Subido por Valentina Pereiras

Entrevista a Carl Greenidge sobre "El reclamo de Venezuela sobre el Esequibo es absurdo"

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Carl Greenidge, vicepresidente de Guyana: "El reclamo de
Venezuela sobre el Esequibo es absurdo"
Entrevista a Carl Greenidge, por Arturo Wallace - BBC Mundo (20 de marzo
del 2017)
Como cabe esperar de una disputa que amenaza a casi dos tercios de lo que
Guyana considera su territorio, los reclamos de Venezuela sobre la región del
Esequibo acostumbran ocupar un lugar prominente en la agenda del ministro de
Relaciones Exteriores guyanés.
De visita en Londres para una reunión de ministros de la Mancomunidad Británica,
Carl B. Greenidge tocó el tema con sus colegas del Commonwelth y lo incluyó en
una conferencia sobre los retos de la pequeña nación sudamericana que dictará
en la prestigiosa London School of Economics.
Y el también vicepresidente guyanés habló del asunto con BBC Mundo a menos
de un mes del nombramiento de un nuevo mediador de Naciones Unidas para la
controversia, que se volvió a calentar en 2015 luego del descubrimiento de
importantes yacimientos petroleros mar afuera de la zona en reclamación.
El mediador es diplomático noruego, Dan Nylander, mejor conocido en América
Latina por su papel de garante del proceso de paz entre el gobierno de Colombia y
la guerrilla de las FARC.
Pero aunque el también vicepresidente de Guyana celebró las credenciales del
nuevo enviado de la ONU, también insistió en que ya era hora de llevar el asunto
ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para su resolución.
Entrevista
¿En dónde están en estos momentos los esfuerzos por resolver la
controversia?
En el marco de lo estipulado por el Acuerdo de Ginebra de 1966, el Secretario
General de Naciones Unidas convocó a una reunión entre los dos países en
septiembre de 2016.
Pero en diferentes intervenciones también había prometido dar por concluido el
ejercicio de sus buenos oficios en diciembre de 2016, asegurando que si para esa
fecha el asunto no había sido resuelto, lo iba a referir a la Corte Internacional de
Justicia de La Haya.
El tema no fue resuelto, pero justo antes de irse el Secretario General (Ban Kimoon) tomó la decisión de darle más tiempo al diálogo, por otro año, insistiendo
en que si esa extensión no producía los frutos esperados, -es decir, si no había
progreso sustancial en la resolución de la controversia, específicamente la
supuesta nulidad del laudo arbitral de 1889- entonces sí lo iba a referir a la corte.
El laudo de 1899 es, por supuesto, el único tratado que rige las fronteras de
Guyana. A menudo se menciona el Acuerdo de Ginebra, pero este no hace
absolutamente ninguna mención a cambios de territorio, no menciona para nada
algún intercambio de personas entre los países.
Lo que dice (el Acuerdo de Ginebra) es que si los dos países no pueden ponerse
de acuerdo en una solución pacífica de la controversia, lo que el Secretario
General de la ONU debe hacer es elegir del menú (de posibles mecanismos de
solución) contenido en el artículo 33 de la carta de Naciones Unidas.
¿Y cree que con este cronograma y la aparentemente inminente entrada en
juego de la Corte Internacional de Justicia, se acerca la solución definitiva de
esta controversia de casi 200 años?
No es una disputa de 200 años…
Bueno, son casi 170… (La denominada Línea Schomburgk, que sirvió de
base a la frontera que es objeto de la controversia, se trazó en 1840).
No, yo lo pondría diferente. La disputa empezó en la década de 1890, tal vez un
poquito antes, cuando Estados Unidos ayudó a que Venezuela pudiera llevar a
Reino Unido a una mesa de arbitraje.
En esa mesa, ellos recibieron la boca del río Orinoco y acordaron, como parte del
Tratado de Washington de 1897, aceptar la decisión del tribunal de arbitraje como
final y definitiva.
Por lo tanto, en lo que a nosotros respecta, ese reclamo acabó en ese momento:
Venezuela recibió territorio, Guyana recibió territorio y el tratado operó sin
problemas por 63 años.
Es a partir de 1962 cuando los actuales problemas empiezan.
En cualquier caso es un problema que se ha prolongado por mucho
tiempo…
¡Por demasiado tiempo!
¿Y creen ustedes que una solución definitiva por fin está cerca?
