrirse el circuito sin que se fundieron los fusibles o combustionara el forro aislante de los conductores,
pero en el punto que este se formó tenían que existir los materiales
combustibles capaces de iniciar la combustión con una fuente de calor
como la generada por el arco eléctrico, que tiene las características de
una elevada temperatura y actúa en un corto tiempo, cuestión que no
se tuvo en consideración. Al analizarse el caso por el grupo de instructores con mayor experiencia estas dudas surgieron y solicitaron
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que un perito intentara reanalizar el caso, algo difícil pues habían transcurrido 2 días del incendio, no obstante el lugar no fue grandemente
alterado y posibilitó realizar la inspección adecuada.
Figura 78: Los síntomas que se aprecian
en el conductor metálico definen que la
combustión es desde el interior de este
equipo.
El especialista comenzó su trabajo por el análisis de los síntomas
de la combustión y esto le permitió determinar el foco del incendio,
que se ubicó en la parte inferior del equipo, debajo de donde se preparaba la masa para hacer el fideo, se comprobó que por esta zona no
pasaba ningún conductor eléctrico. Además se precisó que en el lugar
donde se encontró la supuesta huella de cortocircuito, el material que
lo rodeaba era la estructura metálica del equipo, por lo cual se podía
descartar éste como causa del incendio. A partir de su explicación al
seguirse las vías de propagación de la combustión, indicaron cómo lo
atacó, al encontrarse energizada provoca el cortocircuito y abre la línea,
además el forro aislante se apreciaba afectado de afuera hacia adentro,
o sea, por calor exterior y que al realizar el estudio de la «bolita» al
microscopio, se demostró la existencia de carbono, ello sin lugar a duda
indicaba este síntoma como consecuencia y no causa del incendio.
Entonces debía determinarse cuál fue la causa que provocó el siniestro. Para ello el perito orientó al instructor buscar los datos sobre
el tipo de sustancia que se empleaba en esta producción, el último
mantenimiento y limpieza que se había realizado al equipo, precisó con
los testigos qué síntomas anteriores al hecho o en el momento de su
surgimiento observaron, así cómo qué se realizó en días recientes fuera
de lo establecido.
Lo anterior estaba determinado porque el perito había apreciado
en el foco del incendio, síntomas de una autocombustión, por la forma
en que se hallaba quemada la masa existente en el lugar, o sea, desde
su centro hacia afuera. El instructor en unión con el especialista determinó esas cuestiones y se precisó que la sustancia era harina de trigo,
que estaba establecido la limpieza diaria, pero por problemas con la
bomba de agua, desde hacía 4 días no se efectuaba. Los trabajadores
dos días antes sintieron olor a quemado, buscaron y no encontraron
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donde procedía, así como que el incendio se detectó con mucho humo
y al abrir las escotillas surgieron las llamas. Con estos elementos más
lo que ya tenía el perito, se determinó que la causa había sido una
autocombustión del tipo biológica de la harina de trigo, que al acumularse y encontrarse húmeda además del calor normal del proceso
productivo, posibilitó las condiciones para el surgimiento del incendio.
Este ejemplo nos demuestra cómo debe ser la interrelación entre el
perito y el instructor y la participación del personal no especializado en
el peritaje técnico de incendio.
DESIGNACIÓN DEL PERITAJE TÉCNICO DE
INCENDIO
La ley no establece en qué caso específico será necesario hacer la
designación del peritaje técnico de incendio; esto será una determinación de las personas que llevan a cabo la investigación o el Tribunal, a
partir de las circunstancias específicas del hecho. De hacerse será en
el menor tiempo posible después de ocurrido, debido a que el lugar del
suceso y por consiguiente las pruebas materiales pueden sufrir alteraciones.
En la designación del peritaje se deben plantear las preguntas a
resolver y las dudas que necesitan ser aclaradas. Debe tenerse presente que la causa del incendio es lo más importante, pero no la única
cuestión que debe ser resuelta, por lo que deben hacerse las preguntas
de forma tal que le permitan obtener los elementos necesarios para el
proceso de investigación.
Las tareas fundamentales que tendrá el peritaje técnico de incendio al ser designado serán:
⇒ Determinar el foco del incendio.
⇒ Darle explicación a los procesos de la combustión que se desarrollaron.
⇒ Determinar las causas y condiciones que la propiciaron.
⇒ Determinar mediante experimentos y otras acciones de instrucción las posibilidades y tiempo de combustión aproximado, de
determinados elementos en condiciones específicas.
⇒ Proponer medidas y soluciones que impidan que la situación se
repita.
Estas son las fundamentales pero no las únicas, en el desarrollo de
la investigación pueden surgir otras, las que se le solicitará al perito
sean evacuadas, siempre que estén dentro de su competencia.
Una situación que debe estar bien definida es que el perito técnico
de incendio, no tiene dentro de su competencia el determinar el carácter del hecho, ni la responsabilidad individual, ambas cuestiones son
funciones del instructor o el fiscal. El perito debe pronunciarse en
cuanto a las causas y condiciones del desarrollo del incendio.
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ELEMENTOS NECESARIOS PARA LA REALIZACIÓN
DEL PERITAJE TÉCNICO DE INCENDIO
Para que el perito lleve a vía de hecho su trabajo, en la determinación de la causa del incendio, será necesario lo siguiente:
1– Realizar la designación del peritaje con prontitud, para que el especialista se persone en el lugar lo antes posible.
2– Garantizar la preservación del lugar del incendio hasta la llegada
del perito, así como durante el desarrollo de la inspección, ya que
un lugar alterado puede conducir a conclusiones erróneas.
3– La investigación técnica pericial tiene que ser dirigida por el perito.
4– El perito recibirá toda la información que se tenga sobre el caso y
las que surjan durante el transcurso de la investigación, principalmente la relacionada con el origen y posible causa de su surgimiento.
5– Posibilitar que el perito entreviste a los testigos, con los datos necesarios sobre los elementos investigados, para precisar las
características de la combustión, extinción y otras cuestiones de
interés para su determinación técnica.
6– Tener acceso a la documentación necesaria para el esclarecimiento del hecho, tales como: datos técnicos, plano, esquemas,
proceso tecnológico, existencia de materiales, etc.
7– Tener acceso al expediente de prevención del objetivo que lleva el
cuerpo de bombero y los datos necesarios sobre la extinción que
realizaron.
8– Realizar la revisión de fotografías, películas u otros elementos tomados durante el desarrollo del incendio, por los periodistas o
cualquier otra persona.
9– El instructor o fiscal debe formular concreta y claramente las cuestiones que sean de interés determinar.
10–El perito debe realizar personalmente todas las investigaciones
indispensables para el peritaje técnico.
La carencia de los datos y cuestiones anteriormente planteados
son indispensables para la realización del peritaje, su no observancia
conllevará a la cancelación o anulación del caso por parte del perito y
si se llegaran a ejecutar sus conclusiones por lo general no serían
categóricas, porque estarían condicionadas a cuestiones que existieron pero se desconocen por el especialista al no informarse. Situación
similar se presenta cuando está alterado el lugar y las valoraciones
técnicas se hacen a partir de la forma en que se encontró el objeto de
nuestro trabajo. Un elemento vital en esta designación es que el perito
inspeccione y realice las acciones necesarias en la investigación, principalmente a fin de poder sacar sus propias determinaciones.
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EL DICTAMEN PERICIAL
De acuerdo con la Ley de Procedimiento Penal en su artículo 210
se plantea:
«El dictamen pericial se rendirá por escrito y comprenderá:
1– Descripción, en su caso, de la persona o cosa que sea objeto del
mismo y del estado o modo en que se halle.
2– Relación detallada de todas las operaciones practicadas por los
peritos y de su resultado.
3– Las conclusiones que en vista de tales datos formulen los peritos,
conforme a los principios y reglas de su ciencia, arte o técnica».
Teniendo en cuenta estas circunstancias, el perito debe cumplir
con el principio de que su contenido sea comprensible para todos los
participantes del proceso, esté fundamentada y argumentada cada una
de sus determinaciones, posea la mayor minuciosidad posible, se redacte de forma tal que sea de lo general a lo particular y que estén
recogidas todas las acciones que hizo en el lugar del suceso, en el
Laboratorio, el estudio de materiales que dieron criterios sobre la investigación que se realizaba; ilustrándose con fotografías, planos,
croquis o esquemas y en caso necesario con tablas resúmenes que
permitan convincentemente comprender lo planteado. Su redacción
debe ser en forma fluida y respetando las reglas ortográficas de nuestro idioma. Si se analiza en su conjunto pudiera parecer muy complicado
pero lo principal es redactar de un modo lógico las acciones y determinaciones que se hicieron.
El dictamen pericial se valora como satisfactorio a partir del cumplimiento de lo siguiente:
1– Si respondió o no las cuestiones planteadas.
2– Si las respuestas fueron suficientes y concretas.
3– Si fueron investigados en forma suficiente los materiales presentados.
4– Si no existen contradicciones entre las conclusiones y las investigaciones realizadas.
5– Si el dictamen pericial fue lo suficientemente fundamentado y si se
aprovecharon todas las posibilidades que le brindan los conocimientos que posee.
6– Si se corresponden sus conclusiones con los materiales del caso.
La práctica pericial permite que los peritos emitan las conclusiones
de su dictamen pericial en dos formas:
a) Categóricas (que pueden ser positiva)
b) No categóricas (probables positivas y probables negativas)
La primera es cuando se define una sola causa del hecho, sobre la
base del descarte de las otras versiones, por lo cual es categórica
positiva la respuesta. Si el lugar se encuentra alterado o no tiene los
116
elementos suficientes para dar conclusión alguna, entonces es categórica negativa. Los dictámenes no categóricos se emiten cuando
después de hacer el análisis de las versiones planteadas y sobre la
base de los elementos que se poseen no pueden descartarse y dejar
solo una, sino dos o más, por lo que deben darse las probabilidades y
definir en qué porcentaje será una con relación a las otras, en nuestro
caso será caracterizado como probables positivas.
La estructura que tiene nuestro dictamen pericial, se conforma a
partir de la práctica de su realización en las condiciones de Cuba, por
lo que contempla los siguientes aspectos:
I– INTRODUCCIÓN
a) Organismo que realizó la designación del peritaje.
b) Dirección del lugar del hecho.
c) Organismo, Empresa o Institución a que pertenece el objetivo
afectado.
d) Cuestiones a determinar con el peritaje.
e) Fecha y hora en que ocurrió el hecho.
II– DESCRIPCIÓN
a) Día y hora de la inspección.
b) Condiciones bajo las cuales se realiza la inspección.
c) Características y dimensiones constructivas del local u objeto
que se investiga.
d) Ubicación de los objetos y materiales antes del incendio (puede
anexarse un croquis o plano al informe que muestre estos
elementos).
e) Descripción del proceso tecnológico o el funcionamiento del
equipo que se investiga (este aspecto se analiza de acuerdo a
las condiciones concretas del caso de que se trate).
f) Valoración de los síntomas generales de la propagación, que
permita delimitar un área o zona (sin importar sus dimensiones,
las que dependerán del hecho en concreto) donde es evidente
fueron afectadas como resultado de la propagación del incendio.
g) Descripción de los síntomas de la combustión que ubiquen la
zona desde donde parten las vías de propagación.
h) Análisis detallado de los síntomas en el foco del incendio que se
determinaron durante el escombreo visual.
i) Descripción de los indicios ocupados, donde se indique el lugar,fin
con que se ocupó y su destino.
III– ANTECEDENTES
a) Breve narración de forma analógica de las entrevistas realizadas
a los testigos, donde se precise:
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– Situación o características del lugar antes de ocurrir el incendio.
– Momento y forma en que se detectó.
– Color de la llama y el humo, así como el olor.
– Acciones realizadas para extinguirlo en los momentos iniciales.
b) Particularidades de las labores de extinción del incendio (sí las
condiciones del caso lo requieren)
c) Otros elementos que aporten indicios sobre la causa, condiciones
de desarrollo, etc.
IV– ACCIONES POSTERIORES A LA INSPECCIÓN
a) Resultado de los análisis de las pruebas materiales.
b) Consultas realizadas sobre el objeto de la investigación.
c) Experimentos de instrucción.
d) Reconstrucciones.
V– ANÁLISIS DE LAS VERSIONES
a) Exponer la relación de todas las versiones planteadas (comenzando
por la menos probable).
b) Análisis de cada una de las versiones que se plantearon (sí se
determina que es categórica positiva , esa versión no se valora,
se pasa para las conclusiones; si es probable positiva deben
analizarse todas).
En este punto es conveniente situar algunos resultados de los análisis de las pruebas materiales, que permitan hacer una mayor
fundamentación de esa versión, ya sea positiva, negativa o probable.
VI– CONCLUSIONES
Primera: Se sitúa el lugar del incendio, el día y la hora en que
ocurrió y las destrucciones que ocasionó.
Segunda: Se definen concretamente los síntomas de la propagación, la ubicación del lugar de inicio y qué favoreció a su desarrollo.
Tercera: Se plantea la causa del incendio, basándose en la ubicación del lugar de inicio, el ambiente que lo antecedió y la exclusión de
las versiones, exponiéndose claramente por qué se llegó a esa causa.
Cuarta: Fundamentación de las medidas profilácticas para evitar
que se repita el hecho (en el caso que se requiera de este aspecto).
De existir algún resultado de los análisis de las pruebas materiales
se situará en las conclusiones, de forma tal que siga el orden lógico del
peritaje técnico.
Esta estructura puede sufrir modificaciones y adaptarse a las condiciones concretas que tenga el caso que se investiga, pero en más del
80% de los peritajes técnicos de incendio se aplica; lo principal, si se
valora en su conjunto este dictamen pericial, permite hacerlo más comprensible para la persona que no tuvo la oportunidad de participar
directamente en su análisis en el lugar del suceso.
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TIPOS DE PERITAJES TÉCNICOS
En el caso de los peritajes técnicos pueden ser:
1– Por la valoración de sus resultados, que se dividen en:
a) Primarios.
b) Complementarios.
c) Reiterados.
2– Por la participación de especialistas; que pueden ser:
a) Individual.
b) Comisión.
c) Complejos.
Enmarcados en el grupo uno, primario, es aquel peritaje que se
realiza al conocerse el hecho y del cual se emite un dictamen pericial.
Si las conclusiones de este son confusas o incompletas, así como, durante el proceso surgieron elementos nuevos que modifiquen las
determinaciones expuestas en el peritaje primario entonces se realiza
la designación del complementario. En este documento se deben plantear las razones y argumentos para su ejecución y señalar las preguntas
complementarias que han surgido. Puede realizarse por el propio perito que hizo el primario.
Los peritajes reiterados se designan cuando la investigación del
perito que realizó el primario, no está clara, ofrece dudas por que no
están fundamentadas con objetividad o se conoce por la declaración
del autor y estos difieren de la causa que se dio. En este caso se
seleccionan e investigan las mismas cuestiones que el primario, pero
tienen que hacerlos otros peritos con calificación profesional superior.
En nuestro país este tipo de peritaje se hace solo en el Órgano Central
de Criminalística. Debiéndose utilizar en este análisis los materiales
originales y hacer los estudios complementarios que sean necesarios.
Referido al segundo grupo, o sea, por la participación de especialistas, se define individual cuando se llega a las conclusiones por el
trabajo del perito de incendio.
Si son necesarios otros especialistas como trazólogos, químicos,
físicos, pero que pertenecen a la rama de la Criminalística, se les solicitan determinados análisis para poder llegar a la causa del incendio.
Este se denomina peritajes de comisión.
Peritajes complejos son los que se realizan con la participación de
especialistas de otras instituciones científicas o técnicas y que en conjunto, con el perito técnico de incendio, valoran determinados aspectos
de la investigación, relativos fundamentalmente, a la causa y su forma
de producirse. Dentro de estos últimos se citan, los peritajes médico
legal que aportan elementos para la causa de la muerte de la persona,
que será tomada por el peritaje técnico de incendio.
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CAPITULO 5
EL INCENDIO Y ALGUNAS DE SUS FORMAS DE
CLASIFICACIÓN
La clasificación de los incendios es sumamente variada y dependerá en primer término del fin que se persiga, ya sea para la extinción,
investigación o prevención, así como de la formación y criterios que
tenga el especialista. Aunque tienen un mismo significado se le denomina de diferentes formas, siendo esta última la cuestión fundamental
que el autor persigue, en el análisis de este capítulo, al establecer, de
acuerdo a las características de Cuba, a la formación que como especialista recibió y la experiencia acumulada durante 37 años de
investigación de las causas del incendio, definir una clasificación, a fin
de que resulte más útil en el trabajo de los Órganos de Instrucción o
Fiscalía.
POR EL DESARROLLO DEL INCENDIO
Esta clasificación se emplea principalmente por los cuerpos de bomberos para conocer las características y dimensiones del incendio que
deberán extinguir. El perito técnico debe dominarla a fin de emplearla
durante su trabajo de investigación.
Esta clasificación puede ser:
Por su observación visual, que se dividen en:
Exteriores (se desarrollan en áreas abiertas)
Interiores (en lugares abiertos u ocultos)
Según los objetivos en combustión, se dividen en:
Edificios (sótanos, pisos o barbacoas)
Industriales (referido a la industria)
Almacenes (estos pueden ser de materiales combustibles, líquidos,
etc.)
Áreas boscosas, cañeras o de pastizales.
Según la cantidad de objetivos en combustión, pueden ser:
Independientes (se refiere a sí es parcial el área afectada)
Completos.
Por su desarrollo y vías de propagación.
Esta es para los peritos una de las clasificaciones que más
les interesa, pues indicará las dimensiones y posibles vías de
propagación, así como el tiempo de extinción.
En Cuba se clasifican como:
Q–101– (principio de incendio)
Q–102– (de medianas proporciones sin vías de propagación)
Q–103– (de medianas proporciones con vías de propagación)
120
Q–104– (de grandes proporciones sin vías de propagación)
Q–105– (de grandes proporciones con vías de propagación)
Al conocerse que el incendio está clasificado como Q–104 o Q–
105, se sabe que las destrucciones serán considerables y un gran
número de fuerzas participarán en la extinción, por lo que resultará
más difícil poder precisar los detalles sobre sus acciones. El trabajo de
inspección requerirá un mayor tiempo y complejidad, debido a que,
durante la propia extinción y la propagación de la combustión, se producirán alteraciones que será necesario determinar posteriormente,
por ello, en estos casos el perito debe personarse durante las labores
de extinción y precisar elementos que son fundamentales en su investigación.
POR SU SURGIMIENTO O CAUSA
Es la que se emplea tanto por Peritos, como por Instructores y
Fiscales. Los primeros valoran las causas del surgimiento y los otros
además de lo anterior, su motivación.
Por su motivación existen diferentes formas de clasificar la causa
de un incendio:
Naturales (son los que se producen por la acción de la naturaleza
o atmósfera, dentro de ellos se encuentran las descargas atmosféricas, rayo, radiación de los rayos enfocados del sol, entre otros).
Accidentales (los que se originan por una inacción del hombre, que
no tuvo como intención provocar la combustión).
Violación de las normas técnicas (se refieren a los que se producen
al violarse determinados parámetros del proceso tecnológico o régimen de trabajo de un equipo).
Negligencia (tiene poca diferencia con el anterior, valorándose en
esta, sí poseía o no los conocimientos para poder evitar el surgimiento
de la combustión).
Premeditado o intencional (son provocados por una acción premeditada, que pueden tener diferentes móviles, de acuerdo con el caso
específico que se investigue)
Por la fuente de energía que se origina la combustión, estos se
clasifican en:
1.– Fuentes generadoras de calor propio.
Este es un término que denominaremos empíricamente. En este
grupo de fuentes de calor, agruparemos aquellas que pueden iniciar la
combustión, según la energía que se desarrolla en su proceso. Algunos especialistas las enmarcan dentro de las de origen químico, pero
aunque tienen este principio, es solo para su iniciación.
Entre estas fuentes se encuentran:
a) Generadoras de calor por incandescencia.
b) Generadoras de calor por llama abierta.
121
c) Generadoras de calor por contacto.
d) Generadoras de calor por radiación.
2.– Por la energía calorífica de las reacciones químicas.
Se refieren a las reacciones de oxidación que producen calor y son
fuentes de energía primarias, valorándose que el calor de combustión
de una sustancia es la cantidad de calor liberada durante la combustión completa. Esta dependerá de los tipos y números de átomos en la
molécula, así como a su ordenamiento. Por lo general estas combustiones se producen incompletas o parciales, dependiendo del oxígeno
consumido.
Todas las sustancias orgánicas capaces de combinarse con el oxígeno se oxidan a una temperatura crítica con desprendimiento de calor,
pero si esto se produce lentamente es transferido al medio ambiente y
no incrementa su masa, si ocurre lo contrario, entonces las reacciones
de oxidación generan calor más rápidamente, lo cual no puede disiparlo totalmente, dando como resultado a una combustión espontánea o
autocombustión.
De lo anterior se deduce que el surgimiento de la combustión por
esta forma de energía estará relacionado con las reacciones químicas
que se produzcan y fundamentalmente que tengan un proceso
exotérmico.
Dentro de este grupo se encuentran:
- Autocombustión.
- Autoinflamación.
3.–Calor generado por la energía mecánica.
Este tipo de fuente se produce fundamentalmente por el calor generado por la fricción. Al rozar dos superficies se genera temperatura,
que dependiendo de la magnitud, tiempo que permanezca y tipo de
material, llega al punto de inflamación de la propia sustancia o la que le
rodea. En este tipo de fuente de calor se valoran aquellas que surjan
partiendo del principio del roce y, las que originen por su impacto,
partículas que inflamen gases que estén en el ambiente.
Por ello algunas de las principales formas son:
- Calor por fricción.
- Impacto.
- Compresión.
4.– Energía calorífica generada por la electricidad.
El calor que se origina en los conductores y equipos eléctricos son
por lo general la causa de un incendio. Esta es una versión que en más
del 80% de los hechos se plantea, aunque en la práctica para originarse la combustión se necesitan otros factores indispensables.
Dentro de los fenómenos que originan este tipo de energía calorífica
se encuentran:
- Cortocircuitos.
122
- Sobrecargas.
- Resistencias transitorias.
- Electricidad estática.
- Descargas eléctricas (rayos).
Esta última a partir del surgimiento o causa será motivo de análisis
más detallado en los próximos capítulos, el objetivo fundamental que
nos trazamos al tratarla es que el lector pueda tener una idea general,
de cómo pueden ser y cuál es la esencia fundamental de su surgimiento.
Analicemos el siguiente ejemplo:
Se determina, que el incendio fue motivado por un fenómeno eléctrico, es necesario precisar de qué se trata. Se valoró un cortocircuito
entre dos conductores, ¿pero qué facilitó esta acción?. Al continuar su
investigación se apreciaron huellas de roce y empalmes inadecuados,
que posibilitaron su unión; ¿en el lugar era factible con esta fuente de
calor iniciar la combustión o no?,. De esta forma se deben aclarar
cada una de las interrogantes que surjan, llegar hasta el último por qué,
que defina clara y objetivamente cuál fue la causa real del hecho que
se investiga.
POR LAS PARTICULARIDADES DEL OBJETIVO O
EQUIPO DONDE SE PRODUCEN
En esta clasificación nos referimos, a partir de nuestra experiencia
a aquellas causas que son más comunes de acuerdo al lugar en que se
producen:
1.– Incendios en vehículos automotores:
El vehículo estacionado.
El vehículo circulando.
2.– Incendios en viviendas:
Inflamaciones de cocinas.
Problemas eléctricos.
Fumar.
Menores jugando con fuego.
Velas al iluminarse.
Quema de desperdicios (basura).
Premeditados.
3.– Incendios por acondicionadores de aire doméstico.
4.– Incendios en cocinas (fogones).
5.– Incendios en objetivos sociales y económicos.
6.– Incendios premeditados o intencionales:
Móviles.
Métodos para su realización.
7.– Incendios por cigarrillos.
123
CAPITULO 6
INCENDIOS PROVOCADOS POR FUENTES
GENERADORAS DE CALOR PROPIO
Las causas principales que pueden provocar este tipo de energía
calorífica, se dividirán en cuatro donde, valoremos las condiciones,
síntomas y características que tendrán cada una de ellas.
1.– Fuentes generadoras de calor por incandescencia.
Este tipo de fuente dependerá principalmente de la energía calorífica
que pueda aporta al medio combustible para iniciar la combustión.
Analizaremos las principales:
a) Colillas de cigarros.
Se encuentran dentro de las fuentes de poca capacidad calorífica.
Para que puedan ser la causa directa del incendio estará en dependencia de las condiciones del lugar donde se encuentran la humedad,
temperatura y ventilación, así como las características de los materiales combustibles sobre los cuales se pongan en contacto.
En el análisis de este tipo de fuente como causa del incendio, se
tendrá en cuenta:
Si los materiales que se encontraban en el foco del incendio
serán capaces de inflamarse con una fuente de calor de este tipo, para
lo cual debe valorarse su estructura, combustibilidad y punto de inflamación.
Tiempo que media entre el posible momento en que se puso en
contacto y su detección.
Las condiciones ambientales que existían en el lugar.
Apreciación de síntomas complementarios de la combustión por
parte de los testigos como el olor o el humo.
Si la fase de combustión es por incandescencia esta va acompañada de mucho humo y por tanto de hollín, el que se depositará
sobre los objetos o paredes. El nivel que alcance esta etapa nos permitirá valorar el tiempo transcurrido desde su inicio, dependiendo de las
condiciones del local o vehículo donde se produzca. De estar cerrado
este síntoma será más evidente.
Los materiales sobre los cuales se desarrolla un proceso de
combustión en fase de incandescencia, tendrán las características de
una carbonización profunda y enmarcada dentro de un área.
Para lograr la combustión, mediante esta fuente de calor, influyen
muchos factores, que tratar de enumerarlos sería imposible, no obstante nos referiremos a algunos datos que a través de nuestra experiencia
124
personal o la bibliografía consultada servirán al especialista para valorar
si es causa o no del incendio que se investiga.
Citaremos algunos ejemplos:
La madera mientras más años de cortada tenga, menor será su
punto de inflamación, pues va perdiendo la resina que la constituye,
por ende, el inicio del incendio, en una madera, muy vieja necesitará
de una fuente de menor capacidad calorífica que otra que no posea
estas características.
El papel dependerá del grosor que pueda tener y la forma en que
se encuentre.
En las telas el factor principal es el tipo de material fibroso del que
estén confeccionadas, ya que las de algodón tendrán posibilidades
objetivas para su desarrollo por la textura que tienen, no así las de
poliéster que al ponerse en contacto con este tipo de fuente de calor,
tiende a derretirse el material y por lo general es difícil su propagación.
Para inflamar las virutas de madera (aserrín), será necesario la suficiente afluencia de aire, la posición en que cayó la colilla y la humedad
del material, si estos factores se cumplen la combustión surge entre los
75 y 190 minutos, a una temperatura entre 360ºC y 500ºC.
En los papeles y partiendo de las condiciones que expusimos anteriormente se puede lograr la inflamación entre 12 y 50 minutos en
dependencia de la densidad de los residuos y el movimiento del aire.
La temperatura al surgir la llama estará entre los 290 a 350ºC.
En las telas de orígenes animal y vegetal, ocurrirá la combustión en
un período de 30 a 60 minutos. En este caso la temperatura para el
surgimiento de la llama estará entre los 520ºC a 600ºC, en este proceso influye el estado de agregación de
la tela y la afluencia de aire fresco al
foco de combustión. La temperatura en
el caso de las telas de algodón y lienzo
es de 350ºC a 420ºC y el tiempo oscila
entre 80 a 90 minutos.
Figura 79: La combustión se desarrolló sobre esta
colchoneta, al estar en presencia de una fuente generadora de calor por incandescencia (colilla de cigarros).
En la experiencia práctica de los cigarrillos que se producen en Cuba
y algunos de exportación, se destaca lo siguiente:
125
• Los de producción nacional tienen un tiempo total máximo de combustión de 20 minutos, sin que influya en ello ningún otro factor que
las condiciones ambientales, alcanzando una temperatura entre 315ºC
y 350ºC y una posterior de 240 a 250ºC.
• Los de exportación poseen un tiempo máximo de 18 minutos y alcanzando temperaturas de 315 a 350ºC y una posterior de 230 a 260ºC.
• Los cigarros de producción extranjera se consumen en 14 minutos
con una temperatura inicial entre 310 a 355ºC y una posterior de 210
a 260ºC.
Los elementos anteriores deben servir de guía para el análisis de la
colilla de cigarro como fuente de calor, pues si el tiempo que se dispone es menor que lo necesario para iniciar la combustión, podemos
descartar la versión, aunque haya existido su presencia, por lo cual es
importante valorar objetivamente las condiciones en que surgió y se
desarrolló el incendio.
Al realizar el análisis de esta versión, se deberá de precisar con los
testigos presenciales o de referencia lo siguiente:
Tipo de material que se encontraba en el foco del incendio, tiempo
que llevaba, condiciones climatológicas a los que podía estar expuesto.
Tiempo que transcurrió desde que la última persona abandonó el
lugar hasta que fue detectado el incendio.
Si las personas que trabajan, visitan o estuvieron en el lugar tienen
el hábito de fumar y qué relación tenían con el foco del incendio.
En qué condiciones fue detectado el incendio, con mucho humo,
destruido el lugar donde se inició, etc.
Valoremos los siguientes casos que fueron provocados por colilla
de cigarro y analicen qué peculiaridades existieron.
En horas del mediodía cuando se realizaba la descarga de neumáticos de las bodegas de un barco hacia el muelle, se detecta un incendio
en la carga que se encontraba depositada en tierra. Por las características combustibles que tienen los neumáticos al estar en presencia de
llamas abiertas se propagó rápidamente a todo el material, contribuyendo a ello la fuerte brisa que reinaba. Se determinó el foco del
incendio en un área donde estaban los neumáticos para tractores, ubicados a unos 10 metros de la escala principal del barco. Se precisaron
las características de estos neumáticos, conociendo que venían con
sus cámaras infladas, recubiertos por una capa de nylon y encima
un papel tipo kraft de doble espesor unido, ambas capas, a través de un
pegamento, las condiciones climatológicas eran de un fuerte sol con
temperatura sobre los 35ºC, al exterior con fuerte brisa. Se pudo conocer además que la primera persona que observó el incendio, lo
identifica por una leve columna de humo gris, el cual rápidamente se
tornó en uno más denso de color negro, escuchándose pequeñas detonaciones que iban precedidas del incremento de la combustión.
126
Con los elementos anteriores se formuló la versión de que una
colilla de cigarro se pusiera en contacto con el revestimiento de los
neumáticos. A primera vista no parecía esto factible, no obstante se
tomaron varios neumáticos similares y se le dejó caer este tipo de
fuente, pasado unos 20 minutos se apreció el humo gris, la combustión
avanzó por el papel y el nylon que al llegar a la cámara empezó a
quemarlo hasta que logró su perforación, saliendo el aire que contenía
lo que avivó intensamente el incendio, propagándose al resto de la
camada, repitiéndose el proceso anterior, lo cual demostraba que podía ser el medio iniciador de la combustión. Posteriormente durante el
proceso de entrevista se determinó que uno de los tripulantes después
de terminar de almorzar fue a su camarote, el que tenía la escotilla
abierta y daba hacia la banda donde se descargaba la mercancía, el
mismo tenía por hábito fumarse un cigarro a esa hora y había sido
requerido en ocasiones anteriores por lanzarlo a través de la escotilla.
