INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR PEDAGÓGICO “Hno. Victorino Elorz Goicoechea” CAJAMARCA ALUMNO: LUIS ANGEL MORENO ABANTO. PROFESOR: MARCOS ROJAS TAFUR. CURSO: TIC. PROGRAMA: MATEMATICA. CICLO: VI AÑO: 2021 LA ERA DIGITAL Recuerdo que en mi juventud, tal vez influenciado por Verne y otras lecturas, la crisis de los misiles, la llegada del hombre a la luna, películas como 2001 o Solaris, los dibujos de los Supersónicos y la TV de los sábados por la tarde, estaba seguro de estar transitando la era atómica y espacial. Como les cuento a mis alumnos, en la semana en que nací y hacia mis primeros sonidos, Laika ladraba por última vez desde el cielo. Sumando los programas de Cousteau, la serie Viaje al Fondo del Mar y las notas en diarios y revistas de actualidad, era fácil imaginar que en el 2000 o poco más adelante, habría asentamientos humanos bajo el océano y en la superficie de nuestro satélite natural. Al menos semipermanentes, como los que ya había en la Antártida. Autos voladores y robots para el servicio hogareño serían algo cotidiano, tanto como una amplia variedad de comidas sintéticas. Nada de eso se cumplió en esa medida y forma, aunque es cierto que los robots para asistir a humanos están en una etapa avanzada en la tierra del sol naciente y otros países, que se habla de vuelos tripulados a Marte, y que drones de vigilancia y reparto, tanto como autos no tripulados comienzan a surcar cielo y tierra, y que desde un reloj pulsera o teléfonos móviles podemos establecer comunicaciones al estilo de Dick Tracy o de Bond, James Bond. Es claro que seguimos transitando la era atómica y espacial, pero que, por suerte a lo mejor, sus beneficios y control siguen acotados a gobiernos o ciertas empresas o instituciones, por fuera del uso o consumo masivo u hogareño. En aquellos mismos años de los comienzo de la carrera espacial y nuclear comenzaba a desarrollarse asimismo otra rama de la tecnología. La informática y las telecomunicaciones. Si tomamos la invención del transistor y de los primeros circuitos integrados como un tentativo punto de partida de lo que hoy llamamos tecnologías de la información y comunicaciones o simplemente TIC, estamos a escasos 60 o 70 años de sus orígenes, pero, en este caso, la familia de productos y servicios basados en sus derivaciones, desarrollos e implementaciones es intensa y extensa, así como masivo y habitual es su uso por parte de personas de todas edades y niveles. También podríamos remontarnos al Siglo XVIII con la máquina analítica de Charles Babbage diseñada a partir de las tarjetas perforadas del telar de Jean Marie Jacquard, o situarnos en un punto medio con la ENIAC del 1946 o los ya históricos primeros textos de Norbert Wiener sobre cibernética de entre 1948 y 1950. En todo caso, es poco tiempo. Nada en términos históricos. Pero en términos cuantitativos y cualitativos la evolución es sorprendente. Hoy hay en el mundo más de 4 mil millones de usuarios únicos de telefonía celular, uno de los íconos de esta revolución, y puerta de entrada más frecuente a las aplicaciones y beneficios de internet y la web (nacidas en 1993/95) para el 50% de la humanidad. Otras estadísticas nos muestran que exponencial es el calificativo que usamos correctamente y desde hace un par de décadas para describir el crecimiento en la difusión y uso de las TIC: - El primer video fue subido a YouTube en abril de 2005, hoy se suben a esa plataforma más de 300 horas de video por cada minuto, y por día más de 5 mil millones de videos son vistos en ella. - En 2017 circuló más tráfico en internet que en todos los años anteriores acumulados - La red social Facebook tiene más de 2.000 millones de usuarios convirtiéndola en la “nación” digital más grande del mundo. - En un minuto se hacen 3,7 millones de búsquedas en Google. - En agosto de 1991, Tim Berners-Lee publicó el primer sitio web, a la fecha son cerca de mil millones. - Las ventas globales del comercio electrónico b2c superaron los 2 millones de millones de dólares. - Desde aquella primer llamada hecha por Martin Cooper a comienzos de 1973, la cantidad mundial de suscriptores de líneas móviles superó a fin de 2015 a la población, al sobrepasar los 7.300 