TRABAJO FIN DE GRADO EN ANTROPOLOGÍA MAGISTERIO EN LA FRONTERA (1936-39) AFECTO, REPRESIÓN Y SOLIDARIDAD Alumno: Xavier Fernández Rodríguez 46911694-C Directora: María del Carmen García Alonso Presentado para la obtención del título de Grado en Antropología, junio de 2019 El viento viene, el viento se va, por la frontera Manu Chao (Clandestino, 1998) La tradición de los oprimidos nos enseña que “el estado de excepción” en el que vivimos es la regla Walter Benjamin (Tesis VIII sobre el sentido de la Historia) DECLARACIÓN JURADA DE AUTORÍA DEL TRABAJO CIENTÍFICO, PARA LA DEFENSA DEL TRABAJO FIN DE GRADO Fecha: 11 de junio 2019 Autor(a): XAVIER FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ D.N.I/N.I.E/Pasaporte: 46911694C Hace constar que es el (la) autor(a) del trabajo: Título completo del trabajo: MAGISTERIO EN LA FRONTERA (1936-1939): AFECTO, REPRESIÓN Y SOLIDARIDAD En tal sentido, manifiesto la originalidad de la conceptualización del trabajo, interpretación de datos y la elaboración de las conclusiones, dejando establecido que aquellos aportes intelectuales de otros autores, se han referenciado debidamente en el texto de dicho trabajo. DECLARACIÓN: Garantizo que el trabajo que remito es un documento original y no ha sido publicado, total ni parcialmente por otros autores, en soporte papel ni en formato digital. Certifico que he contribuido directamente al contenido intelectual de este manuscrito, a la génesis y análisis de sus datos, por lo cual estoy en condiciones de hacerme públicamente responsable de él. No he incurrido en fraude científico, plagio o vicios de autoría; en caso contrario, aceptaré las medidas disciplinarias sancionadoras que correspondan. Fdo. Xavier Fernández Rodríguez 1 INDICE DE CONTENIDOS Introducción y contextualización 3 Metodología y Objetivos de investigación 15 Panorámica bibliográfica y estado de la cuestión 25 El espacio y la frontera 33 Ideología y enseñanza 43 republicanas: la ATEO Una historia de vida: Eudoxia 52 Lorenzo Diz Exilio y regreso 62 Conclusiones 65 Referencias Bibliográficas 67 Anexos Documentales 79 2 Introducción y contextualización Este TFG es la culminación de un viaje académico y personal en que he estado embarcado los últimos 10 años, travesía en que personas, lugares y memorias han tejido una densa malla de significados cambiantes y singulares, a veces dolorosos, a veces esperanzadores. De hecho, contra esta sistemática expropiación de la esperanza a que nos conduce el sistema político, la experiencia vital de este Trabajo aparece como registro etnográfico de una tentativa de transformación social. El mundo del futuro, que como estudiantes nos toca pergeñar, debe delinearse a partir de un repertorio renovado de prácticas posibles, de posibilidades vivas y legítimas, de expectativas enunciadas en otros momentos de la historia, aunque lo fuesen de modo incompleto o fragmentario, que deben ser recuperadas en el marco de la construcción de una memoria ejemplar, que traiga a la superficie el principio general de responsabilidad (Jonas, 1995). Imaginar futuros y enunciar alternativas que combinen de manera original lo posible y lo imposible caracteriza la vida cotidiana de los sujetos históricos y debe orientar el trabajo de los científicos sociales (Godinho, 2009); reflexionar sobre el tiempo y el espacio del antropólogo es indagar críticamente acerca de las operaciones de construcción del objeto y del sujeto de estudio, necesariamente procesos complejos, plagados de momentos de duda y violencia epistemológica (Sousa Santos, 2009). En la frontera -en las fronteras- las experiencias y las expectativas que cabe hacer valer a grupos e individuos adquieren valores polisémicos y contradictorios, con múltiples significados y ramificaciones, las cuales nos interpelan como sujetos históricos (Kosellek, 1983). Las reflexiones que siguen deben leerse como documento académico y personal a un tiempo, que se pregunta por los hechos y acepta lo que ellos requieran del investigador, procesando informaciones que puedan obrar contra presunciones, preferencias y convicciones propias. Ejercitar una antropología carnal (Wacquant, 2006) es 3 dejar que el relato se balancee entre lo deseado y lo acontecido; podemos decir con Haraway (1995) que hacer antropología no vale la pena si no es para producir conocimiento situado y encarnado. Este Trabajo pretende conocer los fenómenos de resistencia cotidiana (Scott, 1985) en un espacio difícil como es la denominada orla fronteriza, en el cual la esfera de confianza experta que caracteriza la sujeción de los ciudadanos al Estado ha sido apagada; una zona de frontera que conforma un impreciso reborde entre los dos Estados peninsulares, al margen de las precisiones que puedan hacerse acerca de la condición nacional de ciertas nacionalidades y regiones españolas. Así pues, es objetivo esencial problematizar las estrategias de construcción de identidades sociales y de clase, describiendo la emergencia y el mantenimiento de solidaridades transfronterizas y complejizando pares conceptuales esenciales a la Antropología -orden/desorden, estructura/acción, hegemonía/resistencia (Grenhouse, en Godinho, 2011:449). La atención estará en la interpretación densa de prácticas colectivas en momentos de aceleración de la historia, con foco específico en los sufrimientos humanos que genera la frontera, más allá de la mera descripción del conflicto (Scheper Hugues, 1997). Además, el TFG pretende ser una investigación parcial sobre algunos nombres del exilio del Magisterio, tomando como desencadenante el caso de una frontera política cualquiera, pero singularísima por muchos motivos. Estos espacios fronterizos (intersticiales, liminales, inciertos, en que condena y refugio -los hundidos y los salvados de Primo Levi- basculan continuamente) generan ellos mismos culturas particulares, pues concretan “mecanismos socialmente construidos, en procesos extendidos, através de los cuales se enfrentan y se resuelven los problemas de la vida”(Godinho, 2017). Son espacios densos, fracturados, conflictivos, sometidos a apropiación y negociación por los agentes colectivos, así como a disputa por su control simbólico; y son, finalmente, el escenario predilecto para la activación del poder del Estado. La frontera física marca el límite de la validez del sistema 4 jurídico de un Estado, el confín de la verdad de su relato frente al relato de otros sujetos políticos no necesariamente estatales, el punto de fricción entre distintas soberanías y distintos poderes disciplinarios (Foucault, 1990). La construcción de una contra-memoria que sustituya una mera saturación memorialística exige práticas de producción de sentido radicalmente transformadoras, dialógicas y discursivas, abiertas a los espacios de valor y a exigencias de orden sociopolítico. En una reducción simplista, podemos caracterizar esta duplicidad de la siguiente forma: We could be referred to at least two types of collective memory (Halbwachs 1992; Connerton 1989; Ricoeur 2004): on the one hand, the ‘official’ ‘dominant’ collective memory which is shaped ‘from above’, and is transferred and solidified to the body social through institutions, discourses, monuments, statues, and performative memorial practices; on the other hand, the ‘unofficial’ collective memory, which is the social groups’ memory who have experiences in common but no access to the decision making centres (The Borders Crossing Network, 2016:14) Cuando el escritor Joseph Roth se refiere a las fronteras en decomposición del primer tercio de siglo XX anticipa un cambio terminológico que habría de recepcionar la Antropología de las Fronteras al superar la clásica división entre fronteras naturales y políticas: “las fronteras políticas tampoco son ya puntos, rayas, líneas, etc. sino vejaciones, vías dolorosas, pasiones, Gólgotas, crucifixiones, en una palabra: registros.”(Der Neue Tag, 7-8-1919). Para Eusebio Medina (2001:451) “detrás de esta línea fina y certera, trazada en algún momento por reales covachuelas, se esconde la mano oscura y firme del Estado”. Pero las fronteras, entendidas no como bordes sino como recipientes, pueden ser laboratorios sociales alternativos, en que se cruzan y superponen diferentes lealtades e identidades y donde se ensayan fórmulas de solidaridad y ayuda entre iguales. La trangresión de la raya, un concepto utilizado por Uriarte para las peregrinaciones simbólico religiosas de la frontera extremeña, remite para movimientos de reintegración simbólica de conflictos sociales, identitarios 5 y políticos, avaladas por el registro etnográfico de múltiples trayectorias humanas en tiempo de Guerra; la ofrenda que los refugiados prestaron en Melgaço -después de recibir la confirmación de estar definitivamente a salvopuede leerse como culminación de un largo proceso en que ellos mismos, desprovistos de posibilidades reales de agencia, se abandonaron a los valores tenidos por sagrados por la comunidad y recrearon los mecanismos de communitas que Turner (1973) definió como constitutivos de una relación entre individuos concretos en situaciones particulares, que se convocan mutuamente en un tiempo y espacio efímeros, y que ya Van Gennep (1909) había conceptualizado como ritos liminales.1 Las fases de separación-marginalidadagregación propuestas por este último se corresponden con la tríada estructuraantiestructura-liminalidad del primero, una perspectiva teórica que puede aplicarse a nuestro caso, siendo que la liminalidad produce un empoderamiento y una contestación del orden social existente. Igualmente, las aportaciones de Douglas (1966) sobre contaminación y peligro creemos que son aplicables a la trayectoria de los maestros del exilio, entendidos como sujetos portadores de un singular potencial crítico en las sociedades de partida y llegada, que a resultas de ello permanecieron reticentes a la reintegración durante largos periodos de tiempo. En este sentido, la trayectoria de Eudoxia y de tantos otros puede leerse como texto que desafía las presunciones del Poder en relación a las operaciones de clasificación y ordenación colectivas y a la gestión de la ambigüedad y anomalía social. Fronteras geográficas tanto como fronteras de lo inteligible y lo aceptable -esto es, fronteras simbólicas y performativas (Kurkki, 2014). Por otra parte, este espacio en disputa permanente que son las fronteras, caracterizadas como inscriciones del tiempo en un espacio 1 Los artículos de Manuel Delgado sobre la singularidad de las masas como agentes de la historia me han inspirado algunas reflexiones sobre el concepto de povo, vizinho y lugar. La configuración de una identidad supraindividual raiana puede defenderse en el caso que estudiamos, en que a través de la ritualización de ciertas prácticas colectivas se generan intercambios y acuerdos automáticos de solidaridad. El desprecio liberal a las masas y el rearme de las mismas en términos de asambleismo comunitario es patente en varios episodios de defensa de refugiados. 6 determinado, hace que los sujetos que las pueblan y las dotan de sentido, y la caracterización de sus acciones y estrategias, sean una metáfora de una multiplicidad de tiempos y lugares, porque en la experiencia de unas pocas aldeias raianas está inserta la historia de otros muchos lugares del mundo, en una imagen mil veces reflejada de lo local y lo global tejiéndose mutuamente; concentrarse en historias locales ayuda a descolonizar el discurso dominante sobre las fronteras, coadyuvando al modelado de una pluralidad de condiciones fronterizas (Vila, 2003). Del mismo modo, entender el presente como la capa más superficial del tiempo histórico facilita el recurso a la prospección en estratos más profundos, no obstante se acepte la crítica de Bensa (1998) a la ideología de la regularidad, que privilegia inapropiadamente la continuidad de hechos e instituciones en detrimento de la excepcionalidad del acontecimiento, entendido como enfrentamiento de alteridades (Farge, 2002). De hecho, el viraje hacia un paradigma más proclive a una variablidad cultural intríseca y constitutiva de las sociedades caracteriza el desarrollo de la antropología como disciplina científica desde la década de 1970, una evolución que descarta la correlación unidireccional persona-lugar-identidad (Clifford y Marcus, 1986). Importa además, entender las dinámicas de la frontera en términos diacrónicos y sincrónicos, ensayando un entendimiento integrado de espacios y personas, en un tiempo largo, denso, múltiple y complejo. Desde el trabajo seminal de Lucien Febvre (1928) las fronteras como líneas han cedido su lugar a las fronteras como marcas del tiempo, territorios entre costuras que reclaman una atención a los procesos de construcción y atribución de significados en detrimento de una pura y simple descripción/enumeración de sus balizas individuales. Me dentendré especialmente en considerar cómo la frontera se integra en la vida cotidiana de las comunidades fronterizas, convirtiéndose en elemento de legibilidad del espacio y de inteligibilidad de los acontecimientos: 7 The anthropological study of the everyday lives of border communities is simoultaneously the study of the dayly life of the state, whose agents there must take an active role in the implementation of policy and the intrusion of the state's structures into its people's lives (…) An anthropology of borders simultaneously explores the cultural permeability of borders, the adaptability of border peoples in their attempt ideologically to construct political divieds, and the rigidity of some sttates in their efforts to control the cultural fields which transcend their borders (Donnan y Wilson, 1998:4) Frente al descrédito del valor de la frontera, entiendo que sigue constituyendo un tema radicalmente contemporáneo en tanto sigan presentes las condiciones de desigualdad que anidan en los conflictos que las fronteras meramente espejan; cruzar fronteras como escapatoria en situaciones de violencia sigue siendo un universal humano. Lo novedoso de nuestra época es la generación de una verdadera industria de la ilegalidad, en que grupos organizados se lucran con el trásito de migrantes por las fronteras calientes del mundo (Anderson, 2004). Quiero mostrar cómo la frontera vivida, real y cotidiana se opone a la lógica estatal de creación de diferencias, permitiendo alternativas de refugio y solidaridad (Scott, 2009). Asimismo, el estudio de las prácticas de hospitalidad (cuya teorización se efectúa a partir del concepto clásico de filoxenia) debe ocupar un lugar importante en un entramado reflexivo contemporáneo caracterizado por la vulnerabilidad; pareciéramos asistir a una revalorización de la idea expresada por Mauss de la solidaridad como producto del intercambio moral; se trataría de estudiar un caso concreto como metáfora de prácticas de hospitalidad entre individuos y comunidades, balanceando el polo pasivo de la compasión con el activo de la dignidad y el reconocimiento (Innerarity, 2008, Honneth, 1997). Contribuyen a nuestra reflexión los debates acerca de una ética del cuidado como complementaria de una ética de la justicia basada en un imperativo universal que orille las condiciones socio-históricas en que se prestan los afectos y el status del que los da y del que los recibe (Benhabib, 2006). 8 Estudiar la reciprocidad que se generó entre personas con identidades diferentes puede resultar de enorme interés para proyectar nuevas formas de sociabilidad basadas en el valor de la amistad, la simpatía y la solidaridad; que Eudoxia y su familia se salvasen reposa en acciones concatenadas de diversos sujetos históricos, que optaron por la autenticidad, la honradez y la lealtad frente al formalismo burocrático y la mera legitimación procedimental en base a leyes (Código Penal Portugués de 1886, artículo 303.1º). La historia que estudiamos nos enseña que bajo regímenes que violentan la dignidad y la libertad de las personas, es posible la desobediencia, tanto de civiles como de militares y en último término permanence incólume un más general “derecho de resistencia” (Habermas, 1997), aunque lo sea de forma sutil, escondida, doméstica (Cabana, 2006). En este sentido, las perspectivas abiertas por la Escuela de Frankfurt nos brindan una valiosa oportunidad de repensar la relación entre derecho y justicia, entre el comportamiento prescrito por la norma y la acción que se exige desde instancias éticas (la famosa aserción de Tomás de Aquino: la ley injusta es corrupción y causa de desobediencia). En las relaciones hispano-portuguesas durante la Guerra Civil varias personas utilizaron sus atribuciones legales para facilitar el tránsito y permitir la huida de refugiados, en abierta oposición a las órdenes que emanaban de sus superiores jerárquicos –por ejemplo, los casos del Tenente Seixas en Barrancos o el cónsul portugués en A Coruña, Antero da Veiga.2 Específicamente, la creación de la PVDE en 1933, como resultado de la reorganización de diversos cuerpos policiales de cariz socio-político, constituye un momento de extrema importancia en el devenir de las relaciones ibéricas, determinando el art. 4º de su Decreto de Constitución la exclusiva competencia para “efectuar la represión del comunismo, especialmente en lo que respecta a los vínculos entre elementos 2 El mejor estudio acerca de la historia de los ciudadanos portugueses en Galicia y su identidad de clase bajo el paradigma de una historia operaria transnacional la hace Dionisio Pereira (2012) 9 portugueses y agitadores extranjeros”, así como “ejercer sobre los extranjeros que residan o transiten por Portugal la acción policial necesaria”. En general, la simpatía por los ideales republicanos y la creciente preocupación por el destino de la Guerra Civil española han constituido un tema tabú para la historiografia portuguesa, que solo en los últimos decenios ha conseguido naturalizar y poner de relieve las diversas tentativas de acción concertada de elementos opuestos al Alzamiento (Loff, 2006).3. Además, el drama de los refugiados es mayor en zonas de frontera, porque las autoridades militares y policiales portuguesas (GNR, Guarda Fiscal y Policía Política) tenían órdenes de detener y entregar a la PVDE a todas aquellas personas indocumentadas o sobre las que recayese sospecha de izquierdismo. La historiadora Iva Delgado fue la primera en contextualizar la petición cursada al Comité de No Intervención por el Gobierno Republicano y en documentar la buena sintonía de Franco y Salazar para con el asedio y entrega de los refugiados en Portugal, trayendo a la luz numerosos telegramas y oficios diplomáticos que así lo prueban. Como objeto antropológico, las fronteras han excitado la curiosidad no solo científicos sociales sino tambien de literatos, cineastas y viajeros. En la película del director griego Theo Angelopoulos El paso suspendido de la cigueña esta cualidad marginal, catártica o condenatoria de las fronteras se describe con con una frase lapidaria: “si doy un paso, estoy en otra parte o muero”.4 Para los protagonistas de esta historia, la frontera ambas cosas simultáneamente según las circunstancias particulares y los participantes en el juego de poder (Simões, 2007); interrogar tales regímenes de pertenencia desencadenados por las múltiples fronteras (Cunha, 2008) es urgente en el mundo hiperconectado, dúctil 3 Sin embargo, como enseña Pereiro (2012) la connivencia del régimen de Salazar con el emergente poder franquista no puede hacer olvidar la represión ejercida contra ciudadanos portugueses radicados en diversas partes de España, y especialmente en Galicia, que habían optado por una militancia político-social determinada 4 Para el caso de la frontera norte de Grecia y Albania, ver el esclarecedor análisis de Sarah Green (2005) y los materiales producidos desde el proyecto The Border Crossing Network relacionado en la Bibliografía. 