Obviamente una solución definitiva requiere que las dos partes acepten e
implementen lo que han acordado. Y hemos tenido problemas con la voluntad del
gobierno de Venezuela para honrar sus obligaciones, lo que no ha sido un
problema sólo de Guyana.
Creemos sin embargo que la naturaleza de este reclamo, que es que hay un
tratado nulo y sin efecto, es uno que normalmente puede ser resuelto por una
corte. Un país no puede decidirlo unilateralmente, que es lo que ha pasado en
este caso.
Entonces, en nuestra opinión, una vez que el tema sea llevado a la corte, va a ser
resuelto en el sentido de que no se va a poder volver a utilizar esa excusa.
Por supuesto, las fronteras no son nunca perfectas, así que no esperamos que los
problemas vayan a desaparecer completamente. ¡Pero el hecho es que el reclamo
en sí mismo es tan absurdo que Venezuela nunca jamás ha ejercido soberanía
sobre el Esequibo!
¿Qué hace "absurdos" los reclamos venezolanos?
Después de que las Provincias Unidas (de los Países Bajos) se separaron de
España en 1648 -después del tratado de Münster- España nunca tuvo soberanía
sobre el área, pues esa se les concedió a los holandeses tal y como estipulaba el
tratado.
Y cuando Holanda perdió las guerras napoleónicas, al pelear del lado de los
franceses, el territorio le fue transferido a Gran Bretaña en 1814. Y luego nosotros
obtuvimos la independencia, en 1966.
En otras palabras, nunca nadie de habla española ha ejercido soberanía sobre el
territorio. De hecho en la Guyana se pueden encontrar lugares hasta con nombres
en francés, como resultado de incursiones de piratas franceses, pero no hay
ningún lugar con nombres en español, ni en la costa de Guyana, ni en Esequibo.
Y cuando se abolió la esclavitud en Guyana, en 1834, fue el resultado de un
conflicto entre esclavos que hablaban inglés y holandés, con los ingleses dueños
de las plantaciones. No hay ninguna mención, ninguna evidencia, ninguna prueba
del involucramiento de gente de habla española.
De hecho, si el Esequibo en realidad hubiera sido parte de la Capitanía General de
Venezuela, los esclavos africanos no habrían conseguido su libertad hasta 1865.
Ese es otro testimonio de lo absurdo de este reclamo.
¿Y si en realidad la disputa es tan absurda, por qué no ha podido
resolverse?
Por un asunto de poder. El reclamo es absurdo pero se ha perpetuado por la
asimetría de poder entre los dos países.
Cuando Guyana se acercaba a su independencia en 1966 los venezolanos les
dijeron a los británicos que a menos de que el tema del territorio fuera resuelto,
Venezuela no iba a permitir que Guyana obtuviera su independencia. Entonces los
británicos recurrieron una vez más a una negociación y fue ahí se negoció el
Acuerdo de Ginebra.
Desde entonces, Venezuela ha sido capaz de obligar a Guyana a hacer ciertas
cosas.
Por ejemplo, ocupó la isla de Anacoco, que según el tratado de 1899 es
compartida por los dos países, pero Venezuela la ocupó militarmente en 1968. Y
en 2013, cuando el barco estadounidense Anadarko hacia exploración sísmica en
la plataforma marina, Venezuela capturó la embarcación.
Además, recientemente el congreso venezolano aprobó una ley que dice que el
espacio marítimo frente a la costas de Esequibo, Demerara y Berbice, es decir de
toda la Guyana, e incluso el que está frente a las costas de Surinam, le
pertenecen a Venezuela, y por lo tanto no permitirán perforaciones petroleras en
esas áreas.
Esa es una posición ignorante, pues el acuerdo de Ginebra en ninguna parte dice
nada sobre el tema del espacio marítimo. Y aunque Venezuela tenga derechos,
porque tiene costa, no puede ser que sus derechos marítimos dejen a Guyana y
Surinam sin espacio marítimo.
Entonces, aunque la ley dice una cosa, Venezuela ha tenido en el pasado la
capacidad de hacer lo que quiera, o casi todo lo que quiere, y ejercer presión
militar porque es mucho más poderosa. Dos divisiones del ejército venezolano
prácticamente equivalen a toda la población de Guyana.
Venezuela tiene casi 40 veces la población de Guyana, pero también un territorio
varias veces más grande. Es decir, está tan escasamente poblada como Guyana.
