Universidad de Artes y Ciencias Sociales Área de Ciencias Sociales y Humanidades Escuela de Sociología << Memoria histórica, movimiento de pobladores de Puente Alto, y movimiento de pobladores en tiempos de dictadura >> Tesina para optar al título de sociólogo Estudiantes: Claudio Alarcón Canales Damián Santander Santander Profesor guía: Víctor E. González. Santiago, Chile 2019 i. Dedicatoria Este trabajo está dedicado a todos aquellos pobladores, obreros y actores sociales que alguna vez lucharon por (y con) una nueva forma de vivir, y a los que incluso hoy siguen luchando. Dedicamos esta investigación especialmente, y con profunda gratitud, a Don Leonel, entrevistado principal, campo nutricio de nuestras reflexiones, y a Diego, José, Juan Carlos y Pedro, cuya abierta disposición será siempre agradecida. ii. Agradecimientos A Juana, mi madre por posibilitarme estudiar, por su dedicada labor constante de apoyo y cuidados, sin ella la finalización de este proceso hubiera sido simplemente imposible. A tus palabras, mi escucha, a tu corazón, un abrazo. “(…) mirada niña de la madre vieja que ve en el hijo grande un padre joven, mirada madre de la niña sola que ve en el padre grande un hijo niño, miradas que nos miran desde el fondo de la vida y son trampas de la muerte ¿o es al revés: caer en esos ojos 1 es volver a la vida verdadera?” A Karina, mi compañera de vida, por su incondicional apoyo no sólo en este prolongado proceso académico, sino también en dolorosos momentos que la vida nos llama a atravesar. Por cada gesto de apoyo, ánimo, serenidad y reflexión. Chispa encendida que echa a andar los mundos, y a brotar las plantas. A Víctor, por su compromiso con nuestro proyecto desde sus comienzos, cuando éste aun no esbozaba nítidamente su horizonte de sentido. Por su dedicación, fraternidad y su rigurosidad en el ejercicio constante de apertura, que constituye el pensar… A Giglio y Bastián, compañeros del proceso de tesis, por compartir diversas reflexiones, consejos, comentarios, la importancia de los detalles que sólo otros ojos pueden distinguir. Damián Santander Santander 1 Fragmento del poema titulado “piedra de sol” de Octavio paz. ii. Agradecimientos Quiero partir agradeciendo a mis padres, Juan Carlos y Melia; por regalarme la posibilidad de estudiar, ellos son parte fundamental de que hayamos podido realizar este gran proyecto. A mi compañera Camila, por acompañarme en este copioso camino, y en otras batallas que hemos luchado juntos. De igual forma a mi compañero de trabajo de tesina Damián, que junto hemos luchado para poder titularnos de una universidad ya no existente. De igual forma a nuestro profesor guía Víctor, por sus profundas reflexiones que nos ayudan a pensar en profundidad. También a mis compañeros que comenzamos juntos el viaje de esta llamada sociología crítica, en una universidad que solo quedan de ella los recuerdos de conversaciones enriquecedoras, y también a los profesores que tuvieron la voluntad de hacernos clases, aunque no recibieran sus remuneraciones. Finalmente agradezco a todas esas personas, amigos, familia, que estuvieron en este proceso y que más que con más una palabra me hicieron sentir acompañado en este periplo académico. Claudio Alarcón Canales iii. Reseña La presente investigación reivindica la dimensión de la memoria histórica como capital social y político fundamental para el movimiento de pobladores de Puente Alto, en un ejercicio de confrontación y de tensión de ésta con la historia oficial. Además, se ponen en tensión sociológica ciertas ideas sobre la relación entre memoria e historia. Se tratan también las siguientes nociones bisagras: movimiento, lo popular, la politicidad de la memoria histórica y el impacto en los movimientos sociales de los tiempos de dictadura. Palabras y Dimensiones Claves: memoria histórica, memoria, dictadura, movimiento de pobladores, historia oficial, sentido… Índice I.- Introducción ............................................................................................................................. 1 II. Planteamiento del problema ..................................................................................................... 3 2.1. Pregunta de investigación................................................................................................... 4 2.2. Objetivo general ................................................................................................................. 4 2.3. Objetivos específicos.......................................................................................................... 4 III Enfoque metodológico ............................................................................................................. 5 3.1 A modo de Diseño de investigación .................................................................................... 5 3.2 Instrumentos Metodológicos ............................................................................................... 6 3.3 Desarrollo y procedimientos ............................................................................................... 7 IV Marco teórico ........................................................................................................................... 9 4.1 Glosario introductorio. ........................................................................................................ 9 4.1.1 La Memoria y la Historia: ............................................................................................ 9 4.1.2 La memoria histórica y la historia oficial:.................................................................. 10 4.1.3 Breve aclaración acerca del sentido ........................................................................... 11 4.2 Debate teórico ................................................................................................................... 11 V. Reseña histórica. El movimiento de pobladores en tiempos de dictadura .............................. 24 5.1. El movimiento de pobladores. Los años cincuenta y sesenta. .......................................... 24 5.2. El movimiento de pobladores. Tiempos de dictadura ...................................................... 28 6.1 Cuatro fotografías temporales ........................................................................................... 36 6.1.1. Industrialización en Puente Alto. .................................................................................. 37 Primera fotografía temporal .................................................................................................... 37 6.1.2. El proceso de poblamiento en Puente Alto desde 1960. ............................................... 46 Segunda fotografía temporal ................................................................................................... 46 6.1.3. Tiempos de dictadura. ................................................................................................... 49 Tercera fotografía temporal ..................................................................................................... 49 6.1.4. El retorno a la democracia y la actualidad. ................................................................... 53 Cuarta fotografía temporal ...................................................................................................... 53 VII.- Conclusiones .................................................................................................................... 56 Bibliografía ................................................................................................................................. 59 I.- Introducción El propósito de esta investigación es conocer el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto, y su relación con el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. Por esto nuestra investigación adquiere una perspectiva general de índole genealógica en cuanto que nos aproximamos a “un origen” que nos otorga mayor sentido histórico desde lo político. Al origen al que nos referirnos es al del movimiento de pobladores, y su trance político histórico de alzamiento a través de toda nuestra historia oficial. La estructura en la que está dispuesta la investigación, se sostiene en tres dimensiones pilares: a) la tensión memoria histórica-historia oficial, b) el movimiento de pobladores de Puente Alto, y c) el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. Aquí denunciamos que la historia oficial se presenta actualmente caracterizada como una cierta “museología post traumática”, que intenta y pretende suplantar la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto. Estos constantes intentos de suplantación, ocultan el proceso de combate a los movimientos y organizaciones populares perpetrado, tanto por la dictadura, como por la democracia actual, mediante múltiples operaciones, gubernamentales, multidisciplinarias, corporativas, que involucran al conjunto del Estado, Ong’s, gobiernos de turno y políticas públicas. El propósito aquí desplegado, es poner en disputa el problema de la memoria histórica, ya que ésta no compromete sólo al pasado, se trata de la reyerta constante por el sentido del presente. Cómo una sociedad comprende su actualidad, se entiende de acuerdo a la imagen que construye, guarda y proyecta de su pasado. Es por todo esto que se nos hace imprescindible develar como la historia oficial cala en lo más hondo de nuestros recuerdos como sociedad. De lo que se trata es de reivindicar la memoria histórica como capital social y político fundamental sobre todo para aquellos sectores de la sociedad que han sido golpeados, no sólo por las paupérrimas condiciones materiales síntomas de la continuidad del 1 sistema de dominación capitalista, sino también por el olvido de sí mismos, que la memoria histórica de los dominadores a través de la historia oficial, fomenta cada día. 2 II. Planteamiento del problema El tema de la “memoria” hace ya un buen rato que ocupa un lugar destacado (acaso no de moda) en las Ciencias Sociales; se habla de “reparación”, “justicia”, sin duda de DDHH y de las consecuencias que, a partir del golpe militar del año 1973, el pueblo chileno sufrió con los consabidos impactos sociales y en las vidas de muchos hasta ahora conocidos. En este trance histórico, el movimiento de pobladores jugó un rol político crucial. Así como los trabajadores y sus alzamientos a través de toda nuestra historia oficial. Las siguientes páginas intentan tomar el pulso de este “Movimiento de pobladores histórico y su estado presente”. Para nosotros, este movimiento es depositario de una categoría política y social indiscutible y, por ello, insoslayable a la hora de pensar la historia. La “memoria histórica” en cuanto condición política y carácter identitario es lo que está en juego y de ahí su irrenunciable urgencia. El propósito de esta investigación es conocer el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto, y su relación con el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. Exponemos algunos dilemas existentes respecto de la memoria histórica a través de pobladores de Puente Alto con una lectura genealógica, comprendiendo que éstos son depositarios de una historia de organización popular, de resistencia, y de luchas sociales emprendidas por el movimiento popular y de las cuales, desde la década de los cincuenta, el movimiento de pobladores fue activo elemento. El sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto amerita hoy ser estudiada y repensada, dado que, en nuestros tiempos, la organización social y popular que expresa y contiene los rasgos constitutivos de los pobladores, se encuentra deteriorada. Esta realidad nos muestra además un menoscabo de la memoria histórica como capital social y político que conduce a la progresiva alienación de la sociedad, en especial la de los sectores más pobres, que es donde más ha calado la historia oficial del sistema de dominación capitalista liberal. 3 La historia oficial se presenta actualmente caracterizada como una cierta “museología post traumática”, que intenta, pretende suplantar la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto. Estos constantes intentos de suplantación, ocultan el proceso de desmantelamiento de movimientos y organizaciones populares perpetrado durante la dictadura militar y la democracia actual. En este contexto la historia oficial se ha ido imponiendo en la memoria histórica de los pobladores de Puente Alto hoy. Este ocultamiento, es llevado a cabo mediante múltiples operaciones, gubernamentales, multidisciplinarias, corporativas, que involucran al conjunto del Estado, Ong’s, gobiernos de turno y las políticas públicas, acentuando la importancia en específicos aspectos del pasado cercano, por ejemplo, cuando la historia oficial castiga la violencia en su generalidad (el discurso -advertencia- “para que nunca más en Chile”) pero, a la vez no reconoce como violencia las agresiones sistémicas constantes. 2.1. Pregunta de investigación ¿Cuál es el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto, y su relación con el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura? 2.2. Objetivo general - Conocer y analizar cuál es el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto, y su relación con el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. 2.3. Objetivos específicos - Conocer cuál es el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto. - Identificar el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. - Analizar la relación entre el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto, y el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. - Develar la dimensión política de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto. 4 III Enfoque metodológico 3.1 A modo de Diseño de investigación La presente investigación adquiere una perspectiva general de índole genealógica en cuanto, a través de este enfoque (apostamos), nos aproximamos a “un origen” que nos otorga mayor sentido histórico desde lo político. Se trata de ir a la fuente, en este caso, “ir al sentido que articula y moviliza a los pobladores en sus diferentes tiempos épocales”. Desde esta perspectiva y enfoque general, los procedimientos investigativos son de orden cualitativo, ya que: “(…) las prácticas cualitativas entrañan un proyecto estratégico libre de compresión totalizadora de los procesos sociales (…)”2. Así como, en palabras de Ortí: “(…) el proceso empírico de producción de las prácticas cualitativas constituye un proceso concreto, socialmente condicionado, multidimensional, abierto y contingente (y, en este sentido, nunca controlable de manera absoluta).”3 Con el cual abordamos el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto, y su relación con el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. Realizar una lectura genealógica, como óptica general de la presente investigación, nos debiese conducir a la esencia del movimiento de pobladores en el sentido de la memoria histórica en los pobladores de Puente Alto, y su relación con el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura, y por lo tanto, también hacia lo que el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores es en su esencia; idea central y fundamental entonces, respecto del origen:“(…) éste no está situado solamente en un pasado cronológico: es contemporáneo del devenir histórico y no cesa de operar en él (…)”.4 2 Ortí, Alfonso. La confrontación de modelos y niveles epistemológicos en la génesis e historia de la investigación social. En Métodos y técnicas cualitativas de investigación social. Editorial Síntesis, 1995. Pág. 90 3 Ibíd. 4 Agamben, Giorgio, Desnudez, 1ra edición, Buenos Aires, Adriana Hidalgo editora, 2011. Pág. 26. 5 La estructura en la que está dispuesta nuestra investigación, se sostiene en tres dimensiones pilares: a) la tensión memoria histórica-historia oficial, b) el movimiento de pobladores de Puente Alto, y c) el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. 3.2 Instrumentos Metodológicos Los instrumentos metodológicos utilizados son los siguientes: 3.2.1 Entrevista abierta: “Se trata de un tipo de entrevista en la que no existe ningún tipo de dispositivo previo de preguntas, cuestionario o “línea del tiempo”. Se trata, implemente, de una conversación abierta, que puede ser útil en la fase inicial de la investigación en que se busca tener algunas imágenes sobre lo que pudo haber sido relevante o significativo de la historia para diversas personas de una comunidad.”5 3.2.2 Análisis social de discurso: Este instrumento “(…) descansa en una doble hipótesis: a) Toda producción de sentido es necesariamente social: no se puede describir ni explicar satisfactoriamente un proceso significante, sin explicar sus condiciones sociales productivas. b) Todo fenómeno social es, en una de sus dimensiones constitutivas, un proceso de producción de sentido, cualquiera que fuere el nivel de análisis (más o menos micro o macro sociológico). Es en la semiosis donde se construye la realidad de lo social, (…) la semiosis es condición de funcionamiento de una sociedad en todos sus niveles (…)”6 3.2.3 Reseña histórica: Este instrumento metodológico corresponde a un texto breve que se propone repasar los hechos históricos de un determinado asunto. Este tipo de notas nos brinda una visión general sobre el objeto de estudio reseñado, en un formato descriptivo-informativo. 5 Garcés, Mario. Recreando el pasado: Guía metodológica para la memoria y la historia local. Educación y Comunicaciones, 2002.Pág. 28. 6 Verón, Eliseo. La semiosis social. Gedisa, Barcelona, 1987. Pág. 125-135. 6 3.2.4 Análisis documental: esta técnica “(…) consiste en la selección y recopilación de información por medio de la lectura, crítica de documentos y materiales bibliográficos, de bibliotecas, hemerotecas y centros de documentación e información”.7 3.3 Desarrollo y procedimientos Para conocer el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto, dialogamos con distintos habitantes de la comuna, y entrevistamos a cinco habitantes (ver anexo entrevistas) utilizando la entrevista abierta como herramienta metodológica; “(…) aquella en que el entrevistador sugiere temas o pistas muy generales a su entrevistado/a.”8 En este proceso indagatorio destacamos especialmente la entrevista a Don Leonel Díaz, nacido en Puente Alto el año 1937, poblador de la población El Porvenir, puesto que en él visualizamos de una manera más integral o decidora, a través de un análisis social de discurso, la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto. Las cuatro entrevistas restantes poseen un talante tentativo, son realizadas a distintos pobladores que, a principio de los años 90, fueron parte del movimiento general de pobladores en la comuna de Puente Alto. Estas entrevistas (abiertas) tuvieron un carácter de una “fase inicial de la investigación toda vez que, lo que se busca es tener algunas imágenes sobre lo que pudo haber sido relevante o significativo de la historia para diversas personas de una comunidad.”9 Al ser entrevistas iníciales no cuentan con la densidad que tuvo la entrevista a Don Leonel. El análisis bibliográfico se remonta a algunos teóricos y académicos que analizan la historia de los movimientos populares del siglo XX, haciendo especial hincapié en el desarrollo de los lazos sociales desarrollados por estos movimientos. Este instrumento está íntimamente ligado a la reseña histórica del movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. 7 Baena, Guillermina. Manual para elaborar trabajos de investigación documental. Editores Mexicanos Unidos, S.A., México. 1986. Pág. 72. 8 Garcés, Mario. Recreando el pasado: Guía metodológica para la memoria y la historia local. Educación y Comunicaciones, 2002.Pág. 25. 9 Ibíd. Pág. 28 7 En este proceso de identificación del movimiento de pobladores en tiempos de dictadura, también realizamos un análisis documental de carácter tentativo, a partir del film documental de Patricio Guzmán La Memoria Obstinada, y de fragmentos audiovisuales de Teleanálisis. La obra de Guzmán interpela la memoria histórica de aquellos supervivientes al golpe de Estado, que rememoran a través de elementos de archivo y revisitando lugares, el pasado cercano, “(…) el proceso de organización popular en los días de la Unidad Popular, la respuesta agitada de la burguesía y el desencadenamiento de la violencia que acabó con el proyecto socialista.”10, que sin embargo está permanentemente instado, por todos los medios, a ser olvidado. Por su parte, los Teleanálisis, nos muestran archivos de ciertos focos de movilización popular en diciembre de 1984, la ocupación militar en la población La Victoria, y jóvenes pobladores sobreviviendo en la calle para el año 1985. Estos trabajos audiovisuales nos permiten repensar el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura, en una fotografía que pone en tensión la continuidad histórica del pasado, de la cual el presente es tributario. La conjunción de los distintos instrumentos metodológicos desarrollados anteriormente nos posibilitará una reflexión sociológica y política de la cual, su material a tallar, es la relación entre el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto y el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. 10 Peris Blanes, Jaume, Los tiempos de la violencia en Chile: La memoria obstinada de Patricio Guzmán, Revista Alpha N°28, Julio 2009, pág. 1. 8 IV Marco teórico “La memoria histórica de los pueblos, (…) es un instrumento básico e imprescindible para identificar las causas de la opresión, del dolor, de la guerra, de la dominación. Un pueblo que guarde memoria histórica es un pueblo dueño de sus destinos.”11 El presente marco teórico está formulado a la manera de un debate respecto a dos tensiones que atraviesan la sociedad contemporánea: la tensión memoria/historia, y la tensión memoria histórica/historia oficial. Ahora bien, puesto que cada uno de estos campos del pensamiento abarca un enorme horizonte de reflexión teórica a su entorno, es preciso especificar el sentido en que desde nuestra óptica se dispondrán estas dimensiones a lo largo de nuestra investigación, y por ello también deteniéndonos en una nota aclaratoria respecto al sentido. Esto último se realiza en una especie de glosario introductorio que opera a la vez, como entrada al debate teórico más sustancial. 4.1 Glosario introductorio. 4.1.1 La Memoria y la Historia: La relación entre la memoria y la historia constituye una tensión en el ser humano tan antigua como la historia, y el ser humano mismo. Desde el mito griego, Mnemosine, madre de las musas que propician las artes, ella, la memoria, engendra a Clío, la historia, como aquella encargada de narrar los actos victoriosos de los mortales, es decir, los actos de conquista y de guerra. Mientras que, en la Modernidad, en contexto del proceso de la ilustración en la segunda mitad del siglo XVIII, en lo que se conoce como la conformación de las Ciencias Sociales, la memoria es relegada a lo individual y privado, mientras que la historia, en tanto disciplina historiográfica, acapara el discurso oficial respecto al pasado de la sociedad, así como también la dimensión propiamente colectiva de los sujetos sociales. En este sentido, la moderna historiografía no luce muy distinta de Clío, con la trompeta de guerra y el libro abierto para escribirla. 11 García-Bilbao Pedro, «Sobre el concepto de memoria histórica, una breve reflexión», en Sociología crítica Documentos de Trabajo 2002, pág. 2. 9 Esta tensión que compromete a la historia y la memoria sin embargo, se pretende aquí llevar un paso más acá o más allá de sus diferencias y/o incompatibilidades, que nos parecen ya bastante trabajadas desde autores como Pierre Nora, Roger Bastide, Tzvetan Todorov, Maurice Halbwachs, Paul Ricoeur, etc., que si bien están presente en este marco teórico, lo están a la manera de disparadores de sentido para repensar nuestro presente. Una vez complementadas en su reciproca criticidad, la memoria y la historia, la palabra y la escritura, posibilitan otro sentido, construido desde el sujeto de la memoria histórica. 