Subido por Adrián Sosa

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Capítulo I
El período de los
Principios
Los interrogantes acerca del origen de la vida y de las cosas han tenido siempre
un lugar en el pensamiento humano. Los descubrimientos del pasado, tales como el de
los Rollos del mar Muerto, no solo son un reto para el estudioso, sino que también
fascina al laico.
El Antiguo Testamento provee una respuesta a la interrogación del hombre por
lo que respecta al pasado. Los primeros once capítulos del Génesis exponen los hechos
esenciales respecto a la Creación de este Universo y del hombre. En el registro escrito
del proceder de Dios con el hombre, estos capítulos penetran en el pasado más allá de lo
que ha sido establecido o corroborado definitivamente por la investigación histórica.
Con razonable seguridad, sin embargo, el evangélico acepta inequívocadamente esta
parte de la Biblia como el "primero" (y el único auténtico) relato de la Creación del
Universo por Dios.1
Los capítulos iniciales del canon son fundamentales para toda la revelación
expuesta en el Antiguo y Nuevo Testamento. En toda la Biblia hay referencias 2 a la
creación y temprana historia de la humanidad tal como se expone en estos capítulos
introductorios.
¿Cómo deberemos interpretar esta narración del principio del hombre y su
mundo? ¿Es mitología, alegoría, una combinación contradictoria de documentos, o la
idea de un solo hombre acerca del origen de las cosas? Otros escritores bíblicos la
reconocen como una narración progresiva de la actividad de Dios al crear la tierra, los
cielos y el hombre. Pero el lector moderno debe guardarse de leer más allá de la
narración, interpretándola en términos científicos, o asumiendo que es un almacén de
información sobre ciencias recientemente desarrolladas. Al interpretar esta sección de la
Biblia —o cualquier otro texto a tal objeto— es importante aceptarla en sus propios
términos. Sin duda alguna, el autor hizo uso normal de símbolos, alegorías, figuras del
lenguaje, poesía y otros recursos literarios. Para él, al parecer, constituyó un registro
La mayor parte do los acontecimientos en el Génesis 1-11 preceden a la civilización sumeria, en que
apareció la escritura hacia el final del cuarto milenio a. C.
1
2
Comparar Is. 40-50; Rom. 5:14; I Cor. 15:45; I Tira. 2:13-14 y otros.
sensible y unificado del principio de todas las cosas, tal como le habían sido dadas a
conocer por Dios mediante medios humanos y divinos.
El tiempo comprendido por este período de los principios no se indica en ningún
lugar de las Escrituras. En tanto el punto terminal —el tiempo de Abraham— se
relaciona con la primera mitad del segundo milenio, los demás acontecimientos de esta
era no pueden ser fechados con exactitud. Intentos de interpretar las referencias
genealógicas como una cronología completa y exacta, no parecen razonables a la luz de
la historia secular. Aunque la narrativa sigue, en general, un orden cronológico, el autor
del Génesis no sugiere en forma alguna una fecha para la creación.
Tampoco nos son conocidos los detalles geográficos de este período. Es
improbable que lleguen a ser identificadas las situaciones del Edén y algunos de los ríos
y naciones mencionados. No se señalan los cambios geográficos habidos con la
expulsión del hombre del Edén y con el diablo. Al parecer, están más allá de los límites
de la investigación humana.
Al leer los once capítulos del Antiguo Testamento, pueden suscitarse cuestiones
que la narrativa deja sin contestación. Estos interrogantes merecen un estudio más
extenso. De mayor importancia, sin embargo, es la consideración de lo que se afirma;
porque este material provee el fundamento y fondo para una mayor y más completa
revelación de Dios, como se manifiesta de forma progresiva en capítulos subsiguientes.
