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Lectura 1 Consorcios ICB

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Informe Especial
CONTENIDO
Informe Especial
Contratos de Colaboración Empresarial: Joint Venture y Consorcio. Implicancias Tributarias
(Primera Parte)
A1
–––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––
Jurisprudencia del Tribunal Fiscal
¿La Depreciación de un bien objeto de Arrendamiento Financiero debe ser contabilizada para efectos
de proceder a su deducción tributaria?
A6
–––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––
Comentarios
» Modifican las normas vinculadas al Sistema de pago de Obligaciones Tributarias con el
Gobierno Central - SPOT
A9
» Aprueba la ley de adecuación al "Acuerdo sobre las medidas en materia de Inversiones
relacionadas con el comercio" de la OMC
A10
–––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––
Casuística Tributaria
A11
–––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––
Consultas Tributarias
A13
–––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––
Indicadores Financieros - Tributarios
A15
Informe Especial
Contratos de Colaboración Empresarial:
Joint Venture y Consorcio
Implicancias Tributarias
(Primera Parte)
I. Introducción
II. Perspectiva Mercantil
Nuestra actual realidad ha tomado conciencia de la importancia que resulta en el
ámbito económico y social la pronta entrada
en vigencia del TLC con los Estados Unidos,
puesto que se proyecta un incremento de la
inversión extranjera.
Bajo dicho panorama, resulta de gran
relevancia abordar el presente tema, ya que
es a través de los contratos asociativos que
los inversionistas nacionales y extranjeros
unen fuerzas con la finalidad de participar
en forma activa y directa en un determinado
negocio o empresa y así obtener un beneficio económico.
Así las cosas, las figuras contractuales
asociativas, por excelencia, a ser empleadas
por los agentes económicos, vienen dadas
por la celebración de contratos señalados
en el título del presente informe, siendo el
propósito del mismo dar algunos alcances
en torno al tratamiento fiscal de éstos, no
sin antes efectuar una breve revisión a las
normas mercantiles que regulan, de ser el
caso, estos contratos asociativos.
Por curioso que resulte, es nuestra Ley
General de Sociedades (1) (en adelante LGS),
la norma marco de los contratos asociativos.
Ahora bien, los contratos asociativos son
definidos por el artículo 438 como aquellos
contratos que crean o regulan relaciones
de participación e integración con un fin
común para las partes intervinientes, no
dando lugar a una persona jurídica, siendo
su objeto (la del contrato) un negocio(s) o
empresa(s) determinada.
No obstante ello, la referida normativa
solo tipifica a dos tipos de contratos asociativos, esto es, a los contratos de asociación en participación y a los contratos de
consorcio.
Si bien el presente informe se encuentra
enfocado exclusivamente al tratamiento tributario de los contratos de consorcio y joint
venture (ambos contratos asociativos, solo
que el primero es nominado (2) y típico (3),
y el segundo nominado pero atípico en
nuestra legislación), resulta de suma importancia efectuar una breve explicación sobre
INFORMATIVO
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el tratamiento mercantil de ambos contratos
así como del contrato de asociación en participación, en la medida que se tratarían de
contratos asociativos.
• Contrato de Asociación en
Participación (Nominado +
Contratos Típico)
• Contrato de Consorcio
Asociativos
(Nominado + Típico)
• Contrato de Joint Venture
(Nominado + Atípico)
2.1. Contrato de Asociación en Participación (4)
Este contrato es aquel mediante el cual
una persona, denominada asociante
concede a otra u otras personas denominadas asociados, una participación
en el resultado o en las utilidades de
uno o de varios negocios o empresas
del asociante, a cambio de una determinada contribución (5).
Cabe adelantar que, nuestra legislación
tributaria ha sido acertada al omitir
regulación alguna respecto a dicho con-
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Informativo Derecho Tributario
un contrato por el cual dos o más
personas se asocian para participar
en forma activa y directa en un
determinado negocio o empresa,
con el propósito de obtener un
beneficio económico, manteniendo
cada una su propia autonomía.
