Adicción en la familia, ¿que es y que podemos hacer. Mi hijo es adicto, ahora qué hago

Mi hijo es un Adicto ¡!
Ahora que hago?
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MI HIJO ES UN ADICTO ¡!
Derechos de Autor © 2016 by Dr. Pierre Nicolás del Rio. Todos los derechos reservados.
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electrónico o mecánico , sin el permiso por escrito del autor o editor .
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El libro lo dedico a aquellas personas que están batallando, que han batallado o que
batallaran, con qué hacer cuando se confrontan con la realidad de que un ser querido esta
consumiendo drogas.
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No hay buenas decisiones, solo menos malas
El Cerebro me dice que hacer, el Corazón no me deja
Dr. Pierre Nicolás del Rio
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Tabla de Contenido
Objetivos del libro
Y ahora qué hacemos?
Antecedentes
Es o no una enfermedad?
Se logra o no quietar?
Capítulos
Primero.Que es una droga
Tipos de Droga y sus efectos
Marihuana
Cocaína
Heroína
Metanfetaminas
Éxtasis
Inhalantes
Alcohol
Drogas de Diseño
Uso de productos caseros como Drogas
Segundo.Por qué se drogan
Tercero.Como identifico que usan
Cuarto.-
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Ya sé que es drogadicto, ahora qué hago?
Quinto.Tocar Fondo
Sexto.Sugerencias
Centros de Rehabilitación
Psicólogos
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Objetivo del libro
Y ahora qué hacemos?
Todos sabemos que la mejor medicina es la prevención, el objetivo primordial del libro es
ayudar a los padres, hermanos, familiares y amigos de un adicto poder obtener, con más
facilidad, información práctica para contestar muchas de las dudas que se tienen con
relación a lo que es una conducta adictiva, los parqués, porque no`s y sus probables
consecuencias.
Se dirige a todas las personas afectadas directa o indirectamente con este problema y que
se interesen en ampliar su conocimiento sobre las adicciones, sus origines, efectos y las
posibles causas, sobre todo el sugerir alternativas sobre como actuar así como algunas de
las razones del porque de nuestros sentimientos y los pensamientos que los forman,
recordemos que:
“Somos lo que pensamos”
Todas las cosas que hacemos, todas nuestras conductas nacen de un pensamiento, este
es el esquema con el que deberemos tratar las adicciones.
Es decir primero tiene que cambiar la forma en que piensa el adicto y si él logra esto
podemos esperar que, por sus propios medios, también cambiará su conducta.
Una de las formas más efectivas en el tratamiento de las adicciones es llegar a que el
adicto vuelva a pensar como pensaba antes de su conducta adictiva, es decir si logramos
hacer que no piense como adicto lograremos que no actué como adicto.
No tengo una mejor forma de expresar este concepto que reproducir lo que en una
ocasión tuve la oportunidad de leer:
Cuida tus pensamientos porque estos se convierten en palabras,
Cuida tus palabras porque estas se convierten en conductas,
Cuida tus conductas porque estas se convierten en hábitos,
Cuida tus hábitos porque estos se convierten en tu carácter,
Cuida tu carácter porque esto se convierte en tu “Destino”
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En muy pocos casos, el solo tratar de cambiar la conducta da un resultado definitivo,
normalmente genera más ansiedad y sentido de culpabilidad al ver que caemos una y otra
vez en la misma costumbre.
“Somos lo que pensamos”
Como verán al leer el libro, cualquier adicto dirá lo que sea con tal de lograr sus
propósitos y esto incluye el que nos prometa una y otra vez que va a dejar de usar. Es
nuestra responsabilidad entender que solo cuando decida él cambiar, es cuando empieza
su verdadera recuperación.
Demasiadas vidas dependen y son afectadas por nuestras buenas o malas decisiones.
Mientras más herramientas se tengan, más probable es lograr evitar que nuestros hijos
caigan en el uso de la droga. Se nos facilitara más hacerlo si les damos alternativas
viables para que ellos puedan decir, con una convicción real, “no a las drogas”.
Nuestro deseo es que si el lector, o alguien cerca de él, necesita tomar una decisión, esta
este sostenida con la mayor cantidad posible de información en torno a lo que son las
adicciones.
Siempre es mejor estar más informados, recordemos que el que no sabe es como el que
no ve, en adicciones no podemos darnos el lujo de quedarnos ciegos a la realidad de las
drogas.
El libro está enfocado en forma muy especial a aquellas personas que ya tienen el
problema y que, como en nuestro caso, al darse cuenta de la adicción de sus hijos, los
embargue una desesperación al ver lo poco que conocían del “fenómeno de las drogas” y
la impotencia que sentimos al no saber qué hacer ni cómo actuar.
El arma más importante en combatir este mal es el estar informado,
“Si no sabemos a donde vamos que importa qué camino tomemos”.
Otra de las razones principales del libro es el auxiliar al lector en obtener más información
y así poder determinar que camino es el menos malo, como se irán dando cuenta con
esta lectura, en la drogadicción no hay un camino bueno, lo importantes son los
resultados.
Lo esencial es poder entender lo que está o no en nuestro poder hacer, y como se maneja
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este concepto dentro del contexto de la dinámica adictiva. Una de las etapas más
importantes es reconocer el problema, cambiar lo que se puede y necesita cambiar y
sobre todo identificar lo que no está en nuestras manos modificar y aprender a aceptarlo.
Aquí nos queda tomar en cuenta muy profundamente lo que nos dice la oración de la
serenidad del Dr. Reinhold Niebuhr:
Dios, concédeme…
Serenidad
Para aceptar las cosas
Que no puedo cambiar.
Valor
Para cambiar aquellas
Que puedo, y
Sabiduría
Para reconocer
La diferencia.
Y de nuevo nos lleva a la pregunta inicial, ahora que hacemos?
Antecedentes
Tanto mi esposa como yo siempre pensábamos que teníamos una familia ideal y así fue,
claro, los primeros años, hijos obedientes, cumplidos, tranquilos etc. Nuestro gran
despertar fue al darnos cuenta que nuestro hijo, en ese tiempo de 13 años, decidía no
aceptar los limites que teníamos en casa, confrontarnos con “o me dejan en paz o me
voy”.
De ahí en adelante empezó nuestra lucha, lucha en el que no existen caminos ciertas ni
decisiones correctas, solo las que se necesitan tomar.
Lo que en este libro se plasma es producto de más de 10 años de vivir dentro de este
infierno sin llamas, pero con demonios reales, capaces de ejercer un dominio casi total
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sobre la naturaleza humana de aquel que se atrevió a consumir droga, así cómo afectar
de una manera dramática las vidas de los que rodean al adicto.
Deseamos que el lector pueda aprender de nuestros errores y superar nuestros aciertos,
para aminorar el dolor, coraje, desesperación, impotencia, culpabilidad y llanto que
acompaña el tener un hijo, una hija o cualquier ser querido adicto a las drogas.
Será un viaje de descubrimiento, de realización y por ultimo de triunfo del amor sobre
todo lo anterior, recordemos que no solo esta en juego la vida de nuestro ser querido sino
también nuestro bienestar emocional como persona, como familia y en especial la
relación que mantendremos con nuestra pareja.
Comenzaremos este viaje con la siguiente frase:
“El cerebro nos dice que hacer
El corazón nos lo hace casi imposible”.
Es o no una enfermedad?
Mucho se ha hablado en torno a que si el que consume drogas esta o no enfermo, se
podría hacer un libro con la cantidad de comentarios y documentación que apoyan una u
otra teoría.
En mi opinión profesional el consumo de una droga, a pesar de que efectivamente puede
tener una raíz patológica, es un problema de conducta y no una enfermedad por si sola,
es decir, el que tiene la adicción la escogió por voluntad propia, caso distinto al de las
patologías o enfermedades catalogadas como compulsiones.
A diferencia de las personas que padece un trastorno de ansiedad, como el de
personalidad Obsesiva-Compulsiva, donde exhiben conductas repetitivas exageradas, por
ejemplo alguien que se lava las manos 20 o más veces al día o regresa muchas veces a
ver que la estufa este apagada aun estando seguro que si la apagaron, el adicto, en el
inicio de su experiencia de consumir, tuvo al oportunidad de decidir el llevar a cabo esa
conducta o no hacerlo.
En muchos casos, aun sin aceptarlo, utilizamos la premisa de que es una enfermedad
para darle una esperanza y sentido de valor al adicto, debemos tener mucho cuidado con
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la forma en que lo presentemos ya que, efectivamente, al principio si ayuda para aligerar
la ansiedad de culpabilidad, pero por la naturaleza del adicto este puede tomarlo como un
pretexto más para seguir consumiendo.
Las expresiones de: estoy enfermo, no es mi culpa y no lo puedo evitar, son las que
debemos de quitarle al adicto, ya que las manifestará una y otra vez como banderas para
razonar el que use drogas, todos tenemos una responsabilidad en el problema de las
drogas, pero es muy importante hacerle ver que, en ultima instancia, es el adicto el que
decide o no usar.
Se le quitará algún día?
Para poder hacer un juicio sobre como esta actuando el adicto, es recomendable
acordarnos del dicho popular que no dice que, una golondrina no hace un verano, por lo
que debemos concluir que si el adicto deja de consumir droga por uno o varios días,
deberá verse simple como eso, el que dejó de usar por ese día.
La vida del adicto en recuperación es efectivamente día con día, solo después de un
mínimo de 5 años de estar libres del uso de drogas, es cuando se puede decir que es un
adicto no activo o recuperado.
Una parte importante de su proceso de rehabilitación es que el adicto acepte que siempre
está en peligro de caer. Su pensamiento constantemente tendrá que estar reforzado con
pensar como un no adicto. Recordemos el principio de que si logra dejar de pensar como
adicto dejará de actuar como adicto.
El decirle a alguien que usó drogas que siempre seguirán siendo un drogadicto, no deberá
tomarse como que se le pone una etiqueta o máscara de la que no podrán separarse. Esta
es una realidad de la que el adicto no podrá escapar, y como parte de su rehabilitación el
deberá estar siempre conciente de esta hecho y desde luego tendrá que cargar siempre
con el. Lo importante no es tener una etiqueta a cuestas, lo que es importante es como la
carga.
Parte de nuestra función, con respecto a ayudarle al adicto, será hacerlo sentir que él
deberá darse cuenta que, el que deje de usar drogas, es una medalla al trabajo y esfuerzo
tan grande que se necesita par no drogarse “solo el día de hoy”. Tendremos que hacerle
ver, en forma muy notoria, a nuestro ser querido, el regocijo que sentimos al ver como
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lucha contra su problema, día con día.
Carta de un Adicto a su Familia
Esta es una carta en la que un adicto le pide a su familia que lo vean tal y como es, como
un adicto. Es claro que el deseo del adicto es que su familia entienda, no solo el porque
hace las cosas que hace, sino el papel que desea que tomen, cada uno de los miembros
del núcleo familiar, para ayudarlo a salir de su conducta.
Soy un Drogadicto
1. La drogadicción es un problema de la familia y requiere que todos intervengan en
su solución.
2. No dejen que les mienta, no tomen lo que digo como verdadero. Si lo hacen, me
estimulan a mentir más. La verdad es dolorosa pera hay que decirla.
3. No me permitan manipularlos, ya que me enseñan a evadir mis responsabilidades y
a perderles el respeto al mismo tiempo.
4. No me acepten que los explote o tomar ventaja aprovechándome de su sentido de
responsabilidad. Al hacerlo, se convierten en cómplices de la evasión de mis
responsabilidades.
5. Regañarme, reprender, ensalzar o discutir conmigo no les servirá de nada,
especialmente cuando estoy usando droga. No me tiren mis drogas, el hacerlo los
puede hacer sentir bien pero empeorará la situación.
6. No acepten mis promesas, solo las hago para salir del problema y posponer el dolor.
No cambien los acuerdos, aunque yo se los pida: si ya acordamos algo, cumplan su
parte y así es más probable que cumpla mi parte.
7. No se enojen conmigo, destruirá cualquier posibilidad de ayudarme.
8. No se dejen llevar por su corazón, preocúpense de mi pero dejen que yo me
responsabilice de mis actos.
9. No traten de esconder, encubrir o hacer menor las consecuencias de mi adicción.
Si lo hacerlo, reducen las crisis pero perpetúan conducta.
10. Sobre todo, no huyan de la realidad como lo hago yo. La dependencia a las drogas
va aumentando conforme me siga yo drogando y al final de cuentas yo soy el que
decido drogarme.
11. Prepárense a que es posible que algún día yo este en control de mi adicción, por
ahora necesito ayuda de médicos, consejeros, psicólogos y en especial de papas y
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familiares concientes de mi realidad.
Que nos querrá decir con todo esto ¿?
La drogadicción es un problema de la familia y requiere que todos
intervengan en su solución.
Aquí el adicto nos dice que su adicción es un problema de familia, que todos intervinimos
en su origen y por lo tanto todos debemos actuar en su solución.
Como veremos más adelante, efectivamente el problema encuadra a todos, pero salvo en
casos excepcionales, la adicción es un producto del conjunto de factores que influencian
al que decide usar drogas y es en esta ultima frase en que se ve claramente la esencia del
problema, le haya pasado lo que le haya pasado, lo justifique como lo justifique, “el
adicto es el que decide en forma personal el usar drogas”.
No dejen que les mienta, no tomen lo que digo como verdadero. Si lo
hacen, me estimulan a mentir más. La verdad es dolorosa pera hay que
decirla.
En el Segundo punto habla de mentir, el adicto tiene dos preocupaciones básicas, la
primera es conseguir su droga y la segunda es que los que estamos a su alrededor no nos
demos cuenta que esta usando droga.
Para alcanzar estos dos objetivos el adicto dirá y hará lo que sea con tal de lograr esas
metas.
Sabe que nos mueve al amor y lo utilizará a su favor para mentirnos, y nosotros, por ese
mismo amor, le queremos creer y terminamos creyéndole una y otra vez aun sabiendo
que es la misma mentira. Aquí lo importante va a ser el que enfaticemos la forma en que
actúa el adicto, si no esta usando que hable con su conducta y no con sus labios.
No me permitan manipularlos, ya que me enseñan a evadir mis
responsabilidades y a perderles el respeto al mismo tiempo.
El Tercer punto nos dice que para el que esta en adicción todos son responsable menos
él, es lógico pensar que para que una persona siga cometiendo el mismo acto, sabiendo
claramente que no es correcto, tiene que justificarlo y el adicto no es una excepción, para
él cualquier cosa será motivo de usar.
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Si tiene problemas con papá o mamá, si la presión escolar es muy grande, si los amigos
lo empujan y en general cualquier evento que él pueda usar, será razón suficiente para
seguir en adicción.
No me acepten que los explote o tomar ventaja aprovechándome de su
sentido de responsabilidad. Al hacerlo, se convierten en cómplices de la
evasión de mis responsabilidades.
En el Cuarto punto el adicto hace uso de algo muy delicado para todos nosotros, nuestro
sentido de responsabilidad por algo que hicimos o él cree que le hicimos.
El adicto por su naturaleza sabe que todos los seres humanos cometemos errores y con
toda seguridad como padres y familiares en algún momento efectivamente nos habremos
equivocado. El usará nuestro sentido de responsabilidad para hacer notar lo injustos que
fuimos con él y por lo tanto lo injustos que seguimos siendo en no creerle o no hacer lo
que él nos pide.
Regañarme, reprender, ensalzar o discutir conmigo no les servirá de
nada, especialmente cuando estoy usando droga. No me tiren mis
drogas, el hacerlo los puede hacer sentir bien pero empeorará la
situación.
El Quinto punto habla de que no tiene caso ponerse a discutir con el adicto, uno de las
consecuencias del uso de drogas es que, debido a la interacción química con los
neurotransmisores (substancias que sirven para que nuestras neuronas se comuniquen
entre sí), se modifica temporalmente y desgraciadamente en ocasiones para siempre, la
forma en que razonan e interactúan el que esta usando drogas con los demás, la verdad
se convierte en “su” verdad, la verdad del adicto.
Hay que aceptar que estamos discutiendo con la persona con la que estábamos
acostumbrados a dialogar, estamos discutiendo con alguien cuya mente esta procesando
sus pensamientos de una manera totalmente distinto a como lo hacia antes de que usara y
generalmente es desorganizada. Nos vamos con la finta de que si esta razonando porque
nos dice algo que queremos oír pero en realidad solo lo dice para que lo dejemos en paz
y en su adicción.
De igual forma no se gana nada con tirar o esconderle su droga, solo le hará angustiarse a
buscarla o conseguirla nuevamente. Es mejor, como lo verán más adelante, actuar
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entendiendo que no tenemos dominio sobre el adicto, solo sobre nuestros actos.
No acepten mis promesas, solo las hago para salir del problema y
posponer el dolor. No cambien los acuerdos, aunque yo se los pida: si ya
acordamos algo, cumplan su parte y así es más probable que cumpla mi
parte.
En Sexto lugar se tiene el hecho de que el adicto dirá, hará y prometerá cualquier cosa
para llenar su necesidad de droga. Desgraciadamente inconforme con esto pactará todo lo
que le pidamos para salir de un agujero y entrar a otro más grande. Recuerden no tienen
poder sobre el adicto pero si tienen poder sobre ustedes, si acuerdan algo, queden firme
en su compromiso, esta conducta hará que el adicto comprenda más rápidamente las
consecuencias de sus actos y le ayudaremos a su recuperación.
No se enojen conmigo, destruirá cualquier posibilidad de ayudarme.
El punto Séptimo cuesta mucho trabajo entender, como no enojarme con alguien que
esta causando tanto dolor a la familia, como no sentir rencor si todo lo que hace el adicto
lo hace sin fijarse en el dañó que causa.
Tenemos todo el derecho de tener estos sentimientos, lo que no tenemos es el derecho de
actuar sobre ellos. Es decir debemos de pensar antes de actuar, no dejar que nos
dominen los pensamientos de dolor.
El adicto verá que nuestro enojo y coraje no es contra el hijo, hija o ser querido si no que
lo dirigimos a la conducta adictiva.
Los adictos están esperando los momentos de rabia y perdida de control de nuestro
temperamento, los va a usan como justificante para seguir usando. Desgraciadamente al
caer en este patrón de conducta se convierte en una forma de comunicación negativa
donde el adicto se siente en su medio, él espera esto y sabe como usarlo como un
pretexto más para continuar en adicción.
No se dejen llevar por su corazón, preocúpense de mi pero dejen que yo
me responsabilice de mis actos.
En el punto Octavo el adicto nos esta pidiendo que lo dejemos llegar a su momento más
bajo, es decir que “toque fondo.
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Cuando los hijos son pequeños los padres pueden fácilmente intervenir para evitar una
desgracia, pensemos en un niño que se va a caer de la cama, a esas edades podemos
levantarlos en hombros y evitar que caigan.
Desgraciadamente en cuando estos son mayores y sobretodo si entran en conducta
adictiva, solo nos queda el ver como se caen y estar a su lado cuando se quiera levantar.
Si por amor hacemos algo para evitar esa caída solo estaremos perpetuando su
inmadurez y por lo tanto su comportamiento adictivo.
No traten de esconder, encubrir o hacer menor las consecuencias de mi
adicción. Si lo hacerlo, reducen las crisis pero perpetúan la conducta.
El punto Noveno es complemento del anterior, nos esta indicando que si no lo dejamos
responsabilizarse de sus actos estaremos facilitando el que los repita. Si comete algo
negativo, tiene que afrontar la consecuencia. Por ejemplo si el adicto comete un acto
delictivo y tiene como resultado el que lo encarcelen, nuestra obligación es dejar que
pague su condena.
Si por amor lo sacamos del problema les aseguro que no será la última vez que lo tengan
que sacar y como consecuencia él va a saber que ese es el camino y que haga lo que
hagan nosotros lo vamos a sacar del apuro. Es sumamente importante que proyectemos
una clara idea de que no vamos a intervenir, por muy doloroso que sea el verlos en ese
estado nuestro papel es dejar que ellos salgan del problema.
Sobre todo, no huyan de la realidad como lo hago yo. La dependencia a
las drogas va aumentando conforme me siga yo drogando y al final de
cuentas yo soy el que decido drogarme.
Con el Décimo punto nos pide el adicto que veamos la realidad, no la que nos gustaría a
nosotros ver o la que quiere proyectar el adicto sino lo que realmente esta sucediendo en
nuestro alrededor. Muchas veces justificamos su conducta porque nos es más fácil
construir un mundo ideal donde los ojos rojos de los hijos son porque estuvieron
estudiando o en realidad los maestros no lo quieren y por eso falta tanto a clases o
reprueba.
Si la conducta nos dice que esta en adicción dejemos nuestros sentimientos de ilusión y
actuemos para confrontar el problema antes de que el problema nos confronte a
nosotros.
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Prepárense a que es posible que algún día yo este en control de mi
adicción, por ahora necesito ayuda de médicos, consejeros, psicólogos y
en especial de papas y familiares concientes de mi realidad.
Nos pide en el punto Undécimo que no lo demos por perdido, que mantengamos la
esperanza de que es posible que en algún momento de su vida ellos retomen el dominio
de sus actos. Es nuestro papel hacerles ver que ahí estaremos siempre pero con el único
propósito de ayudarles a su recuperación y no el resolverles sus problemas.
Recordemos que nuestro amor por el adicto no esta en duda, lo que esta en juego es la
rehabilitación de nuestro ser querido. No permitamos que nos manipulen en aras de
nuestro sentido de culpabilidad. En todo momento debemos recordar que, como padres,
familiares o amigos del adicto, no somos responsables de todos sus éxitos ni de todos sus
fracasos, somos una parta del todo pero en la realidad el adicto es el que saldrá de su
dependencia en el momento que él desee.
En la esencia misma del problema es el adicto el que decidió usa por primera vez una
droga y deberá ser el adicto el que decida dejar de utilizarla.
