Subido por cristopher Aravena

Material de estudio U1 2

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UNIDAD 1:Síndrome de sarcopenia y fragilidad,
como desencadenantes de la pérdida de la
funcionalidad
La salud de la persona mayor supone reconocer, desde el punto de vista de su funcionalidad, que
con el tiempo se disminuyen las reservas siológicas, ya sea por disfunciones o por el estilo de vida
que afectaron directamente su función, lo cual generará un impacto en la calidad de vida. Es por
esta razón que la medición de la función y su intervención es esencial para que la persona mayor se
mantenga autovalente y fomente por más tiempo su autonomía.
En este curso conoceremos los principales cambios que afectan el sistema musculoesquelético
como consecuencia del envejecimiento, junto a ello relacionaremos los síndromes geriátricos como
arcopenia y el Síndrome de Fragilidad que inter eren signi cativamente en la funcionalidad de la
persona mayor. A su vez, identi caremos las principales herramientas para valorar la condición
física de las personas mayores, y valoraremos los bene cios del ejercicio físico en la mantención de
la salud de este grupo etario de acuerdo a las recomendaciones internacionales en la prescripción
del ejercicio físico tanto individual como en grupal.
Al concluir esta unidad, te encontrarás en capacidad de identi car la sarcopenia y fragilidad como
principales síndromes geriátricos mediante el estudio de sus características clínicas y acción
desencadenante en la pérdida de la funcionalidad de las personas mayores para fortalecer
competencias vinculadas re exión y razonamiento crítico que el diseño de planos de intervención
pertinente.
DESAR R OLLO DE LA UN IDAD
Introducción
Cambios por envejecimiento en el sistema muscular
Cambios por envejecimiento en el sistema óseo
Síndrome de sarcopenia
Síndrome de fragilidad
Resumen de la unidad
Autoevaluación
Material descargable
Lección 1 de 8
Introducción
Al concluir esta unidad, te encontrarás en capacidad de identi car la sarcopenia y
fragilidad como principales síndromes geriátricos mediante el estudio de sus
características clínicas y acción desencadenante en la pérdida de la funcionalidad de
las personas mayores para fortalecer competencias vinculadas re exión y
razonamiento crítico que permita el diseño de planes de intervención pertinente.
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Lección 2 de 8
Cambios por envejecimiento en el sistema muscular
Cambios por envejecimiento en el sistema muscular
La mayoría de nosotros en más de alguna ocasión ha observado la di cultad que presentan muchas
personas mayores al ponerse de pie luego de haber permanecido sentados por un tiempo en una silla, ante
esto a rmamos que es un proceso normal, que prácticamente es esperable que el individuo a medida que
pasan los años, vaya experimentando una pérdida de fuerza en sus extremidades inferiores, por lo que lo
normalizamos, lo invisibilizamos y nalmente, no intervenimos para poder remediar este proceso. Es por
esta razón que se hace indispensable analizar qué es lo que sucede a nivel del sistema muscular de la
persona mayor, qué sucede a nivel de la bra muscular y a qué se deben estos procesos.
Existen diferentes versiones de cuándo se inicia la pérdida de masa muscular, algunos señalan que se inicia
a los 30 años, otros a rman que alrededor de los 40 años.
Sarcopenia
–
El proceso por el cual existe una pérdida de masa muscular esquelética y una progresiva disminución del
número y el tamaño de las bras musculares, se conoce como “Sarcopenia”, dicho proceso contribuye de
manera evidente a la pérdida de fuerza y actividad funcional en las personas mayores (Olmos Martínez &
Martínez García, 2007, p.1). Algunos autores también consideran aclarar otros conceptos que están
relacionados con la Sarcopenia como son la Dinapenia, la cual hace referencia a la disminución de la fuerza
muscular; Kratopenia, como la disminución de la potencia muscular, y Sarcoporiosis, a la disminución de la
masa muscular y ósea. Cuando hablamos de Dinapenia, muchas veces, se relaciona con el sedentarismo, una
disminución de la capacidad de generar fuerza muscular y potencia, lo cual impedirá desarrollar con mayor
facilidad las tareas de la vida cotidiana y sobre todo generar movimiento y desplazamiento, por lo que
disminuirá el rendimiento en la persona, junto con su masa muscular para luego llegar a la Sarcopenia.