10 y borroso de nuestros días; los testimonios recogidos conducen a investir la memoria de la frontera de un nuevo status como relato complementario de una pretendida verdad objetiva de los hechos, aceptando que los individuos, al mismo tiempo que reconstruyen el pasado también lo modifican: (…) la memoria depende del entorno social (…) Para que ciertos recuerdos inciertos e incompletos reaparezcan es necesario que, a la sociedad, en el momento presente, se le evoquen imágenes que reconstruyan el grupo social y el medio de dónde han sido extraídos esos recuerdos. …Los recuerdos individuales, evocados dentro de los marcos sociales de la época en la que se formaron, se prestan apoyo recíproco con los de otros miembros de la misma sociedad para formar eso que llamamos “los marcos colectivos de la memoria”, resultado de combinar los recuerdos individuales de muchos de sus miembros (…) Estos marcos ayudarían a clasificar, a ordenar los recuerdos de unos en relación con los de otros (Halbwachs, 2004:10) Estas dinámicas de cambio se desarrollan según procedimientos superpuestos de memoria, desmemoria y olvido, siendo inexcusable una revisión de las relaciones Historia/ Antropología, entre hechos y representaciones: En este punto conviene traer a colación a Maurice Halbwachs (1950), quien diferenció entre memoria histórica y memoria colectiva. La primera sería la memoria prestada, aprendida, escrita, pragmática, larga y unificada. La segunda sería la memoria producida, vivida, oral, normativa, corta y plural. La “memoria colectiva” sería para Halbwachs (1950) una conciencia del pasado compartida por un conjunto de individuos, pero también un conjunto de representaciones colectivas (…) La memoria no se opone al olvido, sino que interacciona con el, la salvaguarda de todo lo pasado es absolutamente imposible. La memoria selecciona lo que es importante para el individuo o el grupo de acuerdo con el sistema de valores del presente, lo implica olvidar y dejar recuerdos fuera (Pereiro, 2004) En la elección del tema para este TFG estuvo presente, bien desde el principio y mucho antes de la salida al campo -ese momento de importancia transcendentalun conjunto de preferencias, actitudes y afinidades personales bien marcadas, no obstante la necesaria problematización a que obligan las Ciencias Humanas. También en mi caso -al igual que defendiese O’Neill en un texto retrospectivo de sus más de 30 años de trabajo de campo- lo académico y científico aparecen 11 ligados a lo personal y biográfico, reconociendo que esta vinculación es imperativa si quiere producir interpretaciones apropiables por la comunidad. Como defiende Pina Cabral (2007) hacer etnografía presupone aceptar la pluralidad de perspectivas, reconocer las limitaciones del “aparato etnográfico” y mediar significativamente entre fenómenos de escalas diferentes (Levi Strauss, 1974); la integración de tales escalas se manifiesta en la etnografía como proceso de producción de conocimiento compuesto de episodios de interacción, deseados o imprevistos, que estimulan la enunciación de hipótesis y/o su refutación; siendo que la integración coherente de tales escalas problematiza la supuesta objetividad del investigador (Martins, 2012). Parafraseado a Pina Cabral (2013), el sentimiento de revelación compartida a que puede conducir el trabajo de campo es precisamente la misma garantía de su significatividad. Este aroma de rito iniciático que para el antropólogo desprende el terreno en que desarrolla su investigación consiste esencialmente en un abandonarse completamente, en dejarse rehacer por el viaje que nunca acaba, en un amasijo de conversiones y conversaciones (Fernández de Rota, 2012). Pero cuando se vuelve de la estancia en el campo, el viaje se transfoma en retorno y en texto.5 Las personas de esta historia son ejemplo del continuo desplegarse de las cuestiones de escala a que hace mención Paula Godinho, en que las escalas o lentes del investigador se refieren a los puntos de encuentro entre lo acontecido y lo posible, entre lo esencial y lo accesorio, entre lo oficial y lo heterodoxo, entre lo esperable y lo extraordinario, entre lo concentrado y circunscrito y lo que se expande a escala global; el hecho de que miembros de una misma familia se encuentren en puntos tan alejados como la isla Reunión en el Océano Índico, una aldea de Lobeira y el cementerio francés de Casablanca, constituye una metáfora de un tiempo en que las fronteras, más que líneas divisorias, son verdaderos 5 Discursos, historias, la verdad de los hechos… es lo mismo que su recuerdo? Memoria selectiva? Memoria social? Delfina me dice que así pasaron las cosas… cómo he de entender esto? Aquí, en la intimidad del hogar, pareciera que las cosas fueron así… pero cómo he de verlo en la distancia de mi escritorio? Necesito voces, más voces… ¿cómo hacer un texto multiple, polifónico, total? (extracto de mi Diario de Campo) 12 espacios para pensar. Como expresamos más arriba, entender el siglo XX como un espacio transido de transvases transnacionales, que superan con mucho los márgenes estrechos de los estados-nación surgidos del proyecto liberal, contribuye a fertilizar nuevas interpretaciones sobre hechos disputados. Finalmente, este TFG asume que la etnografía es un arma cargada de futuro (Ferrándiz, 2008), un laboratorio de futuros posibles, de lugares de encuentro y expectativas compartidas: cuando las grandes narrativas se desvanecen, recuperar etnografías de la memoria puede contribuir a fortalecer identidades sociales y transnacionales (Pereira, 2012). Este trabajo sobre memorias lo es también sobre usos de la misma, obligando a reunir etnografía e historia y a cruzar fuentes documentales y trabajo de campo. Las memorias de los huidos interseccionan con una reflexión general acerca de las fronteras y la identidad raiana, con-formada en un proceso de diferenciación y convergencia: Frontiers (...) are zones (...) in which people have recognizable configurations of relationship to people inside that zone, on both sides of the borderline but within the cultural landscape of the borderlands, and, as people of the border, special relationships with other people and institutions in their respective nations and states. (Donnan y Wilson, 1998:8) El espacio-tiempo de este Trabajo presenta una querencia por lugares que la Antropología (una concepción exotista de la antropología en consonancia con una ideología perniciosa de la pureza etnográfica) ha encumbrado como típicamente antropológicos: apartados, periféricos, disputados; pero yo quisiera hacer de estos lugares y de sus memorias un espejo para comprender los temas de nuestro tiempo. En un libro reciente, Agier (2013) clama por la reinvención de un mundo que desarrolle un programa de igualdad a partir de las herramientas de la intersubjetividad, la mutualidad y la participación; en este hacerse cotidiano de la realidad, en este desplegarse de estructuras de significación (Geertz, 1973) es urgente alertar de una soterrada agenda disciplinaria: 13 (…) la nueva Agenda -elaborada en un momento de particular crisis de la solidaridad cuyo precio pagarán también algunos de los socios europeos- no es más que un paso ulterior hacia la consolidación de un régimen disciplinar que invade el espacio de la sociedad en su totalidad para modular, mediante el control de la movilidad, el mercado del trabajo, las formas del consenso y el espacio de definición de la ciudadanía en el continente. Redes y muros, pasaportes y visados, base de datos y huellas digitales, expulsiones y deportaciones, centros de acogida y centros de detención, categorías y clasificaciones, son el producto de un sistema global en el que el poder se apropia de la movilidad y de su deseo y los transforma en tecnologías de ciudadanía (Vacchiano, 2015: 323) El espacio de frontera, rica en matices y niveles de interpretación, es el escenario general de este TFG, continuación de un Proyecto de Investigación que había escogido una particular historia como revulsivo para la caracterización del conjunto total de movimientos personales, materiales y simbólicos; adoptamos una visión constructivista, entendiendo la frontera como producto de un proceso social, más que como a priori cultural.6 En las fronteras se juegan los temas de nuestro tiempo: la ciudadanía global, el derecho a la visibilidad y el reconocimiento, la lucha por la dignidad de los migrantes, la profundización de la democracia, la supervivencia de las formas culturales. Las fronteras, quizás como continuación de su acepción bélica originaria, son espacios ambiguos, paradójicos, violentos y tiernos, contradictorios, realistas y alucinados en su propia naturaleza, patrimonio tanto de la antropologia como de la historia y la literatura.7 En este sentido, excitan la imaginación antropológica y actúan como catalizadores para la problematización de asunciones indiscutidas: For many border theorists, borderlands are powerful political spaces that represent potent interstitial moments within the homogenizing and reifying discourses of nation, race, gender, and sexuality. As such, borders and borderlands function as countersites that both make power visible and yet subvert it through the possibility of hybridities and crossings (Cunningham y Heyman, 2004:291 6 Barth (1969) fue de los primeros en oponerse a la visión esencialista herderiana y proponer un paradigma caracterizado por una condición situacional, interactiva y procesual. Posteriormente, hemos prestado especial atención a autores como Wilson y Donnan (1998), Sahlins (1989) y Driessen (1992), cuya aplicación de los términos braudelianos de larga duración, conjuntura y evento informan la perspectiva general de este TFG. 7 El conjunto de relatos de Méndez Ferrín Arraianos capta como ningún otro esta impronta irreal de la frontera. Igualmente he leído con interés las crónicas de Irving, Reverte, Gogol y Kadaré sobre sus fronteras particulares. 14 Metodología y objetivos de investigación El trabajo es fruto de tres operaciones concurrentes: ver, leer y escuchar. Como ciencia social la Antropología debe construir su legitimidad sobre la base de una problematización de lo escrito (lo fraguado en un texto) así como sobre el caudal de información que proven las prácticas reales y las memorias de sus protagonistas. Solo así, la estructuras se podrán equilibrar con los procesos, un viraje conceptual que sanciona el edificio de la contemporaneidad. Como apunta Kosellek (1983) las fuentes en Antropología pueden protegernos de incurrir en errores de interpretación, pero siempre precisan de la teoría para hacerlas hablar. En este sentido, lo que escribo es resultado de la revisión crítica de la literatura disponible así como aspira a ser el medio en que las historias de vida puedan adquirir nuevos lectores y nuevos horizontes. La estancia en campo, configurada por la doctrina antropológica como situación transcendental, se ha beneficiado de la proximidad geográfica de la frontera estudiada, pero también ha sufrido los embates de una minusvaloración de su operatividad, en un tiempo posmoderno de debilitamiento de las identidades, eclipse de las utopías y evitación de contradicciones; paradójicamente, mi experiencia en el terreno abona la tesis de que, cuanto mayores son los flujos que atraviesan la frontera, mayor es la permanencia y substancialidad de la misma (Martins, 2005); este estar en casa y fuera de ella al mismo tiempo y la consiguiente extrañeza etnográfica, constituyeron un espacio de gestión conflictiva y traumática (un estudiante espanhol interesado 100 años después en una historia de refugiados). La metodología participante produce una mayor integración del investigador en el contexto de estudio; como defiende Johannes Fabian (1995:47) “ethnographic mutuality (…) as the promise of nontrivial understanding that is produced by researcher and researched together”. Vagar por las aldeas y lugares, recorrer los trilhos de contrabandistas, percibir el poder de un río crecido por las lluvias del invierno, enfrentarse a la desconfianza de los nativos cuando interrogados por 15 ciertas prácticas de vecinos, amigos y parientes, perderse en un cruce de caminos, reconocer el paso del tiempo en un olvidado buzón de correos, adonde ya no llegan peticiones de matrimonio, justificantes de adelanto de fondos o cartas de felicitación; la validez etnográfica descansa en el mantenimiento de los valores de la intersubjetividad y la co-presencia; en este sentido, investigar es experimentar, colaborar, acompañar en la producción del discurso local (Diz y Piñeiro, 2015). Para mí, ha quedado claro que hacer etnografía es algo que debe aprenderse sobre la marcha y que difícilmente presenta un patrón de regularidades, siendo necesario deshacerse de prejuicios idealistas en la investigación; como enseña Delgado (2019) “el objetivo de cualquier investigación antropológica no puede ser describir valores, sino describir y escrutar relaciones sociales”. Lo que importa es comprender a los agentes o productores de representaciones (los quiénes del asunto) que con sus actos, palabras y gestos intentan imponer su visión del mundo, en oposición a la supuesta naturalidad del sentido común impuesto por la opción dominante: Rosa Xavier, de la caste de la Africana8, con su vestido de colores en lo alto del valle del Laboreiro; en el Ribeiro de Baixo, un día de calor de agosto, aquel gato color tormenta que nos acompañó hacia el otro lado del puente de madera (puente internacional) y la frase terminante que su dueño le dirigió cuando pretendía subirse al coche con nosotros: “és de boa lei”. Las chanzas entre matrimonios mixtos de Rionor, entre Prietos y Pretos, Ximenos y Chimenos, la conversión ad hoc entre pesetas y escudos del tabernero Manuel Ferreira. En Cisterna-Vinhais, escenario de numerosas detenciones arbitrarias y densas 8 Rosa Alves, a Africana, del lugar de Ribeiro de Cima, capturada por la PVDE en 1937 en cuya casa se refugiaron varios de los huidos de Pereira y Entrimo, entre ellos Víctor García Estanillo, Dente de Ouro-Brasileiro, personaje central en la primera tentativa de formación de una guerrilla antifranquista, que antecede varios años a la formación leonesa. Rosa Alves, detenida e interrogada varias veces por la PVDE, es suegra de Delfina Fernandes, la niña que durmió con Eudoxia los primeros meses. Además, Rosa Alves, según refiere Alonso Santos (2016:239), fue amante de Ramón Pereira Yáñez, “o Médico”, un destacado militante comunista, antiguo Mosso de la Generalitat. 16 historias de vida, el recuerdo de los refugiados estaba vivo cuando menté el nombre del maestro de Tameirón Juan Francisco Yáñez Sierra. En Vilar de Perdizes, donde el maestro Vicente Ortega Martínez se escondió durante un tiempo, recordaban aquel hombre enjuto, que había llegado desde ViladerreiTrasmirás. Su nombre no recordaban, pero se refirieron a él como “o espanhol fugido”, declaración de intenciones y síntesis de su particular concepción del mundo, en que la memoria es una estrategia para el trabajo de la identidad raiana. Cuando pregunté en Fiães por el agua que manaba de una fuente, Gracinda Esteves me respondió que aquella agua lo curaba todo até as mágoas da saudade9 y me facilitó dos cántaros para que pudiese llevar el agua a la ciudad porque lá nas cidades a água é ruim. Traigo aquí la extrañeza de Rosinda Fernandes en Pousafoles (o quê o senhor anda a fazer neste recanto esquecido?Já ninguém faz se não for os velhinhos a matarem as penas); y convoco aquel momento com o menino a brincar en el café de Soutelinho da Raia -uno de los povos promíscuos; recuerdo la historia del marco de frontera nº1 y los caballos sueltos en aquel planalto en llamas de Bento da Cruz.10 En Sendim, entre Montalegre y Xinzo, dona Zélia me dijo: Agora vamos velhotes e nem conseguimos lembrar aquilo, mas na nossa mocidade… quantos perigos já passamos, olhe… a estrada que ía para a Galiza estava muito vigiada porque tinha a Guarda e depois tinha outra polícia, chamavan-lhes os falangistas, então era mesmo perigoso, mas atravessavamos por essa corga que você vê, entende? Os galegos fugiam da terra deles e não tinham feito mal nenhum. A gente ocultava-os a muito custo, porque prenderam muitos e o Salazar proibia acouta-los, está a perceber? A gente protegia e ainda assim morreram muitos…Professores, médicos, presidentes das Câmaras até chegaram por cá alguns deles… faziam a vidinha lá na serra, eram muitos, para aí un cento… mas tenho entendido que era pior para a parte da Lomba e das Frieiras, você sabe? Em direção a Bragança aquilo foi bem pior… 9 Sobre el valor del término para la mentalidad galaico portuguesa, ver Piñeiro (2009) y Lourenço (1978) 10 Para una aproximación en clave antropológica de la literatura galaico portuguesa, con basamento en las teorías de Bajtin, Eagleton y Stainer, ver Maria Lois (2013) y Paul Carril-Trillo Santamaría (2015) 17 Cuando visité las aldeas de Cerdedo y Vilarinho das Touças, resonaban los ecos de la cuadrilla de roxos espanhóis, que habían encontrado protección en el Padre Firmino, párroco de Tuizelo y figura con buenas conexiones en Chaves, porque como afirma Loff (2006), para las aldeas de frontera “a guerra de Espanha não terminou em 1939 mas, pelo contrário, prosseguiu nas duas décadas que se seguiram através de uma guerrilha armada que permanece activa em várias zonas rurais do território espanhol”. Igualmente, en la zona del Barroso, la memoria viva contemporánea se benefició de estrategias de recreación literaria especialmente de los acontecimientos de Vila da Ponte y de Negrões. Agora me escute, que lhe vou contar, a Guerra da Espanha foi porca demais! andavam os galegos a fugirem da terra deles, e chegaram aqui, a estes lugares e também para a parte de Sernande e aquilo tudo, mas en Sernande tinha muito mais, mas olhe, você sabe? também nós portugueses tivemos de ir pra Espanha, então foi uma troca, entendeu…tinha un que era o Bailarin e outro… já não me lembra… o Girón lhe chamavan, ele era rijo…e tinha outro que era o Aguirre, que por acaso foi morto aqui nas redondezas da aldeia…é como lhe digo…Daqui para a Escualqueira era um pulinho…meu pai tem estado no trelo, ali perto com os espanhois, tinha muita amizade com eles… e até faziam negócio! Bueno, daqui da nossa freguesia cada um tinha um parente na Espanha, mas os guardas, caralho! Havia de tudo, e algum malhava nas pessoas; eu era criança mas me lembro de conversar em casa, pois...Os galegos, não tinham nada, e nós tampouco!! Mas olhe, dar qualquer coisa para um faminto, você acha que é crime? Porra, parece-me que não! Quer dizer, não acho que fosse …practicamente era preciso ajudar! Era, era….era mesmo preciso! Ahora rememoro aquella tarde de verano y de calor asfixiante en el lagar del lugar de Quintela, imaginando las cinco aldeas sumergidas bajo el embalse de Lindoso. A ambos lados de la frontera, hube de determinar (en cuanto me fuese posible) los tipos de informantes y ganarme la confianza de los mismos, frecuentar algunos de sus espacios de socialización (los cafés, las iglesias, las procesiones que activan memorias escondidas y las luchas intestinas), ajustar su narración con los hechos históricos, discernir entre niveles de realidad -la 18 mediación entre los extremos de la Antropología e Historia para cuya articulación Bourdieu, Bensa o Wolf nos ofrecen sugerentes alternativas (Antunes Simões, 2012). Como enseñan Hannerz (1998) y Eriksen (1995) es imperioso mantenerse en un estado bifocal, que comunique continuamente la perspectiva global con la particularidad restringida de los contextos trabajados, gestionando la tensión entre grandes temas que acontecen en lugares pequeños. Los encuentros y desencuentros, los malentendidos, las situaciones tragicómicas (então vai ser café ou meia de leite?),11 los casos de ferias, mercados y procesiones, en que la frontera era tratada casi como un personaje más del relato, el extrañamiento en una tierra entre propia y ajena, las conversaciones de taberna y de despacho, las elucubraciones sobre los tiempos del ayer, de antigamente -el basamento de autoridad que los informantes ofrecen para acerditar la validez de las historias de la frontera, las disputas en torno al desenlace de amores de contrabando; “os bons tempos do antigamente”, frente a la desertización y el abandono de la actualidad, la descripción en términos morales de espanhóis e portugueses (“os espanhóis são muito ruins e traiçoeiros”) como si fuesen realidades inmutables; estas operaciones de escucha fueron intercaladas con operaciones artiméticas: contar las casas habitadas y las casas derruidas, el número de casas, fogos e vizinhos,12 los fornos comunitários todavía en uso13, la dudosa delimitación de la raia en varios puntos, pero sobre todo en la llamada Aldeia de Ribas14, el inventario de corgas, lameiros, baldios 11 El café y sus distintas preparaciones es uno de los dispositivos culturales más trabajados y que frecuentemente inducen a confusión a viajeros inexpertos. Si para nieve existen en sami más de 40 palabras, igual podría decirse para los cafés en Portugal (garoto, carioca, galão, abatanado…), sin contar las particularidades Porto-Lisboa. 