Así que es sorprendente que estén peleando por tener más territorio.
Pero claro, habiendo obtenido la boca del Orinoco como parte del acuerdo de
1899, y siendo en la actualidad los dueños de algunos de los terrenos más
valiosos del mundo, pero habiéndolos malgastado y dejado a su gente en
dificultades, ahora están buscando otros recursos. Eso es lo que está detrás de
todo esto.
¿Qué piensa usted que Venezuela consideraría una solución "práctica,
pacífica y satisfactoria", que es lo que mandaba conseguir el acuerdo de
Ginebra?
No tengo idea de lo que Venezuela necesita. Y si un país es capaz de firmar un
tratado diciendo que van a aceptar el resultado de un proceso como final y
definitivo, y luego reniega de ese compromiso, es muy difícil tener fe de que se
puede llegar a un acuerdo entre los dos países que vaya a ser honrado.
Por eso es que Guyana en ninguna circunstancia va a aceptar un simple acuerdo
bilateral, porque si Venezuela puede romper un tratado que involucraba también a
Reino Unido y Estados Unidos, sería muy temerario asumir que podemos trabajar
juntos y estructurar un acuerdo hoy que ellos vayan a respetar mañana.
Entonces no sé. Sólo sé lo que dice el derecho internacional: si firmas un tratado,
no puedes unilateralmente renegar ese tratado, ninguna solución práctica puede
permitirles renegar de ese tratado.
Podemos hablar de todo lo demás que ellos quieran, pero los derechos
consagrados en el Acuerdo de Ginebra no pueden ser renunciados.
Venezuela sostiene, sin embargo, que el proceso de arbitraje estuvo
viciado…
Eso es un disparate total.
¿Ya sabe a qué me refiero, no? La carta, las acusaciones de colusión...
Sí, pero para empezar, si usted cree que los dos somos los beneficiarios de una
decisión que está viciada, usted no puede tomar la parte de la decisión que lo
beneficia a usted -en este caso la de quedarse con el Orinoco, su cuenca y la
ribera oriental (del río Cuyuní)-, trabajar con ella durante 61 años y una mañana
levantarse y decir '¿Saben qué? Quiero todo lo demás. Y vamos a exigir lo
demás'.
Uno tiene que ir a un cuerpo independiente y que ese cuerpo independiente tome
una decisión.
En cuanto a las alegaciones de que el tratado estuvo sesgado y que los
venezolanos no estaban representados en el panel de arbitraje, déjeme decirle
esto: los venezolanos eligieron a sus representantes en el panel.
Y como fue Estados Unidos el que forzó a que Reino Unido se sentara a la mesa
de negociación Venezuela eligió a un ex presidente de la Corte Suprema de
EE.UU. ¡Y su abogado era un ex presidente de EE.UU! ¡No se puede conseguir
más músculo legal que eso! Venezuela ciertamente no tenía esa capacidad en esa
época. Pero tenía representantes.
Por lo demás, el hombre que luego hizo las alegaciones que alimentan el
argumento venezolano -que el laudo arbitral estaba sesgado porque debería
haberle dado a Venezuela ya fuera todo o nada, que es un argumento ridículo-,
ese hombre (Severo Mallet Prevost) hacía parte el panel y en su momento, en
1899, dijo que era justo. Eso está documentado en reportes de Reuters, de The
Times.
O sea que dejó que pasaran cuarenta y pico de años, casi 50 para escribir una
carta, diciendo que la misma no debía ser abierta sino hasta después de su
muerte. Y cuando abrieron la carta ahí se afirmaba que (Federik) De Martens quien era el presidente del tribunal y estuvo nominado al premio Nobel de la paz
por sus esfuerzos como mediador en la segunda mitad del siglo XIX- se había
coludido con los británicos…
Ahora, está bien hacer esas acusaciones, Pero ¿por qué no las hizo cuando
estaba vivo? ¿Y por qué esperó hasta después de haber recibido una
condecoración de Venezuela, poco antes de morir? ¿Por qué no le dio una
oportunidad de defenderse a las personas que participaron en el acuerdo?
Es absolutamente ridículo. Y durante todo el tiempo en el que Venezuela ha
esgrimido ese argumento, Venezuela jamás ha proporcionado ninguna prueba de
que esa colusión se produjo o que en alguna manera afectó la justicia del acuerdo.
