Clamidia ¿Qué es la clamidia? La clamidia es una enfermedad de transmisión sexual común. Es causada por la bacteria Chlamydia trachomatis. Puede infectar a hombres y mujeres. Las mujeres pueden contraer clamidia en el cuello del útero, el recto o la garganta. Los hombres pueden contraer clamidia en la uretra (el interior del pene), el recto o la garganta. ¿Cómo se contrae la clamidia? Usted puede contraer clamidia durante el sexo oral, vaginal o anal con alguien que tiene la infección. Una mujer también puede transmitir clamidia a su bebé durante el parto. ¿Cuáles son los síntomas de la clamidia? En general, la clamidia no presenta síntomas, por lo que puede no darse cuenta que la tiene. Las personas con clamidia sin síntomas pueden infectar a otros. Si usted tiene síntomas, éstos pueden aparecer varias semanas después de tener relaciones sexuales con una pareja infectada. Los síntomas en las mujeres incluyen: Flujo vaginal anormal, que puede tener un fuerte olor Sensación de ardor al orinar Dolor durante las relaciones sexuales Si la infección se propaga, es posible presentar dolor abdominal bajo, dolor durante las relaciones sexuales, náuseas o fiebre. Los síntomas en los hombres incluyen: Secreción del pene Sensación de ardor al orinar Ardor o picazón alrededor de la abertura del pene Dolor e inflamación en uno o ambos testículos, aunque esto es menos común Si la clamidia infecta el recto puede causar dolor rectal, secreción y/o sangrado tanto en hombres como en mujeres. ¿Cuáles son los tratamientos para la clamidia? La infección se cura con antibióticos. Es posible obtenerlos en una sola dosis, o puede que tenga que tomar medicamentos durante siete días. Los antibióticos no curarán cualquier daño permanente que haya causado la enfermedad. Para evitar infectar a su pareja, usted no debe tener relaciones sexuales hasta que la infección haya terminado. Si recibió una dosis única de antibióticos, debe esperar siete días después de tomar la medicina para volver a tener relaciones sexuales. Si usted debe tomar medicamentos por siete días, no debe tener relaciones sexuales hasta haber terminado el tratamiento. Es común volver a contraer la infección, por lo que debe hacerse la prueba de nuevo unos tres meses después de finalizar el tratamiento. ¿Cómo se puede prevenir la clamidia? La única forma segura de prevenir la clamidia es no tener sexo vaginal, anal u oral. El uso correcto de los condones de látex reduce en gran medida, aunque no elimina, el riesgo de contraer y contagiar la clamidia. Virus del papiloma humano (VPH) Es la infección sexualmente transmitida más común que existe. Por lo general, el VPH es inofensivo y desaparece espontáneamente, pero algunos tipos pueden provocar verrugas genitales o cáncer. ¿Cómo se contagia el VPH? El VPH se contagia fácilmente por contacto piel a piel cuando tienes sexo con alguien que lo tiene. Te contagias cuando tu vulva, vagina, cuello uterino, pene, o el ano entra en contacto con los genitales o la boca y la garganta de otra persona, normalmente durante el sexo. El VPH puede propagarse incluso sin que haya eyaculación y sin que el pene penetre en la vagina, el ano o la boca. La mayor parte de las infecciones genitales por VPH son inofensivas y desaparecen solas. Sin embargo, algunos tipos de VPH pueden provocar verrugas genitales o ciertos tipos de cáncer. Dos tipos de VPH (los tipos 6 y 11) causan la mayoría de los casos de verrugas genitales. Las verrugas no son nada agradables, pero son causadas por un tipo del VPH de bajo riesgo, ya que no provocan cáncer ni otros problemas graves de salud. Al menos una docena de tipos de VPH pueden provocar cáncer, si bien dos en particular (los tipos 16 y 18) son los causantes de la mayoría de los casos. A estos se los denomina VPH de alto riesgo. El cáncer cervical es comúnmente asociado al VPH, pero el VPH también puede causar cáncer en tu vulva, vagina, pene, ano, boca y garganta. La infección por VPH no tiene cura, pero hay muchas cosas que puedes hacer para evitar que el VPH tenga efectos negativos en tu salud. Hay vacunas que pueden prevenir que contraigas cierto tipo del VPH para siempre. Tu médico o enfermera pueden quitar las verrugas genitales. Los casos de alto riesgo del VPH pueden ser tratados fácilmente antes de que se conviertan en cáncer, por lo que es muy importante hacerse exámenes del VPH y citologías vaginales regularmente. Si bien los condones y las barreras de látex bucales no ofrecen una protección perfecta, pueden ayudar a disminuir las probabilidades de contagio del VPH. El tratamiento depende de la etapa No hay cura para el virus, y las verrugas pueden desaparecer por sí solas. El tratamiento se enfoca en eliminar las verrugas. Para ambos sexos, se recomienda aplicar una vacuna que evita las cepas de VPH con más probabilidades de causar verrugas genitales y cáncer cervical.