ADAPATAR UN CUENTO DE TIMONEDA: XXXII Había una vez un hombre muy rico que tenía muchos criados, pero destacaba uno por su inteligencia y esmero en realizar su trabajo. Este criado ponía mucho interés en lo que su señor decía, estaba tan interesado que hasta escribía en su libreta todas las novedades que escuchaba. ¡Escribía incluso los chistes! -Oye, ven aquí a la mesa y tráeme ese librito tuyo- Le dijo un día el señor al criado. El criado muy obediente trajo a la mesa su libro para que el señor pudiese leer todas las novedades que había escrito en esa mañana. -Aquí tiene señor- dijo el criado dejando su libreta suavemente en la mesa. El señor abrió la libreta con intención de buscar aquella página que correspondía con el día en el que se encontraban, pero le llamo la atención una frase que se encontró en las primeras hojas. – Hoy el señor hizo una bobada pues dio quinientos billetes a un alquimista para comprar material y crear más oro…- comenzó a leer. El señor miró al criado – Y… ¿Si esto ocurriese de verdad, que haría? – dijo el señor. El criado tragó saliva y muy serio contestó – Si ocurriese de verdad señor, pondría en el libro que el único bobo soy yo por no confiar en usted. -