Canales de comunicación. Soluciones llevadas a cabo anteriormente Estudio y diagnóstico en el Modelo de Psicología Cognitiva conductual CONTENIDO 1. El canal de comunicación. El sistema de comunicación. 2. Bibliografía. Canales de comunicación. Soluciones llevadas a cabo anteriormente | 3 El canal de comunicación Es el medio físico por el cual se transmiten las señales que llevan la información y, por ello, es el tipo de señal o código el que define el canal que se utilizará. En el caso de la entrevista clínica el medio más habitual es el aire, dado que la entrevista es, sobre todo, oral, aunque se pueden utilizar otros canales, como el papel para la realización de una encuesta estructurada, una pantalla de un ordenador o un circuito cerrado de TV. Si tenemos en cuenta que en un intercambio comunicacional no solo nos interesa el lenguaje verbal, ya sea este oral o escrito, utilizamos el mismo canal con varios códigos distintos: observamos a nuestro interlocutor y recibimos sus gestos y posturas, es decir, todo aquello que constituye la comunicación no verbal, que nos sirve para reemplazar las palabras, repetir lo que se está diciendo, poner más énfasis en el lenguaje verbal o contradecir el mensaje verbal. Es en el canal donde se producen los ruidos, las interferencias que dificultan la comunicación El sistema de comunicación Un sistema es un conjunto de objetos y las relaciones que se establecen entre ellos y entre sus propiedades. En el sistema de comunicación, los objetos son las personas que interactúan (que se relacionan), alternando en los papeles de emisor y receptor, y sus propiedades son sus conductas. Hay además canales de comunicación, las vías por las que la información se transmite entre los sujetos. En el sistema de comunicación, por ello, no es solo importante el mensaje, sino también la relación entre las personas y entre estas y el ambiente. Los elementos los siguientes: que conforman el sistema son • El emisor (en la entrevista clínica, el paciente) es el interesado en comunicar algo, el que busca ayuda o una respuesta a su situación. Para que su mensaje sea interpretado adecuadamente es fundamental la motivación, el deseo de mejorar, y la conciencia de enfermedad. Es inevitable que influyan en la respuesta del examinador todas las variables que constituyen el lenguaje no verbal. Habitualmente hay un único entrevistador, pero puede haber más si el caso lo requiere; o haber otras personas, como refuerzo de seguridad o personal sanitario en formación, que, no interviniendo directamente en el examen, sí lo condicionan por su mera presencia, y forman parte, en este caso, del contexto. • El receptor (el entrevistador) es el que escucha y de él el emisor espera una respuesta. Su presencia física, su personalidad, su actitud durante la entrevista y su motivación y, por supuesto, su formación técnica y su experiencia, condicionarán la evolución de la entrevista y la posibilidad de obtener la información necesaria para establecer un diagnóstico preciso y elaborar un plan terapéutico adecuado. Es fundamental, a tal fin que conozca el lenguaje no verbal y esté entrenado en su control para disminuir sus respuestas emocionales no deseadas ante el relato del paciente. • El mensaje fundamental es el motivo de la entrevista, la petición de ayuda del paciente. Pero hay mensajes “de vuelta”, desde el explorador al paciente, no solo aquellos que buscan respuestas a preguntas concretas, también los que forman el componente no verbal de la comunicación. El síntoma es la unidad comunicacional básica en la patología psicológica. • El código es el sistema de señales utilizado para transmitir el mensaje. Ha de ser compartido por los dos extremos de la comunicación para que esta sea eficaz. Puede tratarse de códigos verbales (orales o escritos) o no verbales, a su vez digitales (ideogramas, pictogramas) o analógicos (el denominado lenguaje no verbal per se). Se considera lenguaje verbal también al lenguaje de signos utilizado para comunicar se con las personas sordas. • El contexto hace referencia al lugar donde se desarrolla la entrevista y las circunstancias en las que esta se produce. En la práctica psicoterapéutica constituyen el encuadre. Teniendo en