En efecto, cada miembro del contrato se
compromete a realizar las actividades
del consorcio estipuladas en el contrato, vinculándose individualmente con
terceros en el desempeño de la actividad que le corresponde en el consorcio,
adquiriendo derechos y asumiendo
obligaciones y responsabilidades a
titulo particular.
En conclusión, el contrato de consorcio es un contrato mediante el cual
las partes intervienen en forma
directa en el negocio o empresa
asumiendo responsabilidad, individual o solidaria, según sea el caso,
en las relaciones con terceros.
trato, ya que de acuerdo con las normas
societarias, frente a terceros (incluyendo al fisco) el negocio o empresa es del
asociante, mas no del asociado, quien
es un mero espectador del negocio. En
ese sentido, resulta imposible, por su
naturaleza jurídica, otorgarle capacidad
jurídico tributaria, esto es, considerar al
contrato de asociación en participación
contribuyente del Impuesto a la Renta
o del Impuesto General a las Ventas.
En consecuencia, es de concluir que
la imposición recae en el asociante, el
cual considerará los ingresos producto
del negocio o empresa como propios
así como también los costos o gastos
en los que incurra”.
2.2. Contratos de Joint Venture
El contrato de joint venture, originado
en el “Common Law”, es una figura
jurídica mercantil que forma parte del
género de los contratos asociativos
más difundido en nuestro medio. No
obstante ello, dicha figura contractual
no cuenta con una merecida regulación especial a diferencia del contrato
de consorcio, el cual sí se encuentra
regulado por la LGS (6).
En opinión de Talledo y Calle, “el joint
venture es un contrato por el cual dos o
más partes (personas naturales o jurídicas), acuerdan participar conjuntamente en un negocio, obra o explotación...
cuya envergadura o complejidad rebasan su capacidad operativa individual
o el riesgo que puedan asumir” (7).
Conforme lo expuesto, podemos
concluir que el contrato de joint
venture es una forma de contratación asociativa moderna empresarial que no implica la creación
de una persona jurídica, y que se
caracteriza por la unión de dos o
más personas (entiéndase personas
naturales o personas jurídicas)
para emprender un negocio en común por un tiempo determinado,
compartiendo riesgos, costos y
utilidad.
2.3. Contrato de Consorcio
Tal y como lo hemos señalado anteriormente, nuestros autores de la LGS vigente, al momento de su implantación
consideraron necesario regular las características esenciales de los contratos
asociativos, y, de manera expresa, los
contratos asociación en participación y
de consorcio, en la medida que eran los
más utilizados en nuestra sociedad en
aquel momento y porque respondía a la
naturaleza de los contratos asociativos
que nuestros legisladores deseaban
normar en nuestro medio.
De acuerdo con en el artículo 445 de
la mencionada ley, el consorcio es
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2.4. ¿Es lo mismo un contrato de Consorcio y de Joint Venture? ¿Cuál es
la diferencia entre Contrato Asociativo y Contrato de Colaboración
Empresarial?
Como ya hemos expresado, nuestra
legislación societaria no ha tipificado al
contrato de joint venture como un contrato asociativo debido a que en aquel
entonces dicho contrato no respondía a
la naturaleza que se deseaba normar en
la LGS, la razón principalmente radicó
en que dicha figura jurídica contaba
con amplias imprecisiones en su definición.
No obstante ello, gran parte de la
doctrina nacional e internacional ha
considerado a los contratos de joint
venture como una forma de clasificación del contrato de consorcio. En
buena cuenta, ha señalado en forma pacífica que ambos contratos,
si bien denominados de manera
distinta, tendrían, en el trasfondo,
la misma naturaleza contractual.
Somos de la opinión que dentro de lo
que se ha definido como contratos de
consorcio en nuestra LGS se encuentra
incluida la figura contractual del Joint
Venture (8).
En lo referente a la segunda interrogante, cabe señalar que la LGS no
define a los Contratos de Colaboración
Empresarial. Empero, en la doctrina
tributaria internacional son conocidos
como contrato de riesgo compartido.