millones de líneas. La velocidad del cambio es una de las características que más impacta a los expertos y analistas de este proceso, sean estos economistas, periodistas, ingenieros, urbanistas o sociólogos. Cierto es que hubo varias fases o etapas, y en cada una de ellas diferentes razones o motores para este crecimiento. En una historia muy breve y simple que me gusta narrar a mis alumnos. Simplifico o exagero diciendo que estas tecnologías tuvieron como elementos básicos de su metabolismo inicial un proceso de miniaturización de sus componentes y partes esenciales o “inteligentes”, acompañado de un aumento de la capacidad y velocidad de procesamiento, y qué eso ocurrió mientras el costo de producción se reducía más que proporcionalmente año a año. La Ley de Moore, ni más ni menos. Corrían los 60´s y 70´s. A estos datos fabriles y técnicos, agrego que los mismos se reflejaron de inmediato en productos para el usuario más pequeños, más poderosos y rápidos, pero, muy importante mucho más económicos. Pero, y mucho más importante en mi mirada del fenómeno de adopción masiva, se hicieron más fáciles de usar, casi intuitivos, de apropiación casi espontánea. Y este salto de usos científicos o corporativos a hogareños y personales explica la segunda gran fase de crecimiento, de la mano de la PC. Eran los 80´s. En una historia que todos conocemos pero vale la pena recordar, los 90´s introdujeron un acelerador increíble del crecimiento de los beneficios de la adopción de TIC, internet y la world wide web. Suelo designar a ese momento como la primera convergencia de la era TIC, sociedad digital, de la información o del conocimiento. La unión de la tecnología informática con los avances de las redes y sistemas de telecomunicación, y los agregados del mundo de los contenidos. La extensión de los beneficios iba ahora desde los usos más técnicos, profesionales o laborales, al más variado entretenimiento o busca de datos. Información, comunicación y pasatiempo, ocio y negocio, trabajo, estudio, juego y posibilidades de socialización casi sin límites físicos. Y este fenómeno a su vez vino de la mano de un cambio topológico. La tradicional organización piramidal y jerárquica muta día a día hacia formas más horizontales de relación. Las redes sociales son un epifenómeno visible de esta etapa, y Apps de búsqueda de empleo, productos, precios o de contactos proliferan. Estos aspectos topológicos de la arquitectura tienen (o son) organizacionales, y por lo tanto influyen en los formatos y reglas de todo tipo de organización, así como en los modelos de negocio, y sin dudas están implicando cambios, no sólo en la comunicación política sino en la división, especialización y valor del trabajo, y en el mismo régimen socio-político. Cambios profundos, duraderos y con resultados impredecibles. Claramente esto ocurre no sólo como consecuencia de la nueva tecnología y su arquitectura como fuerzas aisladas, sino en conjunto o combinación compleja con la globalización, la secularización y otros cambios. Alvin Toffler mencionaba hace ya más de cuatro décadas a la novedad, la diversidad y la transitoriedad como partes esenciales de su “fórmula explosiva”. Recientemente a esta arquitectura descentralizada en red (redes!) se agregó un nuevo estadio de ruptura de la masa, espacio y tiempo: la nube (o mejor dicho las nubes), que completan este don o característica de la ubicuidad de las TIC, y del hombre. Esta fase promete una segunda explosión de masividad en la conectividad no sólo desde los avances en la tecnología de transmisión, comunicación o almacenamiento, o de la variedad de dispositivos móviles y personales, sino y fundamentalmente de lo que se ha denominado internet de las cosas o del todo (IOT o IOE en sus siglas en inglés). No sólo gente conectada con otra gente, personas con personas, y personas con fuentes o reservorios de información, sino asimismo máquinas y “cosas” conectadas. Sensores desplegados por nuestras infraestructuras energéticas, de transporte, de comunicación y en nuestros hogares y productos. A esta fase la suelo denominar, dependiendo del público, como la segunda convergencia. Objetos con sensores y capacidad de comunicación, así devenidos