Con respecto al máximo potencial de fuerza muscular alcanzada por los sujetos, hay estudios que señalan
que el pick de masa muscular se alcanza alrededor de los 25 años, y se puede mantener estable con un
entrenamiento constante hasta alrededor de los 50 años; sin embargo, una vez alcanzada esa edad,
comienza a declinar progresivamente la masa muscular.
Para comprender el proceso de envejecimiento muscular, primero debemos conocer cómo se organiza el
músculo. Comenzaremos señalando que el músculo esquelético se organiza en fascículos o haces, cada
fascículo se conforma a su vez por mio lamentos los cuales contienen mio brillas, incluso al agruparse
conforman la bra muscular.
Las mio brillas a su vez, están constituidas por sarcómeros. El sarcómero es la unidad funcional del
músculo. En palabras más sencillas, podemos decir que el sarcómero es el ladrillo del sistema muscular. A su
vez, es importante mencionar que cada unidad motora está formada por una neurona motora, su axón y
todas las bras musculares inervadas por dicha neurona (Rubens J., 2005. Fisioterapia Geriátrica, práctica
asistencia en el anciano. Interamericana). Todas las bras motoras reciben un impulso nervioso el cual
genera la contracción o relajación muscular.
Existen diferentes tipos de bras musculares, las más conocidas y trascendentales para este módulo son las
Fibras tipo I, IIA y IIB. Cada una de ellas describe a continuación:
Fibras tipo I: Se caracterizan por presentar un gran número de mitocondrias, así como también
un elevado número de mioglobina. Su velocidad de contracción es lenta lo cual se compensa
con una alta resistencia a la fatiga y su metabolismo es aerobio. Este tipo de
bras se
encuentran en músculos antigravitatorios como por ejemplo la musculatura paravertebral,
gastronemios, entre otros.
Fibras tipo IIA : Se caracterizan por tener una menor cantidad de mitocondrias y
mioglobina; sin embargo, su velocidad de contracción es mucho más alta, pero a su vez, son
mucho más propensas a presentar fatiga. Se bras consideradas intermedias entre las de tipo
I y IIB, según el nivel de actividad física.
Fibras tipo IIB: Su concentración de mioglobina y mitocondria también es baja, son bras
blanquecinas que poseen una alta velocidad de contracción y alta susceptibilidad a la fatiga.
Las bras tipo IIB, tienen un metabolismo anaerobio.
La siguiente imagen resume lo anteriormente descrito:
Figura 1: Tipología de bras. Fuente: elaboración propia.
Una vez realizado un breve repaso de la estructura muscular, podremos profundizar con más detalle en el
proceso de envejecimiento muscular. Lo primero que debemos señalar es que existe una pérdida de la masa
muscular, la cual se mani esta por una reducción en el peso del músculo junto con una disminución del área
de sección transversal. Este proceso se debe principalmente a la reducción de unidades motoras
(recordemos que para cada bra muscular está inervada por una motoneurona), se estima una pérdida del
25 % de unidades motoras en el proceso de envejecimiento. Un hecho muy relevante es que, en la placa
motora de las personas mayores, los pliegues son más numerosos y las hendiduras sinápticas son más
amplias, lo que disminuye la super cie de contacto entre el axón y la membrana plasmática (Rubens, 2005,
p.37). Debido a esto, la calidad de la contracción muscular, la fuerza y la coordinación de los movimientos en
las personas mayores, es menor, razón por la cual se encuentran más propensos a sufrir accidentes como
las caídas.
Otras de las modi caciones en el sistema muscular producto del envejecimiento son aquellas que se
producen a nivel de las bras musculares. Las bras tipo II (contracción rápida), disminuyen tanto en su
volumen como en el número, en cambio, las bras tipo I presentan una disminución en su número, pero es
mucho menor. Este hecho se relaciona con la menor velocidad de los movimientos que presentan las
personas mayores.
Respecto a las causas de la disminución tanto de la masa como de la fuerza muscular, existen varios
factores, los cuales los resumiremos en la siguiente tabla:
Tabla 1: Causas Características .Fuente: (Olmos Martínez & Martínez García, 2007, p.5).
La sarcopenia es un proceso que se caracteriza por una pérdida de masa muscular
esquelética y una progresiva disminución del número y el tamaño de las bras musculares.
Figura 2: Causas de sarcopenia Fuente: elaboración propia.
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Lección 3 de 8
Cambios por envejecimiento en el sistema óseo
Cambios por envejecimiento en el sistema
óseo
Al igual que el sistema muscular, el sistema óseo también se ve afectado producto del envejecimiento. En
más de una ocasión hemos visto o escuchado que una persona mayor se ha caído y ha sufrido algún tipo de
fractura. Pues bien, a continuación, analizaremos los cambios que ocurren en el sistema óseo producto del
envejecimiento.
