ROGELIO SAMUDIO ARJONA RECURRE EN HECHO CONTRA LA RESOLUCIÓN DEL 25 DE MARZO DE 2002 DICTADA POR EL REGISTRO PUBLICO, MEDIANTE LA CUAL SE NIEGA CONCEDER EL RECURSO DE APELACIÓN ANUNCIADO CONTRA LA RESOLUCIÓN N117, DEL 24 DE ENERO DE 2002, EN LA QUE SE DECIDE CANCELAR LA INSCRIPCIÓN DE LA FINCA N11468, INSCRITA AL TOMO 29, FOLIO 54 DE LA SECCIÓN DE LA PROPIEDAD DE LA PROVINCIA DE PANAMÁ. MAGISTRADO PONENTE: ROGELIO A. FÁBREGA Z. PANAMÁ, DIECIOCHO (18) DE JULIO DE DOS MIL DOS (2002). CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE LO CIVIL. RECURSO DE HECHO - 200207 Ocurrencias:10 Titulo:RECURSO DE HECHO - 200207 ROGELIO SAMUDIO ARJONA RECURRE EN HECHO CONTRA LA VISTOS El licenciado ROGELIO SAMUDIO ARJONA, en representación del señor JUAN ANTONIO CARBONE VAN DER HANS, ha promovido recurso de hecho contra la resolución de 25 de marzo de 2002, dictada por el Registro Público, mediante la cual se niega conceder el recurso de apelación anunciado contra la Resolución No. 17 de 24 de enero de 2002, por la cual se canceló la inscripción de la finca No.1468, inscrita al tomo 29, folio 54 de la Sección de la Propiedad, Provincia de Panamá, de propiedad de su representado. El fundamento fáctico del presente recurso, descansa en los siguientes hechos: APRIMERO: La Dirección General del Registro ante solicitud presentada por el Administrador General de la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI) decide mediante Resolución No.17, de 24 de enero de 2002, CANCELAR la inscripción de la Finca No.1468 inscrita al Tomo 29, folio 54 de la Sección de Propiedad de la Provincia de Panamá la cual es propiedad de nuestro representado JUAN ANTONIO CARBONE VAN DER HANS. SEGUNDO: De la referida resolución dictada por la Directora General del Registro Público el señor JUAN ANTONIO CARBONE VAN DER HANS otorga poder al suscrito y mediante escrito que consta en el expediente Administrativo se anuncia formal recurso de apelación contra la ya mencionada Resolución No.17 de 24 de enero de 2002 en base a lo dispuesto en el ordinal 2 del artículo 93 del Código Judicial. TERCERO: Tratándose del derecho de propiedad de un bien inmueble inscrito en el Registro Público, la Resolución No. 17, de 22 de enero de 2002 debe ser notificada personalmente a su propietario y en este expediente administrativo no hay constancia de notificación personal lo cual conduce a una total (sic) derecho de defensa por parte de nuestro mandante ya que desde punto (sic) de vista estrictamente procesal la primera resolución dictada en cualquier tipo de proceso está notificada personalmente tal como consagra el numeral 1 del artículo 1002 del Código Judicial así como los artículos 89., 90. 91 y 92 de la Ley 38 de 31 de julio de 2000 que regula el Procedimiento Administrativo General. CUARTO: Al omitirse la notificación personal consta en el expediente administrativo que el apoderado judicial se notificó y anunció en tiempo oportuno el recurso de apelación contra la Resolución NO.17, DE 24 DE ENERO DE 2002. QUINTO: En abierta violación al principio del debido proceso, al derecho a la defensa y al respeto de la propiedad privada (ya que inoída parte cancelan un título de propiedad de nuestro representado) la señora Directora General del Registro Público niega mediante resolución calendada 25 de marzo de 2002 la concesión del recurso de apelación desconociendo igualmente lo dispuesto en el ordinal 2 del artículo 93 del Código Judicial@. (fs.2-3) SÍNTESIS DE LA RESOLUCIÓN OBJETO DE RECURSO En la resolución N117 de 24 de enero de 2002, dictada por la Directora General del Registro Público, se indica que la Autoridad de la Región Interoceánica, a través de su Administrador General, señor ALFREDO ARIAS GRIMALDO, presentó a ese despacho Nota ARI/AG/DPT 3387-01 de 12 de octubre de 2001, solicitud de cancelación de inscripción de la finca 1468, inscrita al tomo 29, folio 54 de la Sección de