UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE YUCATÁN FACULTAD DE CIENCIAS ANTROPOLÓGICAS Impacto de publicaciones noticiosas formales e informales de Facebook en el comportamiento y consumo informativo en un grupo de jóvenes de Mérida, Yucatán TESIS PARA OPTAR AL TÍTULO DE Licenciado en Comunicación Social PRESENTA: Br. Thelmo Zapata Sosa ASESOR: Mtro. Gabriel Ortiz Alatriste MÉRIDA, YUCATÁN, MÉXICO 2019 A mi familia, amigos y todas las personas que contribuyeron a la elaboración de esta investigación. A mi asesor por su guía y paciencia pese a las dificultades que enfrentamos en este camino. A los profesores de la Facultad de Ciencias Antropológicas por enseñarme las herramientas necesarias para mi desarrollo personal y profesional. Introducción .......................................................................................................................... 3 CAPÍTULO 1. Planteamiento del problema .................................................................. 5 Internet: los comienzos ................................................................................................... 6 Explosión y desarrollo posterior ..................................................................................... 7 Más usuarios = mayor interactividad ............................................................................. 8 A través de la red: ciudadanos creando .......................................................................... 9 Facebook y el flujo de información .............................................................................. 12 Preguntas de investigación ........................................................................................... 14 Preguntas específicas .................................................................................................... 14 Objetivo general ........................................................................................................... 14 Objetivos específicos .................................................................................................... 15 Justificación .................................................................................................................. 15 CAPÍTULO 2. Marco referencial ..................................................................................... 18 Facebook como red y medio social .............................................................................. 21 Análisis desde la academia ........................................................................................... 23 Los jóvenes y las redes sociales ................................................................................... 25 De los usuarios hacia los medios .................................................................................. 26 México y Yucatán en el mundo digital ......................................................................... 27 CAPÍTULO 3. Marco teórico ............................................................................................ 29 Ecología de medios ....................................................................................................... 30 Internet: cambios y transformaciones ........................................................................... 33 ¿Periodismo ciudadano? ............................................................................................... 35 Usuarios: nativos digitales ............................................................................................ 41 Publicaciones formales e informales ............................................................................ 43 Viralización .................................................................................................................. 44 Características de Facebook ......................................................................................... 45 Características de los contenidos .................................................................................. 46 Relaciones con los usuarios .......................................................................................... 47 CAPÍTULO 4. Marco metodológico ................................................................................. 48 Impacto: hacia una definición operacional ................................................................... 53 Codificación y sistematización ..................................................................................... 54 CAPÍTULO 5. Resultados ................................................................................................. 56 Conclusiones........................................................................................................................ 85 Referencias .......................................................................................................................... 92 ANEXO 1. Instrumento de investigación ......................................................................... 98 2 Introducción Los cambios y transformaciones experimentadas en el nuevo milenio son innegables. Con el boom del internet y la llegada de redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, Tumblr y Pinterest, por citar algunas, surgen nuevos retos para los profesionales e investigadores de la comunicación en una industria que crece a pasos agigantados y que constantemente se renueva y presenta nuevas herramientas. El presente trabajo es fruto de una investigación realizada entre 2014 y 2015 y tiene como objetivo investigar posibles relaciones entre el consumo y comportamiento informativo de jóvenes de Mérida, Yucatán, y las publicaciones noticiosas formales e informales en Facebook. Es importante precisar que, debido a la temporalidad del texto, las cifras, datos y aportaciones teóricas y metodológicas responden a la bibliografía e información disponible hasta ese momento, así como a las características de la red social de esos años. En las siguientes páginas se desarrollará un cuerpo referencial, teórico, conceptual y metodológico que pretende detallar un panorama general de los jóvenes y la manera en la que, para el momento del estudio, consumían la información noticiosa. En el Capítulo 1, el lector podrá encontrar una revisión cronológica del fenómeno del internet y las redes sociales, desde su diseño inicial como proyecto militar hasta la producción de contenido generado por el usuario en la llamada Web 2.0. En este apartado también se encontrará la justificación del tema, el planteamiento del problema, los preguntas de investigación, así como los objetivos generales y específicos. 3 En el Capitulo 2 se desarrolla el marco referencial que permite ubicar la situación actual de Facebook, su análisis desde la academia, la relación de los jóvenes con las redes sociales y el contexto de México y Yucatán en el mundo digital. Ya en el Capítulo 3 se presenta un cuerpo teórico-conceptual en el que se detallan aspectos teóricos y conceptuales producto de una extensa revisión bibliográfica entre los papers y journals sobre temas como la ecología de medios, los cambios y beneficios de internet, las redes sociales, los nativos digitales y análisis del llamado periodismo ciudadano. El Capítulo 4 sirve de presentación para el marco metodológico y explica al lector todos los detalles de la construcción de la investigación, así como los procesos y técnicas utilizadas para poner en marcha el instrumento de recolección de datos empleado para el trabajo. De igual forma se explican las temáticas del mismo e indicadores que se plantearon obtener por parte del investigador. El Capítulo 5 presenta de manera extensa y detallada los resultados de la investigación y está acompañada por gráficas que exponen de una manera ágil y sencilla la relevancia de temas y aspectos claves de la investigación. Además, cuenta con un análisis de cada uno de las preguntas aplicadas a los encuestados. Finalmente y a manera de conclusión, se realiza una serie de reflexiones sobre los alcances de la investigación, las dificultades encontradas en el camino, así como los procesos que se siguieron y las recomendaciones para futuras generaciones que pretendan desarrollar estudios sobre el tema. 4 CAPÍTULO 1. Planteamiento del problema 5 La consolidación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación avanza a pasos agigantados, generando nuevas dinámicas y permeando las transformaciones del mundo tal y como lo conocíamos (Burgos, 2015). En estos momentos, ¿qué sería de nuestra existencia sin internet y la manera en que cambió nuestra vida? El investigador argentino Carlos Scolari (2008) considera que los cambios de la actualidad representan un fenómeno de dimensiones comparables a los de la Revolución Industrial o la invención de la imprenta. Hace ochenta años la investigación en comunicación apuntaba hacia los efectos de la propaganda militar. Hoy, entrada la segunda década del siglo XXI, la agenda comunicológica mundial ha centrado su mira en temáticas que refieren a conceptos como la sociedad de la información, consumo digital, el potencial de internet, interactividad virtual, y las ventajas y modificaciones que trae consigo la Red, entre otros. Internet: los comienzos A pesar de que internet surge a finales de la década de los sesenta como un proyecto militar que intentaba vincular las computadoras del mundo y generar un conjunto de relaciones entre las mismas para compartir información de este corte a través de ella, nunca se utilizó expresamente para un conflicto armado, pero sí fue aprovechado para fines académicos a mediados de los ochenta. De hecho fue en las universidades donde se popularizó el correo electrónico, que ahora permitía a los profesores colaborar de una manera más fácil en proyectos de investigación (Estrada, 2004). No fue sino hasta mediados de los años ochenta y principios de los noventa cuando logró un auge significativo entre sectores diversos de la población estadounidense. Así, podemos observar los comienzos de la pluralidad de usuarios de internet, que explotaría 6 exponencialmente al poco tiempo. Durante las primeras décadas del desarrollo de internet, las características de las páginas web eran relativamente sencillas, ya que se componían básicamente de grandes cantidades de texto. Además, los sitios eran estáticos, el flujo de información provenía directamente del propietario de la página y ofrecían formatos cerrados, es decir, que el lector o usuario, no podía modificar. Los estudiosos han denominado a esta etapa de internet como la Web 1.0 (Naik y Shivalingaiah, 2008). Explosión y desarrollo posterior A principios del nuevo milenio, el programador Tim O‟Reilly popularizó el término de Web 2.0, que apela a la manera en la cual los sitios son utilizados por los cibernautas. La interactividad, colaboración y contenidos generados por los usuarios son algunos elementos que integran este nuevo concepto en Internet, a diferencia de la pasividad operativa de la Web 1.0. Los ejemplos más representativos de sitios de esta Web 2.0 incluyen los blogs, wikis, sitios de videos y redes sociales, portales que perderían su esencia sin la retroalimentación de sus las personas que los utilizan, que cada vez pueden poner su granito de arena en la esfera mediática. En México, el “boom” de la llamada supercarretera de la información (Filippi, 2000) se desarrolla de manera relativamente lenta y paulatina a comparación de los Estados Unidos, tanto que para el año 2000 la población con acceso a internet en nuestro país representaba apenas el 2.7% de los habitantes (Internet World Stats, 2014).. Sin embargo, datos de 2014 proporcionados por el sitio web Internet World Stats apuntan un aproximado de 52,276,000 personas, que ahora equivale a un 43.5% de la población. A nivel mundial, en el año 2000 existían 360 millones de usuarios. Para el año 2014, se estimó que existían 7 nos tres mil millones de clientes globales, para representar un aumento del 741% (Internet World Stats, 2014). Más usuarios = mayor interactividad Con el crecimiento de la Red las 300 millones de voces iniciales se han convertido en miles de millones de usuarios potenciales en un mundo virtual, interactivo y dinámico. Ahora, en vez de existir diez medios tradicionales (TV, prensa o radio) en una localidad, aparecen cientos de ciudadanos que pueden, a través de las nuevas tecnologías, difundir acontecimientos que, debido a intereses editoriales o problemas de cobertura geográfica, quedan fuera de los primeros. Internet crece a pasos agigantados y en los últimos años se ha hecho más notoria la presencia de las llamadas redes sociales virtuales, en las cuales muchos usuarios logran interconectarse y distribuir entre sí contenidos como textos, fotos y videos, que representan un eslabón más de la Web 2.0, pues “es territorio de encuentro entre un gran número de individuos, que se conectan a la red tendiendo a crear un nuevo tipo de “colectividad en línea” con sus propias pautas, formas de relacionarse y características por definir” (Aguirre y Casco, 2015: 3). De igual manera, la convergencia de herramientas (cámara fotográfica y de video, grabadora de voz, conexión a internet) en los teléfonos de la actualidad, llamados smartphones, permiten la expresión casi instantánea de muchos aspectos de la vida cotidiana. En redes sociales se puede compartir contenido diverso: desde fotos o memes, anuncios para encontrar compañeros de cuarto, conocer opiniones, hasta videos que denuncian situaciones en particular que en muchas ocasiones no cuentan con la atención de los medios de comunicación tradicionales. Estas nuevas dinámicas modifican las rutinas 8 productivas, ya que el internet ha democratizado la posibilidad del individuo de convertirse en actor proactivo y ser emisor, no solo receptor, en procesos de comunicación potencialmente masiva (Túñez-López, García y Guevara-Castillo, 2011). A través de la red: ciudadanos creando Últimamente se ha hecho común ver en redes sociales ejemplos que dan cuenta de esta situación: videos grabados por ciudadanos de policías aventando piedras a un domicilio, adolescentes víctimas de violencia o abuso de autoridades, o aquel sonado caso de un funcionario público de Villahermosa que obligó a un niño vendedor a arrojar su mercancía al suelo en plena calle (Excélsior; Proceso, 2013). Los contenidos son muchos, y sus historias poseen elementos en común: provienen de la gente, que ejerce prácticas que podrían verse como una forma de periodismo ciudadano. El desarrollo de internet, el auge de las redes sociales y la facilidad de difundir contenido posibilita que los usuarios hayan evolucionado de receptores a seleccionadores y editores de asuntos de la agenda (TúñezLópez, García y Guevara Castillo, 2011: 64). Estas redes redimensionan la forma como la gente se relaciona y se comunica, pues se crean múltiples redes horizontales en donde las personas intercambian mensajes en diferentes formatos (Burgos, 2015). Tan relevante resulta esta situación que los contenidos de los casos citados han configurado agendas noticiosas y han aparecido en los medios tradicionales de nuestro país. En portales de los diarios locales tanto nacionales e internacionales se redactan notas acerca de los videos o fotos que circulan y se comparten en las redes. Como muestra, títulos como: “Cesan a empleado que humilla a niño vende dulces en Tabasco” (Excélsior, 2013), o “Graban a policía teniendo sexo en horas de trabajo” (El Universal, 2013). 9 Ahora, los contenidos que generan millones de usuarios en redes sociales han impulsado la creación de secciones como „Lo Viral‟ y „los mejores memes de...