Desarrollo del Problema
No estamos solos, “La mayoría de gente no conoce nada o casi nada relacionado con las
Drogas”.
Después de darnos cuenta del dilema que teníamos en nuestro hogar, la primera realidad
con lo que nos topamos fue el aceptar que tan poco sabíamos con relación a las drogas y
la mecánica de su consumo.
Nuestra generación creció creyendo que “mariguano” era un ser infernal que se volvía
loco cuando la consumía, que solo la usaban los soldados y los albañiles y que el peor
problema al que nos enfrentaríamos era la posibilidad que en algún momento un hijo nos
llegara “tomadito o borracho”.
No tengo manera de expresar la gran sorpresa al ver la realidad de que tan desconectados
estábamos del mundo de nuestros hijos, de la enorme cantidad de diferentes drogas y la
increíble facilidad y accesibilidad que tienen para obtenerla y empezar a consumirla.
Tenemos que ver al enemigo como lo que es, una muy bien administrada empresa cuyo
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objetivo es vender droga sin importarle ni como, ni a quien. Verlo como un pulpo con
tentáculos por donde quiera. Es un error no entender que detrás de todo esto esta un
infinito numero de personas con una capacidad grandísima para producir, distribuir y
finalmente vender estos venenos sociales a nuestros hijos y seres queridos.
El idioma entre ellos es especial, se identifican entre sí en los lugares de reunión con
mucha facilidad, es sorprendente las veces que todos nosotros hemos estado en
reuniones, fiestas, eventos o lugares de diversión o simplemente de convergencia de
gente, donde se esta vendiendo y consumiendo droga sin que lo notemos.
Es hora de que abramos los ojos a la realidad para hacer todo lo que esta de nuestra
parte para evitar o contrarrestar este fenómeno.
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Capítulo Primero
Que es una droga?
El diccionario define que droga es una sustancia que aún teniendo en algunos casos
propiedades terapéuticas, no se utiliza con tal fin, sino que se auto administra con la
intención de obtener una serie de efectos gratificantes. Por lo que concluyo que “Droga”
es cualquier sustancia que ingiramos con la sola intención de “sentirnos diferente”, para
escapar de una realidad no deseada.
Que es un Adicto?
Adicto es la persona que compulsivamente abusa del uso de substancias que afectan su
estado de ánimo y su conciencia.
Si en algo estamos de acuerdo tanto Médicos, Psicólogos y Trabajadores Sociales, es que
la razón más importante por la que cualquier adicto usa una droga es porque quiere
sentirse diferente a como se siente antes de ingerirla, de esto se puede concluir que el que
consume drogas, en su gran mayoría, no se siente “a gusto” consigo mismo o con el
mundo que lo rodea y escoge este método para salir de su realidad. En psicología algunos
lo denominan como un “mecanismo de defensa negativo” o como la manifestación de
una deficiencia en sus funciones Yoicas.
Debido al razonamiento anterior es el que se les haga tan difícil a los adictos el dejar de
usar, “por que dejarla si me siento bien, cuando estoy “arriba” drogado todo cambia,
dejo de ser la persona que detesto y me convierto en alguien “cool”, “chiro”.
Es necesario entender que el que usa, en el momento de estar usando, efectivamente
recibe una satisfacción enorme al consumir, y aunque muy pasajera no deja de ser
intensa y contra esto es contra lo que estamos luchando, es el mal de nuestra generación,
una gratificación inmediata contra una satisfacción moral y ética.
Como padres nos ponemos a discutir con el adicto bajo la premisa de que no ganan nada
con usar, que es una idiotez, una tontería; esta forma de razonar es parecida al estar
discutiendo con alguien que fuma cigarrillos diciéndole que no tiene sentido común seguir
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fumando. Es importante reconocer que así como el fumador de tabaco disminuye su
ansiedad con fumar unos cigarrillos, de la misma manera el adicto recibe un estimulo que
lo hace sentir bien, lo importante es hacerle ver el costo de ese “placer”.
La lucha es por lograr que el adicto vea otro camino para lograr sentirse mejor con sigo
mismo, que tenga otras alternativas que le permitan pensar bien, en forma positiva,
hacerlo comprender el costo emocional que se origina como consecuencia de consumir
droga.
Es importante no dejarlo solo, como al pintor a quien se le dice “agárrese de su brocha”
mientras le quitan la escalera. La forma más efectiva de ayudarlo es darles los medios
para que, en forma personal, encuentre otra manera de pensar y por lo tanto de actuar,
para que así él cambie “su” propia escalera.
A continuación esta una relación de las principales drogas y su forma de actuar en la
mente de la que la usa, esto es con el objeto de tener mas información, recuerden el viejo
dicho de que al amigo se tiene cerca y al enemigo más cerca todavía, es nuestra
obligación saber lo más que se posible sobre las substancias que nos están robando la
vida de nuestros seres queridos.
Principales tipos de drogas
ESTIMULANTES
Cocaína, Anfetaminas, Methilfenidas, Fenometrazina y los relacionados con ellos.
Como la usan: Inhalada, fumada, inyectada o tomada oralmente
Que puede pasar: Euforia, taquicardia, arritmia, aumento de presión
Sanguínea, insomnio, inapetencia, alerta incrementada.
Que sucede cuando Hay una sobre dosis: Agitación, calentura,
Alucinaciones, convulsiones, paro cardiaco, vómitos y posible muerte.
Que se produce si dejan de usarla: Depresión, desinterés, mucho sueño,
apatía, adonismo, irritabilidad, desorientación.
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DEPRESIVOS
Hidrato de cloral, Barbitúricos, Methaqualona, Benzodiazepinas, Alcohol.
Como se usan: Oral o inyectables.
Que puede pasar: Hablar con dificultad o incoherencias, desorientación, tambaleo al
caminar, embriaguez, falto de compostura.
Que sucede cuando hay una sobre dosis: Aumenta el pulso, debilidad, respiración
entrecortada, sudor, coma, posible muerte.
Que se produce si dejan de usarla: Ansiedad, alucinaciones, insomnio, temblores,
delirios, convulsiones, posible muerte.
NARCOTICOS
Opio, Morfina, Codina, Heroína, Metadona.
Como se usan: Oral, inyectado o fumado y/o en combinación de ellos.
Que puede pasar: Agitación, euforia, mareo, respiración más lenta, nausea, visión ida.
Que sucede cuando hay una sobre dosis: Respiración entrecortada, sudor, contracción
muscular, coma, posible muerte.
Que se produce si dejan de usarla: Mirada vidriosa, mucosa, bostezos frecuentes,
pérdida de apetito, temblores, pánico, escalofríos y sudoración, calambres, nausea.
ALUCINOGENOS
LSD, Psilocibina (hongos, mezcalina, peyote, variantes de anfetaminas,
Phenciclidina).
Como se usan: Oral y fumada.
Que puede pasar: Alucinaciones, delirios, pérdida del sentido del cuerpo, excitación
emocional.
Que sucede cuando hay una sobredosis: Cuando se prolonga se puede confundir con
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episodios sicóticos .
Que se produce si dejan de usarla: No se sabe con certidumbre científica.
CANABINOIDES
Marihuana, Tetrahydrocannabinol, Hashish
Como se usan: Oral y fumada.
Que puede pasar: Deshidratación, incremento del apetito, problemas con memoria y
atención, euforia.
Que sucede cuando Hay una sobredosis: Paranoia, en dosis muy altas puede provocar
alucinaciones semejantes a estados psicopáticos, fatiga. Comúnmente no hay problemas
de sobredosis.
Que se produce si dejan De usarla: Puede producir insomnio e hiperactividad pero no
se ve problemas graves por abstinencia…
Drogas específicas y sus características
MARIHUANA (Mota, hierba, pasto, maría, moy)
Planta de marihuana (L); Cigarrillo de marihuana (R)
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Hoja limpia (L); Empaquetada (R)
La marihuana es una planta de la que se usa la hoja, en forma similar a la del tabaco,
para confeccionar un cigarrillo, y puede ser de color verde, café o gris.
Las formas más potentes de la droga incluyen la sin semilla, el hachis y el aceite de
hachis.
Para usarla la limpian de sus semillas, tallos e impureza y la enrollan en hojas de papel de
arroz, a esto le llaman canuto, churro, cartucho o moto, o la fuman en una pipa. Existen
unas pipas que filtran el humo con agua y esto se conoce en ingles como ¨bong¨ pero no
es muy común.
Algunos adictos la mezclan con la comida o en forma de té; pueden también remplazar el
tabaco de un puro y así fumarla.
Ha tenido mucho auge el ponerle a los cigarros de marihuana algunos cristales de cocaína
(crak) o mojarlos con ´PCP¨ (fenciclidina) y esto pude traer como consecuencias un
episodio sicótico o alucinaciones (ver u oír cosas que no existen más que en la mente de
la persona) y delirios (creencias exageradas como que nos persiguen o somos superman.
El efecto de la marihuana depende en mucho de la potencia del ingrediente más activo
que contiene, que es el THC (delta-9-tetrahidroca-nbinol) pero también contiene más de
400 químicos adicionales, muchos de los cuales se desconoce su efecto a largo plazo
además de ser cancerígenos.
Efectos del uso
Aunque depende mucho del tipo de cannabis, su potencia, si la fuman o la comen, el
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estado de animo del que la fuma, el lugar donde lo hacen y si han estado tomando
alcohol.
La mayoría de los que la usan siente los siguientes:
Sentimiento de euforia o alegría intensa
Mucho interés por los estímulos auditivos, visuales que de otra forma serian comunes,
por ejemplo puede verse la mano durante horas o ver el cielo, escuchar una melodía
obstinadamente.
Los eventos sin importancia o triviales se les pueden hacer muy interesantes
Pierden el sentido del tiempo, que les pasa lentamente.
Es importante hacer notar que la marihuana no produce un efecto físico al dejar de usarla
(adicción fisiológica) y tampoco se ha visto que exista una posible sobredosis, la
característica adictiva es netamente social y psicológica.
Que sucedes después de que fumaron marihuana?
Pueden sentir la boca reseca
Palpitaciones fuertes
Torpeza en sus movimientos, faltos de equilibrio
Lentitud en sus reflejos
Ojos rojos
A las pocas horas pueden tener mucho sueño y hambre
Afecta la habilidad de manejar un automóvil
Por cuanto tiempo queda la marihuana en el cuerpo?
Debido a que la marihuana (THC) se absorbe con facilidad en los tejidos grasosos
pueden quedar rastros en la orina varios días después de que la usaron. Cuando la están
usando en forma diaria pueden encontrarse rastros en la orina después de varias semanas
de que la usaron.
Aunque no es común, en algún caso, cuando la persona la usa por primera vez, puede
sufrir ansiedad aguda e inclusive paranoia.
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Problemas de salud asociados con el uso de la marihuana
Los que fuman marihuana están sujetos a los mismos problemas de salud que los que
fuman tabaco, tal como bronquitis y sinusitis.
Es muy notorio que los fumadores crónicos tengan dificultades con la memoria retentiva
y en general les es muy difícil memorizar o entender pensamientos complejos. Lo
anterior les trae problemas en la escuela y el trabajo.
Aunque no se ha fundamentado científicamente se cree que la marihuana afecta el
sistema inmunológico así como el reproductivo y que las sustancias químicas, presentes
en el humo, igual que en el de un cigarrillo común, son carcinógenos.
Las mujeres que fuman marihuana en el embarazo pueden propiciar que el niño nazca
pesando menos y con menos defensas.
En estudios hechos en Suecia, con fumadores constantes, se ha reportado que puede
producir cambios de personalidad, depresión y en algunos casos trastornos psicológicos
tales como esquizofrenia.
Que conductas me dicen que mi hijo esta usando marihuana?
Cuando lo veo como mareado y con dificultad de caminar
Cuando habla raro o como ¨borracho¨, sin aliento alcohólico.
Los ojos irritados y rojos
Dificultad con la memoria, olvido de cosas resientes
De que debo de cuidar y de estar pendiente?
Un olor a petate quemado en la ropa, el cuarto o el carro
Que queme incienso o use desodorantes para el cuarto
A encontrar semillas, tallos u hojas de marihuana en su cuarto o persona
Que traiga y use cortantemente gotas para los ojos
Que tenga algún pasador o prendedor que se preste para usarlo para detener el
cigarrillo, generalmente son como pequeñas pinzas.
Tener artefactos como pipas, papel de arroz etc.
Pegar póster o usar ropa alusiva al uso del artículo
Visitas a páginas de Internet con artículos alusivos al uso.
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Uso de la marihuana como medicamento
La marihuana fumada se ha visto que les permite a los enfermos que necesitan hacerse
quimioterapia (para algún tipo de cáncer), tener apetito y dejar de vomitar la comida así
como aminorar los síntomas secundarios de este tipo de terapia, también se usa para
aligerar los síntomas de glaucoma (enfermedad de los ojos).
COCAÍNA (Coca, polvo, nieve)
Líneas de coca para aspirar (L); Hoja de coca y el polvo (R)
Bolsas de cocaína líneas para aspirar
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Cocaína en polvo joven aspirando
Forma de aspirarse con billetes
La cocaína es una gran estimulante del sistema nervioso, afecta en forma casi inmediata
al cerebro y su funcionamiento. A pesar de lo que se cree, la cocaína es una de las drogas
más viejas del mundo (los indígenas mascan la hoja de coca para poder dejar de sentirse
cansados).
Se sintetizó en el siglo XIX y todavía en 1900 era usada en infinidad de brebajes y seudo
medicinas, inclusive en refrescos como la Coca Cola, que dejo de tenerla pero sigue
conservando su nombre. Era muy común y hasta principios del siglo XX se podía
comprar libremente. La sustancia activa de la cocaína es el clorhidrato de cocaína.
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Etiqueta de una botella de Coca-Cola de principios del Siglo XX. Donde se ve que legalmente podían mencionar
que uno de los ingredientes era extracto de hoja de Coca.
El uso terapéutico a principios del siglo XX
El uso de la cocaína era como la droga maravillosa que curaba desde el estado de ánimo
hasta los dolores de muela, todo ello totalmente legal.
La cocaína se extrae de la hoja de la planta de nombre”eritroxilon” que crece
principalmente en Colombia, Perú y Bolivia.
Hay dos formas básicas de la droga, el Clorhidrato de sal y los Cristales de Cocaína.
Cuando se abusa se puede usar en forma intravenosa (eyectada en la vena) o intra nasal,
29
por la nariz. En la forma de base o “freebase” se puede fumar.
La cocaína se vende normalmente en forma de polvo blanco, fino y cristalino que se
conoce como “coca, nieve, copo o golpe”. Los que la distribuyen, para aumentar su
volumen y ganar más dinero, la disuelven generalmente con leche en polvo, maicena,
talco o azúcar y en ocasiones la revuelven con otras substancias químicas como la
procaína (un analgésico local) o con otros estimulantes como las anfetaminas.
La principal manera de usar la cocaína es aspirándola por la nariz, done pasa
directamente a la sangre, a través de las membranas nasales. Otra manera de usar es
inyectándola en una vena, que hace que el efecto se sienta más fuerte e inmediato.
No hay una forma segura de usar cocaína, en todas las maneras existe una gran
probabilidad de producir enormes problemas cardiovasculares o cerebrales, que pueden
resulta en una muerte súbita.
El uso, aún en la primera vez, puede producir una adicción e inclusive la muerte por paro
cardiaco, como ejemplo real se tiene el caso del basquetbolista profesional Len Bias que
murió en forma fulminante estando jugando un partido profesional y al hacerle la
autopsia se detecto que había residuos de cocaína en su cuerpo.
Que es el Crack?
Cubos de crack cristales par fumar
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Cristal formado pipa de vidrio para fumar
Bolsitas de Cristal
Es el nombre callejero de los cristales de cocaína, que son producto del proceso de
convertir la cocaína en polvo en una sustancia que se pueda fumara. El nombre crack
viene del ruido que hace cuando se esta fumando la mezcla, del idioma ingles que quiere
decir “crujir”.
El crack se procesa con amonio o bicarbonato de sodio y agua, y se le calienta para
eliminar el clorhidrato. Debido a que es fumado el efecto para el que la usa es de
inmediato y por lo tanto la euforia es instantánea y desgraciadamente aumenta la
característica adictiva y lo hace aún más difícil de dejar.
La popularidad de esta droga viene del hecho que no es difícil de producir y cuesta muy
poco hacerla y por lo tanto la utilidad para los traficantes es mayor.
Que sucede al usar cocaína?
Lo común es que se sientan eufóricos, con mucha energía, atentos mentalmente y con
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ganas de hablar y conversar. Se aumenta su sentido de la vista, oído y tacto. Se
disminuye el deseo de dormir o comer, quieren hacer todo en un instante. La forma en
que usen la droga determinará la intensidad de los efectos anteriores.
La sensación puede durar de 15 a 30 minutos. Los efectos fisiológicos que produce son:
contracción de los vasos sanguínea, aumento de temperatura, palpitaciones cardiacas,
dilatación de las pupilas y tensión arterial alta. Si la dosis usada es muy grande o potente
puede originar espasmos musculares, paranoia y vértigos.
La cocaína es extremadamente adictiva, una vez que la usan les es muy difícil dejar de
usarla, debido al efecto que tiene de incrementar la acción de la dopamina (sustancia que
segrega el cerebro en forma natural cuando estamos haciendo algo placentero) hace que
el adicto necesite consumirla más y más y en mayor potencia y esto a la vez los puede
llevar a un momento de irritabilidad, inquietud y paranoia que inclusive puede producir
un estado sicótico (alucinaciones y delirios).
Como saber si están usando
Si constantemente les esta faltando dinero o artículos de valor de su casa
El hijo trae la nariz goteando (como con alergias)
Se pasa la mano por la nariz como para quitarse lo mojado
Problemas de irritabilidad
Llega cansado y de repente parece despierto e hiperactivo
Pupilas dilatadas
Constante actividad corporal
Muy platicador o lo opuesto y se encierra en su cuarto
Residuos de sustancia blanca en la nariz
Billetes enrollados, navajas sueltas
Residuos de polvo en espejos sueltos o muebles
Para saber si el polvo que encontramos es o no-cocaína, ponga un poco en su lengua, si
se le adormece probablemente es cocaína.
HEROÍNA
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Polvo de heroína mezcla calentada para inyectar
Uso intravenoso de heroína daña a piel por constante inyección
Kit para uso joven usando
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Uso activo de heroína
Es una de las drogas más adictivas, es de la familia de los opiáceos. La heroína se
procesa de la morfina, sustancia que se encuentra en la amapola o adormidera.
La forma de venderse típicamente es en un polvo blanco o marrón, o como una
sustancia negra pegajosa que llaman “goma”o “alquitrán negro”. Normalmente la
mezclan con azúcar o almidón o leche en polvo, en ocasiones le mezclan estricnina u
otros venenos.
El peligro es que el que la usa no sabe, a ciencia cierta, que esta inyectándose en las
venas. Comúnmente se les llama “Tekatos” a los que usan heroína café y de un costo
muy bajo, generalmente son los drogadictos que vemos en la calle, mal vestidos, olorosos
y de movimientos no coordinados.
La heroína presenta el doble problema de los que comparten agujas hipodérmicas, desde
luego el problema principal es en si la adicción, pero se hace más patético con la posible
infección de SIDA, Hepatitis o cualquier otra enfermedad transmisible a través de la
sangre, todo ello debido a que es común que los que la usan compartan las agujas sin
ninguna higiene.
Que sucede cuando la usan?
En el cerebro la heroína se convierte en morfina, y se liga con los receptores de opioides,
interactúan con las endomorfinas que por naturaleza produce nuestro cerebro cuando se
siente placer.
Tienen, los que la usan, una diversidad intensa de sensaciones agradables; estas
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sensaciones van generalmente acompañadas de un aumento de temperatura en la piel,
boca reseca y sensación de pesadez en las extremidades, puede ser acompañado de
nauseas, vómitos y comezón severa.
La heroína genera un grado de tolerancia tal que la hace enormemente adictiva, el que la
usa tiene que aumentar la potencia y dosis constantemente. Hay una gran dependencia
física a la droga por lo que se produce un alarmante “síndrome de abstinencia”. Esto
puede ocurrir a las pocas horas de que dejó de usar la droga.
Los síntomas de abstinencia incluyen: inquietud, dolor de los músculos y huesos,
insomnio, diarrea, vomito, escalofríos con piel de gallina y movimientos de las piernas.
Alcanzan su máximo entre las 24 y 48 horas después de la última dosis y se calman
aproximadamente después de una semana.
Afecta a la mujer embarazada el uso de heroína?
El uso de esta droga trae consigo complicaciones serias en el embarazo, puede producir
un aborto espontáneo o parto prematuro. Los niños recién nacidos tienden a tener, con
más probabilidad, síndrome de muerte súbita del lactante. Los bebes pueden presentar
síntomas de abstinencia al poco tiempo de nacidos, además de tener un bajo peso o
inclusive retrazo mental.
¿Cómo sé si la están usando?
Debido a la característica de esta droga es muy difícil que el adicto esconda su uso, ya
que se manifiesta en marcas de agujas en los brazos, descuido de apariencia, aislamiento
en el uso, cambios bruscos de personalidad, alucinaciones, apatía.
Drogas relacionadas con la heroína
Estos son los compuestos químicos similares en cuanto a sus efectos pero de diferente
composición química. A ellos se les llama análogos y son producidos en forma legal por
algunas compañías farmacéuticas para su uso legítimo en algún padecimiento,
generalmente relacionado con dolores intensos, como en el caso de algunos cánceres.
Los dos análogos más comunes son el fentanil y la meperidina (que se venden bajo el
nombre de marca Demerol); el más peligroso es el fentanil ya que es 50 veces más
potente que la heroína.
