The 10th EBU General Assembly The Radisson Blu Edwardian Hotel, Heathrow, London October 26-28 2015 Alberto Duran Dando sentido un mundo convulso: Politica e Inclusion en el siglo XXI Señor Presidente de la Unión Europea de Ciegos, Sr Wolfman Angermann Señor presidente de la Unión Mundial de Ciegos, Sr Arnt Holte Señor Presidente de Real Instituto Nacional de Personas Ciegas, Sr Kevin Carey Queridos Presidentes y Presidentas, compañeros, compañeras y amigos de las organizaciones de personas ciegas y con discapacidad visual de Europa, delegados en esta Asamblea General de la Unión Europea de Ciegos. Quiero agradecer, en primer lugar, a la Unión Europea de Ciegos así como al RNIB, la organización anfitriona, el trabajo realizado para la organización de esta asamblea general, estoy seguro de que puedo hablar en nombre de todos los presentes para reconocer el gran esfuerzo que este tipo de eventos siempre requiere. Es para mí un gran honor poder intervenir en la conferencia marco de esta Asamblea General de la Unión Europea de Ciegos (EBU) Todos ustedes saben que la ONCE ha tenido, tiene y seguirá teniendo un compromiso decidido y firme con la EBU porque consideramos que la fuerza de nuestra propia organización pasa necesariamente por la unión solidaria con nuestros compañeros y compañeras de Europa. Europa está atravesando por uno de los momentos más críticos de su historia reciente, que influye decisivamente en los derechos de las personas ciegas y con discapacidad visual. Es un momento en cierto modo contradictorio, por un lado se ha reforzado la estructura jurídica internacional y de políticas marco internacionales, en este sentido cabe señalar: la consolidación del modelo de Derechos humanos con la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con discapacidad, el Plan de Acción de discapacidad del Consejo de Europa, la Estrategia de Discapacidad de la Unión Europea y el Tratado de Marrakech, del cual, tengo el orgullo de señalar, que mi país será el primero del continente Europeo en su ratificación. Como he dicho, junto a ese marco jurídico y político internacional que satisface muchas de nuestras aspiraciones, al mismo tiempo, la atroz crisis económica desmantela algunos de los elementos básicos del estado de bienestar europeo, su sistema de protección social, la inclusión en el empleo y hace retroceder conquistas progresivas en el ámbito de la educación inclusiva, entre otros muchos efectos nocivos. Por último, asistimos también a un crecimiento muy preocupante del desapego a la esencia del ideal europeo tanto social como político y económico. En consecuencia, tengo que estar plenamente de acuerdo con el título de esta conferencia marco que nos invita a dotar de sentido a este periodo convulso que nos ha tocado vivir. Es nuestra obligación, cómo líderes de las organizaciones de personas ciegas y con discapacidad visual, buscar vías para conducir nuestras organizaciones en estos tiempos, de remar con ellos sin perder el control de nuestro barco que debe tener siempre como horizonte la plena igualdad de derechos de los hombres y mujeres ciegas en nuestra sociedad europea. Sólo podremos alcanzar nuestro objetivo estando unidos, tendiendo puentes hacia otros sectores de la sociedad (otras discapacidades, otras organizaciones sociales, empresarios, sindicatos o poderes locales, entre otros muchos) siendo emprendedores, apoyando y confiando en los miembros de nuestras organizaciones, intercambiando conocimiento, asumiendo los derechos humanos como principios irrenunciables, siendo proactivos, entre otras muchas acciones sobre las que hoy no cabe entrar en detalle. Me gustaría tener también un recuerdo hacia uno de los hechos más terribles que nos está tocando atravesar en este momento. Un autentico desafío europeo, me refiero a nuestra solidaridad y a nuestro compromiso con el resto del mundo. Quiero que mi intervención sirva para recordar a todas aquellas personas que, arriesgando sus vidas (e incluso perdiéndolas) tratan de acceder a nuestro continente, entre todos ellos hemos de evocar aquí a todos nuestros compañeros ciegos y con discapacidad visual que han de enfrentarse a este reto encarando terribles barreras en el camino más allá que los meros controles fronterizos. Para ellos este primer recuerdo. Kevin realizará un análisis también sobre este tiempo turbulento desde la perspectiva de cuestionarnos a nosotros mismos algunas vías de futuro. Explorar dichas vías requiere desde nuestro lado también partir de un análisis de la realidad que nos ilustre la verdadera situación que tenemos que afrontar las