Universidad de Montemorelos

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Universidad de Montemorelos
Facultad de Educación
Programa educativo
Psicología Clínica
Materia
Introducción a la investigación
Asesora MCE
Beatriz Rodríguez
Trabajo
El maltrato infantil
Estudiante PSCL
Cynthia Lizbeth Aguilar García
Municipio de Montemorelos Nuevo León
Mayo 2011
Introducción
El maltrato infantil es un problema mundial con graves
consecuencias que pueden durar toda la vida. No hay estimaciones fiables de
la prevalencia mundial del maltrato infantil, pues no hay datos acerca de la
situación existente en muchos países, especialmente los de ingresos bajos y
medianos. Sin embargo, los estudios internacionales que hasta ahora se han
podido realizar, revelan que aproximadamente un 20% de las mujeres y un 5 a
10% de los hombres manifiestan haber sufrido abusos sexuales en la infancia,
mientras que un 25 a 50% de los niños de ambos sexos refieren maltratos
físicos. Además, muchos niños son objeto de maltrato psicológico (también
llamado maltrato emocional) y víctimas de desatención. (Organización Mundial
de la Salud, OMS 2010).
La violencia intrafamiliar constituye una de las formas más frecuentes de
violencia encontradas tanto a nivel nacional como internacional y dentro de
estas el maltrato infantil presenta cifras alarmantes. (Forero, Reyes, Díaz,
Rueda, 2010).
Se calcula que cada año mueren por homicidio 31 000 menores de 15
años. Esta cifra subestima la verdadera magnitud del problema, dado que una
importante proporción de las muertes debidas al maltrato infantil se atribuyen
erróneamente a caídas, quemaduras, ahogamientos y otras causas. (OMS
2010).
El director regional de UNICEF en Latinoamérica, Nils Kastberg, dijo que
“la mayor parte de la violencia es totalmente invisible; simplemente no existen
estadísticas nacionales o internacionales”. Además dijo, que “la violencia contra
niños y adolescentes en Latinoamérica se da generalmente en el entorno
familiar e incluye el abuso sexual, desapariciones extrajudiciales, violencia
emocional, psicológica o física y compra de bebés” y “se da en todas las clases
sociales, en países tanto del Norte como del Sur, pobres o ricos; cambia tal vez
el carácter, pero la violencia está allí”. (Díaz, Ramírez, Gómez, 2008)
Antecedentes
Fue en la segunda mitad del siglo XX que la sociedad comenzó a tomar
mayor conocimiento de la violencia contra los niños; desde la década de los 60
el tema de abuso y la negligencia infantil ha recibido más atención por parte de
los médicos, sobre todo de pedíatras, cirujanos pediátricos, especialistas en
psiquiatría infantil o en medicina psicosomática, de médicos generales y de
médicos forenses. (Forero, Reyes, Díaz, Rueda, 2010).
Díaz, Ramírez y Gómez (2008) indican que históricamente, los niños,
niñas y adolescentes han sido socialmente invisibles y no son respetados como
sujetos, por lo cual el maltrato contra este grupo humano no ha sido parte de
las preocupaciones de las distintas sociedades y fue a partir del trabajo de los
observadores científicos del siglo XIX cuando el maltrato contra niños, niñas y
adolescentes se hizo evidente como fenómeno y como realidad social.
En la actualidad ya hay esbozos de hacer visible el problema en el
marco de niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos, como sujetos
sociales, dignos, por lo tanto, de protección contra el maltrato en todas sus
formas.
