Subido por fatima.daniela.magallan

Investigacion sobre DDHH informacion recaudada

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UNIVERSIDAD NACIONAL
AUTÓNOMA DE MEXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS
SUPERIORES ARAGÓN
LICENCIATURA EN DERECHO
DERECHO AMBIENTAL
PROFESOR ESTRADA ALVARADO
GERARDO
ALUMNA FLORES MAGALLÁN
FÁTIMA DANIELA
TRABAJO SOBRE DERECHOS
HUMANOS
CONCEPTO
Son el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana, cuya
realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral de la
persona. Este conjunto de prerrogativas se encuentra establecido dentro del
orden jurídico nacional, en nuestra Constitución Política, tratados internacionales
y las leyes.
Todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de
residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra
condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación
alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles.
Los derechos humanos
universales
están
a
menudo contemplados en
la ley y garantizados por
ella, a través de los
tratados,
el
derecho
internacional
consuetudinario,
los
principios generales y
otras fuentes del derecho
internacional. El derecho
internacional
de
los
derechos
humanos
establece las obligaciones
que tienen los gobiernos
de tomar medidas en determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar de
determinada forma en otras, a fin de promover y proteger los derechos humanos
y las libertades fundamentales de los individuos o grupos.
Las Naciones Unidas promueven el respeto a la ley y la protección de los
derechos humanos de muchas formas, entre ellas:
Existen 10 órganos creados en virtud de tratados de derechos humanos,
conformados por comités de expertos independientes que verifican la aplicación
de los principales tratados internacionales de derechos humanos, incluida la
Convención sobre los Derechos del Niño.
De conformidad con el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas,
el Examen Periódico Universal constituye un análisis de los antecedentes en
materia de derechos humanos de todos los Estados Miembros. Impulsado por el
Estado, este proceso representa una oportunidad para que todos los Estados
declaren qué medidas han tomado para mejorar la situación de los derechos
humanos en sus países y cumplir sus obligaciones en esta esfera.
DERECHOS HUMANOS:
Derecho a la vida
Derecho a la igualdad y prohibición de discriminación
Igualdad entre mujeres y hombres
Igualdad ante la ley
Libertad de la persona
Derecho a la integridad y seguridad personales
Libertad de trabajo, profesión, industria o comercio
Libertad de expresión
Libertad de conciencia
Libertad de imprenta
Derecho a la libertad de tránsito y residencia
Libertad de asociación, reunión y manifestación
Libertad religiosa y de culto
Derecho de acceso a la justicia
Derecho a la irretroactividad de la ley
Derecho de audiencia y debido proceso legal
Principio de legalidad
Seguridad jurídica en materia de detención
Seguridad jurídica para los procesados en materia penal
Derechos de la víctima u ofendido
Seguridad jurídica en las detenciones ante autoridad judicial
Seguridad jurídica respecto de la imposición de sanciones y multas
Seguridad jurídica en los juicios penales
Derecho a la inviolabilidad del domicilio
Derecho a la inviolabilidad de comunicaciones privadas
Derecho a la propiedad
Derechos sexuales y reproductivos
Derecho de acceso a la información
Derechos a la protección de datos personales
Derecho de petición
Derecho a la ciudadanía
Derecho a la reparación y a la máxima protección
Derecho a la educación
Derecho a la salud
Derecho a la vivienda
Derecho al agua y saneamiento
Derecho a la alimentación
Derecho a un ambiente sano
Derecho a la identidad y al libre desarrollo de la personalidad
Derechos de los pueblos y comunidades indígenas
Derechos agrarios
Derecho de acceso a la cultura
Derecho a la cultura física y al deporte
Derecho al trabajo
Derecho en el trabajo
Derecho a la seguridad social
Derecho de las niñas, niños y adolescentes
Derecho de las personas con discapacidad
Derecho de las personas adultas mayores
Derecho de las personas migrantes
Derecho a la reparación integral del daño
Derecho a la reparación por violaciones a los derechos humanos
Derecho a la verdad
Derecho a la Reinserción Social
CARACTERISTICAS
Los Derechos Humanos han sido clasificados atendiendo a diversos criterios, así
podemos encontrar clasificaciones que atienden a su naturaleza, al origen,
contenido y por la materia a la que se refieren. Con un propósito pedagógico han
sido clasificados en tres generaciones, esto en función al momento histórico en
que surgieron o del reconocimiento que han tenido por parte de los Estados. Es
conveniente indicar que el agrupamiento de los derechos humanos en
generaciones no significa que algunos tengan mayor o menor importancia sobre
otros pues todos ellos encuentran en la dignidad humana el principio y fin a
alcanzar. Así entonces en la primera generación fueron agrupados los derechos
civiles y políticos, en la segunda generación los derechos económicos, sociales
y culturales y en la tercera generación se agruparon los que corresponden a
grupos de personas o colectividades que comparten intereses comunes.