El tiempo de su posible lanzamiento con el inicio, estaba dentro de los
parámetros obtenidos en el experimento de instrucción. Se buscó en el
Instituto de Meteorología la dirección del viento y su velocidad a la
hora del incendio y se esperó varios días a que fueran similares, lanzando desde el camarote de este marino, una colilla de cigarro la cual
cayó en el área donde se determinó el foco del incendio. Con este
análisis quedó plenamente demostrada esta versión, que contribuyó
para que pudiera iniciar la combustión, la presencia del papel con el
pegamento entre sus caras y el encontrarse con aire las cámaras,
posibilitó el enriquecimiento de oxígeno del área que estaba en fase de
incandescencia.
Otro caso relacionado con esta misma fuente de calor se investigó en un vagón de ferrocarril que fue cargado de colchonetas de
algodón, dos días antes de detectarse el incendio, este vehículo era
cerrado herméticamente y dentro de él se almacenaron estibas hasta nivel del techo. Se observó la salida de humo por el pequeño espacio
que quedaba entre las puertas, y al acercarse se sentía un olor a quemado muy fuerte. Se procedió a abrir la puerta (la peor decisión que se
pudo tomar) y al oxigenarse el interior surgió una llamarada que abarcó
la casi totalidad del volumen del vagón, siendo necesario emplear gran
cantidad de agua para lograr su extinción. En este hecho se argumentaba
el tiempo de combustión, pero al realizar la inspección y escombreo
de los restos que quedaron se determinó el foco del incendio, en una
de las áreas, próximas al piso (este era de planchas metálicas) y
hacia el lateral derecho, ello posibilitó que con las características
combustibles que tiene el algodón se desarrollara una combustión
lenta que se propagó por planos inferiores, con insuficiente cantidad
de oxígeno, lo que no permitió el surgimiento de la llama, hasta que
no se abrieron las puertas.
127
Finalmente un incendio que se investigó en una tienda comercial,
se determinó que el inicio se encontraba en un cesto de basura, al que
se le introducían los desperdicios de papel y otros objetos. El establecimiento tenía la prohibición de fumar en las áreas de atención al público
pero el trabajador de esta zona no podía estar más de una hora sin
fumar. En la última hora del día se desarrolló mucha actividad lo que
obligó a esta persona a no abandonar su puesto, aprovechando unos
minutos para encender un cigarro, el que se vio presionado a arrojar
dentro del cesto. Esto ocurrió unos 30 minutos antes del cierre del
lugar. Tres horas después el incendio destruía gran parte de su centro
de trabajo. Esta forma de provocar la combustión ocupa un porcentaje
elevado entre las causas más comunes.
b) Partículas incandescentes.
Estas son también fuentes de poca capacidad calorífica que surgen como resultado de la combustión incompleta de los materiales, así
como las que se originan en el proceso de soldadura de los metales.
Dentro de las chispas (como se conoce vulgarmente) de los resultados de la combustión de las sustancias sólidas, se encuentran las que
se originan en las hogueras o fogatas, chimeneas, tubos de escape de
los vehículos, brasas incandescentes, etc. En esta partícula, como medio iniciador debe valorarse la magnitud de su temperatura, tiempo de
su acción y su capacidad calorífica. La chispa entregará al material
sobre la cual se deposita una pequeña cantidad de calor, puesto que su
masa es muy pequeña. Constituirá
peligro al ponerse en contacto con los
materiales combustibles hasta una
temperatura entre 200ºC y 250ºC.
Figura 80: Las chispas producidas por la soldadura eléctrica o autógena son capaces de iniciar un incendio.
El tiempo de enfriamiento será proporcional a su magnitud, una
que tenga un diámetro de 3,5 mm tardará 5 segundos en enfriarse.
Otro elemento a tener en cuenta es la distancia que se desplaza, pudiéndose determinar la velocidad media del vuelo de la chispa,
calculándose por el coeficiente de 0,5 a 0,7 por la velocidad del viento.
En resumen al valorar este tipo de partícula como fuente de calor
necesaria para el incendio, se deben tener en cuenta:
Dirección del viento.
Tipo y característica del material combustible sobre el cual se
depositó.
Tiempo que transcurrió hasta que fue detectado.
128
Posibilidades que cayeran en el foco del incendio.
Las referidas a los procesos de soldadura o corte de los metales,
tienen una mayor capacidad calorífica, pues dependerá del tipo de
material que se trabaje, esto puede originarse tanto en soldaduras
de oxicorte como en eléctricas, ya que en ambas se logra la fusión del
metal del cual se desprenden algunas de sus partículas con una elevada temperatura que, de hacer contacto con un material combustible
entrará en un proceso de combustión por incandescencia . Estas son
fundamentalmente las virutas de madera, bagazo, papel, telas, algodón
y otros. En la valoración de los síntomas de la combustión en los materiales se tendrá en cuenta lo explicado para los cigarros.
Estas partículas dan orígen a incendios y tienen un porcentaje elevado en las causas más comunes. Nos referiremos brevemente a
algunos casos trabajados.
En una fábrica de tableros de bagazo, se produjo un incendio en las
áreas del patio donde se almacenaban pacas de este tipo de material,
su causa fue al dejarse manipular en esta zona un montacargas que no
poseía matachispas en su tubo de escape, lo que motivó que, al tratar
de sacar el vehículo de una zanja, su potencia aumentó, y salieron
partículas que inflamaron los restos de bagazo que estaban a nivel del
suelo.
En una carpintería se acumularon los desechos de madera en un
área exterior, procediéndose a prenderle fuego, sin valorar antes que a
unos 20 metros se hallaban bobinas de cables telefónicos. Al iniciarse
la combustión, el viento comenzó a lanzar partículas incandescentes a
las citadas bobinas, tres horas después se produjo el incendio en los
cables telefónicos.
Al realizarse labores de soldaduras de oxicorte, en una estructura
metálica, en el basculador de un central azucarero, se observaron que
las partículas cayeron sobre el bagazo que estaba acumulado y comenzó a salir humo, por lo que lanzaron un cubo de agua y se marcharon
del lugar. Dos horas después se detectaba el incendio en el pozo del
basculador. Es evidente que el agua que se vertió no fue la suficiente
y no se abarcó toda el área en que cayeron las partículas incandescentes.
2.– Fuentes generadoras de calor por llama abierta.
Los incendios originados por llama abierta, son fenómenos frecuentes. El uso difundido de esta fuente generadora de calor, posibilita su
contacto con materiales combustibles, tienen la energía calorífica y
temperatura suficiente como para iniciar la combustión en la mayoría
de las sustancias combustibles, y lograr alcanzar su punto de inflamación. Este tipo de fuente de calor, a diferencia de la analizada
anteriormente, la incandescencia, no deja que en su inicio existan lu129
gares con huellas profundas de carbonización, al lograrse que en la
propagación del incendio alcance un área mayor y su velocidad de
combustión sea más rápida, manifestándose esta característica en los
momentos iniciales del surgimiento del incendio. De acuerdo con la
conformación, estado de desagregación, estructura y ubicación del
material combustible, puede continuar su proceso en fase de incandescencia, hasta que la masa alcance su temperatura de inflamación y
entonces nuevamente surja la llama abierta.
Un ejemplo de lo anterior se puede apreciar cuando sobre una
paca de huata de algodón se pone en contacto una llama abierta, se le
inflaman todos los hilos o hebras que sobresalen a la superficie, pero
después comienza un proceso de combustión por incandescencia, en
todos aquellos puntos que pudo lograr que penetrara, avanza hacia el
interior de la paca de algodón, hasta que el volumen de la masa que se
combustiona alcanza su temperatura de inflamación entonces, el incendio se desarrolla con llama en todo su volumen y posibilita la
propagación a elementos que se encuentren próximos. Similar situación ocurre con las acumulaciones de virutas de madera (aserrín),
bagazo de caña y otros que posean las características antes referidas.
Esta situación nos impone realizar un análisis muy exhaustivo de
los síntomas de la combustión, ambas fuentes de calor pueden dar
resultados inversos, o sea, una fase de incandescencia que arda posteriormente con llama abierta o viceversa.
Por ello es necesario tener en cuenta lo siguiente:
♦ Posibilidad que tiene el material combustible de entrar en combustión, con una determinada fuente de calor con llama abierta.
♦ Condiciones en las cuales se desarrolló el incendio, valorar si surgió
la llama inmediatamente, sin observarse humo u otra característica de
la fase de combustión lenta.
♦ Tiempo que transcurrió desde que se observó su inicio y su posterior
desarrollo.
♦ Ausencia de hollín en las paredes u objetos (le recordamos que si la
combustión alcanzó altas temperaturas y su extinción no fue inmediata, se produce la desaparición de este residuo de la combustión, que aún
contiene material combustible).
♦ Definir cómo fue la combustión sobre los materiales y objetos, su
grado de carbonización y cualquier otro elemento que permita definir
cómo fue atacado por el incendio.
Es sin lugar a dudas extremadamente difícil en un gran porcentaje
de los incendios provocados por estas fuentes de calor (llama abierta
o incandescencia) poder llegar a conclusiones categóricas de cual de
las dos fue, ya que en ello influirá el grado de destrucción que provocó
el siniestro, las características de los materiales combustibles, el tiempo que de acuerdo con el estudio de los antecedentes y el análisis de
130
los síntomas de la combustión transcurrió desde que se inicio a su
detección, pero no obstante el perito tiene que valorar objetivamente
todas las cuestiones expuestas y tratar de obtener los elementos necesarios que le permitirán excluir o no algunas de estas fuentes de calor.
Las fuentes de calor en ocasiones se enmarcan dentro de la llama
abierta, aunque son muchas, solo se piensa en la que se origina por la
combustión de un cerillo (fósforo), no siempre es cierto pues entre
otras se valora el empleo de antorchas para iluminarse u otros fines,
las cocinas de kerosene, gas o alcohol, los hornos, sopletes empleados
en la soldadura de oxicorte o artefactos incendiarios que se confeccionen para provocar la combustión. En cada una de ellas lo fundamental
a tener en cuenta será su potencia calorífica.
3.– Fuentes generadoras de calor por contacto.
A nuestro criterio esta es una forma peculiar de fuentes de calor,
pues dependerá de otra que le suministrará la energía calorífica por
cualquiera de las formas de propagación que existen y, de esta manera,
se produce a través de un objeto,
pared, etc., el contacto con el material combustible.
Figura 81: La causa de este incendio fue las
labores de soldaduras en la pared opuesta,
que trasladó el calor por conducción al otro
camarote.
Para lograr que comprendan lo anterior, analizaremos los siguientes ejemplos:
En el interior del camarote de un barco se estaba realizando un trabajo de soldaduras, sobre las planchas metálicas que dividen un local del
otro, el calor entró por contacto directo de la llama del oxicorte (con
temperaturas entre 2000 – 3000ºC) o del arco eléctrico (que la temperatura dependerá del tipo de electrodo pero no será inferior a los
2000ºC). Al actuar sobre el metal y en el proceso de transferencia de
calor de una pared simple, comienza a afectar el lado contrario de
donde se realiza el trabajo. Si existe un material combustible que esté
en contacto, se inicia la combustión, primero en fase de incandescencia hasta que alcance el punto de inflamación el que arderá con llama
abierta. Esta variante de fuente de calor, puede valorarse dentro de
los que alcanzan la temperatura de inflamación, pero por ser en la
práctica un hecho común, se clasificó de este modo.
Otro caso es el vapor sobrecalentado que se trasmite a través de
conductos metálicos con temperaturas elevadas, si los medios que lo
recubren para su aislamiento no son los adecuados, están rotos o no
131
existen, cualquier material sólido combustible que se ponga en contacto con esta tubería puede llegar a inflamarlo.
Además de los dos casos anteriores, dentro de este grupo
enmarcamos, los cautines, pistolas de soldar, planchas, hornos, estufas, muflas, etc., todas ellas partiendo del principio que la energía
eléctrica la transforman en calor para obtener un fin determinado,
pero si se dejan sobre o hacen contacto con un material sólido combustible puede provocar la combustión, dependiendo de ello depende la
temperatura que posea el medio y la que
necesita el material para lograr inflamarse, así como el tiempo que esté en contacto,
lo que constituye una característica fundamental en estos tipos de hechos las intensas
huellas de carbonización en el lugar donde
se puso en contacto, pues la combustión comienza por un proceso de incandescencia.
Figura 82: Al dejar conectado sobre la mesa el cautín,
esto permitió horas después iniciar la combustión.
4.– Fuentes generadoras de calor por radiación.
La diferencia principal entre las fuentes de calor por radiación y
las de contacto está en la forma en que le llegará el calor hasta la
superficie del material combustible, en las primeras se producirá de
una fuente de emisión que lo irradiará.
Entre las fuentes de calor más comunes se encuentra el sol y las
lámparas o bombillos incandescentes que se emplean en nuestra iluminación artificial. Según otras, pero no son tan frecuentes como causa
de incendios.
a) Los rayos solares.
El sol emite sus rayos hacia la tierra, según la época del año y las
condiciones climatológicas que prevalezcan, estos tendrán una temperatura mayor o menor, pero, por lo general ellos solos no son capaces
de provocar la combustión, excepto, en aquellas sustancias que tienen
determinados requerimientos de conservación que al dejarlas a la intemperie pudieran alcanzar su temperatura de inflamación, un ejemplo
de ello lo es el material denominado Etil–Metil–Cetona (Peróxido) empleado como catalizador, que ante una elevada temperatura ambiental
reacciona. Este caso específico se analiza en las fuentes de calor de
energía química. Para que los rayos del sol actúen sobre el material
hasta lograr su combustión se necesita de un lente, cristal o elementos
traslucido que sea capaz de enfocar los rayos y concentrarlo en un
punto. Esta situación ocurre con cierta frecuencia en los terrenos
132
boscosos, oficinas con ventanas de cristal, etc., donde entran los rayos
y existe el medio de concentrarlo, como sería un material combustible
capaz de combustionarse ante esta fuente de calor, surgiendo el incendio.
Para que se cumpla lo anterior se deberá tener en cuenta, como
posible causa del incendio, lo siguiente:
-Presencia de los rayos solares. Se debe tener en consideración la
existencia de nubosidad y exceso de polvo en la atmósfera, los que
disminuyen considerablemente la radiación solar.
- Tener en cuenta el momento del día en que surgió la combustión
y la época del año.
- Existencia de objetos capaces de concentrar en un punto los rayos
solares (una vasija con un líquido transparente, la pantalla de un televisor, etc.).
- Existencia de materiales capaces de combustionarse por las radiaciones solares.
- Situación del sol y el objeto en presencia del cual se concentran
los rayos solares en los materiales combustibles.
b) Los bombillos incandescentes.
La experiencia práctica que se tiene de la causa de incendios por
el calor generado a través de los bulbos de los bombillos incandescentes es mucha, motivada fundamentalmente por violarse las normas
que establecen la separación entre ellos y las estibas o colocación de
elementos sobre los mismos. Los bombillos incandescentes representan un peligro de incendio y estará en dependencia de su potencia y
separación que exista de los elementos combustibles y posición que
tenga el bulbo. Esta última afirmación se basa en experimentos realizados en los que se comprobó que el bombillo colocado verticalmente
hacia arriba su temperatura es mayor en su parte central de contacto.
Analicemos varios de los resultados obtenidos:
En la posición vertical hacia abajo
El punto de mayor temperatura se encuentra al centro en su parte
inferior. En el punto de mayor temperatura de acuerdo a la potencia
del bombillo y distancia a que se tomen las mediciones, serán de:
133
En la posición horizontal.
La parte superior trasera del bulbo, es el punto de mayor temperatura.
En el punto de mayor temperatura de acuerdo a la potencia del
bombillo y distancia a que se tome la medida será de:
En la posición vertical hacia arriba.
El punto de mayor temperatura será en el centro de la parte
superior.
Este punto de acuerdo a la potencia del bombillo y la distancia en
que se tomen las mediciones serán de:
De lo anterior obtenemos como conclusión cuál es el punto de temperatura más elevado y en qué posición esto ocurre.
Este experimento se realizó con 5 puntos en el bulbo del bombillo y
a través de termopares se le midió la temperatura en condiciones de
ausencia de ventilación forzada, se diseñó para comprobar hasta qué
separación del bulbo había temperaturas capaces de iniciar la combustión, siendo estas hasta 70 mm, según la potencia del bombillo.
Otro elemento fue que la temperatura del bulbo estará también en
dependencia de sus dimensiones, si obtuviéramos una media de temperatura de acuerdo a su potencia, tomaremos en consideración el
134
punto de contacto en el bulbo y a partir de las tres posiciones mencionadas, se pudiera reducir a lo siguiente:
Potencia:
40w 60w 100w 150w 200w 500w
Temperatura: 145ºC 200ºC 290ºC 338ºC 350ºC 375ºC
Estos elementos se obtuvieron sin cubrir el bombillo, si ello ocurre
el incremento de temperatura es mayor por no tener disipación el calor.
Si esta fuente de calor se pone en contacto con un material fibroso
como tela, algodón, papel, etc., o inclusive, con una madera durante un
tiempo prolongado llegará el momento en que surja la combustión y no
solo debe valorarse con contacto directo sino a una separación que la
temperatura sea capaz de llegar al punto de inflamación de la sustancia sólida combustible que se encuentre sometida a la acción de este
calor.
En estos casos por lo general el incendio no ocurre de inmediato,
sino que transcurre algún tiempo, minutos o días, en dependencia de
los factores que se analizaron anteriormente.
En el caso de las lámparas fluorescentes o luminiscentes son menos peligrosas y la temperatura que alcanza no sobrepasa los 50ºC, su
riesgo se encuentra fundamentalmente en sus balastros o transformadores.
Con el análisis de esta última fuente de calor, concluimos este capítulo, sabemos que no fueron abarcadas todas las posibles a enmarcarse
dentro del concepto, pero hemos analizado las que, de acuerdo a nuestra experiencia, son las más usuales causas de incendios.
135
CAPITULO 7
INCENDIOS PROVOCADOS POR LA ENERGIA
CALORIFICA DE LAS REACCIONES QUIMICAS
Los incendios originados por reacciones químicas, estas principalmente se pueden dividir en dos grandes grupos:
1.– Autocombustión de las sustancias.
2.– Por autoinflamación.
La cinética química es el estudio sobre las velocidades de las reacciones químicas y por consiguiente de sus procesos, una de ellas, las
explosiones instantáneas que depende de la concentración de las sustancias reaccionantes, la temperatura y los catalizadores.
Al suministrarle calor a la sustancia combustible (líquida, sólida o
gaseosa) se transformará hasta formar una mezcla de vapor y gas con el
aire, si se continúa el calentamiento se produce un proceso de oxidación
donde los peróxidos orgánicos, forman centros activos con las uniones
de sus valencias libres, en este momento la velocidad de reacción es
pequeña y el calor de desprendimiento es menor que el calor de emisión térmica. La temperatura de la mezcla combustible aumenta por el
calor de la fuente de energía y de la reacción de oxidación. Al continuar el proceso, los peróxidos orgánicos se descomponen y excitan a
la reacción en cadena, las que pasan con mayor velocidad, es por ello
que el calor de desprendimiento es mayor que el de emisión, la mezcla
combustible se autocalienta y tiene lugar la autoinflamación.
Sobre la base de lo anterior se define la autoinflamación como el
proceso de surgimiento de la combustión asociada al calentamiento de
una sustancia hasta una temperatura durante la cual, la velocidad
de desprendimiento de calor provoca la reacción de oxidación que a
su vez es mayor que la velocidad de emisión térmica.
Dentro de este concepto, debe de tenerse en cuenta, el de temperatura de autoinflamación, que será la temperatura mínima durante la
cual la sustancia combustible es capaz de autocalentarse hasta el surgimiento de la combustión, siendo la condición que el calor desprendido
sea mayor que el de emisión.
De lo anterior se desprende que la temperatura de autoinflamación
determinará la fuente de calor, así como las superficies calientes.
136
Figura 83: Esquema del proceso de autoinflamación. Note cómo parte de una temperatura
inicial y a partir de la temperatura de autoinflamación se origina el autocalentamiento de
la sustancia.
En el calor de emisión térmica influyen el volumen y la forma del
recipiente donde ocurre la reacción. Al disminuir el volumen la temperatura de autoinflamación se eleva, debido a que, el traspaso de calor
es tan grande que la velocidad de desprendimiento, como resultado de
la oxidación de la mezcla combustible. A pesar que las temperaturas
pueden ser muy altas no llegan a sobrepasar la velocidad de traspaso
de calor y por tanto no ocurre la autoinflamación.
Si se aumenta la concentración de la sustancia combustible en la
mezcla la temperatura de autoinflamación disminuye.
Con el aumento de la presión también disminuye la temperatura de
autoinflamación.
Después de definir la autoinflamación, podemos valorar que la
esencia física–química, entre ella y la autocombustión (combustión
espontánea) es semejante.
La autocombustión es el proceso de surgimiento de la combustión
de las sustancias sin la presencia de una fuente de calor, siendo la
temperatura ambiente mayor o igual a la de autoinflamación, pero el
proceso de surgimiento se basa en los principios antes expuestos.
La diferencia entre autocombustión y autoinflamación está en que
la primera no necesita de una fuente de calor externa para su calentamiento, mientras que en la segunda sí.
137
Figura 84: La autocombustión parte de la temperatura ambiente, que es mayor o igual a
la de autoinflamación, originándose el autocalentamiento de la sustancia.
1.- AUTOCOMBUSTIÓN DE LAS SUSTANCIAS
Las sustancias autocombustibles se clasifican de la forma siguiente:
1.– Que autocombustionan bajo la acción del aire.
2.– Que autocombustionan bajo los efectos del agua.
3.– Que autocombustionan bajo los efectos de las sustancias oxidantes.
En general, en los procesos de autocombustión se encontrarán los
siguientes síntomas y elementos.
a) La combustión del material en el foco del incendio será intensa
en una zona interior, lo cual indica la propagación desde adentro hacia
afuera, esto ocurre por el tiempo en que transcurre el proceso.
b) Existe la presencia de materiales que tienen propiedades de
autocombustionarse.
c) En períodos anteriores de detectarse el incendio es perceptible el
olor de los productos al descomponerse y se observa la salida de humo.
d) Precisar el tipo, estado, cantidad, tiempo, condiciones ambientales
(humedad, altas temperaturas, etc.) de la sustancia que se plantea se
autocombustionó.
e) Precisar el tiempo que estuvo el lugar sin la presencia de personas o
vigilancia.
Lo expuesto, nos indica que no sólo es necesario que tengamos la
sustancia con propiedades de autocombustión, sino además deben valorarse otros factores fundamentales como el tiempo, las condiciones
ambientales, la forma y posición del material, que será lo que permitirá
definir si fue o no la causa del incendio.
138
AUTOCOMBUSTIÓN DE LAS GRASAS Y ACEITES
Por su origen estas pueden ser vegetales, animales o minerales. En
el caso de los aceites minerales son obtenidos de la elaboración del
petróleo, por lo cual son una mezcla, principalmente, de hidrocarburos
saturados, su oxidación en el aire solo ocurre a altas temperaturas, no
son capaces de autocombustionarse.
Los aceites vegetales o animales, son una mezcla de los glicéridos,
de los ácidos grasos superiores. Los glicéridos son éteres compuestos de los ácidos grasos y alcohol de 3 átomos de glicerina.
Por ello para que estos dos tipos de aceites (vegetal o animal)
puedan clasificarse como sustancias con propiedades autocombustibles,
deben contener una cantidad significativa de glicéridos de ácidos no
saturados. Esto se determina por el número yódico, el cual mientras
mayor sea, tendrá más capacidad para autocombustionarse.
Expondremos los números yódicos de algunas grasas y aceites.
Las grasas de los peces y animales marinos poseen un alto índice
de yodo, pero solo tienen una insignificante capacidad para la
autocombustión, debido a que contienen productos que retardan la oxidación, no es así cuando se produce con la harina de pescado que,
bajo determinadas condiciones son propensas a dar inicio por sí sola a
la combustión.
Los aceites y grasas de origen animal o vegetal, pueden ser de dos
tipos, el primero se oxida rápidamente al entrar en contacto con el aire,
produciendo un calor más o menos intenso, el cual depende de la masa,
el estado de compresión de la superficie y la temperatura ambiente,
transformándose primero en una sustancia espesa y viscosa que se adhiere a los dedos, posteriormente es sólida y elástica, desprovista de su
adherencia. Estos aceites se denominan secantes, dentro de ellos se
encuentran los de pino, cáñamo, nuez, clavel, pescado y algodón que
absorben de un 5 a un 15% de su peso de oxígeno en 48 horas.
Los segundos se oxidan lentamente, entre ellos el aceite de oliva,
almendra, colza, maní y se llaman no secantes, porque absorben entre 1,5
a 5% de oxígeno en 7 días como mínimo
.
139
Los primeros son los más factibles, aunque todos pueden inflamarse espontáneamente en condiciones favorables si se depositan sobre
superficies porosas (como telas, yute, aserrín, polvo de carbón vegetal,
algodón, etc.) que le permitan el contacto con el oxígeno.
Esto ocurre en las pacas de algodón, donde existe la presencia de
semillas de este producto que durante el proceso de extraérsele el
aceite se ponga en contacto con esta fibra.
Podemos concluir que la causa de la autocombustión de las grasas
y aceites de origen animal o vegetal es el calor de las reacciones de
oxidación y polimerización, ante la presencia de los glicéridos de ácido
no saturados, los cuales ante una gran superficie de oxidación de los
aceites y una pequeña área de la emisión térmica y el acceso de aire
surge la combustión, influyendo en la velocidad de su autocombustión,
el grado de impregnación del aceite en el material fibroso, su temperatura inicial y los catalizadores.
Figura 85 y 86: En esta estiba de sacos de yute con soya se desarrolló un proceso de autocombustión
que afectó desde el centro hacia arriba.
En una tienda dedicada a la venta de artículos comestibles se detectó un incendio en su almacén, el cual destruyó totalmente la edificación.
En la inspección del lugar, el perito determinó el foco del incendio en
un área donde se acumulaban sacos de yute empleados en el envase
del arroz. Al especialista le llamó la atención el grado de carbonización
que tenían varios de estos sacos, que aún estando en un nivel medio, o
sea, existían otros por debajo y por encima de los carbonizados, así
como un fuerte olor a aceite rancio, en el proceso de investigación se
precisó que se había distribuido aceite de oliva a granel, el cual se
encontraba en un tanque plástico. Para evitar el derrame sobre el piso
se colocaron varios sacos de yute, cayendo los residuos del aceite al
envasarlos en frascos, culminada esta actividad se recogieron y depositaron en el almacén, en unión con los otros que se habían vaciado,
esto ocurrió cuatro días anteriores al incendio. También se conoció
que los empleados sintieron olor a quemado pero no detectaron de
donde procedía. En este caso fue evidente que la causa fue un proceso de autocombustión de las grasas vegetales al depositarse en este
material fibroso.
140
AUTOCOMBUSTIÓN DE LOS SULFITOS DE HIERRO
Los sulfitos de hierro FeS, FeS2, Fe2S3, son capaces de
autocombustionarse, e incendiarse, esto se debe a la posibilidad de oxidarse con el oxígeno del aire a temperatura ambiente con desprendimiento
de gran cantidad de calor.
Los sulfitos se forman en los tanques para el almacenamiento de los
derivados del petróleo, de los gases combustibles y en equipos de diversas industrias donde existen residuos de sulfuros de hidrógeno. En
dependencia de la temperatura su formación ocurre de diferentes
formas.
Todos los incendios ocurridos en los equipos tecnológicos, han tenido lugar después de la liberación del producto que contenía. Este hecho
se evita si utilizamos un agente anticorrosivo en el interior del aparato,
ventilando con gases combustibles o llenándolo con agua.
AUTOCOMBUSTIÓN DEL FÓSFORO BLANCO
El fósforo es una sustancia blanca, cristalina con una temperatura de
fusión de 44ºC, de ebullición de 281ºC, su densidad es de 1,82, no se
disuelve en el agua y sí en el bisulfuro de carbono y la gasolina. Se oxida
violentamente en el aire, y combustiona instantáneamente en el estado
triturado, por ello esta sustancia se mantiene sumergida en agua y su
traslado se realiza en recipientes herméticamente cerrados. En nuestro país se utilizó con fines de sabotajes al introducirse en los sistemas
de ventilación centralizado, lo que origina la propagación del incendio
a todo el inmueble.
AUTOCOMBUSTIÓN DE LOS CARBONES
En este tipo de carbones trataremos básicamente los obtenidos de
la madera, hulla o lignito, que son propensos a inflamarse espontáneamente.
Todas las hullas expuestas al aire absorben el oxígeno, no de un
modo puramente mecánico, sino por la combinación química por oxidación. La alteración es máxima en el polvo y mínima en los pedazos,
pues la oxidación es proporcional a la superficie exterior de la hulla.
La humedad actúa mecánicamente. Al desaparecer el agua higrométrica
se produce una resquebrajadura que propicia la acción del oxígeno, el
calor favorece y acelera la reacción. La autocombustión de los carbones está dada por el grado de granulación, la existencia en ellos de
piritas y la humedad.
Cuando se produce el incendio en un montón de carbón, aparecen
tres zonas:
Interior: Bastante próxima al suelo, la temperatura alcanza 150 ºC,
el carbón que se encuentra está aglomerado, encierra masas de coque.
141
Media: La temperatura varía entre 80 y 120 ºC, el carbón no está
aglomerado, sino que es mate y polvoriento, se pueden encontrar restos
de alquitrán.
Exterior: En contacto con la atmósfera sin sufrir alteraciones.
Valoremos esto último en dos casos que fueron trabajados por nuestros peritos.
En un local que se diseñaba como área cultural, se ideó forrar sus
paredes con files de huevos (son los envases donde se depositan los
huevos, que están elaborados a base de un tipo de cartón) pintándolas
con una pintura a la cual se le introdujo negro de humo para cambiar
su color. Estos elementos después de terminar su fase de pintura se
colocaron en las paredes, cerrándose el local. En horas de la noche
se detectó un incendio en su interior, en primera instancia esta versión
no se valoró pero al descartar las otras posibilidades, se comenzó a
realizar experimentos con estos files utilizando el resto de pintura que
quedó, comprobándose que a las 8 horas se iniciaba la combustión. La
causa, el polvo de negro de humo que al estar disuelto en la pintura
depositada sobre el cartón iniciaba una reacción de oxidación, dando
origen a la autocombustión.
En una capilla para la pintura de los objetos de madera se produjo
un incendio, que tuvo su lugar de inicio en la chimenea de salida de los
vapores y gases. Al realizar el estudio del ambiente se determinó que
por el tipo de producción que realizaban empleaban una pintura negra,
a base de negro de humo. Estas partículas se depositaron en el interior
de la chimenea y comenzó el proceso de oxidación hasta el surgimiento de las llamas por un proceso de autocombustión.
