El pensamiento colonialista, intolerante y racista aun pervive en el pais Por: Dra. Mary Daphne Burgoa Luna Hechos violentos registrados por la prensa de peleas entre bolivianos con palos, piedras y epítomes despectivos de “indios”, “raza maldita” “esta ciudad se respeta” como los de Sucre o Santa Cruz –aun con corte amarillista y ediciones a gusto de los intereses del propietario del medio de comunicacion- revelan una situación preocupante para las nuevas generaciones bolivianas: el pensamiento colonialista, intolerante y racista aun pervive en el pais. Es que el COLONIALISMO es una construcción que penetra las esferas sociales – en procesos de enajenación que se viven en el seno de la familia o el entorno social inmediato- logrando la reproducción de la ideología. Esta ideologia colonialista se enseña y se aprende en el diario vivir, heredando de esta manera de padres a hijos y entre hermanos viejas ideas intolerantes y prejuicios basados en distinciones raciales por el color de la piel o el origen etnico de las personas; olvidando completamente que un pais como el nuestro es crisol de mestizaje; llegamos asi, a un proceso en el que el colonizado termina odiando a su misma clase. No debemos perder de vista que la COLONIZACION es la dominación de un pueblo sobre otro en distintos ámbitos con justificativos raciales, de clase, de origen que no nos diferencian para bien o para mal sino que se constituyen unicamente en el pretexto de dominacion del rico sobre el pobre, del pueblo foraneo e invasor que, disfrazando el sistema de explotacion con temas pueriles como el del blanco con privilegios sobre el indio cobrizo, o el del odio y discriminacion sobre el cholo por su origen soslayando que se trata en realidad del intento de segregar a una clase economica insurgente del comercio intermediario. El pensamiento de la Colonia (feudal) heredado desde hace 500 años aun persiste con sus argumentos de superioridad basada en el origen europeo del colonizador; sin tomar en cuenta que en la dominación colonial, la pólvora, el hierro, la caballería, no eran ventajas raciales; eran unicamente ventajas técnicas. Hoy quienes creen que por el apellido hidalgo o por el color de la piel tiene alguna superioridad sobre el otro, estan dando la espalda a la realidad del siglo XXI (capitalista) en donde los sin voz y explotados – a traves del conocimiento y la revolucion democratica- tiene acceso a la informacion y son dueños de su conciencia y fuerza de trabajo, negando de esta manera ideas retrogradas sobre la religion y la diferenciacion racial. Hoy sabemos mejor que nunca que Dios no tiene nada que ver con el poder del rey o patron explotador y que alguien negro puede ser el patron de alguien blanco si es miembro selecto del grupo de capitalistas explotadores, sin interesar su color, origen o sistema de creencias. Y es que el tema de RAZAS es una especulación intelectual burguesa, carente de sustento científico, ya Aristóteles desarrolló la teoría que justifica la dominación, afirmando que existían hombres “naturalmente” esclavos y otros patrones, sin ningun sustento genetico o de un estudio serio sobre el tema sino unicamente como teoria para justificar el sistema esclavista del cual es su principal teorico. Es por esa razon que los efectos del colonialismo en la mentalidad del boliviano se traducen en: • Un sentimiento racial que actúa en un sentido absolutamente favorable a la penetración imperialista. El falso debate entre tharas y kharas es bien aprovechado por empresas transnacionales que explotan nuestros recursos naturales. Colonialismo significa, en gran medida que, las ideas del dominador penetran tan profundamente en la mente de los colonizados que hay un momento en que estos terminan repitiendo lo que es el sistema colonial. De esta manera el producto cultural del colonialismo es lo que vemos en los enfrentamientos entre “indigenas” y “unionistas” ambos bandos utilizados por intereses economicos entre los que pretenden dominar regiones productivas y acceder al poder politico y que en realidad son disfrazados con discursos raciales, sin tomar en cuenta que: Somos nuestros pensamientos, sueños y sentimientos alienados y racistas. Únicamente cuando logremos descubrirlos podremos estar dentro de la revolución. La conciencia es el primer terreno de combate. La revolución debe comenzar sustituyendo lo viejo por lo nuevo. EL HOMBRE NUEVO Cabe recordar las inmortales palabras del frances Sartre en el Prologo de su obra“Los condenados de la tierra” cuando señalaba : “ No nos convertiremos en lo que somos sino mediante la negación intima y radical de lo que han hecho de nosotros” Hablar de una revolucion democratica (nosotros que generacionalmente crecimos creyendo en la revolucion armada como el unico instrumento de cambio) implica que desde las aulas, el comercio y en fin, desde la actividad diaria podemos cambiar el estado de las cosas, podemos poner un alto al pensamiento colonialista, abrir la mente y no permitir que intereses economicos dominen la decision personal de vivir mejor en tolerancia y con acceso a servicios basicos, salud, educacion y todas las conquistas sociales por las que lucharon nuestros abuelos sin hacer distinciones de color o de origen. De la conciencia personal deviene el cambio del comportamiento social y viceversa ya que el ser social determina la conciencia social, se trata de un proceso de doble via, el entorno influye en mi a traves de la ideologia y yo como ser humano pensante propongo ideas y sistemas al resto. Descolonizar la mentalidad boliviana es un compromiso de cada uno.