4.1.2 La memoria histórica y la historia oficial: Otra dimensión pilar del presente marco teórico es la tensión entre la historia oficial y la memoria histórica. Dado que son los sujetos sociales los que recuerdan, los que viven la memoria histórica, hemos de identificarla por ello, como un campo de batalla, de disputa no sólo del pasado, sino que también del presente y su sentido; dicho de otro modo: dado que existen distintos sujetos sociales, existen distintas memorias históricas. En la colisión de las distintas memorias históricas, y en la superposición de ciertas memorias históricas por sobre otras, se van estableciendo parámetros sociales que norman el presente a la hora de rememorar el pasado, en un proceso que conforma lo que conocemos como la historia oficial. La historia oficial está estrechamente ligada con la memoria histórica de los dominadores, en un proceso que compromete múltiples operaciones gubernamentales, multidisciplinarias, corporativas, estatales, etc., tal la complejidad de la tensión que aquí late. Esta tensión es abordada desde una mirada que, si bien diferencia la memoria histórica popular de la memoria histórica de los dominadores nítidamente, también reflexiona acerca del rol de la memoria histórica en tanto dimensión fundamental para el desarrollo de un proceso de subjetivación o identitario. Sostenemos que la memoria histórica es un capital social y político fundamental sobre todo para aquellos sectores de la sociedad que han sido golpeados, no sólo por las paupérrimas condiciones materiales síntomas de la continuidad del sistema de dominación capitalista, sino 10 también por el olvido de sí mismos, que la memoria histórica de los dominadores a través de la historia oficial, fomenta cada día. 4.1.3 Breve aclaración acerca del sentido El sentido es quizás, la cuestión de la filosofía y de las Ciencias Sociales, e incluso del pensamiento en general. Los que se rebaten en la búsqueda de un sentido, entendiéndolo como fundamentación de la existencia, ya sea que busquen aquel sentido en otro mundo o en éste, en esencia se trata siempre de la misma búsqueda. Sin embargo, si entendemos que la existencia es, ella misma el sentido, entonces el sentido cambia, nuestra percepción del sentido, más exactamente; nuestro sentido del sentido cambia, “(…) el sentido tiene todas sus chances y todo su sentido solamente más acá o más allá de la apropiación de significados y de la presentación de significantes, en la apertura misma de su abandono, en tanto apertura del mundo.”12 Por razones de temporalidad de temporalidad investigativa, hemos tomado una opción del sentido desde aquí desarrollamos nuestra propuesta. En cambio, sostenemos que el sentido, constituye, da forma y panorámica general a la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto, razón por la cual nos parece muy valioso interrogar aquel sentido, como aquella apertura al mundo de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto. 4.2 Debate teórico Mucho se ha dicho y pensado sobre la memoria, lo principal nos parece, es que la memoria refiere fundamentalmente al pasado. Y el pasado, habitualmente es comprendido como la dimensión del tiempo concerniente a lo ya acontecido, siempre en relación al presente y el futuro, a las otras dimensiones temporales, a las otras escisiones del (en el) tiempo. 12 Nancy, Jean-Luc, El sentido del mundo, La marca editora, Buenos Aires, 1993, pág. 15-16. 11 En los Tiempos Modernos, el presente tendería a perder cada vez más esta referencialidad con el pasado, en la modernidad el presente“(…) se reduce a un punto temporal fugitivo. (…) no lleva consigo la larga cola del pasado y del futuro. Sin embargo, esto no quiere decir que en la modernidad el pasado haya desaparecido, o que no cumpla un papel crucial en la existencia de los sujetos, siempre ávidos de novedad. El pasado (…) sigue siendo constitutivo para su presente, para su comprensión. La despedida no diluye la presencia de lo que ha sido. Más bien puede profundizarla. Lo concluido no está completamente al margen del presente de la experiencia. En realidad están entrelazados.”13 Lo que está en disputa en el problema de la memoria histórica no es el pasado sin más, se trata de la reyerta por el presente. Cómo una sociedad comprende su actualidad, bien lo podemos entender de acuerdo a la imagen que tiene, guarda y proyecta de su pasado. De lo que aquí se trata es de tejer cuidadosamente un dos de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto, entrelazados con el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. Para este propósito es menester trazar al menos brevemente el contexto social y político de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto. En el particular caso chileno, la historia oficial, en tanto dimensión interpelada e interpelante del pasado (y del presente) se encuentra referida a un cierto “corto” plazo que coincide con la experiencia de la más reciente dictadura militar. La memoria histórica en Chile hoy pareciese encontrarse caracterizada principalmente, “(…) como un continuo entre pasado y presente, pero no un pasado que se remite cien o doscientos años atrás, sino un pasado que es de «corto plazo (…). Este “corto plazo” coincide con la experiencia de la dictadura cívico-militar, y es que ésta además hizo uso por diecisiete años de la totalidad de los grandes medios de comunicación, (…) así como 13 Byung-Chul, Han. El aroma del tiempo. Un ensayo filosófico sobre el arte de demorarse. Herder Editorial, Barcelona, 2015. Pág. 17-19. 12 del “discurso histórico escolar”.14Más de una generación permanece marcada ante esta contrarrevolución militar. La dictadura militar, para muchos chilenos significó un antes y un después a la hora de, por medio de la rememoración del pasado, comprender su presente. Y es que en más de algún sentido el ordenamiento impuesto por el régimen militar está aún presente; en la atomización de las comunidades, en el miedo hacia las autoridades, en la represión y estigmatización a las poblaciones populares, en “(…) -el modelo neoliberal- cuyos más nefastos efectos de desigualdad y exclusión social nos acompañan hasta hoy día.”15. Rememorar el pasado, sea este lejano o cercano, “(…) es necesario para afirmar la identidad de todo aquel que se reconozca en él (…) La memoria histórica está íntimamente ligada a la construcción y/o apropiación de la identidad de un grupo social, ya sea amplio o reducido. La enorme importancia de rememorar el pasado, por tanto, radica en su implicación con la identidad. (…) Quién de nosotros no ha visto nunca a una persona atacada por la enfermedad de Alzheimer: cuando se ha perdido la memoria, también se pierde la identidad.”16. Es producto de esto que, en cada memoria histórica, podemos reconocer a distintos sujetos políticos colectivos que rememoran, cada cual a su particular modo y de acuerdo (o desacuerdo) a su específico contexto político e histórico, el pasado. “Las circunstancias históricas y los intereses particulares de cada uno de estos actores, por supuesto, dan un carácter selectivo a la formación de su propia memoria.”17 En el caso chileno y la experiencia de la última dictadura militar los sujetos políticos colectivos son más o menos fácil de diferenciar: “(…) los militares y la derecha; la izquierda y los sectores populares más directamente afectados por las violaciones de 14 Guichard, Eduardo, Henríquez, Guillermo. Memoria histórica en Chile: una perspectiva intergeneracional desde Concepción. Revista Reis 135, julio-septiembre 2011, Pág. 4. 15 Garcés, Mario, Recreando el pasado: Guía metodológica para la memoria y la historia local. Santiago de Chile, 2002. ECO Educación y comunicaciones. Pág. 5. 16 Todorov, Tzvetan; Los dilemas de la memoria, 2006, Revista Universidad de Guadalajara, México, Pág.8-9. 17 Ibíd. 13 los DDHH; los sectores medios progresistas y la Iglesia; el gobierno y vastos sectores de la clase política.”18 La memoria es pieza fundamental en los procesos de subjetivación, sean estos individuales o colectivos, y por lo tanto, es algo muy valioso y necesario para cualquier movimiento político social y su identidad, incluido el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura, “(…) el pueblo siempre ha recurrido a su memoria como una forma de preservar su identidad.”19 Las identidades de aquellos sujetos que rememoran no se corresponden nunca a neutralidades ni “naturalidades”, antes bien: se pueden comprender en tanto identidades históricas, dado que el (…) pasado histórico, al igual que el orden de la naturaleza, no tiene sentido en sí mismo, no secreta por sí solo ningún valor; sentido y valor le vienen de los sujetos humanos que los interrogan y los juzgan. (…)”20 Los acontecimientos del pasado re-traídos al presente a través de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto hoy, constituyen a su vez, su propia identidad. Y esto se torna problemático al advertir que jamás estos acontecimientos “(…) nos llegan en estado puro, ya han sido seleccionados y jerarquizados precedentemente (…)”21 Que el pasado, en sus rememoraciones, se nos presente jerarquizado y seleccionado detalladamente, quiere decir que del total del cúmulo de experiencias vividas se acentúa o se pone el énfasis en ciertos específicos aspectos o rasgos del pasado, y se ignoraran otros, “(…) algunos serán puestos en relieve, otros, expulsados a la periferia.”22 Y es que, existirían al menos dos tipos de memoria histórica. “La de los pueblos y la de las clases dominantes.”23El sentido de la memoria histórica de éstas últimas, de las 18 Garcés, Mario; Recreando el pasado: Guía metodológica para la memoria y la historia local. Santiago de Chile, 2002. ECO Educación y comunicaciones. Pág. 11. 19 Ibíd. Pág. 7. 20 Todorov, Tvetan; Los dilemas de la memoria, 2006, Revista Universidad de Guadalajara, México, Pág.12. 21 Ibíd. Pág. 3. 22 Todorov, Tvetan; Los dilemas de la memoria, 2006, Revista Universidad de Guadalajara, México, Pág. 2 23 García-Bilbao, Pedro A., «Sobre el concepto de memoria histórica, una breve reflexión», en Sociología crítica Documentos de Trabajo (publicado en 2002), Pág. 2 14 clases dominantes, en el caso chileno podríamos observarlo decantado en los militares y la derecha, pero no sólo allí, también en grandes sectores de la clase política, en espacios cómplices en la iglesia católica, en organizaciones civiles, etc. El sentido de las memorias históricas dominantes reside en determinar los hechos históricos, sus causas, sus procesos y consecuencias,“(…) sólo precisa que se recuerde el resultado final «quien se enfrenta a nosotros sucumbe y traerá la desgracia para él y los suyos».”24 Algo de esto nos resuena del “Para que nunca más” clásico de la transición democrática, aquella propaganda del proyecto concertacionista, efectiva anestesia para la fulgurante potencialidad de las organizaciones populares, y facilitador de la profundización del modelo neoliberal. La clase dominante en Chile representada en la dictadura militar, necesitó un progresivo convencimiento de la población en torno a la memoria histórica de los dominadores. Requirió “(…) convencer, lograr el apoyo de la población, (…) construir un discurso histórico, es decir, requería moldear la memoria en torno a una suerte de “historia oficial” (…)”25Esto nos permite entender que hoy un partido de ultraderecha y conservador, como la UDI cuente con altas votaciones en las poblaciones con más pobreza del país. El sentido de la memoria histórica de la clase dominante en Chile “(…) buscó persistentemente demonizar (…) la experiencia de las luchas y los proyectos populares de transformación social del siglo XX, al punto de hacer creer a muchos sectores de la sociedad que todo fue un error, que todo fue desorden y caos y que, en consecuencia, era necesario e inevitable el golpe militar.”26 24 Ibíd. García-Bilbao, Pedro A., «Sobre el concepto de memoria histórica, una breve reflexión», en Sociología crítica Documentos de Trabajo (publicado en 2002) Pág. 5 26 Garcés Durán, Mario, Recreando el pasado: Guía metodológica para la memoria y la historia local, Santiago de Chile, Marzo 2002, Pág.9. 25 15 Desde la memoria histórica de la clase dominante chilena se promueve fervientemente la tesis que señala al movimiento popular como el“(…) responsable del golpe militar. Se trata del clásico recurso de la guerra en que se acusa al enemigo de provocar todos los males de la humanidad, proceso en el cual las víctimas son transformadas en victimarios.”27 Sin embargo, este largo conflicto nunca se disolvió por completo y aun permanece latente, aunque subterráneo. El convencimiento de la población nunca fue total, por mucho que la clase dominante reprodujese, por la razón y la fuerza su memoria histórica como historia oficial, sobrevivieron “(…) fisuras, intersticios, espacios, por donde circulaban otras memorias, otros discursos históricos que contradecían al discurso histórico de los militares. Llamaremos a este proceso alternativo, de contestación al discurso oficial, “memorias de resistencia”.”28 Aquellas memorias de resistencia estuvieron constituidas por organizaciones sociales de pobladores, que llevaban consigo el pesar del desconocimiento del destino de sus detenidos desaparecidos, la persecución constante por parte de los aparatos del Estado, sin embargo supieron llevar a cabo“(…) procesos de reconstitución de organizaciones de base (…)”29 Esto demuestra que además, el olvido, como supresión del recuerdo, nunca es absoluto, la memoria histórica de los pobladores persistió y pervivió gracias a dinámicas y lógicas organizativas populares que preservaron la memoria histórica del movimiento de pobladores. El problema es que lo que ésta larga experiencia de resistencia significó, es silenciado, ocultado, descartado rápidamente por los discursos oficiales en torno a la memoria histórica. Éstos, se debaten en la supuesta contradicción memoria/olvido (sobreexplotada hasta el cansancio), no obstante nosotros comprendemos que, “(…) 27 Ibíd. Garcés, Mario, Recreando el pasado: Guía metodológica para la memoria y la historia local. Santiago de Chile, 2002. ECO Educación y comunicaciones. Pág. 8. 29 Ibíd. Pag.6 28 16 lejos de oponérsele, la memoria es el olvido: olvido parcial u orientado, olvido indispensable.”30 Los discursos oficiales condenan las violaciones a los DDHH durante la dictadura, pero también el ajusticiamiento de Jaime Guzmán por llevarse a cabo en “democracia”, en ambos casos se apela a la rememoración y a evitar el olvido, no obstante, sólo en la medida que esto contribuya al mantenimiento del status quo. Se olvida a través del negacionismo más obtuso, que Guzmán es responsable de la labor de combate en contra del movimiento de pobladores que cumplió en los aparatos de inteligencia estatal durante la dictadura militar; además de los miles de personas muertas víctimas de la constitución política que diseñó y que todavía hoy pauperiza la vida en todas sus condiciones. Se condena en cambio, a las organizaciones populares de resistencia ante la violencia sistémica.“(…) ciertos rasgos del evento son conservados, otros, desechados de súbito o paulatinamente, o sea, olvidados.”31 Es en este contexto, que la memoria histórica evidencia su constitución estrictamente política. Lo crucial, sin embargo, por lo que la memoria histórica constituye un problema político, es que no nos remite al pasado solamente, con sus conflictos históricos, sino que también nos redirecciona la mirada en torno a nuestro presente, y por ello, a la cuestión de la posibilidad. Indagar en el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores en Puente Alto hoy permite hacernos una imagen panorámica de un nuevo horizonte de posibilidades del sentido de la memoria histórica, más allá de la dicotomía “memoria/olvido”. Por el contrario de lo que se piensa desde la “oficialidad” (Estado, gobiernos, municipalidades, ONG´S) lo que observamos es que, más que olvido, lo que prima hoy en el sentido de la memoria histórica de los movimientos populares derrotados, es“(…) el silencio de los vencidos: el silencio del movimiento popular y la izquierda.”32Este 30 Todorov, Tvetan; Los dilemas de la memoria, 2006, Revista Universidad de Guadalajara, México, pág.3. 31 Ibíd. 32 Guichard, Eduardo, Henríquez, Guillermo. Memoria histórica en Chile: una perspectiva intergeneracional desde Concepción. Revista Reis 135, julio-septiembre 2011, Pág.5 17 silencio, como sabemos, calla sus memorias, más en ningún caso esto quiere decir que éstas hayan desaparecido. Los proyectos históricos de emancipación “(…) que organizaron la lucha social y política del siglo XX (…) se pretenden borrar de la memoria histórica de los movimientos políticos y sus sujetos, a través de una memoria oficial direccionada por y para la memoria histórica de las clases dominantes, no sólo se remontan al período que comienza con el golpe de Estado de 1973, sino que sus orígenes apuntan aún más atrás, apuntan a(…) una estrategia de la izquierda chilena, ensayada porfiadamente y de modo perseverante desde los años treinta, y aún antes.”33 Pero ¿qué testigo vivo podría aún hoy, narrarnos oralmente la aciaga historia de comienzos del siglo XX con las palabras insufladas de su memoria? Esto es lo que se pregunta, aunque en otras palabras, Maurice Halbwachs, sociólogo de grandes influencias de Bergson y Durkheim, cuyo concepto capital es el de memoria colectiva, con el cual dialogan más tarde los historiadores franceses.“¿Cómo la historia sería una memoria, si hay una solución de continuidad entre la sociedad que lee esa historia y los grupos que antaño fueron testigos o actores de los acontecimientos referidos?”34 Por mucho tiempo la voz más tomada en cuenta en las Ciencias Sociales respecto al pasado, fue la disciplina histórica, la cual “(…) por definición, tiene que ver con el pasado de la sociedad y en consecuencia representa un modo en que la sociedad registra e interpreta su pasado. (…) Los encargados de realizar estos actos de registro e interpretación son, en nuestros días, los “historiadores profesionales”.35 Durante el siglo XX, los seres humanos se sentían habitando en la historia, es decir, en una trama trascendente a su existencia individual, lo que también explica en parte, la gran politización de la sociedad. Anteriormente a los estudios acerca de la memoria 33 Ibíd. Pág. 8-9. Halbwachs, Maurice. Memoria Colectiva y Memoria Histórica Revista de Cultura Psicológica, año 1, numero 1, México, UNAM facultad de psicología. 1991. Pág. 212. 35 Guichard, Eduardo, Henríquez, Guillermo. Memoria histórica en Chile: una perspectiva intergeneracional desde Concepción. Revista Reis 135, julio-septiembre 2011, Pág. 11. 34 18 colectiva de Halbwachs existía una clara delimitación entre historia y memoria: la primera correspondía a las colectividades, mientras que la segunda al ámbito individual. Pero la disciplina histórica se encontraba hegemonizada por la historiografía tradicional, la cual estaba caracterizada por una pretensión universalista, y por un afán de “conservar la verdad” del pasado. Si bien, durante el siglo XX la disciplina histórica asumió su relatividad, no en el sentido de la ausencia de postura, sino que en la toma declarada de ella, cada historiador está inscrito desde una “postura”, una “posición” social que lo enmarca, quiéralo o no, con “(…) (sus sesgos ideológicos, el carácter selectivo de sus estudios, su relación con el poder, etc.)”36 En la cuestión de la memoria histórica en el caso chileno, subyacen distintas clases de relaciones que se han establecido entre la memoria e historia, de las cuales las predominantes han sido de negación y de exclusión. La más tradicional de estas relaciones ha sido la de la mutua exclusión entre la historia, en tanto disciplina, y la memoria en tanto práctica social: “(…) la historia es ciencia mientras que la memoria social, recuerdos personales o anécdotas sin mayor trascendencia.”37 No obstante, la relación entre memoria e historia más frecuente ha sido la de “(…) negación radical, sobre todo con relación a los pobres y los grupos sociales “subalternos” que, desde la historia, por mucho tiempo fueron considerados “sujetos sin historia”.”38Como muestra de esto, qué mejor que la experiencia de Leonel Díaz, que a partir del golpe militar el reajuste salarial en la empresa Papelera, solo fuese para los altos cargos, y que se bromeara con los “sueldos para inteligentes, para tontos y para más burros”. Otro gesto del mismo rostro del desprecio propio de las oligarquías hacia los sujetos populares. Lo que reprochó Halbwachs a la historia en tanto disciplina, y lo hizo centrarse de lleno en los estudios de la memoria, fue la idea de que la historia se encontraría 36 Ibíd. Pág. 12. Guichard, Eduardo, Henríquez, Guillermo. Memoria histórica en Chile: una perspectiva intergeneracional desde Concepción. Revista Reis 135, julio-septiembre 2011, Pág.12 38 Ibíd. 37 19 constitutivamente en discordia con la memoria, producto de la creciente erudición de la primera. Ésta erudición, según Halbwachs, “(…) sólo es significativa para una pequeña minoría. Si, al contrario, se atiene a conservar la imagen del pasado que puede tener todavía un sitio en la memoria colectiva de hoy, sólo retiene lo que todavía interesa a nuestras sociedades, es decir, en suma, muy poca cosa.”39 Para llegar a acuñar el concepto de memoria colectiva Halbwachs razonó de acuerdo a los siguientes principios, los cuales profundizó durante toda su obra, desde “Los cuadros sociales de la memoria”, publicada en 1925, hasta “La memoria colectiva”, de 1950: Primero, que el pasado no se conserva, sino que más bien se reconstruye desde el presente. La memoria actuaría como aquella reconstrucción del pasado a través del recuerdo en el presente, como aquella“(…) memoria compartida de un acontecimiento del pasado vivido en común por una colectividad, amplia o restringida, nación, aldea o familia, por ejemplo.”40 Segundo; que la memoria sólo se realizaría en lo que Halbwachs reconoce como marcos sociales de referencia. Estos marcos referenciales en los cuales se encuentran entramados los individuos dirá Halbwachs, son: el espacio, el tiempo y el lenguaje. La reconstrucción del pasado estaría determinada por estos marcos, en tanto que “(…) las exigencias presentes de la sociedad reglan la posibilidad de acordarse o no de un acontecimiento, al mismo tiempo que imponen la deformación del pasado.”41 Y tercero; que “(…) existe una función social de la memoria. El pasado, mitificado, sólo es convocado para justificar representaciones sociales presentes.” 42 La memoria colectiva estaría principalmente asignada, como garante de la reproducción cultural de un determinado grupo social. 39 Roger, Bastide. Antropología Aplicada. Amorrortu Editores. Buenos Aires, 1972. Pág. 213. Lavabre Marie-Claire. Maurice Halbwachs et la sociologie de la mémoire. Historizar el pasado vivo en América Latina, publicado en Raison Présente, 128, octubre de 1998, pág. 50-51. 41 Ibíd. Pág. 55. 42 Bastide, Roger. Antropología Aplicada. Amorrortu Editores. Buenos Aires, 1972. Pág. 8. 40 20 Repasemos entonces; primero, Halbwachs comprende que el pasado no se conserva, sino que se reconstruye desde el presente; segundo, que la memoria solo se realiza dentro de los cuadros sociales de referencia: el espacio, el tiempo y el lenguaje; y por último, que la función social de la memoria sería la de justificar representaciones sociales presentes. Este concepto de memoria colectiva trajo consigo interesantes críticas a Maurice Halbwachs, una de ellas realizada por Roger Bastide, antropólogo y sociólogo de influencias estructuralistas, enmarcado además, en la corriente de la antropología desarrollista. Este autor emprenderá la construcción de su propuesta de memoria intersubjetiva a partir de un enfoque constructivista, reconociendo el carácter procesal de ésta. Bastide acusó de determinismo a Halbwachs, aduciendo que el concepto de memoria colectiva supondría“(…) la existencia de una conciencia colectiva que se antepone, trasciende y determina al individuo (…) (como una especie de ente trascendente a los individuos, nótese la herencia durkhemiana y su concepto de conciencia colectiva, dirá Bastide. Sustentando de esta manera una noción de memoria basada) no en la memoria construida entre los miembros de un grupo social, sino en la rememoración de dichos grupos.”43 En su obra Las Américas Negras, de 1969, Bastide da una primera muestra de su concepto de memoria intersubjetiva. Centrándose en el plano de la “interacción subjetiva”, espacio que actuaría como lugar donde se suscitan los recuerdos, en oposición a la memoria colectiva de Halbwachs, en tanto son los individuos los que recuerdan y por ende, son ellos, quienes realizan la memoria, y no lo rememorado. A la par que Bastide, en los años sesenta desde la misma disciplina histórica se comenzó a reconocer el valor de la memoria como “(…) una vía que hace posible acceder al pasado de un modo nuevo (…) en especial para conocer del pasado de 43 Ibíd. 21 grupos sociales populares o subordinados que dejan pocos o no dejan testimonios escritos (documentos) de su experiencia histórica.”44 En esta misma dirección de reconsideración, o de revaloración de la memoria frente a la rigidez de la historia, el historiador francés Pierre Nora, en su obra Les Lieux de mémoire de 1993, comprende que la relación entre memoria e historia está constituida por una tensión contrariante, en tanto la memoria“(…) es un fenómeno que siempre actúa un lazo vivido en presente eterno; y la historia una(…) representación del pasado (…) la reconstrucción, siempre problemática e incompleta, de lo que ya no es.”45 La relación entre memoria e historia cuando tomamos en cuenta que ésta última, en tanto disciplina, corresponde a una operación intelectual, fundamentalmente laica, que utiliza análisis y discurso crítico y que (…) sólo se ata a las continuidades temporales, a las evoluciones y a las relaciones entre las cosas.”46Mientras que la memoria es mágica, afectiva, “(…) se alimenta de recuerdos vagos, globales o flotantes, particulares o simbólicos, sensible a todas las transferencias, pantallas, censuras o proyecciones.”47 Esta relación problemática entre historia y memoria es pensada de una singular manera por el filosofo Paul Ricoeur. Su manera de conocerse opone a “(…) una subordinación entre la memoria y la historia (…) ésta propone una dialéctica entre las dos, ya no la historia momificante de la memoria, ni opuesta al olvido; ni tampoco la historia como fuerza tendenciosa a la unicidad totalizadora. La ontología fenomenológica de Ricoeur plantea que “(…) el conjunto memoria e historia contribuyen a la representación del 44 Garcés, Mario, Recreando el pasado: Guía metodológica para la memoria y la historia local. Santiago de Chile, 2002. ECO Educación y comunicaciones. Pág. 12. 