AUTOCOMBUSTIÓN DE LOS POLVOS METÁLICOS Y
ELEMENTOS QUÍMICOS
Estos se oxidan en el aire por desprendimiento de calor, favorecido
por la humedad en la reacción. Dentro de los mismos está el polvo de
aluminio, zinc, magnesio.
Otros como el potasio y el sodio, reaccionan con el agua. Al desprender suficiente calor provocan la autocombustión. Esta reacción
desprende hidrógeno.
Las uniones de silicio con diversos metales, al entrar en contacto
con el agua, arden en el aire.
La cal muerta (óxido de calcio) al reaccionar con una pequeña
cantidad de agua se calienta hasta encenderse e inflama los materiales combustibles que estén a su alcance.
El hidrosulfito de sodio humedecido se oxida enérgicamente desprendiendo calor. Como resultado de esto ocurre la inflamación del
azufre que se forma al descomponerse el hidrosulfito.
142
AUTOCOMBUSTIÓN PROVOCADA BAJO LA ACCIÓN
DE UN OXIDANTE
Muchas sustancias orgánicas, al mezclarse o entrar en contacto
con sustancias oxidantes son capaces de autocombustionarse. Entre los oxidantes se encuentran los halógenos, oxígeno comprimido,
H2 SO4, anhídrido de cromo, los salitres, cloratos, etc.
El oxígeno comprimido trae consigo la autocombustión de los aceites minerales, lo que no ocurre con el oxígeno a presión normal, esta
situación conllevó a la elaboración de las normas que establecen el no
tocar los balones de oxígeno con las manos engrasadas; su no cumplimiento ha dado por resultado diversos casos de incendios, en talleres,
hospitales, laboratorios, etc.
El cloro, bromo, yodo, etc., extraordinariamente de forma activa,
se unen con sustancias combustibles, desprendiendo gran cantidad de
calor que provoca la autocombustión.
El acetileno, hidrógeno, metano y etileno en mezcla con cloro se
autoinflaman a la luz.
Los halógenos no pueden conservarse junto con líquidos fácilmente
inflamables.
El fósforo rojo momentáneamente se autoinflama al entrar en contacto con el cloro o el bromo.
Muchos materiales como el algodón, el lino y otros se
autocombustionan si sobre ellos cae ácido nítrico concentrado.
Un fuerte oxidante ha resultado ser el permanganato de potasio,
sus mezclas con sólidos combustibles son extremadamente peligrosas. La glicerina autocombustiona al encontrarse mezclada con el
permanganato de potasio a los pocos segundos de unirse.
Las mezclas de los salitres y cloratos son capaces de
autocombustionarse, si sobre los mismos actúan los ácidos nítricos o
sulfúricos. La causa de la autocombustión es el desprendimiento de oxígeno bajo la acción de los ácidos.
Existen los abonos mixtos, compuestos de una mezcla de
superfosfatos, nitratos y materias orgánicas. Son peligrosos cuando la
temperatura de la atmósfera rebasa los 30 ºC. el superfosfato, ácido,
actúa sobre los nitratos y desprende un poco de ácido nítrico que oxida
los materiales orgánicos o al menos les sirve de catalizador para acelerar su oxidación por el aire. Si los abonos se encuentran en un cúmulo
demasiado compacto, surge la combustión espontánea.
AUTOCOMBUSTIÓN DE LOS PROCESOS BIOLOGICOS
Este proceso es común como causa de incendio, ya que en la vida
cotidiana están presentes y en muchas ocasiones por desconocimiento o descuido permiten que se creen las condiciones para el inicio y
desarrollo de la combustión.
143
Figura 87: La autocombustión en el heno
posee las características de una zona de intensa carbonización que es mayor hacia su
parte interior.
Dentro de las sustancias expuestas a este proceso están, entre
otras, los granos de trigo, el heno, el bagazo de caña, restos de animales, etc.
Las sustancias vegetales almacenadas, aún húmedas, entran en
fermentación por efecto de los microorganismos, la producción de calor es débil, pero no puede desprenderse y perderse en la atmósfera,
entonces la temperatura se eleva progresivamente, lo que acelera la
fermentación y acarrea la inflamación de la masa. El fenómeno es
complejo, las bacterias descomponen la materia vegetal húmeda con
notable desprendimiento de calor, pero son destruidas mucho antes de
alcanzar el punto de inflamación. No pueden provocar directamente el
incendio, pero elaboran sustancias muy oxidables. La fermentación
bacteriana va seguida de fenómenos puramente químicos que elevan
progresivamente la temperatura de la masa hasta su punto de inflamación. La hierba poco a poco se
transforma en «carbón de heno», conserva la estructura del tallo vegetal y de
sus apéndices pero son extremadamente porosos. Al llegar el aire, la absorción
del gas provoca una elevación de la temperatura que origina la inflamación de
este carbón pirofórico.
Figura 88: Porciones de sustancias totalmente
combustionadas en su centro y que disminuye hacia
la superficie, es una de las características de la
autocombustión.
Montones de hierbas, hojas, granos oleaginosos, almacenados en
silos húmedos o insuficientemente maduros, pueden producir la inflamación de su masa.
Aserrín de madera de pino (resinosa) debido a la trementina que
contiene, absorbe poco a poco el oxígeno del aire y se transforma en
una resina sólida, su temperatura de autoinflamación es aproximadamente de 235ºC.
Los papeles viejos, recortes y desperdicios almacenados en lugares
húmedos, en grandes pilas y poco aireados pueden autocombustionarse.
144
El peligro de provocar incendio, no se debe fundamentalmente a las
sustancias vegetales de que están compuestos sino más bien a los
cuerpos grasos o, a las sustancias oxidantes que a menudo están impregnadas. Para evitar su autocombustión deben embalarse en pacas
bien apretadas así, se logra expulsar el aire de los intersticios y disminuye proporcionalmente el riesgo de la oxidación.
El algodón, por su composición química, representa aproximadamente un sistema de jaulas, donde la actividad de los microorganismos
se dificulta. A pesar de esto se conocen causas de autocombustión del
algodón, por los procesos biológicos que ocurren en el algodón húmedo, como materia prima, durante su almacenamiento en grandes
cantidades.
En resumen, este proceso estará dado por la vida de los
microorganismos que componen las sustancias, divididas en granos o
partículas pequeñas para que pueda existir una gran superficie de contacto con el oxígeno y formar una masa, lo bastante grande, para evitar
la disminución del calor por el aire ambiental. Ante la presencia de
humedad, temperatura y presión favorables, en este proceso, comienzan a moverse y chocar unos con otros, liberando en esta acción calor,
el que aumenta con el tiempo, hasta llegar al punto de inflamación de
la sustancia y entrar en fase de combustión lenta hasta el surgimiento
de la llama.
En la inspección del lugar del incendio se deberá apreciar cómo la
combustión comienza en el centro de la masa y la acción de los
microorganismos hacen que las partículas se fundan una con otras,
con intenso grado de carbonización, lo cual permite encontrar una porción del material totalmente combustionada desde su centro hacia el
extremo. El resto de las cuestiones a tener en cuenta son similares a
las expuestas en los casos anteriores.
AUTOCOMBUSTIÓN DE LOS PROCESOS FÍSICOS
El incremento paulatino de la temperatura se origina por un calor
inicial que se suministra de la radiación a los materiales que se encuentran en el interior de estos tipos de equipos. Por el calor de agua
con que trabajan y después al retirarlo, continua el proceso de acumulación de temperatura. Debido a la liberación de calor que contienen,
posibilita lograr la combustión de la masa, lo principal estará dado por
no dejarse enfriar, lo que provoca la concentración del calor por radiación-conducción en un punto central interior de los materiales que se
encuentran depositados.
El hecho más significativo ocurre en los materiales fibrosos como,
toallas, manteles o ropas de algodón, que se introducen en autoclaves
para su esterilización, al sacarla se depositan en cestos cerrados, donde el calor acumulado por cada pieza comienza a desprenderse y llega
145
a inflamar estos materiales. En ocasiones estos elementos se hallaban
embebidos de grasas, que posibilitan aún más el surgimiento del incendio. En la investigación de estos hechos se deberá inspeccionar
detenidamente la ropa y podrá apreciarse que existe un grupo en el
centro del cesto, que presenta profundas huellas de combustión, así
como determinar hasta qué temperatura fueron sometidos los materiales en el interior de la autoclave.
En resumen podemos deducir que las causas en el proceso de
surgimiento de los incendios, por autocombustión son:
1.– Calor de los procesos químicos (oxidación o polimerización)
2.– Calor de los procesos físicos (absorción y condensación)
3.– Calor de los procesos biológicos (la vida de los microorganismos)
2.- POR PROBLEMAS QUÍMICOS
Las peculiaridades que están presentes en este tipo de versión son
muy amplias y se han escrito diversos libros que tratan este tema.
Nuestro objetivo principal no es abarcar todo el universo que encierra,
sino valorar qué cuestiones se tendrá en cuenta y algunos datos de
interés sobre esta temática.
En primer término deberá existir la presencia de una sustancia química que sea capaz de producir una reacción exotérmica, ya sea al
entrar en contacto con una materia orgánica o con otra sustancia.
Va a depender, en grado sumo, de las condiciones del ambiente,
tales como: temperatura, humedad, forma de almacenamiento, etc.,
que permitan que la sustancia al entrar en reacción sea capaz de
autoinflamarse o autocombustionarse, debiéndose valorar si era posible o no la combustión con el calor que se desprendía.
Como recomendación general para la determinación correcta de
esta causa, se deberá buscar la literatura especializada que nos permita conocer cuáles son las características de la sustancia que estamos
investigamos y con cuál de ellas no es compatible.
En los últimos capítulos de este material se exponen algunas de
las propiedades peligrosas de los polvos, líquidos combustibles, gases y productos químicos que pueden ser consultados, a fin de definir
los elementos que Ud. busca.
POR AUTOINFLAMACION DE LAS SUSTANCIAS
Esta temática se analizó al comienzo de este material, el reiterarlo
es con el fin de precisar algunos elementos a tener en consideración.
Todas las sustancias o materiales poseen un punto de inflamación,
algunos con un bajo valor, otros más altos, ello quiere decir que ante la
presencia de cualquier material, lo fundamental será poder determinar
qué temperatura alcanzaba la supuesta fuente de calor que se plantea
y el tiempo que pudo estar sometida, ello nos permitirá, al conocer la
sustancia investigada saber si era posible o no su inflamación.
146
Debemos precisar que al someter un material a una fuente de calor,
según su estado (sólido, líquido o gaseoso) comienza el proceso de calentamiento de su masa. En los gaseosos será más rápido que en el
sólido, por el estado de desagregación del material, la cual con el decursar
del tiempo incrementa la temperatura, mientras se mantenga la fuente de calor, si se retira y aún no ha alcanzado la temperatura de
autoinflamación, se interrumpe el proceso, si por el contrario se alcanza, la combustión en fase de incandescencia se desarrollará, y continuará
el incremento de la temperatura hasta el surgimiento de la llama.
El caso más representativo de este fenómeno, lo constituye el calentamiento de los aceites y grasas comestibles, ya sea en los sartenes
de las viviendas o las freidoras en los restaurantes, esta sustancia
tiene un punto de inflamación, que si se le continúa el calor se produce
la combustión con llama de la masa que contenga el recipiente,
propagándo el incendio a todos los elementos combustibles que esten
a su alrededor. En la investigación de los hechos en freidoras, existen
un alto porciento por problemas en el termostato que regula su temperatura, lo cual es imprescindible de ir a la comprobación de este
instrumento.
147
CAPITULO 8
INCENDIOS PROVOCADOS POR EL CALOR
GENERADO DE LA ENERGÍA MECÁNICA
Durante la transformación de la energía mecánica en calorífica,
los cuerpos que realizan el trabajo se calientan, la temperatura que se
logra depende de muchos factores. El análisis del recalentamiento es
complicado, debido a que los procesos de calentamiento por lo general, ocurren en un régimen no estacionario, por tanto la temperatura
de los cuerpos se crea debido a la fricción. Dependerá del coeficiente de fricción, la masa del cuerpo, el calor específico del material, el
coeficiente de conductividad térmica, del intercambio de calor con
el aire y la temperatura del medio ambiente.
Estos cambios de temperaturas surgen como resultado de la realización del trabajo mecánico que se observa en los choques de cuerpos
sólidos, así como la fricción producida por el contacto de dos superficies, además de la transformación mecánica de las sustancias sólidas
combustibles y por el corte o golpeaduras con las herramientas. El
aumento de la temperatura ocurre también durante la compresión
adiabática de los gases y de masas plásticas.
A partir de las aseveraciones anteriores se puede plantear que la
energía mecánica es la responsable de un gran número de incendios,
siendo el calor por fricción el de mayor incidencia y en menor proporción el calor por compresión.
Definiremos qué es cada uno de ellos:
Calor por fricción: Es la energía mecánica usada para vencer la
resistencia a la fricción. Toda fricción genera calor, su peligro depende de la cantidad de energía mecánica convertida en calor y de la
proporción a la que se genera. Así, por ejemplo, los ejes de los motores
están diseñados para girar sobre cojinetes y ello hacer reducir la fricción y por ende el calor que esta genera, si el cojinete tiene defecto su
trabajo no será eficaz y por lo tanto el movimiento del eje crea una
fricción que se traduce en calor.
Otro medio empleado para disminuir la fricción lo constituye la
lubricación de los mecanismos. La fricción también existirá en el desplazamiento de una correa por una polea o cuando al mecanismo que
está en funcionamiento se le introduce un objeto metálico.
Calor de compresión: Es el liberado cuando se comprime un gas,
ejemplo de ello es el que se produce en el ciclo de un motor diesel, este
calor es suficiente para inflamar el combustible, lo que provocará efectos secundarios como, la no combustión completa, lo que origina que
salgan por el escape partículas incandescentes.
148
Esta es una versión que se analiza, fundamentalmente, cuando existen equipos mecánicos o motores, que en su funcionamiento provocan
chispas o roce mecánico, y deben existir además, el ambiente combustible capaz con este tipo de fuente de calor de inflamarlo. De lo
anterior se deduce que en el análisis de la versión, no solo podemos
limitarnos a observar si el equipo podía o no provocar estos fenómenos, sino también si la sustancia era capaz de combustionarse.
Si se plantea que el incendio pudo originarse por el roce de la correa contra la polea, ya fuera por exceso o defecto de presión, el
perito debe una vez determinado el foco del incendio coincidir con
este elemento, inspeccionar la polea a fin de observar el posible cambio de matiz que tiene y en la correa se apreciará como su combustión
es mayor por sus partes laterales, así como su deshilachado, o su desgarramiento al estar sometida a la tensión durante su movimiento.
Chispas en el choque de cuerpos sólidos: Al producirse el choque entre dos o más cuerpos sólidos se desprenden chispas, esto ocurre
como consecuencia del impacto o la fricción. La chispa constituye
una partícula metálica incandescente, que sus dimensiones dependerán del material y de la fuerza del golpe, por lo general no supera los
0,1 y 0,5 mm. La chispa también puede provocarse durante el desgaste de los materiales. En ambos casos se debe valorar la atmósfera en
que se originan para poder iniciar la combustión. Las chispas producidas por los aceros están a una temperatura de 1550ºC, que aumenta
con el incremento del contenido de carbono en el acero. Una temperatura mucho mayor la originan los choques de los aceros con el hierro
fundido.
Independientemente a las altas temperaturas de las chispas que se
forman en el impacto o la fricción, estos solo entregan una cantidad
pequeña de calor, al ser su masa muy reducida. La chispa al realizar
su vuelo hace contacto todo el tiempo con el medio ambiente y entrega parte de su calor por lo que su temperatura varía notablemente. Al
hacer contacto con la sustancia combustible se produce un valor muy
inferior, que estará en dependencia del tiempo y el recorrido que realice y principalmente del punto de inflamación y el estado de
desagregación en que se encuentre el material combustible.
En nuestra experiencia práctica estas chispas son causa de incendios cuando el medio ambiente es una sustancia gaseosa combustible
o sólida, y que su composición permite con el calor que hace contacto,
iniciar la combustión, por ejemplo el algodón u otras sustancias porosas con un punto de inflamación bajo.
Las fuentes de calor que pueden surgir por la energía mecánica,
serán entre otras las siguientes:
149
Figura 89: El contacto de materiales metálicos con
el sinfín de este equipo provocó la chispa que permitió la inflamación de la sustancia que transportaba.
a) Las chispas a causa del choque de los cuerpos sólidos son:
• Impacto con las herramientas de acero o de metales ferrosos.
• Penetración de elementos duros o metálicos en el interior de los
mecanismos que están en funcionamiento.
• Desnivelación en el funcionamiento de los ejes, centrado de los equipos, etc.
• En los tanques de combustibles por el roce de su tapa contra las
paredes.
• En las capillas de pintar, por el roce de los extractores en su movimiento.
b) El calentamiento de los cuerpos durante la fricción, origina:
- Defectos en los cojinetes.
- Mala instalación de las cintas transportadoras.
- Enrollamiento de fibras sobre los ejes en movimiento de los equipos.
- Exceso o defecto en la tensión de las correas.
- Roce de las bandas de freno contra las tamboras.
- Transitar con vehículos pesados con uno o más neumáticos ponchados.
c) Por el trabajo de los motores de combustión interna que entre otros
puede ser:
- Chispas por el tubo de escape por la combustión incompleta.
- Chispas de la combustión incompleta en hornos o calderas.
- Regulación incorrecta del sistema combustible y encendido del motor.
- Trabajo prolongado del motor con sobrecarga en el eje del motor.
- Violación de los períodos de limpieza del sistema de escape.
Este es un tema amplio, imposible de recoger en un solo material
las formas y características presentan pero lo fundamental es analizar
en cada caso, si existía la posibilidad de originarse la chispa o el calentamiento, qué se demuestra por los síntomas que presenta en el equipo
o elemento, determinar si el material sobre el cual se puso en contacto
podía entrar en combustión, con una fuente de calor de este tipo y en
el caso de las chispas además tener en cuenta el recorrido que hizo, si
la causa fue por la energía mecánica debe coincidir lo anterior.
Para ilustrarlo, analicemos los siguientes hechos:
En un equipo para deshilachar el algodón en una textilera se produce un incendio en uno de sus tambores, el operario plantea que la
150
llama surgió cuando él introducía una paca, el foco del incendio estaba
en el interior del equipo, por lo cual se inspeccionan detalladamente los
restos del algodón y la superficie del tambor, apreciándose un área con intensa huella
de carbonización en una parte del algodón,
así como un síntoma más leve sobre el tambor en una pequeña zona. Esto corroboraba
la presencia de chispas al tener contacto
con los elementos punzantes que existen en
el tambor y que inflamó el algodón.
Figura 90: La causa de incendio por contacto con elementos metálicos en los equipos que procesan el algodón es frecuente.
Un hecho que ocurre frecuentemente es por el roce de las bandas
de frenos en los vehículos, el más común en los equipos de carga de
productos o pasajeros. Esta acción calienta la tambora y el calor por
conducción se trasmite a la llanta que a su vez influye sobre la cámara
y neumático, inflamándolo, el aire que contiene la cámara ayuda a la
propagación de la combustión.
Figura 91: En este caso el roce de las bandas
de freno con la tambora fue el origen de este
incendio
En los tanques de almacenamiento de combustibles, por lo general
sus tapas son movibles a fin de evitar las grandes concentraciones de
gases cuando tienen poco líquido en su interior, esta tapa baja o sube
por un sistema que tiene acoplado, colocándose en sus bordes una banda de
goma para evitar el roce entre ella y la
pared del recipiente, en ocasiones ocurre que esta goma se daña por el uso y
trae por consecuencia que al hacer contacto produzca chispas que inflaman los
gases que se encuentran en el interior.
Figura 92: Al rozar las tapas flotantes de estos
tanques de combustibles provocaron las chispas
que inflamaron los gases.
Hemos expuesto estos ejemplos a modo de ilustrar cómo se inicia
y desarrolla un incendio por este tipo de fuente de calor.
151
CAPITULO 9
INCENDIOS PROVOCADOS POR LA ENERGÍA
CALORÍFICA GENERADA POR LA ELECTRICIDAD
Una de las versiones más generalizada y que está presente en la
investigación de la causa del incendio, es el surgimiento por problemas
eléctricos o como simplemente se dice, por un cortocircuito,
enmarcándose en varias situaciones que provocan la combustión, relacionada con la energía eléctrica. Esta situación viene dada a que el
incendio en su propagación afecta a los circuitos y equipos que se
encuentran dentro del área, es por ello que el perito debe en primera
instancia tener dominio elemental de electricidad y de los equipos que
con esta fuente de energía trabajan para poder hacer una valoración
objetiva si esta fue o no la causa del incendio.
TIPOS DE CALOR QUE SE ORIGINAN
a) Por resistencia: Cuando la corriente eléctrica circula a través
de un conductor, parte de su energía se convierte en calor por la resistencia que le ofrece la propia estructura atómica del material. La energía
calorífica generada es proporcional a su resistencia y al cuadrado de
la corriente, debido esto a que la temperatura resultante de la resistencia de un conductor dependerá de la disipación de calor hacia sus
alrededores, por lo tanto los alambres desnudos pueden conducir mayor cantidad de corriente que los aislados, sin calentarse peligrosamente
y alambres simples conducirán mayor corriente que hilos juntos.
b) De inducción: Cuando un conductor es sometido a la influencia de un campo magnético fluctuante o alternante, por lo que aparecen
diferencias potenciales en el conductor. Estas diferencias resultan en
el flujo de la corriente como una resistencia que produce calor en el
conductor. Debido a un rápido cambio o alternación del potencial, surge una energía adicional en forma de calor por la distorsión mecánica
y eléctrica de la estructura molecular, como son los cambios de polos.
Esto último se incrementa con la frecuencia de la alternación.
Una forma útil de calentamiento por inducción, se crea al pasar
una corriente alterna de alta frecuencia a través de un cable rodeado
del material que se quiera calentar.
Una corriente alterna que pase a través de un conductor induce
corriente en otro alambre paralelo al mismo. Si el conductor no tiene
la adecuada capacidad para la cantidad de corriente inducida, ocurrirá
un calentamiento por resistencia. En este ejemplo el calor se debe a la
resistencia, al flujo y solo en una pequeña proporción a la fricción
molecular.
152
c) Dieléctrico: En los materiales aislantes, por mucha calidad que
posean, siempre existirá un flujo de corriente hacia el exterior cuando
son sometidos a voltajes altos. Este flujo se le conoce como «salidero
de corriente» y no es importante desde el punto de vista de generalización de calor. Se debe señalar que este calor dieléctrico tiene interés
cuando no se seleccione adecuadamente el tipo de aislante, según los
fines y corriente a que será sometido que por este efecto puede ocurrir su deterioro.
d) Arco eléctrico: Ocurre cuando un circuito, que conduce corriente, es interrumpido por la acción de un interruptor de cuchilla o
cuando existe un contacto o terminal flojo. El arco es especialmente
violento si hay un motor u otro circuito inductivo en relación con él. La
temperatura del arco es muy alta y el calor liberado deberá ser suficiente para inflamar combustibles o materiales inflamables, en algunos
casos el arco puede fundir el material del conductor, con la dispersión
de sus partículas incandescentes.
e) Electricidad estática: Es llamada a veces electricidad por fricción, es una carga eléctrica que se acumula en la superficie de dos
materiales que se han unido y luego separado. Una superficie tiene
carga positiva y la otra negativa. Si las cargas no van a tierra, pueden
acumularse hasta producirse una chispa. Los arcos de la electricidad
estática son de corta duración y no producen el suficiente calor para
combustionar los materiales combustibles como papel, madera, etc.,
sin embargo sí ser capaces de inflamar vapores y gases combustibles
que se encuentren en el medio ambiente.
f) Descargas atmosféricas: Se produce con la caída del rayo,
que se crea entre dos nubes con cargas opuestas, esto produce a
altísimas temperaturas, y son capaces de inflamar materiales combustibles.
CUESTIONES QUE DEBEN TENERSE EN CUENTA EN
LOS INCENDIOS PROVOCADOS POR PROBLEMAS
ELÉCTRICOS
a) Hacer la inspección del lugar del incendio, comprobar que las instalaciones eléctricas están desconectadas, y determinar el foco
del incendio si en la zona existían instalaciones o equipos eléctricos.
b) Preservar el lugar del incendio con el fin de precisar la posición de
cada interruptor, catao, equipo, etc., esto debe dejarse filmado
fotográficamente o a través de alguna marca o señalamiento.
c) Estudiar los planos de la red eléctrica, tanto de fuerza como de
iluminación, de no existir se hará un levantamiento por los restos
del circuito que quedaron.
153
d) Es conveniente comenzar la revisión de las instalaciones de distribución (pizarras) hacia el resto del circuito, para comprobar la
supuesta falla y en consecuencia qué protecciones actuaron, así
como los síntomas que se aprecian.
e) Los conductores, equipos o aparatos de protección que se encontraban dentro de la zona de inicio, deben ser inspeccionados
minuciosamente a fin de buscarle el posible fallo. De encontrarse
estos elementos dentro de los escombros, se observará la posición
en que se halló además de cualquier otro dato de interés.
f) Valorar todos los antecedentes que guarden relación con la falla
eléctrica y, en general, todos aquellos que nos permitan determinar el estado que tenían antes del incendio.
g) Enunciar los síntomas de la combustión que aporten elementos a la
versión del problema eléctrico.
Estas son algunas de las cuestiones que se deberán tener en cuenta, aunque existen otras que estarán en dependencia de las
características del caso que se investigue.
Dentro de los problemas eléctricos capaces de generar el calor
necesario para el surgimiento de un incendio se encuentran:
- Cortocircuito.
- Sobrecarga eléctrica.
- Resistencias transitorias.
- Chispas y arcos eléctricos.
- Por los aparatos eléctricos.
- Electricidad estática.
- Descargas atmosféricas.
Pasaremos al análisis detallado de cada uno de ellos.
1. Cortocircuito:
Es el fenómeno que ocurre cuando dos o más conductores se encuentran energizados, y se unen entre sí a través de una resistencia,
no prevista en el régimen normal de trabajo. El cortocircuito puede ser
trifásico (representa un aproximado del 5% del total), bifásico (10%),
monofásico (65%) y bifásico al cuerpo (20%)
Con el cortocircuito existen los siguientes peligros:
Surgen corrientes de gran intensidad.
La acción térmica de la corriente hace que el calor desprendido
inflame el aislante y funda el metal del conductor.
Las chispas y partículas fundidas del material de los conductores
provocan la inflamación de los materiales combustibles que estén
en el lugar, donde se alcanzan temperaturas entre 1400 – 1500 ºC
(En un corto tiempo).
154
Figura 93: Note la fundición de los terminales, formando la «bolita» en su punta, elemento que se valora como cortocircuito.
Al ocurrir el cortocircuito, disminuye el voltaje en el sector exterior
del circuito, lo que conlleva a que se detengan los motores o no
trabajen correctamente, así como, en general afectar el sistema
energético.
Los síntomas y huellas fundamentales que indican la formación del
cortocircuito son:
Fundición de los terminales del conductor, con la posible formación
de la «bolita» en su punta, que debe tener las características de ser
equidistantes en relación con el conductor, su material tiene aspecto
de pulido.
Disparo de los sistemas de protección, si estos están ajustados
adecuadamente.
Fundición de las láminas fusibles.
Al producirse la acción térmica sobre el conductor, provoca que el
aislante se combustione de adentro hacia afuera, por lo que podrá
apreciarse sin ningún tipo de resto sobre la superficie del conductor.
Figura 94: El aislante de estos conductores está
combustionado desde adentro hacia fuera.
Las causas fundamentales que pueden dar origen al cortocircuito
son:
a) Deterioro del aislamiento de los conductores que puede estar dado
por:
• Alteraciones mecánicas (penetración de objetos entre las líneas).
• Envejecimiento del material.
• Larga explotación.
• Sobrecargas sistemáticas.
155
• Alteraciones a causa de la humedad o el medio agresivo.
• Por ser dañado por la acción de los animales.
b) Por no hacer el empalme correctamente y dejarlo sin el adecuado
aislamiento.
c) Por caer, sobre las líneas en tensión, objetos mecánicos que cierren el circuito, así como animales entre los terminales.
d) Por contacto de una de sus líneas no aislada con el cuerpo del
equipo, catao, tubería metálica, etc.
Debemos reiterar que en la investigación pericial debe determinarse si el cortocircuito fue causa o consecuencia del incendio ya que al
desarrollarse la combustión, puede afectar una línea energizada, dañando su forro aislante, produciéndose el cortocircuito. Recuerde que
la temperatura en un siniestro oscila entre 800 – 1100 ºC y la fusión del
cobre se logra a 1083ºC. En los conductores de aluminio es muy difícil
encontrar síntomas de cortocircuito.
2. Sobrecarga eléctrica:
Es cuando por los conductores circula una corriente mayor que la
admisible (es aquella corriente máxima que pasa por los conductores
durante un período sin provocar su calentamiento) lo cual provoca el
calentamiento de su forro aislante, en ocasiones llegar a inflamarlo y por lo tanto conlleva
el surgimiento de la combustión, esto indica
que el calor se desarrolla desde adentro hacia afuera y se propaga por la longitud de la
línea.
Figura 95: En los desconectivos magnéticos se deben comprobar las huellas de la combustión que tienen y, si estaban o
no desconectados.
Cuando se origina la sobrecarga existen los siguientes peligros:
• Se incrementa el calor desprendido por el conductor lo que conlleva a
la inflamación de los forros aislantes, partes de los aparatos y objetos que
se encuentran cercanos. Este principio está basado en la Ley de Joule–
Lenz.
• Se diferencian las sobrecargas grandes de las pequeñas. En el
caso de esta última, el aislante no se inflama, se reseca, destruyéndose, lo que puede conllevar al cortocircuito.
Los síntomas y huellas que indican este fenómeno son:
- Si el calibre del conductor corresponde con el consumo que tenía
acoplado.
- Si la sobrecarga no es puntual, sino que se generaliza en todo el
conductor.
- Comprobar si estaban o no disparados los desconectivos magnéticos.
156
- Indagar con los trabajadores si notaron que la línea se calentaba
antes del incendio.
- Cuando se origina un cortocircuito, donde las protecciones no actuaron,
puede dar origen a una sobrecarga.
- Determinar si se observó una disminución en la intensidad de la iluminación o en el giro de los motores.
- Si se sintió el olor característico a cables quemados antes del
incendio.
- En las partes del aislamiento que no combustionaron, se aprecian
cambios en su color (se pone más oscuro) o agrietamiento de este
material.
- La sobrecarga, donde más influye, es en los contactos y lugares de
empalmes de los conductores. Si no fue realizado con los requerimientos establecidos, se produce en esta parte la inflamación.
Las causas fundamentales que dan origen son:
• Sección incorrecta del conductor.
• Material del hilo conductor.
• La conexión en paralelo de gran cantidad de consumidores.
• Aumento de la temperatura del medio ambiente.
• Sobrecarga mecánica de los motores.
• No tener instalados los aparatos de protección adecuados.