METANFETAMINA (Hielo (ice), cristal, arranque (crack), vidrio (glass), la
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Manivela, Cetáceo)
Mujer fumando (L); Meta bong (M); Smak kit (R)
Ingredientes (L); Patillas (M); Ingredientes (R)
Las metanfetaminas son un estimulante muy poderoso, afectan de una manera peligrosa y dramática al sistema
nervioso.
Debido a que existe una enorme accesibilidad para obtenerla y su costo es muy barato
(con lo equivalente a $10.00 Dlls se obtiene los suficiente para lograr el efecto que
desean), es la droga (después de la marihuana) que más usan los jóvenes y la que en sus
distintas variaciones produce más adicción y conductas destructivas que las otras.
El hecho que se pueda producir en pequeños “laboratorios” clandestinos y con
ingredientes que se consiguen fácilmente, hace que esta droga sea de abuso masivo. Por
lo tanto no hay control en la calidad de fabricación ni en las substancias con las que se
combina.
La metanfetamina es un polvo blanco, cristalino, sin color y con sabor amargo que se
disuelve fácilmente en agua o licor. Su uso inicial fue como descongestinador nasal e
inhalador bronquial.
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El efecto en el sistema nervioso es muy pronunciado, hace al que la use hiperactivo, sin
apetito y con una sensación de bienestar general. Dura de 6 a 8 horas el efecto y después
la sensación eufórica se trasforma en una agitación general, que produce en muchos
casos que el que la use tenga un comportamiento muy agresivo y violento.
Hay que reconocer que existe un uso medico para este tipo de droga, por ejemplo en el
tratamiento de narcolepsia, el desorden de déficit de atención y para controlar el peso
corporal. Solo debe de usarse por tiempo corto y bajo estricta supervisión de un medico.
Manera de drogarse
Debido a la cantidad de presentaciones que tiene esta droga su uso es muy variado, se
puede fumar, inhalar, tomar oralmente o inyectar. El efecto que tendrá en el adicto varía
según la manera en que la usa pero no hay que olvidar que en cualquiera de sus formas
el efecto sigue siendo destructivo.
Si el adicto la fuma, inhala o se inyecta el efecto es casi de inmediato, si el uso es en
forma de pastilla tomada el efecto normalmente tarda de 15 a 20 minutos. Esta
característica hace que el que la tome cambie radicalmente su estado anímico, el hijo con
el que estábamos platicando tranquilamente y todo parecía normal, se desaparece (para
tomarse la pastilla) y regresa totalmente cambiado, casi siempre con una conducta
agresiva o confrontacional.
Como también origina una gran tolerancia, los que la usan tienden a tener que usarla con
más frecuencia, los efectos placenteros desaparecen antes de que baje la concentración
de la droga en la sangre. Los adictos a ella tratan de mantener el sentido de placer usando
una y otra vez la droga.
Formas más solicitadas de la droga
El hielo (ice)
Es una forma fumable de la metanfetamina, es un cristal grande de alta pureza y
generalmente trasparente. Lo fuman en una pipa de vidrio igual que la cocaína en forma
de Crak. El humo que produce no tiene olor, deja un residuo que puede fumarse de
nuevo. Esta forma produce efectos que llegan a durar de 12 a más horas.
Que produce de inmediato la metanfetamina?
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El efecto a plazo corto casi siempre incluye:
Sensación de euforia
Aumento de respiración
Menos apetito
Hipertermia (calor)
Aumento de atención
Reducción de fatiga
Como es un estimulante muy eficaz, aun en pequeñas cantidades, produce un efecto de
excitación, la persona se siente que pude hacer cualquier cosa. Los que la usan reportan
que de inmediato tiene una sensación de agrado, esto es debido a que la droga aumenta el
efecto de la dopamina en el cerebro, que a su vez es un neurotransmisor que se produce
normalmente en el cerebro al momento de que el cuerpo siente algo placentero.
El uso en altos niveles produce un aumento en la temperatura corporal y se torna toxico
para el cuerpo, en ocasiones lleva al adicto a tener convulsiones y le puede ocasionar la
muerte.
Efectos a largo plazo
El uso crónico y por largo tiempo de esta droga produce un trastorno destructivo, en las
neuronas que a su vez origina un cambio negativo en la forma de pensar y actuar del que
la consume. El adicto se vuelve compulsivo en la búsqueda de la droga y esto lo
acompaña un cambio radical negativo en su comportamiento.
Es común que los adictos reporten estados de agitación que llevan a una conducta
violenta, ansiedad, confusión e insomnio. Reportan que tienen periodos sicóticos donde
pueden tener alucinaciones, incluyendo la paranoia, como sentir que los persiguen o que
todo el mundo esta en contra de ellos o sentidos de querer suicidarse o matar a alguien;
Delirios como el sentir que su cuerpo esta cubierto de insectos (formicación).
Al estar usando constantemente esta droga, el adicto puede durar días sin dormir ni
comer y con frecuencia se pasa la vida usando y usando, hasta llegar a un estado que se
conoce como “corrida”, que solo termina cuando ya no pueden conseguir más droga o
que están en estado de comportamiento tan sicótico y desorganizado que ya nos sabe ni
donde esta ni quien es. Es importante insistir en el efecto de violencia y la rabia
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incontrolable que produce el uso de esta droga.
Aunque generalmente no se reporta un problema físico grave, en el proceso de
abstinencia (síndrome de abstinencia), con dejar de usar metanfetaminas en cualquiera de
sus formas, (todo lo contrario a lo que sucede con los que usan heroína donde el cuerpo
si tiene una reacción muy desastrosa), al cortar el uso si pueden ocurrir problemas
sicológicos tales como:
Depresión, ansiedad, fatiga, paranoia, agresión y un intenso deseo por la droga.
A pesar de que las metanfetaminas producen efectos parecidos a los que presenta el uso
de cocaína, lo que las diferencia es que mientras que el cuerpo elimina con rapidez a la
cocaína (metaboliza), esto no sucede de la misma manera con las metanfetaminas ya que
estas se pueden quedan durante muchas horas en el organismo, con lo que producen un
daño mayor y más prolongado.
El uso de metanfetaminas puede producir una gran cantidad de problemas
cardiovasculares que incluyen taquicardia (aumento de latidos del corazón), alta presión,
derrames cerebrales, temperatura elevada del cuerpo (hipertermia) y convulsiones en el
peor de los casos producen la muerte del adicto. El abuso crónico puede dañar las
paredes internas del corazón y a los que se la inyectan les pude producir llagas en los
brazos que a su vez se pueden gangrenar.
En algunos casos el uso constante puede hacer que el adicto “se quede arriba”, esto es
que su mente se refugie en un lugar que él solo entiende, en este caso ya no razona y sus
pensamientos y actos no concuerdan con la realidad solo con sus pensamientos sicóticos,
perdido para siempre en su mundo.
Es común que la mujer que usa durante el embarazo contamine a su hijo y este nazca
prematuramente, con problemas cerebrales y de bajo peso.
ÉXTASIS (MDMA)
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Es un derivado de la familia de la metilanfetaminas, podemos describirlo como un
alucinógeno (produce alteraciones de la realidad “alucinan”). Debido a que se producen
en laboratorios clandestinos y sin control sanitario, los efectos pueden desgraciadamente
contener algún químico dañino como la PMA (parametilanfetamina) que se ha visto que
causa la muerte.
Inicialmente fue usada para suprimir el apetito hasta que se dieron cuenta de los efectos
secundarios (años 70-80). En la actualidad la usan en los bailes llamados “Raves” donde
los jóvenes también traen artículos de ropa o accesorios que le iluminan en la noche ya
que esta sensación visual, estimulada con la droga, produce las alteraciones que buscan.
Es común el uso de agua ya que la sobreexcitación (bailan durante horas hasta caer de
cansancio) producida por la droga causa una deshidratación en el que la esta
consumiendo.
Los que la usan creen que es afrodisíaca (no hay pruebas científicas que lo afirmen),
viene en unas pastillas, cápsulas o polvo y se consume oralmente; aunque también se
puede inyectar. Algunos adictos empedernidos la toman junto con el Metadón (droga que
comúnmente se les da a los adictos a la heroína para permitirles dejar de usarla y no
recaer violentamente), LSD y los derivados de opio. La pastilla típicamente cuesta entre
$5.00 y $10.00 Dólares.
La “subida” con Éxtasis puede durar de 6 a 24 horas pero es más común que dure de 3 a
4. Una dosis moderada puede producir euforia, sentimientos de bienestar, aumentos de la
visión mental o emocional, ansiedad o paranoia.
Cuando se toman una dosis mayor o la combinan con otras drogas, tienen la sensación
de estar flotando, fuera de su cuerpo, alucinaciones, depresión, paranoia. En el caso
anterior produce conductas irracionales o violentas.
Problemas físicos del uso de Éxtasis
Debido a la euforia que produce la droga las personas se sobre excitan, se mueven
constantemente a los son de música estridente y esto les produce un aumento de
palpitaciones, tensión arterial alta, rigidez muscular, mareos, escalofríos, sudor,
temblores, insomnio, convulsiones, perdida de control sobre los movimientos del cuerpo
y en algunas ocasiones la muerte.
GHB (gamma hydroxybutyrate) Comúnmente llamada Éxtasis líquido
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Fuertemente usada para bajar de peso, produce una depresión y si se combina con
alcohol puede producir nauseas, mareos y problemas de respiración. El dejar de usarla
puede producir insumía, ansiedad, temblorina y sudor exagerado.
KETAMINE
De K especial (también conocido como cereal de Desayuno, la droga de la violación de la
Fecha, K, Ketaject, Ketalar, la Éxtasis Nueva, Heroína Psicodélica, K Súper).
A la fecha todavía se usa como un anestésico general, con excelentes resultados, viene en
forma de un líquido que se puede inyectar en el músculo (no en la vena como la heroína
por ejemplo), en muchas ocasiones lo cocinan formando un polvo blanco que lo inhalan
o tragan.
En el caso del Special o Especial K este es generalmente inhalado por la nariz aunque en
ocasiones lo incorporan al tabaco común o a un cigarrillo de marihuana, procediendo a
fumarlo.
Recibe el nombre de Mary K cuando lo mezclan con Olla y si lo mezclan con la cocaína
le llaman CK.
Rohypnol (flunitrazepan) es otra droga que usan, mezclada con alcohol, para lograr un
efecto afrodisíaco. En realidad la droga vuelve vulnerable a la persona a un ataque
sexual.
Esta droga esta usada actualmente como una manera de “noquear” a alguien con lo que
se pude llegar a violar a la persona ya que no tiene control de su cuerpo y generalmente
produce una perdida de memoria por lo que la persona no recuerda que hizo ni como
llego a donde se encuentra.
INHALANTES
Son substancias que producen vapores tóxicos con características químicas que generan
una sensación en el que los huele. Al inhalarlos se produce un efecto que altera la forma
de pensar y actuar, los pones en un estado de alteración mental.
La diferencia entre los Inhalantes y las drogas que se usan a través de la nariz es que el
objetivo de producir Inhalantes es para el uso en alguna tarea casera común, como
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ejemplo los removedores de pinturas, líquido para lavar en seco, gasolinas, los aerosoles,
pegamentos. Los usan los adictos jóvenes o de escasos recursos económicos porque
como son volátiles a una temperatura ambiental, fáciles de obtener (en cualquier mercado
o reaccionaria), baratos y engañosos (dicen que los van usar para lo que fueron
fabricados) se les hace sencillo consumirlos.
Los Inhalantes se clasifican en cuatro categorías, según su función:
1. Disolventes sólidos como removedores de pintura, quita-grasa, gasolinas etc.
2. Aerosoles, son rociadores que contienen propulsores y disolventes como la pintura
pulverizada, atomizadores para desodorantes, fijadores de pelo etc.
3. Gases como éter, cloroformo (anestesias medicas), oxido nitroso (se encuentra en
botes de crema batida y aditivos para la gasolina).
4. Nitritos, que a diferencia de los otros que actúan en forma directa sobre el sistema
nervioso central, estos actúan esencialmente dilatando los vasos sanguíneos y
relajando los músculos. Estos productos se usan para aumentar el placer sexual. El
nitrito ciclohexilico se encuentra en los perfumes, el nitrito amílico se utiliza para
dolores de corazón. En el lenguaje de la calle se les llama “popers” o
“reventadores”.
Como los usan
Aspirando o inhalando los vapores de los recipientes
Rociando los aerosoles directamente en la nariz
Aspirando o inhalando dentro de una bolsa impregnada con el líquido
Oliendo un trapo empapado de la sustancia
Inhalando globos que han sido llenados con oxido nitroso
Las sustancias inhaladas entran rápidamente al torrente sanguíneo, a través de los
pulmones, y son distribuidos de inmediato al cerebro y otros órganos.
Al poco tiempo el que esta usando siente una intoxicación similar a la que produce el
alcohol. Los pude hacer balbucear (hablar arrastrando las palabras), no coordinan sus
movimientos (tambalean), euforia y mareos. Pueden padecer de aturdimiento,
alucinaciones y delirios, tal como pensar que pueden volar.
El uso constante puede hacer que la persona pierda el conocimiento y muera, como la
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intoxicación solo dura unos minutos los que la inhalan pueden hacerlo durante varias
horas, practica sumamente peligrosa, después pueden sentir un fuerte dolor de cabeza
persistente. Puede haber daños cerebrales permanentes así como destrozo en el sistema
respiratorio y cardiovascular (pulmones, nariz, tabique nasal, corazón).
Se han observado, además de todo lo anterior, perdida de peso, debilidad muscular,
desorientación, falta de atención, coordinación, irritabilidad y depresión. Si esto no fuera
poco también se puede dar la “muerte súbita por inhalación” (puede ser en la primera vez
que la usan), fallo cardiaco y en general la muerte, producto de asfixia, sofocación,
atoramiento (se tragan su propio vomito), heridas mortales por accidentes relacionados
con estar drogado.
El usar estos productos durante el embarazo tiene consecuencias similares a las otras
drogas que se inhalan, niños con bajo peso y retrazo mental.
Últimamente los “poppers, yumbina, tinat china, spray” se han puesto de moda, tanto
por la facilidad de su fabricación como el halo de sexualidad prohibida que los rodea. El
nombre lo obtienen porque originalmente era vendido dentro de una ampolleta que se
tenía que reventar y en ese momento hace un ruido parecido a un “pop”. En la
actualidad su presentación ya no es así sino que se vende en ampolletas de plástico y de
fácil apertura.
Contienen compuestos altamente tóxicos e inflamables, derivados de los nitritos de
alquilo (isobutilnitrito, butilnitrito y amilnitrito), usados desde hace muchos años como
vasodilatadores para pacientes con problemas de angina de pecho y otros males
cardiacos.
Los que la usan describen su efecto como algo que al principio sobreviene un mareo e
inmediatamente indican que los controla y les da ganas de besar y abrazar.
Es común que se le denomine la droga de los “gays” u homosexuales, en cuyo circulo
recibe el nombre de perico, putazo, oro liquido, rush y clímax. El problema esta en lo
accesible que es el obtener los ingredientes para su fabricación, que en este caso es el
alcohol butílico y el nitrito de sodio; productos comúnmente usados para desodorizantes
o limpiador de cintas de video.
ALCOHOL
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Uno de los problemas más grandes que se tiene en combatir esta adicción es la
accesibilidad tan generalizada que se tiene para obtenerla, vean a su alrededor y parece
que en cada esquina hay una licorería o establecimiento que vende alcohol. Tenemos que
añadir a ello el que el uso del alcohol es socialmente aceptable y en muchos casos se le
discrimina al que no lo consume. Es probablemente, junto con la nicotina, una de las
únicas drogas que se pueden comprar legalmente con el único propósito de usarlas como
droga.
El alcohólico suele terminar su vida teniendo un solo fin, conseguir y usar alcohol. A
pesar del costo tan alto que paga el adicto y los que lo rodean, como es la pérdida de
trabajo, familia, dignidad, amistades, el conseguir y consumir alcohol se vuelve su única
razón de existir. En los casos extremos de alcoholismo, el uso de la droga los lleva a
perder todo interés en la interrelación humana, solo tienen contacto con las personas y
cosas que están relacionada con su consumo.
El alcoholismo es el consumo exagerado de alcohol, que le produce al bebedor una serie
de problemas físicos, mentales, emocionales, laborales, económicos y sociales que le
impiden funcionar adecuadamente en la sociedad.
La desgracia se hace mayor si se toma en cuenta el número de accidentes y muertes que
se relacionan con el uso del alcohol así como la cantidad de matrimonios que se han
desintegrado debido al alcoholismo de uno o ambos cónyuges.
Abuso y dependencia del alcohol.
Podemos dividir el uso del alcohol de dos maneras, abuso de alcohol y dependencia del
alcohol. El abuso nos indica una necesidad claramente psicológica, el que lo usa lo
necesita para funcionar, sin alcohol en el sistema no cree que pueda hacer las cosas que
necesita hacer en su vida, solo ingiriendo alcohol puede ser “simpático en las fiestas”,
aventado con las mujeres, hablar en público etc.
El problema con el abuso es que en muchas ocasiones lo confundimos con una
interrelación social, es muy simpático, que buena onda o que aventado. Existen muchos
alcohólicos que pueden funcionar durante muchos años dentro de su trabajo y familia
escondiendo esta conducta.
La dependencia del alcohol abarca alteraciones similares a las del abuso, además de
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incorporar signos de mayor tolerancia (tiene que tomar más para sentirse bien),
problemas con memoria. El alcohólico pierde el sentido de decoro, aceptación y lo único
que lo hace actuar es el conseguir alcohol, de cualquier manera y sin importarle las
consecuencias psicosociales.
Es por herencia o no?
A pesar de que hay una importante cantidad de investigadores e información que nos
dicen que puede existir una predisposición genética al alcoholismo, esto no es por el
momento un dato científicamente comprobable.
Los estudios que se han realizado con gemelos monocigóticos (en los que un óvulo
fecundado se dividió y formó dos idénticos) no han podido darnos una conclusión
objetiva y comprobable ya que en muchos casos solo uno de los gemelos ha tenido la
adicción a pesar de ser creados en el mismo ambiente familiar.
Por ahora lo que sí sabemos es que hay gente que con más facilidad cae en esta adicción
y hay otras que pueden tolerar el uso sin que les cause un gran problema o una
consecuencia desastrosa.
Lo que sí se acepta con bases estadísticas es el hecho de que el hijo de un alcohólico, o
el que vive en casa con un alcohólico, tiene 4 veces más probabilidad de volverse
alcohólico que aquel que vive en un hogar libre de esta problemática.
Características psicológicas que predisponen al alcoholismo
Depresión
Comportamiento hostil y autodestructivo
Inmadurez sexual
Ciertos rasgos esquizoides como timidez y gusto por la soledad.
Dado a que el alcohol se encuentra en la mayoría de las casas, es la droga más fácil de
que los hijos empiecen a consumir y junto con el tabaco la que más distinguen como de
uso aceptado (mis papas toman y/o fuman por que yo no!)
Por lo anterior debemos estar pendientes de cuanto alcohol se tiene en casa y manejarlo
de la misma manera que haríamos con un veneno.
Cómo se manifiesta el Alcoholismo:
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Se debe de tener mucho cuidada si se presentan algunos de las características que se dan
a continuación:
El tomar alcohol para “calmar los nervios” o dar valor
La disminución del apetito
Tomar a solas hasta perder conocimiento
Maltratarse a sí mismo o a otros después de tomar
Emborracharse constantemente
Aumentar la cantidad de alcohol que consume
Irritable o irracional (especialmente si se le pregunta algo de su uso del alcohol).
Problemas de salud, trabajo, económicos y familiares
Falta de higiene, responsabilidad, baja moral.
Que pude pasar cuando se abusa
Sobredosis
Especialmente para adolescentes que los hacen como parte de la creencia de que así se
hacen hombres. La sobredosis puede llevarlos a una congestión alcohólica y en ocasiones
como consecuencia de ella, a la muerte.
En la actualidad existe una conducta entre los universitarios americanos que para poder
incorporarse a un grupo social especial, retan al joven a injerir alcohol durante toda una
noche, ya son muchas las muertes reportadas como producto de esta práctica (se llama
“binging” en ingles).
Accidentes y violencia
El alcohol es un factor principal en la mitad de las muertes por accidente en carretera así
como de violencia interfamiliar. En México una de las desgracias sociales más graves es
la tendencia que se tiene a tolera la agresión ínter pareja, junto con el abuso de bebidas
alcohólicas, como una forma normal de comunicación. Todo esto nos ha trasformado en
un país de “victimas y victimarios”, donde al final se ve que las victimas realmente son
los hijos que crecen en este tipo de matrimonio.
Quiero estresar que a pesar de que son muchísimas más las mujeres que sufren la
agresión física de su pareja, últimamente se ha reportado un aumento notable de
hombres que manifiestan ser agredidos físicamente por sus esposas, con las mismas
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consecuencias negativas que ello implica, aumentadas por el estigma machista
especialmente de las sociedades latinas.
La realidad es que nadie merece ser tratado como una bolsa para ser golpeada o
golpeado, los que más sufren son los hijos que al ver, tanto la agresividad de uno o una y
la pasividad del otro u otra, registran esta conducta en su mente y desgraciadamente más
de una vez, ver a los padres con esta característica, los hace más propensos a convertirse
en golpeador o golpeadora en su matrimonio, con lo que se va perpetuando esta actitud
destructiva.
Problemas médicos
Es tanto el daño que el alcoholismo produce en el adicto que seria imposible nombrar
todos pero los principales son:
Cardiopatía (problemas de corazón o sistema circulatorio)
Trastornos mentales y neurológicos (alucinaciones, depresión, psicosis)
Problemas Gastrointestinales (del tubo digestivo)
Cirrosis (cicatrización del hígado)
Malnutrición (por tomar alcohol no comen)
Problemas sexuales (dificultad en mantener erección y falta de apetito sexual)
Problemas familiares (los hijos de alcohólicos sufren más que ellos)
¿Cómo distingo una actitud de alcoholismo en el hijo?
