Monografía. Tema: Responsabilidad Profesional de los Médicos. Introducción. Antes, de comenzar a referirme al tema; considero que primero debo explicar que se entiende por profesional. El profesional en sentido amplio es aquel, que debe tener: 1Habitabilidad, quiere decir que la actividad que la persona realice, debe ser su modo de vivir. 2- Reglamentación 3- Habilitación previa para el ejercicio de la profesión. 4- Presunción de onerosidad. 5 -Autonomia técnica, 6- Sujeción a colegiación, obligatoria. 6- Sumisión a normas áticas. 7Sometimiento a potestade s disciplinarias. (1) Otro tema, en cuestión, es saber que clase de responsabilidades le es imputada a los profesionales. Esta es de medios si el profesional es liberal, porque no se puede asegurar un determinado resultado, por lo que nos encontramos dentro de la responsabilidad subjetiva. Por lo tanto el médico es un profesional liberal y el tipo de responsabilidad que este tiene es de medios. Pero, si el profesional es tomado en sentido lato entonces su responsabilidad es de resultado y por lo tanto objetiva, siendo la responsabilidad mayor por violación al deber de seguridad. La ley de Defensa del Consumidor ( 24.240), excluyo, en el articulo 2 a los profesionales liberales "...No est n comprendidos en esta ley los servicios de profesionales liberales que requieran para su ejercicio titulo universitario y matricula otorgada por colegios profesionales reconocidos oficialmente o autoridad facultada para ello, pero si la publicidad que se haga de su ofrecimiento" En el encuentro realizado en Santa Fe en 1981, ( 1ø Jornadas Provinciales de Derecho Civil) se especifico, que la responsabilidad en sentido lato debe ser regulada según los siguientes criterios. 1-Acentuaci¢n de la severidad, quiere decir que del hecho que el profesional sea el deudor se exige mayor severidad. Por ende mayor será el deber de actuar con prudencia, y pleno conocimiento de las cosas. Otra manifestación de severidad es la declamación de invalidez de las cláusulas limitativas de responsabilidad o eximentes de responsabilidad. 2- Presunción de causalidad. " Cuando en la producción del daño interviene una cosa que adquiere importancia relevante en relación con el acto médico puro, el profesional es responsable al menos que pruebe la existencia de una causa ajena"(2) 3- La Carga de la prueba. En el tema de responsabilidad medica, es relevante la carga de la prueba. En principio, le incumbe al demandante la prueba de la culpa o dolo del demandado. Otras recomendaciones son las siguientes: I- " Son aplicables los principios procesales para la distribución de la carga de la prueba, cuando la responsabilidad se sustenta en la culpa... el profesional tiene la carga exclusiva o concurrente de acreditar su diligencia". II- En cuanto a las eximentes invocables por el profesional, estimo que, cuando la responsabilidad es subjetiva, el profesional se exime demostrando que de su parte no hubo culpa, cuando es objetiva, debe acreditar necesariamente una causa ajena. (3) El Proyecto de Unificación de la Legislación Civil y Comercial, en el artículo 1625, respecto de la actividad de los profesionales liberales. (4) Debe completarse con los artículos 514 y 521 del mencionado proyecto, ya que, el primero caracteriza el incumplimiento sin culpa en función del nivel de diligencia exigido por la obligación del caso. La responsabilidad contractual por el hecho ajeno y por las cosas, en términos paralelos a loa artículos 1113, 1er párrafo del Cód. Civil. En la doctrina moderna la carga de la prueba puede ser concurrente es decir, que ambas están precisadas a probar lo necesario para llegar a la verdad de los hechos. En el caso de los profesionales, cuando la responsabilidad se sustenta en la culpa el profesional tiene la carga exclusiva y concurrente de acreditar su diligencia, porque el profesional se encuentra con mayor facilidad de poder probar, ya que tiene a su alcance medios técnicos y mas aun este se encuentra en una situación de privilegio con respecto al profano. Responsabilidad del médico en los contratos de medicina prepaga. En