‟ en medios como Excélsior, por lo que resulta pertinente hacer una aproximación a esta nueva dinámica virtual, dado que muchos de los productos que se publican y difunden en el entramado comunicativo actual tienen su origen en entornos virtuales con participación activa de los ciudadanos (Túñez-López, García y Guevara Castillo, 2011) gracias a la circulación de contenidos y comunicación en tiempo real que brinda internet (Burgos, 2015). A la generación de dichos contenidos se le puede entender como periodismo ciudadano, periodismo 2.0, periodismo cívico o periodismo participativo (Pellegrini, 2010). Por lo antes expuesto, parece obligatorio replantearse el modelo comunicativo mediático tradicional de emisor-receptor, capaz de alterar el proceso tradicional de producción informativa (Túñez-López, García y Guevara-Castillo, 2011). Aparentemente el periodista parece que ha perdido poco a poco su función exclusiva de buscar la noticia, elaborar contenidos, publicarlos en un medio y seleccionar la agenda (Sánchez, Campos y Berrocal, 2015), pues los ciudadanos ahora utilizan diferentes herramientas tecnológicas (tabletas, smartphones, blogs y las propias redes sociales) a su disposición para dar a conocer a los demás, las situaciones de su entorno, que se comparten entre su red de contactos, entre los contactos de los contactos, y así sucesivamente. No obstante, es arriesgado afirmar que este fenómeno forma parte de una tendencia generalizable, es decir, que todas las personas busquen a diario crear contenido en sus colonias, pueblos o ciudades. Aunque hay autores que discuten el concepto de periodismo ciudadano, es evidente que la frecuencia de estos contenidos ha sido impulsada por el crecimiento y popularización de terminales tecnológicas como internet, las redes sociales y las nuevas generaciones de celulares, y que pueden ser un excelente material de partida 10 para un trabajo periodístico riguroso y de calidad. Tiempo atrás, las personas participaban con los periódicos y revistas mediante cartas al editor, o con la radio y la televisión mediante llamadas telefónicas. Actualmente los usuarios tienen el mundo en la palma de sus manos. De hecho en el presente trabajo se desarrollará el concepto de las publicaciones noticiosas formales e informales que –como se explicará páginas adelante dependen del sujeto que las produzca- han venido a trastocar el modelo info-comunicacional conocido hasta antes de la Web 2.0. La situación actual de estos comportamientos mediáticos puede ser entendida mediante la teoría de la ecología de medios. Sus principales exponentes, Marshall McLuhan y Neil Postman, establecen el escenario de la sociedad de la ubicuidad (en donde estamos conectados en todo momento) como el característico de nuestra era (Martínez y De Salvador Agra, 2014), y a un sujeto que deja de ser un simple receptor de emporios productores de contenidos que informan, educan y entretienen a las audiencias (Livingstone, 2004). Las redes sociales en internet plantean un nivel de interactividad que traspasa las barreras físicas y geográficas diferente al de la TV o la prensa. No más de „uno a muchos‟, pues ahora vivimos una era donde son „muchos que transmiten contenidos a otros muchos‟ (Livingstone, 2004), ya no basado en el modelo del broadcasting (transmitir a grandes audiencias), sino en un modelo fundado en las redes y la colaboración de los usuarios (Scolari, 2008). 11 Facebook y el flujo de información Durante los últimos años se ha experimentado una revolución digital. Todos parecemos más conectados con todos. La información va y viene. Es mucha y está concentrada en internet. Los canales para compartirla con los demás son las redes sociales. Con nuestros hermanos, amigos, familiares y virtualmente con cualquier otra persona que cuente con un perfil en alguna de ellas. Facebook, red social creada en 2004 por Mark Zuckerberg, es una de las más populares del mundo. Según los últimos reportes de la compañía, tienen 1,550 millones de usuarios activos mensuales. De estos, 1390 millones accedieron al servicio a través de dispositivos móviles (El Economista, 2015). Facebook posee una serie de características que posibilitan una nueva manera de platicar la realidad, que deja de ser privada y pasa a ser pública. En Facebook la gente sube fotos y videos, que se presentan a modo de „Noticias‟ en una plataforma de inicio para los usuarios, y es allí cuando comienza a circular un flujo de información que llega a las personas mediante su página de inicio. Dependiendo de los contactos que se tengan y el comportamiento de los mismos, diversos tipos de contenidos pueden captar nuestra atención. Se genera un flujo de información de diferentes índoles: cómicas, culturales o difusión científica, de acuerdo con los intereses e interacciones de cada persona, generando comportamientos y consumos diversos entre los usuarios de esta red social. Como parte de la Web 2.0, no existe una organización central noticiosa que controle el intercambio de información (Bowman y Willis, 2005). Las posibilidades son amplias cuanto más varían los temas, siempre y cuando no excedan las restricciones de uso que la 12 misma red plantea (desnudos, contenido ofensivo, etc). Se puede indicar que „nos gusta‟ una publicación, la podemos comentar y/o compartir. Las maneras de usar esta red social y consumir lo que hay en ella, incluida la generación de contenido, resulta un fenómeno interesante de analizar, sobre todo en la llamada era de la información, pues de esta forma podríamos reconocer cómo los individuos dan sentido a la realidad en donde viven. Aunado a ello, el panorama actual del México contemporáneo exige un llamado al estudio de las expresiones de los ciudadanos, que a más de cuatrocientos años desde la aparición de la imprenta, cien de la radiodifusión y más de setenta de la televisión, han logrado desarrollar en una plataforma relativamente neutra, sin necesidad de intermediarios o líderes, creando un espacio común donde la conectividad de los sujetos afianzan diversas posibilidades (Burgos, 2015), permitiéndoles distribuir diversos contenidos, pues las expresiones son diversas como los ciudadanos mismos y las situaciones que viven. Así, como Pablo Arredondo escribe, “los estudios enfatizan el posible desplazamiento de la atención de las audiencias de los medios tradicionales en favor de internet” (2007: 14). Se ha dicho que la sociedad moderna presenta cambios significativos dentro de los últimos tiempos, y siguiendo la frase de Arredondo, resulta entonces relevante explorar cómo se manifiesta el impacto de las nuevas dinámicas de información e interacción en redes sociales virtuales, y cómo ocurre el consumo de contenidos noticiosos generados por los usuarios en Facebook, si crean, comparten, consumen, o todo a la vez. Los jóvenes, según Prensky (2001), se encuentran en calidad de nativos digitales. Es una generación que nació en el boom tecnológico, que recurre a internet como principal fuente de información, y que está acostumbrada a recibir información de manera muy rápida. La utilidad de este grupo de estudio permitiría conocer la situación de los medios 13 tradicionales y este nuevo fenómeno de la producción comunicativa ciudadana en contextos de denuncia o información noticiosa, ya que pueden inclinarse a poseer diversas herramientas tecnológicas (celular, acceso a internet, perfiles de redes sociales virtuales), así como necesidades que pueden satisfacer a través de compartir contenido por esta vía, potenciada por la pluralidad y autonomía que ofrece la red (Burgos, 2015). Todo lo anterior conduce a las siguientes preguntas de investigación. Preguntas de investigación ¿Cómo impactan en el comportamiento y consumo informativo de un grupo de jóvenes de Mérida, Yucatán las publicaciones noticiosas formales e informales presentes en Facebook? Preguntas específicas ¿Qué tipo de contenido está presente en sus cuentas de Facebook? ¿Cómo es su comportamiento virtual y no virtual frente a los contenidos que reciben en sus perfiles de Facebook? Objetivo general El objetivo general de esta investigación es: Investigar el impacto en el comportamiento y consumo informativo de las publicaciones noticiosas formales e informales en Facebook en un grupo de jóvenes de Mérida, Yucatán. 14 Objetivos específicos En tanto que los objetivos específicos se describen a continuación: Identificar el tipo de contenido noticioso presente en las cuentas de Facebook de los jóvenes de Mérida, Yucatán. Clasificar el tipo de contenido que aparece en las cuentas de Facebook de los jóvenes de Mérida, Yucatán. Estudiar el comportamiento virtual y no virtual de los jóvenes de Mérida, Yucatán frente a los contenidos que reciben en sus perfiles de Facebook. Justificación El incremento en el uso de las redes sociales virtuales ha transformado diversos ámbitos de la sociedad (Roitberg, 2010: 111). Ahora, la inmediatez que brinda internet “impacta sobre el proceso de circulación informativa” (Luchessi, 2010: 9) y facilita la difusión y distribución de grandes cantidades de información hacia prácticamente todo el planeta, además de generar ritmos cada vez más acelerados del tratamiento informativo. El periodismo, cuyo objetivo es ser una herramienta útil que permita a los ciudadanos conocer su realidad, encuentra en la información su sustancia fundamental, por lo que es lógico que las innovaciones en los canales de comunicación transformen la manera en la que este se realiza. En ese sentido, se vuelve importante investigar y reflexionar sobre uno de los cambios más significativos de nuestra era, en la que miles de 15 millones de personas tienen acceso a dispositivos que les permiten estar prácticamente en contacto instantáneo con sus amigos y el mundo en general. En el pasado, la única manera de comunicar mensajes a los demás era mediante cartas o carteles. Ahora basta con publicar un post, una foto o un videos en Facebook, Twitter y Youtube para que potencialmente todo mundo se entere, algo impensable décadas atrás. Hoy las personas suben contenido, se toman autorretratos o selfies en sus labores cotidianas, configurando un nuevo entorno comunicativo, digital, complejo, dinámico y retroalimentado por un denso entramado de actores interconectados que reactualizan de forma constante cualquier información presente en la Red (Cruz, 2013) y que define novedosos modos de relacionarse (Aguirre y Casco, 2015). Mediante esos dispositivos pueden documentar las situaciones que viven que podrían ser de interés público: abuso policiaco, denuncia ciudadana, accidentes automovilísticos, robo, etc. Las posibilidades son infinitas en tanto que se encuentran dentro de la vida diaria. Así, el usuario digital ha dejado de obedecer a los rasgos clásicos de pasividad e indiferencia que lo han caracterizado en las últimas décadas, especialmente cuando se abordaba la naturaleza del espectador televisivo (Cruz, 2013). En años recientes, los medios de comunicación establecidos, radio, prensa y televisión se han nutrido en gran parte de reportes de personas sin formación periodística, ya que para publicar en redes sociales no se necesitan certificados, títulos o siquiera experiencia, pues basta con estar en el lugar y momento adecuado. Al momento de la elaboración del presente trabajo, en México existían pocos estudios que analizaran las dinámicas comunicativas que involucran a los jóvenes y las publicaciones noticiosas formales e informales que consumen en redes sociales en internet: ¿qué ven?, ¿qué comparten?, ¿cómo comparten? y especialmente ¿cuánto impacta en sus 16 vidas, tanto fuera como dentro de las redes? Así, esta investigación pretende dar respuestas a estas interrogantes -desde el contexto de Mérida y Yucatán- para entender los procesos y reacciones de este sector poblacional ante el auge de las redes sociales y el contenido informativo presente en ellas, mediante la aplicación de una metodología como la cuantitativa que, dadas sus facilidades para explorar temas específicos y analizarlos a través de métodos estadísticos (Baptista, Fernández Collado y Hernández Sampieri, 2010) será útil para presentar el panorama que se gesta día a día en teléfonos y laptops de jóvenes meridanos. 17 CAPÍTULO 2. Marco referencial 18 Internet supone el advenimiento de nuevos elementos a la Web y, por consiguiente, a las vidas de los usuarios, que han revolucionado el mundo (Salgado y Zamarra, 2013). Actualmente las redes sociales virtuales se encuentran en pleno apogeo y han marcado un hito en materia de difusión masiva debido a su alcance, características e impacto en la sociedad actual, puesto que son utilizadas tanto por individuos como por empresas, permiten lograr una mayor comunicación interactiva y dinámica (Hütt, 2012), además de haber transformado las relaciones entre los seres humanos y nuestra forma de comunicarnos (Salgado y Zamarra, 2013). El hecho de que una persona tenga acceso a cualquier servicio online de red social de una forma simple y sencilla hace que sea visible con un alcance mundial (Viana, 2010). Las redes sociales, define Celaya, son lugares en internet donde las personas publican y comparten todo tipo de información, personal y profesional, con terceras personas, conocidos y absolutos desconocidos (Hütt, 2012). Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest son algunas de las redes sociales más populares del mundo. García, Del Hoyo y Fernández (2014) también afirman que la inmediatez y la interactividad son esas características especiales que tienen las redes sociales para influir en sus usuarios. Características que no poseían otros medios de comunicación como la televisión o la prensa escrita mientras que estudiosos como Manuel Área y Teresa Pessoa las distinguen coloridamente como el “ágora pública de comunicación” (2012: 16). Estas nuevas tecnologías, según Fondevila, ponen a “disposición de cualquier usuario un altavoz de contenidos” (2013: 28), y los mismos ya no desempeñan un único papel de receptores, sino que asumen alternativamente el papel de receptores y el de emisores, alternancia casi innata a la comunicación interpersonal, que ahora se traslada a la comunicación global (García, Del Hoyo y Fernández, 2014). Las personas ya no se quedan 19 impasibles ante los datos que reciben, sino que las redes sociales y la interactividad de las mismas permiten la posibilidad de responder, comentar y exigir (Salgado y Zamarra, 2013). A su vez, Salgado y Zamarra señalan que “los propios medios además están facilitando y abriendo ese camino al ciudadano para que cada día estén, no solo más informados, sino para que sean, en muchas ocasiones, un canal por el que la información llegue al medio, enriqueciendo así el propio proceso comunicativo” (2013: 59). A partir de ello que se han acuñado y popularizado términos como produser, o prosumidor, refiriéndose a los usuarios que no solamente son consumidores sino también creadores de contenidos (García, Del Hoyo y Fernández, 2014). Paralelamente, la popularización de aparatos multimedia posibilita que los ciudadanos que dispongan de ellas puedan grabar testimonios de acontecimientos y enviar ese contenido a los medios. Un ejemplo muy ilustrativo de ello es la información meteorológica, llena de aportaciones (fotografía, vídeo y datos, sobre todo) por parte de los usuarios (Fondevila, 2013). Dichas terminales son variadas, desde computadoras de escritorio, laptops, notebooks, smartphones, tabletas y otros, caracterizados por actuar en red, por su conectividad y su capacidad de interactividad. Así, con la facilidad de conexión con otras terminales, la producción es más abierta que nunca, y la distribución y el intercambio de material se “horizontaliza” a niveles nunca antes alcanzados (Fondevila, 2013). Hace unas décadas, los lectores de revistas podían mandar una carta física a los editores. En la actualidad, basta con dejar un correo electrónico, tuit o inbox de Facebook. La inmediatez, como se ha mencionado anteriormente, forma parte del día a día de las redes sociales en internet. 20 Debido a la dinámica y naturaleza de las redes sociales virtuales, los usuarios tienen amplias posibilidades de crear y publicar contenido, lo cual se opone a la cadena de publicación de los medios tradicionales y su proceso de selección del contenido publicable. Y el tiempo que toma la creación y distribución del contenido se reduce notablemente comparado con la forma tradicional de publicación, al tiempo que tiene implicaciones en el tipo y calidad del contenido (Contreras, 2008). Esto lo asegura Harold Hutt, al declarar que las redes sociales han tenido una aceptación enorme “dado que han facilitado una vía extraordinaria para comunicarse de manera pública o privada, sin restricciones o censuras previas, con un costo muy bajo y con la posibilidad de tener una interacción prácticamente garantizada con todos los integrantes del entorno virtual del individuo” (2012: 125). Facebook como red y medio social Facebook es una red social creada por Mark Zuckerberg en 2004. Originalmente un sitio para estudiantes de la universidad de Harvard, pretendía generar una comunicación más fluida entre sus usuarios, sin embargo, el fenómeno fue ganando cada vez más adeptos hasta convertirse en el gigante de los sitios sociales casi por antonomasia que es actualmente. Tras registrarse en el sitio web y proporcionar datos personales y una dirección de correo, la red social se abre y permite a los usuarios subir y compartir contenidos como fotos y videos. También pueden escribir solo texto, a manera de “publicación”, “post” o “estados”, como se les conoce coloquialmente. 