en objetos sociales, multiplicando por 5 y hasta por 10 y a corto plazo (2020) los nodos de la red de redes. Miles de millones de dispositivos tomando y transmitiendo datos, midiendo y compartiendo un volumen de información inconmensurable. Un mundo hiper-inter-conectado y en tiempo real. También en consecuencia un mundo hiper-inter-dependiente. Un mundo más chico y plano como refieren algunos autores? O un mundo mucho más grande, según qué querramos expresar. Si sólo medimos distancia, grados de separación o tiempo, o si en cambio deseamos especular sobre la capacidad de innovación en base al poder de análisis (Analitics) ese volumen enorme y creciente de información (Big Data) y la resultante creación de valor y de nuevo sentido (new meaning) Objetos devenidos en sociales. Personas con capacidades ampliadas ya sea con ayuda de dispositivos TIC, por avances de la biotecnología, o por compartir en tiempo real conocimiento explícito en dimensiones nunca previstas, pero también conocimiento tácito en red con otros o son sistemas expertos o con Inteligencia Artificial. Y esto desde diferentes dispositivos, tecnologías de conexión, en muy variados momentos y lugares y con infinitos fines. La etapa próxima, ya presente pero aún no totalmente desarrollada, vendrá de la mano de otros cambios (o tendencias, o tecnologías?). Cambios en las interfaces entre hombre y máquina, que serán cada días más simples, rápidas, seguras y humanizadas: el speech recognition, la biometría, los bots, agentes o asistentes virtuales entre otras. Cambios en los materiales. El grafeno y otros compuestos del carbono reemplazando al silicio. Nuevos plásticos o sustancias con nuevas (o ampliadas) propiedades. La inteligencia en los sistemas, las aplicaciones, las redes y los dispositivos. No sólo la llamada inteligencia artificial, sino ésta combinada, complementando a la humana en colaboración. Ciencias o tecnologías enteramente nuevas, la genómica entre otras. Una virtualización constante y creciente, digitalización del dinero del comercio, de la educación, y de la masa, descomponiendo y fabricando partes y objetos de modo descentralizado a su creación o diseño. Otro salto cuántico en la ruptura acelerada o reducción infinitesimal de la masa, del tiempo y del espacio. Y la tercera convergencia, la cada día más posible y sorprendente hibridación entre el hombre y la máquina. El punto de singularidad, el encuentro de la tecnología y la biología. … En esta historia, cabe destacar (siempre sin ánimo determinista) que cada paso, cada avance de la tecnología de la información, grande o pequeño, como el lenguaje, la escritura, el papel o el pergamino, la imprenta o el telégrafo, la radio y la televisión, amplió enormemente la cantidad y diversidad de los contenidos, de la información y del conocimiento, emergiendo de cada fase también un núcleo de mayor calidad o potencia. Cada nuevo invento o paso de las tecnologías de la información fue un paso cierto, fuerte y claro, en la ruptura de los límites que la masa, la distancia y el tiempo imponían a estos procesos. Cada etapa incrementó nuestra capacidad epistémica de relevar, guardar, procesar y compartir datos, y asimismo la posibilidad de convertir datos en información, información en conocimiento y conocimiento en inteligencia para resolver problemas y crear valor económico y social. La tecnología en general colaboró con la civilización en potenciar lo que la naturaleza había provisto a nuestros músculos, nuestra fuerza y velocidad, pero la tecnología de la información en particular está extendiendo las fronteras del conocimiento, nuestras capacidades cognitivas e incluso y de modo creciente, nuestras posibilidades sensoriales. Lo que algunos llaman el punto de singularidad de la humanidad no es otra cosa que la tecnología convergiendo, atravesando y hasta confundiéndose con la biología. Hoy el conocimiento es el activo, insumo principal y factor de producción de toda actividad humana. Al mismo tiempo es el emergente o resultado principal de éstas. Hoy hay una nueva “fórmula explosiva” (mi recuerdo afectuoso para Alvin Toffler!), la del momento 4.0: la combinación de Internet de las Cosas (IOT), la Ciencia de Datos y la