Ahora bien, estando a lo anterior somos
del parecer que los Contratos de Colaboración Empresarial se encuentran
comprendidos bajo la figura de los
Contratos Asociativos. Así las cosas,
podemos afirmar que estos últimos
(Contratos Asociativos) vienen a ser el
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género y aquellos (Contratos de Colaboración Empresarial) una especie. En
el contrato de colaboración empresarial
se advierte que las partes integrantes
de dicho contrato participan en forma
activa y directa en el negocio, esto es,
ambas llevan el manejo y la gestión del
negocio de acuerdo con las actividades
que se le encargan a cada una de ellas
y por las que se ha comprometido,
debiendo coordinar con los otros miembros de acuerdo a los procedimientos
y mecanismos previstos en el contrato.
Evidenciamos así que, la Co-Gestión o
Co-dirección deviene en un elemento
o característica típica de estos contratos.
En líneas generales podemos señalar
que los contratos de colaboración
empresarial son aquellos contratos en
los cuales todos los integrantes tienen
participación activa en la gestión y
realización de las actividades, esto es,
el caso de los contratos de consorcio
o joint venture, mas no así el caso de
los contratos de asociación en participación.
III. Perspectiva Fiscal
Nuestra legislación tributaria se ha ocupado de manera particular de dispensar
el marco tributario para este tipo de contratos (joint venture y consorcio). La nota
“diferenciadora” en el tratamiento fiscal de
estos contratos vienen dada por el hecho de
que éstos lleven o no contabilidad “propia”
(contabilidad del contrato, se entiende) o
como lo prescribe la normativa tributaria,
cuenten con contabilidad independiente o
no a la de sus partes integrantes.
Estando a lo expuesto, nuestra legislación
tributaria otorgó a los contratos de consorcio
o joint venture con contabilidad independiente
el carácter de persona jurídica (9), generando
así la calidad de contribuyente del impuesto
a la renta así como del impuesto general
a las ventas. Dicha característica ha sido
configurada sobre la base de la denominada
“Autonomía del Derecho Tributario” (10).
Ahora bien, de acuerdo con el numeral 3
del artículo 4º del Reglamento de la LIGV (11)
se entiende que son contratos de colaboración empresarial los contratos de
carácter asociativo celebrados entre
dos o más empresas, en las que las
prestaciones de las partes sean destinadas a la realización de un negocio
o actividad empresarial común, excluyendo a la asociación en participación
y similares. Si bien esta definición ha sido
acogida por la LIGV consideramos valedera
dicha definición para ambos impuestos.
En ese sentido, únicamente para efectos
tributarios los consorcios o joint ventures
con contabilidad independiente son considerados como contribuyentes mientras
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CABALLERO BUSTAMANTE
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Informe Especial
que las asociaciones en participación, por la
naturaleza jurídica que evidencian, no.
Estando a lo expuesto en los párrafos
precedentes, procederemos a dividir el presente análisis según la clasificación de los
contratos de consorcio o joint venture para
efectos fiscales, y así dentro de cada una
de ellas señalar sus implicancias tanto en el
Impuesto a la Renta como en el Impuesto
General a las Ventas.
3.1. Contrato de Joint Venture o Consorcio con contabilidad independiente.
3.1.1 Su regulación en el Impuesto
a la Renta
A. Contribuyente
De acuerdo con el inciso k) del
artículo 14º del TUO de la Ley del
Impuesto a la Renta, aprobado
mediante Decreto Supremo Nº
054-99-EF (en adelante LIR), los joint
ventures, consorcios y otros contratos de colaboración empresarial que
llevan contabilidad independiente
de la de sus partes serán considerados contribuyentes del Impuesto,
ostentando para efectos tributarios
la calidad de Persona Jurídica.
Ahora bien, conforme a lo dispuesto por el artículo 65º de la LIR, es
intención del legislador que los contratos de colaboración empresarial
cuenten con contabilidad independiente de la de sus partes contratantes, con la salvedad prevista
por el propio artículo en mención:
Así, solo bajo los supuestos recogidos en el referido artículo podrá
el consorcio o joint venture llevar
contabilidad “integrada” (consorcio
o joint venture sin contabilidad
independiente).