•
Son universales, porque corresponden a todas las personas sin
excepción. Son interdependientes, porque todos los derechos humanos
se encuentran vinculados y requieren de su respeto y protección
recíproca.
•
Son indivisibles, porque no se puede fragmentar su respeto.
•
Son progresivos, porque permiten su ampliación en protección, contenido
y eficacia. El Estado tiene la obligación de procurar su cumplimiento. Este
principio implica la no regresividad en el reconocimiento y en la garantía
de los derechos.
PRINCIPIOS
El principio de la universalidad. Todas las personas son titulares de todos los
derechos humanos. Dicho principio se encuentra estrechamente relacionado a
la igualdad y no discriminación. No obstante, para lograr la igualdad real se debe
atender a las circunstancias o necesidades específicas de las personas.
Principio de Interdependencia: Consiste en que cada uno de los derechos
humanos se encuentran ligados unos a otros, de tal manera que el
reconocimiento de uno de ellos, así como su ejercicio, implica necesariamente
que se respeten y protejan múltiples derechos que se encuentran vinculados.
Principio de Indivisibilidad: Implica que los derechos humanos no pueden ser
fragmentados sea cual fuere su naturaleza. Cada uno de ellos conforma una
totalidad, de tal forma que se deben reconocer, proteger y garantizar de forma
integral por todas las autoridades.
Principio de interdependencia e indivisibilidad: Todos los derechos
humanos, sean éstos los derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida,
la igualdad ante la ley y la libertad de expresión; los derechos económicos,
sociales y culturales, como el derecho al trabajo, la seguridad social y la
educación; o los derechos colectivos, como los derechos al desarrollo y la libre
determinación, todos son derechos indivisibles, interrelacionados e
interdependientes. El avance de uno facilita el avance de los demás. De la misma
manera, la privación de un derecho afecta negativamente a los demás.
Principio de Progresividad: Constituye una obligación del Estado para
asegurar el progreso en el desarrollo constructivo de los derechos humanos, al
mismo tiempo, implica una prohibición para el Estado respecto a cualquier
retroceso de los derechos. El Estado debe proveer las condiciones más óptimas
de disfrute de los derechos y no disminuir ese nivel logrado.
EVOLUCIÓN
La Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), adoptada por la
Asamblea General de la ONU en 1948, fue el primer documento legal que
estableció los derechos humanos fundamentales que deben ser protegidos
universalmente. La DUDH, que cumplió 70 años en 2018, sigue siendo la base
de todas las normas internacionales de derechos humanos. Sus 30
artículos proporcionan los principios y componentes básicos de las
convenciones, tratados y otros instrumentos jurídicos actuales y futuros de
derechos humanos.
La DUDH, junto con los 2 pactos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, conforman la Carta Internacional de Derechos.
Estados miembros
Los gobiernos tienen la responsabilidad primordial de proteger los derechos
humanos de las personas que viven dentro de sus países. Derechos Humanos
de la ONU los ayuda a cumplir con sus obligaciones.
Los gobiernos, como garantes del deber, pueden cooperar con las diferentes
partes del sistema de derechos humanos de la ONU y estar mejor equipados
para abordar los problemas crónicos y emergentes de derechos humanos. Más
sobre cómo los gobiernos pueden participar en los derechos humanos de la
ONU .
El Sistema Interamericano se inició formalmente con la aprobación de la
Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre en 1948.
Adicionalmente, el Sistema cuenta con otros instrumentos como la Convención
Americana sobre Derechos Humanos; Protocolos y Convenciones sobre temas
especializados, como la Convención para Prevenir y Sancionar la Tortura, la
Convención sobre la Desaparición Forzada y la Convención para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, entre otros; y los Reglamentos
y Estatutos de sus órganos.