3. Resistencias transitorias:
Esta surge por el mal contacto entre los conductores hacia un equipo eléctrico o en la unión entre dos conductores y va a aparecer en los
puntos de contactos y extremos de las líneas. Esto ocurre por empalmes incorrectos o sin el apriete adecuado.
Cuando se originan las resistencias transitorias existen los siguientes peligros:
• En los lugares donde ellas se producen se desprende gran cantidad
de calor, que conlleva a la inflamación de su aislante.
• Es difícil controlar los lugares de unión de los conductores.
• No existen los aparatos de protección contra este fallo.
• El no realizar los empalmes de los conductores, mediante sol
daduras, casquillos, etc., así como no emplear terminales, se debe
a un trabajo incorrecto de montaje.
• En los puntos de resistencias transitorias surgen chispas e incluso
arcos eléctricos.
• Es posible que el fallo no sea apreciado por los fusibles, ya que la
corriente no aumenta en el circuito.
Los síntomas y huellas que indican este fenómeno son:
- El aumento del calentamiento en los lugares de contacto provoca
fragilidad y agrietamiento de los forros aislantes.
- Fundición de la soldadura en los bornes o empalmes.
157
- Desprendimiento de olor característico, así como se escucha el
sonido de la falla, antes del incendio.
- En los lugares de contacto se observan huellas de oxidación.
- La línea debe inspeccionarse minuciosamente a fin de encontrar la
zona de fallo y apreciar si posee síntomas que permitan esta valoración. Estas huellas son similares al fenómeno de sobrecarga.
Las causas fundamentales son:
- Empalmes incorrectos o flojos.
- Aprietes inadecuados.
- Oxidación en los lugares de conexión de los conductores.
4. Chispas y arcos eléctricos:
Estos fenómenos son fundamentalmente el resultado del paso de
la corriente a través del aire.
Las chispas surgen:
- Al desunir los circuitos eléctricos que se encuentran energizados.
- Por la rotura del aislamiento entre los conductores.
- Durante el funcionamiento de los motores eléctricos por el contacto
entre las escobillas y el colector.
- Por incorrectos contactos en los lugares de empalme de los
conductores y cables.
El peligro de incendio por chispas y arco eléctrico, es el que se
producir en locales donde se encuentren sustancias explosivas o inflamables provocan la combustión del ambiente.
Para lograr las medidas preventivas contra estos fenómenos
se debe:
- Las partes de los aparatos eléctricos que producen las chispas se
cierran con tapas protectoras.
- En los lugares peligrosos de explosión, no se instalan aparatos
eléctricos que produzcan chispas y de hacerlo, se emplean aquellos que
fueron diseñados para funcionar en este tipo de ambiente.
- Tiene que realizarse un correcto empalme en los conductores.
- Velar por la correcta explotación y mantenimiento de los motores
eléctricos.
5. Medios de protección en las instalaciones eléctricas:
Se emplean para proteger los circuitos eléctricos, al surgir los regímenes de averías por encontrarse energizada la línea, siendo diseñados
para los fenómenos de cortocircuito o sobrecarga, por ello se dividen
en dos grupos:
a) Protectores fusibles.
b) Protectores automáticos.
a) Protectores fusibles: Es un elemento conductor que se funde a un
determinado valor de temperatura según el material y su espesor.
158
De acuerdo a su forma constructiva pueden ser:
- Láminas.
- Tapón.
- Cartuchos.
Los materiales que se emplean en su conformación son:
- Plomo.
- Estaño.
- Zinc.
- Cobre.
En las láminas fusibles, la sección más estrecha, es la zona por
donde se funde y abre el circuito. El tiempo de la fusión debe ser
menor que el requerido para el calentamiento del equipo hasta una
temperatura peligrosa.
Estos medios de protección se sitúan siempre al inicio del circuito
eléctrico, así como en los lugares de cambio de la sección del conductor (de la mayor a la menor) y en las ramificaciones hacia el consumidor.
b) Protectores automáticos: Son de diferentes formas y empleos,
llamados «relay», interruptores o breakers, según el fabricante.
Existen diversos tipos de acuerdo al circuito en el cual se instalen.
Su principio básico de funcionamiento se basa en láminas
bimetálicas o bobinas electromagnéticas, que ante el paso de la energía eléctrica o el calor hace que se abra el circuito, protegiendo de
esta forma los consumidores que están en el sistema.
COMPARACIÓN DE LOS MEDIOS DE PROTECCIÓN
a) Protectores fusibles: Son simples por su construcción, baratos y
protegen bien ante los fenómenos del cortocircuito. Para sobrecargas
no son efectivos.
b)Protectores automáticos: Garantizan con más confianza y seguridad la protección, conexión y desconexión en los regímenes normales,
aunque son más efectivos para los fenómenos de sobrecarga.
6. Transformadores eléctricos:
Es un aparato eléctrico basado en la inducción mutua y es utilizado para variar las relaciones de corriente y voltaje en los circuitos de
corriente alterna sin modificar la frecuencia de la energía eléctrica.
La forma simple del transformador consiste en un núcleo de acero
laminado con dos enrollados aislados entre sí del núcleo. Uno de ellos
es conectado a la fuente de energía y se le llama primario y el otro a
los circuitos de carga, denominado secundario. El núcleo con las bobinas está encerrado en un tanque de acero laminado, con aceite especial
para transformadores de una alta propiedad dieléctrica, el cual sirve
como aislante adicional entre las bobinas, es buen conductor del calor
y extingue el arco eléctrico durante el régimen de avería.
159
Figura 96: En estos transformadores eléctricos, al perder su aceite, las propiedades dieléctricas provocan su
inflamación.
El peligro de incendio de estos equipos son:
- Presencia de gran cantidad de aceite.
- Posibilidad de escape de aceite.
- Posibilidad de la formación de las mezclas con peligros de explosión (al descomponerse el aceite).
- Posibilidad de una rápida propagación del incendio.
- Presencia del arco eléctrico en los interruptores de aceite.
- Posibilidad del cortocircuito y sobrecarga en el transformador.
- Durante la extinción del incendio, los bomberos corren el riesgo
de ser alcanzados por la corriente eléctrica.
Lo anterior se puede prevenir si se controla lo siguiente:
- Construcción de los equipos para la recolección del aceite.
- Control del nivel de aceite.
- Control de la temperatura del aceite (tiene que ser no mayor de 95ºC)
- Pruebas de las propiedades dieléctricas del aceite.
- Protección contra sobrecargas y cortocircuitos.
- Revisión diaria de los aparatos llenos de aceite.
7. Motores eléctricos:
Son equipos que convierten la energía eléctrica en mecánica, funcionan en el principio de la interacción del campo magnético y el
conductor energizado. Según el tipo de corriente eléctrica se diferencian los motores de corriente continua y alterna. De acuerdo con las
velocidades de las revoluciones del rotor con las del campo magnético
pueden ser sincrónicos o asincrónicos.
Al funcionar el motor bajo la carga mecánica, esta aumenta, y
disminuye la velocidad del movimiento del rotor, por lo cual aumenta la corriente del estator y el rotor. La sobrecarga mecánica del
motor conlleva a la sobrecarga eléctrica y después al incendio. Lo
componentes eléctricos de un motor también generan calor suficiente para inflamar el propio motor y los materiales próximos a él.
Al seleccionar el motor según su potencia se debe valorar si es
menor que la del equipo a mover, lo que provoca el régimen de
160
sobrecarga y por lo tanto la avería del equipo, (si es mayor económicamente no es racional).
Los motores según su ejecución son:
Abiertos: En estos existen el acceso libre a los mecanismos
eléctricos y giratorios, empleándose en locales poco húmedos.
Protegidos: Tienen la protección al choque casual con las piezas giratorias eléctricas, pero los objetos pequeños y el polvo pueden
penetrar al motor. Se utilizan en locales poco húmedos.
Protegidos de las gotas y salpicaduras: No permiten la entrada de gotas, se emplea en la vía pública, locales húmedos y en
aquellos donde se utilizan los protegidos.
Cerrados: Están protegidos contra la penetración del polvo a
sus partes interiores y tienen enfriamiento natural o artificial. Se utilizan en cualquier local a excepción de los que presentan peligros de
explosión o fuera de los locales.
Protegidos a la explosión: Garantizan la seguridad en los locales peligrosos a la explosión.
- Los motores eléctricos deben estar protegidos contra las sobrecargas eléctricas.
- Tener en cuenta, de acuerdo con su consumo, la sección del conductor eléctrico y los parámetros nominales de los aparatos de protección.
- El estado de los contactos en los lugares de conexión y unión de
alambres y cables.
- Valorar la presencia y el estado de los aterramientos o líneas
neutras.
- Estado de los aislamientos de los conductores. Al surgir la combustión a causa de un problema en el motor, los síntomas que se
encuentran indicarán que fueron desde adentro hacia afuera, con la
consiguiente afectación en el rotor y el estator.
8. Circuitos eléctricos:
En este aspecto analizaremos los conductores eléctricos, sus empalmes y anclaje a tierra como posible causa de un incendio. Los
circuitos eléctricos son exteriores o interiores y ellos a su vez ocultos
o abiertos (se les denomina también como aéreos o empotrados).
De acuerdo con su construcción se clasifican en: radiales, magistrales y mixtos, este último es el más empleado.
Radiales: Estos esquemas se utilizan para alimentar motores eléctricos de pequeña y media potencias, situados no muy lejos uno del
otro, así como para la alimentación de consumidores potentes. Se garantiza la seguridad e independencia, su deficiencia consiste en el uso
de muchos conductores.
Magistrales: Se emplea donde la potencia sea igual y posible cambiar los motores. Son más baratos que los radiales pero menos seguros,
no pudiéndose utilizar en los locales con peligro de explosión.
161
Mixto: Es una combinación entre ambos sistemas anteriores y
por lo tanto posee sus ventajas y desventajas, aunque son los más
empleados.
a) Conductores: Es un hilo desnudo o aislado que sirve para conducir la energía eléctrica.
Debe tenerse presente que existe el cable que son varios alambres
torcidos que pueden tener una cubierta protectora o no y el alambre
que es de un solo hilo. En ambos el material empleado es el cobre,
aluminio, acero o acero–aluminio.
El aislamiento de los conductores pueden ser de goma, policlorovinil,
polietileno o papel.
Los conductores se clasifican según su sección, tipo de aislamiento
y forma de montaje.
Cuando valoramos en un incendio como causa posible por sus
conductores, se debe tener en cuenta el análisis del cortocircuito y la
sobrecarga; sobre las huellas de la combustión que presentan pero, en
general, debe recordarse que si fue como resultado un cortocircuito
puede existir la fusión del metal en su extremo y si es por una sobrecarga, la combustión del aislamiento será desde adentro hacía afuera.
b) Empalmes y terminales de los conductores: Tienen que estar
realizados de modo tal que eviten la aparición de las resistencias transitorias grandes, así como, no experimentar grandes influencias
mecánicas.
Existen varios métodos de empalmes de los conductores, estos son:.
Rabo de cochino – Dos conductores que se unen a un tercero,
se emplean en secciones menores o igual a 10 mm2 – no es necesario
soldarlos.
Trenzado – Se precisa soldarlo.
Especiales con prensado – Se emplea en conductos con sección de 16 a 240 mm2.
Especiales – Se utiliza la soldadura posteriormente.
En los métodos terminales se emplean:
El anillo – Para conductores de un solo hilo con una sección menor a 10 mm2 o los conductores de muchos hilos con una sección igual
o menor a 2,5 mm2.
Especiales – Se utilizan en conductores por medio del prensado o
la soldadura.
NOCIÓN SOBRE LAS CORRIENTES ADMISIBLES
EN LOS CONDUCTORES
Al circular la corriente por los conductores se desprende calor,
determinada por la Ley de Joule–Lenz, que se enuncia como:
Q=I2 RT
162
Para que no ocurra el fenómeno de recalentamiento de los conductores, es necesario limitar el valor de la corriente circulada.
La corriente admisible es aquella que circular por los conductores
durante un período prolongado, sin provocar el recalentamiento, el que
se considera:
- Conductores con aislamiento de goma y policloruro de vinilo de 65ºC.
- Conductores con aislamiento de papel de 87ºC.
La corriente admisible depende de:
Sección del conductor
Material de hilo
Método de colocación de los conductores
Construcción del conductor
Temperatura ambiente.
c) Anclaje a tierra: Esta protección se emplea básicamente para
la defensa a las personas contra las corrientes eléctricas. Consiste en
un empalme eléctrico en las partes metálicas de la instalación.
Se define según el tipo de local donde estén las instalaciones eléctricas, el tipo de corriente y el voltaje.
9– Electricidad Estática:
Surge durante el roce entre los cuerpos que se encuentran en movimiento, como pueden ser de las correas, los líquidos y otros. Se
manifiesta en forma de campos magnéticos que dan origen a una descarga eléctrica con la aparición de chispas; si las condiciones del
ambiente son favorables provocaría la combustión o explosión.
Esto ocurre con frecuencia en las rotativas de las imprentas, cuando se viola la instalación adecuada de los conductores a «tierra» que
posibilita la descarga hacía este elemento y no al ambiente.
10– Descargas Atmosféricas:
El rayo es la carga eléctrica en la atmósfera entre las partes de las
nubes polares o la nube y la tierra. El origen de las cargas atmosféricas es la electricidad estática que surge durante la fricción.
Los parámetros del rayo son:
- Longitud es desde varios metros hasta 40 kilómetros.
- Voltaje hasta 50 x 106 voltios.
- Intensidad hasta 250 x 103 amperes.
- Velocidad de cambio de la corriente del rayo es de 4 x103 hasta
60 x 103 amperes/segundo.
- Temperatura del rayo es hasta 20000ºC.
Se distinguen los tipos siguientes de la influencia del rayo.
163
Figura 97: Síntoma del choque directo
por una descarga atmosférica (rayo).
Note cómo provoca la rajadura en el
techo de esta construcción.
Figura 98: El choque directo de la descarga
atmosférica (rayo) origina las rajaduras en
la pared.
CHOQUE DIRECTO
Las edificaciones se afectan directamente por el rayo, lo que provoca rajaduras en las paredes, perforaciones o roturas en los materiales
que son malos conductores de la electricidad como tejas, paredes,
etc.,. Calcina los objetos que están cerca de la superficie o incluso
inflama el heno, la paja, la madera seca. Funde los metales, las instalaciones eléctricas que no resisten el altísimo voltaje y la gran intensidad.
Los metales como el hierro y el níquel conservan un magnetismo
remanente. Puede provocar varios focos de incendios diseminados.
En el lugar donde penetre al piso o tierra se aprecia un cráter.
Estos son los más peligrosos.
INDUCCION ELECTROMAGNETICA
No existe el choque directo con la edificación, pero en su caída
aparece el campo magnético, el cual cruzando las estructuras metálicas, induce en éstas una fuerza electromotriz, que crea una gran
diferencia de potenciales, lo que provoca chispas en los locales, origina explosiones si tienen sustancias o elementos en el ambiente con
características explosivas. El radio de acción de esta influencia es de
hasta 50 metros.
INDUCCION ELECTROESTATICA
No hay choque directo del rayo con la edificación, pero al no tener
las estructuras metálicas el anclaje a tierra, aparece una diferencia de
potencial.
TRANSMISION DE LOS POTENCIALES ALTOS
La corriente del rayo se transmite al interior del edificio por las estructuras metálicas, que conlleva a chispas y afectaciones a las personas.
VOLTAJE DE PASO
La corriente del rayo se extiende por la tierra, provoca la aparición en
la superficie de la tierra de varias zonas con diferentes potenciales, que
conlleva a la afectación de las personas y animales. El voltaje de paso es
factible a una distancia de 5 a 10 metros del lugar de caída del rayo.
164
Después de haberse analizado las características principales que
tienen las descargas atmosféricas, desde el punto de vista de peligrosidad de incendio, lo que más nos interesa es la posibilidad que éstos
tienen de iniciar una combustión, para ello es necesario que exista el
ambiente combustible, las condiciones para recibir el rayo y su posterior propagación.
Figuras 99 y 100: Se aprecia la entrada y salida de una descarga atmosférica que le provocó la
muerte a un ciudadano. La corriente le entró por la hebilla del cinto y salió por su pie izquierdo.
Cuando por el choque directo, la descarga atmosférica afecta una
edificación, encontramos a partir del punto en que hizo contacto la rajadura de la estructura del local y por lo general al introducirse en la tierra
provoca un cráter que deja la característica de quemaduras.
En los cables o conductores eléctricos se aprecian síntomas de
sobrecarga. En caso de causar la muerte a alguna persona, encontraremos la entrada de la corriente con una pequeña área y la salida con
mayores dimensiones. Este síntoma es similar a cuando las personas
perecen por efecto de la corriente eléctrica.
POSIBILIDADES DE AFECTACION POR EL RAYO
Depende de:
Intensidad de la tormenta.
Dimensiones geométricas y situación mutua de las edificaciones (la
mayor importancia la tiene la altura).
Material de las estructuras (las metálicas atraen más).
Relieve del terreno.
Para la defensa contra las descargas eléctricas se instalan los pararrayos que sirven para la protección las edificaciones del choque
directo del rayo.
Hemos realizado un estudio de las principales formas de clasificación que se le da a los incendios, por causa de la energía eléctrica, con
el fin de que este material sirva a los especialistas que tienen que
enfrentarse a la tarea de su determinación.
Esperamos que sea útil y cumpla además la labor de prevenir estos
tipos de hechos que tantas pérdidas humanas y materiales provocan.
165
CAPITULO 10
INCENDIOS PREMEDITADOS O INTENCIONALES
Estos provocan daños económicos y sociales considerables, al ejecutarse con objetivos definidos. Por lo general se estudian las formas
y métodos a emplear para lograr los propósitos deseados, que pueden
ser ocultar otros delitos. Son tan bien preparados que es difícil asumir
que se trate de un hecho criminal y serán a los que mayor interés
deben prestar los peritos e investigadores, pues la primera versión a
plantearse es que se trata de un incendio premeditado y posteriormente con el análisis de todos los elementos ratificarlo o descartarlo, esto
nos permitirá sin lugar a dudas ser objetivo en la determinación de su
causa.
Las bases que deben tenerse en cuenta para la elaboración de la
versión del incendio intencional o premeditado son:
a) Las declaraciones de los testigos oculares acerca de los hechos o
de los indicios que se tuvo de su preparación o consumación del
delito.
b) Amenazas hechas a la víctima con anterioridad al incendio.
c) Indicios que se tengan de sacar y alejar del lugar bienes materiales
o posibilidad es de inspección financiera o de medios básicos por
los organismos superiores de esa entidad.
d) Existencia o posibilidad de un ambiente favorable para el surgimiento y desarrollo de la combustión.
e) Condiciones de falta de vigilancia en el área u objetivo donde se
produjo el incendio.
f) Síntomas de penetración ilegal al lugar del incendio.
g) Síntomas de preparaciones especiales para que el incendio se desarrolle activamente, por ejemplo: concentración de materiales
combustibles, creación de dificultades para descubrir el incendio, etc.
h) Aparición inesperada del incendio y su rápido desarrollo.
i) Descubrimiento de los medios utilizados para provocar el incendio.
j) Determinación de más de un foco de incendio.
k) Aparición simultánea o cíclica de incendios en un mismo sector,
objetivo o medios de transporte en un período corto.
l) Síntomas de otros delitos en el lugar.
m) Exclusión fundamentada de otras versiones acerca de la causa
del incendio.
n) Otros elementos que permitan valorar algunas irregularidades o
cuestiones que posibiliten el desarrollo del incendio por tal forma.
o) La actitud de algunas personas de cooperar o estar al tanto de la
marcha de la investigación.
166
Es posible que se entrelacen varios síntomas de los expuestos a la
vez y ello favorezca a esa versión.
MOVILES DEL INCENDIO PREMEDITADO
Los móviles de los incendiarios, son muy variados. Trataremos,
con la experiencia que hemos acumulado, de enunciar la mayor cantidad de estos.
1- Problemas psíquicos
Este es un estado mental en las personas que tiene muchas facetas
y pueden provocar hechos de incendios, entre ellos se encuentran los
piromaniáticos, retraso mental, trastornos alcohólicos, histerismo, problemas sexuales o tratar de descartar su responsabilidad.
Por lo general en todos ellos está presente que el incendiario se
encuentra en el lugar durante su extinción y experimente un visible
placer por la combustión, en otros casos se mezclan con el personal de
salvamento y demuestra un valor que se hace notar.
No se puede probar ninguna relación entre el lugar y el incendiario,
al actuar al azar o elegido su campo de acción por situaciones favorables a su ubicación en la mayor parte de estos problemas psíquicos.
Piromaniáticos
Son incontrolables sus impulsos hacia los fenómenos de la combustión, no depende en ello la edad ni la profesión, sino una afección
mental y no un motivo esta es una condición mental que conduce a
provocar los incendios. Tenemos ejemplos de niños con estas características que iniciaron un gran número de incendios por sólo el placer de
ver las llamas y actuar los bomberos.
Por lo general actúan sólo, permanecen en el lugar o realizan acciones para que lo asocien con el hecho. Entre los pirómanos existen
diferentes casos:
a) Personas anormales. En este grupo están los epilépticos, retrasados mentales de ambos sexos que no valoran las acciones al iniciar
la combustión.
b) La persona que tiene complejo de superioridad. Trata de
ser héroe y después de provocarlo, simula descubrirlo y actúa de forma destacada en su extinción.
c) Alcohólicos y adictos a las drogas. Por el uso indiscriminado
de estimulantes, desarrollan una tendencia a provocar incendios. En
condiciones normales estas personas no evidencian signos de piromanía,
bajo esta influencia son víctimas incontrolables de ver un fuego.
d) Desviaciones sexuales. Este tipo de piromaniáticos generalmente masculinos, derivan estimulación sexual de prender el fuego y
observar sus llamas, así como provocar daños o en juicios a los responsables de los objetivos donde laboran por tener relaciones sexuales
con los mismos y sentir celos por su proceder.
167
2– Odio y Venganza
Ambos móviles van a menudo muy unidos al no tener relación la
causa con la proporción del delito y su condena.
Están dadas por la relación entre el afectado y el culpable en la
vida cotidiana y servicio, un motivo serían las riñas, escándalos y amenazan de aniquilar los bienes. Pero en algunas ocasiones, a pesar de
los datos existentes que evidencian el incendio con fines de venganza,
hay que promover y verificar escrupulosamente la versión sobre el
incendio con el fin de ocultar la malversación de los bienes.
En otras ocasiones son provocados por personas que fueron despreciadas por sus dueños o responsables.
3– Intimidación
Estos se relacionan con la posible intimidación a personas que dominan determinada parte de los delincuentes, a fin de que no declaren
en su proceso o atemorizarlos e inducirlos a apoyar sus intereses.
4– Por interés
Se han producido incendios con el propósito de cobrar el seguro,
demostrar que sus exigencias son de interés para la protección del
objetivo y son necesarios determinados medios para combatir la combustión. Provocan el fuego, para obtener alguna ganancia financiera o
apoyo en sus acciones de protección del objetivo. Se pone de manifiesto que el culpable gane más que lo provocado por el incendio, por
lo general el hecho no tiene ninguna condición para su inicio y se piensa que tiene un origen político.
5– Encubrir otro delito
Algunos delincuentes provocan el incendio para robar u ocultar
sus delitos. Tales casos son frecuentes para los hechos de no poner de
manifiesto el robo, la desviación de recursos, el asesinato, el que confía en destruir por el fuego los indicios de actividad, imposibilitar la
revisión de los documentos o los libros de contabilidad para hacer creer
que la causa es accidental.
En los casos de desviación de los recursos será necesario aclarar:
– Si existía o no defalco antes del incendio.
– Si planificada la revisión o inventario.
– Si fue planificado el cambio de responsable del objetivo.
– Si las personas responsables estaban en su cargo para no permitir
el análisis de los inventarios.
En los hechos de robos son frecuentes los incendios premeditados
con el fin de ocultar los bienes o medios sustraídos, por ello es necesario,
al realizar las labores de escombreo, tratar de determinar en qué lugar
se encontraban, lo cual no resulta fácil pero tampoco imposible, pues
el equipo, objeto o pieza debe estar combustionada y encontrarse dentro de los restos, así como valorar si su ubicación coincide con la posición
que fue referida por los testigos.
168
Además se debe inspeccionar detalladamente el estado de los cierres de ventanas y puertas, valorar si presentan huellas de violación.
En los casos que sean de cristal, analizar si los restos se encuentran a
nivel del piso y sin huellas de la combustión, esto puede ser un indicio
de que fue fracturada antes del incendio. Otro elemento a tener en
cuenta es la posible presencia de objetos o elementos que se encontraban en el interior del local, en las partes exteriores, sin síntomas de
la combustión.
Debe tenerse presente que en ocasiones los propios responsables
del lugar hacen simular que se produjo un robo y posteriormente se
originó el incendio premeditado, por ello es necesario determinar el
sentido en que se produjo la violación de las cerraduras y hacia que
lugar se encuentran los cristales o restos de madera, o sea, hacia el
interior del inmueble o en su parte exterior.
En los casos de incendios con el fin de ocultar el asesinato, debe
comenzarse a valorar a partir de encontrarse en el lugar la presencia de
los occisos, para ello es necesario determinar mediante el peritaje
médico forense si resultó quemado, estando aún vivo o ya era cadáver, esto puede ser por diversos síntomas en el cuerpo humano, como
son la presencia o no de monóxido de carbono y si las heridas fueron
estando la persona con vida y otras que están definidas para los médicos forenses.
En estos casos también se debe tener en cuenta la posición de la
víctima, pues nos define si el agresor conocía o no al occiso y la forma
en que penetró.
6– Por cobrar el seguro.
Estos son provocados por los propios dueños o administradores, así
como el personal de confianza de estas personas, para lo que es necesario en estos casos, valorar las vías de acceso, el lugar en que se
inició el incendio, posibles medios que se sacaron del inmueble, el estado financiero de la empresa, el monto del seguro y el método que se
empleó para provocar la combustión. En ocasiones se hace pretender
que se crea fue por problemas eléctricos o de defecto en sus equipos.
7– Con fines políticos.
Estos son los hechos de incendio que más daños causan. Se planifican, se estudia detalladamente el lugar, con el fin de destruir el objetivo
o medio. Es usual que durante las labores de inspección y escombreo
se encuentren restos de los medios o sustancias empleadas aunque en
ocasiones no se pretenda hacer notar la intención y por ello se hace
aparentar otra causa. En estos casos es importante determinar el momento en que surgió la combustión, el lugar en que se inició y si este
provocaba o no una rápida propagación del incendio y sus vías de acceso, además de precisar lo referido para los hechos de ocultar el robo.
169
MÉTODOS DE REALIZAR EL INCENDIO
PREMEDITADO
La clasificación que de acuerdo al método empleado tienen los
incendios intencionales o premeditados son:
a) Del primer grupo: Son aquellos que para su realización no
requieren de una preparación especial, ni una fuente generadora de
calor de alta energía, pues la propia concentración de materiales combustibles favorece el surgimiento y desarrollo de la combustión.
Existen características específicas, como el tiempo que transcurre
entre el momento en que se realiza y su descubrimiento, que puede ser
mínimo, donde el autor se encuentre en la zona u objetivo cuando se
detecte el incendio. Es muy importante, en este grupo, valorar minuciosamente las imprudencias al fumar o una chispa eléctrica o mecánica,
pues con ellos se tiende a enmascarar estos tipos de hechos. Se deberá determinar si estas fuentes de calor son capaces de iniciar el incendio,
el lugar donde comenzó, la posibilidad de que puedan caer en esa área,
los síntomas específicos en los materiales que se combustionaron y los
complementarios como huellas de hollín, caída del repello de las paredes y techo, etc.
Este es un grupo muy importante en el trabajo del perito y requiere
de un minucioso y paciente análisis de todos los síntomas de la combustión, conjugándolos con los antecedentes que tengan del caso.
b) Del segundo grupo: Se caracterizan por la utilización de materiales o sustancias combustibles concentradas donde parte de ellas
son trasladadas hacia el lugar donde se quiere iniciar la combustión;
otra variante para lograr la inflamación de estos elementos es el empleo de líquidos combustibles o inflamables. Este tipo de incendio es el
más usual. Una de sus particularidades es que el tiempo entre su provocación y detección son mínimos y los síntomas característicos que
poseen estos tipos de sustancias como color del humo y la llama, olor, etc.
Al emplearse líquido combustible, puede encontrarse el medio utilizado para su traslado e inclusive si las condiciones lo permiten, las
búsquedas de huellas dérmicas, así como en ocasiones han quedado
restos de esta sustancia en las ropas y manos del autor. También encontrarse en la inspección del área del incendio y sus alrededores
elementos que indiquen la presencia de alguna persona, como huellas
de pisadas, restos de ropa, vasijas o documentos que se le hayan caído
al delincuente en su huida.
Es posible que en la entrevista a los testigos, el incendiario sea uno
de ellos y nos ofrezca algunos detalles de la combustión que sólo pudo
ser apreciado por el autor del hecho, según las determinaciones que se
realizaron por los peritos.
170
En este grupo es importante la ocupación en el lugar de inicio de
los restos combustionados para el análisis de posibles sustancias o
líquidos combustibles, lo cual será una prueba más del surgimiento del
incendio.
c) Del tercer grupo: Estos se caracterizan por la utilización de
medios técnicos especiales, artefactos incendiarios preparados de antemano, de los que se espera gran efectividad y que la inflamación se
produzca en el tiempo calculado, lo que requiere de una cierta preparación previa para las acciones delictivas.
Una de las características que va a exigir este método, es la existencia de una zona de grandes destrucciones por la utilización del
artefacto, así como es posible, durante las acciones del escombreo
del lugar del suceso, encontrar algunos restos por lo que no se debe
subestimar cualquier elemento que se halle y comprobar si en realidad pertenecía o no al ambiente que existía en el área. Este tipo de
incendio intencional permite al autor alejarse del lugar o dar la impresión de no tener relación pues, el tiempo que mediará entre su introducción
y detección puede ser de minutos, horas o días, lo que le da una coartada al incendiario, siendo necesario hacer un estudio minucioso del
ambiente con vistas a delimitar con la mayor aproximación posible el
momento en que se colocó el artefacto.
Otros elementos a tener presente son: las características de la acción del artefacto, como el sonido, olores específicos, color de la llama
y el humo, los cuales deberán precisarse con los testigos que detectaron el incendio.
d) Del cuarto grupo: Se provocan creando las condiciones propicias para que el incendio se origine por causas, que al parecer, responden
a la violación casual de las medidas de prevención, una imprudencia o
haberse preparado algún equipo o instalación dentro del proceso tecnológico o el sistema eléctrico.
Una de las características, a considerar es que, al aplicar este modo,
las personas que lo hacen conocen muy bien el lugar, trabajan en él o
tienen calificación y experiencia que le permiten elaborar la forma en
que la combustión se desarrollará. Es sin lugar a dudas, uno de los más
difíciles de demostrar, pero con un trabajo meticuloso en la inspección
y el análisis consecuente de todos los elementos que se posean de los
antecedentes se llegaron a conclusiones acertadas
e) Del quinto grupo: Está formado por la interrelación entre dos
o más de los grupos antes referidos.