21 Inmersos ya dentro de la plataforma, los usuarios personalizan su interfaz; pueden decidir qué les gusta o interesa, y darle “Like” o “Me gusta”. Estas páginas van desde restaurantes, gimnasios, organizaciones gubernamentales e incluso, personalidades de la farándula o política. También, pueden “agregar” a sus amigos a su red, a través de una solicitud de amistad. Cuando ocurre algo de lo anterior, las personas ya están “suscritas” a las publicaciones o estados de las páginas a las que les hayan dado “Me gusta”. Estos posts pasan a ser parte de la “Historia” de cada usuario, donde convergen con contenidos generados por amigos y amigos de los amigos de la persona, generando así un flujo constante de contenidos. Las historias se ordenan cronológicamente, es decir, en un orden secuencial: de las más recientes a las más antiguas, aunque también aparecen según la relevancia del contenido, mediante un algoritmo que toma en cuenta variables como grado de interacción con páginas, contactos e intereses en común, por mencionar algunos. Hasta ahora, lógicamente, Facebook no ha revelado cómo funciona su algoritmo. En el panel de inicio, construido a manera de periódico, se muestran las historias más destacadas del día. Pueden incluir textos, fotos y/o videos acerca de los temas que le interesen al usuario. Se personaliza y varía en función de la manera en la que se utiliza la red social. En los últimos años, la posibilidad de ver publicidad en Facebook se ha consolidado, ya que en su calidad de la red social más importante del mundo, conviene a los anunciantes llegar a toda la población, o al menos a diferentes sectores de ella. 22 Los anuncios en Facebook pueden ser para todos los usuarios que el presupuesto alcance, sin distinguir características específicas, o mediante una segmentación, atendiendo a variables como edad, género, intereses, y preferencias en diversos ámbitos. Las publicaciones que los usuarios reciben en su panel principal pueden ser comentadas, compartidas o recibir un “Me gusta”. También es común que un determinado contenido aparezca en la página principal de los usuarios, porque un amigo muy cercano lo ha comentado o compartido. La base de Facebook es la interactividad y la construcción de redes de contactos, que a su vez compartan diferentes tipos de información, que varían desde el entretenimiento hasta asuntos de denuncia social. Una ventaja es que no se trata únicamente el mantenerse en contacto constante con personas de nuestro entorno social real, sino también el encontrar grupos de personas con intereses o trasfondos comunes (Paredes, 2008). Análisis desde la academia A once años de su lanzamiento, la plataforma mantiene una base de 1591 millones de DAU (Daily Active Users, o usuarios activos todos los días) (Statista, 2015), lo que le permite generar una difusión muy veloz de los contenidos. Además, debido a que cada vez más celulares tienen internet, un número mayor de personas pueden estar conectadas durante más tiempo sin perder detalle de las actualizaciones de sus amigos, familiares o páginas favoritas. Se ha convertido en una extensión misma de la realidad social (Paredes, 2008). Ya que la plataforma es un espacio que permite que casi dos mil millones de personas compartan diferentes tipos de información, se torna importante analizar cuál es 23 esa información, cómo es y de qué manera los usuarios de la misma interactúan con los distintos contenidos que ven. Los investigadores han tenido problemas para analizar y conceptualizar esta red social debido a las prácticamente millones de variables que se ejecutan a nivel mundial. Cifras de la compañía de 2012 revelaban que, en ese tiempo, se compartían cuatro mil millones de contenidos diariamente, además de 250 millones de fotos (Wilson, Gosling y Graham, 2012). En términos del proceso de comunicación, este ha dejado de ser unidireccional. Millones de usuarios conviven y comparten datos a diario, a cada instante. También permiten vincular a personas que trabajan, estudian o viven cerca de ellos. Es mediante sitios como este que se mantienen informados de lo que pasa en su realidad (Cheung, Chiu y Lee, 2010). En cuanto a producción académica, un análisis de Wilson, Gosling y Graham (2012) encontró que la mayoría de los estudios se enfocaban a conocer el rol que desempeña la plataforma en interacciones sociales, seguido de análisis descriptivos de los usuarios, bajo premisas como “¿Quién está usando Facebook?, o “¿Qué están haciendo los usuarios de Facebook?” y, en tercer lugar, investigaciones en torno a la seguridad y privacidad de los contenidos compartidos en ella. “La inserción de una nueva tecnología en una sociedad siempre ha generado cambios, por lo que se ha catalogado a tecnologías como Facebook, como disruptivas. El statu quo se ve alterado y las formas tradicionales de realizar ciertas actividades no solo son modificadas para lograr el mismo objetivo que buscaban (normalmente de una manera más eficiente y óptima), sino que también pueden 24 adquirir nuevos significados y buscar nuevos objetivos, muchas veces sin pretenderlo” (Paredes, 2008: 1) De esta manera, los individuos pueden tener una voz que antes no estaba dentro del entramado comunicativo mediático. Décadas atrás, el alcance para difundir o comentar sucesos de actualidad era muy limitado. Hoy, las nuevas tecnologías de información permiten a los usuarios mayores posibilidades de expresarse. Los jóvenes y las redes sociales Como se ha dicho, redes sociales como Facebook revolucionaron el mundo al establecer nuevos procesos comunicativos y formas de interacción a distancia. Esto se ve reflejado en las actividades cotidianas de los individuos al conectarse a una red mediante la cual se comunican y comparten información (Cortés, 2014) y contribuyen a un mayor conocimiento (Cheung, Chiu y Lee, 2010). Cortés (2014) identificó, en una investigación realizada en jóvenes universitarios, que estos emplean las redes sociales virtuales con varios fines, siendo los más comunes la organización ciudadana, motivos académicos, lúdicos, de socialización, esparcimiento o por vínculos afectivos. En este sentido, Rosalía Winocur, profesora especializada en nuevas tecnologías de la información, enfatiza que “la creciente importancia de internet en la vida de los jóvenes universitarios está transformando los modos tradicionales de participación y organización, pero no necesariamente en la dirección de desaparecer o de ser remplazados, sino en la ampliación de sus posibilidades o en la modificación de sus sentidos” (2006: 26). 25 En 2014, Guerrero, Palacios y Soriano realizaron un estudio en el que analizaron a estudiantes universitarios mexicanos y los temas que los „conectaban‟ con los contenidos que consumían en redes sociales y en internet en general. Uno de los hallazgos más significativos fue el hecho de que los jóvenes de ahora no se “conectan” y “desconectan” de las redes sociales, pues ya viven y experimentan el mundo mediante sus dispositivos digitales. “Ya viven conectados, y la conectividad se vuelve entonces un filtro ineludible a partir del cual no solo se enteran de las cosas, sino a partir del cual adquieren experiencias del mundo y viven la vida” (p. 12). Descubrimientos como los obtenidos en trabajos revisados previamente son un motor que impulsa el interés por indagar otros aspectos de interés en la relación redes sociales-jóvenes, específicamente la Facebook-jóvenes, como es el caso de esta investigación. De los usuarios hacia los medios Desde hace unos años, en Yucatán se ha popularizado la tendencia en diferentes medios informativos de dar cada vez más importancia a la información generada por los usuarios, principalmente debido a la explosión en el uso de las redes sociales virtuales como Facebook y Youtube por parte de los ciudadanos. Medios como Comuniqué, Telesur o Telemar, estas dos últimas cadenas de televisión procedentes de Campeche, han apostado por este enriquecimiento informativo que brindan las nuevas tecnologías de comunicación, presentando información en bruto (es decir, tal cual la enviaron/grabaron/fotografiaron las personas), construyendo contenidos con base en reportes iniciales de los usuarios, y difundiéndolos de manera tanto orgánica 26 como pagada a través de Facebook, que por sus dinámicas de interacción permite la activa difusión de las historias, ya que permite que los usuarios etiqueten a sus amigos, las compartan y comenten, potencializando el alcance que la publicación –y por ende, la información- pudiese tener. Décadas atrás era impensable que, por ejemplo, empresas como TV Azteca o Televisa pusieran en televisión videos o fotografías captadas por los propios usuarios. Ahora, recurren a estos cuando sus reporteros y camarógrafos no estuvieron o no pudieron llegar al lugar de los hechos. México y Yucatán en el mundo digital De acuerdo con cifras del último estudio sobre los hábitos de los internautas mexica nos realizado por la Asociación Mexicana de Internet (Amipci) la penetración de internet en el país ronda el 67% de los habitantes y, en promedio, el tiempo diario de conexión en personas de 13 o más años ronda las 8 horas y 12 minutos diarias (Amipci, 2018). El mismo análisis reveló que, respecto al lugar de conexión, 35% de las personas acceden a internet desde cualquier lugar, es decir, mediante un dispositivo móvil. De igual forma, la principal actividad online que más realizan las personas es acceder a redes sociales, superando las búsquedas de información y el enviar/recibir correo electrónico. Para la mayoría de los usuarios, el tener un smartphone o teléfono inteligente, es muy importante, ya que es su principal plataforma de conexión a internet (58%). En términos generales, un smartphone es aquel teléfono que además de tener las herramientas de un teléfono convencional, es decir, servicios de voz y mensajería, posee características 27 avanzadas, tales como teclado “qwerty”, pantalla táctil, Wi-Fi, capacidad para bajar aplicaciones, habilidad de editar documentos, un sistema operativo actualizable, entre otras. Según la Amipci, la laptop, los smartphones y las tabletas son los principales dispositivos que han aumentado la penetración de acceso a internet, en tanto que la computadora de escritorio es el único dispositivo que ha perdido presencia. En lo que respecta al alcance de las redes sociales, en México nueve de cada 10 internautas acceden a alguna red. A nivel local, existe información recopilada por la Estrategia Digital Yucatán, programa del gobierno de la administración de Rolando Zapata Bello (2012-2018) orientado a “impulsar la competitividad económica y mejorar la eficiencia de los servicios públicos mediante la adopción de las nuevas tecnologías de información y comunicación”, en el que se combinan datos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y The Competitive Intelligence Unit, una firma de consultoría con experiencia en el área de comunicaciones, infraestructura y tecnología. De acuerdo con datos de la Estrategia Digital, solo 36% de los hogares del estado cuenta con una computadora y apenas 30% de ese porcentaje tiene acceso a internet, lo cual “es resultado de un escaso despliegue de banda ancha en términos de infraestructura”. Por otro lado, el 54.4% de los usuarios de telefonía celular cuenta con un smartphone, en comparación con el 54.9% de la media nacional (Estrategia Digital Yucatán, 2015: 44). A grandes rasgos, el estado se encuentra ligeramente por debajo del promedio nacional en diversos criterios de conectividad y acceso a dispositivos tecnológicos, como porcentaje de internautas, acceso a banda ancha móvil y tabletas. 28 CAPÍTULO 3. Marco teórico 29 Ecología de medios Dentro del contexto comunicativo actual, una de las alternativas para explicar los entornos virtuales hace voltear la mirada hacia una de las más importantes escuelas teóricas de la comunicación: la ecología de medios. Pensadores como el canadiense Marshall McLuhan conceptualizaban a los medios de comunicación como ambientes que permiten moverse a los individuos como los peces en el agua (Scolari, 2012), puesto que la ecología de medios propone que los seres humanos nos desarrollamos entre ambientes mediáticos, de manera similar como ocurre en el aspecto biológico (de hecho este panorama se inspira en el trabajo de científicos como Charles Darwin). Estos ambientes mediáticos se ven representados por la radio, la televisión, la prensa, la música a través de diferentes formatos o las películas. Vivimos entre ellos y nos acostumbramos a ellos, y en muchas ocasiones moldean nuestro comportamiento. “La palabra “ecología” implica el estudio de los ambientes y sus interrelaciones: contenido, estructura, e impacto social. Un ambiente mediático es aquel que deriva de las interrelaciones entre el hombre y las distintas tecnologías de la comunicación, como libros, radio, televisión, internet. La “ecología mediática” se refiere al estudio de las técnicas, los modos de información y los códigos de comunicación, como parte principal de un ambiente interrelacionado que proyecta diferentes efectos en un contexto determinado” (Islas, 2008: 30). Desarrollar una rutina: escuchar la radio durante las mañanas, leer el periódico mientras se desayuna, ver televisión al atardecer o ir al cine a ver el filme de moda, todo se desarrolla dentro de los contextos de las ecologías mediáticas, e internet parece ser un reformulador de nuestra forma de ser, así como lo fueron el desarrollo de los medios 30 tradicionales en sus inicios. Cuando surgieron los periódicos, las personas se maravillaban con el hecho de poder leer las noticias a través de la prensa escrita o poder escuchar a alguien que no veían en la radio, e incluso conocer mundos sin tener que salir de casa con la televisión. Internet, a pesar de las discusiones, resulta problemático en su definición y categorización. En términos concretos es un espacio a través del cual se interconectan todos los ordenadores del mundo, en donde fluye información de todo tipo: económica, informativa, de entretenimiento y muchas más. Ahora, con el desarrollo de las redes sociales, el concepto de “audiencia activa” ha alcanzado su pináculo (Shyam y Limperos, 2013: 504). En Facebook, Twitter y Youtube existen facilidades para subir contenido por parte de los usuarios, por lo que se configuran nuevas maneras de relacionarnos con los medios y la información, que la academia se ha interesado en investigar. El 27 de marzo de 1998, Neil Postman, decano del Departamento de Cultura y Comunicación de la Universidad de Nueva York, Estados Unidos, presentó en Denver, Colorado una conferencia durante el Congreso Internacional sobre Nuevas Tecnologías y Persona Humana: Comunicando la Fé en el Nuevo Milenio, o NewTech´98. El título de su conferencia fue “Five Things We Need to Know About Technological Change” (Cinco cosas que debemos saber de los cambios tecnológicos), y uno de los aspectos en el que ponía énfasis era en el hecho de que el cambio tecnológico no es aditivo, sino ecológico (Islas, 2008), y ponía como ejemplo a Europa. Dijo que cuando esta vivió el desarrollo y consolidación de la imprenta, no se trataba de Europa más la imprenta, ya que el cambio configuró una nueva Europa. Lo mismo sucede con las redes sociales virtuales y el contenido generado por los usuarios: más allá de ser un nuevo engrane del mundo 31 tecnológico, reformula y construye uno nuevo, desde los modelos de comunicación hasta los cambios relacionales a través de ellos. En la llamada ecología de medios, se desarrolla el término interfaz, definido como “el lugar en donde los consumidores y la tecnología entran en contacto e interactúan con el otro” (Scolari, 2012: 216). Durante la generación de contenido por parte de los usuarios, las plataformas tecnológicas como los smartphones se conectan con las redes sociales. Posteriormente, dichos contenidos aparecen ante las personas del círculo de amigos y, después, en el círculo de amigos de los amigos, actividades que formalizan el fenómeno de la viralización de contenido. Shyam y Limperos afirman que las herramientas ofrecidas por los nuevos medios “han expandido el rango y alcance de nuestras interacciones con el contenido mediático” (2013: 505) y, como se puede observar, las relaciones entre los medios y los usuarios justifican el análisis de las nuevas tecnologías a través de esta perspectiva teórica. Los medios de comunicación en la actualidad varían desde una plétora de dispositivos (teléfonos inteligentes, robots), canales (como internet, televisión por cable) y sus usos en dichos canales (redes sociales, sitios de compra online) u otros dispositivos (aplicaciones de los teléfonos inteligentes) que no sólo interactúan con otros medios, sino que se comunican con otros usuarios (a través de esta mediación tecnológica) (Shyam y Limperos, 2013). Desde el paradigma ecológico, la interfaz es el lugar en donde lectores, espectadores y usuarios interactúan con los medios (Scolari, 2012) o, en otras palabras, es la expresión más pequeña de los medios conceptualizados como ambientes que los ecólogos de medios han desarrollado y analizado por los últimos 50 años. Las imágenes en las cronologías de Twitter, o los videos en Facebook, forman parte de un ecosistema generado durante los 32 últimos años gracias a los principios de interactividad, la gran riqueza (Navarro, 2009) de la Web 2.0. Internet: cambios y transformaciones Como asegura Fondevila, internet está “reconfigurando las relaciones humanas y empresariales” (2013: 25). De acuerdo con el sitio web Internet World Stats, existe un crecimiento del 741%, si se comparan las cifras entre el año 2000 y finales de 2014. De poco más de 360 millones hace 14 años, hasta los 3,035 millones de diciembre de 2014 (Internet World Stats, 2014), y la cifra sigue creciendo. El 69% de usuarios se conecta diariamente a la red utilizando principalmente smartphones y computadoras portátiles (Fondevila, 2013). Estas cifras ofrecen un panorama de la importancia que en la que estriba un producto de investigación respecto a las herramientas que parecen aumentar la rapidez de la información y la comunicación en el mundo contemporáneo. El término Web 2.0 designa el fenómeno social basado en la interacción de diferentes aplicaciones Web centradas en el usuario, que puede producir o intercambiar información y contenidos multimedia en tiempo real, por citar algunas características (García, Del Hoyo y Fernández, 2014). La Web 2.0 es interactiva, dinámica. El usuario es su elemento vital y constituyente. Además, Francisco Campos Freire, da cuenta de la filosofía de la Web 2.0, convertida en un “espacio social de comunicación entre distintos usuarios e intervinientes, que aprovechan las herramientas informáticas de producción y gestión de contenidos para interactuar e intercambiar contenidos” (González Esteban, 2009: 157). 