Justificación
Forero, Reyes, Díaz y Rueda (2010) señalan que los efectos del maltrato
infantil repercuten notablemente en aquellos que sobreviven, ya que las
consecuencias a largo plazo del maltrato infantil son más perjudiciales para las
víctimas y sus familias, y más costoso para la sociedad, que las lesiones
agudas inmediatas que puedan producir. Las consecuencias a largo plazo para
estos niños varían desde efectos nocivos en su desarrollo, hasta trastornos
psicológicos, psiquiátricos y orgánicos. Es por eso la importancia de de este
tema, ya que son varios menores de edad que sufren y sufrirán las
consecuencias del maltrato físico reduciendo su calidad de vida. Es importante
que se realicen estudios con esta temática, porque así se darán a conocer las
consecuencias, sus posibles intervenciones y cómo prevenir el maltrato infantil,
esto con el fin de beneficiar a todos los niños que sufren de esta injusticia para
que puedan tener una niñez con calidad, haciendo uso de sus derechos, para
que en un futuro puedan convertirse en buenos ciudadanos que beneficien a la
sociedad.
Planteamiento del problema
El presente estudio surge después de haber investigado las evidencias
del maltrato infantil, que son importantes por las implicaciones a futuro que
estás tienen, ya que los niños que sufren dicho problema en cualquiera de las
categorías existentes, tienen múltiples dificultades emocionales.
Este estudio también surgió como una inquietud personal, de conocer el
porcentaje de maltrato infantil que existe en el municipio de Montemorelos
Nuevo León, para poder identificar el problema, si es que este se encuentra, y
poder intervenir y prevenir, con el propósito de disminuir el problema y sus
consecuencias.
Pregunta de investigación
¿Cuál es la prevalencia de maltrato infantil en el municipio de
Montemorelos Nuevo León en el año 2012?
Marco conceptual
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI (2010) el
maltrato infantil se define como, menores de edad que enfrentan y sufren
ocasional y habitualmente actos de violencias físicas, emocionales o ambas,
ejecutadas por omisión o acción pero siempre en forma intencional o no
accidental por padres, tutores o personas responsables de éstos.
El maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que
son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico
o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o
de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o
dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una
relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de
pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil. (OMS,
2010)
Violencia es todo acto u omisión que atente contra la integridad física,
psíquica, o sexual de una persona, contra su libertad o que amenace
gravemente el desarrollo de su personalidad. Cuando nos referimos a violencia
intrafamiliar hablamos de esos actos tienen lugar dentro del hogar o la familia,
ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio. La
Organización Panamericana de la Salud (OPS) propone la siguiente definición:
“toda acción u omisión cometida por algún miembro de la familia en relación de
poder, sin importar el espacio físico donde ocurra, que perjudique el bienestar,
la integridad física, psicológica o la libertad y el derecho al pleno desarrollo de
algún otro miembro de la familia”. (Forero, Reyes, Díaz, Rueda, 2010)
Castillo, D. y Hernández A. (2007) en su estudio definen maltrato infantil
como la acción, omisión o trato negligente que priva al niño de sus derechos y
su bienestar, que amenaza y/o interfiere en su ordenado desarrollo físico,
psíquico y social.
El maltratado infantil también llamado como “síndrome del maltrato
infantil” (SMI) se puede clasificar de la siguiente manera:
Maltrato intencional
Maltrato no intencional (negligencia-"accidente")
Maltrato indeterminado (cuando no es posible determinar intencionalidad)
El SMI también puede ser clasificado en 6 categorías:
1. Abuso físico: golpes, lesiones o enfermedades que pudieran ser el
resultado de la violencia domestica o disfunción familiar.
2. Abuso sexual: la exposición inapropiada del niño a actos sexuales, el
uso pasivo del niño como estimulo sexual por los adultos y el contacto sexual
entre el niño y personas mayores.
3. Abuso psicológico: conductas verbales intencionales con
consecuencias emocionales adversas, como la explotación, corrupción,
desprecio, aislamiento y terror.
4. Negligencias: fallo en satisfacer las necesidades básicas, que
amenacen o dañen el desarrollo del niño.
5. Abuso prenatal: aquellas circunstancias de vida de la madre, siempre
que exista voluntariedad o negligencia, que influyen negativa y patológicamente
en el embarazo y repercuten en el feto.