12 Pina Cabral (1984) defiende la centralidad de esta distinción para reconocer las formas sociales y la visión del mundo de la zona del Alto Minho, en que se integra Castro Laboreiro. 13 Sobre hornos comunitarios y patrimonialización ver el trabajo de Diana Alexandra Simões Carvalho (2017). 14 Para una panorámica de las negociaciones que dieron lugar a la fijación de los límites hispano-portugueses ver Cairo y Godinho (2014) y García Álvarez y Puyo (2015) 19 y penedos 15, la reutilización como Centro de Interpretación de la que fuera sede del fuertemente ideologizado Sindicato Agrario de San Vicente de Lobeira, la diferenciación epistemológica entre brandas e inverneiras, entre lavradores, proprietários e jornaleiros, el peto de ánimas, el cruzeiro que nunca mais segura, la pista sin salida del lugar de Ameijoeira, el silencio serrano de la Pena de Anamão, lugar de procesión para gente de ambos lados de la frontera. Lugares de la memoria como Tarrafal, el Aljube, o Quartel do Carmo, o Forte de Peniche, Caxias, o Brasil, São Tomé, o Barreiro e a Almada; porque en una sola aldea de la raia galaico-portuguesa están guardados “os cinco cantos da terra”. Pero también paisajes culturales que testimonian patrones de negociación entre comunidades y sirven para un continuo re-trabajo de la memoria (Nitsiakos, 2006). Para el antropólogo, trazar continuidades entre lugares, memorias y significados es un trabajo titánico y poético, una experiencia que Faulkner asemejaba a una cerilla que pretendiese alumbrar la oscuridad entera. El trabajo de campo se conceptualiza aquí como siendo, a partes iguales, una técnica de investigación, una metodología de trabajo y una experiencia vital, superando el paradigma de la mera observación que Malinowski denunciara con la expresión peyorativa de ethnography from the balcony. Como atestigua Ingold (1992) anthropology is philosophy with people in, atestiguable de manera literal con aquel memorable momento en que una anciana del lugar de Seara, del que hablaremos más adelante, me pidió si podía acercarla a su casa del lugar de Os Portos “tratar de umas coisinhas”;16 el trabajo de campo se nos muestra como 15 Inspirado por Diego Amoedo Martinez (2014) sobre la configuración espacial en la aldea de Tourém. Sobre esta aldea, Luis Soto dejó unas jugosas impresiones en sus Memorias, especialmente del padre Baptista y del maestro Barros, caracterizado como “masón e mestre de escola, e antifascista” 16 Os Portos de Cima es el último lugar habitado y donde se acaba la carretera. Estando allí uno entiende la reflexión de Ingold (2007) acerca de las líneas y los lugares, y de si es posible que exista un lugar sin que la gente pudiera ir y venir por ellos: “para ser un lugar, toda parte debe estar situada entre uno o varios trazados desde y a cualesquiera otras partes”. Por Os Portos y A Seara entraron varios refugiados, entre ellos los alcaldes de Rairiz de Veiga y Salvaterra de Miño Eligio Estévez Meleiro y Manuel Mariño a través del planalto del Laboreiro, agreste y descampado. Os Portos de Cima e Os Portos de Baixo son en realidad dos lugares, hoy sin habitantes permanentes, en que se percibe con mayor intensidad la soledad y el abandono. Últimamente, los lobos bajan por 20 una experiencia relacional y emocional, que coloca al antropólogo frente a diversos problemas éticos (con el problema de la intersubjetividad como condición de producción del conocimiento), siendo que en cualquier situación de frontera o de contacto cultural intenso, los dilemas éticos se hacen más punzantes y urgentes (Mair y Evans, 2015). En más de una ocasión, he podido atestiguar la aserción de Rabinow: observadores observando observadores observando (en Martins y Mendes, 2016); por ejemplo, recuerdo el abrupto final de una discusión acerca de las contribuciones que los vecinos de ambos lados de la raya debían hacer para sufragar los costes comunes; como la porfía acabase sin acuerdo en las cantidades debidas y se convocasen antiguas rencillas del mismo tipo, los gallegos, dirigiéndose hacia mí dijeron: vamos embora, que esta terra non é nosa.17 Ordenar esta serie de acontecimientos y dotarlos de inteligibilidad consumió esfuerzos y generó algunas angustias, que conservo como frutos del oficio y de la tarea de escribir antropología. Hablar hoy de Antropología de las Fronteras y de la Educación se beneficia de un amplio volumen de investigaciones y de una nueva sensibilidad social con la memoria de grupos sociales específicos (enseñantes, emigrados, campesinos). La literatura considerada ha procurado ser lo más amplia posible, incluyendo monografías etnográficas, obras colectivas, actas de congresos, revistas y comunicaciones.18 Además, este trabajo se nutre de grupos y comunidades online, que insuflan nueva vitalidad a los programas académicos de investigación y facilitan el contraste, el enriquecimiento y la pluralidad de la aldea incluso de día, porque no encuentran alimento en la Serra y se hallan desorientados, habiéndome advertido un pastor-de-fin-de-semana que no era recomendable ir “sem pau nem vara para um se defender”. La familia Lorenzo Diz, según testimonio de Sérgio Domingues, estuvo un tiempo escondida en Os Portos de Cima (o de Riba), como detallaremos en su momento. 17 La polisemia del término terra en relación con el de casa es estudiada a fondo por Pina Cabral (1984, 1987). 18 Como solía decir Kroeber, el antropólogo tiene licencia para hacer bricolaje con las ideas de los otros; Strathern, asumiendo este carácter comunitario de la reflexión antropológica, entendía que lo importante es tener buenas ideas para pensar las “ideas de los otros” en Viveiros de Castro, en comunicación online. 21 perspectivas. Sin la excelente disposición de sus creadores y mantenedores no podría haberse completado este trabajo, siendo siempre receptivos a facitarme textos, documentos y sugerencias de investigación; quisiera agradecer especialmente el trabajo de Sérgio Alves https://entreominhoeaserra.blogspot.com/, Lorda e Ilídio Sousa, https://diariodeunmedicodeguardia.blogspot.com/ Simón https://iasousa.blogs.sapo.pt/. Recientemente, se ha constituido el Comité pola Memória Histórica do Val do Límia http://memoriahistoricavaldolimia.terradixital.net/ que desarrolla un conjunto de actividades de dignificación y reconocimiento de las víctimas, y pugna por la aplicación de los preceptos de la Ley 52/2007, especialmente la eliminación de simbología y nomenclatura franquista en espacios públicos de los Ayuntamientos de Lobeira, Muiños, Bande, Entrimo y Lobios. Para un entendimiento más amplio de los procesos de fronterización, quiero reconocer la amabilidad del profesor Nitzakis, que desde una de las fronteras calientes de Europa, los Balcanes meridionales, mantiene el proyecto The Border Crossing Network, cuyos materiales están disponibles en iniciativa Frontespo en la UAH https://www.border-crossings.eu/. http://www.frontespo.org/ La disponibiliza numerosos materiales en constante actualización. Los trabajos producidos en el Encontro Internacional Fronteiras e Topografias do Poder (Lisboa, marzo 2016) son una referencia permanente para nuestro estudio; también el proyecto Nomes e Voces http://www.nomesevoces.net/gl/. El trabajo del grupo HISTAGRA (Historia Agraria y Política del Mundo Rural) es digno de elogio http://histagra.usc.es/es/. Las aportaciones de la etnografia visual han sido de gran ayuda, entre ellas los trabajos de Filmes de Bonaval y los de Eloy Enciso y Aki Kaurismaki, y los firmados por António Reis sobre Trás-os-Montes, Noémia Delgado sobre Rionor y António Campos sobre Vilarinho das Furnas. El otro gran polo de interés es la Etnografía y la Historia de la Educación en un período de violencia extrema y cotidiana, corporal y simbólica, como fue la Guerra Civil de España, siendo el colectivo docente uno de los más duramente 22 castigados por el mensaje de solidaridad e igualdad que traía consigo, caracterizado como de fervor laico y emoción de la cultura (García Alonso, 2015). Esta pasión reformadora, que se concretizó en una agenda renovadora en cuanto a los recursos, materiales, métodos y estrategias de enseñanza, se plasmó especialmente en las llamadas Misiones Pedagógicas, que aspiraban a imitar el espíritu de sacrificio propio de una religión laica. La memoria de los maestros republicanos, aunque parcialmente restaurada gracias a iniciativas de gobiernos progresistas, conforma todavía un terreno incómodo, puesto en evidencia en las últimas fechas por las circunstancias que rodearon la exposición del cuadro A derradeira leición do mestre, obra del Castelao que honra la memoria del maestro y político galleguista Alexandre Bóveda.19 Aunque este TFG aspira a restaurar la memoria del Magisterio, no puede desconocer el hecho preciso de una historia de vida,20 con nombres y apellidos, cuyo compromiso, arrojo y persistencia resuena en la memoria. Asimismo, aspiro a contribuir a descerrajar la política del silencio/olvido forzados, dando espacio a memorias contrahegemónicas, presentando una interpretación de la frontera como revulsivo para la acción que permite entender cómo los grupos dominantes se hicieron dueños de la memoria y del olvido (Le Goff, 1989) Nós aqui já tivemos medo de falar destas coisas, sabe? Tinhamos o Salazar em Portugal e vocês tinham o Franco, na Espanha…E entre eles se entendiam muito bem, mas olhe o Catedrático nunca por cá veio, ficávamos muito neste cantinho... agora vou-lhe contar. Nós eramos pobres, você sabe? Não tinhamos amigos na Cámara, nem na Conservatória do Registo nem na Delegacia da Policia e tivemos que ficar à fome ou sair pra longe, entende? Era o silêncio, está a perceber… esconder aquilo tudo e guardar as raivas (…) por acaso o tempo se foi passando e vieram outras épocas. O medo era muito, porque não sabias, não sabias mesmo quem podia te delatar, e estragarte a pouca vida que tinhas. Porque aquí só se 19 La relevancia que la figura de Castelao mantuvo para el galleguismo histórico y los movimientos progresistas portugueses de finales de 1960 es explicitada por Pais de Brito (2008) e Iglesias Mira (2014). 20 Sobre el valor de las historias de vida, importa discernir entre el valor de ilusión biográfica que le atribuye Bourdieu (1991) y la conceptualización como verdadero instrumento de investigación de Ferrarotti (1991) 23 podia falar o que conviesse ao governo. O que não conviesse, inda que for a verdade, aquilo não existia mais… e sabe, chega um tempo em que as pessoas somos aquilo que lembramos…e mais nada! A nós tiraram-nos o direito a falar daquilo, a partilhar as lembranças com a nossa gente, a nos sentir protegidos, acarinhados, entende? Por isso tivemos de sair… de saír a salto, não havia outro jeito. Alguns seguraram algum parente no Brasil, na França, na Suíça….mas os que ficávamos não era à boa vida, que ficavamos a trabalhar…Mas depois é que veio o tempo de poder-mos falar, foi vindo aos poucos… Estos condicionantes metodológicos dibujan un trazado realista de los objetivos de investigación, que fungen como propulsores para la acción en el campo tanto elemento de fiscalización de resultados. En primer lugar, como ya he apuntado en otros lugares de este trabajo, me interesaba seguir la evolución del concepto de frontera en el marco más general de las Ciencias Humanas, desde la pura línea sobre el terreno hasta su configuración como texto y discurso, pasando por una aproximación más deudora de la Antropología Simbólica. Documentar estos tránsitos y deslizamientos ha ocupado buena parte del trabajo, problematizando viejos paradigmas y optando por una hibridación entre disciplinas. La mediación entre lugares y tiempos de escala ha sido igualmente un objetivo constante, insertando prácticas y discursos contemporáneos en corrientes más generales de pensamiento de pensamiento. Conocer la historia de solidaridad entre comunidades fronterizas, frente a la delación, la falsedad y el engaño -aún a costa de haber podido ser rehén de discursos ingenuos, utópicos y románticosha guiado enteramente esta investigación. Rescatar de urgencia las memorias de la frontera es quizás el objetivo que integra a todos los demás, entendiendo que somos seres de cultura, y que nos reconocemos solo en el marco de un conjunto de rasgos compartidos por la comunidad. Acercarme al amplio, vigoroso y malhadado curso del Magisterio Republicano me ha deparado momentos de emoción intensa, acallados violentamente por la fuerza de las armas, del “venceréis pero no convenceréis” del maestro Unamuno. Reconocer en lo próximo y doméstico un empuje universal ha sido reconfortante, todavía más en 24 un tiempo de uniformidad y uniformización hegemónicas (en el sentido gramsciano de auto-imposición). Y finalmente, ver en aquellos lugares una suerte de cicatriz florecida de la historia, cuidada por mujeres y hombres íntegros, solícitos y amables. Conocerse pues, enteramente, con luces y sombras. Panorámica Bibliográfica y Estado de la cuestión La antropología de las fronteras se inscribe en el amplio terreno de reflexión acerca del espacio y del tiempo como ejes esenciales de la experiencia humana. En un brillante ensayo, Kavanagh (2011) defiende la polivalencia o multisemia del concepto frontera, en relación a un Otro que se construye en un doble sentido de similitud y diferenciación (Magris, 2006). Las fronteras, en este sentido, serían tanto espacios de construcción como de contestación, a nivel social, cultural y político (Leizaola, 1999). Para Godinho (2017) las fronteras son objetos complejos, en que se cruzan múltiples dimensiones, que producen flujos y refle(u)jos en varias escalas espacio-temporales. Amante (2014) sitúa la Antropología de la Frontera en los debates sobre seguridad transfronteriza, y en relación con los procesos de securitización y fronterización social; para ello, esta autora recurre a la genealogía de los Border Studies, con particular énfasis en la que es quizás la frontera más violenta del mundo actual. La teorización sobre la frontera y la lógica de la hospitalidad son temas recurrentes de la sociología moderna (Hannerz, 2000; Sassen, 2013), después de que el estudio de los flujos –más que las meras estructuras- se hayan impuesto a partir de autores como Appadurai (1990), Babha (1994) y Freyre, mientras que Gupta y Ferguson (1997) trabajan con la idea de que la modernidad se construye como relato de ajustes y desajustes (junctions and disjunctions). Para una mejor captación de los significados que los protagonistas atribuyen a sus acciones, el método de la investigación histórica debe privilegiar el estudio de individuos y grupos singulares, insertándolos en procesos sociales más amplios. Como 25 defiende Godinho (2015) se trataría de arrojar luz sobre procesos de rememoración, recuperación y uso de las memorias colectivas en el marco de diversos esquemas de cuestionamiento del tiempo histórico. Como bien explicita Antunes Simões en su tesis doctoral, el combate entre realidades y memorias en disputa debe apoyarse en un enfoque sistémico, que integre los fenómenos locales en un nivel macro de transformaciones políticas, otorgando nuevos sentidos a las memorias de resistencia de grupos socialmente subalternos.21 Y en los procesos de resistencia es fundamental que los grupos dominados se doten de un registro autónomo, distintivo, que los cohesione e identifique como grupo frente al otro en el escenario social. Podemos interpretar la cotidianidad de los habitantes de las aldeas como una red de tácticas y estrategias en el sentido que les otorga Michel de Certeau (2010), como manipulación de las relaciones de fuerza y como gestion del no-lugar. Estas armas de los débiles pueden revestirse de cualquier fórmula de trabajo cooperativo, así como enfocarse a la atención preferente a las necesidades de la casa, que se sobreponen, e incluso eliminan, los intereses del Estado (Scott, 1985). Heriberto Cairo (2001) plantea el debate en términos de oposición entre los modelos biológico y cultural de territorialidad, haciendo de las fronteras estatales el resultado de los discursos que sobre ellas han producido los aparatos jurídico y militar de los Estados modernos. La historia de vida que ofrecemos nos alerta acerca de la radical historicidad de la frontera hispano-portuguesa22, la cual demuestra una clara oposición entre la lógica del Estado y la lógica de las poblaciones locales (Clastres, 1978 y Antunes Simões, 2008). 21 Esta cuestión actualiza pregunta que se hacia Spivak en su ensayo Can the subaltern speak (1988), y un sentido más general, problematiza los conceptos de heterogeneidad, relativismo y prejuicio (de Lemos Martins, 2002). 