33 En sus inicios, los sitios web eran estáticos y principalmente servían para diseminar información de los grandes conglomerados o quienes se aventuraban a poseer un dominio tecnológico en la Web. La producción de contenidos no estaba al alcance de cualquiera, mientras que la mayoría (de la minoría de usuarios que utilizaban internet en el momento) de personas se limitaban a leer grandes cantidades de texto. En la Web 2.0, las fuentes pueden abandonar su rol pasivo e irrumpir en la información con aparente prescindencia del periodista profesional, que era su principal o única vía de acceso al público (Pellegrini, 2010). Ante esta situación, Octavio Islas asegura que “el desarrollo de la Web 2.0 admite ser considerado como un auténtico parteaguas histórico en la evolución de internet e impuso importantes cambios tanto en el comportamiento como en los hábitos de consumo cultural de los cibernautas” (2008: 35). El concepto de “web participativa” está basado en un internet cada vez más influenciado por servicios web inteligentes que permiten a los usuarios contribuir a desarrollar, calificar, colaborar y distribuir contenido de internet y personalizar las aplicaciones (Contreras, 2008). Ahora bien, una vez tomados en cuenta los elementos de interactividad y dinamismo de internet, estos poseen un fuerte vínculo con la transferencia de datos e información que pueden ser representados, por ejemplo, con la difusión de contenido noticioso o periodístico, pues: “Internet, junto con la televisión, se ha convertido en la principal fuente de noticias nacionales e internacionales en acontecimientos de relevancia, un ejemplo son las campañas electorales de 2008 y 2012 en los Estados Unidos de América” (Fondevila, 2013: 26) 34 Internet, como explica Fondevila, es el catalizador de esos contenidos (2013). Un catalizador se define como un “cuerpo capaz de producir una transformación” (RAE, 2014). Ese catalizador, pudo transformar y acelerar los procesos comunicativos del mundo en el cual nos desenvolvemos para entregar un universo completamente diferente al conocido antes de la Red. Por su parte Harold Hütt señala que “sin lugar a dudas, (internet) revolucionó la forma de comunicarse, dado que permitió potenciar la simultaneidad e inmediatez de la información, pero, principalmente, por la posibilidad de “subir”, sistematizar y clasificar información en un espacio virtual común (2012: 122). Internet también fomenta y permite la participación inmediata de los usuarios en los medios de comunicación digitales (comentarios en los foros, preguntas en las entrevistas en línea, envío de contenido multimedia o simplemente textual al medio de comunicación o a los profesionales del medio, envío de opiniones al periodista), creación de contenidos de forma independiente (mediante blogs), y participación en las redes sociales, algunas de carácter más lúdico, otras de tipo más informativo, algunas amateurs, otras profesionales. (Fondevila, 2013: 28). ¿Periodismo ciudadano? Los elementos antes descritos traen consigo la factibilidad de un fenómeno difícil de imaginar hace medio siglo, pues internet y especialmente la denominada Web 2.0 “ha trastocado las reglas del juego tradicionales de elaboración, distribución y consumo de la cultura” (Área y Pessoa, 2012: 14) y el modelo tradicional de comunicación propuesto por 35 Laswell en 1948 de emisor-mensaje-receptor que nos enseñaron en nuestras facultades se pone en tela de juicio (Meso, 2005). Los contenidos generados por los usuarios, apoyados por la cantidad y disponibilidad de las herramientas en los nuevos dispositivos de comunicación como los teléfonos inteligentes y tabletas (que cuentan con cámara fotográfica, micrófono y videograbadora) (Fondevila, 2013) permiten generar, compartir y alcanzar grandes cantidades de personas a partir de los elementos esenciales de los portales y características de la Web 2.0, como declara Fondevila, los contenidos gozan de una mayor facilidad técnica, de más inmediatez y de más posibilidades de entregabilidad (hacer llegar el mensaje). Área y Pessoa admiten que uno de los fenómenos más destacables de este comienzo del siglo XXI es la sobreabundancia de información generada, por “el incremento exponencial de la misma” (2012: 14). Además, la rápida expansión de las redes sociales, han habilitado a la ciudadanía con una serie de herramientas fundamentales para la “adopción de un nuevo rol activo en el proceso informativo y comunicativo” (Cruz, 2013: 158). Y es que estas nuevas tecnologías, desarrolladas a un ritmo vertiginoso en los últimos tiempos, han podido abrir un espacio en el proceso comunicativo en el cual la información o contenido generado en contexto noticioso o de interés público no se limita únicamente a los periodistas profesionales, sino que permite la posibilidad de que la ciudadanía, mediante las múltiples terminales de comunicación que existen en la actualidad, produzcan y evidencien acontecimientos de los que puedan ser testigos. En ese sentido, Fondevila expresa que “los aportes de la sociedad civil en forma de vídeos, fotografías o datos textuales son esenciales” (2013:32). Las herramientas necesarias 36 para que personas comunes y corrientes difundan mensajes se reducen al mínimo: un dispositivo para capturar, y acceso a internet. Publicar en la cronología de Twitter, muro de Facebook o cuenta de Youtube no tiene costo, lo que facilita la apertura y difusión de acontecimientos que, por línea editorial, limitaciones de cobertura y tiempo para reportear, o agenda periodística de lo que cada medio tradicional considera importante, quedan fuera de los mismos. Las redes sociales y el nuevo fenómeno de crear contenido y difundirlo rápida y velozmente (es lo que lo hace novedoso al proceso en sí) por cada usuario, dan cuenta de una de las carencias de los medios convencionales de comunicación: la incapacidad de cubrir todos los temas (Contreras, 2008). Los periodistas, entonces, dice Silvia Pellegrini, ahora disponen más que antes “de una multiplicidad de nuevas voces a las que recurrir para elaborar sus historias” (2010: 272), “aprovechando la capacidad de las personas de ser observadoras de la realidad inmediata, localizada en lugares y circunstancias tan variadas que a los medios y periodistas les resultaría imposible cubrir” (2010: 276). A continuación se desarrolla un cuerpo teórico-referencial para problematizar este fenómeno comunicativo desde la perspectiva particular de la investigación. En primera instancia tenemos el concepto de periodismo ciudadano, que Pellegrini define como el que viene de la gente, que no es desarrollado por profesionales, tiene casi siempre poca supervisión editorial y “en la mayoría de los casos su objetivo no es políticodemocrático, ni su meta es de tipo ciudadano, aunque en conjunto pueda contribuir a una mejora en ese campo” (2010: 273). Así, de acuerdo con esa caracterización, se entiende que los contenidos generados por los usuarios a través de las redes sociales en internet no se consideran por completo ciudadanos, ya que se trata más de una expresión individual que un objetivo principal y definido. 37 Surge también la observación de la incidencia de estos contenidos generados y difundidos por los usuarios a través de sus diferentes terminales tecnológicas, en los medios tradicionales: cómo repercuten en la agenda de los mismos o, en otras palabras: cuando estos contenidos nutren a los periódicos o la televisión, pues la pluralidad de fuentes y la participación del ciudadano con datos u opiniones brinda un valor añadido a los productos que se generan (Fondevila, 2013). Otros autores, como Messo, Bowman y Willis agregan que, dada la existencia de estas herramientas, un segmento de la población deja de limitarse al consumo pasivo de los medios y prefiere producir su propia información y compartir sus opiniones en el ambiente online (Pellegrini, 2010). En este entorno, surge el concepto de produsage, acuñado por Axel Bruns, a manera de contracción entre production y usage, que considera al ciudadano como receptor, pero también productor de las noticias, y su derivado, el produser. (Pellegrini, 2010). El rol del produser en el desarrollo de contenidos informativos ejercido por los ciudadanos no está claramente definido, porque abarca diversos modos y aspectos comunicacionales que van desde la rápida emisión de una opinión o de un hecho (blogs o Twitter) hasta un uso más refinado, como es el de operadores independientes de sitios de noticias autodefinidos como plataformas de periodismo ciudadano (Pellegrini, 2010). Sin embargo, resulta imperante tomar con mesura esta nueva práctica comunicativa a partir de las ventajas que otorga la inmediatez y la interactividad de las redes sociales en internet, como se ha desarrollado en párrafos anteriores. Es incluso atrevido afirmar que estas nuevas prácticas comunicativas por parte de los usuarios configurarán la agenda informativa de los próximos años desplazando la importancia que tienen los medios tradicionales, pero sí es apropiado decir que se constituyen como espacios comunicativos 38 con potencial de influir eficazmente en la vida pública y que los medios convencionales han perdido un poco del monopolio de la comunicación, “aunque continúan siendo sus gestores fundamentales” (Rodríguez-Polo, 2013: 53) y el filtraje periodístico continúa a cargo de profesionales formados que recaban y comprueban los datos (Fondevila, 2013). También es claro que conviene reconocer a las redes sociales como herramientas útiles para sus usuarios (Rodríguez-Polo, 2013), con todo y que en ellas “pueden reproducirse mensajes erróneos, falsos e incluso irregulares que pueden llegar a los propios medios si no se establecen los filtros pertinentes” (Cruz, 2013: 158) y llevan intrínseca la mala praxis informativa debido a la ausencia de controles de calidad (Alonso y García Orta, 2015). En México es ampliamente conocido el sitio ElDeforma.com, y aunque su contenido es principalmente humorístico, más de un medio de comunicación “serio” ha caído en sus garras y difundido fake news (noticias falsas) por la verosimilitud de la información. Fuera de nuestro país, destacan páginas web similares como The Onion (EE.UU.), The Shovel (Australia), Waterford Wishpers News (Irlanda), The Lapine (Canadá), The Daily Mash (Reino Unido), Le Gorafi (Francia), Der Postillon (Alemania) o la publicación india Faking News, que ya en su nombre, „Falsificación de noticias‟, deja muy clara la intención del diario (Alonso y García Orta, 2015). Pellegrini dice que el periodismo evoluciona con la aparición de la acción informativa directa del testigo: que existen más fuentes, cuestión que obliga a una mayor precisión. Pero los datos prueban que el fenómeno está lejos aún de sustituir al periodismo tradicional en sus principales funciones (2010). Y Fondevila concuerda con el hecho de que un periodista ciudadano “es una prótesis para los medios tradicionales, que, con sus recursos humanos, no pueden llegar a todas las noticias potenciales que se produzcan” (2013: 33). 39 Rodríguez-Polo apunta que los medios sociales permiten “sólo nuevas formas de actuación que abren un horizonte de posibilidades al empoderamiento ciudadano, cuando se hace un uso estratégico de sus posibilidades, que depende del nivel de conciencia e implicación de los usuarios” (2013: 53-54), en tanto que García de Torres hace un llamado a evaluar la calidad de los contenidos que aportan los usuarios (2010). Aunque avances recientes permiten que los usuarios se involucren fácilmente en los procesos de la creación de contenidos (Contreras, 2008), González advierte el simplismo de colocar a los medios tradicionales frente a internet o hablar continuamente de los medios tradicionales como “el lugar donde habitan todos los demonios de la comunicación” (2009: 151) y colocar a las redes como la “salvación” de la humanidad en torno a la información o cobertura periodística que recibimos de los medios tradicionales (entiéndase radio, televisión, prensa escrita), ya que esas facilidades tecnológicas de los llamados periodistas ciudadanos llevarían consigo un potencial de desinformación al no contar ni con las herramientas ni la costumbre de verificar las noticias, como sí están obligados los periodistas y reporteros profesionales. En ese sentido, Rheingold (2011) sugiere que más que la fuente de la información se debe voltear la mirada a la verificación de la misma, ya que la primera puede ser originada por cualquier persona, independientemente de su ocupación. En términos generales, es un hecho que el debate acerca de lo que es y no es el periodismo ciudadano, participativo, cívico o 3.0 y demás nombres que se le atribuyan sigue abierto, sin embargo, en este apartado se desarrolló una propuesta que continuará a lo largo de la investigación, que será tomar este fenómeno comunicativo como como una 40 herramienta que permite la coparticipación de los usuarios para la difusión e investigación de diversos acontecimientos noticiosos y útiles para una sociedad determinada. Usuarios: nativos digitales En párrafos anteriores se han desarrollado varios de los elementos fundamentales que trazan el camino de la presente investigación: entre ellos los cambios notables en el funcionamiento de internet, la accesibilidad del mismo, el desarrollo de nuevas herramientas de comunicación entre los usuarios, como las redes sociales, la inmediatez, la facilidad de producción y la interactividad que se dan en esos entornos virtuales. A la mezcla le hace falta un ingrediente: los usuarios. En 2001, Marc Prensky analizó las -en ese entonces- “nuevas tecnologías”, e hizo hincapié en la distinción entre dos generaciones: los nativos digitales y los migrantes digitales. La brecha que los definía era el convivir en un ambiente lleno de tecnología: videograbadoras, cámaras digitales, computadoras, reproductores de música, videojuegos, teléfonos móviles, internet y televisión por cable, entre otros. “Los nativos digitales recurren a internet como principal fuente de información” (Prensky, 2001: 2), además de que están acostumbrados a recibir información muy rápidamente, les gusta procesar en paralelo y realizar múltiples tareas a la vez. Para Prensky, los nativos digitales son aquellas personas nacidas durante el boom de las tecnologías, de la Web, de internet y demás que, por haber crecido dentro de esos contextos, desarrollaron habilidades cognitivas y diferentes a las maneras en las cuales se desenvuelven los llamados migrantes digitales: gente de mayor edad que tendría que 41 aprender a utilizar las nuevas tecnologías, mientras que los nativos, los jóvenes de hoy, “constituyen el sector que antes ha llegado a las redes y construye en ellas sus dinámicas de relación” (García, Del Hoyo y Fernández, 2014: 37). Y como consecuencia de su entorno actual, los jóvenes piensan y procesan la información de manera diferente a las de sus padres o abuelos (Prensky, 2001). A partir de ese principio y pese a que Prensky no especificó tan claramente las fechas que definen esta generación (Jones y Czerniewicz, 2010), generalmente se considera a las personas nacidas a partir de la década de los 80‟s como individuos que conciben e interpretan los elementos a su alrededor de una manera diferente a personas de décadas pasadas. En ese contexto, es importante señalar que más recientemente se ha propuesto actualizar el concepto hacia los llamados “aprendices digitales”. Gallardo, Marqués-Molías, Bullen y Strijbos (2016) sugirieron esto luego de analizar 127 artículos de investigación publicados entre 1991 y 2014 y concluir que no existe una definición común y universalmente aceptada del nativo digital, además de considerar que el término “aprendiz digital” ofrece una visión más global del estudiante del siglo XXI. Así, se trasciende de la dicotomía de los “nativos” e “inmigrantes” hacia el debate de las implicaciones de ser un aprendiz digital en la era actual. 