La primera parte del Génesis encaja distintamente en las divisiones siguientes:
I. El relato de la Creación
Génesis
1:1-2:25
A. El universo y su contenido
1:1-2:3
B. El hombre y su habitación
2:4-25
II. La caída del hombre y sus consecuencias
3:1-6:10
A. Desobediencia y expulsión del hombre
3:1-24
B. Caín y Abel
4:1-24
C. La generación de Adán
4:25-6:10
III. El diluvio: Juicio de Dios sobre el hombre
6:11-8:19
A. Preparación para el diluvio
6:11-22
B. El diluvio
7:1-8:19
IV. El nuevo principio del hombre
8:20-11:32
A. El pacto con Noé
8:20-9:19
B. Noé y sus hijos
9:20-10:32
C. La torre de Babel
11:1-9
D. Sem y sus descendientes
11:10-32
El relato de la Creación —1:1-2:25
"En el principio" introduce el desarrollo en la preparación ¿el Universo * la
creación del hombre. Si este tiempo sin fecha se refiere a la creación original 3 o al acto
inicial de Dios en la preparación del mundo para que el hombre, es cuestión de
interpretación.4 En cualquier caso, el narrador empieza con Dios como creador, en este
breve párrafo introductorio (1:1-2) en relación con la existencia del hombre y el
Universo.
Orden y progreso marcan la era de la creación y organización (1:3-2:3). En el
período designado como de seis días prevaleció el orden en el Universo relativo a la
tierra.5 En el primer día fueron ordenadas la luz y las tinieblas para proporcionar
períodos de día y de noche. En el segundo día fue separado el firmamento para ser la
expansión de la atmósfera terrestre. Sigue en el orden, la separación de la tierra y el
agua, así la vegetación apareció a su debido tiempo. El cuarto día empezaron a
funcionar las luminarias en el cielo en sus respectivos lugares, para determinar las estaciones, años y días para la tierra. El quinto día trajo a la existencia criaturas vivas para
poblar las aguas de abajo y el cielo arriba. Culminante en esta serie de acontecimientos
creativos fue el día sexto.6 Fueron ordenados los animales terrestres y el hombre para la
ocupación de la tierra. El último día fue distinguido de los primeros confiándosele la
responsabilidad de tener dominio sobre toda la vida animal. La vegetación fue la
provisión de Dios para su mantenimiento. En el séptimo día terminó Dios sus actos
creativos y lo santificó: como período de descanso.
Las estimaciones para 'a edad del universo varían tanto que es imposible sugerir una lecha aceptable.
Einstein sugirió diez mil millones de años como edad de la tierra. Cálculos de la edad de las galaxias
varían desde dos a diez mil millones de años.
3
La construcción hebrea en Génesis 1:1 es un nombre relacionado con un verbo personal. Nótese la
traducción literal: «En el principio de Dios creando los cielos y la tierra cuando el espíritu de Dios cubría
la haz de las aguas, Dios dijo: Haya luz».
4
No se establece la duración de estos días creativos. Algunos sugieren días de 24 horas basándose en
Génesis 1:14, Ex. 20:11 y otras referencias. Estos días pueden haber sido prolongados en eras, ya que
«día» se usa en este sentido en Génesis 2:4. En este caso, tarde y mañana serían usados en sentido
figurado. Este relato no proporciona datos para la aseveración conclusiva de la duración de este período
de días creativos.
5
Usando las genealogías de Gen. 5 y 11 para calcular el tiempo, el obispo Ussher (1654) dató la creación
del hombre en 4.004 a. C. Esta fecha es insostenible, ya que las genealogías no representan una
cronología completa.
6
El hombre es inmediatamente distinguido como lo más importante de toda la
creación de Dios (2:4b-25). Creado a imagen de Dios, el hombre se convierte en el
punto central de su interés al continuar el relato. Aquí se dan más detalles de su
creación: Dios lo formó del polvo de la tierra y sopló en él el aliento de vida, haciéndolo
un ser viviente. Al hombre, no solo se le confió la responsabilidad de cuidar de los
animales, sino que también se le encargó que les pusieran nombre. La distinción entre el
hombre y los animales se hace más evidente por el hecho de que no encontró compañía
satisfactoria, hasta que Dios creó a Eva como su ayuda idónea. Como habitación del
hombre, Dios preparó un jardín en el Edén. Encargado del cuidado de este jardín, al
hombre le fue confiado el disfrute completo de todas las cosas que Dios había previsto
abundantemente. Había únicamente una restricción: el hombre no debía comer del árbol
del conocimiento del bien y del mal.
La caída del hombre y sus consecuencias —3:1 - 6:10
El punto más crucial en la relación del hombre con Dios, es el cambio drástico que se
precipitó por desobediencia del primero (3:1-24). Como el más trágico desarrollo en la
historia de la raza humana, constituye un tema recurrente en la Biblia.
