Subido por Didier Villera

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EVAPORACIÓN
1. PRINCIPIOS GENERALES
En este proceso un solvente volátil (normalmente agua) es eliminado por ebullición de
un alimento líquido, hasta que su contenido en sólidos alcance la concentración
deseada.
La evaporación se lleva a cabo suministrando un flujo de calor (generalmente por
medio de vapor de agua) para vaporizar parcialmente el disolvente y obtener una
solución final con el grado de concentración deseado.
Los requisitos para conseguir una evaporación óptima incluyen:
1. Transferencia de calor adecuada: La velocidad en la transferencia de calor
determina el tiempo requerido para conseguir una buena evaporación. La
transmisión de calor en la evaporación depende de factores tales como el tipo
de alimento a concentrar (propiedades físicas), el tipo de evaporador utilizado
(eficiencia de diseño) y el tamaño de la superficie de transmisión de calor
2. Eficiencia de la separación vapor-líquido. La separación del vapor en ebullición,
del líquido es crucial para la eficiencia del diseño del evaporador.
3. Uso eficiente de la energía. El evaporador debe hacer un perfecto uso del calor
disponible y de las fuentes de energía. Esto se consigue usualmente por
medios tales como la recuperación del calor residual para precalentar el
producto; evaporación multiefecto, donde los vapores que se producen en un
efecto se utilizan para calentar otro, y recompresión térmica, para incrementar
el contenido de energía de los vapores producidos durante la evaporación
4. Tratamiento del producto. Los alimentos plantean a los evaporadores ciertos
problemas específicos, que deben resolverse para asegurar una concentración
óptima. Por ejemplo, la necesidad de una operación higiénica exige un diseño
adecuado y ciertos requisitos en los materiales de construcción. Además, la
sensibilidad al calor de muchos productos plantea restricciones de temperatura
y de tiempo de permanencia en el evaporador.
La evaporación es una operación ampliamente utilizada en la industria de alimentos.
Sus principales aplicaciones son:
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Frutas. Los concentrados de frutas se preparan por evaporación a baja
temperatura, para proporcionar estabilidad al producto (mermeladas y jaleas)
así como para reducir el volumen en el almacenamiento y en el transporte
(zumos concentrados).
Productos lácteos. Se realiza una evaporación de los productos lácteos
líquidos, antes del secado por atomización, para obtener productos en polvo,
con lo cual se minimizan los costes energéticos del proceso de secado. Se
utiliza también para producir concentrados para múltiples aplicaciones.
Refinado de azúcar y sal. El azúcar refinado de remolacha o de caña, se
obtiene por extracción del azúcar con agua caliente, evaporación de parte de
esta agua hasta conseguir un jarabe concentrado, y después, por medio de
una evaporación controlada, se genera la supersaturación necesaria para el
proceso de cristalización.
Caramelos duros. Los jarabes de azúcar se concentran por medio la
eliminación por ebullición del exceso de agua, hasta un contenido muy alto de
sólidos.
•
Hortalizas. El agua de los zumos de algunas hortalizas se elimina para obtener
productos de textura especial, tales como purés y pastas.
Ventajas de la concentración por evaporación frente a concentración por
congelación:
Las plantas modernas de evaporación son muy efectivas en la utilización de pequeñas
cantidades de vapor para producir una elevada eliminación de agua. Técnicas tales
como la evaporación de múltiple efecto y la recompresión térmica reducen de forma
importante el vapor requerido para conseguir un grado determinado de concentración.
Otra ventaja de la evaporación es el grado de concentración que se puede alcanzar.
La evaporación con frecuencia supera concentraciones de 80-85% de sólidos,
mientras que los procesos de membrana y la concentración por congelación están
limitados, por efectos de transferencia de masa, a niveles de concentración mucho
más bajos.
1.1.