Inscripción en RUC
De conformidad con el artículo 2 del
Decreto Legislativo Nº 943 así como
del artículo 2 de la Resolución de Superintendencia Nº 210-2004/SUNAT,
Disposiciones Reglamentarias del
Decreto Legislativo Nº 943, el contrato de consorcio o joint venture con
contabilidad independiente deberá
solicitar su inscripción en el Registro Único de Contribuyentes (RUC),
bajo la denominación que las partes
acuerden. Para ello, según el procedimiento 1 del TUPA de la SUNAT
2007, aprobado mediante Decreto
Supremo Nº 005-2007-EF, publicado el 28.01.2007, el contribuyente
deberá cumplir con los requisitos
generales y específicos, entre otros,
el de adjuntar copia del contrato de
colaboración empresarial.
INFORMATIVO
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Autorización de Comprobantes
de Pago
Se deberá solicitar la autorización
de impresión de comprobantes de
pago u otros documentos a través
de imprentas conectadas a la SUNAT a través de internet mediante
el Sistema SUNAT Operaciones en
Línea (SOL); exhibiendo para ello
el documento de identificación del
quien se designe como representante del contrato y del tercero que
realice el trámite. Adicionalmente,
deberá presentar el Formulario Nº
816 “Autorización de Impresión a
través de SUNAT Operaciones en
Línea” firmado por el representante
del contrato, y fotocopia de su documento de identidad vigente.
Culminación del Negocio
Finalizado el contrato de consorcio
o joint venture con contabilidad
independiente se deberá solicitar
la baja de inscripción del Registro
Único de Contribuyentes (RUC),
para lo cual corresponderá presentar el Formulario 2135, firmado
por el representante del contrato, y
adjuntando el acta o acuerdo que
acredite el término del contrato. De
acuerdo con el artículo 49º del RLIR
se presentará la declaración jurada
a los tres (3) meses siguientes a la
fecha del balance de liquidación del
contrato de consorcio o Joint venture con contabilidad independiente.
B. Generación de la Renta
Siendo el contrato de consorcio
o joint venture con contabilidad
independiente contribuyente del
impuesto a la renta, los ingresos
derivados del negocio, para el cual
se formalizó el referido contrato,
generan rentas de tercera categoría
de conformidad con el inciso e) del
artículo 28º de la LIR.
En ese sentido, siendo contribuyente del impuesto deberá llevar
contabilidad completa, facturar por
aquellas operaciones que el negocio
exija, así como considerar que los
gastos incurridos (indubitablemente
por la ejecución del contrato) estén
sustentados con el comprobante de
pago respectivo emitido a nombre
del consorcio o joint venture.
C. Presentación de Declaración
Jurada Mensual y Anual del
Impuesto a la Renta
El tratamiento tributario de los contratos de consorcio o joint venture
con contabilidad independiente resulta ser igual a cualquier otro contribuyente de tercera categoría del
Impuesto a la Renta. En tal sentido,
según el artículo 79º de la LIR, los
contribuyentes del impuesto, que
obtengan rentas computables para
efectos de esta ley, deberán presentar declaración jurada de las rentas
obtenidas en el ejercicio gravable.
Así las cosas, estarán obligados
a presentar la Declaración Jurada
Mensual y efectuar los pagos a
cuenta del IR, así como a presentar
su Declaración Jurada Anual y realizar el pago del saldo por regularización del impuesto, de ser, el caso.
D. Contribuciones de bienes realizado por las partes integrantes
al contrato
En este punto, resulta importante
señalar que de acuerdo al artículo
439 de la LGS, las partes integrantes
de los contratos asociativos están
obligadas a efectuar las contribuciones en dinero, bienes o servicios
establecidos en el contrato. Asimismo, se estipula en el artículo 446º,
que los bienes que los miembros del
consorcio afecten al cumplimiento
de la actividad a que se han comprometido, continúan siendo de la
propiedad exclusiva de éstos.