22 Sobre naturalidad e historicidad de las fronteras en el marco de una revalorización de la ruptura frente al consenso he encontrado gran inspiración en el monográfico de la Revista Etnográfica (2018, vol. 22, I). En los artículos se hace un exhaustivo recorrido de las perspectivas críticas de la frontera, como lugar de destilación entre sujetos, historia y culturas (Grimson, 2003:15) 26 Nós aqui nos dávamos muito bem com os espanhóis, vá, com os galegos. Eu mesma fui criada com eles, na nossa casa sempre pararam muitos galegos. Pronto, eles eram coma nós, andavam a buscar a vidinha, conversávamos com eles, até muitos namoravam com as espanholas, diziam que eram muito engraçadas e até lhes tinham um gosto especial… Quando aquela coisa toda (la Guerra Civil) veio para a região, a gente pegou no que tinha para os ajudar, entende, porque eles era vizinhos, até muitos deles eram parentes, entende? Eram como dizer, gente da casa; era costume ir-mos ás festas e as feiras na Galiza e aos enterros também iamos, e os cabodanos, como lhes dizem às missas dos mortos. Do lado de lá daquela serra tinham uma capela muito querida pela gente, e eramos…como dizer, da mesma casa. Porque sabe, a fronteira fica bem na redondeza da aldeia, ao chegarem aos Portos o caminho é franco, ja não tem penedos, é monte raso. Depois a raia fica a 3 kilómetros para a frente, e tudo direitinho, você já não desvia…Pois, a raia era uma raia qualquer, não batiamos nisso, não era uma coisa assim importante… Ora bem, aquilo da Guerra foi uma tristeza, até porque levantou muita miséria, muita fome, muita penas… e tenho ouvido na televisão que inda faz….e magoou muita gente, você saberá disso… Junto a la distinción esencial entre border y frontier, entre línea y espacio, el citado Cairo nos provee de un buen arsenal interpretativo, entendiendo las fronteras como espacios liminales en que la comportamiento esperado según la norma y los hechos realmente verificados no siempre coinciden. Me interesa mostrar que la frontera política es un hecho social precario, maleable y poroso, cuyo trazado se completó oficialmente en los despachos capitalinos de Madrid y Lisboa solo a mediados del siglo XIX, y que no pudo oscurecer la memoria de formas de organización no estatales (hoy convertidas en emblemas de un turismo etnográfico como consumidor de la tradición) entre las que destacan los lugares del Couto Mixto, la aldea de Soajo y varios puntos aislados de la frontera zamorana -Rionor, Guadramil y Petisqueira- reinterpretando las tesis de un comunitarismo agro pastoril propuesto por Dias en 1953, cuya configuración y límites han sido problematizados en tiempos recientes (Leal, 2006). En el caso de la frontera galaicoportuguesa, las continuidades culturales ayudan a entender 27 tanto las afinidades como las reticencias de la población local.23 Antunes Simões ha estudiado la historia de los refugiados de Barrancos y Encinasola, cuyo desarrollo demuestra una efectivización incompleta de las lógicas de solidaridad universal24 en sus trabajos sobre acontecimientos locales, cuyos efectos se expanden en el espacio y en el tiempo; una unión de horizontes a partir del estudio de los “efectos directos indirectos o inducidos que genera la frontera” (Raffestin, 1974 en Pais de Brito, 1988: 331), con uso intensivo de método de la Historia Oral.25 Luís Cunha (2006) se centra en el análisis de la construcción y mantenimiento de memorias colectivas en Campomaior, examinando la simbología asociada al café como hecho social total, una lente ensayada anteriormente por Dolors Comas para el tabaco en Andorra (1997). Un estudio panorámico del contrabando lo realizan Freire, Rovisco y Fonseca (2009), entendiéndolo como práctica de resistencia y ética de subsistencia, vinculada a posicionamientos políticos (“o contrabandista, já se sabe, era da oposição”). La convicción de obrar según un principio moral superior invade el discurso local: Então, como dizer…o estraperlo dava mais algum ganho para a gente…pouco eh? Aquilo era assim: iam um monte de coisas para a Espanha… eu próprio tenho ido do lado de lá da serra carregadinho com tres sacos ás costas… pronto, aquilo não rendia, era uma desgraça…mas ainda tiravamos alguma coisa. Mas para isso arriscavamos muito do nosso, porque os guardas tiravam-nos tudo, se não tivesse alguma ajudinha, que tambén podia ter, entendeu? No tempo do Salazar, os jornaleiros viviam e trajavam muito mal. Depois tinha aquela gentinha pequena, nas Eiras e na Seara, e no Padresouro também os havia…alguns tinham 23 Ver la aplicación de este concepto en Xulio Sousa, Marta Negro Romero y Rosario Álvarez (eds.), Lingua e identidade na fronteira galego portuguesa, Consello da Cultura Galega, 2014. Otros autores consultados son Carrasco González (2001), Moreno Cabrera (2008) y Cintra (1983) Por su parte, António Medeiros (2013) y Justo Beramendi reconstruyen las convergencias de los imaginarios galleguistas en relación con Portugal, que fructificaron en una extendida idea de “nación imaginada”, en que resuenan los análisis de Barth y Anderson. 24 Un análisis solvente de la denominada construcción social de la ilegalidad del migrante en tiempos recientes, en que la frontera se entiende como intensificadora de la vulnerabilidad social, lo hace Sabina Barone (2015) en su análisis de la represión de género en la frontera hispano-marroquí. La idea derridiana de hospitalidad como entrega no interesada resuena en nuestro análisis de la cuestión. 25 Sobre las posibilidades y limitaciones de la Historia Oral ver el articulo de Luisa Tiago de Oliveira consultable en http://www.scielo.oces.mctes.pt/pdf/spp/n63/n63a08.pdf 28 comércio na Vila e depois o Cão grande…Pois, aquilo era desse jeito…Era o sabão, era o café, o bacalhau, o azeite, o chocolate… tudo ia para lá, mas quanto mais for para a Espanha, mais falhava aqui…mas não faziamos mal nisso, era o jeito de se viver por esta terra esquecida. Pronto…agora não me lembra mais, mas era como lhe eu digo… Por su parte, investigadores como César Oliveira (1987), Manuel Loff (2006) y Cristina Clímaco (2017) han puesto al descubierto la complicidad de los regímenes de Salazar y Franco y la interdependencia de sus proyectos políticos, ambos basados en una conceptualización del Estado como sujeto trascendental.26 Investigadores como Iva Delgado (1980) o Fernando Rosas (1996) enjuician críticamente los presupuestos identitarios del Estado Novo, mientras que desde el lado español he considerado diversos trabajos de Alberto Pena (1998), que brindan un análisis concienzudo de la propaganda mediática de ambos países, a su juicio una de las grandes razones para el triunfo del golpe. La profesora Paula Godinho es una referencia fundamental para acceder a la complejidad del concepto de frontera y espacio de frontera; sus investigaciones sobre movimientos de resistencia, clandestinidad y emblematización, así como sobre fiestas y simbología popular fueron de los primeros en lograr cierta resonancia académica a finales de los años 80, después de descerrajadas las inercias de la historiografia salazarista. A Godinho debo también, en un registro más personal, mi primer acercamiento a la frontera galaico-portuguesa, cuando la historia de Cambedo da Raia y sus efectos llegó a mi conocimiento a través de un amigo natural de Oimbra cuyo abuelo, el maestro de Bustelo Eduardo Estévez Iglesias aparece como cursillista del 36 en las Comisiones de Depuración de la provincia. Las contribuciones de la profesora portuguesa sobre redes y grupos de sociabilidad, así como sobre cambio social y estrategias de reproducción de la desigualdad en las culturas de frontera, pusieron los fundamentos de una antropología centrada en las vivencias y los significados 26 Para una crítica de los conceptos de lusotopia y hispanismo, ver entre otros Pina Cabral (2010) 29 atribuidos por sus actores, más que los impuestos por discursos expertos. Su propuesta de entender el acontecimiento como reverso de lo previsible pueden servir de gran ayuda para calibrar el impacto que la Guerra Civil tuvo en los habitantes del otro lado de la frontera, rompiendo dramáticamente la vida cotidiana de las poblaciones locales y haciendo emerger nuevas estrategias y correlaciones de poder entre grupos e individuos. Godinho apuesta por entender la continuidad social a pesar del conflicto, en una lectura que integra las de Durkheim y Gluckmann. Por otra parte, los grupos de investigación que dirige han servido para una renovación del método etnográfico -tres memorias de licenciatura sobre la frontera norte de Portugal y Galicia (Teles Grilo, Eduardo Araújo y Filipa Piecho).27 He considerado también los trabajos de Luis Uriarte (1994) para el lugar de La Codosera y los de Moisés Rosado para la raya extremeña (2018), así como los de Lisón Tolosana y Eusebio Medina García (2001). Los trabajos de Grandío (2001), Velasco Souto (2002), Núñez Seixas (2007) y Prada Rodríguez (2004), entre otros muchos, estudian los antecedentes y el desarrollo del Golpe de Estado en Galicia, con especial atención a las dinámicas y a las estructuras represivas, así como contribuyen a un nuevo entendimiento de la resistencia de las organizaciones sindicales y agrarias, dando nueva luz a las inercias dominantes en la historiografía (Fernández Prieto, 2013). La caracterización sociológica de los sublevados y la profundización en las dinámicas de poder rural nos interesan en este Trabajo mientras Seixas se ocupa de precisar el significado de los téminos exiliado, refugiado y huido, estableciendo una cronología de los acontecimientos y una tipología de sus protagonistas. 28 27 Estos tres antropólogos se han centrado en el espacio concreto de varias aldeas del concello de Vinhais (Pinheiro Novo y Pinheiro Velho, Sernande y Cisterna). En estas lugares encontraron refugio, acogidos por particulares o bien formando parte de redes de resistencia desde Portugal, muchos guerrilleros de la zona noroeste, que vendrían a integrar la Federación de Guerrillas León-Galicia. 28 Aceptando la pluralidad de trayectorias personales, puede establecerse una periodización y una serie de itinerarios-tipo, de los que me interesa especialmente los huidos de los primeros tiempos, en que destacan los 30 Por su parte, los artículos de Lanero-Táboas, Risco-Daviña (2004) y Gallardo (2007, 2008, 2017) enriquecen las perspectivas de estudio acrecentando diversos casos particulares, que articulan principios y normas de aplicación general. Este ultimo es esencial para el conocimiento de los huidos de Castro Laboreiro y fue el primero en dar a conocer la historia de Eudoxia Lorenzo, la maestra que inspira este Trabajo. Otras aproximaciones importantes han sido las de Dionisio Pereira y el volumen poco conocido de Alonso Santos (2016). El primero reconstruye la historia cruzada de ciudadanos portugueses represaliados (en su mayor parte trabajadores de minas, canteras y sector forestal, si bien constan también labradores, empleados de hogar y algunas profesiones liberales), muchos de ellos militantes de oganizaciones obreras, destacándose ya el valor de la afinidad cultural como factores desencadenantes de su radicación en Galicia. El segundo se concentra en la genealogía de la guerrilla del suroeste ourensano, mientras que José Antonio Gurriarán (2015) lo hace para la zona oriental de la provincia.29 Tenemos igualmente numerosas Memorias o Diarios de varios protagonistas huidos a Portugal; he consultado los de Bieito Fernández, Alonso Ríos, conocido en Portugal como “Afrânio do Amaral”, Jacinto Santiago, Luis Bazal, Luis Soto y Armando Fernández Mazas, refugiado en Castro Laboreiro de 1942-47, bajo identidad falsa (Suárez Pazos, 2006).30 En este apartado de memorias singulares merece reconocimiento el trabajo de casos del líder agrarista Alonso Ríos (Malheiro, 2019) y de varios maestros y trabajadores de toda condición. 29 La provincia de Orense linda al sur con Portugal, con tres grandes regiones denominadas Baixa Limia, Raia Seca y As Frieiras, esta última de especial conflictividad debido a la presencia de fuertes organizaciones sindicales. La presencia de la mujer como baluarte de la guerrilla y la denominada “represión de género” es estudiada a fondo por de Juana y Prada (2017), Aurora Marco (2002, 2011) y Ana Cabana (2018). Ver asimismo Heine (1982). 30 Agradezco a José Manuel Bouza, albacea del pintor Cándido Fernández Mazas su amabilidad en facilitarme información sobre el miembro fundador de la A.T.E.O. Armando Fernández Mazas, conocido por “senhor Inácio” en el Ribeiro de Baixo. En las memorias de la gente del lugar, corroborado por Rodríguez Gallardo, ya el 19 de julio llegaron al lugar más de una docena de gallegos huidos, remontando el río desde Olelas y Várzea; desde allí se movían libremente por los lugares de Pereira y Bouzadrago, al otro lado de la frontera. Actualmente, en el Ribeiro de Baixo los portugueses cultivan varias fincas en territorio español por las cuales no pagan contribución alguna, entendiendo varios de ellos que se hace así “en contraprestación por haber ayudado a los huidos”. 31 recuperación hecho por la Diputación de Pontevedra, materializado en varias exposiciones y eventos, así como la reciente muestra auspiciada por el MUPEGA de Santiago de Compostela sobre mujeres docentes represaliadas (marzo 2019). Finalmente, he considerado las obras de historiadores como Fernandes Alves (1987) y Brites Rosa (2007) sobre los acontecimientos ocurridos en la zona del Barroso portugués –a Raia Seca- (Montalegre, Tourém, Boticas); Soutelo (1996) y Jablonski (2009) sobre caciquismo/clientelismo y élites agrarias; Cabo Villaverde (1998, 2000, 2009) es el estudioso por antonomasia del movimiento agrario en Galicia. Para caracterizar algunas zonas fronterizas (Barrancos, Penha Garcia, Quadrazais) hemos recurrido a los trabajos de Rovisco (2011, 2013), Antunes Lopes (2017) y Saraiva Santinho (1984). Para el segundo bloque, relativo a la política educativa y el sistema escolar en Galicia, las referencias bibliográficas manejadas han procurado atender a un conjunto amplio de cuestiones –desde el inventario de plantillas docentes y materiales de enseñanza hasta el estudio de las ideologías y prácticas educativas, todo ello con el telón de fondo de las memorias de sus protagonistas. Antón Costa Rico traza las líneas generales de una Historia de la Educación en Galicia, en paralelo al desarrollo de los movimientos regionalista y federalista durante el siglo XIX. Narciso de Gabriel (2007) aplica el concepto de cultura escolar popular a casos concretos, entre ellos las denominadas escolas de ferrado y los acontecimientos represivos del concello lucense de Baleira, con el caso paradigmático del maestro Arximiro Rico Trabada. Por su parte, Sabela Rivas Barrós (2007) se detiene en la expansión de los principios del galleguismo político en la acción pedagógica del primer tercio del siglo XX, analizando la evolución de los planes de estudio y de los manuales escolares; Xosé Manuel Cid Fernández (1994, 2010) es el gran estudioso del Magisterio Orensano durante la II República. Fruto del trabajo cruzado entre fuentes archivísticas y testimonios orales, ha logrado reconstruir la suerte que corrieron numerosos 32 docentes, aportando información detallada sobre expedientes abiertos y sanciones impuestas y trazando retratos humanos de los mismos. En fin, sobre casos particulares de enseñantes gallegos han escrito, sin ocultar su querencia por posiciones progresistas, Xosé Manuel Malheiro, Vicente Peña Saavedra, Manuela Maseda Sabucedo, Marília Ruivo y Rosa Cid Galante. El espacio y la frontera in loco Castro Laboreiro fue parroquia/freguesia independiente hasta 2013, cuando se se unió con Lamas de Mouro; anteriormente, hasta la reforma de mediados de siglo XIX, fue concelho autónomo, pasando desde entonces a integrar el concelho de Melgaço, el más septentrional de Portugal; como acontece en otros casos ibéricos, la geografía aquí es caprichosa y violenta, y la frontera, como serpiente que se retuerce, traza un gesto sinuoso, extraño, antojadizo. Subiendo por el camino que bordea el río Trancoso, los pueblos de Pousafoles y Alcobaça, de la freguesia de Fiães, una vez rematados, dan lugar a un espacio nuevo, más agreste y extremado. Seguir y numerar esta frontera es una tarea a que se ha entregado, con desigual éxito fruto de algunas desavenencias entre vecinos, el profesor Mário Monteiro, dispuesto a hacer del Marco nº1 un lugar de peregrinación para urbanitas portugueses (lisboetas y portuenses, sobre todo). Estamos en el confín del terriotorio lusitano, un punto cualquiera de lengua romance galaicoportuguesa –Vasconcelos/Rodrigues Lapa dixit. Estas tierras estuvieron bajo jurisdicción eclesiástica de la Diócesis de Tui en el Reino de Galicia (Rodríguez Colmenero, 1991); tal como otra Diócesis gallega, la de Ourense, se extendía a varios de los povos mistigos en la Raia Seca de Montalegre (Hernández Figueiredo, 2014)31. El profesor Matos Reis (1998) explicita el ascendente que para los primeros habitantes de Melgaço tuvieron los 31 En Tourém se refugió el Cardenal Quevedo y Quitano en 1812, por negarse a reconocer las Cortes de Cádiz. 33 foros de villas importantes al otro lado de la frontera, entre ellas la pujante Ribadavia, que se traduce en diversas concomitancias a nivel de festividades religiosas. De ello concluye que la indefinición territorial estaría en la base de una predilección por fórmulas paralelas a la organización estatal, caracterizadas por un control de soberanía limitado, que permitía a las sociedades campesinas mayor autonomía en la gestión de sus asuntos. En los documentos administrativas encontramos un primer reconocimiento de esta singularidad y indefinición en la adscripción nacional en el Foral que el rey Alfonso IX concedió a los habitantes de Lobeira (Baiona en 1228) con privilegios que se extienden in personam a los pobladores del otro lado del Leboreiro32: (…) como yo Don Alfonsso, por la gracia de Dios rey de León y de Galicia (…) do e otorgo a los pobladores de Lobeira por juro de heredad para siempre de poseer por alfoz por estes terminos (…) e desde ende como se departe por Libereyro (…) y si essos pobladores fueren mas de Portugal e de otra parte, mando que cumplan mi esta cosa por fuero y non mas, e que esos pobladores y las heredades dellos sean libres y quitas de todo otro mi fuero, sacando de estas cinco bozes (…) de aleiboso, y de forçador de muger, y de camino quebrantado, y de ladron escripto, y de omeçida. Podemos decir que bien desde los inicios de las primeras tentativas de estatalidad ibérica, la frontera política y la frontera cotidiana fueron dos realidades no enteramente simétricas: de manera simultánea sobre el mismo espacio, lo densamente vigilado, demarcado, cartografiado y patrullado convivía con lo marginal, lo periférico y liminal: el acto de demarcación de la frontera sería aqui el epítome de un acto esencialmente violento, que juega con materiales explosivos y se expone a una problematización por la población local (Hart, 1999). Vivir en la frontera se convirtió en una condición consustancial de la vida social de las comunidades y permitió la vigencia de un estado casi independiente, hasta que las negociaciones de las Comisiones Mixtas de Límites, tomaron cuerpo en el Tratado de Límites de 1864, cuyo objetivo esencial era: 32 Al mismo tiempo, la actividad legisladora de los monarcas portugueses se orientaba a asegurar la lealtad de aquellos lugares fronterizos, como se ve en el Foral que el rey Afonso Heriques concedió a los habitantes de Castro Laboreiro y que ha sido estudiado en detalle por Iria Gonçalves. 