EL CAPITALISMO: -Hacia una redefinición:

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EL CAPITALISMO:
-Hacia una redefinición:
Definiremos al capitalismo como un fenómeno complejo con manifestaciones en
diferentes dimensiones de la realidad, que dio lugar a una amplia gama de significados.
Origino extensos debates entre diversas corrientes de pensamiento en torno a planos
teórico-metodológicos y también ideológico–políticos.
El capitalismo es considerado como un sistema cuyo funcionamiento está regido por leyes
del mercado, basadas en la libre empresa y en la iniciativa individual. También se
categoriza como un fenómeno presente en las sociedades urbanas e industrializadas, en
las que el poder político y el ejercicio de la dominación se encuentra centrado en un
Estado nacional. Son capitalistas las sociedades modernas en las que predominan las
libertades individuales con movilidad social divididas en clases, pero debemos entender
que estos significados son parciales.
La particularidad del capitalismo moderno reside en la convergencia de ambos
fenómenos, la industrialización y el Estado, como sus componentes. Para Marx: “El
capitalismo no es reductible ni a lo económico ni a los político, ni a lo social”. Es un
fenómeno social integral, en el que las relaciones sociales asumen la forma de relaciones
entre propietarios y no propietarios de los medios de trabajo. En las sociedades que
prevalece este tipo de vínculo el móvil central es la producción, apropiación y la
acumulación de riquezas.
-El capitalismo: Un concepto y un desarrollo histórico
El capitalismo es una forma de organización social basada en la producción de
mercancías, en la acumulación de riquezas en manos de particulares y en la existencia de
un mercado mundial integrado. EL trabajo libre, asalariado y la propiedad privada de los
medios de producción son sus categorías básicas. Estas llevan a la separación del
productor de sus instrumentos de trabajo y del producto de su trabajo; separación
definitiva del capital del trabajo de la figura del trabajador.
El capitalismo se enciende para re-unirse a través de una relación social entre el obrero y
el capitalista, “La radicación de esta separación del trabajador directo de sus medios de
producción, llega a su culminación con el capitalismo, en el que el obrero queda reducido
a simple fuerza de trabajo pudiendo añadirse que, inversamente, la propiedad se
transforma en un dominio de los medios de producción divorciado del trabajador”
Hobsbawn.
Para Marx la sociedad es un todo: una configuración integrada por diferentes niveles en la
que la producción es la dimensión fundante de lo social, para que una sociedad exista los
individuos deben reproducirse como tales.
La producción material que constituye la estructura económica incluye al trabajo como la
“actividad creadora y transformadora” por excelencia, mediante la cual las personas
obtienen de su medio natural y cultural los elementos necesarios para su vida, las
personas van estableciendo relaciones entre ellos, la “producción de la vida” es social.
La mercancía es la forma concreta que adopta el resultado del trabajo y al mismo tiempo
expresa las relaciones sociales de producción que esa clase de trabajo requiere,
formando así, la base de la sociedad, la estructura sobre la que se va configurando la otra
dimensión social, la superestructura jurídica, política e ideológica. Base y superestructura
definen el modelo de sociedad y este no es otra cosa que lo que se deriva de un modo de
producción.
Las relaciones de producción son la forma de relaciones entre propietarios aparentemente
iguales que intercambian sus productos: propietarios de producción, de instrumentos y
materia prima y propietarios de la fuerza de trabajo. Estos últimos son trabajadores
“libres”, libres en sentido que no están sujetos territorialmente al dominio de ningún señor
y libres por no poseer ninguna propiedad, “desnudez total” lo único que poseen es su
capacidad de trabajo, su “fuerza de trabajo”.
La separación del productor de su producto y de sus instrumentos comienza en el mundo
feudal.
Alrededor del siglo XI, con el resquebrajamiento del mundo feudal, con la disolución del
vasallaje y la descomposición del feudo como unidad social, económica y política, la
actividad productiva se fue trasladando del campo a la ciudad. “Producción artesanal” el
trabajador fabrica productos en su domicilio por encargo, el trabajador se irá
transformando en un productor independiente que producirá y venderá su producto. Los
instrumentos de producción, sus habilidades y su producto son aun de su propiedad.
Entre el siglo XIII y XIV, con la intensificación del comercio y el crecimiento de la
población urbana, el productor delegara la venta de sus productor en el mercader, quien
concentra la producción de diferentes trabajadores y las vende en el mercado
aprovechando la diferencia de precio entre compra-venta para obtener sus ganancia
extendiendo así los límites del mercado cada vez más lejos.
A partir del siglo XV, las innovaciones científicas, los descubrimientos de territorios y la
circunnavegación de África, la colonización de América y de los mercados chinos e indios,
dieron al comercio un nuevo impulso: el desarrollo del comercio de ultramar. El
crecimiento de mercados crecía y la demanda de productos iba en aumento por lo que no
alcanzaba la producción manufacturera o artesanal. La tecnología y la ciencia introdujeron
la maquina a vapor que revoluciono la producción por lo que la gran industria sustituye a
la manufactura. Los productores independientes no resisten la competencia y se
transforman en obreros industriales, la “economía del mercado” comienza a
transformarse, así, en “economía capitalista”.