Estando a la normativa glosada podemos apreciar que, en los contratos de
colaboración empresarial (que como
hemos expuesto anteriormente son
la especie dentro del genero) las
partes integrantes están obligadas
a efectuar contribuciones en dinero,
bienes o servicios de acuerdo con
lo establecido según contrato. Sin
embargo, cuando se trata de bienes,
sean éstos muebles o inmuebles,
corporales o no, la propiedad de los
mismos jurídicamente continuaría
siendo de las partes integrantes.
Ahora bien, para efectos del IR, la
contribución de los bienes efectuados al contrato de consorcio o joint
venture con contabilidad independiente, por las partes integrantes,
deberá considerar la misma a un
“valor de mercado” determinado
conforme al artículo 32º de la LIR y
específicamente como lo inspiran
las normas de precios de transferencia previstas en el artículo 32º-A
de la LIR (12). La remisión al artículo
antes referido (32º-A de la LIR) viene dispuesta por el numeral 4 del
artículo 32º de la LIR.
Sin perjuicio de lo señalado en el
párrafo anterior, que habida cuenta
implica una suerte de “criterio de valoración” cabe preguntarse si la contribución, a cargo de las partes integrantes, implicará el reconocimiento
de una renta para éstas. Sobre el
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Informativo Derecho Tributario
particular, recogemos la opinión a
la que arribó SUNAT según Informe
Nº 196-2004-SUNAT/ 2B0000. Así,
el Organo impositor concluye que
la rentas generadas por la transferencia de bienes y servicios que las
partes contratantes (empresas) de
un contrato de consorcio que lleva
contabilidad independiente, realizan
a favor éste, se encuentran gravadas
con el Impuesto a la Renta.
E. Atribución de Resultados
El contrato de colaboración empresarial al cierre del ejercicio gravable
o al finalizar el negocio o actividad
de acuerdo con el plazo estipulado
según contrato, obtendrá un resultado. Dicho resultado podrá ser
positivo o negativo, esto es, determinará utilidades o pérdidas, según
corresponda. Ello, bajo el entendido
que dicha utilidad es aquella obtenida después de la determinación del
Impuesto a la Renta de cargo del
contrato de consorcio o joint venture
con contabilidad independiente.
En ese sentido, pasamos a exponer
el impacto fiscal de obtenerse cada
uno de los resultados:
Cuando el resultado sea utilidad
De acuerdo con lo dispuesto en el
inciso a) del artículo 24-A de la LIR,
el resultado atribuido por el contrato
de consorcio o joint venture con
contabilidad independiente a las
partes integrantes calificaría como
una “distribución de utilidades”
(13).
– Tratamiento en el caso en que
una de las partes integrantes
sea una persona natural domiciliada o persona natural o
jurídica no domiciliada
En el caso de que una de las partes integrantes sea una persona
natural domiciliada, esta obtendrá renta de segunda categoría
acordé lo prescrito en el inciso
c) del artículo 24º de la LIR. En
ese sentido, dichas “utilidades”
se encontrarán gravadas con la
alícuota del 4.1%. Ello de conformidad con lo estipulado por
el último párrafo del artículo
53º de la LIR. Asimismo, cabe
agregar que dichas “utilidades”
estarán sujetas a las retenciones
previstas en el artículo 73-A de la
referida Ley.
En el caso de que una de las
partes integrantes sea una persona natural no domiciliada,
obtendrá renta de segunda categoría. Dichas “utilidades” se
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encontrarán gravadas con la
alícuota del 4.1%. Ello, conforme
lo estipulado en el artículo 54º
de la LIR. Dichas “Utilidades” se
encontrarán sujetas a retención
conforme lo dispone el artículo
76º de la citada Ley.
En el caso que una de las partes
integrantes sea una persona jurídica no domiciliada la alícuota
a aplicarse será del 4.1%. Ello,
conforme lo estipula el inciso
e) del artículo 54º de la LIR.