Enfrentada con una serpiente que hablaba, Eva comenzó a dudar de la
prohibición de Dios y deliberadamente desobedeció7. A su vez, Adán cedió a la
persuasión de Eva. Inmediatamente se hallaron conscientes de su decepción y del
engaño producido por la serpiente y de su desobediencia a Dios. Con hojas de higuera,
intentaron recubrir sus vergüenzas. Cara a cara con el Señor Creador, todas las partes
implicadas en esta trasgresión fueron juzgadas solemnemente. La serpiente fue maldita
por encima de todos los animales (3:14). La enemistad sería puesta como relación
perpetua entre la semilla de la serpiente, que representaba más que el reptil presente y la
semilla de la mujer.8 Respecto a Adán y a Eva el juicio de Dios, tiene un carácter de
misericordia, al asegurar la definitiva victoria para el hombre a través de la semilla de la
mujer (3:15).9 Pero la mujer fue condenada al sufrimiento de criar sus hijos y el hombre
sujeto a una tierra maldita. Dios proveyó pieles para su vestido, que implicaba el matar
animales como consecuencia de ser hombre pecador. Conscientes del conocimiento del
bien y del mal, Adán y Eva fueron inmediatamente expulsados del huerto del Edén, por
miedo a que compartieran el árbol de la vida y así vivir para siempre. Perdido el habitat
de la eterna felicidad, el hombre se encaró con las consecuencias de la maldición, con la
sola promesa de un eventual consuelo a través de la simiente de la mujer, que mitigaría
su destino.
De los hijos nacidos a Adán y a Eva, solo tres se mencionan por su nombre. Las
experiencias de Caín y Abel revelan la condición del hombre en su nuevo estado
Nótese que la única otra ocasión en la Escritura de un animal que habla, se halla en el asno de
Balaam (Núm. 22:28.)
7
8
Comparar la interpretación del N. T. en Juan 8:44; Rom. 16:20; II Cor. '1:3; Apoc. 12:9; 20:2, etc.
Nótese la esperanza basada en esta promesa en Gen. 4:1, 25; 5:29 y las promesas mesiánicas en el
Antiguo Testamento.
9
cambiado. Ambos adoraban a Dios llevándole ofrendas. Mientras que el sacrificio de un
animal de Abel era admitido, la ofrenda de vegetales de Caín era rechazada. Irritado por
aquello, Caín mató a su hermano. Puesto que había sido advertido por Dios, Caín
adoptó una actitud de deliberada desobediencia, convirtiéndose así en el primer asesino
de la humanidad. No es irrazonable obtener la conclusión de que esta misma actitud
prevaleció cuando llevó su ofrenda, que Dios había rechazado.
La civilización de Caín y sus descendientes está reflejada en una genealogía que
sin duda alguna representa un muy largo período de tiempo (4:17-24). El propio Caín
fundó una ciudad. Una sociedad urbana en la antigüedad, por supuesto, implicaba el
crecimiento de rebaños y manadas de animales. Las artes se desarrollaron con la
invención y producción de instrumentos musicales. Con el uso del hierro y el bronce
Üegó la ciencia de la metalurgia. Esta avanzada cultura dio aparentemente al pueblo un
falso sentido de seguridad. Esto se refleja en una actitud de despreocupación y fanfarronería ostentada por Lamec, el primer polígamo. Tuvo el orgullo de utilizar armas
superiores para destruir la vida. Característicamente ausente, por contraste, estuvo
cualquier reconocimiento de Dios por la progenie de Caín.
Después de la muerte de Abel y su pérdida y de la decepción respecto a Caín
como asesino, los primeros padres tuvieron una nueva esperanza con el nacimiento de
Set (4:25 ss). Fue en los días del hijo de Set, Enós, que los hombres comenzaron a
volverse hacia Dios. Con el paso de numerosas generaciones y muchos siglos, otro
signo de acercamiento a Dios fue ejemplificado en Enoc. Esta notable figura no
experimentó la muerte; su vida de piedad filial con Dios terminó con su asunción. Con
el nacimiento de Noé, la esperanza revivió una vez más. Lamec, un descendiente de Set,
anticipó que a través de su hijo, el género humano sería consolado de la maldición y
relevado de ella por la cual había sufrido desde la expulsión del hombre del Jardín del
Edén.