Hueso
–
Antes de describir los cambios a nivel del hueso, es importante revisar su de nición. El hueso “es un tejido
conjuntivo fundamentalmente mineralizado, ricamente vascularizado, vivo y en constante transformación. Se
caracteriza por su dureza, su resistencia, sus mecanismos característicos de crecimiento y su capacidad de
regeneración” (Rubens, 2005, p.39).
Esta estructura está conformada por dos clases de tejido: el hueso trabecular o y el hueso cortical, cada una
de las cuales describiremos:
Figura 3: Estructura del hueso. Fuente: elaboración propia.
Hueso cortical
También llamado hueso compacto, presenta una textura densa, algunos lo asemejan a un mar l. Dentro de
su composición, un 30% corresponde a estructura orgánica y el 70% a elementos inorgánicos. Al interior de
la matriz orgánica, alrededor de un 90 % corresponde a bras colágenas, y el resto corresponde a sustancia
fundamental, la cual se caracteriza por ser un medio gelatinoso.
Los elementos inorgánicos, dentro de los cuales se encuentra la Hidroxiapatita cálcica, son los responsables
de otorgar fuerza y resistencia al hueso. Presenta espacios pequeños con abundante cantidad de materia
sólida.
Hueso trabecular
Llamado también esponjoso, está constituido por una especie de red de mallas trabeculadas y presenta
grandes espacios con cantidad escasa de materia sólida.
Si miramos con un microscopio y analizamos con detalle el interior del hueso, comprobaremos que está
formado por distintas células. Una de ellas son las denominadas células osteoprogenitoras, las cuales están
formadas por los Osteoblastos y Osteocitos. Estas células osteoprogenitoras se localizan en la periferia del
hueso, transportan y organizan las proteínas de la matriz. Además de ello, inician la mineralización a través
de sus receptores que se unen a ciertas hormonas, a vitamina D, y estrógenos, a citoquinas, y a factores de
crecimiento celular. Los osteocitos, en cambio, son células formadoras de hueso, pero son más numerosas y
presentan una intensa comunicación entre sí por medio de una red de pequeños túneles llamada canalículos,
dentro de ellos se da lugar a la formación ósea.
Así como hay células formadoras de hueso, existen aquellas encargadas de su reabsorción como lo son los
Osteoclastos. El mecanismo por el cual los osteoclastos reabsorben el hueso, es mediante la liberación de
enzimas proteolíticas, las cuales tienen una función de digestión y disolución de la matriz orgánica del hueso.
Como todo proceso, debe existir un equilibrio entre la reabsorción y la formación ósea. Así, cuando el
individuo está en un proceso de crecimiento, por ejemplo, en la adolescencia, existe un predominio de
formación ósea, por lo tanto, hay una mayor actividad de las células osteoblásticas. Una vez alcanzada la
madurez ósea, se inicia el proceso de remodelación para mantener el esqueleto (de lo contrario la persona
no dejaría de crecer). En ese momento, debe existir un equilibrio entre la actividad de los osteoblastos y los
osteoclastos. Cuando se desarrolla el osteoclasto, da lugar a la erosión del hueso durante
aproximadamente 3 semanas, en ese momento excavan un túnel el cual será ocupado inmediatamente por
los osteoblastos, estos se encargarán del depósito de hueso nuevo. (Rubens, 2005, p.40).
Hasta el momento hemos visto cómo es el proceso normal de formación y remodelación ósea, pero ¿qué es
lo que sucede durante el envejecimiento? Pues bien, una vez alcanzada la madurez ósea, comienza a
producirse una pérdida de masa ósea, este hecho sucede antes en las mujeres que en los hombres y se
relaciona con el inicio de la menopausia. Es válido aclarar que, en general, la masa ósea disminuye a partir
de la séptima década y es consecuencia de la disminución de las reservas de calcio y baja de los niveles
séricos de vitamina D, entre otros.
La pérdida de la masa ósea se debe fundamentalmente al desequilibrio entre los procesos de modelación y
remodelación ósea, una de sus causas es la mayor actividad osteoclástica, una menor actividad
osteoblástica o una combinación de ambas, esto es lo que ocurre principalmente en la osteoporosis. Otro
factor muy relevante es la exposición que tiene el hueso a las cargas pesadas, cuando el hueso se somete a
cargas, como por ejemplo ponernos de pie y soportar el peso de nuestro cuerpo, hace que tenga lugar un
incremento en el depósito de tejido óseo en la zona expuesta a la carga.