Este 5 febrero se cumplen los primeros cien años de haberse promulgado la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. Se trata de
documento jurídico esencial que establece nuestra identidad nacional, así como
los acuerdos fundamentales para convivir en una nación democrática y de
libertades. Su transformación en el tiempo y espacio ha actualizado en su
contenido las aspiraciones, necesidades y cambios que la sociedad y el gobierno
han impulsado y convenido en beneficio del país entero.
DERECHOS HUMANOS Y DERECHO AMBIENTAL
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce en su
artículo 4o., párrafo quinto, el derecho humano al medio ambiente sano para el
desarrollo y bienestar, disposición jurídica que a la letra señala lo siguiente: Toda
persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar.
El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental
generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por
la ley. El marco jurídico aplicable en materia ambiental en México es muy
extenso, y en virtud de que se trata de una materia concurrente, con fundamento
en el artículo 73, fracción XXIX-G, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, está compuesto por normativa de carácter federal, estatal y
municipal. No obstante, lo anterior, existe un instrumento jurídico marco, que es
la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA),
que establece la distribución de competencias entre los tres órdenes de gobierno
en la materia. Existen otros instrumentos jurídicos relevantes en materia
ambiental en nuestro país, como la Ley General para la Prevención y Gestión
Integral de los Residuos, la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, la
Ley General de Vida Silvestre, la Ley de Aguas Nacionales y la Ley de
Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, entre otras, y sus
respectivos reglamentos. Asimismo, existe una gran variedad de Normas
Oficiales Mexicanas que son definidas en la Ley Federal de Metrología y
Normalización como “la regulación técnica de observancia obligatoria expedida
por las dependencias competentes, que establece reglas, especificaciones,
atributos, directrices, características o prescripciones aplicables a un producto,
proceso, instalación, sistema, actividad, servicio o método de producción u
operación, así como aquellas relativas a terminología, simbología, embalaje,
marcado o etiquetado y las que se refieran a su cumplimiento o aplicación”
(artículo 3, fracción XI). México es parte de una serie de instrumentos y tratados
internacionales en materia ambiental que integran el marco jurídico en relación
con el cuidado del ambiente, con base en el artículo 1o. de la Constitución, el
cual fue reformado el 10 de junio de 2011 para establecer de manera expresa
que todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en la
Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea
parte, así como de las garantías para su protección, por lo que todas las
autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los
principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
Las principales autoridades de carácter federal que se encargan de proteger y
cuidar el ambiente en México, en el ámbito de sus competencias, son: 1. La
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) es la
dependencia de gobierno que tiene como propósito fundamental fomentar la
protección, restauración y conservación de los ecosistemas y recursos naturales,
y bienes y servicios ambientales, con el fin de propiciar su aprovechamiento y
desarrollo sustentable. (Para más información, véase www.semarnat.gob.mx) 12
2. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) es un órgano
administrativo desconcentrado de la Semarnat con autonomía técnica y
operativa. Tiene como tarea principal incrementar los niveles de observancia de
la normativa ambiental, a fin de contribuir al desarrollo sustentable y hacer
cumplir las leyes en materia ambiental. Entre sus atribuciones se encuentran
vigilar el cumplimiento de las disposiciones legales, y salvaguardar los intereses
de la población en materia ambiental, procurando el cumplimiento de la
legislación ambiental, sancionando a las personas físicas y morales que violen
dichos preceptos legales.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) es un órgano
desconcentrado de la Semarnat que tiene como finalidad conservar el patrimonio
natural de México y los procesos ecológicos a través de las Áreas Naturales
Protegidas (ANP) y los Programas de Desarrollo Regional Sustentable
(PRODERS) en Regiones Prioritarias para la Conservación, asegurando una
adecuada cobertura y representatividad biológica. La LGEEPA define a las áreas
naturales protegidas como aquellas zonas del territorio nacional y aquéllas sobre
las que la nación ejerce su soberanía y jurisdicción, en donde los ambientes
originales no han sido significativamente alterados por la actividad del ser
humano o que requieren ser preservadas y restauradas y están sujetas al
régimen previsto en la Ley (artículo 3, fracción II). (Para más información, véase
www.conanp.gob.mx) Existen dos instituciones que tienen la finalidad de
coadyuvar en el cuidado del medio ambiente a través de la investigación y la
evaluación de las políticas existentes en la materia, así como con la promoción
y la generación de información relevante: el Instituto Nacional de Ecología y
Cambio Climático (INECC) y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso
de la Biodiversidad (Conabio). El INECC es un organismo público
descentralizado de la Administración Pública Federal, con personalidad jurídica,
patrimonio propio y autonomía de gestión, sectorizado en la Semarnat,
encargado, entre otras cosas, de formular, conducir y evaluar la política nacional
en materia de equilibrio ecológico y protección del medio ambiente. (Para más
información, Por su parte, la Conabio es una comisión intersecretarial cuya
misión es promover, coordinar, apoyar y realizar actividades dirigidas al
conocimiento de la diversidad biológica, así como a su conservación y uso
sustentable para beneficio de la sociedad. La Conabio fue concebida como una
organización de investigación aplicada, promotora de investigación básica, que
compila y genera información sobre biodiversidad, desarrolla capacidades
humanas en el área de informática de la biodiversidad y es fuente pública de
información y conocimiento accesible para toda la sociedad.