En los días de Noé, el creciente ateísmo de la civilización alcanzó una verdadera
crisis. Dios, que había creado al hombre y su habitat, estaba decepcionado con su
prevaleciente cultura. Los matrimonios entre los hijos de Dios y las hijas de los hombres
le habían disgustado.10 La corrupción, los vicios y la violencia se incrementaron hasta el
extremo de que todos los planes y acciones de los hombres estaban caracterizados por el
mal. La actitud de lamentación de Dios en haber creado el género humano resultaba
aparente en el plan de retirar su espíritu del hombre. Un período de ciento veinte años
de aviso precedió el juicio que pendía sobre la raza humana. Solo Noé encontró favor a
los ojos de Dios. Justiciero y sin tacha, se mantuvo en una aceptable relación con el
Dios Creador.
El diluvio: El juicio de Dios sobre el hombre —6:11 - 8:19
Noé era un hombre obediente. Cuando se le ordenó que construyese el arca, él siguió las
«Hijos de Dios» puede referirse a los angélicos seres o la línea de Set. Para la última interpretación las
«hijas de los hombres», se refiere a la línea de Caín. Para esta discusión, ver Albertus Pieters, Notes on
Génesis (Grand Rapids: Eerdmans, 1943), pp. 113-116. Estos matrimonios cruzados, sea cual sea lo que
representase, disgustaron a Dios.
10
instrucciones (6:11-22). Las medidas del arca todavía representan las proporciones
básicas utilizadas en la construcción de embarcaciones. No estando diseñada para
navegar a velocidad, el arca fue construida para albergar y acomodar en ella todas las
formas de vida que tuvieran que ser conservadas durante la crisis del juicio del mundo.
Se proveyó amplio lugar para albergar a Noé, su esposa y sus tres hijos y sus esposas,
una representación de cada animal básico y ave y alimento para todos ellos.11
Durante aproximadamente un año, Noé quedó confinado en el arca, mientras que
el mundo estaba sujeto al juicio divino.12 El propósito de Dios de destruir la pecadora
raza humana se cumplió. Tanto si el diluvio fue local o a escala mundial resulta de
importancia secundaria, por el hecho de que el diluvio se extendió lo bastante para
incluir a toda la raza humana. Lluvias incesantes y aguas procedentes de fuentes
subterráneas elevaron, el nivel de las aguas por encima de los picos de las más altas
montañas. A su debido tiempo, el agua fue cediendo. El arca acabó descansando sobre
el monte Ararat. Una vez que el hombre abandonase el arca se enfrentó con una nueva
oportunidad en un mundo renovado.13
E1 nuevo principio del hombre —8:20 - 11:32
La civilización tras el diluvio comenzó con ofrecimientos sacrifícales. En
respuesta, Dios hizo un convenio con Noé y sus descendientes. Jamás el mundo volvería
a ser destruido con un nuevo diluvio. El arco iris en el cielo se convirtió en el signo
perpetuo de la alianza eterna de Dios con el hombre. Bendiciendo a Noé, Dios le
comisionó para poblar y adueñarse de toda la tierra. Los animales, debidamente
sacrificados, al igual que la vegetación, quedaron como fuentes de alimento viviente. El
hombre, sin embargo, quedaba estrictamente a disposición de Dios, a cuya imagen había
sido creado, para evitar el derramamiento de su sangre.
Volviendo hacia un propósito agrario, Noé plantó una viña. Su indulgencia con
la ingestión del vino resultante, dio como resultado que Cam y probablemente su hijo
Canaán le faltasen al respeto que le debían. Este incidente dio ocasión a los
pronunciamientos paternales de maldición y bendiciones hechos por Noé (9:20-28). El
veredicto de Noé fue profético en su alcance. Anticipó la pecaminosa actitud de Cam
reflejada en la línea de Canaán, uno de los cuatro hijos de Cam.14 Siglos más tarde, los
impíos cananeos fueron objeto de severo juicio con la ocupación de sus tierras por los
Tomando un cálculo de 45 cms. por codo, las medidas del arca eran de aprox. 132 por 22 y por 13
metros. Las cubiertas permitían un desplazamiento de aproximadamente 40.000 a 50.000 toneladas.