¿Habías tomado en cuenta la importancia de permanecer de pie y soportar tu propio peso?
¿Cuántas horas durante el día permaneces sentado?
Uno de los factores que aceleran el proceso de envejecimiento es el sedentarismo, si un sujeto permanece
gran tiempo en posición sedente, y todavía más siendo una persona mayor, el proceso de envejecimiento
tanto muscular como óseo se espera acelerado al no existir una carga de peso que estimule la formación
ósea, por eso es tan relevante que las personas mayores realicen ejercicio físico o aumenten la actividad
física, para evitar la progresión tanto de la pérdida de masa muscular como de masa ósea, lo que evitará
futuras lesiones muscularesesqueléticas y futuros acontecimientos de caídas.
¿Han pensado qué pasaría con la mineralización ósea de los astronautas al estar gran
tiempo en el espacio sin el estímulo de la fuerza de gravedad?
Si la respuesta es que existe una pérdida de su masa ósea, están en lo correcto,
es más, una densitometría ósea da cuenta la disminución de la masa ósea como
consecuencia de este tipo de experiencias.
La pérdida de masa ósea afecta tanto al hueso trabecular como al cortical, esto conlleva a un
adelgazamiento de las trabéculas y la perforación y pérdida de conectividad de las mismas en el caso del
hueso trabecular, y la disminución del grosor de la cortical y el aumento de su porosidad en el hueso cortical
(Olmos Martínez & Martínez García, 2007, p.1).
Si bien es cierto que el proceso de disminución de la masa ósea se inicia en las mujeres aproximadamente a
los 40 años con la menopausia, entre la octava y novena década, se produce en ambos sexos una marcada
aceleración de este proceso.
Otro de los factores causantes de la pérdida de masa ósea es la disminución de calcio y vitamina D. Si
disminuye la ingesta de calcio en la dieta, desciende simultáneamente su absorción y, por ende, baja la
calcemia (concentración de calcio en la sangre) , esto genera el estímulo de la secreción de una hormona
llamada Parathormona (PTH). La PTH produce un aumento de la reabsorción ósea, de allí que se
recomienda una ingesta diaria de calcio de 1500 mg / día, aunque en promedio las personas mayores
consumen 800 mg / día. Se ha comprobado que la administración de calcio en altas dosis como por ejemplo
de 2.400 mg / día durante 3 años a mujeres mayores de 65 años, consigue una disminución en los niveles
de PTH (Olmos Martínez & Martínez García, 2007, p.2) .
Respecto a la vitamina D, su reducción conlleva a la aceleración del recambio óseo, que como vimos
anteriormente, acelera el proceso de osteoporosis; además de ello, inhibe la mineralización lo cual puede
producir osteomalacia en personas mayores. Dentro de las causas de dé cit de vitamina D, se encuentra su
menor consumo en la dieta, ya que esta vitamina se obtiene de pescados grasos como el atún y salmón,
hígado de vacuno, en ciertos hongos y en menor medida en la yema de los huevos. Sabemos que muchas
personas mayores viven solas o se encuentran institucionalizadas y el acceso a estos alimentos es menor o
también puede afectar la falta de motivación al preparar estas comidas.
Otra fuente de obtener vitamina D es la exposición al sol, el sol es la principal fuente de esta vitamina. La
mayoría de las personas mayores presentan una variación de su estilo de vida, lo cual implica una menor
actividad física, di cultad en la marcha, cambios antropométricos que harán que este grupo etario recupere
más abrigo por lo que la exposición al sol será menor. Una forma de compensar su dé cit, es mediante el
consumo de suplemento de vitamina D, lo cual se ha relacionado con una menor incidencia de fracturas en
personas mayores, se recomienda un consumo de 800 UI diarias.
Otro de los causantes de la disminución de la masa ósea son las hormonas. Mientras que las hormonas
sexuales son indispensables para la formación del hueso, los estrógenos, por ejemplo, son cruciales para la
fase de crecimiento, tanto en mujeres como en hombres. Los esteroides sexuales ejercen una actividad
anabólica en el hueso. Además de ellos, también existen factores hereditarios , la presencia de
antecedentes maternos de fractura se relaciona con un mayor riesgo de fractura en las hijas (Olmos
Martínez & Martínez García, 2007, p.4).