42 Publicaciones formales e informales La información, diseminada a través de fotos, videos o comentarios, es uno de los principales elementos que conforman Facebook. En el argot de esta red social, cuando se cuelgan estas fotos y videos o estados, se le denominan publicaciones. Para fines de investigación, este trabajo reconoce dos tipos de publicaciones: las formales y las informales. El criterio para diferenciarlas corresponde a la fuente que las produce: las publicaciones formales engloban a todas aquellas publicadas por sitios web de noticias y perfiles en línea de emisoras de radio, televisión o periódicos impresos cuya función principal es, precisamente, informar a los lectores. Están diseñadas para ser el canal de comunicación entre las empresas o conglomerados informativos y los usuarios de las redes sociales. MVS Noticias, The New York Times, Diario de Yucatán o El Universal son algunos ejemplos de perfiles que emiten publicaciones formales a través de Facebook. Por el otro lado las publicaciones informales están producidas por usuarios que no necesariamente tienen formación informativa o periodística. En la mayoría de los casos se trata de personas que documentan aspectos de su realidad cercana y pueden incluir datos sin verificar o juicios de valor. En la propuesta conceptual aquí expuesta se considera que las publicaciones informales tienen el potencial de convertirse en contenido para publicaciones formales, más nunca lo contrario. Por ejemplo, si un ciudadano graba el incendio de un predio y lo sube a sus redes sociales, se trata de una publicación informal. En caso de que el material sea retomado por una televisora que se dedica a producir notas e informativos, este se convertiría en parte de una publicación formal. Por el otro lado, una nota, video o producción de un canal o medio informativo establecido descargado o compartido por 43 ciudadanos o páginas que no se dedican de lleno al ejercicio periodístico jamás será considerado una publicación informal. Viralización En la dinámica de Facebook, los datos y las publicaciones fluyen de manera rápida. A cada minuto, se crea una nueva „noticia‟, ya sea porque alguien cuelga, comparte y/o comenta una fotografía, video o estado. Y es que de acuerdo con Xie, Morris y Zhang, esta red social se ha convertido en una herramienta básica para la comunicación interpersonal, ya que permite involucrar a una gran cantidad de individuos (Xie, Kukla y Morrison, 2012). Una de las características únicas de Facebook es que permite socializar la información. Cuando los usuarios encuentran algún contenido que les satisface y quieren que otros lo conozcan, ocurre un proceso conocido como pass-along, literalmente, pasárselo a alguien más (Xie, Kukla y Morrison, 2012). El neologismo llamado „viralización‟ se refiere a un mensaje o contenido que se difunde con gran rapidez en las redes sociales y permite alcanzar un público mucho mayor que solo los de la lista de amigos. Y como dice Andy Wafer (Hosea, 2011), si el contenido es cercano a alguien -a lo que conocen o al lugar en el que viven- es más probable que lo compartan. El presente trabajo de investigación plantea una propuesta para el análisis del „trayecto‟ que siguen las publicaciones hechas en Facebook y sus posibles impactos en los usuarios. Contempla una serie de elementos como las características de la red que hacen posible ese „camino‟ de la información, peculiaridades de las publicaciones formales e 44 informales, así como sus posibles afectaciones en los usuarios, entendiendo afectaciones, todo aquello que causa una reacción en las personas. Características de Facebook Como se ha descrito secciones atrás, Facebook posee rasgos distintivos que la definen y la hacen lo que es en la actualidad, una red en donde las personas se conectan y comparten diferentes tipos de información, entre las cuales, puede encontrarse información noticiosa. Uno de los puntos principales es que permite que virtualmente todo contenido pueda subirse (exceptuando aquellos que violen las reglas de uso como desnudez, imágenes/videos excesivamente gráficos, con sangre o muertes), lo que hace que decenas de millones de usuarios puedan expresarse de maneras impensadas décadas atrás. En algunos casos, es considerado como una especie de „diario‟ virtual, ya que existen usuarios que narran su día a día mediante sus publicaciones. Además, ese contenido está sujeto a ser comentado y compartido por todos, generando así un alcance más amplio para las publicaciones. En resumen, se trata de un flujo de información que se genera casi único para cada perfil de usuario en su sección de inicio o „Noticias‟. Este flujo de contenidos puede estar compuesto por publicaciones formales o publicaciones informales. 45 Características de los contenidos Las publicaciones cuentan con características específicas. Por ejemplo, no necesariamente siguen un orden cronológico ni se ven publicaciones exclusivas del día en el que se revisa el Inicio. Si algún amigo comenta una publicación de seis meses atrás, existe la posibilidad de que aparezca en la sección de Noticias. También aparecen de acuerdo con los intereses del usuario, de los amigos del usuario, y de los intereses de los amigos del usuario, situación que de nueva cuenta nos recuerda que formamos parte de una red mucho más amplia y compleja. En lo que se ha podido observar, varios de los contenidos en torno a temáticas particulares, noticias o chismes siguen una especie de patrón de campana. Comienzan, tienen un crecimiento vertiginoso y exponencial, están en el centro de la conversación unos cuantos días (quizá dos o tres) y luego desaparecen. Luego, comienza una nueva temática que continúa con el ciclo y así sucesivamente. Pasa con los Óscares, las elecciones presidenciales, las publicaciones referentes a días festivos, a alguna noticia internacional o local, entre otros tópicos. 46 Relaciones con los usuarios Esta investigación propone un modelo de relaciones entre los usuarios de Facebook y las publicaciones de tipo noticioso en la red social, en el cual se distinguen en la siguiente figura. Figura 1. Modelo propuesto de relaciones usuario-contenido en Facebook. En él se describen las características de la red social, las propiedades de las publicaciones y tres posibles reacciones de las audiencias. Fuente: Elaboración propia. La primera relación plantea que el usuario es un lector de información, pero no avanza a ser un generador de más contenidos. Este tipo de persona no suele compartir ni comentar las publicaciones, pues se dedica mayormente a consumirlas. La segunda conceptualiza a un usuario activo, que aporta su opinión, y contribuye con nueva información para el desarrollo del tema. Gracias a ellos los contenidos se viralizan y llegan a un público mayor que, de igual forma, puede reaccionar como la primera o segunda categoría de usuarios. Por su parte, una tercera visión del usuario considera a uno que consume, comparte, aporta información y además trasciende a su vida cotidiana, motivándolo a platicar de los temas vistos en la red en sus círculos sociales como familia o amigos, y acostumbrándolo a poder generar contenidos como los que se relaciona en línea. 47 CAPÍTULO 4. Marco metodológico 48 La presente investigación fue concebida como un estudio cuantitativo-descriptivo, al pretender investigar en el impacto de las publicaciones noticiosas formales e informales presentes en Facebook en el comportamiento y consumo informativo de los jóvenes de Mérida, Yucatán, debido a que la bibliografía producida en la ciudad y el estado era insuficiente al momento de su elaboración. De acuerdo con la propuesta de Baptista, Fernández Collado y Hernández Sampieri (1997), este tipo de análisis permite “delimitar tendencias e identificar relaciones potenciales entre variables” (p.70), además de integrar las mediciones o información de cada una de las variables del estudio para decir cómo es y cómo se manifiesta el fenómeno de interés (Baptista, Fernández Collado y Hernández Sampieri, 2005). Además, dichas investigaciones se plantean cuando el interés se centra en conocer uno de los aspectos del objeto de estudio. Por ejemplo, cómo se utilizan los servicios públicos, o las actitudes de una población hacia cierto sujeto u objeto (productos congelados, un político, la donación de órganos, etc.) (Vieytes, 2004). Las investigaciones de corte descriptivo tienen exigencias como saber con precisión qué características o atributos del objeto van a ser medidos, definir la población y la muestra adecuada a los objetivos del estudio y elaborar correctamente las técnicas de recolección y análisis de datos (Vieytes, 2004). Se planteó como meta encontrar tendencias que permitiesen inferir conclusiones sobre el consumo y comportamiento de los jóvenes de Mérida de entre 15 y 29 años. Cabe señalar que la investigación no fue estricta con los participantes que conformaron la muestra –de la cual se hablará más adelante-, ya los requisitos para formar parte de esta eran mínimos. 49 El proyecto se apoya en la técnica de encuesta, un diseño o estrategia general que permite “contrastar las hipótesis de investigación con información sobre características de poblaciones completas de personas, obtenida a través de muestras; utilizando para la recolección de datos, procedimientos estandarizados de interrogación” (Vieytes, 2004: 325). Estas poblaciones deben ser representativas de la población de interés, y la información se limita a la delineada por las preguntas que componen el cuestionario precodificado, en el cual los usuarios responden aspectos previamente establecidas por el encuestador (Cea D‟Ancona, 1998). El método elegido permite generar un conocimiento de primera mano de la realidad e investigar grandes poblaciones. Por ejemplo, una muestra de 600 a 700 individuos o familias puede dar una representación notablemente exacta de una comunidad: desde su descripción demográfica hasta sus valores, actitudes y creencias (Vieytes, 2004). El instrumento abrió la posibilidad de generar números y estadísticas para categorizar y clasificar las tendencias de los contenidos que los jóvenes de Mérida, Yucatán, ven en Facebook gracias a que la metodología cuantitativa facilita la construcción de un conocimiento sistemático, medible, comprobable y replicable, así como la posibilidad de desarrollar conclusiones (Vieytes, 2004: 42), aunado a que diversos estudios han aportado que los usuarios de este rango de edad cuentan con una inclinación a utilizar internet y ser interactivos (Hernández, Martínez y Robles, 2013; Núñez-Gómez, García y Hermida, 2012) a través de uno de los productos más atractivos de la red: las redes sociales, perfilándose como los sujetos de investigación, indistintamente de su género, lugar de residencia, condición socioeconómica o nivel de escolaridad. 50 El instrumento y su aplicación fueron producto de la asignatura “Investigación de campo” del sexto semestre de la Licenciatura en Comunicación Social y contaron con el seguimiento del asesor de esta investigación. Está conformado por 26 reactivos, de los cuales quince son de opción múltiple con una sola respuesta posible, tres de opción múltiple con más de una respuesta posible, cuatro abiertas, con las cuales los jóvenes podían exponer libremente los temas que más les interesaban o más recordaba y tres más de escala ordinal del 1 al 5 en el que debían ordenar los incisos de mayor a menor importancia. El pilotaje del instrumento fue realizado entre los seis compañeros de la asignatura, quienes hicieron observaciones y precisiones a las preguntas propuestas por el autor. En ese sentido, dichos cuestionamiento se diseñaron con el fin de convertirse en indicadores que permitiesen comprender los consumos, dinámicas y prácticas comunicativas de los sujetos de estudio. Entre las preguntas del instrumento sobresalen aquellas que indagan en la clase de contenido que los sujetos ven en Facebook, si han hablado en persona que contenido que ven en la red social, la frecuencia de contenido que aparece en redes sociales y luego es retomado por medios tradicionales y la credibilidad hacia los medios de comunicación y publicaciones de Facebook. En específico, las preguntas de la 1 a la 4 sirvieron para perfilar la muestra a nivel estadístico en edad, sexo, antigüedad de su cuenta de Facebook y la frecuencia de uso de la red social. De la 5 a la 9 buscaban conocer el tipo de contenido que veían los usuarios y la frecuencia con la que lo hacían. De la 10 a la 13 pretendían identificar si los encuestados se habían informado de acontecimientos de su ciudad o colonia en Facebook y la frecuencia con la que lo hacían. De la 15 a la 19 los temas versaron sobre la cantidad de veces que las personas denunciaban acontecimientos en Facebook y la frecuencia con la que comentaban 51 publicaciones. Finalmente, de la pregunta 20 a la 26 los temas giraron en torno a la importancia y credibilidad que los jóvenes le daban a los medios tradicionales y digitales, la clasificación de usuarios de acuerdo con el modelo conceptual propuesto en este trabajo, y el grado de confianza que la muestra tenía en las publicaciones realizadas en la red social. El instrumento fue aplicado a 270 personas de Mérida de entre 15 y 29 años de edad, sin ninguna restricción como sexo, escolaridad o condición económica, ya que se pretendió obtener una muestra representativa de las prácticas comunicativas que se gestan en los usuarios de la red social Facebook de la capital yucateca. La aplicación del instrumento se hizo en lugares públicos donde existe constante afluencia de gente, específicamente en la Plaza Grande, los parques de San Juan y Mejorada, así como la Plaza de la Tecnología, todos ubicados en el centro de la ciudad. El único requisito para poder contestar el instrumento era tener entre 15 y 29 años y contar con una cuenta de Facebook. Precisamente, ya que el negocio de Facebook es la publicidad (de allí llegan la gran mayoría de sus ingresos), la red social ofrece herramientas que permiten conocer el mercado potencial de usuarios en un cualquier lugar. Utilizando la pestaña “Facebook para empresas”, se pudo conocer la cantidad de personas que tenían entre 15 y 29 años y utilizaban Facebook en Mérida. Una vez ingresados los valores a la plataforma de Anuncios, esta arrojó un total de 400 mil usuarios. 52 Impacto: hacia una definición operacional El objetivo de la investigación, como se describió anteriormente, es conocer el impacto que tienen tanto las publicaciones formales e informales de Facebook en el comportamiento y consumo informativo de los jóvenes meridanos. De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra impacto proviene de la voz “impactus” del latín tardío y significa, en su tercera acepción, una “impresión o efecto muy intensos dejados en alguien o en algo por cualquier acción o suceso”. Con esta idea en mente, para este trabajo se operacionalizó el concepto de “impacto”. En metodología de la investigación, operacionalizar es definida como la acción de convertir las situaciones, ideas y pensamientos de uno o más individuos en unidades de análisis manejables que permitan comprobar las hipótesis que guían las indagaciones científicas. “En otras palabras, especifica qué actividades u operaciones deben realizarse para medir una variable” (Baptista, Fernández Collado y Hernández Sampieri, 2010: 111). Sobre el tema, Baptista, Fernández Collado y Hernández Sampieri (2003) también señalan que “constituye el conjunto de procedimientos que describe las actividades que un observador debe realizar para describir las impresiones sensoriales, las cuales indican la existencia de un concepto teórico en mayor o menor grado” (p.171). En la presente investigación, la existencia de ese concepto teórico (impacto de las publicaciones formales e informales) se medirá en términos del comportamiento y usos de Facebook, cómo los usuarios se informan, qué actitudes tienen ante los contenidos que ven en sus perfiles de la red social, cuáles son las conductas que desempeñan (productor, consumidor y/o difusor de información) en línea, qué acciones realizarían en caso de 53 encontrarse un posible hecho noticioso y cómo los temas trascienden de la esfera virtual de la plataforma a las conversaciones cara a cara. Por ejemplo, preguntas como “¿En qué medio consideras te informas más?” pretenden mostrar las fuentes de información que poseen los sujetos de estudio, en tanto que cuestionarles acerca de su reacción ante hechos que pudiesen ser de interés general (un choque, detención, incendios, etc) para la población, servirá para establecer si existe una relación entre la creciente publicación de contenidos por parte de los usuarios, y si esta provoca indirectamente a las personas para registrar los acontecimientos cercanos a ellos. Además, algunos de los reactivos servirán para clasificar a los usuarios en categorías propuestas por el modelo conceptual de la investigación anteriormente mencionado, como lo son el consumidor/lector de información, difusor de información o productor de información, y conocer con qué categoría se identificaban los encuestados. Codificación y sistematización Luego de la aplicación de los cuestionarios, la información fue sistematizada con el programa estadístico SSPS de IBM, en su versión 24. El software permitió la recopilación, síntesis y organización de los datos, que posteriormente fueron graficados utilizando Microsoft Excel. En el caso de los reactivos de tipo escala ordinal, los encuestados debían ordenar sus respuestas del 1 al 5, mismas que fueron registradas en una tabla de Excel. Las frecuencias de cada columna se contabilizaron para obtener el número de veces que un inciso recibió el número 1, que indicaba que era la respuesta considerada más importante. Este datos fueron 54 útiles para identificar el valor que los encuestados le daban a cada inciso proporcionado, especialmente los medios en los que se informaban más y los que para ellos tenían la mejor o la peor credibilidad. 