6. Síndrome de Munchausen por poder: En estos casos, los padres o
tutores utilizan artificios diferentes para provocarles enfermedades ficticias a
sus hijos, con el objetivo de obtener una ganancia secundaria mal definida de
la hospitalización del niño.
De estas 6 categorías, la negligencia es la más frecuente y posiblemente
la de mayor morbilidad y mortalidad. Es importante destacar que la negligencia
se diferencia de los accidentes porque estos no tienen en cuenta la
responsabilidad de los padres o tutores, mientras que en la mayoría de las
negligencias está presente un fallo por parte de los padres o tutor, en ofrecerle
al niño: amor, abrigo, amparo, supervisión, educación, atención médica y
soporte nutricional y psicológico. (Couse G. y Corral J. 2004)
Castillo, D. y Hernández A. (2007) mencionan en su estudio, que la
gravedad del maltrato infantil puede ser un determinante de la edad en que se
lleva a cabo la primera tentativa suicida y de la cantidad de tentativas; es decir,
si la frecuencia o severidad del maltrato infantil del que se hizo víctima a un
menor fueron elevados, la probabilidad de que el primer intento suicida tenga
lugar antes de los 20 años se incrementa notablemente. También mencionan
que el tipo de maltrato infantil más frecuente en el Estado de Guanajuato
durante el año 2001 fue el emocional, abarcando poco más de la mitad de las
denuncias por maltrato (54%); le siguieron el maltrato físico (29.2%) y la
negligencia (22.6%).
Las consecuencias psicológicas del maltrato infantil, van desde baja
autoestima hasta graves efectos cognitivos como problemas de atención y de
aprendizaje. En estos casos también pueden observarse conductas agresivas y
pobres relaciones interpersonales. Por esta razón las consecuencias del
maltrato infantil son visibles no solamente en la vida adulta de la víctima sino
también en la sociedad que lo rodea.
Las consecuencias físicas del abuso tienen una amplia gama de
resultados que varían desde lesiones menores hasta daño cerebral severo y
muerte.
La literatura ha mostrado que el abuso infantil y la negligencia se han
implicado como factores de riesgo para el desarrollo de los trastornos de la
personalidad en adultos. Diferentes estudios revelan una clara asociación entre
violencia durante la infancia y el posterior desarrollo de patologías de índole
psiquiátrica. Se ha reportado que el 34 a 53% de los pacientes con problemas
de salud mental tienen algún antecedente de abuso físico y sexual durante la
infancia. El abuso sexual asociado a factores como el coito, la falta de
confidente, familiaridad del victimario se ha relacionado con el desarrollo de
patología psiquiátrica en la adultez. (Forero, Reyes, Díaz, Rueda, 2010).
Para este estudio se tomara la definición de maltrato infantil de los
autores Castillo, D. y Hernández A. (2007) la cual se define como la acción,
omisión o trato negligente que priva al niño de sus derechos y su bienestar, que
amenaza y/o interfiere en su ordenado desarrollo físico, psíquico y social.
Tomando en cuenta las 6 categorías del síndrome de maltrato infantil: Abuso
físico, Abuso sexual, Abuso psicológica, Negligencias, Abuso prenatal y
Síndrome de Munchausen por poder. (Couse G. y Corral J. 2004)
Estudios relacionados
Castillo, D. y Hernández A. (2007). Realizaron un estudio ex-post-facto,
de tipo descriptivo, observacional, retrolectivo y transversal, en donde se
estudiaron los casos de suicidio infantil (de ocho a 14 años), registrados por la
Procuraduría General de Justicia (PGJ) en el Estado de Guanajuato, durante el
periodo 1995-2001, mediante el uso de la metodología de autopsia psicológica.