34 (…) resolver los contenciosos territoriales internacionales que habían dado pie a enfrentamientos bélicos entre los ejércitos respectivos (…); reforzar el control del Estado sobre los territorios fronterizos y las comunidades que los habitaban (en el marco de un proceso centralizador más amplio, que comportará un recorte considerable de la autonomía de tales comunidades); acabar con los conflictos territoriales (…) y mitigar el problema del contrabando, que ocasionaba cuantiosas pérdidas a las haciendas estatales (Jacobo García Álvarez et Jean-Yves Puyo, 2015:7) Cuando por primera vez viajé a esta cuña que se adentra en tierras de Galicia, lo primero que me sorprendió fue su dialecto, singular y arcaico, que se aproxima y se confunde con las hablas del otro lado de la frontera; la identidad lingüística de esta zona cultural me subyugó desde el inicio en un espacio montañoso encajado por varios ríos que corren de los altos de las sierras y cuya unidad esencial proviene de dinámicas de poblamiento histórico bien conocidas: O Lima raiano em estudo é profíquo em manchas de construções tumulares megalíticas (…) No planalto de Castro Laboreiro, assim designado pelas populações locais, está identificada, possivelmente a maior bolsa destes monumentos em Portugal, que se prolonga pela Baixa Limia ao longo de caminhos e carreiros, actualmente quase não utilizados, contrariamente à importância, que protagonizaram durante a Idade Média, quando materializavam as densas relações comerciais entre o Norte de Portugal e a Galiza (Elza Maria Rodrigues de Carvalho, 2006:66) Durante el denso y atribulado período de tránsito del mundo romano a la Alta Edad Media, esta zona fue protagonista de importantes transformaciones sociopolíticas, que llevaron a la individualización de una Galicia primitiva como territorio autónomo (Baliñas, 2010). Este autor reconstruye, al modo de una antropología a la que se le ha retirado el apasionamiento, la historia de la divergencia entre Portugal y Galicia aduciendo que ya las fuentes andalusíes del siglo IX distinguen aquellas tierras tierras habitadas por gallegos -al-yalaliqa- de las pobladas por portugueses -al-burtuqalis. Esta progresiva tendencia centrífuga llevará a un incremento de la conflictividad que estallará en 1071, cuando los dirigentes del Condado Portucalensis se rebelen contra el Rey de Galicia. Desde entonces, estas tierras se convierten en línea de frontera: 35 As referências às origens administrativas de Castro Laboreiro são escassas, no entanto um documento de 1007 do Mosteiro de Celanova refere Vitiza (séc. VIII-IX) enquanto conde deste território. Vitiza rebelou-se contra o rei Afonso III das Astúrias (866-910), mas foi derrotado pelo Conde D. Hermenegildo (842-912), parte das forças Galegas, que por este ato foi colocado na regência do território de Castro Laboreiro (…) A lenda diz que além do castelo, S. Rosendo terá também fundado a atual Vila e Igreja Paroquial (Simões Carvalho, 2017:35) Las primeras descripciones de la villa de Castro son de Orlando Ribeiro y Leite de Vasconcelos a finales del siglo XIX. En 1932 el ministro y diplomático Julio Dantas romancea desde la perspectiva naturalista una historia de amor y violencia33 mientras Saramago le dedica a Castro Laboreiro el siguiente texto: Castro Laboreiro chega sem avisar, numa volta da estrada. Há ali umas casas novas, e depois a vila com o seu trajo escuro de pedra velha. (…) Não requer grandes demoras a vila, ou requere-as enormes a quem tiver ambições de descoberta, ir, por exemplo, àquelas pedras altas, gigantes em ajuntamento que ao longe se levantam (…) nada se ouve (…) enquanto, obstinadamente, as pedras se apertam mais umas contra as outras (Viagem a Portugal, 1982) Castro Laboreiro tiene un castillo derruido –cuya historia recuerda la narrada en por Kadaré en la novella El Cerco- desde el que se contempla el valle del Río Laboreiro o Río Grande, que articula el conjunto de tierras cultivables de la parroquia. La centralidad del lugar “da vila” lo atestigua el hecho de haber tenido, en tiempos, una fábrica de chocolate fundada en 1908 y movida con energía hidráulica (ingeniosamente denominada A‘Espanhola) y un semanario que llevaba por nombre A Neve, durante los primeros años 20. De Castro Laboreiro partían las vías de comunicación hacia el fondo de los valles, especialmente dos: la que ligaba al puesto de Ameijoeira y la que se internaba hasta el Ribeiro de Baixo, último lugar habitado del valle, verdadero final de 33 Tinha pouco mais de trinta anos, em 1892, e viera a Castro Laboreiro, com duas pistolas nos coldres e um saco de libras na bolsa do arção, concluir certo negocio de compra de umas terras que entestavam com a Hespanha. O vendedor, um castrejo rico, preparara as coisas para que o fidalgo fosse bem aposentado, sendo-lhe feita a cama no "quarto do arcebispo", onde já tinham dormido — se era verdadeira a fama — além do antistite, um ministro de Estado e outras grandes personagens (…) 36 línea y punto de control y fiscalización fronterizas (Rodríguez Gallardo, 2005).34 De hecho, en este lugar fixo encontramos la mayor concentración de huidos de la zona, siendo permanente la referencia a este lugar como zona de refugio de “comunistas espanhóis”, entre ellos el alcalde republicano de Entrimo Ubaldo González y varios miembros de la Sociedad Agraria de San Vicente de Lobeira, de línea galleguista (Cabo Villaverde, 2009). A gente confiava no pessoal do Ribeiro de Baixo, como se fosse a nossa terra do outro lado da serra… depois do que se passara em Porto Quintela35 muita gente foi para o Ribeiro…um lhe chamavam o Galinha juntou-se a muitos outros da Illa e de Lantemil e a Reloeira…foram a monte, sem mais preparamento e porque tinham lá alguma coisa e esperavam a ajuda dos vizinhos; no Ribeiro aquilo que possuírem inda que fosse pouco, dava para se manter por algum tempo. A Guarda não deixava de perguntar pelos galegos, na Pereira e Bouçadrago eram muito de esquerdas. Dantes da Guerra andaram a falar os agraristas e até chegaram vários livros e muita coisa. Alguns até estudaram em Ourense e em Celanova, a outros bastava com verem as injustiças, porque nós não eramos donos da terra, sabe? Tinhamos de pagar a renda e isso era injusto porque os nossos falecidos pais já possuiam aquilo desde sempre. Mas tenho ouvido que em Lobeira e Bande muita gente andava metida em política e até alguma gente dizia que a revolução era para a Galiza uma coisa muito urgente… Este lugar antropológico del Ribeiro de Baixo, y todos los otros lugares que visité, funcionan como nodo de relaciones cargado de simbolismo. Su estatuto epistemológico (Augé, 2014) es ambiguo, puesto que no es un lugar físico sino más bien la idea que se hacen de él aquellos que lo habitan, siendo “eje, camino, encrucijada”, un lugar habitado en que se manifiestan “jerarquías y divisiones sociales” (Bourdieu, 2008), y que utiliza el paisaje como marco de referencia: 34 A partir de este lugar abrupto y terminal pudo Víctor García “Estanillo” “o brasileiro” fundar una incipiente red de solidaridad política y coadyuvar al mantenimiento de la estructura del Partido Comunista en Galicia. 35 Se refiere al atraco en 1940 del Gran Comercio dos de Parada, cuyo fin era la financiación de las actividades de la Guerrilla, el cual se saldó con la muerte de 4 personas en el asalto. Además, en los meses posteriores se redoblaron los esfuerzos contra los guerrilleros escondidos en los montes próximos, resultado en el fusilamiento de 4 personas más, incluido el destacado nombre de José Fernández González, “o Rizo” 37 Olhe, iamos vivendo como podiamos, nos respeitando e respeitando as coisas dos outros…então me lembro dalgumas pessoas com bastante fazenda e que tinham algum comércio com os espanhóis, me lembra… o Bernardo na Assureira, os Pires do Ribeiro e o Frade das Coriscadas, era gente rija, com muitos amigos de varanda e festa. Me lembra um dia que um deles largou as sacas a fugire à Guarda, foi ao pé daquele carvalho, no Padresouro, entende? A fugire á Guarda… e dizia que o que ficasse pelas bandas da aldeia até à Seara era dele, inda que o deixasse ir… Depois que você entra nos Portos, já não tem penedos, e árvores há poucas…é monte, monte raso, sem penedos…e aquilo já é do povo todo, e não tem dono, mas ora bem…o terreno que fica por cá tem dono e a gente trabalhava conforme viesse dos tempos antigos… era a miséria mas havia pessoas que se ajeitavam… Efectivamente y conforme la descripción de los lugareños, las especies arbóreas más abundantes en esta zona son el carvalho, vidoeiro y castanheiro, si bien se han introducido otras especies alógenas con fines comerciales. En el Planalto predominan la carqueija, el tojo y la giesta, pastoreados por rebaños de cabras y ovejas, además de ganado bovino de razas locales. Se consevaban hasta hace poco fórmulas de gestión comunitaria de los rebaños, las denominada res o vezeiras, que incluían pueblos del otro lado de la frontera pertenecientes a los municipios de Lobeira y Entrimo, como Fraga, Queguas y San Xés de Vilariño; la entrada de Portugal en la Unión Europea y la abolición de las fronteras determinó profundas transformaciones que fueron leídas como “catástrofe inmediata”. En los últimos años se han puesto en marcha algunos proyectos de desarrollo rural, entre ellos ganaderías ecológicas de razas autóctonas (vaca cachena). En los escarpados parajes de la sierra, los suelos son poco fértiles, a excepción de las ribeiras de regatos y ríos; los terrenos de mayor extensión se dedican al cultivo de algún cereal, sobre todo centeno, adaptado a los rigores del clima de montaña. En los horteiros para aprovisionamiento, abundan las cebollas, los ajos, las coles y verzas; la población se disemina en lugares fixos, brandas e inverneiras, un sistema de mobilidad pautada de personas y bienes.36 36 Para un conocimiento exhaustivo de los patrones de residencia en relación a condicionantes ecológicos ver los trabajos fundamentales de Lima (1996), Geraldes (1996), Polonah (1979) y Domingues (2007). 38 Desconhece-se o período em que se iniciou este movimento pendular e sazonal (…) a primeira referência a um povoamento estival, encontrámo-la no Numeramento de 1527-1532; a população começou por se sedentarizar na veranda, onde passava a Primavera, todo o Verão e Outono, vendo-se na necessidade em baixar ao fundo do vale, à inverneira (…) para fugir aos rigores, de um Inverno agreste e pródigo em muita neve, ou optou pelos lugares mais abrigados, os de fundo de vale, as inverneiras, com menores extensões de solo agrícola e, por conseguinte, os problemas de sobrevivência exigiram a subida das vertentes da bacia do Laboreiro, em busca de maiores extensões de solo propício à agro-pastorícia (Rodrigues de Carvalho, 2006:203) Este sistema de poblamiento determinaba los aprovechamientos agrícolas e influía en la organización de escuelas (especialmente Cainheiras, Adofreire y Assureira), puestos de control fronterizo o servicios de correos. Además, este patrón de doble residencia permitió a los refugiados extender sus posibilidades de alojamiento y escapar al control de las autoridades, reforzando la condición de zona de refugio (Scott, 2009), mientras Rodríguez Gallardo (2017) los entiende como oscilando entre lugar de protección y lugar de vida. Desde el bandolero Tomás das Quigostras del siglo XIX, figura que Os Diplomáticos de Montealto convirtieron en referente de la contracultura herculina de los noventa, hasta los huidos de la Guerra, esta fue siempre una “zona de insubordinación” en que “aparte de la población ya establecida, se acogían fugitivos, aventureros, negociantes, bandidos y huidos a la ley” (Godinho, 2017:167).37 A mobilidade era fundamental para que os refuxios resultasen seguro, pero os refuxiados mantiñan lugares de referencia onde regresar se se alixeiraba a presión policial. No lugar fixo de Ribeiro de Cima concentráronse boa parte dos fuxidos do concello ourensán de Entrimo. Alí foron parar o exalcalde Ubaldo González González e o seu irmán, Ricardo, que fora xuíz municipal, xa que o comercio e a fonda que rexentaron procuroulles unha extensa rede de coñecidos no país veciño (…) Aproveitando a migración anual dos habitantes de brandas e inverneiras, os fuxidos favorecéronse dos lugares abadonados tras esa marcha (Rodríguez Gallardo, 2004: 31) 37 Como anota la profesora Godinho (2017) la ambivalencia ética del huido y del contrabandista, entre infractor a la ley y opositor al régimen articula la oposición de discursos y hace legible las dos alternativas a que se enfrentaron los lugareños: la delación y el refugio. Importa denunciar las confusiones terminológicas que sirvieron en multiples procedimientos de los sublevados, disfrazando de cuestión de orden lo que era a todas luces un proceso de represión política. 39 La alternancia de lugar de residencia no alteraba el esquema de aseguramiento de la propiedad por el parentesco, porque la casa como unidad familiar permanecía incólume a pesar del cambio efectivo (Godinho, 1993: 572). Wolf se refirió a estas unidades de re/producción como closed corporate communities descritas como poseedoras de un vasto patrimonio colectivo, que combinaban agricultura y pastoreo con limitaciones en la organización del territorio y de los cultivos, y un particular sistema de organización política basado en la asamblea de vecinos. En el Alto Minho, la casa como unidad de producción y consumo era la unidad social primaria, en que las distintas generaciones podían remontar y asegurar su protección, activando mecanismos organizados según principios altruísticos: en qué medida podemos decir que se imponía una condición igualitaria entre los habitantes de las aldeas? Las tres cuestiones que presenta O’Neill para el caso de Fontelas serán aprovechadas en nuestro estudio de caso: A posse de terra, o trabalho cooperativo e as formas de casamento e herança. (...) a terra não é possuída em partes iguais, do mesmo modo que não existe nada de igualitário quanto à sua distribuição na comunidade. (...) as formas de cooperação agrícola encerram notáveis desigualdades no que respeita à troca de mão de obra e tempo de trabalho. (...) as práticas de casamento e herança revelam disparidades fundamentais entre uma minoria de herdeiros favorecidos e os irmãos excluídos (…) Surge-nos uma hierarquia clara de grupos sociais distintos: diferenças radicais a nível económico e social (O’Neill, 1984: 21) Los refugiados gallegos solían conocer la situación económica de las familias a quienes pedían ayuda y confiaban en el capital simbólico y relacional que poseían para facilitar y asegurar las condiciones de supervivencia.Cuando Eudoxia y su familia entraron en Portugal, desde Dorna fueron transferidos para la branda de Rodeiro propiedad de Antonio Domingues, o Rendeiro (esto es, el que puede disponer de rentas que lo hagan menos dependiente de ciclos de producción agrícola), porque allí estarían más alejados de cualquier Puesto de Fiscalización. Los testimonios nos muestran esta fragmentación de clase: 40 Coitadinhos, eles não faziam mal nenhum, mas entrabam em casas de pessoas que os aceitavam e das que sabiam que podiam dar uma ajuda quando as coisas pioraram…muita gente os recebeu em suas casas, porque eles eram nossos vizinhos e não tinham feito morte (…) tinha gente que sabia da situação da Espanha, a gentinha a fugir da Guarda, e eles davam uma ajudinha, o que houvesse, se for um caldinho de couves ou então um jergão de palha em que se deitarem. E agradeciam, eram boa gente, não fizeram mal nenhum. Ora bem, os que fizeram...até me lembra, eles durmiam nos rochedos da serra, outros até lhes faziamos um lugar na nossa casa, até alguns eran parentes, não lhes desejavamos mal, bem pelo contrário, se os amigos não se ajudarem, ai! Era assim…PREGUNTA: Como escolhiam as casas onde se refugiarem? Era conforme lhe disse…tinham alguns que podiam dar ajuda, mas outros nem isso tinhamos. Mas nem sempre os que tinham queriam faze-lo, sabe? Eu era daqueles lugares ao pé da Serra e me lembra dos galegos a chegarem nas casas… Como apuntase O’Neill para su Fontela prototípica, el discurso está tejido de referencias a jerarquías internas, diferencias en el acceso a bienes como la educación o la asistencia médica y a diversas conceptualizaciones acerca del bom nome de ciertas personas frente a la má reputação de otros, conformando un panorama moral bien delineado. Aún así, detectamos un conjunto de estrategias de acción colectiva -los marcos interpretativos de identidad, injusticia, y en ultimo término de coste-beneficio (Cabana y Lanero, 2009) Tinha gente que também não fazia interese em telos na aldeia, até porque gozavam com eles e não eram gente de fiar, mas nem sempre podian agir de outra maneira, porque cá as pessoas julgavamos que era preciso ajudar, até porque todos estavamos na corrida. A professora e a familia dela estiverm aqui no Rodeiro muito tempo, até que um gajo aqui do povo, que já andara em problemas com a Guarda, veio descobri-los por um caso de vingança. Mas ela era tão bonita que o guarda que os conduzia até Melgaço não lhe fez mal e ficou prendado dela. Mas aquela pessoa era ruim, de certeza que era! Pronto, eles sabiam mas deixaram passar, não repararam nisso. Ora bem, foi por acaso que um comerciante de Melgaço, que tinha negócio na Rua Nova, aquele cão grande os ajudou a se encaminharem para o Porto, falavam de irem para Cuba… sei là como ele fez mas deu certo. A Eudóxia tinha muitos amigos e tudo era arrumadinho para eles fugirem, da outra maneira eram entregues ao Franco, aquilo foi 41 uma chacineria. O Ferreira da Silva38 era muito estudado, e era contra o Salazar e muito entendido em coisas de política. Depois aconteceu toda aquela história que falou a Manuela… En el caso de la familia Lorenzo, ejemplo paradigmático de refugiados de la primera ola inmediatamente al golpe del 18 de Julio, los contactos se habían establecido durante décadas en base a relaciones económicas, de ocio y sociabilidad y de relaciones matrimoniales, un haz de contactos sociales que habría de permitir en último término la supervivencia, según el dicho de que los problemas se resuelven mejor entre amigos que entre Estados (Boissevain, 1974). El hecho de que el cabeza de familia, José Lorenzo -el Masidario por proceder su familia del ayuntamiento de Maside, lugar de fecundas luchas agraristas a principios del sigloXX- fuese veterinario (capador) y músico extendió su espacio de influencia, haciéndolo conocido para numerosas personas de diversos estratos sociales, tanto de jornaleros como de propietarios, y no solo en las aldeas cercanas a la frontera sino en una zona de mayor extensión; este capital social, tejido en el discurrir de la vida cotidiana, fue activado cuando las circunstancias así lo requirieron.39 La idea de recurrir a Portugal como lugar de protección estaba ligada en muchos casos al hecho de utilizar algún contacto propio de la red de sociabilidad del huido. Estos contactos podían ser directos –lo que era más útil para la supervivencia del refugiado– o indirectos, de forma que el grado de compromiso era más laxo y las gestiones para mantenerse en Portugal o para obtener documentación para salir del país podían resultar menos fiables. (…) Algunos de ellos conocían que era posible franquear la frontera sin documentación, como declaró una ourensana, quien después de atravesar la frontera por Castro Laboreiro terminó comprando una certificación de nacimiento portuguesa (Gallardo, 2010:1) 38 La identidad de de este cão grande, intentaremos precisarla en la segunda parte del trabajo. 