Sobre dicha “utilidad” recae la
retención conforme lo dispone
el artículo 76º de la aludida Ley.
– Tratamiento en el caso en que
una de las partes integrantes
sea una persona jurídica domiciliada
De acuerdo con el artículo 24-B
de la LIR, una persona jurídica
que perciba utilidades de otras
personas jurídicas (en este caso
del contrato de consorcio o joint
venture con contabilidad independiente), no las computarán
para la determinación de su
renta imponible. Conforme ello,
resultaría ciertamente validó que
la persona jurídica que distribuye
utilidades pueda ser otro contrato de consorcio o Joint venture
con contabilidad independiente.
Cuando el resultado sea pérdida
Partiendo de la premisa que las
partes integrantes del contrato son
sujetos perceptores de rentas de
tercera categoría y finalizado el
Contrato al haber obtenido éste un
resultado negativo (el consorcio o
joint venture arrojó pérdida), cabe
indicar que las partes integrantes
reconocerán en su contabilidad y
en función a su participación en el
referido contrato la referida pérdida,
empero no la podrán considerar
como concepto deducible para la
determinación de su renta imponible; ello, en aplicación del Principio
de Paralelismo. En efecto, bajo la
premisa que las partes integrantes
del contrato de consorcio o joint
venture con contabilidad independiente, al reconocer como ingresos
las “utilidades” distribuidas, éstas
no la someterán a imposición (no
se encuentran sujetas al IR por
disposición expresa del artículo
24-B de la LIR), tampoco resultaría
atendible que el gasto (la pérdida
que corresponde atribuirle a cada
parte integrante) se considere como
gasto deducible para efectos del
citado Impuesto.
F. Saldo a favor del Impuesto a la
Renta
Culminado el consorcio o joint venture con contabilidad independiente
y en lo tocante al asunto del epígrafe
surge una interrogante: ¿Puede
trasladarse o transferirse el saldo a
favor del IR a las partes integrantes?.
A título de respuesta concluimos
que no. Ello, bajo las mismas consideraciones en virtud de las cuales
tampoco resulta transferible el saldo
del crédito fiscal. Respecto de esto
último (transferencia del saldo del
crédito fiscal) ha opinado SUNAT en
el mismo sentido, según Informe Nº
026-2001-SUNAT/K00000.
No obstante ello, a la culminación del
contrato de consorcio o joint venture
se podrá solicitar la devolución del
saldo a favor del IR existente, para
lo cual deberá ceñirse a lo señalado
en el procedimiento 15 del TUPA de
la SUNAT 2007, aprobado mediante
Decreto Supremo Nº 005-2007-EF,
publicado el 28.01.2007.
En ese sentido, si bien es cierto,
como mencionáramos párrafos
anteriores, no resultaría posible
transferir el saldo a favor del IR a
las partes integrantes, no deja de
ser menos cierto que le asiste el
derecho a solicitar la devolución de
dicho saldo a favor al contrato.
3.1.2 Su regulación en el Impuesto
General a las Ventas
A. Contribuyente
De acuerdo con el último párrafo
del artículo 9º del Ley del IGV (14) se
otorga la calidad de contribuyentes
del impuesto a los contratos de
consorcio o joint venture con contabilidad independiente.
B. Operaciones efectuadas entre
las partes integrantes y el consorcio o joint venture
De acuerdo con el punto 10 del Artículo 5º del Reglamento de la LIGV, se
encontrarán gravados con el Impuesto General a las Ventas, las siguientes
operaciones realizadas (15):
a. La asignación al contrato de
bienes, servicios o contratos
de construcción hechos por las
partes contratantes son operaciones con terceros; siendo su
base imponible el valor asignado
en el contrato, el que no podrá
ser menor a su valor en libros o
costo del servicio o contrato de
construcción realizado, según
sea el caso.