45 Nora, Pierre,Les Lieux de Mémoire, La République París, Gallimard, 1984, pp. XVII-XLIL. Traducción para uso exclusivo de la cátedra Seminario de Historia Argentina Prof. Femando Jumar C.U.R.Z.A. Univ. Nacional del Comahue. Pág. 1. 46 Ibíd. Pág.3 47 Nora, Pierre,Les Lieux de Mémoire, La République París, Gallimard, 1984, pp. XVII-XLIL. Traducción para uso exclusivo de la cátedra Seminario de Historia Argentina Prof. Femando Jumar C.U.R.Z.A. Univ. Nacional del Comahue. Pág.3 22 pasado.””48 “El presente interpreta y el pasado es interpretado, y en la distancia temporal que separa a uno del otro se produce la generación de sentido.”49 La postura que se plantea aquí, propone que la historia“(…) debería partir de los testimonios de la memoria y su objetivo, en tanto remedio, debería ser el de “instruir e iluminar” a la memoria, desenmascarando los falsos testimonios. (De esta manera quedarían superadas las fracturas entre memoria e historia, a la vez que coligadas en su complementariedad crítica, realizando la acción constante de) (…) reactualizar o re efectuar el pasado.”50 El carácter otorgado al historiador y a los sujetos de memoria, lo comprendemos de la siguiente manera dialéctica, con cierta influencia del pensamiento de Paul Ricoeur. El historiador, por un lado, otorga la“(…) pretensión de veracidad al discurso, pero sin embargo carece de(…) la inmediatez de la memoria. Mientras que (…) la estructura ontológica de la memoria impide que ella tenga una ambición de verdad, y por lo tanto su sentido de fidelidad, (…) la vuelve guardiana del pasado.”51 48 Lythgoe, Esteban. Objeciones de Ricoeur a la pretensión de verdad de la memoria colectiva. Epistemología e Historia de la Ciencias, selección de de las XV jornadas, volumen 11. 2005. Área Logico-epistemológia de la escuela de filosofía, Centro de Investigación de la Facultad de Filosofía y Humanidades Universidad Nacional de Córdoba. Pág. 464. 49 Ibíd. pág. 69. 50 Lythgoe, Esteban. Objeciones de Ricoeur a la pretensión de verdad de la memoria colectiva. Epistemología e Historia de la Ciencias, selección de de las XV jornadas, volumen 11. 2005. Área Logico-epistemológia de la escuela de filosofía, Centro de Investigación de la Facultad de Filosofía y Humanidades Universidad Nacional de Córdoba. Pág. 464. 51 Ibíd. 23 V. Reseña histórica. El movimiento de pobladores en tiempos de dictadura “Soy un pueblo que habla, un pueblo que anda, un pueblo que ama, bramando, entre todos los pueblos, EL PUEBLO INTERNACIONAL y ETERNO. Por tanto, trabajo la personal epopeya, con la epopeya nacional y universal de los trabajadores, como el único modo de conocerme y superarme, como individuo. Mi acción es equivalente en posibilidades sociales, a la acción del obrero manual, mi hermano; como yo sólo soy un obrero de la inmensa y tremenda construcción de la humanidad, hacia la sociedad sin clases, la comunidad es la finalidad de mi creación, y la clase obrera, mi clase; soy la clase obrera, ni la adulo, ni la conduzco, la expreso, soy su expresión aterradora, soy la Hoz y el Martillo de la literatura.” Pablo de Rokha, Morfología del espanto (1942) “Pero se ha despedazado tu espalda mi estupendo, pobre siglo. Con una sonrisa insensata como una fiera un tiempo flexible te volteas hacia atrás, débil y cruel, a contemplar tus huellas (…) Mi siglo, mi fiera, ¿quién podrá mirarte dentro de los ojos y soldar con su sangre las vértebras de dos siglos?” Fragmentos del poema titulado “El siglo”, de Osip Mandelstam. 5.1. El movimiento de pobladores. Los años cincuenta y sesenta. El movimiento de pobladores al menos, desde la década de los cincuenta, contaba ya con “(…) una manera de modificar la forma de “poblar” la ciudad desde los más pobres, había encontrado una forma de redefinir su posición espacial en la ciudad generando nuevas formas de desarrollo de la ciudad popular.”52 El movimiento de 52 Garcés, Mario. La revolución social en el Chile de Allende: treinta años después. XXIV International Congress, Dallas, Texas, 27-29 de marzo, 2003. Pág. 3 24 pobladores nos enseña que lo fundamental del ser poblador no sólo es poblar, sino que también implica una “(…) la lucha social por mejores condiciones de vida.”53 Por mucho tiempo, el movimiento de pobladores encontró solución en la autoorganización. Dando a luz a los llamados “Comités de Sin Casa y Juntas de Vecinos. En la fase expansiva del movimiento, los pobladores contaron con dos tipos de organización: Los Comités de Sin Casa o Comités de Vivienda y las Juntas de Vecinos y Centros de Madres, que se legalizaron en 1968.”54 El sentido del poblar consistió en un primer momento, en diferenciarse de las soluciones irrisorias por parte del Estado, y sus políticas públicas, “(…) del crecimiento vegetativo de los conventillos o las callampas, esto implicaba al menos dos pasos tácticos fundamentales, por una parte, potenciar capacidades organizativas propias, y por la otra, mecanismos de presión sobre el Estado.”55 Durante estas dos décadas se lleva a cabo un proceso mediante el cual “(…) las orientaciones favorables al cambio social se expandieron y potenciaron en distintos sectores de la sociedad y tanto la Iglesia como los partidos se convertirían en aliados fundamentales en el desarrollo del movimiento poblacional.”56 Es en este contexto que se fortalece y aflora el movimiento de pobladores. En los años sesenta, las tomas de terreno aumentan progresivamente en el sector sur de la Región Metropolitana, caracterizadas por la efectiva organización de familias de trabajadores y pobladores. Un hito relevante para el movimiento de pobladores es la toma de la población La Victoria en 1967, siendo un gran movimiento social con más de diez mil pobladores, el cual fue brutalmente reprimido por el Estado57. 53 Gómez Leyton, Juan Carlos. Las poblaciones callampas: una exrpresión de la lucha social de los pobres, Santiago, 1930-1960. Santiago: FLACSO, 1994. Pág 12 54 Garcés, Mario. Milos, Pedro. FOCH CTCH CUT Las centrales Unitarias en la historia del sindicalismo chileno. Santiago: ECO, Educación y Comunicaciones, 1988. Pág. 56 55 Ibíd. 56 Garcés, Mario. La revolución social en el Chile de Allende: treinta años después. XXIV International Congress, Dallas, Texas, 27-29 de marzo, 2003. Pág. 6. 57 Ver: “Para una historia de los pobres de la ciudad” de Vicente Espinoza, 1988. Capitulo Séptimo “Tomas de terreno y campamentos”. 25 Se trataba de “(…) procedimientos que las organizaciones denominadas Juntas de Pobladores emplean para ejercer el derecho a disponer de un pedazo de tierra. A la creciente organización pobladora en pos de una tierra para vivir, el gobierno de la época creó como respuesta, la “promoción popular”, una política estatal que mediante la promulgación de la ley 16.680 de agosto de 1968, reconoce a las juntas de vecinos, centro de madres, clubes deportivos, centros culturales, etc.”58 como organismos comunitarios. Para el 17 de diciembre de 1969, el Partido Socialista, el Partido Comunista, el MAPU59, la Acción Popular Independiente (API), Partido Social Demócrata, la Izquierda Cristiana y la Izquierda Radical, firman el “Pacto de la Unidad Popular” el cual estableció como principales planteamientos que: o “Las transformaciones revolucionarias que el país necesita sólo podrán realizarse si el pueblo chileno toma en sus manos el poder real y lo ejerce efectivamente. o Lo que ha fracasado en Chile es un sistema que no corresponde a las necesidades de nuestro tiempo. Chile es un país capitalista, dependiente del imperialismo, dominado por sectores de la burguesía estructuralmente ligados al capital extranjero, que no puede resolver los problemas fundamentales del país, los que se derivan precisamente de sus privilegios de clase a los que jamás renunciarán voluntariamente. o “(…) en materia de estructura política: “preservar, hacer más efectivos y profundos los derechos democráticos y las conquistas de los trabajadores, y transformar las actuales instituciones para instaurar un nuevo Estado donde los trabajadores y el pueblo tengan el real ejercicio del poder.”60 58 Barría, Jorge. El Movimiento Obrero en Chile síntesis histórica-social. TRIGONO, 1971. Pág.133 Movimiento de Acción Popular Unitario, fracción izquierdista disidente de la Democracia Cristiana. 60 Programa básico de la Unidad Popular 59 26 Posteriormente, con el triunfo en las elecciones presidenciales de la Unidad Popular en el año 1969 y su asunción al gobierno del Estado en el siguiente año, se fortaleció el progresivo empoderamiento del movimiento de pobladores, principalmente en comités de pobladores y su trabajo conjunto con otras iniciativas colectivas locales61. El Movimiento de pobladores para comienzos de los años 70, era conformado por los segmentos más pobres de los obreros, con menor posición en la clase obrera, también aquellos que nunca fueron obreros, como ladrones, vendedores ambulantes, artesanos, plomeros, trabajadores informales y el trabajador no apatronado. También la mujer cumple un rol fundamental, transformándose en el soporte del Movimiento y las poblaciones “(…) sostenidas por mujeres, cocinaban y organizaban comidas en la calle durante el día mientras que en la noche organizaban la retaguardia (…)”62 En un contexto de gran politización, existieron movimientos opositores al gobierno de la Unidad Popular, que se enfocaron en el desabastecimiento de las poblaciones, por medio del complot y el acaparamiento de alimentos. A esto, el movimiento de pobladores generó una efectiva respuesta nacida desde sus “(…) propias organizaciones, las JAP (Juntas de Abastecimiento y de Control de Precios) y Almacenes Populares.”63 Hasta la dictadura cívica militar el movimiento de pobladores crecía fructíferamente, este proceso de arraigo e integración hizo fortalecer los lazos sociales que se habían desarrollado durante más de 70 años, desarrollando una riquísima solidaridad en torno a lo popular. 61 “Los comités de pobladores... deben ser los campeones de toda iniciativa de adelanto local: la feria libre, la movilización, la difusión de actividades culturales a los barrios, la vinculación con el movimiento deportista aficionado, etc. Por otra parte, corresponde que la vida interna de dichas organizaciones se haga más interesante, sea más útil a la población y signifique un medio para educar y capacitar al obrero, especialmente a la mujer y la juventud, a través de iniciativas diversas; y debe obtenerse la ayuda organizada al movimiento de pobladores, de profesionales: médicos, abogados, visitadoras, ingenieros, arquitectos, maestros, etc.”Ibíd. Pág. 7. 62 Mario, Garcés. Los Pobladores y la Política en los años Ochenta: reconstrucción de tejido social y protesta nacionales. FONDECYT Nº 1140188, 2014. Pág. 133 63 Garcés, Mario. La revolución social en el Chile de Allende: treinta años después. XXIV International Congress, Dallas, Texas, 27-29 de marzo, 2003.Pág. 10. 27 5.2. El movimiento de pobladores. Tiempos de dictadura Ya con la derrota de la Unidad Popular, tras el golpe militar del 11 de Septiembre de 1973, vendría conjuntamente a la posterior transformación administrativa liberal del Estado, la cual reorganizó Santiago y la región completa; los procesos de desarticulación del movimiento de pobladores, un sangriento proceso en que “(…) hacia 1976, ya se había logrado descabezar a los partidos Comunista y Socialista, y al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).”64 Las primeras políticas de la dictadura militar respecto al problema de la organización pobladora, fueron erradicar violentamente las tomas de terreno y campamentos, ubicados principalmente en la zona central de la capital y comunas aledañas. Además de destinar los terrenos que en algún momento fueron agrícolas, para la construcción de viviendas sociales, así: “un 77,3% fue desplazado hacia sólo cinco comunas del área sur del Gran Santiago: La Pintana, Puente Alto, La Granja, San Bernardo y Peñalolén.”65 (Ver mapa 1) 64 Manzano, Cristopher. La Asamblea de la Civilidad Movilización social contra la dictadura en los 80. Londres 38, 2014. Pág. 26 65 De Ramón, Armando. Historia de Santiago. Historia de una sociedad urbana (1541-1991). Santiago: Catalonia, 2007. Pág. 237 28 Fuente: Vivienda social en copropiedad: memoria de tipologías en condominios sociales. Secretaría ejecutiva desarrollo de barrios Minvu, 2014. Una vez concretado el golpe de Estado, el Estado de Sitio contribuyó al debilitamiento de la organización política popular, la cual tuvo que hallar su lugar necesariamente en la clandestinidad. Los movimientos políticos populares se vieron fortuitamente, arrinconados. Mientras el movimiento de pobladores se encontraba en las calles, el Estado comenzó a desarticular y a individualizar a los pobladores por medio de la legislatura de 1977, la que echaba a andar el proceso de liberalización de la vivienda, a través del Minvu. Los lineamentos bases para el nuevo sistema liberal, comprendían a la vivienda como “(…) un bien que se adquiere con el esfuerzo y el ahorro de la familia, el cual, el Estado reconoce y comparte subsidiariamente (…)”66 La vivienda es puesta en manos de grandes empresas inmobiliarias privadas. 66 MINVU. Memoria Anual 1990. Santiago: Ministerio de Vivienda y Urbanismo, 1989. 29 Durante este difícil periodo, sin embargo, se levantaron múltiples asociaciones y organizaciones de resistencia en contra de la dictadura militar. Las organizaciones resistenciales populares que estaban en contra del régimen militar, buscaban abrir nuevos canales de lucha, ya que las anteriores formas de organización aparecían de pronto, cerradas por la represión militar; “(…) se tejían redes solidarias de base para hacer frente a la emergencia social creada por la dictadura, las que estimulaban el desarrollo de nuevos sentidos colectivos, así como nuevas expresiones de la identidad y la cultura popular.”67 Entre estas asociaciones resistenciales se encontraban, la educación Popular68, los numerosos Comité de vivienda y sin casa, además de las organizaciones de Derechos Humanos y de Detenidos Desaparecidos. La Pastoral Obrera también supo cumplir su rol, en cuanto pieza angular en el desarrollo del movimiento de pobladores, y sus lazos sociales en tiempos de dictadura. El hecho de que las reuniones de culto no estuvieran prohibidas, posibilitó a los pobladores de Puente Alto en tiempos de dictadura, contar con un espacio para lograr organizarse políticamente. Éstas estaban compuesta por un carácter popular, ya que su composición era en pequeñas comunidades que se organizaban en torno a la capilla de la población. Las capillas se “(…) convirtieron en lugares habituales de encuentro para los miembros de las comunidades de base que se movían dentro de una onda opositora al régimen militar y cercana a la teología de la liberación”69 En un proceso de progresiva rearticulación del movimiento popular, del cual el movimiento de pobladores fue pieza clave, como antecedentes o preludio de lo que serían las jornadas nacionales de protesta, destacan las siguientes movilizaciones populares emblemáticas: “(…) las conmemoraciones en el centro de Santiago, del 1ro 67 Mario, Garcés. Los Pobladores y la Política en los años Ochenta: reconstrucción de tejido social y protesta nacionales. FONDECYT Nº 1140188, 2014. Pág. 128 68 “Así por ejemplo, y entre otras iniciativas, desde ECO (Educación y Comunicaciones) se elaboraron diaporamas y material impreso sobre la historia del movimiento obrero en Chile y se diseñaron y realizaron en diversos lugares del país, “talleres de recuperación de la memoria popular” Mario, Garcés. Los Pobladores y la Política en los años Ochenta: reconstrucción de tejido social y protesta nacionales. FONDECYT Regular Nº 1140188, 2014. Pág. 6. 69 Fernández, David. La “Iglesia” que resistió a Pinochet David Fernández. Iepala, Madrid 1996. Pág. 123 30 de Mayo en 1978 y 1979, así como las Huelgas de Hambre de los Familiares de Detenidos Desaparecidos, en estos mismos años.”70 En este mismo sentido de rearticulación, para 1983 se desarrolla la primera jornada de movilización nacional, donde los trabajadores del cobre son quienes convocan a paro nacional y protestar en contra de la dictadura militar. El movimiento de pobladores fue parte activa de las jornadas nacionales de protesta, “(…) especialmente el guion de las organizaciones de los jóvenes, que se encargaban de preparar las sucesivas jornadas de movilización, en las cuales ellos cumplían el papel principal, organizando marchas, levantando barricadas y enfrentándose a las fuerzas policiales y militares.”71 El desarrollo del primer día de protesta inició, a eso de las seis de la mañana, con barricadas para confrontar a las fuerzas de la dictadura. Al mediodía se realizaron Ollas Comunes72, en la tarde se desplegaron mítines donde los pobladores tomaban la palabra, y finalmente se hacía una gran marcha donde se confrontaba a las fuerzas represoras del régimen. “Durante las Protestas, en muchas poblaciones, las Ollas Comunes, sostenidas por mujeres, cocinaban y organizaban comidas en la calle durante el día mientras que en la noche organizaban la retaguardia, desde los “Grupos de Salud” que prestaban atención a los heridos y víctimas de la represión.”73 Con el éxito de la primera jornada de protesta nacional, el Partido Comunista, decidió llevar a cabo su política de rebelión popular de masas e inaugura su brazo armado, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR). Tres años después, los días 2 y 3 de julio de 1986, se realiza la segunda jornada de protesta nacional, donde se articulan distintos movimientos sociales que estaban en contra del régimen dictatorial. El movimiento de pobladores fue parte activa, el primero 70 Mario, Garcés. Los Pobladores y la Política en los años Ochenta: reconstrucción de tejido social y protesta nacionales. FONDECYT Regular Nº 1140188, 2014. Pág. 123 71 Ibíd. Pág. 129 72 Instancias de participación comunitaria entre pobladores que buscan solucionar la necesidad básica de alimentación. 73 Mario, Garcés. Los Pobladores y la Política en los años Ochenta: reconstrucción de tejido social y protesta nacionales. FONDECYT Nº 1140188, 2014. Pág. 133 31 de Julio, “(…) mediante la formación de barricadas y fogatas en las poblaciones periféricas de Santiago.” 74 Durante esta jornada, caen muertos “(…) Boris Vera, joven trabajador del POJH, quien esa noche se encontraba excavando una zanja en la población La Victoria, recibió un disparo en la sien, salido de un furgón blanco. (…) en Pudahuel el joven Iván Aqueveque, quien en ese momento se encontraba saliendo de una fiesta. La fuerza responsable de la represión fue la recién formada UFA (Unidad de Fuerza Antimotines), agrupación de soldados de regiones traídos a Santiago especialmente (…)”75 Con posterioridad a las jornadas de protesta nacional, y manteniéndose aún en el poder el régimen militar aun cuando el clamor popular era su salida, para 1986, se desarrollará el atentado al dictador Augusto Pinochet, por parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, el que fue llamado “Operación siglo XX”. Mientras regresaba de su parcela ubicada en el Melocotón, comuna del Cajón del Maipo. Este hecho provocó una división aguda dentro de los Movimientos Populares, ya que como dijimos con anterioridad algunos buscaban pactar con el régimen militar, y otra parte buscaba una salida por la acción revolucionaria. Ya en 1987, los partidos políticos negocian con el régimen militar desarrollar elecciones para reinstalar la democracia, lo que significó que “(…) los negociadores debieron aceptar al inicio las condiciones impuestas por los militares en un momento de poder des balanceado, en el cual además el objetivo principal era asegurar el retiro a los cuarteles”.76 En realidad, al contemplar en perspectiva el proceso de Transición en pleno 2019, no resultaron tan incomodas esas condiciones impuestas para los demócratas renovados, “en la medida de lo posible.” 74 Manzano, Cristopher. La Asamblea de la Civilidad Movilización social contra la dictadura en los 80. Londres 38, 2014. Pág. 103 75 Manzano, Cristopher. La Asamblea de la Civilidad Movilización social contra la dictadura en los 80. Londres 38, 2014. Pág. 104 76 Moulian, Tomás. Limitaciones de la transición a la democracia en Chile. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Proposiciones, Santiago, Chile. 1994. Pág. 26 32 Durante la década de los noventa, como continuidad al llamado “boom habitacional”, producto de la liberalización del Estado, se lleva a cabo el desmembramiento de los sindicatos, la atomización de los pobladores y, el fomento de la inversión privada en la industria inmobiliaria, justificándose macroeconómicamente. El Estado, a través del Serviu salvaguardó “(…) el interés de grandes empresas en la producción de viviendas sociales, redujo la exigencia en las especificaciones técnicas, (…) y relajaron sus estándares de calidad.”77 Los cambios radicales en las condiciones materiales de existencia siguen surtiendo hasta hoy, sus efectos. Entre estos, es importante un hito significativo, tratase de la política de Estado denominada: “Operación Sitio”. A través de ésta, además de renombrar a numerosas poblaciones, se erradican violentamente tomas y campamentos, reconfigurando violentamente la capital y dislocando la memoria popular. Ésta política evidencia, tanto en su práctica como en sus posteriores significancias, el propósito de la dictadura militar y su modelo liberal: borrar la lucha política y la memoria de sus pobladores de raíz. (Imagen 1) (Imagen 1) Fuente: Vivienda social en copropiedad: memoria de tipologías en condominios sociales. Secretaría ejecutiva desarrollo de barrios Minvu, 2014. 77 Mlynarz, Matias. (Re) Habilitación del Conjunto de Viviendas Sociales Marta Brunet en la Comuna de Puente Alto. Universidad de Chile Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Santiago, 2006. Pág. 10 33 A través de este programa, la población “Hernán del Canto” 78 pasa a llamarse población “Bernardo O’Higgins”, la “Puro Chile”: “Los Jazmines”. Así mismo, “Los Copihues” se nombra a la población “Ché Guevara”, la “Cañamera” se convierte en “Santa Elvira”; la “Claudio Pávez”79 en “Villa Hermosa”, y la “Luis Recabarren”, en “Vista Hermosa”. Sin embargo, las políticas liberales estatales irían más lejos. Entre estas políticas se establece el precio de “(…) la renta futura sobre suelos de alto interés inmobiliario, especialmente sobre las áreas centrales de la capital chilena; y, el control político sobre las poblaciones alzadas como oposición territorial al régimen militar; como consecuencia, se producirán las protestas de 1983, que finalmente acabarían facilitando a la dictadura el definitivo énfasis hacia el fortalecimiento de la propiedad (privada) y el consumo urbanos como dispositivos de control.”80 El paso de dictadura a democracia se consagra por medio de las elecciones, las cuales apoyadas “(…) sobre los poderes fácticos de las Fuerzas Armadas y sobre una derecha que defiende esos privilegios “proteccionistas”.”81 Se llega hacia el proceso transitorio, en los años noventa, donde los gobiernos denominados “democráticos”, continuaron la “(…) coherencia de los programas existentes (...). Además, se acordó dar continuidad a las líneas de acción del gobierno militar, y complementarlas con el Programa de Vivienda Progresiva.”82 Entre las políticas habitacionales de los gobiernos de la concertación durante la década de 1990, están basadas en la idea de que para poder obtener una vivienda es necesario el ahorro y el crédito hipotecario, asignando al Estado un rol subsidiario, con el fin de disminuir las tomas de terrenos. 78 Hernán del Canto Riquelme fue un cientista político, dirigente sindical del Partido Socialista. Estudiante puentealtino que durante un paro el 26 de Junio de 1970, a la edad de 17 años, fue alcanzado por una bala disparada por un carabinero, siendo asesinado en el lugar. 