cuenta los axiomas de la comunicación, debemos saber que todo cuanto pertenece al contexto, forma parte de un mensaje analógico y, por tanto, influye en el desarrollo del examen: la iluminación de la sala, la temperatura, el aislamiento del ruido exterior, el ambiente acogedor, la comodidad de los asientos y cómo estos están dispuestos, si hay algún objeto entre el entrevistado y el entrevistador (una mesa, por ejemplo), deben estar regulados de manera que se produzca un ambiente que favorezca la comunicación, con la proximidad entre ambos interlocutores para que se dé una cercanía emocional pero la distancia necesaria para que ambos sepan cuál es su papel en la comunicación. Algunos autores incluyen un contexto temático, que sería el motivo en torno al cual se desarrolla la comunicación; para nosotros este contexto forma parte del mensaje en sí. Canales de comunicación. Soluciones llevadas a cabo anteriormente | 4 Dado que es imposible no tener conducta, es imposible no emitir mensajes y, por tanto, no comunicar, incluso aunque se intente no comunicar, pues la quietud absoluta o el mutismo total ya implican un mensaje que el observador interpretará acertadamente como el deseo de no comunicar. Y sin embargo, este reaccionará inevitablemente a esa negativa con un cambio de su conducta, lo que supone emitir un nuevo mensaje e interactuar con el observado, que reaccionará a dicha comunicación, y así sucesivamente. Un ejemplo de esto es el sujeto que entra en un local público sin saludar, mirando al suelo: todos los allí presentes reaccionarán ante ese mensaje de la forma que, casi seguro, el sujeto quería, es decir, no saludando y evitando el contacto con él, lo cual constituye su mensaje. Este axioma supone también que la comunicación no es siempre voluntaria o intencional, pues todos los individuos presentes en el contexto reaccionarán de uno u otro modo al mensaje recibido, aunque no fueran el receptor deseado por el emisor. Veamos un ejemplo: un alumno entra en el despacho de su tutor llorando para quejarse por la calificación de un examen, sin darse cuenta de que hay otro profesor en el despacho. Aunque las quejas irán dirigidas al tutor, es inevitable que el tercer profesor se vea afectado por la escena que está contemplando, y modifique su percepción del alumno, lo que le llevará a cambiar su conducta respecto a este. Durante la fase del diagnóstico de numerosas patologías podemos encontrar que este fenómeno forma parte del cuadro clínico. El esquizofrénico o el autista intentan no comunicar mediante su silencio o mensajes sin sentido o la inmovilidad absoluta, a la vez que quieren negar que eso sea un mensaje (“no quiero interactuar contigo”). Dado que la comunicación supone cierto grado de compromiso, parece que el intento de no comunicar es el intento de no comprometerse; aunque esto no puede comprobarse, sí está claro que es el resultado de la conducta del paciente. Acabamos de decir que comunicar implica un compromiso y este compromiso define la relación entre los comunicantes, es decir, se transmite información y se modifica la conducta aunque no sea de forma voluntaria. Según Bateson (1965) estas dos capacidades son conocidas como el informe (o nivel de contenido o referencial) y la instrucción (o nivel de relación o conativo); además el nivel de relación clasifica al nivel de contenido, lo que le convierte en una metacomunicación. Todo mensaje tiene el significado propio de las palabras, pero tiene también instrucciones sobre cómo ha de ser entendido dicho significado, modifica, impone o reprime conductas, lo que califica la relación entre ambos sujetos. Si en una expresión del tipo “usted no sabe quién soy yo” nos ceñimos al contenido, a lo referencial, parece que nos el interlocutor afirma que el otro sujeto no lo conoce. Si en el nivel relacional se emite información que nos permite entender el mensaje como una amenaza, se está estableciendo una relación de superioridad. Vemos pues que el nivel conativo es previo al referencial, pues sin aquel no es posible la interpretación (descodificación) correcta del mensaje. La información relacional no deriva del significado de las palabras, sino del tono de la voz, su inflexión y la