VAPORIZACIÓN
La vaporización es un fenómeno natural de cambio de fase de un líquido a vapor. Si
un recinto cerrado, térmicamente aislado, se llena parcialmente con un líquido y se
evacúa el aire existente, el líquido comenzará a evaporarse ocupando el espacio del
que se ha eliminado el arre y desarrollando por tanto una presión. Llegará un momento
en que se alcanzará la saturación en dicho espacio y comenzarán a condensarse
algunas de las moléculas vaporizadas. Se habrá alcanzado entonces una condición de
equilibrio en el cual la presión de vapor será constante para una temperatura dada y la
evaporación neta será cero. Sin embargo, si se evacúa el vapor del recinto y las
moléculas que abandonan el líquido son eliminadas continuamente, no pudiendo
volver a incorporarse a la capa de líquido, la evaporación continuará, aunque cada vez
a menor ritmo puesto que la temperatura del líquido bajará como resultado de la
evaporación. Ahora bien, si se transmite calor al citado recinto para mantener el líquido
a la temperatura de ebullición, se conseguirá mantener la velocidad de evaporación a
un nivel alto. Así pues, para que la evaporación se desarrolle de forma continua se
requieren dos condiciones:
1. Que se suministre el calor necesario para la vaporización del líquido
2. Que se eliminen continuamente las moléculas de líquido que escapan a través
de la capa límite.
Un evaporador es, por tanto, un aparato en el que se evapora el disolvente de un
producto líquido diluido, para conseguir otro líquido más concentrado. El producto que
alimenta al evaporador puede ser una solución o una emulsión de materiales sólidos
en un líquido. El calor necesario para esta vaporización se consigue por condensación
de vapor contra una superficie metálica. Por lo tanto, la operación de evaporación
básicamente implica transferencia de energía (calor para la vaporización y la
condensación), transferencia de masa (eliminación del disolvente) y flujo de fluidos
(alimentación y flujo de vapor).
El fluido caloportador que. cómo se ha dicho generalmente es vapor de agua, se llama
vapor primario, cede su calor latente al producto a evaporar. La superficie de contacto
entre el vapor primario y el producto separa el aparato en dos partes: un evaporador.
donde se elimina el vapor secundario (producido en la evaporación) y un condensador
del vapor primario. Por lo tanto, se trata de un intercambiador de calor latente.
1.2.
CARACTERÍSTICAS DEL LÍQUIDO
Las características del alimento líquido que se va a concentrar tienen un marcado
efecto sobre el rendimiento del proceso de evaporación, son, por tanto, el principal
factor que afecta en la selección de un tipo particular de evaporador.
Las propiedades térmicas y reológicas de muchos alimentos líquidos cambian con la
temperatura y con el contenido de sólidos. La densidad aumenta con el contenido de
sólidos. La viscosidad de muchos alimentos líquidos, como por ejemplo zumos de
frutas y hortalizas, aumenta drásticamente con el contenido de sólidos a bajas
temperaturas. Una viscosidad alta afecta no sólo a la transferencia de calor sino
también afectará al flujo del producto, es necesaria una adecuada alimentación del
producto para que cubra por completo la superficie de transmisión de calor durante la
evaporación.
Las elevadas viscosidades que pueden alcanzarse con la evaporación, en los
alimentos que contienen azúcares, almidones y proteínas a altas concentraciones,
implican cambios de densidad, de conductividad térmica y calor específico, y reducen
el flujo de calor en el evaporador. pudiendo limitar el nivel de concentración
alcanzable. Generalmente, la evaporación puede concentrar alimentos hasta un
contenido de sólidos entre 70 y 80%, aunque puede llegar hasta el 98% en
determinadas circunstancias. La reología del producto puede también ser importante
en términos de manejo del mismo o de problemas de bombeo. Por ejemplo, los
productos concentrados de tomate forman soluciones tixotrópicas (o dependientes del
tiempo) en las cuales la viscosidad cambia con el tiempo.
Durante la evaporación se deben tratar de minimizar los efectos inducidos
térmicamente. Los efectos negativos que pueden encontrarse son: • desnaturalización
de las proteínas, que puede causar precipitaciones e incrustaciones, pérdidas de
grado en las pectinas, etc. • producción de colores y olores desagradables, tales como
pardeamiento de los productos lácteos y jarabes de azúcar, y • reacciones químicas,
como, por ejemplo, la hidrólisis de la sacarosa o la degradación de las vitaminas.