principio, cuando nos dirigimos a un médico, como puede ser el que nos atendió durante toda la vida, no tenemos una relación contractual con este, pero frente al posible daño que nos ocasione podremos reclamar indemnización por daños y perjuicios. Teniendo como base el incumplimiento del deber de seguridad , y una relación extracontractual con el profesional , pero una vez que prestamos nuestro consentimiento esta es contractual. Pero, esto cambiaría en el caso de que contratemos una medicina prepaga, porque existe una relación contractual, con el médico y el ente organizador de la medicina. Y a su vez indirectamente entre el médico y el adherente ya que tenemos una relación contractual con la empresa organizadora de la medicina prepaga. Quiere decir que frente a posibles daños que el profesional nos pudiere ocasionar podemos, accionar tanto contra este, y contra el ente organizador de la medicina prepaga. Teniendo, mayor seguridad de poder obtener indemnización, que si ejercemos la acción directamente contra el médico, que a veces no es tan solvente o directamente es insolvente no teniendo con que poder llegar a cubrir el daño ocasionado. mientras que la empresa de medicina prepaga es un ente con mayor solvencia , por ser parte de un grupo empresarial . Es común que en los contratos que celebramos con la medicina, sean de adhesión, con cláusulas predispuestas, no teniendo la posibilidad de poder optar , el adherente con la modificación de este tipo de cláusulas. Considero que, cuando el ente organizador de la medicina prepaga, se exime a través de una cláusula limitativa de responsabilidad, frente al adherente por los posibles daños que pudiera ocasionar el médico, son abusivas y deben ser dejadas sin efecto sobre todo porque ‚este, se encuentra en una situación de inferioridad negocial. Nos encontramos frente, a una responsabilidad solidaria ya que ambos ( el ente organizador de la medicina prepaga y el médico), deben responder frente al perjudicado, sobre todas las cosas porque existe una relación de dependencia laboral entre estos. (5) Orbita contractual y extracontractual. Tanto como en el extranjero, no se ha conseguido uniformidad de criterios sobre la naturaleza de la responsabilidad de los médicos porque mientras algunos ven una responsabilidad de tipo contractual, otros la ven como extracontractual. Es contractual, cuando los servicios médicos han sido requeridos por el paciente, por lo consiguiente la responsabilidad es de la misma índole. Desde el momento que entre el médico y su cliente se ha constituido un vinculo jurídico obligatorio, la responsabilidad es que aquel puede incurrir por inejecución de las obligaciones a su cargo, ha de juzgarse de naturaleza contractual y regirse de acuerdo a las normas consagradas, a la misma conforme a lo dispuesto en el articulo 1107 del Código Civil, del que se deduce como regla que los hechos o las omisiones en el cumplimiento de las obligaciones convencionales no est n comprendidas en el titulo de los hechos ilícitos, si no degeneran en delitos del derecho criminal. Pero, no siempre es así, quiere decir que la doctrina se encuentra dividida porque si estamos en ausencia de todo contrato es puramente extracontractual , motivo por el cual son aplicables las reglas de actos ilícitos. Las obligaciones que pudieran contraer los médicos surgen del ejercicio profesional, exista o no un contrato, por lo que en realidad se trata de responsabilidad extracontractual, y que ella exige un deber de prudencia y la realización de aquellos actos que las circunstancias del caso as¡ lo aconsejen. Las normas contenidas en los artículos 512, 902, y 909 del Código Civil sirven para juzgar la conducta asumida en la atención del paciente, por cuanto si bien en principio no se asume una obligación de resultado, sino de medios tenientes a lograr un fin, es dable exigir una conducta diligente en atención a las circunstancias del caso. Naturaleza de la obligación asumida por el médico frente al paciente. El médico que presta sus servicios asume una obligación de medios y no de resultados, es decir, no se obliga