Propiedad, Provincia de Panamá, acompañando con dicha solicitud copia del Decreto 434 de 1959, certificación expedida por la Dirección de Catastro y Bienes Patrimoniales de 12 de octubre de 2001 y copia de la Escritura Pública 6534. Señala también la comentada resolución los Tratados suscritos por el gobierno de la República de Panamá y los Estados Unidos. El primero de ellos ATratado Hay Bunau Varilla de 18 de noviembre de 1093", por el cual nuestro país concedió a Estados Unidos el uso, ocupación y control de una zona de tierra y de tierra cubierta por agua, para la construcción, funcionamiento, mantenimiento y protección del canal. Además de ello, concedió cualesquiera otras tierras y aguas que fueran necesarias y conveniente para tales fines. Dichos derechos serían ejercidos soberanamente por ese país, estableciéndose en el Artículo VI del citado tratado que la concesión otorgada en ningún momento invalidarían los títulos o derechos de los ocupantes o dueños de tierra o propiedades particulares en la mencionada zona, al menos que tales derechos estuviesen en conflicto, y en tal caso prevalecerían los derechos de Estados Unidos. Asimismo, el referido artículo señala que todos los daños causados a los propietarios serían evaluados y ajustados por una Comisión Mixta nombrado por el gobierno y de los Estados Unidos y Panamá. cuyos fallos serían definitivos y pagados por los Estados Unidos. Se refiere también la resolución que las Constituciones de 1946, 1941 y 1904, reconocían las limitaciones jurisdiccionales estipuladas en tratados públicos celebrados con anterioridad a dicha Constitución. Que para todos estos efectos, se promulgo el Decreto 434 de 11 de octubre de 1959, por el cual Ase ordena al Registrador General cancelar las inscripciones de títulos de propiedad inscritos en el Registro y que se refieren a tierras que salieron de la jurisdicción de la República de Panamá en virtud de los tratados celebrados con Estados Unidos@. (f.6) El artículo 2 del Decreto 434 de 11 de octubre de 1959, contempla que Aal ser recuperadas las tierras que salieron de la jurisdicción de la República de Panamá. éstas sólo podrían inscribirse en el Registro de la Propiedad en virtud de nuevos títulos a favor de la Nación o de las personas o entidades públicas que la Nación les traspase esas tierras@ (ibídem) Que en virtud de los tratados de l977 y los Acuerdos Conexos, revirtió a la República de Panamá, un globo de terreno, el cual mediante escritura pública No. 6534 de 20 de noviembre de l995, de la Notaría Duodécimo del Circuito de Panamá, se constituyó a favor de la Nación desde el 24 de noviembre de 1995, la finca No.146.144, inscrita al rollo 18598, documento 1 de la provincia de Panamá, cuyas medidas, linderos y demás datos constan en el Registro Público. bajo custodia y administración de la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI). En cuanto a la finca No. 1468, inscrita al tomo 29, folio 54 de la Sección de Propiedad, provincia de Panamá, señala la resolución que la misma se encuentra dentro de la finca 146.144, descrita en el párrafo anterior, según se establece en la certificación expedida por la Dirección der Catastro y Bienes Patrimoniales del Ministerio de Economía y Finanzas de 12 de octubre de 2001 Como consecuencia de ello, la finca 1468 forma parte de las tierras que salieron de la jurisdicción de la República de Panamá, de acuerdo a los tratados suscritos con los Estados Unidos, por consiguiente, el estado panameño es titular del mismo, ya que revirtió conforme al Tratado de 1977 y Acuerdos Conexos como bienes de dominio público, citando la resolución el artículo 28 de la Ley 5 de 25 de febrero de 1993. Por último se indica que las pruebas aportadas por la Autoridad de la Región Interoceánica resultan suficientes para la cancelación de la inscripción de la finca 1468, antes descrita, en virtud de que no se requiere de auto o sentencia