55 CAPÍTULO 5. Resultados 56 La primera parte del cuestionario, que puede ser consultado en la sección “Anexos” al final de esta investigación, tiene como finalidad conocer a los sujetos de estudio de la investigación. Entre las principales preguntas se encuentran indicadores de edad, sexo y tiempo que llevan utilizando la red social Facebook, así como el tipo de contenido que normalmente encuentran en sus páginas de inicio. 11.50% 46.70% 41.90% 15-19 20-24 25-29 Figura 2. Distribución de la muestra de investigación por edad de los jóvenes encuestados. Elaboración propia. De primera mano, con los resultados plasmados en la Figura 2 se puede observar que una gran parte de la muestra elegida recayó en los rangos de entre los 15 y los 24 años de edad, con dos cohortes generacionales que presentan cifras bastante similares entre sí. Un 46.7% de los encuestados dijo tener de 15 a 19 años, en tanto que el 41.9% de los jóvenes manifestó tener entre 20 y 24. 57 Casi una de cada diez personas declaró tener más de 25 años y menos de 29. La muestra, de acuerdo con los datos obtenidos en este reactivo, señala que tiene una ligera tendencia hacia los de menor edad. También, se trata de un indicador que muestra la penetración que tiene la red social en el mundo que, en caso de extrapolarse, permitiría encontrar a personas con más años de navegar en la red, especialmente jóvenes que por su condición de nativos digitales son más propensos a relacionarse con las nuevas tecnologías. En la pregunta 2, que permite clasificar a los encuestados por su condición sexogenérica, se encontró que aproximadamente seis de cada diez son hombres. Expresado en términos porcentuales, la población masculina representa el 61.5% de la muestra, en tanto que las mujeres equivalen al 38.5%. Así, la muestra se va perfilando con una mayoría de hombres jóvenes (dentro de los rangos de edad previamente definidos por la investigación). 38.50 61.50% Hombres Mujeres Figura 3. Distribución de la muestra de investigación por condición sexogenérica. Elaboración propia. 58 Cuestionados sobre la cantidad de años que han utilizado Facebook en el reactivo 3, los encuestados podían elegir entre cuatro diferentes variables, entre las que se encontraban “Este año”, “El año pasado”, “Hace dos años” y “Más de tres años”. En ese sentido, más del 80% declaró tener una cuenta desde hace más de tres años; apenas un 3.30% de los entrevistados respondió que tenía dos años con su perfil de Facebook, 0.70% señaló que abrió su cuenta el año pasado y 0.40% este año. 0.40% 0.70% 3.30% 85.60% Este año El año pasado Hace dos años Más de tres años Figura 4. Distribución de la muestra por antigüedad de apertura de cuenta de Facebook. Elaboración propia. Los datos obtenidos ayudan a delinear a una muestra compuesta principalmente por internautas que han utilizado la red social desde hace más de tres años, lo que permite inferir que se encuentran familiarizados tanto con el sistema de publicación como con los contenidos que normalmente encuentran de forma regular en el feed de Inicio de Facebook. 59 La pregunta 4 sirvió para conocer los hábitos de consumo de la red social Facebook entre los 270 entrevistados. Y tal se puede apreciar en la Figura 5, un 75.20% de los jóvenes manifestó utilizarla a diario, en tanto que que un 12.2% señaló que lo hacía de tres a cinco veces por semana, 10.4% de dos a tres veces por semana, y apenas un 2.2% dijo entrar a la plataforma un solo día a la semana. 10.4% 2.20% 12.20% 75.20% A diario 3-5 veces a la semana 2-3 veces por semana Un día a la semana Figura 5. Distribución de la muestra por frecuencia de uso de Facebook. Elaboración propia. Estas cifras evidencian la importancia que tiene Facebook para la gran mayoría de los jóvenes de la muestra, ya que aproximadamente siete de cada diez de ellos están acostumbrados a entrar a esta red social todos los días y consumir los contenidos que se suben a ella. Además, la información de este reactivo confirma las tendencias internacionales que colocan a Facebook como uno de los sitios de internet más visitados del mundo. 60 En lo que respecta a las preguntas de opción múltiple donde era válida más de una respuesta, como la número 5, se pretendía obtener un panorama general de los contenidos que aparecían en la sección de noticias de los encuestados y los temas que estos comprendían, divididos en los informativos, lo que publican/comparten los amigos, las publicaciones a los que los jóvenes han dado me gusta y, por último, las promociones o anuncios publicitarios, que constituyen el sustento económico de Facebook. Los usuarios debían marcar con una X la casilla correspondiente para que la opción fuera tomada en cuenta. 9% 20.60% 17.20% 25.90% Informativo Lo que publican/comparten mis amigos Publicaciones de páginas a las que les he dado like Publicidad Figura 6. Distribución de la muestra según el tipo de contenido que más aparece en su inicio de Facebook. Elaboración propia. En ese sentido, la cuarta parte de los encuestados (un 25.9%) respondió que veía publicaciones o contenido compartido por sus amigos, seguido por posts de tipo 61 informativo. Estos datos permiten confirmar la idea de que la red social sirve a los meridanos principalmente para estar en contacto con sus amistades y para informarse de sucesos a su alrededor. De igual forma, las cifras permiten establecer que aunque Facebook en principio se diseñó como una red social destinada para unir personas, el segundo tipo de contenido más visto en la plataforma es de tipo noticioso. En el caso de la pregunta 6, los encuestados debían marcar las opciones que consideraran aparecían más en su feed de Inicio o Noticias de Facebook. 16.60% 15.20% 12.90% 5.70% 10.80% 19.10% 19.70% Fotos de páginas Fotos de páginas compartidas por amigos Fotos subidas por amigos Videos subidos por amigos Videos subidos por amigos de amigos Videos subidos por páginas Videos subidos por páginas y compartidos por amigos Figura 7. Distribución del contenido que más aparece en el inicio de Facebook de los usuarios encuestados. Elaboración propia. 62 Los usuarios calificaron a las fotos subidas por sus amigos como las más constantes (19.7%, seguidas de las fotos de páginas compartidas con amigos (19.1%), videos subidos por páginas y compartidos por amigos (16.6%), y las fotos de páginas (15.2%), tal y como se puede apreciar en la Figura 7. Un tanto rezagados quedaron los videos subidos por páginas (12.9%), por amigos (10.8%) y por amigos de amigos (5.7%), lo que permite inferir dos cuestiones: la primera, que las fotografías tienden a ser más compartidas y que los usuarios no suben videos de manera frecuente. Además, vuelve a destacar la idea que dio origen a Facebook, la de conectar a los amigos vía internet. Como muestran los datos de la gráfica, los usuarios tienden a ver e interactuar más con el contenido publicado por sus amigos que por el de las páginas. También, que los jóvenes se enganchan más con las publicaciones de las páginas cuando estas fueron previamente compartidas por alguien de su círculo de amigos. La pregunta 7 del cuestionario pretendía conocer la trascendencia de los contenidos publicados en Facebook, al preguntarle a los encuestados la frecuencia con la que han platicado, en la vida real, de temas o contenidos que hayan visto primero en la red social. Básicamente, se trataba de indagar si los usuarios hablaban con sus amigos, conocidos, familiares o profesores, por mencionar algunos, acerca de las publicaciones que veían en sus perfiles, para determinar hasta qué punto la información salía del entorno virtual al real en sus jornadas diarias. En ese sentido, tal y como se puede ver en la Figura 8, más del 75% de los jóvenes ha experimentado este tipo de situaciones. Específicamente, el 10.4% de los encuestados dijo que siempre platica de lo publicado en Facebook, el 41.9% manifestó hacerlo en muchas ocasiones y el 34.1% señaló que lo ha hecho en pocas ocasiones. Como se puede 63 apreciar, muy pocos de los jóvenes respondieron a la opción “nunca” (apenas un 7%), en tanto que un 6% no se ha percatado de esta situación. 6.70% 7.00% 34.10% Siempre En pocas ocasiones No me he dado cuenta 10.40% 41.90% En muchas ocasiones Nunca Figura 8. Distribución de la muestra de acuerdo con la cantidad de ocasiones que lo virtual trascendió a lo real. Elaboración propia. Para la presente investigación, este indicador es de suma relevancia, ya que permite corroborar el impacto de las publicaciones de Facebook (ya sea fotos, videos o estados procedentes de cualquier fuente) en la vida real de los sujetos de estudio. El hecho de romper la barrera del internet y convertirse en temas de conversación cara a cara dan claros indicios de la “revolución” mediática iniciada por la empresa de Mark Zuckerberg. La pregunta 8 pretendía establecer un panorama general del grado de participación de la muestra para la generación de contenido, además de comenzar a introducir los hábitos de publicación y consumo de texto, fotos, videos de los encuestados. Tal y como muestra la 64 Figura 9, alrededor de un tercio de los usuarios manifestó publicar casi siempre en Facebook. 20.70% 15.20% 17.40% 46.70% Todos los días Casi siempre De vez en cuando Casi nunca Figura 9. Distribución de la muestra según la frecuencia de publicación de contenido en Facebook. Elaboración propia. De ese total, un 15.2% señaló que publicaba contenido a diario. También llama la atención que casi la mitad de los encuestados (el 46.7%) declaró que lo hacía “de vez en cuando”, mientras que el 20.7% de los sujetos casi nunca publica contenido en Facebook. En términos generales, la mayor parte de la muestra no acostumbra publicar contenido a diario, lo que se contrapone al 32.6% de los entrevistados que dijo que publica contenidos tanto a diario como casi siempre. A nivel general, al responder a la pregunta 9, “¿Qué tipo de contenido publicas en Facebook?”, tres de cada diez jóvenes dijeron que principalmente compartían contenidos (34.1%), mientras que el 32.9% declaró subir más fotografías, 22.2% estados de texto y un bajo 10.8% hacía lo propio con los videos. 65 Las cifras de la Figura 10, en concordancia con lo antes descrito, muestra que la producción de video, al momento de la investigación, aún no era aprovechada al máximo por los encuestados. 34.10% 32.90% 10.80% 22.20% Fotos Videos Estados Comparto contenido Figura 10. Distribución del tipo de contenido que principalmente publican en Facebook los encuestados. Elaboración propia. Los resultados permiten conocer una ligera tendencia hacia el share o compartir contenido, que es más fácil de realizar que una producción de contenido propio, ya que se encuentra, literalmente, a un solo clic de distancia. Este cuestionamiento perfila la muestra como usuarios que interactuan con el contenido que ven en su cuenta de Facebook y funcionan como difusores de información, ya sea de entretenimiento, informativa/noticiosa o social, en sus diferentes formas (foto/video/texto). 66 La pregunta 10 hacía referencia a si los usuarios se habían enterado, mediante publicaciones de Facebook ,de acontecimientos de la ciudad donde viven. Se trató de un indicador que buscaba determinar la influencia del contenido vertido en la red social en los jóvenes de Mérida. Como se muestra en la Figura 11, ya sea todos los días o en muchas o pocas ocasiones, más del 95% de la muestra indicó haber leído noticias o sucesos ocurridos en la ciudad, lo que pone de manifiesto la gran relevancia de Facebook en la manera de enterarse de las cosas que suceden en las comunidades. Por el otro lado, un reducido número de encuestados (3%) argumentó que nunca se había enterado de nada mediante esta red social, además de que un 1.9% (dijo que no se había dado cuenta. 3.00% 1.90% 13.70% 27.40% 54.10% Todos los días En muchas ocasiones Nunca No me he dado cuenta En pocas ocasiones Figura 11. Distribución de la frecuencia de información sobre hechos noticiosos en Facebook. Elaboración propia. 67 Independientemente de si la información es verdadera o falsa, este punto confirma que las redes sociales pueden considerarse, como describen Área y Pessoa (2012), la nueva plaza pública, donde los noticiarios, reporteros, agencias de noticias, diarios e incluso ciudadanos comunes, se convierten en mercaderes u oferentes de información, que se ponen al alcance (y a un clic de distancia) de miles de personas con una cuenta de Facebook y conexión a internet, quienes deciden qué hacer con ella, si “comprar” lo primero que se les ofrece o contrastar los bienes, los productos y las calidades informativas para obtener un panorama completo del hecho o evento noticioso en cuestión. En el reactivo inmediato posterior, el 11, se pretendía indagar en los tipos de fuentes que originalmente publicaron los contenidos vistos por los jóvenes de Mérida en su feed de Facebook. Los resultados arrojaron cifras bastante parejas entre las tres opciones disponibles, que eran: un usuario común, una página de Facebook o la página de Facebook de algún noticiero. Los encuestados reconocieron a niveles muy similares las fuentes de información, pues 27% dijo que provenía de un usuario común, 29.3% de una página (no necesariamente dedicada a las noticias), y 43.7% de la fanpage de un noticiario o medio formal, establecido y dedicado a transmitir información periodística a su público, con todos los elementos que atañen al oficio, como la corroboración de los datos y la ética profesional. Lo anterior da cuenta de la creciente e importante tendencia en las redes sociales del contenido que proviene de los usuarios comunes que, aunque no necesariamente trabajen en medios o canales de difusión masiva formales, ahora son capaces de alcanzar una gran cantidad de personas. Con la pregunta 12, “¿Has notado que lo que viste publicado en Facebook aparece en otros medios”?, se pretendía conocer el impacto de los contenidos compartidos en la red 68 social, su capacidad de “brincar” a la televisión, radio o periódicos impresos de acuerdo con la relevancia, y si los encuestados recordaban haber visto ejemplos de este fenómeno. Los resultados (Figura 13) arrojaron que un tercio de la muestra se ha percatado de este tipo de “expansión” de las publicaciones, que llegan a tal grado de importancia que terminan difundiéndose en medios de comunicación formales. 4.10% de los encuestados respondieron que siempre se percatan del fenómeno, en tanto que el 35.6% mencionó haberlo visto en muchas ocasiones. 4.10% 14.40% 10.70% 35.20% 35.60% Siempre En muchas ocasiones En pocas ocasiones Nunca No me he dado cuenta Figura 13. Distribución de la frecuencia de publicación de noticias originadas en Facebook en medios formales. Elaboración propia. Aunque el 35.6% de los entrevistados respondió haber notado este “brinco” en pocas ocasiones, sigue llamando la atención que muchos contenidos originalmente 69 publicados en Facebook logren dar el gran salto hacia los medios tradicionales que incluso incluyen desde hace varios años secciones dedicadas a las fotografías, videos o comentarios más “virales” y populares de las redes sociales en general. En total, se puede decir con certeza que una tercera parte del total de encuestados recuerda esta trascendencia hacia canales de comunicación formales. La numeralia da cuenta de la preponderancia que tiene en los jóvenes meridanos la conectividad a Internet y sobre todo el uso de Facebook, que les ayuda a enterarse de más historias en menos tiempo y del hecho de que las redes sociales en muchas ocasiones rebasan a los medios de comunicación. Lejanos parecen los tiempos donde los medios marcaban la agenda y dominaban sus horarios, donde la información solo llegaba al usuario al inicio de la mañana, después de que el papel pasara por las gigantescas máquinas de prensa, o al mediodía, o por la noche, según la programación de la radiodifusora o televisora en cuestión. En la actualidad, no son pocos los medios que, por el contrario, retoman información publicada en redes sociales para nutrirse de contenido y cubrir historias que en el pasado hubieran sido más difíciles de alcanzar. El reactivo 13 fue de tipo abierto con el fin de identificar las notas e información vista en Facebook que los encuestados posteriormente vieron en medios tradicionales. Las respuestas fueron una especie de radiografía del momento, y por lógica, corresponden a contenidos publicados hasta mayo de 2016, fecha de aplicación del instrumento. Entre los principales resultados señalados por los usuarios fueron temas como la tala de árboles en el malecón Tajamar de Cancún, el terremoto en Chile, el calor de Mérida, los ganadores de los premios Nobel, la crisis en Puerto Rico, la mala administración del 70 hospital Psiquiátrico de Yucatán, así como la corrupción en el gobierno federal y estatal, y la aparición de una ballena de aleta en las playas de Progreso. Los resultados de la pregunta 14 son bastante similares a los del reactivo 8, pues al indagar sobre la frecuencia del share o compartido de contenidos en sus perfiles de Facebook, casi la mitad los jóvenes de Mérida (41.50%) manifestó que lo hacían “de vez en cuando”, mientras que un 17.40% dijo hacerlo todos los días y 21.10% casi siempre. 