a curar al enfermo, sino a suministrarle cuidados en procura de su curación, tomando todas las precauciones que la ciencia y la practica profesional le recomienda. Por regla general el médico no asume ni puede asumir el compromiso de conservar la vida o eliminar la enfermedad sino solamente le es dable comprometerse a prestar al enfermo dirigente e idónea atención, sobre las bases de las reglas del arte de la medicina y de su evolución. No se compromete a obtener un resultado, sino tan solo a poner los medios necesarios para lograr esa buscada finalidad. (6) Legislación comparada. La evolución jurisprudencial y doctrinaria en la materia, es similar a la producida en Francia, con alguna diferencias de daños, lo que resulte explicable en la medida que la actividad jurídica nacional era refleja de aquella, hasta el fin de la d‚cada del 30, nuestra jurisprudencia sostuvo la tesis de la responsabilidad equiliana del profesional, la idea fundante era similar a la que fundamentaba a la doctrina francesa e italiana. La actuación profesional comporta el altruismo, para lo cual gozaba de una amplia independencia, siendo a demás que las personas que la ejercitaban estaban equipadas de una armadura intelectual idónea. El abuso de esa independencia o la negligencia en la propia capacitación, generaba culpa, como la que obligaba a reparar el daño causado. De una manera congruente con la doctrina francesa se elaboro en nuestros tribunales la doctrina de la culpa profesional. Se podría definir como una especie de genera de la culpa, caracterizada atendiendo a la tipicidad de determinadas personas y actividades. ( 7) Naturaleza jurídica de la obligación de seguridad de las clínicas. El deber de seguridad en cuanto supone la prestación del médico enderezada asistir con diligencia al enfermo, configura una obligación de medios, ya que no se garantiza la recuperación del asistido, sino el apropiado y consiente tratamiento. Al discutir la esencia del deber examinado la doctrina y la jurisprudencia se pronunciaron a veces en contra de la regla que transcribimos, estimando que el mismo comporta una obligación de resultados. Pero a poco que ahondemos en el significado de esta tendencia, concede al deber de seguridad de las clínicas se vislumbra que tiene un alcance distinto al que pretendemos darle, pues al referirse a la existencia de una obligación determinada (o de resultado), apunta al hecho de que las entidades asistenciales garantizan al paciente la puesta en practica de prevenciones destinadas a evitar accidentes. En el caso de los establecimientos psíquicos de las clínicas psíquicos, desde que un sector de opinión afirma que la vigilancia del enfermo mental es una obligación de resultados. (8) Mientras que para otros autores tal prestación es el objeto de una obligación de medios, argumentándose que las autoridades de un instituto de esta especialidad tienen serias dificultades para garantizar un resultado, frente a la indudable inestabilidad psicológica de los pacientes asistidos. Apreciación de la culpa. En cuanto a la apreciación de la culpa medical, en nuestro medio y tambi‚n fuera de ‚l no es dable distinguir una especie de culpa profesional, de otra especie de culpa común. La culpa de los médicos est gobernada por las reglas generales (art. 512 del C.C.). El juez meritua en concreto la naturaleza de la obligación y las circunstancias de personas, tiempo y lugar. A esos efectos podrá emplearse también el art. 9O2 para mensurar la extensión del deber de previsión del sujeto. La apreciación de la culpa cuando es de naturaleza extrancontractual se hará siempre en igual forma que cuando media entre el médico y el enfermo un vínculo contractual, pues los usos de la profesión le obligan en los mismos deberes tantos con quienes han requerido sus servicios en esa forma como cuando fueran atendidos al margen de toda relación convencional, vale decir que la culpa es la misma y consistir violación de los deberes propios de su profesión en la Ambito de la responsabilidad del médico. La responsabilidad del médico, carece de importancia, como veremos en cuanto