ejecutoriada al efecto, por ser inaplicables las normas pertinentes del Código Civil, y Aparticularmente el artículo 1784 de dicho código tal como lo dejó consagrado el Pleno de la Corte Suprema de Justicia en su fallo de 9 de mayo de 1962". (f.7) La aludida resolución fue apelada por el recurrente de hecho para lo que se encontraba facultado por el poderdante, en virtud de poder visible a foja 8, el que fue presentado por el apoderado, recibido por insistencia y que incluía las facultades para notificarse de la resolución apelada, y apelarla, como se hizo (foja 12). El escrito de notificación e interposición del recurso de apelación fue negado mediante resolución (auto) de 25 de marzo de dos mil dos, que es del siguiente tenor: ARegistro Público, Panamá, veinticinco de marzo de dos mil dos. Visto el informe secretarial que antecede y puesto que la Resolución No. 17 de 24 de enero de 2002 por la cual se ordena cancelar la inscripción de la finca 1468 de la provincia de Panamá en virtud del Decreto 434 de 11 de octubre de 1959, fue cumplida el día 29 de enero de 2002 y publicada en la Gaceta Oficial No.24.495 de 20 de febrero de 2002, este Despacho Niega el Recurso de Apelación contra la Resolución N117 antes citada por Extemporáneo.@(f.9) El acto que ha sido apelado, es una resolución de la Dirección del Registro Público, en cuya virtud se declaró la cancelación de la inscripción de la finca No.1468, inscrita al tomo 29, folio 54 de la Sección de la Propiedad con fundamento en el Decreto No. 434 de 11 de octubre de 1959. Dicha resolución no fue notificada, por lo que el término para apelar contra la misma no se empezaba a contar, sino a partir de su notificación como prescribe el artículo 995 del Código Judicial. Una vez se notificó (foja 12) se interpuso en la misma fecha el recurso de apelación, el que fue negado. Es a partir de su notificación ocurrida el día 8 de marzo del año en curso, en que se notificó el recurrente de la resolución que canceló la inscripción y apeló la misma, en donde se debe iniciar el concepto para interponer la apelación. De allí a que no estime la Sala que, la apelación fue interpuesta en forma extemporánea, por cuanto fue interpuesta el mismo día en que se presentó el poder que se recibió por insistencia. La notificación del acto de cancelación debía entenderse realizado el día 8 de marzo, con arreglo a la regla contenida en el artículo 1021 del Código Judicial, cuya reproducción resulta necesaria. A1021. (1007) Si la persona a quien debe notificarse una resolución se refiere a dicha resolución en escrito suyo o en otra forma se manifiesta sabedora o enterada de ella por cualquier medio escrito, o hace gestión con relación a la misma, dicha manifestación o gestión surtirá desde entonces, para la persona que la hace, los efectos de una notificación personal. El apoderado que deseara examinar un expediente y tuviera pendiente alguna notificación personal que directamente le atañe a él mismo, deberá previamente notificarse de la respectiva resolución. En este caso, el secretario le requerirá que se notifique y si no lo hiciere dejará constancia de ello, en el expediente, con expresión de la resolución pendiente de notificación y procederá a hacerla por edicto en los estrados del tribunal. El mismo procedimiento se seguirá en cualquier caso en que el apoderado rehúya una notificación personal sobre la cual le haya hecho requerimiento el secretario.