El resumen hecho, de los síntomas y cuestiones fundamentales que es
necesario tener en cuenta al elaborar y comprobar las versiones de incendios intencionales, demuestra que a pesar de la complejidad de estas
investigaciones, puede llegarse con éxito a su determinación exhaustiva, siendo los factores fundamentales el trabajo de los investigadores y
171
peritos que están obligados a ser persistentes, pacientes y objetivos
para este tipo de investigación.
De acuerdo con la experiencia de los casos investigados los incendiarios usualmente emplean las siguientes sustancias:
LIQUIDOS
Aquellos que poseen un punto de inflamación bajo, lo cual no requiere de una llama abierta de alta potencia, pues incluso algunos de
ellos, la combustión surge por la presencia de una chispa.
Por lo general son utilizados:
GASES
Existen ciertos gases que al mezclarse con el aire poseen excelentes propiedades inflamables, cuando están presentes en un área cerrada
provocan una explosión. En la investigación de un incendio, debe tenerse en cuenta que una combustión lenta, pobremente ventilada da
lugar a la explosión de sus propios gases, siendo los más comunes, los
siguientes:
SÓLIDOS
Cuando los sólidos están granulados o en polvo, forman una excelente sustancia combustible, tales como el polvo de carbón, granos,
metales y otros materiales. Estos queman rápidamente al combinarse con el aire y son inflamados por una fuente de calor.
Algunas sustancias generan abundante calor al contacto con el
agua, como el sodio, el peróxido de sodio y el potasio.
172
Los sólidos que son agentes oxidantes, desprenden oxígeno y así
ayudan a la combustión, entre ellos están los cloratos, preclorados,
cromatos, bicromatos, nitratos y permanganatos.
Medios empleados:
En la práctica hemos encontrado el uso de aparatos incendiarios
de «tiempo» u otros como generadores de calor (cocina, cautines de
soldar, planchas eléctricas, lámparas), productores de chispas (conmutadores eléctricos, timbres), dispositivos mecánicos (relojería,
alteración de los equipos, lentes), el empleo de animales (gatos, perros, caballos), medios de iniciación lenta (mechas, cigarros, cigarros
con fósforos en su interior, velas) y los dispositivos químicos (bombas
de termitas, fósforo blanco, cócteles molotov).
Son múltiples los medios y sustancias que se emplean por los incendiarios pero, de realizarse un trabajo técnico adecuado en el lugar
del suceso y valorar las declaraciones de los testigos permite determinar el móvil, método y sustancia empleada.
173
CAPÍTULO 11
INCENDIOS EN VEHÍCULOS AUTOMOTORES
Como es conocido, los vehículos automotores por el combustible
que emplean se dividen en motores de gasolina y diesel.
Las diferencias principales van a estar dadas por el modo de inflamación del combustible y sus características particulares.
El principio en que se basa su funcionamiento está dado en que una
masa de aire sea comprimida suficientemente para que su temperatura alcance un valor determinado, introduciéndose un combustible
finamente pulverizado, produciéndo la combustión por la
autoinflamación de la mezcla.
Si hacemos una comparación entre ambos, veremos que:
EN EL MOTOR DIESEL
En el ciclo de admisión aspira el aire a través de las válvulas y en la
compresión se alcanza una presión de 20 a 30 kg/cm2, donde la temperatura del aire es de 600º C aproximadamente y una relación
volumétrica de 1/12 a 1/22. Al final de la carrera de compresión se
produce la inyección bajo fuerte presión (de 100 a 175 kg/cm2) del
combustible que se inflama al contacto con el aire calentado. La combustión o explosión se logra mediante los inyectores y por último, a
través de las válvulas de escape, se produce la evacuación de los
gases quemados.
EN EL MOTOR DE GASOLINA
En la admisión se produce la aspiración de una mezcla de aire y
gasolina preparada y dosificada por un carburador. En la compresión
se alcanza una presión de 8 a 12 kg/cm2, donde la temperatura de la
mezcla es de 300º C aproximadamente, con una relación volumétrica
de 1/5 a 1/8. Al final de la carrera de compresión, mediante el magneto y la bujía de encendido, se produce la inflamación de la mezcla por
una chispa eléctrica, dando origen a la combustión y por último se
produce el escape de los gases quemados a través de la válvula.
Hemos analizado esta breve descripción del proceso de combustión de cada tipo de motor. Para que se comprenda cuáles son los
elementos que están presentes en cada uno de ellos y que pueden
contribuir al surgimiento del incendio.
Los incendios en los vehículos automotores los subdividiremos en
dos grandes grupos:
1- Cuando el vehículo se encuentra transitándo.
2- Cuando el vehículo está estacionado.
174
En estas dos condiciones van a existir diferencias sustanciales, ya
que en el primero tendremos al motor con todos los elementos que lo
componen y agregados funcionando, con los riesgos de incendios que
conlleva; mientras que al estar estacionado su motor permanece apagado y por lo tanto no se producirán las causales por problemas técnicos.
1– CUANDO EL VEHÍCULO SE ENCUENTRA TRANSITANDO
a) Inflamación de los vapores de gasolina por salideros en los
conductos o rebosamientos por mal funcionamiento de los elementos del carburador, siendo las fuentes de calor la chispa
producida por la bujía, distribuidor, escobilla del motor de arranque, carbones del dinámo o algún contacto con «tierra» de un
conductor eléctrico.
Esta causa, representa más del 60% de los incendios que se producen cuando el vehículo se encuentra en movimiento.
Las condiciones que contribuyen a crear el ambiente combustible
necesario para el surgimiento del incendio son los salideros de gasolina que ocurren por las uniones que acoplan a la bomba de combustible,
al carburador u otra conexión, motivados, fundamentalmente, por las
violaciones que se cometen al no utilizarse las mangueras adecuadas
para este tipo de función, así como no se fijan convenientemente
mediante presillas, lo que trae por consecuencia que el líquido salga
a presión y se esparce por la superficie del motor, el cual se encuentra a una determinada temperatura,
debido a su propio funcionamiento, esto hace que el combustible
se volatilice formando un ambiente combustible y se inflame con la
chispa de los elementos que se
encuentran por la zona del derrame, como pudieran ser las
bujías, el distribuidor, etc.
Figura 101: Por un derrame de combustible a
través del carburador, se originó el incendio
en esta motocicleta.
Existe también la posibilidad de inflamación del combustible al no
poseer filtro de aire el carburador y tener deficiencias en el tiempo
del motor lo que hace que la chispa se adelante a la inyección se inflame violentamente con el surgimiento de la llama, que se propaga por los
residuos de grasa y conductores eléctricos, etc., que se encuentren
a su alrededor y de esta manera desarrollarse el incendio.
Las características fundamentales que van a tener los síntomas de
la combustión por esta causa estarán dadas por una zona de intensa
175
destrucción, donde se aprecia la fundición de los elementos de aluminio o calamina que componen el carburador, la bomba de combustible
y otros que con estas características estén en esa zona; coincidente
con el lugar de inicio del incendio.
A partir de esta zona se observarán las vías de propagación hacia
el interior del vehículo, a través de la pared que divide el compartimiento del motor de la cabina, donde se apreciará una zona con intensos
cambios de matiz en la parte del «capo» que se corresponde con la
zona del carburador.
b) Por la inflamación del aislante de los conductores eléctricos a causa de una sobrecarga surgida en la línea.
Al producirse un incendio por esta causa, existen varias condiciones previas, como son: que para el surgimiento de la sobrecarga debe
ocurrir un excesivo consumo en la línea, la cual rebase el amperaje
admisible, al ponerse en contacto con «tierra» o cerrarse el circuito
con otro conductor y permanecer «cerrado», lo que provoca que la
temperatura de los conductores
comiencen a elevarse, hasta llegar al
punto de inflamación del material aislante, el que a todo lo largo del conductor
se combustionará cayendo parte de este
material encendido sobre otros elementos combustibles, propagándose de esta
forma el incendio.
Figura 102: Un cortocircuito en la pizarra
de este camión provocó el incendio que se
propagó a su cabina.
Esta causa puede tiene diferentes lugares de inicio, ya que el
«aterramiento» se producirá en aquellos puntos de los conductores,
terminales de instrumentos de mediciones o equipos que sean factibles de hacer contacto con partes metálicas de la carrocería chasis o
pizarra de control del vehículo, así como al pegarse el cable del motor
de arranque con el múltiple de escape siendo los más frecuentes los
cables y carbones del dinamo del motor de arranque, del alternador,
etc.
c) Por fricción de las bandas de freno contra la tambora, provoca, un aumento considerable de la temperatura que inflama la
grasa del rollete o el neumático.
Este es un hecho que se produce frecuentemente en vehículos
que su sistema de frenaje es por aire, o sea, a través de compresor,
lo que hace que las líneas se mantengan a una determinada presión
176
(de acuerdo con el tipo de vehículo). Al chofer hacer la aplicación en
el pedal de freno, provoca un escape de presión que cierra las zapatas
de freno, motivando una fricción que hace detener el vehículo, de ello
se deduce que al no tener el carro la presión de aire necesaria o existir
escape por alguna parte del sistema, las bandas se pegarán a la tambora y de continuar transitando se producirá un roce continuo entre
ambos materiales que incrementan la temperatura, trasladándose por
conducción a la grasa de los rolletes y al neumático, hasta llegar al
punto de inflamación de uno de esos materiales, comenzando la combustión en fase de incandescencia, con desprendimiento de humo negro,
la que pasa rápidamente por el enriquecimiento de oxígeno del aire
que se desplaza del vehículo en su marcha a fase de llama abierta,
propagándose al resto del carro.
La presión en el sistema puede también no ser la necesaria, cuando se partan las correas que mueven el compresor y por lo tanto no
producen el aire suficiente, así mismo al existir grasa o estar demasiado gastada la correa, estas patinan en las poleas y no es eficiente la
compresión. Estas cuestiones traerán por consecuencia que las bandas se peguen.
Existen otras formas en que las bandas se peguen a las tamboras,
como son, por el alargamiento del muelle de retorno de las zapatas, lo
que no permite que las mismas regresen a su posición normal; además
puede ocurrir que le falte la regulación automática y trae por consecuencia que una banda se pegue más que la otra por adaptaciones que
se hacen de bandas, que no son del tipo que lleva el ómnibus, siendo lo
más usual cuando las bandas de freno tienen los remaches mayor que
los originales de acuerdo con la tolerancia que permite la tambora.
Al investigar esta causa debemos inspeccionar detenidamente la
tambora, claro está, después que se determina de qué neumático parten las vías de propagación del incendio donde se apreciará un intenso
cambio de matíz, que, en ocasiones puede llegar a fundir el rollete con
el eje, así como el material de las bandas estarán intensamente
combustionadas. Cuando la banda se pegue por vencimiento del muelle, se comprobará que tendrá una longitud mayor que los originales.
Al partirse las correas del compresor estas se verán combustionadas
más en un extremo que en el otro.
d) Por tránsitar con uno de los neumáticos ponchados.
Este caso se ha producido en los vehículos que poseen «jimaguas»
en sus ruedas traseras, fundamentalmente en los camiones de varias
toneladas de carga al transitar con el peso encima.
Este fenómeno ocurre al poncharse uno de los neumáticos (nuestras experiencias nos indican que por lo general es el interior) y continuar
el vehículo con la carga desplazándose. El efecto se produce en la
177
dirección del camión y puede ser apreciado por el chofer aunque, si
esto se originara en el arrastre sería poco probable que el conductor
se percatara de ello. Ahora bien, en los hechos trabajados por esta
causa se ha determinado que una gran parte de los choferes sabían en
qué condiciones circulaban. Esto ha ocurrido en la carretera por no
detenerse y esperar a que venga la grúa o en su lugar cambiar el
neumático ante estas condiciones difíciles han decidido continuar, provocando que el roce contra el pavimento o la fricción entre el eje,
rollete y tambora comiencen a elevan la temperatura, hasta inflamarse.
En la inspección de este tipo de hechos es fundamental revisar la
vía dos o tres kilómetros antes del lugar donde se produjo el incendio,
a fin de buscar restos del neumático que queda sobre la carretera, así
como, en los últimos metros anteriores donde se combustionó, lo más
probable es que se aprecie una huella de arrastre del neumático.
En el vehículo se comprobará que el neumático perteneciente a
esa misma rueda estará atacado por la combustión desde adentro hacia afuera y en el piso del camión la propagación del incendio lo será
de abajo hacia arriba, así como en la tambora y en el eje presentará
intensos cambios de matiz.
Este es un hecho que evidentemente puede evitarse y es una negligencia absoluta del conductor del vehículo que de detenerse evitaría el
surgimiento del incendio por esta causa.
e) Por roce de los neumáticos contra el piso por exceso de peso
en el vehículo.
La frecuencia de estos casos ha sido, fundamentalmente, en los
llamados «vikingos» o arrastre donde se sobrepasa el límite permisible
de de su carga, estos hacen que las hojas cedan más de lo admisible y
por tanto comience el roce del piso del vehículo contra los neumáticos,
que de acuerdo con la distribución de la carga será uno más que en
otro.
En este fenómeno no se apreciará de inmediato el surgimiento del
incendio pero, al transitar el vehículo durante un tiempo, en dependencia directa de las condiciones climatológicas, el pavimento y la velocidad
con que se esté moviendo, el roce hará que por el efecto de la fricción
constante entre ambos materiales, comience a elevarse la temperatura, hasta llegar al punto de inflamación del neumático. A los efectos
prácticos los síntomas de este son similares a cuando transita con uno
ponchado, con la característica que cuando la combustión logra llegar
a la cámara se apreciará un aumento instantáneo de las llamas, producto del aire a presión que libera y, si el conductor hasta ese momento
no se ha percatado del hecho, escuchará una explosión similar a la que
se origina cuando el neumático se poncha.
Los síntomas fundamentales que se aprecian en esos casos son:
intensos cambios de matiz en la tambora, huellas de arrastre sobre el
178
pavimento, posibles restos de caucho dejados en la vía antes del incendio y en la zona de contacto con el piso del vehículo, la combustión
tendrá más intensidad que en el resto de las áreas, así como se podrán
apreciar deformaciones evidentes en las hojas de muelle, ya que se
dilatan como resultado del incendio con una carga encima y, al extinguir las llamas se producirá una contracción violenta que estará
lógicamente influenciado por el peso excesivo de las cargas.
f) Por contacto del tubo de escape con el piso del vehículo.
Este es un hecho que se nos presenta con mayor frecuencia en los
ómnibus de transporte urbano, en la mayoría de los casos el piso está
construido por planchas de playwood o de un material combustible.
Como es conocido la madera posee baja termoconductividad, rápida inflamabilidad y lento calentamiento de las capas interiores, que al
descomponerse eleva la temperatura hasta unos 250º C.
Existe el fenómeno denominado autocombustión térmica de la madera, consiste en que la sustancia, a causa de un calentamiento,
periódico, baja su punto de inflamación al perder humedad, hasta llegar a valores muy bajos de temperatura.
Esta breve explicación, es con el fin de que se comprenda cuál es
el fenómeno que ocurre, cuando el tubo de escape de los gases calientes del motor, no se coloca a la separación adecuada del piso lo que
provoca que la temperatura generada sea superior a los 200ºC comience a calentar la madera, por espacio ininterrumpido, provocándose
el efecto de la combustión térmica, lo cual hace que cuando las condiciones del calentamiento alcancen el punto de inflamación se produzca,
en fase de combustión lenta, el incendio, pero, al circular el vehículo,
producirá un enriquecimiento por el aire que recibe de la velocidad de
su movimiento, pasando a llama abierta y la, propagación del siniestro.
Los síntomas fundamentales apreciados en esta causa son: la combustión del piso, desde abajo hacia arriba, y en la zona de contacto una
perforación de la madera, con mayor grado de cambio de matiz en los
elementos metálicos que se encuentran en esta área así como, al comprobarse la separación del piso al tubo de escape se aprecia que es
mínima en comparación con otros vehículos similares.
g) Por escape de partículas incandescentes a través del tubo
de escape.
Al producirse la combustión en el interior del motor, en la carrera
de escape, se liberan todos los gases y partículas que no fueron
empleados en el ciclo y salen por el tubo de escape. Si presenta alguna
partidura, esto hará que no se liberen por la cola, si no por alguna parte
inferior del vehículo, la cual puede ponerse en contacto con las suciedades propias que se acumulan en esta zona como son: residuos de
179
grasas y combustible, mezclados con tierra u otros elementos (esto
fundamentalmente ocurre en los ómnibus donde no se limpian periódicamente por su parte inferior); provocando que comience un proceso
de combustión lenta que será ayudado por la velocidad del aire al
continuar el desplazamiento, entrar en fase de llama abierta y de esta
forma propagarse el incendio por los planos inferiores, inicialmente,
hasta alcanzar los superiores.
Esto ocurre en los motores de combustión interna, del tipo diesel,
donde las partículas incandescentes poseen una mayor capacidad
calorífica.
Los síntomas fundamentales que debemos buscar son, en primer
término, inspeccionar detenidamente el vehículo por su parte inferior a
fin de determinar de dónde parten las vías de propagación del incendio, revisar el tubo de escape para observar si le faltan tornillos en las
bridas de sujeción o de unión de un tramo con otro, lo que provoca la
salida de partículas incandescentes, así como si en los tramos del conductor se aprecian perforaciones.
h) Por el contacto de los bornes del acumulador con elementos metálicos.
Este es un hecho que se produce en los autos que poseen su acumulador debajo de los asientos y al no ponerse la debida protección
aislante sobre sus bornes hace que los movimientos del asiento, hagan
contacto y comiencen a producirse arcos, con la consiguiente liberación de energía calorífica, hasta llegar a inflamar el relleno en fase de
combustión lenta, que, de prolongarse su detección varias horas, (si el
vehículo no se encuentra transitando) se apreciará un fuerte olor a
tela quemada.
Esta causa también ocurre en otros vehículos que poseen el acumulador detrás del asiento del chofer y por negligencia u olvido se
ponen en ese lugar herramientas que hacen contacto con los bornes
del acumulador y materiales combustibles como trapos que emplean
para limpiarse las manos, el carro, etc., y pueden inflamarse e iniciar
la combustión debido a los arcos que se producen.
Figura 103: En este automóvil marca VW, se
inició el incendio al ponerse en contacto un
elemento metálico con los bornes de la batería que se encuentra debajo del asiento.
180
Los síntomas, serán, por lo general, huellas de fundición sobre los
elementos metálicos, producto de los arcos de que se originaron, además la batería se dañará sensiblemente, y las huellas de la combustión
parten de la zona del acumulador.
i) Por el aterramiento del cable positivo, con el chasis o la
pared del compartimiento del acumulador.
Ocurre al perderse, en algunas partes del conductor, el aislamiento,
provocado por el roce mecánico que se origina a las propias vibraciones del vehículo, lo que hace cierre el circuito por esta zona,
comenzando a producirse un arco eléctrico, que va fundiendo el material, lo que originará que el cable comience a calentarse, hasta que se
inflame su aislante con llama y se propague el incendio por la parte
inferior del carro. Los síntomas a buscar son, la fundición del metal y
del conductor en la zona de contacto, así como en los alambres de la
línea los hilos tendrán características de fundición. Las vías de propagación de incendio será de abajo hacia arriba.
j) Por derrame de aceite sobre el múltiple de escape.
Se produce en los ómnibus que poseen el motor en el centro del
carro.
Al producirse derrame de aceite por salidero o al echársele y caer
sobre el múltiple de escape, que se encuentra a una elevada temperatura, la autoinflamación del líquido provoca la propagación el incendio.
k) Sobre la «cama» del camión.
Es frecuente que sobre la carga que transportan los camiones surjan incendios. Las causas son:
a) Por autocombustión y reacción química de los materiales.
b) Por fuentes generadoras de calor.
La primera ocurre cuando se transportan sustancias químicas propensas a la autocombustión o al producir reacciones químicas
exotérmicas, lo que contribuye a una no adecuada estiba y protección
contra las condiciones climatológicas; en ocasiones por estar cargados por un tiempo prolongado. Un ejemplo típico de esta causa está
dado por la transportación del producto conocido por MANEB, el cual
reacciona en presencia del agua, si esta carga no se tapa adecuadamente y además en su recorrido se presenta la lluvia, esto producirá el
incendio. Otro ejemplo lo tenemos al cargar cajas de fósforos y que una
o varias cabezas de este elemento queden fuera de su estuche, por el
movimiento del propio vehículo puede hacer contacto con la lija de otra
caja, se inflama y de esta forma se produce la combustión.
La segunda causa ocurre cuando no se tapa la carga y se transportan materiales combustibles como telas, pacas de algodón, papel, cajas
181
de cartón, etc., y tanto el chofer como el ayudante, fuman dentro de la
cabina y lanzan la colilla o cenizas por la ventanilla, que por el propio
desplazamiento del vehículo hace que estos caigan hacia atrás y al
ponerse en contacto con el material combustible comienza un proceso
de combustión lenta. También se dan casos en que esta fuente de
calor la han introducido los estibadores, al estar fumando durante la
operación de carga, y en algunos, de forma intencional.
2- CUANDO EL VEHÍCULO SE ENCUENTRA
ESTACIONADO.
a) Por fuentes generadoras de calor con llama abierta o incandescencia.
En los casos analizados esta causa representa un 70%, principalmente ponerse en contacto con los elementos combustibles que se
encuentran en el vehículo, tales como: asientos, alfombras u otros elementos que se transportan.
El desarrollo de esta causa tiene elementos comunes, tanto con
una fuente de calor con llama abierta o por incandescencia, ya que en
el caso de la primera, al ponerse en contacto con el vinil y la huata que
conforman el asiento, se comenzará a propagar el incendio con llamas, mientras la fuente de calor se mantenga en este estado, pero una
vez que termine de combustionar, pasará de la zona donde ella actuó
a la fase de combustión lenta, con mucho humo, que de estar cerrado
el vehículo, comenzará a concentrarse en su interior, con desplazamiento del oxígeno de los planos superiores, hasta lograr que la
temperatura alcance el punto de inflamación de la sustancia, donde
combustionará, a partir de ese momento, con llama abierta y una rápida propagación, favorecida por el ambiente.
Ahora bien, cuando se inicia
por una fuente generadora de
calor en fase de incandescencia, la combustión será lenta, con
el mecanismo de desarrollo explicado anteriormente, o sea,
producción de humo, concentración y surgimiento de la llama.
Por ello al inicio del análisis de
esta causa explicábamos que tiene similares características de
desarrollo.
Figura 104: El empleo de un líquido combustible
inflamado por una llama abierta, originó el incendio
el vehículo.
182
Debemos entender bien este proceso, pues es usual que dadas las
características de los materiales que
se combustionaron y de las destrucciones ocurridas, no se debe llegar a
la determinación exacta de qué fuente de calor inició el incendio.
Figura 105: En este caso el incendio fue provocado por una colilla de cigarro sobre el asiento del
conductor, observe el ahumamiento que existe.
Las fuentes más comunes, que en la práctica, inician estos incendios son los fósforos y las colillas de cigarros, que de acuerdo con el
carácter del hecho, una veces son responsabilidad de los propios conductores o pasajeros del vehículo, que en ocasiones se les caen, las
colillas o cerillos inflamados, en los lugares que se inicia la combustión. Se debe destacar que, las manifestaciones específicas de esta
causa, o sea, el fuerte olor a quemado y el humo, se comenzará a
sentir a los pocos minutos, ello significa que de no abandonar sus tripulantes el vehículo, lo pueden detectar pero, si por el contrario lo dejaran
estacionado, se comenzará a desarrollar la combustión y se detectará
cuando comience a salir el humo o las llamas por las ventanillas del
carro.
Entendemos que enumerar todas las fuentes generadoras de calor
que provocan incendios son bastantes, pero nos hemos referido a las
fundamentales. Los síntomas que dejan, al ser detectados con poco
desarrollo, se apreciará que sobre los asientos, existirá una combustión, en forma de círculo que será más profunda en su centro, el
ahumamiento (de estar cerradas las ventanillas) será intenso. Cuando
el incendio se desarrolla con fuerza, se observarán evidentes cambios
de matiz en la estructura metálica de los asientos y puertas del lugar
donde se determine el inicio.
2- Por un líquido combustible con una fuente generadora de
calor.
El incendio sobre los vehículos, ocurre por la utilización de un líquido combustible, (gasolina, alcohol, etc.) los que son vertidos sobre los
materiales combustibles como los asientos, piso, etc., que al inflamar
con una fuente de calor con llama abierta, produce el incendio, instantáneamente y de ser intencional no dará tiempo al autor a distanciarse
del lugar. Si por el contrario se prepara el medio iniciador con elementos que permitan el surgimiento del incendio pasado algunos
minutos, esto será aprovechado por el autor; tal es el caso de algunos
183
artefactos que se emplearon de forma intencional para lanzar el líquido combustible en una bolsa de nylon y atarle a su extremo algunos
fósforos en una mecha de algodón, la que al llegar a los mismos lo
inflamaba y por ende surgía la combustión, produciéndose de esta
manera el incendio. Al inspeccionar el lugar, en ocasiones se encuentran restos del nylon, así como el lugar donde estuvo sin huellas de
combustión.
Figura 106: Se aprecia cómo son los efectos de un líquido combustible inflamado con una llama
abierta sobre el asiento de un vehículo.
En general al emplearse un combustible, se observará que el material de los asientos (si la combustión no se desarrolló totalmente) estará
afectado superficialmente en la parte que el líquido abarcó. Si por el
contrario el desarrollo del incendio fue intenso, entonces se apreciará
una huella de combustión generalizada, con cambios de matiz y profundas carbonizaciones en los elementos combustibles.
3- Por contactos de los bornes de la batería con elementos metálicos.
Esta causa fue analizada en la primera parte del material, o sea,
cuando el vehículo se encuentra en movimiento. Las formas y condiciones son similares para ambos, con la característica de que al estar
estacionado, se apreciará la concentración de humo en el interior del
carro en mayor proporción pero, las huellas por las cuales se verifica
serán las de fundición sobre el elemento producto del arco eléctrico.
4- Por dejar «abierto» el chucho del encendido e inflamarse
el aceite aislante de la bobina.
Esta es una forma de producirse el incendio en un tiempo prolongado, pues al dejarse «abierto» el chucho del encendido energiza la
bobina, esta comienza a calentarse hasta que explota y se inflama el
aceite aislante que posee en su interior desarrollándo de esta manera
el incendio.
184
Los síntomas que se deben buscar sobre esta causa están dados al
inspeccionar la bobina, donde encontrará que sus elementos interiores
estarán totalmente combustionados aunque, en algunos casos, son estos de menor intensidad en su parte exterior. Además al revisar el
chucho se comprobará si estaba en posición de «abierto».
5- Por trabajos de soldaduras sobre los vehículos.
El surgimiento de este tipo de incendio está relacionado con los
trabajos de soldadura oxiacetilénica o eléctrica que se realizan en
algunas partes del vehículo sin tomar las medidas preventivas necesarias, lo que puede ocasionar que al elevarse la temperatura en las
chapas metálicas de la carrocería o del chasis, por conducción, se
propague el calor y haga contacto con materiales combustibles, como
los asientos, alfombras de goma, etc. y se inflamen, no todos estos
hechos son instantáneos en su inicio, algunos demoran tiempo que en
ciertos casos es de horas. También la inflamación de estos materiales
combustibles suele ocurrir por las chispas o partículas de metal incandescente que se desprenden durante estos trabajos.
Para la comprobación de esta causa se debe inspeccionar detenidamente el vehículo, a fin de verificar en qué lugar se realizaron estos
trabajos y si coincide con el inicio del incendio.
185
CAPITULO 12
ANÁLISIS DE INCENDIOS EN EDIFICACIONES Y
EQUIPOS
En este capítulo se pretende dar una panorámica de los principales
objetivos,(sector residencial y equipos) en los cuales han sido frecuentes los hechos de incendios. Se analizarán las principales causas que
los han originado, las condiciones concretas en que surge la combustión y el objetivo en el cual se desarrolla.
I– INCENDIOS EN EL SECTOR RESIDENCIAL (VIVIENDAS)
El surgimiento y desarrollo de los incendios en edificios residenciales o viviendas crea una amenaza para las vidas
humanas, el aniquilamiento de los bienes materiales y por lo general va acompañado de una
propagación abierta y oculta de la combustión,
por las superficies verticales y horizontales, con
la elevación de la temperatura y concentración
de humo.
Figura 107: En este edificio, en uno de sus apartamentos,
surgió un incendio a causa de un cortocircuito que se propagó
en el área del piso y los superiores.
Las vías principales de la propagación del incendio son:
Superficies exteriores e interiores de las construcciones combustibles de la edificación (paredes, tabiques, pisos, techos).
♦ Marcos y diferentes orificios en los elementos constructivos del
edificio.
♦ Cajas de escaleras y hueco del ascensor.
♦ Canales de ventilación.
♦
La velocidad de la propagación del incendio y el régimen de temperatura pueden ser diferentes y dependen de:
♦ Particularidades constructivas, superficies de los marcos, grado
de inflamabilidad de los materiales y existencia de orificios.
♦ Tipos de materiales que se encuentran en el interior de los locales.
♦ Lugar del surgimiento del incendio.
186
Es común observar la combustión más intensa en los lugares donde existe un buen flujo de aire.
Expuestas las principales características de los incendios, valoremos las causas que dan origen a la combustión en estos edificios. Es
importante aclarar que muchas fueron analizadas por separado en capítulos anteriores por lo cual solo las enunciaremos.
1- Por inflamación de fogones de Kerosene.
En Cuba existe un gran número de
viviendas que para cocer sus alimentos
emplean este tipo de fogón, estos tienen diferentes formas y métodos de
lograr la combustión; entre ellos:
• Por gravedad del líquido combustible y su precalentamiento.
• Por recipientes a presión.
• Por mechas.
Figura 108: Este fogón fue la causa de
un incendio en una vivienda al presentar
salideros de kerosene
En el caso del sistema por gravedad del líquido combustible y su
precalentamiento mediante el llamado «piloto» (las conocidas
«PIKER») se basan en colocar un tanque con el kerosene a una
altura entre 60 cm y 1 metro con relación al fogón; el líquidobajando
por gravedad a través de conductos, metálicos o plásticos, hasta la
entrada del fogón; este líquido circula hasta el gasificador mediante
el piloto (que se mantiene encendido) hace que al quemador pase mediante un pequeño orificio el gas que entra en combustión y de esta
forma se usar como medio de cocción.
Los principales peligros que tiene son:
⇒ La colocación y fijación del tanque con su manguera.
⇒ Posición de las llaves y la aguja del quemador.
⇒ Combustión de los elementos que se encuentran a su alrededor.
⇒ Salidero del combustible que se deposita en la parte inferior del
fogón.
⇒ Apagarse el piloto y continuar con la llave abierta, lo que provo
ca la salida del kerosene en forma líquida hacia su parte inferior.
⇒ Verter exceso de alcohol en el recipiente del «piloto»(se deposita
debajo del fogón) al inflamarlo se expande por toda la superficie.