personas ciegas y con discapacidad visual en Europa. Sólo analizando la realidad de las personas ciegas, podemos dotar de realismo a nuestras propuestas. El gran reto de entender la situación de las personas con discapacidad, no es meramente cuantitativo para saber cuántas personas con ceguera hay en Europa o en el mundo, el gran reto de nuestros estudios estadísticos es saber cómo podemos llegar a los objetivos del artículo 31 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, es decir cómo conseguir una información de calidad que ayude a los poderes públicos y las organizaciones sociales a buscar políticas adecuadas que impulsen los derechos fundamentales y la inclusión proactiva de las personas ciegas o con discapacidad visual. Es muy difícil hoy día obtener análisis fiables desde la perspectiva del artículo 31 de la Convención. A pesar de los intentos de varias instituciones como el Grupo de Washington o la Encuesta de Población Activa de la UE, los datos sobre la situación de personas con ceguera y discapacidad visual en Europa no son numerosos. Lo importante es cuantificar las barreras que en interacción con nosotros, crean la discapacidad. Pero aún estamos muy lejos de llegar a ese punto de información tan fundamental y debemos aproximarnos desde algunos otros datos alternativos. Por tanto, ciñéndonos a la información a la que tenemos acceso hoy día, podemos señalar algunos indicadores importantes que requieren nuestra atención. Entre los mayores desafíos que debemos considerar para las personas ciegas y con discapacidad visual voy a centrarme en tres: la educación, el empleo y la posibilidad de llevar una vida digna, alejada de la pobreza. La crisis económica ha dejado un paisaje desolador en muchos de nuestros países, donde las personas con discapacidad tienen más dificultad y han quedado huérfanas de un sistema de protección social adecuado a sus necesidades. En la población ciega esto es importante por cuanto que su punto de partida antes de la crisis ya era peor que el del resto de la población y por tanto los efectos han sido más severos en sus condiciones de vida. Sabemos que la población ciega y con discapacidad visual, según los estudios realizados por la EBU se sitúa en torno a los 30 millones de personas en Europa. Este cálculo va un poco más allá de las previsiones de la Organización Mundial de la Salud que lo sitúa en algo más de 26 millones de personas. Es una población equivalente a Bélgica y Holanda juntas, o superior a la población de Rumanía. Voy a centrarme en los 3 aspectos que a mí me parecen relevantes en relación a esta población, y que posteriormente serán también tratados por Kevin: La educación: En Europa existe un gran dilema en el ámbito de la educación. Independientemente del sistema de escolarización que se defina (ya sea con carácter especial o integrado en la educación ordinaria) Los niveles de escolarización son muy bajos y el gran problema es el abandono escolar que se sitúa en torno al 21.8% mientras que los estudiantes sin discapacidad se encuentras en el 10.3%. Más del 35% de personas con discapacidad severa no supera los estudios secundarios y sólo un 27.8% alcanza los estudios universitarios. 1. El empleo: El empleo es el motor de la inclusión plena de las personas ciegas y con discapacidad visual y sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes. Los estudios más recientes sobre índices de empleo, sitúan en el 47.9% a las personas con discapacidad en relación a las personas sin discapacidad que se sitúan en el 71.5%. Esto sin tener en cuenta que algunos países en Europa todavía tienen unos niveles de empleo para personas con discapacidad que no superan el 20%. Otro indicador importante en el empleo es la intensidad de trabajo para personas ciegas o con discapacidad visual, que es muy baja. El ratio de meses trabajados comparado con el que podrían estar trabajando, se sitúa en el 25% para personas con ceguera mientras que las personas sin discapacidad no llegan al 10% Se están perdiendo más de 15 puntos porcentuales en intensidad de trabajo! 