Hasta el momento hemos visto que existen diversas causas que pueden
ocasionar un envejecimiento óseo, ellas son:
Figura 4: Factores del envejecimiento óseo .Fuente: elaboración propia.
Los siguientes temas que abordaremos guardan relación con las modi caciones del sistema
musculoesquelético a causa del envejecimiento.
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Lección 4 de 8
Síndrome de sarcopenia
Antes de describir el Síndrome de sarcopenia, es conveniente de nir qué entendemos como síndrome
geriátrico.
Cuando hablamos de síndromes geriátricos nos referimos a “situaciones de enfermedad expresadas por un
conjunto de síntomas. Es decir, son un conjunto de cuadros originados por la concurrencia de una serie de
enfermedades que tienen su expresión a través de cuadros patológicos no encuadrados en las
enfermedades habituales” (Márquez et al., s.f, p.145).
En palabras más sencillas es la manera en que las personas mayores mani estan algún tipo de enfermedad.
La sarcopenia actualmente se describe como síndrome geriátrico pues, como vimos anteriormente, son
muchas las causas que pueden conllevar a la disminución de la fuerza y la masa muscular. Identi car la
sarcopenia como síndrome propiamente —por parte de los profesionales que trabajan con personas
mayores— se hace muy relevante, puesto que conlleva a un posterior diagnóstico e intervención, ya que
como veremos más adelante, una vez detectada e intervenida se pueden evitar consecuencias
desfavorables tanto para el individuo, la familia y el sistema de salud.
Durante el año 2009, la Sociedad de Medicina Geriátrica de la Unión Europea creó un Grupo de Trabajo
sobre la sarcopenia, con la
nalidad de uni car criterios para futuras investigaciones. De acuerdo a lo
establecido en dicho grupo de trabajo, la sarcopenia no solo se limita a la disminución de masa y fuerza:
1
Masa muscular baja.
2
Menor fuerza muscular.
3
Menor rendimiento físico.
Para hablar de sarcopenia como síndrome geriátrico, debe existir una disminución de la masa muscular más
el criterio 2 o 3 como se indica en la siguiente imagen.
Figura 5: Con guración de sarcopenia . Fuente: elaboración propia.
Como podemos observar, la sarcopenia no se limita solo en la disminución de la masa muscular, sino que
relaciona esta con la disminución ya sea en la fuerza muscular y/o en el rendimiento físico, por lo cual, si no
se logra realizar un tratamiento oportuno, puede generar gran repercusión en la calidad de vida de la
persona al no poder realizar de manera más e caz sus actividades de la vida diaria.
Si un sujeto padece de sarcopenia, disminuirá sus actividades cotidianas como por ejemplo la marcha, esto
hará que permanezca la mayor parte del tiempo sentado en un sofá, posteriormente la sarcopenia irá en
aumento y ya no podrá caminar, esta vez estará la mayor parte del tiempo en cama, lo cual traerá mayores
consecuencias como síndrome de inmovilidad, aparición de úlceras por presión, entre otras complicaciones
que conllevará un mayor desgaste por parte de la familia al tener la necesidad de contar con un cuidador y
mayores costos monetarios. Esto es por dar algún ejemplo de las consecuencias de la sarcopenia cuando no
se intervienen oportunamente.
Video 2. Síndrome de sarcopenia
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¿Te parece si recordamos los mecanismos que pueden llevar a la sarcopenia? Para recordarlo, lo
representaremos en la siguiente imagen:
Figura 6: Causantes de sarcopenia. Fuente: elaboración propia.
Cabe señalar que pueden coexistir varios mecanismos en una misma persona lo cual desencadena de
manera más rápida el síndrome, por ejemplo, si una persona de 73 años padece de enfermedad de
Parkinson, y permanece gran parte del día en posición sedente, la disminución de masa y fuerza muscular
será mayor que aquel sujeto que no presente enfermedades neurodegenerativas y sólo esté enfrentando el
proceso de disminución de hormonas sexuales, debido a que mantiene una actividad física y una adecuada
alimentación.
Existen diferentes categorías de sarcopenia según su origen. En primer lugar, se encuentra la sarcopenia
Primaria, la cual se relaciona con la edad y no existe otra causa aparente a parte del proceso de
envejecimiento; la siguiente categoría corresponde a la sarcopenia Secundaria, la cual puede deberse a
otras causas, las cuales se exponen en la siguiente tabla:
Tabla 2. Categorías de la sarcopenia. Fuente: (Cruz-Jentoft et al. 2010, p. 414).
