Subido por Brenda Lisbeth Colina Moreno

DECRETO 677 DE 1995

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DECRETO 677 DE 1995
ARTICULO 77. DE LAS PROHIBICIONES. De conformidad con lo dispuesto en los
artículos 386 y 450 del Decreto-Ley 1298 de 1994, con excepción de los laboratorios
farmacéuticos fabricantes legalmente autorizados y d los titulares del correspondiente registro
sanitario, se prohíbe la tenencia de empaques o envases vacíos, etiquetas o elementos
destinados a la elaboración de medicamentos en los establecimientos farmacéuticos de que
trata este Decreto, de conformidad con las disposiciones vigentes sobre la materia.
PARAGRAFO 1o. Se prohíbe la tenencia o la venta de productos farmacéuticos que presenten
en envase tipo hospitalario, que sean distribuidos por entidades públicas de seguridad social,
de muestras médicas y de productos farmacéuticos con la fecha de vigencia, expiración o
caducidad vencida sin registro sanitario, en las droguerías, depósitos de drogas, farmaciasdroguerías, y establecimientos similares.
PARAGRAFO 2o. Se prohíbe la fabricación, tenencia o venta de productos farmacéutico
fraudulentos o alterados en los establecimientos farmacéuticos.
La UAESA hace un llamado a la concientización y el compromiso legal de las droguerías para
prevenir riesgos en la salud pública, por la comercialización de medicamentos de uso
institucional, ya que esto se convierte en una práctica ilegal y fraudulenta. tipificados como
delito.
“Se hace una invitación a la comunidad en general para que verifique y exija medicamentos seguros y
de calidad, aquellos que se encuentran marcados o identificados como uso institucional no podrán ser
comercializados, ya que son para manejo en entidades hospitalarias o para la dispensación al
personal afiliado, por una entidad de previsión, asistencia o seguridad social
Agregó, que los medicamentos son sustancias químicas consideradas como contaminantes
peligrosos, razón por la cual, una vez han cumplido su ciclo de vida útil, es decir se vencieron
o el paciente en casa ya no los necesita más, deben sufrir un proceso de destrucción que
asegure que no van a contaminar las fuentes de agua ni el medio ambiente, ni van a ser
empleados de forma fraudulenta. Este proceso se conoce como disposición final de los
medicamentos.
“Para evitar eso, existen puntos azules en donde se pueden depositar medicamentos vencidos,
parcialmente consumidos o almacenados de manera inadecuada; posteriormente, estos son
recolectados por un operador certificado para el transporte y destrucción final de estos productos”,
¿Qué pasa si vendo medicamentos de uso institucional?
De acuerdo con la Ley de Seguridad Ciudadana, quien adquiera o comercialice
un medicamento que se le haya entregado a un usuario del Sistema General de
Seguridad Social en Salud deberá pagar de 24 a 48 meses de prisión y una multa
de 50 a 200 salarios mínimos legales mensuales
, la normatividad sanitaria vigente determina que la tenencia y/o uso de medicamentos convencionales
que tengan la intención de ser destinado a las entidades de previsión, asistencia o seguridad social y
similares (bajo cualquier figura) con la mentada leyenda, corresponde a los actores propios del
sistema de seguridad social en pro del cumplimiento de la finalidad y principios señalados, y
comprende como exigencia misma que, aquellos productos destinados exclusivamente a entidades de
previsión, asistencia o seguridad social y similares, deben tener la leyenda “USO
INSTITUCIONAL”, así como con la claridad especifica que al tener dicha destinación exclusiva en
el marco del objetivo mismo del sistema referido, no es posible que los mismos sean objeto de
distribución y/o comercialización fuera de dicho ámbito, en otras palabras, su tenencia y/o uso
corresponden a actores del sistema de salud y seguridad social con la finalidad y destino exclusivo de
suplir las necesidades y cumplir los objetivos propios de aquel[2] (a través de un servicio dependiente
o independiente[3]), y no interés particular alguno, destacando que la dispensación de medicamentos,
y en general el servicio farmacéutico, debe dar cumplimiento a lo normado en el Decreto 780 de 2016
y sus normas concordantes y complementarias.
Código Penal
Artículo 374A. Enajenación ilegal de medicamentos
El que con el objeto de obtener un provecho para sí mismo o para un tercero
enajene a título oneroso, adquiera o comercialice un medicamento que se le
haya entregado a un usuario del Sistema General de Seguridad Social en
Salud, incurrirá en prisión de veinticuatro (24) a cuarenta y ocho (48) meses
y multa de cincuenta (50) a doscientos (200) salarios mínimos legales
mensuales
vigentes.
La pena se aumentará de una tercera parte a la mitad cuando se trate de
medicamentos de origen biológico y biotecnológico y aquellos para tratar
enfermedades
huérfanas
y
de
alto
costo.
ARTICULO 79. DE LA INFORMACION Y PUBLICIDAD DE LOS MEDICAMENTOS. Toda
información científica, promocional o publicitaria de los medicamentos deberá ser realizada con
arreglo de las condiciones del registro sanitario y las normas técnicas y legales previstas en el
presente Decreto.
Los titulares del registro serán responsables de cualquier transgresión en el contenido de los
materiales de promoción y publicidad, y de las consecuencias que ello pueda generar en la
salud individual o colectiva.
Será función del Invima velar por el cumplimiento de lo aquí previsto, teniendo en cuenta la
reglamentación que para el efecto expida el Ministerio de Salud.
PARAGRAFO 1o. Los medicamentos solo podrán anunciarse o promocionarse en
publicaciones de carácter científico o técnico, dirigidos al cuerpo médico y odontológico.
Prohíbase la propaganda de medicamentos en la prensa, la radiodifusión, la televisión, y en
general en cualquier otro medio de comunicación y promoción masiva. Esta prohibición no
cobijara los medicamentos de venta libre.
PARAGRAFO 2o. En la información o propaganda dirigida al cuerpo médico u odontológico,
deberán especificarse las acciones, indicaciones, usos terapéuticos, contraindicaciones, efectos
colaterales, riesgos de administración, los riesgos de farmacodependencia y las otras
precauciones y advertencias, sin omitir ninguna de las que figuren en la literatura científica o
fueren conocidas por los fabricantes.
Igualmente, deberá siempre citarse la bibliografía sobre la cual se basa la información, e
identificarse el principio activo con su nombre genérico, el cual, en el caso de medicamentos
esenciales, irá en igual de caracteres a los del nombre o marca del medicamento.
PARAGRAFO 3o. La publicidad e información sobre medicamentos deberá ceñirse a la verdad
y, por consiguiente, no podrá exagerase las bondades que pueda ofrecer su uso.
PARAGRAFO 4o. Prohíbase la publicidad de medicamentos cuando:
a) Contraríe las normas generales aplicables en materia de educación sanitaria, nutrición o
terapéutica;
b) Exprese verdades parciales que induzcan a engaño o error;
c) Impute, difame, cause perjuicios o comparación peyorativa para otras marcas, productos,
servicios, empresas u organismos.
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