Si tomamos en cuenta que el uso de alcohol es común en nuestra sociedad, parece
pensar que sería muy fácil que, como papás, nos diéramos cuenta que alguno de nuestros
hijos esta cayendo en una adicción alcohólica. Desgraciadamente la accesibilidad es lo
que hace difícil el que despertemos a esta realidad.
Es muy común que en nuestros anaqueles tengamos alguna forma de bebida que
contenga alcohol, por lo que la accesibilidad es un factor muy importante en la facilidad
de que los hijos la consuman.
Debemos tener mucho cuidado en fijarnos en lo siguiente:
Desaparecen botellas de licor de los anaqueles.
Como hablan los hijos al regreso de un evento
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Bajo aprovechamiento escolar
Trastornos al dormir
Higiene personal
Promiscuidad
Nuevas Drogas de Diseñador
estas son simplemente variaciones a las que en la actualidad se están empleando, en
algunas ocasiones efectivamente desarrollan alguna nueva. El problema que tenemos es
que no sabemos realmente que contienen y no hay nadie que regule su producción y
consume, son una ensalada de muchas drogas hasta encontrar alguna que produzca el
efecto “Nuevo”.
la verdadera razón por la que se producen así es que la intención es de que no sean
catalogadas dentro de aquellas que están prohibidas.
lo catastrófico es que se sueltan al Mercado sin ponerle ninguna importancia en lo que
suceda con el consumidor. Desgraciadamente tardan mucho tiempo que las instituciones
se preocupen por ellas.
Aquí tenemos algunas
ALIENTO DEL DIABLO (ECOPOLAMINA)
Es una droga nueva que proviene de un arbol que se da en Sur América, especialmente
en Colombia, al usarla pierde uno el sentido de voluntad propia así como las memorias
de corto plazo.
No huele ni tiene un sabor especifico y puede, con malas intenciones, ser aventado el
polvo a la nariz de cualquier persona, dando los resultados de usar.
FLAKKA O GRAVA
viene de una forma sintética de las anfetaminas y por lo tanto es un estimulante muy
potente, parecido a la Cationone, que se encuentra en las Sales de Baño, se puede tragar,
inyectar o usarse con un de los nuevos Cigarros Electrónicos. Es extremadamente
adictiva tanto psicológicamente como físicamente.
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En algunos casos produce un estado conocido como síndrome de delirio extremo de
excitación, el cuerpo puede alcanzar temperaturas de más de 42 grados alcanzando un
estado de Hipertermia.
Desgraciadamente también hay muchos casos en que produce ansiedad, paranoia y
delirios, cuanto que el que la usa se vuelve más psicótico, llegando a quitarse a tirones la
ropa, agitarse y manifestar una agresividad peligrosa.
2C-E (EUROPA)
Similar a lo que se conoce como LSD, dura aproximadamente de 6 a 10 horas pero
puede estar presente el efecto por días enteros. Se consume en forma de tableta o
capsula.
Nuevos usos por adolecentes de productos caseros
Sabemos lo fácil que es que los jóvenes consuman el alcohol que está en casa, ahora
tenemos una tendencia a usar substancias aparentemente inofensivas en casa, están
poniendo su atención en usar, entre otras cosas, lo siguiente:
Bebidas con una fuerte cantidad de Cafeína y lo revuelven con alcohol
Inhalando limpiador de computadora
Grasa para lustrar zapatos y solventes
Tiras de gel hechas con concentrado de cafeína
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Capítulo Segundo
Que hace que la gente se drogue?
Como seres humanos se tienen un mundo de cosas que nos afectan día con día, para
resolver estos conflictos utilizamos todos los mecanismos a nuestra disposición, mientras
más alternativas positivas tengamos, más fácil nos será el no caer en el uso de drogas
como una solución a los mismos.
Existen tres grandes influencias en la vida de nuestros hijos:
1. Su personalidad, que se podemos traducir como la forma en que generalmente
resuelven las cosas.
2. El medio ambiente familiar.
3. Las presiones de los amigos, conocidos o compañeros, así como los seres queridos
con los que tienen contacto.
El conjunto de estos tres factores es el que determinará la mayor o menor probabilidad
que se tiene en cuanto a que nuestros hijos usen o no usen droga.
No existe una explicación mágica, como tampoco existe una regla de oro que nos diga
con toda exactitud el que si tal o cual cosa les pasara a nuestros hijos esto daría como
consecuencia el que ellos vayan o no a usar droga. Si así de sencillo fuera pudiésemos
concluir que todo el que tiene problemas con sus papás o vive en un medio hostil o
tienen amistades negativas, automáticamente serian llevados al uso de una o varias
drogas, por experiencia sabemos que esto no es así.
Bastara con solo imaginarnos una familia de varios hijos, criados todos dentro del mismo
ambiente, que para este ejemplo es un ámbito familiar con grandes problemas, como
podría ser el tener un papá abusador, si lo dicho en la cuartilla anterior fuera cierto todos
los hijos serían drogadictos; Aquí cabe la pregunta por que alguno escogen usar droga y
otros resuelven sus problemas de una manera más positiva?.
Todo dependerá de la forma en que el individuo maneje su realidad. Platican de unos
hermanos gemelos, hijos de un padre alcohólico, uno se convirtió en alcohólico y el otro
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decidió no tomar, al preguntarle al que no toma por que decidió ser abstemio (no tomar)
él contestó: Después de ver la vida que nos dio mi papá, lo que sufrimos como familia,
mi mamá destrozada, crees que me darían ganas de tomar?.
Lo interesante es que cuando se le preguntó al hijo alcohólico por que toma, este
contestó: “Cómo no voy a tomar si eso me enseño mi papá” ¡!.
Dos respuestas muy distintas con un factor de razonamiento radicalmente opuesto pero
valido para cada uno de los hermanos.
De la misma manera que una persona puede nacer en un ambiente que se presta para
usar drogas, ya sea por su accesibilidad, condición social, presión de amigos, hogares
destrozados, y decidir usar, otro en condiciones similares puede decidir no hacerlo.
Recordaremos que al final eso es lo que hace la diferencia, la decisión personal de usar o
no drogas.
En los hogares cuya dinámica familiar no se acepta el uso de drogas, comúnmente el
miembro que sí decide experimentar con ellas lo hace inicialmente como rebeldía,
aludiendo comúnmente a las clásicas frases de: “necesito encontrarme”, “no sé cuál es mi
realidad”, “mi futuro no me importa”. Es en estos casos en que generalmente la
intervención oportuna y temprana de los padres traerá un resultado positivo inmediato.
En el ejemplo anterior no se puede hablar de una adicción clásica a las drogas ya que la
conducta adictiva viene de la necesidad de expresar, en forma por demás dramática, la
“rebeldía”, fíjate en mi, háganme caso; se fundamenta en una llamada de atención a los
padres, muy similar a la que tiene el niño que come de más, se vuelve violento
(hiperactivo agresivo) hacia las personas y objetos. En la actualidad se esta viendo con
mucho apremio un aumento entre los jóvenes de edad escolar por producirse cortadas o
mutilaciones en sus cuerpos que en algunos casos trae consecuencias medicas serias.
La verdadera adición bien después, cuando el que la usó al principio como rebeldía se da
cuenta que no logró su objetivo, que no cambió su vida, en ese momento él se puede
topar con el hecho de que ya es el “estado adictivo”, el usar, lo que lo envuelve. Su vida
ahora gira alrededor de dicha adicción, desde que se levanta lo más importante para él en
la vida es como conseguir su siguiente dosis, su siguiente “aliviane”.
Desgraciadamente, ya en clara actividad adictiva, es cuando normalmente los papas nos
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damos cuenta, pero como mencionamos en este libro, hay mucho que hacer, y
muchísimo más que no debemos hacer, para ayudarlo a que vea su realidad y de esta
manera puedan tomar más fácilmente decisiones correctas.
Para efectos de este libro vamos a tratar cada uno de los temas más impactantes,
describiendo lo que se sugiere que podemos o no hacer para que, por un lado les demos
las armas para decidir mejor y por otro le aminoremos las influencias que le pueden
favorecer iniciarse en la adicción, sin olvidar en ningún instante que la responsabilidad de
usar o no usar droga recae únicamente en la persona que decide consumir.
Personalidad
Una de las formas aceptables de definir lo que es la personalidad nos dice que:
personalidad es la manera o forma en que comúnmente resolvemos nuestros problemas,
es decir si alguien generalmente se pasa el día enojado o tratando de resolver con golpes
las discusiones, se puede concluir que tiene una personalidad agresiva, de igual forma el
que no confronta y acepta dócilmente lo que le pasa, pude distinguirse como alguien con
personalidad sumisa.
En muy pocos casos se pude hablar de una personalidad totalmente concordante con una
de las dos formas explicadas en el párrafo anterior, sino traten de recordar algún noticiero
en que salen asesinos en serie que ya en la cárcel se preocupa más por quien le va a dar
de comer a sus perros que como se sintieron sus victimas Son los mismos que al
preguntarle a sus vecinos que tipo de persona era, comúnmente el vecino expresa que a
pesar de que: “durante muchos años vivimos en la misma calle y para mí siempre fue
una persona tranquila y linda”.
El individuo cuya característica o rasgo de personalidad es introvertido, aislado, retraído,
débil de carácter, va a ser más susceptible a las tentaciones y por lo tanto a que lo
“inviten” a usar droga. Los que la venden buscan en especial a este tipo de jóvenes para
acercárseles e incitarlos a que las prueben, son los más acechados por las personas que
afuera de las escuelas reparten inicialmente droga en forma gratuita. Se aprovechan de
que son retraídos para hacerles amistad, los hacen creer que les entienden y que con el
uso de drogas van a poder quitarse ese sentido de “soledad” y “aislamiento”.
En el otro extremo tenemos a los que nunca aceptan a la autoridad, siempre están
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peleando por algo, no les gustan las reglas que se les imponen en el hogar, la escuela o el
trabajo. Estas personas “contreras” van a exhibir conductas que también favorecen el
que busquen usar drogas, pero aquí no es necesario que los enganchadores (pusher’s) los
busquen o regalen nada, ellos van a encontrar su veneno por su propio gusto, por su
propia característica de personalidad, ellos encuentran a la droga y como conseguirla.
Como padres debemos tratar de identificar las características naturales de nuestros hijos,
para ayudarlos a resolver esos conflictos. En el primer caso, el hijo con personalidad
tímida o retraída, el que los papas los incorporen a la dinámica familiar, los tomen en
cuenta, les busquen actividades en conjunto (ya sea deportivas, religiosas o de interés
general como ir al cine todos, comidas dominicales) les favorecerá el saber manejar esa
timidez e incorporar conductas que les permitan a los hijos sentirse satisfechos de si
mismo.
Alguien que se siente bien consigo mismo, que esta a gusto aun estando solo, muy rara
vez recurre al uso de drogas ya que estas serian contraproducente pues le cambian su
estado de ánimo, algo que ellos no desean hacer.
El tomar clases defensa personal puede, en forma efectiva, aumentarle la confianza al
hijo en su habilidad de resolver los problemas cotidianos por sí solo. Es importante hacer
notar que todo esto es una actividad que deberá llevarse a cabo en conjunto con el hijo.
El sencillamente llevarlo a una academia de Karate y dejarlo ahí para recogerlo cuando
termina la clase no es “compartir”. Hay que intervenir en forma directa y personal en el
proceso, van a ver la satisfacción que obtendrán como padres al ser participes de este
crecimiento emocional del hijo.
Lo que se busca es romper el círculo vicioso del que venimos, piensen en que les hubiera
gustado compartir con sus padres y traten de incorporarlo con sus hijos. Cabe hacer la
aclaración que se tiene que recordar que cada hijo es distinto y definitivamente no es una
extensión ni un “clon” de nosotros, no todo lo que nos habría gustado haber hecho con
nuestros padres o lo que nos agradaría que nos hubieran dado cuando nosotros éramos
jóvenes, va a ser lo que el hijo actual quisiera.
Recuerdo que durante mi adolescencia me era muy importante el tener un automóvil,
claro a la primera oportunidad que tuve le compre un carro a mi hijo, sin darme cuenta
que estaba ella ya en abierta actividad adictiva. En retrospección el carro realmente me lo
estaba regalando yo a mí mismo, con la creencia que ella iba a actuar positivamente,
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como lo hubiera hecho yo si mi papá me lo hubiera comprado a mí.
O sorpresa cuando tiempo después me dice: fíjate papá, que tonto fuiste, cuando más
necesitaba que me pusieras limites, ya que yo estaba bien metida en la droga, me
premiaste con un carro ¡!!!
Al hijo que es rebelde por naturaleza hay que hacerle ver, a más temprana edad y con
más claridad, los límites de lo que puede o no hacer. Se le debe inculcar la idea de que el
participar es natural y una parte de la dinámica familiar, desde pequeño tienen que
participar en hacer el aseo de su cuarto, cumplir con sus tareas, y en general tener
obligaciones y responsabilidades dentro del grupo familiar, se debe de hacerlo sentir parte
del grupo. Estas responsabilidades familiares y la razón de que existan, deben de
marcarse en forma muy clara y así también las consecuencias de no cumplir.
En nuestro caso mi esposa, que habiendo venido de una familia donde a ella le toco el
papel más fuerte con relación a la limpieza del hogar, defendió el que nuestros hijos no
participaran en el quehacer domestico. Las consecuencias de no haber infundido esos
valores de cooperación familiar no tardaron en hacerse patentes en la conducta de
nuestros hijos.
Que daríamos por haber tenido una idea más clara del efecto que nuestro
comportamiento tendría en la formación de nuestros hijos.
Los dos padres deberán estar en armonía con respecto a cuales serán esos límites así
como las consecuencias que tendrán los hijos si no los cumplen. Se les debe proyectar
una idea clara a los hijos de quien da permisos y en que circunstancias, así como el papel
de cada padre en la aplicación de las consecuencias.
Lo anterior nos sirve para que nuestros hijos no contrapongan a un padre contra el otro y
de esa manera manipularnos a su antojo. El adicto se vuelve experto en esto, hará todo lo
necesario para seguir su adicción, nos mentira, engañará, confrontará un padre con el
otro. Hará todo lo que esta en sus manos con el fin de que no lo descubramos y pueda
seguir en su conducta adictiva.
Los hijos “Contreras” son muy buenos para hacer que los papas se contradigan y se
peleen. No hay que caer en ese juego, el arma más potentes que se tiene para que los
hijos se alejen de las drogas, son los papas que piensan y actúan como una unidad.
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Pónganse de acuerdo en como quieren que sea la dinámica de su familia, en relación con
salidas, permisos, forma de vestir, amigos, entre otras cosas y comuníquenselo a los hijos
en forma clara y en conjunto, con una sola voz.
Ambiente familiar
Es sin lugar a duda un ambiente familiar estable, sólido, con base morales y sociales
claras, el que más ayudará a que nuestros hijos puedan tomar la decisión de no usar
droga. Desgraciadamente en el mundo en que vivimos esto es cada día menos “normal”.
Ahora bien, a pesar de no tener ese tipo de familia, es el hijo en forma personal el que
decide o no usar droga, recuerden el ejemplo de los hermanos gemelos con el mismo
papá abusador, uno decide usar droga y el otro no.
Estadísticamente es mucho más probable que una persona adicta venga de una familia
con problemas. Las razones comunes que ellos citan son:
No puedo hablar con mis papás, no me oyen.
No me dejan hacer lo que quiero, me piden cosas que no se me antojan hacer.
Me comparan con mis hermanos y yo soy distinto.
Nunca están y cuando están siempre peleamos.
Me exigen más de lo que puedo en la escuela y a mi no me gusta estudiar.
Me gritan y maltratan, me tratan como niño.
Ellos se pelean constantemente, prefiero encerrarme en mi cuarto para no
escucharlos.
Mi papá es un alcohólico, siempre le pega a mi mamá y luego a nosotros.
Nunca conocí a mi papá (o se fue cuando era muy chico) y mi mamá tuvo que
trabajar constantemente y nos dejaba solos.
Se divorciaron y me mandaban de un lado a otro, sentía que nadie me quería.
Abusaron de mí (comúnmente cometido por un pariente o vecino).
Que debemos de hacer
(Si la familia consiste de una solo persona substituyan pareja por mamá o papá)
Aceptar que existe un problema de pareja y buscar ayuda profesional
No importa quién sea culpable o no, lo importante es pensar que un matrimonio debe de
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producir, antes que nada, felicidad para los dos y como consecuencia para la familia
como un todo. Los problemas deberán resolverse con el deseo de que al final del día
ambas partes se sientan satisfechas con sus vidas.
Parecerá increíble pero en el fondo uno de los problemas más grandes no es que la otra
parte haga o no algo, sino el no sentirnos comprendidos, respetados o tratados como
adultos.
Aunque mucha gente crea que el matrimonio sea una cruz que debemos llevar a cuestas,
esto es mentira, deberá ser algo que nos haga que, al final del día, regresar a casa sea un
placer y no una penitencia, esperar al marido no sea un suplicio sino una ilusión.
Busquen un buen psicólogo, ministro, rabino, cura o alguien que los
ayude a acomodar sus sentimientos y les dé alternativas para que
cambien sus pensamientos y por lo tanto las conductas repetitivas que
los llevan a tener las constantes y repetitivas crisis por las que han de
estar atravesando día a día.
A menudo, con el simple hecho de que exista una persona que coordine una platica entre
los esposos, le va a permitir escucharse sin pelearse, platicarse el uno al otro en calma y
sobretodo con respeto.
Si todo va bien al final de la platica ambos se darán cuenta que el marido o la mujer no
son el enemigo, que están en el mismo dilema.
El matrimonio es como una obra de teatro donde los conyugues son participantes activos,
no hay gente sentada en las butacas, todos son actores y en muy pocas ocasiones, en la
conducta que nos causa dolor, existió el dolo por parte del que la cometió.
Son muchas las veces que al terminar una sesión de terapia de pareja escucho decir: por
primera vez después del noviazgo estoy conociendo a mi pareja, nos dimos cuenta que
gran parte del problema es que nos quedamos atorados en el pasado, que no
comprendían con honestidad lo que la otra parte sentía ni el porqué lo sentía.
No se tiene que estar loco para acudir a una consulta, solo se tiene que estar cansado de
seguir en la misma problemática y no encontrar la salida.
Si seguimos tratando de resolver los problemas constantemente de la misma forma, como
podemos pensar que las cosas cambiarán por si solas, como el efecto de los avestruces
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que meten la cabeza en la arena creyendo que si no veo el problema no existe o se van a
ir solos, por experiencia sabemos que lo que pasará es que en vez de resolverse se hará
más grande el problema.
Nos pasamos la vida tratando de pasar a través de una pared y no nos damos cuenta o
no queremos darnos cuenta que eso es imposible, que una pared es y siempre seguirá
siendo una “pared”.
Si no se sienten bien haciendo algo, simplemente dejen de hacerlo, y
hagan otra cosa. Solo piensen en que hay que hacer algo distinto.
Empiecen por dejar de culparse uno al otro y solo díganse que ya no quieren seguir
sintiéndose así. Es como el hombre que constantemente se esta tropezando con la misa
piedra y en lugar de darle la vuelta o cambiarla de lugar, sigue tropezándose, sigue
recurriendo a la misma conducta y termina echándole la culpa a la piedra ¡!.
Como último recurso traten de hacer una distinción entre ustedes como pareja y ustedes
como los papás de un adicto. Por muy mal que este la relación de ustedes siempre hay
forma de hacer algo como padres, no es fácil, pero si no perdemos de vista el objetivo
principal de ayudar a nuestro hijo a ganarle a la conducta adictiva, es más probable que
lleguemos a un acuerdo de pareja.
Resuelva los problemas individuales de la misma forma
Es muy común que los problemas que se originaron en nuestra infancia, dentro del ceno
de nuestra familia original (papá, mamá y hermanos) nos programan para vivir la vida
repitiendo esos mismos errores, pero ahora con nuestro cónyuge e hijos.
Lo anterior se hace más cruel porque se acumula el dolor y rabia que sentíamos como
niños por la manera en que crecimos y nosotros a la vez lo aumentamos y repetimos con
creces en la manera en que tramos a nuestros seres amados.
Dicen en tono de broma que la mitad de la vida nos la desgracian los papás y la otra
mitad nos la desgracian los hijos.
Parece como si trajéramos en los hombros una carga enorme que no nos deja descansar
ni ser felices. Aunque en muchas ocasiones no nos damos cuenta del dolor que
causamos, esto no nos quita la responsabilidad de nuestros actos, y las consecuencias de
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ellos en el desarrollo de nuestros hijos.
Si bien es entendible que sea digno de nuestra compasión un hombre que, cuando fue
niño lo violaron, ese hecho no le da el derecho a que cometa él el mismo acto con otro
niño. Compasión o no, ajeno a la ayuda psicológica que se le pueda dar, esa persona
merece sufrir las consecuencias penales de su conducta destructiva. Nosotros debemos
romper el ciclo vicioso de nuestro pasado, nuestro hijo no deberán cargar con esta
conducta, ni con ese dolor.
Platican de dos monjes que habían hecho los votos más grades que se imagina uno,
desde luego los típicos, obediencia, pobreza y castidad pero a estos le sumaron el voto de
silencio absoluto, nunca hablar, y además de abstenerse del sexo no les era permitido el
estar cerca de una mujer, mucho menos el tocarla.
En cierta ocasión tenían que viajar de un pueblo a otro y para ello deberían atravesar un
río caudaloso, al llegar a la orilla del mismo, vieron a una viejita que desesperadamente
pedía auxilio ya que estaba atorada y no podía cruzarlo. Al ver lo anterior uno de los
monjes la tomo en sus brazos y cruzó el río con ella, dejándola en la otra orilla.