al régimen de la prueba en cambio, tiene significación en cuanto a la exención del resarcimiento y la prescripción. Si la responsabilidad es contractual, solo se responde de las consecuencias inmediatas y necesarias, y si es extracontractual se extiende a las consecuencias mediatas. En cuanto a la prescripción de la acción resarcitoria tiene un termino de diez años en el primer caso y de dos años en el segundo. En la doctrina y jurisprudencia francesa se a afirmado durante mucho tiempo que la responsabilidad profesional del médico era de carácter extracontractual. Se ha argumentado en el sentido que la Ley, obliga a toda persona a no cometer imprudencia o negligencia, de modo que el contrato nada ha agregado. Es la ley que, en realidad ha creado la obligación cuya inejecución ha causado un perjuicio. El ejercicio de la medicina comporta el deber fundamental de consagrar a ella todo el estudio y la reflexión que el titulo profesional supone, y que dentro de ese concepto las obligaciones que pesan sobre el médico no pueden considerarse exclusivamente derivadas del contrato, que interviene entre el y su cliente. Se ha considerado que este es un razonamiento equivocado. El contrato ha agregado algo a la obligación legal; sin el contrato el médico no hubiera atendido al paciente; es a causa del contrato que el médico ha asumido la obligación de cuidar a su enfermo con prudencia y diligencia , en caso de inejecución su responsabilidad es contractual . La jurisprudencia de los Tribunales Franceses, que había sostenido durante mucho tiempo el carácter extracontractual de la responsabilidad medica, cambio este criterio después del fallo de la Corte de Casación. (9) Que fijo el principio de la responsabilidad contractual del médico, declarando que la obligación que contrae ante el cliente, no es la obligación determinada de curar al enfermo sino solamente una obligación general de prudencia y diligencia, de tal manera que el cliente tiene a su cargo la prueba de la imprudencia o negligencia del médico. En la doctrina Nacional prevalece el concepto de que la responsabilidad es contractual. Se sostiene sin embargo por algunos autores que la responsabilidad del médico es una responsabilidad profesional extracontractual. (10) Fundando esta conclusión dice Borda que la responsabilidad que pesa sobre el médico que atiende a un enfermo en su consultorio o lo opera con su consentimiento no difiere, en absoluto de la que tiene el profesional que atiende a un obrero de la compañía o que opera de urgencia a un accidentado que se encuentra en estado de inconsciencia, en todos estos casos dice, ese autor, la responsabilidad del médico es y debe ser la misma. No surge de ella de la celebración de un contrato, sino de las obligaciones que impone el ejercicio de la medicina, haya o no contrato. La responsabilidad del médico no siempre es extracontractual. Ello importa confundir la fuente de la obligación con el contenido de la prestación misma en cuanto a los deberes a que esta sometido el médico. Desde luego que, como profesional, debe aplicar en el cumplimiento de su obligación de atender al paciente sus conocimientos especializados y las reglas del arte propia de su profesión. En este sentido, no hay diferencia alguna que hacer entre los deberes profesionales a que esta comprometido el médico como tal, sea su obligación contractual o extracontractual. Sin embargo, si los servicios profesionales deben ser prestados como consecuencia de haber sido requeridos por el paciente, no podrá negarse que allí la obligación se origina en una convicción, (11) y que la violación de ella comportara una responsabilidad contractual regida por las normas legales propias de este ámbito, y no de las extracontractuales ( articulo 1107 del Código Civil) (12). El médico, como cualquier otro profesional, o aun mas, como todo practico en una ciencia u oficio , esta obligado a observar todas aquellas o principios que hacen al ejercicio o desempeño de su especialidad, pero no ha de deducirse de ello que frente a la culpa de derecho , que es noción de contenido invariable , gen‚rico único , existe otra de significado singular inherente al ejercicio de una profesión . La responsabilidad del médico es contractual en relación al enfermo que atiende en virtud de un contrato. Cuando la atención se presta en ausencia de todo contrato y se incurre en culpa la responsabilidad es extracontractual , lo que no quiere decir que la culpa se aprecie de distinta manera ; los usos de la profesión obligan siempre al médico a los mismos deberes que aquellos que se compromete normalmente hacia un cliente. En virtud de ello es que si bien la culpa es siempre la misma en cuanto a inobservancia de los deberes propios de la profesión del médico tiene a su cargo la prueba de que los servicios profesionales se prestaron sin esa prudencia y diligencia. Por eso se ha declarado que "cualquiera la fuere la fuente de su obligación, contractual, el médico nunca puede prometer la conservación de la vida del paciente ni la extirpación de la dolencia; basta que actúe en la conducción de sus actos profesionales con la diligencia común a todo ser humano" ( 13) Relación de causalidad. Es uno de los elementos de la responsabilidad civil la relación de causalidad la encontramos entre el daño y la culpa, de modo que no puede imputarse al médico las consecuencias perjudiciales que sufre el paciente sino se determina la existencia del respectivo nexo causal. Por aplicación de las reglas generales de la causalidad, una causa mediata sería suficiente, si la culpa del médico permitiese prever la consecuencia perjudicial de la cual aquella fuese condición necesaria. Por ejemplo si por falta de vigilancia un enfermo bajo tratamiento con motivo de perturbaciones psíquicas se fuga y sufre un accidente la responsabilidad del médico que lo atendía quedaría comprometida. Le corresponde al damnificado probar la relación de causalidad entre la culpa médica y el perjuicio que se invoca. Esta prueba puede resultar presunciones, por ejemplo, si una enfermedad que normalmente cura, determina la muerte del enfermo habiéndose incurrido en una negligencia grave por parte del médico en el curso del tratamiento. En muchos casos se puede establecer con certidumbre la relación causal por actos positivos del médico que perjudica la salud del paciente provoca daño corporales o determina su muerte. Pero también puede establecerse la relación de causalidad por las omisiones médicas que impiden la curación. As¡ la no aplicación del tratamiento adecuado debido a un error de diagnóstico priva de manera cierta de una posibilidad de curación ‚este tenía derecho normalmente a contar. No puede negarse que sufre un perjuicio la persona a quien no se le ha dado los cuidados médicos apropiados con los cuales hubiera tenido esperanzas de sobrevivir. As¡ se ha declarado que habiéndose comprobado una culpa del cirujano se puede decidir que si no ha habido certidumbre a cerca de sí esa culpa a sido la culpa de la muerte del enfermo, en ella no ha privado a éste de una posibilidad de sobrevivir.. Casos de responsabilidad. La responsabilidad del médico debe apreciarse según las circunstancias del caso sin embargo, es conveniente analizar separadamente los supuestos de actuación profesional del médico, en la medicina curativa y la cirugía reparadora por un lado y la cirugía est‚tica por otro. Por ello tratar‚ primero los deberes profesionales del médico en general y la consiguiente violación y luego las cuestiones a que da lugar la cirugía est‚tica. A) Advertencia al enfermo. El médico tiene el deber de advertir al enfermo los riesgos por el tratamiento recomendado o por la intervención quirírgica aconsejables. Este deber no alcanza a las intervenciones sin mayor trascendencia, máxime cuando la terapéutica de que se trata no importa poner en peligro la vida del paciente.