PRECEDENTE HISTÓRICO Fotografía de Colocolo mediando en el congreso de 1557 Después de la muerte de Lautaro en 1557 el Wallmapu estaba “Ardiendo en viva rabia avergonzado” y un rumor de insubordinación llamó a un congreso espontáneamente, para elegir al toqui que dirigiría la guerra contra el invasor: Llegaron los loncos sin que hubiera un bando que los juntara. Primero llegó Tucapel (quien aportaba 3 mil hombres), Ongol (contaba con 4 mil hombres), Cayucupil el bullicioso llegó tercero (disponía de 3.000 hombres combatientes de la sierra), el viejo Millararapué llegó cuarto y pone 5.000 de su lof sobre la mesa, Paicaví llega y dice que 3.000 guerreros le obedecen, Lemolemo aporta 6.000 a la pelea, Mareguano, Gualemo y Lebopía gobiernan entre tres 3.000 guerreros, pronto llegó Elicura robusto y de fuertes reputado dice tener disponibles 6.000 hombres para la lucha, llegó desde Cañete el anciano lonco Colocolo quien allí tiene 6.000 prontos a la guerra, tras él llegó Peteleguén señor del Valle de Arauco que con 6.000 mapuches cuenta, Caupolicán de Pilmaiquén no llegaba a este congreso decisivo para la suerte del Wallmapu, llegaron Tomé y Andalicán, muchos otros loncos llegaron a animar esta gran convención Mapuche. Comenzaron los saludos y discursos iniciales, bien se recibió una espléndida comida y comenzaron a beber los hijos de la Tierra. Pronto llegaron al enojo y con el enojo al dilema de quien sería el que mandaría la rebelión. Todos querían ser toquis palabras peligrosas y pesadas, que atizaban, la cólera encendida con el calor del vino y la comida. Así las cosas Colocolo, el lonco más anciano, a razonar así tomó la mano: “Porque, según mi edad, ya veis, señores, que estoy al otro mundo de partida; más el amor que siempre os he mostrado A bien aconsejaros me ha incitado”. En las coplas siguientes don Alonso de Ercilla deja plasmado el procedimiento de la elección del toqui: »En la virtud de vuestro brazo espero Que puede en breve tiempo remediarse, Mas ha de haber un capitán primero Que todos por él quieran gobernarse: Éste será quien más un gran madero Sustentare en el hombro sin pararse; Y pues que sois iguales en la suerte, Procure cada cual de ser más fuerte». Trajeron un tronco al hemiciclo de los hijos de la tierra reunido Lo propuesto por el anciano lonco de Cañete fue aceptado por todos los loncos presentes en la reunión. Colocolo, convenció a la asamblea de un procedimiento de elección sin decir que su favorito era su sobrino Caupolicán, lonco de Pilmaiquén. Él sabía que Caupolicán contaba con una “robusta fuerza” que lo haría imbatible en la prueba del tronco que el mismo propuso a la asamblea, además la ejecución de la prueba se prolongaría por unos días, dando tiempo a su sobrino para cubrir el largo viaje desde Pilmaiquén y llegar a tiempo a participar de la elección de toqui. Así el anciano Colocolo (de una edad que la historia no puede precisar y sitúa entre 42 y 67 años), nos mostró en los primeros años de la convivencia nacional que la oratoria, capacidad de negociación, astucia y sabiduría podían ser la mejor arma para conseguir el fin propuesto. FUENTES: La Araucana (Canto II), Wikipedia,.