¿Y cree que todo eso se puede aclarar yendo a La Haya? ¿Qué es lo que
tendría que establecer la Corte Internacional?
Si se argumenta que el acuerdo de 1899 es nulo e invalido, la corte tiene que
establecer si existe otro acuerdo (que defina las fronteras entre Venezuela y
Guyana).
Pero antes tiene que establecer si en el acuerdo de Ginebra de 1966 está implícito
que el laudo arbitral de 1899 es nulo e inválido. Y no pueden llegar a esa
concusión porque el acuerdo no dice eso.
¿Hay por tanto un país que se ha estado comportando de una forma que es
consistente con el derecho internacional simplemente para ignorar un tratado que
aceptaron y honraron por 61 años? ¿Y es eso aceptable? Esas son las cosas que
la corte debe decidir.
Si se le permite a un país ignorar el derecho internacional y aplicar sus propias
fórmulas porque tiene dinero, o porque tiene poder militar, estaremos regresando
a una era de caos y creo que no estamos listos para eso. Ya hay suficiente caos
en todo el mundo sin que le permitamos a regímenes descarriados despertarse un
día y hacer lo que quieran.
Pero si es tan evidente que la única forma de resolver esto es yendo a la
Corte Internacional, ¿Por qué ha tomado tanto tiempo? Los esfuerzos de
medición de la ONU ya duran más de 40 años. ¿Hubo alguna vez progreso?
Yo diría que hasta la última decisión del Secretario General, que nos fue
comunicada en febrero de 2017, no ha habido absolutamente ningún progreso, ni
una gota.
Lo que pasó entre 1966 y 2017, antes de esa carta, fue simplemente que
Venezuela se estuvo saliendo con la suya.
Hubo una moratoria, negociada mutuamente, que duró 12 años y fue rota
unilateralmente por Venezuela. En 1968 Venezuela reclamó todo el mar territorial
de Guyana mediante el decreto Leoni, que jamás fue retirado.
Y en 2013 Venezuela capturó un barco que operaba en nuestra plataforma,
haciendo que la empresa Anadarko se fuera y nunca volviera.
También hemos tenido incidentes tierra adentro, con aviones venezolanos
atacando embarcaciones que operaban en el rio Cuyuní, en la porción del rio
Cuyuní que el tribunal de arbitraje le dio a Guyana…
O sea que desde 1966 a la fecha hemos tenido mesetas, con buenas relaciones
entre ambos lados, y valles, en el que se ha ejercido presión militar para tratar de
obtener mayor territorio.
Ahora, dado que el reclamo es uno de nulidad, es uno que puede ser resuelto por
una corte de justicia.
No quiero decir con esto que confíe completamente en la Corte Internacional de
Justicia, porque no es así. Como todo tribunal está integrado por seres humanos y
nunca ha estado completamente libre de influencias políticas. Pero al menos es un
órgano independiente que puede examinar el reclamo y tomar una decisión con
carácter legal que pueda terminar con este problema.
¿Guyana reconocería esa decisión, cualquiera que fuera?
Nosotros vamos a acatar la decisión de la corte. Sería el final del camino.
¿Y qué tanto apetito ve del lado venezolano para ir a La Haya?
Venezuela ya ha indicado a través de su ministra de Relaciones Exteriores y de su
presidente, que no les entusiasma la idea. O peor, que no están dispuestos a ir a
la Corte Internacional.
Pero ese no es mi problema. Tiene que haber una solución para esta controversia.
Y la solución no puede ser una impuesta por Venezuela, porque sería injusto y
una receta para el caos.
¿Siente usted que hay menos voluntad para llegar a una solución con el
actual gobierno, especialmente si se le compara con el de Hugo Chávez?
Con Chávez hubo una mejoría en comparación con lo que había ocurrido antes,
porque Chávez eventualmente admitió lo que todo el mundo sabe: que Venezuela
hizo su reclamo en 1962, no tanto como resultado de la carta póstuma, sino por
razones de política global.
En esa época Guyana estaba liderada por el Dr. Cheddi Jagan, que había sido
parte del gobierno derrocado por los británicos en 1953, un gobierno que se había
pronunciado a favor del socialismo y del comunismo.