39 Músico fue también Juan Salgado Rivera, el cabecilla de los sucesos de Cambedo da Raia, un “homem de honra” para unos, “malfeitor e bandoleiro vermelho” para los representantes del Estado Portugués. Sobre la batalha do Cambedo ver Godinho (1993 y 1996), y los trabajos recientes del arqueólogo Xurxo Ayán Vila. Sobre el poder subversivo del arte, del teatro de las marionetas y de la música en la posguerra, ver Campoy (2015) 42 Enseñanza republicana y represión del magisterio Recordar; recordar juntos; hacer recordar. Como antropólogos construimos el significado y contribuimos a su afloramiento sobre capas de sedimento y obstáculos: para que el olvido no ahogue los hechos humanos, resume Herodoto. Pero lo hacemos dando prioridad a las personas, buscando el sentido de su discurso, reivindicando el valor de los que no tienen historia, de las personas simples con creencias y valores compartidos, pautados por la comunidad. Las fuentes orales, complementarias al trabajo de archivo y documental son el combustible del antropólogo, aun sobre la inconsistencia de la memoria humana. Hacer fluir unas memorias vencidas por el tiempo, la desconfianza y el miedo, esa nuestra tarea. Escuchar y cantar; escribir. Nos interesa entender la escuela como sistema de relaciones e intereses enfrentados, que pugnan por imponerse como medio de mantenimiento y/o superación de un estado de cosas. En este sentido, creemos que la Antropología de la Educación debe dirigirse a comprender en profundidad los aspectos políticos, económicos e ideológicos de la institución escolar, yendo al fondo de los procesos que determinan la transmisión de los contenidos y procediendo a una crítica de sus estrategias pedagógicas y contribuyendo a visibilizar las formas de dominación y de autoritarismo en el ejercicio del poder (Ogbu, 1993). Cuando nos deparamos con la Memoria Escolar Republicana, lo primero que salta a la vista es la certificación de un nuevo ardor valorativo,40 un redescubrimiento de las capacidades del alumno y el creciente respeto por sus intereses, expectativas y esquemas de pensamiento. En este sentido, hacer etnografía de la memoria escolar es insertar los significados atribuidos a la escuela en el marco más amplio de los pretendidos objetivos políticos en relación a ella, mediando en la ponderación de ambas escalas. Cuando en el lugar de Rodeiro, Manuel Esteves Monteiro, padre de Fernando Estévez de “El Trébol de Bande” se refería a Eudosia como una “profesora muito envolvida com os jovens” o cuando 40 Sobre una Antropología de las Emociones, ver los trabajos de LeBreton (1998) y Crapanzano (1994) 43 Dulcelina Esteves, profesora ella misma en Braga, recuerda el cariño y la atención individual que les dispensaba, se actúa un nuevo significado histórico. En efecto, este nuevo paradigma del desarrollo autónomo y la atención personalizada al alumno era uno de los puntos fuertes de las Pedagogías Renovadoras que Eudoxia conoció en sus años de Magisterio; especialmente las de Freinet y Decroly (Cid y Dapía, 2000) postulaban el valor del trabajo manual y una nueva interconexión de los conocimientos. De igual forma debemos entender decisivo el hecho de inculcar valores revolucionarios en un espacio rural caracterizado como conservador e inmobilista. Igualmente, es constante en los informantes que recuerdan su presencia en el lugar su afán por hacer leer a los escolares, poniendo a su disposición un conjunto atractivo de textos y materiales, más allá de los recetarios al uso: A Eudosia lia continhos para a gente ou então fazia uma história de magia com os cartonados que a gente tinha; até porque não tinhamos aquilo que era precisso era muito o que precisavamos de imaginar. Lembro uma vez em que a professora trouxe um livrinho de rimas, e nós tivemos de desenhar uma imagem para cada poesia. Ora bem, na escola aquela o que poderiamos mais fazer? A gente era pobre e a escola pouca, mas ainda assim dava para aprender os números até um milhão. A escola da Eudóxia era muito agradável para a gente, porque era aprender-mos em junto… Faziamos muitas contas, porque a Eudoxia gostava de colocar problemas reais, não era como aqueles professores velhotes que batiam na gente… Lo que trajo la República fue una tentativa de modernización y dinamización cultural, protagonizada por una nueva generación de maestros formado en los principios de una escuela sensible y progresiva, atenta a los saberes que los alumnos portaban consigo. El maestro republicano es un agente activo comprometido con valores emergentes de lo politico y con formación tanto en conceptos y teorias como en estrategias de enseñanza. Esto solo fue posible como resultado de una remodelación del Plan de Estudios del Magisterio, que otorgaba mayor peso a cuestiones de didáctica y metodología. 44 A Eudosia tinha aquele gosto em nos ensinar com histórias, ela sabia muitas e na verdade outra coisa não tínhamos mas a cabeça para pensar. Mas inda havia aqui nas aldeias aqueles mapas antigos de Portugal e livros e romances de Lisboa… Nós liamos aquilo e a Eudóxia esclarecia, claro a gente não conseguia compreender. Me lembra que trazia os versos da Rosalia, que liamos a voz viva, fazendo muitos gestos, como se fosse uma obra de teatro…. Era boa aquela escola, tinha alegria, embora fosse pobre e dura. A Eudoxia, inda que era muito bem estudada, sabia muito das plantas e dos animais, se calhar polo pai dela, que era muito enttendido naquelas cousas do campo. Puxa, ela sabia tudo! E o que não soubese, logo perguntaba como era aquilo… a escola era paga pola freguesia, vá, era uma escola particular, não tinha dinheiro da Cámara, era a gente do lugar a fazer a contribuição. Mas a Eudoxia não recebia, até porque ela era uma professora que fugia àquela malta da Espanha, que andavam atrás da gente; ora bem, o que ela sempre teve foi o nosso carinho e admiração. La República española instaurada en 1931 pretendió hacer de la educación la base de su legitimidad y su desarrollo. Los dirigentes republicanos, sobre los precedentes del pragmatismo, el institucionalismo y los principios de la Nueva Escuela, entendieron que solo la educación podía garantizar el arraigamiento de los principios de la igualdad y la equidad y convencidos de que la formación y la cultura eran el camino hacia el progreso social y politico. La llamada República de los profesores hubo de enfrentarse a un estado de cosas caracterizado por la polarización ideologica y la creciente conflictividad política, en una década que vio nacer proyectos socio-políticos antagónicos y que condujo a violentos enfrentamientos bélicos y que habría de configurar el mapa del mundo durante más de medio siglo. Marcelino Domingo, ministro de Instrucción Pública republicano resumía la interdepedencia entre sistema educativo y cultural en estos términos: “La instauración de la democracia puede ser por la violencia; su consolidación sólo es por la cultura. Donde la cultura falta, el sistema democrático se pervierte, se esteriliza, se desfigura o cae, no por la presión exterior, sino por interna consunción. No lo derriban: se desploma” 41 41 En Carbonell i Sebarroja, L’Escola Normal de la Generalitat (1931-1939), Barcelona, Edicions 62, 1977: 7 45 Los retos esenciales de la naciente República en material educativa incluían reformas en aspectos materiales y de dotación escolar, acciones de dignificacion y mejora de las condiciones retributivas de los profesores y en general, de fortalecimiento de la imagen de la institución educativa como proyecto colectivo y ciudadano. La activa persecución de los valores republicanos determinó tanto el entusiasmo de sus defensores en su implantación como la virulencia de sus detractores, que veían peligrar siglos de monopolio de la escuela como agente conformador de conciencias y en particular de la institución escolar como agente de reproducción de las condiciones sociopolíticas. El laicismo, la coeducación, los principios de la escuela activa, la promoción de la igualdad de sexos y el incentivo del bilingüismo y la autonomía docente hubieron de resultar molestos para una buena parte de la sociedad española del momento, inclusive para ciertos sectores del Magisterio.42 Los principios de la escuela única (publica, activa, progresista y progresiva, integral y laica) preconizada por Lorenzo Luzuriaga constituían una prolongación de los fundamentos pedagógicos y organizativos de la Institución Libre de Enseñanza, cuyo ascendente en la política educativa de la República es destacado por la literatura especializada. Además, la política educativa republicana fue sensible a la diversidad cultural de los pueblos de España, permitiendo la modulación de los contenidos y estrategias de enseñanza para mejor servir a los alumnos en atención a sus circunstancias personales y sociales (artículo 50 de la Constitución Republicana). El debate a que se enfrentaron las fuerzas progresistas en material educativa se planteaba entre un enfoque vertical y autoritario frente a la igualdad y horizontalidad de un enfoque de clase, justo e integrador; y todo ello en un espacio social caracterizado por tensiones internas de toda índole. En 1931 la mayor parte de la población española vivía en el campo, mientras que la industrialización se dejaba sentir en zonas concretas, especialmente las grandes capitales mediterráneas y en la 42 Para un análisis de la conflictividad profesional del Magisterio ver Molero Pintado: Los maestros republicanos. Legislación y conflictividad profesional (1931-1936), Revista de Historia de la educación, 16, 1997, pp. 285-302 46 capital. Las escuelas rurales estaban mal dotadas y sus maestros sufrían miserables condiciones retributivas, agravadas por el aislamiento y las dificultades para retener a los alumnos durante ciclos completos de enseñanza, en un marco general de absentismo y abandono escolar. Para garantizar la acción republicana a todo el territorio se dispuso la magna iniciativa de las Misiones Pedagógicas, que en Galicia se sustanciaron en diversos proyectos de fomento de la lectura, acercamiento y sensibilización artística, junto con una dignificación de los llamados saberes populares. O inicio das Misións Pedagóxicas en Galicia sitúase en 1932. A unha chamada do Rector da Universidade de Santiago, Alejandro Rodríguez Cadarso, moi xunguido aos institucionistas, só acudiron os Presidentes dos Consellos Provinciais da Coruña e Pontevedra. En 1933, as accións misionais correron a cargo do propio Patronato de Misións Pedagóxicas (…) Durante estes meses percorreuse Xinzo de Limia, Allariz, O Carballiño, Maside, Lalín, Silleda, AEstrada, Rianxo, Boiro, Noia, Outes, Muros (…) Malpica, Betanzos, Vilalba, Ribadeo, A Fonsagrada, Baralla, Becerreá, A Mezquita, Queiruga e o Barco de Valdeorras (Porto Ucha, 2006:467) Para lograr los fines educativos, la República hubo de lograr la adhesión de sus pincipales actores, siendo los maestros republicanos activos elementos de extensión y propagación de las ideas republicanas, como atestigua para el caso de la provincia de Ourense el maestro Armando Fernández Mazas.43 Muchos de ellos tomaron parte activa en partidos y sindicatos, logrando una nueva vinculación entre la escuela y el mundo social, especialmente en la provincia de Ourense con A.T.E.O., en que se integraron los elementos más comprometidos del Magisterio y que fue por ello un objetivo predilecto del aparato represivo de las fuerzas sublevadas44, que habían visto cómo la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936 preludiaba una intensificación de las reformas, dirigidas esencialmente a hacer de la Escuela un motor de transformación social: 43 Refugiado bajo identidad falsa en Castro Laboreiro durante los años 1942-1947, Fernández Mazas es autor de dos libros destacados: Ourense, Atenas de Galicia y Política y pedagogía (Memoria teórica de un maestro de la A.T.E.O.). 44 Roxelio Pérez Poza (2007) sintetiza la depuración de los maestros de la ATEO como “represión de un ideal” 47 Del grueso de esta fracción de profesores militantes (…) procederá el núcleo de las víctimas de las actuaciones sumarias y de los reos de los procesos judiciales que los tribunales militares instruyeron y resolvieron, en decenas de ocasiones, con sentencias de muerte (…) Es por tal motivo que algunos ejemplos de estas huidas clandestinas sirvieron después para construir el referente icónico del exilio gallego, como fueron el de la azarosa y terrible vivencia, no exenta de abundantes pasajes novelescos, del maestro Alonso Ríos o los de los también maestros Luís Bazal, Isidoro Cid Rivo o Luís Soto (Ferreiro Fente, 2019:143-144) Un discurso bien asentado en los testimonios que recogimos: Eramos pobres, entende? E os nossos pais não andaram em escola. O pouco que sabiamos era por algum familiar da Argentina e do Brasil, das cousas boas que lá havia… e depois havia um problema aqui nas escolas das aldeias, por exemplo os professores de San Xés non paraban moito porque andavam baralhados e aborrecian estes lugares afastados, era melhor eles estaren na vila, en Lobeira ou en Bande, porque havia mais comodidades. Coitados, levaban a vidinha como podiam (…) e batalhavam conosco para tirarnos daquela pobreza que nós tinhamos, porque diziam que as letras e os números havian de nos tirar de pobres; a Eudoxia, eu ouvi-o bem, dizia que ler era de todos, de ricos e pobres. A gente sabia as coisas do campo, da lavoura, mas letras tínhamos poucas. Mas nem por isso a Eudóxia deixava de tentar.Muitas crianças vinham sem força, sem terem almoçado, com frio no corpo… Aquel tempo era assim, a terra toda era na mesma, Portugal e a Espanha estavam da mesma maneira. Nós tinhamos aquelas tecedeiras que faziam cestos e mantelos e a Eudosia gostava de ir lá ver o que elas faziam, porque queria aprender da gente. Era muito dedicada, e nós retribuiamos quanto podiamos, o que pudesse ser feito, era um bailarico, era uma conversa, ou era então as entreajudas no lar. Ela sempre falava connosco, dizia que os lavradores tinham direitos, como era que ela dizia…dignidade! e que deviam lutar por ela. O pai era capador, músico, tinha muita boa sona e era muito demandado, claro a gente precisava de ajuda, quer fosse os bezerros que malnaciam ou o boi que andava doente. Era um home prestigiado, como não podiamos recebê-lo e sabia muito do seu e ajudava o povo todo. Eu acho que a Eudoxia herdara aquilo dele porque era sindicalista e defendia os lavradores, nós dizemos lavradores ao geral das pessoas que trabalham as terras dos outros… El debate político en la A.T.E.O. está siendo estudiando por investigadores más interesados en la dinámicas individuales que en una pretendida unanimidad 48 ideológica. La pluralidad de posiciones internas, con sensibilidades que incluían el socialismo radical, el republicanismo moderado, el anarquismo y un incipiente galleguismo, hicieron de la A.T.E.O. una experiencia compleja y cambiante. Desde su fundación en 1931, la Asociación hubo de equilibrar la conceptualización de la pedagogía como ciencia neutral frente a la construcción de una acción político-pedagógica en sentido fuerte, alineada con el postulado de la transformación social preconizada por el materialismo marxista: En el primer grupo, al lado de la concepción de la pedagogía como ciencia neutra (…) se erige una interpretación de dicha ciencia como socialmente condicionada, cuyos defensores unen el proceso educativo a la lucha por una sociedad sin clases (…) Dentro de esta última corriente nos encontramos diferentes interpretaciones de la pedagogía socialista. Estas se reflejan en los últimos números de Escuela de Trabajo, en los que además de la problemática pedagógica tienen acogida diversos temas relacionados con el mundo obrero y con las organizaciones obreristas. Las diferentes interpretaciones del marxismo están todavía sin estudiar, siendo pocas las luces que nos ofrecen las fuentes localizadas, y conocedores, a través de fuentes orales implicadas, de que Escuela de Trabajo dejó de publicarse en un ambiente de máxima hostilidad (Cid, 1998:420) Los datos biográficos de varios integrantes de la A.T.E.O. nos muestran esta temprana vinculación con movimientos asociativos y sindicales, que fueron posteriormente aducidos como elementos de cargo en el posterior proceso de depuración (Fernández Mazas, 1995). El profesor Costa Rico (2006) reconstuye la trayectoria vital de muchos maestros republicanos y sugiere con ello el estilo y temperamento docente de los mismos, ordenando sus preferencias en cuanto a contenidos y procedimientos en la escuela, uso de materiales docentes, postura ante los procedimientos clásicos de evaluación, entre otros; entre las acusaciones más frecuentes se encuentran las de “ser ateo y extremista”, “peligroso hombre de acción con ideas marxistas”, “disoluto y corrupto en la práctica docente”, “de ideas comunistas, opuesto a la sagrada sublevación militar”, “de ideas perturbadoras en la enseñanza”, etc.45 En la narración de los alumnos de la 45 Para el caso de la familia de Eudosia, la acusación obrante en Anexos los presenta como individuos peligrosos 49 Segunda República encontramos este reconocimiento de los maestros opuestos a las inercias dogmáticas y autoritarias, luchadores por una revolución de las conciencias:dando espacio al auto-descubrimento como herramienta pedagógica, a la irrupción de la experiencia como motor del aprendizaje, una nueva valoración del trabajo práctico y la confianza en el valor del arte como elemento educativo. En Galicia, rápidamente bajo control de los sublevados, la escuela adoptó el dogmatismo monolítico, gris y obtuso del bando nacional: Las medidas tomadas por la Junta de Defensa Nacional, primero, y por la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado, después, tenían como objetivo liquidar el conjunto de reformas educativas impulsadas por los gobiernos de la República (…) Así, las medidas democratizadoras de las estructuras educativas fueron suprimidas, al igual que el Plan Profesional del Magisterio, las medidas sobre bilingüismo, laicismo y coeducación, así como toda la legislación que limitaba la actuación de la Iglesia en el campo de la enseñanza. Junto a esta obra de demolición, se inició otra de reajuste ideológico-político: reintroducción de la enseñanza religiosa, crítica demoledora de los principios democráticos (libertad, pluralismo, tolerancia...), defensa de un españolismo exaltado y excluyente (Morente Valero, 2001: 193) La represión y depuración del Magisterio republicano representó el objetivo no ocultado del bando sublevado; más