80 Hidalgo Dattwyler, R., Urbina Terán, P., Alvarado Peterson, V., &Paulsen Bilbao, A. Desplazados y ¿olvidados?: contradicciones respecto de la satisfacción residencial en Bajos de Mena, Puente Alto, Santiago de Chile. Revista INVI, 32(89), 85-110, 2017. Pág. 87 81 Moulian, Tomás. Limitaciones de la transición a la democracia en Chile. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Proposiciones, Santiago, Chile. 1994. Pág. 30 82 Muñoz Parra, Carlos. Vivienda Progresiva, un programa del sector público que se potenció en el hábitat rural chileno. Revista INVI, 22(59), 2009. Pág. 108. 79 34 Como consecuencia de esto, la acumulación capitalista a través de la industria inmobiliaria aumentó significativamente con las nuevas políticas liberales de tasación del suelo, del precio y ubicación de la vivienda y legitimadas por gobiernos democráticos. Además, como repercusión, a nivel nacional, regional y comunal, se produjo un gran aumento en la desigualdad y la segregación. La continuidad, y afán de perfeccionamiento por parte de los gobiernos democráticos, de “(…) la estructura subsidiaria predominante en el Estado hacia las personas, se plasmó en un mercado inmobiliario para los pobres, (…) de esta manera, aparecen conjuntos habitacionales en Puente Alto tales como Bajos de Mena (…)”83 La pauperización de la vida de los pobladores, en favor del interés privado y mercantil, propio de esta sociedad liberal post-dictadura, centrada en “(…) la gestión de una estructura subsidiaria habitacional con aporte fiscal, focalizada en la articulación entre la banca comercial, operadores inmobiliarios y el déficit de viviendas advertido.”84 83 Hidalgo Dattwyler, R., Urbina Terán, P., Alvarado Peterson, V., & Paulsen Bilbao, A. Desplazados y ¿olvidados?: contradicciones respecto de la satisfacción residencial en Bajos de Mena, Puente Alto, Santiago de Chile. Revista INVI, 32(89), 85-110 2017. Pág. 93 84 Ibíd. Pág. 96 35 VI. Fotografías temporales del sentido de la Memoria Histórica del Movimiento de Pobladores en Puente Alto 6.1 Cuatro fotografías temporales El sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto se nos presenta matizado por cuatro fotografías temporales85que a nuestro juicio, lo atraviesan substancialmente; no sólo en tanto ejercicio de rememoración personal de don Leonel, sino que también porque lo comprometen como testigo fiel de su pasado histórico político y colectivo. Las cuatro siguientes fotografías temporales remiten cada una, a una dimensión o un momento que, desde el relato y el análisis bibliográfico, dan cuerpo y forma, estructura y esqueleto al sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto. La primera de estas capturas, enfoca su lente memorial en el proceso de industrialización durante la primera mitad del siglo XX en Puente Alto; la segunda nos muestra el proceso de poblamiento en Puente Alto; mientras que la tercera fotografía nos retrata los tiempos de dictadura, esta fotografía temporal es la que posibilita más espesura reflexiva en torno a la relación entre el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores en Puente Alto y el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. Finalizando este capítulo, la última fotografía temporal nos muestra una panorámica rememorante del proceso de Transición y de la actualidad democrática. 85 Identificamos como fotografías temporales a cuatro lecturas o miradas, respecto a cuatro dimensiones o momentos significativos en el relato rememorante de don Leonel. A cada uno de estos momentos, el proceso industrializador de principios de siglo veinte en Puente Alto por ejemplo, le corresponde una fotografía temporal, como retrato panorámico de un presente que busca en sí mismo su pasado, no sólo reconstruirlo, sino revivirlo, eso es hacer una fotografía temporal. 36 6.1.1. Industrialización en Puente Alto. Primera fotografía temporal Esta primera fotografía temporal nos presenta al Puente Alto de la primera mitad del siglo XX, con sus suelos campesinos siendo progresivamente plantados de nuevas fábricas e industrias, que crecen transformando de manera vertiginosa este otrora pueblo apartado de Santiago. Con cada fábrica, afloran también distintas poblaciones de obreros que vuelven cada vez más poblado este retrato temporal en el cual aún perviven rasgos de la sociedad pre-industrial, mixturados con la nueva realidad fabril. “Los que trabajaban ahí no más podían transitar por la fábrica, por esas calles quiero decir, las calles donde ellos vivían, así que vivían muy encerrado… era como un feudo, por eso le digo yo, era como un gueto.” Los obreros son incorporados a la industria naciente, no obstante, sólo como mano de obra bruta, es decir, “(…) sin ser verdaderos sujetos de derecho (…).” 86 El poder de decisión del obrero respecto a las condiciones de vida en este período es nulo, la disputa por el poder del Estado se encuentra básicamente en su totalidad, al interior de la misma clase dominante, con la pugna entre conservadores y liberales87. Por ello situamos nuestro foco en la floración del industrialismo, ya que este es un sistema económico, político y social que se expande a nivel mundial, y Chile no es más que colonia. Este proceso industrial provocó importantes transformaciones en las urbes, donde una de las principales, fue “(…) el consiguiente aumento de la densidad de la población”88, lo que intensificó el problema de la vivienda, masificándose durante el siglo XX. 86 Para 1840, los jóvenes desempleados no tenían reales opciones: “Los jornaleros recibían un salario “de preso”;(…) calculado para que comieran una vez al día. Los reclutas, lo mismo que los servicios domésticos, (…)” Salazar, Gabriel. Labradores peones y proletarios. Santiago. LOM, 2000. Pág. 155 87 El conflicto es resuelto por “(…) los distintos bandos que se disputan el poder hasta su término con la restauración de Lircay en 1829.”Barría, Jorge. El Movimiento Obrero en Chile síntesis histórica-social. 1971, TRIGONO. Pág. 11 88 Bustos, Mónica. Salfate, Mirko. Vivienda social en copropiedad: memoria de tipologías en condominios sociales. Secretaría ejecutiva desarrollo de barrios Minvu, 2014.Pág. 27 37 La invención del salitre sintético en Alemania durante el período de entreguerras, traerá consigo el derrumbe de la economía chilena, la cual estaba basada en las exportaciones salitreras y produciéndose así un gran movimiento migratorio obrero, provocando como consecuencias: Primero: la intensificación copiosa de movilidad de poblaciones rurales y mineras desempleadas hacia las ciudades urbanas (hacia Iquique, Valparaíso, Santiago, principalmente)89. o Las masas que llegaban desde el norte, se sumaron a santiaguinos que, al verse afectados por la crisis perdían sus viviendas, y llegaban generalmente a cités y conventillos, impedidos “…de pagar el arriendo de sus casas, al cuarto del conventillo, a las piezas del cité. (La cantidad de cesantes sin vivienda aumentó radicalmente y la necesidad apremiante de organizarse se hizo más latente) Los albergues no fueron suficientes, en Santiago alojaron sólo a una parte muy reducida de los cesantes sin casa (…) los albergues santiaguinos fueron alojamiento de alrededor de 6000 personas mensuales (…) Con todo, (constituye esto) la pre-historia de las “poblaciones callampas””90 o Por su parte, a aquellos trabajadores que vienen del campo a la ciudad, y a los que no les alcanzaba para pagar un arriendo, la toma de terrenos, se vuelve la solución más práctica al problema de la vivienda. “Constantemente emigran a las obras públicas, a las minas y a los sitios de trabajo, campesinos y artesanos empobrecidos en busca de mejores salarios, aumentando el número de obreros en el país.”91 89 Los “(…) cesantes salitreros al carecer de ingresos no tenían la posibilidad de arrendar algún cuarto, pieza u otro lugar, quedándoles como única opción levantar “mejoras” en espacios vacíos de la periferia urbana.”Gómez Leyton, Juan Carlos. Las poblaciones callampas: una exrpresión de la lucha social de los pobres, Santiago, 1930-1960. Santiago. FLACSO, 1994. Pág. 9 90 Ibíd. 91 Arias Escobedo, Osvaldo. La Prensa Obrera en Chile. Convenio CUT-U Universidad de Chile Chillan, 1970. Pág. 178 38 Segundo: el giro en la orientación del mercado interno del país hacia la industrialización privada, “(…) un número creciente de “trabajadores ordinarios” (esto es, peones) se incorporó al sector industrial (…) De allí surgiría el típico “obrero” del siglo XX.”92. o Los obreros industriales, aquellos que tienen parte de la fuerza de trabajo incorporada en un sector formal de la economía, pero a los cuales el salario no les alcanza para satisfacer las necesidades básicas tales como ropa, comida y vivienda. Se trataba básicamente de obreros que trabajaban en la aún naciente industria, y que por las paupérrimas condiciones de trabajo, y los bajos salarios, no les era posible sustentar a su familia y una vivienda del mercado inmobiliario, por lo que una toma de terreno era lo más factible. Los campesinos y peones peregrinos asentados en las periferias de Santiago del XIX93, habitaban en la precariedad propia del desterrado, y subsistían en “(…) rucas y ranchos construidos de materiales de desechos y ubicadas en torno o cerca de basurales”94, sobreviviendo en aquellas condiciones deplorables, principalmente en los bordes de las urbes capitalistas. En los ranchos por su carente constitución, pero principalmente por su ubicación contribuyeron a la intensificación de la propagación de enfermedades, pestes y epidemias. Las migraciones internas en el país también aumentaron considerablemente, donde los grandes desplazamientos de pobres “sin-tierras”, los cuales se trasladaban en búsqueda de trabajo hacia las principales ciudades y que, al no poseer lo suficiente para una vivienda, se asentaban en las afueras del centro urbano, político, jurídico, -y más 92 Salazar, Gabriel. Labradores, peones y proletarios. LOM, 2000. Pág. 151 Ya “…hacia 1860 los inquilinos estuvieron asentados de un modo disperso, lejos de las casas patronales, situación que nunca había ocurrido con los “empleados”. Peor aún: se había institucionalizado “el lanzamiento” de inquilinos (…) Y así fue que los arrendatarios comenzaron a ser expulsados sin notificación, y sus ranchos incendiados.” Salazar, Gabriel. Labradores, peones y proletarios. 2000, LOM. Pág. 155 94 Armando de Ramón. Patricio Gross. Santiago de Chile: características históricas ambientales, 18911924. Nueva Historia, 1985. Pág. 82 93 39 importantemente- a las afueras del centro económico de la ciudad. Formando de esta manera lo que constituyó posteriormente, el génesis de las posteriores “poblaciones callampas”. Los obreros vivían en cuartos redondos, además surgen los conventillos, con la rápida floración de la clase trabajadora recientemente instalada, este tipo de vivienda surge, a saber, por medio del “(…) proceso (que) tiene lugar a partir del abandono por parte de los grupos aristocráticos de esas localizaciones, quienes posteriormente, y con un bajo nivel de inversión, reacondicionan aquellas viviendas para obtener beneficios económicos”.95 Los oligarcas de la época abandonan la capital. (Ver imagen 2) (Imagen 2) Fuente: Vivienda social en copropiedad: memoria de tipologías en condominios sociales. Secretaría ejecutiva desarrollo de barrios Minvu, 2014. El movimiento minero obrero politizado, encabeza la lucha reivindicatoria, con las primeras huelgas antes de llegar siglo XX. Nace un movimiento social que es capaz de luchar compuestos por; esos negros, mestizos, indígenas y pobre, que posteriormente serán llamado obreros, posibilitaran en un tiempo más la aparición del movimiento de pobladores. 95 Hidalgo, Rodrigo. Vivienda social y espacio urbano en Santiago de Chile. Una mirada retrospectiva a la acción del Estado en las primeras décadas del siglo XX. Revista eure, Mayo 2002 (Vol. XXVIII, Nº 83). Pág. 85 40 Puente Alto, también estaba envuelto en estos cambios, mediante de la inauguración de complejos industriales, además de su delimitación, que llevarán en1898 a establecer sus comunas vecinas. Hacia el este, San José de Maipo96; hacia el sur, la comuna agrícola campesina de Pirque; hacia el norte, La Florida, comuna que también se dedicaba a la agricultura y finalmente hacia al Oeste, la comuna de La Granja, que para ese entonces limitaba con el fundo agricultor La Pintana. Desde la conquista española hasta fines del siglo XIX, en Puente Alto rigió un sistema de carácter feudal, constituido básicamente por grandes haciendas, cuyos propietarios eran terratenientes herederos de conquistadores97. Ya a comienzos de siglo XX, Puente Alto no estuvo ajeno al proceso de industrialización, debido a su cercanía con Santiago: “el desarrollo del trasporte aseguraba cierta conectividad indispensable para los negocios. La primera fábrica, fue la Compañía Textil Victoria de Puente Alto, fundada el 8 de agosto de 1894.”98 Otra característica de la industrialización en Puente Alto fue “la construcción de la vía férrea llamada “tracción eléctrica” del río Maipo absorbía hacía el año 1900, a cuatrocientos obreros, algo similar a lo ocurrido con la producción minera de la zona de San José de Maipo, por lo general, este grupo de población flotante terminaba instalándose en zonas aledañas a los núcleos urbanos.” 99 El ferrocarril Santiago- Puente Alto fue el principal ducto de conectividad comercial y urbana. Para 1900, surge La Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC), con la construcción de la fábrica “Victoria”, “propiedad del ingeniero alemán Germán Ebbinghaus (…) destinada a la producción de cartón y papel envolvente.”100 Dieciocho años después, Luis Matte Larraín funda “la Fábrica de Cartón Maipo, tras abandonar sus planes de instalar en Chile una industria azucarera”.101 En 1920, Luis Matte 96 Fundada el 16 julio de 1792, por Ambrosio O’Higgins. Este proceso está desarrollado en la primera parte del presente contexto histórico: Sujetos históricos en Chile (1500 al 1800). 98 Gálvez del Valle, Sabina. Puente Alto Siglo XX Retrospectiva Fotográfica 1892 • 2002. Santiago: Dirección de Desarrollo Comunitario / DIDECO, Municipalidad de Puente Alto, 2008. Pág. 16 99 Ibíd. 100 Departamento de Cultura, Municipalidad de Puente Alto. Guía de Hitos Patrimoniales; Comuna de Puente Alto. 2014. Pág. 25 101 Ibíd. 97 41 Larraín y Germán Ebbinghaus fusionan sus empresas y se da inicio la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones. Obreros de la CMPC, 1930. Fuente: Guía de hitos patrimoniales: comuna de Puente Alto. Departamento de Cultura de Puente Alto. El sentido de la memoria histórica respecto al proceso de industrialización en Puente Alto se nos presenta además, constituido por recuerdos que fruncen el ceño en señal de dolor, (…) yo entré el año cincuentaicuatro, cincuenta y cinco prácticamente lo estuve en el hospital…al rememorar los altos riesgos e incontables accidentes que sufrían los obreros de la primera mitad del siglo XX, y en la frustración que debieron sentir muchos otros obreros como don Leonel, al no poder continuar los estudios. Aquí se muestra una especial marca en el sentido de la memoria histórica de don Leonel, especialmente ligada a la experiencia al interior de la CMPC que expresa la intima relación entre el industrialismo y el menoscabo de la integridad de los obreros. “(…) me acuerdo que casi mato a un caballero una vez que, a uno de los trabajadores porque la cadena, iba en una parte alta, ahí tenía que ir picaneando los troncos para que no se pegaran en la cadena, no se enredaran, y en una tiro con tal fuerza y sale el tronco y cae abajo ahí, casi que… iban pasando tres obreros pero, por poquito…” 42 Al transcurso del corto tiempo del funcionamiento de la Papelera, surgen de su alero poblaciones de obreros organizados, principalmente en sindicatos. Tal es el caso de las poblaciones Granja y Papelera, allí “(…) suman 6.000 personas sindicalizadas, lo que confirma las apreciaciones que damos (…) en cuanto a la importancia de la zona en los que a industria y trabajo se refiere.”102 Ya para los años cincuenta, en Puente Alto aparecen variadas poblaciones 103, “(…) una población superior a 12.422 hab. (Censo 1930), en su mayoría obreros industriales.”104 La población Papelera se funda en Octubre del 33 y estaba “(…) compuesta por 262 casas de un piso, de cemento. De 1 hasta 4 habitaciones. (…) una amplia cocina, (…) comedor, un baño con lavatorio, taza y ducha fría, (…) pequeños huertos y jardines. En los huertos todos los operarios tienen plantadas las verduras de uso casero y cultivan muchas flores.”105 Esta población estaba habitada principalmente por obreros sindicalizados, organizados sobre una base, por un lado reformista, “(…) la única huelga que recuerdan los obreros fue en el año 1968 y su finalidad era buscar mejoras salariales; (y por otro;) burguesa, porque la creación del Sindicato fue llevada a cabo por el dueño y fundador de la compañía, Luis Matte Larraín.”106 Las principales poblaciones que surgen de mano de la industria en Puente Alto de los años cuarenta son la población “Granjas” y “Papelera”. Ambas surgen basadas en un modelo más modernizado y funcional, estaban situadas “(…) a más o menos 6 kilómetros de la fábrica, poseía locomoción propia. La formaban 250 casas, cada una de 3 piezas, con un sitio de 1.000 metros cuadrados, que los operarios cultivaban 102 Montaldo, Caupolicán. Itinerario Maipino. Crónica de la Villa de Puente Alto y del Cajón del Maipo. Santiago: Ilustraciones, 1942. Pág. 46 103 San Pedro, Vicente Pérez Rosales, Santa Marta, Pedro Aguirre Cerda, Población Militar, Volcanita, Esfuerzo, Papelera, La Granja, La Nueva Esperanza, 29 de Septiembre, Viñas Unidas, Maipo y Luis Matte 104 Woscoboinik, Betty. Inquilinaje en el medio rural de Puente Alto: estudio económico-social. Memoria Casa de Socorros, Impresos Leblanc, 1941. En Gálvez del Valle, Sabina. Puente Alto Siglo XX Retrospectiva Fotográfica 1892 • 2002. Santiago: Dirección de Desarrollo Comunitario / DIDECO, Municipalidad de Puente Alto, 2008. Pág. 51 105 Miranda, Natalia. El Capital y su repercusión en la Geografía Urbana (El caso de la CMPC en Puente Alto 1970-1973). Santiago: Universidad de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades Departamento de Ciencias Históricas, 2017. Pág. 51 106 Ibíd. Pág. 62 43 sembrando legumbres, verduras y árboles frutales otorgados por la compañía, junto con un gallinero (…)”107 El carácter de privilegiado del obrero de estas nuevas poblaciones, como por ejemplo, la de Granjas, que “se distingue de las demás poblaciones construidas por la empresa, puesto que, tenían la mayoría de los servicios que necesitaban a diario los obreros, es decir, el sector está construido para generar una rutina alejada de vicios, como el alcohol.”108 Además, tenían acceso a viviendas que excedían los metros cuadrados del subsidio estatal. La población Papelera constituye para Puente Alto el motor del progreso económico, urbanístico, conformando, diseccionando y delimitando, las condiciones materiales de los trabajadores, especialmente, la espacialidad del terreno en el cual vivían, para la época, “(…) En cuanto a la población que se dedica a la industria de manufactura en Puente Alto, existen 51 patrones, 85 empleados, 1.131 obreros. Y, conjunto al crecimiento urbanístico, se daba lugar a diversas organizaciones: sindicatos, clubes sociales y deportivos, Bomberos, Cruz Roja, etc.”109 En este sentido, (….) se elaboró un plan que consideraba cuatro zonas industriales de acuerdo a su peligrosidad y molestia para la población, es así como en las zonas periféricas se ubicaron aquellas de mayor impacto ambiental110. La explosión demográfica urbanizadora es evidente, para 1940 la población de Puente Alto ascendía a 10.145 habitantes, en tan solo veinte años, ésta se duplica111. A principios de los cuarenta, el proceso de industrialización se intensifica, y con éste, el proceso de modernización de las condiciones materiales de existencia, y de reproducción de ésta. En 1942, por ejemplo, al Oeste de Puente Alto “(…) la Caja de la 107 Miranda, Natalia. El Capital y su repercusión en la Geografía Urbana (El caso de la CMPC en Puente Alto 1970-1973). Santiago: Universidad de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades Departamento de Ciencias Históricas, 2017. Pág. 52 108 Ibíd. Pág. 53 109 Gálvez del Valle, Sabina. Puente Alto Siglo XX Retrospectiva Fotográfica 1892 • 2002. Santiago: Dirección de Desarrollo Comunitario / DIDECO, Municipalidad de Puente Alto, 2008. Pág. 53 110 Ibíd. Pág. 83 111 Según información recolectada del Censo Población de 1960, para dicho año, en Puente Alto existían 23.557 habitantes. Es importante señalar aquí que para 1960, el44,2% de los habitantes (1.055.087) correspondía a obreros, un 20,4% a empleados (488.056), mientras que apenas un 1,4% (32.842) correspondía a patrones. 44 Habitación Popular adquirió los títulos de dominio del fundo La Pintana, que en el pasado había pertenecido al presidente Aníbal Pinto, para ensayar allí la instalación de los primeros Huertos Obreros y Familiares del país, conforme a la ley número 6.815 de 1941.”112 Durante este período Puente Alto, contrasta con Santiago, puesto que mientras en la comuna pre-cordillerana el capital privado se hacía cargo de la construcción de viviendas de los trabajadores, en la capital la habitabilidad se volvía un problema para el Estado. El problema habitacional en Santiago, tuvo solución por parte de las familias obreras sin techo, en las tomas de terreno, originando así las posteriormente conocidas como “poblaciones callampas”113. Como respuesta arbitraria, el Estado “(…) estableció la “Fundación de Viviendas de Emergencia”. La cual inició un proceso de erradicación de las poblaciones callampas a poblaciones de emergencia y a sitios semiurbanizados”.114 En el período de 1938-1952, en que el Estado chileno“(…) favorecía la producción nacional y el consumo interno (…) La comuna de Puente Alto, vive un rápido proceso de expansión urbana derivado de la mayor oferta laboral generada de la instalación de una serie de industrias”115 Se lleva a cabo un proceso caracterizado por la creciente conectividad comercial, y el levantamiento de poblaciones. El industrialismo en Puente Alto, trae consigo un factor muy valioso para los movimientos populares del siglo XX; el sindicalismo, que si bien representaba una realidad evidente para gran parte de la sociedad chilena, en esta comuna cobra un sentido distinto al que tuvo en el resto de los sectores movilizados en Santiago. Sin embargo, su vínculo con el problema de la vivienda, lo relaciona estrechamente con el 112 Gurovich, Weisman. La Pintana: la ciudad Interminable. Revista INVI, 5(9), 1990. Pág. 11 La mayoría había sido en “acción directa”, por aquellos sujetos populares sin casa. En el año 1952 se realizó el primer Censo de Poblaciones Callampas el cual identifico a 41 poblaciones en todo Santiago. 114 Gómez Leyton, Juan Carlos. Las poblaciones callampas: una exrpresión de la lucha social de los pobres, Santiago, 1930-1960. Santiago: FLACSO, 1994. Pág 34 115 Gálvez del Valle, Sabina. Puente Alto Siglo XX Retrospectiva Fotográfica 1892 • 2002. Santiago: Dirección de Desarrollo Comunitario / DIDECO, Municipalidad de Puente Alto, 2008. Pág. 51 113 45 movimiento de pobladores en Puente Alto, más específicamente, con el proceso de poblamiento en Puente Alto, nuestra segunda fotografía temporal. 6.1.2. El proceso de poblamiento en Puente Alto desde 1960. Segunda fotografía temporal La segunda fotografía temporal con la que nos encontramos, es aquella que nos retrata el proceso de poblamiento que se da a partir de la década de los sesenta en Puente Alto; y es que el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto, a través de don Leonel nos señala ésta década como el escenario de poblamiento más notorio, “(…) el poblamiento, ya empezó más rápido porque quisieron hacer de Puente Alto lo mismo que había sido la Gran Avenida, que la Gran Avenida en cinco años se pobló entre Santiago y San Bernardo, antes del sesenta. Entonces era como una competencia fuerte.” Este proceso está situado en un contexto de gran politización de la sociedad chilena. Pero esta politización que se vivía en el país no sólo se sustentaba en la militancia de la población en los partidos políticos de la época. Don Leonel también se unió a un partido político, el “Partido Demócrata Cristiano el año 1963, trabajé en la campaña de Eduardo Frei, lo sacamos el año 64”. Sin embargo, la politización se expresaba también en distintas organizaciones de pobladores, las numerosas juntas de vecinos, centros de madres, clubes deportivos, y en otros organismos comunitarios que surgieron de las experiencias de lucha contenidas en la memoria histórica de los antiguos migrantes de principios de siglo XX, ya instalados en las periferias de las grandes urbes. En Puente Alto, Gran parte de los habitantes que poblaban la comuna eran trabajadores de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC). Éstos obtuvieron acceso a la vivienda gracias a la política de vivienda del sindicato de la empresa, que consistía en facilitar una casa a sus obreros y cobrándole a modo de descuento salarial, el respectivo dividendo. 