El monje y su compañero siguieron su camino y así pasaron varias horas, cuando de
repente, el otro monje que había presenciado el acto, no se pudo aguantar más y le dijo
gritando: voy a romper mi voto de silencio, cómo es posible que hayas hecho eso, no
solo vi que te acercaste a una mujer sino que la tocaste y la levantaste en brazos.
El monje se le queda viendo fijamente a los ojos y le dice: Sí yo decidí romper mi voto y
levante a la viejita, pero yo la dejé en el río y Tú llevas muchas horas cargándola en los
hombros.
Nos pasamos la vida precisamente cargando en el hombro todos los malestares, reales o
imaginarios pero reales para nosotros, que acumulamos en nuestro camino, ¿no creen
que ya es tiempo de dejar a la viejita en el río?.
Tenemos todo el derecho en sentirnos muy mal si algo traumático, en nuestras vidas, nos
dejo una profunda huella que, probablemente, se ha trasformado en un peso más que
estamos cargando, pero hay que recordar, que nos haya pasado lo que nos haya pasado,
no tenemos derecho a reproducir ese dolor en nadie y mucho menos en alguien amado.
Dejemos la viejita en el río……….
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Platiquen los sentimientos que los hacen que piensen de la manera
como piensan y como consecuencia les originan una forma de actuar o
de ser problemática. El confrontarlos nos permite tener una visión más
clara del impacto que ellos tienen en nosotros y en los que nos rodean.
Somos animales de repetición, aquí cabe la frase de que el chango hace lo que el chango
ve, debemos de hacer una introspección de nuestros actos, pero además debemos de
tratar de recordar qué estoy sintiendo al hacerlos, y especialmente de donde aprendí a
actuar de esa manera, quien o quienes me lo enseñaron con su ejemplo.
Pensemos cuando estamos regañando violentamente a un hijo por algo que identificamos
como conducta no aceptable, no será que me estoy viéndome a mí cuando me regañaban
mis papas?, y en frustración lo lastimo más aun.
Es como el caso de un esposo que golpea a la mujer, porque esta es la forma que
aprendió en su casa al ver que su papá golpeaba a su mamá, y a pesar que cuando niño
le daba mucho coraje, ya que se sentía con toda seguridad “impotente” para defender a
la mamá, de grande tiene que demostrar que ahora sí tengo la fuerza para ellos hacerlo a
su pareja.
Encuentren actividades en común con los hijos, como por ejemplo las
deportivas y religiosas.
Mientras más interrelación exista entre los miembros de una familia más comprensión y
respeto se origina. Los papás que van con los hijos al parque, a caminar a la playa, a
algún evento de la escuela, les están grabando, desde pequeños, los lasos y las bases
morales y éticas que les permitirá usar para ayudarlos a que no caigan en la adición.
Sin entrar en el campo de Teologías, credos o religiones y en especial respetando lo
bueno de cada una, se recomienda que la familia practique en conjunto alguna religión.
Lo importantes son las bases morales, y en especial los ejemplos que con esta practica le
damos a los hijos. De igual manera se recomienda que todos participen, si existe una
dualidad de religiones donde la mamá y el papá profesen diferentes creencias, deberán
ponerse de acuerdo y manejar, para efectos de la familia, una sola, de lo contrario se
confunde a los hijos y en ocasiones los mismos hijos usan esta discrepancia para
justificar su conducta adictiva.
Es más fácil cuando hablamos de actividades deportivas, ya que está perfectamente
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aceptable que el papá le enseñe al hijo el deporte que le gusta a él, así es más fácil que
ambos participen.
Cuando se hacen actividades en conjunto los hijos forman en su cerebro un sentido de
unión, de pertenecer a un grupo. Además fijan aun más una clara idea de lo que la
familia significa y conque reglas de moral y conducta social se vive. De esta manera
tendrán la tendencia a defender estos principios, con lo que se va haciendo más fácil no
caer en la tentación de usar drogas.
Proyectara una clara imagen de quien da que permisos
Es un error cree que solo el papá deberá dar los permisos, mientras que los hijos sepan
claramente que es por mutuo acuerdo el que uno o el otro los dé, es suficiente. Lo
importante es que sean claros y firmes en decidir quien los dará y en especial que el otro
respete esa decisión.
Los papás tienen que responder con rapidez a la solicitud de los hijos pero de igual
manera tienen todo el derecho de decirles que en ese momento no están en posibilidades
de responder “si o no”, explicándoles cuándo se los informará. Lo importante es que
tendrán que cumplir esa promesa en el tiempo que ustedes indicaron.
Lo anterior es especialmente valido si lo que esta solicitando el hijo o hija tiene una
importancia mayor, por ejemplo pasar una noche en casa de un amigo o salir más tarde
de lo que para los papás es adecuado como familia.
Acordar lo que es o no aceptable para la familia como un todo
Es de suma importancia que los papás se pongan de acuerdo en cuanto a lo que será
moralmente o no aceptable como conducta de los hijos en esa familia, si no se va a
permitir, por ejemplo, que duerman fuera de la casa, fumen, lleguen a determinada hora,
se pinte o usen adornos o ropa determinada. Lo que da mucha congruencia es que los
hijos entiendan claramente cual es la conducta correspondiente a los valores morales de
su familia y a la manera de vida de la misma.
Una conducta equivocada, en la que constantemente caemos los papas, es aceptar la
premisa que nos dice que los hijos tiene derechos por naturaleza, no es así, los hijos no
nacen con derechos, los derechos se los ganan con su conducta y deberán ser
aumentados o disminuidos conforme a su comportamiento y el cumplimiento de sus
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responsabilidades (madures).
Es un error común cree que el cuarto de los hijos es de ellos y no tienen los papás ningún
derechos a poner reglas con respecto a como deben o no actuar sus hijos al estar en “su”
recamara o aceptar dejar que los hijos crean que los papás no tienen la opción de
esculcárselos o no, según lo vean conveniente los papás.
En la realidad es la casa de los papás y son estos los que deben establecen las reglas, los
limites, así como las consecuencias. Si los hijos, por su conducta, se ganan el derecho a
que no se les esculque sus cosas y su cuarto, así se deberán explicar.
Es importante repetir que los hijos no tienen derechos, con su conducta el hijo se ganan
la oportunidad de que los papás le permitan hacer o no algo o el uso de algún bien.
Recuerden es casa de ustedes, ustedes corren con los gastos y tienen el derecho de
imponer lo que se haga o no dentro de ella para poder mantener los valores morales
familiares.
Si un hijo muestra alguno de los síntomas de adicción que se mencionan en este libro, no
solo tienen el derecho de esculcar su cuarto, persona y pertenencias, sino tienen la
“obligación” de hacerlo. Es mejor una confrontación a tiempo que un arrepentimiento
después.
Establecer límite claro, entendible y alcanzable para todos
De la misma manera que una casa sin límites difícilmente producirá hijos responsables,
cuando se tienen límites excesivos, irreales o no alcanzables, se obtiene desgraciadamente
el mismo resultado.
Platiquen con los hijos sobre el porque de tal o cual limite y especialmente sean claros en
sus creencias y convicciones. Dependerá de la conducta que tengan los hijos el que
ustedes negocien o no cierto limite, por ejemplo un hijo sin problemas de escuela ni
conducta y que además cumple con sus responsabilidades en la casa, deberá tener más
oportunidades de decidir sus propios limites que aquel que con su conducta nos sigue
diciendo que aun no ha madurado, lo ideal es que ellos adopten los limites que ustedes
impongan, por convicción, pero lo más importante es que los adopten.
Poner consecuencias realistas sobre lo que pasaría si no los cumplen
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Para cada limite deberá existir la manera de cumplirlo y las consecuencias a las que será
acreedor si no lo hacen.
Es bueno recordar que para cada limite se tendrá que medir lo importante del mismo con
relación a un todo, en otras palabras no es justo el que se le imponga un castigo severo
por una falta mínima, por ejemplo si llega 15 minutos tarde de la fiesta sería ilógico que
se le castigara un mes sin salir. Platiquen entre sí estas posibles situaciones, son más
importantes la claridad y razonamiento que el tratar de imponer autoridad por el simple
hecho de tener el poder.
Cabe recordar lo que decía el Presidente Americano, Roosevelt, “hable con voz baja
pero lleve en la mano un ladrillo” que en este caso quiere decir “hablen con el corazón
pero estén preparados para implantar las consecuencias si se rompen las reglas”.
El papel de los padres en la vida de los hijos
Otro concepto equivocado, que nos lleva a tomar decisiones que no ayudan a hacer
madurar a nuestros hijos, es el creer que el papel de los papas es el de ser “amigo” de
nuestros hijos. A pesar de que esto suena muy romántico y humanista en realidad
describe una condición que nos limita el hacer correctamente nuestro papel como padres.
“Nuestros hijos tienen muchos amigos,
No necesitan uno más”
La función de los padres es el de ser lo mejor que podamos, si proyectamos la idea de
que somos sus amigos, tendremos que actuar como amigos. Recordemos que los amigos
tapan la conducta equivocada del amigo, hacen “el paro” mintiendo por el amigo, en fin
pensemos en lo que hacen los amigos y si ese es el papel que quieran hacer dentro de la
vida de sus hijos.
Este concepto es uno de los que me ha costado más trabajo exponer, y el que más
objeciones recibe. Lo anterior nace de nuestra predisposición a la creencia que la palabra
amigo es la máxima expresión de amor que puede darnos el hijo, necesitamos oír de los
labios de nuestros hijos la frase “mi mejor amigo es mi papá o mamá”, estamos
confundiendo los tipos de amor, les repito los hijos tienen muchos amigos lo que
necesitan son papás que funcionen como ejemplo a seguir, que apoyemos sin controlar,
que protejamos sin ahogar, ese es nuestro papel.
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No debemos dejar de reconocer que es difícil no caer en la tentación de sentirnos amigos
de los hijos pero lo que se busca es ganar el respeto de ellos y lograr que se sientan
cómodos con nosotros, pero con el mismo principio de respeto. Hay ocasiones en que
por sentir lo anterior dejamos que nos cuenten actitudes y conductas que no son
aceptables, teniendo que reprimir lo que sentimos y deberíamos hacer al respecto. Los
hijos, y en especial los que son adictos, han aprendido a usar este sentimiento, para
manipularnos a hacer algo que ellos quieren, cuando esto suceda por favor recuerden:
“Nuestros hijos tienen muchos amigos, no necesitan uno más”
El medio ambiente y el hijo
Sin lugar a duda una de las principales causas de la epidemia de adicción que estamos
viendo es lo accesible que es obtener una droga.
En el caso de los hijos solo necesitan ir a la esquina de la colonia para encontrar alguien
que se esta dedicando a vender droga. Es más fácil para nuestros hijos comprar un
“gallito” o churro de marihuana, que un paquete de cigarros normales. El “pusher o
puchador” como se le conoce al que vende en la calle o picaderos, no les va a pedir una
identificación y es probable que les dé crédito!!.
Si es difícil para nosotros controlar el ambiente en el que sí tenemos influencia directa,
como en el hogar, imaginémonos lo casi imposible de controlar algo como la actividad
escolar, los vecinos, los amigos y en general todas aquellas personas con las que tienen
contacto directo nuestros hijos.
Cabe recordar que aun en condiciones de grandes tentaciones, accesibilidad y presión de
los amigos, es la persona la que decide o no usar. Si el hecho de que los amigos son
adictos o el que se puede conseguir droga en donde quiera, la responsable de que el hijo
use droga, entonces, por lógica, todos los que están en ese medio ambiente usarían.
Sabemos que lo anterior no es cierto y podemos concluir que el que use o no siempre
será decisión de la persona.
Que podemos hacer
Estar atentos a lo que rodea al hijo, participando en las actividades que se desarrollan
fuera de la casa.
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Verificar quienes son nuestros vecinos, no solo dar por un hecho de que si viven donde
nosotros vivimos deberán pensar igual que nosotros.
Estar atentos a lo que viven dentro de la escuela, esto incluye a maestros y actividades
fuera de clases.
Sobre todo estar atento a los cambios de personalidad y por lo tanto de conducta, que se
presenten en nuestros hijos.
Es mi cuarto, es mi espacio
Los hijos no tienen derechos por naturaleza, se los ganan con su conducta, si ustedes
tienen dudas de su actitud, no se tienten el corazón en esculcar su cuarto, persona o
bienes de uso personal.
Mientras ellos estén bajo la tutela económica y personal de ustedes, los papas tienen no
solo el derecho sino la obligación de vigilar su conducta.
Es mejor una confrontación a tiempo que un “si hubiera” tarde.
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Capítulo Tercero
La formación de un adicto
Antecedentes personales
Siempre vimos diferencias entre nuestros hijos, la mayor, se llevan dos años, más
dominante y perfeccionista y la menor creciendo en el papel secundario, pero
desgraciadamente no nos dimos cuenta del impacto que iba dándose en cada etapa de sus
vidas, en especial el de la menor.
Que hicimos:
Las inscribimos en las mismas escuelas, mismas actividades extraescolares (baile, clases
de música etc.), con lo que fue creciendo el sentido de diferenciación de la mayor con
respecto a menor. El problema se agudizo en preparatoria ya que como se imaginan, la
mayor se convirtió en una estudiante ejemplar y la menor tomo el papel de la
“desafiante, retadora, independiente y desde luego luchando contra cualquier tipo de
autoridad o limitaciones.
Los constantes choques con sus profesores así como el coraje que le producía el que la
compararan con la hermana “como puede ser que ella sea tan linda e inteligente y tu tan
floja”, le fue llevando a encontrar, en forma equivocada, ese lugar donde ella era
“especial”.
Es aquí donde empezó a aislarse de sus compañeras y buscar a aquellas con las que
identificaba el mismo sentimiento de frustración. Es importante darnos cuenta que la
frustración puede ser real o solo manufacturada por ella pero produce el mismo efecto,
los psicólogos lo manejan como la “verdad del paciente”, y con esa se trabaja.
Dejó de ser la “chispa” de la alegría en los momentos familiares y empezó a ausentarse
de todo contacto con sus hermanos y padres. En todo momento dejaba de cumplir con lo
que se le pedía, siempre llegaba después de la hora que se le ponía como limite, su aseo.
Su comportamiento se tornó en confrontacional, su frase preferida era recordarnos que
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se iba a “liberar” cuando cumpliera los 18 años ya que era cuando iba a hacer los que le
diera la gana.
Que nos gustaría haber hecho:
Haber distinguido la personalidad de cada uno de nuestros hijos y enfocar en forma
individual nuestras atenciones.
Determinar si fuese mejor el mandar a cada uno a escuelas distintas para que no se
origine un sentido de competencia negativo entre ellos.
Haber identificado ese cambio de personalidad de nuestra hijo confrontándola con
la realidad del uso de drogas y no haber confundido esa conducta con una simple
rebeldía o problema menstrual.
La realidad de un adicto adolescente
Para nuestro hijo el mundo se dividía entre los que estaban en la “onda” de drogas y por
lo tanto liberados. Sentía que no debería conformar su conducta a lo que le mandaba la
autoridad, ya sea paterna o escolar, a quienes veían como el enemigo, los verdugos que
limitaban la libertad de “ser como ellos quieren ser”.
Al resto del mundo lo consideraban como “Traidores a la libertad”, los que se portaban
como esclavos y no viven sus vidas como ellos quieren sino como les ordenan los
“rucos”.
Desde luego que su comportamiento correspondió a esta forma de pensar y poco a poco
(o rápidamente ya que fue en un lapso de menos de un año) se fue moldeando su
personalidad de adicta.
Como piensa una adicta o adicto
Por qué usan?
El adicto por su naturaleza no se siente cómodo con su forma de ser, no le gusta darse
cuenta de sus actos ni lo que produce su conducta, su realidad le asusta y a todas costas
quieren dejar de sentirse así.
De una manera preconsiente saben que son responsables de sus pensamientos, pero
afrontarlos no les parece posible. Se sienten solos y con poco valor para manejar
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correctamente el miedo tremendo en que se envuelve.
Por todo lo anterior y una infinidad de otras causas, verdaderamente reales o reales solo
para ellos, deciden experimentar con una droga, cual droga usarán dependerá de lo
accesible de una u otra, el temperamento de cada quien y la información correcta o
incorrecta que tengan de ellas.
Lo común es que comiencen con el uso de la Marihuana, justificándolo como normal, ya
que para ellos no es droga y razonan que su uso es menos malo que el tabaco.
Es muy común que citen la cantidad de personajes de la historia que abiertamente usaban
droga, como el caso de Freud quien era adicto a la cocaína. Muchos, al ver que el efecto
ya no los estimula recurren a alguna otra y empiezan a experimentar para encontrar su
“droga de elección”.
En el caso de nuestro hijo esta empezó con marihuana y encontró su preferencia en las
Metanfetaminas y el Cristal (leer capitulo correspondiente para ver las características de
cada una).
Objetivo de la vida de un adicto
Su vida se vuelve día a día, solo viven para conseguir su siguiente dosis, hacen lo
mínimo necesario para mantener la apariencia de no adicto, las actividades diarias le son
aburridas y sin consecuencia, pelean constantemente por su espacio y su lugar personal.
Empiezan el aprendizaje necesario para vivir como adictos y evitar confrontar esa
realidad. Para ellos la droga es solo algo conveniente, ellos la dominan y pueden dejarla
cuando quieran, por los tanto, para su pensamiento, ellos “no son drogadictos”, ellos
dominan a la droga.
En la realidad sabemos que eso no es cierto, debido al nuevo sentido de culpabilidad por
esta usando, engañándose y engañándonos a nosotros, que se suma a su ya cargado
sentido de inadaptación, tienen que mantenerse en adicción activa durante más y más
tiempo hasta que ser adictos se convierte en su “estado normal” y empiezan a funcionar
bajo este nuevo esquema. Como un malabarista que constantemente esta aumentando el
número de cosas que tiene en el aire hasta que se le caen todas.
Mientras que nosotros tenemos que manejar todos los aspectos de nuestras vidas, tanto
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como personas, papás y pareja, el adicto se vuelve especialista en dos cosas, como
conseguir su droga y como hacer parecer que no esta usando o que no es responsable de
su conducta.
En esto son expertos y nuestro papel deberá ser más inteligente que ellos, no creyendo en
su juego.
Dentro de la naturaleza del adicto “activo” (el que esta usando) es el manipular todo lo
que esta a su disposición para Justificar el uso de drogas.
Lo ultimo que quiere hacer un adicto es aceptar la responsabilidad por su adicción,
utilizará cualquier medio, ocasión pasada o presente, real o inventada por el o ella, para ir
formando su “razón par usar”.
Desgraciadamente los padres distamos mucho de ser perfectos y cometemos muchos
errores de juicio, que para el adicto, son convertidos en un motivo más para usar.
Si la naturaleza de la familia es que no existe la figura paterna (por cualquier motivo) y la
madre tuvo que trabajar para mantener a los hijos, el adicto tomará esta ausencia de
mamá, producto de una necesidad de sobre vivencia, y lo trasformará en una conducta
negativa de la madre y lo que es un sacrificio de ella por mantener a su familia, se vuelve
“mi madre me descuido”, no me quiso y ya que me faltó amor y nadie me comprendió,
solo me queda el recurso de drogarme.
Un padre de carácter fuerte, de figura recia, se trasforma en un patán, el verdugo de mi
vida, el que no me deja ser, el culpable de mi infelicidad y desde luego, la razón para usar
una droga.
Como el caso anterior hay una cantidad enorme de conductas y características de la
familia que el joven adicto usará para justificarse usar drogas, en ningún momento le
cabe en la cabeza pensar que la verdadera razón por la que se droga es porque “él” toma
esa decisión.
Recordemos que como padres, somos un factor importante en la vida de nuestros hijos y
tan equivocado seria el creer que todos los logros positivos de ellos son producto nuestro
como el pensar que todas las decisiones incorrectas son culpa nuestra, los papas
negativos o problemáticos originan un ambiente hostil que no ayudan a la formación
correcta de los hijos, pero dista mucho de ser la única razón de comportamiento adictivo
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de ellos.
No debemos aplaudirnos ni golpearnos, por los éxitos o fracasos de nuestros hijos,
participamos de una manera importantísima y es por eso que tenemos la responsabilidad
de conducirnos con honestidad, creciendo cada día, con la aceptación de nuestros errores
y lo más importante aun, la modificación de nuestra conducta, para lograr los objetivos
de nuestras responsabilidades paternas.
¿Cuál es la obligación de los hijos?
Un error muy común que cometemos los padres es el de inculcarles a los hijos la idea de
que la única responsabilidad que tiene es el de estudiar. Repetimos constantemente la
frase “tienes que estar bien en la escuela”. Los juzgamos primordialmente en relación
directa a como están sus boletas de calificaciones. Bajo este esquema lo que estamos
fomentando es que el estudio es todo y el “carácter moral” queda en segundo término.
Es muy común que los padres tratemos de realizar, con los hijos, lo que no pudimos
lograr en nuestras vidas. Se nos olvida que los hijos no son un espejo de nosotros, no les
falta lo que nos falto a nosotros, no necesitan lo que nosotros necesitábamos en nuestra
familia de origen.
Ellos son individuos con ideas, sentimientos y conductas basadas en sus vidas, en lo que
les esta pasando hoy, en su realidad y por ello un estimulo que para nosotros fuera
increíblemente importante no tiene el mismo efecto en la conducta de nuestros hijos.
Si la dinámica de la familia del papá fue el que nunca le dieron sus papás un automóvil y
por lo tanto creció con la necesidad grandísima de tener uno, es común que utilice el
estimulo de darle al hijo o hija un carro “siempre y cuando dejen de hacer los que están
haciendo o hagan las cosas como nosotros creemos que debe ser”.
