ACTIVIDAD FISICA COMO POTENCIAL REDUCCION DE INFECCIONES La actividad física y el deporte suelen estar enmarcadas dentro del discurso médico, para la práctica de deporte con miras a disminuir la ocurrencia de patologías de todo tipo. Si bien estos discursos son importantes, por mucho tiempo se ha desconocido, o al menos no se ha reconocido la importancia del deporte en otros contextos de la vida humana. La actividad física es todo movimiento del cuerpo que hace trabajar a los músculos y requiere más energía que está en reposo. Caminar, correr, bailar, nadar, practicar yoga y trabajar en la huerta o el jardín son unos pocos ejemplos. Cuatro de cada cinco jóvenes en todo el mundo no siguen la máxima de los antiguos romanos “mente sana en cuerpo sano”. Los jóvenes pasan menos de 60 minutos al día haciendo algún tipo de actividad física, el mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. La tendencia es aún más preocupante entre las chicas: 85% frente al 78% de los varones. Tener un estilo de vida activo tiene beneficios: mejora el tono muscular y la actividad cardiorrespiratoria, contribuye a la salud y el metabolismo ayuda a controlar el peso. Además, la actividad física tiene un impacto positivo en el desarrollo cognitivo y la socialización. Para lograr estos beneficios no hay que sudar copiosamente en una pista de atletismo o un gimnasio, simplemente estar activo, marca la diferencia. Pasar demasiado tiempo en el sillón, pone a las personas en riesgo de sufrir enfermedades por temas de sedentarismo. Cuanto antes se adquieran los hábitos saludables, mejor serán los resultados. El país con menos adolescentes inactivos es Bangladesh, con un 66 ,1%, mientras que Corea del Sur es el que tiene más con un 94,2%. El ejercicio regular evita que se gane peso y ayuda a mantener la pérdida de peso obtenida por cualquier método. El ejercicio quema calorías. Cuanto más intenso o más prolongado sea el ejercicio, más calorías se queman. Sin embargo, incluso pequeños incrementos diarios en la actividad son suficientes para ayudar a mantener un peso adecuado. El ejercicio físico es la mejor píldora anti-envejecimiento que existe, no se trata de solamente de tu alimentación, ya se ha demostrado científicamente que una hora corriendo equivale a siete horas más de vida. Además, los corredores tienen entre un 25 y un 40 por ciento de posibilidades de reducir el riesgo de muerte prematura. El ejercicio físico no solo se nota a nivel corporal, también a un nivel mental, un estudio determinó que mejora la autoestima gracias a los cambios físicos .A nivel psicológico, como hemos visto antes, los beneficios del ejercicio físico son innumerables. Por si fuera poco, tendrás menor probabilidad de desarrollar un trastorno de ansiedad o una depresión si haces deporte a diario, y te ayudará a salir del bache si lo estás sufriendo actualmente. Esto se relaciona con la liberación de endorfinas, u hormonas de la felicidad. con la edad y retrasar el comienzo de un proceso de demencia. Además de ser un elemento terapéutico imprescindible en el tratamiento o prevención de varias enfermedades, reduce la presión arterial el ejercicio físico es un elemento imprescindible en la rutina de pacientes que sufren de hipertensión, ya que mejora los marcadores de presión sistólica y diastólica. El ejercicio físico también nos ayuda a prevenir las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Párkinson. Numerosos estudios demuestran que la actividad física y el cambio a un estilo de vida más saludable pueden contribuir a retrasar el deterioro mental que ocurre La actividad física es un concepto que abarca cualquier movimiento corporal realizado por músculos esqueléticos que provocan un gasto de energía, la cual se encuentra presente en todo lo que una persona hace durante las 24 horas del día, salvo dormir o reposar; por lo tanto, se pueden distinguir las modalidades de: actividades necesarias para el mantenimiento de la vida y actividades cuyo objetivo es divertirse, relacionarse, mejorar la salud o la forma física, y hasta competir. Desde el ámbito de la funcionalidad, depende de la etapa de la vida en que se encuentre el individuo; por ejemplo, en sus inicios es el juego, en la juventud el deporte, mientras que en la adultez se combinan estas experiencias en diferentes formas de expresión y de desarrollo físico y mental. La actividad física tiene la habilidad de reducir directamente los factores de riesgo de las enfermedades crónicas y de catalizar cambios positivos con respecto a otros factores de riesgo para estas enfermedades. Algunas de las formas en que la actividad física puede ayudarla a sentirse mejor, tener un mejor aspecto y vivir mejor. Porque, ¿por qué no? La ayuda a dejar de fumar y vivir sin tabaco. Aumenta el nivel de energía para que pueda hacer más cosas. La ayuda a controlar el estrés y la tensión. Fomenta una actitud y unas perspectivas positivas. La ayuda a dormir con mayor rapidez y de forma más profunda. Mejora la imagen y la confianza de una misma. Esto ayudará a que pase más tiempo al aire libre. La actividad física expone definiciones y juicios en torno al aumento del gasto energético por encima de la tasa basal así como posturas referentes a la actividad física desde la salud, la terapéutica, entrenamiento deportivo y educación. En cuanto a la prevalencia de actividad física se reportan que muy bajos porcentajes de la población realizan actividad física, lo que se convierte en objetivo de obligatorio abordaje desde los entes nacionales e internacionales relacionados con la práctica de actividad física y la promoción de la salud, a través de estrategias o intervención efectiva que permita mejorar la calidad de vida. Es importante que nuestro cuerpo realice actividad física porque a través de ella se puede notar muchas mejoras en nuestro organismo, al estar en modo sedentario sentimos más cansancio y queremos realizar alguna actividad que requiera de gran consumo de energía tendremos mayor dificultad para realizarla, por eso es necesario que practiquemos cualquier tipo de deporte o ejercicio para tener un mejor rendimiento físico, puesto que nos ayudaría a prevenir enfermedades, mejora nuestra presión cardiaca y la más importante de todas genera un aumento de la autoestima y un aumento en las probabilidades de vivir más. Todas las personas debemos realizar actividad física, mayormente las personas mayores porque ellas son las más propensas a contraer enfermedades cardiacas o de osteoporosis. Realizando cualquier tipo de ejercicio su cuerpo llega a tener mayor estabilidad, aunque no pueden ejecutar una rutina de ejercicio vigorosa, pueden trotar, bailar, andar en bicicleta, entre otras. Antes y después de realizar cualquier tipo de entrenamiento físico debemos tener en cuenta un factor fundamental para la realización de esta, como es la higiene: Bañarnos frecuentemente para eliminar los gérmenes y bacterias que se han alojado en nuestro cuerpo luego de cada entrenamiento, usar ropa cómoda y de algodón para que adsorba el sudor, medias y zapatos adecuados para prevenir hongos y enfermedades en la piel. Si realizamos actividad física en exceso nuestro cuerpo tiene un desgaste celular y físico, además podríamos contraer enfermedades porque estaríamos comprometiendo el sistema inmunológico, por eso es importante consumir los alimentos y nutrientes necesarios para que nuestro organismo mantenga almacenada la energía suficiente y poder ejecutar las tareas cotidianas.