@ Más aún: sin haberlo notificado, se ordenó la cancelación de la inscripción, y se ordenó su publicación en la Gaceta Oficial. La notificación es un requisito indispensable para que los actos oficiales se entiendan conocidos y para que, contra los mismos, se ejerzan los medios de impugnación existentes, sobre todo en casos en que se dictan actos que lesionan los derechos de los particulares, de allí que su falta u omisión puede constituir una lesión al debido proceso. La apelación interpuesta fue negada mediante Auto de 25 de marzo de 2002. Contra la negación de la cancelación realizada por el Registrador procede el recurso de hecho cuya finalidad procesal conduce a la revocatoria de la negación del recurso de apelación, y, en su lugar, que se conceda el mismo y que continúe la tramitación del recurso de apelación. La cancelación de una inscripción constituye normalmente competencia jurisdiccional de conformidad con el artículo 1784 del Código Civil. Dicho proceso se realiza respetando los principios de bilateralidad, contradicción y los demás derechos que integran la garantía del debido proceso. Iguales principios han de cumplirse cuando se trata de procesos administrativos para cancelar una inscripción registral. Sin embargo, en los casos previstos en el Decreto 434 ya citado, dicha facultad se concede de manera excepcional al Registrador en los supuestos previstos en dicho cuerpo normativo, el que ha sido declarado conforme a la Constitución por la sentencia de este Pleno, de 9 de mayo de 1962. El Decreto 434 de 11 de octubre de 1959, es del siguiente tenor: AArtículo 11. El Registrador General de la Propiedad cancelará las inscripciones de títulos de propiedad que están inscritos en ese Registro y que se refieran a tierras que salieren de la jurisdicción de la República de Panamá de acuerdo con los tratados celebrados con el Gobierno de los Estados Unidos de América. Esta cancelación la hará el Magistrado (sic) General siempre que se le presente la prueba de que tales inscripciones se refieren a tierras que salieron de la jurisdicción de la República de Panamá en virtud de los tratados públicos antes mencionados. Artículo 21 Siempre que la República de Panamá reconociere, en virtud de nuevos tratados públicos la jurisdicción sobre parte alguna de las tierras a que se refiere el artículo anterior, éstas sólo podrán inscribirse en el Registro de la Propiedad en virtud de nuevos títulos en favor de la Nación o de las personas o entidades públicas o que la Nación le traspase esas tierras. Artículo 31 Este Decreto adiciona el Decreto No.9 de 1920 por el cual se reglamenta el Registro Público y cualquier otro Decreto reformatorio de éste@. Discrepa la Sala, no obstante, del trámite que le imprimió la Registradora de proceder a la cancelación de la inscripción de la Finca N11468 (cuyos datos registrales ya son conocidos) del Registro Público, resolución fue publicada en la Gaceta Oficial y se le dio cumplimiento. Estima esta SALA que exigencias inaplazables del principio del debido proceso hacían obligatoria la participación del afectado con la decisión del Registrador antes de la cancelación de la inscripción, por imponerlo el principio de bilateralidad y contradicción ínsito en el derecho de defensa, sobre todo cuando nos encontramos ante una medida ablatoria o limitativa de derechos del apelante. El contenido esencial del debido proceso, se integra con los derechos de ser juzgado por tribunal competente independiente e imparcial preestablecido en la ley, permitir la bilateralidad y contradicción, aportar pruebas en su descargo, obtener una sentencia de fondo que satisfaga las pretensiones u oposiciones, su notificación, la utilización de los medios de impugnación legalmente establecidos, y que se ejecute la decisión jurisdiccional proferida cuando ésta se encuentre ejecutoriada, y también que los derechos reclamados puedan, en el momento de dictarse la sentencia, ser efectivos. Forma también parte del núcleo de la garantía que ocupa al Pleno el derecho a que el tribunal, para proferir su decisión, satisfaga los trámites procedimentales que sean esenciales, es decir, en adición a aquellos que ya han sido destacados, los que, en general, de restringirse de manera arbitraria o de negarse, producen en el afectado una situación de indefensión, por lesionar los principios de contradicción y bilateralidad procesales. En