Desgraciadamente el hijo que esta en adicción lo tomara como que “es mi derecho tener
carro”, al cabo mi papá tiene con que comprármelo. Además de esta idea distorsionada el
adicto usará el automóvil hasta destrozarlo o terminar en un hospital, culpando a todos y
todo, menos a sí mismo, por lo que sucedió.
En el caso de la madre es común que si ella viene de una familia donde la figura materna
era dominante y la carga de trabajo injusta para ella, donde la abuela le dejaba la
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responsabilidad de la casa a la mamá, esta termine no dándole a los hijos responsabilidad
sobre sus vidas en la familia, como seria el no exigirles que limpien, barran o de alguna
manera intervengan en los quehaceres domésticos. Esta característica produce hijos sin
sentido de responsabilidad o pertenencia. La comunicación de la familia se torna en
frases y oraciones como: es mi cuarto, son mis cosas, es mi vida, yo porque lo tengo que
hacer esto.
En la creencia que les estamos evitando toda la angustia con la que vivimos nosotros, no
les permitimos madurar, tenemos que educarlos para que vayan aprendiendo lo que se
necesita para vivir en un grupo; de otra manera se convierten en seres egoístas,
desidiosos y llenos de sí mismos. Tenemos que darles los medios por los cuales
desarrollen la fibra moral necesaria para no caer en el uso de drogas.
La formación del carácter positivo en los hijos empieza por la manera en que nosotros les
inculcamos el sentido de pertenecer, los hijos no nacen sabiendo quienes son ni que les
toda hacer en la familia, nosotros tenemos la obligación de guiarlos, ubicándolos
claramente dentro el contexto de sus “parámetros de responsabilidad”.
Es difícil entender este concepto ya que como papás nos cuesta trabajo ponernos en el
papel de directores de orquesta, se nos atraviesan los recuerdos de nuestra niñez y lo que
nos gustaría que hubieran hecho nuestros padres con nosotros. El error es que esto lo
vemos a la luz de nuestra madures actual y los hijos no han logrado manejar sus
pensamientos de la misma manera, para ellos y en especial para el que esta en adicción,
es una debilidad que muy pronto aprenden a explotar,
Derechos de los hijos:
Dentro del contexto familiar los hijos no tienen derechos al nacer, solo a través de su
conducta los podrán ir ganando y estos no están escritos en piedra, de igual forma los
perderán si no toman decisiones correctas.
Ni su cuarto, ni su persona ni los juguetes son propiedad de los hijos. Ellos se ganarán el
derecho de usarlos al demostrarnos que la confianza que depositamos en ellos concuerda
correctamente con su conducta.
Si partimos sobre la base de que la casa es de los papás y nos comportamos con amor y
comprensión, pero con firmeza en nuestra convicción al hacerles ver a los hijos este
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concepto, vamos a poder evitar las confrontaciones constantes que surgen cuando los
hijos pelean el dominio de la familia.
Un hijo que manifiesta una conducta positiva, cumple con sus responsabilidades dentro
de la familia y en su contexto externo, gana el derecho a que le respetemos su privacidad.
A la medida que él va madurando le vamos dando nuestra confianza y por lo tanto
nuestro respeto.
El hijo que se comporta irresponsablemente, por cualquiera de las razone que fueran,
pierde el derecho a ese respeto, es aquí donde los papás tendrán que tomar decisiones
difíciles pero necesarias, tales como esculcar su cuarto, pertenencias, censurar su forma
personal de vestir, incluyendo cualquier conducta que favorezca una manera negativa de
vivir.
Son muchos los padres que tenemos miedo a que se nos juzgue injustos o dictatoriales al
indicarles a los hijos que no tienen derechos, pero el no hacer claro el concepto de
derechos y obligaciones nos estamos arriesgando a caer en el caos de orden y una
constante lucha por ver quien puede más.
Esto produce una ansiedad y cansancio en la dinámica de la familia. Cuando todos saben
el papel que les toca asumir en la familia y lo que incluye este concepto, se minimizan los
conflictos por dominio y poder, habrá problemas pero todos entenderán claramente los
mecanismos para solucionarlos y la responsabilidad que a cada cual le toca.
La familia no es una Dictadura en el estricto concepto de ella pero definitivamente no es
una Democracia. La participación de los hijos en la toma de decisión, con relación al
grupo familiar, será tan importante como lo demuestre el grado de madures de nuestros
hijos.
Es claro que los buenos papás como los buenos administradores son aquellos que logran
hacer que cada cual tome su papel, ganándose el respeto de los hijos, valorando a cada
uno en lo individual y haciéndolos parte de un todo.
Presión de amigos.Este es un factor primordial en el razonamiento que lleva o no a nuestros hijos a tomar la
decisión de usar droga. Pero hay que aclarar que este también es solo un factor y de
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ninguna manera podemos concluir que la responsabilidad esta con los amigos y
compañeros, siguen siendo los adictos los que deciden usar o no drogas.
Para entender este concepto solo es necesario recordarnos cuantas veces nos salíamos
con los amigos a fumar un cigarrillo a escondidas o tomar una cerveza y a pesar que en
la mayoría de los casos este comportamiento no nos llevó a tener una conducta adictiva,
desgraciadamente, en el caso de un hijo adicto, con toda seguridad esta fue una más de
un conjunto de condicionantes que lo motivaron a caer en una adicción.
De igual manera no podemos generalizar ya que en un grupo de amigos que
ocasionalmente usan droga o alcohol no todos siguen en la adicción por lo que es
importante distinguir con quien se juntan nuestros hijos sin poner una etiqueta a todos
por igual.
Que podemos hacer para minimizar el peligro?
En primer lugar esta el dedicarle tiempo a nuestros hijos para saber como piensan tanto
ellos como los amigos con los que se lleva.
No debemos preocuparnos por que nos califiquen de papás preguntones y metiches, es
sorprendente la cantidad de hijos que a pesar de manifestar un enfado, ven esta
característica como símbolo de amor.
Son muchos los hijos que califican la falta de supervisión de los padres como falta de
amor, de interés y en gran parte envidian la actitud de los padres que si se meten.
Debemos recordar que es responsabilidad de los padres el saber donde y con quien están
nuestros hijos. Esto es sumamente importante en los eventos sociales, son muchos los
papás que no se preocupan por como van o regresan los hijos (y en especial las hijas) de
los bailes y fiesta.
En muchas ocasiones nos toco tener que lleva a una amiga o amigo de nuestros hijos a
sus casas sin que los padres manifestaran un ápice de preocupación.
Lo anterior no quiere decir que el hijo, si así lo desea, pueda engañarnos, haciéndonos
ver como que entra a una casa donde hay una fiesta y minutos después, ya que piensa
que los papás se fueron, se sale y se va con los amigos, regresando poco antes de la hora
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acordada como si nada hubiera pasados.
No solo lleven y recojan al hijo sino tomen el interés de hacer cuantas preguntas e
indagaciones sean necesarias para asegura que el comportamiento del hijo concuerda con
lo que nos dice.
Experimentar.Aunque no es común si existe un grupo de personas que sin ningún motivarte aparente,
deciden experimentar con el uso de droga. En estos casos raros se ha notado que la
adicción toma una característica propia, se hace parte de la personalidad del adicto y por
ello mucho más difícil de erradicar.
Al final, después de mucho trabajo psicológico, el adicto por experimentación termina por
darse cuenta de la o las características de personalidad que lo llevó a usar droga por
primera vez.
¿Cómo identificamos que un hijo (a) esta usando
droga?
Cambios en su conducta
Existen muchos factores que nos pueden ayudar a deducir el uso de drogas por nuestros
hijos. Desgraciadamente el más fácil, que seria el que el mismo hijo nos lo confesara, es
el que solo sucede al final, cuando ya que acorralado no le queda otro remedio más que
aceptar su conducta.
Lo que nos dice con claridad que existe un problema es cuando un hijo, de repente,
cambia su actitud hacia la vida, su familia, la escuela, sin que exista una razón especifica
para ello, como podría ser una tragedia familiar.
El problema con identificar estos cambios es que la mayoría de los jóvenes comienzan el
uso de drogas al mismo tiempo en que están pasando por la adolescencia y es común que
los papás confundamos los cambios de personalidad, las altas y bajas del estado de
ánimo y su rebeldía con “típicos cambios de adolescente”.
Para enfocar nuestro juicio debemos fijarnos con más énfasis en los cambios
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relacionados con la conducta. Un hijo que se rebela sin una razón, que deja de obedecer
tareas que anteriormente no cuestionaba, que se vuelve grosero o agresivo cuando antes
no lo era, deberá ser motivo de alarma para los padres, es una de las muchas banderas
que saltan a la vista en este proceso.
Cambios en los que debemos estar atentos:
Alimentación
El hijo que deja de comer o come pura comida chatarra, que no se presenta a la hora en
que comúnmente se sienta la familia a comer, que da excusas constantes de que no tiene
hambre, es motivo de preocupación. De igual manera el que ingiere comida con exceso y
en especial aquella que contiende azúcar (característico del consumo de marihuana ya
que esta aumenta el apetito por comida chatarra), es razón de alarma.
Es importante tener en cuenta las variantes poco proporcionales en el peso corporal de
nuestros hijos. El hijo que toma un aspecto cadavérico o demasiado delgado es motivo
de preocupación (cabe mencionar que el problema puede estar combinado con algún
relacionado con la personalidad como Bulimia (la conducta de comer hasta hartarnos i
inmediatamente vamos al baño a vomitar o usamos laxantes) o Anorexia (el dejar de
comer hasta que materialmente nos matamos de hambre).
Sueño
Los cambio en el patrón de dormir son otro indicador de un posible problema, si el hijo
duerme demasiado y se lo pasa constantemente en su cuarto, o por lo contrario si
manifiesta insomnio o inquietudes para dormir, pesadillas, con ello puede estar su cuerpo
manifestando una alteración que podría ser producto del uso de droga.
Los ojos son un indicador importante en la forma en que se manifiesta el uso de droga,
una mirada vidriosa no fija así como pupilas dilatadas, ojos resecos, es un claro indicador
de que algo no esta correcto.
Desgraciadamente los adictos están consiente de esto y recurren al uso de gotas para los
ojos, parches de hielo que les alivian esta característica y hace más difícil identificarla.
Higiene
Más allá de la característica del desarreglo juvenil, el uso de droga se manifiesta por mala
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higiene tanto en su persona como en su ropa y cuarto. El hijo que no soportaba que la
mamá le diera una camiseta sucia, de repente no le importa si durante días usa la misma
ropa interior o no se baña, afeita o corta el pelo.
En este renglón cabe hacer alusión a las mutilaciones corporales, tales como tatuajes,
perforaciones, aretes en lugares inapropiados, colores y cortes de pelo estrafalarios.
Es importante recordar que, para el adicto, la manera de vestir es una forma de
comunicación con los demás adictos, en cualquier reunión pueden fácilmente ver quienes
usan o quienes no, solo por la forma de su atuendo y las modificaciones a su cuerpo.
Existe un grupo de gente que es afecta a usar solo el color negro, tanto en su vestimenta
como en sus uñas y pelo corporal.
Carácter
Los cambios bruscos en temperamento, las altas y bajas de su estado anímico así como
exceso de agresividad o pasividad nos indican una posible adicción.
Todos tenemos días buenos y malos pero el adicto tiene esos cambios en un lapso de
horas si no es que minutos.
El hijo dócil, cariñoso que sin una razón clara empieza a reaccionar en forma por demás
agresiva, tanto verbal como físicamente, nos esta diciendo a gritos, a veces en forma
literal, que esta bajo el efecto de alguna droga.
En estos casos el adicto cambia la verdad por “su verdad”, al grado de llegar a tener
alucinaciones o delirios que pueden llevarlo a lastimarse o a lastimar a otros. No es
posible entablar una conversación razonable con un adicto activo, es mejor esperar a que
se le pase el efecto antes de hablar con él.
La conducta pasiva, desinteresada, aislada del hijo es también un signo de una posible
adicción. El hijo que no sale del cuarto, que se la pasa todo el día en juegos electrónicos,
usando la computados excesivamente, oyendo música pesada y a un volumen altísimo,
puede estar manifestando características del uso de droga.
Algunas drogas alteran el pensamiento del adicto de tal forma que pierden el sentido de la
realidad. Al hablar hablan de una familia, padres, amigos que solo existente en su mente,
lo acomoda de una manera que le permite justificar el uso de droga.
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Un padre estricto pero justo se convierte en un tirano y patán. En estos casos es
importante entender que el que esta hablando no es el hijo sino el adicto y que lo que
dice es lo que en su mente cree o quiere creer, de otra manera podemos caer en la
desesperación de tener una discusión donde no hay más que perdedores, a pesar de lo
absurdo de sus pensamientos es la verdad del adicto y esto es frustrante para los padres.
Amistades.El adicto sabe que tiene que vivir en un contexto de adicción, su mundo, tanto físico
como personal, esta relacionado con como obtener droga. Los amigos que no tienen esta
conducta son rechazados por cualquier motivo, por aburridos, por no ser de onda,
anticuados.
Tanto el que se alejen los amigos de siempre como el que tengan relación con nuevos
“amigos” es un importante marcador para pensar que algo esta mal. En especial si los
nuevos amigos presentan características de personalidad no social. No saludan o no
participan en el contexto familiar, solo están en el aislamiento del curto del hijo o pasan y
pitan sin tener interrelación con la familia.
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Capítulo Cuarto
Ya sé que es drogadicto, ahora qué hago?
Los padres tienen que estar pendientes de los cambios de conducta de los hijos desde el
principio, es más fácil anticipar un problema de adicción y contrarrestarlo, antes de que el
hijo (a) pierda el control, que el sufrir durante el largo proceso de recuperación.
La supervisión paterna es la base para lograr lo anterior, unos padres consientes de la
conducta de sus hijos, de lo que hacen, con quien lo hace y cuando los hacen, tienen
menos probabilidad de un hijo o hija decida el usar droga.
Hay que recordar también que siempre existirá la posibilidad de que, a pesar de haber
hecho todo lo que se supone que deberían hacer, el hijo o hija se dediquen a usar una
droga. Recuerden los padres somos un factor importantísimo en la vida de nuestros hijos
pero de ninguna manera somos el único factor.
Que me dice que están usando?
A continuación se narran una serie de situaciones que nos deben llamar la atención a un
probable problema de adicción, pueden variar según la edad, condición social y el
entorno personal, por favor adapte las características específicas de su caso a cualquiera
de ellas para normar su criterio.
Cambios de gusto en la música, como por ejemplo si se inclina por la música
Metálica, de letra obscena, alabando traficantes o adicción. El tener constantemente
audífonos y molestarse de manera violenta si se le pide que no lo haga o que baje o
cambie de música.
El uso de ropa estrafalaria, tatuajes, colores estrambóticos en su pelo, perforaciones
de su cuerpo (tener mucho cuidado porque no siempre son visibles, en ocasiones se
ponen aretes en lugares de su cuerpo que normalmente están cubiertos, como
ombligo, lengua, pezones.
Descuidos en la higiene personal, un hijo o hija que se distinguían por su pulcritud
en el vestir y que de repente no les importa si su ropa o cuerpo están sucios, es un
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indicador importante. En este renglón se incluye su cuarto y en especial todo lo
relacionado con artículos escolares.
No cooperar con los quehaceres de la casa ni participar en eventos de la familia así
como no importarle la vida de sus familiares cercanos. Tener una actitud de
salvador de los “oprimidos” y salir a la defensa de cualquiera de sus hermanos sin
importarle el motivo por el cual se están disciplinando.
Si el hijo o hija llegan a casa con los ojos rojos o vidriosos (siempre lo explicarán
atribuyéndolo al hecho de que no durmieron bien o que tiene gripa), la nariz
constantemente moqueando y con comezón, con problemas en el habla, olvidos
constantes, poca retención y atención deficiente en la platica.
El comer en exceso productos “chatarra” (papitas, chetos, doritos), con mucho
azúcar (pasteles, chocolates), o el no comer bien o sentarse a comer y solo jugar
con la comida.
Los cambios radicales de estado de ánimo, de una euforia casi imposible de
controlar a una depresión donde lo único que piden es que se les deje ir a su cuarto
a dormir. En este renglón se incluyen por ejemplo los casos de los hijos que con
una sola palabra se disparan contestando una serie de insultos, groserías, faltas de
educación, aludiendo que su actitud es responsabilidad de los padres ya que no los
dejan en paz, no los dejan ser.
El no cumplir con sus tareas o tener muchas faltas, el bajar de calidad como
estudiante, las llamadas de atención constantes de los maestros, dejar de participar
en actividades deportivas, culturales o sociales, en la escuela. No atender o salirse
antes de tiempo de sus cursos.
Dejar de participar en actividades religiosas o de costumbres de origen familiar, sin
explicación adecuada.
No hacerle caso a los horarios que se le indican para llegar a su casa o de plano
faltar por días al hogar, mentir sobre su paradero o las actividades que acostumbra
hacer dentro y fuera de la casa. No cumplir con los limites (si es que los hay) que
se le asignan.
Exceso de imaginación, rayando en mentiras tan obvias que cae en contradicciones
tan absurdas que ya no las puede componer y de un pequeño agujero hacen un
enorme bache.
Sustraer sin permiso artículos del hogar, robar en forma directa tanto dinero como
documentos, usar o prestar a otros, sin permiso, automóviles, artículos electrónicos
o cualquier otro objeto que no es de su propiedad. En el mismo contexto esta el mal
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uso de lo que se le dio, en especial un medio de trasporte.
Trae en su pertenencia una cantidad de dinero que no se justifica con su actividad.
Gastar en exageración, traer vehículos o artículos en general que no se puede
explicar su procedencia o la manera en que los adquirió. En este renglón están todas
las cosas que les digan que son “prestadas” pero que no se justifica que los use.
Mantener amistad con personas cuyo comportamiento, forma de vida, de hablar, de
vestimenta y en general actitud, no va con la manera de ser del grupo familiar.
Dichos amigos no dan información sobre su persona, esconden donde viven o
como viven así como su familia de origen.
Sospecho que esta usando drogas, ahora que
hago?
Cuando el hijo o hija están incurriendo en todas o la mayoría de las conductas que se
expusieron, sin que, hasta ahora, los padres hayan podido hacer algo que los corrija, es
tiempo de tomar medidas directas con relación a la realidad de la adicción del hijo.
Confrontar:
Antes que llevar a cabo una confrontación directa con el hijo, es necesario
Que los papás ya tengan un plan de acción claro y específico de que hacer en relación
con las diferentes alternativas que se les presenten. Lo anterior dependerá del estado
mental del hijo, su afectabilidad, grado de responsabilidad que asuma y en general de la
actitud que tome el hijo o hija al ser confrontado.
Prepare el escenario:
Escoger un momento en que no se este discutiendo o se encuentren dentro de un
contexto de pleito, se sugiere que no sea durante la comida ya que en este ambiente es
recomendable socializar con los hijos, poniendo interés en sus vidas y no utilizarlo para
reprimir o agredir.
Deberán seleccionar un lugar que no sea el escenario de pleitos anteriores (normalmente
se suscitan en el cuarto del hijo o en el de los papás), por lo que un buen lugar podría ser
la sala o algún lugar neutro de la casa.
Como empezar:
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Se recomienda iniciar la platica con todo lo bueno que tiene el hijo o hija, tanto logros
escolares, deportivos como la conducta positiva que tenia hacia la familia. Esto deberá
hacerse sin exageraciones solo enfatizando los puntos y haciéndolo ver lo importante que
es el adicto en la vida de cada uno de los miembros, notando claramente el impacto tan
grande que genera esa conducta positiva en cada uno de ustedes.
De ser posibles todos los miembros de la familia deberán participar en decir la influencia
que tiene el adicto en las vidas de cada uno. Es especialmente importante que el papá o
mamá, que generalmente no hayan sido activos en las pláticas normativas que se han
tenido anteriormente con el hijo, participen en esta parte.
Ahora es tiempo de la realidad:
Es en este contexto que se le deberá hacer ver al hijo adicto, en forma clara y metódica,
todos cambios relacionado con la conducta que se describió en la parte inicial.
El adicto deberá saber sin duda que ya identificamos su adicción y que no podrá tapar el
sol con un dedo, se recomienda que se enuncie, con ejemplos, cada una de las conductas
que nos señalaron su adicción, generalmente relacionados con su higiene, amigos,
música, escolaridad, estados de animo y apariencia física y mental.
Las evidencias físicas son extremadamente importantes ya que estas no dejan lugar a
explicación emocional, estas podrían ser:
Rastros de marihuana en su persona, cuarto o carro.
Pastillas o frascos, con o sin ellas, que no se identifican.
Papel de estaño o aluminio utilizado para calentar e inhalar droga.
Focos rotos en forma de recipiente, para el mismo uso anterior.
Mutilación de su persona como tatuajes, anillos en lengua, pezones etc.
Boletas de calificaciones, ausentismos, llamadas de atención.
Usar ropa que no es de ellos o perder prendas de su propiedad.
Gotas para los ojos, incienso, desodorantes fuertes para el cuarto.
Bolsas de comida chatarra especialmente pasteles o dulces.
Que hacer si lo sigue negando?
Es común que el adicto siga en negación pero la posición de la familia deberá seguir firme
en cuanto a que la adicción se ve por la conducta no por lo que se dice “si camina como
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pato, tiene plumas de pato y pico de pato, es pato”.
En realidad es más fácil si admite su adicción y mejor aun si acepta que no lo puede
controlar, pero el camino a seguir siguen siendo el mismo, “se le deberán poner limites a
su conducta”.
Que son limites?
Son las normas de conducta que operan dentro del contexto de cada familia, existen los
que generalmente son aceptados en la mayoría de las familias y aquellos que son
particulares al grupo familiar al que pertenece el adicto, con relación a la base religiosa o
étnica de la misma.