gesticulación que acompaña tal afirmación, y a todos estos condicionantes se pueden añadir los derivados del contexto (una ventanilla de atención al público, por ejemplo) y los derivados de los antecedentes de la conversación. Por esto mismo, dos mensajes de igual contenido pueden clasificar relaciones diferentes, pues es el nivel referencial el que las establece. Es la forma de comunicar lo que realmente modifica las conductas y no lo que se comunica. La naturaleza de una relación depende de la puntuación de las secuencias de comunicación ente los comunicantes. En la comunicación humana hay un flujo de mensajes en ambos sentidos; para un observador externo se trata solo de intercambio de mensajes entre dos o más sujetos, pero la estructuración que cada uno de los participantes hace de los mensajes es diferente, de forma que le permite interpretar el comportamiento propio como respuesta al de los demás, y la conducta de los otros como una respuesta a la propia. Para la mayoría de los expertos en comunicación, se trata de una ordenación arbitraria de los mensajes que parecen establecer una relación causaefecto o estímulo-respuesta, e forma lineal en el tiempo, pero la comunicación es más bien un proceso cíclico, en el que cada interviniente mantiene, amplía o regula el intercambio de información. Nosotros postulamos que la ordenación o puntuación de los mensajes no es tan arbitraria como mediada por la afectividad de cada sujeto, son sus emociones las que deciden en ese momento colocar cada mensaje en función del valor afectivo que se le otorgue. Todos interpretamos los acontecimientos a nuestro alrededor y los ordenamos de la forma más lógica y coherente posible desde nuestra particular manera de percibir la realidad, es decir, de forma absolutamente subjetiva. Habitualmente se comparte la forma de puntuación y el hecho de no compartirlos criterios da lugar a conflictos de relación. Aparecen comunicaciones de tipo círculo vicioso (cíclico) u oscilatorio, en las que uno explica su conducta como respuesta al mensaje del otro, quien, a su vez, aduce que su mensaje es la respuesta al comportamiento del primero: “te grito porque no me contestas”, “no te contesto porque me gritas”. O aquellos conflictos en escalada entre naciones en los que una parte asegura que solo se defiende de la agresión de la otra parte. En el fondo, se trata de una imposibilidad de enviar datos de metacomunicación sobre la manera en que cada uno ordena los mensajes, que sería Canales de comunicación. Soluciones llevadas a cabo anteriormente | 5 el modo de resolver el conflicto. La historia de soluciones anteriores del sujeto también es una información para tener en cuenta para saber qué hacer con el caso. Siguiendo la teoría de la terapia basada en la solución, podemos comenzar con la idea central llevada hasta el momento y es que nosotros somos los que construimos nuestra realidad y por ello también tenemos recursos para poder resolver aquello que nos hace sufrir. Un elemento fundamental es hacer algo diferente cuando las cosas no van bien. Batenson definió el cambio como “la diferencia que establecía una diferencia”. En definitiva, lo importante es recuperar la competencia personal. Para conocer las soluciones anteriores hay que preguntar por la manera como se ha intentado mejorar y ver si a veces la solución no se ha convertido en el problema. Preguntar al paciente todo aquello que ha realizado para resolver su problema, nos indica tanto lo que no debemos repetir y a la vez lo que realmente está manteniendo el problema. Cuando el paciente nos va indicando todas las intentonas de solución fallida, vemos reflejado su manera como dialoga consigo mismo, como son sus representaciones, sus esquemas mentales, y sobre todo los roles que está acostumbrado a presentar. Finalmente, debemos considerar que cuanto más natural o más sana sea la relación entre dos personas, menos importancia tiene precisamente el nivel relacional y más importante es el referencial, en tanto que cuando la comunicación se establece en una relación insana, menos valor tiene el contenido y más el nivel conativo. Bibliografia 1. Aguado, R. Tengo miedo a tener miedo. 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