En general por esta causa se producen muchos incendios, fundamentalmente por las violaciones de las normas de explotación y tener
a su alrededor materiales combustibles que posibilitan la propagación
187
de las llamas. Al surgir el incendio, afecta principalmente la manguera
que va al tanque y provoca que el kerosene contenido en su interior
favorezca la combustión. El diseño de las cocinas PIKER, está dado
por los cuatro puntos roscados que presenta, los que son susceptibles
a salideros como son la boquilla o el chiclet, que se aflojan por la
dilatación del metal; la tuerca al abrirse y cerrarse con el uso diario
presentan salideros y por las uniones del tubo bajante del combustible
con el tanque y el fogón.
– La mala calidad de la fabricación de los tanques de combustibles,
que son (generalmente de hojalata) tienen salideros por sus uniones.
En los fogones con recipientes a presión los principales peligros de incendios están dados por salideros de combustible, tupiciones
y exceso de presión que provoca su explosión, siendo más seguros que los de
gravedad. Los fogones que son confeccionados artesanalmente presentan más
problemas, por tener diseños anárquicos e
inseguros, sin seguir un patrón técnico, y
sus piezas y accesorios son variadas.
Figura 109: Este fogón de mecha que se observa originó un
incendio, al dejar cociendo los alimentos durante un tiempo muy prolongado.
Los fogones de mecha tienen poco peligro de incendio, ya que su
sistema es bastante simple. Tanto en el de presión como mecha, el
mayor riesgo esta en la posición que se coloque con relación a los
materiales combustibles que le rodean.
2- Por inflamación de fogones de alcohol.
Son bastantes peligrosos por el tipo de combustible que emplean, el
que posee una temperatura de inflamación baja. Los principales riesgos están dados por el diseño de los fogones, la cantidad de combustible
que se le eche y la posibilidad de que con las ollas o elementos colocados encima pueda caerse.
3- Incendio por cocinas de gas.
En el caso de las cocinas de gas manufacturado o el conocido
como de la «calle», los principales peligros son de posibles explosiones
por concentraciones de gases, aunque existen casos de incendios por
salideros en sus válvulas de control al ponerse poroso el material y
bajo la presión de gas, este se escapa influyendo el estado de deterioro que presenten en sus mecanismos y uniones.
Por lo general al producirse el salidero con la cocina encendida
este se consume por la propia llama. Peligroso es cuando está apaga188
do y existe el escape que se va acumulando en las áreas a su alrededor y se inflama, por equipos electrodomésticos que estén próximos
como, encender luces, etc. Todo dependerá del nivel de concentración
que provenga el incendio o la explosión.
4- Incendios por cocinas eléctricas.
El uso incorrecto de los conductores que provocan sobrecargas o
cortocircuitos con la consiguiente afectación a las líneas eléctricas de
la vivienda si no se encuentran debidamente protegidas.
Existe también el peligro del derrame de alimentos sobre la resistencia lo cual puede provocar problemas eléctricos.
5- Incendios por cocinas de carbón e leña.
Son en extremo peligrosas en el interior de la vivienda al existir el
escape de partículas incandescentes que se pongan en contacto con
materiales combustibles, los que si su punto de inflamación permite
por la energía calorífica que tiene la partícula, entrar en fase de combustión lenta transcurrido un período lo que estará en dependencia del
tipo de material. Debemos tener presente que este tipo de cocina se
emplea más frecuentemente en el sector rural donde las viviendas son
de madera.
6- Por la inflamación de las grasas que se están cocinando o
elementos colocados en el fogón.
Son frecuentes los incendios provocados al colocar el sartén u olla
con grasas y no observar su calentamiento, lo que permite que esta
sustancia llegue a su punto de inflamación y surja la llama, incluso si
está próximo a materiales combustibles.
Además existe la situación real de ollas que se dejan con productos o agua sobre el fogón encendido, estos se consumen y por radiación
llegan a su punto de inflamación.
7- Otras causas de incendios en el sector residencial.
a)Problemas eléctricos en las instalaciones.
b)Fumar sobre colchones u otros lugares.
c)Menores jugando con fuego.
d)Quema de basura.
e)Por planchas eléctricas.
f)Ventiladores.
g)Transformadores de las lámparas fluorescentes.
h)Velas o útiles para iluminarse.
i)Bombillos incandescentes sobre ropas.
j)Intencionales con el fin del suicidio, venganzas, robo, orates o
personales.
k)Acondicionadores de aire domésticos.
189
Figura 111: La causa del incendio por
transformadores de lámparas fluorescentes
son frecuentes, al inflamarse el compaund
que tiene como aislante en su interior.
Figura 110: Una colilla de cigarro sobre este
sofá provocó la combustión que se observa.
Figura 112: Los incendios en las viviendas por acondicionadores de aire domésticos son causas
comunes, al propagarse a los elementos que le rodean, como cortinas, muebles, etc.
II– EN OBJETIVOS ECONÓMICOS O SOCIALES.
1– INCENDIOS EN CINES.
Estos lugares se caracterizan por:
• Sala de los espectadores.
• Área de la pantalla.
• Vestíbulos.
• Local de la proyección.
• Oficinas.
• Lugares de recreación (cafeterías, restaurantes, etc.)
• Local de las instalaciones eléctricas.
La particularidad de los peligros de incendios en los cines es la
posibilidad del pánico entre los espectadores. El sector más peligroso
es el de proyección por:
• Presencia de películas combustibles.
• Fuentes eléctricas que son capaces de inflamar la película.
• Posibilidad de penetración del humo a la sala de espectadores y
con ello el pánico.
En la sala de los espectadores el peligro de incendio está dado por:
• Presencia de gran cantidad de materiales combustibles.
• Presencia de la red muy ramificada de canales de ventilación.
190
• El falso techo favorece la propagación del incendio y dificulta su
extinción.
• Por la complejidad segura de la evacuación de los espectadores.
Las causas de los incendios están relacionados por:
• Violación de las normas de seguridad eléctricas.
• Empleo de fuentes de calor, principalmente en las salas de
espectadores.
• Por acondicionadores de aire en las oficinas.
• Problemas en los equipos de proyección.
• Empleo de bombillos incandescentes de mayor wattaje que el
permitido en los elementos de anuncio.
• Provocados con fines políticos, personales o psíquicos.
Por lo general en este tipo de causa se emplean líquidos combustibles esparcidos sobre materiales combustibles (cortinas, pantallas o
las butacas) con fuentes de calor con llama abierta.
2– INCENDIOS EN TEATROS.
Poseen características similares a los cines, pero con otros fines.
Los teatros por lo general tienen las siguientes áreas:
– Escenario. Está conformado por las partes laterales y sótano
(empleado usualmente como bodega). En la zona superior se encuentran las barras de emparrillado y plancheta del escenario donde se
ubica la parte de trabajo (se observa desde la sala de los espectadores
y su ubicación es detrás de ella). Su piso está compuesto por láminas
de madera que a su vez puede ser fijo o móvil.
– Sala de los espectadores.
– Área de camerinos, oficinas, almacenes de diversos tipos de útiles y zonas de preparación de la decoración.
El área del escenario es de gran volumen, fundamentalmente en su
altura, para permitir tener las diferentes escenografías colocadas sin
que sean vistas por el público asistente, lo cual hace la presencia en el
lugar de gran cantidad de material combustible, a ello se suman las
cortinas o telones que cierran y abren el área del escenario para los
espectadores.
Los peligros de incendios son:
- Presencia de gran cantidad de decoraciones y materiales combustibles
almacenados.
- Existencia en los laterales del escenario de decoraciones con el paso
de personas.
- Presencia de fuentes de iluminación muy potentes (la temperatura
en las lámparas alcanzan 300º C y su potencia de 1000 vatios).
- El empleo en las obras que se representan de varios efectos (fumar, sonidos pirotécnicos, etc.)
191
- Altura del escenario (más de 30 metros).
- Presencia de muchas personas.
- Complejidad en la extinción del incendio.
- Por la acción de fumar en zonas con peligros de incendios.
Al surgir los incendios en estos objetivos se presentan las siguientes situaciones:
- Concentración de personas en la sala para los espectadores y en la
parte del escenario.
- Pánico entre los espectadores.
- Rápida propagación de la combustión que abarca en un cor to tiempo
la sala de espectadores, escenarios y otras áreas.
- Propagación del humo por los locales y la elevación de la temperatura.
- Derrumbe del techo colgante sobre la platea.
En los teatros en dependencia del lugar de inicio de la combustión y
las particularidades de su desarrollo, el incendio puede ser:
- En los sótanos, en situaciones difíciles para su extinción.
- En el escenario, se caracterizan por una rápida propagación hacia
arriba, principalmente donde se encuentran las escenografías colgadas.
- En la parte superior del escenario, fundamentalmente por el contacto
con las fuentes de iluminación, fallos en los sistemas eléctricos que
pueden ser intencionales propagándose por la caída de los materiales
al resto del teatro.
- En los camerinos u oficinas son probables por la acción de las personas al fumar, por problemas eléctricos o acondicionadores de aire
doméstico.
Los incendios en cines y teatros, para realizar la inspección del
lugar que permita ubicar el foco del incendio, se debe valorar su propagación por la caída de los elementos que estaban colgados, la
concentración de materiales combustibles e insuficiente intercambio
de gases, por el tipo de construcción que esta constituido, por lo cual
es necesario hacer un estudio de los síntomas generales para definir
las zonas de donde partieron las vías de propagación.
Las causas principales que dan origen a los incendios en estos
centros son:
– Fuentes de calor por incandescencia (colillas de cigarro).
– Por las lámparas fluorescentes o fuentes de iluminación.
– Por problemas eléctricos.
– Por acondicionadores de aire en oficina, almacenes y camerinos.
– Por acciones intencionales o premeditadas por motivos diversos.
192
3– INCENDIOS EN CENTROS COMERCIALES.
En los centros comerciales son diversos los tipos de incendios y
están relacionados con los productos que ofertan, como por ejemplo:
– Tiendas de víveres.
– Centros comerciales (ropa, zapatos, perfumería, etc.)
– Tiendas especializadas.
– Tiendas universales.
– Supermercados.
Las características de los centros comerciales es que tienen una
zona de exposición de producto y despacho, así como áreas de almacenamiento y oficinas. Por tanto la concentración de materiales
combustibles en esos lugares permiten el surgimiento y rápida propagación de la combustión.
En las condiciones de Cuba se aprecian diferencias entre las tiendas de víveres y los centros comerciales. En el caso de los primeros
las edificaciones, por lo general, no reúnen los parámetros de protección
contra incendio, mientras que en las segundas cumplen más estos requerimientos, sobre todo, las construidas en la actualidad, pues sus
paredes y tabiques son de materiales de difícil combustión y con sistemas para detectar y extinguir el incendio.
Los productos en los centros comerciales se exhiben en estantes
que son de madera o metálicos, así como su almacenamiento; en este
último existe la posibilidad de guardar, sobre palets de madera,u otro
tipo de material, mercancías.
En las tiendas de víveres, en el área de almacenamiento, se guarda el combustible que venden a la población, que por lo general es
kerosene y alcohol, los que se depositan en diferentes recipientes para
su despacho, y en ocasiones hay derrame sobre el piso.
Al valorar las causas posibles de incendios en estos centros, se
aprecia que los de mayores riesgos son las tiendas de víveres en donde pueden presentarse las siguientes situaciones:
Por la autocombustión de las grasas animal o vegetal.
Esta se presenta por derrame del producto
durante su despacho, y para su recolección se
emplean elementos de algodón como colchas
o telas, las cuales impregnadas en este producto se colocan en diferentes partes de los
locales, lo que provoca de esta forma, el proceso de autocombustión explicado en capítulos
anteriores.
Figura 113: En las tiendas de víveres se almacena el alcohol en
estos tanques, produciéndose salideros. En este caso la inflamación se produce por una llama abierta.
193
Por la inflamación del kerosene o alcohol.
Al derramarse sobre el piso, por lo general, se colocan cartones,
telas o aserrín para recoger el residuo existiendo así las condiciones
para el surgimiento del incendio ante la presencia de una fuente de
calor, como puede ser una colilla de cigarro (si se pone en contacto
con materiales que no están humedecidos estos permiten que se desarrolle la combustión hasta el surgimiento de la llama, pues si cae sobre
el alcohol o kerosene este se apaga). Ante una llama abierta como un
fósforo o cerillo se inicia el incendio. Es necesario definir que en el
caso del alcohol la inflamación es instantánea en toda el área que esté
esparcido mientras que en el kerosene su velocidad de propagación es
más lenta, por avanzar con el precalentamiento que recibe el líquido
que se encuentra delante de la llama. Con estos líquidos existen experiencias de incendios premeditados donde aprovechan el derrame
producido por la manguera que servicia los tanques y el posterior empleo de aserrín de madera para recoger el producto, dejándo caer una
fuente de calor con llama abierta que, al propagarse llega hasta los
recipientes ubicados en el almacén.
Por problemas eléctricos.
Estos tienen las características que se explicaron cuando se abordó este tipo de causa. Recordemos que estos son más probables en
sobrecargas eléctricas.
Por los bombillos incandescentes.
Se viola la altura máxima de las estibas, lo que provoca el calentamiento del material hasta llegar al punto de inflamación.
Por colillas o cerillo.
Es una de las causas más comunes al tirar o dejar en lugares
inapropiados estos tipos de fuentes de calor.
Incendios provocados.
Por lo general son originados con fines de ocultamiento de faltantes
o malversaciones. Se emplean distintos métodos son: el uso de una
vela de cera, a la cual se puede introducir de acuerdo con el tiempo
que se desee disponer a diferentes alturas, una mecha embebida de
combustible, depositándo en el otro extremo los materiales combustibles que iniciarán el incendio. Al consumirse la vela y llegar donde
esta la mecha, esta se inflama y se propaga hasta el otro extremo
donde se halla depositada. Otro método es el uso de líquidos combustibles o aprovechar la acumulación de materiales combustibles con el
empleo de fuentes de calor.
Incendios provocados por lámpara fluorescentes.
Esta causa se explicó anteriormente, y se produce al caer el
compound del transformador sobre los materiales combustibles.
Incendios por acondicionadores de aire doméstico.
194
4– INCENDIOS EN ALMACENES.
Según la designación del tipo de mercancía que se guardan en los
almacenes la rotación que tiene los mismos y el tipo de construcción.
En general podemos clasificarlos en:
⇒ Por su construcción.
⇒ Abiertos (cuando los productos están a la intemperie).
⇒ Cerrados (al tener delimitada con paredes y puertas su acceso).
⇒ Semicerrados (al tener algunas áreas sin paredes, aunque posea
otro tipo de material para evitar el acceso).
⇒ En construcción independiente (solo está destinado para almacenar
productos o medios).
⇒ En locales anexos (cuando la construcción no solo es para el
almacenaje).
Los elementos, medios y mercancías que se guardan en el interior
de los almacenes se colocan en estantes (de madera, metal u otros),
palets en forma de tonga o estiba (sacos de arroz, azúcar, piensos,
etc). En algunos medios, por su tipo,
se colocan directamente en el piso al
poseer su embalaje condiciones
para que no se deterioren.
Figura 114: En este almacén de productos industriales se originó un incendio al caer sobre
los productos estibados una colilla de cigarro.
Entre las estibas, estantes, palets, etc. deben existir pasillos de un
ancho no menor de 0,8 metros para la separación de las paredes (esto
desde el punto de vista de incendio es importante, es con vista a
dificultar la propagación y permitir su rápida extinción). La distancia
entre las lámparas de iluminación y las alturas de las estibas, tiene que
ser no menor de 0,5 metros para evitar que el calor que irradia inflame
los productos. Con relación a las instalaciones eléctricas, independientemente de las medidas específicas a tener en cuenta por el tipo de
material que guardan, estos tienen que ser entubados o empotrados y
con un desconectivo general, situado en el exterior o en un área próxima a las puertas de acceso.
Sin pretender abarcar todo el universo que existe, en cuanto a la
clasificación de los almacenes por el tipo de material que guardan,
expondremos a nuestro criterio los más importantes:
• De sustancias químicas.
• De líquidos y gases combustibles e inflamables.
195
• De productos alimenticios o industriales.
• De materiales combustibles.
• De equipos y medios.
En los almacenes de sustancias químicas, debemos tener presente
los riesgos de explosión, incendio o ambas. A partir de esta definición
se deben valorar las posibles causas de surgimiento. En este tipo de
construcción son obligatorias las medidas para evitar la ocurrencia de
la combustión, como pueden ser:
• Separación entre las sustancias químicas de acuerdo con la
clasificación que poseen.
• Medios de extracción de los gases que se producen.
• Control de la temperatura interior.
• Prohibición de fumar en el interior del almacén.
• Cumplir con las medidas de protección en cuanto a las instalaciones
eléctricas.
Entre los productos químicos existen:
Los que reaccionan al ponerse en contacto con otros materiales
combustibles.
Los que tienen propiedades autocombustibles.
Los que ante las temperaturas altas pueden llegar a su punto de
inflamación.
Aquellas sustancias que ante golpes o caída pueden reaccionar
exotérmicamente.
Las particularidades los almacenes de abonos o productos empleados para la agricultura, donde el riesgo de incendio por lo general está
dado por el tipo de sustancia. En un porcentaje elevado estos almacenes no reúnen todas las condiciones para cumplir los requerimientos
contra incendio, es por ello que el especialista cuando investigue un
hecho de este tipo debe definir claramente el ambiente que existió
antes del surgimiento de la combustión.
El salitre amoniacal (NH4NO3): Se disuelve bien en el agua, al
calentarse a 145º C se funde y de continuar el calentamiento hasta
500º C se explota. Sus propiedades explosivas aumentan al mezclarse
con sustancias orgánicas (paja, aserrín, virutas, etc.). Su velocidad de
detonación es de 1500 a 3000 m/seg. La temperatura de explosión es
de 1230º C.
Nitro – potasio (KNO3): Es una sustancia cristalina, (sin color)
la temperatura de fusión es de 337º C. Al calentarse el salitre se descompone desprende el oxígeno atómico, (un oxidante muy fuerte).
Las propiedades explosivas de esta sustancia son más peligrosas que
la del salitre amoniacal.
196
Amoniaco (NH3): Es un gas incoloro, con brusco olor, tiene una
temperatura de autoinflamación de 650º C. El rango de explosión es
de 15 a 28%.
Urea (NH2COONH2): Su temperatura de destello es de 132º C y
la de inflamación de 232º C. La temperatura de autoinflamación de
610º C.
En nuestra experiencia personal, los incendios en almacenes de
productos químicos son difíciles de definir sus causas, es por tanto
imprescindible determinar la posición de cada elemento en su interior,
sus propiedades químicas, tomar las medidas de protección antes de
comenzar las labores de escombreo para ubicar el foco del incendio.
Recuerde existen muchos elementos químicos que por contacto o
inhalación provocan fuerte intoxicación o la muerte.
ALMACENES DE GASES Y LÍQUIDOS COMBUSTIBLES
E INFLAMABLES
Al unirse con el aire los gases combustibles forman las mezclas
combustibles, donde el peligro de incendio dependerá de los límites de
explosión. Cuanto menor sea el límite inferior, más peligroso será el
ambiente combustible que forma el gas.
Figura 115: Esquema de los límites inferiores y superiores del rango de explosión de los gases.
Los gases se conservan y se trasladan en estado comprimido o
licuado, en balones bajo presión o en recipientes diseñados para estos
fines, bajo la presión atmosférica. Los gases combustibles se almacenan en áreas destinadas a este propósito, con construcciones
incombustibles o al aire libre, con protección para los rayos solares o
las condiciones atmosféricas. Estos gases combustibles pueden estar
juntos a gases inertes e incombustibles. El oxígeno licuado en unión
con el polvo de carbón, aserrín o aceites forman mezclas con peligro
de explosión. Los gases inertes, a pesar de que no combustionan en
los balones bajo presión, representan peligro de incendio. Durante la
combustión los gases se dilatan y vencen el límite de resistencia del
balón que lo contiene provocándose una explosión, con desprendimientos
de partículas metálicas.
197
Figura 116: Esquema de los límites de temperatura de destello de los líquidos.
Los gases oxidantes (cloro, flúor, etc.) al unirse con el hidrógeno
provocan explosiones.
En los almacenes de líquidos combustibles e inflamables al igual
que los gases, existen riesgos de incendios, por las propiedades peligrosas que poseen. Su almacenamiento debe en ser variado dependiendo
de las características de estos productos, desde los tanques con gran
capacidad, barriles u otros recipientes de metal, plástico, madera o
cristal.
Dentro de los riesgos de incendios se encuentran las fuentes de
calor por llama abierta o incandescencia, roce metálico, descargas
atmosféricas, problemas eléctricos o acciones premeditadas.
Los productos derivados del petróleo son los más usuales, es por
ello que analizaremos detenidamente algunos de ellos.
GASOLINA
Es una mezcla de hidrocarburos producidos por la destilación del
petróleo crudo y por procesos de refinación como hidrofinación, craqueo,
polimerización, reformación, etc. Las composiciones de la gasolina varían considerablemente, pero siempre su uso gobierna las características
de la mezcla.
Una gasolina está compuesta por nafta ligera y pesada que bullen
desde 38º C hasta 220º C, así como hidrocarburos ligeros (butano y
pentano) necesarias para obtener una presión de vapores y volatilidad
adecuada, además de algunos aditivos empleados para aumentar el
octanaje (tetraetilo de plomo), retardar la formación de gomas
(antioxidantes del tipo p–fenilendramina), etc.
198
Las características principales de la gasolina, por ser la más peligrosa desde el punto de vista de incendio, debe tenerse presente que
en los destilados del petróleo al ser sometidos a una elevación de la
temperatura sufrirán un proceso de vaporización, cuyo grado va a
depender de la presión del vapor y la curva de destilación, pero en
ningún caso deberá ocurrir la inflamación del producto si no está presente una fuente de calor (chispa eléctrica, llama abierta, etc.). De
este modo se tiene que el kerosene en una cocina de gasificador (tipo
Piker) sufre una vaporización y forma una nube de color blanco, pero
no se inflama mientras no se le acerque una llama.
En general las medidas contra incendio a tenerse en cuenta en los
almacenes de líquido combustible e inflamable, se relacionan con:
• A las tuberías de carga y descarga deben instalarse los sellos hidráulicos.
• Los materiales que conforman las terminales tienen que ser de
elementos incombustibles.
• Tienen que emplearse instrumentos que no provoquen chispa.
• Las mangueras de carga y descarga deben tener anclaje a tierra,
así como los tanques que contienen el líquido inflamable.
• No se puede fumar en estas áreas.
• Las instalaciones eléctricas tienen que ser a prueba de explosión.
• De producirse algún derrame, este tiene que quedar en un área
que lo contenga a su alrededor, debiéndose prever el vertimiento total
del producto.
ALMACENAMIENTO DE GASES COMBUSTIBLES.
Están dados fundamentalmente por sus límites, inferior y superior
de concentración de explosión, entre los cuales se encuentran:
199
La temperatura de autoinflamación de estos gases es aproximadamente de 400º C, la velocidad de propagación de la combustión es de
30 a 300 cm/seg. La temperatura de combustión de los gases en el
aire es de 2200º C y en el oxígeno de 3300º C. El calor de combustión
para los gases es de 9500 Kcal/m3.
La presión durante la explosión alcanza 12 atmósferas, en un tiempo de 0.1 segundo. Los gases poseen capacidad para la electrificación
(electricidad estática). Tienen propiedades corrosivas, si contienen componentes sulfurosos.
Figura 117: Esquema que compara la temperatura de destello, la combustión difusiva y la
temperatura de ebullición de las sustancias liquidas.
EL ACETILENO.
Es un gas incoloro y si se le añade la sustancia PH3 tiene un olor
fuerte, más ligero que el aire (0.9); es soluble en los líquidos. Durante
su combustión se desprenden 13500 Kcal y la temperatura de la llama
es de 3150º C. Bajo altas temperaturas se descomponen con la formación de mezclas explosivas. El acetileno reacciona fácilmente con
el cloro y el flúor, explota bajo la influencia de la luz; así como en
mezclas con el cobre y la plata, explotan bajo la influencia mecánica
o el calentamiento hasta 120º C. En los generadores para la obtención del acetileno por el método de «carburo al agua», son
extremadamente peligrosos por los riesgos de explosión que se presentan. Durante el suministro del polvo de carburo en el generador
puede surgir una explosión, porque la reacción del polvo con el agua,
pasa momentáneamente y el calor desprendido se gasta completamente para el calentamiento del acetileno que se forma (la temperatura de
reacción no debe sobrepasar los 60º C).
Los balones en los cuales se envasa el acetileno, tienen carbón
activado impregnado de acetona. Se llenan en dos etapas, la primera
hasta 22 atmósferas, después se enfría y la presión cae hasta 10 ó 12
atmósferas y se rellenan a 20 atm. Su peso se debe estar en los 4 Kg.
Estos balones soportan el triple de la presión que contiene el producto.
200
ALMACENES DE PRODUCTOS ALIMENTICIOS E
INDUSTRIALES.
Estos son objetivos de muy variada composición, tanto de los productos y medios que se almacenan, como por los tipos de construcción
y sus dimensiones, en función del destino de estos materiales.
Para comprender mejor lo anterior, existen almacenes de sacos de
arroz, frijoles, azúcar o de otros productos alimenticios que están destinados para una provincia; esta última lo tiene en menor capacidad
para los municipios y de esta forma hasta fraccionarlo en parte están
en el almacén de la tienda o supermercado para su distribución a una
población.
Lo anterior ocurre en todos los productos alimenticios e industriales, lo que varía son las condiciones de almacenamiento. La forma de
depositar los productos es mediante estantes y estibas sobre palets y
por lo general se encuentran en sacos de yute, plástico o papel, así
como en cajas de cartón, madera o plástico. Como se apreciará todos
estos elementos son combustibles, independientemente de las características de los productos que contengan.
Los riesgos de incendios y medidas para su protección no difieren
de las analizadas en los tipos de almacenes anteriores así como las
característica específica de estos lugares, que por la diversidad de
productos que se guardan, el análisis de los síntomas de la combustión
tiene que ser muy detallado, como también el proceso del escombreo y
determinación de la posición y cantidad de cada uno de los materiales.
En las estibas de sacos de yute cuando contienen productos, al
iniciarse un incendio en el almacén, si algún testigo observa el proceso
de la combustión, expondrá que la «candela caminaba» por toda la
estiba de forma rápida, extinguiéndose poco después. De no existir
testigos al realizar el perito el estudio de los síntomas encontrará huellas pequeñas de combustión en la superficie de los sacos y focos
aislados en el interior de la estiba, especialmente donde se unen la
«cabecera o boca» de los sacos. Estos elementos indican que la propagación primaria se desplazó por las «pelusas» que tienen normalmente
los sacos de yute (especialmente cuando son nuevos) y los focos de
combustión hallados en el centro de la estiba se producen por la reunión en ese punto de una mayor cantidad de «pelusas», hilos y «flecos».
La significación que tiene para la investigación del incendio, de estos
detalles, es que una fuente de calor del otro extremo de la estiba de
sacos puede crear condiciones para que otros materiales aledaños se
inflamen y enmascaren el lugar de inicio; recuerde que en grandes
almacenes las estibas son de decenas de metros de largo y alturas
considerables. Otro detalle a considerar en este tipo de material, es que
al desplazarse la combustión a través de las «pelusas» esto se hará
201
entre los intersticios de los sacos, cambiando su dirección según la
forma en que estén entongados. Es por tanto muy importante determinar las vías de propagación y con ellas ubicar el foco del incendio.
Figura 118: En las estibas de sacos de yute el espacio que se observa entre sacos al estibarse, son
las vías principales de propagación del incendio.
Las cajas de cartón corrugado presentan la singularidad de que la
propagación del calor en su interior es a través de los espacios que se
conforman al unirse, la parte central (corrugada) con sus exteriores.
En estos casos, donde estén presentes estibas de cajas de cartón
corrugado o vacío, precisar en qué posición quedaba la zona corrugada,
es decir en forma horizontal o vertical, si es en esta última la propagación del incendio será favorable (para que se comprenda mejor realiza
las funciones de tiro de una chimenea). Además por la experiencia acumulada con estos materiales se ha podido comprobar que para afirmar
categóricamente que el incendio se inició sobre determinado tipo de
cartón corrugado, hay que tener en cuenta, el grosor del papel con el
cual fue fabricado, tipo, pegamento que se empleó, porcentaje de humedad asimilada, según las condiciones ambientales donde estaba la
estiba y el tiempo que permaneció en el lugar.
Nos hemos referido a estos dos materiales muy empleados en nuestros almacenes, por ser los más generalizados, pues en los sacos de
polietileno o material similar, el proceso de combustión «derretirse»
ante la acción del calor.
202
TABLA DE CONSERVACIÓN DE LAS SUSTANCIAS EN
LOS ALMACENES
Como conclusión del tema de los almacenes se debe valorar que el
perito al realizar la investigación de las causas de un incendio en uno
de estos objetivos debe seguir lo establecido en la metodología, precisar detalladamente el ambiente antes del incendio y, fundamentalmente
conocer el destino y los materiales que contenían. Las causas principales de incendio se analizaron dentro del tema, no obstante, las
enumeraremos:
• Por problema de autocombustión.
• Por autoinflamación de las sustancias.
• Por problemas eléctricos.
• Por contacto con bombillos o lámparas no protegidas.
• Por fuentes de calor con llama abierta o incandescencia.
Debemos hacer un análisis detallado de los hechos trabajados en
los almacenes al ocurrir incendios, de forma intencional, con el propósito de ocultar delitos como, la malversación o el desvío de recursos.
203
Por lo por lo general esto ocurre en los días próximos a los inventarios
o controles de productos y medios, es por eso se deben que revisar
meticulosamente las destrucciones aledañas al área donde estaba la
documentación, es importante también controlar las zonas de mercancías de gran demanda, la posible presencia de alguno de estos elementos
en lugares donde, por su ubicación, no debían estar. Además es fundamental si el foco o los focos de incendios se encuentran próximos a las
áreas donde estaban los archivos o la documentación. Los medios que
emplean estos incendiarios son diversos, tal y como se explicó en el
capítulo de las causas del incendio.
5– INCENDIOS EN CARPINTERIAS.
Por el tipo de labor que realizan, son muy peligrosos ante el surgimiento de incendios, ante los procesos de aserrado de la madera,
trabajos en la elaboración de los muebles y finalmente el pintado de
estos medios. En todos estos pasos existe el riesgo de incendio, por la
presencia de la madera y sus subproductos como el aserrín o la viruta.
Ante el surgimiento del incendio es posible:
• La rápida propagación de la combustión por la superficie, el interior de las estibas de madera y las aledañas.
• Desprendimiento de gran cantidad de los productos de la combustión (humo, gases, vapores) con la formación del intercambio
de los gases.
• Formación de flujos de convección con el aumento de la superficie
de combustión, fundamentalmente, por la presencia de corrientes
de aire, las que lanzan partículas incandescentes (chispas) a distancias considerables, con posibilidad de originar nuevos focos
de combustión.
• Se puede producir el derrumbe de las estibas o la edificación, los
cuales expanden la combustión a zonas aledañas.
En los talleres de elaboración de la madera, comúnmente conocidos por carpinterías, es fundamental para investigar las posibles causas
del incendio, tener en cuenta las propiedades combustibles que tiene la
madera, ésta mientras más tiempo lleva de cortada menor es su punto
de inflamación, lo que posibilita, ante una fuente de calor de determinada características, provocar el incendio.