De conformidad con la Declaración Mundial de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN) acerca del Estado de Derecho en materia
ambiental suscrita durante el Congreso Mundial de Derecho Ambiental de la
UICN de Río de Janeiro del 2016, el Estado de Derecho en materia ambiental se
entiende como el marco jurídico de derechos y obligaciones sustantivos y
procesales que incorpora los principios del desarrollo ecológicamente sostenible
en el Estado de Derecho. El fortalecimiento del Estado de Derecho en materia
ambiental constituye la clave para la protección, conservación y restauración de
la integridad ambiental. Sin él, la gobernanza ambiental y el cumplimiento de los
derechos y obligaciones podrían tornarse arbitrarios, subjetivos e impredecibles.
El Estado de Derecho en materia ambiental se basa en elementos clave de la
buena gobernanza, entre los cuales, se incluyen:
· La elaboración, promulgación e implementación de leyes, regulaciones y
políticas claras, estrictas, ejecutables y efectivas que se gestionen
eficientemente a través de procesos justos e inclusivos para lograr los más altos
estándares de calidad ambiental;
· El respeto a los derechos humanos, incluido el derecho a un medio ambiente
sano, seguro, y sostenible;
· Medidas para asegurar el cumplimiento efectivo de leyes, reglamentos y
políticas, incluyendo una adecuada aplicación del derecho penal, civil y
administrativo, la responsabilidad por daños ambientales y mecanismos para la
resolución imparcial, independiente y oportuna de las controversias;
· Reglas eficaces sobre el acceso equitativo a la información, la participación
pública en la toma de decisiones y el acceso a la justicia;
· La auditoría ambiental y la elaboración de informes, junto con otros
mecanismos eficaces de rendición de cuentas, transparencia, ética, integridad y
lucha
contra
la
corrupción,
y
· La utilización de los mejores conocimientos científicos disponibles.
A nuestro entender, el Estado de Derecho en materia ambiental busca alcanzar
el fin superior de conservación y uso racional, sostenible, equitativo y solidario
de los bienes y servicios ambientales, a través de la consolidación del orden
público ambiental.
Coincidimos con MASÍS en que el derecho constituye el instrumento a través del
cual el Estado, en la consecución de sus objetivos sociales y ambientales, debe
ejercer sus potestades para lograr los fines que tanto su propio ordenamiento
jurídico como la normativa internacional le exigen. Fines que, al día de hoy, como
ha sido el proceso natural de la evolución del Estado de Derecho desde una
perspectiva individualista, hasta el reconocimiento de diversos derechos
fundamentales más progresistas, le han direccionado para ir constituyéndose en
un Estado social y ambiental de derecho en virtud de las necesidades sociales
actuales que giran en torno a la preservación del medio ambiente.
De acuerdo con DE AYALA ARAÚJO, un Estado de Derecho en materia
ambiental se caracteriza por integrar el ambiente en los procesos de toma de
decisión, por su espíritu cooperativo, por proteger el ambiente en forma conjunta
con los particulares, y por concebir a los recursos naturales como factor para el
libre desarrollo de la personalidad humana y no simplemente como bienes
susceptibles de aprovechamiento económico. Concluye diciendo: “Un Estado de
Derecho es y precisa ser todavía, un Estado que, en primer lugar, y por medio
de la colaboración con las fuerzas sociales, consiga asegurar protección para las
personas. Por lo tanto, un Estado que no considera el medio ambiente en los
procesos de decisión es un Estado que no va a proteger a las personas, y que
no posee ningún compromiso con su comunidad política. […] El Estado
ambiental es, por tanto: a) un Estado de sustentabilidad y un Estado abierto al
aprendizaje constitucional. Pero no puede ser a) un Estado de frustración
constitucional y, […] un Estado de retroceso ambiental.”