46 Para finales de los años sesenta, durante el preludio de la llegada de la Unidad Popular al gobierno, el sindicato único de La Papelera realiza la segunda huelga 116 de trabajadores en el año 1968. Entre las demandas que planteaban los obreros, se exigía “(…) que las casas de La Papelera se entregaran a los trabajadores porque, claro, era un sueño vivir en las casas de uno (…) También la huelga obligaba a la empresa a contratar a esa persona que estaba por contratista de planta porque había mucho abuso (…) la huelga duró cuarenta días.” Posterior a la huelga, se produjo un quiebre dentro del sindicato, “se crearon varios sindicatos nuevos, antes, cuando yo ingresé, había un sindicato de empleados, pero debido a que siempre los empleados que ganaban la directiva del sindicato eran de la parte de producción, (…) entré la parte administrativa y los administrativos formamos otro sindicato, y los técnico formaron otro sindicato, entonces ahí ya el sindicato de empleados fue, bajó de nivel”. La división dentro del sindicato posterior a la segunda huelga, se produjo por un quiebre interno, lo que ocasionó la aparición de más de un sindicato dentro de la CMPC. De igual modo, todos los trabajadores de La Papelera recibieron algunas facilidades por parte de la empresa, como por ejemplo cada “(…) dos meses una gratificación que era otro sueldo, así que un mes teníamos un sueldo y al otro mes teníamos dos sueldos, así que eran cosas muy buenas, teníamos también derecho al confort (papel higiénico), nos daban una caja de confort de noventaiséis rollos por mes. Con la llegada de la Unidad Popular al gobierno, los diferentes sindicatos estaba unidos en que no se llevara a cabo la estatización de la empresa; “cuando llegó el gobierno de Allende (…) intentó expropiar la empresa, ahí realmente hubo un movimiento que decía “La Papelera no”, transversal a todos los sindicatos, de todas maneras.” Sin embargo, existen antecedentes que señalan que si hubo trabajadores que buscaban la estatización de la empresa. En una investigación realizada por Natalia Miranda, titulada El Capital y su repercusión en la Geografía Urbana (El caso de la CMPC en Puente Alto 1970-1973), se dispone un relato de un trabajador de la época que si quería 116 La primera huelga dentro de la CMPC, se desarrolló 1939. 47 estatizar La Papelera, con lo que se comprueba que efectivamente “(…) si existían muchos obreros que estaban de acuerdo en estatizar la compañía y que además eran militantes de izquierda, como lo fue Nahuelhual integrante del MAPU”.117 Pese a esta postura de algunos obreros, la decisión por parte de la mayoría de los trabajadores de la empresa, era de no ser parte de la estatización. Decisión que constituye una radical diferencia de las acciones que estaba tomando el Movimiento Popular de masas de expropiar las grandes industrias en el marco de nacionalización de los recursos de la nación. Los pobladores que pertenecían a la CMPC en Puente Alto, no tenían el espíritu de confrontación frente al modo de producción capitalista. El punto que le atribuimos al que gran parte de los sindicatos no adscribieran la estatización de la Papelera, es que el sindicato había sido fundado en 1925, por su propietario. Además, estaba constituido, por un lado: por un carácter reformista, es decir, buscaba realizar ciertos cambios, nunca estructurales, dentro del mismo sistema económico; y por otro, por un patente paternalismo, donde las figuras predominantes eran la de “obrero-niño”, “patrón-padre”118. Esta doble articulación presente en el sindicato papelero, la de reformismo y paternalismo, perseguía “(…) controlar las expresiones más negativas de sociabilidad obrera que minaban –a ojos de la empresa– el normal desarrollo de la vida laboral, a saber, consumo de alcohol, juegos y espacios citadinos de juerga, que incidían en la asistencia al trabajo y, por tanto, en la productividad.”119 El sindicato fue fundado sobre las siguientes bases: “- Luchar abiertamente por contrarrestar todos los vicios. 117 Miranda, Natalia. El Capital y su repercusión en la Geografía Urbana (El caso de la CMPC en Puente Alto 1970-1973). Santiago: Universidad de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades Departamento de Ciencias Históricas, 2017. Pág. 82. 118 En un primer mo|mento, los dueños de las fábricas generaban un vínculo directo con los trabajadores; después, “(…) tenemos una segunda etapa del Paternalismo Industrial más institucionalizada, donde las mismas empresas crean aparatos paternalistas: (…) en CMPCC se reflejó en la figura de las visitadoras sociales de la empresa.” Miranda, Natalia. El Capital y su repercusión en la Geografía Urbana (El caso de la CMPC en Puente Alto 1970-1973). Santiago: Universidad de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades Departamento de Ciencias Históricas, 2017. Pág. 67 119 La distinción en negrita es nuestra. 48 (…) hacer cumplir todas las leyes de carácter social existentes en Chile, propiciará las reformas que sean necesarias para llegar algún día a darle solución a la cuestión social y por este medio poner en armonía el capital y el trabajo. Todos los miembros de este Sindicato lucharán con todo empeño para mantener una férrea disciplina en las filas de su organización.”120 El sindicato papelero no fue el único que se opuso a las políticas estatizadoras de la UP en la comuna, junto a éste, se situaron también el Sindicato Gremialista y el Sindicato de Empleados Administrativos de Puente Alto. Mientras a nivel nacional y regional se llevaba a cabo un creciente “(…) empoderamiento de la clase trabajadora, con la toma de fundos, empresas y la conformación de los Cordones Industriales, (como por ejemplo los Cordones, Vicuña Mackenna, Cerrillos Maipú), la mayoría de los obreros de Puente Alto (…) apoyaron la postura de sus patrones de no estatizar.”121 6.1.3. Tiempos de dictadura. Tercera fotografía temporal Los efectos de la dictadura militar en 1973, significaron inmensos cambios respecto a la estructura política, social, económica tanto en Puente Alto como en todo el país, a través de la violencia de Estado. “Estado de sitio así, y había prohibiciones de hacer reuniones, una serie de prohibiciones que se dieron, entonces uno tenía que andar con mucho cuidado”. El régimen militar intervino la empresa e impuso sus reglas dentro de la CMPC, la estructura interna de la empresa cambio radicalmente desde los porteros hasta, “el encargado de personal era un milico, el general Labbé, que buscaba como hacerse el simpático con la gente.” 120 Miranda, Natalia. El Capital y su repercusión en la Geografía Urbana (El caso de la CMPC en Puente Alto 1970-1973). Santiago: Universidad de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades Departamento de Ciencias Históricas, 2017. Pág. 61 121 Miranda, Natalia. El Capital y su repercusión en la Geografía Urbana (El caso de la CMPC en Puente Alto 1970-1973). Santiago: Universidad de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades Departamento de Ciencias Históricas, 2017. Pág. 75 49 Los militares no se quedaron dentro de la empresa por mucho tiempo, pero se mantuvieron su rol de guardines quedándose a las a fueras de la empresa, mediante la portaría donde los militares tenían “adentro sus adláteres porque si se creó un cuerpo de guardia de seguridad, y esos sí estaban preparados por los milicos” Los sindicatos se sometieron a las reglas y acatándolas “a lo que decía el gobierno de turno, no podía haber huelgas”. La regalías económicas también cambiaron “no hubieron reajustes para todos, sino que hubieron reajustes para los altos mandos no más, los altos mandos se dieron tremendos reajustes y nosotros esperando, (…) al final fueron cinco años que estuvimos sin reajuste, y las cosas subiendo.” Dentro de los hechos de extrema violencia por parte del Estado, existe un hecho que les afectó a trabajadores de la CMPC. En la sucursal ubicada en el Biobío, obreros de esta empresa fueron secuestrados y acribillados por carabineros de la comisaría de El Laja: “19 trabajadores fueron ejecutados en la madrugada del 18 de septiembre de 1973”122. De acuerdo a lo recopilado “se habría logrado ubicar el sitio en el que carabineros de la comisaría de Laja acribillaron con rifles, carabinas y pistolas a funcionarios de la CMPC, de otras empresas y campesinos de la zona, cuyos cuerpos fueron inhumados en una fosa excavada en el mismo lugar y desde la cual, posteriormente, fueron exhumados.”123 El estado de sitio en el que se encontraba el país, imposibilitó cualquier tipo de reunión, lo que produjo que trabajadores, pobladores y creyentes se encontraran en la iglesia de las poblaciones. Nace aquí una nueva posibilidad de encuentro de articulación política que posibilitó que fuera un lugar para “defendernos un poco de la presión que sentíamos por lo que el gobierno hacía, porque estando en la iglesia sentíamos una tranquilidad, sentíamos una posibilidad de estar mejor, y empezamos a unirnos más entre vecinos, las mismas personas que participábamos empezábamos a ver que es posible, ya que estaban prohibidas todas las reuniones, sin embargo en la iglesia se permitía todavía, y eso nos permitió desahogarnos, y eso nos hizo mucho bien de ahí que, bueno yo me quedé en la iglesia”. 122 Observatorio de Justicia Transicional Universidad Diego Portales, Santiago de Chile Boletín informativo Nº 29, marzo y abril 2015. Pág. 25 123 Ibíd. Pág. 32 50 Ya en 1984, cuando el estado desarrollaba su política de erradicación de campamentos, la Coordinadora de Allegados de Puente Alto, realiza uno de los hechos más importantes para el Movimiento de Pobladores de la comuna: la toma de terreno en el fundo San Luis. Este hecho se enmarca en una férrea resistencia por parte de pobladores, trabajadores, estudiantes en contra del régimen militar. En esa misma época, la dictadura sigue aterrorizando a la población del país, la que temía por su integridad física. El relato de don Leonel, se cruza con este sentimiento de miedo hacia el régimen militar: “yo evité movilizarme mucho porque como estaba a cargo de un hogar con tres chiquillos, y mi señora (…) yo no podía estar muy en la onda con eso, pero de todas maneras, sí participaba en las jornadas de oración para que esa situación se mejorara.” Mientras el Estado puso en marcha la erradicación de campamentos hacia las periferias, desde las periferias también ocurrían hechos de resistencia de parte de los pobladora, la Coordinadora de Allegados de Puente Alto, realizó “(…) un 28 de septiembre de 1984, a las 9 de la mañana, ochenta familias se dirigieron al Fundo San Luis para instalar sus pertenencias y formar el Campamento Padre André Jarlan, en memoria del párroco muerto en la protesta del 4 de septiembre en la población La Victoria.”124 (Anexo Fotografías de la toma de Kena Lorenzini) Fueron desalojados a la hora violentamente por carabineros, pero los pobladores volvieron a la noche para volver a tomarse el terreno multiplicados por 400 familias. “La resistencia con bombas molotov y piedras por parte de los participantes en la toma. El apoyo de los vecinos permitió rechazar a las fuerzas policiales por tres veces consecutivas.”125 Estos hechos provocaron en el asesinato del dirigente Julio Valencia, según las fuentes las fuentes oficiales se estable que por parte de carabineros con un arma blanca al desalojar la toma de terreno en Puente Alto, “después del desalojo del terreno, en la noche, efectivos de carabineros persiguieron a participantes en la toma. Añadió el 124 Reyes, Jaime. Partido Comunista de Chile y las tomas de terreno bajo dictadura: los “combates” por la vivienda, 1980-1984. Departamento de Historia Universidad de Santiago de Chile, Revista de Historia Social y de las Mentalidades Volumen 18, Nº 1, 2014. Pág. 197 125 Ibíd. 51 testigo: "vi cuando uno de los carabineros tomó una piedra (...) y se la lanzó, el hombre cayó al piso y ahí comenzaron a golpearlo repetidamente y luego se fueron, pero uno de ellos volvió y se acercó con algo en la mano y se lo enterró...".”126(Imagen 4) Sin embargo, existe una fuente no oficial que desestima parte de la versión asegurando que no murió “a manos de los pacos sino a manos de un grupo llamado “Comando Cobra del Ejército”, fue acuchillado con un corvo.” (Imagen 4) La imagen corresponde a “la retoma” pos toma en la que muere Julio Valencia en 1984. Fotografía de Kena Lorenzini Fuente: https://www.flickr.com/photos/pauloslachevsky/23503970603/in/photostream/ Son estas emblemáticas poblaciones la que en los años ochenta, serán los focos férreos de resistencia, ya que la organización fue parte fundamental de su composición territorial y vecinal, de igual manera de resistencia al Estado, el cual quería desalojarlos. Para los años ochenta y en plena dictadura militar, el corte de calles y las barricadas, son formas de manifestar su defensa. 126 Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación Volumen I Tomo 2, 1991. Pág. 298 52 En 1986, con el atentado contra Augusto Pinochet y que marca un quiebre entre el Partido Comunista y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez por la responsabilidad de este hecho, se acentúa la decisión de los partidos de negociar con el régimen para una salida democrática sin violencia, sin huelgas, sin paros, sin pobladores que corten las calles (algo que ya la Democracia Cristiana venía intentando).Entonces, esta negociación dejó que los militares impusieran un “marco legal de un sistema protegido, se genera un resultado previsible: el sistema democrático no produce dinámicas de cambio, sino sólo tendencias a la reproducción de lo existente, mediante cambios adaptativos”127 El conveniente olvido, sumado al miedo, confabularon con el debilitamiento del movimiento de pobladores, más el interés de los partidos políticos por administrar un nuevo sistema económico, dieron aún mayor poder a la Constitución de 1980, la que fundaba en una concepción de la sociedad, como conjunto de individuos ante la posibilidad de consumo creciente. Es por eso, que la vivienda aparece como un bien que se adquiere con el esfuerzo y el ahorro de la familia y es puesta en manos de grandes empresas inmobiliarias privadas. De acá se funda la atomización de los pobladores, y una nueva historia oficial la que recalca “para que nunca más en Chile”. Durante las décadas de los ochenta y noventa, conjuntamente al llamado “boom habitacional”, producto de la liberalización del Estado, se lleva a cabo el debilitamiento del movimiento de pobladores y, el fomento de la inversión privada en la industria inmobiliaria, macroeconómica 6.1.4. El retorno a la democracia y la actualidad. Cuarta fotografía temporal Para llegada a la democracia, el movimiento de pobladores, se encuentra completamente desarticulado mediante un menoscabo de la memoria histórica como capital social y político que conduce a la progresiva alienación de la sociedad, en especial la de los 127 Moulian, Tomás. Limitaciones de la transición a la democracia en Chile. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Proposiciones, Santiago, Chile. 1994. Pág. 28 53 sectores más pobres, que es donde más ha calado la historia oficial del sistema de dominación capitalista liberal. Esta historia oficial opera de múltiples maneras operacionalizando el discurso desde la gubernamentales, y de manera multidisciplinaria, la que ha establecido en sentido de don Leonel , lo expresa en lo que fue el gobierno de la Unidad Popular, concretamente del ex presidente Allende: “Muchos hablan de que el… como mártir de Allende, como un mártir del gobierno de la Unidad Popular que fueron sacrificados, es cierto, recibieron como un castigo enorme, demasiado grande, pero pucha que se portaron mal con los que necesitábamos en ese tiempo, las Juntas de Abastecimientos y Precio eran así, apretados, no lo trataban bien a uno (...)” Desde la aclaración que realiza Mario Garcés respecto al trabajo sobre la memoria histórica en Chile del historiador estadounidense Steve Stern y su propuesta conceptual de las memorias emblemáticas nos posibilita hacer una lectura del sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores respecto al pasado cercano, la experiencia de la UP, y el golpe de Estado. Señala Garcés que una memoria emblemática es “(…) un marco que da cabida y organiza a diversas memorias concretas y sus sentidos. Da un “sentido interpretativo y un criterio de selección a las memorias personales, vividas y medio-sueltas”128. Respecto a la experiencia de vivir en tiempos de la Unidad Popular, don Leonel nos direcciona en un sentido, que no puede ser clasificado, al menos, de manera totalizadora, ni como declarante de una memoria como salvación, es decir, como aquella que identifica el proceso de movilización popular de principios de los setenta como lo desdeñable,“(…) la economía era un desastre, la violencia se volvía peligrosa (…); pero tampoco como de una memoria como una ruptura lacerante no resuelta, es decir, aquella que entiende que (…) el gobierno militar llevó al país a un infierno de muerte y de tortura física y psicológica, sin precedentes en la historia y sin justificación moral, cuyas consecuencias aún no se resuelven.”129 128 Garcés, Mario, Recreando el pasado: Guía metodológica para la memoria y la historia local. Santiago de Chile, 2002. ECO Educación y comunicaciones. Pág. 10. 129 Ibíd. 54 Desde la academia las voces que configuran la historia oficial, son diversas como el sociólogo Eugenio Tironi, quien desconoce las organizaciones políticas que se organizaron y combatieron contra la policía, del Ejercicito, Carabineros, desde las poblaciones, universidades, y calles: “Es que a mediados de los años ochenta no había grupos sociales que pudieran ejercer presión en torno a sus intereses comunes frente al Estado o adversarios sociales, y no se contaba tampoco con los canales de participación institucional pertinentes.”130 Para el economista y Demócrata Cristiano, Edgardo Boeninger, la movilización social no fue capaz de generar alguna alternativa hacia la transición “el mismo autor envió a la DC una carta en la que proponía algunos términos fundamentales para una transición aceptable para las Fuerzas Armadas. Para esto sería necesario conservar la Constitución de 1980 (…)”131 Estas fotografías temporales ponen en tensión la relación entre memoria oficial, y memoria histórica. Así como el mismo sentido de la memoria histórica, en tanto dimensión privilegiada no sólo respecto al pasado, sino a aquel “presente” social que rememora. Estas cuatro fotografías, contempladas las cuatro a la vez, nos presentan una especie de movimiento, de estela132, de la memoria histórica. Éstas nos exigen prescindir de otorgarles un orden de comprensión propiamente historiográfico y cronológico, para así de este modo, capturar aquella bestia de espalda rota y fauces ensangrentadas, que aún es el siglo XX. 130 Tironi, Eugenio. Modernización Y Marginalidad. Ediciones Sur, 1990. Pág. 27 Manzano, Cristopher. La Asamblea de la Civilidad Movilización social contra la dictadura en los 80. Londres 38, 2014. Pág. 14 132 Tomamos esta noción en el estricto sentido de rastro que deja tras de sí, en el agua o en el aire, un cuerpo (en este caso los cuerpos, las fotografías temporales) en movimiento. 131 55 VII.- Conclusiones Acerca del sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto y su relación con el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. De acuerdo a los distintos análisis que realizamos (bibliográfico, social de discurso, audiovisual), todo nos indica que el sentido de la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto se encuentra en una tensión política con el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. Esta tensión es propiamente política, en cuanto el específico carácter político de cada uno de estos movimientos, sus motivaciones y metas, difieren peculiarmente, constituyendo esto una relación conflictual. Revisemos brevemente algunas conclusiones acerca del movimiento de pobladores de Puente Alto primero, y del movimiento de pobladores en tiempos de dictadura después, que demuestran esta especial tirantez. Identificamos a un movimiento de pobladores en Puente Alto, que se caracteriza especialmente porque la construcción y administración de sus viviendas estaba a cargo de la empresa CMPC, esto influyó en el carácter predominantemente reformista en el movimiento de pobladores de Puente Alto. Mientras que el movimiento de pobladores en tiempos de dictadura se caracterizó por un carácter confrontacional y radical en contra del régimen militar, además la disputa ya no se reducía a obtener una vivienda. Esta tensión se vuelve aún más problemática al vislumbrar los orígenes del movimiento de pobladores en tiempos de dictadura. Éstos nos llevan en un viaje desde la década de los ochenta y el contexto resistencial, pasando por la década de los sesenta, decenio clave en el desarrollo del movimiento de pobladores, por constituir un contexto de gran politización de los sectores populares de la sociedad; y llegando a las fuentes de comienzos del siglo XX, el despertar obrero de los años 20-30. Los orígenes del movimiento de pobladores en tiempos de dictadura, los ubicamos en el dinamismo del movimiento obrero del pasado siglo. 56 Se torna más problemática esta tensión, decíamos, dado que los orígenes, la matriz del movimiento de pobladores en tiempos de dictadura están en “contrasentido”, a la postura del movimiento de pobladores de Puente Alto durante el contexto más urgente de polarización de fuerzas políticas: 1972 y el proyecto de estatización de la CMPC. Por un lado, los movimientos populares expresados en su mayoría por el proyecto de la Unidad Popular; y por otro, las clases dominantes, partidos y organizaciones paramilitares de derecha, y el capital trasnacional. Otro factor decisivo de la relación que nos ocupa, es el sentido que cobran en la memoria histórica del movimiento de pobladores de Puente Alto, las erradicaciones de campamentos destinados a Puente Alto durante la década de los ochenta. El sentido declarado en la entrevista a Leonel Díaz respecto a los pobladores erradicados, nos muestra una relación de desagrado, y de desconfianza ante los recién llegados a la comuna. En este sentido podemos afirmar que el carácter de confrontación ante el sistema de dominación, propio del movimiento de pobladores en tiempos de dictadura, actualmente, en los pobladores de Puente Alto se encuentra agotado, extenuado, reducido a la mera disputa de una vivienda. Por ello lo conflictivo de la relación de estos dos movimientos que constituyen dos expresiones distintivas del poblar. Concluyendo, gracias a esta investigación pensamos que los múltiples procesos históricos que constituyen el pasado del movimiento de pobladores, se encuentran sin embargo, preservados de una u otra manera en las memorias históricas de algunos pobladores. Hoy se sigue viviendo en lugares hacinados en nuevos cuartos redondos, (que no tienen nada de nuevo) donde emigrantes y chilenos viven en condiciones precarias, evidenciando la similitud esencial del pasado cercano con lo que llamamos “el presente”. La burguesía, a través de la historia oficial acrecienta la enajenación en la que viven hoy los pobladores de Puente Alto (tal conclusión se nos permitirá a partir de una reflexión 57 en torno las entrevistas), operan dificultando excesivamente el rememorar aquellas luchas colectivas y populares que protagonizaron el siglo XX. Por todo esto, entendemos que existe una imperiosa necesidad de revalorar la memoria histórica, como un arma poderosa para la lucha y organización poblacional más allá de un tema habitacional, aunque ciertamente estas instancias (comités de vivienda, comités de allegados o sin casa…) son viva posibilidad de un movimiento político futuro, que en tanto consciente de su ser en el mundo, embandere la emancipación como meta de transformación social. 58 Bibliografía Libros: - Agamben, Giorgio, Desnudez, 1ra edición, Buenos Aires, Adriana Hidalgo editora, 2011. - Arias, Osvaldo. La Prensa Obrera en Chile. Convenio CUT-U Universidad de Chile Chillan, 1970. - Armando de Ramón. Patricio Gross. Santiago de Chile: características históricas ambientales, 1891-1924. Nueva Historia, 1985 - Fernández, David. La “Iglesia” que resistió a Pinochet David Fernández. Iepala, Madrid 1996. - Garcés, Mario. FOCH CTCH CUT Las centrales Unitarias en la historia del sindicalismo chileno. 