Se han desarrollado diferentes soluciones para reducir los efectos de las reacciones
térmicas que se producen en la evaporación de alimentos y que generalmente se
basan en tres principios. El primero es el uso de bajas presiones, baja temperatura de
evaporación. La operación a baja presión produce la evaporación del agua a
temperaturas más bajas, con lo cual es menor la destrucción térmica.
El segundo principio de diseño implica reducir el tiempo de permanencia a altas
temperaturas. El objetivo es minimizar la cinética de reacción del proceso de
degradación, reduciendo el tiempo de permanencia bajo condiciones de alta velocidad
de reacción.
La tercera posibilidad para reducir la degradación térmica es minimizar el salto térmico
para reducir la temperatura máxima que alcanza el producto (en la superficie de
transmisión de calor), en la evaporación de alimentos sensibles se utilizan saltos
térmicos bajos (2-3°C).
1.3.
COEFICIENTES DE TRANSMISIÓN DE CALOR
1.3.1. COEFICIENTE GLOBAL DE TRANSMISIÓN DE CALOR: La ecuación
general que describe el calor transferido desde un fluido calefactor, a través
de una pared metálica, hasta el producto a evaporar es
Q = V * λe = U * A (Tc - Te) = U * A * ΔT
Donde:
Q = calor transferido (W)
V = vapor condensado (kg * s-1)
λe = calor latente de vaporización del vapor a la temperatura de condensación (J * kg-1)
U = coeficiente global de transmisión de calor (W * m2 * K-1)
A = área de la superficie de calentamiento (m2)
Tc = temperatura de condensación del vapor J
Te = temperatura de evaporación del producto
1.3.2. AUMENTO DEL PUNTO DE EBULLICIÓN: El aumento del punto de
ebullición de una solución (alimento líquido) se define como el incremento
en el punto de ebullición sobre el del agua pura, a una determinada
presión. La presencia de moléculas de soluto altera la presión de vapor de
la solución y por lo tanto afecta al punto de ebullición de equilibrio. La
elevación del punto de ebullición puede afectar de forma significativa la
operación de un sistema de evaporación. Las sales y, en menor medida, los
azúcares son los principales responsables del incremento del punto de
ebullición de los alimentos. En sistemas alimentarios complejos, con
frecuencia es difícil atribuir la subida del punto de ebullición a algún
componente, por ejemplo, la leche contiene sales y azúcares y cada uno de
ellos tiene su influencia sobre el punto de ebullición.
Es importante tener en cuenta el aumento del punto de ebullición, ya que la
diferencia de temperatura entre el vapor y el producto disminuye a medida
que aumenta el punto de ebullición del producto, debido a su proceso de
concentración. La disminución de la diferencia de temperatura entre ambos
medios disminuye a su vez la velocidad de transmisión de calor entre el
vapor y el producto. El incremento del punto de ebullición se puede predecir
con la siguiente relación empírica, en función del contenido en sólidos:
ΔT (°C) = 0,33 exp(4 X)
donde X es la fracción música de los sólidos solubles. El incremento del
punto de ebullición se puede determinar de varias formas. aunque la
manera más precisa es la determinación experimental.
1.3.3. Efecto de las incrustaciones Uno de los problemas del proceso de evaporación
es el efecto de la formación de costras o incrustaciones sobre la tasa de
transmisión de calor. La producción y la calidad del producto se pueden ver
afectadas por la acumulación de material desnaturalizado sobre la superficie de los
tubos. El efecto de las incrustaciones sobre la tasa de transmisión de calor con el
tiempo viene representado por la ecuación:
𝟏
=𝒂+𝒃𝜽
𝑼𝟐
donde:
U = es el coeficiente de transmisión de calor en un determinado momento
θ = tiempo de operación
a y b = constantes.
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