(14). Si la operación presenta riesgos pocos frecuentes ello justifica una advertencia especial al paciente, y tanto m s si se trata de una operación de cirugía est‚tica. El deber de advertir al enfermo los riesgos de una operación o del tratamiento aconsejado, determina para el médico dos dificultades: la primera proviene de la ignorancia técnica del enfermo , la segunda de su estado moral . Con respecto a la primera se reconoce que es inútil suministrar al enfermo detalles técnicos y que el médico no esta obligado a ello. En cuanto a la segunda, es recomendable que el médico adopte las precauciones que requiere el estado psíquico del cliente. Sin embargo, no debe subestimarse el derecho del enfermo de saber su estado de salud y el pronostico del mismo. En todo caso si las necesidades psíquicas impiden instruirlo completamente, el médico debe decir toda la verdad a los miembros de la familia que sean próximos o ejerzan autoridad sobre el enfermo. El médico no debe mentir al enfermo ni disimular el resultado de los analices a fin de recomendarle el tratamiento o intervención adecuado. En cambio, no esta obligado a revelarle todos los riesgos previsibles de la intervención si el estado del paciente no la hace aconsejable (15). B) Consentimiento, en principio, el médico no debe emprender ningún tratamiento ni ninguna intervención sin haber obtenido el consentimiento del enfermo. El reconocimiento de la existencia de un contrato médico es importante pues la medicina humanista reposa sobre la idea del contrato, es así, que en principio, el cuerpo de enfermo no puede ser tocado por el médico, sino con el consentimiento del paciente, si este es mayor de edad no esta privado de razón. (16) Si el paciente niega su consentimiento el médico no puede intervenir bien entendido que se trate de un enfermo, que conserva el dominio de su voluntad y que ha sido cabalmente informado, de la índole de la operación y sus secuelas. Si la urgencia del caso no permite obtener el consentimiento necesario, el médico debe prestar la asistencia que corresponda seguido aun, sin esa conformidad . La cuestión se presenta con bastante frecuencia cuando el cirujano descubre en el curso de una operación, una lesión mas grave que la que había diagnosticado, o distinta, si la intervención no es de urgencia debe suspender el acto operatorio para obtener previamente el consentimiento, de otro modo debe proceder de acuerdo al dictado de su conciencia profesional. C) Diagnostico. El error de diagnostico responsabiliza al médico por los daños que sufre el paciente como consecuencia de haber seguido por ello un tratamiento inadecuado o haberse sometido a una intervención quirúrgica y es innecesaria o no haberse atendido debidamente. Desde luego que el error debe ser grave e inexcusable. No responde el médico por un error de diagnostico, cuando se trata de una materia ajena, a su especialidad. Y ha actuado fuera del terreno al que a podido limitar su negligencia, sus investigaciones. D) Tratamiento Igualmente el médico es responsable en el caso de haber aconsejado un tratamiento equivocado por error grave, e inexcusable. En cambio, no responde el médico en cuanto al m‚todo de curación prescripto si se trata de uno de los sistemas aceptables.(17) Pues el criterio dominante en esta materia es que el profesional solo debe poner en juego el caudal de preparación que el titulo acredita, salvo casos de negligencia grave, ignorancia, o falta grosera. (18) E) Intervención Quirúrgica. La actividad profesional del cirujano presenta aspectos particulares cuando se trata de intervenciones quirúrgica. En principio el cirujano que se equivoca no es responsable, si no incurre en algún grave error no tolerable o en alguna falta inexcusable en las personas que se dedican al mismo oficio. (19). En la jurisprudencia francesa, se han considerado casos de responsabilidad medica los supuestos de que un cirujano abandona una compresa o un instrumento quirúrgico en el cuerpo de un paciente, o que pierde en la zona operatoria una punta de aguja rota en el curso de una operación. En todo caso el cirujano incurre en culpa al no adoptar las medidas susceptibles de permitirle advertir que no ha sido retirado algún cuerpo extraño, o al operar el lado derecho del enfermo cuando es el izquierdo el que requiere operación. También es responsable por los daños que causa el cirujano, por su culpa en la ejecución de actos anexos a la intervención