2. En relación a la pobreza, el riesgo de padecerla para las personas con ceguera después de las transferencias sociales, sigue siendo cercano al 20%, mientras que para el resto de la población se sitúa en el 14.5%. En cuanto a las personas con una privación material severa (no pueden pagar su alquiler, no pueden permitirse pagar una semana de vacaciones, no pueden consumir carne o pescado cada dos días, no pueden mantener su casa caliente en invierno, etc., ... así hasta 9 indicadores) las personas con ceguera alcanzan el 15% mientras que las personas sin discapacidad se sitúan en el 7.9% La media de todos los indicadores sitúa a las personas con discapacidad moderada en el 31% de riesgo de pobreza (44% para las personas con discapacidad severa) y en el 21% para el resto de la población. Estos últimos indicadores aun siendo globales para la discapacidad podemos inducir que son similares para las personas ciegas. Las estadísticas nos pueden dar una visión desoladora sobre la discapacidad pero esto debe ser motivo de un reforzamiento de nuestras estrategias para poder cambiar esa tendencia. Necesitamos de una aproximación eficaz a las necesidades de las personas con ceguera y discapacidad visual, no sólo desde el punto de vista de su discapacidad si no también tratando de influir y trabajar desde la globalidad de otras organizaciones (sindicatos, patronales, ONGs, gobiernos locales, empresas, etc., ...). Kevin va a realizar un análisis de las grandes tendencias globales que él entiende como los elementos fundamentales que debemos considerar para hacer del siglo XXI nuestro siglo de oportunidades. Yo por mi parte añadiré unos elementos de reflexión sobre la agenda que se requiere para focalizarse en aquellos facilitadores de la inclusión de personas ciegas. La lucha por la plena implementación de los derechos fundamentales de las personas ciegas y con discapacidad visual en Europa. En nuestro continente sólo quedan siete países por ratificar la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, todos los demás han ratificado. Tenemos que apoyar a nuestros compañeros de esos tres países para que la Convención sea ratificada. Pero lo más importante es que las organizaciones de ciegos se impliquen activamente en los procesos de revisión de los países y en la influencia de las recomendaciones que se adoptan desde el comité de las NNUU. La ceguera debe estar presente en las políticas de desarrollo de derechos humanos. Tenemos que dar el salto hacia el concepto pleno de los derechos humanos y su traslado a políticas públicas nacionales. Las personas ciegas tenemos que estar al frente de la defensa de violaciones flagrantes de los derechos humanos de mujeres, niños y niñas o de personas emigrantes ciegas en nuestros países. Dentro de la agenda prioritaria en derechos fundamentales, la ratificación del Tratado de Marrakech debe ser también la prioridad nacional y Europea. La lucha por la accesibilidad de nuestro entorno. Por primera vez en la historia la accesibilidad de nuestro entorno de trabajo, de redes sociales, familiares, nuestra comunicación, etc., puede ser accesible a todos. La tecnología lo permite, la sociedad y los operadores públicos y privados lo aceptan de mejor grado. Es fundamental no perder el carro de la accesibilidad y en particular esa gran oportunidad que tenemos en la UE de conseguir bienes y servicios accesibles en Europa. Tenemos que luchar para que el mercado de la UE y de aquellos países vecinos de la UE, especialmente en el continente europeo empiecen a aplicar principios de accesibilidad en todos los productos y servicios que circulen en el mercado Europeo. Hay que defender la adopción del Acta de Accesibilidad Europea y la Accesibilidad de Páginas Web. Esto requiere una estrategia de incidencia política en políticas que normalmente no estamos acostumbrados, por ejemplo en el mercado público, las licitaciones públicas, donde la accesibilidad debe ser un requisito en las especificaciones técnicas (como ya ocurre en la legislación de la UE o en el Banco de desarrollo del Consejo de Europa) No es una lucha fácil, ni ganada, pero debemos estar a la altura de ese gran salto que puede suponer para nosotros. En el área de empleo, dejen que haga una reflexión desde la larga experiencia que tenemos en ONCE, gracias a nuestra Fundación. Habiendo generado desde su creación más de 80.000 puestos de trabajo para personas con discapacidad. La fórmula requiere confianza en las posibilidades del trabajador, confianza de las empresas, innovación e investigación y adaptación a las necesidades del mercado. Los sistemas de cuotas e incentivos fiscales no están dando los resultados esperados, algunos países europeos apenas pasan del 20% de cumplimiento de cuotas en el sector privado y poco más del 50% en el público, y por tanto tenemos la obligación de ser mediadores de la capacidad de nuestros afiliados. Debemos conseguir mercados incluyentes a través de los principios que nos señala la Organización Internacional del Trabajo en relación a la Discapacidad: mejorar la empleabilidad del trabajador con ceguera y discapacidad