Cabe mencionar que es sumamente importante que los padres se pongan de acuerdo
totalmente en dichos límites, que sean claros para ustedes y que no exista la posibilidad
de una vacilación entre los papas ya que tan importante es que existan limites y los hagan
ver, como el que se entienda las consecuencias de no cumplirlos, y sobre todo cual de los
padres será el que maneje, en cada caso, estos controles.
Deberá ponerse un énfasis muy grande con relación a cual son los límites que el hijo
adicto tendrá, estos límites deberán ser entendibles y comprobables, no podrán, por
ejemplo, decir:
“Tienes obligación de ayudar en la casa” y pensar que con eso el adicto ya sabe que
hacer y como hacerlo, por lo contrario, mientras más vago sea el limite, más formas
encontrarán para no llevarlo a cabo o medio hacerlo.
Recuerden la casa es de ustedes, los padres pagan la luz, teléfono y comida, él tendrá, si
se lo gana, el derecho a usar lo que ustedes le permitan en el Hogar.
Ejemplos de límites generalmente aplicables:
Todos los días tendrás la obligación de asear tu cuarto, entendiéndose por ello el
que tenderá la cama, recogerás tu ropa, no mantendrás basura u objetos como
comida desmoronada y semi consumida; antes de que salgas de la casa.
Según sea el caso ayudaras con la limpieza de la cocina o patio (los días que sean
más necesarios para la casa) tales como lavar la loza, barrer la calle etc.
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El horario de permisos será correspondiente a la edad, característica de la ocasión pero
en general se le tendrá que poner un horario de entrada diaria, de permisos para eventos
o fiestas. Dentro de este rubro se le indicará con quien podrá o deberá ser acompañado a
ellos.
En su persona:
No podrán usar aretes, perforaciones, colores estrambóticos de pelo, vestimenta
inapropiada (puede referirse a ropa no adecuadas a la edad del adicto o a la moral de la
casa).
En caso de que ya tenga algún tatuaje o marca que no se puede corregir, podrán pedir
que lo mantenga cubierto o inclusive ver la manera de arreglar quirúrgicamente la
mutilación. Por lo general las perforaciones, en el momento que se deja de usar el arete o
adorno metálico, tienden a desaparecer.
No usarás lenguaje grosero, ni con los miembros de la familia ni cuando estés, dentro del
contexto familiar, platicando en persona o por teléfono, con algún amigo o conocido.
Fuera de la casa:
Tendrá la obligación de asistir a todas sus clases (si es que están en la escuela),
cumpliendo con las normas de la escuela y a mantener un promedio correspondiente
razonable, desde luego reprobar no es una opción aceptable.
En el caso de que este trabajando se le indicará que mantendrá las normas y disciplinas
de su trabajo. Si no tiene trabajo se le dará un tiempo razonable, normalmente una
semana, para encontrar alguno, sin excepciones, ya que lo importante es que trabaje
dignamente, sin importar el ingreso.
Los específicos de la familia serán aquellos relacionados con la característica ideológica
de la misma, por ejemplo, ir al templo o a la iglesia con la familia, respetar los ritos y
costumbres de la misma.
En todos los casos la supervisión de los padres es la clave para ayudar al adicto,
recuerden, en el fondo ellos quieren tener limites, en la mayoría de los casos somos los
papas los que por desidia, flojera o cualquier otra razón, no los hemos puesto en practica.
Consecuencias de incumplimiento:
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Todos los límites implican una supervisión, recuerden que si le piden que esté en casa a
determinada hora, uno de ustedes tendrá que asegurarse que lo cumpla, las reglas que no
se supervisan se rompen por naturaleza.
Junto con los limites se tendrá que ser muy claro con relación a lo que pasará en caso de
un incumplimiento. Si bien se tendrá que ser firme, en este respecto podrá también
indicarle que, conforme cambie su conducta, irá ganando más derechos y podrá
participar en la negociación de sus límites, convirtiéndose en parte activa y positiva de la
familia.
Tendrán que marcar, con una gran claridad, que sucederá cuando rompa alguna o
algunas de las reglas que se le impusieron. Estos mecanismos de corrección deberán ser
realistas y de acorde con lo que se pretende lograr, sabemos que el corazón (amor de
padres) nos motivará a ablandarnos pero hay que recordar, el hijo es un adicto y necesita
una estructura, el tratarlo con dulzura, amor, compresión no deberá ser sinónima de “
blandos “; aquí cabe la frase de “Amor Duro”.
No hace caso e incumple constantemente, que hacemos?
En el caso de un hijo adicto, que esté viviendo dentro de la casa, cuya conducta sigue
siendo negativa, desafiando todo tipo de límites, se sugiere hacer lo siguiente:
Obligarlo a una intervención psicológica persona, esto es que se busque a un psicólogo
(con experiencia en el manejo de adicciones) y se le programe una intervención. A este
respecto se les recomienda recordar que es de mucha importancia la relación que el
terapeuta logre tener con el hijo y respetar el hecho de que para que la relación
terapéutica funciones haya que recordar que el paciente es el adicto y no presionar como
papas para que el psicólogo nos dé información sobre lo que se lleve a cabo dentro de la
sesión ya que esto dificultará de una manera enorme el éxito de la intervención.
No deben esperar milagros, la terapia psicológica toma tiempo, después de dos a cuatro
sesiones se debe ver un cambio en la conducta del adicto, pero es bueno recordar que la
familia entera tiene que participar en este proceso. Es común que el psicólogo pida una
intervención grupal, el apoyo familiar así como la participación del grupo es de inmenso
valor. Recordemos uno de los puntos iniciales del libro, la adición es problema de la
familia y deberá verse de una manera Holística, sin perder la perspectiva de la
responsabilidad individual.
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Centros de Rehabilitación, buenos o no?
Una de las alternativas que se tiene cuando el hijo adicto no manifiesta mejoría al
someterlo a una intervención psicológica familiar y personal, es el de meterlo a un centro
de rehabilitación. Existe mucha controversia sobre si son buenos o no, yo los considero
como una alternativa más, una forma adicionar de sacudirle la vida al adicto, como la
mayoría de las cosa, estos cetros no son para todos ni funciona para todos, para entender
lo anterior veremos que son y de que tipo.
Centros Voluntarios
Dentro de estos centros la característica es que el adicto deberá decidir en forma
voluntaria estar sometido al régimen de rehabilitación. La ventaja primordial es que si
accedió a entrar es porque aparentemente ya acepto su realidad y esta pidiendo ayuda
pero en mucho de los casos el adicto solo acepta meterse a un programa con el solo
propósito de que lo dejen en paz o para dorarle la píldora a los padres.
La característica más relevante es que debido a su libertad de decisión, las personas que
entran tienen la puerta abierta para salirse en cualquier momento y un gran número de
ellos así lo hacen. Como papas deberemos estar dispuestos a entender que la decisión de
entrar es del hijo y también será de él si termina el proceso o no, que por lo común es de
4 a 6 semanas de duración.
Estos centros son generalmente los más caros, (puede variar de $20,000.00 a
$100,000.00 pesos por estar en el programa), es muy común que tengan un objetivo de
lucro, pero por el otro lado son los que, debido a ese costo, se pueden permitir el lujo de
proporcionar instalaciones más modernas y cómodas así como tener acceso a ayuda
profesional y personalizada, en todos sus niveles.
Existen también los que combinan la terapia con alguna estructura religiosa. Los padres
deberán tomar en consideración cada aspecto de la forma en que se maneja el centro
donde se esta pensando internar al hijo.
Se recomienda que si piensan utilizar uno de estos centros, platiquen con los dirigentes y
negocien, a la medida de sus posibilidades, los costos para que el impacto no cambie
radicalmente la vida de la familia. No se debe sacrificar la estabilidad económica y
emocional de la misma, en aras de darle “lo mejor” al hijo, en muchos casos el haber
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hecho esto, durante toda la vida del mismo, pudo bien ser uno de los factores que
influyeron negativamente en su formación.
Recuerden que los centros no deberán ser un premio sino un medio de recuperación que
se le esta poniendo a la disposición del adicto.
Centros Involuntarios
En estos cetros se aceptan adictos renuentes y se les fuerza, inclusive físicamente, a estar
“encerrados” durante el tiempo que dura el programa, que generalmente es de 3 a 6
meses.
Aquí los papas o guardianes legales tendrán que firmar un documento donde se
responsabilizan por la internación del adicto y el mantenerlo confinado en contra de su
voluntad. El peligro es que si el adicto no esta preparado o no ha llegado a “tocar fondo”,
el resentimiento que nacerá, contra a los que lo “encarcelaron”, se sumará a las razones
para justificar, si así lo decidiera, el uso de drogas, y se le pasará todo el tiempo
buscando la manera de escaparse de su “prisión” sin tomar una responsabilidad en el
programa.
Existen muchos tipos de centros involuntarios, pero en general, debido a su naturaleza,
no cuentan con instalaciones adecuadas y, a primera vista, causan una imagen
desesperada y deprimente a los papas. Trabajan, en muchas ocasiones, bajo la premisa
que como adicto no mereces nada así es que deberás aguantarte con lo que se te da.
Como todo, el éxito o no, estará ligado con las características tanto del que se queda
encerrado como de la familia a la que pertenece. La ventaja es que aquí se acepta a
cualquier persona. Desgraciadamente lo anterior puede ser también un factor negativo
para el logro del programa ya que no existe una hegemonía dentro de la cultura,
educación y características socioeconómicas de los que están recluidos en el mismo y por
lo tanto no le permite identificarse, los unos a los otro, con relación al problema que
padecen en cuanto a su conducta adictiva.
¿Cómo funcionan?
En términos generales ambos tipos de centros funcionan bajo un mismo esquema,
influenciado enormemente por el programa de 12 pasos de Alcohólicos Anónimos.
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Se hace una evaluación fisiológica y psicológica del adicto
El medico determinará si es necesario un periodo de desintoxicación, el procedimiento y
la duración dependerá tipo de droga que utilizo el paciente.
Si no es necesario o después del en el caso de que lo fuera, se incorpora el nuevo adicto
al programa de su nueva rutina, que normalmente consistirá en
Foros grupales donde el adicto expone sus pensamientos
Con esta técnica se pretende que al oír lo que le pasa a los demás, empatizan con ellos y
a través de las historias que cuentan unos y otros, ubican sus vidas, es el darse cuenta
que no está solo en sus temores y ansiedades, con lo que se origina un sentido de
pertenecer y de identidad común dentro de la conducta adictiva.
Mesas redondas donde los adictos oyen y platican sus sentimientos
Aquí es un intercambio, en ocasiones muy dinámico, de opiniones sobre lo que se esta
discutiendo, a diferencia de los foros donde no se hacen preguntas y no se da una
opinión, lo que se promueve es una apertura al dialogo y a la confrontación positiva,
generalmente se hace énfasis en promover la asertividad, con esto se quiere decir que
pueden hacer oír lo que piensan pero sin la intención de lastimar o causar un daño
emocional a los que están participando.
Terapia individual
Trabaja bajo los mismos principios de cualquier terapia personal, lo importante es la
experiencia de la que la esta dando y la habilidad del profesional en la materia de
empatizar con el adicto y el ayudarlo a entender su dinámica personal.
El objetivo es descubrir lo que el adicto “cree” que no quiere que descubramos y que al
final, el mismo adicto, se dará cuenta que todo lo que hace, incluyendo su adicción, es
porque en forma preconsiente necesita que lo descubramos.
Parece una contradicción pero en el fondo es muy fácil de entender, es como la actitud
que toma una persona para esconder un defecto haciendo ver todo lo contrario, por
ejemplo se siente inferior o acomplejado y por ello se vuelve agresivo.
La terapia individual, manejada con profesionalismo, son la que le permite al adicto el
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darse cuenta de la verdad que le motiva su conducta y la realización de un proceso de
introspección (buscar de adentro de nosotros los motivos), aquellos recuerdos,
sentimientos y en especial pensamientos, que le motivan el usar drogas para cambiar
como se siente.
Es un proceso que se da paso a paso a través de llevar al adicto por su realidad, desde
cada etapa de su vida, hasta la actualidad. El terapeuta solo es el que facilita la acción,
ayuda a hacer brechas de memoria y a empatizar con el adicto, pero al final es el mismo
adicto el que deberá entender su vida.
Me gustaría decir que con solo racionalizar, y poner en la conciencia activa sus
pensamientos y sentimientos, es todo lo que se necesita pero desgraciadamente no es así;
el darnos cuenta de que nos motiva y estar totalmente consciente de nuestros actos no
hace, como una varita mágica, el cambiar nuestra conducta. Esto se logra solo a través
de cambiar nuestra forma de pensar.
Para efectuar un cambio de conducta necesitamos asimilar totalmente nuestros
pensamientos y es en este momento en que empezamos a cambiarlos y como
consecuencia si pienso distinto por naturaleza haré las cosas distintas y dentro de ello
será el dejar de consumir drogas.
Todo acto, consciente o no, es producto de un pensamiento, esta bien empezar por
cambiar nuestra conducta, pero es indispensable que tratemos de pensar en forma
distinta.
Si me pego constantemente con una pared, porque yo creo que es una ventana, el luchar
por evitar que me siga pegando no va a resolver la verdadera causa de mi acción que es
el pensamiento de que “creo que es una ventana”. Cuando al adicto se le confronta,
dentro de una terapia personal, no solo con sus sentimientos y creencias, sino con sus
pensamientos verdaderos y se le hace trabajar con estos “demonios de la mente”, es
cuando al cambiar de pensamiento, automáticamente se cambia de conducta.
Lo anterior es la única manera de asegurarnos que el adicto pueda ganarle a su adicción,
les recuerdo el adicto siempre será adicto; es el cambiar los pensamiento y mitos de su
adicción lo que los permitirá dejar de drogarse.
Terapia Familiar
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Participa en las sesiones toda la familia, se ve la dinámica de la misma y se origina una
comunicación activa, con lo que los miembros de la misma podrán ver como son usados
por el adicto y como también, los familiares, usamos al adicto como mecanismo de
defensa, para justificar nuestros sentimientos.
En muchos casos los papas solo tienen como vinculo común el hijo adicto, uno de los
dos o los dos toman el problema como la razón de seguir en pareja. Se dan casos en que
preconcientemente sabotean, de una forma u otra, el proceso de rehabilitación del hijo o
hija.
Con la terapia familiar se pueden identificar los rolles o papeles que juegan cada miembro
de la misma, su dinámica, las asociaciones que forman dentro de la misma.
Me recuerda la primera vez que en lo personal me sujeté (con mucha resistencia de mi
parte) a una terapia familia. Rodeado de mis hijos y esposa me pregunto la terapeuta que
si me sentía feliz? A lo que yo conteste que sí, ya que en efecto creía que yo si era feliz y
que el problema lo tenían ellos; de ese momento en adelante empezaron a participar
todos y a exponer lo que pensaban. Con cada intervención veía, para mi asombro, lo
infeliz que mi conducta los estaba haciendo y lo mucho que les afectaba mi forma de
hacer las cosas.
Lo que me pasó a mí es lo más común que suceda, creemos que todo esta bien porque
es como cuando llegamos a la casa del vecino y vemos que tienen el patio sucio, si no lo
limpian y regresamos varias veces, llegará el momento en que notros tampoco, como los
que viven ahí, veamos lo sucio del patio, nos acostumbramos a cree que todo esta bien
hasta que nos hacen ver las cosa desde la perspectiva de los demás.
Terapia grupal familiar
Es una terapia de grupo a un nivel especial donde todos los miembros de las diferentes
familias de los adictos interactúan y pueden exponer sus pensamientos y sentimientos
entre si y entre las personas que integran las otras familias. El terapeuta va exponiendo
un tema relacionado con la familla y el adicto y de ahí se procede a entablar una
dinámica grupal.
Lo que se busca es que identifiquen los patrones de conducta que deberán ser
modificados, en virtud de que propician el problema de adicción, por ejemplo un papá
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que a pesar de que el hijo adicto ha destrozado varios automóviles, le sigue
proporcionando uno más, o una mamá sobre protectora que le aguanta todo al hijo con
tal de que no se salga de la casa.
Otra de las manifestaciones más destructivas, de la influencia que ejerce la adicción de
un hijo o hija al grupo familiar, es el hecho de que todo gire alrededor de dicho miembro
adicto, si él esta bien la familia esta bien, si están activo todos están nervioso, agitados,
ansiado. Las relaciones entre los padres se vuelve tensas y solo se habla del daño que
ocasiona el que sea adicto el hijo, los papas parecen olvidarse de los demás miembros y
enfocan toda su atención al problema del hijo con lo que, desgraciadamente, se produce
un desajuste familiar que por lo general provoca un estado ansioso para todos.
A pesar de que la adicción es un problema del grupo familiar, no por ello deberán de
apuntar dedos de culpabilidad, en la mayoría de los casos la actividad adicta del hijo se
hubiera manifestado, en mayor o menor grado, aún en el caso de que los padres hubieran
hecho cambios previos en su actitud o manera de ser.
Hay que recordar que el consumir droga es una conducta voluntaria y la responsabilidad
de hacerla, o dejar de hacerla, cae únicamente en el que la esta llevando a cabo.
¿Cómo queda la familia durante este tiempo?
En general es más traumático para los miembros de la familia del adicto internado que
para el mismo adicto. Él de una manera u otra no tiene decisión, ya no esta en él estar o
no, ya se internó y su única alternativa es quedarse o no.
Para la familia es una lucha interminable de sentimientos encontrados, por un lado la
culpabilidad de tener a un ser querido encerrado, que por una parte nos duele pero por
otra nos deja respirar. En nuestro caso lo único que nos confortaban nuestros
pensamientos es que, bien o mal, por lo menos sabíamos que mientras estuviera interno
estaría seguro y no consumiría.
Normalmente los centros toman un periodo que va de una semana a un mes, en la fase
inicial del internamiento, donde no se les permite a los familiares tener contacto con el
adicto. Esto es debido a que es el periodo de desintoxicación fisiológica y de
desprendimiento psicológico.
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Es en este periodo que el adicto más usa el mecanismo de chantaje para hacer todo lo
que pueda para lograr que nos gane el remordimiento y lo saquemos de “encierro
injusto”, las conductas a las que nos someterán van desde:
Juro que no lo volveré a usa ¡!
Te prometo que regreso a la escuela, trabajo etc.!!
Yo no soy drogadicto, no pertenezco a este lugar ¡!
Son unos desgraciados por lo que me hacen, son malos ¡!!
Porque a mí si mi hermano, primo, etc. es más adicto que yo ¡!
Es parecido al cuento de la Iliada, donde Ulises pasa por la isla de las sirenas y casi se
vuelve loco con su llamado, que como recordaremos, hacia que los barcos se estrellaran
con las rocas. De la misma manera si les hacemos caso no solo regresamos al punto de
partida sino que les aseguro que retrocederán enormemente en lo ya logrado.
Estadísticamente se sabe que el adicto que se sale, voluntariamente o a base de
convencer a la familia que lo recluyó en sacarlo, tiende a recaer en forma dramática en
corto tiempo y sacarlo de ese dilema es doblemente traumático ya que como sabe que se
trata no va a querer regresar, aludiendo las siguientes razones:
No sirve de nada, solo me tienen encerrado
Yo estoy bien, no soy drogadicto como ellos
Ellos si debiesen estar ahí pero yo no
Me hicieron sentirme como animal, me insultaban
Estoy totalmente de acuerdo en que los centros de rehabilitación no son para todos los
casos ni sirven para todos los casos pero si estoy viendo que el hijo o hija adicta se esta
perdiendo más y más, es una alternativa aunque desesperada, a la que se puede recurrir.
Generalizaciones con respecto a los Centros de Rehabilitación
Ventajas:
Sabemos donde están y que no van a consumir en este tiempo
El ver a los demás adictos y convivir los hace reflexionar sobre su problema
Algo de las terapias se les va a introducir en su conciencia
Un momento de paz puede ser lo que necesitaban para cambiar
Nos damos cuenta como familia de nuestro papel en el proceso
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Produce un cambio en todos los que intervienen, en algunos casos son los
miembros de la familia los que más se favorecen con las intervenciones.
Desventajas:
El costo económico del centro
El costo emocional de ver que estamos encerrando a un ser querido
No a todos les sirve, en algunos casos es contraproducente
Las presiones y chantajes a los que nos someteremos
En términos generales el decidir llevar a un adicto a un centro, ya sea voluntariamente o
no, es trabajo de familia, la decisión deberá ser en conjunto con todos los que participan
activamente en la esfera de influencia del adicto.
Debemos recordar que tan injusto es no ayudar si nos lo están pidiendo como el
destrozar a una familia económicamente en aras de “darle gusto al enfermo” o el pagar
con dinero nuestro sentido de culpabilidad.
Recordemos, el estar en un centro no es un premio, es un acto desesperado por ayudar,
de la manera que podamos, al adicto para resolver algo que él solo no ha podido, no
debemos destrozar nuestro bienestar familiar por comprarle al adicto uno zapatos tenis de
marca o buscarle el mejor shampoo o aquel al que lo teníamos acostumbrado en casa.
Esta actitud la puede interpretar los demás hijos como un premio a una conducta
adictiva, denle lo necesario, lo estrictamente necesario y hágale ver el esfuerzo que esta
constando a todos.
El mejor resultado se obtiene cuando es el adicto el que solicita ser internado, pero no
duden que si ven las cosas en condiciones por las que concluyan que el adicto no esta en
capacidad mental para tomar una decisión por si solo y que la probabilidad de que se
haga un daño permanente sea grande, llévenlo de la manera que sea a internar.
Como encuentro donde internarlo
Voluntariamente:
El adicto por su propio impulso les pide ayuda o por lo menos acepta voluntariamente
hacerles caso e internarse.