20% 17.40% 21.10% 41.50% Todos los días Casi siempre De vez en cuando Casi nunca Figura 14. Distribución de la muestra según la frecuencia de compartir contenidos en Facebook. Elaboración propia. Estas cifras permiten revelar una tendencia entre los usuarios de Facebook entre aquellos que lo usan todos los días y son participantes activos de la red social, aquellos que están “casi siempre” activos, además de quienes casi nunca participan o lo hacen de vez en cuando. 71 En esta pregunta es posible inferir que entre tres y cuatro de cada diez usuarios comparten contenido casi todos los días con sus amigos y seguidores, mientras que, por el contrario, un grupo de aproximadamente el 60% de las personas decide no hacerlo. En la pregunta 15, se solicitó a la muestra clasificar el tipo de contenido que se presenta en sus cuentas de Facebook. El cuestionamiento era de opción múltiple con más de una respuesta válida, por lo que los encuestados pudieron seleccionar una o más opciones de entre las siguientes: Entretenimiento, Noticias, Social y Otro. La última opción contaba con un espacio en blanco para que las personas pudieran describir el escenario que consideraban no se adecuaba a ninguna de las tres opciones previas. 7.70% 15.50% 52.80% 23.90% Entretenimiento Noticias Social Otro Figura 15. Distribución del tipo de contenido compartido en Facebook. Elaboración propia. 72 De esa manera, se pudo obtener que poco más de la mitad (52.8%) de las publicaciones que llenan los perfiles de la red social de los jóvenes de Mérida son de entretenimiento, como los videos virales, tutoriales, memes o música; un 23.9% son de tipo noticioso o informativo, como por ejemplo noticias nacionales, internacionales, o videos referentes a estos hechos noticiosos; un 15.5% manifestó ver principalmente denuncias o quejas ciudadanas, mientras que en el último quedaron otras variedades de publicaciones con el 7.7%. Como se ha mencionado anteriormente, los dos tópicos de contenido más recurrentes en Facebook son los relativos al entretenimiento y a las noticias, lo que ha convertido a la red social en la plataforma tan popular que es hoy, donde los usuarios pueden consumir en la palma de la mano lo que antes solo se veía en televisión, prensa o radio. Respecto a la pregunta 16, acerca de si Facebook es una herramienta que permite conocer el mundo, el 79.6% de los encuestados consideró que sí, mientras que el 20.4% restante dijo que no. 20.40% 79.60% Sí No Figura 16. Indicador de relevancia de Facebook para la muestra. Elaboración propia. 73 El cuestionamiento sirvió como una especie de “termómetro” o indicador del valor o importancia que los jóvenes le dan a esta red social, ya que les permite conocer diferentes partes del planeta, así como personas de diversas nacionalidades ya sea a través de fotografías o videos de perfiles o páginas de millones de personas. Ya que el elemento fundamental de la investigación era conocer el impacto de las publicaciones formales e informales en el consumo y comportamiento informativo de los jóvenes de Mérida, la pregunta 17 es una de los más importantes que ayudarán a la comprensión de este fenómeno comunicativo. 2.20% 16.70% 44.80% 36.30% Sí, todos los días Sí, en muchas ocasiones Sí, en pocas ocasiones Nunca lo he hecho Figura 17. Frecuencia de contenido compartido con fines de denuncia social en Facebook. Elaboración propia. 74 Conocer si los encuestados han utilizado Facebook para denunciar acontecimientos que ocurren en la colonia, ciudad, estado o país permite conocer una parte del rompecabezas que es el usuario en las redes sociales virtuales, pues ayuda a saber qué tanto consideran a la plataforma como un canal útil para alzar la voz y exponer las problemáticas que les quejan, ya sea de su entorno local, estatal o incluso nacional. En esta pregunta, una importante cantidad de usuarios (44.8%) dijo nunca haber denunciado nada a través de Facebook, lo que podría indicar que entre los encuestados habría miedo, desconfianza o escepticismo hacia la plataforma y sus alcances, o que no hay aún el interés suficiente para que más gente comparta lo que le sucede a través de esta red social. Por otra parte, un 55.2% de la muestra sí dijo que ha denunciado acontecimientos de su entorno en Facebook, de los cuales un 36.3% señaló que lo ha hecho en pocas ocasiones, un 16.7% en muchas ocasiones y apenas un 2.2% mencionó hacerlo siempre. Pese a que por ahora poco menos de la mitad de los jóvenes no está acostumbrados a publicar o denunciar (más allá de historias personales o de su vida cotidiana), en un balance general, las cifras indican que existe una tendencia hacia compartir más cosas en Facebook, lo que, en un futuro, permitiría generar un ecosistema con más información generada por el usuario. La pregunta 18 estaba concatenada con el cuestionamiento previo, e indagaba qué hechos habían denunciado los encuestados. La pregunta fue de tipo abierta. Entre las respuestas halladas destacan temas como política, la cartilla militar, corrupción, daños al medioambiente, contaminación y basura. En el reactivo 19, a diferencia de las dos anteriores de su tipo (pregunta 8 y 14 relacionadas con la frecuencia de la publicación y shares de los contenidos, 75 respectivamente), se percibe una clara tendencia hacia comentar “de vez en cuando” las publicaciones de Facebook, toda vez que el 42.2% de los participantes señaló hacerlo con esa frecuencia. En el caso de la gente que comenta todos los días, esta representa uno de cada diez, mientras que las personas que lo hacen “casi todos los días” equivalen a un 15.60%. A pesar de que los datos obtenidos se inclinan hacia que más personas comenten las publicaciones (67.8%), tanto en el rango entre “todos los días” y “de vez en cuando”, sobresale un destacado número de personas que comentan “muy rara vez” (24.1%) y “nunca” (8.10%). 8.10% 10% 15.60% 24.10% [VALOR] Todos los días Casi todos los días De vez en cuando Muy rara vez Nunca Figura 18. Distribución según la frecuencia de comentarios de la muestra en Facebook. Elaboración propia. 76 Si se analiza a detalle, la muestra de la presente investigación se perfila con un porcentaje de participación diaria que ronda entre el 10 y 15%, en tanto que la gente que lo hace de vez en cuando oscila entre los 40 y 43%. En ese sentido, la forma en la que los jóvenes de Mérida se involucran con los contenidos que aparecen en su inicio de Facebook, se podría calificar de mesurada, lo cual daría indicios del impacto que han tenido las publicaciones tanto formales como informales en los sujetos de investigación. La pregunta 20 del cuestionario sirvió para clasificar a la muestra de acuerdo con el tipo de usuarios de Facebook que se considera. Esta fue una de las tres preguntas de tipo escala implementadas en el instrumento (las demás fueron la 24 y 25), en la cual los encuestados indicaban del 1 al 4 (o hasta el 5, según fuera el caso) qué tanto se identificaban con la valoración propuesta por el investigador. 22.96% 42.59% 5.55% 21.48% 7.40% Consumidor de información Comentarista de información Difusor de información Productor de información Inválidos Figura 19. Distribución de la muestra según su auto-clasificación como usuarios de Facebook. Elaboración propia. 77 En este caso, se relacionaba con los diversos tipos de usuario de la red social, basados en el modelo construido en el presente trabajo para operacionalizar el comportamiento de las personas con respecto a la información que aparece en el feed de Inicio o Noticias. Las cuatro categorías contempladas eran consumidor, comentarista, difusor y productor de información. Estos resultados son de mucha utilidad ya que, además de presentar un panorama general de los usuarios y su relación con las publicaciones que veían, abrían a los entrevistados la posibilidad de responder sin elegir necesariamente una sola respuesta. Es importante señalar que, ya sea por falta de atención tanto de los jóvenes como del encuestador, en estas tres preguntas de tipo escala, entre 15 y 22% del total de los usuarios no contestó correctamente, ya sea por haber marcado con una x, utilizar el mismo número varias veces o solo llenar uno de los cuatro necesarios, por lo que sus respuestas se consideran inválidas y fueron descartadas de los resultados finales. Para futuras investigaciones convendría expresar con mejor claridad los formatos de llenado del instrumento para evitar perder respuestas de los encuestados. En esta pregunta en particular, 62 cuestionarios fueron inválidos (aproximadamente 22.96% del total de los entrevistados). Del nuevo total de la muestra, poco menos de la mitad (42.59%) de las personas se consideraron a si mismas principalmente consumidores de información; en un segundo lugar quedaron los difusores de información (21.48%), mientras que en tercero y cuarto terminaron los comentaristas y productores de información, con un 7.40% y 5.55%, respectivamente, tal y como aparece en la Figura 19. De acuerdo con los datos obtenidos, se puede apreciar que aproximadamente cinco de cada diez usuarios se identifica a sí mismo como consumidor de información, dejando en el rezago la producción de la misma. Esto señala que el grupo de encuestados aún no 78 está acostumbrado a tomar un rol activo en la generación de contenido a través de Facebook, y se dedican, sobre todo, a leer y compartir las publicaciones. La pregunta 21 del instrumento, de opción múltiple con una sola respuesta válida, fue diseñada con el fin de clasificar a la muestra y definir sus tendencias en el contexto de la producción de información y contenido de interés general. 12.60% 18.90% 7.00% 61.50% Lo ignoras Te detienes a observar, pero sigues tu camino Te detienes y tomas fotografías y/o videos Te detienes, tomas fotos/videos y los compartes en redes Figura 20. Distribución de las acciones de la muestra en caso de un potencial caso de denuncia ciudadana. Elaboración propia. En la redacción de la misma, se planteó al encuestado un escenario: mientras caminaba por la calle sería testigo de un accidente vial o la detención de una persona. Después, se le preguntaba cuál sería su reacción ante dicho acontecimiento. Más de la mitad de las personas, específicamente seis de cada diez (61.5%), dijo que se detendría a observar, pero seguiría su camino. Le siguió el 18.9% que ignoraría lo 79 sucedido, el 7% que se detendría a tomar fotografías y/o videos; y un 12.6% que sí se detendría para grabar y/o tomar fotos y compartirlas en Facebook. Datos obtenidos con este cuestionamiento revelan que persiste una falta de interés en los usuarios encuestados por convertirse en una especie de “reportero ciudadano” y difundir los sucesos que se les presenten, por lo que no necesariamente el hecho de estar expuestos a una buena cantidad de contenido informativo/noticioso incentivará la producción por parte de los sujetos de investigación. De esta manera, se puede observar que todavía queda una larga brecha para hacer que las personas adopten un rol más participativo y de involucramiento con las herramientas digitales para beneficio de sus comunidades. En el caso de la pregunta 22, de tipo abierta, se pretendía determinar si los encuestados le habían dado me gusta a páginas de noticieros o sitios de noticias, además de identificar los mismos. Entre los medios destacan fuentes locales, nacionales e internacionales, como Alemania, Inglaterra y Estados Unidos. También destacaron a “Telesur”, “Sipse”, “Unonoticias”, “Diario de Yucatán”, “El Informador”, “CNN”, “Playground”, “Aristegui”, “Por Esto!”, “Rompeviento”, “Yucatán al minuto” y “Reporteros Hoy”. En la pregunta inmediata posterior, la 23, que también fue abierta, se cuestionaba a los participantes acerca de si de algún grupo ciudadano en Facebook que se dedique a compartir noticias o acontecimientos de interés para los demás miembros de la agrupación, sin embargo, esta opción no tuvo buena respuesta de las personas. Aproximadamente una docena de encuestados hizo referencia a grupos vecinales de Ciudad Caucel y las Américas, otros jóvenes al “Qué todo Mérida se entere”, aunque hubo 80 quien habló de Físicos de México y de “Cosmonavis”, una sociedad astronómica de Yucatán. En la pregunta 24 se tocó el tema de la utilidad de los medios de comunicación para informar a los jóvenes, formulada en términos de “¿Con qué medio consideras que te informas más?”. El número 1 representó el que más los informa y el 5 el que menos. En este reactivo hubo 228 respuestas válidas, que representan al 84.44% del total de encuestados. Al respecto, resulta interesante apreciar que más de una cuarta parte de los jóvenes (tres de cada diez) declaró informarse principalmente a través de Facebook, dejando atrás a medios como los programas de televisión (19.26%), periódicos (15.56%) y programas de radio (3.70%). 15.56% 15.92% 19.26% 32.23% 13.33% 3.70% Periódicos Programas de televisión Programas de radio Periódicos digitales Publicaciones de Facebook Inválidos Figura 21. Distribución de la muestra según el medio de comunicación en el que se informan más. Elaboración propia. 81 Si a las personas que respondieron que se informan más con las publicaciones de la red social se le suman quienes contestaron que lo hacían con periódicos digitales, que suben prácticamente todo su contenido a redes sociales como Facebook, la cifra aumenta a casi la mitad de los encuestados, con 45.56%. En términos generales, las cifras permitieron confirmar la prevalencia de Facebook como medio de información entre el sector juvenil de Mérida. La pregunta 25 pretendía hacer una “radiografía” de los medios más cercanos a la verdad según los usuarios encuestados. En este apartado las opciones disponibles eran: periódicos, programas de televisión, programas de radio, periódicos digitales y publicaciones de Facebook. El número 1 representó el más veraz y el 5 el que menos lo es. En ese apartado hubo 41 respuestas inválidas que representan un (15.18% de la muestra original), dejando únicamente 229 usuarios para trabajar. Del total de respuestas, sobresale el hecho de que, a pesar de que la mayoría de los jóvenes dijo informarse vía Facebook, más de la mitad de la muestra respondió que le creía más a los medios tradicionales. En ese respecto, 34.45% calificó a los periódicos como el medio o canal de información con más credibilidad, 18.52% hizo lo propio con los programas de televisión y 5.56% con los programas de radio. Por otro lado, apenas el 15.18% del grupo de jóvenes encuestados calificó a las publicaciones como creíbles. Lo anterior indica que la muestra desconfía de lo que ve en su sección de noticias y que no cree a la primera todo lo que aparece en ella. 82 15.18% 34.45% 15.18% 11.11% 18.52% 5.56% Periódicos Programas de televisión Programas de radio Periódicos digitales Publicaciones de Facebook Inválidos Figura 22. Distribución de la muestra según el medio de comunicación con mayor credibilidad para los usuarios. Elaboración propia. Finalmente, la pregunta 26 tenía como objetivo establecer el grado de fiabilidad de las publicaciones de Facebook para el grupo encuestado mediante la elección de una respuesta de entre cinco posibles alternativas. Pese a lo joven de la muestra, casi seis de cada diez personas (57.8%) afirmaron que corroboran la información con otra fuente para comprobar su veracidad. También, un 18.1% cree “en pocas ocasiones” que lo que dicen las mismas es verdad, mientras que un 7.8% nunca confía en algo que aparece en esta red social. De manera global, apenas un 15% de los 270 entrevistados confiaba ya sea en muchas ocasiones o siempre en la credibilidad de las publicaciones, lo que indica que, a pesar de la proliferación de los contenidos en esta plataforma, entre los entrevistados 83 mantienen un nivel de escepticismo hacia los mismos, ya que la gran mayoría de ellos duda de lo que le aparece en su pantalla de Inicio. 