que por su condición de docentes, los profesores fueron penalizados por su activa toma de posición por la legalidad republicana (Costa Rico, 2006:499). Bajo la pátina de legalidad (más bien, podríamos denominarlo legalismo administrativo), lo cierto es que los expedientes se iniciaban, proseguían y terminaban sin las más mínimas garantías procesales, haciendo de las condenas un ejemplo paradigmático de la arbitrariedad y la violencia del nuevo régimen, plagadas de contradicciones, incoherencias, argumentos ad hominen y un indisimulado desprecio hacia los principios básicos de presunción de inocencia y de cargo de la prueba. Cualquier elemento, inclinación, actitud o tendencia ideológica de los maestros (en el caso por sus ideas comunistas, los cuales influenciaban la práctica docente. Para nuevos datos sobre la represión en la provincia de Ourense, ver Xosé Manuel Cid Fernández: “A represión franquista en Ourense: novos argumentos contra a desmemoria da persecución sufrida polo maxisterio”, en Revista Sarmiento, Núm. 21:2017 pp. 73-99 50 de Eudoxia, se la acusaba de bordar banderas republicanas y entonar canciones revolucionarias) podía sustentar una acusación, desde la militancia en algún partido político u organización sindical, la aceptación y ejercicio de cualquier cargo representativo, la participación en mitines y la mera práctica pedagógica hasta una indeterminada reprobación del temperamento personal como antipatriota, impío y revolucionario (Fernández Mazas, 1995). En particular, el asociacionismo como religión cívica fue duramente perseguido, sospechando de todo aquel que mostrase una querencia no disimulada hacia el debate, la argumentación y la construcción discursiva del conocimiento.46 Y fue precisamente esta convergencia entre intelectuales y líderes obreros/agrarios47 el que permitió el desarrollo de una escuela renovadora: No sector docente xenérase un amplo movemento a prol da renovación educativa e a transformación social. Hai un elevado nivel de asociacionismo, non só en asociacións que poñían por diante o “profesionalismo” e “corporativismo”, autodefiníndose neutrais en aspectos que requerían compromisos políticos e ideolóxicos (…) senón tamén en “organizacións de clase”, que se inscribiron desde o primeiro momento na Casa do Pobo, e estiveron conectadas coa Internacional de Traballadores do Ensino. Os novos ensinantes incorporados á escola nos anos trinta (…) confiaban na posibilidade histórica da utopía republicana e situábana como norte da súa actuación (…) a loita era sincera e non se lles pode negar adicación e entusiasmo por acadar aquilo no que crían e que consideraban beneficioso para a infancia e para toda a sociedade (Cid Fernández, 2005:5) 46 Por ejemplo, Julio Prada (2004) ha estudiado el asociacionismo obrero y campesino como telón de fondo de las reformas educativas y sociales, certificando que su desarticulación obedeció a un sistemático programa de silenciamiento y descabezamiento político. 47 Sobre el acercamiento de agrarismo, galleguismo y renovación educativa ver Cabo Villaverde (2009) y Narciso de Gabriel (2000:15). Este ultimo, sobre a figura e Arximiro Rico Trabada di o seguinte: El era o conselleiro dos labregos, aos que orientaba sobre a mellor forma de cultivar e tirar proveito das súas terras. Moitos domingos, á saída da misa, sentábase á sombra dunha árbore, formábase un corro de xente ao seu arredor, e facía proxectos: "Aquí, nesta ladeira do monte, habería que plantar pinos, acolá poñer colmeas" (Díaz Muíño). Foi el quen promoveu as primeiras plantacións de piñeiros, sobre todo na Ribeira de Piquín, en montes que non servían para outros cultivos, celebrando ás veces a festa da árbore para inculcar nos seu s alumnos o interese pola repoboación forestal (…) A apicultura era outra das súas afeccións, chegando a ter numerosos trobos e colmeas modernas, algunhas construídas por el mesmo. 51 Una Historia de Vida: Eudoxia Lorenzo Diz El recurso a historias de vida es una estrategia bien conocida en Antropología, si bien no pueden desconocerse sus limitaciones y problemas. Desde las obras clásicas de Boas y Malinowski hasta las más recintes de Strathern y Crapazano hacer historias es intentar revertir el tiempo histórico, evocando momentos, sensaciones y emociones que puedan construir nuestra particular entendimiento de la realidad social (Berger y Luckmann) desde el sentido concreto que otorgan a su existencia los sujetos particulares. Necesariamente, las historias de vida deben situarse en el contexto de su comunidad y de la sociedad en sentido amplio, haciendo de los testimonios recogidos una fuente cualificada pero no exclusiva para conocer el conjunto de prácticas sociales, que deben perfilarse en el marco de una historia social de las comunidades (Mintz, 1960). Recurrir a las historias de vida tiene además otra virtud esencial, que es la de implicar al lector haciéndolo partícipe de los rasgos esenciales de la cultura que se estudia, pero presenta ciertos riesgos en cuanto puede verse afectada por los prejuicios del investigador o por los intereses dominantes de los informantes (Buchler, 1981). En este apartado del TFG trazaremos la trayectoria de una profesora republicana, Eudoxia Lorenzo Diz. Para conocer los detalles de la vida de Eudoxia hemos recurrido a múltiples informantes, incluidos sus dos hijos y un conjunto amplio de personas que recuerdan a Eudoxia; en la parte gallega, hemos entrevistado a personas en diversas localizaciones y especialmente a los habitantes del lugar de San Xés de Vilariño, en cuya escuela se desempleñó como maestra el año 193536, procedente de los cursillos de selección convocados por Decreto de 2 de Julio de 1935 (Sabucedo, 2013:218). Su hijo Paul Feron-Lorenzo nos ha facilitado numerosos materiales del proceso que la PVDE siguió contra la familia desde su huida precipitada el 19 de julio de 1936, todos ellos obrantes en el Arquivo da Torre do Tombo. Fotografías, títulos, cartas y objetos reconstruyen el universo vital de Eudoxia y dan cuenta de sus preocupaciones y deseos. 52 En aquellos tiempos, Galicia se encontraba inmersa en violentos conflictos sociales, en un marco político de inseguridad, aumento del nivel de precios y carestia de alimentos básicos, exacerbado por prácticas de acaparamiento de dudosa legalidad. Todavía entrado el siglo XX en Galicia persistía el denominado régimen foral, que solo sería suprimido en 1926 gracias a la presión incesante de las organizaciones agrarias. En 1916 se produjeron los sucesos de Nebra, en que varias personas fueron muertas cuando protestaban contra una subida injustificada de impuestos. En años los años siguintes se producen nuevos conflictos sociales en Trasancos Ferrol, Oseira y Sobredo, con participación esencial de las mujeres, muchas de ellas al mando de las unidades familiares por encontrarse sus maridos en la emigración ultramarina. Las revueltas agrarias que se desarrollaron entre 1909 y 1922 se saldaron con 17 muertos, y se produjeron en un contexto de fortalecimiento del asociacionismo, con las primeras tentativas de articular programas políticos de y para Galicia. En 1916 se celebra la primera reunión de las Irmandades da Fala, que habrÍan de prolongar su actividad hasta su inserción en el Partido Galeguista en 1931 y que incluían en sus puntos fundacionales la plena igualdad de la mujer y la completa competencia docente para Galicia. La infancia de Eudoxia se desarrolla pues en un momento de tensiones ideológicas y económicas, en una provincia a la cabeza del movimiento agrarista de Basilio Álvarez, “o abade de Beiro”, de verbo incendiario en los discursos publicados en La Zarpa, fundada por él mismo en 1921 y en que colaboran desde el primer número nombres como Castelao, Risco, Cabanillas y Villar Ponte; el diario sería secuestrado e intervenido por los franquistas nada más empezar la Guerra, siendo substituido por el diario falangista Arco (Fernández Mazas, 1989:135). La zona de la Baixa Limia en que se encuentra Lobeira fue escenario de una fuerte radicalización de las Sociedades Agrarias, entre ellas las de Entrimo, Bande y Lobios, que fueron rápidamente intervenidas e integradas en el sistema 53 corporativo agrario creado por el Régimen (Prada, 2004) y muchos de cuyos dirigentes, en ocasiones docentes ellos mismos, optaron por la huida a Portugal (Prada, 2006).48 El discurso agrarista incluye un firme compromiso con el anticaciquismo, el antiforismo y el regionalismo: El agrarismo sería por tanto el «nombre más apropiado al nacionalismo gallego y el más conveniente. La conveniencia del término «agrario» nace de los recelos con que ve España los nacionalismos regionales. Galicia, que no quiere derivar por el decantado nacionalismo catalán y vasco, prescinde del nombre y busca otro, modesto, pero lleno de la fuerza de una definición. Y como su idioma es campesino, y como bellas producciones de su literatura son campesinas, y como lo son aquellos problemas económicos que la atañen, y como lo es casi toda su riqueza, álzase ahora con su bandera para batirse en defensa propia. Al agrarismo le importa cuanto es gallego. Movimiento regional, comprensivo de todos los atributos de la nacionalidad galaica, suma a lo exclusivamente agrario -al foro, al consumo, al idioma- otros aspectos de la vida local, que repercuten en el campo, ya por ser consecuencia de los problemas de éste, ya por causa de algunos (Montero Mejuto, 1916:9 citado en Cabo Villaverde, 2013:116) Eudoxia nació en 14 de agosto de 1917 en Fradalvite, un lugar de la parroquia de Santa Comba en el ayuntamiento de Lobeira, provincial de Ourense. La Comarca de la Baixa Limia presenta una fuerte identidad regional, sustentada en una historia común y hoy en día singularizada por diversas iniciativas museísticas. Su madre, Basilisa Diz González dio a luz en casa de sus padres, como era costumbre en la zona, aunque el matrimonio ya disponía de casa propia; se trataba de una familia campesina pero con cierto bienestar material y espiritual, sabiendo ambos padres leer y escribir, como atestigua la ficha policial que se les hizo durante su estancia en el cuartel de Lisboa. Basilisa se dedica a la labranza en las fértiles tierras hoy ocupadas por el Embalse de las Conchas49, y 48 El caso paradigmático es el maestro de la A.T.E.O. Antonio Fernández Vences, encarcelado en Melgaço junto con el padre de Eudoxia. Otros casos de maestros de Lobeira huidos en Castro Laboreiro son Jose Pena e Isidro de Grou, así como los hijos de este, ambos maestros (ver en Cid Fernández, 2010). En testimonio a través de una carta, la propia Eudoxia nos da cuenta del asesinato de Juan Manuel Álvarez, apodado “o Noches”, dirigente de la Sociedad de Campesinos de Nigueiroá-Bande, el dia 29 de julio de 1936. 49 La propiedad de la familia fue expropiada en 1949 para la construcción del embalse, rompiendo la continuidad simbólica del espacio y quebrando los vínculos comunitarios (Rivero Pérez, 2005: 64 y siguientes). 54 además tejía el lino y la lana con cierta pericia, lo que permitía una mínima actividad de venta de sus productos en la zona. El abuelo materno de Eudoxia es un reconocido herrero y en calidad de ello es contratado con frecuencia para arreglar los caminos de la parroquia, haciendo trabajos de diversa índole y ganándose fama de profesional cumplidor. Además, posee tierras y diversos molinos en los regatos que bajan del Laboreiro; también cultiva bastante maíz, patatas, coles, trigo y centeno, además de pastorear varias cabezas de ganado en los montes próximos. Su padre se llama Agustín Lorenzo Puga y se dedica a diversas actividades, entre ellas la de veterinario rural. Su familia ha venido años antes del concello ourensano de Maside, pero él ya ha nacido en A Illa. Además, toca el clarinete en la Banda de Música de Grou, fundada en 1870 por Eduardo Biempica, cura de Grou y de San Xés, de una familia de ilustre apellido50, que tendrá relevancia en el proceso seguido contra Eudoxia, puesto que la relación sentimental que mantenía con Félix Salgado del Moral,51 maestro radical de la A.T.E.O., hijo del teniente Alejandro Salgado Biempica y sobrino de Arturo Salgado Biempica, secretario personal de Calvo Sotelo, fue utilizada como indicio para la acusación contra Eudoxia. De Félix Salgado del Moral la mejor semblanza –si bien inexacta en sus conclusiones- nos la ofrece Fernández Mazas (1995: 106), destacando el recio tono de sus colaboraciones y artículos en los periódicos de la época, en el marco de una “adhesión constante y firme a la línea política estalinista en la A.T.E.O.”. Félix fue un defensor acérrimo de la “escuela y pedagogía proletarias” de Alberto Pinkevich, que entendía imposible la instauración de la escuela activa, única y laica en el seno de sociedades divididas 50 La otra gran familia de terratenientes en la Baixa Limia son los Tejada, uno de cuyos miembros, Lino Tejada Rodríguez fue el último gobernador civil de Alicante, siendo fusilado el 20 de septiembre de 1940. 51 Félix Salgado fue delegado de la A.T.E.O. en el Congreso Internacional de Educadores Proletarios celebrado en París, en 1933, habiendo colaborado autor y corrector en su revista Escuela del Trabajo y destacándose por posiciones más radicales. Alistado a la fuerza en el ejército franquista, sería fusilado en León en agosto de 1936. Increíblemente, en el diario de El Pueblo Gallego del sábado 22 de agosto de 1936, se glosa su figura en estos términos: “Félix ha mostrado grandes deseos de ofrecer su voluntaria colaboración…para luchar por el triunfo defnitivo de la causa que patrocina el Ejército Nacional…Félix halló la muerte gloriosamente, en el lugar donde mueren los héroes”… 55 en clases sociales. En el año 1936 Félix ejercía el Magisterio en el ayuntamiento de Castrelo de Miño, cercano a Ourense, y conforme testimonios facilitados por Paul Feron, aprovechaba los fines de semana para verse con Eudoxia en las ferias de Lobeira “con sombrero y cogidos de la mano”. El carácter de Eudoxia, arduo, valiente y entregado, se fraguó en esta época de dificultades, al tiempo que crecía en ella un gusto por la lectura y las artes. Esta fina sensibilidad se unía a una firme convicción en la educación en valores, que fomentase la creatividad y el espíritu crítico en línea con los presupuestos de la Institución Libre de Enseñanza. Eudoxia fue una alumna brillante, primero en la escuela de Chaos y posteriomente en el Instituto Provincial de Ourense; pasa después a la Escuela Normal de Ourense, donde recibe su título de maestra de primera enseñanza en 1935, habiendo seguido sus estudios bajo la organización del llamado Plan Profesional de 1931 (Gazeta de Madrid, n. 273, 30/09/1931) que potenciaba competencias pedagógicas en detrimento del enciclopedismo: Este plan denominado profesional viña substituír o plan de 1914 e basicamente presentaba as seguintes novidades: un exame de ingreso cun número de prazas moi restrinxido, esixencia do bacharelato superior para facer o ingreso, réxime de coeducación, colocación inmediata na escola. Estas medidas completábanse coa reciclaxe dos propios formadores de mestres e coa creación da Sección de Pedagoxía entre outras resolucións tomadas. (Sabucedo, 2015:208) Una vez terminados sus estudios de Magisterio, dominando el idioma francés que tanto había de ayudarla en su proceso de integración en Casablanca, Eudoxia se candidató a los cursillos de acceso al Cuerpo, los cuales constaban de tres fases eliminatorias en que se debían demostrar tanto los conocimientos específicos de la materia como aquellas competencias actitudinales, pedagógicas y temperamentales para el acceso a la profesión. En los Tribunales había muchos nombres conocidos, entre ellos el de Vicente Risco (ideólogo del nacionalismo gallego de antes de la Guerra) y la Inspectora de Educación Primaria Lucía 56 Lucha Garcia de la Llave, que estaba al cargo de las escuelas del ayuntamiento de Lobeira, y que tendría cierto protagonismo en la organización de Cursos y Actividades de Formación Permanente para los maestros de la República (Cid Fernández y Candedo Gunturiz, 1990)52. El día 13 de diciembre, el Tribunal publicó la relación nominal de aprobados y constituyó una lista de personas para posibles sustituciones y vacantes; Eudoxia pasó a la Escuela de San Xés de Vilariño, sustituyendo al maestro titular, de baja por enfermedad. En marzo de 1936 se volvieron a convocar pruebas de acceso al Cuerpo de Magisterio y Eudoxia concurrió de nuevo; como es sabido, el último ejercicio no pudo celebrarse y los maestros aprobados no pudieron acceder formalmente al Cuerpo, situación remediada finalmente con la aprobación del Real Decreto Ley 1555/ 1977 sobre integración en el Cuerpo de Profesores de Educación General Básica o en el de Magisterio Nacional de Enseñanza Primaria de los Maestros procedentes del Plan Profesional de 1931 y de los Cursillistas del Magisterio Nacional Primario de 1936 (Hernández Beltrán, 2007) y en la Orden de Integración de 10 de octubre del mismo año; por diversos avatares vitales, Eudoxia solo pediría formalmente su reintegración muchos años después, en 1999, pudiendo haberlo hecho a principios de la década de 1980.53 A principios de Julio de 1936, Eudoxia regresa a la casa de sus padres, que entretanto se habian mudado a otra casa en la parroquia de Sabariz, del mismo ayuntamiento de Lobeira. La situación era ya muy tensa; Agustín, el padre había sufrido un intento de asalto por parte de personas no identificadas en la curva del Puente de Medela, cuando volvía de realizar un servicio en las aldeas de la Sierra y portando cierta cantidad de dinero; dando noticia de que va armado con una pistola, es forzado a dar varios tiros al aire y logra desembarazarse de los 52 Para un análisis de la función de Inspección durante la República, ver Eva Gómez San Miguel, Inspectoras de primera enseñanza en el segundo tercio del siglo XX, Tesis Doctoral, Universidad Complutense Madrid, 2017 53 Su hijo Paul me ha dicho que fue debido en parte a la actitud reservada y celosa de su marido Marcel, unido a una alejamiento y desconfianza hacia el conjunto del aparato burocrático del momento. 