Prestar especial atención a las virutas o aserrín que se produce
durante el proceso de elaboración de la madera que al estar finamente
dividido y ponerse en contacto con una fuente generadora de calor por
incandescencia, se origina la combustión, la cual se desplaza hacia el
interior del volumen que posee la concentración del aserrín, de forma
tal que sobre la superficie solo se aprecia una pequeña área con desprendimiento de humo, pero, en el interior, se abre y profundiza la
combustión, hasta que logra alcanzar la temperatura de autoinflamación,
204
ya en este momento surge la llama en zonas mucho mayor es que lo
apreciado en su superficie. A este proceso se le denomina comúnmente el «cono invertido» por la forma que adopta, aunque su vértice
se encuentra en la superficie.
El perito debe revisar detenidamente la combustión en estas concentraciones de aserrín o virutas y precisar si surgió desde su centro
o, por la acción de las llamas, desde el exterior, y poder formular la
versión correcta sobre la causa del incendio.
En las carpinterías también están presentes las posibilidades de
surgimiento de incendios por impregnación de partículas de aserrín
que sobre los equipos eléctricos, principalmente en los motores que no
están protegidos a la explosión.
Los fenómenos eléctricos, como causa del inicio de la combustión,
es una de las versiones que se debe valorar. Por lo general, contienen
elementos combustibles con mucho tiempo de explotación y es por
ello que deben estudiarse detenidamente los circuitos eléctricos y los
medios de protección que poseen.
En los objetivos de este tipo que además realizan las labores de
pintura en las capillas destinadas a este fin debe tenerse en cuenta:
El método de pintura que se emplea (el más peligroso desde el
punto de vista de incendio es el pulverizado).
El tipo de pintura (de aceite, lacas, esmalte, etc).
Los sistemas de ventilación y extracción que existen (debe garantizar el 50% del límite inferior de concentración de explosión).
Posibilidades de concentraciones peligrosas por el empleo de las
pinturas.
Estado de limpieza de las chimeneas o conductos de salida de los
vapores y gases.
Tipo de iluminación que tiene el interior de la capilla (estos deben
ser a antiexplosión).
La experiencia de incendios en capillas es por el empleo de pintura
procesados con derivados negro de humo, el cual posee propiedades
autocombustibles. Al realizarse la operación de pintado por el método
de pulverización origina partículas que, se van depositando en los conductos de escape lo que ocasiona la combustión transcurrido un tiempo.
Hemos planteado algunos de los factores, condiciones y causas
creadores de incendios en las carpinterías.
6– INCENDIOS EN LOS OBJETIVOS DE PRODUCCIÓN
TEXTIL.
Las hilanderías como se conocen, tienen los siguientes procesos
para la elaboración del algodón en hilo.
205
a. Sala de Surtido: El algodón le llega en pacas, donde se realiza
el surtido según su calidad, después pasa a las máquinas desmenuzadoras
(deshilachadoras) las cuales están compuestas del alimentador mezclador, alimentador principal, desmenuzadora vertical y horizontal y
además de los batanes.
b. Sala preparatoria: Poseen las cardas, batanes de acabado y
máquinas de mecha.
c. Sala Contínua: La elaboración de la hilaza de la mecha se
realiza en las máquinas de continua por medio del estirado y trenzado
de la mecha. El hilo obtenido se enrolla en las canillas.
En el análisis del peligro de incendio están:
• Este proceso se acompaña con el desprendimiento de gran cantidad de polvos y partículas de algodón.
• Las fibras de algodón están compuestas del 98% de celulosa. El
algodón combustiona sin la presencia del aire, ya que sus poros
contiene oxígeno. La llama del algodón alcanza de 1500–1700º C
y su combustión se acompaña con gran desprendimiento de humo
tóxico.
• El algodón es capaz de autocombustionarse en presencia de aceite
de origen animal o vegetal en proporción de 3 a 5% con relación
a su peso.
• En la sala de cardas, el algodón se encuentra en estado disperso
y combustiona con mayor velocidad.
• En las etapas de elaboración de las fibras se forman el polvo y las
«moticas» de lanas, que fácilmente se inflaman ante la presencia
de una fuente de calor. El polvo del algodón no forma concentraciones explosivas a causa de que al chocar las partículas se atraen.
Figura 119: Una chispa provocada por el roce con un elemento metálico ocasionó el incendio en
esta maquinaria textil.
Las condiciones que existen para el desarrollo rápido del incendio
son:
♦ Existencia de un sistema de extracción (conducto que recoge
todos los polvos y partículas de desechos en un cuarto, que por
lo general están en niveles soterrados).
206
♦ Líneas neumáticas que conducen de una máquina a otra.
♦ Grandes superficies en las salas de proceso.
♦ Presencia de estructuras combustibles.
♦ Algodón en estado disperso.
♦ Concentración de polvo en las salas.
♦ Almacenes con algodón en pacas o en otras etapas de su proceso
tecnológico.
Las causas más comunes de incendio son:
♦ Mal estado técnico de las instalaciones eléctricas.
♦ Uso de motores que no son a prueba de explosión.
♦ Introducción de objetos metálicos en el algodón que pasa por las
diferentes máquinas del proceso tecnológico.
♦ Enrollado de las mechas en los árboles giratorios de las máquinas.
♦ Calentamiento de los rodamientos y piezas en funcionamiento.
♦ Por negligencia o intencionalidad (principal fuente de calor por
llama abierta o incandescencia).
Para ilustrar algunas de las causas de incendios referidos, expondremos el análisis de hechos que fueron investigados durante nuestra
experiencia práctica.
a. Al realizar el amarre de las pacas de algodón con flejes metálicos es posible que surjan chispas por la tensión a las que son sometidos.
Al caer sobre el material fibroso, provocan la combustión, que no tiene
un período determinado para el seguimiento de la llama.
b. El algodón se obtiene de plantas vegetales que poseen semillas,
las que al comprimirse dejan escapar aceite vegetal, si se encuentra
en proporciones adecuadas en el interior de la paca puede dar origen
al incendio.
c. Cuando el algodón se halla dentro del proceso tecnológico es
factible que en su interior contenga objetos metálicos que, al hacer
contacto con las piezas que hacen su deshilachamiento surgen chispas
que pasan al algodón y que en ocasiones han inflamado los residuos
que son extraídos al cuarto de filtro.
d. Al vertir sobre la superficie de una paca de algodón, un líquido
combustible con el acercamiento posterior de una llama abierta se
produce la inflamación superficial, la
cual se mantiene hasta que se consuma el líquido vertido, pasando después
al proceso de combustión lenta en varios puntos. Esto ocurrirá hasta que
alcance su temperatura de inflamación
y surge nuevamente la llama.
Figura 120: En otro equipo textil una chispa originó
un incendio en el cuarto de polvo de la textilera.
207
Si por el contrario sobre la superficie de la paca, se pone en contacto una fuente de calor por incandescencia, comenzará el proceso
de combustión puntual con desprendimiento de humo y avanzará hacia su interior, hasta que logre la temperatura de inflamación. Las
mayores huellas de la combustión estarán en su zona interior.
De este ejemplo puede valorarse que al analizar los síntomas de la
combustión sobre las pacas de algodón se debe observar si fue superficial o desde sus áreas interiores, para definir una u otra fuente de
calor.
7– INCENDIOS EN CENTRALES AZUCAREROS.
Estos son objetivos industriales muy complejos al tener dentro de
su proceso de producción, diferentes instalaciones que garantizan el
vapor (para mover las maquinarias), la electricidad y otros equipos
que generan riesgos de incendios y explosiones, por solo mencionar
algunos, como los hornos, calderas, etc. Está editada una metodología
para la investigación de hechos de incendios en este tipo de objetivos,
por lo que nos referimos a algunas experiencias que, sobre estas causas hemos investigado.
Como subproducto de la caña de azúcar, está el bagazo, rico en
alcohol y otros componentes del azúcar. Esta sustancia posee propiedades autocombustibles ante condiciones óptimas de temperatura,
presión, humedad y tiempo acumulado, además, ante fuentes de calor
por incandescencia o llama abierta, inicia la combustión con características similares a las analizadas con el aserrín o la viruta de madera,
en este proceso prevalece un poco más de tiempo de acuerdo con la
humedad que posea el producto.
Son frecuentes los incendios las partículas incandescentes de las
soldaduras oxiacetilénica o eléctrica al caer sobre la acumulación de
bagazo.
Así como por problemas eléctricos en sus conductores o instalaciones, presencia de fuentes de calor por incandescencia (colillas de
cigarros), un porcentaje elevado lo encontramos al ponerse en contacto con materiales combustibles como es el bagazo de caña.
8– INCENDIOS EN MAQUINARIAS AGRÍCOLAS.
Estas maquinarias por lo general poseen un sistema de movimiento
mediante motores de combustión interna (diesel o gasolina) los peligros de incendios para los vehículos automotores son válidos para ellos;
no obstante, por las funciones específicas que cumplen tienen otro
grupo de circunstancias, por las cuales puede surgir el incendio.
Las maquinarias agrícolas realizan su trabajo en los campos, donde
está presente la vegetación o cultivo, esta es una condición ideal del
ambiente combustible necesario para dar inicio a la combustión ante
una fuente de calor.
208
Figura 121: En esta combinada se produjo un incendio por la introducción de hierba seca (paja) en
sus superficies calientes.
Las principales causas de incendios vinculadas a las maquinarias
agrícolas son:
Salida de chispas de los motores por los tubos de escape al no
tener «matachispas». El tubo de escape en estos equipos está en
posicion elevada, para que no haga contacto con la vegetación,
pero si no tiene matachispas, al caer sobre la superficie del terreno da lugar a la inflamación. Esto ocurre a menudo en las
combinadas cañeras que provocan incendios en los cañaverales.
Inflamación de la hierba seca (paja) que se introduce en las
superficies calientes de los motores o cuando se enrollan en
las piezas en movimiento de las maquinarias.
Inflamación de troncos secos o hierbas en contacto con el tubo
de escape.
Recalentamiento de los cojinetes.
Cortocircuito en los conductores eléctricos, por desperfecto en
el aislamiento de los conductores.
Por chispas en el acumulador del equipo por contacto con objetos metálicos.
Trato negligente con el fuego.
Violación de las reglas de seguridad de incendio.
Mal estado de equipos eléctricos.
Estas causas van a estar en dependencia de las funciones que la
maquinaria realizaba antes del incendio como por ejemplo si trabajaba
en el campo, si solo circulaba o estaba parqueada. Es importante precisar bien esta situación.
9– INCENDIOS EN NAVES MARÍTIMAS.
Estos hechos son complicados de investigar, por las características
propias que tienen las embarcaciones, las que contienen un gran volumen de carga combustible, presencia de fuentes de calor, así como un
personal que durante largos períodos permanece en el mar. Es difícil
cuando el incendio ocurre durante la travesía, por lo general sus máquinas se detienen y la embarcación queda «al pairo» por tanto los síntomas
de la combustión cambiaron por la incidencia de las corrientes del mar.
209
Al valorar los peligros de incendios en las naves marítimas, estos
principalmente son:
• Presencia de gran cantidad de materiales combustibles.
• En sus bodegas se depositan grandes volúmenes de cargas de
diversos tipos, las que pueden tener peligros de incendios.
• El revestimiento de sus locales y camarotes, así como los medios
que en ellos se guardan tienen posibilidades, ante una fuente de
calor, del surgimiento de la combustión.
• Poseen grandes volúmenes de combustible.
Las causas más comunes de incendio son:
• Existencia de calderas, motores de combustión interna, presencia
de ambiente combustible.
• Violación de las reglas de seguridad de incendio durante la explotación de los equipos electrodomésticos, calentadores eléctricos y otros medios de este tipo.
• Mal estado de los conductores y equipos eléctricos.
• Fumar en los lugares no adecuados.
• Violación en el traslado y almacenamiento de sus cargas.
• Realización de trabajos de soldadura oxiacetilénica o eléctrica, sin
tomar las medidas requeridas.
• Por fenómenos de autocombustión en los productos que almace
nan en sus bodegas o por la acción de fumigar sus cargas.
• Por actividades premeditadas con líquidos combustibles o artefactos incendiarios.
Figura 122: Incendio en una motonave por causa de la inflamación en la cubierta de un
camarote al realizarse labores de soldaduras en su pared opuesta.
Cuando analizamos algunas de las causas de incendios existe la
experiencia práctica de hechos provocados al realizar labores de
soldaduras, sin tener en cuenta los elementos que se encontraban al
otro extremo de la pared metálica en la cual se trabaja, lo que provoca que el calor por conducción lo inflame y dé origen al incendio.
210
En las cargas hay innumerables casos de incendios provocados
por los que contienen fenómenos de autocombustión que se originan
en los productos por haberse «mojado» durante la travesía o no tenerse en cuenta las condiciones de temperatura y humedad requeridas
para su transportación.
En las acciones de soldaduras en los tanques de combustibles tenemos ejemplos de no realizar adecuadamente las labores de eliminación
de los residuos de gases combustibles que han dado origen a hechos
de incendios.
Podemos enumerar diversas situaciones sobre las causas de incendios en las naves marítimas pero, lo fundamental para los peritos
que tendrán la responsabilidad de investigar estos hechos, será hacer
un estudio minucioso de las características que rodean su surgimiento
y desarrollo.
10– INCENDIOS EN BOSQUES Y CAÑAVERALES.
En nuestro país se fomenta el crecimiento de los bosques, principalmente los tipos coníferos o foleáseros. Lo más peligroso desde el
punto de vista de incendio son estos últimos, propagan rápidamente la
combustión, en dependencia de la temperatura del aire, humedad y
viento (velocidad y dirección que este tenga).
El desarrollo de los incendios en bosques representa una gran amenaza por las áreas que afectan. El periodo de seca y verano, son las
épocas más propicias para que se produzcan.
La velocidad del desarrollo de los incendios dependerá de lo siguiente:
— Densidad de los árboles y su follaje (debe tenerse en cuenta el tipo
y estado de los mantos del follaje y su humedad).
— Humedad del aire y su temperatura.
— Carácter y relieve del terreno.
— Momento en que se desarrolla (día o de noche), la época del año y
la velocidad del viento.
Los incendios en bosques pueden ser de tres tipos:
— Bajos.
— Altos.
— Subterráneos.
Al principio surge el incendio bajo, si se crean determinadas condiciones para esto.
Tanto los incendios bajos y como altos según la velocidad de su
propagación, son:
— Estables (pasan lentamente).
— Fugaces (ocurren rápidamente).
El incendio bajo – estable ocurre en casos de una combustión prolongada, con sequía y en los terrenos con turba, se convierten en
211
subterráneos, al quemar la turba en toda su profundidad hasta llegar a
la capa vegetal.
Los incendios en los cañaverales se desarrollan de forma similar a
lo antes expuesto, ello depende de la acumulación de «paja seca» en el
terreno, tiempo de cultivo, humedad del terreno y la velocidad del viento;
lo que provoca la propagación de un campo a otro, sin tener en cuenta
un flujo determinado.
Desde el punto de vista técnico el incendio en los bosques, herbazales
y cañaverales no es posible aplicar la metodología de investigación,
debido a que no existe una distribución de sus elementos que permitan
analizar cómo fueron atacados por la combustión, así como la presencia en determinados lugares, del terreno de acumulación de follaje,
pajas o hierbas que dan origen a focos de combustión, importante y
decesivas son también los tiros de aire que se crean y, que cambian el
sentido de la propagación.
La Técnica Criminalística, ante hechos de incendios en bosques,
herbazales o cañaverales aportarlos elementos que lo provocaron a
través de huellas o indicios que se encuentren durante la inspección
del terreno. Así tenemos, si existen huellas de neumáticos de maquinarias agrícolas podemos formular la versión acerca de la causa lo
que lo originó ya sea por partículas incandescentes de su tubo de escape o restos de vidrios u otros elementos que permitan analizar la
posibilidad de su surgimiento por medios ajenos al ambiente.
Las causas que provocan los incendios en los bosques y cañaverales están relacionadas con:
– Los rayos enfocados del sol (al refractarse sobre elementos de
vidrios dejados en el terreno, haciendo la función de una lente).
– Por descargas atmosféricas (rayos).
– Por partículas incandescentes sólidas de los tubos de escape de
las maquinarias agrícolas, transporte ferroviario, etc.
– Por imprudencia al encender hogueras o fuego.
– Por acciones premeditadas.
212
CAPITULO 13
PROPIEDADES PELIGROSAS DE LAS SUSTANCIAS
I. LOS POLVOS
La mayoría de los materiales combustibles finamente divididos y
los agentes oxidantes son peligrosos.
Polvos combustibles depositados en vigas, maquinarias y otras superficies están expuestas a fuegos instantáneos y las suspensiones de
polvos en el aire provocan explosiones violentas.
Los agentes oxidantes depositados aceleran la propagación del fuego
en superficies combustibles al contener oxígeno.
FACTORES QUE INFLUENCIAN LA EXPLOSIVIDAD DE
LOS POLVOS.
Si una nube de polvo se enciende o no, dependerá del tamaño de la
partícula, la concentración, las impurezas, el porcentaje de oxígeno y
la potencia de la fuente de ignición.
DIMENSIONES DE LAS PARTÍCULAS.
Las pruebas han demostrado que las partículas más pequeñas son
más fáciles de combustionar en una nube de polvo.
Estos resultados se explican por el hecho de que el área de la
superficie expuesta de una unidad de peso del material aumenta según
decrezca el tamaño de la partícula.Debido a que la posibilidad depende de la cantidad de calor liberado por la superficie de oxidación del
polvo, debe esperarse que el límite de concentración mínimo de explosión, la temperatura de ignición y la energía necesaria para la combustión
decrecerán con la disminución del tamaño de las partículas.
CONCENTRACIÓN.
Dentro de los polvos hay concentraciones con peligro de explosión. Esto se produce con el cambio de tamaño de las partículas, la
pureza del material, la concentración con el oxígeno, la potencia de la
fuente de calor, el tiempo de contacto con la fuente y la uniformidad
de la dispersión. Los polvos tienen límite superior de concentración de
explosión (LSCE). Las explosiones más violentas ocurren en las concentraciones ante una cantidad suficiente de oxígeno. En menores
concentraciones, la distancia entre las partículas reduce la velocidad
de la explosión.
HUMEDAD.
La humedad de las partículas de polvo y en la atmósfera circundante aumenta la temperatura de inflamación del polvo, debido al calor
absorbido en la vaporización. También existe una relación directa en213
tre el contenido de humedad y el mínimo de energía requerida para la
inflamación de la concentración mínima de explosión, el máximo de
presión que aumenta.
MATERIALES INERTES.
La presencia de materiales sólidos inertes reducen la combustibilidad
del polvo, por la absorción del calor, pero la cantidad de materiales
inertes necesarios para prevenir una explosión es generalmente considerablemente mayor que las concentraciones que son encontradas
normalmente o toleradas como material extraño.
CONCENTRACIONES DE OXÍGENO Y LA TURBULENCIA.
Las variaciones en las concentraciones de oxígeno, afectan la
factibilidad de la inflamación de las nubes de polvos y la presión en
que ocurre la explosión. Con una disminución de la concentración del
oxígeno la energía requerida para la inflamación aumenta. La combustión de los polvos tiene lugar en la superficie de las partículas. La
proporción de la reacción depende de la íntima mezcla entre el polvo y
el oxígeno. Es por esta razón que mezclas turbulentas de polvo y aire
dan por resultado violentas explosiones, que las ocurren en mezclas
tranquilas.
FUENTES DE CALOR DE LAS NUBES DE POLVO.
Las nubes de polvo pueden inflamarse por llama abierta, descargas atmosféricas, colillas de cigarros, arcos eléctricos, filamentos al
rojo de bombillos incandescentes, chispas de la fricción u otras superficies calientes, como corriente estática, autocombustión de las
sustancias, empleo de la soldadura oxiacetilénica o eléctrica y otras
fuentes de calor común. La temperatura de autoinflamación de las
nubes de polvo está comprendida entre los 300 y 600º C y una gran
mayoría de las energías mínimas de una chispa para inflamarla están
comprendidas en los 100 milijoules. Como estas temperaturas de inflamación son mucho más bajas que las fuentes de calor más comunes,
no es de sorprender que las explosiones en polvos hayan sido causadas por ellas. Por esta razón la eliminación de toda fuente de calor es
un principio básico para la prevención de explosiones.
EFECTO DE LA DURACIÓN DEL EXCESO DE PRESIÓN.
Muy asociado al máximo de presión y la proporción de su aumento,
como indicadores de la destructividad de las explosiones de los polvos, es la duración del tiempo que el exceso de presión afecta a los
alrededores. El área bajo la curva de presión contra tiempo determina
el impulso total ejercido y este impulso total más, la fuerza ejercida en
cualquiera de sus momentos, determinará su destrucción. Esta relación
entre la destructividad y el impulso total explica el porqué las explosio214
nes de polvos, tienen generalmente bajas presiones, comparadas con
las del gas aunque con mayores daños.
PROPIEDADES INCENDIARIAS DE LOS METALES.
Muchos metales tienen propiedades peligrosas en relación con el
surgimiento de incendios y casi todos los metales arden bajo ciertas
circunstancias. Algunos se oxidan rápidamente en presencia del aire o
la humedad, al generar el calor suficiente para alcanzar su temperatura de inflamación. Otros se oxidan lentamente y rara vez se calientan
para combustionarse.
Ciertos metales como el magnesio, titanio, sodio, potasio y litio son
considerados como combustibles. Algunos como el aluminio y el hierro, normalmente se piensa que no son combustibles, se queman cuando
están finamente divididos. El tamaño y la forma por lo tanto es un
factor importante a ser considerado cuando evaluemos la
combustibilidad de un metal. Las nubes de polvo metálico son explosivas.
Las aleaciones consistentes en diferentes metales o sus compuestos difieren ampliamente en la combustibilidad de su elemento
constitutivo. Los metales soportan peligrosas reacciones que ocasionan incendios o explosiones.
METALES COMBUSTIBLES Y REACTIVOS.
Magnesio
La temperatura de inflamación es muy cercana a su punto de fusión
(650º C). Sin embargo, existen ciertas formas del magnesio que su combustión puede ocurre a temperaturas inferiores, cintas de magnesio y
laminillas se inflaman alrededor de los 510º C y polvo de magnesio
finamente dividido combustiona por debajo de los 482º C. La inflamación del magnesio depende de su tamaño y forma. Piezas finas y
pequeñas tales como cintas, astillas y laminillas combustionan a la llama de un fósforo, mientras que otros elementos de mayor tamaño
arderán con dificultad debido a la conductividad térmica del metal. El
magnesio reacciona violentamente con el tetracloruro de carbono,
el agua aumenta la intensidad del incendio del magnesio y su combustión continúa en atmósfera de dióxido de carbono o nitrógeno.
Titanio
Al igual que el magnesio es clasificado como un metal combustible,
es determinante su tamaño para valorar si combustiona. El polvo o
fragmentos de titanio se pueden inflamar y una vez en esta condición
arder lentamente con gran desprendimiento de calor. El titanio finamente dividido en forma de nube de polvo no posee propiedades
autocombustibles (a diferencia del zircono, el plutonio y otros metales). Las temperaturas de inflamación de la nube de polvo en el aire
están desde los 331º C a 588º C. El polvo de titanio combustiona en
215
atmósfera de dióxido de carbono o nitrógeno. Cuando es tratado con
ácido, nítrico puede explotar.
Sodio
Se oxida rápidamente en el aire húmedo, pero no se han reportado
combustiones espontáneas excepto, en el sodio finamente dividido.
Cuando se calienta en aire seco, se inflama próximo a su punto de
ebullición (880º C). Una vez en combustión, arde violentamente, liberando grandes cantidades de humo de óxido de sodio. El principal peligro
es su rápida reacción con el agua. El hidrógeno liberado por la reacción combustionar por el calor.
Potasio
Sus propiedades peligrosas son similares a las del sodio, con la
diferencia que es más activo. En reacción con el bromo detonan. Tiene reacciones pero menos intensa con el ácido sulfúrico y muchos
halógenos.
Aleación de Sodio y potasio (NAK)
El NAK es un término usado al referirse a cualquiera de las muchas aleaciones de sodio – potasio. Las aleaciones de NAK difieren
unas de otras en su punto de fusión, pero todas son líquidas o se funden a temperaturas cercanas a las ambientales. Poseen la misma
peligrosidad que sus componentes metálicos, excepto que sus reacciones son más fuertes.
Litio
El litio como el sodio y el potasio es uno de los llamados metales
alcalinos. Sufre de las mismas reacciones del sodio. Por ejemplo, ambos reaccionan con el agua y forman hidrógeno pero, mientras que la
reacción sodio – agua genera suficiente calor para inflamar el hidrógeno, la del litio – agua no es suficientemente violenta para causar la
ignición. El litio se inflama y combustiona a temperaturas cercanas a
su punto de fusión (180º C). Puede formar mezcla explosiva con el
ácido nítrico, y reacciona con el ácido sulfúrico diluido.
METALES QUE NO SON COMÚNMENTE COMBUSTIBLES.
Aluminio
Su punto de inflamación es suficientemente alto, por lo que la combustión no es muy factible, excepto que esté dividido finamente y se le
someta a la acción del calor, como la descrita para el magnesio. El
polvo de aluminio puede ser explosivo. El aluminio empleado en las
edificaciones al estar sometido al incendio se derrete tan rápidamente
que da la impresión que combustiona.
Hierro en polvo
Este producto está sujeto a la ignición espontánea y más si se
encuentra mezclado con residuos de aceite y jabón. Si al polvo de
216
hierro calentado al rojo se le aplica agua en forma de neblina, libera
gran cantidad de hidrógeno. Es por ello que en su extinción, no se debe
emplear el agua.
OTROS PRODUCTOS QUÍMICOS SÓLIDOS.
Azufre
Esta sustancia en su estado ordinario es amorfa y blanda y químicamente es un polvo amarillo. Es inflamable. En polvo o en vapor,
mezclado con el aire es explosivo. En contacto con materiales oxidantes
es peligroso. Es tóxico pues produce anhídrido sulfuroso en una concentración 0,2% con una permanencia a su ambiente durante 30 minutos
tiene graves consecuencias para el organismo humano. Debe ser almacenado con buena ventilación y fuera del radio de alcance de los
clorato, nitratos y otros materiales oxidante.
El azufre en nubes de polvo tiene propiedades explosivas.
Carbón activado
Un incendio en carbón activado es difícil de detectar en su estado
incipiente. Comienza debajo de las estibas y es poco factible de localizar. El polvo en suspensión es explosivo. En altas concentraciones es
tóxico y muy irritante. La humedad puede combustionarlo espontáneamente. Los carbones activados se conocen también con el nombre
de «negro». A continuación la designación que lo clasifica. Ejemplo:
Negro de humo, etc.
Maneb
Es un sólido de color amarillo claro, desprende mucho polvo, es
altamente inflamable y se descompone a muy baja temperatura, se
inflama de 60 a 70º C, es además tóxico para el organismo. Este producto debe tener un adecuado almacenamiento en condiciones
ventiladas. Si a este elemento se le echa agua, acelera la descomposición y aumentan los vapores inflamables, lográndo su autocombustión.
Para la extinción se emplea arena o CO2, esto no detiene la descomposición sino que extingue la llama y el calor, solo por unos momentos,
debiéndose evacuar el material en descomposición para zonas exteriores.
Nitrato de amonio
En su estado ordinario son cristales granulados y blancos. Cuando
está puro en la mayoría de los casos es de un color amarillo o carmelita.
Es inflamable en alto grado, también es explosivo pero no detona
con facilidad a no ser que esté en locales cerrados. Es tóxico pues
desprende óxido de nitrógeno.
La protección de este producto guarda relación con el almacenaje
adecuado. Deben depositarse sobre madera y ser meticuloso en la
217
recogida de los residuos. No deben estar en el lugar sacos de yute,
algodón, líquidos inflamables y productos oxidantes.
II. CARACTERÍSTICAS DE LOS GASES.
En este capítulo se definen las propiedades químicas y físicas de
los gases y explica comó estas propiedades afectan su comportamiento en las condiciones de un incendio.
A) DEFINICIÓN
El gas es un fluido de materia aeriforme (carece de forma o volumen independiente) y tiende a expandirse indefinidamente. Está
compuesto por partículas extremadamente diminutas en constante movimiento caótico. Mientras mayor es la temperatura, más violento es
el movimiento. El olor, sabor, densidad, solubilidad y la facilidad o dificultad con que un gas se licúa (temperatura crítica) son propiedades
físicas importantes.
Se debe prestar atención al contenido de oxígeno en el aire y el
papel que este juega en la inflamación de los gases. La atmósfera
normal al nivel del mar se compone de cerca del 21% de oxígeno, si
se redujera de 6 al 10% no existiría vida humana, pues nos ahogaríamos y la mayor parte de los materiales, incluyendo los combustibles,
no combustionarían. Muchas de las protecciones contra incendio dependen de la reducción o la eliminación de contenido de oxígeno por
debajo del punto donde la combustión no pueda tener efecto.
B) CLASIFICACIÓN
Los gases se dividen generalmente en dos amplios grupos:
– Inflamables.
– No inflamables.
Otras divisiones de los gases usados frecuentemente, incluyen, a
los gases que mantienen la combustión (agentes oxidantes) y aquellos
que son tóxicos o venenosos.
El incendio produce gases, algunos de los cuales son combustibles.
El monóxido de carbono es el principal gas combustible que emite la
combustión.
Todos los materiales carbónicos producirán monóxido de carbono
cuando combustionen, la cantidad dependerá en parte de cómo se
complete la combustión. El monóxido de carbono, también es altamente tóxico y responsable de muchas muertes en los incendios.
GASES INFLAMABLES
Cualquier material en estado gaseoso a la temperatura y presión
ambiental, combustiona en concentraciones normales de oxígeno, será
considerado un gas inflamable. La concentración de oxígeno al ser mayor
que la proporción normal de la combustión en estos gases se incrementaran
grandemente y en otros no inflamables arderían en estas condiciones.
218
Todos los gases compuestos de hidrógeno y carbono son combustibles. Algunos de los gases comúnmente usados como combustibles
son el gas natural, el manufacturado, licuado del petróleo (butano, propano, etc.), acetileno e hidrógeno.
Cualquiera de estos gases se combustionará cuando esté en presencia de otros, como el cloro en una atmósfera de hidrógeno.
GASES NO INFLAMABLES
No son combustibles y no arden. Una parte de ellos puede mantener la combustión, otros actúan para su eliminación. Los primeros son
generalmente conocidos como «inertes», los más comunes son el nitrógeno, argón, helio y otros gases raros en la atmósfera como el dióxido
de carbono o el de azufre.
C) ESTRUCTURA QUÍMICA Y PROPIEDADES FÍSICAS
Dentro de los gases existen los que están compuestos por moléculas complejas, como el cicloprano o algunos, de los freones refrigerantes.