misma. Se ha declarado que el cirujano tiene a su cargo en relación a dichos actos, una obligación de medios o de prudencia o diligencia como en el acto quirúrgico mismo.. Prestación médica en establecimientos asistenciales Cuando un paciente es atendido en establecimientos asistenciales médicos públicos o privados hay una consistencia de actos de carácter hospitalario o paramedicales y de actos medicales propiamente dichos. Los primeros consistir n en alojamiento, alimentación, transporte en el interior de la clínica, que se regir por el contrato de hotelería u hospedaje, o bien un contrato innominado de prestación de cuidados de enfermería, provisión de medicamentos e instrumental médico. Ellos nos suscitan problemas de responsabilidad médica. En cambio no sucede lo mismo en los actos medicales propiamente dicho. En este caso el contrato que existe entre el profesional que integra el cuerpo médico de la clínica constituye una estipulación en favor de terceros (art.504, CC) o sea del paciente que requiere asistencia o internación en establecimiento sanatorial (20). Si bien el paciente tiene una acción directa contra el médico en caso de incumplimiento de su obligación nacida de su estipulación a su favor, tiene también una acción directa en el mismo caso contra la entidad estipulante en razón del contrato de asistida pasado entre ellos. Esta responsabilidad del establecimiento asistencial no se rige por los principios de la responsabilidad por el hecho de sus dependientes ( Art. lll3 CC), pues la dependencia se configura por las órdenes o instrucciones que aquél imparte a ‚éstos en función que les delega o encomienda. Si bien puede existir un contrato con relación de dependencia entre médico y sanatorio no puede juzgarse al médico dependiente de esta en cuanto al ejercicio de su actividad profesional cuya independencia técnica es incompatible con la idea que pueda subordinarse a órdenes de las autoridades del establecimiento en el acto médico. Es independientemente de la responsabilidad directa del médico, existe la obligación de la entidad hospitalaria de prestar asistencia médica, la cual lleva implícita una obligación tácita de seguridad de carácter general y accesoria de ciertos contratos que requieren la preservación de las personas de los contratantes contra los daños que puedan originarse en la ejecución del contrato. Cuando la entidad se obliga a la prestación del servicio médico por medio de su cuerpo profesional, es responsable no solamente de que el servicio se preste sino también de que se preste en condiciones tales que el paciente no sufra daños por deficiencia de la prestación prometida.(21) Conclusión: La responsabilidad de los médicos en general, es de una obligación de medios, es decir que no promete el resultado de la curación, no obstante debe emplear en su actuar, sumo cuidado y previsión, como consecuencia de un obrar responsable y carente de negligencia, debe actuar con la mayor previsión posible. El médico de acuerdo a la investigación realizada, no tiene el imperativo de suministrar conocimientos técnicos al enfermo. El paciente es un lego en la materia medical en la mayoría de los casos, est en un plano de inferioridad frente al profesional. Esto no empece a que el mismo preste su conformidad para el tratamiento o para la terapia en su caso, el puede negar su consentimiento para el mismo, salvo que est‚ viciada su voluntad o sea incapaz de manifestarla, haciendo mano a un presupuesto de integración, donde el profesional actúa supliendo esa falencia, en virtud de su saber científico para lograr la consecución de su mejoramiento. Ya que es en beneficio de su salud, como meta fundamental, ya que el objetivo del galeno es la curación. Sin embargo cuando nos introducimos en el campo de la especialidad, tomando en cuenta el caso específico del cirujano, donde al introducir el bisturí, es decisivo y relevante su papel, ya que debe ser certero e intervenir en una cuestión donde la envergadura es mayor donde su falta de prudencia puede ocasionar la muerte del paciente. Es por ello que su saber técnico, su precisión deben