57 asaltantes; a raíz de este suceso, el Ayuntamiento de Lobeira le exige que entregue el arma, que deposita en dependencias municipales; poco después recibe una carta de extorsión de unos falangistas de la zona, en que lo conminan a pagar una importante cantidad de dinero (según carta manuscrita de Eudoxia la cantidad de 50.000 pesetas debía ser entregada en el kilómetro 13 de la carretera a Lobios) si no quiere sufrir represalias. Así las cosas, aquella misma noche del 19 de julio José Lorenzo decide la huida a Portugal junto a toda familia, sin recurrir a redes de paso que por aquel entonces estaban activas en la frontera. Dejan su documentación y enseres incluido su preciado clarinete-54 en la casa de Sabariz, incendiada posteriormente por los falangistas. El dinero que poseían lo distribuyen en casas de vecinos y familiares, dinero entregado a través de la frontera durante los años de refugio, una vez convertido en escudos, probablemente en el lugar de A Feira Vella. La primera noche la pasan al raso, todavía sin entrar en Portugal, en una de las muchas cuevas y roquedos utilizados por los refugiados y cuya noticia conocemos por las numerosas referencias en documentos oficiales de la PVDE. Al día siguiente, 20 de Julio la familia entera de cinco miembros (los padres, Eudóxia y dos hermanos, que pronto regresarían a su aldea de origen y que luego se dirigirían también a Casablanca) entra en Portugal55 atravesando el lugar conocido como de Mistura de Águas, en la localidad de Olelas y Várzea, subiendo por el camino que va hacia el Ribeiro de Baixo, Os Pousios e Ribeiro de Cima, hasta el lugar de Entalada, Dorna y finalmente Alagoa, donde entran en la casa de los señores José Fernandes y Rosa Domingues, padres de Delfina Fernandes, informante viva a sus casi 100 años y que representa la fuente más fiable de aquellos primeros días. Basilisa y José Lorenzo duermen en un 54 Varios instrumentos de la Banda de Grou, incluido el clarinete de Agustin Lorenzo, aparecieron tiempo después amontonados en dependencias del ayuntamiento; iniciativas particulares intentan sacarlos a la luz y retomar su uso. 55 En la misma carta, que reproducimos en Anexos Eudosia califica el momento como el más feliz de su vida, porque se imaginaba siendo violada por “esos brutos analfabetos” para evitar lo cual siempre portaba una “navajita, para cortarme las venas de la mano izquierda antes de caer en sus manos” 58 palheiro, mientras que Eudoxia duerme con Delfina y su hermana Constáncia en la misma cama (jergão de palha). Allí pasan los meses hasta marzo de 1937, momento de la muda a las brandas de Queimadelo y Rodeiro. Las batidas de la PVDE eran constantes mientras la vida proseguía: A súa vida en terras lusas oscilou entre o periódico acoso da PVDE, as delacións de infiltrados e colaboradores da Policía franquista, os pactos tácitos de non agresión coas autoridades locais e a solidariedade dos labregos portugueses (…) foi frecuente que os funcionarios e membros das forzas de seguridade portuguesas colaborasen estreitamente cos sublevados, tamén atopamos numerosos casos individuais de colaboración cos fuxidos españois (…) Os testemuños orais tamén confirman o apuntado e mesmo amplían ata case un cento os ourensáns que facían vida no monte co acordo expreso de non se meter con ningún portugués. Este feito, unido ós ingresos que para os habitantes da zona representaba un número tan elevado de homes obrigados a adquiriren o necesario para sobrevivir, era determinante para que se mantivesen as boas relacións entre eles; unha denuncia cursada por un sacerdote modificou substancialmente este statu quo e provocou a intervención dos gardas salazaristas (Prada Rodríguez, 2006:237-238) Además de por la Policía Política portuguesa, estos refugiados, que algunas fuentes sitúan en varios centenares los primeros días del golpe, también son asediados por las milicias falangistas, que en ocasiones se adentran en territorio portugués y con ello levantan protesta de las Autoridades de Fronteras del país luso, tal como recoge el profesor Grandío Seoane (2001): Geralmente, na montanha, estes indivíduos respondem com a fuga, ou com tiros, à intimação de “Alto” (…) Quando presos, estes indivíduos nunca se dizem foragidos, “vermelhos” (comunistas) ou políticos. Alegam sempre terem entrado clandestinamente em Portugal em busca de trabalho. Organizados os respetivos processos, verifica-se a indigência, indocumentação e impossibilidade de se documentarem – pois os consulados espanhóis não os documentam – e é proposta a sua expulsão (…) Desconhesse-se o alcance real dos acontecimentos mas não deve ter sido coisa pouca já que provocou a intervenção direta da autoridade militar provincial de Orense. Contudo, estará relacionado com incursões e atividades de elementos afetos à Falange em território português (…) No mesmo mês, um soldado de vigilância no Posto Fiscal de Pousafoles, na mesma secção de Melgaço, informava de que durante a madrugada do dia 23 do dito mês de Dezembro de 1936, os fascistas espanhóis destruíram a ponte sobre o rio Trancoso nas proximidades de Pouzafoles (…) 59 En el mes de marzo de 1937 la familia Lorenzo se muda a la branda de Rodeiro, a la casa de Antónia Domingos y de su hermano António Domingos “o Rendeiro”, pedreiro de profesión -artesano de la piedra- que se habían ofrecido a guardarlos en “um esconderijo que ninguém sabe dele”. Sin embargo, alterna su estancia con frecuentes deslocaciones a la branda de Os Portos, lugar todavía más inaccessible, intentando confundir a las autoridades que los buscan; son protegidos por Manuel Luís Alves y Rosa Gonçalves, nos asegura su bisnieto Sérgio; por ello la familia fue multada con 250 escudos, cantidad que los Lorenzo reintegraron con creces. Según Sérgio su bisabuela hablaba de Eudoxia como una gran conversadora, siempre solícita a ayudar en las tareas de casa, “prender o lume, lavar a roupa no rio, apanhar erva seca e munxir as vacas”. Conforme el patrón de doble poblamiento que hemos resaltado en otras partes de este trabajo, los castrejos poseen dos casas, según esquemas fijos que conectan lugares inverneira-branda; en este caso, a la inverneira de Dorna le corresponde la branda de Rodeiro, distante aproximadamente 8 kilómetros. En esa casa hoy derruida fue donde descubrieron y procedieron a la detención de la familia entera en mayo de 1938, tal como consta en los documentos en Anexos. La denuncia parece haber sido hecha por un español huido natural de Salvaterra de Miño de nombre Juan José Domínguez Rodríguez, en concurso con algunos elementos portugueses que habían dado noticia a las autoridades portuguesas a cambio del perdón de algunos delitos comunes. Los detalles del apresamiento, momento esencial en la historia da la familia, pueden leerse en los documentos adjuntos, pero adelanto tan solo que fue la propia Eudoxia la que, ante la violencia que los guardas ejercían contra los Domingos, y negándose estos a confesar el paradero de la familia, salió del escondite diciendo: “pelo amor de Deus, não batam mais ao homem”. Así pues, el día 18 de mayo de 1938 la familia es detenida y conducida a Melgaço; Basilisa y Eudoxia al Hospital de la Misericordia, mientras que el padre es recluido en la Prisión de la villa, hoy 60 reconvertida en Museu do Alvarinho, uno de los afamados vinos de la región. Allí la familia es objeto de investigaciones sumarias que concluyen con el sobreimiento de la causa, instruida por el jefe del Posto de Peso-Melgaço João Garcia da Cunha, que firma todos los documentos. De este funcionario, del que no hemos podido alcanzar ningún otro dato, parece haber dependido en gran parte la suerte de la familia Lorenzo, puesto que con su actitud evitó la entrega a las autoridades y facilitó el conjunto de trámites para intentar salir de Porto dirección a Marsella, para después, habiéndose revelado esta vía infructuosa, ser transferidos a Lisboa, de donde embarcarían hacia Casablanca. Además de este funcionario portugués, el testimonio privilegiado de Delfina Fernandes atribuye un papel esencial al comerciante fuertemente ideologizado Augusto Ferreira da Silva, que había sido Secretário de Finanças em Melgaço y Governador Civil de Viana do Castelo. De este personaje solo poseemos la entrada en el blog de Ilídio de Sousa antes comentado y no pudimos establecer más referencias. Finalmente, el 2 de julio de 1938, estando todavía en Melgaço la familia Lorenzo recibe la Carta de Reclama de los empresarios Constante y Vidal, propietarios de una Casa de Pasto A Flor do Carmo, en la Rúa do Carmo de Lisboa, lugar de honda significación en los sucesos del 25 de abril de 1974. Ambos son miembros de la numerosa colonia gallega establecida en la capital, precedente de la zona sur de Pontevedra (Pazos-Justo, 2012 y Fernandes Alves, 2002); en la misiva, les ofrecen “ayudar en cuanto puedan” animándolos a “venir sin miedo”. El 29 de julio son transferidos a Lisboa desde la estación de Monção, habiendo depositado la cantidad necesaria para costear su propio viaje y el de dos guardias encargados de su custodia. En Lisboa son internados en centros de espera de la PVDE, de donde proceden los retratos de la ficha policial; finalmente, la familia es expulsada el 10 de agosto de 1938 a bordo del vapor Jamaique-French Lines, prohibiéndoseles entrar en territorio portugués. 61 Exilio y regreso La familia Lorenzo llega a Casablanca (fundada por portugueses con el nombre de Casa Branca en el siglo XV, sobre la base de la Anfa bereber) el día 11 de agosto, a las 19.10 horas, según consta en el Diario del Capitán del barco. Allí los acoge la numerosa colonia de expatriados españoles, que había hecho de aquella ciudad un punto importante de recepción de refugiados, con un Centro Español activo desde 1919 y cuyos Estatutos habían sido aprobados por la Autoridad del Protectorado en 1920. En Casablanca hay una fuerte presencia de comunistas y anarquistas españoles, sobre todo de la zona levantina y en ellos encuentra la familia Lorenzo un primer apoyo56 y empiezan el proceso de reconstrucción de la identidad personal y social, avanzando en el camino a la incorporación en la sociedad de acogida (Bolzman, 2012). Poco tiempo después, la familia se instala en una granja a unos 50 km en dirección a la ciudad de elJadida (la antigua Mazagón portuguesa), en concreto en la localidad de Bir Djdid. Allí vivirían hasta 1965, en que seguirían rumbo a Francia. Entretanto, Eudoxia se casó en 1943 con un comerciante de origen francés, nacido en Francia pero que había llegado con 7 años a la colonia, de nombre Raymon André Feron, originario de región de la Picardía. Por concesión de las autoridades del Protectorado adquirieron por 99 años los derechos de explotación de 275 hecatáreas de terreno, en que se cultivaban trigo y otros cereales, además de poseer bastante ganado, sobre todo ovejas, y para cuyo cuidado fueron muy valiosos los consejos de José Lorenzo, el curtido capador de Grou. Según testimonio de la hija mayor de Eudoxia, a finales de la década de los cuarenta, el abuelo Marcel se radicó en la ciudad de Casablanca, y Raymon se hizo cargo de la administración de la finca. Durante esos años de conflictividad, la granja se reorientó a la cría de ganado vacuno, que daba mayores rendimientos dado el creciente rechazo de la carne de cerdo. La granja empleaba un buen número de trabajadores bereberes, incluidos muchos fellah 56 Para una visión panorámica de la actividad española en Casablanca ver Bernabé López Garcia (2009) 62 que arrendaban una parte de las tierras de la familia. La relación era, por supuesto y dentro de contexto general de una sociedad jerárquica y violenta, de cierta serenidad y gratitud, incluyendo el encargo de tareas administrativas y contables a mujeres locales; en este apaciguamiento de las tensiones y según Paul Feron, Basilisa la madre de Eudoxia parece haber actuado con justeza y honradez. En el reparto de tareas en la casa, Ivonne asegura que Eudoxia participaba activamente en ellas, centrándose más en la cría de terneros, mientras que Raymond lo hacía en los cultivos, el equipo, los transportes y el proceso de comercialización; no obstante, solían concertar las acciones a tomar en aquellos convulsos años, si bien Eudoxia pasaba mucho tiempo cuidando de sus dos hijos nacidos en 1946 y 1951 respectivamente. En abril de 1956, Marruecos declara su independencia tanto de España como de Francia, haciendo incómoda la situación de los extranjeros, incluidos los Feron-Lorenzo. Poco después, muere Agustín en 1958, como consta en el testamento que recogemos en Anexos, siendo enterrado en el cementerio cristiano de la ciudad. Entonces, la madre Basilisa vuelve a España, yendo al lugar de Facós en Entrimo y falleciendo allí años más tarde. El primer viaje a España lo realiza la familia entera a bordo de un Chevrolet enorme en el verano de 1962; Eudoxia teme entrar en España, pero la documentación de ciudadanía francesa que portaba hace que pueda entrar por la frontera de Ponte Barjas- São Gregório sin mayor contratiempo. En 1965, en el curso del proceso conocido como “años de plomo” la familia es expropiada de todas sus propiedades y invitada a abandonar Marruecos, cosa que hacen en dirección a Marsella, para fijarse posteriormente en Aix-en-Provence; allí Eudoxia y Raymond regentan una pizzeria y algunos otros negocios. En la familia no se habla del pasado, parece haberse impuesto el olvido forzado y su vida se desarrolla como cualquier otra, con un telón de fondo en que toman cuerpo las constantes del exiliado: la pérdida, la desorientación y el desarraigo (Del Olmo, 1989), dulcificada por una inasible esperanza del reencuentro (Moreno Andrés, 2019). En junio de 1995 se fragua el reencuentro. Eudoxia, en 63 una de sus estancias en la casa de Fradalvite, recibe sendas cartas del párroco de Castro Laboreiro Aníbal Rodrigues y de Delfina Fernandes, que habían sido informados por algunos comerciantes de que la maestra se encontraba en España. El padre Aníbal, “o senhor abade” fue un personaje importante en aquellas tierras desde que se ordenase sacerdote en 1945 hasta su muerte en 2003. Testimonios contemporáneos lo muestran como sinceramente interesado en los asuntos de los parroquianos -litigios, enfermedades y desgracias, obras públicas y asistencia en trámites burocráticos. Además, fue de los primeros en estudiar varios aspectos históricos de la región, entre ellos el megalitismo y el arte popular, además de rescatar los valores paisajísticos y culturales, incluido el renacimiento de la raza de cão castrejo que identifica la región. En ese año 1995 la historia de huida y refugio toma forma en la escritura simple, sentida y vital de Delfina, así como la más oficial y ligeramente distanciada, pero igualmente cálida, del senhor abade. Eudoxia cruza la frontera de Ameijoeira, ya sin Guardia Fiscal que la guarde, y subiendo el valle llega a Castro Laboreiro, a Coriscadas, Queimadelo y Rodeiro. Allí se hacen los tres una fotografia con el peto de ánimas por fondo, el mismo que había labrado António, o rendeiro, del lugar de Dorna. Un símbolo que estructura un espacio entero y da legibilidad al tiempo que lo circunda, un estar en vilo (Pujadas, 2017:430) que se ha desecho, porque Eudoxia siempre llevó consigo aquellos meses que bascularon entre la condena y la salvación. Como en el famoso texto Las Vueltas, de Max Aub, uno vuelve a su infancia y su juventud para “sacarle jugo a la vida cuando ve que esta se agota”. De aquellas fotografías extraemos la condición precaria de aquel encuentro, que puntúa uno de los múltiples exilios -profesionales, sociales, simbólicos- que enfrentó la generación exiliada. Todavía disponemos de una última fotografia de Eudoxia: durante la sequía que en 2001 asoló Galicia, en un paisaje alucinado del embalse de As Conchas, Eudoxia aparece cual timonel en su barco, confiada y sonriente. En 2004 se traslada con Paul a la isla de Reunión, región ultraperiférica francesa, donde fallece a finales de ese mismo año. 64 Conclusiones finales Concluir un texto es doloroso y catártico al mismo tiempo. Es como cerrar un libro, habiendo incorporado personajes, situaciones y experiencias que ya son parte de uno mismo. Pero es necesario hacerlo, como un artesano que da por concluida una pieza de madera o un violinista que delinea la frase final de su concierto. Después de eso, corresponde a la audiencia aprovechar el regusto dulce y amargo del texto, del volumen curvado o del acorde musical. Lo que ha sido dicho pertenece ahora al caudal polifónico de lo que es común, de lo que siendo de un lugar y de ciertas personas, es apropiable por el colectivo. En esta historia, me temo que han quedado por limar muchas vetas y asperezas, que no hemos domeñado los cinceles y pinceles de la escritura, que las disonancias han dominado el curso de la música… y sin embargo, la mera experiencia ha sido gratificante, humana y universal. Los objetivos que nos proponíamos al inicio han sido razonablemente alcanzados. Si cabe, volviendo la vista atrás, me queda la pena de no haber tejido mejor las palabras vivas de los protagonistas de la historia, cuya transcripción peca de cierta rigidez y de falta de integración. Eso ha sido la parte más difícil. Cuando escogí este tema de investigación quería que fuese el memoria feliz de los estudios de Grado en Antropología. Ahora, pienso que es solo el inicio de otra cosa, un eslabón que sortea la corriente pero que no ha llegado a la otra orilla. La valentía que debe presidir cualquier investigación me dice que prosiga y que, con Samuel Beckett, “que lo intente de nuevo, que fracase de nuevo, que fracase mejor”. Pero ese mantra repetido por emprendedores y gurús del éxito fácil se enfrenta a la tenaz oscuridad de la historia, a la inconstancia del entendimiento humano y las limitaciones de la investigación en antropología. Por otra parte, soy consciente de las inconsistencias e imperfecciones de este trabajo. Una atolondrada planificación que solo a mí me compete, una desigual dedicación y ciertas insustanciales fijaciones del autor lastraron el proyecto. 65 Quisiera agradecer de nuevo a tantas personas; sentirse acompañado, como nos decía un señora coberta de luto, es importante para el investigador y el investigado por igual, si es que esa distinción conserva algún sentido en los tiempos atribulados de hoy, en que somos monitorizados e intervenidos justo cuando creemos disponer del mundo a nuestro antojo. En los momentos cruciales de esta historia, los tiempos largos y las perspectivas aéreas se conjugan con la duración intensa, circunscrita y limitada del acontecimiento, con la violencia de la huida y la implacable ferocidad del acosador. Incordiar al que persigue, esa parece haber sido la tónica del juego, una partida sobre un tablero hecho de líneas marcadas tanto como pérdidas, amuletos y oraciones; un juego burlesco, irónico, satírico. Y angustioso. La irracionalidad, la deriva autoritaria y arbitraria del Poder es algo que debería mantenernos alerta, tejiendo siempre los vinculos que garantizan la ayuda y la reciprocidad, que aseguran la correspondencia y la paz; como nos enseña Mauss, recibir es si cabe más imperativo que el mero dar, porque genera la obligación de devolver. En un tiempo en que lo puramente racional, interesado y cuantificable invade la esfera de lo íntimo, lo fraternal y comunitario, aprender a dar y a recibir ayuda es una enseñanza de orden trascendente. Esta historia así lo prueba. Ars longa, vita brevis. Pero nos queda el texto, la fragancia, el escorzo de un caballo en el planalto. Nos queda, nos hace, la memoria. Pero nos corroe el olvido. Esta “justa memoria” que enunció Ricoeur nos convida a nuevas elucubraciones, nuevos desvelos y nuevas críticas; son nuestro tema no menos que los dolorosos pliegues de la historia. Esta imaginación productiva se debe concretar en otros textos, más sabrosos, más rellenos, más impertinentes. Entre la modestia y la utopía, es urgente trazar vínculos. Entre la agresividad y la sonrisa, cabe la constancia y la fantasía. 66 Referencias Bibliográficas AGIER, M. (2013) La condition cosmopolite, Paris, La Decouverte ALONSO SANTOS, R. (2016) Saltando a raia. Guerrilla Republicana no suroeste ourensán (1939-1943), Editorial Novas do Eixo Atlántico AMANTE, M. 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