Sin embargo, a pesar de la composición molecular, un gas es una
sustancia completamente elástica que llena o tiende a abarcar todo el
espacio en que este sea liberado o confinado. Realmente las moléculas de un gas no están contiguas una a otras, pero se encuentran más
o menos separadas, de acuerdo a la presión . Las partículas del gas se
mueven en línea recta a una gran velocidad, estando unas a otras
continuamente cambiando sus velocidades y direcciones. La presión
del gas se debe al impacto de estas partículas contra las paredes del
recipiente que lo contiene.
D) LEYES DE LOS GASES
Su comportamiento se basa en determinadas «leyes», que son
aplicables a gases «perfectos» o «ideales», pero como ninguno se
comporta absolutamente ideal, estas leyes han sido emitidas para
predecir el comportamiento en condiciones normales.
LEY DE AVOGADRO
Establece que bajo similares condiciones de presión y temperatura, iguales volúmenes de cualquier gas, contendrán la misma
cantidad de moléculas. De esta manera la densidad de diferentes
gases puede ser computada a partir de sus pesos moleculares. Este
valor no debe ser confundido con el término «gravedad específica»
de un gas, ya que este último se define como la proposición del
peso de un volumen dado de gas en relación con el peso de un
volumen igual de aire seco, libre de dióxido de carbono, medido a la
misma temperatura y presión.
LEY DE HENRY
La solubilidad de un gas en un líquido depende no sólo del líquido
escogido y su pureza, sino también de su temperatura y presión.
La solubilidad puede ser química o física.
219
Ejemplos de estos serían la solubilidad física de vapores de hidrocarburos en algunos líquidos derivados del petróleo y la del amoniaco
en el agua. Pero si el amoniaco es absorbido en ácido sulfúrico, hay
una reacción química definida en que se forma sulfato de amoniaco.
Generalmente la solubilidad de los gases en los líquidos disminuye
con la elevación de la temperatura y aumenta con una elevación de la
presión.
Esta ley de Henry se enuncia de la forma siguiente:
«A una temperatura específica, la masa del gas que se disolverá en
un líquido dado es proporcional a la presión parcial del gas en contacto
con la solución».
LEY DE RAOULT
La presión del vapor en un componente de una solución es directamente proporcional a su concentración molar en solución y a la
presión del vapor de la sustancia en estado puro o, a una temperatura
específica.
E) RAZÓN DE DIFUSIÓN
Las proporciones a las que dos o más gases se mezclarán en una
atmósfera dependerán del recíproco de las raíces cuadradas de los
valores de sus pesos moleculares, expresado matemáticamente es:
Gases más pesados como el dióxido de carbono se difunden más
lentamente que los ligeros como el hidrógeno.
Se plantea que el hidrógeno se difunde 3,8 veces más rápido, mientras el dióxido de carbono es de 81%.
Las razones de difusión en atmósferas tranquilas donde no existan
corrientes convectivas, serán las mínimas para los gases que se mezclarán. Cualquier movimiento mecánico inducido por corrientes de aire,
ventiladores, etc., hará un incremento de la razón de mezclado.
F) VISCOSIDAD
Durante el flujo de los gases la fricción entre las moléculas del gas
y los lados del recipiente, es evidente. Esta fricción interna entre las
moléculas se mide en términos de viscosidad absoluta.
La viscosidad se eleva con el aumento de la temperatura, en el
caso de los gases. Los líquidos tienen una viscosidad definida a una
temperatura dada y su viscosidad absoluta decrece con el aumento de
la temperatura.
G) TEMPERATURA CRÍTICA
Es la temperatura por encima de la cual no puede tener la liquefacción, no importa cuan grande sea la presión.
220
H) CARACTERÍSTICAS DE COMBUSTIÓN
El peligro de los gases inflamables es generalmente similar a los
líquidos inflamables y muchas de las características de estos son aplicables también a los gases. No hay una línea definida entre los gases
y los líquidos. Cualquier gas a una temperatura suficientemente baja y
una alta presión se convierte en un líquido y a su vez cualquier líquido
a una alta temperatura se convierte en gas. El principal peligro de
formarse las mezclas inflamables o explosivas en el aire, lo constituye
el escape del gas. La necesidad primaria en el almacenaje y manejo
de los gases es tener un adecuado sistema de tuberías y recipientes,
libre de salideros y resistentes para soportar cualquier presión o temperatura y tenerlos protegidos para minimizar un peligro físico.
III. PROPIEDADES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS
LÍQUIDOS COMBUSTIBLES.
Los líquidos se caracterizan por tener un movimiento libre de sus
moléculas, sin las propiedades de separarse unas de otras como sucede en los gases. Son ligeramente comprimibles e incapaces de tener
una expansión ilimitada.
Pasan al estado gaseoso a elevadas temperaturas o bajas presiones y los gases realizan su pase al estado líquido a bajas temperaturas
y altas presiones.
Líquidos y fluidos se emplean a menudo como sinónimo pero fluido
tiene una significación más amplia ya que incluye líquidos y gases.
LÍQUIDOS INFLAMABLES
Son aquellos que tienen una temperatura de inflamación (flash point)
en copas cerradas por debajo de 93ºC y se dividen en tres clases:
Clase 1 – Incluye aquellos que tienen un flash point de 70ºC
(menos 70ºC) o por debajo.
Calse 2 – Son los que poseen un flash point por menos de 70ºC
pero por debajo de 21ºC.
Clase 3 – Están los inflamables por encima de 21ºC pero por de
bajo de 93ºC.
La volatilidad de un líquido inflamable se incrementa cuando se
calienta a una temperatura igual o mayor que su flash point.
♦ LÍQUIDOS COMBUSTIBLES.
Tienen una temperatura de inflamación (flash point) a 93º C o por
encima de esta temperatura. Cuando son calentados hasta su temperatura de inflamación o por encima de ella puede tener algunos de los
peligros de los líquidos inflamables.
♦ SÓLIDOS CON TEMPERATURAS DE INFLAMACIÓN.
Algunos sólidos con flash point como el alquitrán y la naftalina se
convierten en líquidos al calentarse, por lo que deben considerarse líquido
221
cuando estén en este estado. Otros sólidos manufacturados como la
cera o pulimentos contienen diferentes cantidades de líquidos inflamables. La temperatura de inflamación indicarán el grado de peligrosidad.
♦ PROPIEDADES FÍSICAS DE LOS LÍQUIDOS.
Las características físicas y de incendio son similares a los de otros
materiales que ya se han definido. Expondremos algunas informaciones de las propiedades de los líquidos inflamables y combustibles.
♦ DENSIDAD DEL VAPOR.
Para cualquier material que sea capaz de existir como gas puro
(sin aire presente) a la temperatura y presión atmosférica, la densidad
es una constante física medible. Para los líquidos que tienen puntos de
ebullición superiores al medio ambiente, la densidad del vapor será
una cifra engañosa.
♦ PRESIÓN DEL VAPOR.
Cuando un líquido está presente en un recipiente cerrado con una
atmósfera de una mezcla de vapor y aire por encima de la superficie
del líquido, el porcentaje de vapor en la mezcla debe ser determinada
por la presión del vapor. El porcentaje de vapor es directamente proporcional a la relación entre la presión de vapor del líquido y la presión total
de la mezcla.
♦ PROPORCIÓN DE EVAPORACIÓN.
Es la proporción de cambio de líquido a vapor a una temperatura
por debajo del punto de ebullición. Todos los líquidos se evaporan.
La presión del vapor, la proporción de evaporación y los puntos de
ebullición varían. En general según disminuya el punto de ebullición, la
presión y la proporción de evaporación aumentan.
♦ VISCOSIDAD
La viscosidad de un líquido es su consistencia o la resistencia a
fluir debido a los efectos combinados de la adhesión y la cohesión o
expresado de otra forma, es la medida de la fricción interna del líquido. Otros autores definen la viscosidad como el tiempo que se toma un
determinado líquido en adaptarse en un recipiente o fluir a través de
un orificio de un tamaño predeterminado a una temperatura específica. En el caso específico de los aceites se emplean tubos capilares y
es conocido como el método «cinemático» de viscosidad.
La viscosidad de un líquido también es importante en el almacenaje
y manejo, los cuales tienen que ser calentados para que mantengan la
suficiente fluidez al ser bombeados.
222
CALOR LATENTE DE VAPORIZACIÓN.
Es el calor absorbido, cuando un gramo de líquido se transforma en
vapor, en su punto de ebullición, a una atmósfera de presión y es expresado en calorías por gramo o en BTU por libra.
SOLUBILIDAD EN AGUA Y SUPERFICIE DE TENSIÓN.
Estas son otras características importantes de los líquidos desde el
punto de vista de incendio, pudiéndose referir que al producirse un
incendio en un líquido soluble en agua, será extinguido por disolución
en agua. El uso de agentes acuosos afecta la superficie de tensión del
líquido y en algunos casos ayuda en la extinción.
♦ CARACTERÍSTICAS DE LA COMBUSTIÓN.
TEMPERARTURA DE INFLAMACIÓN (FLASH POINT).
Un vapor mezclado con aire a una proporción por debajo del límite
inferior de inflamabilidad, combustiona en la fuente de ignición, o sea,
en la zona inmediata que lo rodea, sin propagarse más allá de este
límite. El flash point de un líquido corresponde de cierta manera con la
temperatura mínima a la cual la presión de vapor es suficiente para
producir una mezcla inflamable en el límite inferior de inflamabilidad,
que propagará la llama.
Las temperaturas de inflamación varían con la presión y el porcentaje de oxígeno en la atmósfera. Es probable tener una mezcla
inflamable muy por debajo del valor establecido para su flash point, si
la presión es menor que una atmósfera o en un ambiente enriquecido
de oxígeno.
♦ TEMPERATURA DE AUTOINFLAMACIÓN (IGNICIÓN).
Para un líquido inflamable es generalmente la temperatura a la
cual debe ser calentado para que se encienda espontáneamente y arda
con llama.
♦ VARIACIÓN EN LA PELIGROSIDAD POR LA TEMPERATURA Y LA PRESIÓN.
La temperatura y la presión a la que un líquido es sometido debe
ser considerada en la aplicación práctica de los límites de inflamabilidad.
Lo cual demuestra que estos factores tienen un efecto importante en
el peligro de incendio y explosión. A una alta temperatura el líquido
tendrá una mayor presión de vapor y tenderá a vaporizarse en grandes cantidades. Cuando a una presión y temperatura dada, el líquido
se ha vaporizado hasta el punto donde no es posible más vaporización,
a menos que las condiciones sean variadas, se dice que se alcanzó un
estado de equilibrio. Es evidente que el equilibrio no puede existir más
que en un sistema cerrado, ya que al aire libre la vaporización del
líquido continuará hasta que se gaste completamente.
223
♦ ENERGÍA REQUERIDA PARA LA INFLAMACIÓN DE
LOS VAPORES.
Las principales fuentes de calor de los líquidos inflamables son las
llamas abiertas, superficies calientes, chispas eléctricas o por fricción,
electricidad estática y compresión adiabáticas. Las llamas abiertas son
fuentes de ignición para mezclas inflamables de vapor–aire, las cuales
están dentro de los límites de inflamación. Las llamas deben ser capaces de calentar el vapor hasta su temperatura de inflamación. Para
algunos líquidos y sólidos será necesario que la llama tenga suficiente
energía y duración para que caliente hasta volatilizar el combustible y encender los vapores emitidos. Una vez en combustión, el
calor de estos vapores continuará el proceso.
Las chispas eléctricas, estáticas y por fricción deben poseer la
suficiente intensidad, energía y duración para combustionar las mezclas inflamables de vapor–aire. Las chispas eléctricas de la mayoría
de los equipos e instalaciones están por encima de la temperatura de
inflamación de las mezclas combustibles. Sin embargo, puede no ocurrir la combustión, por ser muy corta la duración de la chispa.
Factores como la composición, temperatura y presión de las mezclas de aire–vapor, son aplicables a las chispas de la electricidad estática
y por fricción como fuentes de calor para provocar la combustión.
Las superficies calientes son fuentes de calor, si tienen suficiente
energía y poseen altas temperaturas, mientras más pequeña sea la
superficie calentada mayor tiene que ser el calor que tenga para encender la mezcla. Si mayor es la superficie calentada con relación a la
mezcla, más rápidamente tendrá lugar y menor será la temperatura
que se necesite para la combustión. Sin embargo el líquido debe permanecer en contacto el tiempo suficiente para formar una mezcla de
vapor y aire dentro de su límite de inflamación.
♦ COMPRESIÓN ADIABÁTICA.
Ha sido la causa de muchas explosiones destructivas. Cuando es
controlada, la compresión adiabática es la base del funcionamiento del
motor diesel. Una mezcla inflamable si es comprimida rápidamente se
inflamará cuando el calor generado por la acción de compresión sea
suficiente para elevar el vapor inflamable a su temperatura de ignición.
224
CAPÍTULO 14
PROPIEDADES INCENDIARIAS DE LOS PRODUCTOS
QUÍMICOS
Muchos productos químicos pueden causar incendios, explosiones
o contribuir a la violencia del fuego.
A) PRODUCTOS QUÍMICOS OXIDANTES.
Existe un grupo importante de productos químicos, conocidos como
agentes oxidantes, los que aportan oxígeno para la combustión. En
muchos casos los productos oxidantes no son combustibles sin embargo, facilitan la ignición de los materiales combustibles e invariablemente
aumentan la intensidad de la combustión.
Unos pocos agentes oxidantes, como los peróxidos orgánicos, son
combustibles, son propensos también a la descomposición espontánea (autocombustión) que de esta forma dar origen al incendio o la
explosión.
1– NITRATOS
Las propiedades combustibles de los nitratos inorgánicos son de
especial importancia. En condiciones de incendio, liberan grandes cantidades de gases de óxido de nitrógeno, los cuales son combustibles y
extremadamente tóxicos.
NITRATO DE SODIO
Aunque no es combustible posee ciertas propiedades que facilita la
combustión de los materiales. Desprende oxígeno cuando se calienta,
por lo que incrementa la intensidad del fuego en sus alrededores.
Es soluble en agua e higroscópico. Esta solubilidad en agua es indirectamente responsable de muchos incendios violentos. Si los sacos
de nitratos se humedecen durante el traslado o almacenaje, al secarse
retienen una impregnación de nitrato, altamente combustibles.
Una mezcla de nitrato de sodio y un material orgánico explotan si
se les acerca una llama.
NITRATO DE POTASIO
Tiene propiedades y peligros similares pero absorbe menos
humedad.
NITRATO DE AMONIO
Es un agente oxidante y como otros nitratos orgánicos, incrementa
la intensidad del fuego. No debe ser confundido con ciertos nitratos
de amonio que es un material combustible usado como componentes
de explosivos comerciales. Estas mezclas explosivas son conocidas
como agentes explosivos o nitro–carbo–nitratos.
225
El nitrato de amonio debe ser calentado al menos a 450º C, antes
de que pueda explotar. Aunque la temperatura del fuego exceda esta
cifra, no alcanzará altas temperaturas cuando se le aplica calor o la
llama abierta.
2– NITRITOS.
No deben ser confundidos con los nitratos, tienen un átomo menos
de oxígeno y son agentes menos oxidantes. Al mezclarse con sustancias combustibles son peligrosos y no deben exponerse a las llamas y
el calor. Algunos nitritos como el de amonio son explosivos.
3– PERÓXIDOS INORGÁNICOS.
Los peróxidos de sodio, potasio y estroncio son incombustibles, pero
reaccionan violentamente con el agua y liberan oxígeno con gran cantidad de calor. Si algún material orgánico u oxidante se encuentra
cercano a esta reacción provoca un incendio.
4– PERÓXIDO DE BARIO.
El calor libera el oxígeno del peróxido de bario. Las mezclas de
este peróxido y materiales orgánicos combustibles y fácilmente
oxidables son explosivos y se inflaman por fricción o al contacto con
una pequeña cantidad de agua.
PERÓXIDO DE HIDRÓGENO.
Es un líquido que en forma pura es extremadamente inestable y
libera oxígeno cuando se calienta, la reacción se convierte en explosiva por encima de los 93ºC. El 90% del peso de su material se
descompondrá violentamente si se contamina con hierro, cobre, cromo y la mayoría de sus sales y metales, así como con polvos
combustibles. El peróxido de hidrógeno es un activo agente oxidante,
particularmente en los casos de concentraciones mayores del 52% y
causan combustión espontánea de materiales combustibles con los que
permanezca en contacto. Afortunadamente se usa generalmente en
soluciones diluidas (de 3 a 30%) en cuya forma su peligrosidad es muy
reducida.
5– CLORATOS.
Un adecuado conocimiento de los peligros de incendios de los
cloratos se adquiere a través del más conocido del grupo, el clorato de
potasio. Es una sustancia blanca, cristalina, soluble en agua, no combustible, gran agente oxidante y libera oxígeno más rápido que los
nitratos cuando se calienta. Las mezclas con materiales deben prevenirse porque en estas condiciones puede inflamarse y explotar. El
clorato de sodio tiene propiedades similares.
226
6– CLORITOS.
El clorito de sodio es un poderoso agente oxidante que forma mezclas explosivas con materiales combustibles. En contacto con ácidos
fuertes este libera gas de dióxido de cloro (explosivo).
7– HIPOCLORITOS.
El hipoclorito de calcio, causa la ignición de un combustible o de un
material orgánico por contacto con ácidos o humedad, libera cloro
libre a temperatura ambiente.
8– PERCLORATOS.
Contienen un átomo de oxígeno más que los cloratos. Tienen en
cierta forma características similares pero son más estables que los
cloratos. Son explosivos en ciertas condiciones, así como cuando está
en contacto con el ácido sulfúrico concentrado.
PERCLORATO DE AMONIO.
Tiene gran sensibilidad explosiva cuando está contaminado con impurezas de azufre, metales pulverizados y materiales carbonaceos.
9– PERMANGANATOS.
Las mezclas de permanganatos inorgánicos y materiales combustibles se inflaman por fricción o combustionan si hay un ácido inorgánico
presente.
Ocurren explosiones en ciertas circunstancias si el permanganato
está en disolución o seco.
Los Permanganatos de potasio, reaccionan violentamente con sustancias oxidables divididas finamente. En contacto con el ácido sulfúrico
o con el peróxido de hidrógeno es explosivo.
10– PERSULFATOS.
Son grandes agentes oxidantes que causan explosiones durante un
fuego.
B) PRODUCTOS QUÍMICOS COMBUSTIBLES.
Existe una gran variedad de productos químicos combustibles peligrosos. Debido a su combustibilidad, analizaremos algunos.
NEGRO DE HUMO
Se forma por la combustión incompleta del gas natural, una mezcla de este y un líquido hidrocarbónico o solamente este líquido.
Esta definido que el negro de humo después de enfriarse y airearse no se calienta espontáneamente, aunque el calor puede
generarse en presencia de aceites oxidables. Tienen peligro de explosión sus nubes de polvo.
SULFOCINATO DE PLOMO
Quema lentamente. Se descompone al calentarse, y ceder en
su descomposición productos como el disulfitos de carbono y el
dióxido de azufre.
227
NITROCLOROBENZENO
Es un material sólido que a temperatura ambiente, emite gases
inflamables cuando se calienta.
SULFITOS
Pentasulfitos de antimonio se inflaman fácilmente y es peligroso en
contacto con materiales oxidantes. En contacto con ácidos fuertes
desprende sulfatos de hidrógeno.
PENTASULFITOS DE FÓSFOROS
Se enciende fácilmente y en presencia de la humedad se calienta
espontáneamente hasta su temperatura de inflamación (142ºC). Como
productos de la combustión incluyen dióxido de azufre y pentaóxido de
fósforo. En reacción con el agua desprende sulfito de hidrógeno.
AZUFRE
Es comúnmente un sólido o un polvo amarillo que se funde cerca
de los 112º C, dependiendo de su pureza, hierve hasta aproximarse a
los 444º C. Es combustible y sus vapores forman mezclas explosivas
con el aire. Dividido finamente tiene grandes peligros de explosión,
que requieren control durante su almacenaje. La temperatura de ignición de su nube de polvo varía de 190º C en adelante. Se derrite y
fluye cuando combustiona y desprende grandes cantidades de dióxido
de azufre, el cual es irritante y asfixiante. El azufre también forma
mezclas altamente explosivas y de fácil detonación con los cloratos y
percloratos y se origina pólvora cuando se mezcla con el nitrato de
potasio y el carbón de piedra.
C) PRODUCTOS QUÍMICOS INESTABLES.
Ciertos productos químicos se polimerizan instantáneamente o de
otra manera reaccionan ellos en presencia de un catalizador o, a veces, hasta puro. Estas reacciones pueden ser violentas.
ACETALDEHIDO
Es llamado también compuesto carbonel porque contiene el grupo
carbonel (C=0). Estos compuestos soportan reacciones del tipo de
adicción, las cuales son peligrosos en presencia de ciertos catalizadores
y fundamentalmente a elevadas temperaturas.
OXIDO DE ETILENO
Se polimerizan violentamente cuando es catalizado con hierro, latón, clorito de aluminio e hidróxidos alcalinos. La violenta polimerización
del óxido de etileno se inicia por calentamiento o golpes, reacciona
con alcoholes, ácidos orgánicos e inorgánicos, amoniaco y muchos
otros compuestos. El calor liberado por estas reacciones exotérmicas
causan la polimerización del óxido de etileno que no ha reaccionado.
228
Los vapores de óxido de etileno detonan si alguna fuente de calor está
presente.
CIANURO DE HIDRÓGENO
En estado líquido tiende a polimerizarse, a menos, que esté correctamente estabilizado. Puede provocar explosión si se realiza la reacción
con materiales alcalinos. El cianuro de potasio y el de sodio en contacto con la humedad o con ácidos, desprende gas de cianuro de hidrógeno
que es venenoso e inflamable.
NITROMETANO
Es reconocido que puede explotar sometido a ciertas condiciones
de calor, presión, golpes y contaminación.
PERÓXIDOS INORGÁNICOS
Son un grupo importante de productos químicos ampliamente usados en la industria del plástico, como iniciadores de las reacciones de
polimerización y en la industria química como catalizadores. Muchos
peróxidos inorgánicos se descomponen por el calor, golpes o fricción,
su proporción de descomposición dependerá del peróxido en particular y de la temperatura. Los peróxidos inorgánicos pueden ser líquidos
(perbenzoato de butilo) o sólidos (peróxido de benzoel) y se disuelven
frecuentemente en solventes inflamables.
ESTIRENO
Se polimeriza lentamente a temperatura ambiente y su proporción
aumenta con la temperatura, debido a que la reacción de polimerización
es exotérmica y esta puede ser violenta.
ALCALIS (CÁUSTICOS)
La sosa cáustica (hidróxido de sodio) o la potasa cáustica (hidróxido de potasio) son los álcalis más comunes. Los materiales cáusticos
son combustibles, pero reaccionan con el agua y generan calor. En
contacto con el agua, la sosa cáustica sólida generar calor suficiente
para inflamar materiales combustibles. Las soluciones cáusticas generan hidrógeno en contacto con el zinc, metales galvanizados o
aluminio.
CARBONATOS
Los carbonatos de algunos metales, tales como el sodio y el potasio
reaccionan en forma de explosión en contacto con el agua. Algunos
como el carbonato de calcio, de litio, potasio y de bario, se descomponen en agua para formar acetileno. Además del peligro de la formación
de gases explosivos existe en algunos carbonatos la posibilidad de la
generación de calor en contacto con el agua. Cuando un tercio de su
peso en agua se le añade al carbonato, la temperatura se elevará
hasta inflamar el gas generado. El carbonato de sodio se calienta
229
hasta la incandescencia cuando se le añade cloro, dióxido de carbono
o dióxido de azufre.
CARBÓN VEGETAL
En ciertas condiciones el carbón vegetal, reacciona con el aire a una
proporción suficiente para causar que este se inflame espontáneamente. El carbón vegetal, de madera dura, es particularmente susceptible a
esta reacción. El calentamiento espontáneo ocurre más fácilmente en
carbón vegetal fresco que en material viejo, mientras más finamente
esté dividido mayor será el peligro. Las principales causas del calentamiento espontáneo son:
• Falta de suficiente enfriamiento y oreo antes del embarque.
• Humedecimiento del carbón.
• Carbonización de la madera en condiciones que permitan residuos
de material combustible, lo que hace esté químicamente inestable.
CARBÓN DE PIEDRA
Todos los tipos de carbón de piedra, excepto las de alto grado de
astracita, están sujetos a calentamiento y combustión espontánea en
ciertas condiciones. Aunque las causas básicas de su calentamiento
espontáneo no están bien definidas, la teoría más aceptada es por la
absorción del oxígeno o la oxidación de las partículas finamente divididas.
HIDRIDOS
La mayor parte de los hídridos son compuestos de hidrógenos y
metales. Los hídridos metálicos reaccionan con el agua y forman gas
de hidrógeno.
HIDRIDO DE SODIO
Es un polvo blanco, cristalino que en contacto con el agua se inflama con violencia explosiva. Cuando se expone al aire, la absorción de
la humedad puede causar la ignición.
HIDRIDO DE LITIO
Es un combustible sólido que reacciona vigorosamente con el agua,
con desprendimiento de gas hidrógeno y calor. El hídrido de litio en
polvo explota en el aire húmedo. La electricidad estática en aire seco
puede causar la explosión.
ÓXIDOS
Los óxidos metálicos y no metálicos reaccionan con el agua para
formar álcalis y ácidos, respectivamente. Esta reacción se produce
violentamente con el poco usado óxido de sodio. En el caso del óxido
de calcio, más conocido como «cal viva», reacciona también violentamente con desprendimiento de calor suficiente como para combustionar
papeles, maderas o cualquier material combustible bajo determinadas
condiciones que deberán ser valoradas puntualmente.
230
FÓSFORO
Existe en dos formas: blanco y rojo.
FÓSFORO BLANCO
El blanco (o amarillo) es el más peligroso debido a su rápida oxidación y espontánea combustión en contacto con el aire. Su conservación
debe ser en líquidos, preferentemente agua, donde estará totalmente
sumergido su volumen. Es altamente venenoso y no debe entrar en
contacto con la piel. Cuando combustiona desprende densas humaredas blancas que son dañinas a los pulmones.
FÓSFORO ROJO
Es menos peligroso que el blanco, no le ocurre la oxidación e ignición espontánea a temperaturas ambientes y contacto con el aire, se
almacena sin la protección del agua, aunque debe cuidarse no hacer
contacto con agentes oxidantes.
HIDROSULFITO DE SODIO
Combustiona lentamente; el dióxido de azufre es uno de los productos de la combustión. En contacto con la humedad y el aire se
calienta espontáneamente, tiene posibilidades de iniciar la combustión
de materiales combustibles en sus proximidades.
D) PRODUCTOS QUÍMICOS CORROSIVOS.
El término «corrosivo» usado para esta clasificación identifica productos que tienen un efecto destructivo sobre los tejidos vivos.
Son generalmente fuertes agentes oxidantes, pero lo valoramos
separadamente como productos corrosivos para enfatizar sus efectos
destructivos por contacto o inhalación. No debe inferirse que un producto no es perjudicial debido a que este clasificado de otra forma.
Por ejemplo los cáusticos que reaccionan con el aire y el agua, son
también corrosivos. Debe prevenirse su inhalación, inyección y contacto con estos productos a menos que se conozcan que son inofensivos.
ÁCIDOS INORGÁNICOS
Las soluciones acuosas concentradas de ácidos inorgánicos no son
inflamables. Su principal peligro consiste en la mezcla con otros productos o materiales combustibles, almacenados cerca de los ácidos
inorgánicos darán origen a la combustión o explosiones.
ÁCIDO SULFÚRICO
Posee la propiedad de absorber el agua de los materiales orgánicos
con los cuales se ponen en contacto. Provoca la carbonización y el
suficiente calor para iniciar la combustión si las condiciones del material sobre el cual interactuó lo permiten. El ácido sulfúrico disuelve los
metales con desprendimiento de hidrógeno.
231
ÁCIDO NÍTRICO
Al ponerse en contacto con la madera, el líquido o sus vapores,
incrementan su inflamabilidad hasta producir la combustión espontánea, si fuertes soluciones de ácido se ponen en contacto con materiales
orgánicos.
ÁCIDO CLORHÍDRICO
En solución concentrada es peligroso debido a su reacción con
algunos metales como el latón, hierro, zinc, aluminio y magnesio, formando hidrógeno. Los agentes oxidantes fuertes producen cloro y una
mezcla de ácido fluorhídrico y nítrico.
ÁCIDO FLUORHÍDRICO
Es una solución acuosa de hidrógeno y gas flúor, es incoloro, emite
vapores y es incombustible. Ataca al vidrio, la mayoría de los metales
y los materiales orgánicos. Tiene gran afinidad con el agua y produce
serias quemaduras.
ÁCIDO PERCLÓRICO
Si se usa incorrectamente o en concentraciones mayores del 72%
puede ser extremadamente peligroso. Para la concentración comercial (72%) es un fuerte agente oxidante y deshidratante sobre todo
cuando se calienta, pero es un fuerte agente menoxidante a temperatura ambiente. Los agentes deshidrantes fuertes como el ácido sulfúrico
concentrado o el pentaóxido de fósforo, convierten la solución de ácido perclórico en ácido perclórico anhídrico, el que se descompone
hasta temperatura ambiente y explota con terrorífica violencia. También explota en contacto con muchas sustancias orgánicas. Por estas
razones, los agentes deshidratantes no deben ser nunca mezclados
con el ácido perclórico.
E) HALÓGENOS.
Los halógenos son productos de sales, químicamente activos y poseen características químicas similares. Los elementos flúor, cloro,
bromo e iodo, difieren unos de otros en el decrecimiento de su actividad en el orden mencionado, los dos últimos son los menos peligrosos
en cuanto a incendios. Son incombustibles pues mantienen la combustión de algunas sustancias. El aguarrás, fósforo y los metales finamente
divididos combustionan en presencia de halógenos. Sus vapores son
venenosos, corrosivos e irritantes.
FLÚOR
Es un gas verde amarillento, es uno de los elementos más activos
conocido y se combina con la mayoría de los elementos. El flúor reacciona violentamente con el hidrógeno y muchos materiales orgánicos.
Es explosivo en contacto con polvos metálicos, ataca al cristal y a la
mayoría de los metales, reacciona explosiva en contacto con el vapor
232
de agua. Debe ser manipulado en cilindros de níquel. El flúor reacciona con este metal pero forma una película de fluoruro de níquel que
evita la contaminación de la reacción. Sin embargo la humedad u otra
impureza dentro del cilindro causan una reacción violenta que fundirá
el metal e inflamará el flúor.
CLORO
Es un gas pesado, verde amarillento y venenoso, es emitido en
algunos procesos de fabricación y por los polvos de blanquear, especialmente con la presencia de ácido fuertes. No es inflamable, pero
puede causar incendios y explosiones, específicamente si se pone en
contacto con el amoniaco, la trementina o metales finamente divididos.
BROMO
Es un líquido oscuro, carmelita–rojizo, corrosivo que causará incendio si se pone en contacto con materiales combustibles.
IODO
Tiene generalmente la forma de cristales volátiles, negruzco y
es corrosivo, no se clasifica como peligroso, aunque es conocido
como explosivo, cuando es esparcido con amoniaco o mezclado con
trementina o trutelio de plomo.
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