Subido por MADELINE ARELY HERNANDEZ HERNANDEZ

BANCOMUNDIAL

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BANCO MUNDIAL
CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
GUADALUPE GÓMEZ COLMENERO
MARGARITA GUTIÉRREZ PÉREZ
MADELINE HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ
SEPTIMO SEMESTRE
CIENCIAS DE LA ECUCACIÓN
En los últimos 70 años se han observado cambios importantes en la economía
mundial. Durante ese período, el Grupo Banco Mundial (GBM) —la mayor institución
de desarrollo del mundo— ha ayudado a más de 100 países en desarrollo y países
en transición a adecuarse a estos cambios, ofreciéndoles préstamos y servicios de
asesoría y conocimientos adaptados a sus necesidades. El GBM colabora con
Gobiernos nacionales, el sector privado, organizaciones de la sociedad civil, bancos
de desarrollo regionales, centros de estudios y otras instituciones internacionales
en diversas cuestiones, como el cambio climático, los conflictos, la seguridad
alimentaria, la educación, la agricultura, las finanzas y el comercio. Todos estos
esfuerzos sirven de apoyo a los dos objetivos de la institución: poner fin a la pobreza
extrema para 2030 e impulsar la prosperidad compartida del 40 % más pobre de la
población en todos los países.
El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) —que fue creado en
1944 y, al poco tiempo se hizo conocido como el “Banco Mundial”—, evolucionó
hasta convertirse en un grupo conformado por cinco instituciones de desarrollo. En
sus orígenes, otorgaba préstamos para ayudar a la reconstrucción de los países
devastados durante la Segunda Guerra Mundial. Luego, su foco pasó de la
reconstrucción al desarrollo, poniendo un gran énfasis en obras de infraestructura
tales como represas, redes de electricidad, sistemas de riego y caminos. Tras la
fundación de la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés)
en 1956, el Banco Mundial comenzó a proporcionar financiamiento a empresas e
instituciones financieras privadas de países en desarrollo. Y con la creación de la
Asociación Internacional de Fomento (AIF) en 1960, pudo prestar una mayor
atención a los países más pobres, con lo cual la eliminación de la pobreza se fue
transformando en uno de los objetivos básicos del GBM. Posteriormente, con la
puesta en marcha del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a
Inversiones (CIADI por sus siglas en inglés) y el Organismo Multilateral de Garantía
de Inversiones (MIGA por sus siglas en inglés), el GBM amplió aún más su
capacidad para conectar los recursos financieros internacionales con las
necesidades de los países en desarrollo.
En la actualidad, la labor del GBM se extiende prácticamente a todos los sectores
que son importantes para combatir la pobreza, apoyar el crecimiento económico, y
garantizar beneficios sostenibles para mejorar la calidad de vida de las personas en
los países en desarrollo. Si bien la selección y el diseño de proyectos sólidos siguen
siendo primordiales, el GBM reconoce que hay una amplia gama de factores
cruciales para lograr resultados: instituciones eficientes, políticas acertadas,
aprendizaje continuo mediante la evaluación y el intercambio de conocimientos, y
alianzas con asociados, incluido el sector privado. La institución mantiene
relaciones de larga data con más de 180 países miembros, y aprovecha esta
colaboración para abordar los desafíos de desarrollo que adquieren cada vez más
un carácter global. En lo que respecta a cuestiones de importancia crítica, como el
cambio climático, las pandemias y la migración forzada, cumple una función
preponderante, ya que puede convocar al diálogo a sus países miembros y a un
grupo diverso de asociados. Además, puede ayudar a afrontar las crisis y, al mismo
tiempo, establecer las bases de un desarrollo sostenible a más largo plazo.
La evolución del GBM también se refleja en la diversidad de su personal
multidisciplinario —economistas, expertos en políticas públicas, especialistas
sectoriales y científicos sociales—, que trabaja en la sede de la ciudad de
Washington y sobre el terreno. Actualmente, más de un tercio del personal
desempeña sus funciones en las oficinas de los países.
El GBM ha aumentado sus recursos para responder a la mayor demanda de
servicios observada a lo largo del tiempo. Para poner las cifras en perspectiva, en
1947 el Banco Mundial otorgó cuatro préstamos por un monto total de USD 497
millones, mientras que en 2015 concretó 302 compromisos por una suma total de
USD 60 000 millones.
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