complementarse de una manera que no deje lugar a inequívocos al respecto, Si tomamos en cuenta el caso de la medicina prepaga, como se deduce de la monografía el nivel de responsabilidad es cambiante, según se trate de un sistema cerrado o de un sistema abierto. En el sistema abierto el paciente elige el profesional que ha de dispensarle los cuidados medicales. En el cerrado hay una lista donde es la entidad la que formula la lista de profesionales, donde no hay cabida para el paciente para escoger el paciente, es decir no puede optar Lo que se deriva de esta medicina prepaga es la poca o recortada voluntad del adherente, lo que trae aparejada una cantidad de injusticias. El paciente debe formular una declaración jurada donde especifique las patologías que padece, a veces donde la manifestación de las mismas se da en el curso de la cobertura de la prepaga. Además de esto, debe soportar los plazos de carencias. Debe soportar las cláusulas abusivas, donde en la mayoría de los casos se traslado el riesgo. A mi parecer el galeno mas allá de su responsabilidad contractual o extrancontractual debe empeñarse en obtener el resultado de su accionar responsable de acuerdo al juramento que formulo en oportunidad y debe propender a la preservación de la salud psicofísica del paciente, como unidad psicosomática. 1- Alterini Atilio y L¢pez Cabana. Derecho de Daños. pag. 262 y ss. 2- Jornadas de Mercedes . Del 6 al 8 de agosto de 1981 ( 1ø Jornada de Derecho Civil). 3- Encuentros en Santa Fe 1981 . Realizado en Mercedes ( Provincia de Buenos Aires). 4- Las tareas de los profesionales liberales est n sujetas a las siguientes reglas, sin perjuicio de normas imperativas. 1) Se aplicaran a ellas lo dispuesto en los arts. 625 y 626. 2) En caso de controversia queda a cargo del profesional la prueba de haber obrado "sin culpa" en los términos del art. 514. Pero si de lo convenido o de las circunstancias resultara que el profesional Debió obtener un resultado determinado, solo se liberara demostrando la incidencia de una causa ajena. 3) La utilización de técnicas que se encuentren en estado de experimentación debe ser consentida expresamente por aquel a quien se preste el servicio. 5- Ghersi Carlos. Contrato de Medicina Prepaga. pag. 220 y ss. 6- La Ley tomo 1982- D pag 594 7- y ss. Lorenzetti. Responsabilidad de los médicos. pag 45 y ss. 8- Bustamante , Alsina . Responsabilidad Civil de los Médicos en ejercicio de la profesión. pag. 67. 9- el Cámara de Cass. , 20-V-1936.D.1936,1.88. 10- Ver Halperin. La responsabilidad Civil de los médicos , por faltas cometidas en el desempeño de su profesión . L.L T.1 Pag. 217. 11- Cámara Nacional Civil; Sala B "22-12-64" J.A tomo 1965-111. Pag.76. declaró que " El vinculo Jurídico del médico con el paciente puede configurar una locación de servicios, de obra o un contrato atípico según los casos 12- Bueres Alberto, Responsabilidad Civil de los médicos Bs. pag. 42. 13- C m. Nac.Civ Sala C 12-6-1964 El As 1979 Derecho. T. 8. p g 268. 14- C m .Nac. Civ Sala C 12-6-1964 JA 1964-257, En este fallo declaró el Tribunal "La falta de indicación al paciente de las consecuencias molestas o dolorosas de un determinado tratamiento no hace incurrir de responsabilidad al médico si la terapéutica propugnada no comporta peligro para su vida" 15- El Código Deontología Medica de Francia aconseja al médico , poner al médico frente a sus responsabilidades pero al mismo tiempo admite que un pronostico grave puede legítimamente ser disimulado al enfermo, y que un pronostico fatal no puede ser revelado si no con la mayor circunspección. 16- Orgaz , El consentimiento del damnificado . La Ley 17- Cam. Nac. Civ. Sala "c" 30-12-1957 J.A 18- Cam Nac. Civ. Sala "B" T. 1958-III Pag.587. 22-XII-1964 . J.A. T. 1965.III pag. 19- Cam. Nac. Civ. II de Capital 17-X-1930 . J.A. 20- Bueres A Responsabilidad Civil de Clínicas y M‚dicos . 21- Jorge Bustamente Civil. P g 451. Derecho Civil). 150-967; Alsina T. 34. 67. Pag.469. Establecimientos Teoría General de la Responsabilidad 3- Encuentros en Santa Fe 1981 . Realizado en Mercedes ( Provincia de Buenos Aires).