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Y, nací el año treintaisiete, en la calle Santa Elena de aquí de Puente Alto. Al lado de donde yo nací, existe un centro mutualista que se llama “Melchor Concha y toro” que tiene ya más de cien años de existencia. ¿Más o menos, a qué altura de Santa Elena? Casi al frente de la calle que antes se llamaba Baquedano y ahora se llama, continúa con el nombre de Manuel Rodríguez. En ese lugar nací yo, pero mis padres vivían en Pedro Lagos, frente al colegio, a la consolidada. Ahí vivieron dos años, y se vinieron a… no menos, menos de dos años, porque después se vinieron a lo que era… una población, no población sino que era… un caserío de un fundo, casas de fundo, y en esa, y ahí, cumplí mis primeros dos años yo. Y el año treintainueve nos vinimos a la casa de la población papelera, vivimos treintaiséis años ahí. ¿Su padre trabajó en la papelera? Si, trabajó en la papelera, trabajó desde el año dieciséis, hasta el año cincuentaicuatro, cuando murió. 63 ¿Entonces, su padre inició en la papelera, estuvo en los primeros años en los que ésta se inaugurará? Claro si él fue, incluso la papelera se fundó como tal, el año veinte, mil novecientos veinte. Eso se llamaba La Victoria, fábrica Victoria que era hasta pasadito lo que era el estadio papelero. Y ahora desapareció el estadio papelero, ya desapareció la fábrica Esperanza, y que da lo que es la papelera actual. ¿Dónde estaba ubicado el estadio papelero? El estadio papelero todavía tiene una puerta, que está al frente… a ver, espérese… más o menos… por la calle Tomé, un poquito para acá, como tres cuadras más al sur y saliendo a Eyzaguirre. Era un parque casi, y tenía casas, por la orilla de la calle tenía casas. Pero que no daban a la calle sino que todas eran casas que se comunicaban por dentro, por la fábrica. En esas casas vivían algunos empleados de la empresa. Eso es lo que, bueno, por ese tiempo, como les digo, son treintaiséis años que vivimos ahí en la papelera, y de ahí, el año setenta y cinco nos vinimos para acá. ¿Cuál fue el motivo de su cambio de casa? Bueno, no teníamos casa propia nosotros, y… cuando se fundaban en ese tiempo comités de pobladores, qué se yo, bien en la empresa se fundó uno, se fundó cuando yo pasé a empleado, ahí me tocó inscribirme por ahí. Yo entré a la papelera el mismo año que murió mi papá, año cincuentaicuatro, y tenía diecisiete años yo, tuve que dejar los estudios. Tenía, en ese año era cuarto de humanidades, o sea a lo que corresponde segundo medio actual, entonces, tuve que ponerme a trabajar nomás. ¿Y qué labor comenzó cumpliendo en la papelera? Lo mínimo que era, había una tarea que se llamaba cadenero, que era donde se fabrica la pulpa del papel, entonces yo estaba encargado de subir los troncos, entonces había una cadena que se llamaba, era una cadena metálica que transportaba, transporta, todavía existe, transportan los palos hacia los molinos, era como una cinta continua, esa fue mi primera labor. 64 Lo que pasó fue lo siguiente, es que después de cierto tiempo, empecé trabajando por turno, me tocó un turno de tarde, y después el turno de la noche, la otra semana el turno de día, así, de la mañana, la tarde a la noche, todo de ocho horas. Entonces, eso me impidió reiniciar mis estudios que yo pensaba estudiar en la noche, pero no era posible, tuve que quedarme así nomás por el momento, y… lo que, algo, me acuerdo que casi mato a un caballero una vez que, a uno de los trabajadores porque la cadena, iba en una parte alta, ahí tenía que ir picaneando los troncos para que no se pegaran en la cadena, no se enredaran, y en una tiro con tal fuerza y sale el tronco y cae abajo ahí, casi que… iban pasando tres obreros pero, por poquito… de causar la muerte de un… cosas malas que pasan. Y al mes, un poquito pasado del mes, tuve un accidente porque me pusieron a cuidar unas máquinas, en un piso de madera y mojado, las máquinas al lado, y en una me inclino mal, resbalo, caigo, caigo así, con el hombro al piso, y las máquinas quedan dando vuelta ahí… me lacera por todas partes… ese accidente… llevaba tres meses ahí. ¿Había muchos accidentes en la papelera? En ese tiempo si porque, claro, cada accidente significaba una alerta y empezaban a arreglar la máquina, y en este accidente significó que pusieran protectores a toda la máquina. Estamos hablando de los sesenta, claro, casi los sesenta porque como te digo yo entré año cincuentaicuatro, cincuenta y cinco prácticamente lo estuve en el hospital, eh… después, me cambiaron, no me pusieron en el mismo trabajo, ahí me mandaron a bodega, ahí ya pude estar de día y aprovechando que podía estar de día quise estudiar de nuevo, pero ya no encontré en qué estudiar po, porque no había colegio que me recibiera a la fecha, pero por ahí averiguando encontré que uno podía estudiar inglés, podía estudiar francés, lo único malo es que eran cursos caros, el chileno-británico, el chileno-norteamericano por ejemplo. No, no se podía, muy caro. Quise estudiar francés, también po lo mismo, todo con mucha dificultad, así que por ahí de repente, veo un letrero: “Instituto Chileno-Soviético de Cultura”, y se me ocurrió 65 estudiar ruso, eso pude hacerlo, porque era barato, y más encima que siendo obrero me dieron la facilidad de pagar menos. ¿Acá en Puente Alto? No no, eso fue en Santiago. Así que estuve dos años estudiando ruso allá. ¿Y aún maneja el ruso? No es que ya, con quién lo hablaba, con quién lo hablaba y además que se me ocurrió estudiar ruso en ese tiempo de la ley de defensa de la democracia, de la persecución a los comunistas. Ya se había acabado el gobierno de González Videla, pero estaba Ibáñez que todavía no derogaba la ley de defensa. Y más encima, fue el tiempo en que hubo las campañas por la elección del cincuenta y ocho, Alessandri, Frei, y… cuál era el otro que era… ¿Allende? Si pero Allende no estaba tan firme, a ver había otro más, más firme que él. Bueno al final metieron a Allende y al cura de Catapilco, le quitó votos a Allende ahí, pero yo no pude votar porque no cumplía los veintiún años en ese tiempo todavía. Entonces, me hostigaban por haber elegido estudiar ruso, que era comunista y en una empresa donde todos buscaban la elección de Alessandri, derechistas, y en el instituto también me encontré con un radical que también lo perseguían a él por eso, por ser radical, en el mismo instituto lo miraban de reojo, así, esas cosas pasábamos, era una cosa muy chocante. Tenían literatura, que a mí se me ocurrió mostrar a un amigo portero que tenía y casi me mata, por haberle llevado esa literatura, que era pleno comunismo nomás, eso fue en ese tiempo. Pero ahí, en vez de avanzar no pude seguir, tuve que dejar el estudio, sino me iban a seguir hostigando. En el primer año fui alumno, en el segundo fui alumno y profesor de primero, es decir, ya no tenía que pagar la cuota que me cobraban sino que con la clase que hacía quedaba pagado. Pero eso nomás, eso alcanzó seis meses nomás porque ya después tuve que dejarlo, sino no había forma. ¿Cómo era el transporte desde Puente Alto a Santiago durante los sesenta? 66 Ah… en Santiago existían las micros y el tren Santiago-Puente Alto que llegaba hasta la estación Pirque, que se llamaba al frente de Plaza Italia… la estación Baquedano, ahí llegaba el tren. El viaje era exactamente una hora. Me imagino que en ese viaje, se veían otras cosas, La Florida, campo… ¿Cómo ese trayecto? Ah, sí po, habían centros poblados, lo poblado era hasta lo que llamamos ahora la calle Ernesto Alvear, hasta ahí era poblado Puente Alto, lo demás era campo, y en el paradero treintaitrés estaba la población Granjas, que era también de trabajadores papeleros, eso… después venía el hospital, que se llamaba hospital El Peral, que después como hospital lo trasladaron acá a la otra calle ¿cómo es que se llama? Eh… ¡Camilo Henríquez! Que ahora, bueno, todo está junto ahí pues… El Peral, Josefina Martínez, la Josefina Martínez estuvo al lado de El Peral, para niños, y después se traslado al otro lado, así, todas esas cosas fueron pasando. Y lo otro que estaba poblado, era más allá, fundo, fundo, el fundo los Quillayes, de ahí se llegaba al paradero veinticinco que era la calle María Elena, entonces ahí empezó un poblado también, poblado grande. Y más allá en el paradero veintitrés que es San José de la Estrella, pero lo demás como le digo puro potrero, puro campo. ¿Viñedos, u otra clase de árboles frutales? Había de todo, viñas no, había si una viña en el paradero treintaidós, entre el treintaiuno y el treintaidós estaba, una viña. ¿En este tiempo usted observa que Puente Alto incrementa su poblamiento? Puente Alto comenzó a poblarse con el gobierno de Alessandri, sesentaicuatro, antes del gobierno de Frei, empezó a poblarse más firmemente… ¿Para entonces Puente Alto era un pueblito a parte de Santiago? Nosotros teníamos micro en ese tiempo también a parte del tren, el tren lo pararon el año cincuentaisiete… porque la comuna de Ñuñoa pidió que lo levantaran porque 67 molestaba el tránsito sobretodo en Irarrázaval, o por avenida Matta, entonces, lo levantaron por eso. ¿Estaba sobre-exigido el transporte en esos tiempos? Si, si, era algo bien difícil porque… incluso había de repente protestas contra las empresas de micro, por los atrasos, por qué se yo… hubo, por ejemplo, en tiempos de Ibáñez, confiscó las micros de Puente Alto, las confiscó todas, y después se vio obligado a devolverlas porque… porque la contraloría determinó que era un despotismo hacer eso… claro, quería expropiarlas, para el Estado. Y se le ocurrió al gobierno crear la Empresa de Transportes del Estado “ETC”, ahí vinieron los primeros buses, los berliet. ¿Cómo eran los caminos, pavimentados? Si, tenía pavimentado ciertos trechos. ¿Cómo era la plaza de Puente Alto para los sesenta? Había un quiosquito también, en la plaza donde se ponía una banda del regimiento ferrocarrilero, tocaba, hacía unas tocatas los días domingo, era bien bonito, un paseo, la plaza era un paseo, y ahí todos los solterones y los solterinos, daban vueltas y vueltas por la plaza conversando, pelando, había en ese tiempo la fiesta de la primavera, que organizaba la compañía de bomberos, un año era la primera otro año era la segunda, ellos organizaban todo eso, había elección de reina y todo eso, entonces en los días del carnaval que se hacía, se llenaba la plaza con todos dando vueltas ahí, comprábamos esas pelotitas con elástico y entonces pasaba alguien y recibía el pelotazo. ¿A qué edad se casó don Leonel? ¿A qué edad me casé? Me casaron -risas-. A los veintiuno y fracción. En la papelera teníamos…en el fondo, habían malas costumbres, y una de esas malas costumbres era que, todos, robábamos papel, robábamos qué se yo, materias primas que de alguna manera sacábamos, ahí hay una historia, una anécdota, que pasó en eso justamente por la elección de candidata, los papeleros llevaban candidata, siempre 68 llevaban candidata hija de algún papelero, ya, y en una de esas, había uno que quería llevarse la cubierta de mesa, la tomó, la arregló bien, le puso el nombre de una candidata, y va saliendo por ahí, y le dijo al portero: !eh! ¿Sale o no sale?, claro que sale le dijo el otro, salió. Los porteros eran partes del mismo sindicato, eran compañeros de trabajo, así que había mucha complicidad, se podía hacer, y si algún portero acusaba a un operario, se los echaba a todos encima, pero había algunos que sí, se atrevían. Esos eran los pacos les llamábamos, los pirata, y realmente, todos tratábamos de evitar a los pacos, quién estaba en la puerta y qué se yo, cómo iban rotándose… Una de las cosas que más sacábamos era bolsones que hacíamos de papel, que esos llegaron hasta la Antártida llegaron los bolsones papeleros. ¿Cómo recuerda el proceso de poblamiento de Puente Alto en la década de los setenta? Yo participé, me metí al Partido Demócrata Cristiano el año el año sesentaitrés, trabajé en la campaña de Eduardo Frei, lo sacamos el año sesentaicuatro, y mi permanencia en el partido duró hasta el año sesentaiséis no más porque yo llegué a ser presidente de la juventud, aquí en Puente Alto y… sucedió que como perdieron la elección, la derecha, como partido desaparecieron el Partido Liberal y el Partido Conservador po, entonces se unieron, ahí fue donde salió el Partido Nacional, y algunos de esos que eran de la derecha, no hallaron mejor idea que entrar a la Democracia Cristiana, entonces… y otros, que también eran, por ejemplo, habían sido allendistas, también quisieron entrar para de alguna manera como contrarrestar, entonces se creó en el partido una tensión, de ahí entonces nació después la Izquierda Cristiana, el MAPU, entonces… no quise encontrarme en eso yo y me retiré. Y el poblamiento, ya empezó más rápido porque quisieron hacer de Puente Alto lo mismo que había sido la Gran Avenida, que la Gran Avenida en cinco años se pobló entre Santiago y San Bernardo, antes del sesenta. Entonces era como una competencia fuerte. 69 Antes, para ir a Santiago, llegando donde está el diario La Tercera, había un tren que pasaba por arriba, entonces en vez de pasar por ahí, daban la vuelta por la calle Santa Elena por acá, y daban la vuelta por lo que es Santa Elena, y después para acá volvían a Vicuña Mackenna. Entonces era un lío el ir, y en ese tiempo se le ocurrió a Eduardo Frei romper esa parte, y entonces hicieron ya la continuidad como correspondía, porque por ahí pasaba antes el tren po, entonces ocuparon las vías del tren para hacer la calle. ¿Existían otras industrias en Puente Alto, a parte de la papelera, que diera la facilidad de una casa? No, tanto así no, es que el año cuarentaiséis se fundó la Volcanita, pero tenía casas ahí mismo, alrededor mismo para los trabajadores de la Volcanita, y esa población todavía existe detrás de la población Papelera. La otra fábrica, La Victoria, que ahora ya desapareció, tenía casas internas, o sea tenía casa para los trabajadores también, era… cómo dijéramos, como un gueto. Los que trabajaban ahí no más podían transitar por la fábrica, por esas calles quiero decir, las calles donde ellos vivían, así que vivían muy encerrado, pero así y todo la gente se arreglaba de alguna manera para hacer pasar a sus vecinos, para poder ir y salir de compras y qué se yo, tenían unas puertas muy cerradas para… era como un feudo, por eso le digo yo, era como un gueto. Y yo viví ahí, o sea el año cuarentaiséis, mis papás se enfermaron, mi mamá se enfermó y mi papá se accidentó, y tuve que… prácticamente iba a dormir a la papelera yo no más, porque en el día iba a clases, y en el almuerzo iba donde un tío que vivía en la fábrica de tejido, y en la noche volvía a dormir acá o sea que era complicadísimo. Y también prefería quedarme en la casa del tío, al lado de una abuela, de la única abuela que he tenido en ese tiempo yo. Don Leonel ¿Qué nos puede contar acerca del intento de estatización de la empresa CMPC durante el gobierno de la UP? Yo transité por varios trabajos antes de pasar a empleado, el año sesentaiocho justamente yo pasé a empleado, gracias a un concurso, un concurso que nos iba a preparar para ser operadores de máquinas y dimos ese curso, ya había tensiones en la fábrica porque… justamente yo pasé a empleado el año en que los papeleros por segunda vez se habían declarado en huelga, la primera había sido el año treintainueve, 70 la primera huelga, pero esta vez pasaron a huelga con otros dirigentes porque ya los primeros estaban como medio entregados a la empresa, por eso… entonces, los segundos dirigentes, que llegaron de una construcción de la papelera, de los trabajadores que llegaron de… los corrugados, que venían de Santa Elena, del sindicato Santa Elena que estaba en la calle Zañartu que bueno, Rodrigo de Araya, la calle que sigue, todo eso era la papelera… entonces había habido otro sindicato y entonces como la empresa hizo otros cambios, todas esas máquinas las trasladaron pa acá y trasladaron la gente, entonces esa gente eran movidos y esos llevaron a la huelga el año sesentaiocho, justamente el año sesentaiocho yo opté por este… cómo se llama… me presenté para un concurso y estaba ahí po, yo había retomado los estudios ese año, y justamente tuve que dejarlos el mismo año, o seguía estudiando a lo que había optado o, por el hecho de que estaba en huelga, tenía que hacer turnos de noche por los sindicatos, entonces todas esas cosas a mi me molestaba mucho no lo podía hacer, así que bueno, tuve que dejarlo, y cumplí con el curso no más, me deshice de la huelga y pasé a empleado. ¿Cuáles eran las demandas de esa huelga? Había muchas demandas, por ejemplo, una cosa que cuando yo también fui de la comisión de pliego, en años anteriores a eso, y que pedíamos que las casas de la papelera se entregaran a los trabajadores porque, claro, era un sueño vivir en las casas de uno, pero lo pedíamos, entonces se volvió a meter esa petición. Y la otra era que como había gente por contratista, también la huelga obligaba a la empresa a contratar a esa persona que estaba por contratista de planta porque había mucho abuso, al usar a esa gente le impedía que las huelgas hicieran efecto, entonces ahora se tiraron de frentón en contra de eso, y fue una huelga que duró cuarenta días. ¿Y cómo fue la resolución? Bueno al final contrataron a las personas que estaban a contrata, pero por otro lado se crearon otro tipo de contratistas, la empresa se defiende po, tiraron a otro tipo de contratistas entonces… pero se hizo una camaradería entre los trabajadores y la empresa, además que se crearon varios sindicatos nuevos, antes, cuando yo ingresé, había un sindicato de empleados, pero debido a que siempre los empleados que ganaban 71 la directiva del sindicato eran de la parte de producción, y los administrativos quedaban yo que sé, entonces, entré a la parte administrativa y los administrativos formamos otro sindicato, y los técnico formaron otro sindicato, entonces ahí ya el sindicato de empleados fue, bajó de nivel, pero de todas maneras la empresa empezó a dar algunas garantías, cosas así que se consiguieron, teníamos muchas regalías, teníamos cada dos meses una gratificación que era otro sueldo, así que un mes teníamos un sueldo y al otro mes teníamos dos sueldos, así que eran cosas muy buenas, teníamos también derecho al confort (papel higiénico), nos daban una caja de confort de noventaiséis rollos por mes. Así que cuando llegó el gobierno de Allende y se intentó expropiar la empresa, ahí realmente hubo un movimiento que decía la papelera no, así se llamó po “la papelera no”, transversal a todos los sindicatos, de todas maneras. En esos años, que yo pude estudiar, yo egresé de la enseñanza media y entré a la universidad a estudiar ingeniería, tenía buenos resultados en matemáticas así que me tiré por ingeniería, el problema era que lo que yo tenía buenos resultados en el matemáticas era de la enseñanza que tenía en ese tiempo, como lo terminé en liceo nocturno, ahí quedaban muchas cosas sin complementar, entonces y en ese tiempo recién se estaba usando la teoría de conjunto, entonces cuando entré a la universidad, me hallé pero prácticamente vacío, no entendía cómo, si yo era bueno en matemáticas en el liceo porqué acá no, y era que el liceo estaba atrasado po, estaba atrasado entonces yo pedí que me suspendieran por un año, me guardaran la matrícula y me lo aceptaron, yo le puse que lo que uno sabía del colegio no tenía nada que ver con lo que en la universidad se tenía que aprender, y me entendió el decano, me aceptaron y al año siguiente, a fines de año, o sea en el mismo año a fines de año, me vino un problema a la… cómo se llama… en el hígado, y tuvieron que operarme de la vesícula, y en ese tiempo también empezó las listas para que uno pudiera retirar alimentos, las JAP, las Juntas de Abastecimiento y Precio que creó el gobierno de Allende, entonces uno tenía que levantarse a la cinco de la mañana para hacer la cola por el pan, uno tenía que ir a la cola del pan, otro tenía que ir a la cola de la carne, otro tenía que ir… era terrible, entonces todo eso a mí me perjudicó, y yo me gané una beca, para continuar con los estudios ahí, pero fue imposible porque era tanto lo que, de tanto batallar, que me 72 quedaba dormido en clase, y tuve que dejarlo, tuve que abandonar la beca y ahí perdí los estudios, y yo me había ganado la beca de entre varios postulantes, así que… Muchos hablan de que el… como mártir de Allende, como un mártir del gobierno de la Unidad Popular que fueron sacrificados, es cierto, recibieron como un castigo enorme, demasiado grande, pero pucha que se portaron mal con los que necesitábamos en ese tiempo, las Juntas de Abastecimientos y Precio eran así, apretados, no podía uno ni siquiera mostrando que tenía problemas de salud, que tenía problemas de cualquier tipo, no lo trataban bien a uno, así que, claro, yo estoy de acuerdo en que fueron harto malos los milicos, y se merecen cualquier diatriba contra ellos, pero que se lo buscó la Unidad Popular, es cierto, se lo buscó. Y… ¿cómo recuerda la situación en Puente Alto después del golpe? Bueno, nosotros pasamos por dos etapas negras, la etapa de las JAP, las Juntas de Abastecimientos y Precio, pero después pasamos a la etapa del control militar, y que… la ley marcial primero, la ley no, no marcial sino que…. como estado de sitio así, y había prohibiciones de hacer reuniones, una serie de prohibiciones que se dieron, entonces uno tenía que andar con mucho cuidado, por ejemplo, si uno se enfermaba en la noche tenía que ir al hospital o al consultorio que había, que era el único que había acá en Puente, la casa de socorro que llamábamos, la Alejandro Del Río y un día nos tocó, mi señora, le entró un bicho por el oído, y terrible que tuve que sacarla de noche, para llevarla a la posta y tuve que llevarla a ella e ir con una bandera blanca ahí, atravesar toda la papelera, y se sentían balazos entonces, al final, un milico nos escolto hasta el consultorio, allí la pudimos tratar y después nos trajeron en ambulancia para la casa… Y los primeros dos días cuando fue el golpe, nadie a trabajar, todos en su domicilio, entonces se paró, y yo ya trabajaba como empleado ahí, trabajaba en las máquinas IBM y cuando se abrió la posibilidad de volver al trabajo, y mis compañeros de trabajo de la sección, en las IBM, eran de más lejos, tenían que tomar locomoción, así que a ellos les costó más llegar, ellos llegaron el día siguiente, entonces yo el primer día que se abrió me tocó solo ir a trabajar ahí a las IBM, y lo primero que me piden es que haga un sueldo, que les pague a todos los trabajadores una quincena, pero la quincena no era la 73 mitad del mes, sino que era un porcentaje, así que a todos tenía que sacarle la cuenta de cuál era el porcentaje, por medio de las máquinas, y trabajamos tres operadores y tres digitadoras, entonces de las digitadoras llegaron dos, así que con esas dos tuve que batirme yo y hacerles la pega y exigiendo, los milicos ahí, complicado, complicado el primer día… Y ahí todos preguntando de adónde es usted, de qué se yo, que ya no eran los porteros comunes po, habían milicos. Fueron condiciones muy duras, y más encima que metieron ahí a un general a cargo del personal po, el encargado de personal era un milico, el general Labbé, era totalmente, buscaba como hacerse el simpático con la gente pero era puro sonsacar, puro sonsacar, las preguntas que hacía, y cortó a varias personas ahí, ahí nos dimos cuenta nosotros como era entonces, morir pollo, más encima yo le eché una talla una vez no me acuerdo de qué era pero, que el sacaba la cuenta que sabía todo, y yo le salgo “es cierto, también le sabemos una” (entre risas)… claro quedé entre ojo con él, pero como yo era, podría decirse que era un buen funcionario, quedé bien, pasaba. ¿Hasta cuándo estuvieron los militares en presencia en la papelera? Los militares dentro de la empresa, no se quedaron adentro pero si tenían sus ad-latares porque si se creó un cuerpo de guardia de seguridad, y esos sí estaban preparados por los milicos y empezaron, antes por ejemplo que nosotros sacábamos su bolsoncito, su qué se yo, sacábamos un paquetito de cualquier cosa, ahí no, todo registrado, ya se terminó todo, se acabó todas las garantías… Un caso extraordinario por ejemplo que, nosotros cuando teníamos ese rollo, esa caja de noventaiséis rollos, vino de repente una fiscalización, y ya la empresa no dio de esos rollos, porque no podía porque no podía, empezaron a haber luchas contra el acaparamiento, entonces una vez revisaron a uno, a un sospechoso, un papelero, le revisaron la casa y encontraron que tenía dos cajas de confort, de noventaiséis rollos, entonces está acaparando, de dónde sacó esto y se lo llevaron preso po, y ahí tuvo que intervenir la papelera para decir que eran las garantías que teníamos nosotros, entonces los milicos prohibieron esa garantía, se acabaron. 