visual; crear un medio capacitador del trabajador y por ultimo; fomentar el empleo inclusivo. No podemos concretar más en cada uno de estos ámbitos pero ciertamente Kevin nos señalará los retos que en cualquiera de los casos, tanto en las PYMES como las grandes empresas, deben ser espacios de inclusión. La UE y el Consejo de Europa deben ir más lejos en el fomento de mercados de trabajo inclusivo, empezando por facilitar el trabajo transfronterizo para las personas ciegas. La colaboración con empresas, sindicatos y otros agentes sociales es fundamental en este ámbito. No discriminación: tenemos que avanzar para una equiparación de la lucha contra la discriminación en Europa entre todos los países. Las personas ciegas siguen viendo discriminación en el acceso a determinados servicios (ya sean de participación política, derechos de acceso a bienes económicos y bancarios, o deportivo, de ocio, educativo, etc.…) debemos ser capaces de crear un estrecho seguimiento y apoyo a todas las organizaciones de ciegos en Europa para que alcancen cotas altas de protección de la discriminación por razón de ceguera. Cooperación al desarrollo: Permitidme hacer una reflexión sobre la cooperación al desarrollo, la Unión Europea que es el mayor donante del mundo debe cooperar con la EBU en este ámbito. Y al mismo tiempo cooperar con organizaciones como la UMC o ICEVI para que se beneficien de una política de cooperación que incluya nuestras prioridades. LOS PROGRAMAS DE INCLUSIÓN AL DESARROLLO QUE PAGAMOS CON NUESTROS IMPUESTOS DEBEN DE SER INCLUSIVOS. 1 de casa 10 niños ciegos en el mundo no está escolarizado y eso es una aberración que debería abochornar a occidente. Tenemos que trabajar de forma coordinada con otros actores públicos y privados para que la financiación vaya directamente al beneficio de la situación de personas ciegas. Construcción de alianzas: La EBU no puede hacer frente a todas las iniciativas de la UE en el ámbito de la ceguera, debe por tanto unirse a operadores más fuertes, mas “mainstreaming” que nos ayuden a alcanzar cotas de influencia en organizaciones internacionales. Estas alianzas deben unirse a las tradicionales como la que se mantiene con el EDF. Fomentar la economía social y solidaria: Tengo el orgullo de presidir el grupo de Empresas de la ONCE, llamado Ilunion. Esta empresa tiene un alto porcentaje de trabajadores con discapacidad y eso no ha disminuido su capacidad de posicionarse entre las mejores de su sector. Por eso, creo que debemos alcanzar grandes acuerdos con empresas europeas para que integren de forma progresiva personas ciegas en sus plantillas. La EBU debe liderar este proceso, y desde ONCE ofrecemos el máximo apoyo. Construcción de capacidad del movimiento: Es fundamental tener un plan de fortalecimiento del movimiento de personas ciegas, para que lo que se realice en el ámbito europeo tenga replica en el ámbito nacional. Los cambios no son automáticos si no que requieren de nuestra acción para activarlos. Esta lista no es exclusiva, hay muchos otros ámbitos como el género, los niños, personas mayores, etc. En mi intervención trato de señalar algunos de los caminos que desde la práctica de nuestro trabajo diario y de los indicadores, que nos ofrecen la información que se recoge en diferentes ámbitos, pueden ser lugares comunes para nuestra reflexión y posterior influencia en organismos internacionales. La unión bajo el paraguas de la EBU debe ser el instrumento de incidencia política que evite que los organismos internacionales olviden nuestros derechos. Ha sido particularmente chocante observar como el Fondo Monetario Internacional ha reclamado recortes en los presupuestos de educación inclusiva en los países rescatados. Esa ignorancia del impacto social de decisiones macroeconómicas debe ser combatida con fuerza desde la EBU. Europa a la búsqueda de una identidad que marque la diferencia de su modelo con respecto al resto del mundo. Las personas con discapacidad visual podemos ayudar a encontrar esa nueva identidad de la que deben ser parte, con la marca de inclusión social en un mundo que cada vez se polariza más entre ricos y pobres. El modelo de crecimiento debe ser inclusivo de nuestras necesidades y debemos ser parte de esa marca europea de compromiso con los derechos humanos. Debemos permanecer unidos, con una estrategia clara de incidencia política en los ámbitos que acordemos en esta asamblea general y debemos ser generosos con nuestra casa común que es la EBU y el enorme esfuerzo de incidencia que realiza con recursos escasos. Les deseo una conferencia muy provechosa. Gracias