Subido por El Chainos

Amor Sentimental

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Nombre del alumno (a):
Chelsea Marelys Medina Torres
Escuela:
Secundaria Técnica #13
Grupo:
1° A
Tema:
Amor sentimental
Amor Sentimental
l Amor al igual que todos los Afectos, nace como Emoción. Esto quiere
decir que inicia siendo muy intenso y es el resultado de una fuerte
activación bioquímica. Es pura biología en acción. Es una fiesta de
neurotransmisores como la dopamina y norepinefrina, que estimulan la
producción de hormonas como la testosterona. Razón por la cual,
experimentamos los efectos del llamado amor romántico en el vínculo de
pareja. Con síntomas como atención sostenida en el objeto del deseo,
pensamiento intrusivo, incremento del deseo sexual, taquicardia, pérdida
del apetito, etc.
En el vínculo con nuestros hijos, también experimentamos el Amor como
Emoción. Cuando están recién nacidos, en nuestros organismos se activa
la producción de hormonas como la oxitocina (predominante en la
mujer) y la vasopresina (predominante en el hombre). La activación de
estas hormonas hace que sintamos un intenso apego por nuestros hijos,
sobre todo en sus primeros años de vida.
Antes de continuar hagamos un paréntesis; si bien es cierto, también existe
el amor hacia los amigos, los familiares, la naturaleza, el trabajo etc.
Aprovecharemos esta oportunidad para hacer referencia a dos de los más
significativos: el Amor de pareja y el Amor hacia nuestros hijos.
Continuemos…
El Amor Emocional, lamentablemente tiene fecha de caducidad. En el
vínculo de pareja -según
probadas
investigaciones-[1] caduca aproximadamente luego de 18 a 24 meses.
Puede ser un poco antes, un poco después, dependiendo de las
particularidades y dinámicas propias del vínculo.
En el vínculo con nuestros hijos, la naturaleza nos ayuda a experimentar
ese intenso apego durante los 4 primeros años aproximadamente. Después,
todo dependerá igualmente de las particularidades del vínculo.
El Amor como Emoción en la pareja, es un Amor biológico. Es
un Amor donde el instinto se impone, mediado por el deseo de
experimentar placer. Es un Amor que no piensa en sí mismo, ni en el otro.
Es
un Amor obnubilado por los efectos
de
la bioquímica. Es
un Amor ciego y cuando ve, tan sólo ve lo que quiere ver. Es un Amor de
esos que mata si no evoluciona.
Cuando pasa el efecto de la bioquímica se impone nuestra naturaleza
egoísta o altruista con más fuerza (depende del grado de Evolución
Afectiva que tengamos). En el primer caso, es en esta etapa donde muchas
parejas se separan o dejan de prestarle atención a la relación, para ir en
busca de una nueva aventura.
El Amor emocional es un Amor egoísta incluso consigo mismo. Al no
experimentar la intensidad propia del efecto bioquímico, pierde el interés
por el otro. Es ahí cuando decide terminar la relación sin pensar en nada
más, o en su defecto, continúa en la relación motivado por creencias
egoístas, tales como:
“sé que esto no va para ninguna parte, ni me interesa, pero por ahora no quiero estar
solo(a)”
“esta relación no me importa, pero creo que me puedo aprovechar de lo que me ofrece”
“siempre es bueno tener un arrocito en bajo, por si algo me falla por fuera”
“yo nací para vivir la vida, no tengo por qué condenarme a estar con una sola persona” bla,
bla, bla…
Bajo esta lógica se actúa de forma egoísta con el otro y sobre todo consigo
mismo, pues se eliminan las posibilidades de construir, de llevar una vida
creadora y se firma una condena para tener como compañía permanente a
la soledad y la depresión.
Asimismo, muchos padres abandonan o descuidan por completo el
cuidado de sus hijos. Se derrocha la oportunidad que la vida nos ofrece de
mejorar para formar a nuestros hijos. La crianza sencillamente pierde
importancia, se le presta poca o ninguna atención a este oficio, razón por la
que el vínculo madre-padre e hijos se deteriora y éstos, terminan creciendo
con profundas Carencias Afectivas.
En el segundo caso, cuando se impone la benevolencia; lo que ocurre es que
somos capaces de pensar por lo menos en nosotros mismos, en lo que
realmente queremos, en lo que realmente nos conviene. Si esto ocurre,
el Amor evoluciona a su etapa Sentimental.
El Amor como Sentimiento es un Amor que piensa
en sí mismo. Aunque aún no está preparado para aportarle al otro, se
permite pensar por lo menos en su propio Bien-Estar. En el Amor
sentimental el <Yo> cobra vida. Luego de estar en las nubes dopados,
aterrizamos a la realidad para encontrarnos con nosotros mismos.
Si
somos
diestros
practicando
la Habilidad
Afectiva del Autoconocimiento, podremos evaluar con precisión qué
queremos, qué nos gusta y qué no, qué tan conveniente puede ser
continuar con la relación, qué nos puede aportar el otro, qué posibilidades
hay de construir. Este se constituye en el primer paso para que sea posible
aportarle al otro. Es decir, si no somos capaces de apreciarnos a nosotros
mismos y pensar en nuestro Bien-Estar, nos será imposible llegar a pensar
genuinamente en el Bien-Estar del otro.