Se usa la terminología “asignación” en la medida que las
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Informe Especial
partes integrantes del contrato
al inicio del mismo realizan la
entrega de determinados bienes y/o servicios al contrato
de colaboración empresarial
para su desarrollo, siendo que
en dicha medida su valor no
podrá ser menor al establecido
en libros o costo del servicio.
b. La transferencia a las partes
de los bienes adquiridos por el
contrato estará gravada, siendo
su base imponible el valor en
libros.
Se usa la terminología “transferencia” en la medida que el
contrato de consorcio o joint venture durante el desarrollo del
mismo, de producirse la entrega de bienes a sus partes
integrantes, lo que implicaría
en definitiva una venta (desde la
perspectiva del IGV, toda vez que
para efectos del citado impuesto
se trata de actos que conlleven
la transmisión de propiedad,
lo cual supone una suerte de
“transferencia económica” a la
que alude la LIGV).
c. La adjudicación de los bienes
obtenidos y/o producidos en la
ejecución de los contratos, está
gravada con el Impuesto, siendo
la base imponible su valor al
costo.
Se usa la terminología “Adjudicación” en la medida que el
contrato de consorcio o joint venture a su culminación entrega
a sus partes integrantes bienes obtenidos o producidos
durante la ejecución del mismo, lo que igualmente implicaría
en definitiva una “transferencia”
(para efectos fiscales) de la propiedad exclusiva siendo la base
imponible el valor de su costo.
GRÁFICO 1
PERSONA
NATURAL O
JURÍDICA
PARTES DEL
CONTRATO
a
b
c
CONTRATOS DE
COLABORACIÓN
EMPRESARIAL
IGV
a) Asignación de bienes, servicios o labores de
construcción al contrato de colaboración empresarial gravado con IGV.
b) Transferencia a las partes contratantes de los
bienes adquiridos por el contrato de colaboración empresarial gravado con IGV
c) Adjudicación a las partes contratantes de bienes
obtenidos y/o producidos en la ejecución del
contrato gravado con IGV
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C. Operaciones con Terceros
Para el desarrollo del negocio o
actividad empresarial común se
requiere por lo general realizar
operaciones con terceras personas,
ya sea en calidad de comprador o
vendedor. En tal sentido, el consorcio o joint venture con contabilidad
independiente por las operaciones
de venta o prestación de servicios
deberá emitir comprobantes de
pago y notas de crédito o débito,
de corresponder. Asimismo, tanto
sus operaciones de compra y venta
deberán ser registradas en la contabilidad del consorcio o joint venture
con contabilidad independiente.
No obstante ello, y tal y como ya
lo hemos expuesto en el presente
informe, al ser el contrato de consorcio o joint venture con contabilidad
independiente una persona jurídica
independiente de sus partes integrantes, resultara viable que dichas
partes integrantes realicen operaciones como terceros independientes,
para lo cual, por la generación de
renta tributarán conforme la calidad
que hubiesen optado, sea persona
natural o persona jurídica.
D. Crédito Fiscal
Al contar el consorcio o joint venture
con contabilidad independiente con
personería jurídica es claro que éste
tendrá derecho al crédito fiscal y lo
ejercerá en la medida que cumpla
con lo prescrito en los artículos 18º
y 19º (16) de la LIGV. Así las cosas, es
de señalar que los comprobantes de
pago que permitan ejercer el crédito
fiscal habrán de ser emitidos a nombre del consorcio o joint venture con
contabilidad independiente.
Respecto al saldo del crédito fiscal
que no ha sido agotado a la fecha en
que finaliza el contrato de consorcio
o joint venture con contabilidad independiente, debemos señalar que
según el Informe Nº 026-2001-SUNAT/K00000, siendo el consorcio
que lleva contabilidad independiente
sujeto del Impuesto distinto a las
partes integrantes; no se permitirá
la transferencia de saldos de
crédito fiscal entre estos sujetos
(contrato y partes integrantes).
NOTAS
(1) Ley Nº 26887, Ley General de Sociedades,
vigente a partir del 1 de enero de 1998.
(2) Aludimos al término “Nominado” porque es claro que todo contrato cuentan con un nombre.
