FACULTAT DE CIÈNCIES JURÍDIQUES MÀSTER UNIVERSITARI D’ADVOCACIA PRÀCTICA PENAL CAS 2 El acusado JOSE MANUEL L. M., de 25 años de edad y sin antecedentes penales, sobre las 0,15 horas del 21 de septiembre de 2015 acompañado de su amigo Ronald Radel N. G., de nacionalidad cubana como el acusado, se dirigieron a la calle..... de esta capital, a fin de contactar con alguna prostituta de las que frecuentan tal calle y con ella mantener relaciones sexuales, contactando con María José R. L., que estuvo de acuerdo en irse con ellos, por lo que se introduce en el vehículo que llevaba el acusado, dirigiéndose los tres, primero al domicilio de Ronald, donde recogieron alguna botella de bebida alcohólica, y luego al domicilio del acusado, en calle..., Bloque..., piso.... Una vez en el piso bebieron tres gintonics cada uno, tras lo cual el amigo del acusado entra en un dormitorio y se queda dormido, mientras el acusado entra en otro dormitorio con María José y le abona por el servicio 50 euros. Una vez terminado el acto sexual, cuando María José se estaba vistiendo el procesado dice a María José que le falta la cartera que contenía 400 euros y que se la había cogido ella, lo que ésta negó, cerrando la puerta de acceso al piso el acusado, comenzaron ambos a buscarla por el apartamento y como no la encontraban el procesado se dirigió a la cocina y tomó un cuchillo de grandes dimensiones y con él amenazó reiteradamente a María José y le obligó a desnudarse y arrastró a María José hasta una ventana, que abrió y le dijo que si no le devolvía el dinero eligiese la forma por la que quería morir, bien con el cuello cortado o tirándose por la ventana, procediendo acto seguido a llevarla hasta la ventana, y empujarla hacia fuera, quedando María José suspendida en el vacío, a la altura de un 8° piso, desentendiéndose el acusado de que pudiese caerse al vacío, lo que admitió como muy probable y casi seguro, por lo que procedió a cerrar la ventana y dejando a María José en tal situación, en la que se encontraba apoyando con dificultad debido a su poca estatura, los pies en el cubrepersianas del piso inferior, de no más de diez centímetros, y apoyando las manos sobre la pared, situación en la que permaneció unos quince minutos que tardó en llegar la Policía avisada por un vigilante de la zona que oyó los gritos de María José. 1