Entonces, el reclamo venezolano fue una forma de mantener a ese gobierno bajo
control, y Chávez reconoció ese hecho. Y también indicó que no se opondría al
desarrollo de la región, siempre que la misma fuera desarrollada para beneficio de
los habitantes de la zona, sus propias palabras.
Creo que a lo guyaneses esa les pareció una posición razonable. En otras
palabras, Chávez tenía una posición mucho más sensata y aceptable
políticamente. Pero tampoco diría que la actitud de la actual administración es la
peor.
El periodo entre 1962 y el gobierno de Chávez, por ejemplo, fue muy malo:
aunque a nivel de jefes de Estado siempre hubo contactos, parte del territorio
guyanés fue intervenido militarmente y Venezuela fue al Banco Mundial a abogar
en contra de la construcción de una planta de energía hidroeléctrica.
Y también hicieron gestiones para que Brasil no cooperara con los guyaneses,
boicoteando incluso la construcción de un puente sobre el Tacutú, en la frontera
entre ambos países, la construcción de una estación espacial…
Entonces, ha habido peores periodos que el de Maduro. Y tal vez no se puede
esperar un comportamiento diferente o mejor de la oposición. De hecho, es
posible que un gobierno alternativo sea peor. Los guyaneses tenemos que estar
muy atentos con Venezuela en general.
Pero las cosas se calentaron mucho en 2015, bajo la actual administración…
En este momento la situación no es tan tensa como en septiembre de 2015,
cuando había barcos de guerra venezolanos en nuestras aguas.
Y la actual fuente de tensión en estos momentos parece derivarse sobre todo de
su molestia porque hemos podido empezar a explotar los recursos en el Esequibo
y su espacio marítimo.
La verdad es que al ser la parte que ha hecho todas las concesiones, también
hemos sido los más perjudicados.
Venezuela ha podido explorar y explotar el delta del Orinoco y el mar frente al
delta del Orinoco, pero luego va y le dice a todos que el resto del área no puede
ser explotada sin un acuerdo mutuo.
Pero tendríamos que haber sido muy tontos para aceptar que Venezuela puede
explotar su parte del acuerdo pero que nosotros necesitamos de su permiso para
explotar la nuestra. ¿Qué clase de sinsentido es ese?
¿Cuál ha sido el costo para Guyana de todo esto?
El costo ha sido inmenso. Si se mide el PIB con los criterios habituales, Guyana es
el segundo país más pobre del hemisferio occidental, a pesar de estar ubicada
entre territorios que han logrado explotar sus recursos para ubicarse entre los más
ricos de la región.
Ahí está Venezuela, con las reservas petroleras más grandes del mundo, Trinidad
y Tobago, Surinam, que han podido explotar sus recursos minerales, incluyendo
petróleo y gas. Si Guyana no ha podido hacerlo, y su gente sigue viviendo en
pobreza, es porque no nos han dejado ni explorar esas riquezas.
Incluso la diferencia en infraestructura en la frontera con Venezuela refleja el costo
que Guyana ha tenido que pagar. Comparado con lo que hay en el lado
venezolano y sobre todo en el brasileño, la infraestructura física de Guyana es
bastante inadecuada.
Pero también hay que decir que como la población de Venezuela no se concentra
en la zona fronteriza con Guyana, los venezolanos que viven ahí, a menudo están
tan mal atendidos como los guyaneses, o incluso peor.
¿Qué le diría a esa gente y a los venezolanos en general?
Guyana necesita de sus vecinos. Y a nivel de la gente las relaciones son muy
buenas. De hecho, un significante número de guyaneses vive en Venezuela, han
emigrado a Venezuela a lo largo de los años, especialmente en la zona de Puerto
Ordaz.
Así que mi mensaje sería que somos hermanos y hermanas que nos hemos
encontrado por azares de la fortuna, buena o mala, ocupando ciertos espacios. Y
ninguno de los dos ha sido capaz de desarrollar plenamente los recursos a su
disposición.
Nuestra tarea y nuestro deseo es que nuestros gobiernos sean lo suficientemente
sensatos para desarrollar esos lugares para el bienestar de todos.
Enfrentados al desafío interno de mejorar las condiciones de vida de nuestra
gente, y enfrentados a problemas externos comunes a nivel político y económico,
nuestra responsabilidad como personas y como gobiernos es trabajar juntos y
cooperar. No tenemos ningún interés en tensiones o conflictos con Venezuela ni
con ninguno de nuestros vecinos.
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