(3) Aludimos al término “Típico” en referencia a que
dicho contrato sí encuentra regulación expresa
en la normativa. Así pues, todos los contratos
son nominados, pero pocos resultan típicos.
(4) Véase nuestro Informe Especial “Asociación en
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
(10)
(11)
(12)
(13)
(14)
(15)
(16)
participación: desnaturalización del contrato y
su implicancia Fiscal (Primera y Segunda Parte)”, Sección (B) Prevención o Contingencia.
Informativo Caballero Bustamante. Primera y
Segunda Quincena de Noviembre 2007.
Artículo 440º de la Ley General de Sociedades.
Cabe señalar que, si bien es cierto, el contrato
de Joint venture no ha sido recogido en la
LGS, no deja de ser menos cierto que a nivel
de la regulación “ sectorial” dicho contrato ha
merecido regulación expresa en la normativa
respectiva. Así, es el caso de la legislación de
la actividad minera así como de la pesquera.
En efecto el contrato de joint venture minero
se encuentra regulado en el Decreto Legislativo
Nº 708, Ley General de Minería, de fecha 6 de
noviembre de 1991, cuando estableció en su
artículo 4 que el titular de una actividad minera
podía realizar “contratos de riesgo compartido
(Joint venture)” para el desarrollo de dicha
actividad. Esto fue ratificado por el artículo
204 del Decreto Supremo Nº 14-92-EM, TUO
de la Ley General de Minería, de fecha 2 de
junio de 1992 y por los artículos 151 al 154 del
Decreto Supremo Nº 03-94-EM, Reglamento
de la misma, de fecha 14 de enero de 1994,
tipicidad legal que se implantó en base al uso
social difundido y frecuente de esta novedosa
modalidad de contratación. Igualmente, ocurre
ello en el sector pesquero, de acuerdo con el
artículo 49º de la Ley General de Pesca Nº
25977, de fecha 7 de diciembre de 1992, y en
el artículo 1º del Decreto Supremo Nº 10-88-PE,
Reglamento de la Ley de Pesca, de fecha 22 de
marzo de 1988.
Talledo, César & Calle, José. Manual Societario.
Tomo II, Lima 1992, pág. 401.
Similar opinión expresa Jorge Picón González,
cuando señala que “En lo referente al joint
venture, consideramos que es una definición
incluida en la actual definición de consorcio de
la LGS”. En Revista THEMIS Nº 41, artículo “Un
acercamiento al tratamiento tributario de los contratos asociativos en la Legislación Peruana”.
Tal condición resulta aplicable para efectos
fiscales.
Entiéndase como la atribución de determinadas
cualidades a figuras jurídicas que por sí no las
ostenten en el derecho común.
Reglamento de la Ley del IGV, aprobado
mediante Decreto Supremo Nº 122-94-EF,
publicado el 21.09.94.
Ello, en la medida que se configure la vinculación conforme a los supuestos contenidos en
el numeral 7 del artículo 24º del RLIR. Así, la
vinculación, para el caso materia de comentario se configurará cuando: “Exista un contrato
de colaboración empresarial con contabilidad
independiente, en que las partes contratantes
que participen, directamente o por intermedio
de un tercero, cuenten con mas del treinta por
ciento (30%) en el patrimonio del contrato o
cuando alguna de las partes contratantes tengan
poder de decisión en los acuerdos financieros,
comerciales u operativos que se adopten para el
desarrollo del contrato, caso en el cual la parte
contratante que ejerza el poder de decisión se
encontrará vinculado con el contrato”.
Téngase en consideración que las utilidades
que se distribuyen son netas del Impuesto a
la Renta que ha debido tributar el consorcio o
joint venture como contribuyente.
Texto Único Ordenado de la Ley del Impuesto
General a las Ventas, aprobado mediante
Decreto Supremo Nº 055-99-EF.
Ello se ve reforzado por la SUNAT según el
Informe Nº 196-2004/B20000.
Artículo modificado recientemente por la Ley
29214 (23.04.2008), y complementado por la
Ley Nº 29215.
(Continuará la próxima quincena)
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