11
12
Para una cronología de este año. ver E. F. Kevan, «Génesis», The New Bible Com-mentary, pp. 84-85.
La fecha dada por Ussher para el Diluvio fue la del año 2348 a. C. Driver, en su comentario sobre el
Génesis (1904), alega el afio 2501 a. C., como fecha bíblica para el Diluvio. A la luz de una continua
civilización en Egipto desde 3.000 años a. C., estas fechas resultan insostenibles. Tampoco pueden
sostenerse por la propia exégesis de la Escritura. El Diluvio pudo haber tenido lugar 10.000 años a. C.
Para cronologías relativas, ver R. W. Enrich, Chronologies in Oíd World Archaology (U. of Chicago
Press), 1965. Para la cultura continuada en América, ver R. M. Undcrhill, Red Man's America (Chicago,
1953). pp. 8-9.
13
14
H. C. Leupold, Exposition of Génesis (Grand Rapids: Baker, 1950), Vol. I. pp. 349-352.
israelitas. Sem y Jafet, los otros hijos hijos de Noé, recibieron las bendiciones de su
padre.
Siendo una racial y lingüísticamente, la raza humana permaneció en un lugar por
un período indefinido (11:1-9). Sobre la llanura de Sinar, emprendió el proyecto de
construir un tremendo edificio. La construcción de la Torre de Babel representaba el
orgullo en los logros humanos al igual que un desafío del mandato de Dios para poblar
toda la tierra. Dios, que continuamente había tomado interés en el hombre
constantemente, desde su creación, no podía ignorarlo entonces. Aparentemente la torre
no fue destruida, pero Dios terminó con el intento por la confusión de las lenguas. Esto
dio como resultado de la dispersión de la raza humana.
La distribución geográfica de los descendientes de Noé, se da en un breve
sumario (10:1-32). Esta genealogía, que representa una larga era, sugiere áreas hacia las
cuales emigraron las diversas familias. Jafet y sus hijos se situaron en las proximidades
de los mares Negro y Caspio, extendiéndose hacia el oeste en dirección a España (10:25). Muy verosímilmente los griegos, los pueblos indo-germánicos y otros grupos
emparentados entre sí, descienden de Jafet.
Los tres hijos de Cam descendieron hacia África (10:6-14). Subsiguientemente,
se expandieron hacia el norte y hacia las tierras de Sinar y Asiría, construyendo
ciudades tales como Nínive, Calah, Babel, Acad y otras. Canaán, el cuarto hijo de Cam,
se estableció a lo largo del Mediterráneo, extendiéndose desde Sidón a Gaza y hacia el
este. Aunque camitas de origen racial, los cananeos utilizaban una lengua muy
emparentada de cerca con la de los semitas.
Cam y sus descendientes ocuparon el área norte del Golfo Pérsico (10: 21-31).
Elam, Asur, Aram, y otros nombres de ciudades estaban asociados con los semitas.
Después de 2000 años a. C. tales ciudades como Mari y Nahor se hicieron centros
sobresalientes de cultura de los semitas.
Para concluir el período de los principios, el fin de los desarrollos se reduce
hacia los semitas (11:10-32). Por medio de una estructura genealógica que utiliza diez
generaciones, el registro finalmente se enfoca sobre Taré, que emigró desde Ur a Harán.
El climax es la presentación de Abram, más tarde conocido por Abraham (Gen. 17:5)
que encarna el comienzo de una nación elegida, la nación de Israel, que ocupa el centro
de interés en todo el resto del Antiguo Testamento.15
***
En ninguna parte indican las Escrituras cuánto tiempo transcurrió en Génesis 1-11. En consecuencia,
esto queda como un problema para su investigación. Byron Nelson pone de relieve que sin tener en
cuenta qué fecha puede darse aproximadamente para el comienzo de la laza humana, ello sigue estando
dentro del alcance del relato bíblico. Para esta «visión, sin límites», ver su libro Ifcjore Abraham:
Prehislonc Man in Biblícal Light (Mmneapolis: Augsburg Publishing Hpuse, 1948). Con respecto a una
reciente discusión de la cronología del antiguo Próximo Oriente, ver R. K. Harrison, Introduction lo Ihe
Oíd Testament (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1969), pp. 145-198.
15
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