Bajo el enfoque de Estado de Derecho Ambiental, éste se encuentra inhibido de
interferir, de forma ilegítima, en el ámbito de protección de la totalidad de los
derechos humanos – medidas de carácter negativo – y a la vez, se ve obligado
a protegerlos y promoverlos mediante medidas de carácter positivo, también
conocidas como prestacionales.
De esta forma, el Estado no solo debe asegurar un mínimo adecuado de
protección de los derechos fundamentales, sino que, además, tratándose de
derechos humanos ambientales (derecho al ambiente ambiente sano y
equilibrado , derecho a la salud, derecho a la paz, derecho al agua potable y al
saneamiento, derecho a la alimentación, derecho al acceso a energías
renovables, derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales, derechos
de las personas en casos de catástrofes, derechos de los desplazados
ambientales y los derechos de los defensores de los derechos humanos, entre
otros), está obligado a salvaguardar un mínimo existencial socio-ambiental, que
en palabras de SARLET y FENSTERSEIFER[6] “actúa como una especie de
garantía del núcleo esencial de los derechos económicos, sociales, culturales y
ambientales”.
En virtud de lo anterior, el Estado de Derecho en materia ambiental está obligado
a cumplir una serie de obligaciones procedimentales y sustantivas inherentes al
disfrute de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible, mismas
que fueron desarrolladas por el Experto Independiente de la Organización de las
Naciones Unidas sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos
relacionadas con el disfrute de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable
y sostenible, en el Informe A/HRC/25/53 del 30 de diciembre del 2013, entre
ellas: garantizar el acceso a la información ambiental, participación pública en la
toma de decisiones ambientales, acceso a la justicia ambiental y a la educación
ambiental; así como las obligaciones sustantivas de prevención, precaución,
evaluación de impacto ambiental, responsabilidad y restauración de daños
ambientales.
En Costa Rica ha sido la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, a
través de su jurisprudencia, la que ha iniciado el camino para el reconocimiento
y desarrollo del Estado de Derecho Ambiental.
Al efecto es posible citar, entre otros, los votos constitucionales: 2002-11429,
2002-4947, 2006-17126, 2007-17552, 2010-13622, 2013-10540 y 2014-8486,
haciendo especial mención a la sentencia número 2013-10540 del 07 de agosto
de 2013, en la que la Sala Constitucional reconoció un nuevo principio
constitucional al que denominó desarrollo sostenible democrático, a través del
cual ya no solo se trata de garantizar el aprovechamiento de los recursos
existentes por las presentes generaciones y de asegurar la subsistencia de las
futuras, sino que para lograrlo, también se debe asegurar que el acceso a esos
recursos y a la riqueza generada por las actividades económicas, se distribuya
equitativamente en la sociedad, de modo que alcance al mayor número posible
de personas y permita el progreso solidario. Por medio de esta nueva
interpretación sistemática y evolutiva de los artículos 50, 74 y 89
constitucionales, el tribunal constitucional costarricense otorgó especial
relevancia al elemento social del desarrollo sostenible como un componente de
la justicia social propio del Estado democrático y social de Derecho que se
verifica a través del reparto más adecuado de la riqueza y el ambiente sano, así
como en el deber estatal de procurar una política permanente de solidaridad
nacional.
Por lo antes expuesto, es posible afirmar que una de las principales obligaciones
de un Estado de Derecho en materia ambiental es precisamente proteger y
promover de forma integral los derechos humanos ambientales, así como la de
sancionar normas y desarrollar políticas públicas adecuadas que tengan como
fin el incremento progresivo, gradual y sostenido de la protección ambiental, sin
nunca retroceder a estadios inferiores.
El fortalecimiento del Estado de Derecho en materia ambiental constituye la clave
para la protección, conservación y restauración de la integridad ambiental.
BIBLIOGRAFIA
https://www.cndh.org.mx/derechos-humanos/cuales-son-los-derechos-humanos
https://www.scjn.gob.mx/
https://www.ohchr.org/EN/AboutUs/Pages/WorkWithOthers.aspx
https://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/cartillas/2015-2016/07-aspectosbasicos.pdf
https://www.cndh.org.mx/
https://www.unicef.org/es/onu-derechos-humanos
https://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/cartillas/2015-2016/22-DHalMedioAmbSano.pdf
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