Pero este es tan sólo un primer paso, si el Amor Sentimental no
evoluciona,
nos
quedaremos
estancados en la egolatría. Para
que el Amor como Sentimiento evolucione es necesario contar con una
genuina intención y Voluntad de mejorarnos a nosotros mismos, para
aportarle al otro.
En el caso de la crianza, esta etapa del Amor Sentimental también nos
enfrenta a nosotros mismos. Es el momento de aprovechar la oportunidad
que tenemos en frente, para hacer un ejercicio de introspección,
de Autoconocimiento. Así podremos evaluarnos y saber con certeza que
transformaciones debemos Hacer para Ser los guías y formadores que
necesitan nuestros hijos.
El Amor
Sentimental,
es
un Amor de
transición
entre
netamente Biológico y Emocional a
lo
un Amor
Actitudinal y Psicológico. Si logramos ver que hay después de nuestros
propios intereses, podremos ver al otro, tener en cuenta las necesidades del
otro. Si esto ocurre el Amor evolucionará a su etapa Actitudinal.
El Amor
como
Actitud es
un Amor Psicológico. Es un Amor que trabaja, se esfuerza, cuenta
con Voluntad
e
invierte
energía
psicológica
para
permitirse Aprehender a Amar y dejarse Amar.
Es un Amor capaz de pensar en sí mismo y en el otro. Es un Amor que se
conoce a sí mismo y se ocupa de conocer al otro. Es un Amor que se valora
así mismo y valora al otro. Es un Amor que se cuida a sí mismo y cuida al
otro. Es un Amor que se evalúa a sí mismo y evalúa al otro. Es
un Amor que se comprehende a sí mismo y comprehende al otro.
El Amor
Actitudinal es
un Amor
Empático y Asertivo.
un Amor capaz de sentir el sentir del
Es
otro
y por ende, incapaz de hacerle daño al otro. Es un Amor que se sabe
comunicar con el otro y por ende, sabe encontrar la idea adecuada, la
palabra adecuada y el momento adecuado para comunicarle su sentir al
otro.
Es un Amor donde mi Yo tiene un Tú. Es un Amor donde siempre
estamos y contamos Tú y Yo. Es un Amor donde Tú y Yo construimos
un Nosotros. Es un Amor donde Tú y Yo creamos una Unidad en
Común, que nos permita satisfacer nuestra necesidad de Comunidad.[2]
El Amor como Actitud es un Amor que sabe dar y recibir. Es
un Amor generoso a la hora de satisfacer recíprocamente las necesidades
de Atención y Compañía
Permanente.
confiado, seguro, fiel, leal, comprometido.
Es
un Amor sosegado,
Ahora bien, en este punto es necesario tener en cuenta que en no pocas
ocasiones, se carece o se tiene poca pericia en lo que respecta al desarrollo
de Habilidades Afectivas Interpersonales como el Conocimiento
Interpersonal y
la Valoración
Interpersonal. Estas Habilidades nos permiten leer la intención del
otro, saber cuál es su grado de Evolución Afectiva, evaluar al otro
objetivamente a partir de hechos, para saber que tan probable es que nos
pueda hacer daño, en suma, para saber qué tan egoísta es.
Al
fallar
nuestra Lectura
Afectiva del otro, hacemos elecciones erradas y corremos el peligroso
riesgo de involucrarnos con un Parásito Afectivo. Lo que ocurre en este
tipo de vínculo es que alguno de los miembros se dedica a dar y el otro a
parasitar.
Pero bueno, cuando el encuentro es afortunado, la elección acertada y se
logra con mucho trabajo conjunto hacer que el Amor evolucione a su
etapa Actitudinal,
es
decir,
que
pase
de
ser Biológico a
ser Psicológico; o mejor dicho, de ser instintivo y egoísta, a
ser Empático y Asertivo. Cuando
esto
ocurre,
el Amor estará
lo
suficientemente evolucionado para iniciar su camino hacia una siguiente
evolución: el Amor como Valor.
El Amor en su estado Valorativo es un Amor Sociocultural. Es
un Amor en
el
que
participan
un
Tú,
un Yo,
un Nosotros y unos entornos socioculturales, esto es, una Familia,
una Comunidad, una Sociedad, una Cultura. Es
un Amor caracterizado
por
para Comprometerse y Cooperar.
su
Es
un Amor que
capacidad
cuenta
con
motivación intrínseca para Construir, para trabajar en equipo. Es
un Amor Creador.
El Amor como Valor es un Amor capaz de Crear la mayor Obra
Vital que un ser humano puede concebir: una sana y funcional Familia o
mejor aún, una sana y funcional Tribu Familiar. Es un Amor encausado
con la vida y sus vínculos. Es un Amor genuinamente interesado por su
entorno familiar, comunitario y social, cultural. Es un Amor Coherente
que trabaja con dedicación y asiduidad, para aportarle al mejoramiento, al
avance, a la evolución de sus entornos.
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