En cuanto a su diagnóstico, se recomienda realizar un tamizaje a toda persona mayor de 60 años. Mientras
más precoz se pesquise, mayor será el resultado post intervención. Existen pruebas diagnósticas como la
evaluación del rendimiento muscular de extremidades inferiores (que estudiaremos en la tercera unidad),
pruebas de imagenología como el DXA (Dual - energy X-ray absorptiometry) el cual valora la cantidad de
masa magra, también se puede medir con TAC y resonancia magnética. Sin embargo, en estas opciones, los
costos son mayores.
Una manera sencilla de diagnosticarla es mediante la aplicación del cuestionario SARC-F, cuyas siglas
signi can “A Simple Questionnaire to Rapidly Diagnose sarcopenia” que evalúa la percepción que presentan
los individuos sobre sus limitaciones en ciertas actividades. Como verán, es un instrumento sencillo, de fácil
aplicación y se puede poner en práctica en atención primaria.
A continuación, presentaremos el cuestionario SARC-F.
Tabla 3: Cuestionario SARC-F. Fuente: (Parra Rodríguez et al, 2016, p. 1142-1146).
Pueden observar que el cuestionario se basa en actividades que son cotidianas para las personas mayores,
de manera tal de situarlos a experiencias habituales en donde se pueda apreciar el impacto de la
sarcopenia. Es importante señalar que el SARC-F debe ser aplicado en personas con un buen estado
cognitivo ya que deben comprender las preguntas, por lo que no se recomienda aplicarlos en personas con
diagnóstico de demencias. También se puede evaluar de manera sencilla mediante el perímetro de la
pantorrilla, un valor menor a 31 cm, es sugerente de disminución de la masa muscular (Pino & Mardones,
2011, p.23-29).
La siguiente imagen resume las mediciones de masa, fuerza muscular y rendimiento físico.
Figura 7: Mediciones de rendimiento, masa y fuerza muscular. Fuente: elaboración propia.
De acuerdo al diagnóstico, se puede estadi car el grado de sarcopenia, esto dará un mayor enfoque en su
posterior intervención. Los estadios de la sarcopenia son:
1
Pre sarcopenia: Cuando solo existe disminución de masa muscular.
2
Sarcopenia: Cuando coexiste disminución de masa muscular, fuerza muscular o disminución
del rendimiento físico.
3
Sarcopenia grave: Presencia de disminución de masa muscular, disminución de fuerza
muscular y de rendimiento físico.
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Lección 5 de 8
Síndrome de fragilidad
Al igual que la sarcopenia, la fragilidad es considerada un síndrome geriátrico, es un estado que vuelve a la
persona mayor mucho más vulnerable a la morbimortalidad, en el cual existen mayores demandas frente a
una disminución de capacidades de respuesta por parte del organismo, lo que puede traer como
consecuencias mayor dependencia y muerte. Esto se debe a una disminución de la reserva siológica y una
mayor carga alostática.
La reserva siológica se construye en base a los estilos de vida, si una persona practica ejercicio físico, tiene
una adecuada alimentación, no presenta malos hábitos como el tabaquismo y consumo excesivo de alcohol,
al llegar a la vejez tendrá una mejor reserva siológica que aquella persona que tiene malos hábitos o que
presente alguna enfermedad. Por su parte, la carga alostática, se re ere al estrés que ha ido acumulando el
organismo a través del tiempo. La siguiente imagen nos muestra con mayor claridad el proceso.
Figura 8: Síndrome de fragilidad. Fuente: elaboración propia
El Síndrome de fragilidad puede estudiarse desde una esfera psicológica y también social. Pero, en esta
oportunidad nos centraremos en una esfera biológica. Para poder uni car criterios en su determinación,
Fried y colaboradores determinaron un fenotipo el cual incluye los siguientes factores:
1
Pérdida de peso involuntaria de al menos 5 kg en el último año.
2
Autorreporte de agotamiento.
3
Disminución de la fuerza muscular (evaluado por dinamometría en la fuerza de prensión de la
mano no dominante).
4
Actividad física reducida (re ejada en el consumo de calorías por semana).
5
Velocidad lenta para la marcha en un recorrido de 15 pies (4.57 m).
Para considerar a un adulto como frágil, debe cumplir de forma simultánea tres de los cinco criterios; y se
categoriza como pre frágil si se cumple dos criterios.