efecto: se trata de una inscripción existente en el REGISTRO PUBLICO y cuya cancelación ha sido solicitada por la AUTORIDAD DE LA REGIÓN INTEROCEÁNICA (A.R.I.) y, no estamos, por lo tanto, ante un documento que se ha presentado a inscripción del REGISTRO PUBLICO, cuyo procedimiento exige su calificación en virtud del principio de legalidad registral, sino, como se ha dicho, de un documento ya inscrito en el REGISTRO PUBLICO. Corresponde, para decidir el recurso de hecho, determinar si el acto del Registrador es uno de aquellos que admite apelación. El sistema registral nuestro permite la revisión de los actos del Registrador que sean dictados como consecuencia de la calificación de los documentos que se presentan a inscripción, conforme lo dispone el artículo 56 del Decreto N19 de 13 de enero de 1920, tal como fue subrogado por el artículo 21 del Decreto N1106 de 30 de agosto de 1999. Por lo tanto, no procede la apelación, por cuanto la materia sobre la cual reza el acto impugnado no es susceptible de apelación. Conviene reproducir la norma citada en su actual redacción: AArtículo 56. Si el interesado no se conformare con el auto que dicte el Registrador en uso de sus facultades expresando los defectos del documento, podrá solicitar al Director/a General por escrito en papel debidamente habilitado, exponiendo los motivos en que se apoye, la revocación de la orden de suspensión de la inscripción. En caso de apelación se remitirá el documento a la Corte Suprema de Justicia para que resuelva en definitiva.@ Así se ha sostenido en jurisprudencia de esta Sala, ctiada por el proferos Dulio Arroyo (q.e.p.d.) en el número 1221 de su Jurisprudencia Civil: A1221, FUNCIÓN CALIFICADORA DEL DIRECTOR DEL REGISTRO PUBLICO. El principio de legalidad. ALa calificación de los documentos que se llevan al Registro se enlaza con el principio de la legalidad, el cual lleva a una rigurosa censura de los actos inscribibles, a una especie de juicio basado en los documentos y en los datos registrales, que aseguran el paralelismo entre los asientos y la realidad jurídica.@ AEl Registrador General de la Propiedad, de acuerdo con nuestra Ley, extiende un examen a los negocios jurídicos causales y a los documentos donde consta, así como de toda clase de títulos presentados para conseguir su inscripción. Ejercita una doble función; de carácter judicial en cuanto, por conocimiento de causa, decide, para los efectos de la inscripción, sobre la existencia y alcance de un derecho; de carácter patriarcal, en cuanto advierte a los interesados sobre las faltas de que adolecen sus títulos y que los invalidan absolutamente, aconsejándoles el modo de subsanarlos por medio de un nuevo documento. ALa finalidad de esta doble función, cuyos trámites constituyen un verdadero juicio registral con derivaciones ante los tribunales de justicia, ya que si el interesado no se conformara con la calificación del Registrador General podrá interponer apelación ante la Corte Suprema, es asegurar en lo posible el paralelismo entre los Asientos y la realidad jurídica; velar para que al Registro sólo ingresen títulos válidos@. (DULIO ARROYO CAMACHO.)A20 años de Jurisprudencia de la Sala Primera (De lo Civil) de la Corte Suprema de Justicia de Panamá: 1961-1980, pág.583) Por las consideraciones que anteceden, es de rigor negar el recurso impetrado, por las razones que han quedado expuestas en el sentido de no ser apelable la resolución que cancela la inscripción. En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema, SALA DE LO CIVIL, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, NIEGA el recurso de hecho presentado por el licenciado ROGELIO SAMUDIO ARJONA contra la resolución de 25 de marzo de 2002, dictada por la DIRECTORA GENERAL DEL REGISTRO PÚBLICO. Notifíquese. (fdo.) ROGELIO A. FABREGA Z. (fdo.) JOSE A. TROYANO (fdo.) GRACIELA J. DIXON (fdo.) SONIA F. DE CASTROVERDE Secretaria