Inteligencia Artificial en un entorno de nube más blockchain, permitiendo un nuevo salto epistémico masivo a escala global. Las implicancias positivas de esto, así como muchas dudas y caveats serán motivo de investigación y debate creciente, desde cada perspectiva ideológica y desde cada ámbito profesional y científico. Esperemos que no se esté gestando una contra revolución tecnológica, una contra reforma TIC, desde la ignorancia y el miedo a lo desconocido. De eso hablaremos en otra nota… Toda historia es sólo una versión, y esta mi versión de la génesis de la era digital. https://medium.com/prince-consulting/una-breve-historia-de-la-era-digital5c3bcb697894 recuperado el 29/10/2021 E-Learning Y B-Learning El e-learning o aprendizaje electrónico es un término que se refiere a la educación a distancia a través de Internet. Es una formación completamente virtualizada que permite la interacción del usuario con la asignatura mediante herramientas como correo electrónico, foros, mensajería instantánea, redes sociales o plataformas diseñadas específicamente con esa finalidad. Aunque literalmente el término significaría aprendizaje “mezclado”, el b-learning (blended learning) se refiere al aprendizaje semipresencial. Es un proceso didáctico que conjuga el uso del e-learning con formación presencial. Sin embargo conviene quedarse con una idea principal: el b-learning no es una mera mezlca de un sistema tradicional con uno moderno. A pesar de su nombre literal, el b-learning puede -y debe- utilizar las tecnologías de la información para sacar el máximo rendimiento de ambos modelos. El resultado obtenido debe ser una formación que facilite tanto la actividad del formador como del alumno, y que viabilice un aprendizaje lo más completo posible. Ventajas del e-learning Las ventajas que aporta el e-learning se sustentan en la combinación de los principios pedagógicos con los tecnológicos. Es un apretón de manos entre la tecnología educativa y la tecnología de la información y la comunicación (TIC). Los elementos tecnológicos como el diseño, la posibilidad de personalización, la constante actualización y el fomento de la comunicación potencian en gran medida los aspectos pedagógicos, que trabajan directamente con los contenidos. Las principales ventajas del e-learning, sin embargo, son las que dependen de los elementos tecnológicos: – Rentabilidad: gracias al ahorro en material didáctico físico y al alojamiento. – Accesibilidad: los usuarios pueden acceder al contenido desde cualquier punto de conexión a Internet y desde cualquier soporte (ordenador, Tablet, móvil…). – Flexibilidad: no es obligatorio que haya un grupo mínimo de usuarios para que el servicio funcione. – Productividad: gracias al aprovechamiento del tiempo que permiten las características anteriores. Ventajas del b-learning El principal reto que afronta este modelo es el de encontrar un equilibrio entre la formación virtual y la presencial. Ahí recae también su principal ventaja. La efectividad del aprendizaje es mucho mayor que la del e-learning cuando el equilibrio es adecuado. El b-learning puede conjugar también el m-learning (movil learning) y el e-tutoring (tutorías). Este último concepto, aunque relacionado con la formación virtual, puede ser aplicado perfectamente en ambientes presenciales. Además de las ventajas que ofrece el e-learning, el b-learning ofrece los siguientes beneficios: – Promueve el trabajo en equipo mediante la constante comunicación. – Reafirma el conocimiento teórico adquirido gracias a la parte práctica. – Fomenta el trabajo autónomo gracias al refuerzo del e-tutoring. – Flexibiliza la forma de interiorizar conocimientos por parte del usuario gracias a la variedad de modelos incluidos. https://opta.com.es/2014/08/e-learning-y-b-learning-coincidencias-diferencias-ydetalles/ recuperado el 29/10/2021 Reflexión: la historia de la era digital viene enmarcando muchas cosas importantes en nuestra vida, siempre va mejorando el internet, la tecnología e constante actualización y muchas cosas más. El E-learnig nos ayuda a comunicarse con las demás personas y familiares a través de mensajería. El B-learning nos ayuda hacer clases virtuales a través de video llamadas.