En los siglos XVIII y XIX culmina esta transformación con dos grandes revoluciones que
dieron sustentos políticos, jurídicos y tecnológicos a la conformación del capitalismo
moderno:
1. Revolución Francesa: (Siglo XVIII) Libero a los individuos de las relaciones de
propiedad personal, disolviendo los lazos de sujeción y vasallaje, estableciendo la
igualdad y la libertad de las personas.
2. Revolución Industrial: (Siglo XIX) Posibilito el salto cualitativo para el desarrollo de
la producción a gran escala.
Concluyendo así, la transformación de la producción en un “gran arsenal de mercancías”,
convirtiendo a la fuerza de trabajo en una mercancía más, que es vendida y comprada.
-El valor del trabajo y el trabajo como valor:
Las relaciones sociales en el capitalismo aparecen como relaciones entre iguales (desde
lo jurídico). Para que estas relaciones se cumplan el trabajador debe vender su fuerza de
trabajo, no su persona, vende su potencia, capacidad y habilidad por una cantidad de
tiempo determinado. El trabajo es la actividad que realiza el ser humano con la ayuda de
instrumentos-herramientas para transformar, en un tiempo y espacio, un objeto en
producto. El trabajo combina dichos elementos y los transforma en un objeto
cualitativamente diferente a sus componentes que son, a su vez, resultado de trabajos
realizados anteriormente.
Cuando los productos son consumidos o usados por su productor, estos solo son objetos
útiles, son valores de uso. Pero si lo producido por el trabajador no le pertenece y su
destino es ser vendido en el mercado, el producto contiene, además de un valor de uso,
un valor de cambio. Este valor revela el contacto con otros productos.
El trabajador vendió su fuerza de trabajo, lo que el productor compro por su valor
equivalente en dinero. Entonces ¿Cómo se desarrolla la acumulación del capital? “Trabajo
no remunerado”, el secreto de la producción capitalista reside en el proceso de trabajo, el
trabajador produce más valor que por el que fue comprado. El trabajador ha vendido su
fuerza de trabajo por un determinado valor, que le estima medios de vida indispensable
para poder, al día siguiente, continuar con sus tareas, pero a lo largo de su jornada
produce un valor superior al que ha sido comprado. La diferencia entre el valor que ha
producido y el valor al que ha sido comprado es la ganancia del propietario de los medios
de producción.
Si el trabajador en un tiempo determinado produjera un volumen de productos equivalente
a su salario, podría dar por terminada su jornada laboral, pero no, debe seguir trabajando,
lo que produzca de ahí en más no le será recompensado. Esa cantidad adicional de
productos creados y no remunerados representa la ganancia del propietario del capital, es
el “plus-valor” o “plus-valía” de su trabajo.
La apropiación de la creación da un valor adicional que se genera en el proceso de
producción, por parte del capitalista es lo que posibilita la acumulación y re producción del
capital. El capitalismo se caracteriza, entonces por la apropiación plus-valor, es el motor
de su funcionamiento. La continuidad del capitalismo se centra en el aumento permanente
de la productividad del trabajo, con el fin de obtener cada vez mayor ganancia. La
interdependencia de los mercados para que las mercancías se venden con mayor
celeridad y convertirse así en capital se profundiza, por lo que decimos que la
productividad y el mercado son los elementos indispensables para el sostenimiento del
capitalismo.
Es imposible concebir el desarrollo del capitalismo sin las revoluciones tecnológicas, los
cambios de habilidades y capacidades de la fuerza de trabajo más la interdependencia
del mercado mundial. No es posible concebir una nación capitalista son comercio exterior.
A partir del siglo XX el mundo se ha convertido en una inmensa “aldea global” de la mano
de la revolución científico-tecnológica, las sociedades en general y las economías y
mercados en particular se han vuelto más interdependientes. Los procesos de producción,
los métodos y la organización del trabajo se han automatizado a tal punto que van
sustituyendo y desplazando al trabajador asalariado. El mundo del trabajo requiere una
fuerza de trabajo con habilidades y capacidades basadas más en el desarrollo del
conocimiento que en el uso de destrezas técnicas. La desocupación crece, la exclusión se
multiplica, la riqueza se concentra y la brecha social es cada vez mayor.
El capitalismo ha entrado en una fase de su desarrollo y no constituye el inicio de su final,
pero se pone en duda si se consideran los efectos de la automatización sobre los
procesos de ser el fundamento del plus-valor paso a ser un elemento de control y
supervisión, las maquinas por sí mismas no crean valor.
Está desapareciendo el trabajo asalariado, creador de los valores de cambio, propio del
capitalismo industrial. Podría ser el fin de una forma de trabajo, en tanto a actividad, en
tanto a forma de hacer y de concebir el trabajo, ya que el trabajo como tal seguirá
persistiendo.
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