Se identificaron 42 casos de niños suicidas, pero se aplicó la autopsia
psicológica sólo a 29 de ellos, De los expedientes de la PGJ-Gto se obtuvieron
datos socio-demográficos, de identificación personal y testimonios de
declaraciones de la percepción del hecho suicida cometido por el menor de
edad. La autopsia psicológica constó de un cuestionario de datos
psicosociales, uno de evaluación del acto suicida y uno de la escala de
confiabilidad del informante. Se realizaron entrevistas a los familiares
parentales para indicadores de maltrato infantil. Los resultados muestran que
De acuerdo con el análisis de las respuestas, la mitad de los suicidas 51.7 %
sufría violencia en sus casas. 41.1% de los menores recibía maltrato físico,
31% de ellos sufrió algun tipo de maltrato psicológico, 3.4% fue víctima de
maltrato sexual y 10.34% de negligencia. Poco más de la cuarta parte de los
menores sufría de dos o más tipos de maltrato: se halló que seis menores de
edad 20.68% recibía maltrato físico y negligencia, o físico y psicológico
combinados, y que dos más (6.89%) experimentaba cotidianamente los tres.
Además, para 41.4% del total de los suicidas era normal ver agresiones físicas
tanto en su casa como en la escuela (17.2%), o en la calle (6.9%).
Infante T. (2005), efectuó un estudio sobre detección de maltrato infantil
en una muestra de escuelas primarias, en donde participaron 550 niños(del
estado de Veracruz) de siete a doce años de edad, alumnos de primero a sexto
grado en siete diferentes escuelas, tanto de un ambiente rural como urbano,
seleccionados al azar. El instrumento consto de ocho reactivos de selección. La
principal variable encontrada fue el cuidado excesivo por un familiar, el 90.54%
dijeron que se les gritaba y ofendía, pero también que se les permitía todo y
que no había reglas en el hogar.
García, J; Gutiérrez, N; Gutiérrez, J. y Durán, M. (2006) realizaron un
estudio de escrutinio comparativo, abierto y de corte transversal, en 2 grupos
de 100 escolares: un grupo clínico con diagnósticos de trastornos disruptivos
del comportamiento (trastorno por déficit de atención con hiperactividad,
trastorno negativista desafiante y trastorno disocial) y un grupo control de una
escuela pública. Se aplicaron a los progenitores el Cuestionario de Conners
para la evaluación de psicopatología en niños y la Escala de Creencias y
Castigos. Se observó que 54% de los padres del grupo clínico y 17% del grupo
control pensaban que “cuanto más estrictos son los padres, mejores serán los
niños también”. Tres de los tipos de castigo, ejemplos claros de maltrato,
también fueron significativamente más frecuentes en el grupo clínico. Es decir,
los niños con trastornos disruptivos de la conducta eran castigados más
duramente que los niños del grupo control.
Bibliografía
Castillo, D. y Hernández A. (2007).Maltrato y suicidio infantil en el estado de
Guanajuato. Salud Mental; Vol. 30, No. 3.
Couse, G. y Corral, J. (2004). Síndrome del maltrato infantil. Hospital Pediátrico
Universitario "Juan Manuel Márquez".
García, J; Gutiérrez, N; Gutiérrez, J. y Durán, M. (2006). El castigo físico en la
crianza de los hijos. Un estudio comparativo. Hospital infantil de México. Vol.63.
Díaz, A; Ramírez, J. y Gómez H. (2008). Crianza humanizada: una estrategia
para prevenir el maltrato infantil. Acta Pediatr Mex; 29(5); pp.295-305.
Forero, L; Reyes, A; Díaz, A. y Rueda M. (2010).Maltrato infantil y sus
consecuencias a largo plazo. Universidad Autónoma de Bucaramanga, UNAB;
Vol. 13 Número 2.
Instituto nacional de Estadística y Geografía: http://www.inegi.org.mx/
Infante T. (2005). Detección de maltrato infantil en una muestra de escuelas
primarias. Universidad Veracruzana. Vol.10, numero 002.
Organización Mundial de la Salud: http://www.who.int/es/
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