Video 3. Síndrome de fragilidad
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¿Se dan cuenta que la mayoría de las personas mayores, sobre todo que viven en
residencias de larga estadía, son frágiles? La respuesta es clara, pues la mayoría de la
población institucionalizada e incluso aquellas personas mayores que viven en sus casas
cumplen con más de uno de estos cinco criterios. El problema es que como sociedad
normalizamos estos signos y por lo tanto no se realiza una intervención oportuna lo cual
puede generar consecuencias no deseadas como caídas, mayor dependencia, riesgo de
institucionalización e incluso la muerte.
De acuerdo al fenotipo de fragilidad establecido por Fried, se ha construido un concepto
más moderno que incluye los criterios diagnósticos (síntomas y signos clínicos) y eventos
adversos asociados.
Figura 9: Síndrome de fragilidad (alteraciones y resultado). Fuente: (Jauregui & Rubin, 2012,
p.112).
Son muchos los factores de riesgos que pueden desencadenar el síndrome de fragilidad, desde factores
sociodemográ cos como el sexo femenino, baja escolaridad y pobreza, hasta factores biomédicos como
disminución de fuerza muscular, diabetes mellitus entre muchos más.
La siguiente tabla expone los principales factores de riesgos para desarrollar Síndrome de fragilidad.
Tabla 4: Factores de riesgo. Fuente: (Instituto Mexicano del Seguro Social, 2011, p.12)
En cuanto a la siopatología de la fragilidad, existen varios sistemas involucrados, los más estudiados el
sistema inmune, sistema endocrino y del sistema musculoesquelético. Veamos la descripción de cada:
1
Sistema inmune: Existe un estado de proin amatorio además de una activación de la cascada
de coagulación como células de brinógeno, factor VII. A su vez, se produce un aumento de
citoquinas que actúan a favor de los procesos in amatorios como lo son la Proteína C
Reactiva (PCR) y la Interleucina 6 (IL-6). Esta última citoquina está relacionada con la
sarcopenia, pérdida de peso y aumento de la susceptibilidad a infecciones. Ante esto último, es
importante destacar que la actividad física produce interleucinas antiin amatorias como son
las IL-2, esta última que está implicada en numerosos procesos celulares que permiten la
puesta en marcha de los mecanismos de defensa de nuestro organismo, lo que esto pudiese
compensar la producción de sustancias in amatorias, propias del estrés oxidativo celular.
2
Sistema endocrino: Existen diversos cambios a nivel hormonal que favorecen el proceso de
fragilidad, uno de ellos es la disminución de esteroides sexuales como la Testosterona y los
Estrógenos, los cuales in uyen en la fuerza muscular como lo vimos anteriormente. Además,
bajan los niveles de dehidroepiandrosterona sulfato y de factor de crecimiento símil insulina
(IGF-1), lo cual se asocian con una menor fuerza y movilidad. La vitamina D, también
disminuye lo cual se relaciona con una disminución de la movilidad y alteraciones de equilibrio.
Sarcopenia: Es el componente más in uyente en el proceso de fragilidad, el cual ya describe
en el apartado anterior. La siguiente imagen nos aclarará más lo anteriormente señalado:
Figura 10: Sistemas involucrados en la fragilidad. Fuente: (Jauregui & Rubin, 2012, p.113).
En cuanto al tratamiento tanto del síndrome de sarcopenia y fragilidad, la literatura recomienda de manera
categórica la realización de ejercicio físico principalmente con pesas. Se ha demostrado que el ejercicio con
pesas incluso en sujetos octogenarios aumenta el reclutamiento de unidades motoras, además de
incrementar la plasticidad neuromuscular. La realización de una rutina 2 o 3 veces a la semana da como
resultado un incremento pequeño pero signi cativo de la capacidad física, velocidad de la marcha, capacidad
de ponerse de pie de una silla sin ayuda y fuerza muscular (Carrillo Esper, et al. 2011, p.19).
Además de la práctica de ejercicio físico, se recomienda un consumo adecuado de proteínas. Muchas
personas mayores disminuyen su ingesta alimenticia proteica, ya sea por la falta de piezas dentales, mala
tolerancia a las legumbres y en muchas ocasiones por prejuicios. Se recomienda un consumo de proteínas
para este grupo etario de 0.8 g/kg/día. También se recomienda el consumo de suplementos de proteínas,
aunque siempre se debe privilegiar el consumo de alimentos. Sin embargo, en aquellas personas con
problemas nutricionales está recomendado.