7.80% 2.60% 13.70% 18.10% 57.80% Siempre En muchas ocasiones Corroboro la información con otra fuente En pocas ocasiones Nunca Figura 23. Distribución de la muestra según la credibilidad de las publicaciones de Facebook. Elaboración propia. En una era marcada por el concepto de las fake news o noticias falsas, buena parte de los sujetos de estudio de esta investigación podrían ser considerados mesurados a la hora de consumir información en Facebook, tal y como señalan datos de la pregunta previa. 84 Conclusiones 85 Vivimos en una era de transformaciones, en la que las redes sociales y la rapidez de la información han modificado prácticas comunicativas que hasta hace tres décadas eran comunes como leer el periódico y enviar cartas. Cada vez más personas tienen acceso a Internet, a un teléfono inteligente y redes sociales como Facebook en las que pueden entretenerse, informarse y estar más cerca de sus seres queridos. Ante este panorama, la investigación en comunicación cobra especial relevancia, ya que será la encargada de estudiar la apresurada realidad que experimentamos y darla a conocer al mundo. Bajo ese esquema, el presente trabajo fue planteado, desde su inicio, como una pieza del gran rompecabezas que permita conocer, a grandes rasgos, la información presente en social media y sus repercusiones en jóvenes de Mérida, Yucatán, específicamente en Facebook. Tras varios meses de investigación, entre revisión de literatura, problematización, elaboración de marco teórico, diseño metodológico, aplicación de instrumentos, así como la sistematización y análisis de datos, a continuación se presentan las conclusiones generales del proyecto, cuyo objetivo general era investigar el impacto de las publicaciones noticiosas formales e informales presentes en los sujetos de estudio previamente descritos. Para facilitar la lectura, inicialmente se responderán los objetivos específicos de la tesis para finalmente cerrar con la respuesta a la pregunta central del trabajo. Al presentarse de lo particular a lo general, se busca responder los cuestionamientos de la manera más precisa posible. El primer objetivo específico planteado fue “Identificar el tipo de contenido noticioso presente en las cuentas de Facebook de los jóvenes de Mérida, Yucatán”. 86 En ese sentido, datos obtenidos con la encuesta años permitieron conocer que 43.7% de las publicaciones de noticias vistas por los encuestados provenían de la página de Facebook de algún noticiero o sitio de noticias; en segundo lugar, con 29.3%, quedó la fuente de una página de Facebook no necesariamente dedicada en las noticias, mientras que en tercera posición y no tan rezagado, quedaron los usuarios sin formación periodística, con un 27%, lo que define un panorama en el cual las noticias o contenido informativo del feed o Inicio de los encuestados se reparten en una mezcla casi balanceada entre medios formales y medios informales. Es de destacar que la fuente del “usuario común” no esté tan despegada de las otras dos, es un indicador de la tendencia creciente del contenido generado por personas que no necesariamente se desempeñan en medios de comunicación tradicionales y que ahora son capaces de alcanzar una gran audiencia por las características de Facebook. Al explorar los hechos o acontecimientos que los jóvenes recordaron haber visto en la red social, se encontraron temas de índole noticiosa como las marchas o manifestaciones que “medios no cubren o dicen lo que les conviene” (Cuestionario 201), así como tópicos ambientales, sociales, de política, economía y hasta la aparición de la ahora célebre ballena de aleta en el malecón de Progreso. Entre los medios citados por los participantes destacaron “Telesur Yucatán”, “Grupo Sipse”, “Unonoticias”, “Diario de Yucatán”, “El Informador”, “CNN”, “Playground”, “Aristegui”, “Por Esto!”, “Rompeviento”, “Yucatán al Minuto” y “Reporteros Hoy”, lo que muestra una amalgama de fuentes tanto locales como nacionales e incluso internacionales, y evidencia una vez más que la forma de consumir noticias y contenido informativo ha cambiado con respecto al pasado, cuando se acostumbraba comprar y leer un periódico al día o ver un únicamente un noticiario de TV con un 87 determinado de notas en horarios específicos. Son los propios usuarios quienes tienen ahora la posibilidad de construir su propio feed informativo con temas que les interesen y que puede ser modificado en cualquier momento. El segundo objetivo específico pretendía “Clasificar el tipo de contenido que aparece en las cuentas de Facebook de los jóvenes de Mérida, Yucatán”. Para su respuesta, se pidió a los encuestados identificar los tipos de contenido que más aparecían en su sección de Noticias de Facebook. En ese sentido, se encontró que una cuarta parte de la muestra (25.9%) identificó como el contenido más recurrente aquello que publicaban o compartían sus amigos. Este dato cobra sentido cuando se entiende que como red social, tal y como se sustentó en el marco teórico, fue diseñada para vincular a las personas entre sí, antes que informarse o recibir publicidad. No obstante, es ampliamente destacable que el segundo tipo de publicaciones más vistas por la muestra sea de corte noticioso e informativo (20.6%), pues confirma que, para los jóvenes, los dos principales fines de Facebook son estar en contacto con las amistades e informarse de sucesos que ocurren a nuestro alrededor. El tercer objetivo específico, que pretendía “Estudiar el comportamiento virtual y no virtual de los jóvenes de Mérida, Yucatán, frente a los contenidos que veían en sus perfiles de Facebook”, puede responderse con una serie indicadores que permiten hacer un mapeo general de la muestra con respecto a la trascendencia de los contenidos hacia la vida real, su importancia en el consumo informativo de los jóvenes, la frecuencia de los compartidos y sus temáticas, así como los medios o canales informativos con los que consideran que se informan más. 88 Entre los resultados más sobresalientes se encuentra el hecho que casi siete de cada diez personas habían platicado cara a cara de publicaciones que leyeron en la red social. Ya sea todos los días o en pocas ocasiones, es un indicador de la relevancia y trascendencia que Facebook tiene entre los jóvenes de Mérida. De igual forma, se encontró que más del 95% de la muestra había leído noticias o sucesos ocurridos en su ciudad. Ya en el desglose, se halló que el 13.7% se entera a diario de estos sucesos, un 54.1% en muchas ocasiones y un 27.4% en pocas ocasiones. En lo que respecta a si los usuarios habían compartido contenido en Facebook para denunciar acontecimientos o hechos de su colonia, ciudad, estado o país, el presente trabajo permitió conocer que una importante cantidad (44.8%) dijo nunca haberlo hecho, a diferencia del 55.2% que dijo que sí había expuesto situaciones de su entorno. Sobre las reacciones de los encuestados ante un hipotético escenario de ser testigo, en la calle, de un accidente de tránsito o la detención de una persona, sobresale que aproximadamente seis de cada diez se detendrían a observar lo ocurrido, pero luego seguiría su camino; y solo uno se detendría a tomar fotografías y/o videos para compartir en Facebook. Lo anterior indica que aunque la red social es importante para los usuarios a la hora de informarse, muy pocos se aventuran a ejercer un rol más activo dentro de la producción de contenido y se inclinan más a ser receptores de información. Por lo que toca al objetivo general del trabajo, que se propuso “Investigar el impacto de las publicaciones noticiosas formales e informales presentes en Facebook en el comportamiento y consumo informativo de los jóvenes de Mérida, Yucatán”, se puede establecer que, si bien sí existe un impacto, este aún no es tan significativo como la investigación planteó en un principio. Con todo y que se aprecia que las publicaciones 89 noticiosas de Facebook son el segundo tipo de contenido más frecuente después del entretenimiento y el principal medio con el cual se informan los entrevistados, queda todavía mucho camino por recorrer para involucrar al joven meridano en la producción informativa. Y es que como evidencian los resultados de la pregunta 20, que pretendía que los encuestados se definieran como consumidores, comentaristas, difusores o productores de información, la mayoría (55.29%) de los jóvenes todavía se considera a sí misma como consumidora, seguido del 28.88% que se reconoce como difusor, el 9.61% como comentarista y apenas un 7.21% como productor de información. Estos datos, concordancia con lo señalado anteriormente, permiten concluir que, pese a que las publicaciones noticiosas tanto formales como informales en Facebook han modificado la manera en cómo los jóvenes de Mérida, Yucatán consumen información, las limitaciones de espacio y tiempo propias de toda investigación impiden conocer más aristas de este fenómeno comunicativo. Y aunque debido al diseño metodológico aquí desarrollado se limitó a investigar un grupo de edades determinado, ello no limita a futuros investigadores realizar el mismo análisis modificando variables como las edades, lugares de origen y/o escolaridad. Entre los hallazgos que valdría la pena profundizar en futuros estudios de tipo explicativo-causal sobresalen: ¿Por qué los usuarios no publican tanto contenido en Facebook? ¿Qué factores se los impiden? ¿Por qué la mayoría de los jóvenes se limita solo a consumir información? ¿Por qué la mayoría no grabaría en la calle? ¿Qué barreras los hacen desistir de dicha práctica? ¿Son motivos de seguridad, falta de tiempo, interés o conocimiento técnico de la red social o los smartphones?. 90 Es innegable que la rapidez con la que día a día surgen cambios en las redes sociales como Facebook pone en desventaja a los investigadores de social media con respecto a los de otras ramas. Esto ocasiona que las dinámicas y aplicaciones que conocíamos, por ejemplo, hace cinco años, sean totalmente diferente a las que vemos actualmente. Por tal razón, y como sugerencia para las futuras generaciones de tesistas, se sugiere delimitar con precisión los tiempos del estudio para así tener un retrato fiel de los procesos existentes, en vez de optar por investigaciones de tipo cronológico, salvo que estas sean de tipo documental o histórico. Para finalizar, se puede concluir que si bien el grupo analizado no mostró una gran cantidad de jóvenes productores de información, es probable que en los próximos años exista una tendencia creciente a explotar más las herramientas y alcance que ofrece Facebook, por lo que será importante poner en marcha una alfabetización mediática que permita encauzar a los usuarios a generar contenido útil, veraz y sin sesgos, a fin de que más ciudadanos confíen en el contenido publicado en esta red social. 91 Referencias Aguirre, P. y Casco, J. (2015). 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Instrumento de investigación 98 ENCUESTA SOBRE USOS, HÁBITOS Y ACTITUDES DE FACEBOOK Hola, soy estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social de la UADY y actualmente desarrollo una investigación para conocer las actitudes y comportamiento de los jóvenes en Mérida en relación a las publicaciones que observan en la red social Facebook. Agradeceré mucho si pudieras regalarme unos minutos de tiempo para contestar este breve cuestionario. Es muy importante que contestes de la manera más sincera. Si tienes alguna duda, pregunta al entrevistador. Los datos que proporciones aquí son confidenciales. Marca el inicio que mejor se adapte a tu respuesta 1. Edad: 2. Sexo: 3. ¿Desde cuándo tienes cuenta de Facebook? A) Este año B) El año pasado C) Hace dos años D) Más de tres años 4. ¿Qué tan frecuentemente utilizas Facebook? A) A diario B) Tres a cinco veces a la semana C) Dos a tres veces por semana D) Un día a la semana 5. ¿Qué clase de contenido dirías que aparece más en tu sección de noticias? Márcalo con una X. (Puedes escoger más de uno) A. B. C. D. E. Entretenimiento (Videos virales/tutoriales/memes/música) ___ Informativo (Noticias nacionales/internacionales/videos informativos) ___ Lo que publican/comparten mis amigos ___ Publicaciones de páginas a las que les he dado like ___ Publicidad ___ 99 6. Marca con una X los tipos de publicaciones que consideres aparecen más en tu sección de noticias. (Pueden ser más de uno) A. B. C. D. E. F. G. Fotos de páginas ___ Fotos de páginas compartidas por amigos ___ Fotos subidas por amigos ___ Videos subidos por amigos ___ Videos subidos por amigos de amigos ___ Videos subidos por páginas ___ Videos subidos por páginas y compartidos por amigos ___ 7. ¿Lo que has visto publicado en Facebook ha sido motivo de conversación entre las personas que conoces, fuera de la red? A) Siempre B) En muchas ocasiones C) En pocas ocasiones D) Nunca E) No me he dado cuenta 8. ¿Qué tan frecuentemente publicas contenido en Facebook? A) Todos los días B) Casi siempre C) De vez en cuando D) Casi nunca 9. Cuando lo haces, ¿qué tipo de contenido publicas? A) Fotos B) Videos C) Estados D) Comparto contenido 10. ¿Te has enterado de acontecimientos de tu ciudad o colonia mediante publicaciones en Facebook? A) Todos los días B) En muchas ocasiones C) En pocas ocasiones D) Nunca E) No me he dado cuenta 11. Respecto a la pregunta anterior, las publicaciones con las que te enteraste de dichos acontecimientos provenían de: A) Un usuario común B) Una página de Facebook C) La página de Facebook de algún medio formal (noticiero B) o canal de noticias) 100 12. ¿Has notado que lo que viste publicado en Facebook llega a aparecer en periódicos impresos, periódicos digitales, programas de televisión o programas radiofónicos? A) Siempre B) En muchas ocasiones C) En pocas ocasiones E) No me he dado cuenta D) Nunca 13. ¿Recuerdas alguno(s) de estos contenidos/acontecimientos? Descríbelo aquí. Si tu respuesta en no, por favor pasa a la siguiente pregunta. 14. ¿Qué tan frecuentemente compartes contenidos (fotos/videos/estados/publicaciones en Facebook? A) Todos los días B) Casi siempre C) De vez en cuando D) Casi nunca 15. Si pudieses catalogar ese contenido que compartes, dirías que es de tipo: (Marca con una X. Puede ser más de uno) A) B) C) D) Entretenimiento ___ Noticias ___ Social (para denunciar alguna situación) ___ Otro _______________ 16. ¿Consideras que Facebook es una buena herramienta para conocer el mundo que te rodea y estar más enterado de lo que sucede en él? A) Sí B) No 17. ¿Has compartido algún contenido en Facebook para denunciar cosas que ocurren o que no te parecen de tu colonia, ciudad, estado o país? A) Sí, todos los días B) Sí, en muchas ocasiones C) Sí, en pocas ocasiones D) Nunca lo he hecho 101 18. Si es así, y las recuerdas ¿sobre qué eran? Descríbelas. Si tu respuesta es no, por favor pasa a la siguiente pregunta. 19. ¿Con qué frecuencia comentas publicaciones? A) Todos los días B) Casi todos los días D) Muy rara vez C) De vez en cuando E) Nunca 20. Si tuvieras que clasificarte como usuario de Facebook. ¿Cómo lo harías? Enuméralo del 1 al 4, siendo el 1 el que más te represente y 4 el que menos lo haga. A) B) C) D) Consumidor de información ____ Comentarista de información ____ Difusor (Compartir) de información ____ Productor de información ____ 21. Supongamos que vas caminando por la calle y te encuentras con un accidente vial o detención de una persona. ¿Cuál sería tu reacción? Escoge solo una. A) B) C) D) Lo ignoras ( ) Te detienes a observar, pero sigues tu camino ( ) Te detienes y tomas fotografías y/o videos ( ) Te detienes, tomas fotografías y/o videos y los compartes en redes ( ) 22. ¿Le has dado like en Facebook a los perfiles de noticieros o sitios de noticias? Si es así, menciónalos. 23. ¿Conoces grupos ciudadanos en Facebook que se dediquen a compartir noticias o acontecimientos de interés para las demás personas? Si es así, enuméralos. 24. ¿Con qué medio consideras que te informas más? Entendiéndolo como el que hace que te enteres de lo que sucede a tu alrededor. Enuméralo del 1 al 5, siendo 1 el que más te informe y 5 el que menos lo haga. A) B) C) D) E) Periódicos ____ Programas de televisión ____ Programas de radio ____ Periódicos digitales ____ Publicaciones de Facebook ____ 102 25. ¿A qué medio o canal le crees más la información que manejan? Enuméralo del 1 al 5, siendo 1 al que más le creas y 5 al que menos le creas. A) B) C) D) E) Periódicos ____ Programas de televisión ____ Programas de radio ____ Periódicos digitales ____ Publicaciones de Facebook ____ 26. Cuando ves una publicación acerca de noticias en Facebook, ¿crees que lo que dice es verdad? A) Siempre B) En muchas ocasiones C) Corroboro la información con otra fuente D) En pocas ocasiones E) Nunca Muchas gracias por tu participación, que tengas un excelente día. 103