74 Y los sindicatos ¿también se acabaron? Los sindicatos tenían que someterse a lo que decía el gobierno de turno, no podía haber huelga, nosotros estábamos en plena huelga, o sea no nosotros, sino que el sindicato de obrero estaba en plena huelga, y se estaba consiguiendo por ejemplo, que las casas fueran cedidas ya a los trabajadores, eso ya estaba por conseguirse cuando vino el golpe, porque se había trabajado en los distintos sindicatos el tema, así que ya estaba prácticamente conseguido, e incluso teníamos la posibilidad de aumentar el sueldo de una manera sustanciosa y nos encontramos con que se para todo, no hay pliego de peticiones, todo queda en cero, y esperaron al próximo año para ver reajuste, y tuvimos que quedarnos así po, entonces pero al año que siguió no hubieron reajustes para todos, sino que hubieron reajustes para los altos mandos no más, los altos mandos se dieron tremendos reajustes y nosotros esperando, entonces por ahí salieron dichos adentro que habían sueldos para los inteligentes, para los brutos y para los demasiado tontos, los demasiado tontos éramos los que no teníamos sueldo, no teníamos nada, y realmente fue así, al final fueron cinco años que estuvimos sin reajuste, y las cosas subiendo, y yo en ese lapso me gané una beca, otra beca que esa ya me la gané directamente en la Católica para trabajadores, una beca para trabajadores, el otro curso yo lo había perdido, y era solamente para estudiar computación, y ya me metí en eso, me gane la beca, el concurso, y alcancé a estudiar tres semestres, estaba en el tercer semestre y el gobierno dictamina que las universidades tienen que financiarse solas, ya no había ayuda del gobierno, ve que antes todos estudiaban en la universidad y se graduaban gratis, pero bue, ahora no, se acabó eso, cada uno tiene que pagar sus estudios, la universidad tiene que financiarse sola así que ahí se acabó la posibilidad para uno, estaba becado, ahora tenía que empezar a pagar, y empezó inmediatamente con un tremendo disparate, el valor del curso, así que qué podía hacer uno, más encima, viajábamos con un precio único que había en la locomoción, y de repente, yo me acuerdo costaba ochentaicinco pesos el pasaje de micro, de la noche a la mañana ciento setenta pesos o sea cien por ciento al tiro, y después, a los dos meses, doscientos treinta pesos, a ya, no se podía, por 75 dónde, otra vez tuve que dejar los estudios, ahí me quedé con el puesto que tenía no más, era imposible. ¿La lucha por la propiedad de las casas de la papelera entonces, en qué quedó? Las casas eran, bueno, la cesión de las casas era justamente quedarnos en las casas donde vivíamos, pero eso no se logró sino que de ahí nacieron más comités para tener su propia casa pero también buscando la manera de que la empresa le ayudara a financiar, y así nacieron estas poblaciones, esta es continuidad de la primera parte, ahí nació esta población el año sesentainueve, ahí empezó a funcionar pero esta parte nació el año setentaicinco, pero continuamos siendo una sola unidad. Ahora de ahí, en el tiempo cuando fue el golpe, al poco tiempo comienza la mucha reacción de parte de la Iglesia, y en ese tiempo nos tocó a nosotros prepararnos para la primera comunión de los dos hijos, que continuaban después de Delfín, y ahí vimos la posibilidad de defendernos un poco de la presión que sentíamos por lo que el gobierno hacía, porque estando en la iglesia sentíamos una tranquilidad, sentíamos una posibilidad de estar mejor, y empezamos a unirnos más entre vecinos, las mismas personas que participábamos empezábamos a ver que es posible, ya que estaban prohibidas todas las reuniones, sin embargo en la iglesia se permitía todavía, y eso nos permitió desahogarnos, y eso nos hizo mucho bien de ahí que, bueno yo me quedé en la iglesia, me quedé o sea tuve participación y me gustó el modelo de cómo actuar, de cómo reaccionar ante las cosas, así que de ahí que yo me quedé hasta la fecha. ¿Usted participó de la Vicaría de la Solidaridad? No tanto pero sí estábamos visitando gente, visitábamos gente que tenía problemas qué se yo, notificábamos de que pasaba esto, eso es lo que hacíamos. Teníamos entendido que usted fue diacono. Fui candidato a diacono, estudie el diaconado, saqué todos los cursos, pero diacono tiene una particularidad que tiene mucha vigilancia, de cómo uno trabaja, de cómo uno 76 mueve las cosas, y hay veces en que uno cae simpático, otras veces no, entonces yo no caí tan simpático, eso fue. ¿Qué piensa del rol de la Iglesia Católica durante la dictadura? La iglesia con el cardenal Silva fue justamente, trabajó para que todos tuviéramos los mismos derechos, que todos tuviéramos el mismo trato, y por lo menos que hubiera respeto por la persona entonces, eso lo buscó siempre el cardenal Silva, por eso que terminó siendo el amigo, el cardenal amigo, Raúl amigo el pueblo está contigo. Y acerca de la Pastoral Obrera… Ah, la pastoral obrera fue otra instancia, ahí yo no estuve pero sí un compañero mío, el Hugo Espinoza, el siempre estuvo ahí y fue el que dirigió la pastoral obrera como institución porque allí no era solamente una parte de la iglesia sino que era como institución, y yo trabajé con ellos, tenía un local y yo trabajé en la parte de la biblioteca, como yo había sido despedido de la papelera en ese tiempo, trabajé en la biblioteca. En la biblioteca yo era el que revisaba los libros, y hacía una síntesis, para presentar el libro y ponerlo en la contratapa para que todos supieran de qué se trataba, prácticamente era eso, tenía que hacerlo rápido porque eran mil doscientos libros, ese era el trabajo que hice ahí, y después empezar a clasificar, ordenar; esto es de ciencia, esto es de arte, en fin, todo eso, cosas así. Pero esa pega termina po así que tuve que dejar de hacerlo, y después me tocó trabajar de secretario parroquial. ¿Qué tal su experiencia ahí? Como secretario parroquial yo tuve dulce y agraz, sí que eso me permitió seguir subsistiendo pero, claro, no era lo mismo, porque cuando nos vinimos para acá empezamos a pagar el dividendo, el dividendo empezó para veinte años, al poco tiempo, como dos años, tuvimos que pedir que fuera para veinticinco años porque era demasiado oneroso, y con las condiciones que estábamos trabajando, al final, llegamos 77 a un tercer momento, en que llego a ser para treinta años, y ahí quedamos, entonces todos teníamos una costumbre los chilenos de reírnos de algunas cosas, a esta población que se llama El Porvenir le pusieron “el negro porvenir”, era muy oneroso pagar el dividendo, entonces justamente en ese año me cortaron, a fines de ese año, el setentaisiete me llamaron que presentara una renuncia, así simplemente “presente la renuncia”, eso, te ibai cortao, pero… cuando yo había pasado a empleado yo había retirado los fondos po, y los había ocupado en otras cosas, así que había empezado de nuevo, como funcionario nuevo, así que tenía ocho años no más de trabajo en la empresa cuando me cortaron, así que no podía pedir una gran recompensa, compensación, y había pasado a la caja de empleados particulares en vez de la caja del seguro obrero, pasé a la caja de empleados particulares, y eran otras condiciones, que no me permitieron salir muy adelante, entonces lo que, pagando los dividendos, se me fue la plata de compensación, en ir pagando dividendos, en ir pagando… ¡multas!, por llegar atrasado resulta que nosotros en la papelera pagábamos a fin de mes po, porque la papelera cobraba el dividendo, pero después cuando uno sale afuera, tenía que empezar a principio de mes a pagar la cuota, entonces claro uno se había acostumbrado a pagar a fin de mes, entonces por pagar a fin de mes, multa, multa, entonces decía ¿porqué multa? Hasta que nos explicaron, así que al me siguiente pagar dos dividendos al tiro para quedar al día, pero se nos va la plata a uno, la compensación se fue, y mientras tanto tratando de ubicar un trabajo, yo llené Santiago de currículos, no pasaba nada, yo tenía tres posibilidades porque tenía cartones, en comercio exterior, en contabilidad y en computación, la que se usaba en ese tiempo, tenía esos tres cartones pero no, no había pega, no había pega. La empresa para apoyarme para que consiguiera algo menos como un regalo, me dio un curso de comercio exterior, pagó un curso de comercio exterior, hice ese curso pero no sirvió de nada, no hubo caso, tenía que tener capital, por eso, tuve que aceptar lo que viniera de ahí vino el primer trabajo de las pastoral obrera, que uno saca la cuenta lo que ganaba y lo que tenía que pagar, y después los que me ayudaron un poquito con el trabajo de secretaría en la parroquia, pero fue tanto así que el sacerdote que me contrató, se compadeció como él tenía ingresos del extranjero, de sus ingresos me pagaba él el dividendo, me pagó durante un año los dividendos, claro, y más encima ese mismo año 78 me dio una… cómo le llamaban… el recibía una cuota de alimentos, de parte de su congregación, esa me la dio también, entonces, harto complicado, por eso yo le debo mucho a la iglesia. ¿Cómo recuerda las jornadas nacionales de protestas en contra de la dictadura? Yo evité movilizarme mucho porque como estaba a cargo de un hogar con tres chiquillos, y mi señora que de repente padece, en ese tiempo padecía mucho problema, depresión, cosas así, entonces yo no podía estar muy en la onda con eso, pero de todas maneras, sí participaba en las jornadas de oración para que esa situación se mejorara. Hubieron jornadas en los que Delfín participó, él podía hacerlo, él se podía movilizar mejor, ahí fue cuando se conocieron con la Rosita y se enamoraron el uno del otro. ¿Fue grande en ese tiempo el movimiento acá en Puente Alto? No me fijé tanto pero sí, me tuvieron detenido en Santiago en la comisaría número 1, ahí sí que tuvimos que hacer cola para molestar, para protestar, ahí tuvimos que hacer de tripas corazón y participar. ¿Cómo ve el Puente Alto de hoy? Mire, Puente Alto se empezó a poblar muy de golpe, entre los años noventa en adelante, tanto decir que nosotros éramos una comuna de sesenta mil, noventa mil habitantes, y de repente, de la noche a la mañana llegamos a ser setecientos mil, porque se abrieron las puertas pues y en todas partes, había… cómo se llama… estas empresas que levantan casas, invitando, invitando, invitando, ahí nació la COPEVA también, las casas-nylon que le llaman, crearon ese tipo de viviendas, y trajeron gente pa acá de todas partes, Puente Alto era un lugar tranquilo donde se podía caminar de día, de noche, había vida nocturna, claro que con el golpe se acabó, pero uno andaba a cualquier hora del día o de la noche y no pasaba nada, los años nuevos por ejemplo uno salía, yo me acuerdo cuando chiquillo, que salíamos a dar los abrazos y nadie se preocupaba de dónde anda este de dónde anda este otro porque sabíamos que uno volvía a la casa tranquilo, no había problema, pero empezó a llegar gente de todas partes, gente de mal vivir, gente que antes de terminar las casas ya se estaban robando los utensilios de la casa, las tinas, los lavaplatos, todo eso, se lo llevaban, aunque hubieran cuidadores 79 pero parece que los cuidadores eran pagaitos así entonces, había mucho desorden, las cosas no funcionaban bien, como le digo llegó gente de mal vivir. ¿Corresponde este proceso a la erradicación de tomas de terreno y campamentos? Claro, claro también, empezaron a erradicar qué se yo, trajeron, por ejemplo cuando se fundó la población que está al lado, que es Los Andes, esa población se fundó el año sesentaiocho, llegaron, trajeron gente de La Ligua, de por allá, otros de San Fernando, entonces toda esa gente empezó a llegar acá po, claro que yo no digo que en todas partes sean gente de mal vivir, pero traían la visión de otra manera… y aquí cuando se fundó nosotros teníamos población Papelera, de papeleros, la población que está al lado, la población Bascuñán, de papeleros, esta población Porvenir, de papeleros, entonces todo este sector se llamaba la papelera, incluso hay un recorrido aquí que dice la papelera, y ahora qué la población papelera está por allá no más, pero para acá todavía se sigue llamando la papelera, porque habían muchos, la mayoría de pobladores, de la papelera, entonces, empezó también, había aquí al lado de esta misma población, había un campamento, se llamaba Nuevo Amanecer, que habían puros rancheríos no más, gente que ocupó ahí, y a esa gente tuvimos que catequetizarla, buscar la manera de traer a la gente, a los niños, para el bautizo, para la primera comunión, y esa gente también traía malas costumbres, que venían de distintas partes, hasta los mismos catequistas tenían que tener cuidado de cuando andaban solos, los catequistas teníamos que ir acompañados siempre, para poder ingresar a esas casas, no era que nos atacaran, sino que simplemente eran sinvergüenzas po, de repente o lo macheteaban a uno o le robaban, no se daba ni cuenta, entonces, era complicado, ya había empezado a llegar gente de ese tipo. ¿Qué destino tuvo el campamento Nuevo Amanecer? Ese desapareció porque lo trasladaron, ahora se llama Nuevo Amanecer allá detrás de la villa San Gerónimo, ahí están los nuevos amaneceres. 80 Entrevista José Santander Soto, poblador de Bajos de Mena Puente Alto, 30 años. - ¿Cuánto tiempo llevas viviendo en Puente Alto? J: Desde los cinco años, yo tengo veinticinco años aquí, en la misma casa. - Y… ¿a qué te dedicas? J: Trabajo en una empresa contratista de Aguas Andinas, superviso trabajadores en una empresa, eso generalmente, y trabajan harto la verdad, se trabaja harto, como es una empresa de emergencia se trabaja casi todos los días, de hecho todos los días, hasta los feriados, feriados irrenunciables, de lunes a lunes, la noche igual entonces… es bastante cansador. - ¿Cuántos son en tu grupo familiar? J: Nosotros somos tres, mi mamá, mi pareja y yo. - Cuéntame ¿cómo llegaste a vivir a Puente alto? J: Igual era chico, no recuerdo muy bien, recuerdo que vivíamos en un sector de La Florida y estaban… mi mamá estaba postulando hace rato para una casa, los vagos recuerdos que tengo. Y de repente salió algo… estaba super contenta, igual en un lapso super corto nos cambiamos pa acá, no sé cuánto fue, y nos vinimos pa acá, llegamos acá estaba el gasto del puro departamento, al frente no había nada todavía, estaba habilitado solamente ese sector, acá las casas de primer piso no… no existían, hacia allá Sargento Menadier…. Nada po, exactamente, no existía nada de eso. Sipo eso fue, no sé qué año fue, el año noventaiocho si noventaiocho sí. - ¿Conoces algo sobre la historia de Puente Alto? J: Mmm no porque igual es reciente, hay gente que ha vivido mucho más rato acá… lo que ha cambiado desde ese tiempo nomás conozco po, ha cambiado bastante el sector, se ha como maquillado bastante, pero no ha cambiado nada porque la gente es la misma si solamente cambia el sector, lo “embellecen” como se dice… pero más cambio radical no se ha visto mucho por acá. 81 - ¿Qué significa para ti ser de Puente Alto? J: Nada o sea es que hay que luchar nomás, porque acá el sector es… es feo, no te dan ganas de salir, es feo, no te dan ganas de salir, no sé de llegar al sector de tu casa, sino a tu casa al final. Igual es complicado vayas donde vayas donde soy de Puente Alto es bastante complicado… “-¿y de qué parte de Puente Alto? – noo… de Bajos de Mena – ah entonces no”… pero yo no me siento discriminado porque me resbala igual pero yo creo que se marca, se marca en ese sentido. - ¿Qué piensas cuando se habla de Puente Alto como “periferia”? J: Noo… es que no me llega realmente porque me dedico más a otras cosas cuando… se dedican a eso a mí me da lo mismo porque yo soy otro tipo de persona no me… no me interesan lo que digan del sector de dónde alguien vive o… Cada uno tiene que hacer lo que tiene que hacer en la vida, unos quieren trabajar otros quieren… justamente. - ¿Cuánto tiempo pasas en tu barrio? J: Ahora que trabajo, desde lo que es las siete… a lo que me voy a las seis de la mañana, desde las siete de la tarde a las seis de la mañana lo demás lo trabajo casi todos los días, casi todos los días, por ejemplo trabajo un sábado esta semana después… queris puro descansar, a relajarse, tratar de olvidarse de la pega. - ¿Cómo es la convivencia de los vecinos de tu barrio? J: Aquí, es relajada pero no hay convivencia, como que se saludan o hay como amigos entre los vecinos… pero no sé, las fechas importantes los dieciochos esas cosas, hacer algo de cine no sé, más… de hacer algo juntos, no, nunca, el abrazo de año nuevo y sería. (Risas) Pero convivencia no hay realmente, bueno es que adonde son departamentos pasa también de repente po, hay mucha gente hacinada, no se ven tanto, a lo que bajan, a trabajar, claro que aquí en el sector ¿quién va a salir a una plaza estar en un día en la tarde, o todos los días bajar? Por costumbre pa relajarse, casi nadie hace eso porque están todos en la casa po, salen con cuea a la escalera ahí, pero a una plaza nadie po, el único lugar bonito acá es el parque y que está desde hace ¿tres años, cuatro años? 82 - los vecinos, ¿se organizan políticamente? J: No para nada imagínate que donde me estaciono yo abajo, había una tapa de alcantarillado cachai, y yo fui a carretear un día y no volví, fui a carretear, después fui el otro día al trabajo, al otro día tampoco volví, y al otro día en la mañana y se habían pitíao la tapa po, y siempre pasa no son capaces de doblar un poco la tapa, y nadie la repone, y nadie la repone, nosotros tenemos que llamar, que ir a reponer, hacer una colecta nosotros, y hacer una movilización y no querían pagar porque no les correspondía. Eso sí que es estar pasao a mierda si son quinientos pesos. - ¿Qué opinión te merecen la transformación de Puente Alto? Mmm… es que había una especie de parque antes ahí, y había que ampliarlo si pa atrás era potrero pero… quizás fue exagerado igual y con algunas cosas innecesarias… pero puta la media estatua de Juan Pablo II si, y se parece a Robin Williams (risas) es igual… sipo pero independiente de eso, no es necesario quizás po, ahí se indica que la plata viene de ah… no pero… no hay un punto final estuvo bueno que abrieran el parque pero… excesivo. Acá igual te day cuenta que en el último tiempo han salido varias noticias que se han quemado, se han quemado casas y la gente no podía salir porque estaban hacinados los departamentos entonces por eso más que nada yo creo que adonde surgió la urgencia hicieron el tema del cuartel… Si… aunque no le veo mucha utilidad tampoco cachai, igual que a la comisaría, para mí ¡nada po si venden al frente todavía! Si hace poquito demolieron, pero… al lado, al frente, al lado y venden ¡de todo po! O sea es presencia nomás porque ni siquiera se pasean por, por… no sé, no le encuentro… una tontera. - ¿Y qué piensas sobre las viviendas sociales que se han construido en Puente Alto? J: No sé, a nosotros por ejemplo vienen acá y van a demoler y comprar el departamento hace…uf caleta, más de diez años. Que dicen que van a demoler y que terminando como arreglando, imagínate que la primera vez que nos iban a echar, le pusieron 83 marmolinas por fuera a los departamentos como por dentro, porque eran como de ladrillos, como por dentro, y le pusieron eso a todos, que se veía bonito po, después ahora los que están conservando los están arreglando como por fuera, le están poniendo cerámica a los baños, pa seguir manteniéndolos, ir echándolos lentamente, no de echarlos, de demoler los departamentos quieren por un tema de visual yo creo, por una cosa de la población, si te fijai ahora Santa Rosa tiene puras casas de dos pisos, están haciendo poblaciones más vistosas, no son más grandes tampoco, si no son muy grandes, son pareadas, hay dos casas separadas igual que estas, con segundo piso pero son chicas, si quedan más decentes con ampliación, exacto, si tienen dos dormitorios nomas la casa. Son todas las casas así para acá, no… imagínate igual es hincha pelotas te levantai un domingo y el vecino tiene música fuerte, se escucha todo po, si es una muralla de diferencia nomás po. - ¿Piensas tu que los vecinos podrían planificar los espacios de la población sin necesidad de la municipalidad? J: Es que ya lo hicieron po, sipo las ampliaciones ya las hicieron allá un viejo cerró el primer piso porque dice que le corresponde, cerró. El del segundo cerró al lado por cerrar, ahora el del tercero cagó no tiene donde cerrar. Y pa atrás lo mismo po, el que agarra, agarra nomás. Entonces aquí mismo por ejemplo, yo… quería cerrar ahí po, por el tema de la camioneta pero tampoco, nadie quiere hacer nada, no quieren poner plata, nada po quieren que las cosas sean regaladas… no se organizan tampoco no les interesa. - ¿Sientes que te restringen las condiciones materiales? J: No, no sé si restringido, incómodo tampoco porque uno mira y por decirlo de alguna manera hay vidas más difíciles entonces igual, con tener trabajo que es lo que te pide, pa vivir que es comida, no sé de repente pa carretear, te sirve el trabajo po, tení que hacerlo. Ya casi no se puede vivir independiente, de nada. - ¿Cómo piensas que será Puente Alto en veinte años? J: Espero no estar acá po, si estoy acá, van a haber puras casas de dos pisos nomás pero va estar la misma gente lo mismo, el barrio así lo mismo, yo pienso que… qué podría cambiar… nada po si nadie se quiere venir a vivir acá solamente los que viven acá po, 84 ah por el metro… van a hacer más ampliaciones nomás po, van a ampliar aprovechando que hay campo acá para atrás por ejemplo pa las tierras pal sur sobra caleta de campo, lo mismo con el acceso Sur con el acceso a Gabriela, caleta po, entonces yo creo que van a hacer más poblaciones nomás y van a hacinar más gente nomás, si igual el metro es, está proyectado por algo igual, si van a hacer casas acá po, tienen que hacer casas está proyectado, quizá cuanta gente vivirá acá, en Bajos de Mena, no tengo el dato, ¿cien mil? Cuarenta mil… no… una estación… ¿y cuántos se movilizan en metro, o sea en micro? Bastante y ¿Y cuánto lo va usar? ¿Cuántos realmente pagan? Aquí, los que toman la 209 nadie paga po, yo creo que el cincuenta por ciento de la gente no paga, imagínate, somos cuarenta mil y veinte mil toman el metro ya, diez mil pagan solamente, y de eso… no, no creo, van a hacer más casas para que la población acá aumente, si es grande pa acá es grande, Pirque, todas esas cuestiones, imagínate, van a hacer una ciudad. 85 Entrevista a Pedro Garrido, trabajador y poblador de Carol Urzúa, 40 años. - ¿Cuánto tiempo llevas viviendo en Puente Alto? P: Veinte años… si. - Y… ¿a qué te dedicas? P: Eh… trabajamos… trabajo sí. - ¿Cuántos son en tu grupo familiar? P: Uno dos tres cuatro cinco, sei… sie… ocho, sí, somos ocho. - Cuéntame ¿cómo llegaste a vivir a Puente alto? P: Yo vengo de afuera, llegué hace veinte años acá y… es que tengo familiares que vivían aquí entonces me vine para acá… antes vivía en Rancagua, y claro, allá es más tranquilo pero tampoco es la graaan diferencia… me adapto bien. - ¿Conoces algo sobre la historia de Puente Alto? P: Nada, no, nada, bueno. - ¿Qué significa para ti ser de Puente Alto? P: Realmente no me suma ni me resta, no, la tranquilidad donde vivía antes era total, pero no me suma ni me resta me adecúo. - ¿Qué piensas cuando se habla de Puente Alto como “periferia”? P: Encuentro que realmente no la conocen, yo vengo de afuera… yo vengo de afuera y como te decía viví hace dos años… estoy viviendo acá, si una comuna super estigmatizada total, todo el mundo dice “nooo de Puente Alto, que la delincuencia…” por ejemplo, se escucha mucho arriba de la micro, se ve mucho, pero no me he sentido nunca jamás vulnerable en el sector… no me he sentido nunca vulnerable en el sector entonces, aparecen muchas noticias en, por… generalmente en noticias sociales, pero no lo veo. Creo que se está haciendo tipo montaje para Puente, y no es así, super bajos recursos, falta una política social total acá, total, pero que se metan real no que lo usen 86 para, y creo que durante tres años atrás se viene usando para, elecciones municipales, juntas de vecinos, arreglos entre ellos, la parte más de viviendas sociales, pero no veo que sea un riesgo como población, social sí, pero como población no veo que sea un riesgo. - ¿Cuánto tiempo pasas en tu barrio? P: Re poco… re poco. Sí, fíjate que paso re poco acá, pero… el día libre que tengo me vengo a la plaza. - ¿Cómo es la convivencia de los vecinos de tu barrio? P: No hay, no… no se preocupan por el qué dirán de alguien. - Y los vecinos, ¿se organizan políticamente? P: O sea debe haber una organización municipal por que la hay, la he escuchado, que pasan avisando, pero no… no estamos inmersos como dentro de la vecindad. - ¿Y qué piensas sobre las viviendas sociales que se han construido en Puente Alto? P: Mmm me gusta, sí, me gusta. - ¿Piensas tu que los vecinos podrían planificar los espacios de la población sin necesidad de la municipalidad? P: Sin una ayuda municipal, sí. Los vecinos toda la vida se han organizado recuerda que venimos de la cooperativa, nacimos de la cooperativa, antiguamente eran cooperativas después se llamaron población, ahora son “villa”, pero es totalmente lo mismo y los vecinos son los que se han arreglado ¿ahora qué les falta a los vecinos para poderse arreglar más? Es que antropólogos estén metidos en la parte social, en que psicólogos estén metidos en la parte social, eso les falta, hay mucho ingeniero, hay mucho weón que construye, pero no hay gente que ejecuten, no hay un filósofo aquí metido, por ahí va el problema… 87 - ¿Sientes que te restringen las condiciones materiales? P: No, para nah… no. - Y ¿Cómo piensas que será Puente Alto en veinte años? P: Tenís dos opciones, o que siga bajando como lo está haciendo, o que empiecen a subir de a poco y empiecen a cambiar políticas de construcción social, municipal, y puede darse, ya se dio la comisaría, aquí mismo bomberos, el parque, se están metiendo un poco de… de mano, pero falta más, si entra una buena mano como para arreglar el sector, se arregla. 