Es importante señalar que el Síndrome de fragilidad es bidireccional, por lo que, si se logra pesquisar de
manera oportuna, y se realiza una intervención que abarque las esferas psicosociales y funcionales,
podemos evitar que la persona mayor pueda sufrir una caída, aumente su dependencia y posteriormente
podemos evitar su muerte.
Figura 11: Sarcopenia y fragilidad en la persona mayor. Fuente: elaboración propia.
El síndrome de fragilidad se relaciona con una disminución de las capacidades de reserva de la persona
mayor lo cual aumenta su vulnerabilidad. La forma de manifestarse es mediante una disminución de fuerza
muscular, disminución de la velocidad de la marcha, aumento de la sensación de fatiga, disminución de peso
y baja actividad física. Son muchas las causas que lo pueden desencadenar, como enfermedades sistémicas,
alteraciones en el sistema inmune, endocrino, pero, sobre todo, la relación directa que existe con la
sarcopenia. Lo más importante es que a diferencia de muchos, junto con la sarcopenia, el síndrome de
fragilidad puede ser reversible si logramos detectarlo oportunamente.

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Síndrome de sarcopenia:
Disminución de la masa muscular Pérdida de fuerza
Disminución de la velocidad de la marcha
Disminución del rendimiento físico
Malnutrición
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Cambios en el sistema óseo:
Factores hormonales
Cambios nutricionales
Factores genéticos
Factores nutricionales
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Cambios en el sistema muscular:
Disminución de unidades neuromotoras
Alteración del metabolismo proteico
Factores hormonales
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Fragilidad:
Enfermedades
Hospitalizaciones
Deterioro cognitivo
Factores psicosociales
Lectura complementaria
Título: Sarcopenia: consenso europeo sobre su de nición y diagnóstico
Indicación de lectura: En esta unidad, estudiamos los principales cambios
osteomusculares producto del envejecimiento, analizamos sus implicancias y
relacionamos dichos procesos como desencadenantes del Síndrome de sarcopenia y
fragilidad. A su vez, reconocimos ambos síndromes como una gran amenaza silente
que afecta la funcionalidad de la persona mayor. En esta lectura complementaria
podrás profundizar los cambios que se observan en la persona que envejece.
Fuente: Jentoft, et al. (2010). Sarcopenia: consenso europeo sobre su de nición y diagnóstico. Recuperado
de: https://copospanama.org/wp-content/uploads/2019/10/concenso_europeo_de_sarcopenia.pdf
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C O NT I NU A R
Lección 6 de 8
Resumen de la unidad
Hemos aprendido los cambios en el sistema muscular y óseo en la persona mayor. En relación a este tema,
vimos que existen cambios hormonales, alteraciones nutricionales y cómo afecta el desuso tanto en la
musculatura como el hueso. Todos estos cambios pueden ser mermados si se practica ejercicio físico y si la
persona se mantiene activa en su día a día.
Cuando el estilo de vida no es el más óptimo, y se instaura alguna enfermedad que afecte la funcionalidad
de la persona, sumado a las modi caciones propias del envejecimiento, aparecen estos dos síndromes
geriátricos silentes como son la sarcopenia y la fragilidad.
A continuación, verás el video de cierre de la unidad en donde se muestra en qué parte del material de
estudio se han trabajado las competencias de nidas para el curso.
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Referencias
–
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Recuperado de: http://www.sagg.org.ar/wp/wp-content/uploads/2015/11/Consenso-2010Sarcopenia-Age-and-aging.pdf
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Manole. Madrid.
S I G U I E NT E
Lección 7 de 8
Autoevaluación
Como cierre al proceso formativo de la unidad, se presenta una actividad de
autoevaluación. El ejercicio se plantea mediante un caso que otorga contexto a los
contenidos estudiados. Las interrogantes han sido formuladas en atención al
resultado de aprendizaje:
Al concluir esta unidad, te encontrarás en capacidad de identi car la
sarcopenia y fragilidad como principales síndromes geriátricos mediante
el estudio de sus características clínicas y acción desencadenante en la
pérdida de la funcionalidad de las personas mayores.
Sugerimos retomar el material de estudio (lectura, lectura complementaria,
recursos grá cos y audiovisuales) si la valoración del aprendizaje resultase
insatisfactoria.
Realizar la autoevaluación
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S I G U I E NT E
Lección 8 de 8
Material descargable
Material de estudio U1.pdf
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