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En todas las ciudades grandes existen varios centros, normalmente se anuncian en la guía
telefónica o en Internet, se les recomienda visitar varios de ellos y hablar con los
responsables de la rehabilitación. Como todo en el mundo, hay buenos y malos,
deberemos investigar con profundidad todos los aspectos de su funcionamiento.
Recuerden que este proceso va a ser fundamental en poder cambiar pensamiento y la
conducta, tanto del adicto como su familia y por lo tanto es de suma importancia no
equivocarnos.
Que preguntamos
Después de darnos cuenta que las instalaciones son adecuadas, recuerden de nuevo que
no es un hotel ni es un premio, solo debe de resolver las necesidades básicas y nada más,
deberemos tener una entrevista con los que manejan el centro. Se recomienda hacer las
siguientes preguntas:
¿Cuál es el proceso terapéutico que utilizan, paso a paso y que esperan como
resultado en cada uno de ellos?.
Si cuentan con personal preparado y profesional para cada etapa, ejem. Hay un
Doctor de planta, un Psicólogo, Terapeuta físico.
¿Cómo manejan el periodo de desintoxicación, en caso de adictos a drogas que
producen reacción al dejar de usarla?
¿Cuál es el papel de la familia dentro del proceso, que esperan de nosotros?
Cual es el costo del programa, hay descuentos o consideraciones, se pude pagar en
partes etc.
¿Cuánto tiempo tienen de estar dando el servicio y cuantos internados tienen?
De todo lo más importante es pedirles una lista de personas, tanto adictos como familias,
que haya llevado a cabo el programa, y la mejor manera de contactarlos, esta es la única
manera que tenemos para saber con exactitud los posibles resultados que se podrán tener,
justo es recordar que no hay dos adictos iguales por lo tanto no podemos suponer que si
tienen un factor de éxito alto, en nuestro caso será los mismo pero es otra manera de
evaluar y basar nuestro decisión.
Este proceso es igual al de contratar cualquier servicio, si sienten que no les aclaran sus
dudas o las respuestas que les dan son vagas o poco profesional, y en especial si les
ponen algún pretexto por el cual no les pueden proporcionar una lista de personas que
hayan utilizado el centro, se les recomienda que den la media vuelta y busquen hasta que
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encuentren el que si les satisfaga.
Cuando lo tenemos que internar involuntariamente:
Los centros que aceptan incorporar a un adicto contra su propia voluntad son, por su
propia naturaleza, más hostiles que los que lo hacen con un cobro alto. A pesar de ello
generalmente piden una aportación inicial y una cooperación mensual pero es mínima y
en realidad su existencia se debe a una naturaleza de darle este servicio a la comunidad.
Es común que tengan algún grado de interrelación con una denominación religiosa o que
su base este con este prospecto, aunque existen muchas totalmente laicas, creadas por
alguien o una agrupación con interés en brindarle a sociedad un lugar para este propósito.
No esperen encontrar instalaciones remotamente lujosas y solo se recomienda el ver que
este limpio y con lugares para resolver las necesidades más básicas. No es fuera de lo
común que no tengan agua caliente o que los baños sean letrinas. Recuerden el instituir a
un adicto no debe verse como un premio a su conducta sino como un recurso
desesperado por hacerlo ver sus propios demonios.
A pesar de que no nos cobren o que el cobro se mínimo debe también hacer preguntas
similares a las que se les sugirió hacer en los centros de cobro. En teoría los dos deben de
proporcionar los mismos servicios y al mismo nivel pero en la realidad la falta de ingreso
los hace más sujetos a fallas, es menos probable encontrar doctores o psicólogos de
planta y la terapia individual será mínima o no existente.
A pesar de todo, ambos cumplen con darnos la seguridad de que por lo pronto el adicto
esta sin usar y seguro.
Se debe tener mucho cuidad de cerciorarse que no se abusa de la violencia o que las
faltas no se castigan en forma brutal. No es mi intención asustar al lector pero la realidad
es que ha habido, desgraciadamente, algunos casos en que el adicto sufre físicamente o
inclusive se han reportado muertes. Por ello es de suma importación el cerciorarnos del
funcionamiento de la institución así como las reglas y los castigos que se aplican.
Debido a que el adicto esta sin querer estar, es muy común que traten de escapar y por lo
tanto el centro tenga algún sistema de seguridad. Esto nos hace sentirnos mal porque da
la apariencia de cárcel. Desgraciadamente en la realidad esta conclusión es más correcta
que incorrecta.
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La familia tendrá que estar totalmente segura de que apoyaran esta decisión ya que la
presión que pondrá el adicto será mucho más grande, recuerden que se hacen expertos
en el chantaje emocional y el que sepa como nos hace sentir su encierro les da una gran
cantidad de municiones para sus ataques, dirá y hará todo lo que crea que sea necesario
para que lo “liberemos” de su prisión.
Otra cosa en la que difieren los dos tipos de centros es que en estos casos, el tiempo de
internación generalmente es de 90 días y en ocasiones pude llegar a ser de 6 a 12 meses.
Lo anterior es debido al hecho de que se tiene que luchar contra el deseo del adicto en
escaparse y su negación a aceptar ayuda.
Conclusiones:
En cualquiera de los casos estamos sujetos a la voluntad del adicto en querer aprovechar
estas instituciones. Los mejores resultados se obtienen cuanto el adicto ha tocado fondo
o el centro lo hace tocar fondo, en este caso la rehabilitación le sirve para proporcionarle
un lugar seguro y aislado donde podrá, si lo desea, hacer una introspección y por lo tanto
modificar su pensamiento y con ello su conducta adictiva,
En nuestro caso nuestro hijo de 22 años pidió que lo internáramos, como ya teníamos un
arreglo previo, previniendo este momento, con un centro de rehabilitación, nos fue
relativamente fácil el decidir de inmediato. A pesar de que se nos acerco diciendo que ya
estaba cansado de su conducta adictiva, al ver que en ese momento, sin titubeos o dudas,
lo internaríamos, empezó a arrepentirse. Gracias a que todo estaba previsto logramos
aprovechar el momento. En la actualidad lleva más de un año limpio.
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Capítulo Quinto
Dejen que toquen fondo ¡!
En todas las etapas que hemos vivido en torno a la adicción de nuestros hijos, sobre todo
cada vez que hablábamos con personas que estaban directamente relacionadas con este
problema y sorprendentemente también con los mismos adictos, siempre nos han
sugerido que el adicto “toque fondo”, la verdad es que ha sido uno de los procesos más
difícil de entender y sobre todo de identificar. Nos produce una ansiedad el solo pensar
en qué será tocar fondo y como deberemos de actuar cuando nuestro ser querido pase, si
es que lo pasa, por ese proceso.
Qué es tocar fondo:
La definición que más puede explicar este proceso nos dice que, tocar fondo es el
conjunto de conducta y eventos que llevan al adicto a cometer una cantidad de actos que
por su naturaleza tan impactante lo hacen ver la realidad de su adicción, en su más cruda
expresión. El adicto se da cuenta que es y siempre será un adicto y empieza a detestar en
lo que se ha convertido y en especial le nace el deseo real y consiente de cambiar.
Para que realmente podamos identificar, con cierto grado de seguridad, que el adicto ha
tocado fondo, tendría que suceder una serie de cambios, en la conducta y sobre todo en
su forma de pensar de él y sobre todo el adicto tendría que:
Reconoce que es adicto
Que no puede resolver su adicción solo
Que pida ayuda (lo ideal sería a su familia pero en ocasiones es a un amigo o grupo,
no importa lo importante es que lo acepte el adicto)
Que quiera modificar su conducta en general, no solo la adictiva
La más importante para este proceso y desde luego la más difícil para el adicto es cuando
se da cuenta que:
El único responsable de su adicción es él y que por su propia voluntad, desea no seguir
usando drogas para resolver y justificar su vida. Se identifica como el momento en que el
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adicto deje de apoyarse en memorias de eventos de su vida, que a pesar de ser reales o
inventados y exagerados, son la base donde se cimientan sus pensamientos negativos
para justificar su adicción.
El adicto pudo en efecto haber vivido en una familia enferma y disfuncional donde se le
maltrato e inclusive castigó físicamente y por ello justificar su adicción apoyándose en
esos recuerdos, o pudo haber vivido dentro de una familia donde el papá se ausentaba
por cuestiones de trabajo y no por falta de responsabilidad y el adicto lo acomoda como
que “me abandonaba o no me querían”.
Es importante recordar que por su naturaleza la forma de pensamiento de un adicto no
esta basado en una realidad sino en “su realidad”. El usar drogas trastorna el proceso
bioquímico del cerebro. Es muy probable que ustedes quieran razonar con un adicto y
este, aun no estando drogado o en actividad de drogarse, no razone correctamente o
tenga lagunas mentales, alucinaciones o maneras muy particulares de acomodar sus
pensamientos. Debido a lo anterior no se recomienda entablar un proceso cognitivo o de
intercambio de ideas con el adicto en una forma tradicional, no olviden es adicto y piensa
como adicto.
Es triste pero debemos estar preparados a entender que no estamos hablando con el hijo
o hija que tenemos en nuestros recuerdos, sino con un adicto con todas las características
que esto implica. No aleguen o discutan, de nada les va a servir solo, se van a pelear y
sentirse mal, ellos son expertos en ese tipo de comunicación. Comuniquen su amor y el
deseo de ayudarles en una forma muy específica y clara, insistan que están para ayudarlo
en su recuperación.
Me gustaría poder decir que con solo llevar a cabo estos procesos de cambios en
pensamiento y conducta, el problema se resolvió, pero desgraciadamente no es así, en
algunos casos el adicto solo hace conciente la realidad de su vida en adicción al ver que
no quiere o no le es posible seguir viviendo como lo habían hecho hasta ahora.
Podríamos decir que es cuando el adicto se da cuenta de que no puede tapar el sol con
un dedo y que haga lo que haga, el agujero que excavó ya no lo puede resolver haciendo
otro más grande.
El problema es que el adicto tiene su propio “demonio”, es decir su forma personal de
llevar a cabo su activad adictiva o patrón de conducta.
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Para cada adicto el “tocar fondo” es una experiencia totalmente personal y no se puede,
basado en lo que vemos en otros, deducir que si un evento fue el que produjo este estado
en un adicto supondremos que el mismo evento producirá en otro, ni siquiera en adictos
hermanos.
La motivación de empezar a drogarse es distinta para cada adicto por lo que es lógico
concluir que la manera de parar también será motivada por algo individual al adicto.
Después de que acepte todas las condiciones anteriores y por lo tanto haber aceptado su
adicción, buscando la paz consigo mismo, es cuando empieza el largo proceso de la
recuperación y rehabilitación.
No debemos asustarnos con la realidad de que, en algunos casos, el adicto tiene que
llegar en más de una ocasión a tocar fondo, lo importante es que identifiquemos el
momento y lo aprovechemos en su tiempo.
Si por cualquier motivo se acerca el adicto y les pide que específicamente los ayuden a
incorporarse a un centro de rehabilitación, se le recomienda a la familia que tomen esta
oportunidad y lo hagan de inmediato, muchas veces la ventana de lucidez del adicto, o el
hecho de darse cuenta que ya quiere cambiar es muy pequeña, recuerden que el usar
droga es lo que conoce, podemos decir lo que queramos pero el es el experto en esta
conducta y la ha hecho su vida durante mucho tiempo, esta aterrorizado en pensar que
ya no la va a poder seguir usando.
Es muy recomendable que para no tener una crisis, ser más efectivos y menos
confrontacionales, que se pongan de acuerdo antemano todos los interesados en la acción
que van a tomar y sobretodo el hacerlo como un grupo o familia con una sola voz,
habiendo investigado, contactado y negociado el ingreso del adicto al centro de
rehabilitación, previo a que el nos lo pida.
Estudien todas las posibles alternativas que tengan y en especial todos aquellos escenarios
que piensen que se pudiesen presentar, como podría ser por ejemplo una enfermedad
grave, un accidente, un encierro policíaco, violencia etc.
Mientras más estén preparados para cualquier evento, menos traumático será para la
familia ya que habrían previsto el camino a seguir con anticipación, y el adicto respetará
más esa decisión, al ver que todos están de acuerdo, recuerden parte del problema es que
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los adictos necesitan caminos claros y por naturaleza si nos ven vacilar o titubear va a
tratar de manipularnos o poner uno contra el otro, no debemos olvidar que, aunque el
adicto es el que esta pidiendo voluntariamente la ayuda, él es el único que sabe lo que va
a sufrir física y mentalmente.
La realización de lo que podría ser el fondo para nuestros hijos fue el evento más difícil
de manejar para nosotros. Todos esperamos que nuestro ser querido venga sucio y
arrepentido a pedir ayuda como en las películas, pero esto pocas veces sucede,
normalmente el adicto toca fondo en forma por demás traumática y dolorosa.
Es más probable que toquen fondo cuando hayan cometido un acto ilegal o se hayan
causado daño a sí mismo o a otras personas. Es muy importante entender que en algunos
casos el tocar fondo es sinónimo de que el adicto muera. Debemos estar preparados para
todo inclusive para su muerte. Afortunadamente lo anterior es en el menor de los casos
así es que estemos atentos pero con una buena cantidad de optimismo.
98
Capítulo Sexto
Sugerencias
Primero.No dejen que los problemas personales o de pareja nublen sus pensamientos a tal grado
que, las decisiones que tomen, no estén proyectadas en forma directa con el problema de
la adicción sino con lo que les esta pasando en lo personal.
Si la pareja esta pasando por un divorcio y en ese momento se dan cuenta que existe una
conducta adictiva en un hijo, recuerden que primero son padres y después esposos
beligerantes.
Si uno de los dos esta atravesando un periodo difícil debido a una posible enfermedad,
problemas de trabajo etc. Recuerden que esta en juego el bienestar de un hijo y que al
final del día eso es lo importante.
Segundo.Salvo en el caso de un abuso o abierta maldad de uno o los dos padres, los papás no
somos los responsables de todo el éxito ni de todo el fracaso de los hijos, como se vio en
los capítulos de este libro, participamos en forma muy intensa e impactante, pero en la
esencia del problema, es la persona la que decide usar o no usar droga y será ella la que
decida dejar o no dejar de usarla.
Lo importante no es lo que hicimos o no hicimos durante el crecimiento de los hijos o
seres queridos, lo importante es que vamos a hacer ahora. En el libro se platicó del
monje que deja la viejita en el río, es tiempo que nosotros dejemos en el río nuestras
dudas, y pensemos en que lo que hagamos en este momento es la que va a ayudar o no a
que el hijo o hija dejen su adicción.
El pasado no regresa pero si nos deja la ansiedad del remordimiento de lo que creemos
que debimos hacer, no se puede rehacer lo pasado pero si pueden cambiar el presente.
Tercero.99
No estamos solos en el problema, estadísticamente 2 de cada 5 familias en nuestro país
tienen un problema directo o indirecto relacionado con la adicción. La naturaleza humana
nos hace que nos sintamos avergonzados por lo que nos esta pasando, como si esto nos
ayudara para resolverlo.
Busquen ayuda acorde con la dinámica de la familia, pregunten, lean y sobre todo
interésense en encontrar respuestas, el no saber no es un pecado ni un delito, el no
querer ver creyendo que el problema se va a resolver solo, si lo es.
Cuarto.Negocien todo menos lo que moralmente no se debe negociar, es decir pueden dialogar y
llegar a un acuerdo con el adicto, siempre y cuando ese acuerdo no contradiga la moral
de la casa. Si en su hogar se maneja una idea religiosa o social específica sean honestos a
estos lineamientos o estén preparados para cambiar toda la familia.
Generalmente el hijo o hija que están en adicción pertenecen a una familia donde hay
más de un hijo, a pesar de que él o ella son muy importante, no debemos dedicar toda
nuestra atención a sus problemas en detrimento de los demás. Hacer esto nos traer más
problemas con los otros hijos y nuestra pareja. Es muy tentador, sobre todo para las
mamas del adicto, el tomar el papel de protector. No olvidemos que, dentro de la
mecánica de la adicción, toda la familia esta con problemas, no olvide que somos parte
de un todo y que cada cual tenemos un papel especifico que desempeñar.
Si decide internarlos, o ellos quieren internarse, no lo traten como si estuvieran de
“vacaciones”, se encuentran ahí debido a su conducta de adicción. No los premien
comprándoles ropa nueva o haciendo sus caprichos de comida, solo estarán dándoles
ideas de cómo manipularlos.
Los papás estamos para apoyar al adicto, no para concederle todos sus caprichos, es
muy tentador resolver nuestros problemas de conciencia con una cartera abultada y en
ocasiones se pone en peligro la estabilidad de la familia.
Acepten que siempre existirá la posibilidad que el hijo o hija no estén de acuerdo y
decidan irse de la casa, pero el detenerlos sin importar las consecuencias, puede trae
como resultado el desmoronamiento de la fibra moral de la familia.
Quinto.100
Los amigos juegan un papel importante en la forma en que el adicto maneja su conducta,
no es posible pensar que el hijo o hija mantenga los mismos amigos, aun los buenos, ya
que el dejar la adición implica el pensar distinto y para ello se debe de nacer de nuevo
con el pensamiento de “no adicción”, tanto en el pensamiento como en las costumbres.
El más común que un joven adicto jale a otro a usar drogas, que el que uno que no use,
o esté en el proceso de no usar, cambie al que usa.
Una de las formas en que nos damos cuenta cuando el adicto verdaderamente quiere
cambiar es cuando él, por su propio deseo, deja las costumbres y amistades anteriores.
Sexto.En mi opinión profesional, solo se recomienda internar a la fuerza al adicto bajo las
siguientes condiciones:
Es un menor de edad con tendencias agresivas o suicidas.
Siendo mayor de edad se encuentra en un estado sub. Humano, como podría ser el
encontrarlo tirado en la calle, inconciente, prostituyéndose o siendo abusado por los
demás.
Que manifieste alucinaciones, delirios o trastornos psíquicos.
Que su estado de salud general nos haga concluir que esta en peligro de muerte por
usar.
A pesar de que no dudaría en internar a alguien bajo las premisas anteriores, debo
manifestar que es improbable que, como consecuencia de haberlo internado, el adicto
deje su conducta debido a que esta encerrado.
No sirve de nada engañarnos con la creencia de que hicimos bien o mal en recluirlos a
fuerza solo basarnos en el hecho de fue necesario en ese momento.
Lo que se busca aquí es darles al adicto un momento de reflexión y a la familia un
respiro. Pase lo que pase, por lo menos estaremos tranquilos sabiendo que el hijo o hija
va a dormir seguro, con techo y comida. Debemos mantener esperanzas en que es más
probable que, sin droga en el cuerpo, reflexione y modifique su forma de pensar.
Centros de Rehabilitación y ayuda profesional
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Debido a que en la actualidad existe, por lo menos en las ciudades principales del país,
una gran cantidad de centros de rehabilitación anunciados en las páginas amarillas de
directorio telefónico, no mencionamos ninguna en particular. De la misma manera
trataremos a los profesionales en la materia.
Centros:
El costo no es garantía de resultado, hay centros gratuitos que dan un buen servicio
y otros que denigran a la persona. De igual manera existen centros “profesionales”,
cobrando una cuota muy elevada por el programa, cuyo único propósito es lucrar
con el dolor ajeno.
Para ayudar a seleccionar el más apropiado, le sugerimos los siguientes parámetros
para tomar una mejor decisión:
Pregunten a un vecino, conocido o cualquier personal que ha tenido que internar a
alguien, donde lo interno y que opinión tiene.
Visiten el centro y de ser posible hablen con los internados, ellos mejor que nadie
les van a dar una idea de lo que pasa en el lugar.
Revisen las instalaciones, así como los programas que en ellas se aplican,
pregunten, pregunten y pregunten, las dudas no ayudan y pueden hacernos errar.
Pidan que les proporcionen una lista de personas que utilizaron sus instalaciones
para platicar con ellos y háganlo.
No sacrifiquen la economía familiar en aras de resolver un conflicto de conciencia.
Psicólogos y profesionales
Consultar a psicólogo o profesional en la materia es como ir al cine, no todas las películas
nos gustan ni tenemos que quedarnos a ver el final. Ustedes son los que pagan la
consulta y tiene todo el derecho de cambiar de psicólogo si no se sienten a gusto con la
forma de llevar su práctica, o en la personalidad del mismo.
Es importante hacer la aclaración de que, a pesar de que ustedes paguen la consulta, la
relación terapeuta-paciente es el factor importante y para el psicólogo nada deberá esta
sobre el interés del paciente. Esto quiere decir que no podrán exigirle al psicólogo que les
divulgue lo que es netamente confidencial para el paciente, si lo hiciera se arriesgaría a
perder cualquier confianza y empatía del paciente, con lo que no tendría objetivo la
terapia.
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Las excepciones a lo anterior son cuando la información obtenida se necesita hacer
pública, con el único objetivo de acelerar el proceso y ayudar al adicto.
En el caso de terapia de adicción las condiciones son tan especiales que, tanto el adicto
como la familia, saben porque y para que están ahí y por lo tanto se da por un hecho de
que mucha de la información que se obtiene a través de las terapias personales se
utilizaran abiertamente para lograr intentar favorecer el proceso de ayuda.
Para finalizar solo me resta felicitarlos por el esfuerzo y dedicación que le están
invirtiendo al problema de la adicción.
Que nadie les quite el derecho de saber ni decidir por ustedes mismos.
Recuerden que:
“La cabeza nos dice que hacer pero El corazón nos lo hace casi imposible”
Dr. Pierre Nicolás del Rio
103
Índice
Titulo de la Pagina
Derechos de Autor
La dedicatión
Epígrafe
Tabla de Contenido
Objetivo del libro
Capítulo Primero
Capítulo Segundo
Capítulo Tercero
Capítulo Cuarto
Capítulo Quinto
Capítulo Sexto
2
3
4
5
6
8
20
50
65
77
95
99
104