88 Entrevista a Juan Carlos Aguilar, estudiante, de la población San Guillermo, 24 años. - ¿Cuánto tiempo llevas viviendo en Puente Alto? J.C: Yo vivo pa arriba, si, un poco más allá, llevo acá como… a ver… ¿cómo dieciséis años ya? - Y… ¿a qué te dedicas? J.C: yo estudio. - ¿Cuántos son en tu grupo familiar? J.C: Ocho. - Cuéntame ¿cómo llegaste a vivir a Puente alto? J.C: Mi vieja compró casa acá hace mucho tiempo y… na poh, igual vivíamos en Puente Alto antes, pero vivíamos en un lugar un poco más, más tétrico… en la Carol Urzua, de la Plaza de Puente pal fondo, claro, entonces igual era… era diferente po, en cambio la San Guillermo es más piola. - ¿Conoces algo sobre la historia de Puente Alto? J.C: Nada. Nada… de hecho por lo único que me suena Puente es porque el asesinato de Hans Pozo133… (Risas), no, nada, en serio. - ¿Qué significa para ti ser de Puente Alto? J.C: Cachai donde vivía antes, igual como te decía igual era como más tétrico, más complejo salir en la noche, acá igual, pero es que en realidad… en el sector específico donde vivo es tranquilo entonces eso para mí igual es como suficiente. - ¿Qué piensas cuando se habla de Puente Alto como periferia? J.C: Que no la conocen. Eso. 133 El asesinato de Hans Pozo fue un caso de descuartizamiento que se dio a conocer el 27 de marzo de 2006, cuando un niño de la comuna de Puente Alto, en la zona sur de Santiago, notó que un perro callejero portaba un pie humano que había encontrado, aparentemente, en un basural cercano. 89 - ¿Cuánto tiempo pasas en tu barrio? J.C: De verdad poco, entre estudio en realidad yo salgo de acá todos los días entre las seis, la ocho a la u, después de la u salgo, llego acá a la siete, no es así tiempo pa salir por acá a lo mucho en la noche pescamos el auto, partimos a comprar algo y eso, o sea no… pero normalmente no, nada de hecho yo no venía a este parque hace como tres meses, y la vez que vine también me tuve que ir rápido porque me tenía que ir a trabajar, entonces como tiempo para, así como para salir acá, ahora nada, cuando era más chico, cuando era pendejo sí, porque tenía mi grupo de amigos todo, pero ahora… si carreteamos no carreteamos acá la verdad. - ¿Cómo es la convivencia de los vecinos de tu barrio? J.C: No hay, ni fu ni fa, somos vecinos hola buenos días, lo justo y lo necesario, antes si era como más, había como más comitiva, hacer fiestas, pa los niños, etc.… pero ya igual se ha ido perdiendo como con el tiempo entonces no, por lo menos cuando yo era pendejo me acuerdo que hacíamos fiestas constantes así como pa año nuevo, pa navidad, pal dieciocho, ahora no, ahora como que somos super individualistas, o sea cada uno en su casa, en la calle buenos días vecino y eso, tenemos solamente una, super vecina, una super familia al lao, ya, que ellos encuentran armónico escuchar música a too chancho desde las nueve de la mañana entonces ugg… desagradable. - Y los vecinos, ¿se organizan políticamente? J.C: Si… pero… cada vez se ha ido… dentro de que se pierde como que también se maxifica porque entre el… en el bloque que vivo yo, o sea en el sector de esa avenida se ha perdido pero se ha masificado porque como que se ha unido todo el sector como todo lo que es en totalidad, en cambio antes no po, antes eramos la pura calle, se organizaba la calle para hacer las cosas para la calle. - ¿Qué opinión te merecen la transformación de Puente Alto? J.C: Buena, los parques la raja porque este, yo me acuerdo que cuando era pendejo venía a jugar acá, pero igual era bien, bien fome, y… y sucio a parte como que nunca lo cuidaron bien, en cambio este el tiempo que lleva como que lo cuidan bien, siempre está 90 limpio, eh… la gente igual que viene, viene como a pasear a sus perros acá al perro lo podís soltar porque es cerrado. Pero igual hay obras que han hecho que las he encontrao como super tontas, porque por ejemplo el parque que hicieron en San Guillermo lo hicieron ya, quedó y eso, pero no está abierto, desde que lo hicieron lleva dos años cerrados y si lo abren lo abren para jugar futbol, y si es que, normalmente cuando juegan futbol, son equipos de afuera que ni siquiera son de Puente Alto. Entonces es como un poco estúpido gastar plata en cosas que no van usar la gente de Puente Alto, cachai… Y la comisaria la raja porque antes si te pasaba algo yo vivo en San Guillermo y la comisaría más cerca está ahí en… en San Gerónimo, entonces no se po, pegabai una llamá a los pacos y llegaban a las dos horas, ahora se demoran una hora igual te queda un rango de una hora menos pero igual algo es algo. - ¿Y qué piensas sobre las viviendas sociales que se han construido en Puente Alto? J.C: En realidad son como poco constantes como con ese tipo de cosas porque por ejemplo igual esas viviendas llevaban años ahí cachai, ahora claro las cambiaron y también pasen muchos años antes de que, o sea cuando no estén hechas mierda ya totalmente no las van a cambiar cachai, no hay como una retro… como que se vaya formulando con el tiempo el tema como de las construcciones y eso… veníamos hace un momento conversando esto, claro… qué se iba a seguir construyendo pa allá, cachai que pa mi lo ideal, no es que me moleste un poco como el tipo de gente, pero a mí me gustaría que fueran casas porque el tipo de gente que vive en casa es un poco más tranquila … que “ahh los pacos pa allá pa acá que grito, que a la vecina de allá la odien, que le pegué, y que la hermana y que el volao… y que se yo…”. Pero todo esto es un problema de vivienda, como en la película del rumpycachai, osea los vecinos estaban pescando en la última casa sabía que los vecinos estaban pescando en la casa, yo sé que eso acá pasa porque tengo compañeros que han vivido acá y dicen no si weon si yo escuché a la vecina meta… ah… son cosas que son en realidad un poco como… como… desagradables yo creo. 91 - ¿Piensas tu que los vecinos podrían planificar los espacios de la población sin necesidad de la municipalidad? J.C: Si, porque siempre y toda la vida se han organizado la gente entre sí…. Si. - ¿Sientes que te restringen las condiciones materiales? J.C: Noo, paná. - Y ¿Cómo piensas que será tu barrio en veinte años? J.C: Mmm… yo la verdad no me lo imagino mejor, como siendo super realista no me lo imagino mejor porque yo que vivo harto tiempo acá y he visto así como… claro cuando era cabro chico tenía a lo mejor otro pensamiento pero… creo que cada vez como que se ha ido como ensuciando más como el sector ¿cachai? En todo sentido osea en… en como ocupan las áreas por ejemplo de noche cachai, por ejemplo no se po la plaza que está ahí de noche normalmente siempre hay puros curaos cachai igual es como desagradable porque yo me acuerdo que cuando yo era más chico eso no pasaba, como la plaza normalmente estaba abierta cachai, tenía guardias eso no pasaba eso que se pusieran curaos en cambio ahora full curaos cachai, por ejemplo no se po en Eyzaguirre134 de noche lleno de prostitutas, igual eso es como… cuando yo era chico no tenía, no tengo noción de haberlo visto… entonces yo no me veo de aquí a veinte años más con la población, con el sector así como “¡oh, Puente Alto es una gran comuna!” porque no… no lo veo como… como posibilidad, a parte igual es una de las comunas a parte no sé, puta no se po… ponte no se Quilicura, Maipú, que normalmente están estigmatizadas por ser comunas pencas o por ser comunas malas cachai, como de mal ambiente, a mi me encantaría decir puta de aquí a veinte años Puente Alto va a ser la raja, pero no va ser así po o sea, no tengo como una fe muy certera de que sea así. 134 Una de las principales avenidas de Puente Alto . 92 Entrevista semi-estructurada a Diego Isaac Cruces Oporto trabajador y poblador de Bajos de Mena, 36 años. - ¿Cuánto tiempo llevas viviendo en Puente Alto? D.C: Mmm… como treinta años, justo…. Yo llegué a los seis años. - ¿A qué te dedicas? D.C: Ah yo, gracias, tuve suerte igual, lo que pasa es que mi familia, mi papá era super conservador en un sentido, mi papá era religioso, mormones, así se conocieron entonces yo saco la conclusión de porque mi viejo era un poquito más conservador uno siguió ese estigma de sacar buenas notas o de terminar el colegio po cachai, yo terminé el colegio, habían cabros que no han tenido la misma suerte, de hecho si me preguntai, como que con mi hermana fuimos los únicos que estudiamos algo de ese block. Si po, yo estudié y ahora me dedico a… operario de transmisión, que es por la carrera que estudié que fue comunicación audiovisual, técnico en comunicación audiovisual. - ¿Cuántos son en tu grupo familiar? D.C: Nosotros éramos cuatro, en el momento cuando llegamos éramos cuatro, ahora somos cinco porque llegó la Sofía, pero igual éramos cuatro, la vecina de al lado eran seis, y al frente una señora con su pareja y al frente eran cuatro igual. Puras casitas así (señal con las manos aludiendo al pequeño tamaño de las casas) lo que pasa es que… ¿cachai los bloques? ¿Sí? Ya, los has visto. Esos bloques tienen cuatro casas arriba, son tres pisos, son uno acá uno acá, uno al frente y uno acá, son doce familias por bloque… y los bloques estaban dentro de la nave, y las naves eran dos, ¡no! Eran tres bloques, que eran esas grandes, entonces… vamos contando, doce, veinticuatro, ¡cuarentaiséis familias en una pura nave! Y habían, a ver las que puedo contar así con la imaginación, mmm no se, unas veinte naves por… no nono… a ver unas nueve naves por manzana ¡imagínate cuántas familias vivían en una manzana! Y había familias que ni siquiera eran dos po, habían familias que eran seis, siete cabros chicos, de hecho me acuerdo que cuando nosotros nos fuimos había una familia con siete u ocho cabros chicos abajo, mi abuela le regalaba pan… había cualquier gente, yo creo que eso, eso era lo que hacía la 93 delincuencia y la drogadicción y la venta de pasta base, que era mucha gente, era mucha gente hacinada en lugares muy pequeños… había un puro colegio… - ¿Cómo llegaste a vivir a Puente alto? D.C: Mis viejos estaban arrendando, estábamos arrendando en Bahía Catalina, estábamos arrendando ahí y creo que les salió el subsidio, a… a una casa, y mi vieja me contaba que le dieron dos opciones o un departamento nuevo en una villa nueva que estaba así como cerca de potreros así, de parcelas así, o en esas casas que la gente te atendía, el gobierno las reconstruía y… eran como casas usadas pero reconstruidas, en otro sector, mi vieja prefirió la casa nueva, y no sabíamos adónde íbamos a llegar po (risas)… No nos decían dónde, mi vieja me decía que no po, ellos no sabían, no te decían, pero era en Puente Alto, en la villa El Volcán III específicamente San José, villa nueva cachai, villa nueva, era una villa nueva recién construida, bacán po mi vieja se fue pa allá los primeros tres años fueron bacanes, según ella… Antes de arrendar la casa en Bahía Catalina mi vieja vivía en La Legua emergencia, allá en San Miguel, sipo de allá venía mi vieja, y después me tuvo a mí, y tuvieron que cambiarse de casa porque creo que la casa no les alcanzaba, y ahí nos fuimos a arrendar una casita allá en Bahía Catalina, ahí estuvimos como hasta los cuatro años y después le salió el subsidio, tendría que preguntarle no cacho cuántos años juntaron pal subsidio pero les salió, y tuvimos que cambiarnos pal Volcán III, y ahí estuvimos hasta el año 2013, y ahí nos cambiamos de casa el 2013… del noventainueve al 2013. Igual los procesos uno se daba cuenta, si los primeros años era piola ¡pasaba hasta un caballero vendiendo leche ¡De vaca! Así en caballo y todos los domingos, mi vieja salía a comprarle y todos los vecinos se llevaban bien… después no se qué pasó con el gobierno de no sé quién que empezaron a demoler los campamentos porque debajo de donde nosotros vivíamos habían caleta de departamentos así caleta, así a una extensión super grande, y esas se demolieron y empezaron a llegar esa gente y empezaron a llegar a esos barrios cachai, como al tercer/cuarto año nos despertábamos con peleas po, así toda la gente asomá y venían caleta de cabros peliando, cayéndose, con sangre, eso año dos mil uno dos mil dos… Si al principio era bacan después se puso mala la cosa, y después no se arregló nunca más po si después seguía llegando gente. Yo no quiero 94 echarle la culpa a la gente pobre, porque es cuatico hermano porque si eso fue lo que generó la delincuencia y la drogadicción… ya pero en fin. - ¿Conoces algo sobre la historia de Puente Alto? D.C: No, la verdad es que nada… no, nada… ¿de historia una cosa así como 1950 así, como cuando Puente Alto era algo así como campo, como Pirque? No… no cacho nada. Solo conozco eso, que pal noventaiocho, noventainueve se construyeron las casas, ¡noventaicinco! Se construyeron las casas ahí en el Volcán III po, aparte de eso no cacho nada más… Pero es que Puente es grande, yo conozco solamente la parte en que vivo en sí, pero Puente igual abarca caleta, es caleta, entonces no, no cacho la historia. Pero hay varias poblaciones que tuvieron la misma suerte que El Volcán III po, que nacieron así como puros bloques y gente hacinada. - ¿Qué significa para ti ser de Puente Alto? D.C: no sé igual me gusta, siempre me he sentido orgulloso de haber nacido en ese lado, porque en el fondo tampoco salí “chorión” (ríe), o drogadicto o pas… bueno si, si soy (vuelve a reír) pero no con esas sustancias po, no me perdí tanto. - ¿Qué piensas cuando se habla de Puente Alto como “periferia”? D.C: Que es verdad po si Puente es periferia, pero está mal entendido porque insisto, la gente no cacha las magnitudes de Puente Alto, Puente Alto es gigantesco hermano, Puente Alto es terrible grande, entonces dentro del mismo Puente Alto también está Bajos de Mena y Bajos de Mena igual es grande po, no es chico, entonces cuando hablan de Puente como periferia sí es periferia pero no todo Bajos de Mena, El Volcán III es periferia, eh… todo lo que está cerca de Santa Rosa es periferia, como lo más limítrofe con El Bosque, entre Puente Alto y El Bosque todo ese sector es periferia, pero sí es periférico, porque igual carece de oportunidades po… hay re pocos consultorios, habían. - ¿Cuánto tiempo pasas en tu barrio? D.C: Nooo, cuando era chico nada, pura casa nomás po, quizá por eso no fui tan maldadoso po cuando me metí en esa guea, era pura casa, yo siempre fui pura casa, 95 cuando era grande salía más, un poco más porque mi mamá trabajaba en una casa de estudio que había ahí cerca, entonces ahí me empecé a juntar con los niños pero porque mi mamá me llevaba pa allá un rato po, y ahí conocí a los cabros, eran unos cabros malos, maaalos (risas), cabros así muy vivarachos y yo pollito, lo pasábamos bien si, salíamos a andar en bici no eran malos chatos, éramos muy ignorantes nomás po, teníamos esa mala cue’a, pero eso, yo era más de casa, no pasé mucho tiempo en mi barrio. - ¿Cómo es la convivencia de los vecinos de tu barrio? D.C: Sabís que al principio era buena, buena y de hecho sí, hay sectores donde sigue siendo buena, siempre he destacado que en El Volcán III los vecinos no es como “buena buena” pero si como… no se cagan entre ellos po… donde yo vivía igual era bueno, habían sectores nomás, cabros que marcaban la diferencia pero todos nos conocíamos entre todos si po, todos sabían que yo era el hijo de la Yoli, y yo sabía cuál era el “chucky” cachai, cuál era la hija de la vecina María. Había buena relación, de repente se pasaban a llevar las cosas po… pero siempre hay problemas de convivencia, siempre, pero no era afectado por el sector, no era porque el sector era pobre no… era porque problemas de convivencia normal entre seres humanos. Se dan siempre, pero no, la gente era bien unida. - Y los vecinos, ¿se organizan políticamente? D.C: No. No, se organizaban para las navidades, para los regalitos cachai, para dibujar sonrisas momentáneas pero no pa hacer como cosas sociales, y si de repente salían monedas cachai, por ejemplo cuando estuvo la cagá del SERVIU, cuando… es que no sé bien como era la historia pero sé que se llovían las casas, todas esas casas se llovían, nuestra casas por suerte nunca se llovió, habían casas que corrían los chorros en pleno invierno corriendo el chorro así ¡ohhhh yo vi la casa de unos vecinos! A esos locos las casas se las regalaron, a los locos los hicieron pagar algo así como diez lucas y listo, terminaste de pagar todas tus cuotas… y ahí se organizaron, los vecinos se organizaron, se pasaban como la información cachai, pero esa es como mi crítica como que se organizan solamente para tener beneficios sociales, pa tener plata, de hecho pa donde yo vivo igual po, las viejas como que se cuchichean y hacen como centros de madre pero 96 solamente cuando tienen que pedir plata po, no como pa hacer cosas integrales, no sé, no se me ocurre nada en estos momentos. E: ¿A qué te refieres con “integral”? D.C: No sé, como colocar bibliotecas o fomentar un poco más la educación cachai, de los cabros, eso no se veía, andan los cabros en las calles haciendo otras cosas. Aunque si llegó un año a una casa, una casa de estudios llegó como en el 2007, no sé de quién fue la idea, de la Municipalidad de Puente Alto parece, llegó una casa de estudio que en vez de que los chiquillos anduvieran después del colegio en la calle, después del colegio tenían que pasar a la casa de estudios y habían monitores que los tenían entretenidos hasta las nueve y ahí se iban para su casa y así no estaban haciendo gueas en la calle cachai, y los mantenían así como en una casita, entonces yo creo que igual esa fue una organización un poco importante, si hablamos de organización. Casa de Estudio El Sauce, y aún está ahí… no con la misma… es que al principio era como cuático, era así como una novedad, entonces todos los cabros iban a jugar pimpón. Pero organización política no es, porque no fue idea del barrio, fue como una implementación pa darle pega a alguien, fue un programa, no, si organización en estos barrios no hay. Y las organizaciones que hay son como para hacerle fiestas a los cabros chicos pa la navidad cachai, o pal dieciocho, fiestas así se organizan pero no políticas, para tomar, comer y regalar. - ¿Qué opinión te merecen la transformación de Puente Alto? D.C: Es chistoso por que estuvimos cualquier tiempo, ahí había un parque, siempre había un parque, siempre, no era como necesidad de… de… es una tontera eso, de hecho hay como un mito, de la estatua de Juan Pablo II estaba en Las Condes y como nadie lo quería lo trajeron pa acá (risas) ¡en serio! Pero esa es la historia que uno escucha, no… a mí me da lo mismo en realidad, que allá la gente tampoco es católica entonces igual es como chistoso, son más evangélicos protestantes si nos ponemos así, a sacar el rollo demográficamente son más evangélicos que católicos po, católico no se ve mucho y que la gente se persigne es pura ignorancia nomás po, no es que sean católicos, más católico el alcalde, si de hecho, antes de que estuviera este gueon (Codina), y el otro… Ossandón, antes de esos había otro (Rubillard), se notó el cambio de la derecha 97 más conservadora por que los locos al tiro renovaron el parque y no era necesario po, era solamente que para el lado de atrás se juntaba mucho pastero, y estaba abierto las 24 horas y podía entrar la gente, y a las doce de la noche se ganaban fumar pasta y, se ponía a cogotear, ahora no, ahora no pasa eso porque todo el parque está como, con otra estructura, como que todo es visible, no podí ir a esconderte a un rincón porque te pillan, Es como raro, igual ahí va a llegar el metro, es todo una, es todo a largo plazo, aprendieron, debo admitir que aprendieron porque antes hacían como puras políticas públicas a corto plazo así como que llegaban y entraban pero ahora las hacen de a poquito, y creo, creo, que Bajos de Mena se va aislar de Puente Alto, del centro de Puente Alto, de hecho si te dai cuenta, en Puente Alto hicieron lo mismo, hay una comisaría justo al frente de los Bomberos, y me da la sensación de que van a hacer eso mismo con Bajos de Mena y por eso están centralizando un poco más esta pobla. Pero no porque la gente lo necesite sino porque los locos quieren vender una metrópolis, quieren construir una metrópolis, no porque les interese la protección de la gente si venden porro igual po, venden droga en todos lados. De verdad a mí un loco me dijo una guea, una vez dentro del calabozo, buena onda igual, me dijo “menos mal que la comisaría esté acá cerca, porque mi mami me viene a dejar unos panes con huevo y unas frazadas”, para ellos era beneficioso, hay que ver el punto de vista que le ven, hay que ver cómo lo ven po, le sacan el lado bueno pero por eso. Si igual en el fondo uno ve un signo de represión en una comisaría en un barrio tan chico, porque igual es un barrio re chico no es como muy transitado. - ¿Piensas tu que los vecinos podrían planificar los espacios de la población sin necesidad de la Municipalidad? D.C: No, no, no es que el… el prototipo de gente que vive ahí son muy individuales po, si cacha que vo pasai por al lado, bueno el rollo que les saca uno, uno que se viste así destartalado (ríe) vo pasai por un potrero y viene el cabro flaite saliendo del block peinaito ahí, bien bonito, con las cadenas, olorocito po, entonces una persona que está pendiente de esas cosas ¿tu creís que va a querer organizarse? Si en el fondo va a perder todo eso po, al loco le importa la plata, les importa así como la estética, no sé, yo creo 98 que no, no se va a organizar esa gente es super individualista, si veis pasar los medios autos po, andan preocupados de puras gueas, eso. - ¿Sientes que te restringen las condiciones materiales? D.C: No, no, no para nada, si hay muchas más oportunidades, además que estoy trabajando po, entonces cuanto te ves con un sueldo estable te sentís libre po, hasta cierto punto porque podís hacer lo que querai, podís comprar lo que querai, podí ir donde querai, entonces ahí no hay restricción, no. Actualmente si está bien capitalizada la cosa hay hartas oportunidades, harto mercado, y harto recurso para hacer, para consumir, pero antes no, bueno en fin… No me siento con ningún límite, el límite es el que se pueda poner uno con una mala relación con los vecinos, cuando andai por el mundo odiando y no querí toparte con ningún gueón, porque sabís que vay a explotar y va a haber un problema pero aparte de eso, no, no hay límites. ¡Ah! Si, si, si hay límites, cacha que salgo con los perros amarrados y no falta, o sea no, NO salgo con los perros amarrados y sin collar, no me gusta ponerles collar, y no fala que me dice “oye, tenís que andar con el pitbull amarrado”, ahí me siento limitado un poco, porque la gente siempre te dice cosas cuando andai con tu perro, no les gusta ver a los perros sueltos allá a la gente es cuatico, más que miedo es como control, por costumbre, si la dictadura le hizo super mal a este país y la gente no se va a dar cuenta porque es algo como que te quedó aquí, como un bichito en la pineal, y ni siquiera se dan cuenta, si la gente es super paca, son todos milicos, esos locos nunca van a organizarse no les interesa eso, se organizan para las puras monedas, insisto, cuando hay que hacer acuerdos legales contratar un abogado para que te pagen, ahí se organizan todos los gueones, ahí “ay la vecina de la junta de vecinos, la vecina Nelly, blablá…” en fin. - Y ¿Cómo piensas que será Puente Alto en veinte años? D.C: Igual, la misma mierda, pero autos más bonitos, la misma guea pero casas más ampliadas, autos más bonitos… pero lo mismo. Y en volá, me lo imagino con casas más grandes que el vecino le compró la casa al de al lado y se amplió para el lado, por ahí mismo pero las casas más grandes, con autos más bonitos, insisto (risas). 99 Y con el metro, si po… si va a haber metro, yo la veo como una metrópolis, si… en veinte años más se va a distanciar de Puente Alto y va a ser una metrópolis así como la plaza Puente Alto la plaza Bajos de Mena. 100 (Anexos Fotografías, Kena Lorenzini, Puente Alto 1984) - Puente Alto, 1984, pobladores levantando barricadas en toma de terreno 101 - Puente Alto, 1984 pobladores levantando la toma de terreno - Puente Alto, 1984, pobladores y barricadas 102 - Puente Alto, 1984, toma de terreno - Puente Alto, 1984, Carabineros invaden toma de terreno 103